CAPÍTULO 1 • ALIMENTACIÓN
CAPÍTULO 1 • ALIMENTACIÓN
“La leche de vaca es buena para los gatitos” Un gatito perdido se acerca a maullar a tu puerta, con aspecto desgraciado y hambriento y sacas inmediatamente un envase de leche del frigorífico, lo que seguramente le pondrá muy contento, pero…
¡No le ayudará a mantener su salud! Para comprender mejor La imagen de un gatito bebiendo a lengüetazos en un tazón de leche está anclada en nuestra memoria. Sin embargo, la leche de vaca no es buena para este pequeño animal. No puede reemplazar a
“
Entre nosotros ¿Tu gato consume cotidianamente leche de vaca y posee una salud de hierro? Seguramente habrá continuado bebiendo leche de vaca después del destete, lo que le ha permitido conservar un tasa de lactasa suficiente para digerir la lactosa. 10
Para satisfacerle has comprado una nueva tarrina “con filetes de pavo seleccionados” apreciada, según la publicidad, por el 98 % de los gatos testados. Sin embargo, tu felino se da la vuelta frente a su plato con desdén. ¿Un capricho?
El gato iene gustos selectivos. Para comprender mejor
la leche de la gata pues, incluso si se trata de leche “entera”, es comparativamente el doble de diluida, pobre en proteínas, y en lípidos, y muy rica en lactosa, el azúcar específico de la leche. Un gatito alimentado exclusivamente con leche de vaca sufre rápidamente un retraso en el crecimiento y alteraciones digestivas. Por otra parte, a partir de las cuatro semanas de edad (comienzo de la transición de la alimentación líquida a la alimentación sólida), la tasa de lactasas, las enzimas digestivas que degradan la lactosa, disminuye de forma natural en los gatitos. Estos últimos digieren cada vez peor la lactosa y por lo tanto la leche. En el adulto, quien ya no se beneficia de la actividad de la lactasa, la lactosa sin digerir fermenta en el colon y provoca desórdenes digestivos, incluso alergias alimentarias.
¿Qué puedes hacer? Evita administrar leche de vaca, sea cual su nivel de grasa (semidesnatada o desnatada), a tu gatito o a tu gato. Elige, si las tienes al alcance, las “leches para gato” que se encuentran en los comercios especializados, que poseen menos lactosa en su
“El gato es un animal difícil”
composición. No consideres a la leche como una bebida que reemplaza al agua, sino como una golosina que se puede ofrecer de vez en cuando. Los productos lácteos fermentados (yogur natural, queso blanco) son mejor tolerados por los felinos que la leche, pues la lactosa ya se encuentra predigerida por los fermentos lácticos presentes. Se administran sin azucarar restringiendo al máximo su consumo. La leche y sus derivados están absolutamente contraindicados, incluso en pequeñas cantidades, en los gatos que sufren enfermedades renales, diabetes, cálculos urinarios o trastornos digestivos.
El gato se ha ganado la reputación de ser un verdadero gourmet, mucho más selectivo en sus elecciones alimentarias que el perro. ¡Es lo que afirman en todo caso las agencias de publicidad! En realidad, hay tantos comportamientos alimentarios diferentes como gatos, desde el que no admite mas que el pescado en filetes hasta el que se siente satisfecho con todo o casi con todo. Nuestras mascotas no son en principio “difíciles” pero pueden convertirse en caprichoso al vivir en contacto con nosotros. Las preferencias alimentarias se definen en el gato durante su infancia. Hasta la edad de 6 meses, come con confianza todo lo que le ofrece su madre o su propietario. Después rehúsa obstinadamente cualquier alimento nuevo a causa de su gusto, su olor o su textura. Por lo tanto, cuanta más variedad de alimentos haya probado (diferentes en compo-
¿Qué puedes hacer? Educa el paladar de tu gatito desde su más tierna infancia. Reservando como ración de base latas y croquetas de la gama “crecimiento”. Ofrécele de vez en cuando un poco de ternera cruda, pollo cocido, pescado cocido, yogur natural, jamón cocido, legumbres cocidas, mezclándolo con su comida… Acostúmbrale a alimentos muy apetitosos o con un gusto fuerte como mantequilla, atún, sardinas o levadura de cerveza, puedes emplear estos alimentos para poder administrarle tratamientos medicamentosos.
sición y textura), menos posibilidades habrá de que se convierta en un gato exigente cuando sea adulto, y a la inversa. Por otra parte, si él obtiene siempre algo de comer cuando lo reclama o si se le reemplaza en todas las ocasiones una ración que no sea de su gusto, se convertirá con el tiempo en un gato cada vez más exigente y “caprichoso”. Por fin, un gato puede rehusar un plato que hasta el momento había apreciado si su consumo se asocia con una experiencia desagradable (miedo durante la comida, vómitos…).
