9- Evaluacion PP.cdr

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9.1

En la Manada las etapas de progresión correspondientes a integración, participación y testimonio, se denominan Lobo Pata Tierna, Lobo Rastreador y Lobo Cazador respectivamente. El eje central de todas es el grado de compromiso del Lobato con la Manada, en su sentido más amplio.Es muy importante que todo Viejo Lobo tenga claro y presente en todo momento lo significa cada etapa. También se debe considerar que los tiempos sugeridos no van a aplicar a todos los Lobatos por igual y que, en general, serán m á s c o r t o s p a r a Lo b a t o s mayores. A la inversa, es posible también que haya lobatos que se “estanquen” en una etapa de su Progresión Personal. Cuando esto pase, siempre es preferible acordar su pasaje a castigarlo dejándolo en una etapa anterior. Esto no significa “regalar” etapas, sino aprovechar la Progresión Personal como motivador.

El ingreso a la Manada A la llegada de un nuevo integrante a la Manada, se inicia un período corto de tiempo (entre 3 y 6 semanas) “de introducción”, en el que el Lobato si bien participa de igual forma que los demás de todas las actividades, no ha empezado formalmente aún con su plan de Progresión Personal. Los Viejos Lobos deben encargarse de darle la bienvenida y presta especial atencion en:

P Cuidar que el nuevo Lobato se sienta aceptado.

cómodo

y

P Conocer a los padres y su entorno, respondiendo a sus dudas e inquietudes.

P Ayudarlo a que empiece a c o n o c e r l o s s í m b o l o s, códigos y cosas que pasan a su alrededor en el entorno Scout, que sin dudas va a ser muy confuso para él.


El fin de esta etapa está marcado por la ceremonia de comienzo del plan de Progresión

Personal, en la que se entrega la insignia de la etapa Pata Tierna al nuevo Lobato.

La etapa de integración (Lobo Pata Tierna)

general los más pequeños tienden a mirar exclusivamente a los adultos como referencia y respaldo.

En esta etapa el objetivo principal es que el Lobato se integre al grupo social que es la Manada. Este es un paso necesario si es que se quieren alcanzar los demás objetivos de la Progresión Personal. Esta integración va a depender de muchos factores, siendo crítica la personalidad del Lobato mismo. En general juega un papel importante la timidez del Lobato. Pa r a s u p e r a r l a, e s m u y importante el soporte que el Lobato sienta en los Viejos Lobos. El apoyo que le brinden sus pares también es fundamental y se debe favorecer siempre, pero hay que tener en cuenta que en

Es importante alimentar y satisfacer el interés que el Lobato naturalmente tendrá por aprender y comprender las particularidades de la vida en la Manada. Estas van desde elementos sencillos como los nombres de los Viejos Lobos, el saludo del Lobato o el significado del Tótem, hasta las historias y leyendas relacionadas con el Libro de las Tierras Vírgenes. Estos conocimientos juegan un rol fundamental en el proceso de lograr que el Lobato se sienta parte importante de la Manada.

“Los pequeños Lobatos apenas salen de su cubil, sus pies son suaves y no conocen los caminos que se abren entre la tupida maleza. La selva es un mundo nuevo y espectacular, cada rincón despierta fuertes mezclas de misterio e inocente temor. El tierno Lobato buscará en todos lados la guía de Akela, que junto con Raksha y Papá Lobo, tienen el deber de cuidar de él y de enseñarle las leyes de la selva que más le conciernen”.


Etapa de participación (Lobo Rastreador) El objetivo principal de esta etapa es el de lograr el mayor crecimiento posible del Lobato, tanto del punto de vista de los conocimientos, como de su madurez como integrante activo de la Manada. El Lobato será más grande y estará bien interiorizado con las reglas y peculiaridades de la vida en la Manada y en el Grupo Scout. Por esto estará ávido de llevar sus conocimientos al siguiente n i v e l : s a b e r l a s d a n z a s, aprender nudos, los gritos, las historias, costumbres, etc. Naturalmente entonces, será mucho más demandante para con sus Viejos Lobos.

