Evidencia ancestral 5

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TURISMO ARQUEOLOGÍA

PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO

LA OTRA HISTORIA

Iconografía de un Xoloitzcuintli de un códice Azteca

EL PERRO: INDICIOS DE UN SINCRETISMO 7 861 000 24348 3

No. 5 / Año 2013

GUANCAVILCA EN LA TRADICIÓN ORAL DE LA PENÍNSULA DE SANTA ELENA, ECUADOR


EDITORIAL

ÍNDICE Arqueología El Perro: Indicios de un Sincretismo Guancavilca en la tradición oral de La Península de Santa Elena, Ecuador

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Temas Fitomorfos en las Culturas Precolombinas de la Región Costa del Ecuador Una Breve Cronología

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La Verificación de autenticidad de objetos cerámicos prehispánicos y la procedencia de los artefactos Arqueológicos

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Fechas calibradas de maíz y fréjol, período de integración, yacimiento arqueologico Rumipamba – Quito

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Patrimonio Arquitectónico Curiosidades patrimoniales Primeros albores de la Conservación del Centro Histórico de Quito (1968)

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Queremos compartir con ustedes investigaciones de temas inéditos de nuestro patrimonio cultural, temas importantes y trascendentales que nos ayudan a comprender sincretismos y costumbres de los pueblos que son la base de la actual civilización ecuatoriana. EL PERRO: ese amigo inseparable y leal, a quien nuestros ancestros dieron una importancia especial por su significado, LA COMPAÑÍA IDEAL PARA CRUZAR AL OTRO MUNDO. Un tema abordado como INDICIO DE UN SINCRETISMO GUANCAVILCA EN LA TRADICIÓN ORAL DE LA PENÍNSULA DE SANTA ELENA. LOS TEMAS FITOMORFOS (formas de un vegetal o planta) EN LAS CULTURAS PRECOLOMBINAS DE LA REGIÓN COSTA DEL ECUADOR, nos recuerdan la estrecha relación del hombre con la tierra, con la naturaleza que le rodea y sus diferentes manifestaciones. ¿De dónde provienen las piezas arqueológicas? ¿Cuál es el destino? ¿Quién o quiénes las obtuvieron?, son algunas de las interrogantes que nos hacemos cuando observamos una pieza arqueológica, pero pocas veces conocemos detalles de su origen. Estos y otros cuestionamientos son analizados con profundidad, se tratan de situaciones que son importantes para entender el significado de las piezas arqueológicas y VERIFICAR LA AUTENTICIDAD DE OBJETOS CERÁMICOS PREHISPÁNICOS Y LA PROCEDENCIA DE LOS ARTEFACTOS ARQUEOLÓGICOS. Las FECHAS CALIBRADAS DE MAÍZ Y FRÉJOL, PERÍODO DE INTEGRACIÓN, YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO RUMIPAMBA – QUITO, actividades de desarrollo socioeconómicas importantes propias de una sociedad compleja en donde el maíz y el fréjol, son los protagonistas de este reporte.

Turismo Distintivo Q: La imagen de la calidad turística en Quito

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Bibliografía y notas

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Director General: Arqlo. Francisco Sánchez Flores Directora Editorial: Mag. Fanny Gómez Torres Gerente General: Lic. Paola Cadena Gómez Salinas N17-245 y Santiago Edif. FEDERICOM, Oficina 203 Telf.: 023215560 / 0980 757-697 / 0984 684-476 E-mail: grupoevidencia@andinanet.net / evidenciaancestral@yahoo.es Diseño: Diana Riera / 0984 158442 Impresión: Imprenta Riera / 2287961 - imprenta-riera@hotmail.com Quito - Ecuador

CURIOSIDADES PATRIMONIALES: ALBORES DE LA CONSERVACIÓN DEL CENTRO HISTÓRICO DE QUITO (1968). El patrimonio cultural del Ecuador, es desconocido por la mayoría de los ecuatorianos, con más razón los documentos inéditos, como es el caso de la delimitación del Centro Histórico de Quito realizado en 1968, basado en otro documento técnico de 1945 y que sirvieron para la Declaratoria de Quito, como Primer Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1978. DISTINTIVO Q: LA IMAGEN DE LA CALIDAD TURÍSTICA EN QUITO; una emprendedora iniciativa para incentivar la promoción turística en la ciudad de Quito, llevada a cabo por QUITO TURISMO. Todos, temas escogidos por su peculiaridad y por el aporte que permite entender de mejor manera la idiosincrasia de nuestro pueblo aborigen, aún latente en la vida cotidiana actual.

LOS EDITORES


El Perro: Indicios de un Sincretismo Guancavilca en la

tradición oral de La Península de Santa Elena, Ecuador1.

Lcdo. Erick X. López Reyes. Ms.C. Docente Escuela de Hotelería y Turismo-UPSE Director Proyecto Arqueológico Samarina

morial, la cultura, la experiencia, las tradiciones y la historia de una sociedad a través de relatos, cantos, oraciones, leyendas, fábulas, conjuros, mitos, cuentos, historias, consejas, etc. (Vansina, 1985) Esta historia cultural oral se transmite de generación en generación, de padres a hijos o de abuelos a nietos, desde épocas tan remotas e inmemoriales, a menudo, llegando así hasta nuestros días. Su función primordial a nivel del grupo humano que la ostenta, es la de conservar los conocimientos, valores y creencias ancestrales a través de los tiempos. (Guaillas, 1996). Dependiendo del contenido contextual del relato, se ha podido establecer una clasificación básica, a saber: Antropomórficos, Teogónicos, Escatológicos, etc. (Carvalho-Neto, 1964). Este tipo de relatos caen dentro de lo que se conoce como Folklore, que no es otra cosa que “el cuerpo de expresión de una cultura, compuesto por cuentos, música, bailes, leyendas, historia oral, proverbios, chistes, supersticiones, costumbres, artesanías y demás, común a una población concreta, incluyendo las tradiciones de dicha cultura, subcultura o grupo social” (Op.cit.). Dentro de la cultura en general y muy en particular en el campo del folklore, hay un aspecto en particular que se debe tomar en cuenta, porque tiene mucho que ver con patrones de supervivencia cultural ideológica, y es, lo sincrético. Todo aquello que está oculto o subyace dentro de otro objeto o contenido formal.

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La cultura en tanto conjunción sumaria de todo lo que el ser humano crea, material e inmaterialmente, al interactuar con su medio físico y social, y que es adoptado, en tanto producto histórico, por toda la sociedad a través de sus modos de comportamiento y de sus creaciones tangibles e intelectuales; englobando en sí, la lengua, los corpus de conocimiento grupales (ciencias étnicas), las costumbres, tradiciones, valores y modelos de comportamiento, etc., que transmitidos y asimilados socialmente, caracterizan y particularizan a un determinado grupo humano con respecto a otros. (Benítez y Garcés, 1998:11; UNESCO, 2005; Molano, 2008; Harris, 2011). Verhelst (1994:42) concibe a la cultura como “algo vivo, compuesta tanto por elementos heredados del pasado como por influencias exteriores adoptadas y novedades inventadas localmente”, y entre las funciones sociales que cumple, indica la de “proporcionar una estimación de sí mismo, condición indispensable para cualquier desarrollo, sea este personal o colectivo”.

La cultura de un grupo humano, pueblo, sociedad o nación, se articula y expresa en cuatro categorías esenciales: las Formas de Vida (Procedimientos de adaptación y subsistencia, relaciones comerciales, economía, ciencia y tecnología, producción material e inmaterial, etc.), la Estructura Social (El orden social [relaciones aceptadas socialmente] y el control social [organización jurídico – política]), las Creencias, lo que la gente cree (ideología, cosmovisión, religión, prácticas, tradiciones, etc.), y los Medios de Comunicación Simbólica (Lenguaje, ademanes y tradición oral) (Benítez y Garcés, 1998). En otras palabras, la cultura es la totalidad de la conducta social que la produce, donde las creencias y los medios de comunicación simbólica, por lo general son reflejo instructivo-explicativo de las formas de vida y de la estructura social del grupo que las produce y recrea. En este contexto, la tradición oral, fundamentada en el particular uso del lenguaje, no es otra cosa que la manera o forma de transmitir, desde tiempo inme-

Es así que al referirnos al “sincretismo cultural”, estamos hablando del proceso de transculturación y mezcla entre distintas culturas. En términos generales, se refiere básicamente a cómo se dio ese proceso entre Europa, sobre todo España y Portugal, y “El Nuevo Continente” (García Canclini, 1989). Este proceso, que puede presentar aspectos positivos (cuando unifica y potencia distintas creencias y prácticas sociales) o negativos en el caso de que se practique una superposición de esos códigos con la consecuencia de aplastar lo heterogéneo (Op.cit.), se origina a nivel del sistema comunicacional de las sociedades y culturas, ya sea con el remitente o el receptor del mensaje. El remitente puede introducir elementos sincréticos en un intento consciente de la pertinencia o la de la presentación de una limitada y distorsionada parte del mensaje. Puede suceder inconscientemente como consecuencia de un inadecuado o defectuoso

En América es común encontrar numerosos ejemplos de estos procesos, en diferente medida, forma y magnitud, tal es el caso de la Península de Santa Elena, costa del Ecuador (Figura 1). En esta micro región, así como en la costa y en el país en general, en la tradición oral existe una serie de mitos, leyendas, consejas y creencias; donde confluyen elementos propios de una ideología ancestral de carácter local, mezclados y/o acomodados con otros, procedentes de la tradición hispano-cristiana que se hizo evidente con la invasión y ocupación española, definiendo así un amplio y rico imaginario cultural-popular a nivel del folklore. Uno de estos múltiples atisbos (sospechas) de antiguas manifestaciones sincréticas en la Península de Santa Elena, que lamentablemente ha sido poco o nada tomado en cuenta, es aquel que se refiere a las creencias existentes en torno a los perros (Cannisfamiliaris), que en el imaginario popular de esta región están, la mayoría de veces, involucrados en tópicos y temáticas alusivas a la muerte, a la brujería y al animismo; todo ello como parte de un legado ancestral de carácter prehispánico y panamericano. Esta información ha llegado hasta nuestros días a través de una serie de mecanismos y prácticas sincréticas, iniciadas y gestadas en la colonia, y que si bien hoy en día, puede ser que hayan perdido su real significado, no por ello dejan de estar presentes, entretejidas, de una u otra forma, en el imaginario cristiano-católico de la población actual de la Península de Santa Elena, descendientes a regañadientes de los antiguos Guancavilcas que habitaron la zona.

LA TRADICIÓN ORAL COMO MEDIO DE IDENTIDAD CULTURAL Y COMUNICACIÓN SIMBÓLICA La identidad cultural hace referencia al sentido de pertenencia a un determinado grupo social, con el cual se comparten rasgos culturales (Molano 2008), como costumbres, valores, creencias, símbolos, lengua, tradiciones orales, ritos, festividades, vestimenta, formas productivas, prácticas sociales, sistemas de autoconsumo, etc., o bien relaciones interculturales como: el parentesco, el compadrazgo, las migraciones como formas de intercambio cultural entre los grupos que ingresan en un espacio definido, y aquellos asentados en los mismos desde tiempo atrás, sin que ninguno de los dos pierda su propia imagen, entre otras (Medina, 1996; Gualán y Tene, 1996). Empero, abordar la temática de la identidad cultural como categoría social no es tarea fácil, dadas las aristas e implicaciones ideológicas y semánticas que los diferentes autores que han tratado sobre

Arqueología

Arqueología

INTRODUCCIÓN

El Sincretismo está definido como la unión de dos o más creencias opuestas, y que al sintetizarse forman una nueva cosa, aun cuando no siempre la fusión es total, pudiéndose identificar, a veces muy fácilmente, los diferentes compartimientos o segmentos que intervienen en dicha combinación (http://www. wordreference.com/definicion/sincretismo).

conocimiento del mensaje. El receptor va a interpretar el mensaje en el marco de su visión del mundo.

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ella han utilizado, generando así multiplicidad de enfoques. Entre ellos, el hecho de que si bien el concepto se originó vinculado a la noción de territorio, muchas veces este no es una condicionante para la existencia y mantenimiento de la identidad cultural, la cual muchas veces trasciende las fronteras, como en el caso de los migrantes, refugiados, desplazados, etc. (Molano, 2008). “La identidad cultural de un pueblo viene definida históricamente a través de múltiples aspectos en los que se plasma su cultura, como la lengua, instrumento de comunicación entre los miembros de una comunidad, las relaciones sociales, ritos y ceremonias propias, o los comportamientos colectivos, esto es, los sistemas de valores y creencias”. (González Varas, 2000: 43) Antropológica y socialmente, hablando a groso modo, la identidad cultural nos permite definirnos y situarnos como grupo humano, social, cultural e histórico, específico, frente a los otros. “¿Qué es la identidad? Es el sentido de pertenencia a una colectividad, a un sector social, a un grupo específico de referencia. Esta colectividad puede estar por lo general localizada geográficamente, pero no de manera necesaria” (Molano, 2008). En tanto sentido de pertenencia, “Sepulveda y Valladares” regfieren a este sentido de pertenecia como “dimensión ideológica” de la cultura, reflejo del particular modo de cómo las personas se conciben al interior de una agrupación social en particular. En otras palabras, un patrón o modelo específico de percepción, creencia, valoración y acción, que otorgar referentes, tangibles e intangibles, que le permiten al “individuo” (uno mismo), identificarse, adscribirse y reconocerse como parte de un mismo conglomerado sociocultural, con aquellos que comparten su misma identidad grupal; diferenciándose de aquellos, por ser parte de otro proceso y conglomerado sociocultural histórico.

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“La identidad como fenómeno colectivo tiene la duración de ese olvido de las fisuras que atraviesan y confirman las comunidades”, de manera que “… este acto de nominación se asemeja al bautismo, toma de él sus resonancias sagradas y rituales, su imposición de rasgos imaginarios de carácter, su implementación de reglas de comportamiento, su invención de disciplinas y de técnicas para incidir sobre la propia identidad, sobre los actos colectivos y sus condescendencias para gobernar, sus exaltaciones y desconocer sus extravíos” (Raimundo Mier, en Medina, 1996).

En este sentido, la identidad grupal o cultural, resulta ser “la consagración simbólica, estrategia de un instante en que las colectividades abordan imaginariamente sus antagonismos internos ante la primacía del movimiento unitario”, manifestándose en “un gesto de afirmación colectiva, el reconocimiento momentáneo de un sentido, de una potencia reconocible en una acción colectiva convergente” (Raimundo Mier, en Medina, 1996), que da unidad, sentido, compromiso y direccionamiento a la acción social, en procura de unos mismos fines y metas. Permite entonces la ubicación y contraste, de “unos nosotros” frente a los “otros”, la definición colectiva e individual a todos y cada uno de los miembros del grupo social, cultural e históricamente determinado, dándoles pautas de identificación, valorización, sentido de pertenencia, respeto y dignificación, en la justa y real dimensión de las cosas, mucho más allá de la existencia de una cultura e identidad dominante, como lo es la del Estado Nacional. De ahí que la naturaleza, sentido y significado de las interrogantes anteriormente planteadas, resultan esenciales para el desarrollo del ser humano y de la sociedad, tanto en lo personal, como en lo colectivo, fuera de discusión, ya que son la clave o punto de partida de todo proceso de desarrollo, muy en particular cuando este se asume con conocimiento de causa. “Llegada la hora de saber quiénes somos, de dónde venimos y poder proyectarnos con claridad hacia dónde vamos, es decir hacia el futuro próximo, un pueblo, un grupo social que desconoce su identidad es como una planta sin raíces; es un pueblo ciego que no tiene rumbo ni dirección. Un Estado que no conoce su identidad es un Estado que no tiene proyección, que vive de las pasiones y emociones ajenas y falsas, de los estereotipos del sistema capitalista ahora en crisis” (Medina, 1996). Así, no puede haber desarrollo sin identidad y cuando se lo ha intentado sin ella, siempre ha estado condenado al fracaso; la historia está plagada de hechos que dan fe de ello. He ahí la importancia que tiene la identidad para toda persona y agrupación humana (sociedad), llámese o estructúrese como etnia, pueblo, país, nación, estado, etc. La identidad permite a uno, conocerse a sí mismo, en lo individual y en lo grupal, permite ser dueño

de uno mismo, de su conciencia, de su cultura, de su historia, de su herencia, de su futuro individual y colectivo. Es decir, saber diferenciar lo que es de uno, de nosotros, de lo que no lo es (Gualán y Tene, 1996), pero para ello resulta imprescindible conocer, cuáles son esos elementos de identidad que le son propios a determinado grupo. “La identidad está ligada a la historia y al patrimonio cultural. La identidad cultural no existe sin la memoria, sin la capacidad de reconocer el pasado, sin elementos simbólicos o referentes que le son propios y que ayudan a construir el futuro”...“El patrimonio no es sinónimo de monumentos y objetos sin vida, arquitectónicos, artísticos o expuestos en un museo. El patrimonio es la identidad cultural de una comunidad y es uno de los ingredientes que puede generar desarrollo en un territorio, permitiendo equilibrio y cohesión social”. (Molano, 2008) “Dicha identidad implica, por lo tanto, que las personas o grupos de personas se reconocen históricamente en su propio entorno físico y social y es ese constante reconocimiento el que le da carácter activo a la identidad cultural”. (Bákula, 2000:169). Es por ello que, antes de poder determinar y reforzar “lo que somos”, primero hay que empezar por definir nuestra identidad “a partir de la propia realidad individual, hasta llegar a las más diversas colectividades que constituyen en tanto conjunto de sistemas sociales, la realidad colectiva” (Medina, 1996). Un rasgo propio de estos elementos de identidad cultural es su carácter inmaterial y anónimo, pues son producto de la colectividad” (González Váras, 2000: 43), y como tales, de aquel corpus de cultura popular que se ha dado en llamar folklore. “Hay manifestaciones culturales que expresan con mayor intensidad que otras su sentido de identidad, hecho que las diferencia de otras actividades que son parte común de la vida cotidiana” (Molano, 2008), tales como la fiesta, el ritual, la música, la danza, y la tradición oral, entre otras manifestaciones y representaciones culturales de gran repercusión pública, que la UNESCO (2005) define como “Patrimonio Cultural Inmaterial”. “La identidad sólo es posible y puede manifestarse a partir del patrimonio cultural, que existe de antemano y su existencia es independiente de su reconocimiento o valoración” (Bákula, 2000:169). Un punto de partida, esencial y básico en este proceso de definición identitaria, tanto individual como colectiva, lo constituye la tradición oral, presente en toda agrupación humana, muy en particular, porque al estar la identidad ligada a la historia y al patrimonio, lo está también a la memoria, que es donde se registran y guardan aquellos elementos simbólicos referenciales del grupo, que le son propios de su pasado, sustentan el presente, y ayudan a construir el futuro (Molano, 2008). “El patrimonio y la identidad cultural no son elemen-

tos estáticos, sino entidades sujetas a permanentes cambios, están condicionadas por agentes externos y por la continua retroalimentación entre ambos”…”Es la sociedad la que a manera de agente activo, configura su patrimonio cultural al establecer e identificar aquellos elementos que desea valorar y que asume como propios y los que, de manera natural, se van convirtiendo en el referente de identidad”(Bákula, 2000, 169). “La cultura juega un papel importante en el desarrollo de un territorio, a tal punto que muchos pueblos y lugares en Europa y en América Latina han apostado por una revalorización de lo cultural, de lo identitario (recreando incluso nuevas identidades culturales) y patrimonial como eje de su propio desarrollo”,… “parte de la identidad de un grupo está dada por su patrimonio, que es la expresión de su origen, estilo de vida, desarrollo, transformación e incluso decadencia, en otras palabras, de su cultura, su memoria histórica” (Molano, 2008). En este mismo orden, la tradición oral, no es algo estático, permanente ni inmutable, ni en magnitud ni en forma, está también en continua construcción y reconstrucción a lo largo de un eje o núcleo articulado de elementos fundamentales que enlazan y dan sentido estructural a las “historias” e informaciones que transmite, codificadas o no, incluso mucho más allá de que el sentido lógico de las mismas se haya perdido al interior del grupo, que sin embargo continúa manteniéndolas resinificadas. Este núcleo elemental, constituido por los aspectos más sobresalientes, tangibles e intangibles, que determinan la esencia que cohesiona a un grupo social históricamente determinado, hilvana, retroalimenta y mantiene la continuidad histórica entre los diferentes estadios, manifestaciones y configuraciones que la identidad cultural del grupo humano al cual pertenece; expresando, oral y materialmente, a lo largo del tiempo, conforme los cambios somáticos que dicho grupo haya experimentado étnicamente, generación tras generación. “El patrimonio cultural es importante para una sociedad porque es la historia entre la memoria individual y la colectiva, es parte de la transmisión de lo que ha sucedido en un territorio determinado”… “El patrimonio que ha producido a lo largo de su historia y ha logrado conservar un pueblo, es lo que lo distingue, lo que logra identificarlo, lo que alimenta su identidad cultural y lo que define mejor su aporte específico a la humanidad” (Molano, 2008). Muchas veces las historias y relatos (mitos, cuentos, leyendas, fabulas, consejos, adagios, etc.), resultan risibles, absurdas, incomprensibles y hasta irracionales para aquellos que no pertenecen al grupo que lo ostenta, más no así para los miembros del grupo, para quienes siempre tendrá sentido y significado, propiciando su continua transmisión, por más modificaciones y reajustes que se les haya incorporado a lo largo del tiempo; y mucho más allá de las condicionantes impuestas por factores externos.

Arqueología

Arqueología

La identidad cultural, social, grupal o colectiva, surge entonces coyuntural e históricamente, por diferenciación y como reafirmación de los grupos humanos, frente a otros grupos similares. No es algo estático, fijo, sino que por el contrario es algo sumamente dinámico, que está en constante creación y recreación, colectiva e individualmente, y se alimenta de forma continua, tanto de sus referentes endógenos, como de influencias del exterior (Molano, 2008).

