Control de micotoxinas en vacas lecheras: mejorando la salud, el rendimiento y la sanidad lechera

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CONTROL DE MICOTOXINAS EN VACAS LECHERAS:

Mejorando la salud, el rendimiento y la sanidad lechera

Dr. med. vet. Felipe Penagos-Tabares, DVM
Luis-Miguel Gomez-Osorio, DVM, MSc, PhD

Las micotoxinas son compuestos tóxicos producidos por mohos, como Aspergillus, Alternaria, Fusarium, Penicillium y otros.

Los mohos micotoxigénicos pueden crecer en múltiples productos agrícolas (por ejemplo, granos, forrajes conservados [ensilado y heno] y pastos) (Jouany et al., 2009; Schatzmayr y Streit, 2013; Santos Pereira et., 2019)

Aunque los mohos y las micotoxinas son omnipresentes, la humedad elevada y las prácticas de almacenamiento inadecuadas pueden exacerbar el nivel de contaminación de las dietas y los alimentos de origen animal (¡especialmente los productos lácteos!) (Fink-Gremmels, 2008)

Se ha asumido ampliamente que la resistencia de los rumiantes a las micotoxinas es un hecho.

Sin embargo, los estudios actuales demuestran que estas toxinas afectan enormemente al rendimiento y los beneficios de las explotaciones lecheras.

Los productores de leche de todo el mundo siguen subestimando las consecuencias negativas de las micotoxinas (FinkGremmels, 2008a; Rodrigues, 2014)

Micotoxinas en la alimentación de las vacas lecheras: una amenaza para la salud animal

Las investigaciones actuales más avanzadas sobre micotoxinas han puesto claramente de manifiesto que el ganado lechero está permanentemente expuesto a mezclas de múltiples micotoxinas, incluidas las aflatoxinas, la zearalenona (ZEN), el deoxinivalenol (DON), las fumonisinas, las enniatinas, la beauvericina y los alcaloides del cornezuelo del centeno, entre otros (PenagosTabares et al., 2021, 2022a, 2022b, 2023a, 2022b, 2024).

Estos «cócteles de micotoxinas» pueden inducir efectos adversos en la industria láctea.

Aunque la micotoxicosis aguda es poco frecuente en rumiantes, la exposición crónica a micotoxinas puede tener múltiples repercusiones en el ganado con efectos inespecíficos, lo que representa un verdadero reto de diagnóstico para veterinarios, nutricionistas, consultores y ganaderos (Fink-Gremmels, 2008a)

Entre los principales efectos adversos de las micotoxinas en el ganado se encuentran:

Reducción de la ingesta de alimento

Alteración del microbioma ruminal

Alteración de la absorción de nutrientes

Daño hepático

Alteraciones de la función inmunitaria y reproductora

Además, se ha relacionado la exposición a las micotoxinas con el aumento de la prevalencia de enfermedades como la laminitis, la mastitis y otras.

Las alteraciones mencionadas en el estado fisiológico de las vacas se reflejarán en una menor producción de leche, un rendimiento de crecimiento deficiente y mayores costes veterinarios, lo que reducirá las ganancias económicas de las explotaciones lecheras (Gallo et al., 2015).

AFLATOXINA M1: un peligro para la salud humana y la industria láctea

Las micotoxinas, como las aflatoxinas, pueden amenazar seriamente la seguridad alimentaria de los productos lácteos.

El peligro comienza con los alimentos contaminados con alatoxina B1 (AFB1), producida por Aspergillus spp, considerado el agente hepatocarcinógeno natural más potente en mamíferos y clasificado como carcinógeno humano del grupo 1 por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC 2012; Marchese et al. 2018)

Una vez que las vacas ingieren alimento contaminado con AFB1, lo metabolizan en aflatoxina (AFM1), que puede aparecer en la leche en cuestión de horas y persistir durante varios días, incluso después de retirar el alimento contaminado de su dieta (Fink-Gremmels, 2008b)

Las tasas de transferencia del alimento a la leche oscilan entre el 1 y el 6% de AFB1 a AFM1 (Zentai et al., 2023)

Dado que la leche es un alimento básico en muchas dietas, incluidos lactantes y niños, la AFM1 supone un riesgo importante para la seguridad alimentaria.