Por otro lado, la relación con el Viejo Lobo es más estrecha, ya que han compartido muchas vivencias desde su ingreso en la Manada. El papel del Viejo Lobo será el de encauzar sus impulsos, dándole un lugar importante dentro de su s e i s e n a y M a n a d a, s i e n d o fundamental su capacidad de motivación. Es muy importante saber darle pequeñas responsabilidades y compromisos, que desarrollen la confianza en sí mismo y la noción del colectivo. Esta etapa está íntimamente vinculada con la incorporación de la Ley de la Manada y por tanto, de la Promesa, en su vida. Es de esperar que un Lobato formule su promesa, ya sea al comienzo o durante esta etapa de la Progresión Personal. De todas formas, esto no

a rado a l acostumb a n v l a h se a l se ies s en ue los p a vez má q d a a d z c a e v c rá , l a a ia “ Un intern anant se m to o a o b y o o L ntes , el a arr hojarasca e las pacie e fruto, cad d s a é d v a ra c t r d .A ce cada ave inmortales para cono gusano y r las Leyes a na e d u c a g o c n in , o N o c t insec cado. , logra fi i o n o l g a si B o e uy d d s fun selva es m enseñanza er su pro a d l n e re u p q m o o c ciar, puest la Selva y de despre n cortos...” a za n a ñ ense s aún so us colmillo grande y s


significa que la Promesa sea la que marque el pasaje de de una a otra etapa de progresión . Dado que en estos momentos, el Lobo Rastreador está interiorizando nociones tales como la Promesa y la Ley, o su lugar en el colectivo, es oportuno que empiece a entender la importancia de las mismas. Por

esto, el Viejo Lobo deberá propiciar los momentos de reflexión en el Lobato. Para fomentar esta actividad se pueden aprovechar tanto vivencias reales de la Manada como los múltiples cuentos e historias que forman parte natural de la mística.

dueño: o si fuera su m o c a v l e s son r la . Sus piernas se pasea po cada historia y “El joven lobo a s él p a Tr m . ra t za a a ropia c bol, cad p r á u s a e d c a a c h e a c y , él cono arne o íbulas fuertes un poco de c , nd s a o j m e s ns o su c y o s ágile cand la, y es én confía Ake pequeños, bus ui s q o b n o e l l s é o l n n e s rá lo viene o. E era le enseña trapar un gam nt a a a p r a p La . a a r ud e y e su a bato y Bagh ar de ser un Lo discípulo de j l e a d ip o c m in r ó p c l : r e él rende queda por ap último que le bre.” m ho r fin, en un convertirse po

La etapa de testimonio (Lobo Cazador) El objetivo principal de esta etapa es que el aprenda a volcar sus conocimientos a sus pares m á s j ó v e n e s, s i e n d o u n a referencia en la Manada y un pilar en el funcionamiento de la misma. De esta forma se buscan dar los primeros pasos en pos de desarrollar su vocación de servicio.


El Lobato en esta etapa vive su último año en la Manada, ha acumulado experiencia y es uno de los más grandes física y mentalmente. Todo esto contribuye a que tenga un protagonismo muy marcado en todas las instancias de la vida en la Manada: inevitablemente será el que haga más bromas, el que gane más juegos, el que ejerce mayor influencia, sabe más nudos, etc. Por tanto, su rol natural es el de ser un ejemplo, referencia, para los demás Lobatos. El desafío, tanto para el Viejo Lobo como para el Lobato, es el de canalizar esta cualidad de forma de que contribuya de forma positiva al resto de la Manada. Este aporte se expresará en muchas instancias: ayudando a los nuevos Lobatos a integrarse a la Manada, colaborando para que las actividades se realicen en orden, siendo alguien en quien

confiar y a quién hacer preguntas para los más jóvenes, motivar a los demás a avanzar en su Progresión Personal y muchas más. Hay que tener en cuenta que este gran protagonismo no significa opacar a los demás y que, de hecho, implica motivar a otros a compartirlo. Una parte fundamental de su ejemplo, es la forma en que vive la Ley y la Promesa del Lobato, por lo que se debe hacer un importante énfasis en este aspecto. Por otro lado, el Lobato está a punto de enfrentarse al pasaje de rama. Este evento despertará, y es natural que así sea, interés e inquietudes en el niño. Será tarea del Viejo Lobo entonces darle la información, motivación y herramientas necesarias para que este cambio sea lo más exitoso posible.


9.2

La evaluación del Viejo Lobo La evaluación de la Progresión Personal es un proceso de observación continuo y forma parte fundamental de la vida de la Manada. Durante el transcurso de toda actividad de la Manada inevitablemente apreciaremos la forma en que los Lobatos experimentan cambios y avanzan en su progresión. Su evaluación se debe basar en la observación y no en la medición, ya que mayormente se evalúan aspectos subjetivos, que escapan a escalas de medida. Esto no es sorprendente, si partimos de la base de que trabajamos con una propuesta amplia, que toma en cuenta todas las dimensiones que integran a la persona (representadas en las áreas de desarrollo). En el plan de progresión personal del GRM no existen pruebas ni exigencias para el pasaje de etapa. Esto es algo

que puede desorientar a los Scouts, acostumbrados a la formación escolar o peor aún: es probable que los dirigentes caigamos una y otra vez en la tentación de implementar pruebas, tests y sistemas que nada tienen que ver con la progresión personal. La mejor forma de lograr que el plan de progresión personal fracase es poniendo requisitos a cada etapa. Cuando el avance depende del cumplimiento de requisitos pre-establecidos la opinión de los jóvenes no tiene lugar. En el desarrollo de cada actividad los Lobatos darán señales que indicarán su avance o problemas a los que se enfrentan. A veces estas señales serán más claras que otras, pero en todo caso la principal tarea del Viejo Lobo es la de percibir y analizarlas para poder prestar el apoyo requerido en el momento oportuno.


