¿AFP? SÍ Preocupado, confundido, anonadado después de escuchar los argumentos anti AFP del investigador de la Universidad del Pacífico de Lima (según él, su posición es a favor de las AFP). Usa un leguaje coloquial, argumentos emotivos, subjetivos en vez de metodología científica para sustentar investigaciones, reducidas esta vez, según parece, a simples opiniones. “Estoy convencido” no es un argumento científico. No escuché en ningún momento referirse a las AFP como un método de creación de un enorme mercado de capitales. Su visión es muy micro, individual, no tiene una visión macro del Estado y la sociedad. “No tenemos muertos por inanición en las calles” Simplemente ignora o no tiene conocimiento de las vicisitudes que muchos ancianos pasan los últimos años de su vida. Olvida (imperdonable en un estudio científico) los programas sociales que los gobiernos se han visto obligados a implementar, como Pensión 65, que es justamente la respuesta a la falta de previsión para la vejez. Es una propuesta con una visión liberal implementada por los que gustan de hablar con corrección política, como los caviares cuando están en trincheras socialistas. Su argumento de fondo es que el bien supremo es la libertad de elección, intenta demostrar que los peruanos sí somos previsionales, que tenemos formas de ahorrar y no necesitamos que un Estado nos diga qué hacer (anárquico). Si esto fuera cierto, Pensión 65 no hubiese sido necesaria, es decir, niega de plano la existencia de la pobreza en el Perú. Si fuera cierto que los jóvenes tienen vocación previsional, como afirma, entonces no existe contradicción en el hecho que haya una ley que los obligue a ahorrar, la ley simplemente se estaría amoldando a la naturaleza del joven, quizás solo serviría para orientar a unos pocos que no son previsionales. Ignora que la juventud hace lo que hace, para triunfar o vegetar, en función de sus potencialidades y necesidades juveniles, rara vez en función de un pensamiento previsional para su vejez. Cierto que hay miles de jóvenes emprendedores, pero también millones que no. Asume que los hijos, en quienes se ha invertido en buena educación, tendrían a cargo el cuidado de sus padres. Es solo otro deseo pero no realidad. Endosa y transfiere el problema a terceros involuntarios.
Los investigadores no pueden asumir como ciertos, deseos personales de c贸mo quieren que las cosas sean, sino que se debe investigar de c贸mo las cosas son, para luego intentar modificarlas si fuera lo conveniente. Si la propuesta de estos investigadores era para fortalecer a las AFP, conforme afirma, el resultado ha sido exactamente lo contrario, lo que prueba que la investigaci贸n no ha sido completada aun.