Global Grisart Nº 20

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GLOBAL GRISART

MARZO DE 2022

LA REVISTA DE LOS ALUMNOS Y AMIGOS DE GRISART ESCUELA INTERNACIONAL DE FOTOGRAFÍA

SUMARIO

EDITORIAL

EDITORIAL ENCUADRE, RECORTES DE IMÁGENES Y CORTE FOTOGRÁFICO “I SEEK TO SHOW REAL BEAUTY” Alba Duque “THE JOURNAL” COLECTIVO DE MUJERES Entrevista de María Gutiérrez y Lucia Morón VEHICOLOR: Elena Ramírez LA GRANJA DONDE EL TIEMPO NUNCA SE DETIENE: Gabriele Scarpa EXPOSICIÓN “MEMORIAL DRIVE” Entrevista de J-M Gosselin Reseña por Rafa Badia

EXPOS, FOTOLIBROS Y EXCELENCIA LIBRE OPINIÓN DE ALFONS RODRÍGUEZ

©Lucas Salter

¿RENACIMIENTO DE LA CIUDAD? Clase de fotos documentales y reportaje

¡No admito la contingencia de una estética fotográfica no ideológica! Cual sea la imagen, su tamaño, su tratamiento, si está aislada o dentro una serie; da igual que sea publicada en papel, en digital o puesta en pared, o en una publicidad. Todas están ancladas inevitablemente en el conocimiento social, político, referencial, filosófico, religioso, ontológico, o de moda de hoy...Más concretamente en la comprensión social acorde a las culturas, como en las de la educación o de la información. Dicho eso, parece que hay una relación ambigua de la fotografía, aunque queda un telón de fondo –no esta verdad, apenas verosímil– con el fotógrafo y el espectador, aunque ha desaparecido con los años algunas de las referencias especificas, ya que los medios de comunicación se han apoderado del sentido de la imagen, imponiendo su tamaño, su sentido a veces, sus cortes, su verticalidad o su horizontalidad, etc. He sido editor de libros ilustrados y guías prácticas durante más de 35 años. Deseo restaurar una verdad, durante mucho tiempo casi todo el mundo ha querido -o casi- respetar una determinada ética fotográfica. A principios de los

años 80, cuando comencé en la carrera, recortábamos, y muchas veces severamente, fotos (¡y de agencias!) para mejorar su legibilidad, para quitar la contaminación visual (que se considera hoy como una prenda de verdad... pero ¿si solo fuera esa la verdad?), para encajar mejor en los diseños de los modelos de la época y que había que componer con las planchas de tipos de plomo. ¡No era fácil! Todo esto es para decir que, para mí, hay una gran dominación cultural que ha sido atacada desde hace 10 años por los dispositivos digitales que obligan a mirar la foto de otra manera, muchas veces en vertical, como una portada de libro. Esto es un ataque contra el monopolio de un mito cultural que afirmaba que la imagen buena es apaisada, que lo bueno es la visión de 180 grados, que debemos ver todo, o que la objetividad, y su hermano joven, la transparencia, deben mostrar todo de izquierda hasta la derecha; no de abajo hasta arriba, como estaba la mirada con la pintura clásica. “¡Qué medio tan generoso es la fotografía!” decía Lee Friedlander, que brinda tantas posibilidades nuevas con el paso de los años. Jean-Matthieu Gosselin


©Esteban Burillo de Sande

ENCUADRE, RECORTES DE IMAGENES Y CORTE FOTOGRÁFICO ¿Por qué por aquí sí y por ahí no?

Arnold Newman

La constante evolución de los equipos fotográficos ha permitido superar ciertos límites a la hora de realizar fotografías: no más carretes de películas fotográficas de 24 ó 36 exposiciones y 1600 ASA, no más hojas de contacto para elegir la mejor foto y volver a intentar un encuadre más ajustado. Los sensores modernos permiten miles de exposiciones con una sensibilidad sorprendente; los softwares de desarrollo y retoque recuadran, recortan, alinean, acercan, alejan, etc. ¡Hacer desaparecer a un camarada de una foto ya no está reservado solo al politburó! Pero quedan fotógrafos, así como concursos que conservan el espíritu ético de no tocar a la foto original; pero cada vez son menos. Tanto es así que, tras quitar el arte fotográfico por las revelaciones de retoques profundos que le habían dejado al margen del mundo de los fotógrafos, hoy en día Steve McCurry tiene derecho a una gran exposición retrospectiva y laudatoria en Paris, en el Museo Maillol. ¿Quiere decir que ahora todo está permitido? ¡Solo hay un paso para llegar a pensarlo!

Arnold Newman retrato fotográficamente a Igor Stravinsky junto a su piano de cola en una composición famosa hechas de lineas directas y curvas y poniendo el músico a la extremas izquierda. ¡Todo es novedoso! Es la historia de uno de los recorte fotográfico mas famoso.

Henri Cartier-Bresson fue el primero en oponerse al recorte de fotografías, como escribió en el prefacio de su libro “Images à la sauvette”, publicado en 1952: “Si recortas una buena foto muy ligeramente, inevitablemente destruyes esta interacción de proporciones y, por otro lado, es muy raro que una composición débil al disparar pueda sal-


de expresión del fotógrafo

Si la fotografía digital ha multiplicado el potencial creativo del fotógrafo, ha generado, en algunos, un desenfado que a veces es necesario denunciar, o por lo menos criticar. Bastante gente piensa que el encuadre al disparar ya no es tan importante como antes, ya que será muy fácil recortar la foto en el post-procesado. Está claro que encuadrar es el principal medio de expresión del fotógrafo, ya que revela sus intenciones. Un

Esta imagen fue bautizada por su autor Korda, como “Guerrillero Heroico” fue realizada el 5 marzo 1960 mientras el guerrillero miraba pasar el cortejo fúnebre de las víctimas de La Coubre. Es considerada por los críticos como uno de los diez mejores retratos fotográficos de todos los tiempos. La imagen fue publicada en 1961, y alcanzó fama en 1968, tras la muerte del Che en Bolivia, cuando el editor italiano Giangiacomo Feltrinelli convirtió en carteles varias de las fotografías de Korda, incluida esta tras un recorte brutal. Este rostro del Che que no es un plano medio natural, hoy en día es un símbolo de lucha en el mundo.

©Korda

Encuadrar es el principal medio

buen encuadre -lo que no quiere decir que tenga que ser un encuadre tradicional o pictórico- designa al sujeto, lo destaca priorizando los diferentes componentes de la imagen. Un buen encuadre puede aumentar la tensión, devolver la emoción y mucho más. De hecho, el encuadre final o casi final, desde la toma fotográfica o el rodaje del video, es una práctica de rigor. Obliga al fotógrafo a una determinada aplicación, a mirar bien, a saber, donde hay una polución visual, a escoger bien sus planos. Pero hoy con múltiples softwares se pueden recortas las fotos al tamaño que queremos o al formato que necesitamos; así como editar el estilo, ajustando los colores, los contrastes; también poner filtros, efectos, ajustes y mucho más-, por no mencionar el personalizar el diseño de la imagen al gusto -para crear series- con stickers, lienzos y mucho más también; mejorar los fondos, desenfocar, mejorar la nitidez, aumentar o disminuir el ruido o el grano... Al inicio de la fotografía el artista centraba todo y no se importa de lo que había en los bordes porque los negativos estaban todos reencuadrados con el ampliador.

©Korda

varse tratando de recomponerla en la cámara. El negativo debajo de la ampliadora, la integridad de la visión se ha marchado.” Detrás de escenas históricas de la fotografía descubremos imágenes recreadas por el encuadre, y entre los más grandes fotógrafos muchos de ellos lo han utilizado: Arnold Newman por supuesto -hablaremos de algunos de ellos más adelante-, Walker Evans, Robert Frank, Elliott Erwitt, Bill Brandt, Vivian Maier, Georg Reisner, Joe Rosenthal -cuya “Levantando la bandera en Iwo Jima”- fue severamente recortada, Alberto Korda, Jeff Wall, Antoine d’Agata...


Además, en la prensa el editor ampliaba sobre lo que le interesaba si escrúpulos, sin la autorización del fotógrafo. Algunas veces por cuestiones de puesta en pagina, algunas veces por sensacionalismo, otra vez para ocupar el espacio, o para dar luz a un rostro o a un detalle... Las medidas del papel de copia no estuvieron homogeneizadas durante años. En Europa de oeste el tiraje era de 14x18 cm con una ratio de 3/4 que se utilizaba en prensa; en los Estados Unidos como en Canadá o en América-central se usa el 20x25 cm (8x10 hinches) más cuadrado con una ratio de 4/5. Así entendemos que a la época encuadrar tenia una función utilitaria o de noticias. ¡Nada mas! Hoy tenemos visor electrónico y censor de gran calidad, hace 30 hasta 70 años la perfección no era tan grande y la mirada no cubre 100% del marco. Algunos profesionales tienen Nikon F o Hasselblad en 6/6 y captan el todo, los otros no. Cartier-Bresson era muy preciso porque conocía perfectamente su focal, los errores de paralaje de su dispositivo y, por consecuencia, de su campo de visión.

El recorte para ajustar la foto ajustada al tamaño que se desea y quitar materia o sujetos.

El “crop” es una herramienta algunas veces incorporadas en aplicaciones de diseño gráfico o en software -antes realizado sobre el negativo mediante una ampliadora- para el recorte de una

superficie dentro de una imagen, eliminando el resto. La mayoría de los programas permiten marcar un rectángulo sobre la imagen. Cuando la nueva forma esta ajustada al tamaño que se desea, se aplica el “crop”.

grafos. Einstein se niega a sonreír para la ocasión y les saca la lengua con broma, un gesto inmortalizado por Arthur Sasse. Mediante un ingenioso recorte, Sasse transformó esta imagen en un retrato icónico.

En fotografía, la regla de los tercios es una forma de componer para ordenar objetos dentro de la imagen. Se hace al momento de la toma, pero también en postproducción, con reencuadres manuales o con crops en el software. Esta regla consiste en dividir la imagen con dos líneas imaginarias paralelas y equidistantes de forma horizontal, y dos más de forma vertical con características iguales. Así conseguimos dividir la imagen en nueve fragmentos idénticos. De esta manera se encuentra los cuatro puntos de intersección de estas líneas, y se usa una composición geométrica para distribuir los objetos de la escena y también usar estos puntos para ensalzar los elementos que nos interesen.

¿Un encuadre ético?

Un crop severo para crear un retrato icónico

La famosa fotografía de Albert Einstein sacando la lengua fue recortada de una imagen realizada por Arthur Sasse (1908-1973) en Princeton con motivo del 72.° cumpleaños del físico. El automóvil en el que viajaba Einstein entre el Dr. Frank Aydelotte y su esposa estaba rodeado de fotó-

Una foto que ha sido debatida recientemente es “Napalm girl”, tomada en 1972 y premiada con el Premio Pulitzer en 1973. Esta fotografía fue tomada por Nick Ut después del bombardeo con napalm del pueblo de Trang Bang. Soldados, camarógrafos, reporteros y fotógrafos, incluido Nick Ut, son testigos de cómo los sobrevivientes escapan huyendo de una pagoda y corriendo hacia ellos. Entre ellos, Kim Phuc, la pequeña del centro de la imagen. Está desnuda porque se deshizo de su ropa quemada. La fotografía capta un momento decisivo cuando, con un mismo movimiento, todos los niños huyen de un bombardeo visible al fondo. Pero un elemento preocupante aparece en esta foto. De hecho, no todos los periodistas ven a los supervivientes corriendo hacia ellos. A la izquierda, un fotógrafo se toma el tiempo de recargar su cámara mientras camina tranquilamente junto a los niños. La pregunta es: ¿No hay en esta figura la marca de una conciencia profesional indiferente a cualquier consideración moral que diga, como poco, tanto de la guerra como de la atrocidad del bombardeo? The New York Times decidirá finalmente reencuadrar la foto oficialmente para darle más


©Nick Ut


fuerza colocando a la joven en el centro de la composición... y al mismo tiempo despojando a este testimonio de consideraciones sobre el trabajo de los fotorreporteros ante el drama de la guerra.