LOS OLORES ABREN EL APETITO! La toma de alimentos en el gato está condicionada en principio por el aroma del alimento. Seguido inmediatamente por su gusto. Una perturbación del olfato por una rinitis (coriza) o la presencia de un olor de detergente en el plato induce anorexia ¡incluso si se trata de sus croquetas preferidas! Coloca siempre su plato en un lugar limpio y tranquilo, lejos de su bandeja de arena, fuera del alcance de las fauces del perro. No cedas a la tentación de cambiar sistemáticamente de marca de alimento si rehúsa su paté. Dejáselo a libre disposición con una pequeña ración de croquetas: volverá a comerlo cuando sienta verdaderamente hambre.
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CAPÍTULO 1 • ALIMENTACIÓN
“El gato se puede considerar un animal difícil” Para satisfacerle has comprado una nueva tarrina “con filetes de pavo seleccionados” apreciada, según la publicidad, por el 98 % de los gatos testados. Sin embargo, tu felino se da la vuelta frente a su plato con desdén. ¿Un capricho?
El gato tiene gustos selectivos. Para comprender mejor El gato se ha ganado la reputación de ser un verdadero gourmet, mucho más selectivo en sus elecciones alimentarias que el perro. ¡Es lo que afirman en todo caso las agencias de publicidad! En realidad, hay tantos comportamientos alimentarios diferentes como gatos. Desde el que no admite mas que el pescado en filetes hasta el que se siente satisfecho con todo o con casi todo. Nuestras mascotas no son en principio “difíciles” pero pueden convertirse en caprichosas al vivir en contacto con nosotros. Las preferencias alimentarias se definen en el gato durante su infancia. Hasta la edad de 6 meses, come con confianza todo lo que le ofrece su madre o su propietario. Después rehúsa obstinadamente cualquier alimento nuevo a causa de su gusto, su olor o su textura. Por lo tanto, cuanta más variedad de alimentos haya probado (diferentes en composición y textura),
¿Qué puedes hacer? Educa el paladar de tu gatito desde su más tierna infancia. Reservando como ración de base latas y croquetas de la gama “crecimiento”. Ofrécele de vez en cuando un poco de ternera cruda, pollo cocido, pescado cocido, yogur natural, jamón cocido, legumbres cocidas, mezclándolo con su comida… Acostúmbrale a alimentos muy apetitosos o con un gusto fuerte como mantequilla, atún, sardinas o levadura de cerveza. Podrás así, emplear estos alimentos para poder administrarle tratamientos medicamentosos.
menos posibilidades habrá de que se convierta en un gato exigente cuando sea adulto, y a la inversa. Por otra parte, si él obtiene siempre algo de comer cuando lo reclama o si se le reemplaza en todas las ocasiones una ración que no sea de su gusto, se convertirá con el tiempo en un gato cada vez más exigente y “caprichoso”. Por fin, un gato puede rehusar un plato que hasta el momento había apreciado si su consumo se asocia con una experiencia desagradable (miedo durante la comida, vómitos…).
LOS OLORES ABREN EL APETITO La toma de alimentos en el gato está condicionada en principio por el aroma del alimento, seguido inmediatamente por su gusto. Una perturbación del olfato por una rinitis (coriza) o la presencia de un olor de detergente en el plato induce anorexia ¡incluso si se trata de sus croquetas preferidas!
Coloca siempre su plato en un lugar limpio y tranquilo, lejos de su bandeja de arena, fuera del alcance de las fauces de los perros con los que conviva. No cedas a la tentación de cambiar sistemáticamente de marca de alimento si rehúsa su paté. Dejáselo a libre disposición con una pequeña ración de croquetas: volverá a comerlo cuando sienta verdaderamente hambre.