La problemática general de la identidad parte desde la esencia misma de la concepción del yo grupal, por ende del yo individual, en tanto individuo que existe en sociedad, de ahí que, siguiendo a Medina (1996), el tema de la identidad se aboca a dar respuestas a esas preguntas filosóficas tan básicas y esenciales del existencialismo humano: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Hacia dónde voy?; mismas que formuladas en plural nos sitúan en el campo de la identidad social, cultural, grupal, etc., que todo colectivo humano en su especificidad, de una u otra forma, ha venido manifestado a lo largo de la historia.

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“Esta recreación o potenciación identitaria, no sólo puede revivir, volver a poblar áreas rurales, despertar interés en una población apática, lograr cohesión social sino que además puede desencadenar actividades económicas y con ello mejorar los ingresos y la calidad de vida de la colectividad”, muy en particular articuladas al turismo, que tiene una particular relación con el patrimonio y la cultura. (Molano, 2008) Ahora bien, la tradición oral encierra en sí, los tres factores considerados, por Anta Diop (1982), como esenciales en la conformación y definición de la identidad cultural de los diferentes colectivos humanos, el factor histórico, el factor lingüístico y el factor psicológico. La presencia de los tres, da sustento y estructura a la identidad cultural de un colectivo, y por ende a la del individuo articulado en él; en su conjunto, estos tres factores desarrollan, mantienen y transformanla identidad cultural, definiéndola social e históricamente. La tradición oral es por lo tanto un medio de conservación, mantenimiento, adaptación y transmisión de identidad cultural. En este sentido, la tradición oral se encarga – y es la forma- de trasmitir, desde tiempo inmemorial, la cultura, la experiencia y las tradiciones de una sociedad a través de relatos, cantos, oraciones, leyendas, fábulas, conjuros, mitos, cuentos, y otras manifestaciones. El factor histórico hace referencia a dos situaciones, la historia real del grupo por una parte, que puede ser conocida o no por un segmento poblacional, casi nunca por todos, y que puede ser establecida y seguida en retrospectiva cronológica a partir de la evidencia tangible, histórica y arqueológica; y la “historia imaginada”, concebida, asumida y creída de manera generalizada por la mayor parte de la población, que se mantiene oralmente -construyéndose, reconstruyéndose y transmitiéndose- a nivel del imaginario social, sin mayores visos y requerimientos de veracidad, más que el de la autoridad de la tradición.

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“Nadie puede vivir sin recordar y nadie puede vivir tampoco sin los recuerdos de la historia (…) la historia está allí orientando nuestros juicios a cada instante, formando nuestra identidad, determinando la fuente y toma de conciencia de nuestros valores” (De Romilly, 1998: 45, en Molano, 2008). El factor lingüístico está dado, no únicamente por la existencia de una lengua propia del grupo, sino también por el hecho de compartir un lenguaje común, compuesto por una serie de fonemas conceptuales y modismos propios del grupo (sistema de comunicación y transmisión simbólica), aun cuando la lengua

El factor psicológico se refiere a la manera de “ver”, pensar y sentir como grupo como ser colectivo, como ser social, en base al conjunto de creencias, ideas, valores, conocimientos y saberes, codificados o no, que determinados históricamente son generacionalmente compartidos por todos los miembros del grupo, particularizando así la memoria y mentalidad colectiva. De ahí que la tradición oral no es solamente palabras, frases, oraciones; son también la entonación, el volumen, el tono y el timbre de voz; el acento, la modulación, el alargamiento de ciertas sílabas, las pausas y hasta el silencio y el movimiento del cuerpo: es el espacio y el territorio corporal que maneja cada grupo étnico o cada cultura. Es el manejo de la identidad a través de la palabra, es la percepción, conocimiento, manejo y explicación del entorno en todos sus niveles y sentidos (Guaillas, 1996). La tradición oral, en tanta historia oral que se trasmite de padres a hijos, de generación en generación, desde la antigüedad hasta nuestros días, incorpora y estructura en sí aspectos tanto de la historia real, como de la historia imaginada del grupo. Tiene como función primordial la de conservar los conocimientos ancestrales (patrimoniales) a través de los tiempos, para lo cual recurre y codifica en mensaje en términos y expresiones idiomáticas, cuyo significado solo está al alcance de quienes poseen la clave para la decodificación y entendimiento psicológico-cultural del mensaje. “Este patrimonio cultural inmaterial que se transmite de generación en generación, es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia, infundiéndoles un sentimiento de identidad y continuidad y contribuyendo así a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana” (UNESCO, 2003). Las “historias” de la tradición oral pueden ser clasificados acorde a la forma que adopta el contenido del relato, de ahí que la tipología oral da cuenta de relatos antropomórficos, zoomórficos, teogónicos, animistas, escatológicos, entre otros más, que corporizan, estructuran y codifican en símbolos el imaginario de un grupo. Por su naturaleza la tradición oral emana de la memoria social colectiva, definiendo en buena parte el arte y el folklore de las sociedades. Por ello su importancia en los medio de comunicación simbólica, que facilita la transmisión de los aspectos elementales básicos y esenciales de la identidad cultural al interior de las diferentes y particulares agrupaciones humanas.

“…dentro de la cultura popular existen algunos elementos de muy antigua aparición, que constituyen lo que se conoce como folklore de un pueblo. El folklore es parte de la cultura de un grupo, un legado ancestral. … Desde la perspectiva de otra cultura, el folklore adquiere otra connotación y está formado por los elementos más llamativos de la cultura que se observa. Pero lo “pintoresco o extraño” de estos componentes, se debe únicamente al hecho de que son observados por personas ajenas a la cultura. Desde este punto de vista, además, los elementos calificados como folklore pierden su significado, pues se los toma aislados y por lo tanto descontextualizados. Lo que para un grupo es parte de su cultura, para los extraños puede constituirse en folklore.” (Benítez y Garcés, 1998: 29) Si la meta final de la identidad es la construcción o recreación de elementos que nos permitan construir respuestas colectivas frente a un mundo totalizador, homogenizador, egocéntrico, devorador, en palabras de Medina (1996), es evidente la necesidad urgente de plantear la reiteración de lo local, de la especificidad de cada pueblo, de los grupos minoritarios y desde allí, poder entender al otro, a lo internacional y claramente comprender, a los poderes de dominación universal. Por ello la importancia de relacionar, para poder entender la particular configuración de la identidad actual de los grupos humanos, lo que se ha mantenido y se mantiene en su oralidad (patrimonio intangible), con aquellos elementos referenciales que a nivel arqueológico (patrimonio tangible) permiten descifrarlos y darles sustento. Definidos y aclarados estos aspectos teóricos conceptuales, se entrará en la temática que nos motiva dar a conocer.

LOS PERROS EN LA TRADICIÓN ORAL DE LA PENÍNSULA DE SANTA ELENA, ECUADOR La Península de Santa Elena es un accidente geográfico que suele ser confundido muchas veces con la Punta de Santa Elena que tiene menor extensión y configuración2. La Provincia de Santa Elena, es una unidad administrativa territorial de carácter jurídico-político, de reciente creación, que incluye en su jurisdicción la porción occidental de la Península y el territorio continental inmediato del norte de esta. Quien por vez primera se refirió a la Península de Santa Elena, tras determinarla y definirla, fue Teodoro Wolf, geógrafo y sabio alemán que fuera contratado en 1878 por el gobierno del Ecuador para que realice el estudio de caracterización geográfica y geológica del país, y al respecto manifiesta: “Si tiramos una línea recta de Guayaquil a la boca del río de Colonche, tenemos separada esta región del resto de la República, pues por todos los demás lados está rodeada de agua salada, formando la gran

península del Morro y de Santa Elena, que con relación a aquel carácter se podría llamar un apéndice anormal del Ecuador” (Wolf, 1892: 100). Es este el escenario territorial, al cual hay que anexarle las tierras continentales circundantes, propiamente dichas, al cual hace referencia el presente trabajo (Figura 1), y en donde hace más de 10.000 antes del presente, aproximadamente, empezó a forjarse un proceso poblacional, social, cultural, histórico e identitario que llega hasta nuestros días.

Figura 1.- Península de Santa Elena.

Nacido en la península, criado y educado en las proximidades de la punta, en el seno de una familia tradicional de antigua procedencia y data local, este ciudadano de la provincia, autor del presente escrito, de niño y joven escuchó a su abuela materna decir varias veces: “Es bueno tener, querer y cuidar a los perros, mientras más mucho mejor, ya que cuando estos mueren, estarán esperándonos en el más allá para acompañarnos, protegernos y cuidarnos del malo. Ellos nos ayudan a pasar la laguna de las penas que se forma por el río de lágrimas de quienes dejamos atrás, más aún si no sabemos nadar. Por eso cuando yo me muera no vayan a estar llorando y déjenme hacer mi viaje en paz” (Lastenia de Jesús Segarra Suárez, c.p. entre 1972 a 1987 aprox.) Este pequeño fragmento, constituye una muestra de la riqueza oral santaelenense3, a más de ser por aquel entonces asumido como una “creencia más de la abuela” que se nos inculcaba como parte de nuestra formación católica cristiana, con el paso del tiempo pasaría a constituir, junto a otras expresiones de tradición oral (cuentos, mitos, leyendas, consejas, etc.), en un verdadero legajo, denso y variado, de información referente a los perros, no necesariamente relacionada a la esencia del rito y dogma católico. Tras la formación universitaria en arqueología, lo que hasta entonces fueron recuerdos de la niñez y juventud, se identificaban como un rico corpus de información oral, que daba cuenta de la riqueza imaginaria y cosmovisión existente en el registro mental santaelenense, y no solamente respecto a los perros. En todo caso, aquí solo nos referiremos a ellos. En la tradición oral santaelenense, se ha podido es-

Arqueología

Arqueología

La mayoría de las veces, la segunda no guarda relación absoluta con la primera, pero el conocimiento de la primera permite entender la forma en que se genera y manifiesta la segunda, permitiendo comprender y explicar la lógica de muchas de las creencias y tradiciones que se transmiten y mantienen oralmente en el imaginario popular de una sociedad.

no sea originariamente propia de dicho grupo, y se comparta con otros. Tal como ocurre con la mayoría de lenguas vinculadas con algún proceso histórico colonial, tales como el español, el inglés, el holandés, o el propio quichua o quechua.

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tablecer (López, 2009 a)4 la existencia de nueve (9) categorías de relatos relativos a los perros, más allá de asignarles el simple o ningún rol de compañeros y guardianes (Cuadro 1 y Gráfico 1).

“laguna de los lamentos”. Al momento de morir el individuo será ayudado por el perro para pasar al lugar de paz y tranquilidad (Elba León Vera, 72 años, La Libertad.9 de Julio 2009). A nivel de relatos que tratan de perros aullando o ladrando, generalmente se cuenta que cuando empiezan a aullar y a veces como que quieren llorar, es porque los perros están viendo a los muertos que están pasando por la calle. O también hay veces que cuando las personas van por las calles, y los perros empiezan a aullar, los muertos van al lado de estas personas y ellos los están viendo.

O aquellos que hablan de perros con las patas para arriba: •

Si un perro se queda un rato jugando solo y con las patas hacia arriba, es porque va a haber un muerto.

También nos contaban que cuando un perro está con las patas arriba, anuncia muerte.

Otra creencia habla de que cuando un perro se llena de pulgas, es porque se acerca la muerte de algún familiar, o de que si un perro esta debajo de la cama de alguien y esa persona está durmiendo o acostada, le quita las energías positivas.

Existen además una serie de variantes respecto a esto, por ejemplo: • •

Cuando son las 12 de la noche y aúllan los perros es una realidad que al día siguiente hay un muerto.

Cuando los perros ladran a las 12 de la noche es porque ven pasar a los muertos.

Si un perro ladra a partir de las 12 de la noche es porque está viendo penar a los muertos.

Cuando los perros aullan en las noches es porque anuncian la llegada de muertos.

Cuando ladran demasiado fuerte, o a las doce de la noche es porque malos espíritus rondan por el sector. También pueden reconocer a los ladrones.

CUADRO 1(López, 2009 a)

GRÁFICO 1: (López, 2009 a)

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En los tiempos antiguos se decía que todas las personas debían criar perros porque el día en que muera una persona de la familia, el perro ayudaría a cruzar el Río Jordán siempre y cuando la persona no haya sido mala con su mascota, es decir le daba de comer, jugaba con el perro. El, en recompensa ayudaba a esta persona; pero si esta persona fallecida era mala con la mascota, la maltrataba, no le daba buen trato, el perro recordaba como esta persona lo trataba, y entonces el perro no le va a ayudar a cruzar y lo dejará hundir en el río. (Margarita Rodríguez, 74 años, Santa Elena. 9 de Julio 2009). Hace muchos años atrás, según cuentan mis antepasados, se creía que los perros eran de buena suerte, y muy bueno tenerlos en la casa; además, que cuando queremos a nuestras mascotas y le brindamos nuestra atención, estos, al momento de morir, nos ayudan a cruzar una laguna llamada también

Cuando los perros aúllan por la noche muy fuerte, es porque ven al diablo andando por el sector.

Estos dos grupos de tradiciones representan los más populares a nivel del relato oral santaelenense referido a los perros, frente a otros como aquellos que tratan de perros excavando huecos y/o arañando paredes: •

Cuando un perro raspa, escarba y hace un hueco en alguna parte de la casa o en el patio, es porque alguien que vive o está relacionado con los habitantes de esa casa, va a morir.

Comentan que cuando un perro empieza a excavar o hace huecos en el patio de su casa es porque en esa familia va a morir uno de sus miembros y para evitar eso se lo debe espantar para que se retire y tapar el hueco.

Cuando estos animalitos empiezan a inquietarse escarbando y haciendo huecos muy profundos, significa que va a haber muerto dentro de la misma familia.

Cuando los perros raspan las paredes con de- sesperación es porque va a suceder algo malo o porque pronostica hambruna.

También se dice, que es malo sacarle la lagaña del perro, porque con ella puede observar a los muertos y a los malos espíritus. Se suele contar también que es bueno tener perros, porque son ellos quienes absorben las malas energías, o la brujería que suelen hacer a sus dueños. Cuando se cría a un perro, lo quiere mucho y la persona muere, el perro visita todos los días la tumba hasta que poco a poco se olvide de su dueño. También, cuando los perros mueren se los debe enterrar en el patio de la casa, para ahuyentar a los ladrones.

De todos los relatos recogidos y procesados, emerge la figura del perro no solo como un animal doméstico de compañía o protección física del hogar, sino también como un ser capaz de moverse entre el mundo físico y el espiritual, muy en particular relacionado con la muerte y los difuntos, imbuido de una serie de cualidades espirituales y hasta mágicas, que no guardan relación con ninguno de los preceptos del cristianismo, catolicismo, ni de ningún tipo, pese a haberse acoplado muy bien a ellos. ¿Entonces, de dónde pudieron haber salido e incorporado al imaginario católico santaelenense? Bien podría pensarse también, que pudiese responder a algún elemento no cristiano, introducido por los españoles, ya acoplado al cristianismo. De hecho es muy probable que parte de la mitología y creencias que habla de canes en la región santaelenense, especialmente aquella que los vincula a demonios y brujería, puedan derivar de este tipo de situaciones.

LA EVIDENCIA ARQUEOLÓGICA Junto a los recuerdos de lo que contaban los mayores respecto a los perros, identificados y categorizados ya como piezas de tradición oral, elementos de folklore, símbolos de identidad, bienes inmateriales del patrimonio cultural, etc.; eventualmente se fueron reactivando y cobrando sentido otros recuerdos de niñez y juventud, con los cuales inevitablemente se fueron asociando de modo natural y espontáneo. Como cuando por ejemplo, merodeando en los trabajos de excavación de obras de infraestructura y de construcción de edificios en el área arqueológica de La Libertad, muy en particular del malecón, era habitual encontrar junto a entierros humanos prehispánicos (cultura Manteño-Huancavilca, 8000-1535 d.C.), esqueletos de perros que habrían sido enterrados en épocas modernas por sus propietarios. Esto último en base a la experiencia propia, ya que de niño y joven también, se participó en colectivo primero, y luego en solitario, en el tratamiento y disposición final de los cadáveres de los canes que habían sido parte de la familia, y que se asumían como algo normal, dado el sentimiento de afecto generado entre las personas y sus mascotas (que a la final eran mucho más que eso)5. Todo esto volvió a la memoria del autor, en su conjunto, una vez que tuvo la oportunidad de hallar en contexto la evidencia tangible que sustentaba la esencia medular de los relatos que le contaron, el rol de los perros como compañeros y guardianes de los difuntos en su viaje al mundo de los muertos, por lo

Arqueología

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Como sicopompos, esto es, compañeros y guardianes en el viaje al más allá, tal cual lo refería la abuela materna del autor, entre otras, resultan interesantes varios testimonios, de las cuales reproducimos estos dos:

Cuando los perros aúllan es porque anuncian la muerte de alguien.

Figura 2.- El Cantón La Libertad en el contexto de la Provincia de Santa Elena - Ecuador.

No obstante, el corpus central de los relatos que los sitúan como compañeros y protectores de las almas y espíritus de los muertos, en su viaje al más allá, o como nexo entre el mundo de los vivos y el de los muertos, o de una u otra manera asociados a la muerte y los difuntos, es netamente de carácter prehispánico, local, panamericano y panandino, como se verá a continuación. Figura 3.- Áreas arqueológicas de La Libertad, con la ubicación el sitio

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que era bueno tenerlos, criarlos y cuidarlos, desde que nacían hasta que morían.

Figura 12.- Detalle del rostro modelado y aplicado al gollete de un cántaro Manteño-Guancavilca de La Libertad.

Figura 4.- Detalle del sitio de los hallazgos, Barrio 25 de Diciembre, Mz 17, SL……. Sitio OGSE-47. La Libertad, antes, durante y después del impacto, e inicio de la intervención.

La oportunidad se dio a raíz de una intervención emergente en el Malecón del Cantón La Libertad (Figuras 2-4), con fines de investigación preliminar y valoración del potencial arqueológico, para procurar la conservación y puesta en valor, de los solares 1 y 2 de la Manzana 17 del Barrio 25 de Diciembre (López, 2009 b).

Figura 7.- Detalle de pisos habitacionales preparados y otros depósitos impactados por la maquinaria.

Entre todo llamó poderosamente la atención, la recurrencia de entierros humanos en asociación y/o acompañados de entierros de perros (Figuras 8-10).

Figura 10.- Vista general del contexto del enterramiento de la urna, nótese en perfil y en planta el contraste del rasgo negativo y su relleno, así como la presencia de la ofrenda del cántaro negro oscuro, la presencia del entierro del perro guardián, y el pozo de arena intrusivo, así como la aparición de otro tipo de indicadores, como estatuillas y elementos iconográficos que adornaban algunos fragmentos de recipientes cerámicos a modo de apliques, modelados a mano o en molde.

En este lugar previamente se habían impactado depósitos culturales de filiación Manteño-Guancavilca, entre los que destacaban pisos habitacionales y contextos mortuorios (Figuras 5-7).

Figura 8.- Detalle de relación entre los dos entierros de perros prehispánicos (R-051 y R-43) asociados a urna funeraria (R-001). U11, U1 y U2. Vista hacia el Norte.

Figura 13.- Detalle de la talla en hueso de pescado de una miniatura que representaba a dos perros, en eje de simetría, llevando entre ellos la figura de un hombre con los brazos cruzados sobre el pecho, señal casi universal para representar un muerto.

Figura 14.- Detalle de un rostro humano zoomorfizado en la imagen de un perro, representación quizás, del trance de transformación de un “brujo” en un perro.

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Arqueología

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Figura 5.- Detalle de tumbas impactadas por la maquinaría.

Figura 6.- Detalle de urna funeraria impactada.

Figura 9.- Detalles del proceso de limpieza del esqueleto del perro del R-053, nótese las piernas flexionadas contra el cuerpo. Vista al este.

Figura 11.- Detalle de representaciones plásticas de perros, en la parte superior la cabeza de una estatuilla zoomorfa, al centro y abajo, rostros de perros aplicados a golletes de cántaros Manteño-Guancavilcas.

Figura 15.- Representación de un hechicero transformándose en perro. Escultura del período clásico (250-900 d.C), Finca el Baúl, cercano a Santa Lucía Cotzumalguapa, Escintla, Guatemala (Tomado de Burchell, 2008).

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De hecho, en intervenciones posteriores en otros solares del sector, se han encontrado entierros de perros acompañando entierros humanos (López, 2012; Palma, 2012; López et.all, 2013) (Figura 20), incluso en el sitio OGSE-46 Samarina, de filiación cultural Guangala temprano (800 a.C. 100 d.C.), se tiene evidencia de entierros de canisfamiliaris acompañando inhumaciones de seres humanos (Figura 21), lo que indicaría la antigüedad de la práctica y de la creencia.

La excavación que duró tres meses aproximadamente, produjo valiosa y significativa información para la comprensión de la historia local, regional y nacional. Aportó información novedosa respecto al comportamiento social de la cultura Manteño-Guancavilca, cultura que creó y portó el grupo humano que constituye el fundamento étnico, y hasta endémico de la actual región santelenense (Op.cit). Los Guancavilcas, grupo etnohistórico que jugó un papel muy importante en los primeros años de la historia que conducirían a la fundación de la patria ecuatoriana, no solo por la gran red de comercio e intercambio cultural que tejieron con culturas de Mesoamérica y el área andina en general, sino también por la férrea resistencia que pusieron ante la invasión incásica y española eventualmente. Así como las estrategias de supervivencia, recuperación, recomposición y articulación poblacional, política, sociocultural, económica y territorial durante los primeros años de la historia de la conquista, colonia y república hasta nuestros actuales días (ibíd.).

