Túpac Amaru III. La Rebelión de un cine de barrio en Comas

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LA REBELIÓN DE UN CINE DE BARRIO EN COMAS (LIMA, PERÚ)

Gianmarco André Silva Tezén

LlegábamosacasaporlaavenidaTúpac Amaru, con mi abuelo al volante del escarabajo. Al pasar al lado del todavía cine (llamado también Túpac Amaru), escuché algunas decepciones y advertencias: “feo está ahora el cine”, “de noche no te acerquespor aquí”. ¿De qué lugar tenebroso se trataba?, indagaba con la mirada entre las luces y oscuridades de su fachada.

Aquellas advertencias sugerían que el cine no siempre se vio “feo” (para el gusto y la moral bastante añejas de mis abuelos) o que tuvo tiempos mejores. También, que de día era más seguro y menos repelente. Había historia y matices presentes y cambiantes en ese hecho urbano. Por otro lado, era bastante osado anunciarse (en esos años y en esas horas nocturnas) como cine para adultos en una avenida tan transitada y expuesta. Tal vez, por ello en algún momento cesó la exhibición del género pornográfico.

No comprendía la razón de su nombre. Túpac Amaru contaba con osadías muy diferentes. Era el héroe, según las narraciones escolares, que lideró una de las rebeliones más importantes contra España, cuando el Virreinato del Perú. Era el hombre mítico que soportó intacto el intento de desmembrarlo con cuatro caballos. ¿Qué tenía que ver este cine con él?

Más tarde, me enteré que un tío mío, aficionado y amante del canto, se había presentado en el cine más de una vez. ¿Enuncinepornográfico!Unacreciente curiosidad me motivaría más tarde (ya en la Universidad Nacional de Ingeniería) a estudiar su arquitectura, una que, según me enteré después, no provino de ningún arquitecto.

Fue muy popular, sobre todo durante los setenta y ochenta. Y hay rastros actuales de esa popularidad y presencia: se le sigue llamando cine, pese a ya no funcionar como uno, y la parada de autobús más cercana todavía se puede anunciar así: “Cine Túpac”. Tiene algo quemuchosdeloscinesdegrandessalas tenían: identidad. No era únicamente un artefacto mercantil, sino un edificio que se mezclaba con la ciudad y su gente.Yqueenmucholosrepresentaba. Si algunos cines, más céntricos, eran reconocidos porque pasaban las películas italianas, otros porque pasaban las mexicanas o las de artes marciales… Este lo era porque era el cine de Comas, su distrito, y de Lima Norte

Junto con otros cines de barrio, el Túpac Amaru afirmaba que el cine no era propiedad exclusiva de los distritos y barrios reconocidos como formales, sino también de las “barriadas”, como se llamó entonces a las urbanizaciones no planificadas, que el Estado no supo prever ni orientar. Fueron llamadas también “pueblos jóvenes” no porque fuerannuevosytuvieranesperanzaenel futuro, sino, más bien, porque (desde el prejuicio) no estaban listos para la vida enlaciudad,puescarecíanderecursosy servicios básicos, y porque no tenían historia ni la tendrían probablemente. En lugar de caracterizarlos, estas denominaciones estigmatizaban y excluían de la historia y la cultura a los nuevos pobladores de Lima, en su mayoría migrantes del campo.

Aun cuando estas antes periferias ya se han integrado al centro y a la totalidad de Lima (conurbada y caótica), su arquitectura (mucha de ella

Vista aérea del área de estudio en 1970. Se observa el cine Túpac Amaru inmenso en comparación con las viviendas incipientes de los primeros pobladores de Comas y los terrenos todavía agrícolas al oeste de la avenida principal Túpac Amaru. Servicio Aerofotográfico Nacional (2021).

autoconstruida) sigue tratándose como periférica, es decir, no central, irrelevante, y por ello no es atendida ni discutida en los ámbitos en que debería hacerse, como la universidad, los municipios o los colegios profesionales. La integración entonces es muy parcial: es física, pero no psicológica ni intelectual. Las muchas Limas se reconocenvariadas,peronoseadmiten, por el contrario, conforman barreras entre sí

Aquel Túpac Amaru ensombrerado visible sobre la marquesina del cine, arriba de la boletería, se llamó José Gabriel Condorcanqui en realidad. Había tomado el nombre, y así el

espíritu, del último Inca que lideró la resistencia contra la invasión española varios siglos antes de su rebelión en el siglo XVIII Se convirtió así en Túpac Amaru II. Ya en la segunda mitad del siglo XX, la dictadura militar de Juan Velasco Alvarado se encargó de popularizarlo como símbolo de su discurso: del coraje nacional, de la reivindicación de lo propio, y de la reformaagrariaenlacualseconcretaría su significado… Así llegó a dar nombre a la avenida principal de Lima Norte, eje estructurador del distrito de Comas, y de ahí a su cine, con batallas propias.

Este colosal cine, el tercer Túpac Amaru, se rebeló contra los prejuicios

que invaden política y academia: al haberse anunciado como arquitectura adecuada a su espacio y tiempo, como hito urbano (en lo que no se consideraba ciudad), por convertir la periferia en una centralidad, por convertirse en foco de historia, cultura, entretenimiento y afirmación de identidad en un distrito al que se creía desprovisto de todas estas categorías, por movilizar memoria y afectos hasta laactualidad.Cuentaconestasvictorias.

Entre sus derrotas, se puede contar que la decadencia de los cines de grandes salas lo afectó del mismo modo y que ahora está banalizado y atomizado por usosdiversosquenotienenlacapacidad de convocatoria que el cine tuvo en su apogeo.

Muchas veces se maltrata a la ciudad: se incendian, se demuelen y se aplacan sus sentires y reclamos no reconocidos comovaliosos.Si bienlaarquitecturaes visual, porque sus ideas finalmente se materializan en formas que se habitan y recorren (y, sobre todo, que se ven), el arquitecto debe entrenarse para ver, leer, reconocer y comprender profundidades, contenidos y significados. Los grandes espacios del Cine Túpac Amaru permanecen, su historia y las emociones que suscitó también, solo hay que observar con atención y eludir grandes y abigarrados anuncios que, en lugar de decir, silencian.

Como dijo Alejandro Romualdo (1958):

Lo harán volar con dinamita.

En masa, lo cargarán, lo arrastrarán. A golpes le llenarán de pólvora la boca, lo volarán: ¡y no podrán matarlo!

Ilusiones a oscuras. Cines en Lima. Carpas, grandes salas y multicines 1987 2007 (Mejía, 2007) p. 249.
Archivo de Jesús Cáceres Flores (2021).
Edificio Cine Tupac Amaru (Comas). Pinterest.

Texto libre elaborado con base en la experiencia del trabajo de investigación titulado Cine Túpac Amaru 2021: emociones que sobreviven a la arquitectura, cuyo resumen en artículo científico se haya publicado en la revista Devenir sobre patrimonio edificado.

gsilvat@uni.pe

Blog Comas El Carmen (2021)
Gianmarco André Silva Tezén Bachiller. FAUA UNI, Lima. Perú
Marquesina del Cine Túpac Amaru que mantiene hasta la actualidad, aunque sin uso (2021).

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