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CAPÍTULO 1 • ALIMENTACIÓN
CAPÍTULO CAPÍTULO 1 •1LA• ALIMENTACIÓN
“El gato nunca tiene sed” ¿Para qué quiere tu gato un bol para el agua? Si apenas lo mira cuando te va siguiendo por la cocina. Comparado con el recipiente del perro, su nivel de agua no baja apenas durante el día. Terminarás por preguntarte por su verdadera utilidad.
¡Ojo, tu gato no es hidrófobo! Para comprender mejor El gato doméstico desciende del gato salvaje africano, animal originario del desierto. Ha conservado de su ancestro la particularidad de ser un sobrio bebedor y la capacidad de concentrar la orina. En realidad, en la naturaleza, puede obtener la mayor parte del agua que necesita su organismo a partir del consumo de sus presas (que contienen un 60% de agua). En la vivienda, su sed está relacionada con el tipo de alimento que se le proporciona. Un gato alimentado con patés y latas bebe menos de 10 veces por día: esto es difícil de observar por su propietario que piensa, consecuentemente, que su mascota no bebe. Por el contrario, si como croquetas, bebe brevemente de 10 a 20 veces por día, a menudo tras una comida. No se puede establecer,
por lo tanto, una norma fija sobre la hidratación en la especie felina. Y más observando que sus necesidades de agua están también en función de la temperatura ambiente, de su edad o de su estado fisiológico (los gatitos, las gatas lactantes y los gatos de edad avanzada beben más), de la composición de su ración (los alimentos salados aumentan la sed) o de la toma de algunos medicamentos (corticoides, diuréticos, hormonas…).
¿AGUA O LECHE? La leche debe estar considerada como un alimento y no como una bebida. No puede reemplazar al agua. Además de los problemas digestivos que puede causar, constituye un aporte de calorías.
¿Qué puedes hacer? Pon siempre a disposición de tu gato un bol de agua fresca al lado de su plato de comida. Cambia el agua 1 o 2 veces cada día. Proporciónale agua del grifo o, si no le gusta su sabor, agua de una fuente. Las aguas minerales deben ser evitadas, sobre todo en los animales enfermos o en individuos con cálculos urinarios, pues son demasiado rica en sales minerales. Aclarad bien el bol de agua después de haberlo lavado. Tu felino detecta cualquier rastro de detergente y puede rehusar la bebida. Son preferibles los
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recipientes fabricados en acero inoxidable, en vidrio o en porcelana. Los de plástico tienen el inconveniente de que se impregnan de olores desagradables para el gato y son más difíciles de limpiar. Consulta al veterinario lo más rápidamente posible si observas algún cambio en la toma de bebida: aumento de la sed y micciones frecuentes son a menudo los primeros signos de una enfermedad (infección, diabetes, insuficiencia renal o hepática, hipertiroidismo…).
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CAPÍTULO 1 • ALIMENTACIÓN
CAPÍTULO CAPÍTULO 1 •1LA• ALIMENTACIÓN
“El gato nunca tiene sed” ¿Para qué quiere tu gato un bol para el agua? Si apenas lo mira cuando te va siguiendo por la cocina. Comparado con el recipiente del perro, su nivel de agua no baja apenas durante el día. Terminarás por preguntarte por su verdadera utilidad.
¡Ojo, tu gato no es hidrófobo! Para comprender mejor El gato doméstico desciende del gato salvaje africano, animal originario del desierto. Ha conservado de su ancestro la particularidad de ser un sobrio bebedor y la capacidad de concentrar la orina. En realidad, en la naturaleza, puede obtener la mayor parte del agua que necesita su organismo a partir del consumo de sus presas (que contienen un 60% de agua). En la vivienda, su sed está relacionada con el tipo de alimento que se le proporciona. Un gato alimentado con patés y latas bebe menos de 10 veces por día: esto es difícil de observar por su propietario que piensa, consecuentemente, que su mascota no bebe. Por el contrario, si como croquetas, bebe brevemente de 10 a 20 veces por día, a menudo tras una comida. No se puede establecer,
por lo tanto, una norma fija sobre la hidratación en la especie felina. Y más observando que sus necesidades de agua están también en función de la temperatura ambiente, de su edad o de su estado fisiológico (los gatitos, las gatas lactantes y los gatos de edad avanzada beben más), de la composición de su ración (los alimentos salados aumentan la sed) o de la toma de algunos medicamentos (corticoides, diuréticos, hormonas…).