Evaluar por observación, acompañando constantemente a un Lobato en su desarrollo es un asunto de entrega voluntaria y generosa en la que se requiere paciencia y tiempo para escuchar, charlar y analizar. Por esto es recomendable que un Viejo Lobo se encargue del seguimiento de no más de 6 Lobatos. De otra manera, sólo podríamos esperar apreciaciones muy generales, insuficientes para una evaluación seria, y deficiente para prestar el apoyo necesario. Esta observación estará en las señales que da el Lobato en el día a día, señales que el dirigente debe entrenarse en percibir. A su vez, este seguimiento debe mantenerse, en lo posible, a lo largo de todas las etapas de progresión. De esta forma es posible obser var cambios importantes a largo plazo, así

como cultivar una relación de amistad y confianza entre el Viejo Lobo y el Lobato. Para ayudar al Viejo Lobo en este proceso existen los indicadores de evaluación de cada etapa. Estos indicadores están expresados en forma de conocimientos, actitudes y habilidades. Cada Lobato tiene su propio ritmo y podrá alcanzar los indicadores con mayor o menor dificultad. En todo caso lo que los Viejos Lobos deben identificar es el avance y no el alcance. El Lobato no conocerá estos indicadores, ya que es de esperar que, acostumbrados a la formación escolar, traten de “coleccionar” indicadores, se preocupen más por ganar el premio ,las insignias, que con evaluarse críticamente.


La evaluación del propio Lobato Se puede afirmar que la evaluación que hace un niño sobre sí mismo es la parte más importante del proceso de evaluación en la progresión personal. Por lo tanto, es fundamental para su seguimiento establecer el diálogo necesario para conocer la imagen que el Lobato tiene de sí mismo. Además este intercambio le proporciona al Lo b a t o n u e v o s á n g u l o s y perspectivas desde dónde evaluarse a sí mismo. En el diálogo con el Lobato, el Viejo Lobo invita al niño a que este se mire críticamentey a que alcance metas que ambos entienden que deben superarse, para avanzar en su progresión personal. Hay que evitar que el diálogo sea excesivamente serio o formal, lo que llevaría rápidamente al tedio y al rechazo del Lobato por estas instancias. Más bien debe consistir de conversaciones sencillas y amenas, de duración variable, pero en su mayoría cortas.

Es esencial que los Lobatos puedan percibir el interés sincero del Viejo Lobo por la opinión que ellos tienen de sí mismos. Esto asegurara que sean los primeros interesados en su progresión. Por el contrario, contradecir o subestimar esta opinión puede resultar en el fracaso absoluto de cualquier tipo de avance. El proceso de autoevaluación va a estar marcado por las referencias permanentes que cada niño verá en la Manada. El ejemplo de los Viejos Lobos, las guías de progresión y la referencia de los Lobatos más grandes que él, serán sus principales guías en su proceso de autoevaluación.


La evaluación de los pares En un grupo de niños, la evaluación entre pares se da de manera constante e influye de manera decisiva en la opinión que los jóvenes tienen de sí m i s m o s. E s t a o p i n i ó n s e manifiesta de diversas maneras, desde bromas hasta conversaciones personales. De esta forma toda la Manada, y en particular la seisena, expresan a través de múltiples señales su forma de ver a cada Lobato. Dado que en la vida de la Manada el Viejo Lobo comparte una gran parte del tiempo con los Lobatos, hay innumerables oportunidades para atender a estas señales. Estas oportunidades deben ser aprovechadas y así enriquecer sustancialmente la evaluación de la progresión de cada Lobato.

Por otro lado, el Lobato va estar siempre atento a todo lo que de él y hacia él se diga en la Manada y consciente o inconscientemente lo incorporará a su proceso de autoevaluación. Alternativamente, cabe la posibilidad de hacer una evaluación por parte de los Lobatos que conforman la seisena o su grupo de amigos. Esta evaluación debe ser breve y no es recomendable efectuarla en reuniones de toda la Manda. Puede originarse por distintas maneras: por iniciativa de un Lobato o de toda la seisena o porque fue motivada por los dirigentes, siendo la última la más probable. Esta evaluación aporta información valiosa sobre la forma en que los niños perciben a sus compañeros. Para los niños puede ser muy útil porque los acostumbra a apoyarse y a


reconocer mutuamente sus méritos, sin embargo podría derivar en discusiones y enfrentamientos. D e a h í q u e e s recomendable que siempre esté un Viejo Lobo presente, el cual sólo intervendrá para moderar, procurando que las

El intercambio con los padres Como educadores de los Lobatos, el diálogo fluido con los padres es insustituible para conocer el contexto en que se desenvuelve un niño y los cambios que en él se experimentan.

opiniones sean respetuosas de la intimidad de los otros, refiriéndose a los logros o carencias de los demás en un tono constructivo y siempre señalando aspectos que se pueden superar.

