IN x Paulina Mérigo

LA BELLEZA NO ES NECESARIAMENTE ESTÉTICA Y ARMÓNICA, SINO CAMBIANTE.

El término belleza nos remonta a la Edad Media donde se consideraba bello a todo aquello que era armónico y quw mantenía proporciones. Esta idea fue cambiando a lo largo de los siglos cuando se empezó a dar importancia a lo subjetivo, es decir, al espectador y a sus gustos personales.

De cánones rígidos y estructurados, a una visión de mayor apertura para encontrar la perfección en lo imperfecto, ahora sabemos que es la cultura la que impone sus códigos y que estos cambian y se modifican. Bello puede ser todo, lo extravagante, lo inusual, perfecto e imperfecto y está basado en la independencia de cada persona que lo contempla.

Rita Hayworth fue la imagen ideal de belleza de los años 40. Su estilo de cabello y maquillaje marcó una tendencia absoluta en esta década. En los 50, los íconos de belleza fueron la francesa Brigitte Bardot y la británica Audrey Hepburn, quien afirmaba que la belleza exterior era un reflejo de la belleza interior. Su rol en “Breakfast at Tiffany’s” dejó en claro el estilo de esta bella actriz: elegancia, delicadeza y delgadez. Por el contrario, Marilyn Monroe emanaba glamour con su cabellera rubia platinada, su cuerpo curvilíneo, sus labios rojos y vestidos entallados.

A partir de los años 50, el ideal de una mujer bella tenía que ver con labios carnosos, cuerpos voluptuosos y femineidad hasta que la modelo británica Twiggy hizo su aparición en la década de los 60, transformando por completo el ideal de belleza femenino. La delgadez se volvió en un ícono para toda una generación, junto con el look andrógino, sus delgadas piernas, el pelo corto

rubio, sus grandes ojos redondos marcados con pestañas postizas y con tan solo 16 años se convirtió en un emblema.

El ideal de belleza de los 70 estaba destacado por el bronceado, las melenas, el cuerpo delgado y tonificado. Figuras atléticas con poco maquillaje eran las modelos a seguir de aquella época. La actriz Farrah Fawcett es considerada como una de las mujeres más bellas de esa década. La llegada de los años 80 trajo consigo la excentricidad y los excesos: hombros extra large y cintura extra fina resultaban el hit de la década. Las mujeres fueron tomando el poder, empezaron a trabajar y lo afirmaron claramente, es la década en la que surge la “mujer de los negocios”. Se llevaban las uñas largas con manicura roja escarlata y los brushings. Lo importante era brillar y llamar la atención. Madonna fue un claro modelo a seguir durante esta década. El fin de esta época marca el inicio de la era de las “súper modelos” que rige hasta la actualidad. Kate Moss, Claudia Schiffer, Naomi Campbell y Cindy Crawford que son las reinas indiscutibles.

Con el inicio del tercer milenio, la belleza se convirtió en sinónimo de delgadez con modelos como Kate Moss y Cara Delevingne con sus cuerpos ausentes de curvas. Por otro lado, actrices como Keira Knightley o Natalie Portman son claros ejemplos de esta tendencia. Con el paso de la primera década del año 2000, se empieza a reivindicar esta tendencia con mujeres con curvas y siluetas definidas tales como Jennifer Lopez, Beyoncé o Scarlett Johansson. Modelos como Heidi Klum o Gisele Bündchen igualmente resultan íconos esta época, sin olvidar mencionar a otras más jóvenes como Gigi Hadid y Kendall Jenner, que marcan el fin de la era “90-60-90”.

La tecnología, la globalización, las redes sociales, el Photoshop, los blogs y las it girls son los nuevos dictadores de los ideales de belleza, ¡ahora sí que vale todo! Cada vez son más mujeres se identifican con cuerpos naturales al rechazar la delgadez extrema. Es ahora El gusto se rompe en géneros y la belleza también. Las siguientes culturas tienen estándares de belleza que al resto del mundo le parecen sumamente sorprendentes. En la mayoría de los países asiáticos es común que las personas con piel muy pálida resulten sumamente atractivas, lo que ha hecho que existan miles de productos en el mercado que ayuden a aclarar la piel. Esto contrasta con los gustos de algunos países de Europa y algunas regiones de Estados Unidos, donde hombres y mujeres suelen broncearse artificialmente, pues les parece un tono atractivo. En Tailandia se prefiere que las mujeres sean delgadas y pequeñas. Inclusive, las chicas buscan tener senos pequeños, algo que no pasa en todo el mundo, donde las cirugías de busto son las más solicitadas. En Etiopía, la tribu de “Los Mursi” tiene un estándar de belleza poco usual, las mujeres más atractivas tienen labios grandes, pero no con fillers, sino se colocan enormes discos de cerámica o madera dentro de su boca. Esto genera que eventualmente la boca y los labios de las mujeres se vayan deformando, hasta tomar grandes proporciones. Este ritual de belleza se lleva a cabo a partir de los 15 años de edad. También en este país africano las cicatrices son sumamente atractivas, ya que son consideradas adornos hermosos para el cuerpo humano e incluso, se autoinfligen heridas para provocar estas marcas.

Hoy son muchas más mujeres y hombres que rompen un solo patrón de belleza “convencional” y nos deleitan con sus rasgos únicos que les dan una singular distinción. Al final la belleza es el reflejo de un todo interior.