¿AGUA O LECHE? La leche debe estar considerada como un alimento y no como una bebida. No puede reemplazar al agua. Además de los problemas digestivos que puede causar, constituye un aporte de calorías.
¿Qué puedes hacer? Pon siempre a disposición de tu gato un bol de agua fresca al lado de su plato de comida. Cambia el agua 1 o 2 veces cada día. Proporciónale agua del grifo o, si no le gusta su sabor, agua de una fuente. Las aguas minerales deben ser evitadas, sobre todo en los animales enfermos o en individuos con cálculos urinarios, pues son demasiado rica en sales minerales. Aclarad bien el bol de agua después de haberlo lavado. Tu felino detecta cualquier rastro de detergente y puede rehusar la bebida. Son preferibles los
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recipientes fabricados en acero inoxidable, en vidrio o en porcelana. Los de plástico tienen el inconveniente de que se impregnan de olores desagradables para el gato y son más difíciles de limpiar. Consulta al veterinario lo más rápidamente posible si observas algún cambio en la toma de bebida: aumento de la sed y micciones frecuentes son a menudo los primeros signos de una enfermedad (infección, diabetes, insuficiencia renal o hepática, hipertiroidismo…).
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“El gato prefiere el pescado a otros alimentos” Gambas, atún en lata, filetes de merluza, Tu gato se vuelve loco por los productos del mar y hace ascos a las croquetas de buey. ¿Es este un comportamiento normal?
No, tan sólo se trata de una cuestión de gusto. Para comprender mejor Dibujos, pinturas, caricaturas, publicidad… el gato es a menudo representado con un pescado o una espina de pescado en la boca. Algo extraño, cuando este animal ha sido considerado durante siglos un cazador de ratones ¡sin grandes dotes de pescador! Si nuestros felinos domésticos aprecian en su mayor parte el pescado y los frutos del mar, especialmente las gambas, no quiere decir que los prefieran al resto. Se trata de una cuestión de gusto, ¡y todos los sabores de los alimentos están en la naturaleza! Las preferencias alimentarias se adquieren durante la infancia. Para sobrevivir en la naturaleza, el gato debe adaptar su régimen alimentario a su medio de vida, y la educación tiene mucho que ver. Un gato nacido en un puerto comerá generalmente
¿Qué puedes hacer? Evita dar todos los días a tu gatito pescado o gambas, porque existe el riesgo de que se “enganche” a este tipo de dieta y más tarde no quiera comer otro tipo de alimento. Como los regímenes, “todo hígado” (ver pág. 23) o “todo carne” (ver pág. 21), el régimen “todo pescado” es peligroso para su salud. Ofrécele todo tipo de alimentos (de origen animal y vegetal), con texturas diferentes (alimento fresco, croquetas, mousse, tarrinas…), conservando un alimento especial para su crecimiento como ración de base. Una vez adulto, el gato se mostrará mucho más práctico en sus gustos alimentarios.
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pescado, ya que su madre le ofrecerá este tipo de dieta. Los animales alimentados con productos cárnicos durante su crecimiento, corren el riesgo de odiar el pescado toda su vida. En cualquier caso, hay una gran variación individual en relación a la dieta, no obstante ningún estudio, de los numerosos realizados hasta el momento a este respecto, ha podido demostrar en el gato una preferencia innata mayor por el pescado, que por la carne o viceversa.
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Entre nosotros Personalmente, aconsejo cocer siempre el pescado. Si está crudo, su carne y aún más sus vísceras pueden contener una cantidad elevada de tiaminasas, enzimas que destruyen la vitamina B1. Un gato que consume regularmente pescado crudo corre el riesgo de sufrir problemas nerviosos consecuencia de la carencia de esta vitamina. Además, el pescado crudo mal conservado puede ser una fuente importante de histamina, molécula responsable de las reacciones alérgicas.