Walker Evans fue un “cortador”

El amor “cropado” por André Kertész André Kertész(1894-1985) juega con el “cropping” para dar fuerza, sentimiento y vigor al alma de sus sujetos. El ejemplo de su foto de boda es obvio.

de negativos

Evans fotografia los detalles de lo cotidiano que pasaban inadvertidos y describió con sobriedad y concisión la sociedad Estadounidense de la Depresión, hasta los rostros en perdición. Sus imagenes son de dureza visual con un humanista toque de poesía.

La primera, tomada por él el día de su matrimonio con Isabel, es de composición muy clásica. La pareja está en su mejor domingo. Él posa sentado, el anillo de bodas del novio en su dedo anular izquierdo es claramente visible; el fotógrafo abraza con ternura a su mujer y la mira con cariño mientras ella mira al objetivo con confianza. Ella lo mira porque la foto está tomada con disparador automático, Kertész enmarcó la imagen y luego corrió para reunirse con su esposa. La segunda fotografía es mucho más fuerte: Kertész tomó la primera toma -poco más que una foto familiar- la recortó muy acusadamente hasta que solo apareció la mano en el hombro de la mujer, de la cual solo se ve la mitad del rostro dando una preeminencia al ojo reforzada por la botones y los dedos de la mano, en una línea curva muy

Para realizar su trabajo de crop ha cortado en dos el negativo lo que ha permitido hacer un crop con el negativo de la parte derecha (porque su ampliador estaba limitado al formato 5x7”) muy estrictico para salir une retrato de la chica a medios de los neumáticos.

©Kertész

©Walker Evans

El ejemplo de la foto tomada en 1938 en Georgia por la Resettlement Administration con un Deardoff de 8x10 pulgadas es muy interesante. Ha tomado de manera frontal una foto del “Cherokee Parts Store Garage Work” donde se puede ver un coche, neumáticos, herramientas y una mujer. De todo eso se ha permitido sacar otras fotos...

©Kertész

©Walker Evans

Walker Evans (1903-1975) en el contexto de su trabajo documental, no dudó en recortar hasta hacerlo muy estrictamente.

amorosa. La foto de la boda ya no es solo un boceto, sino que el amor es mucho más evidente y universal.

Arnold Newman y Stravinsky Un reencuadre severo de un punto de vista técnico fue utilizado por en gran fotógrafo Arnold Newman (19182006) para crear un “un retrato de ambiente” (fotos de portada de este artículo). Newman, como artista, ha desarrollado un estilo muy personal, conocido bajo la denominación «retrato de ambiente». La expresión designa esa particularidad suya de incluir en el retrato objetos típicos y característicos del ambiente en el que se desenvuelve la persona retratada, que remiten a su actividad y su forma de pensar. Eso es lo que intentaba hacer con su retrato de Stravinsky solicitado por Harper’s Bazaar. Había tomado 26 fotografías, pero su focal no era suficiente (objetivo de 152mm). “Quería una relación entre el sujeto, el fondo y los grises de las paredes y apaisar la situación para dar al piano un protagonismo casi cubista.” Cuando estaba mirando la hoja de contacto él sabía el tipo de foto que quería, por lo que no dudó en el recorte, creando un plano con ratio de casi de 16/9 apaisado

Algunas razones para recortar Un recorte o un crop pueden ayudar a corregir, mejorar, optimizar, regenerar... una fotografía en los casos siguientes: 1. Eliminar intrusiones físicas, polución, trozos de personajes, detalles minuciosos de la sombra de una persona que no está en la foto... Esto se usa mucho en fotografía deportiva, o en la imagen ilustrativa para libros didácticos, por ejemplo. 2. Dar dinamismo a una imagines disminuyendo una zona de mismo color y recuperando así una perspectiva o una proporción mejorada (se utiliza mucho en la foto en blanco en negro para dar mas proporción en un contraste fuerte entre un negro potente y un blanco duro, cuando una de la zona es demasiada grande). 3. Enderezar el horizonte. Esto se hace de forma muy automática hoy en día.


©Vivian Maier


©Bill Brandt

4. Cambiar el formato de la foto cuando sea necesario: por ejemplo, pasar de 2/3 a 4/5 para un concurso o viceversa, o al formato cuadrado 1/1, hoy en día, a menudo para dar un aspecto atemporal o vintage, parecido a Rolleiflex o Hasselblad, a veces en el contexto de concursos de fotografía. No hay que olvidar el recorte realizado en la prensa “no fotográfica” para adaptarse al modelo del periódico. Aquí no siempre se consulta a los fotógrafos, ni siquiera con frecuencia. Por no hablar del formato de los dispositivos de internet (teléfonos, tabletas, ordenadores, etc.) que requieren recortes de formato a veces brutales. 5. Un tipo de encuadre, con dos técnicas diferentes, para invertir la composición, a veces se hace de manera muy feroz y quizás es muy cuestionable éticamente; - o reenfocar el sujeto eliminando mucho margen para dar un efecto de autofocus, - o agrandar la imagen encogiéndola, eliminando partes altas y bajas, dando un efecto cinematográfico y aumentando así los lados dando el protagonismo principal a un sujeto - lo cual fue inicial-

mente bastante lejos y, a vecesa veces por el efecto de estrechamiento en un paisaje casi 16/9 (virtualmente). Ambas técnicas implican mucha manipulación fotográfica. Es imposible en los concursos, por ejemplo. Es posible en la prensa (que lo usó mucho en los años 70, 80) o en la fotografía de arte. 6. Enderezar las perspectivas y dar un aspecto más asentado a las fotos de arquitectura e interiores. Los softwares hoy hacen esto casi automáticamente. 7. Invertir la izquierda y la derecha de una imagen para mejorar la dirección de lectura de una imagen en un diseño y darle una línea de origen más dinámica, por ejemplo. Alvin Langdon Coburn, Bill Brandt o Vivian Maier, William Klein... usaban este método. En conclusión, debes saber que en todos los casos un recorte es destructivo. Solo si es razonable y da sentido a la foto, y no se ven definitivamente las consecuencias en la imagen básica. Pero en todo caso esto no hará -salvo casos raros- una foto excepcional, ni siquiera de gran calidad. En términos puramente técnicos de la fotografía, lo ideal -e incluso como prin-

cipio y ejercicio de rigor- es hacer la foto como la quieres con el objetivo que se adapta bien al sujeto. . Como dijo Ansel Adams: “No hay reglas de composición, solo hay buenas o malas imágenes”. Pero la palabra final la dejamos al poeta Francisco Pino, quien mejor que muchos de artistas sabía contar lo que se quedaban los artistas visuales cuando encuadran o hacen recortes: ¡el aire! “¿Dónde está la voz del aire? Tú la escuchas. Es silencio.” Jean-Matthieu Gosselin CROP: porción de la imagen. - Un crop (recorte) del 100% permite mostrar un píxel de una imagen por un píxel en la pantalla, para poder juzgar la calidad intrínseca de esta imagen. - Crop también designa el recorte integrado en ciertas cámaras (Nikon D2x o Fujifilm por ejemplo). (In Chasseur d’Images)


©Akba Duque

Pure Beauty, 2020-2022


ENTREVISTA A ALBA DUQUE (2016-2018) «I seek to show real beauty»

Alba Duque, catalana, es fotógrafa, cineasta y directora de arte en Barcelona.

©Alba Duque

Se graduó en la Facultad de Bellas Artes de Barcelona, y después en EINA Centre Universitari de Disseny i Art de Barcelona. También tiene el graduado del itinerario profesional de fotografía de Grisart Escola internacional de fotografia. Se especializó en fotografía comercial y retratos, enfocándose en la belleza real y natural. Ha colaborado con marcas como Calvin Klein, TCN, Oysho... y publicado en medios nacionales e internacionales. Ella combina este camino profesional con la docencia porque piensa que “teachers are the real influencers”.

cias a que este empezó a gustar a más gente, he ido trabajando tanto como freelance, como fotógrafa en proyectos más comerciales. También en la docencia, que para mí tiene un papel clave. Sin olvidar mi proyecto personal que trotaba en mi cabeza.

Creo que los estoy generando como tantas otras artistas, pero también a nivel estético, porque a mí me importa mucho la estética. Es por ello que le doy mucha importancia al aspecto de las texturas, en todo, pero obviamente a nivel de género.

1 – ¿Que has hecho desde tu salida de la escuela Grisart?

2 - ¿Qué quieres explorar como forma de arte?: ¿la fotografía sobre el género, la fotografía documental, o un trabajo sobre el color...? ¿Otros temas?

3 - ¿Hacia qué (incluidas qué técnicas) quieres encaminar tu carrera fotográfica?

Cuando acabé Grisart me puse a trabajar con algunos clientes pequeñitos y después empecé a trabajar en una universidad llevando el estudio de fotos de la misma; estuve ahí un año y medio. Desde ahí también empecé a ocuparme de otros clientes mas potentes. También comencé a realizar un proyecto personal. Gra-

Hago una tarea que es organizar un dialogo entre las diferencias entre cada mujer y, y al mismo tiempo, lo que nos une y que, es como una esencia, una unión que nos hace fuertes. Es una práctica un poco transversal, tanto a nivel de concepto porque a mi me parece que es importante generar referentes

Alba Duque es ex-alumna de Grisart, y trabaja desde años en varios proyectos. Su trabajo denota especial interés por las causas sociales, en especial a temas relacionados con sostenibilidad y feminismo, sobre lo que recientemente ha publicado un libro de retratos a mujeres diversas que muestran sus cuerpos ajenos de los cánones de belleza.

Dejo que mi carrera me lleve no sé hacia dónde, ni como. No sé como será el camino. En la práctica tengo una imagen en la cabeza y pongo toda mi energía en hacerla visible, a hacer que exista esa imagen que tengo en la cabeza, en crear mi narración personal. Pero no tengo un recorrido pensado: voy trabajando sobre el proceso. Sí que es verdad que yo empecé con


4- Tú trabajas mucho con las RS, haces también multimedia, trabajas sobre publicaciones y exposiciones... ¿Como se puede pasar de un medio a otro, cuales son las dificultades y qué cualidades debe tener un fotógrafo para realizar eso?

©Alba Duquye

No soy la hija de un medio o de un otro. Te diría que creo que al final no nos importa el formato; lo importante para mí es tener un proyecto y luego hacer que este proyecto tenga unas líneas estéticas, es decir que tenga unas líneas conceptuales comunes. A partir de ahí cuando quiero hacer algo concretamente para una plataforma ya sea digital, ya sea expositiva, ya sea redes sociales, ya sea libros... miro la manera óptima de cómo adaptarlo.