Figura 18.- Detalle de cráneos de niños en una tumba colectiva (Rasgo 3), donde también se encontró huesos de perros.

La información recabada en el sitio, apunta a interpretar el lugar, como parte de una plataforma habitacional donde se dieron ceremonias y ritos funerarios, siendo continuamente reconstruida a lo largo de su vida útil. A esto se suma la presencia de pisos blancos calcáreos, que acentúan el carácter ceremonial del sitio, ya que a lo largo de la historia, el color blanco pálido ha estado relacionado con la muerte y en especial con la luna, considerada por muchas civilizaciones como la que recoge a los muertos en su viaje al más allá (Figura 17).

Figura 20.- Detalle del entierro de un perro, junto al tiro de un silo de almacenaje. Solares 18-19, Mz 2. Barrio 25 de Diciembre, Sitio OGSE47. La Libertad (COMECSA)

Todo esto, más otro tipo de evidencia que resultaría larga de mencionar, da cuenta de varios aspectos ideológico-religiosos que informan sobre la vida ceremonial y cosmovisión (mitología) de la sociedad Guancavilca de ese entonces.

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Si bien a nivel del folklore andino ecuatoriano, Paulo de Carvalho-Neto (1964: 338-339), en su Diccionario del Folklore Ecuatoriano, registra y consigna la participación de personajes que representan perros, en autos y juegos, así como en festividades religiosas, conforme el siguiente cuadro:

Un segundo momento implicó la búsqueda de información similar, procedente de otras excavaciones arqueológicas en sitios de la misma época y cultura, o previas, ya sea en la región en áreas aledañas. Para ello se partió del conocimiento previo de la arqueología del sitio OGSE-47, La Libertad, al cual pertenece el lugar trabajado, donde en obras de remoción de tierras, en actividades de huaquerismo o de manera casual, ha sido muy común y recurrente encontrar esqueletos de perros (entierros), especialmente a lo largo del malecón y solares aledaños.

Cuadro 2: Fuente: Carvaho-Neto, 1964: 338-339

Ninguna de estas manifestaciones se ajusta tan bien a las situaciones descritas en la zona santaelenense, a nivel oral como arqueológico, como aquellas procedentes de la mitología azteca, en la región centroamericana. Figura 21. Detalle del entierro de un perro en las cercanías de una tumba de la cultura Guangala, Período de Desarrollo Regional (800 a.C.-800 d.C.), en el sitio OGSE-46-Samarina-UPSE. La Libertad.

Entre julio y agosto de 1996 se desarrolló en el sitio M5A3-200, “La Fiorella”, Barrio San Lorenzo, Salinas (Sitio Manteño-Guancavilca), un proyecto de rescate y excavación arqueológica, donde se detectaron tres entierros secundarios de canis familiaris, dos de ellos asociados a un craneo humano, y otro a una urna de ave (Fuentes, Freire y Merino: 1996) En 1988, en el contexto del Proyecto Arqueológico López Viejo (Sitio OMJPLP -15), se encontraron 16 esqueletos de perros adultos y cachorros, asociados a entierros humanos de la cultura Manteño-Guancavilca (Acuña, 1998). Con esto podría decirse que se ha establecido el nexo entre lo actual y lo prehispánico, queda aún por tratar el carácter sincrético de las manifestaciones socioculturales (ideológicas, cosmogónicas, mitológi-

Región con la cual, desde épocas tempranas como la Valdivia (3500 – 1800 a.C.), la costa del actual Ecuador mantuvo fuertes vínculos y contactos culturales, especialmente comerciales, que duraron hasta mucho después de la invasión hispánica a estas tierras (Marcos, 2005). Recientemente se han efectuado descubrimientos en la región de los tarascos y purépechas, que demuestran los fuertes nexos y contactos entre esta región centroamericana y los Manteño-Guancavilcas de la región septentrional andina (Jorge Marcos, c.p. agosto 2012). En la mitología azteca existen leyendas que narran de como el dios Xólotl6, dios de la vida y de la muerte, dio como regalo al hombre el itzcuintli (perro en nauhatl), haciéndolo a partir de una astilla del Hueso de la Vida, hueso del cual toda vida fue creada. Este era un perro sin pelo, que no ladraba, y cuyo calor corporal (un grado mayor a lo normal) resultaba benéfico a los humanos, razón por la cual era considerado sagrado, siendo sacrificado y consumido

Arqueología

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Tras esta intervención arqueológica, se vio la necesidad de articular toda la información existente en el registro inmaterial, contrastándola con la procedente del registro material arqueológico, para irle dando sustento. Fue así que se efectuó el levantamiento de información, anteriormente reseñada, de aquellos elementos de la tradición oral santaelenense, que de una u otra manera hiciesen mención a perros.

Así como niños sacrificados, junto a cabezas de perros (Figuras 18 y 19), acompañando entierros de personas de cierta importancia, ambos elementos asociados con el tránsito de las almas al inframundo, tal como sucedía en México y el Perú para tales épocas. En estas regiones era práctica sacra sacrificar a niños y a perros cuando alguien moría de manera inesperada.

ETNOHISTORIA Y ANALOGÍA ETNOGRÁFICA: EVIDENCIAS DE UNA IDEOLOGÍA COSMOGÓNICO MITOLÓGICA DE CARÁCTER PANAMERICANO Y PANANDINO, REFLEJADO EN EL ÁMBITO PREHISPÁNICO LOCAL.

Figura 19.- Detalle del cráneo fragmentado de un perro puesto como ofrenda en una tumba, tipo osario (Rasgo 278)

Sin lugar a dudas, la presencia de entierros prehispánicos de perros, y de la demás evidencia brevemente reseñada hasta aquí, a nivel de elementos mitológicos, se articulan muy bien con los relatos actuales del patrimonio inmaterial, tales como la tradición oral de que los perros ayudan a cruzar el alma de los muertos al otro mundo.

Figura 17.- Detalle del entierro de dos perros en la matriz de un piso blanco preparado (calcáreo). Vista al este.

cas y religiosas) que han permanecido a nivel de la tradición oral y de ciertas prácticas contemporáneas, así como del proceso histórico que lo fue definiendo, mimetizando y perpetuando.

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como alimento sacro en ritos y ceremonias asociadas a muertes humanas. Por ello era conocido como “Xoloitzcuintle” (Perro de Xolotl) (De la Garza, 1977). De hecho, Xólotl era comúnmente asociado a figuras monstruosas, a menudo representado con una máscara de esqueleto, o de perro (hombre-perro). Al Xoloitzcuintli se le atribuían propiedades medicinales, ya que al entrar en contacto con la piel humana la puede calentar, actuando igual que una bolsa de agua caliente, por lo cual se lo utilizaba para tratar el reumatismo (Corriols, 2008). Se la ha atribuido también la capacidad de evitar alergias, problemas bronquiales y asma, pues no tiene pelo que podría causar problemas respiratorios, tampoco pulgas ni garrapatas, ya que éstas no tienen donde anidar (Kiwanja, 2007). Ricardo Piqueras (2000) menciona que en el México prehispánico se creía que el Xoloitzcuintle acompañaba a las almas de los muertos cuando estas viajaban al Mictlán (el inframundo, el mundo de los muertos), por lo que eran sacrificados y enterrados junto a los muertos a los que debía guiar (Kiwanja, 2007). En este mismo sentido se manifiesta Jacques Soustelle (en Corriols, 2008), quien indica que en el México antiguo, cuando moría una persona se sacrificaba un perro para ayudar al muerto en su peregrinación. Uno de los veinte días del calendario adivinatorio se llamaba Izcuintli (perro) y el patrón de este día es el dios Xolotl.

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Ahora bien, la muerte es un regreso al origen, el alma del difunto (salvo los guerreros, los sacrificados y las mujeres que mueren de parto) debe viajar durante 4 años hacia el Mictlan, lugar de los muertos o sitio subterráneo, oscuro, que los españoles lo asimilaron a su particular concepto de “infierno”. No se llega al Mictlan directamente, si no que se debe caminar y superar los obstáculos del camino, por eso en los rituales funerarios se le daba al difunto simbólicamente todo lo necesario para su viaje (Corriols, 2008). Después de 4 años, el difunto llegaba a la novena etapa, que es en frente de un río que él debe atravesar. En la ribera opuesta están los perros y cuando uno de ellos reconoce a su patrón le ayuda a atrave-

Sahagún (1577) en el capítulo XIII de su libro 5, comenta que, los aztecas dicen también que Tezcatlipoca (dios de la guerra y los guerreros, señor del cielo y de la tierra, fuente de vida, tutela y amparo del hombre, origen del poder y la felicidad, dueño de las batallas, omnipresente, fuerte e invisible) puede transformarse a sí mismo en un animal que ellos llaman cóyutl (Coyote), que es como un lobo (Burchell, 2008). Estando transformado puede bloquear el paso de los viajeros y evitar que estos continúen. Así los viajeros entienden que algún peligro de asalto, robo o algún otro desfortunio puede ocurrirles en el camino; esta deidad creo al primer perro, al transformar a un hombre y una mujer en animales. En Centro América, a los hechiceros se les atribuye la facultad de transformarse en perros, creencia que viene también desde lo prehispánico, en la Figura 22 se reproduce la imagen de una escultura del periodo clásico de Guatemala (250-900 d.C.), que representa la transformación de un “hechicero” en perro (Burchell, 2008); imagen que nos resulta sumamente curiosa si la comparamos con la de la Figura 23, que es un “mascaron” (aplique suelto) antropo-zoomorfo Manteño-Guancavilca, hallado por el autor en el malecón de La Libertad, años atrás. En Nicaragua se encuentran también mitologías y creencias similares, ahí se habla de El Cadejo7, que es una especie de perro espectral que acompaña a los caminantes durante las noches, en lugares solitarios. Su rol es proteger y defender a la persona que sigue, casi siempre un hombre solo que regresa a casa al anochecer o en la noche después de una farra (alcohol y/o sexo). Alguna veces sigue a mujeres y niños (Corriols, 2008). El cadejo es pequeño pero puede agrandarse si se siente amenazado, por eso el caminante no debe manifestar ningún miedo o temor, ni agresividad, si no el Cadejo se agranda y lo ataca. Puede agredirlo si no se deja seguir pasivamente. Sus ojos son rojos y hace como un chasqueteo característico de él cuando camina (Op.cit.). Algunas tradiciones orales indican que existen en realidad dos Cadejos, uno blanco y otro negro. Uno bueno y oro malo. A veces los cadejos se enfrentan cuando el malo quiere hacerle daño al caminante solitario y el bueno se lo impide, los cadejos se atacan y desaparecen sin que ninguno venza al otro (Ibíd.). Se ha interpretado esta leyenda de los dos cadejos, como una derivación sincrética del mito, al relacionarse con la tradición cristiana (Milagros Palma, en Corriols, 2008) relativa a la lucha de ángeles buenos y ángeles malos y a la oposición entre el bien y el mal. Aunque bien podría tratarse de una manifestación local de la lucha entre Quetzalcóatl (dios del

viento ligado al color blanco) y Tezcatlipoca (color negro) (Tousignant, en Corriols, 2008). Entre estas dos tradiciones, la mexicana y la nicaragüense, existen 5 elementos de correlación simbólica (Corriols, 2008), que bien podrían dar la pauta para establecer la correlación con la evidencia material (arqueológica) e inmaterial (tradición oral/costumbres) presente en el área santaelenense, y son: •

La oscuridad de la noche y el Mictlan, lugar oscuro.

El trasnochador camina solo, y el alma también viaja sola.

Regreso a su casa y regreso del alma del muerto al norte, su casa, lugar de sus ancestros.

Compañía del cadejo en la parte final del camino y compañía del dios Xolotl en la última etapa del viaje del alma.

Los chasquidos característicos del cadejo (en Honduras se cuenta está hecho de huesos) y la máscara esquelética de Xolotl.

Evidencia material que sustenta la importancia de los perros, atribuidos en estos relatos, se han encontrado también, en aquellos lugares donde se mantienen este tipo de tradiciones, así por ejemplo, el Instituto Nacional de Arqueología e Historia de México (INAH), en labores de salvamento arqueológico en Manzanillo, Colíma, localizaron un área funeraria de la fase Comala, periodo clásico (100 a.C. – 620 d.C.), compuesta por 22 entierros humanos, 10 de ellos con ofrendas de restos óseos de perros y representaciones cerámicas de este animal (INAH, 2008). Recientemente se encontró en Azcapotzalco (INAH, 2014), el entierro inusual de 12 perros sin asociación alguna con un difunto o construcción, con una antigüedad de 500 años aproximadamente. En el desierto de Atacama (Chile) se encontraron perros momificados (Mendoza y Valadez, 2008), así como también en la Huaca de San Marcos (Perú), donde se encontró el esqueleto de un perro a los pies del Señor de Sipan (Ibíd). Todo esto apunta a la gran importancia que tuvieron los perros en la economía, ideología y cosmovisión prehispánica en la América indígena, al menos desde Centro América a Sudamérica (No conocemos datos para el Norte del Continente aún). Heriberto García (2006:81-83) destaca la existencia de tres géneros de canis familiares en la región centroamericana, El Xoloitzcuintli o perro paje; el Itzcuintepozotli o perro de joroba; y el Tepeitzcuintle o perro montaraz. El Xoloitzcuintli, que es al quel hacen referencia la leyendas centroamericanas, es del tamaño de un perro actual, de mediana alzada; no tenía pelo largo, sino una tenue pelusa que le cubría el cuerpo y cerca del hocico cerdas que le daban la apariencia de tener bigote. Algunos ejemplares pueden presentar algunas manchas de color negro y amarillo; muy agudos colmillos y larga cola (Op.cit.). Fácilmente podemos ver entonces el nivel de similitud y correspondencia entre este relato y los relatos en San-

ta Elena, así como en ciertas prácticas socioculturales prehispánicas plasmadas en el registro arqueológico de ambas áreas, lo cual apunta a sostener la existencia de cultos, creencias, y prácticas comunes, producto del intenso tráfico y contacto comercial-cultural entre ellas, definiendo así el carácter panamericano y panandino de las mismas. Si no como se explica, que en plena región andina de la actual Bolivia, se encuentren tradiciones orales como esta, que recoge Mendoza y Valadez (2008): Muchas de las funciones que desempeñó el perro, hoy en día siguen vigentes, si bien algunas han desaparecido continúan vivas ciertas tradiciones, creencias, supersticiones, leyendas y mitos, como la que afirma que debemos tratar bien a nuestro perro en vida, porque cuando muramos él nos ayudará a cruzar el río de la muerte y podremos llegar al cielo. (Op.cit.)

Figura 22.- Detalle de mascarón, modelado y aplicado al cuello de un cántaro Manteño-Guancavilca de La Libertad. Representando un rostro humano zoomorfizado. Nótese cierta semejanza con la figura anterior.

PENÍNSULA DE SANTA ELENA: CULTURA, PATRIMONIO, FOLKLORE Y SINCRETISMO.- A MODO DE CONCLUSIÓN. Se ha dicho y sostenido muchas veces que un grupo social, pueblo, comunidad o grupo étnico en su especificidad, mantiene y genera su identidad, cuando conserva por lo menos, y de manera evidente, ciertos rasgos culturales específicos, que a lo largo de su historia y recientemente incorporadas, en algún momento de dicha historia, han sido asimiladas y resignificadas estratégica y sincréticamente en función de la matriz, óptica y pensamiento cultural del grupo local. En la Península de Santa Elena, desde algún tiempo atrás, se ha venido hablando de la existencia de varios procesos sincréticos en cuanto a lo cultural, especialmente a nivel de la ideología y la religiosidad de los descendientes de los antiguos guancavilcas que ocupaban la región, antes y después de la irrupción de la invasión europea y que constituyen hitos referenciales de la continuidad étnica en la época actual. Si el folklore hace referencia al acervo popular cognitivo de los grupos sociales, expresado en el corpus material e inmaterial de sus culturas a nivel de: cuentos, música, bailes, leyendas, historia oral, proverbios, chistes, supersticiones, costumbres, artesanías y demás, común a una población concreta, incluyendo las tradiciones de dicha cultura, subcultura o grupo social. Esto o puede ser más que una manera de visualizar la cultura de los

Arqueología

Arqueología

El franciscano Bernardino de Sahagún (1577: 221) recoge esta creencia, indicando que cuando un azteca muere, ellos pasan a través de los nueve niveles del inframundo, Mictlan. El primer nivel era conocido como Apanoayan, “Donde uno cruza el río”. La persona muerta se encuentra entonces en la orilla de un amplio y profundo río. Esta orilla está habitada por muchos perros que caminan y nadan aquí. Si un perro reconoce a su antiguo dueño, nada hacia él y lo cruza cargado en su lomo. Dado que muchos perros esperan a sus amos en Apanoyan, este sitio se conocía también como Itzcuintlan, el Lugar de los Perros.

sar el río, en esta etapa el muerto siempre necesita de un perro, por eso se sacrificaba a uno cuando la persona moría. El peregrinaje se hacía sobre la tierra hacia el norte, al origen, es decir a su casa, porque de allí habían venido sus ancestros (Op.cit.).

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otros por los otros, a quienes se les hace llamativa y curiosa, más incomprensible es su significación y sentido, la más de las veces. Es a este ámbito donde se suele encasillar aquellas manifestaciones culturales que normalmente resultan incomprensible y curiosas, cuando no pintorescas, para quienes no comparten la clave de su entendimiento. Empero son elementos significativos de la cultura viva de los grupos, donde se sintetiza la heredad (patrimonio), cultura e identidad primigenia, así como los diferentes registros encriptados de sus variaciones y cambios a lo largo del tiempo, pero manteniendo la esencia central que los define. Por ello es que, en este campo es donde efectivamente se encontrará aquellos elementos que darán cuenta de procesos de endoculturación, aculturación, sincretismo, resignificación, del que se habló en un principio, como parte de los procesos de construcción y deconstrucción de las particulares identidades culturales de los grupos humanos. Las historias orales santaelenenses que dan cuenta de una serie de creencias respecto a los perros, muy en particular aquellas que los sitúa como compañeros, ayudantes y protectores de las almas de los difuntos en su viaje al más allá; en base a la evidencia arqueológica existente en el áreas y en casi toda la región centroamericana y sudamericana, evidencian la existencia de procesos de sincretismo cultural a nivel de lo ideológico-religioso, como de las practicas socioculturales, en torno a los canes (cannis familiaris). Si bien lo sincrético está dado por la unión de dos o más creencias opuestas (Arutunian, 2008:8), en este caso el cristianismo europeo y la cosmovisión centro-sudamericana prehispánica, que al sintetizarse forman una nueva cosa, en este caso la variación adaptativa del relato prehispánico conforme elementos cristiano-católicos (Río Jordán, Paraíso, Purgatorio, Maligno, etc.). No siempre es una fusión total, ya que como se ha visto, puede ser una combinación de diferentes segmentos, o compartimentos fácilmente identificables (Op.cit.).

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Se ha señalado que el sincretismo puede generarse, ya sea con el remitente o el receptor del mensaje. El remitente puede introducir elementos sincréticos en un intento consciente de la pertinencia o la de la presentación de una limitada y distorsionada parte del mensaje (Espinoza y Gilyam, 2012), en este caso la sociedad prehispánica Guancavilca, aunque puede suceder inconscientemente como consecuencia de un inadecuado o defectuoso conocimiento del mensaje, tal cual se transmite hoy en día tales relatos. El receptor (europeos invasores) va a interpretar el mensaje en el marco de su visión del mundo (ctistianismo-católico). Distorsionando los datos codificados el mensaje, los cuales capta según sus propios valores y significados de los elementos así cifrados (Op.cit.) En su conjunto, el sincretismo puede presentar aspectos positivos, cuando unifica y potencia distintas creencias y prácticas sociales, o negativos en el caso de que se practique una superposición de esos códigos con la consecuencia de aplastar lo heterogéneo (Ibíd), lo cual habría sido el caso, de haberse suscitado desde el lado de los invasores. Se ha cuestionado muchas veces, si la conservación de

Medina (1996) tiene toda la razón al afirmar que: Es la hora de los pueblos subyugados, que desde sus raíces deben apropiarse de los “secretos” (conocimientos) para construir una herramienta estratégica que permita reivindicar los derechos que nos pertenecen. Por ello es fundamental autopercibirnos: afirmar quienes somos al interior de nosotros mismos y quienes somos frente al “otro”; actualizarnos para enfrentar lo que viene en lo futuro. El reto del momento se basa así en la reconstrucción de nuestro pasado histórico a partir de nuestra propia percepción, para que de esa manera la identidad o el reconocimiento de nosotros mismos sea un verdadero augurio, una virtud y un orgullo de sentirnos totalmente seguros de lo que fuimos, somos y seremos. En otras palabras es una noción completa y clara de nuestra vida en lo pasado, presente y futuro; esto es, ser nosotros mismos a partir de nuestra historia. Así la IDENTIDAD constituirá el soporte de NUESTRA REALIDAD que nos permita conservarnos como SUJETOS HISTÓRICOS; innovar y desarrollar los grandes ideales de nuestra cultura y de nuestra sociedad y ponerle en igualdad de condiciones y derechos ante las CULTURAS DOMINANTES. Esta dimensión ideológica de la cultura permitirá indicar una nueva forma de vida moral y natural en cada uno de los individuos que conformamos la sociedad y la gran comunidad internacional en general. Por ello la conservación del patrimonio cultural es por tanto una tarea esencial e imprescindible de todo conglomerado humano que centre su desarrollo a partir de la cohesión que brinda la identidad grupal. Empero, el patrimonio cultural, fuente y esencia de la identidad grupal, es algo que se crea y estructura históricamente, acrecentándose en su materialidad o intangibilidad, en función del avance tecnológico (cognitivo) y de la dinámica sociocultural de un grupo, por una parte; y por otra, se constituye y construye, también históricamente, en base a las decisiones coyunturales de ese mismo grupo, de qué o cuales son los símbolos y significantes materiales e inmateriales que mejor lo define y representa como colectivo social, histórica y culturalmente definido, proyectándolo a los otros grupos, tanto en el pasado, presente y futuro. En este sentido podríamos hablar de un patrimonio activo, y de otro de carácter pasivo, que de una u otra manera hay que conservar, por que se podría reactivar en algún momento dado de necesidad. Por ello, desde la oralidad, y con la plena conciencia del autoreconocimiento identitario de santaelenense de raigambre guancavilca, el autor de este escrito plantea el llamado a la conservación integral de todos los bienes que conforman en basamento, la clave de nuestra esencia como conglomerado histórico, económico, social, pese a la incomprensión de quienes ya han dejado de ser nosotros. En esto, una alianza endoculturizadora, entre patrimonio y turismo étnico-cultural, que recupere, de significado, resignificado, y ponga en valor los elementos identitarios hasta aquí tratados, a más de la sinergía preexistente entre ellos; bien podría constituir un proceso de sincretismo cultural, en aras de recordar quienes fuimos, reafirmar quienes somos, y proyectar lo que en un futuro llegaremos a ser, allá en el firmamento del desarrollo sociocultural del Ecuador y del mundo. Una vez más, en el lomo de los perros de antaño nuestra esencia viajara.