No añadas migas de atún a las croquetas o tarrinas para aumentar su apetecibilidad, ya que desequilibras la ración y anulas todos los esfuerzos de los nutricionistas que han formulado el alimento.
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“Al gato le gusta todo lo que es dulce” Cuando te comes un postre de crema o un yogur azucarado, tu gato espera con impaciencia su momento de gloria: relamer el envase. ¿Le gustan los mismos dulces que a ti?
En realidad, apenas es sensible al azúcar. Para comprender mejor A diferencia del perro, jamás verás a un gato lamer el azúcar en polvo que ha caído al suelo, ya que la sacarosa lo deja indiferente. ¿Es menos goloso? En efecto, su sentido del gusto está cuatro veces menos desarrollado (tiene menos papilas gustativas) y es más selectivo que el del perro. Mientras el perro posee capacidades gustativas equivalentes a las del hombre, siendo capaz de distinguir cuatro sabores base (amargo, salado, dulce y ácido), el gato posee una sensibilidad superior a los sabores ácidos, amargos y salados. Por el contrario, el sabor dulce no es detectado por esta especie al carecer de las papilas gustativas sensibles a dicho sabor. Esta es la razón por la que el gato no se ve atraído por el azúcar de los alimentos, sino quizás por otros ingredientes asociados (la nata de la crema pastelera, la leche del yogur azucarado, la mantequilla de la tarta de chocolate…).
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Entre nosotros El chocolate, y más concretamente el cacao, es tóxico para el gato, al igual que lo es para el perro. Es responsable de problemas digestivos, cardiacos y nerviosos que pueden tener un desenlace fatal. Desconfía del helado de chocolate, del batido de leche, del chocolate líquido, y de los postres de chocolate en general que estén al alcance de tu gato y pueda probarlos.
¿Qué puedes hacer? Nunca le ofrezcas alimentos que contienen azúcar (postres lácteos azucarados, helados, yogures azucarados, pastas, bollería…). Incluso en pequeñas cantidades desequilibran su alimentación, pueden causarle problemas digestivos, le predisponen a la diabetes y algo excepcional en los gatos, ¡a las caries! Evita siempre añadir sal a su comida: el gato detecta perfectamente el contenido natural de sal de la carne y del pescado. Al igual que ocurre en las personas, una alimentación con exceso de sal es nociva para su salud.
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CAPÍTULO 3 • SALUD
CAPÍTULO 3 • SALUD
“No es necesario vacunar a un gato que no sale al exterior”
“Un gato vacunado no puede caer enfermo”
Salir para un gato, es arriesgarse a sufrir un accidente de coche, coger frío bajo la lluvia y contraer enfermedades a causa del contacto con sus congéneres. En la vivienda, tu animal está protegido de todo. ¿Entonces para qué vacunarlo?
Cada vez que tu gato estornuda ruidosamente, dudas de la eficacia de las vacunas. Después de todo, un animal vacunado debería estar protegido contra todas las enfermedades y presentar siempre un perfecto estado de salud.
El riesgo cero no existe.
¡No está a salvo de todos los microbios!
Para comprender mejor
Para comprender mejor
El gato está, posiblemente, en posición de convertirse en el animal del siglo XXI. En Francia su población sobrepasa ya a la de los perros. No obstante, su nivel de atención veterinaria y sobre todo de vacunación está muy por debajo del nivel de la especie canina.
¿Lo sabías? En los viajes, para tener derecho a un pasaporte europeo que le permita circular libremente por los países de la Unión Europea, tu gato debe estar previamente identificado (microchip o tatuaje) y vacunado contra la rabia.
Solamente un gato de cada 2 que atraviesa la puerta de una consulta veterinaria será vacunado.
¿Qué puedes hacer?
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La negligencia o el precio no explican del todo esta situación. En realidad, muchos propietarios no comprenden la utilidad de una vacuna en un animal que sale poco al exterior. Sin embargo, el gato puede ser portador desde su infancia de bacterias y virus que, ante la menor bajada de las defensas naturales, aprovechan para multiplicarse. Es el caso por ejemplo de los microbios responsables de la coriza (una especie de catarro del gato). Además, algunos virus resisten tanto tiempo en el medio ambiente que el propietario –el cual sí que sale– puede trasmitírselos a través de sus manos o de la suela de sus zapatos. Por otra parte, un gato urbano puede tener la oportunidad en algún momento de su vida de coincidir con otros gatos durante un fin de semana en el campo o durante su estancia en una guardería.