Últimamente estoy trabajando mucho el vídeo. Ya he comenzado a pensar hacia dónde va ese proyecto, para mí, para la idea del mismo. Lo importante es crear la pieza. Por eso puedo decir que realmente no pienso mucho en los formatos finales: a medida del trabajo adapto las técnicas -o me adapto- a lo que tengo en mano o lo que creo. Si tengo un encargo concreto hago todo para que funcione a la salida, pero suelo pensar más en lo que quiero hacer. 5 - ¿Cuáles tus consejos a los jóvenes fotógrafos? Con la experiencia diré que tengo dos consejos para jóvenes fotógrafos. - Primero que no paren de hacer fotos, porque la foto es otro lenguaje y a veces hasta que no haces la foto no entiendes lo que está haciendo. Yo les diría: “no pienses, haz las fotos que necesitas. O no, hazlas todo el rato y luego ves con que te quedas, mas tarde sabrás hacia donde

©Alba Duquye

mi proyecto artístico trabajando mucho sobre individuos en fotografías con solo un sujeto y ahora estoy trabajando mucho con grupos, estoy dando como más espacio a esta parte colectiva. ¡Progresamos en todo!

te lleva eso, y todo lo que tú puedes hacer con ello.” - El segundo consejo sería que piensen en que quieren decir. Hay que entender que una cosa es ser fotógrafo y otra cosa es tener un discurso. Como fotógrafo, ¿por qué haces las fotos que tomas, por qué este tema? En resumen, los jóvenes artistas deben pensar en algo que les guste, que les interese y que sean fieles a ellos y que pueden desarrollar en su proyecto personal. A este nivel, digamos, “más crear proyectos y menos fotografías.” Entrevista realizada por Jean-Matthieu Gosselin http://albaduque.com/


©Alba Duque


©The Journal

Presentación de la web de “The Journal” - Las fotografias en el orden de presentacion de: Lucía Morón, Argentina - Anne Ackermann (@anneackermann_), Germany - María Gutiérrez, Argentina - Alinne Rezende (@linnirezende), Brazil - Mariceu Erthal Garcia (@mariceu_), Mexico - Elisabetta Zavoli (@elizavola), Itália - Delovie (@deloviephotography), Uganda - Laurence Philomene (@laurencephilomene), Canadá - Nelly Ating (@nelly_ating), Nigeria.


UN COLECTIVO GLOBAL DE MUJERES FOTOGRAFAS

©Jmge

Entrevista a María Gutiérrez y Lucía Morón

Esta es la historia de un nuevo colectivo global de mujeres fotógrafas. ¡Ya reune más de 400, en los 5 continentes! Encontramos a dos fotógrafas de este colectivo, María Gutiérrez y Lucía Morón, quienes fueron de las pioneras de este grupo que ahora no podemos ignorar, para que nos cuenten un poco más lo que hace esta esta plataforma... 1 - ¿Cómo nació el colectivo y cuál era su objetivo inicial? El colectivo “The Journal” es una creación de la fotógrafa alemana Charlotte Schmitz. Durante el primer confinamiento 2020 cuando el mundo de la fotografía y las artes se vio sacudido por una profunda crisis debido por la ausencia total de oportunidades laborales y la obligación de estar aislada, Charlotte se dirigió a la “Comunidad de Mujeres Fotografía” y preguntó a ellas en estos

María Gutiérrez y Lucía Morón son dos fotógrafas argentinas vinculadas con Grisart Escola de fotografía. Viven ahora en Barcelona. Ellas pertenecen al colectivo global de Mujeres THE JOURNAL (@thejournal_collective) que cuenta, a fecha de hoy, 400 miembros. Las hemos entrevistado para conocer más a este colectivo que cada día es más importante en el colectivo internacional de la fotografía. Puedes seguirlas individualmente en sus cuentas de Instagram o sus web: @Maru.gut por María, @ ph.lumo por Lucía. Se puede ver un vídeo con imágenes de todas las participantes del colectivo en el siguiente link: https://vimeo.com/556158847

términos: “¿Qué pasaría si cientos de mujeres creativas fotógrafas en más de 100 países documentaran sus espacios privados y su vida cotidiana durante el COVID-19?” Así se lanzó la idea. Ambas (María y Lucía) nos estuvimos preguntando por esta época, “¿cuál es el lugar de las artistas (especialmente las fotógrafas) en América Latina?” Inmediatamente respondimos “¡presente!” En resumen, hoy “The Journal” es un colectivo fotográfico internacional de más de cuatrocientas mujeres -creció muy rápido por capilaridad- y fotógrafas no binarias que se unieron para crear una red global de creatividad y apoyo, al tiempo que proporciona información sobre su vida diaria. 2 – ¿Cómo funciona tu colectivo? Con la ayuda de la fotógrafa Hannah Yoon y Friendzone.Studio, Charlot-

te creó “The Journal”. Poco a pocola producción se ha ido ampliando, gracias en especial a Instagram, una red que tiene una capacidad de difusión y reacción potente, además de una sencillez muy interesante. Desde entonces, miles de imágenes creadas por nuestros miembros de todo el mundo se han compartido en nuestra plataforma de redes sociales. Estamos organizados por región, de hecho, por zona continental (Europa, África, América del Norte, América Latina, Asia, Pacífico) y hemos trabajado semanalmente en diferentes temas porque nuestra búsqueda es: la riqueza humana, la estética, lo sociológico, lo político, la filosófia y, por supuesto, el encuentro y el debate, a través la imagen... Hoy en día nuestro Instagram tiene más de 15.6 K suscriptores, y crece con regularidad.


3 – ¿Cómo estás desarrollando el colectivo despues solo dos años de su nacimiento?

©Lucia Morón

Actualmente somos más un espacio de creación y encuentro, nos hemos abierto a las exposiciones, a talleres, trabajamos mucho desde nuestro sitio https://the-journal. org/, nos estamos metiendo en el universo del podcast. Tenemos un compromiso social, un gusto por los diálogos interculturales. Organizamos conferencias y paneles sobre fotografía en diferentes universidades a la vez que organizamos exposiciones en instituciones privadas y espacios públicos. Ambas somos marcadas por nuestros años en Latinoamérica, teníamos peleas importantes acerca de las exposiciones paritarias, la igualdad, la lucha contra el patriarcado en todas sus formas... Según nuestra opinión, todavía existen desigualdades considerables en el mundo, incluso entre las mujeres fotógrafas; el subcontinente sudamericano, y el gran continente africano aún no tienen todo el lugar que deberían tener en el mundo del arte y obviamente en el de la foto. Charlotte está trabajando mucho destacando la presencia de las mujeres

en el trabajo fotográfico en todo en el mundo. 4 – ¿Estás presente en las principales exposiciones y ferias internacionales de fotografía? Aún no estamos en Arles, en Paris-Photo, en Nueva York, o en PHotoESPAÑA, tampoco en el Festival Panoràmic... o muy poco y de manera testimonial... Y sin embargo nos lo merecemos, con la cantidad de talentos que hay en la plataforma. Estamos trabajando en la idea de crear una “Exposición mundial The Journal” en múltiples lugares en el mundo, en el mismo momento. Es una de nuestras ambiciones. Y para completar la pregunta anterior, tenemos diferentes grupos de trabajo con misiones de ayudar a desarrollar nuestros proyectos. Son encargados de la comunicación institucional, prensa, recursos (el dinero es “el nervio de la guerra”), relaciones internacionales, etc. ¡Pero nuestra riqueza es nuestra diversidad! Está claro que para algunos países los temas económicos son menos astringentes que para otros. En América Latina y África que tienen menos recursos, el valor crea-

tivo depende menos en la calidad y el cuidado de la impresión, de la edición o del papel, o del tamaño de las copias, etc., pero más en la creación de soportes originales (a veces naturales y hechos a mano), o bien del tiempo empleado en la creación, del uso del trabajo manual o del Sistema D. 5 – ¿Cómo le ha dado la pandemia un aporte considerable? La pandemia ha cambiado la forma en que trabajamos; aprendimos a mirar a nuestro alrededor mucho más cerca, más simple y a reflexionar sobre nuestra propia práctica. Creemos que la fotografía se ha convertido en el lenguaje visual que nos conecta y nos permite expresarnos ya sea solos o en grupo. Y luego lo hemos demostrado con nuestras fotos, desde momentos íntimos de la vida cotidiana hasta manifestaciones contra la injusticia, aprendimos a documentar de manera diferente y compartimos historias visuales que van más allá de nuestras llagas, o noticias cotidianas. Entrevista realizada para Jean-Matthieu Gosselin


©Maria Gutierrez

©Anne Ackermann


©Mariceu Erthal. ©Alinne Rezende


©Elisabetta Zavoli


©LaurencePhilomene

©Delovie


©Nelly Ating

«Women photographers participating in The Journal project documented their daily lives during the weeks and months of lockdown, through images. From Bangkok to Kampala, via Beijing, Tbilisi and Mexico City, they offer very personal, poetic, melancholic, or humorous accounts of their self-isolation. This plunge into their private lives portrays a paradoxical moment – lived collectively, but with each one in their own homes.» In UNESCO Magazine July-September 2020


ELENA RAMÍREZ (2021-2022)

VEHICOLOR Pigmentos sobre ruedas y otras

No son pocas las veces que en las últimas semanas me he planteado el porqué de este proyecto mientras arrojaba mi cuerpo a la calle, día o noche, en búsqueda de autos que fotografiar. Más aún, al considerar que lo que tendría que hacer en las próximas horas sería precisamente lo mismo, pero sin tener que tomar la cámara: vigilar, observar, custodiar, perseguir y anotar coches.

sé condescendiente. Con todo, Elena, intenta no ser grosera con los clientes que te piropean, los que van al Swinger Club al que se accede desde el mismo parking, y los que vienen ebrios del casino, con esos también. Siempre tan escrupulosamente correcta.” Luego observo cómo se alejan por la salida, diminutos e insignificantes dentro de sus coches, que tan-

do. Y ellos me miran, acorralada allí, entre los cristales. Me miran, pero no me ven. Vehicolor es un título que en cierta manera nace también de la ironía. Si bien la premisa de la serie es tomar fotografías de vehículos extravagantes o de colores llamativos y emparejarlos con arquitecturas, estructuras y otros motivos a su al rededor, podemos observar que no en todos los casos esta variedad de

tísimo dicen de ellos. He aprendido por acto reflejo a saludar con la mano no a éstos, sino al resto de los vehículos, cuando toman la salida de vuelta al exterior. Supongo que buscando un gesto de humanidad para no sentirme tan sola en aquel cubículo de un metro cuadra-

colores se liga a entornos cromáticamente tan alegres o con la viveza que dicho título transmite. Pues asimismo observamos escenarios donde lo decadente y lo abyecto subyace a la energía del color o convive con ella. Elena Ramírez

El sentido de la propiedad, la de sus coches, es lo único que les motiva a intercambiar palabras conmigo. A irrumpir en la garita para preguntar los precios o saber si deben dejar las llaves –pese a que la ventanilla siempre está abierta–, e interrumpir sin disculpas mis comidas o cenas de tupperware para reprenderme severamente por lo pequeñas que son las plazas, como si yo y mis macarrones fríos fuéramos capaces de cambiar algo. “Y aún así, Elena, mantente firme y educada, reafirma tu autoridad pero

©Elena Ramírez

Ocho horas diarias acompañada única y exclusivamente de vehículos a cinco metros bajo tierra, y atendiendo ocasionalmente a clientes que no son personas, sino conductores, fruto del estrecho contacto que solo puede salvar la avería de un cajero automático.