I N G E N I E R I A A M B I E N T E Y D E S A R R O L L O C I A. L T D A.

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Arqueología

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Todo sincretismo cultural resulta entonces en un proceso de transculturación y mezcla entre componentes de distintas culturas, y en términos generales, se refiere básicamente a cómo se dio ese proceso entre Europa, sobre todo España y Portugal, y “El Nuevo Continente”. (Ibíd.)

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estos aspectos, en mayor o menor medida, determinara el grado de conservación de la identidad de un grupo, y la respuesta obvia es que sí, al menos en lo que respecta en la esencia medular de la conciencia grupal.

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TEMAS FITOMORFOS EN LAS CULTURAS PRECOLOMBINAS DE LA REGIÓN COSTA DEL ECUADOR Una breve cronología

Por Omar Vacas Cruz

“Los temas comúnmente utilizados en el arte precolombino estaban relacionados con las cosas y fenómenos que rodeaban diariamente al hombre de nuestra tierra: el sol, la serpiente, el mono, el pescado, el hombre en diferentes manifestaciones, tales como el hombre-cazador, hombre-fertilidad, hombre-guerrero, hombre–agricultor, etc., era, la expresión de un hombre en comunión íntima con la naturaleza.” Julio Quitama1

Introducción La América precolombina fue poblada desde el continente asiático, a través del estrecho de Bering, información confirmada por el Proyecto Genográfico liderado desde el 2005 por la National Geographic Society, investigación que utiliza el ácido desoxirribonucleico (ADN) para mapear las migraciones humanas a lo largo de la historia (NG, 2013).

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Específicamente en lo que hoy es el Ecuador y como hipótesis se plantea que primero se ocupó el callejón interandino, la Costa con excepción de la Península de Santa Elena, estuvo desabitada por mucho tiempo, mientras que la Amazonía tuvo incursiones desde la Sierra y desde la Cuenca Amazónica (Moreno et al., 2008).

Últimos hallazgos realizados en la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas en el sitio las Mercedes y en Guaguacanoayacu (Napo), indican que: los primeros habitantes del Ecuador se alimentaron de raíces, semillas, tallos, frutos, conocieron hortalizas y condimentos utilizados como complemento alimenticio como el ají (Capsicum sp.) y el achiote (Bixa orellana). Para tratar sus dolencias y enfermedades, utilizaron plantas como la muña (Minthostachys sp.) y la chilca (Baccharis sp.). Además, obtuvieron venenos

Chorrera: Botella silbato en forma de calabaza. Cerámica Música Ritual.

Utilizaron plantas estimulantes como el yocó (Paullinia yoco) y la guayusa (Ilex guayusa). Otras como el yaje (Banisteriopsis caapi), San Pedro (Echinopsis pachanoi), wantuk (Brugmansia sanguinea) y vilca (Anadenanthera colubrina), que podían llevarles a estados alterados de conciencia, para explorar el mundo metafísico y comunicarse con espíritus y dioses que formaban parte de su cosmovisión (De la Torre, 2008). Según Marcos (1999) en Real Alto existen evidencias arqueológicas de la masticación de la coca (Erythroxylum coca). Análisis de fitolitos2 realizados en Las Vegas indican a nivel de hipótesis que hace 8000 años ya cultivaban el zapallo (Cucurbita sp.) y el mate (Lagenaria sp.) y otras especies, de las cuales no se tiene evidencia cierta; y hace 7000 años cultivaban el maíz (Zea mays) (Stothert, 1988). Las culturas precolombinas del Ecuador registraron especialmente en arcilla, diseños de figuras estilizadas de temas reales o mitológicos nos revelan estructuras reconocibles como: antropomorfas, zoomorfas y fitomorfas (Borchart y Moreno, 1997). En algunas de las culturas de la costa del período de Desarrollo Regional e Integración como La Tolita, Jama-Coaque, Bahía de Caráquez y Guangala, se plasmaron los elementos más significativos en el campo del arte, la técnica y los sistemas de organización teocráticos. La diversidad del bosque tropical y de la fauna marina y terrestre constituyeron factores decisivos en los diseños de los objetos ceremoniales trabajados en arcilla y en metales preciosos (FCPR, 1992).

Períodos Ecuador

precolombinos

del

La historia del Ecuador, identificada desde aproximadamente 12 000 años, ha sido organizada a partir del estudio de los sitios arqueológicos, las fases, las culturas y los períodos. Este modelo fue propuesto en la década de los 60 por Emilio Estrada, conjuntamente con el soporte científico de los antropólogos Cliford Evans y Betty Meggers (Almeida, 2000). A continuación un resumen de los períodos culturales. Si bien este esquema parte del supuesto ideal de

que todos los pueblos debieron haber transitado por este proceso, se lo ha mantenido en vigencia porque constituye una referencia para conocer sistemáticamente el testimonio de las sociedades precolombinas ecuatorianas.

Fuente: Almeida, 2000.

Una breve síntesis del origen de la cerámica La mayoría de las sociedades de cazadores y recolectores de las selvas tropicales de Sudamérica se asentaron en las cuencas fluviales, donde subsistieron de la caza y la pesca y de la recolección de vegetales comestibles. Los pobladores de las cuencas fluviales de Colombia, Brazil y Ecuador produjeron la primera cerámica de América. La alfarería temprana copió la forma y el estilo de los recipientes naturales como piedra, calabaza y madera o de otros elaborados en cestería. A pesar de que la aparición de la alfarería y la agricultura no siempre constituye un evento simultáneo, su origen en Sudamérica ecuatorial parece ser parte de un solo proceso bien articulado, cuyo protagonismo estuvo probablemente en las manos de las mujeres y cuya culminación en el Ecuador es conocida como la cerámica Valdivia (FCOR, 1992). Los valdivianos fueron un pueblo sedentario, con conocimiento de la agricultura del maíz, dominaron la técnica alfarera y practicaron un sistema de organización tribal, características que equivalen en la historia de Europa a la época neolítica. Estas innovaciones culturales provocaron un gran adelanto en los pueblos antiguos, sobre todo por la disponibilidad de una fuente alimenticia segura, como el cultivo del maíz y de otros productos como los frijoles (Phaseolus vulgaris), la achira (Canna indica) y muy probablemente la yuca (Manihot esculenta), a más del algodón silvestre (Gossypium sp.). Los hallazgos de cerámica Valdivia tierra adentro como es el caso de Loma Alta, así como los descubrimientos de cerámica formativa en Puerto Hormiga y Mons. (Colombia), y en la mina (Brazil), son evidencias del origen sudamericano de la cerámica (FCPR, 1992).lPara muchos expertos en el período Formativo, la cultura Chorrera es considerada como un horizonte, con técnicas decorativas muy

Arqueología

Arqueología

Los grupos humanos se dispersaron lentamente por el continente americano y en su avance hacia el sur, encontraron barreras naturales como las selvas de Darién (Panamá) que ofrecía mejores condiciones climáticas. En el caso de Andinoamérica Tropical, las evidencias arqueológicas permiten afirmar que se pobló hace unos 13 000 o 14 000 años.

Entre los 14 000 y 3900 a.C. (período Paleoindio), en la Sierra se puede destacar los asentamientos de cazadores y recolectores al pie del volcán Ilaló (Pichincha, 9000 a.C.), Chobshi (Azuay, 8060 a.C.) y Cubilán (Loja, 8550 a.C.); hallazgos costeros demuestran un período de transición de pueblos cazadores – recolectores hacia la sedenterización y subsistencia basada en la agricultura en Las Vegas (8000 a.C) (período Arcaico) y en la Amazonía la fase precerámica de Jondachi en el alto Napo (8000 a.C) (Almeida, 2000).

para cazar, pescar e incluso para matar a sus enemigos, utilizaban el “curare” preparación hecha con varias especies de plantas tóxicas como Schoenobiblus daphnoides, Sciadotenia toxifera, entre otras. Identificaron maderas que ardían mejor como combustible y eran óptimas para la construcción de embarcaciones y refugios, así como las hojas adecuadas para techarlos (De la Torre, 2008). Las fibras naturales utilizaban para tejer enseres para el transporte de alimentos como la totora (Schoenoplectus californicus) y para fabricar textiles como la cabuya (Furcraea andina) y varias especies del género Agave.

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interesantes, y que se dan por primera vez, como es el caso del negativo e iridiscente. Entre los elementos más llamativos encontramos las botellas silbato, el uso del polícromo y moldes para elaborar figurinas huecas (Damp et al., 2010). De este mismo período Formativo, en el 2010 escavaciones aqueológicas realizadas en los Samanes, alrededores de Guayaquil se ha estudiado la cerámica del sitio Peñón del Río y Los Samanes siendo este último netamente doméstico durante toda su extensa ocupación desde el periodo Formativo Tardío, Desarrollo Regional e Integración (Damp et al., 2010).

Wheeler (Pires Ferreira) y de Marcus Winter sobre las rutas de intercambio en Mesoamérica y Centroamérica (período Formativo) que movían grandes cantidades de obsidiana, magnetita, conchas, textiles, y cerámica, nos dan hoy una amplia visión sobre las redes de suministro que se fueron tejiendo en América. En el área septentrional andina se centró el uso del palo de balsa (Ochroma pyramidale) y de la caña guadua (Guadua angustifolia), elementos esenciales en la construcción de las balsas. Según Presley Norton, la explotación de estos productos, aseguró a los habitantes de la costa del antiguo Ecuador, el monopolio sobre el diseño y las técnicas de navegación en alta mar (Marcos, 1999).

La sedenterización y subsistencia basada en la agricultura Formas cerámicas fitomorfas Hace 8000 años, los pobladores de Las Vegas y otros en algunas culturas grupos que poblaban la península de Santa Elena explotaban el maíz, los frijoles, la calabaza (Cucúrbita maxima) y tal vez el algodón (Stothert, 1988). Si bien existe escasez de evidencias, se puede suponer que existió un proceso de domesticación, los pobladores de esa época escogieron las plantas a ser utilizadas en agricultura sea por información transmitida oralmente, por la necesidad misma de alimentación o por prueba y error que estimuló o no la recolección, siembra y cosecha, entre otras razones. La hipótesis realizada es que el ambiente de Las Vegas fue parecido al actual, es decir hierbas y malezas, leguminosas, áreas cultivadas, etc. Se conoce que las sabanas modernas, los matorrales, y los bosques deciduos de la península ofrecían una variedad de raíces comestibles, frutas, semillas, fibras y sustancias medicinales. Los manglares aumentó la variedad de las especies de plantas disponibles para la domesticación y explotación. El Formativo es un periodo importante en el desarrollo social de la costa ecuatoriana. Las sociedades se sedentarizan, aparece la cerámica y se desarrollan las técnicas agrícolas (Damp et al., 2010).

Las primera evidencias documentadas de cerámica en la Costa Norte del Ecuador aparece en el período Formativo Tardío (1330 – 550 a.C.), se trata de una alfarería con formas depuradas, con motivos decorativos incisos3 y pintados como en Chorrera (área de San Isidro). En general, las formas geométricas básicas se presentan solas o combinadas, con ciertas tendencias hacia las líneas rectas y los ángulos obtusos o agudos. La cerámica de la cultura Chorrera es la mejor lograda del período Formativo, posee rasgos de alta calidad como diseños y decoraciones que le hacen muy llamativa estéticamente. Las técnicas utilizadas son para el diseño: el inciso, y para las decoraciones: la pintura iridiscente, la pintura negativa4, el uso del engobe5 rojo combinado con el color beige, y el acabado sumamente pulido, llamado brillo de espejo. En cuanto a las formas, encontramos una tendencia a utilizar como motivo elementos de la naturaleza como animales, aves, plantas, peces e incluso la figura humana. Estas representaciones nos dan un indicio del tipo de flora y fauna que compartieron los pobladores de Chorrera, así como también las condiciones ecológicas de su hábitat (FCPR, 1992).

Arqueología

Los diseños obedecen a uno o dos estilos característicos, lineal para representación de figuras fantásticas o abstractas y sólido para la representación de figuras humanas. Hay tres materiales básicos empleados en la costa, los cuales sirvieron para la aplicación de los sellos: madera, tejidos de algodón y arcilla. La mayoría de los diseños que producen los sellos a primera vista, se muestran indescifrables; las imágenes aparecen basadas en una relación espacial de múltiples formas geométricas. No obstante, cuando se comienza a estudiar los motivos, van surgiendo varios patrones que nos llevan a pensar que las divisiones no están arregladas libremente sino, que están arregladas de acuerdo a un orden de composición. En términos de motivos abstractos, ese orden nos permite reconocer su calidad repetitiva así como las variaciones del tema y, es ese ordenamiento el que nos ayuda a reconocer que algunos diseños son figuras estilizadas de temas reales o mitológicos, al mismo tiempo, nos revelan estructuras reconocibles como: formas humanas, animales y florales.

Jama Coaque: vasija con pastillaje fitomorfo. Fuente: Reserva Arqueológica del Ministerio de Cultura y Patrimonio, 2011.

Jama Coaque: parte del objeto mayor, representación del maíz y figura zoomorfa. Fuente: Museo Nacional del Ministerio de Cultura y Patrimonio, 2011.

Las estilizaciones fitoformas son motivos que se presentan menos complejos que otras categorías (decoraciones geométricas, estilizaciones antropomorfas, estilizaciones de la fauna y motivos compuestos) y por los arreglos de sus variadas formas geométricas, pueden ser identificadas como flores y plantas, las mismas que aun no han sido identificadas (Cummis, 1996).

Evidencia de la iconográfica fitomorfa

Los sellos fueron instrumentos usados por varias culturas prehispánicas de México y Sudamérica, con la finalidad de crear un diseño bidimensional sobre otra superficie diferente. Chorrera: Botella silbato triple en forma de calabaza. Cerámica Música Ritual.

Durante el período de Desarrollo Regional (500 a.C. – 750 d.C.) en la Costa Norte se da un incremento considerable en la producción alfarera y se introducen nuevas formas que tienden a lo barroco.

Arqueología

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Además en esta misma época las relaciones marítimas entre las costas del Ecuador y del occidente de México se intensificaron. La investigación de Jane

En Jama Coaque se debe destacar la recurrencia a ciertos estilos decorativos aplicados al tratamiento de la cerámica. Son comunes los cuencos polípodos6 de borde plano, compoteras de base campaniforme, ollas de boca ancha con bordes planos y muy evertidos7 y ollas carenadas8. Entre las decoraciones son comunes las bandas rojas horizontales, las líneas incisas paralelas, la pintura negativa, la incisión en línea ancha, el peinado, el engobe rojo, aparte de la pintura post cocción, sobre todo en colores verdes y amarillo. La tradición incorpora el pastillaje9 con motivos fitomórficos (lianas floridas, hojas, frutos y granos), mezclándose a veces con figuras humanas y de animales, las que reflejan la importancia ideológica de la naturaleza (Cummis, 1996).

su mayor desarrollo al norte de Manabí y parte de Esmeraldas, durante el período de Desarrollo Regional, en especial en la cultura Jama Coaque.

Los sellos de Jama Coaque (500 a.C. – 1531 d.C.)

Las rutas de comercialización norte-sur-norte El tráfico de la turquesa unió desde el Formativo (c. 1400 a.C.) a Mesoamérica con el sudoeste de Norteamérica, esta interacción se amplió hasta incluir la cuenca del gran río Misisipi durante la Época Postclásico Tardío (1300 - 1500 d.C.). Llegando los productos de la meseta mexicana, por intercambio, hasta sitios emblemáticos de la cultura Misisipi como Cahokia.

En este período existieron varias culturas y entre ellas sobresalen La Tolita y Jama Coaque. Las culturas vecinas de Bahía y Guangala, en el centro y sur de Manabí, comparten muchos atributos estilísticos del Norte (FCPR, 1988).

Los sellos como tales representan el arte y la tecnología de los ceramistas prehispánicos, estas piezas de cerámica son un paso intermedio hacia la aplicación de colores y diseños sobre superficies planas y curvas. El sello como significado de expresión artística tuvo

Fuente: Los sellos de Jama-Coaque (Cumis, 1996)

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Las fusaiolas de la cultura Manteña (600 – 1534 d.C.) En esta cultura se encuentran innumerables objetos realizados en piedra, hueso, concha, metal y principalmente cerámica con la que se elaboraron gran parte de los utensilios domésticos, donde destaca la presencia de fusaiolas10 o volante de huso, aquellos pequeños artefactos cerámicos atravesados en su sección central por una perforación. En una investigación realizada de 1870 fusaiolas

de la colección del Museo Weilbauer de la PUCE, se establecieron tipologías de estos artefactos, y en la decoración simple se atribuyen motivos vegetales sin identificación (Cruz, 1988). En general, la tarea de alfarería era exclusivo de las mujeres ya que el manejo de la tierra es sinónimo de fertilidad (Lupe Cruz com. pers., 2013), por lo que se supone que estas elaboraban y llevaban estos artefactos, unos a manera de símbolo y otros en forma utilitaria, presumiblemente los decoraban con especies vegetales que tenían algún tipo de uso en esas épocas.

LA VERIFICACIÓN DE AUTENTICIDAD DE OBJETOS CERÁMICOS PREHISPÁNICOS Y LA PROCEDENCIA DE LOS ARTEFACTOS ARQUEOLÓGICOS. Por Francisco Sánchez AGRADECIMIENTO Este artículo está basado en la verificación de autenticidad de objetos cerámicos en el traspaso del Ex Banco Central al Ministerio de Cultura, realizada por peritos conocedores, funcionarios actuales del INPC: Lic. Rosario Arregui, Lic. Rocío Murillo y Lic. Fernando Mejía. Para ellos mis agradecimientos sinceros, por compartir estos conocimientos al realizar tan delicada función.

INTRODUCCIÓN

Fig. 214: tronco cónico marrón, altura: 16mm, ancho: 17mm. Diámetro de los huecos: 2,9 y 3,1mm.

Este documento permitirá abordar dos temas que por diversas circunstancias no se han tratado; emergen a propósito de la verificación de autenticidad de objetos arqueológicos pertenecientes al Ex Banco Central, en el traspaso al Ministerio de Cultura. Estos temas son: 1) La procedencia de los objetos arqueológicos: cómo, dónde, cuándo y quiénes la obtuvieron, en otras palabras, si son producto de huaquerismo o de investigaciones lícitas y 2) Una metodología de cómo verificar técnicamente, si son o no cerámicas prehispánicas del Ecuador. Todo esto constituirá la base para la identificación de otros materiales arqueológicos, tales como metales, textiles y algunos más.

1.- VENTAJAS DE LA VERIFICACIÓN DE AUTENTICIDAD

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Conclusiones y recomendaciones

investigación del patrimonio cultural del Ecuador, que nos permitan descubrir aquellos eslabones per-

Las culturas precolombinas de la costa ecuatoriana desarrollaron un contacto estrecho con la naturaleza, con la flora y fauna de su entorno, representada en diferentes manifestaciones artísticas, de esta diversidad obtenían su alimento, su vestimenta y los remedios curativos; muchas plantas y animales tenían un valor y un significado mítico-religioso, que se devela con el estudio de la iconografía.

didos de la Historia del Ecuador.

Por otro lado, los temas fitomorfos analizados en la presente investigación, nos permiten reconstruir a la flora antigua ecuatoriana, y conocer los primeros pasos que se dieron entre las sociedades cazadoras-recolectoras a sociedades agrícolas lo que incluyó la domesticación de las plantas. Finalmente, es necesario iniciar nuevos procesos de

Contribuir a detallar el conocimiento de las características específicas de cada una de las culturas.

Contribuir al reconocimiento de objetos de manufactura moderna con agregados de piezas arqueológicas o viceversa, que constituyen ahora, una nueva modalidad para ilegalmente sacar del país, los bienes pertenecientes a nuestro patrimonio cultural arqueológico.

Agradecimientos Mi agradecimiento al Arqueólogo Francisco Sánchez y a la Magister Fanny Gómez por su invitación a participar en la revista “Evidencia Ancestral” y por la revisión general del artículo; a Renee Guáitara, curador encargado de la Reserva Arqueológica del Ministerio de Cultura y Patrimonio por el apoyo brindado en la revisión y clasificación del material fotográfico y a la Lcda. Lupe Cruz, Guía-Coordinadora del Museo Weilbauer de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, por la bibliografía facilitada y sus acertados comentarios, los cuales sirvieron de base para la investigación de este artículo.

Determinar las principales características físicas de los bienes con el correspondiente estado de conservación, donde se observan las alteraciones y modificaciones de las que fueron objeto, y

Ayudar a dilucidar, si las piezas prehispánicas arqueológicas son procedentes de sitios arqueológicos prehispánicos o son artesanales (de época actual), o definitivamente son originales, o falsas.