Numerosas enfermedades infecciosas y contagiosas amenazan la salud, incluso la vida de nuestros gatos. La mejor arma para luchar contra ellas es la prevención. Diferentes vacunas felinas han sido puestas a punto para protegerles contra algunas de estas enfermedades. ¡Contra algunas, y no contra todas! El principio de la vacunación se basa en inocular en el organismo un microbio al cual se le ha privado de su poder patógeno, la vacuna. El objetivo que se busca es estimular al sistema inmunitario para que fabrique sus propias defensas, los anticuerpos, que reaccionarán rápidamente contra el microbio en cuestión el día en el que el gato se infecte realmente. Los anticuerpos sintetizados tienen una acción específica sobre un agente pató-
Un gato de interior debería estar vacunado contra el tifus, la coriza y la clamidiosis (estas vacunas están mezcladas en una misma dosis. La primovacunación se realiza mediante 2 inyecciones con un mes de intervalo desde la edad de 2 meses. Los recuerdos vacunales son anuales durante toda la vida del gato. Si existe riesgo de que el gato tenga contacto con gatos extraños, vacúnale además frente a la leucosis. Para los viajes al extranjero, en las guarderías felinas o en los camping, la vacunación antirrábica es obligatoria.
Actualmente en Francia, un gato puede ser vacunado contra el herpesvirus y el calicivirus (coriza), la clamidiosis, la leucemia y la rabia. El tuyo no tendrá posiblemente necesidad de todas estas vacunas: la elección dependerá de sus condiciones de vida y de los riesgos infecciosos inherentes. El veterinario puede decidir aplicar un programa vacunal adaptado a tu animal y modificarlo si los acontecimientos lo requieren (por ejemplo un gato de interior que se traslada a una casa con jardín). La protección conferida por una vacuna no es eterna: dura de media 1 año para la casi la totalidad de las vacunas. Des-
¿Qué puedes hacer?
geno concreto n y no sobre otro. En teoría, vacunar contra un virus determinado (o una bacteria) no protege frente a las infecciones ocasionadas por otros virus (o bacterias). ¡Vacunar contra la rabia no protege de un enfriamiento! De todas maneras, los individuos vacunados regularmente serían menos frágiles frente a los riesgos infecciosos ya que la vacunación estimula el conjunto de las defensas naturales.
“
Entre nosotros Os invito a que vacunes correctamente a una futura gata madre, esto es primordial para la buena salud de los gatitos. Una gata vacunada producirá una primera leche (calostro) rica en anticuerpos que, absorbidos por los recién nacidos, les protegerán durante las primeras semanas de su vida.
PIENSA EN LAS VACACIONES La primovacunación contra la rabia se efectúa con una sola inyección y da derecho a la expedición de un certificado oficial sellado por el veterinario y válido desde un mes después y durante un año. Si vas a atravesar la frontera con tu gato no lo vacunes a última hora, sino un mes antes. pués de la primovacunación en una (para la rabia) o dos inyecciones (para otras vacunas), el recuerdo es anual… y durante toda la vida del gato.
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CAPÍTULO 3 • SALUD
CAPÍTULO 3 • SALUD
“No es necesario vacunar a un gato que no sale al exterior”
“Un gato vacunado no puede caer enfermo”
Salir para un gato, es arriesgarse a sufrir un accidente de coche, coger frío bajo la lluvia y contraer enfermedades a causa del contacto con sus congéneres. En la vivienda, tu animal está protegido de todo. ¿Entonces para qué vacunarlo?
Cada vez que tu gato estornuda ruidosamente, dudas de la eficacia de las vacunas. Después de todo, un animal vacunado debería estar protegido contra todas las enfermedades y presentar siempre un perfecto estado de salud.
El riesgo cero no existe.
¡No está a salvo de todos los microbios!
Para comprender mejor
Para comprender mejor
El gato está, posiblemente, en posición de convertirse en el animal del siglo XXI. En Francia su población sobrepasa ya a la de los perros. No obstante, su nivel de atención veterinaria y sobre todo de vacunación está muy por debajo del nivel de la especie canina.