©Elena Ramírez

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©Elena Ramírez



©Elena Ramírez


©Elena Ramírez

©Elena Ramírez


©Elena Ramírez

©Elena Ramírez


©Elena Ramírez

“Hasta los asesinos en serie son vecinos de alguien.” Graham Verchere


©Elena Ramírez



©Elena Ramírez



GABRIELE SCARPA (2021-2022)

©Gabriele Scarpa

LA GRANJA DONDE EL TIEMPO NUNCA SE DETIENE

Hoy en día la producción literaria o fotográfica niegan la autonomía relativa del trabajo de un autor como objeto estético que halla su concreción estética en el proceso siempre enriquecedor de la lectura de algo de verdad o verosímil. Lo importante es reflejar el discurso común. A mi me parece que narrar gráficamente es ofrecer una voz a gente que tiene cosas que contar a su entorno, si no a la humanidad. Es como en la narración de los libros “El País del Abeyeiro” de Alberto Uría y el dibujante Fernando Fueyo, o bien “Tierra de mujeres”, de María Sánchez, o “La España Vacía” de Sergio del Molino, o bien “La luna y las hogueras”, de Cesare Pavese...

La granja fotografiada se llama “Laudato si’ Società agrícola” y está situada en “Villareggia”, una pequeña fracción en el

sur de la región Veneto, próxima al río Po. Marco Pescarolo, quien nos recibe, es un hombre muy trabajador y padre. Después de una misión de voluntariado en África (Mozambique) con su esposa, Lydia, él se dio cuenta que la gente de ahí no puede realizar sus sueños, pero esto les da igual y viven con una sonrisa en la cara Se dio cuenta también que ellos no pueden soñar. Pero Marco y Lydia, que aún tienen esta posibilidad, ¿no deberían, por lo menos, intentar a realizar sus sueños? Por ello Marco empezó a hacerse un examen de conciencia sobre cómo mejorar su felicidad. Llegó a la conclusión que sería mejor para ellos dejar un buen trabajo para dedicarse totalmente a la cría de cabras. ¡Un animal que a él le encanta! Empezaron con 30 cabras hace tres

años y ahora tienen 90 cabezas. Cuidan todos los animales con capacidad para producir: quesos, leche y yogurts. ¡Nunca paran de trabajar porque cuando se trabaja con animales no se puede descansar ningún día! ¡ Por lo tanto, él llega a trabajar un promedio de 18 horas por día, o más! ¡Muchas veces regresa a casa para quedarse con su familia y luego volver a la granja después la cena para trabajar un par de horas! Más o menos, Marco y su esposa duermen 3 horas por noche, pero para ellos, por el momento, no es pesado. ¡Son mucho más felices que antes! Moraleja de esta fabula: ¡para ser feliz en la sociedad moderna hay que dejarla! ¿No es así? Gabriele Scarpa


©Gabriele Scarpa

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©Jean-Matthieu Gosselin

Autorretrato, Memorial Drive, 2022


ENTREVISTA A JEAN-MATTHIEU GOSSELIN «Hay días que pinto, hay días que mancho!»

©Jmgi

ENTREVISTA POR MARTA SEGÚ

Del 2 de febrero hasta el 6 de abril en la sala de exposición de Grisart se puede visitar “Memorial Drive” la exposición de Jean-Matthieu Gosselin. El titulo de la muestra es un homenaje al libro homónimo como a la poesia, a la elegancia vivencial y el fulgor de los textos de Natasha Trethewey. Un libro, para él, “sobre la búsqueda intima, la tragedia humana unipersonal, la segregación, la constante sensación de existir en los márgenes, de no encajar en ninguna parte, y sobre todo la pérdida y la ausencia repentinas.” Hemos encontrado el fotógrafo para saber mas sobre este trabajo. - ¿Cómo te definirías? ¡Es una pregunta que intento no hacerme de verdad! Soy un «survivor». He sufrido varios Ictus de golpe. He conocido la luz estrella de cerca, pero estoy aquí. Tengo un poco de fatalidad, en este sentido me defino como un tío que tiene suerte, aunque he perdido bastantes cosas memoriales y cognitivas: la suer-

Jean-Matthieu Gosselin (Libourne, Francia, 1960) graduado en Museología y en Historia del Arte (Ecole du Louvre y Sorbonna). Periodista, responsable editorial, luego CEO en Francia, Italia, España y México. En 2013 sufrió un ictus severo. En 2015 comenzó la fotografía a través de la «fototerapia». En 2018 se graduó en fotografía profesional. Miembro fundador del colectivo VEO. Ha expuesto sus trabajos fotográficos en Arles 2019 en el off (“Regards et mémoires”), luego presenta “No Surrender” en Barcelona en diciembre 2019, en San-Cugat (Festival Luminic) en marzo 2021, y en octubre 2021, en Granollers, en el marco del IV Festival Panoràmic 2020... En marzo 2020 propone “Cicatriz intima” (En la Universitat Pompeu Fabra-Barcelona) y ahora presenta su nuevo trabajo “Memorial drive”.

- En todo este proceso, ¿qué papel ha jugado la fotografía?

un futuro haciendo mi jardín y mirando la televisión. ¡Este era mi gran miedo! Tenía compañeros de rehabilitación que me decían: “voy a hacer seis meses de rehabilitación y luego jardín, televisión y fútbol.” En ese momento pensaba, “¿treinta años así hasta la muerte? ¡No me veo!” En esta época tenía 56 años y todavía hoy, con más de 60, me siento mentalmente joven.

Desde el inicio el proceso se estaba construyendo a partir de dos elementos: el esfuerzo y la repetición. Cada día hay que repetir y trabajar. Cuando pierdes, como yo, la escritura, el cálculo, el habla y la memoria... es grave, pero es invisible. No presentas un estado físico que permita que la gente entienda que estás incapacitado. Físicamente estás de pie y en movimiento. Además, por ejemplo, yo tenía un problema en el brazo derecho, pero cuando lo ponía dentro del abrigo no se veía, y yo parecía perfecto. De todas maneras, hay que mantener el ánimo y pensar en cómo puedes construir tu futuro. ¿Qué quieres hacer? Yo sabía que no quería

La fotografía llegó casualmente. La logopeda y la fisioterapeuta que se encargaban de mi rehabilitación y de mis brazo y mano, me dejaban fotografiar con mi móvil los ejercicios cada mañana. Era la única manera para mí -porqué no hablaba y no sabia escribir-, de mandar noticias de mis avances a mi familia. Un día la fisioterapeuta me preguntó si conocía la fotografía de antes del ictus. Buscamos en internet los trabajos que yo había editado como editor. Estuvimos mirando varios catálogos y muchos libros ilustrados. La logopeda me dijo que para realizar esos libros tenía que saber algo de fotografía, pero mi esposa me confirmó que nunca había practicado la fotografía. En ese momento la fisioterapeuta de rehabilitación encontró en Grisart un taller de fototera-

te de tener la posibilidad de reaprender muchas cosas prácticas y a menudo un poco de mí, de tener acceso de nuevo a muchas cosas de la vida, y a nuevos reaprendizajes. Soy un poco como un joven adulto...


pia y me apunté. Lo impartía David Viñuales. Fue el inicio, en 2015, así empezó mi aventura fotográfica. Desde este momento siempre llevo la cámara en mi mochila. No pasa un día sin que disparo, vivo con y por la fotografía. Ella me ayuda a reconstruir una especie de memoria verosímil. ¡Podría haber sido con el mundo literario, pero no sé si la lectura y la escritura podrían tener, en mi caso y con mis incapacidades, el mismo impacto que con la fotografía!

©Jean-Matthieu Gosselin

- ¿”Memorial Drive” es el reflejo de este proceso? ¿Piensas que el proyecto se ha ido edificado en el momento mismo que tú te reconstruyes?

©Jean-Matthieu Gosselin

«En cualquier expresión creativa, se trata de conjurar algo de la nada, hacerlo tangible y visible.» Bruce Springsteen

Escanner los aprendizajes y de lo que queda, Memorial Drive, 2022

Es una cuestión que hay que vincular con el proceso. Me explico: en realidad “Memorial Drive” viene tras varios trabajos. El primer trabajo ambicioso que hice se llama “No Surrender” y lo he expuesto dos veces, una vez aquí en Grisart y la otra en el Festical Panoràmic 2021. Este trabajo explicaba perfectamente la historia del ictus, la recuperación, la rehabilitación. Después exponerlo dos veces pensé: “y ahora, ¿qué voy ha hacer?” Hay dos cosas que me han ayudado. La primera es que soy el cofundador de un colectivo que se llama VEO junto con seis camaradas que han seguido clases en Grisart. Todos viven por el mundo: Argentina, Brasil, Australia, Suiza, España... pero trabajamos juntos. Nos presentamos a concursos, algunos hacen talleres, hemos hecho trabajos editoriales, hemos ganado un concurso internacional en Brasil. Todo eso me ha dado un “input”, y me ha confirmado mi gusto trabajar en equipo y mi voluntad para cambiar mi manera de fotografiar. La otra cosa es que, por carácter, soy curioso y me interesa mirar atentamente todo lo que me rodea. He seguido bastantes talleres y clases, pensando que el tipo racional y cartesiano que era antes de la muerte... o casi. Al inicio yo hacía fotos que quería encuadradas, impecables, como un alumno. Pero he entendido que a menudo hay que forzarse e intentar


©Grisart

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muchas cosas. No todo fue bien, al contrario. ¡Pero hay que intentarlo! A partir de estas tentativas, poco a poco me han venido las ideas. Debo decirte que he encontrado en Grisart profesores que ahora son amigos. Me han ayudado mucho para reflexionar sobre yo mismo, para cambiar mi estilo, para trabajar técnicas... como Ivan Ferrerres, Rafa Badia y Enric Montes. Tres estilos diferentes pero que se completan perfectamente. También hay el papel de Albert Gusi: fue él quien me ha convencido para apuntarme en los dos años de la carrera profesional en Grisart. Yo no pensaba que fuese posible. ¡Él sí! Todo este conjunto me ha ayudado a cambiar y a probar. - ¿Y que has hecho la practica? He empezado a hacer fotos de detalles sobre la fragmentación. Pienso que la memoria de un amnésico es como las migas de pan que están sobre la mesa. Antes, en las granjas, se guardaba todo para la sopa. Ahora se tiran a la basura y ya está. Yo no quiero perder estas migas. Son elementos pequeños como las fotos ensambladas que empecé a hacer, entre ocho y diez que publicaba en mi Facebook. Mis compañeros de VEO me decían amablemente que estaban bien. Realicé un curso de foto documental en 2021 con Lourdes R. Basolí, una documentalista muy potente que tiene muchas ideas. Ella me ha cambiado el chip, me ha aportado un “plus”. Aunque no estuvimos de acuerdo en todo -y en el trabajo fotográfico este punto es muy bueno para progresar- ella me ha dado realmente un “input” fuerte. Lourdes me preguntó qué quería hacer como proyecto final. Le enseñé mis pequeños trabajos de ensambles y su contestación fue: “No”. Luego ella me preguntó: “¿Cuáles son tus referencias?” Le dije que eran JR, Fontcuberta, Natalie Wynn... y allí empezó la construcción del proyecto. Ella me decía que debo ser “mas ambicioso y pensar en un mural”. Lo acepté, con ciertas dudas, ¡pero como a mí me gusta los desafíos...! Rápidamente admití que la consecuencia de mi reto era conseguir 200 fotos. Estuve más de un año para crear el mural, además de las fotos creadas ya para mis ensamblajes de 2019.