¿De dónde provienen las piezas arqueológicas? ¿Cuál es el destino de las piezas arqueológicas? ¿Quién o quiénes las obtuvieron?; son algunas de las interrogantes que nos hacemos cuando observamos una pieza arqueológica, pero pocas veces conocemos detalles de su origen. Estos y otros cuestionamientos deberían ser analizados con mayor profundidad, sin embargo para efecto de este contenido, se tratarán situaciones que son importantes para entender el significado de la verificación de piezas arqueológicas. Existen dos formas de procedencia de los objetos arqueológicos prehispánicos: por investigaciones académicas o de contrato y por extracción ilícita denominada huaquerismo. El Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) es la institución que regula las investigaciones arqueológicas en el Ecuador, a través de la Ley y el Reglamento, así como el Reglamento de Investigaciones Arqueológicas Terrestres. Lo obtenido a través de investigaciones o huaquerismo son objetos o fragmentos de objetos arqueológicos que se encuentran en Museos, Tiestotecas, Exposiciones Temporales, Exposiciones Permanentes, Reserva o Bodegas del INPC o en Colecciones Particulares. Pero lo que más interesa en esta ocasión es el tema del huaquerismo, palabra que ha sido utilizada a raíz de la conquista española y que se la define como actividad ilícita para extraer bienes arqueológicos sin el permiso correspondiente. La Ley de Patrimonio Cultural en su artículo 28 señala, que ninguna persona o entidad pública o privada pueda realizar, en el Ecuador, trabajos de excavación arqueológica o paleontológica sin autorización escrita del INPC, y se añade en el segundo párrafo: “Que el incumplimiento de este artículo será sancionado, con prisión hasta de dos años, la confiscación de los objetos extraídos, de los vehículos e implementos utilizados para tal fin y con las multas reglamentarias”.

Arqueología

Arqueología

Fig. 215: esferoide grisáceo, altura: 17mm, diámetro de los huecos: 3,3 y 3, 9mm.

Al verificar la autenticidad de piezas cerámicas se puede describir muchísimas ventajas, sin embargo las más importantes son:

2.- PROCEDENCIA DE LOS OBJETOS PREHISPÁNICOS ECUATORIANOS:

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Hasta la presente fecha, no hay un estudio pormenorizado sobre el huaquerismo en el Ecuador, esto permitiría conocer las causas y quienes realizan este ilícito. Una de las políticas culturales patrimoniales de los últimos años consiste en erradicar el tráfico ilícito, a través de acciones como la implementación de controles en los puertos, aeropuertos y fronteras; sin embargo no existen políticas claras y contundentes sobre el huaquerismo, que es la esencia del tráfico ilícito y que posiblemente es la consecuencia de situaciones socio económicas, cuyas causas deberían ser atacadas. El huaquerismo se inicia con la conquista española, que ha intervenido especialmente en sitios ceremoniales y cementerios. Se ha tratado de identificar períodos o fases, determinando hechos gravitantes y relevantes en la vida política, social y económica, primero como Colonia y luego como República, pasando por supuesto por la etapa de la Gran Colombia. Esta cronología ha sido necesaria, para obtener una guía, la misma que se presenta a continuación:

QUINTA FASE: Desde 1970 hasta 1990, es El Banco Central del Ecuador el principal comprador de piezas arqueológicas para ir engrosando el Museo, fomentando el huaquerismo, sin ninguna otra política, que dictar cursos de arqueología a algunos empleados tratando de “cientificar” la arqueología ecuatoriana.

El Ex Banco Central del Ecuador también fue alimentado por piezas arqueológicas extraídas durante excavaciones arqueológicas que para la época, eran muy aceptables en el marco científico, tal es el caso de las investigaciones de Holaf Holm, Presley Norton, Emilio Estrada, Carlos Cevallos, y otros.

SEXTA FASE: Desde 1990 hasta nuestros días, tiempo durante el cual se comercializa piezas arqueológicas tanto al interior como al exterior del país a pesar de los controles de aduanas que se ha implementado en los últimos años por parte del INPC.

Quizá la falta de arqueólogos fue un pretexto para incorporar esas piezas arqueológicas al Museo del Banco Central, con la cantidad de dinero invertido en la compra, pudo abrirse una escuela de arqueología o quizás hacer una campaña de educación patrimonial arqueológica, para evitar este saqueo que no ha parado desde la época colonial, sin embargo, parece que el gobierno actual todavía no concientiza sobre estas urgentes necesidades.

3. LOS OBJETOS ARQUEOLÓGICOS DEL EX-BANCO CENTRAL DEL ECUADOR Quizá la etapa más crítica para la arqueología científica fue la compra de objetos arqueológicos a huaqueros, por parte del Ex-Banco Central del Ecuador, con el objetivo, propósito o pretexto de que: “estas piezas no salgan del país y se queden en el Ecuador”. De esta manera se fue formando el Museo del Banco Central, que a decir de uno de sus funcionarios, el Museo está formado por el 99 % de objetos huaqueados.

PRIMERA FASE: Desde la conquista hasta 1650,es la época en la cual, en nuestro territorio, los españoles querían satisfacer su ambición y ansiedad de oro, plata y piedras preciosas; para lo que utilizaron todos los medios posibles, apoderándose de territorios ajenos, profanando tumbas y sitios ceremoniales. Este período coincide con la disminución demográfica de los nativos en toda Sudamérica, como uno de los productos y secuelas de la conquista.

Los museos son un acumulamiento de material arqueológico producto del huaquerismo, más no de investigación científica, estas piezas son susceptibles de investigación a través de inferencias y comparaciones que se pueden realizar como decoraciones, estilos y otros temas. Pocos han sido los estudios que se han llevado a cabo, aunque lo ideal sería que se explote adecuadamente esta reserva. Aparte de esta colección del Ex - Banco Central del Ecuador existen personas que en su momento, acumularon piezas arqueológicas por compra o extracción ilícita. Como se conoce, utilizaron para formar

SEGUNDA FASE: Desde 1650, hasta la llegada de los sabios franceses a medir el arco de meridiano terrestre (1737); este episodio marca el inicio de la investigación científica en estos territorios y esto se evidencia en arqueología, al realizar la descripción y los primeros planos de sitios arqueológicos, como en el caso de Puntiachil e Ingapirca (Cfr. Jorge Juan y Antonio de Ulloa (1735-1748) en su relación Histórica del Viaje a la América Meridional y Mapa de Carlos María de la Condamine en el sitio arqueológico de Ingapirca).

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CUARTA FASE: Desde 1900 hasta 1970, es la época en la que existe un auge del huaquerismo, especialmente impulsado por el poder eclesiástico a través de algunas misiones como los Josefinos y los Lasallanos, reuniendo en todo el Ecuador piezas arqueológicas, que sirvieron para formar las colecciones de los Colegios El Cebollar en Quito y el Lasallano en Catacocha, entre otros ejemplos; aunque paralelamente aparecen los primeros trabajos arqueológicos en el Ecuador como los realizados por Max Hule, Federico González Suárez y Jacinto Jijón y Caamaño.

Arqueología

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TERCERA FASE: Desde la llegada de los sabios europeos (1737) hasta la Revolución Liberal (1900), con la Revolución Francesa, la carta de la esclavitud, el laicismo y las libertades, empieza a florecer las sociedades, promoviendo cambios en el pensamiento y en la práctica científica, teniendo al huaquerismo en un letargo aparente.

Fig. 1: Figura estudiada

Fig. 2: Figura estudiada

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colecciones, en muchos casos en museos privados, aunque en ocasiones, donaron o vendieron a entidades públicas, lo que ha servido para formar museos privados o públicos. Justamente el programa de Emergencia de Patrimonio Cultural, a través del inventario realizado, identificó Museos Arqueológicos en el Ecuador, más no el listado e inventario mismo de cada uno de los elementos que forman estos museos, tarea que debería llevar a cabo, de manera urgente, el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural. Hasta el momento se ha tratado la adquisición de piezas arqueológicas, pero continuamos con algunas preguntas que aparentemente no tienen respuesta, como y porqué tenía el Banco Central que comprar piezas arqueológicas, habiendo instituciones como la Casa de la Cultura y el mismo Instituto Nacional de Patrimonio Cultural?;- ¿de dónde salían los fondos, y quién daba el visto bueno de que las piezas arqueológicas eran auténticas o no?,- y una de las partes delicadas de esto es- ¿cuánto costaba cada pieza arqueológica y quién las avalaba?. ¿Existirán esos famosos registros?.

LA ELABORACIÓN CERÀMICA

Con esto no se quiere desempolvar situaciones comprometedoras, el propósito es, simplemente conocer de dónde provinieron estas piezas arqueológicas que ahora servirán de ejemplo para confeccionar una metodología de verificación.

1. Vegetales: raíces, semillas o algas. Al ser partículas orgánicas finas aumentan la plasticidad de una arcilla; al quemarse, durante la cocción, se convierten en carbón y ennegrecen la pasta y la superficie; y disminuye la impermeabilidad. Al quemarse, las partículas añadidas, crean porosidad que ayuda a la resistencia de las ollas a los golpes.

UNA METODOLOGÍA DE CÓMO VERIFICAR TÉCNICAMENTE OBJETOS CERÁMICOS PREHISPÁNICOS.

2. Animales: concha molida y huesos fragmentados.

Paralelo a estas faenas de huaquerismo, en algunos sectores del país se hacen réplicas de objetos prehispánicos que son presentadas en muchas ocasiones como auténticos, aunque si se los ofrecen como artesanías, éstas deberán tener un sello, tal como dice la Ley de Patrimonio Cultural, para diferenciar un objeto prehispánico de una artesanía realizada en época actual. (Art. 75 del Reglamento a la ley de Patrimonio Cultural). Una metodología es un conjunto de métodos y técnicas que nos lleva a verificar técnicamente si los objetos cerámicos son auténticos, trabajados en épocas prehispánicas. Todo objetivo de investigación está ligado al objeto de

DE

LA

Como se conoce, la materia prima de la cerámica es la arcilla, un componente formado por varios minerales y que por lo general se encuentra en zonas aluviales. A esta arcilla hay que añadir el desgrasante o anti plástico que de acuerdo a Álvaro Higueras (1998), se dividen en tres grupos:

3. Minerales: arena (sílice), pedazos de cuarzo, piedras. También se usa cerámica cocida molida, llamado chamote. Para confeccionar la forma, algunos autores mencionan tres estilos básicos: el modelado, el moldeado y una combinación de ambas técnicas. El modelado usa las técnicas de compresión digital, enrollado, el uso de placas y el paleteado. El moldeado usa moldes bivalvos o únicos, para una o varias partes de una pieza, y tiene dos sub-variantes: el sellado y el estampado. Otros autores, a la manufactura la identifican con técnicas propiamente dichas (Acción) como: Técnicas de elaboración de la forma, Técnicas de desecamiento y cocción y Técnicas de tratamiento de la superficie. La decoración, es sin duda, el elemento más relevante para la caracterización e identificación de estilos cerámicos, pues ellos son homogéneos y recurrentes. A ésta caracterización se asocia el reconocimiento del universo de formas características de cada período. En la descripción de los grupos culturales y su cultura material, que es lo tangible y a partir de lo que el arqueólogo construye sus definiciones y teorías, son esenciales estas dos características, decoración y forma, enmarcadas en el aspecto tecnológico de la sociedad.

Esto es en rasgos generales lo que debemos entender de la cerámica para poder caracterizar los conjuntos de diferentes épocas.

LA RESTAURACIÓN Para la restauración de bienes arqueológicos en cerámica se utiliza varios métodos y técnicas, pero durante estos pasos se debe tomar en cuenta que, para una buena restauración es necesario conocer minuciosamente cómo está constituida la arcilla, los desgrasantes, el resultado de la cocción y otros elementos importantes de la contextura de la cerámica elaborada. De estos pasos de la restauración, se considerará algunos importantes dentro de la identificación de bienes culturales prehispánicos, uno es el análisis visual a fin de describir en detalle los aspectos formales y materiales del objeto y otro es identificar el deterioro y describirlo técnicamente. Para identificar hongos que contienen proteínas, nitritos y nitratos, se considera ciertos compuestos con el objeto de realizar las reacciones como peróxido, ácido clorhídrico-HCL- concentrado, ferrocianuro, fluorescencia en rodamina, entre otras. Identificar las intervenciones realizadas anteriormente en la pieza, especialmente cuando no son visibles. Esto por lo general se hace a través de solubilidad de engobes y pigmentos, usando solvente por separado como agua, alcohol etílico y acetona pura con un hipo de algodón, sobre un pequeño sector de la superficie engobada o decorada que será evidenciada en el algodón. En conclusión es importante, reconocer acciones sobre los bienes que denotan “Mantenimientos”, “intervenciones”, “Reintegraciones”, que son fundamentales para indicar los cambios que pudo haber sufrido el objeto, posteriormente a su hallazgo.

LA ARQUEOLOGÍA MENTAL

EXPERI-

La arqueología experimental es muy importante en la identificación, por cuanto al revisar objetos similares, podemos darnos cuenta que existen varios factores y técnicas que son válidas para reproducir estos objetos; estas técnicas son: Los escáneres láser, la espectrometría y las tecnologías de percepción remota satelital (como el radar); éstas facilitan la identificación de materiales, así como determinan las dimensiones y características físicas de los restos. (Guillermo Cárdenas Guzmán, 2013). Otra técnica que menciona el mismo autor es el acelerador de partículas Pelletron que fue modificado,

Fig. 3: Figura estudiada

por Ruvalcaba para proyectar un haz de protones (partículas con carga positiva) que al incidir en la superficie de un objeto generan, a su vez emisiones de rayos X. Cada una de estas tienen una huella característica, que al interpretarse revela la composición del objeto estudiado. El autor en relación a esta técnica dice: “La herramienta, es tan sensible que aporta información no sólo de los elementos principales contenidos en una pieza, sino de otros existentes en pequeñas proporciones (trazas). También permite identificar canteras particulares (si se trata de minerales) o las técnicas empleadas por diferentes civilizaciones”. Los escáneres virtuales permiten analizar los materiales de construcción, así como determinar la temperatura a las que se cocieron e inclusive conocer cómo eran los hornos. Otro de los recursos usados por los arqueólogos experimentales es la modelación en escenarios 3D con ayuda de programas especiales que permiten reconstruir virtualmente con lujo de detalles. “La modelación por computadora es un nuevo enfoque en este campo de investigación” señala Michael Barton, del Castro de Dinámicas Sociales en la Universidad de Arizona. Existen muchos conceptos sobre etnoarqueología, pero para lo que concierne, se ha recogido lo que dice Politis (s.a.): “La etnoarqueología es considerada como una estrategia de obtención de datos de sociedades vivas, pero desde una perspectiva arqueológica y sobre todo, prestando atención a los derivados materiales de las conductas humanas” (En “Tendencias de la etnoarqueología en América Latina”, p. 11). Y para completar esta definición se observa lo que dice David (1992, en Politis, s.a., p.9) “la etnoarqueología incluye el campo de estudio de la producción,

Arqueología

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Los investigadores realizan guías metodológicas o museísticas, de cómo identificar un objeto arqueológico de acuerdo a sus características culturales, más no, en el sentido de cómo realizar una verificación eficaz de objetos prehispánicos del Ecuador.

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investigación y a la metodología; entonces es importante clarificar, cuál es el objetivo de la investigación, y en concordancia con algunas guías de identificación y reconocimiento de bienes culturales arqueológicos, el objetivo principal es el determinar técnicamente y multidisciplinariamente la autenticidad de los bienes culturales cerámicos prehispánicos en el Ecuador. Este tipo de metodologías están ligadas a algunos aspectos, entre los que se menciona: a) la elaboración de la cerámica, b) la restauración de la cerámica, c) la arqueología experimental y d) la etnoarqueología.

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tipología, distribución, consumo, y descarte de la cultura material, con especial referencia a los mecanismos que relacionan variabilidad y la variación al contexto socio-cultural y a la inferencia de los mecanismos de procesos del cambio cultural“.

En el presente trabajo se halló figurinas con representaciones iconográficas de piezas de algunas culturas que nunca han sido halladas en investigación arqueológica, permitiendo identificarlas solamente como una representación artesanal moderna.

Lo interesante de estos conceptos y su aplicabilidad en la verificación de autenticidad de piezas prehispánicas es, que se puede observar a través de una producción actual, los mecanismos, las técnicas y otros elementos importantes en la fabricación cerámica, y que todos o parte de estos fundamentos y criterios serán útiles para dilucidar la confección prehispánica y de esta manera obtener parámetros para este tipo de análisis.

Otro parámetro de recurrencia es el deterioro al que está expuesto el bien cultural antes de ser descubierto. Esta situación revela el estado de conservación, integridad y época de manufactura. Existen patrones de daños que la naturaleza deja en objetos enterrados según el sector de origen del hallazgo, como hongos, impregnación de sales y otros.

5. LA VERIFICACIÓN DE 1174 PIEZAS DE DUDOSA AUTENTICIDAD EXISTENTES EN EL EX-BANCO CENTRAL QUE FUERON TRANSFERIDAS AL MINISTERIO DE CULTURA, POR FUNCIONARIOS DEL INPC. Para complementar esta información hemos tomado en consideración un ejemplo práctico, este es, la verificación de 1174 piezas de dudosa autenticidad en el traspaso de las piezas del Ex-Banco Central al Ministerio de Cultura. El objetivo de este trabajo era, determinar en consenso de los especialistas (arqueólogos, restaurador y experta en arte del INPC), la autenticidad de los bienes culturales que en las colecciones de los Museos del Ex-Banco Central presentaron dudas en cuanto a su autenticidad (Informe de Comisión de Peritaje, 2011, INPC). Se analizó un total de 1174 piezas en las ciudades de Quito, Guayaquil, Cuenca, Manta, Bahía y Esmeraldas, donde existen las reservas. De acuerdo al informe se utilizó una metodología basada en tres criterios: CONCORDANCIA, RECURRENCIA E INTENCIONALIDAD.

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La manufactura, el acabado de superficie y la iconografía, en un objeto cerámico, son actividades que el individuo realizó no de forma aislada, sino como parte de un conglomerado social y dentro de un proceso histórico; por lo tanto el resultado, es un conjunto de formas y diseños únicos, que son distintivos de cada cultura y que no permite confundir temporalidad ni espacio con otro grupo social, por lo tanto se está frente a contenidos esenciales y propios de la sociedad que la produjo.

Fig. 4: Olla de cuerpo esférico, base convexa, borde evertido con huellas de cocción reductora por defecto, es modelada y trabajada en cerámica tiene características de ser de elaboración reciente, se observa que la pasta es actual, no tiene características de la cultura Valdivia como consta en el registro. NO AUTÉNTICA

La concordancia también está relacionada al uso por el cual los utensilios cerámicos tienen a veces un desempeño mecánico. Para conocer el uso de un artefacto es necesario realizar el estudio de su morfología, de sus propiedades físicas y de sus asociaciones contextuales (aunque este último indicador no es conocido en la colección analizada). Las diferentes funciones que cumplieron los artefactos en el pasado, evidencia de su uso o de desgaste, a través de huellas macroscópicas o microscópicas producto de la repetición de acciones, tales como el cocer, agitar, raspar, cortar y machacar.

La intencionalidad está relacionada a las técnicas de elaboración y decoración, no es igual la intención de un artesano moderno que de un artesano prehispánico. Es distinto un orificio realizado por un taladro de piedra que deja un agujero bicónico, que uno hecho con una broca de acero o un clavo moderno. Otro ejemplo es el aplique de recubrimientos de pinturas o tierras con aglutinantes para darle una

Dentro de esta intencionalidad, también es importante localizar las reintegraciones sin intervención técnica como por ejemplo: el pegado de fragmentos con cemento de contacto, un repinte de la pintura para hacer más vistosa la decoración, o apliques de elementos nuevos para recuperar faltantes o simplemente para crear nuevas iconografías en la cerámica arqueológica. En conclusión la intencionalidad es reflejada en el objeto realizado tanto por el artesano prehispánico como por el artesano moderno y la intencionalidad está ligada a las técnicas de elaboración y decoración así como a las reintegraciones como parte de una restauración inadecuada.

ANÁLISIS.La metodología descrita nos ha permitido determinarla autenticidad o no, de los bienes analizados y que se resume en el siguiente cuadro:

Entonces, en caso de encontrar éstas concordancias se definirá como objetos auténticos, y en caso de no encontrar estas concordancias los objetos serán no auténticos.

RECURRENCIA Para entender la palabra recurrencia hay que conocer que los objetos arqueológicos provienen de contextos originales. Estos objetos tienen asociación con otros objetos arqueológicos con las mismas características y con contextos arqueológicos, por lo tanto se puede identificar objetos arqueológicos similares (objetos auténticos) y objetos que nunca han sido encontrados en contextos (objetos no auténticos). Es importante considerar los tipos y originalidad de la iconografía de los objetos prehispánicos (objetos auténticos) que sirven para diferenciar con iconografías en serie y mal elaboradas con trazos y dibujos incoherentes al tamaño de la iconografía en el objeto (objetos no auténticos). Esta situación ha ocasionado que algunos artesanos actuales realicen objetos con una iconografía cultural en una morfología que no corresponde, generando objetos atípicos con características mezcladas de una cultura con otra, como se pudo encontrar en figurines de las culturas Jama Coaque y Tolita.

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CONCORDANCIA

INTENCIONALIDAD

apariencia de añejo, que es diferente a lo que la naturaleza puede hacer en un objeto cerámico.

Cuadro 1: Cuadro que se utilizó para el análisis de las piezas arqueológicas en el traspaso del Ex-Banco Central al Ministerio de Cultura.