Los organismos reguladores, como la Unión Europea (UE) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), han establecido límites estrictos a los niveles de AFM1 en la leche para proteger la salud pública.

La UE, por ejemplo, ha establecido que el nivel máximo permitido de AFM1 es de 0,05 µg/kg en la leche cruda (EC, 2023)

Sin embargo, incluso niveles bajos de exposición a AFM1 a lo largo del tiempo pueden plantear riesgos para la salud a largo plazo, incluidos el cáncer de hígado y la inmunosupresión.

La AFB1 también puede afectar gravemente a la salud, la producción y la reproducción del rebaño lechero, con graves efectos económicos (Zentai et al., 2023, Penagos-Tabares et al., 2024)

Aunque no se ha demostrado que otras micotoxinas, como la ZEN, el DON, las fumonisinas y las micotoxinas emergentes, se secreten en la leche en grandes cantidades (Fink-Gremmels, 2008b), estos compuestos tóxicos pueden seguir afectando a la salud y la productividad de las vacas, reduciendo la producción de leche, aumentando el recuento de células somáticas, perjudicando la reproducción y comprometiendo la salud general del rebaño (Gallo et al., 2015)

Los signos de exposición a micotoxinas en las vacas pueden ir desde problemas muy sutiles e inespecíficos, como la disminución del apetito y la pérdida de peso hasta problemas más graves como daño hepático, inmunosupresión y fallos reproductivos como abortos y retención de placentas.

Además de las implicaciones sanitarias, las pérdidas económicas derivadas de la reducción de la producción de leche y de los costes de tratamiento pueden ser considerables para los productores de leche (Fink-Gremmels. 2008b; Rodrigues, 2014; Santos y Fink-Gremmels, 2014; Gallo et al., 2015).

IMPLICACIONES DE LA EXPOSICIÓN ALIMENTARIA A LAS MICOTOXINAS EN EL VACUNO LECHERO

Alteración del rumen y del microbioma intestinal

Inflamación y lesiones de la mucosa intestinal

Rentabilidad económica

Hepatotoxicidad

Alteración de la absorción eficiente de nutrientes

Aumento de la translocación de bacterias/toxinas

Enfermedades metabólicas

Mastitis

Aumento del recuento de células somáticas

Reducción de la producción de leche

Contaminación de la leche

Costes

Pérdidas embrionarias

Abortos

Alteración de la ovulación

Alteración del ciclo estral

Quistes ováricos

Retención placentaria

Teratogénesis (malformaciones)

Figura 1. Implicaciones de la exposición dietética a las micotoxinas en el vacuno lechero.

Reducción de la ingesta de alimento
Laminitis

Control integral de las micotoxinas en los alimentos para el ganado lechero

Minimizar la exposición a las mezclas de micotoxinas protegerá la salud de los animales y optimizará su rendimiento.

La reducción de la ingesta total de aflatoxinas reducirá tanto los efectos adversos en las vacas como la contaminación por AFM1 en la leche, mejorando la seguridad de los productos lácteos derivados y protegiendo la salud de los consumidores humanos.

Una gestión holística de las micotoxinas en los alimentos de ganado lechero implica varias estrategias, como:

Buenas prácticas agrícolas y de alimentación: asegurarse de que los cultivos se cosechan en el momento adecuado, se secan apropiadamente y se almacenan en condiciones adecuadas que impidan el crecimiento de moho puede reducir significativamente el riesgo de contaminación por micotoxinas. Eliminar las zonas enmohecidas de los forrajes conservados (ensilados y heno) y de los alimentos concentrados. Realizar una evaluación sensorial de los alimentos puede evitar la inclusión en la dieta de alimentos de mala calidad (contaminados) (Santos y Fink-Gremmels, 2014, Penagos-Tabares et al., 2022a)

