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ObsBA: todos unidos
La Legislatura votará la renuncia del legislador porteño Alejandro Amor, que le permitirá asumir al frente de ObsBA, la obra social de los estatales porteños que está al borde de la quiebra. Los afiliados denuncian prestaciones caídas, turnos a tres meses y vaciamiento deliberado.
Texto: Matías Ferrari
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Como parte de una sesión extensa, que tendrá el presupuesto 2023 como punto central del temario, la Legislatura porteña aprobará la renuncia de Alejandro Amor a la banca que ocupa desde hace menos de un año. El ex defensor del Pueblo porteño e histórico dirigente de Sutecba reconoció que abandona el bloque del Frente de Todos para asumir al frente de ObsBA, la obra social de los municipales de la Ciudad, que se encuentra al borde de la quiebra y con decenas de prestaciones suspendidas.
“Motiva esta decisión mi postulación como presidente de la Obra Social de la Ciudad de Buenos Aires. Esta nueva función demandará de un compromiso absoluto que, a mi entender, no me permitiría ejercer ambos cargos con la responsabilidad que merecen”, dijo
Amor en el texto de su renuncia. En su entorno aseguraron a El Grito del Sur que la designación será oficializada en el Boletín Oficial de la Ciudad.
Amor reemplazará en la presidencia del directorio de ObsBA a Juan Carlos Cela, uno de los hombres de confianza de Amadeo Genta, quien en noviembre del año pasado renovó su mandato al frente de Sutecba por décima vez consecutiva. El proceso electoral del gremio fue objetado judicialmente por la lista opositora, la “Celeste”, que encabeza Carlos Luis Elías. En el marco de la causa, la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N°25 detectó mediante cámaras de seguridad del Hospital Santojanni a varios militantes de Genta llenando urnas con votos truchos.
En ese contexto, sin embargo, Genta y Amor recibieron la visita de la ministra de Trabajo de la Nación, Kelly Olmos, quien les entregó la certificación formal como “autoridades elec- tas”. “Hablamos sobre la necesidad de crear un Consejo de Trabajadores y Trabajadoras Municipales para discutir un salario básico uniforme en todo el país que signifique un mínimo digno”, escribió Amor en sus redes sociales, ya abocado de lleno a su rol sindical. No hubo una sola mención a la situación de la obra social.
Amor reemplazará en la presidencia del directorio de ObsBA a Juan Carlos Cela, uno de los hombres de confianza de Amadeo Genta
Cerca de Amor avisaron que esperará a su designación oficial para hablar públicamente de la situación de ObsBA, sobre cuyo pasivo sólo hay hasta ahora especulaciones. El último informe de la Auditoría General porteña data de 2016 y no encontró grandes irregularidades en los balances. Tampoco hubo actividad concreta de los síndicos. Según la oposición sindical de Sutecba, los números están dibujados y la deuda ascendería a por lo menos 7 mil millones de pesos. La crisis interna por las deudas quedó expuesta con la caída de decenas de prestaciones y con el cierre de dos hoteles turísticos en Córdoba y Mar del Plata, con sus respectivos despidos.
Durante una de las reuniones de directorio de julio de este año, un empleado grabó a Cela, el presidente saliente, mientras reconocía que “si esto sigue así, Obsba en dos meses quiebra, váyanse despidiéndose de esta casa”. La difusión del audio terminó por destapar un escándalo político y gremial, a lo que se agregan unas seis denuncias contra la dirección de la obra social y del sindicato por administración fraudulenta. La principal sufrió un intento de cajoneo por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Ciudad.
“Lo que han hecho es un vaciamiento. El aporte solidario de más de 200 mil trabajadores estatales y docentes, que aportan un 6 por ciento de su sueldo, nunca se cortó. De mínima hubo una pésima administración, y le pedimos a la Justicia que investigue”, le dijo a este medio Carlos Luis Elías, de la lista opositora a la conducción del gremio.
Si bien los desmanejos no figuran en los balances, algunas denuncias informales los ponen en evidencia: jubilaciones de privilegio en el directorio, contrataciones fantasmas y el patrimonio plagado de autos de lujo de un ex interventor, Walter Correa, quien fuera el chofer personal del Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, completan un panorama desolador. Otras voces señalan que, además, el Ejecutivo retaceó los aportes patronales, más allá de que la Ciudad