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A esta metodología hay que añadir otras características: En la expresión de las figuras, especialmente las que pertenecen a las culturas de Desarrollo Regional, muchas de ellas representan trances, posiblemente con el uso de alucinógenos, los que el escultor demuestra con gran habilidad al representar lo vivido con lujo de detalles, situación que es muy complicada realizarla en época contemporánea, o sea que la expresión es única, en un momento de tiempo y espacio. En otras palabras está la expresión humana y su reproducción en la relación humanos-animales, humanos-seres míticos. Observando éstos criterios en cada en una de las piezas, había que diseñar un modelo de la evaluación final. Esta decisión se basó en la suma de los criterios sobre un 100 % total, si pasaba del 50 % de estos criterios era auténtica, sin embargo tuvimos más del 70 %, acercándonos a una probabilidad definitiva y determinándose finalmente la autenticidad o no de la pieza. Una de las características de las piezas fue la adulteración, sin embargo se resolvió no colocar en el resultado final la palabra adulteración, porque no interfería de manera absoluta en la autentificación. Como ejemplo tenemos que una pieza tenía la cabeza de otra figura, o que había pintura contemporánea en el 70 % de la pieza, pero ambas piezas en su originalidad eran auténticas, por lo tanto se resolvió identificarlas como auténticas con la observación detallada. Y un tema decidor será la técnica de datación absoluta, pero antes de aplicarla, el artefacto será puesto a prueba a través de una comparación, “si éste pertenece a una tipología cerámica de una determinada cultura, donde se destaque la morfología, la tecnología y el estilo”. (Datación Relativa).

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Los Municipios y Consejos Provinciales, de acuerdo al COOTAD, tienen como ley preocuparse por el patrimonio cultural en la conservación y difusión de los bienes culturales patrimoniales. Los municipios no se empoderan del patrimonio cultural arqueológico, no tienen el personal técnico preparado para realizar la conservación, la exhibición y la puesta en valor, como ejemplo se cita el Municipio de Cañar, que a pesar de haber sido declarada Capital Arqueológica del Ecuador, en el año 2001, mediante Decreto Presidencial, este no se ha preocupado en tener un arqueólogo de planta, para realizar las labores arqueológicas básicas que los sitios necesitan. Los museos de arqueología no cuentan la realidad arqueológica del país, porque el 99 % de las piezas provienen del huaquerismo. Lo ideal sería formar museos con artefactos de investigaciones arqueológicas, que reposan actualmente en el INPC. Para identificar y validar objetos arqueológicos de dudosa procedencia, la metodología presentada en base a la teórica y práctica se resumiría en lo siguiente: Objetivizar el trabajo a realizar, esto es la identificación y verificación de los objetos cerámicos a analizarse. Tener en cuenta: •

La procedencia de los objetos arqueológicos.

La manufactura y decoración de la cerámica.

La restauración.

La arqueología experimental y la etnoarqueología nos dan conceptos teóricos y prácticos en la identificación de las técnicas utilizadas en la elaboración de los objetos cerámicos en épocas prehispánicas y actuales.

La termoluminiscencia consiste en que los elementos radiactivos liberan electrones que quedan atrapados y que podrán ser liberados mediante calentamiento. Durante la cocción los feldespatos pierden su radiactividad y durante la época de entierro el cuarzo y los feldespatos son de nuevo radiactivos. (Clases de Maestría de Arqueología del Neotrópico, Álvarez, 2014)

Que la concordancia, la recurrencia y la intencionalidad son herramientas precisas en la identificación de la originalidad de las piezas cerámicas investigadas.

El arqueomagnetismo se basa fundamentalmente en la dirección de los electrones hacia el polo magnético durante la construcción de la cerámica por las arcillas allí presentes y por la intensidad del campo magnético (Ídem).

Que los criterios propuestos sean la base para futuros trabajos de identificación de autenticidad de objetos arqueológicos prehispánicos del Ecuador.

CONCLUSIONES:

Que se dicten políticas claras y contundentes para eliminar el huaquerismo.

Se ha diagnosticado el huaquerismo en el Ecuador, el mismo que está relacionado con el tráfico del patrimonio arqueológico y las implicaciones que esto conlleva.

Que una verificación de autenticidad de objetos sea tarea de una comisión interdisciplinaria y multidisciplinaria.

No existen políticas de Estado definidas sobre la defensa del patrimonio arqueológico. La arqueología dejo de ser un hobby, actualmente es una necesidad de la población ecuatoriana en la identificación y principalmen-

Que el INPC forme un equipo profesional, así como provea e instale los instrumentos necesarios exclusivos para la verificación de autenticidad de objetos arqueológicos.

Que las técnicas de dataciones absolutas y relativas son de ayuda para comprobar en caso de duda esa originalidad hipotética.

RECOMENDACIONES:

FECHAS CALIBRADAS DE MAÍZ Y FRÉJOL, PERÍODO DE INTEGRACIÓN, YACIMIENTO ARQUEOLOGICO RUMIPAMBA – QUITO

Msc. Rodrigo Erazo Rodríguez Artículo proporcionado por John E. Staller

+ A la memoria de un arqueólogo y amigo con quien compartimos muchos conocimientos

RESUMEN El presente artículo analiza los resultados de un estudio arqueológico que permitió recuperar y fechar granos de fréjol (AD1039 a 1215) y maíz (AD1016 a 1161) con 95.4% de probabilidad en Quito, Ecuador. Los restos arqueológicos denuncian la presencia de un poblado con casas de forma ovalada. Áreas dedicadas a la agricultura y unos hornillos de pozo pequeño que al menos por el momento demuestran haberse encontrado al aire libre. Actividades de desarrollo socioeconómicas importantes propias de una sociedad compleja en donde el maíz y el fréjol, son los protagonistas de este reporte. Esta es la primera vez que se obtiene fechas directas de AMS sobre maíz y fréjol en un contexto cerrado del sitio arqueológico Rumipamba y en la Meseta de Quito, consecuentemente el hallazgo es fundamental porque aporta para la estructuración cronológica, corológica e histórica del Quito antiguo y de su modo de vida. Estas evidencias se obtuvieron durante la temporada 2006 – 2007.

Lo que describen los primeros españoles induce a pensar que de estas lagunas seguramente obtenían parte de las proteínas que

Claves: Ecuador, periodo Integración, fechas directas del maíz y fréjol, Meseta de Quito.

ANTECEDENTES La excavación arqueológica del yacimiento Rumipamba, el análisis de sus materiales culturales y la información etnohistórica permitieron inferir sobre algunos factores de desarrollo en una sociedad que para mediados del siglo XVI sufrió repercusiones vulcanológicas, la conquista Inca e inmediatamente la conquista española con todas las secuelas que estos hechos significaron para los pobladores del Quito, estos eventos marcan de alguna manera la historia del sitio arqueológico.

La topografía de la zona norte de Quito tampoco está alejada del desarrollo histórico de la ciudad. Uno de los elementos muy importante para sus moradores, fueron las lagunas de Iñaquito.

completaban su dieta; pequeños peces, variedad de aves, venados (Anónimo 1938 [1573]), al igual que totora, tierras de color para rituales mortuorios (Molestina 2009), el maíz y el fréjol son descubiertos en las excavaciones arqueológicas de la temporada 2006-07 confirmando las crónicas el consumo de papas, Quínua y mellocos entre otros productos que desde luego tienen una larga data productiva. La cercanía a esta laguna generó suelos lacustres que dificultaban su uso y explotación del suelo lo que permitió aplicar tecnologías de alto rendimiento en la agricultura que evolucionaron hacia el aprovechamiento sistemático con la construcción de campos de camellones (Villalba 1988:94). En varios documentos del Siglo XVII, obtenemos información sobre las laderas altas denominadas Añaquito que bajan hasta las playas que circundaban las lagunas o Iñaquito. Añaquito es el sector compuesto de que-

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Con esta verificación y si persiste la duda, podríamos realizar dataciones exclusivas para la cerámica que son: la termoluminiscencia y el arqueomagnetismo.

te en el manejo y conservación de los sitios y materiales arqueológicos, así como en la existencia o no de evidencia arqueológica en los estudios de impacto ambiental.

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bradas y quebradillas así como de caídas de agua y riachuelos “En efecto, especialmente la vertiente oriental del volcán Pichincha constituyó un sistema de drenaje que se encausaba a través de 68 quebradas que antiguamente alimentaban las lagunas…” (ibid. 1988:80), este es el sector en cambio por donde pasaba el camino real hacia el poblado llamado Cotocollao. La posible extensión del yacimiento arqueológico iría desde la quebrada de Rumipamba (pampa de piedras) hasta Cotocollao hacia el norte y desde las riberas de las lagunas hasta la actual Avda. América, Iñaquito. Mientras que Añaquito iría desde la Avda. América cerro arriba. La ocupación de las laderas del macizo Guagua Pichincha a lo largo del sector occidental de la meseta de Quito responde a la actividad volcánica y a los suelos lacustres enunciados, los sitios bajos representaron un peligro mayor en caso de erupción, la presencia de pantanos y humedales resultado del sistema de drenaje natural que provenía de las laderas del cerro, además de numerosas quebradas hacen que la topografía de Quito sea muy accidentada y que debió causarles serios problemas a su moradores, sin embargo ahí se levanta el yacimiento arqueológico complejo Rumipamba. Las dataciones AMS sobre un fragmento de maíz y un fragmento de fréjol fueron obtenidas en University of Arizona Accelerator Dating Lab., de Tucson con la participación y colaboración de los Drs. Michael Blake (University of British Columbia) y Bruce F. Benz (Texas Wesleyan University) quienes pusieron todo el interés sobre las muestras enviadas. Las muestras no cedieron al ADN comprobándose que en este caso al menos las muestras botánicas quemadas no conservan el ADN.

UBICACIÓN

Figura 1. Ubicación del Ecuador en relación a América.

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(FUENTE: Mapa cedido gentilmente por la Unidad de investigaciones del FONSAL)

Figura 2. Ubicación del yacimiento arqueológico en la ciudad de Quito. (FUENTE: Mapa cedido gentilmente por la Unidad de investigaciones del FONSAL)

EL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO El proyecto arqueológico Rumipamba (conocido también como Ciudad Metrópoli) viene de ser desarrollado desde 1998, a cargo del Fondo de Salvamento del Patrimonio Cultural (FONSAL) en Quito que asume la responsabilidad de su investigación arqueológica ante la inminente construcción de complejos habitacionales por parte de poderosas empresas constructoras que en su afán de modernizar a la capital no tomaron en cuenta que en su subsuelo se encontraban los restos de una ciudad compleja asentada sobre las laderas occidentales del macizo Guagua pichincha cuyo patrón de asentamiento al parecer estuvo formado por terraplenes a desnivel con casas de forma ovalada y áreas dedicadas a la agricultura, se han encontrado rasgos de metalurgia y fibras de algodón tinturado propias de una importante sociedad compleja en donde el maíz, fréjol, cucurbitáceas (zambo y zapallo) son parte de la dieta alimenticia. Contó además con una fauna compuesta por varias

especies de venados, cuy, lobo de páramo, muy probablemente llama y aves, la flora: guarangos, alisos y romerillos que son mencionados en la crónica escrita por un anónimo (Anónimo 1938 [1573]:56). La fabricación de abundantes piedras de moler (manos y metates) para obtener harinas, morteros formados por dos medias circunferencias unidas por las bases (graficándolo diríamos en forma de reloj de arena) en donde sus áreas activas de abrasión para moler y machacar y obtener sumos son de un exquisito y fino acabado, dan cuenta que la piedra es la base para la fabricación de sus instrumentos de trabajo ayudados claro está, por la obsidiana cuya funcionalidades específicas son las de cortar y raspar. Esta área fue permanentemente ocupada desde el 600dC hasta el 1300dC (Erazo 2007; Molestina 2008). En 1534 los españoles se reparten en solares, caballerizas, y ejidos la extensión del territorio existente fuera de la recientemente fundada Villa de San Francisco de Quito involucrando el ejido público del sector norte, la quebrada del actual barrio Rumipamba, las lagunas de Iñaquito hasta Cotocollao unidos por el camino Real de los incas (Actas de Cabildo 1534). El presente trabajo toma uno de los resultados que se produjeron en este yacimiento durante la temporada 2006-2007. Es el hallazgo de granos de maíz, fréjol y carbón vegetal cuyas muestras se enviaron a Beta Analytic en EE.UU. En los laboratorios del INPC de Quito se obtuvieron fitolitos de cucurbitáceas y algodón mientras que las muestra de maíz y fréjol se analizaron en los laboratorios de Tucson, Arizona como se verá más adelante.

blemente el sitio ya tiene la extensión de 37ha². La mitad del área arqueológica está densamente ocupada por piedras producto de las erupciones del Volcán Guagua Pichincha que fueron aprovechadas para la construcción de muros que siguen la cota de la ladera y que sirvieron para nivelar la ladera del terreno mediante terraplenes y poder construir sus viviendas. Al menos así lo demuestra una casa con piso de tierra de 600dC y varios segmentos de muros escalonados (Molestina 2007; Erazo 2007) La excavación se ubica en la parte media de una pequeña quebrada del sector norte en donde encontramos unos pozos pequeños a los que por su función denominamos hornillos cuyo patrón de distribución desconocemos por lo pequeño de la excavación (se excavaron dos hornillos únicamente y se registró un tercero en muy malas condiciones) que fueron ubicados en las unidades 1, 2, y 3 de los cuales hemos seleccionado la Unidad 1 del Sector 2. Como medidas finales esta unidad tuvo 2m norte – sur por 2m este – oeste. El datum punto 0+00 (BM), se registró en la esquina SW en las coordenadas UTM:

9997.944N y 251.704.5E con una cota referencial de 2919.95 msnm. En promedio se excavó 2m. b/s (2917.95msnm), registrando una serie de 5 depósitos estratigráficos intrusivos, a más de la capa superficial alterada por actividades antrópicas. El punto altitudinal se ubicó a 20 cm. sobre la superficie, 5.3 m al SE de la esquina SE (Figura 3).

EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA: SECTOR 2-CATEO 1 El yacimiento arqueológico se encuentra en las laderas del Volcán Guagua Pichincha entre dos quebradas en los predios de lo que era una hacienda que se encontraba enclavada entre las lagunas de Iñaquito y las laderas de Añaquito, en un área actualmente conocida como Rumipamba (nombre epónimo y que significa en Quichua Pampa de Piedras) esta denominación comienza a aparecer hacia 1830, y posi-

Figura 3. Ubicación del S2-U1-R1. Una vez fijado el punto 2919.95 y excavado -2m luego de realizada la limpieza de ese estrato apareció con nitidez la huella de una circunferencia ovalada diferenciada entre el piso de contextura sólida de ar-

Arqueología

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Con relación a América el Ecuador se encuentra ubicado al noroccidente del continente suramericano limitando por el norte con Colombia y por el sur y oriente el Perú. (Figura 1)

La Provincia de Pichincha se encuentra en la zona septentrional del callejón andino, y su capital, Quito (Figura 2). El sitio arqueológico Rumipamba tiene aproximadamente 37ha² de extensión y se encuentra ubicada al Norte de la Ciudad de Quito perteneciendo al cantón Quito, en la parroquia Altamira, entre la calle Mañosca al norte, la Av. Mariana de Jesús al sur, la Av. América al Este y la Av. Occidental al oeste, N=9980500m; E=778500m, coordenadas UTM (Torres 2001:1), a 2900metros, snm., que le ubica en la zona de vida del bsMB (bosque seco Montano Bajo) con una temperatura promedio entre los 10 a 17ºC y de los 500 a los 1005 mm de pluviosidad promedio anual siendo su provincia de humedad igual a sub-húmeda, tierra apta para la producción de maíz, habas, fréjol papas, chochos y calabazas (zambo y zapallo) entre otros productos. Topográficamente se encuentra a las faldas del sistema montañoso del Guagua Pichincha en las laderas que ahora son cortadas por la vía occidental y la gradiente que se produce entre la avenida América hasta llegar a la planicie de la Carolina.

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cilla (cangahua) y la tierra suelta de relleno, se realizó el levantamiento planimétrico y altimétrico del rasgo. (Figura 4).

mezcladas con carbón vegetal, granos de maíz y fréjol carbonizados. La boca del hornillo tiene un diámetro de dos metros, presentando una forma ovalada cuyo eje central mide 2m de longitud por 1.80m de ancho y 56cm de profundidad, siendo algo más ancho en la base (Figura 5).

Figura 5. Corte sección del hornillo S2U1R1.

Desde el inicio de la excavación las evidencias se agrupan en cerámica, lítica, huesos, carbón vegetal, maíz, fréjol y fitolitos de cucurbitáceas (zambo y zapallo).

José Echeverría habla de maíz y se refiere a las dataciones obtenidas en “la zona media: maíz, fréjol” de la región Tuza cuya datación se ubica entre los “710 dC hasta el 1720 dC aproximadamente, en la actual provincia del Carchi y en el Departamento de Nariño” (Echeverría 2004:210-211). El mismo autor encuentra las mismas características, aunque sin dataciones, en las provincias de Imbabura, Pichincha específicamente en Cayambe (Figura 6).

Figura 7. Dataciones de algunos sitios arqueológicos en América.

(Fuentes: Voysest 2000; Pearsall 1988; Damp 1988).

“La leguminosa (Canavalia plagiosperma) es domesticado de la América del Sur (Saber y Kaplan, 1969). Se ha indicado su existencia en la Sierra del Perú, del complejo de Cachi en Ayacucho (MacNeish, 1969; MacNeish et al. 1970) y de la Costa Central, Centro Norte y Septiembre del Perú (Lanning 1967; Sauer y Kaplan 1969). Todas estas existencias datan de fines del Período Precerámico (aproximadamente 2500-1800 A.C) y continúan en los periodos cerámicos siguientes. La existencia de dos formas antecesoras posibles, la C. brasiliensis y la C. maritima en la zona occidental del Ecuador y en la de Tumbes en el Perú sugiere que esta región fue un posible sitio para una antigua domesticación”. Jonathan Damp excava un lente de conchas cercanas a una estructura habitacional de Valdivia I, en un sitio intocado cuya datación, por medio de carbono radiactivo dató en 5495 años, o sea 3545 A.C” (Damp et al. 1990:811-812; Pearsall 1988:102)

RESULTADOS A continuación presentamos la tabla de las dataciones obtenidas tanto en Beta Analytic sobre el carbón vegetal como de AMS Arizona del maíz y el fréjol (Tabla 1)

Arqueología

“Canavalia, un género íntimamente relacionado con la Phaseolus” (Pearsall 1988:102)

Figura 6. Distribución de la producción del maíz y del fréjol en la región septentrional.

Tabla 1. Fechas Convencionales y AMS de Rumipamba: Sectores 1 y 2

También es necesario conocer algunas dataciones de los diferentes períodos arqueológicos de América que ayuden a ubicar, el maíz y tipos de fréjol en territorio

Sobra decir que los cronistas españoles desde el inicio mismo de la conquista mencionan la presencia del maíz permanentemente unas veces como un producto de intercambio o sagrado utilizado en ceremonias mortuorias, en rituales como ofrendas y finalmente como alimento. Por otra parte es durante el Período de Integración que el maíz ha alcanzado una distribución “pannacional” por las similitudes que tienen en sus formas de gobierno inclusive y por

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ecuatoriano como productos agrícolas más significativos por al alto nivel nutricional y de distribución que alcanzó en nuestro continente desde las fuentes de origen:

Revisadas las dataciones calibradas obtenidas por varios investigadores del país sobre el período de Integración de la región Septentrional confirmamos que la presencia del maíz y del fréjol en la región andina, al menos en las provincias de Pichincha, Imbabura, Carchi comenzaría hacía el 600dC. “Se han recuperado fréjoles carbonizados (Phaseolus vulgaris L.) y maíz (Zea mays L.) en los contextos del Período Tardío, y su uso se remonta por lo menos 720AC, en el sitio Im 11” (Athens y Osborn 1974:119).

Figura 4. levantamiento planimétrico del rasgo (S2 C1 R1). Se procedió a limpiar con brocha, pinzas y escariadores la primera capa. Luego se fue bajando entre 3 y 5cm., con el registro de cada una de las evidencias hasta llegar a 56cm de profundidad, recuperando huesos de animales, un molar de llama (Glama lama L.), molares y huesos de venados (Mazama rufina Bourcier & Pucheran) y pudú (Pudu mephistophiles de Winton) fragmento de mandíbula inferior de cuy (Cavia porcellus Erxleben), fragmento de un molar de lobo de páramo o félido completamente calcinado, por otra parte estas evidencias se encuentran entre-

Por las dataciones de 14C obtenidas de las muestras de carbón vegetal, maíz y fréjol se demuestra que los tiempos entre las dataciones de los diferentes sectores excavados son muy cercanos evidenciando que el yacimiento arqueológico se encontraba en plena actividad por un período de más de 600 años. Por lo mismo el sector agrícola y tal vez otras áreas como metalurgia y textilería se encontraban en producción, esto significa que Rumipamba se encontró en actividad durante ese lapso de tiempo y que se inscribe en el Período de Integración (600- 1300dC).

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la explotación de los pisos ecológicos que les permitió combinar macro y mesotérmicos (maíz, algodón, ají y coca)” (Lumbreras 1999:376-377). A Lumbreras le faltó agregar el fréjol Phaseolus vulgaris, entre otros, que junto al maíz alcanzó ese mismo nivel de antigüedad y de distribución siendo el fréjol tan importante por la cantidad de nutrientes que fácilmente reemplazan a los cárnicos en la dieta diaria de los ancestros.

un fragmento de fréjol carbonizado, y la otra fue un fragmento de mazorca (tusa) carbonizada” (Blake comunicación personal 2009).

El fragmento de fréjol (Num. de Lab AA84940 tiene una edad de no calibrado 895 ± 35aP y el fragmento de la mazorca de maíz (AA84941) tiene una edad de AMS 962 ± 35aP (Tabla 2).