- Hoy como presenta el mural de “Memorial Drive” a la gente? El mural esta realizado con elementos incrustados, pero de manera rectilínea: hay fotos mías por 90%, hay crops de las películas que son referentes para mí; hay algunas fotos de los grandes fotógrafos como Marc Riboud, Juanan Requena y André Kertész que son mis mis referentes personales. Los referentes de películas en el mural son totalmente generacionales: “El samurái” super película de Jean-Pierre Melville, con Alain Delon; Steve Mc Queen en “Bullit”; Nastassja Kinski en “Paris Texas” la gran película de Wim Wenders; o bien Grace Kally, la musa y actriz predilecta del director Alfred Hitchcock; todos personajes que a la nueva generación les dicen un poco menos. El resto de los elementos se ven en la calle y en los museos. Estatuas, pinturas, dibujos... Nos guía en dirección de la mitología que esta en todos los rincones de nuestra vida. También nos enseña una cosa: los cánones de los cuerpos han cambiado mucho en los siglos. Cuando tú miras el mural, detalles de pintura del siglo XVII (Rubens) o del XIX (Renoir) nos parece que las mujeres son más corpulentas que hoy. Todo esto entraba en mi discurso para decir que la línea del tiempo no es un continuum en todo. ¡Las cosas cambian y la memoria tiene algo de aleatoria! En paralelo a la realización de este mural Lourdes me preguntó: “¿quién mira este proyecto?”, “¿quién mira este cerebro, este memorial, este escáner? y ¿quién es el propietario de estos aprendizajes?” Fue entonces cuando ella pidió que hiciera autorretratos. A este momento entré en un debate personal. Para mí fue muy difícil. Me he autorretratado durante un año. Un ejercicio que he hecho cada semana, 12/15 fotos de miércoles a miércoles. Debo confesar que no me amo, no me soporto físicamente, no soy de autorretratos ni tampoco de selfies. Mi psicóloga que todavía me ayuda en mi rehabilitación porque no esta acabada (no sé calcular hasta cuándo) ha entrado en el juego. Debo decirte que, finalmente hacerlos me ayudaba y si no he disfrutado haciendo los autorretratos, soy un tio de retos y he cumplido el objetivo; he

aprendido mucho fotográficamente, técnicamente, psicológicamente. Leí mucho sobre el autorretrato antes de trabajarme a mí mismo: autorretrato subjetiivo, real, irreal... y los interpreté como una narración. ¿Cuál fue mi historia? Pensé: ¿foto de archivos?, ¿fotos posadas?, ¿fotos con la cámara en la mano hechas en un“pimpam”? o ¿fotos recreadas?... Por otro lado, tuvimos otro debate: ¿hacer un desnudo? ¡Le dije que no! A mi edad con mi cuerpo, con mi barriga... no lo pensaba. Pero ambos estuvimos de acuerdo, había que hacer uno. Así que he realizado un montaje con Apolo y yo detrás. A la gente que me pregunta porque esta foto, respondió que “espero haber sido un Apolo en algún momento de mi vida, pero no lo sé, soy amnésico.” ¡Por eso digo que es una narración! Todo el mundo puede pensar -lo que dudo- que fui un Apolo, y yo no... Es como un sueño. - ¿Has aceptado tu historia? ¿Empezaste tus proyectos como excusa para ser consciente de lo que viviste y al final has acabado aprendiendo? En realidad, yo no he aceptado todo lo que me ha pasado. Hay cosas que son muy complicadas de aceptar. No tener ningún “souvenir”, ningún recuerdo de tu adolescencia, de tu juventud, de tus amigos, de tus amores... te duele mucho. Hay que superar este luto, lo sé, pero aquí no entra la fotografía. - ¿Cómo has evolucionado tú y como ha evolucionado tu lado artístico desde que empezaste hasta ahora? Al inicio empecé con un estilo clásico. Yo venía del mundo del libro y peor, del “libro ilustrado”. Empecé mi carrera en los años 80 cuando en ese momento la foto era una fotografía encuadrada, nítida, impecable, sin polución. Cuando había una polución en la foto la troceábamos. Eso se aceptaba como moda del momento. En resumidas cuentas, vengo de este tipo de fotografía y es por eso que, cuando alguien me dice que la foto éticamente no se puede reencuadrar, yo me rio. En el mundo del libro ilustrado, o incluso de la portada de las novelas, con todos los grandes editores con los que trabajé, no contaban con estas imposibilidades.


©Grisart

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Pero volvamos al tema: fue en los años 90 y más tarde cuando se empezaron a cambiar las técnicas fotografías, hacia imágenes más borrosas y desenfocadas. Poco a poco la estética ha cambiado. La estética de los primeros libros de animales, de naturaleza, de viajes, o de cocina de los años 80 no tienen nada que ver con la estética de los años 2000. También es diferente a la de hoy. ¡Nuevas modas, nuevos fotógrafos, nuevas miradas... totalmente diferentes! Mientras tanto, yo había asumido menos responsabilidades editoriales y más gerenciales, y luego tuve mi accidente. Fue entonces cuando no pude seguir el último proceso creativo, en el libro ilustrado. La evolución gráfica es lo que me interesa en la fotografía. La fotografía está en revolución permanente, mucho más que el dibujo o la pintura. Cuando llegué a la escuela Grisart, para mi fue una revolución total. Y después mi “reset” estuve listo para hacer cosas nuevas. Debo decir que los profesores que teníamos en esa época que sea Israel Ariño o bien Enric Montes, nos dieron una influencia y una manera de ver las imágenes totalmente diferente, libre, y con una gran apertura de mente. Pero cuando tienes 60 años o más es complicado aprender y sobre todo cambiar porque esta menos flexible que algunos jóvenes; pero he intentado cambiar. ¡Cambiar es trabajar, cambiar es intentar!

leer esta entrevista. Para mí fue un momento muy enriquecidor. Tengo un cariño particular por su trabajo y todos sus fotolibros. El, cómo se dice en francés: “Il ne reste jamais les deux pieds dans le même sabot”. Es decir que no acepta quedarse en el mismo sitio y que evoluciona constantemente en su trabajo. Otro que me gusta es Stephen Shore, puedo pasar mucho tiempo mirando sus fotos. Soy un fan de Francois-Xavier Seren un retratista, un reportero francés que murió hace años y que he publicado en algunos libros ilustrados. Él quería hacer en fotográfica “La comedia humana” y, si no fuera por la enfermedad, lo hubiera terminado. Hoy me gusta Édith Gérin, una fotógrafa francesa, miembro del “grupo de los XV”. Aún así, de un año a otro mis referentes pueden cambiar. Las otras referencias serán literarias y eso se puede entender mirando mi exposición; hay una seleccion de los libros que salieron a la superficie de mi memoria literaria. Autores como Graham Greene que era capaz de narrar cuentos, novelas y guiones de películas; para mí este autor es fantástico. Albert Camus, con su libro “L’étranger” es una gran referencia. Como Gabriel García-Marquez, Jean d’Ormesson o Philip Roth....

- ¿Cuáles son tus referentes?

Hoy no. En realidad, pienso que todo lo que he reconstruido es falso. He rehecho una narración, una historia. Es nada más que un chisme que me han explicado: mi familia, algunos amigos... ¿Verdad?, ¿verosímil?... no lo sé. Así, a mí me va bien, porque debemos vivir con una cierta memoria.

Mis referentes son bastante básicos. Marc Riboud, porque entre sus primeras fotos y las últimas hay una evolución fantástica. Cada una de ellas es una poesía. Riboud es un poeta, es un pasante autónomo de la vida. Las últimas fotos que ha hecho en las montañas de China son casi pintura del siglo XI y XII. Juanan Requena es otro de la poesía y añade el texto, juega con la materia, con la textura, con los archivos, con lo falso y una verdad que es la suya... Me encanta porque es un humanista. Aparte estos dos, tengo dos o tres que a mi me molan mucho. JR que ha hecho un trabajo por ejemplo en las zonas suburbanas y tiene una manera de ver los puntos sociales muy interesante. Israel Ariño que he también entrevistado para Global Grisart; hay que

Dicen que nos construimos a base de recuerdos, ¿tienes la sensación que has vuelto a construirte?

- ¿Hay alguna fotografía, libro o película que te haya hecho recordar al menos un 1% de tu vida pasada? Si. La historia se ha pasado aquí en la escuela Grisart. Fue un momento muy emocionante para mí. Pasaba en la clase de Rafa Badia, en “Historia de la fotografía”. Rafa nos enseñó lo que se llama en francés “la mise en perspective”. Él puso en la pared una pintura del renacimiento nórdico y no sé lo que me pasó. Me vino

un temblor. Se que a él no le gustaba que miráramos el teléfono móvil en clase, pero yo lo saqué. En mi mente aparecía un nombre: “Arnolfini». Lo busqué en Google. Y me venia la foto presentaba en la pared con su titulo: “El matrimonio Arnolfini”. Estuve casi en estado de shock. ¿Qué ha pasado en mi memoria? No lo sé. Es un marco importante del pintor flamenco Jan Van Eyck, un retrato repleto de detalles, guardado en la National Gallery en Londres. Rafa vio que yo estaba en shock, casi a punto de llorar. Imagínate, era el inicio del año, hacía pocas semanas que habíamos empezado el curso: 18 alumnos y había un tipo de casi 60 años que sufría sensaciones raras. En la pausa me preguntó si todo estaba bien y le respondí que sí, él me iba explicando la pintura “El matrimonio Arnolfini” pero yo seguía en estado de shock. - ¿Hay alguna cosa en especial que te gustaría recordar? ¿Alguna que no? No. Pienso que no. Mucha gente me dice, ¿recuerdas ese momento cuando fuimos juntos, bla, bla, bla? No... no me recuerdo nada. He aprendido a no querer recordar lo imposible. Hoy en día espero acordarme de mis exposiciones, pero sé que hay un riesgo que me olvide de todo. Por suerte tengo fotos que he hecho o que la escuela me ha enviado. Soy consciente que la vida es un momento efímero, arriesgado y si empiezo a ambicionar recordar todo no va a funcionar. Vivo las cosas paso a paso, al ritmo de lo cotidiano.

- ¿Crees que tu proyecto puede ayudar a alguien que ha pasado por una situación similar? En realidad, pienso que todos los proyectos, incluso los que son de otros temas, pueden ayudar a incubar mentalmente, sentimentalmente o técnicamente. Como lo he escrito en el cartel de mi proyecto la lectura de imágenes de mi proyecto es de libertad total. Me refiero, si a uno le interesa únicamente los retratos, a otro el texto, a otro el vídeo, o todo, me va perfectamente. Hoy ha venido un amigo, ex alumno de la escuela, que me ha explicado que mi proyecto le recuerda más o menos el trabajo que está preparando.