¿Lo sabías? En los viajes, para tener derecho a un pasaporte europeo que le permita circular libremente por los países de la Unión Europea, tu gato debe estar previamente identificado (microchip o tatuaje) y vacunado contra la rabia.
Solamente un gato de cada 2 que atraviesa la puerta de una consulta veterinaria será vacunado.
¿Qué puedes hacer?
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La negligencia o el precio no explican del todo esta situación. En realidad, muchos propietarios no comprenden la utilidad de una vacuna en un animal que sale poco al exterior. Sin embargo, el gato puede ser portador desde su infancia de bacterias y virus que, ante la menor bajada de las defensas naturales, aprovechan para multiplicarse. Es el caso por ejemplo de los microbios responsables de la coriza (una especie de catarro del gato). Además, algunos virus resisten tanto tiempo en el medio ambiente que el propietario –el cual sí que sale– puede trasmitírselos a través de sus manos o de la suela de sus zapatos. Por otra parte, un gato urbano puede tener la oportunidad en algún momento de su vida de coincidir con otros gatos durante un fin de semana en el campo o durante su estancia en una guardería.
Numerosas enfermedades infecciosas y contagiosas amenazan la salud, incluso la vida de nuestros gatos. La mejor arma para luchar contra ellas es la prevención. Diferentes vacunas felinas han sido puestas a punto para protegerles contra algunas de estas enfermedades. ¡Contra algunas, y no contra todas! El principio de la vacunación se basa en inocular en el organismo un microbio al cual se le ha privado de su poder patógeno, la vacuna. El objetivo que se busca es estimular al sistema inmunitario para que fabrique sus propias defensas, los anticuerpos, que reaccionarán rápidamente contra el microbio en cuestión el día en el que el gato se infecte realmente. Los anticuerpos sintetizados tienen una acción específica sobre un agente pató-
Un gato de interior debería estar vacunado contra el tifus, la coriza y la clamidiosis (estas vacunas están mezcladas en una misma dosis. La primovacunación se realiza mediante 2 inyecciones con un mes de intervalo desde la edad de 2 meses. Los recuerdos vacunales son anuales durante toda la vida del gato. Si existe riesgo de que el gato tenga contacto con gatos extraños, vacúnale además frente a la leucosis. Para los viajes al extranjero, en las guarderías felinas o en los camping, la vacunación antirrábica es obligatoria.
Actualmente en Francia, un gato puede ser vacunado contra el herpesvirus y el calicivirus (coriza), la clamidiosis, la leucemia y la rabia. El tuyo no tendrá posiblemente necesidad de todas estas vacunas: la elección dependerá de sus condiciones de vida y de los riesgos infecciosos inherentes. El veterinario puede decidir aplicar un programa vacunal adaptado a tu animal y modificarlo si los acontecimientos lo requieren (por ejemplo un gato de interior que se traslada a una casa con jardín). La protección conferida por una vacuna no es eterna: dura de media 1 año para la casi la totalidad de las vacunas. Des-
¿Qué puedes hacer?
geno concreto n y no sobre otro. En teoría, vacunar contra un virus determinado (o una bacteria) no protege frente a las infecciones ocasionadas por otros virus (o bacterias). ¡Vacunar contra la rabia no protege de un enfriamiento! De todas maneras, los individuos vacunados regularmente serían menos frágiles frente a los riesgos infecciosos ya que la vacunación estimula el conjunto de las defensas naturales.
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Entre nosotros Os invito a que vacunes correctamente a una futura gata madre, esto es primordial para la buena salud de los gatitos. Una gata vacunada producirá una primera leche (calostro) rica en anticuerpos que, absorbidos por los recién nacidos, les protegerán durante las primeras semanas de su vida.
PIENSA EN LAS VACACIONES La primovacunación contra la rabia se efectúa con una sola inyección y da derecho a la expedición de un certificado oficial sellado por el veterinario y válido desde un mes después y durante un año. Si vas a atravesar la frontera con tu gato no lo vacunes a última hora, sino un mes antes. pués de la primovacunación en una (para la rabia) o dos inyecciones (para otras vacunas), el recuerdo es anual… y durante toda la vida del gato.
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