Fig. 9 Figs. 8 y 9. Muestras de Phaseolus vulgaris y Maíz registradas en Arizona, EEUU.

Tabla 2. ADN de muestras de maize en Rumipamba

“Su mantenimiento ordinario es vino hecho de maíz, que los españoles llaman chicha y los naturales azua, y unas yerbas que llaman yuyos, y papas y frisoles y maíz cocido; cualquier cosa destas cocida con un poco de sal es su mantenimiento, y tienen por buena especie, de que se aprovechan en sus guisados, el ají.” (Anónimo 1938 [1573]:56).

DATACIONES AMS – MAIZ Y FREJOL RUMIPAMBA

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Se ha medido, descrito y fotografiado todas las muestras… se elaboró una hoja de cálculo que contiene la descripción básica de cada muestra (Michael Blake comunicación personal 2009).

Aproximándonos a su definición diremos que el fréjol recuperado y datado se trata de una cotiledónea, un fréjol común posiblemente del género Phaseolus vulgaris sugiriendo tratarse de plantas domesticadas. Para llegar a este análisis comparado recurrimos al Banco de Genomas del INIAP en la Estación Santa Catalina Quito, dirigido por el Ing. Eduardo Peralta que gracias a su gestión se pudo realizar el análisis comparado morfológico, con unas 20 muestras de Phaseleous vulgaris actuales, encontrando que sus características morfológicas son muy similares a la muestra de fréjol arqueológica y que es probable pertenezca al género analizado. En relación del maíz, en muestras secas de Teoisinte, investigaciones moleculares en el nivel de ADN,

han demostrado que el progenitor de maíz pertenece a la especie teosinte (Zea mays ssp. parviglumis) que fue domesticado originalmente alrededor de 5420 ± 60 aP [Beta-132511] en el desagüe del Río Balsas en las tierras altas central de México (Piperno and Flannery 2001:2102; Matsuoka et al. 2002; Benz 2001, 2009; Staller 2010). Para Ecuador, Michael Blake (2006:57) señala en su tabla que en Loma Alta, sitio arqueológico de la costa ecuatoriana, se recogieron muestras de maíz asociados a depósitos que se dataron en 3.500 años antes del presente. Las evidencias del maíz fueron datadas AMS, y le ubican en el Período Formativo Tardío (Tabla 3).

Arqueología

Arqueología

Para llegar a la selección del maíz y el fréjol el equipo responsable del análisis se conformó con el señor Dr. Michael Blake y el Dr. Bruce Benz quienes fueron responsables para la preparación de las muestras del análisis AMS. La Dra. Lori Baker de la Baylor University (Waco, Texas) corrió a cargo del análisis de ADN antiguo (ADNa). Este último análisis no alcanzó los resultados esperados porque al parecer no es posible obtener ADNa de muestras carbonizadas “la gran mayoría de las extracciones de ADN que se hayan hecho con muestras de maíz, han sido con especimenes secos y sin carbonizar, provenientes de sitios arqueológicos en cuevas secas. La carbonización puede degradar las proteínas de ADN, haciendo dificultoso o a veces imposible la recuperación de ADNa” (Blake communicación personal 2009).

(Nota: Las fetchas de AMS de Rumipamba pertencen de fragmentos de mazorcas y un fréjol quemado. Analisis de ADN y las fetchas fueron financiado por de subsidio SSHRC 410-2007-1111 a Drs. Michael Blake y Bruce Benz)

Fig. 8

Una vez enviadas varias muestras, comenzamos a recibir los informes del proceso analítico, solo dos fueron sometidas a un proceso de selección para el análisis AMS “estas muestras son del mismo contexto: Z3B3-92S2U1, cateo 4, muestra 7. Una fue

Preparado por Michael Blake, Funded by SSHRC Research Grant 410-2007-1111 Figura 10. Cuadro de radio carbón del maíz y el fréjol.

(Nota: Las fechas de AMS de La Emerenciana pertencen de fitolitos en los residuos) Tabla 3. Datación directa AMS de maíz en la Costa Ecuatoriana

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Contamos con dataciones directas AMS para Rumipamba. Desde luego, señalemos que estas tablas no son definitivas ni completas, pues hay investigaciones en la última década que no han sido publicadas (Tabla 4).

Tabla 4. Dataciones directas AMS de Maíz y Fréjol de Rumipamba. (Las fechas de AMS fueron procesadas en el Laboratorio de AMS de Universidad de Arizona, y financiado por de subsidio SSHRC 410-20071111 a Drs. Michael Blake y Bruce Benz)

Finalmente, encontramos el sitio arqueológico Valdiviano de La Emerenciana, del que se obtuvo dataciones AMS directas de maíz y de carbón vegetal, que por su interés lo citamos textualmente pues amplía el espacio geográfico de domesticación de maíz (Staller, 2010). A fin de señalar la presencia del maíz (Zea mays L.) y del fréjol (Phaseolus vulgaris L.) como cultivos de diferentes pisos ecológicos, de larga duración histórica, como plantas de cultivo permanentes y como productos básicos en la dieta desde el Período Formativo hasta Integración, elaboramos un cuadro sinóptico con las fechas obtenidas y conocidas hasta el momento con sus culturas correspondientes (Tabla 5).

A simple vista se observa, que son dos las plantas domesticadas de mayor importancia: el maíz (Zea may L.) y fréjol (Phaseolus vulgaris L.), que aparecen como parte importante de la dieta alimenticia durante todos los períodos, lo que queda demostrado gracias a las excavaciones arqueológicas y a las dataciones obtenidas en 2 de las 3 regiones del territorio. Desde luego hay que agregar la presencia de cucurbitáceas (zambo y zapallos) como plantas endémicas y no necesitan ser sembradas; fueron obtenidas también en Rumipamba e inscritas en el mismo período de Integración. Otro dato a considerar es, que tanto el maíz como el fréjol aparecen juntos, lo que sugiere la posibilidad de ser parte de policultivos junto con la Quinua (Chenopodium quinua Willd) (Cieza de Leon 1962:130). A estos productos agregaremos las papas (ibidem) con lo que tendríamos, al menos para el callejón andino, la dieta alimenticia bastante completa, que tanto la arqueología como la etnohistoria, lo corroboran.

registrado a los Cronistas del Siglo XVI que hablan sobre el maíz y el fréjol, entre otros productos en sus diferentes usos. Por el estudio arqueológico y de los documentos etnohistóricos, estamos comprobando que el sitio arqueológico Rumipamba tiene una larga ocupación, que iría del 600 dC hasta el 1800 dC., fecha esta última, en la que encontramos la mención de la existencia de cacicazgos en el sector, cuyos herederos aún permanecen en la zona que va entre “La Florida” y “Rumipamba”. La datación de “La Florida” va de 200 hasta 680 dC, que necesariamente sugiere un rango de tiempo común con Rumipamba hacia los 600 dC, en el que la agricultura del maíz, fréjol, cucurbitáceas, tubérculos son de consumo generalizado. En relación con la fauna diremos que el cuy, distintos tipos de venado, se han recuperado de los dos sitios arqueológicos.

DISCUSIÓN

Las dataciones directas AMS obtenidas en los sitios Loma Alta, Emerenciana y Rumipamba permiten sustentar la permanencia de la siembra de maíz y fréjol; adicionalmente, como parte de la dieta andina, las cucurbitáceas. Las leguminosas son plantas que se siembran juntas y que por lo que se conoce en la actualidad abonan las tierras, pero las leguminosas de granos, a diferencia del maíz, contienen carbohidratos, algunas vitaminas y minerales básicos para la nutrición humana.

Contamos con dataciones importantes de maíz, fréjol y carbón vegetal para el yacimiento arqueológico y para la Meseta de Quito. Es necesario ampliar estas expectativas para completar un cuadro de rangos de tiempos más amplios, tanto en retrospectiva como hacia el período tardío en Quito. También hemos

Es la combinación de productos de granos andinos, lo que al parecer son básicos en la alimentación de los pueblos ancestrales, básta conocer las proteínas actuales contenidas tanto en los cereales como en las leguminosas (Tabla 6).

Cabe mencionarse que en las crónicas, cartas, relaciones geográficas, entre otros documentos primarios no se habla de la ingesta de cárnicos.

Diversidad Genética de las especies Cultivadas del Género Phaseolus spp.). (Fuente: Ospina et al. 1982:5) Tabla 6. Proteín (%) en las muestras de Maíz y Fréjol de Rumipamba.

Arqueología

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Sin lugar a dudas la presencia de maíz en América, demuestra una antigüedad significativa, aunque se puede cultivar sólo o junto al fréjol, al menos es lo que sucede desde el Período Formativo en la costa ecuatoriana. Las excavaciones que se deben realizar en el yaciTabla 5. Dataciones de fréjol y maíz de períodos diferentes en Ecuador.

miento Rumipamba son de vital importancia para la capital de los ecuatorianos, porque es necesario descubrir el proceso de producción agrícola, textilera, metalífera y estamos convencidos que es el sitio donde se realizaron eventos importantes como el comercio. La guerra de conquista Inca y Española vale decir que constituyen el proceso de cambio hacia el periodo colonial. Estas son las dataciones que sobre maíz y fréjol y cucurbitáceas se obtuvieron hasta el momento en la Meseta de Quito, en Rumipamba. Ampliando las da-

Arqueología

El maíz es utilizado en una gama muy amplia de actividades sociales; sin embargo, el fréjol tiene una mayor cantidad de nutrientes que suponemos reemplazaría a los cárnicos de poco consumo.

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CURIOSIDADES PATRIMONIALES PRIMEROS ALBORES DE LA CONSERVACIÓN DEL CENTRO HISTÓRICO DE QUITO (1968) taciones con la región septentrional comprobamos que, en el período de Integración, el maíz y el fréjol se dispersaron por todas la provincias que forman la región norteña. Desde luego, no es posible descartar la región sureña porque también se ha comprobado que la producción del maíz era prioritaria en las actuales provincias de Chimborazo, Cañar, Azuay y Loja. No podría relegarse el origen del maíz y el fréjol de la costa con la Cultura Valdivia, que de acuerdo a las investigaciones de los diferentes períodos, la producción se mantiene hasta la llegada de la conquista europea y que serviría también como base de la alimentación de los pueblos hasta nuestros días. Existe la posibilidad de que en un principio haya sido solo el maíz la planta cultivada de manera doméstica como lo sostiene Matsuoka et al. (2002), sin embargo, el investigador Ospina (1982:9) sostiene que junto al maíz, en la misma época aparece también el fréjol, de ser cierto, estaríamos frente a un sistema aplicado de agricultura mucho más amplio, que es utilizado en los diferentes nichos ecológicos y en las diferentes etapas de nuestra historia por más de 6000 aP.

Por Leonardo Arcos

CONCLUSIONES El país cuenta con un cuadro sinóptico sobre las dataciones AMS alcanzadas hasta el momento, es decir, ya hay un referente al que hay que seguir incrementándolo, hasta obtener un cuadro razonable sobre los granos andinos: fréjol y maíz entre otros. Los granos andinos son la alimentación básica de los pueblos ancestrales, que desde las sociedades formativas y gracias a tecnologías aplicadas, lograron trascender las barreras del tiempo y continúa siendo básica en la alimentación en los pueblos latinoamericanos; de ahí la importancia de las dataciones AMS que por una parte precisa las fechas del origen del maíz y del fréjol, desde el descubrimiento de la agricultura con policultivos y tecnologías aplicadas en todos y cada unos de los pisos ecológicos que, al menos, conforman la geografía ecuatoriana. Las estructuras de cultivo que se construyeron, son un referente claro de que la necesidad de sobrevivencia y el hacer uso de su suelo, les impulso a mejorarlo y manejarlo, para hacer de éstos, terrenos productivos y tener una alimentación diversificada, basada en los productos básicos de aquel entonces.

Plano de Delimitación del Centro Histórico de Quito elaborado por el Urbanista Alfredo Arcos Córdoba en 1968, sobre la base del registro de edificaciones históricas elaborado por su hermano el Ing. Arq. Leonardo Arcos Córdoba, en 1945 y que sirvió como documento técnico para la Declaratoria de Quito como la Primera Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el 8 de septiembre de 1978.

INTRODUCCIÓN

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Con el afán de socializar ciertos trabajos previos a la Declaratoria, presento dos documentos importantes y significativos que sirvieron de sustento técnico, son los siguientes: 1) El documento donde consta una ficha de Monumentos y Edificios Históricos y Coloniales que deben conservarse intactos en la ciudad de Quito, y 2) El Plano de Delimitación del Centro Histórico de Quito, elaborado en 1968. Además se presenta una corta biografía de los autores que fueron los pioneros de la Conservación del Patrimonio Edificado de Quito. Estos documentos fueron elaborados para procurar su conservación y que constituyó el aporte fundamental para la Declaratoria reconociendo el valor histórico-patrimonial-cultural, producto de varios milenios de historia.

Los documentos son una propuesta firmada por Leonado Arcos Córdova (Ingeniería-Arquitectura-D-Dibujo) dirigida al Sr. Doctor Don Manuel Benjamín Carrión Presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana con fecha Quito, 04 de abril de 1962. En el texto de la comunicación se menciona la necesidad de realizar el “MAPA ARQUEOLÓGICO DEL ECUADOR al tenor del artículo 1º de la Ley de Patrimonio Artístico, expedida por la Asamblea Nacional Constituyente el 22 de febrero de 1945: “Declárase tesoro pertenecientes al Patrimonio Artístico Nacional”, los objetos arquitectónicos de cerámica, metal piedra o cualquier otro material y las ruinas de fortificaciones templos y cementerios indígenas pre-coloniales”. Continúa el texto INVENTARIO DEL PATRIMONIO ARTÍSTICO NACIONAL Y ARCHIVO DOCUMENTADO, “Prosiguiendo con la transcripción del artículo. 1 de la Ley que dice: “Declárase tesoros pertenecientes al Patrimonio Artístico Nacional…los templos, conventos, capillas y otros edificios que hubieran sido construidos durante la época colonial… y en general todo objeto que tenga mérito artístico i o valor histórico declarado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana sea que esté en poder de comunidades religiosas o pertenezca a sociedades o personas particulares”.

Patrimonio Arquitectónico

Arqueología

El patrimonio cultural del Ecuador, no es conocido por la mayoría de los ecuatorianos, peor aún los documentos que permanecen inéditos como es el caso de la delimitación del Centro Histórico de Quito realizado en 1968, basado en otro documento técnico de 1945 y que sirvieron para la Declaratoria de Quito, como Primer Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1978.

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“LISTA DE DOCUMENTOS Y EDIFICIOS HISTÓRICOS Y COLONIALES QUE DEBEN CONSERVARSE INTACTOS EN LA CIUDAD DE QUITO”

Los siguientes monumentos, edificios, casas, rincones y sitios de recordación nacional o de valor artístico y arquitectónico de la ciudad de Quito, no podrán bajo ningún concepto ser demolidos, alterados o refaccionados; por lo mismo, el Municipio de Quito se abstendrá en absoluto de dar licencias para hacer reformas parciales o totales que alteren y modifiquen el carácter y estilo de tales monumentos o edificios ya que su conjunto o ya en su detalle, estos son:

1.- La lglesia y Convento de San Francisco, incluso el atrio, pretil y sus murallas que lo circundan en todo su perímetro. 2.- La Iglesia, atrio y cruz de la Compañía de Jesús, incluso el Convento. 3.- La Iglesia, atrio y Convento de la Merced, incluso sus murallas.

19.- La Iglesia de San Blas y Casa Parroquial.

35.- La Casa Azul, esquina de la “Venezuela” y “Sucre”.

55.- La Casa de la Familia León Larrea, “Chile” Nro. 1383 y Plaza La Merced.

36.- El Palacio de Justicia o antigua Chancillería, Chile.

56.- Las Casas Reales de la Audiencia, calle “Cuenca” No. 955, Luis del Campo.

37.- La Casa de Abogados, frente al anterior, calle “Chile” No. 1028.

57. - La casa de la Calle “Sucre” No. 217, esquina con “Guayaquil”.

38.- La Iglesia, gradería, atrio y Casa Parroquial de San Sebastián.

58.- La Casa de los Corredores, esquina de Las Almas, “Imbabura” y “Rocafuerte”.

39.- La Capilla del Señor de los Milagros.

59.- La Casa del Aserradero San Jorge, junto al Arco de Santo Domingo.

40.- El Beaterio, calle “Olmedo2 entre “Pichincha” y “Cuenca”.

60.- La Casa de Santa Elena, plaza de Santo Domingo, calle “Guayaquil No. 549.

41.- El Museo Nacional de Arte Colonial y Casa de la Academia Nacional de Historia.

4.- La Iglesia y Convento de Santo Domingo, incluso sus murallas y arco.

21.- La Iglesia, Convento y Murallas de San Agustín.

42.- El Puente de piedra sobre el Río Machángara.

5.- La Iglesia, atrio y pretil, cruz y pórtico de La Catedral.

22.- La Iglesia y Convento de Santa Catalina de Sena (se puede variar sus murallas).

43.- El Puente Nuevo con sus graderíos y encrucijadas de La Ronda.

6.- La Capilla Mayor o de El Sagrario con su atrio, restaurar el pretil.

23.- La Iglesia, atrio y pretil del Hospital San Juan de Dios.

44.- El Puente de los Gallinazos y callejones adyacentes.

7.- El Arco de Nuestra Señora del Rosario de Santo Domingo.

24.- La Iglesia, pretil, atrio y claustros del Hospicio San Lázaro.

45.- Todas las calles de la calle de La Ronda.

8.- El Arco de Nuestra Señora de los Angeles del Carmen Alto, Hospital San Juan.

25.- La Iglesia y Claustro de San Juan.

46.- Los Murallones de la calle “Maldonado” y “Borrero”.- Chaguarcucho.

26.- La Iglesia y Claustros de La Recoleta.

47.- Los Poyos del Mesón.

67.- La casa esquinera sobre peña de la “Venezuela” y “Oriente”.

27.- El Palacio Nacional o de Gobierno (alterado y restaurado en 1959).

48.- El Rollo de la Inquisición. Al sur del antiguo Ejido.

68.- La casa de la “Imbabura” No. 441 entre Plaza Victoria y La Esperanza.

28.- El Palacio Episcopal.

49.- El Fortín de Panecillo y la Olla del Panecillo.

69.- La casa de la “10 de Agosto” y “Ramírez Dávalos”, de Antonio Ruales.

50.- El Polvorín o Fábrica de Municiones del Panecillo.

70.- Las casas viejas de la calle “Loja” desde la “Quijano” hasta San Sebastián.

51.- La Casa del Toro y la de Sebastián de Benalcázar (Pichincha” y “Olmedo”).

71.- Las casas viejas de la calle “Ambato” desde la “Guayaquil” hasta “Quijano”.

52.- La Casa de Manuela Cañizares, junto al Sagrario.

72.- Las graderías de la calle “Borrero” (ya destruídas en 1958).

53.- La Casa del Sabio Jameson en “Rocafuerte” entre “Chimborazo” y “Quiroga”.

73.- La casa del General Veintimilla en la “Benalcázar” y “Chile”

10.- La Iglesia y Convento del Carmen Bajo con atrio, pretil, escalinata. 11.- La Iglesia y Convento de Santa Clara con sus murallas (hoy alteradas) 1959. 12.- La Capilla del Robo con su atrio. 13.- La Iglesia y Convento de la Concepción (se puede derrocar sus murallas). 14.- La Iglesia, pretil, atrio y pileta de Santa Bárbara (restituir la Cruz). 15.- La Iglesia, atrio, patio, cerramiento y Convento de San Diego, cercas y murallas. 16.- La Ermita de San Diego.

29.- Las 4 casas del Portal Municipal (dos derrocadas en 1960) Cárcel Real, Cabildo. 30.- La Casa o Palacio de Juan Pío Montúfar, Marqués de Selva Alegre. 31.- El Hospital San Juan de Dios, llamado “Hospital del Rey” o de la Misericordia. 32.- El Colegio y Capilla de los Sagrados Corazones (Universidad de San Fernando). 33.- El Cuartel del Real de Lima.

61.- Las Casas Viejas de El Tejar. 62.- Las Casas Viejas de San Juan. 63.- Las Casas Viejas de la Loma (familia Gómez de la Torre) 64.- La Placeta de Mama Cuchara. 65.- El Rincón y gradería de Manosalvas, esquina “Flores” y “Junín”. 66.- La gradería del Hospicio, junto a la Quinta “Yavirac”.

Patrimonio Arquitectónico

Patrimonio Arquitectónico

18.- La Iglesia, atrio de El Belén o de la Veracruz con casa parroquial.

54.- La Casa y Portada de la calle “Chile” No. 1378, cerca la plaza La Merced.

20.- La Capilla de El Consuelo (San Pedro).

9.- La Iglesia y Convento del Carmen Alto.

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17.- La Iglesia y Convento de El Tejar con su pretil, cruz y murallas. (restituir).

34.- La Sala Capitular de San Agustín con su mobiliario, cuadros y enseres.

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74.- La casa de la “Loja” y “Guayaquil” que fue del Dr. Francisco Andrade. 75.- La casa de la “Vargas” cerca a la “Manabí” con gradería. (Marín). 76.- Las casas de la Benalcázar y “Esmeraldas” con poyos y gradas. 77.- La casa de “AVE MARÍA” en la “Rocafuerte” y cerca del Panóptico. 78.- Las casas de la “Vargas” y “Galápagos”. 79.- La casa de Las Fabaras, calle “Guayaquil” (hoy derrocada). 80.- Las casas de la “Luis Felipe Borja”. 81.- La casa de la “García Moreno” No. 1468 al Norte de Santa Bárbara (Caja Seguro). 82.- El Viejo Molino del Machángara,

junto al Sena “MAGNE AMOR IS AMOR”. 83.- Las casas viejas de la “Pereira”, “Salvador” en la Loma Chica. 84.- Las casas viejas de la “Junín” y barrio San Marcos. 85.- La casa de la familia Arellano Portilla, “Mejía” y “Cuenca”. 86.- Las casas sobre peña de la “García Moreno” y “Esmeraldas”, “Carchi”. 87.- Las casas de la “Benacázar” y “Oriente” con poyos y gradas. 88.- Las casas de la “Oriente y “Benalcázar” sobre peñas altas. 89.- Todas las casas coloniales que sean típicas y pintorescas haciendo un recorrido por todos los barrios viejos de la ciudad. (Lista aparte).