Si “Memorial Drive” puede ayudar a una situación similar, fantástico; pero no es el objetivo, y no he pensado hacerlo en este sentido. No he realizado una herramienta cognitiva. Espero que mi proyecto interese a todo el mundo, como una obra de arte en sí y no como un trabajo de un incapacitado; como algo que se puede mirar con total libertad y sin prejuicios; las fotos, el libro, el mural, la estética, o bien conocer la historia de un amnésico... Todo me parece bien, pero no quiero encarcelarme en un trabajo de únicamente fototerapia. Es exactamente igual que cuando lees “Los tres mosqueteros” de Dumas. Cuando lo descubres a los 13 años, lo que te interesa es D’Artagnan, la aventura, la amistad. A los 30, has madurado, y te interesa más la relación con las mujeres, el poder político, Francia que se dividen entre «Royaliste» y «Cardinaliste»... Y a los 50 años te interesa más Athos, Aramis y lees la obra desde una mirada más reflexiva, mas espiritual, la muerte... Este es el valor de una obra; no digo que la mía tenga el mismo valor de la de Dumas, obviamente que no, es únicamente para decir que espero que cada uno pueda venir y comprar

su mandarina o su lechuga o nada en la exposición. ¡Propongo libertad total! - ¿Das el proyecto por cerrado o sigue siendo un proyecto abierto? En caso de ser así, ¿lo continuarás según lo que vayas viviendo a través de tu experiencia personal? Es abierto y pienso que si hago de nuevo una exposición con “Memorial Drive” en otro lugar quizás no lo haré de la misma manera. El mural si, está cerrado, o casi... Puedo quitar y añadir piezas, o poner o no los auriculares con los poemas... Es como la nueva edición de un libro: “edición revisada por el autor y nueva presentación”. ¡Todos los proyectos tienen varias vidas! - ¿Es verdad que las imágenes acaban siendo recuerdos de lo que uno vive? ¡No, no...no lo pienso! Es del recuerdo que uno vive y de sus imágenes. Pero el recuerdo se mueve, cambia de un día a un otro: se superponen capas, se suman túnicas o disfraces, además se van sumando corrupciones, fragan-

cias, colores, música, ideas de texturas, pesadillas, ideas eróticas, miedos y deseos. No contamos un recuerdo de la misma manera al despertar o a una cena... La imagen es solo un elemento del lenguaje, una extracción imprimida o fijada en un disco duro. Es decir que es un lenguaje que puede ser reivindicativo, de terror, o bien es una enunciación social, poética... como queramos. Además, el cerebro es capaz de inventar recuerdos de hechos que nunca ocurrieron. ¿Eres feliz con tu nueva vida? ¡Vaya! ¡No lo sé, pienso que no! Yo nunca estoy contento de lo que realizo. Seguro que era así antes, pero ahora es más complicado porque me siento débil. No me siento feliz. Pero esta exposición me ha dado ganas ir mas allá. Como dice uno de mis haikú, hay que: “Abandonar al viento su juventud salir de la fragmentación de las tinieblas.” Entrevista realizada por Marta Segú

©Jean-Matthieu Gosselin

«MEMORIAL DRIVE» insurrección de la memoria travesías y retratos.»


©Jean-Matthieu Gosselin


IMÁGENES PRIMORDIALES, FICHEROS DAÑADOS “Memorial Drive”, de Jean-Matthieu Gosselin, un paso más en el proceso de autorreconocimiento

Somos la memoria de lo que hemos vivido, lo que hemos experimentado en primera persona. También de todas aquellas imágenes, de todos aquellos textos ajenos que hemos integrado en nuestra experiencia. El yo cultural es importante, forma parte de la vida cotidiana, es parte esencial del autorretrato que todos construimos día a día. En su anterior exposición fotográfica, “No Surrender”, Jean-Matthieu Gosselin abordó con tanta valentía como franqueza el relato del proceso de recuperación física y mental de sí mismo tras el trauma de un ictus. Ello suponía mostrar con imágenes el laborioso y duro trabajo de recuperar pieza a pieza la memoria personal, contando para ello con ejercicios específicos y la ayuda de sus personas más cercanas. Se trataba de intentar volver a llenar la caja de los recuerdos de la vida anterior al fatídico día de 2013 en que Jean-Matthieu perdió gran parte de su pasado y, por ello, mucho de su identidad individual como ser humano. “Memorial Drive” es el siguiente capítulo de una historia impresionante y emocionante: cómo usar las imágenes y las palabras para dejar constancia de su propia lucha y, no menos importante, cómo esta expresión creativa le permite no sólo crear belleza, sino también le ayuda a reencontrarse consigo mismo. Un reencuentro que no sólo se produce mediante el relato de la vivencia directa, sino también del arte -elevado o popular-, la literatura o el cine que conforman su bagaje cultural personal. ““Memorial Drive”, que debe su título a una dura y emotiva novela de Natasha Trethewey, es una completa y compleja exposición fotográfica que se despliega mediante un mosaico gigante de

164 imágenes, una docena de autorretratos, un poema escrito y un video conceptual, todos ellos complementados por una edición impresa de “Memoria Literaria-No Surrender”. Todo este material gráfico, de exquisita factura, permite confrontar cómo Jean-Matthieu se ve a sí mismo, a la vez que nos da pistas de la pintura, la escultura, la literatura, el cine, la música que lo definen y ayudan a que su vida sea mucho más que mera existencia. El mosaico de la exposición de casi 10 metros cuadrados de superficie es, simultáneamente, clásico y contemporáneo: su disposición en retícula remite a arte conceptual, al apropiacionismo de imágenes y a experimentos visuales de autores como Joan Fontcuberta; pero su contenido, decenas de fragmentos de esculturas, pinturas y actores de cine y música -no puede faltar su amado Bruce Springsteen-, siempre en blanco y negro, nos habla del peso de la alta cultura europea y la popular del siglo XX que confluyen en este artista visual francés. Frente al mosaico se despliega, literal y figuradamente, una serie de autorretratos directos e indirectos de Jean-Matthieu. Para reflejarse a sí mismo, al autor tanto le sirven las dobles exposiciones, las imágenes difusas, casi sin contorno, o las metáforas, como son dos pequeñas fotos de sus camisas recién lavadas, antes y después de ser sometidas al paso por el orden de la plancha. Las autorrepresentaciones son, además de sinceras, en ocasiones implacables. Así y todo, siempre resultan conmovedoras, sobre todo, aquella doble exposición que contiene una vieja imagen del autor sosteniendo a uno de sus hijos cuando era bebé, que se fusiona con la de su hijo, ya padre, haciendo otro tanto de lo mismo con su hijo, un nieto de Jean-Matthieu.

No menos emocional es el poema en francés que, en grandes dimensiones, preside el “área literaria” de la exposición donde, además de cuatro autorretratos, se muestra “Memoria Literaria-No Surrender”, el libro creado por Gosselin que recoge reseñas de sus libros favoritos, así como las vivencias propias vertidas como poemas escritos y visuales. El poema en francés de la pared, titulado “Recommencement”, sintetiza todo lo expuesto a lo largo de su trabajo con la cámara y las palabras: la necesidad de recuperar las imágenes, los sentimientos primordiales a pesar de contar con archivos dañados. El colofón de “Memorial Drive” es un guiño al visitante: una proyección aleatoria de miles de fotografías diminutas del autor, como fotos de carnet, en una de las cuales aparece con los ojos cerrados. Este final propone un juego que, en cierta forma, libera momentáneamente al espectador de un enorme peso emocional, ya que es imposible observar con indiferencia el relato que nos propone Jean-Matthieu. Quien redacta estas líneas lo interpreta como un guiño para señalarnos que, como amante de la fotografía en su sentido más amplio, el autor se interesa por nuevas propuestas de presentación propias de la era electrónica. “Memorial Drive” es un trabajo hermoso, valiente y conmovedor, magníficamente comisariado por Ivan Ferreres. Supone otro paso importante para la recuperación del autor para sí mismo. También y, no menos importante, es una invitación para que, a través de su obra, aceptemos el reto de intentar de entendernos como personas. Rafa Badia


©Jean-Matthieu Gosselin


©Grisart



CLASE DE FOTOGRAFÍA DOCUMENTAL Y REPORTAJE (OCTUBRE 2021-MARZO 2022)

¿Renacimiento de la ciudad? El regreso a la vida “normal” eventualmente sucederá. Quizá incluso ya esté aquí en Europa, en Dublín, Valencia, Barcelona... Esta es la pregunta que intentaron responder los alumnos de la clase de Fotografía Documental y Reportaje impartida por Rafa Badia y Alfons Rodríguez durante una salida el pasado mes de noviembre. Una serie de 50 fotografías fue editada por los estudiantes con los profesores y luego refinada por Rafa Badia, un editor gráfico muy talentoso. Representamos aquí una parte de este trabajo.

©Caro Vizcaíno

¿La “salida” del Covid estará en la fiesta sin límites o en la frugalidad? ¿Re-liberación turística o una larga depresión? ¿Cuidarte a ti mismo y cuidar también el planeta? ¿Un renacimiento artístico? Los “Locos años veinte” del siglo pasado duraron apenas diez años. Entre el final de la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión de 1929, fueron breves. ¿Vamos en esta dirección, o es la creación

de una nueva forma de vida centrada en el decrecimiento? ¿Qué tipo de turismo? ¿Cuál sera el significado de viajar? Y la fotografía, en En “El mundo de ayer”, Stefan Zweig describe la década de 1920 como un “regalo inesperado”: teníamos que “recuperar” el tiempo perdido que los terribles años de la guerra “nos habían robado: felicidad, libertad, la posibilidad de interesarnos por cosas del pensamiento”. ¿Podemos pensar que los ciudadanos querrán recuperar el tiempo perdido de los meses y años de confinamiento? Y en la calle, ¿cómo se comportan los ciudadanos locales y los turistas? En breve, ¿El final de la pandemia estará marcado por una liberación turística, un período festivo y una nueva fiebre del arte? Jean-Matthieu Gosselin


©Lucas Saltar


©José Altamirano

©José Altamirano


©Marioneta Kiskeri

©Lucas Saltar


©David Ortiz

©IEsteban Burillo de Sande

©Lucas Saltar


©Gabriele Scarpa

©IEsteban Burillo de Sande



©IEsteban Burillo de Sande


©David Ortisz


©David Ortiz


LEE FRIEDLANDER El hombre con el encuadre preciso

©Lee Friedlander

©Lee Friedlander

La exposición dedicada a Lee Friedlander, organizada en la sala Mapfre de Barcelona, expone a uno de los fotógrafos norteamericanos más relevantes del siglo XX nos enseña una trayectoria profesional fotográfica de más de sesenta años, con una amplísima obra.

