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Yucatecos en el extranjero
TERCERA GENERACIÓN DE UNA FAMILIA DE NEUROCIRUJANOS
Uno de los yucatecos que están triunfando en el extranjero gracias a su trabajo y dedicación es el Dr. y Neurocirujano Raúl Cárdenas, ex alumno egresado de la escuela Rogers en la ciudad de Mérida a quien tuvimos el gusto de entrevistar y nos habló sobre su exitosa trayectoria.
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La oportunidad de emigrar a otro país surgió durante su último año de Preparatoria. Su señor padre le preguntó si le interesaba cursar sus estudios superiores fuera de México, tal como él lo había hecho. Le respondió que sí, a lo que su papá le brindó todo su apoyo. Sin embargo, él tenía que hacer todos los trámites correspondientes.
“EN ESOS ENTONCES NO EXISTÍA EL INTERNET, ASÍ QUE TUVE QUE AVERIGUAR LOS TELÉFONOS DE UNIVERSIDADES QUE ME HABÍAN INTERESADO PARA PEDIRLES QUE ME MANDARAN SUS FORMAS DE APLICACIÓN. ME COSTÓ MUCHO TRABAJO, YA QUE NO EXISTÍA UN CONVENIO INTERNACIONAL EN ESA ÉPOCA ENTRE MI PREPARATORIA Y NINGÚN OTRO COLEGIO”, RECORDÓ.
Se contactó con distintas Universidades y le informaron acerca de sus procesos de aplicación. Cuando por fin recibió los documentos y tras haberlos llenado, tuvo que ir a México a tomar un examen de admisión llamado ACT. Además, también presentó el examen TOEFL para demostrar su dominio en el idioma inglés.
Tras ser aceptado en Christian Brothers University en Memphis, Tennessee, se mudó a los Estados Unidos en 1993. Entre el penúltimo y último año de la carrera tuvo que presentar el MCAT, examen estandarizado nacional para la admisión a cualquier Facultad de Medicina. Una vez admitido, completó su formación académica en Nashville, TN, pero a mitad de su carrera presentó los exámenes de proficiencia (el USMLE Step I y II). Comenzó el proceso de aplicaciones para plazas de entrenamiento o residencia, siendo este proceso un poco más arduo y competitivo. Después de terminar con todas las entrevistas y con la etapa de “matching, lo admitieron para efectuar el entrenamiento/residencia en neurocirugía en el Departamento de Neurocirugía en Louisiana State University- Health Science Center, que fue impartido por el Dr. Anil Nanda, uno de los líderes mundiales en cirugía de base de cráneo.
“Me tardé 7 años en completar esta especialidad, pero adquirí una gran cantidad de casos neuroquirúrgicos. Mi entrenamiento culminó con más de 2500
casos primarios. Posteriormente, opté por un octavo año en súper especialización en el campo de Cirugía de Columna Compleja y Mínimamente Invasiva con el Dr. Kevin T. Foley, inventor de dichas técnicas e instrumentos especializados requeridos para realizar dichos procedimientos. El ‘fellowship’ que le llaman dura un año”, nos dijo. Cuando terminó con todos los estudios e inició a ejercer la profesión, recaudó 2 años más de casos con todos los datos clínicos y de imagenología, fue sometido a la sociedad de neurocirujanos para ser evaluado. Al considerarlo un candidato cuerdo y competente, le otorgaron una fecha para presentar la examinación oral por 3 neurocirujanos diferentes, siendo el examen oral del American Board of Neurological Surgeons (ABNS) el último obstáculo que libra un neurocirujano en EUA.
“Mi carrera se divide en dos fases: la fase de preparación y la fase de ejercicio. Durante la primera fase hay muchas desveladas, muchos días parecen que nunca acabaran porque hay un sinfín de exámenes y pruebas. A pesar de haber sido difícil, las recuerdo con mucho cariño”, comentó.
Su carrera profesional al principio en
EUA fue muy difícil al empezar desde cero y sin ayuda de nadie porque no conocía gente. Conforme estaba estudiando conoció personas nuevas y el proceso se volvió más fácil. Se percató que lo único que facilita el avance profesional son los logros académicos.
Su primer trabajo fue de “Assistant Professor” en el Memorial Hermann Hospital at the Houston Medical Center, en UT Houston. En 2004 se mudó a Memphis, TN para trabajar en The Semmes-Murphey Clinic, una de las clínicas neuroquirúrgicas más grandes de EUA, igual bajo el título que ya había desempeñado anteriormente. Actualmente sirve en una variedad de comités tanto a nivel institucional, universitario y hospitalario, los cuales se encargan en ver la mejoría de su “performance” como médico, en lo individual y como sistema hospitalario en colectivo. Igualmente, forma parte de la brigada de neurocirujanos que se encarga de todos los pacientes que sufren Neuro-trauma severo y que son trasladados al “Elvis Presley Trauma Center”, clínica que realiza operaciones complejas de reconstrucción espinal como cirugías para pacientes que sufren trauma craneoencefálico. Asimismo, lleva a cabo intervenciones quirúrgicas de columna mínimamente invasiva, robótica y para corregir deformidad degenerativa. Al año realiza entre 350 a 400 cirugías. De igual manera, ha contribuido con publicaciones de manuscritos científicos y presentaciones científicas a nivel nacional e internacional. Adicionalmente, ha sido educador de los futuros neurocirujanos, actividad que le llena de orgullo porque de este modo puede transmitir sus conocimientos a las futuras generaciones que aprendió de su padre y su abuelo, debido a que ambos fueron neurocirujanos.
Por último, se despidió con la siguiente frase: “el que persevera, ¡alcanza!”.