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LA BELLEZA NO ES NECESARIAMENTE ESTÉTICA Y ARMÓNICA, SINO CAMBIANTE.
El término belleza nos remonta a la Edad Media donde se consideraba bello a todo aquello que era armónico y quw mantenía proporciones. Esta idea fue cambiando a lo largo de los siglos cuando se empezó a dar importancia a lo subjetivo, es decir, al espectador y a sus gustos personales.
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e cánones rígidos y estructurados, a una visión de mayor apertura para encontrar la perfección en lo imperfecto, ahora sabemos que es la cultura la que impone sus códigos y que estos cambian y se modifican. Bello puede ser todo, lo extravagante, lo inusual, perfecto e imperfecto y está basado en la independencia de cada persona que lo contempla.
Rita Hayworth fue la imagen ideal de belleza de los años 40. Su estilo de cabello y maquillaje marcó una tendencia absoluta en esta década. En los 50, los íconos de belleza fueron la francesa Brigitte Bardot y la británica Audrey Hep52 ALÓ | @RevistaAló
burn, quien afirmaba que la belleza exterior era un reflejo de la belleza interior. Su rol en “Breakfast at Tiffany’s” dejó en claro el estilo de esta bella actriz: elegancia, delicadeza y delgadez. Por el contrario, Marilyn Monroe emanaba glamour con su cabellera rubia platinada, su cuerpo curvilíneo, sus labios rojos y vestidos entallados. A partir de los años 50, el ideal de una mujer bella tenía que ver con labios carnosos, cuerpos voluptuosos y femineidad hasta que la modelo británica Twiggy hizo su aparición en la década de los 60, transformando por completo el ideal de belleza femenino. La delgadez se volvió en un ícono para toda una generación, junto con el look andrógino, sus delgadas piernas, el pelo corto