Nacido en Aberdeen, en 1934, desde muy joven apasionado de la fotografía, Lee Friedlander, se decidió a estudiar al Art Center School of Design de Los Ángeles. Al no encontrar allí la formación que necesitaba, decidió aprender tambien otra arte y aprendió del pintor y fotógrafo Alexander Kaminski - su mentor que luego se transforma en un buen amigo. Sucarrera se inicia en Nueva York, donde se traslada con 22 años, allí comienza a colaborar con revistas como Esquire, Holiday y Sports Illustrated. En 1964, sus imágenes se pueden ver en el MoMA donde partici-

pó en la exposición The Photographer’s Eye. Luego le seguirán exposiciones y libros durante toda su vida. En los años sesenta viajó con su familia por Europa gracias a una beca Guggenheim. Y visitó España. En esta exposición podemos ver algunas de las fotografías, casi inéditas, que hizo por este pais. La exposición ofrece un completo recorrido cronológico por la considerable obra realizada por un artista muy personal, que casi siempre agrupa en series, conjuntos de fotografías que desarrolla a lo largo de varios años. Reconstruir la obra heterogénea de Lee Friedlander es sumergirse en un mundo cargado de elementos cotidianos y reconocibles que, sin embargo, tras una lenta reflexión, adquieren un significado diferente, más completo. Considerado uno de los artistas fundamentales del siglo XX, tras más de sesenta años fotografiando a diario,

no deja de renovar su lenguaje. En esa búsqueda de metáforas visuales de difícil comprensión, a pesar de su aparente cotidianidad, su mirada crítica ha reflejado, siempre con un fin estrictamente formal, la enormidad y el caos de la sociedad estadounidense. En la obra de Friedlander se incorpora muy rápidamente un repertorio de lo habitual, crea argumentos visuales confusos y estremece al espectador con una sensación de ironía derivada de yuxtaposiciones de objetos e ideas aparentemente inconexos que contrastan con la seriedad de los viejos profesionales de la fotografía. La exposición destaca la importancia de muchos proyectos, a menudo traducidos en libros, una de sus grandes pasiones: The Little Screens, The American Monument o America by Car entre otros... La mustra propone asociaciones temáticas o estilísti-


son elementos a un mismo nivel que crean unas formas extrañas pero fascinantes en clara ruptura con la tradición del género.». Después de los años 80 trabaja mucho el tema. El libro «Nudes», publicado en 1991, reúne quince años de trabajo sobre el cuerpo sin ropa y, bajo el título «The Nudes: A Second Look», apareció en 2013 una revisión del mismo. En los años 90, un poco como Marc Riboud en el Sichuan, Friedlander, se puso a trabajar el paisaje, la soledad

desde la montaña, del desierto. Por eso pasa a formato medio para trabajar en el desierto de Sonora y conseguir sacar el detalle hasta sus últimas realidades. En principio solo iba a utilizarla para este trabajo titulado “The desert seen” pero siguió con la Hasselblad Superwide. Trabaja con clave media, y ofrece imágenes de alta espiritualidad y de un sentimiento interior potente. Sus fotos exigen una mirada atenta porque mezcla el cielo, el agua, la madera, los árboles, las montañas, etc. Una exposición sobre un fotógrafo que juega tanto con lo simple como con lo complejo, realizando con sus composiciones con un milagro de diseño donde cristaliza, en un complicado rompecabezas, elementos de diálogo que siempre encajan a la perfección. Jean-Matthieu Gosselin “Lee Friedlander”, Febrero el 18 de 2022 hasta Mayo, el. 08, de 2022 - KBr Photography Center, A. Litoral, 30 – 08005 Barcelona - Tel: +34 93 272 31 80 https://kbr.fundacionmapfre.org/

©Lee Friedlander

Lee Fiedlander también realiza desnudos, no fotografías eróticas, pero como señala el comisario de la muestra, “Friedlander se dio cuenta pronto de que prefería fotografiarlas en el entorno cotidiano de sus casas, rodeadas de fragmentos de sus vidas que aportan una información desconcertante: lámparas, mesas, sillones o alfombras juegan un papel importante en la construcción de la imagen. La pose, el entorno, la iluminación, frecuentemente artificial, o la perspectiva

©Lee Friedlander

cas, juegos de imágenes, formales o menos formales que reúnen cerca de trescientas fotografías entre retratos, autorretratos, fotografías familiares, naturaleza, paisaje urbano, portada de discos... Por mi parte he hecho una especial atención a sus comienzos como retratista de estrellas del jazz de la talla de John Coltrane, Miles Davis o Ray Charles...


CRITICA DEL CONTROL FACIAL

Alphonse Bertillon, Francis Galton y Léopold Szondi... Para ilustrar su pensamiento el comisario ha seleccionado obras que evocan distintas formas de relacionarse con la fisionomía: los manifestantes encapuchados de Tina Hage, los rostros de payaso difuminados hasta ser irreconocibles de Roni Horn, las personas que se esconden tras máscaras de James Bantone, los rostros de policías del

italiano Paolo Cirio, una serie de retratos sobre las fuerzas de seguridad captados durante las manifestaciones en Francia y colgados en Internet para ser identificados gracias a la colaboración ciudadana; lo que es casi como una propuesta de hacker para algunos, o de artista conceptual para otros... Podemos ver que ya en la fotografía clásica había autores que estaban ya en este tipo de reacción a proposito del retrato como: Diana Airbus, Thomas Ruff o Richard Hamilton... Y obviamente se entregan nuevas imágenes con nuevas tecnologías proponiendo obras resultantes de la intersección con las nuevas tecnologías, como son las de Trevor Paglen, Broomberg & Chanarin o Shu Lea Cheang, pasando por las de artistas emergentes, y propuestas extraídas directamente de internet... Es una exposición muy potente, formidablemente organizada con un discurso claro y didactico. Esta comisariada por Urs Stahel que fue fundador y director durante 20 años del célebre Fotomuseum Winterthur. ¿Pero qué dicen los rostros? ¿Más que la realidad? Tal vez la realidad sea distinta de una toma fotográfica a una otra, de un segundo a

©Jean-Matthieu Gosselin

©Jean-Matthieu Gosselin

La Muestra analiza las consecuencias estéticas, políticas y culturales derivadas del dominio sobre nuestros rostros en la era digital. La expo empieza con un estudio de 1772, hecho por Johann Caspar Lavater, un un ensayo sobre la fisionomía, un sistema para identificar el carácter y el temperamento de un individuo a partir del aspecto de su cuerpo y sobre todo de su rostro. Luego se multiplican los estudios en el siglo XIX, con los trabajos de

©Jean-Matthieu Gosselin

La muestra colectiva ‘Face Control’ está compuesta por unas sesenta fotografías, una decena de vídeos, tres instalaciones, diversos materiales gráficos y libros. El planteamiento de esta exposición esta, didáctico, crítico y provocativo. ¡Los tres conjuntos, de verdad!

un otro, porque quizá la máscara no sea sino la manifestación de algo, de lo más importante que pensamos... pero la máscara de un rostro jamas oculta totalmente la verdad de uno mismo: al contrario, la desvela, y un control de cámara una vigilancia lo puede demostrar. J-M Gosselin La exposición colectiva «Face Control» se presenta en la Fundación Foto Colectania de Barcelona hasta el 20 de marzo de 2022. https://fotocolectania.org/


https://www.fundaciovilacasas.com/

©Jean-Matthieu Gosselin ©Jean-Matthieu Gosselin

“Monstres” es la primera gran exposición del artista Fontcuberta en Barcelona desde el año 2008. Los alumnos de Grisart le han visitados en el Museu Can Framis de la Fundació Vila Casas. La expocisión acabó el 23 de enero tras tres mes de éxito. La muestra presentaba los proyectos más recientes de Fontcuberta, todos ellos poéticos y disruptivos sobre la imagen. En todos Fontcuberta desviaba las imágenes de su(s) función(es) principal(es) y las carga con otra energía, algunas veces inéditas y extrañas. Entre lenguaje y idioma, entre manualidades y tecnología, entre fotografía y memoria. La exposición es una crítica directa al “trapiche y las corruptelas” que rodean la política española con la pieza “Botswana Safari”. Se trata de un mosaico de la famosa fotografía en la que aparece el rey Juan Carlos I posando delante de un elefante que acababa de cazar. La peculiaridad de la obra recae en la presencia del “pequeño Nicolás” en un extremo del cuadro, una clara alusión al fenómeno que hizo ganar popularidad a este personaje. Luego se ve proyectos sobre el tiempo que pasa, el deterioro de las imágenes. En el proyecto Fahrenheit 451 los libros no son destruidos por el fuego, sino que son salvados in extremis antes de convertirse en cenizas, tal como el pensamiento que se va. En Trauma I y Trauma II Fontcuberta explora la posibilidad de que las imágenes, en contra de la concepción de vencedoras del tiempo, pierdan su vínculo con la realidad. ¿Y si la fotografía se convirtiera en amnésica y olvidara su propósito? nos pregunta. El recorrido concluye con Beautiful Agony, un collage que Fontcoberta ha elaborado en colaboración con Pilar Rosado, doctora en Bellas Artes. La obra combina varios rostros que experimentan un orgasmo en una caricatura. La foto enseña pensando, recreando, fantaseando o imaginando, además. Lo que es claro es que la fotografia no promete la verdad y tampoco memoria. JMG

©Joan Fontcuberta

“Monstres”: La fotografia no promete la verdad


FOTOLIBROS

ADOLESCENCIA

Me encontré con este libro en Paris Photo 2021 y debo reconocer que me cautivó de inmediato, es como los cua-

dernos de vacaciones que no quieres dejar: formato, proyecto, textura... Este trabajo de Pierre Faure fue producido como parte de una residencia organizada por la “galería fotográfica Carré d’Art” y la obra fue publicada por “Sur la Crête” (¡me encanta el nombre!). Es un libro depurado y sin adornos, silencioso hasta que lo abres -y el silencio se vuelve poesía- y las palabras se vuelven oraciones, al borde del sueño, un espectáculo íntimo donde los seres flotan, donde los paisajes te conmueven. Hasta que una lágrima se escapa del ojo enfrascado en una lucha contra la melancolía. Es entonces cuando entendemos que este libro pertenece a los grandes fotolibros, a esos que no necesitan expresar en voz alta su ambición, porque

tienen un propósito y ninguna pretensión. Este libro también está iluminado por el bello texto de la novelista Hélène Gaudy. Pierre Faure fotografiando vacíos y plenitud -diría casi como un “François Cheng”- en lo que sugiere de ausencias y presencias, de lo no dicho y de susurrado, en lo que produce de encuentros, a través de imágenes poderosas, originales, huellas de lo sensible, como una película, en blanco y negro de François Truffaut. El conjunto cuenta a su manera el mundo de la adolescencia, entre la realidad y el sueño. €JMG

Pierre Faure, “Les jours couchés”, texto de Hélène Gaudy Sur la crete édition, 2020, 60 p., 25, 35 €, https://editionsurlacrete.com/


PARA SIEMPRE

Cuatro años después de «All about Saul Leiter», las ediciones Textuel dedican un nuevo libro a este discreto fotógrafo que veneraba el olvido. “Aspiro a ser insignificante”, dijo, y sin falsa modestia él consideró “tan pequeño lo que estaba haciendo, comparado con las “cosas hermosas” del mundo” y la importancia que a los demás les gusta otorgar, que él mismo se había condenado a sí mismo ante la indiferencia de los demás. Alimentado de pintura -pintor él mismo- y de literatura, teje hilo a hilo un fabuloso universo del abajo, del al lado, de este casi nada altamente volátil que nos rodea. Sigue capturando la fugacidad crucial de las cosas: una mirada, un beso, un coche de color, un paragua rojo bajo la nieve, una simple palabra grabada en la niebla de una ventana, una anciana agachada por el frío... Este libro muy bien editado es un magnífico tributo a uno de los más notables recolectores de imágenes insignificantes de la vida. “Forever Saul Leiter”, Edition Textuel, 2022, 312 p., 35 € https://www.editionstextuel.com/

NO OLVIDARSE DE MEDITAR Este es un libro, muy bueno -y hay pocos sobre este tema- sobre la me-

ditación y el arte. La autora, gran meditadora y especialista en historia del arte, tuvo la maravillosa idea de ofrecer un centenar de obras de arte como ayudas para la meditación, desglosándolas en temas clásicos como la impermanencia, el ego, la compasión... y organizándolas en una progresión del aprendizaje.

