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CASAS TOP
EL PINAR
LA CASONA ROSADA DEL CENTRO HISTÓRICO DE MÉRIDA
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Además de las casonas que se ubican a lo largo de la Avenida Paseo de Montejo, en las calles del centro histórico de Mérida se encuentran construcciones que forman parte de la historia de la capital yucateca. Una de las edificaciones que llaman la atención de los transeúntes es “El Pinar” ubicada en la Calle 60 por la avenida Colón del Centro Histórico y a una cuadra de Paseo de Montejo, fue construida en 1915 según en su página web oficial www.elpinar.com.mx en pleno auge henequenero en Yucatán. Sin embargo, otras fuentes mencionan que se construyó en 1905.
Sin embargo, el investigador y escritor de libros arquitectónicos, Israel Katzman, mencionó que su construcción estuvo a cargo de Pío Piacentinni y Enrico Deserti, pero de acuerdo con la Dra. Gladys Arana, el último mencionado abandonó la capital yucateca cerca de 1902 tras ser acusado de fraude en el proyecto del Teatro Peón Contreras. La investigadora recalca que existen muchas incongruencias en la carrera del arquitecto italiano que dejan entrever la autoría de edificaciones construidas por él, ya que supuestamente solo permaneció 2 años en la ciudad. No obstante, se cree que Piacentinni y Deserti edificaron la vivienda en colaboración de decoradores y escultores italianos.
Con base en información de “Mérida en la Historia”, la casona que en aquellas épocas se conectaba con el pueblo de Itzimná (hoy Parque de Itzimná), se edificó en 1905 en los terrenos aledaños que anteriormente ocuparon parte de la Villa San Lorenzo, cuya dueña era la viuda de Lorenzo Peón y madre de D. Miguel, la señora Lorenzo Peón. Fue habitada por el hacendado Miguel Peón Casares junto con su esposa Ana de Regil. dio la adquirió Humberto Peón Suárez y la habitó junto con su esposa Pilar Rosado y sus hijas. Para 1942 dicho propietario conformó la “Compañía Hotelera El Pinar”, proyecto que probablemente buscaba habilitar la casona en un hotel, tal como pasaba con una de las Casas Gemelas de Paseo de Montejo.
Mucho tiempo después, la compró Alberto Bulnes Guedea (Q.E.P.D) quien se encargó de su restauración, respetando su esencia al no estar en buenas condiciones. Posteriormente, vendió el inmueble a José Trinidad Molina Castellanos (Q.E.P.D.). Actualmente, la familia Molina es la propietaria de El Pinar que llama demasiado la atención por su característico color rosa.
Como anteriormente ya mencionamos, en su web detalla que El Pinar tiene un total de suelo de 5.057 m2, total de construcción de 1.940 m2, 6 dormitorios y baños, 3 pisos y 8 garaje para automóviles. En estas fechas es propiedad privada.