Todos conocemos a alguien enganchado a una cámara, un coche o una marca de relojes, y que comparte su pasión con otros. Pues ese ‘alguien´ forma parte de una ‘comunidad´, un concepto claramente en alza en una sociedad atomizada e infiel. Y probablemente detrás de los encuentros al que él asiste o las webs donde pasa horas, haya una marca patrocinando directa o indirectamente esa relación. Veamos cómo los eventos de comunidad pueden ser una gran oportunidad para marcas en busca de devotos, de clientes fieles, de evangelistas...