Fotografías, pinturas, objetos de arte, esculturas, que van acompañados cada uno de un texto, una apertura tanto sobre el tema como sobre la obra misma y sobre la posible meditación respecto al tema mismo. Nos encontramos con Jérôme Bosch, Chardin, Fabienne Verdier, Conrad Jon Godly, Massao Yamamoto, Ho Lee, Wolfgang Kaehler, Bernard Plossu, Paul Grand, Joao Marques, Mark Rothko entre otros... La calidad de la edición como de la impresión es perfecta. Un libro de gran interés para artistas y fotógrafos. Soizic Michelot, “Meditar a través del arte”, Albin Michel, 2021, 224 p., 29,90 €

EN EL LITORAL SENEGALÉS Khamekaye significa “hito” en la lengua wolof, un de los idiomas más hablados en Senegal.

Paula Anta nos adentra en un viaje por la “Grande-Côte”, parte del litoral senegalés que ocupa unos 150km del norte de Dakar hasta la desembocadura del rio Senegal. Nos encontramos ante una experiencia creativa, que yo personalmente desconocía hasta ahora, donde parte de esta gran costa está decorada por estructuras aparentemente caóticas y sin sentido. A medida que recorremos el camino este aparente caos deja lugar a la imaginación y las estructuras empiezan a adquirir formas más definidas para la mirada del espectador. Troncos en medio de la playa con plásticos, redes, telas, plantas... que parecen personas, animales, cuerpos en movimiento que nos guían hacia un lugar. Los khamekaye son estructuras, señales, con una intención muy concreta y práctica. No están allí porque sí, su colocación y posición determinarán en que dirección está el poblado y cual es una buena zona de pesca. La estructura deja de ser abstracta, establece una relación entre el sitio y la cultura con una voluntad estética y cuidada. La autora convine sus própios hitos con los que encuentra en el litoral senegalés, generando su propio recorrido interior, la búsqueda de este lugar, su lugar, su paisaje de la forma mas creativa generando así, una historia entre todas ellas.Nos encontramos frente a criaturas dotadas de simbolismo y significado, que en su forma más práctica tienen una relación directa con la realidad, pero su apariencia, su belleza y su relación inherente con el espacio las hace especiales, misteriosas y fantásticas. Este proyecto ha recibido el Premi Mallorca de Fotografia Contemporània 2020. Marta Segú Paula Anta, “Khamekaye”, Anómalas, 2021, 96 p., 30 € https://www.edicionesanomalas.com/


EXCELENCIA

«Hay algo generoso en el buen humor: da más que recibe.» Alain

©Ignacio Atkins

(Émile-Auguste Chartier)

IGNACIO ATKINS- 2021-2022 (fotógrafo)


©Pilar Rodrihuz Ombligo

«Mi reino vivirá mientras estén verdes mis recuerdos. Cómo se pueden venir nuestras murallas al suelo.

Cómo se puede no hablar de todo aquello.», José Hierro PILAR RODRÍGUEZ OMBLIGO - 2020-2021 (fotógrafa)


©Marina Plana

«Y por el poder de una palabra vuelvo a vivir nací para conocerte para cantarte

Libertad», Paul Eluartd MARINA PLANA - 2021-2022 (fotógrafa)


© Sofiia Sypalova

«Inclinando a tus ojos los míos sitibundos en su fondo vi todos los soles reflejados, y el salto hacia la muerte de los desesperados, como el de mis recuerdos a tus ojos profundos.

Es un mar en tinieblas bajo el palio de un vuelo; de pronto el día plácido de tus pupilas sube....», Aragon SOFIIA SYPALOVA - 2021-2022 (fotógrafa)


©Noordin De Blas

«Pensé que podría perseguir mi camino hasta la felicidad pero nada fuera

no me cumplió Como prometido» Rupi Kaur INOORDIN DE BLAS - 2021-2012 (fotógrafo)


©Irene Monteagudo

«At last our bodies coindice, I’ll bet your thought this would never happen, Neither did I. Its a pleasant

surprise.», Richard Brautigan IRENE MONTEAGUDO - 2021-2022 (fotógrafa)


©Christian Müller

«Acepta la dificultad de edificarte a ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote. El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error.

Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor y acéptala.», Pablo Neruda CHRISTIAN MÜLLER - 2021-2022 (fotógrafo)


©Pau Martínez

«Down on the corner Out in the street Willy and the Poor Boys are playin’ Bring a nickel, tap your feet

Rooster hits the washboard and people just got to smile Blinky thumps the gut bass and solos for a while», John Fogerty (Creedence- “Down On The Corner”) PAU MARTÍNEZ - 2020-2022 (fotógrafo)


©Jean-Matthieu Gosselin

«El sol de la mañana dulcemente caldea y dora los centenos y trigos, húmedos todavía Y el azul aun retiene el frescor de la noche.

Sagamos sin otro fin que el de salir; salemos. Paul Verlaine JEAN-MATTHIEU GOSSELIN - 2016-2018 (fotógrafo)


©Marta Segú

«No dejes de creer que las palabras, la risa y la poesía sí pueden cambiar el mundo... Somos seres, humanos, llenos de pasión. La vida es desierto y también es oasis.

Nos derriba, nos lastima, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia...», Walt Whitman MARTA SEGÚ - 2020-2022 (fotógrafa)


“OUR GARDEN”: ¡LA VIDA ES COLORIDA!

brotar... lo igual que hay en la formación de una familia como de un jardín o de un huerto. Podemos ver en sus fotos con técnicas coloridas -donde tanto lo borroso como el

©Jmg

fica mas una instalación”, para otros, y estoy de ellos, es una metáfora creando una realidad novedosa unida por la mirada del artista -y de su familia- que origina reflexiones múltiples sobre nuestra especie y nuestra relación con la natura. A lo largo de doce años, Román ha llevado a cabo un diario fotográfico en el que ha plasmado el crecimiento de sus hijos. En paralelo, todos estos años ha visitado y observando todo tipo de jardines, fotografiando a su familia y una experiencia en un huerto comunitario. La exposición, despliega una gran metáfora del crecimiento natural, del ciclo de la vida, sembrar, regar, esperar y

Foto de cover::©Lucas Slater Foto de primera: ©Esteban Burillo de Sande Fotos de contra ©Alfons Rodriguez Global Grisart es una publicación de Grisart Escola Internacional de Fotografia, C/ Méndez Núñez, 14 · 08003 Barcelona. Director: Albert Gusi - Coordinador: Jean-Matthieu Gosselin Textos/Imagenes: Jean-Matthieu Gosselin; Alba Duque; Maria Gutiérez; Lucia Morón; Elena Ramirez; Gabriele Scarpa; Marta Segú; Rafa Badia; Caro Vizcaino; José Altamicano; Mariona Kisteri; David Ortiz; Ignacio Atkins; Pilar Rodriguez; Sofiia Sypalova; Christian Müller; Pau Martinez; Marina Plana; Ediciones Anómalas; Editions Sur la crète; Editions Albin Michel; Editions Textuel; Alfons Rodriguez Archivos: Ivan Ferreres Pujol - Mail: GlobalGrisart@grisart.com

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Para algunos “Our Garden” del fotógrafo Román Yñán expuesto en Can Basté hasta el 19.03, es una “puesta escena magni-

desenfocado dan poesía y apertura a la memoria humana -que evoluciona los retratos familiares y multiplicarse las variedades de plantas. La reflexion se hace con el jardín como telón de fondo en una puesta escena sensible, grafica, teatral y espiritual.

JMG

“Our Garden”, Román Yñán, Can Basté, hasta 19.03.2022 - https://www.canbaste.com/

PARA CONTACTAR CON LOS AUTORES Y FOTÓGRAFOS: agusi@grisart.com; www.jmgosselin.com; @jeanmatthieug; ifer reres@grisart.com; https://www.grisart.com/; @lucassalter; @ estebanbender; @ albaduque_; @ maru.gut; @ ph.lumo; @ jelk adira; @scarpa._gabriele; @rafabadia64; @ martasegu_ ; https:// carovizcaino.com/; @josekasek; @mak izen_, davidortizrico@hot mail.com; @igatkins; @ _pilarrodriguez_ ; @muellerphotographer; @mzviews; https://www.marinaplana.com/; https:// www.edicionesanomalas.com/; http://fotocolectania.org/; https:// www.canbaste.com; @ alfonsrodriguez; https://kbr.fundacion mapfre.org/; https://www.albin-michel.fr/; https://editionsur lacrete.com/; https://www.editionstextuel.com/: @thejournal_collective


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©Alfons Rodríguez

Alfons Rodríguez es fotógrafo y realizador documental. su obra fotográfica y videográfica se ha expuesto y proyectado en diferentes países de Europa, América y África. Ha publicado centenares de reportajes a lo largo de los más de 25 años de trayectoria profesional como reportero, trabajando en más de cien países de los 6 continentes. Ha publicado en medios como National Geographic, La Reppublica, The New York Times, El País, Geo, The Courier, La vanguardia y Gatopardo, etc. Es co-director del largometraje documental The sleeping land, incluido en la selección oficial del Dok Leipzig 2018. Es autor de diversos libros fotográficos. Su trabajo ha sido galardonado con premios nacionales e internacionales. Su último proyecto, Indestructibles, ha supuesto casi tres años de trabajo en 10 países africanos.

LIBRE OPINIÓN

©Alfons Rodríguez

Lo adoro. Adoro contemplar como la rutina hace parecer que la existencia es entrañable, cómoda y segura. Me gusta experimentar como nos da tranquilidad. Al menos a mi.

Sales a pasear por el barrio y observas. Te detienes mentalmente en todo aquello que te une a un lugar determinado, el tuyo. Vecinos paseando con sus perros. Un gato en la ventana, un papel que lleva días enganchado en la alambrada. Alguien que compra el diario, pocos ya, o que sale de la frutería con naranjas para el zumo del desayuno. La atmósfera cálida que escapa de una ventana mientras fuera hace frío. El contraste de sus luces, también cálidas y frías. La cafetería que cierra la persiana hasta la mañana siguiente.

Reconforta ver como tu barrio se apaga lentamente y se enciende la noche. El frío de la noche. Y tú vuelves, tras el paseo, al recogimiento de tu refugio. Le quitas el collar a tu perro y cierras con llave la puerta de casa. Cenas, charlas, duermes... Y mañana más. Lo mismo. Esa es la rutina que adoro. La del atardecer, la de cuando llega la noche. A todo esto hay que darle un sentido. Analizo y determino que, como en todas las cosas, esas sensaciones que me provoca la rutina se producen por el hecho de que existe algo opuesto, algo que es contrario. Para que la rutina no aburra hay que traspasarla. Quebrantarla. Desobedecerla. Destruirla para que resurja de entre sus escombros. Es por ello, quien sabe, por lo que viajo, por lo que fotografío, por lo que explico historias ajenas, bellas o terribles de lugares remotos. Es por alargar su vida, la de la rutina, por lo que atravesaré desiertos, ríos, montañas, y océanos. Es por perpetuar esa seguridad y calma por lo que conoceré una dictadura, una guerra, un tifón o una enfermedad.

©Alfons Rodríguez

«La rutina como una explicación»

Tal vez por eso tengo en mente pisar tierras lejanas en Asia, Europa o en islas perdidas en medio del océano. Puede que el miedo a perder mi apego por la rutina sea la razón principal por la que voy a conocer gente muy diferente a mi. Gente triste, alegre, hostil o amiga. Se dice que la fotografía de reportaje y documental es útil para la sociedad. También lo es para mi desde un punto de vista un tanto egoísta, lo admito. Decía Mario Benedetti que uno tiene en sus manos el color de su día: rutina o estallido. Y digo yo, con toda la humildad, ¿acaso existe una cosa sin la otra? Alfons Rodríguez


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