LISTA DE LAS PIEZAS U OBRAS QUE DEBEN RESTITUIRSE A LA CIUDAD DE QUITO

LOS PIONEROS DE LA CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO EDIFICADO DE QUITO DATOS BIOGRÁFICOS LEONARDO ARCOS CÓRDOVA Nació en Quito en 1906. Estudio en el Colegio San Gabriel y obtuvo el Bachillerato en el Colegio Nacional Mejía, estudió Ingeniería en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central, su tesis de grado se tituló: “Soluciones al Problema de Tráfico Vehicular en Quito” donde planteó por primera vez la construcción de túneles y vías periféricas y el trazado del tren subterráneo de norte a sur de la Ciudad. Realizó cursos de especialización en Colombia, Perú y Bolivia. Fue Director de Construcciones Escolares del Ministerio de Educación y Jefe de Avalúos y Catastros del Municipio de Quito. Profesor de las Facultades de Ingeniería Civil y Bellas Artes de la Universidad Central del Ecuador. Realizó alrededor de 1500 proyectos de ingeniería y arquitectura en todo el Ecuador, algunas de sus edificaciones han sido inventariadas como parte del patrimonio arquitectónico del centro y norte de Quito. Realizó el primer registro de 103 edificaciones históricas de la ciudad de Quito en 1945, remitiendo el mismo al Dr. Benjamín Carrión, Presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana con motivo de la expedición de la Ley de Patrimonio Artístico en el indicado año. Falleció en Quito en abril de 1977.

ALFREDO ARCOS 1.- La pila de piedra de San Francisco que está en Calacalí o en Sangolquí. 2.- La pila de piedra de la Plaza Mayor. 3.- Las tres pilas de piedra de Las Carnicerías. 4.- El Sapo de Agua de la “Quijano” y “Loja”, barrio San Sebastián.

Patrimonio Arquitectónico

5.- La Concha de piedra de la pileta del Carmen Bajo, frente al Hospital. 6.- Los siete chorros de piedra de La Compañía, calle “Sucre”. 7.- Las siete cruces de piedra de la calle “García Moreno”. 8.- Las piedras del pretil de El Sagrario. 9.- La portada y pretil de El Sagrario. 10.- Las piedras del pretil de La Compañía. 11.- Las piedras de la portada de la Casa de la Inquisición, “Venezuela” y “Bolívar”. 12.- Las piedras de las portadas de la antigua Universidad Central. 13.- Las piedras de la portada de la casa de los Chiriboga Gangotena, frente al Banco Central.

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14.- La placa de los Académicos Franceses en su Observatorio de la Benalcázar y Manabí.

CÓRDOBA Nació en Quito en 1914. Estudios secundarios de Bachiller en el Colegio Mejía. Estudios superiores: egresado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central del Ecuador, en Mississipi, Southern College, Hattiesburg y American University de Washintong, Curso de Especialización Universidad de California, Vivienda Económica y Urbanismo, en Bogotá, Planificación y Vivienda Económica, Curso de Postgrado en Planificación Urbana y Regional y Sistemas e Construc-

ción en Francia, Curso de Restauración de Monumentos y Preservación de áreas Urbanas, en Escocia e Inglaterra. Supervisor y Asesor de Urbanismo en el Municipio de Quito, profesor de Ingeniería de Tráfico en la Facultad de Ingeniería en la Universidad Central, elaboró el primer plano de limitación del Centro Histórico de 1968 documento que fue presentado al Comité Intergubernamental adscrito a la UNESCO para la declaración de Quito como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Falleció en Quito en diciembre del 2007.

CONCLUSIONES: 1. Se desconoce los antecedentes y pormenores de las declaratorias de patrimonio mundial, realizadas por la UNESCO. 2. Se observa el interés por parte de técnicos profesionales de Quito, que desde hace muchos años previos a la DECLARATORIA ya estaban trabajando en la delimitación y Conservación del Centro Histórico de Quito. 3. Hacer un llamado a las Instituciones del Estado, a los especialistas y a historiadores relacionados con estos temas para que estos documentos sean dados a conocer a la población, con el propósito de que sirvan de base para futuras investigaciones y remodelaciones del Centro Histórico de Quito, apoyando al rescate de la identidad cultural.


nial que posee la ciudad; además de crear fuentes de trabajo y asegurar una atención de alto nivel, ha enfatizado su planificación en generar programas y proyectos enfocados a mejorar y brindar calidad en los servicios turísticos de Alimentos & Bebidas y Alojamiento, otorgando,a quienes lo realizan de manera eficaz, un reconocimiento denominado Distintivo Q, que constituye una herramienta innovadora para estimular a los participantes.

DISTINTIVO Q: LA IMAGEN DE LA CALIDAD TURÍSTICA EN QUITO Por Iván Chango

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En el año 2012 la reconocida revista Traveler, de National Geographic, menciona a Quito como uno de los destinos turísticos más importantes para visitar en el año 2013; esto motivó a los actores públicos y privados a seguir sumando esfuerzos en la reestructuración, fomento y desarrollo de la imagen turística de la ciudad. Toda energía orientada al mejoramiento de la calidad de vida en la ciudad, que a la vez apoye al fomento del turismo, realmente constituye un paso

hacia el progreso y al enorgullecimiento de quienes habitamos y de quienes visitan la capital ecuatoriana. Quito, una ciudad cosmopolita y hospitalaria desde siempre, satisface las expectativas y necesidades del turista nacional y extranjero, que además de conocer su belleza, busca ser atendido con calidad, seguridad, amabilidad y cortesía, para que su estadía sea placentera, que reviva el ánimo para volver de visita o como se ha conocido en repetidas ocasiones, hacer de este bello espacio geográfico quiteño su asentamiento permanente. En la actualidad, el turismo es una de las actividades económicas que se ha incrementado progresivamente a nivel mundial, y la capital del Ecuador, Quito, no puede ser una excepción. La Empresa Pública Metropolitana de Gestión de Destino Turístico (Quito-Turismo), convencida de que el turismo es una actividad fundamental para promocionar a ecuatorianos y extranjeros la gran riqueza patrimo-

El incremento significativo en el desarrollo de las actividades turísticas y su infraestructura en el servicio Alojamiento y de Alimentos & Bebidas, es totalmente notorio y, como consecuencia la competencia entre empresarios turísticos es fuerte y decisiva al momento de lograr captar la atención del turista. Las entidades públicas y privadas que han seguido de cerca este proceso han visto en esta actividad la oportunidad de dar a conocer al visitante nuestra gastronomía típica, nuestra cultura, nuestra historia y tradiciones sin mayor esfuerzo, aprovechando la estadía de los visitantes en cada uno de sus establecimientos, a la vez que

Este hecho ha obligado a las empresas a buscar constantemente la mejora en la atención al turista a través del uso de las herramientas de calidad y excelencia en el producto, la satisfacción de tener un trabajo digno y la oportunidad de ser merecedordel reconocimiento con el Distintivo Q. Paulina Tacuri experta y encargada del proceso de reconocimiento a la calidad turística en los establecimientos del DMQ (Distrito Metropolitano de Quito), comenta que, actualmente el Distintivo Q, está trabajando bajo los parámetros y criterios de la reconocida e internacional norma en Buenas Prácticas de Turismo Sostenible (Smart Voyager),que fue creada, evaluada y aplicada por la Fundación Alianza Conservación y Desarrollo en colaboración de Rainforest Alliance; está presente en operaciones turísticas del Ecuador desde el año de 1998. En el año 2002, fue reconocida por la UNESCO como un ejemplo de gestión empresarial que minimiza los impactos ambientales que pueden ser causados por las operaciones turísticas, en este concepto Conservación y Desarrollo y la Empresa Pública Metropolitana de Gestión de Destino Turístico generaron una Norma Smart Voyager Express, que fue aplicada en las operaciones turísticas del DMQ, alcanzando el reconocimiento a la calidad Distintivo Q . La aplicabilidad de este sistema ha hecho posible fomentar la sostenibilidad, concienciación, seguridad y calidad en los servicios turísticos que brindan los hoteles, restaurantes, bares y fuentes de soda, establecidos en la ciudad de Quito. Una de las metas de fomentar las Buenas Prácticas de Turismo Sostenible es, mejorar la imagen turística del establecimiento que posee el reconocimiento Distintivo Q, lo que se logra a través de la implementación de normas sostenibles proporcionadas por las Escuelas de Turismo Sostenible, que fueron-

Turismo

Turismo

Quito nuestra hermosa y prestigiosa capital del Ecuador, es una de las ciudades reconocidas en Latinoamérica, por su belleza paisajística en la que se destacan maravillosos sitios para visitar y disfrutar de la naturaleza, de la biodiversidad, de la cultura, de la historia y de su tradición. Esta ciudad, “LUZ DE AMÉRICA” fue galardonada y reconocida como Patrimonio Cultural de la Humanidad por conservar uno de los Centros Históricos más grandes del mundo.

Todas las empresas de servicios turísticos (Alimentos & Bebidas y Alojamiento) establecidas en la ciudad de Quito, son potenciales participantes para este reconocimiento, no existe una ley u ordenanza que le obligue a formar parte de este grupo; sin embargo existen muchos establecimientos que voluntariamente han decidido formar parte de este proceso nuevo en su aplicación. En el desempeño diario se han dado cuenta de que han alcanzado el fortalecimiento social, cultural, económico, y sostenibley recibir el incentivo “Distintivo Q”. Todos los propietarios de los establecimientos, por el hecho de ser miembro activo de este trabajo, pueden acceder a beneficios como: promocionar y difundir sus servicios a través de los canales estratégicos de Quito Turismo, redes sociales y participación en talleres de fomento turístico con empresarios turísticos y expertos en turismo.

no descuidan el generar recursos económicos que aportan para el mejoramiento de su calidad de vida.

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creadas para fortalecer la Norma Smart Voyager Express. El fortalecimiento evidente que brindan las normas de sostenibilidad, es la vinculación con la comunidad, planes de reducción de consumo, procesos de manipulación de alimentos, incremento del uso de productos biodegradables, capacitación a los colaboradores, buenas prácticas de manufactura, manejo de desechos sólidos, entre otros. Quito Turismo, a través del reconocimiento Distintivo Q , ha fomentado la formación de alianzas estratégicas entre la empresa pública y la empresa privada. Para este proceso es necesario, que la persona natural o jurídica propietaria del establecimiento turístico privado ubicado dentro

del Distrito Metropolitano de Quito, firme una Carta Compromiso con la entidad pública. En este documento se deben detallar los beneficios que otorga la entidad pública y el compromiso del establecimiento privado para difundir y evidenciar los cambios positivos que se han logrado con la implementación de las normas de calidad. Hasta el año 2013 Quito Turismo ha reconocido el esfuerzo de 80 establecimientos turísticos ubicadas dentro del Distrito Metropolitano de Quito, principalmente en el sector del Centro Histórico y La Mariscal, sitios que se han caracterizado por la afluencia de turistas y la concentración de la planta turística de prestación de servicios de Alimentos & Bebidas y Alojamiento.

Los establecimientos que deseen contar con el reconocimiento a la calidad, DISTINTIVO Q, deben ser evaluados previamente mediante un proceso dentro del cual se señalan algunas acciones: 1. Inscripción voluntaria del establecimiento:

b) Constar como activo en los catastros turísticos de la entidad encargada de otorgarlos. c) Mantener sus obligaciones legales y permisos de funcionamiento actualizados al año de participación.

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a) El empresario deberá realizar cambios en su establecimiento b) Adaptarse rápidamente a las normas de sostenibilidad que están enfocadas a mejorar los procesos de gestión empresarial, seguridad, biodiversidad ambiental, contribución con la comunidad, calidad de servicio y c) Enfatizar el uso racional y equilibrado de los recursos naturales y culturales. 3. Formar a uno de sus colaboradores como Auditor Interno, esto implica que la persona seleccionada debe participar en un Taller de Formación y Capacitación, con una duración mínima de 16 horas bajo la mencionada norma Smart Voyager Express. 4. Asistencia Técnica: El establecimiento será, asistido y evaluado, por primera vez, por su Auditor formado bajo las reglas establecidas, y un Auditor de Quito Turismo. En esta visita se identificarán las falencias y aciertos del establecimiento durante sus procesos de atención y venta de servicios al turista. Esta verificación técnica generará un plan de acción, que debe ser ejecutado en un plazo no mayor a tres meses cumpliendo con los requerimientos de cambio. En la segunda Asistencia Técnica se vuelven a verificar todas las áreas de operación del sitio; en esta ocasión el establecimiento deberá obtener una puntuación igual o mayor al 80% de cumplimiento de la Norma Smart Voyager Express, que la califica en base a los 116 indicadores de calidad, para acceder al Distintivo Q.

Turismo

Turismo

a) La persona natural o jurídica debe: estar registrada en Quito Turismo

2. Compromiso:

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BIBLIOGRAFÍA Y NOTAS CONCLUSIONES Estas iniciativas de gestión pública fortalecen el desempeño y desarrollo de la actividad turística de la ciudad, incrementando la demanda no solo de los establecimientos que gozan de este prestigioso reconocimiento, sino también, de la ciudad y sus alrededores, por esta razón es importante vincular el turismo a la imagen del país, América y el mundo. Los empresarios partícipes del reconocimiento, DISTINTIVO Q, han logrado plasmar sostenibilidad económica y ambiental mediante los esfuerzos realizados en sus establecimientos, esto se puede evidenciar por el incremento de turistas y la promoción que se realiza de este grupo de servicios de calidad.

RECOMENDACIONES El trabajo debería hacérselo a través de convenios Interinstitucionales o Alianzas Estratégicas, con el fin de fortalecer la buena iniciativa de gestión pública y ampliar la cobertura del reconocimiento a la calidad turística (Distintivo Q)a otros niveles de gobierno y territorio. Un ejemplo evidente, es el Gobierno Provincial de Pichincha, que mediante gestión institucional logró firmar un convenio que le permite ampliar la cobertura a toda la provincia.

EL PERRO: INDICIOS DE UN SINCRETISMO GUANCAVILCA EN LA TRADICIÓN ORAL DE LA PENÍNSULA DE SANTA ELENA, ECUADOR1. NOTAS 1.- Este trabajo fue condensado de la conferencia Magistral: El Perro en la tradición oralsantaelenense: reminiscencias de la ideología Guancavilca como parte de una cosmovisión panamericana del tránsito de la vida a la muerte (bases y fundamentos arqueológicos y analógicos). Dictada en la Universidad Estatal Península de Santa Elena (UPSE), el mes de agosto del 2009. 2.- Una península es una figura geomorfológica, un accidente geográfico constituido por una porción de tierra rodeada de agua por todas partes menos por una que se llama istmo, el cual la une a un continente o a otra porción de tierra mayor que ella (En otras palabras una porción de tierra delimitada por tres frentes de agua). Su etimología viene del latín paeninsula; de paene, casi e insula, isla. En general, el carácter peninsular da lugar a cierto aislamiento de las poblaciones, lo que repercute en una personalidad étnica y cultural acusada. Una punta en cambio se refiere a una “lengua de tierra”, generalmente baja y de poca extensión, que penetra al mar (Por ende posee dos frentes de agua). 3. Por santaelenense entiéndase a todo aquello relativo al ámbito socio cultural, demográfico y geográfico de la Gran Península del Morro y Santa Elena, y las porciones continentales correspondientes, inmediatamente adyacentes hacia el norte de ella. 4. Con los estudiantes de la Escuela de Hotelería y Turismo de la UPSE, se efectuó un levantamiento y registro de información de aquellos elementos de la tradición oral santaelenense, que de una u otra manera hiciesen mención a perros. En total se entrevistó y procesó información. 5. Hoy en día se los suele botar a la basura, practica recurrente en el área urbana, por parte de aquellas personas que han inmigrado a la región, en el campo aún se les sigue dando un trato especial, tanto en vida como en la muerte. 6. Xólotl era una de las transformaciones de Quetzalcoatl (dios-serpiente emplumada), su gemelo, los dos dieron nacimiento a la humanidad actual. 7.- Cadejosignifica: Enredo de cabello, mechón de pelo, madeja de pelo, y es muy probable haga referencia a los mechones de pelo que muchos de los perros sin pelo americanos poseen en sus cabezas.

BIBLIOGRAFÍA

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TEMAS FITOMORFOS EN LAS CULTURAS PRECOLOMBINAS DE LA REGIÓN COSTA DEL ECUADOR NOTAS 1

Coordinador carrera de artes plásticas, Universidad Nacional de Loja. 2010.

Fitolito: cuerpo microscópico de sílice formado en las células de las plantas, que una vez muertas y descompuestas permanecen en el suelo, resisten a los diferentes procesos ambientales (Heras y Martínez, 1992).

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Incisión: Técnica decorativa consistente en trazar diseños mediante cortes, líneas o rayas, en la superficie de un recipiente, previamente a la cocción, mediante la aplicación de un instrumento cortante de punta angosta o fina. Los aparatos utilizados para llevar a cabo esta labor de incisión definen las distintas variedades de la misma (Heras y Martínez, 1992).

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Pintura negativa: lo pintado sirve para resaltar el motivo que ha quedado con el color de fondo (Heras y Martínez, 1992).

Engobe: en alfarería, pasta de arcilla que se aplica a los objetos de barro, antes de cocerlos, para darles una superficie lisa y vidriada (Heras y Martínez, 1992).

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Polípodo: término genérico para definir a aquellas formas cerámicas que tienen más de tres pies (Heras y Martínez, 1992).

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Evertido: sacar algo, volviéndole al revés (Heras y Martínez, 1992).

Carena: línea que marca un cambio brusco de la dirección en la curva del perfil de una vasija cerámica, modificada mediante un ángulo de inflexión y que condiciona la forma de la misma (Heras y Martínez, 1992). Pastillaje: técnica decorativa consistente en agregar piezas de barro, hechas a mano o en molde, a la superficie lisa de la vasija u objeto. Estas a su vez pueden ser decoradas mediante otras técnicas. Se le ha denominado también técnica de tiras “superpuestas” (Heras y Martínez, 1992).

9

MEDINA M. Manuel, De retorno a nuestras fuentes. En: Identidad. Año 1 N° 1. Serie Miscelánea Publicación del Instituto de Civilización Andina INKA. Pág. 21-25. 1996. MENDOZA, Velia y VALADEZ, Raúl, El perro prehispánico andino: función y tipos a partir del análisis arqueo zoológico. Pub.en: http://ifeanet.org/tembar/SI-ARQ3.pdf. 2008. MOLANO, Olga, Identidad cultural un concepto que evoluciona. Revista Opera, N° 7 (Mayo), pp- 68-84. Universidad Externado de Colombia. Colombia. 2008.

Volante de huso: Disco o peso, perforado en su parte central, que se coloca en la parte inferior de un huso y ayuda a torcer la hebra, sirviendo además para que el ovillo no se salga. Existe una variada gama de formas. aunque la mayoría en directa relación con el cono y, más esporádicamente. el cilindro. Suelen estar decorados, algunos de ellos profusamente. Muchos tiestos han sido reutilizados como volantes redondeando sus cantos. No todos son utilitarios un cierto número, dadas sus características de forma (más a modo de cuenta), peso-tamaño (pequeños y muy livianos) y decoración (motivos incisos, excisos e impresos, pinturas y motivos complejos), se han relacionado más con el mundo ritual y de adorno (Heras y Martínez, 1992).

10

PALMA CHENCHE, Enrique, Informe final de la intervención arqueológica en el predio de la antigua cárcel de la parroquia La Libertad, Avenida 9 de Octubre, entre Salomón Pinoargote y Josué Robles Bodro. Cantón La Libertad, Provincia de Santa Elena. Presentado al Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, Zona 5. ned. 2012.

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LA VERIFICACIÓN DE AUTENTICIDAD DE OBJETOS CERÁMICOS PREHISPÁNICOS Y LA PROCEDENCIA DE LOS ARTEFACTOSARQUEOLÓGICOS.

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DISTINTIVO Q: LA IMAGEN DE LA CALIDAD TURÍSTICA EN QUITO BIBLIOGRAFÍA CHANGO,Iván: Conocimientos adquiridos en la realización de auditorías y verificaciones en los establecimientos del Distrito Metropolitano de Quito.

Bibliografía y notas

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EDICIONES ANTERIORES


Trabajemos juntos por “nuestra identidad”

NUESTROS SERVICIOS 1. Desarrollar, apoyar e incentivar proyectos de investigación de instituciones gubernamentales y no gubernamentales en temas relacionados con: arqueología, antropología, historia, inmaterial, medio ambiente, ecología y turismo. 2. Publicar la revista científico-cultural “EVIDENCIA ANCESTRAL, La Otra Historia”, por medio de la cual trasmitimos a la colectividad parte de nuestra identidad cultural para conocimiento de todos los ecuatorianos. 3. Elaborar y ejecutar proyectos de Planes de manejo y de Gestión de Sitios Patrimoniales. 4. Organizar y dictar: cursos, seminarios, coloquios y eventos científico-culturales a nivel nacional e internacional para instituciones públicas y privadas sobre la temática que abordamos. 5. Investigar y elaborar expedientes técnicos para Declaratoria de Patrimonio Cultural y Natural, del lugar, sitio, o festividad que se plantee. 6. Editar y publicar trabajos de investigación de: profesionales, empresas públicas y privadas en las áreas afines a nuestro trabajo.


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