Análisis periódico de alimentos para detectar múltiples micotoxinas (monitorización de la exposición): dado que las micotoxicosis son un reto diagnóstico y que los biomarcadores comerciales no suelen estar disponibles, el análisis de alimentos/raciones para detectar la contaminación por micotoxinas es crucial para la gestión de las micotoxinas. Un análisis regular de los alimentos es ideal para una monitorización objetiva y una evaluación del riesgo, especialmente durante periodos de alto riesgo como las estaciones húmedas y el verano (en regiones templadas) (Penagos-Tabares et al., 2022b; Muñoz-Solano et al., 2024).

Uso de aditivos alimentarios antimicotoxinas: la incorporación de aglutinantes, desintoxicantes, hepatoprotectores naturales e inmunoestimulantes en las dietas de las vacas lecheras es una de las estrategias más eficaces para prevenir y mitigar la absorción y los efectos nocivos de las micotoxinas (Jard et al. 2011; Gallo et al., 2015; Marin y Taranu. 2023).

CONTROL INTEGRAL DE MICOTOXINAS EN ALIMENTOS PARA GANADO LECHERO

Buenas prácticas agrícolas y de alimentación

Análisis periódico de alimentos para detectar múltiples micotoxinas (control de la exposición)

Uso de aditivos antimicotoxinas para alimentos

Figura 2. Control integral de las micotoxinas en los alimentos para ganado lechero.

MYCORAID:

una solución integral para el control de micotoxinas

MYCORAID es un producto multiacción para el control de micotoxinas diseñado para hacer frente a los retos que plantea una amplia gama de micotoxinas, incluyendo AFB1, fumonisinas y ZEN.

Proporciona varios mecanismos de protección a través de la adsorción, la biotransformación y el apoyo inmunológico.

1. Adsorción

MYCORAID contiene minerales especialmente seleccionados que se ha demostrado que adsorben micotoxinas polares y menos polares en el tracto gastrointestinal.

Esta adsorción impide la absorción de toxinas nocivas en el torrente sanguíneo.

2. Biotransformación

El producto incluye Bacillus sp., que puede biotransformar las micotoxinas en compuestos menos nocivos.

Esto es especialmente importante en el caso de la AFB1, ya que el Bacillus puede ayudar a reducir su conversión en AFM1.

3. Hepatoprotección

MYCORAID también contiene extractos de hierbas como la silimarina del cardo mariano (Silybum marianum), que protegen el hígado de los daños inducidos por las toxinas.

4. Inmunoestimulación

Las paredes celulares incluidas en MYCORAID son ricas en β-glucanos y oligosacáridos de manano, que desempeñan un papel fundamental en la inmunoestimulación.

Los β-glucanos actúan como moduladores inmunitarios estimulando las respuestas inmunitarias innatas y adaptativas. Activan los macrófagos, las células dendríticas y las células asesinas naturales (NK), mejorando la capacidad de la vaca para combatir las infecciones y resistir los efectos perjudiciales de las micotoxinas.

Por otra parte, los oligosacáridos mananos se unen a las bacterias patógenas, impidiendo que se adhieran a la mucosa intestinal y ayudando a establecer una microbiota intestinal equilibrada.

Esto promueve la salud intestinal en general y favorece un sistema inmunitario robusto, reduciendo los efectos inmunosupresores causados por la exposición a micotoxinas (Yuan et al., 2015).

MYCORAID: UNA SOLUCIÓN INTEGRAL PARA EL CONTROL DE LAS MICOTOXINAS

Figura 3. Multicomponentes de MYCORAID.

CONCLUSIÓN

En comparación con los animales monogástricos, los productores de leche de todo el mundo han descuidado e infravalorado las micotoxinas.

El control de las micotoxinas en la alimentación de las vacas lecheras no es sólo una cuestión de salud y bienestar animal, sino un problema crítico de seguridad alimentaria con importantes implicaciones económicas en la industria láctea mundial.