Estándares de belleza alrededor del mundo

cuando se comienza a conceder espacio a la gente que está fuera del ideal de belleza antiguo, tienen sus propios ideales y sus propias reglas. El ideal de belleza de hoy es ser fiel a uno mismo, a su naturaleza, a su belleza natural, su estilo y lo que cada uno considera bello. Lo importante es estar feliz con uno mismo.

Winnie Harlow es la más reconocida de estos modelos al poseer una belleza impresionante, aunque su principal atractivo está en el vitíligo, una enfermedad que provoca que la piel pierda pigmentación en ciertas áreas. Winnie se ha convertido en uno de los ángeles de la marca de lencería Victoria’s Secret. Nastya Zhidkova es una reconocida modelo con una condición muy poco común: el albinismo. Ella ha sabido explotarlo al máximo, sabe que es parte de su belleza. La modelo ha sido nombrada como una de las más hermosas del mundo. Esta distinción y su indudable talento han originado que tenga contratos con importantes agencias de la industria. Diandra Forrest es otra exitosa modelo quien igual es albina, sin embargo, resalta por ser una mujer de origen afroamericano, por lo que su piel llama aún más la atención. Madeline Stuart no tuvo miedo a mostrarse al mundo tal y cómo es. Su sueño se hizo realidad cuando tenía tan sólo 20 años, pero no fue nada fácil pues tuvo que enfrentarse a los prejuicios y a la discriminación debido a que tiene Síndrome de Down. Lamentablemente, aún son muchas las personas que tienen una mente cerrada. Comenzó con la ayuda de su madre al subir hermosas fotografías en su cuenta de Instagram. A partir de ese instante, las imágenes llegaron a manos de diversas agencias y la modelo ahora tiene contratos con importantes marcas. Khoudia Diop, modelo de origen senegalés es reconocida internacionalmente por su piel intensamente oscura. Maeva Giani Marshall se ha desta-

cado por lucir con orgullo las manchas que se encuentran en su rostro. Esta pigmentación surgió después de una reacción alérgica que Maeva tuvo tras sufrir un infarto. En múltiples ocasiones, la modelo ha dicho «Mi belleza no tiene nada que esconder». Molly Bair llegó para revolucionar la industria de la moda. Su rostro se distingue por ser sumamente afilado, además de que sus orejas son grandes. Ella ama cada uno de sus rasgos. En el colegio recibía apodos como «rata», «alíen» o «mantis religiosa», no obstante, esos insultos no impidieron que alcanzara al éxito. Hari Nef ha hecho historia, al ser la primera modelo transgénero en sumarse a las pasarelas más importantes del mundo. Tiene 23 años y ha sido rostro de marcas como L’Oréal. Siguiendo sus pasos, Andreja Pejic es

una de las modelos más famosas por sus facciones andróginas que le han permitido trabajar tanto para moda femenina como masculina, cautivando al público y a múltiples diseñadores como Jean Paul Gaultier, John Galliano, Paul Smith o Raf Simons.

Las modelos “curvy” más que una talla, son mujeres que han roto estereotipos en la moda y el mejor ejemplo es Ashley Graham quien se distingue por ser una modelo denominada como talla extra o plus size. Es fiel promotora del body positive. Ha sido imagen de revistas como Vogue, Harper’s Bazaar, Glamour y Elle. Daphne Selfe inició su carrera como modelo a los 70 años y actualmente tiene 90. Su cuerpo y belleza no le piden nada a modelos más jóvenes. Ha posado para Mario Testino y Nick Knight. De igual manera ha participado en campañas publicitarias de Olay, Nivea y Dolce & Gabbana.

Cassandra Naud es una mo-

delo de origen canadiense que resulta una verdadera inspiración para todos sus seguidores. Ella nació con el Nevo de Becker en el rostro, una marca de nacimiento muy evidente y la cual está cubierta de vellos.

Cada día estamos más conscientes que no hay UN solo patrón de BELLEZA, cada característica, cicatriz y rasgo de nuestro cuerpo ya no es motivo de humillación sino todo lo contrario, es un rasgo distintivo que nos hace ser únicos y especiales.

La belleza radica en saber valorar y agradecer cada parte de nuestro cuerpo, incluyendo nuestros pensamientos y sentimientos.

PAULINA MÉRIGO

Publirrelacionista enfocada en el sector de lujo.

Soy Licenciada en Relaciones Internacionales, egresada de la Universidad Iberoamericana en la CDMX. Estudié en Parsons School en Nueva York, y con un internship en Víctor Alfaro Studio NY. Yucatán me ha dado la oportunidad de desarrollarme en los rubros que más me gustan; el arte y la moda, organizando subastas, ventas privadas y eventos. Me encanta el poder contribuir y apoyar distintas marcas mexicanas y emergentes en nuestra ciudad en redes sociales. Ha sido un orgullo trabajar y colaborar con las más reconocidas y exclusivas marcas como: Ultrafemme, Irori, Fendi, Adolfo Domínguez, Dupuis, Prada, Porfirio’s, Longchamp, Montblanc, entre otras. Me interesa conocer y aprender de todo, cultura, viajes, arte, mercadotecnia, negocios, e innovación. Son temas que leía y quería trasmitirlo, por eso decidí empezar a escribir.

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