![](https://static.isu.pub/fe/default-story-images/news.jpg?width=720&quality=85%2C50)
5 minute read
FUNDAMENTOS DEL PROYECTO
Para elaborar los materiales de Cuento y siento, hemos combinado los planteamientos de algunos de los psicólogos y pedagogos más influyentes de nuestro tiempo. Estos son los pilares fundamentales del método:
La inteligencia emocional de Daniel Goleman
En los años noventa del pasado siglo, Daniel Goleman transformó para siempre nuestra forma de entender las emociones a través de su libro Inteligencia emocional. En él, afirmaba que las destrezas más importantes a la hora de predecir el éxito profesional y la satisfacción personal de los individuos no son las cognitivas, sino las emocionales. En las décadas que han transcurrido desde la publicación del libro, los argumentos de Goleman se han visto ampliamente respaldados por multitud de estudios psicológicos y pedagógicos. Su trabajo pionero abrió nuevos caminos para las ciencias de la Educación, al incorporar las emociones entre las competencias fundamentales que los niños necesitan adquirir. Al mismo tiempo, fomentó una visión integradora y humanista de las emociones que, lejos de intentar controlarlas como respuestas irracionales e inútiles, las convierte en valiosas herramientas de autoconocimiento y de comunicación con los demás.
El coaching emocional de John Gottman
En su libro Raising An Emotionally Intelligent Child, el psicólogo John Gottman propone que los adultos (padres y profesores) actúen como coaches emocionales de los más pequeños, mostrándoles a través de la interacción, el ejemplo y el diálogo distintas herramientas de gestión de las emociones. Esta labor de acompañamiento se estructuraría en las siguientes fases: • Escuchamos: el niño verbaliza lo que le ocurre y nosotros le escuchamos, realizando preguntas abiertas para que él pueda indagar en sus emociones a través del lenguaje. • Nombramos: ayudamos al niño a poner nombre a las emociones que siente. • Comprendemos: a través del diálogo y el ejemplo, sentamos las bases para que el niño interprete el significado de sus emociones y la valiosa información que contienen. • Valoramos: ayudamos al niño a identificar las conductas asociadas a cada emoción que pueden resultar destructivas y que no son aceptables. • Actuamos: generamos ideas para actuar y dar salida a la emoción de un modo aceptable y constructivo, dejando que el niño participe y no sea un mero receptor de nuestras propuestas. Ayudamos al niño a llevar a la práctica esas actuaciones, y valoramos con él cómo han funcionado.
La psicología positiva de Martin Seligman y Barbara Fredrickson
Otro de los psicólogos que han transformado de manera irreversible nuestra manera de entender el desarrollo emocional de los niños y las niñas ha sido el investigador de la Universidad de Harvard Martin Seligman. A través de sus experimentos sobre la indefensión aprendida, Seligman demostró que, a menudo, los individuos aceptamos situaciones desagradables aun cuando disponemos de las herramientas para salir de ellas debido a una interpretación errónea de nuestras propias capacidades. En los últimos años, Selig-
Daniel Goleman
man se ha centrado en el estudio de la felicidad como una combinación de emociones positivas y de compromiso con un conjunto de valores que dan significado a nuestras vidas. Seligman considera que la psicología tradicional se ha centrado demasiado en los aspectos negativos de la personalidad. Para contrarrestar este enfoque, propone estudiar las fortalezas de carácter de los individuos, que se agruparían en seis grandes ámbitos: conocimiento, valor, humanidad, justicia, equilibrio y trascendencia. En la misma línea, la psicóloga Barbara Hendrickson ha llevado a cabo un conjunto de investigaciones que demuestran que el ser humano tiene una tendencia natural a sobrevalorar los aspectos negativos de su situación y a infravalorar los positivos. Esto se puede contrarrestar a través del aprendizaje de hábitos de pensamiento que nos ayuden a afianzar los aspectos positivos de nuestras experiencias.
La mentalidad de crecimiento de Carol Dweck
La profesora de Psicología de la Universidad de Stanford Carol Dweck ha dedicado su vida al estudio de la motivación. Sus experimentos sobre las conductas de aprendizaje la han llevado a distinguir dos tipos de mentalidad que determinan una actitud diferente hacia los procesos educativos. Por un lado, tendríamos a los alumnos con mentalidad fija, que piensan que su capacidad para mejorar y aprender depende de cualidades innatas e inmutables, y por otro a los alumnos con mentalidad de crecimiento, que creen que el aprendizaje es un proceso y que se puede mejorar a través del esfuerzo y la perseverancia. La mentalidad fija es frecuente en alumnos de alto rendimiento académico que, sin embargo, sufren problemas de ansiedad y evitan ponerse a prueba a sí mismos. Pero todo el alumnado puede evolucionar hacia una mentalidad de crecimiento si somos capaces de transmitir la idea de que los fallos y los errores forman parte del proceso de aprendizaje. En Cuento y siento queremos ayudar a construir esta flexibilidad mental que aleja el miedo al fracaso y a los nuevos retos en el contexto educativo, y que constituye otro aspecto fundamental del crecimiento emocional.
La metodología de la Filosofía para niños
La Psicología Cognitiva ha demostrado desde hace años su inmenso potencial para ayudarnos a gestionar nuestros impulsos y emociones. Pero este enfoque, que consiste en razonar sobre nuestros pensamientos y sensaciones relacionándolos con la realidad, requiere capacidad de reflexión. Por fortuna, esta capacidad se puede empezar a entrenar desde edades muy tempranas, aunque, para ello, hace falta aplicar una metodología contrastada en la práctica docente y adaptada a la edad. En Cuento y siento nos hemos inspirado en la metodología de la Filosofía para niños creada por Berys Gaut y Morag Gaut, que consiste en guiar paso a paso a los alumnos en una investigación filosófica sobre un tema que ellos puedan comprender. Nuestra propuesta incluye una investigación filosófica para cada cuento, estructurada en una secuencia lógica, sencilla y fácil de aplicar en el aula, con ideas para acompañar a los niños y las niñas en todo el proceso de razonamiento y ayudarles a extraer sus propias conclusiones. Cuento y siento quiere ayudar a construir esa flexibilidad mental que aleja el miedo al fracaso y a los nuevos retos en el contexto educativo, y que constituye otro aspecto fundamental del crecimiento emocional.