Con la creciente concienciación sobre los peligros de la AFM1 en la leche, los ganaderos deben tomar medidas proactivas para minimizar la contaminación por micotoxinas en la dieta de sus vacas lecheras.

MYCORAID ofrece una solución integral y multiobjetivo al reducir la absorción y toxicidad de múltiples micotoxinas, garantizando así unas vacas más sanas y una leche más segura para el consumo humano.

Con MYCORAID, los ganaderos pueden reducir el riesgo de que las micotoxinas penetren en la leche, salvaguardando así tanto la salud animal como la seguridad alimentaria humana.

Su eficacia demostrada para adsorber y detoxificar las micotoxinas y su capacidad para favorecer la salud intestinal y la inmunidad hacen que sea esencial para mantener altos niveles de calidad de la leche y cumplir los requisitos reglamentarios.

Referencias

Boudergue et al. 2009. Review of mycotoxin-detoxifying agents used as feed additives: mode of action, efficacy and feed/food safety. EFSA Supporting Publications, 6(9), 22E.

European Commission (EC). 2023. Commission Regulation (EU) 2023/915 of 25 April 2023 on maximum levels for certain contaminants in food and repealing Regulation (EC) No 1881/2006.

Fink-Gremmels, J., 2008a. The role of mycotoxins in the health and performance of dairy cows. Vet J 176, 84-92.

Fink-Gremmels. 2008b. Mycotoxins in cattle feeds and carry-over to dairy milk: A review. Food Addit Contam Part A Chem Anal Control Expo Risk Assess 25, 172-180.

Gallo et al., 2015. Review on mycotoxin issues in ruminants: Occurrence in forages, effects of mycotoxin ingestion on health status and animal performance and practical strategies to counteract their negative effects. Toxins, 7(8), 3057-3111.

IARC (International Agency for Research on Cancer) 2012. Agents classified by the IARC Monographs, 446, 1-106. http://monographs. iarc. fr/ENG/Classification/index. php.

Jard et al. 2011. Review of mycotoxin reduction in food and feed: from prevention in the field to detoxification by adsorption or transformation. Food Additives & Contaminants: Part A, 28(11), 1590-1609.

Jouany et al. 2005. Effects of mycotoxins in ruminants. In: Diaz, D. (Ed.) The mycotoxin blue book, Nottingham University Press. Nottingham, UK. 295-321.

Jouany et al. 2009. Risk assessment of mycotoxins in ruminants and ruminant products. Options mediterranéennes, A 85, 205-224.

Marchese et al., 2018. Aflatoxin B1 and M1: biological properties and their involvement in cancer development. Toxins 10:214.

Marin and Taranu. 2023. Food and Feed Additives to Counteract Mycotoxin Toxicity in Human and Animals. Sustainable Use of Feed Additives in Livestock: Novel Ways for Animal Production, 351-375.

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Penagos-Tabares et al. 2022b. Cocktails of Mycotoxins, Phytoestrogens, and Other Secondary Metabolites in Diets of Dairy Cows in Austria: Inferences from Diet Composition and Geo-Climatic Factors. Toxins 14, 493.

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Santos and Fink-Gremmels. 2014. Mycotoxin syndrome in dairy cattle: characterisation and intervention results. World Mycotoxin J 7, 357-366.

Santos Pereira, et al. 2019. Prevalent mycotoxins in animal feed: Occurrence and analytical methods. Toxins 11, 290.

Schatzmayr et al. 2013. Global occurrence of mycotoxins in the food and feed chain: facts and figures. World Mycotoxin J 6, 213-222.

Yuan et al. 2015. Yeast product supplementation modulated humoral and mucosal immunity and uterine inflammatory signals in transition dairy cows. Journal of dairy science, 98(5), 3236-3246.

Zentai et al., 2023. Carry-over of aflatoxin B1 from feed to cow milk—a review. Toxins 15 (3), 195.

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