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EN LA VÍA PÚBLICA. Medidas preventivas y cuidados
En la vía pública:
Medidas preventivas y cuidados
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Entre los ocho y nueve años los niños pueden empezar a cruzar solos, nunca corriendo y siempre por la senda peatonal o en las esquinas.
Por características propias de la edad, los niños son más vulnerables que los adultos en la vía pública. HÁBITOS IMPRESCINDIBLES A TENER EN CUENTA: · para cruzar la calle se espera sobre el cordón · cruzar siempre cuando el semáforo lo indique · mirar a ambos lados antes de cruzar (a veces más de una vez).
Los adultos, con el ejercicio de las reglas, le irán inculcando las mismas en la práctica diaria. Explicar al niño por qué es fundamental respetar las reglas de tránsito al desplazarse en la vía pública. Los niños deben ir sujetos con los cinturones en los cochecitos o sillas de paseo. Son preferibles los que tienen ruedas grandes, frenos y trabas. Nunca anteponer el cochecito al tráfico y, para cruzar la calle, esperar sobre el cordón de la vereda.
Los niños que viajan en vehículos requieren especiales medidas de prevención. Tanto los bebés como los niños deben viajar en forma segura.
Existen pautas básicas, y es preciso incluirlas como rutina desde los primeros años de vida.
Nunca llevar a un bebé en brazos, ni atrás, ni adelante. Los niños deben viajar en el asiento trasero.
Los adultos deben enseñar con el ejemplo usando cinturón de seguridad. Las puertas traseras deben estar trabadas (con trabas para niños), antes de poner el vehículo en movimiento. Independientemente del asiento adecuado para el tamaño y edad del pequeño (leer siempre atentamente las indicaciones que traen los asientos), hay que tener en cuenta una serie de normativas comunes: el asiento del niño debe estar bien fijado, preferentemente en la mitad del asiento de atrás; hasta el año los niños deben viajar mirando para atrás, luego del año pueden hacerlo mirando hacia delante; el niño debe estar sujeto a su asiento con cinturones de seguridad adecuados a su tamaño. No permitir que el niño saque la cabeza u otra parte del cuerpo por la ventanilla o el techo del automóvil.
No llevar a los niños entre el conductor y el volante. Esta práctica puede resultar muy peligrosa. Los niños nunca deben estar solos dentro de un auto.
Los accidentes en bicicleta son frecuentes y, en ciertas circunstancias, pueden ser graves. Se recomienda que los niños anden en bicicleta a partir de los seis años. El tamaño de la misma debe ser acorde a la edad y al tamaño del niño. Éste, sentado, debería llegar con los pies al suelo.
Siempre se debe usar casco apropiado para bicicleta (reduce el riesgo de traumatismo de cráneo en más del 80%).
Hasta no incorporar conocimientos sobre reglas de tránsito (10 años de edad aproximadamente), los niños deben circular en lugares restringidos, libres de obstáculos.
Enseñar a controlar los frenos. Utilizar señales lumínicas refractarias.
Si se utilizan patines o patinetas, al uso del casco se le deben agregar coderas y rodilleras. Para la práctica de estas actividades hay que considerar, además de la edad (siete a ocho años), el manejo motriz del niño. Las camas elásticas son divertidas pero riesgosas. Evitar que intenten hacer pruebas de circo.