Por otra parte, hay circunstancias especiales en que se necesita el contacto con los padres: P Para que

estén presentes momentos especiales de la progresión del niño, en caso de que sea práctica común de la Manada.

P Para ayudar

Desde el punto de vista de la Manada, la opinión de los padres es una evaluación en sí misma, complementaria a la que se haga internamente. Esto significa que tiene una gran influencia, pero no sustituye el consenso entre el Viejo Lobo y el niño, del cual se hablará más adelante.

al Lobato a superar aspectos de su desarrollo que le son particularmente difíciles

P Para enfrentar problemas que

pudieran requerir la intervención de especialistas. Para establecer un buen diálogo, el Viejo Lobo debe a c e r c a r s e a l o s p a d r e s, conocerlos, darse a conocer,


establecer vínculos y poco a poco interiorizarse en las características del ambiente f a m i l i a r. L o s p a d r e s n o consentirán fácilmente en dialogar sobre sus hijos con una

persona en quien no hayan depositado previamente su confianza.

Las conclusiones de la evaluación personal

Sin embargo el proceso de evaluación sólo concluye con el consenso entre la opinión del niño y la del Viejo Lobo encargado de su seguimiento. Para esto es conveniente contar con un momento destinado únicamente a tal propósito, donde no haya prisas de ningún tipo y estén dadas todas las condiciones para una charla amena y distendida.

Cercana a la fecha de finalización de una Cacería (o de una actividad “grande”), el Consejo de Manada deberá evaluar la progresión personal de los Lobatos, integrando todas las fuentes de observación mencionadas hasta ahora. De esta forma se llega al final del ciclo con una idea formada acerca de quiénes deben hacer su pasaje de etapa.


Para este momento se pueden considerar varias opciones, como por ejemplo:

P Durante la noche del campamento, al terminar las actividades.

P En el almuerzo o la merienda de un acantonamiento.

P Al final de una reunión. P En una plaza o una heladería. En esta entrevista, el Lobato expresará su autoevaluación, que en cierta medida se habrá nutrido con la opinión de sus compañeros, indicando sus logros y sus dificultades. A su vez, el dirigente compartirá con él su opinión. Finalmente, se invitará al Lo b a t o a q u e s a q u e s u s conclusiones y evalúe si corresponde o no el pasaje de e t a p a . N o r m a l m e n t e, n o deberían existir razones para que estas conclusiones no sean aprobadas por el Consejo de Manada. De forma que es aquí cuando queda sellada la decisión de hacer el adelanto o no de su etapa de progresión personal.


9.3

El seguimiento de la Progresión Personal se compone de tres tareas básicas que se deben integrar al Ciclo de Programa (la Cacería)

Seguimiento del Lobato Es la evaluación cotidiana q u e h a c e e l V i e j o Lo b o encargado del Lobato, durante las reuniones semanales, pero e s p e c i a l m e n t e e n campamentos y/o actividades grandes.

Evaluación del Consejo de Manada La que en general será cercana al final de la cacería. De ésta saldrán los acuerdos sobre los pasajes de etapa a realizarse al final de la Cacería. Aquí se evalúa la progresión personal de toda la Manada, a partir de las evaluaciones personales de los Viejos Lobos encargados y de la ayuda de los indicadores de evaluación. Es importante tener siempre en


mente el significado y la propuesta de cada una de las etapas de progresión. Esta tarea no debe ser una carga demasiado pesada para el Consejo de Manada. En la medida de lo posible, se tratará de hacer ágil este proceso, lo que no implica prestar menos atención a los Lobatos.

Conclusión y entrega de insignias Esto se dividide en dos partes: i. Entrevista, en la que el Lobato y Viejo Lobo llegan a un consenso, basados en el trabajo y la evaluación de toda la Cacería, como se describe anteriormente. ii. La ceremonia de pasaje de etapa: esta debe ser sencilla, solemne y debe tener una celebración posterior. La celebración de este hecho es indispensable, ya que es la forma de expresar el reconocimiento, el orgullo y alegría de la Manada entera por el paso que el Lobato ha dado.


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