GUÍA REFERENCIA RÁPIDA TALENTOS – MYROLE Activador: Predisposición natural hacia la acción, es tu mejor método de aprendizaje. Nada sucede a menos que tú actúes. La acción y sus resultados son la mejor forma de evaluar tu desempeño. El atributo que te distingue es la velocidad. Actualizador: Predisposición natural para mantenerte al día de cualquier información o conocimiento que pueda ser actualizado sobre un tema de tu interés. Has sido bendecido con una gran sed de conocimiento que debe ser saciada cada día. En ti se personifica la actualización. Articulador: Predisposición natural para reconstruir hechos o situaciones pasadas. Tienes el don de encontrar vínculos en el pasado que explican nuestro presente. Explicas el pasado a través de eventos, datos, personas y situaciones que, en conjunto, explican la historia. Autoseguridad: Predisposición natural para imprimirle certidumbre a lo que haces y hacer sentir a los demás que hay rumbo cierto y seguro. Tienes fe en lo que haces bien, en tus juicios y en tus decisiones, lo que te hace una persona segura de sí misma que no necesita que los demás la guíen. Calidad: Predisposición natural que te impulsan a llegar a lo más alto, a siempre buscar lo mejor, a no conformarte con menos, cuando sabes que puedes lograr más. Vale más la pena aspirar a lo mejor, en lugar de quedarse en la mediocridad. Es vital orientarte hacia lo mejor. Competidor: Predisposición natural para lograr el triunfo en lo que haces. Esa necesidad de elevarte como ganador te lleva constantemente a compararte con los demás, con su desempeño, con sus marcas, con cualquier indicio que te permita ubicarte y saber en qué lugar estás. Comprensión: Predisposición natural para sentir lo que sienten los demás. Sabes escuchar y hacer buenas preguntas, aquellas que se refieren a lo más importante: los sentimientos de una persona. Con sólo mirar a los ojos, tú tienes poderosas antenas para comprender sus sentimientos. Comunicador: Predisposición natural para ‘darle color al dato’, para hacer que algo sea interesante para los demás, para hacer notar sus beneficios y bondades. Posees el don de contar historias, de añadirle el toque dramático a lo que sucede. Concentración: Predisposición natural para nunca perder de vista el objetivo, hacia el cumplimiento de metas en tiempo y forma. Tienes la bendición de concentrarte más que los demás en aquello que quieres lograr. Conceptual: Predisposición natural para resolver problemas complejos. Tu mente se fascina con la belleza de las grandes ideas, su elegancia y su aparente complejidad, la cual es posible resumir en un concepto, en un pensamiento que engloba todos sus ángulos. Conciliador: Predisposición natural para poner a los demás de acuerdo, para tender puentes de unión entre las personas y para que puedan trabajar en equipo en forma eficiente. Conductor: Predisposición natural para evitar la ambigüedad y la confusión, particularmente cuando se trata de tomar decisiones. Esta capacidad innata te permite mover a los demás a la acción a través de la confrontación, que no es ser agresivo, sino aclarar, siempre aclarar. Confidente: Predisposición natural a echar raíz en la vida de los demás. Tienes el don de hacer amistades duraderas y verdaderas. Eres capaz de hacer amigos para toda la vida. Te gusta pasar el tiempo estrechando la relación que tienes con tus grandes amigos. Conquistador: Predisposición natural hacia el trabajo. Sientes la necesidad de sentirte ocupado y esa exigencia te lleva a trabajar mucho más que los demás. Cada día empieza desde cero y hay que llenarlo de contenido con logros que te dejen satisfecho con haber realizado y obtenido resultados concretos, visibles y valiosos. Convicción: Predisposición natural hacia los valores y principios. Eres una persona que se guía por una misión y siente la necesidad de vincularse a principios éticos y morales porque estos le dan significado a tu vida. Sientes que cada momento es una oportunidad para agradecer que podemos hacer una diferencia en nuestras vidas. Cumplimiento: Predisposición natural para cumplir la palabra empeñada. El cumplir tu palabra empeñada es un acto sublime, que habla de quién eres tú, de tu naturaleza humana como persona, te hacen sentir que cumplir un compromiso es mucho más que el simple hecho de ‘cumplir’. Determinación: Predisposición natural para persistir en el logro de tus objetivos, de tus tareas o de tus proyectos sin importar los obstáculos, las resistencias y las dificultades que se te presentan en el camino. Éstas no son más que pruebas que debes sortear y resolver con éxito.
Encanto: Predisposición natural para iniciar rápidamente relaciones con personas desconocidas, para ‘romper el hielo’ y conocer a los demás fácilmente, para transformar un encuentro casual en un contacto real y valioso, para múltiples fines, tanto de amistad como para eventuales oportunidades de negocio. Energizador: Predisposición natural para poner ‘una sonrisa en el rostro de los demás’. Capacidad innata para hacer que los demás se sientan felices como consecuencia de su trato contigo y de tu presencia. Tu alegría energiza a los demás. Equitativo: Predisposición natural hacia la justicia, la equidad y la igualdad en el trato con los demás. Tienes el don de hacer sentir a los demás que han sido tratados en forma justa y equitativa. Permiten crear y definir reglas que aseguren que todos sean tratados por igual, Estrategia: Predisposiciones naturales para ver oportunidades. Tu mente es creativa y te presenta nuevas alternativas en cada momento. Evalúas las ventajas y desventajas de diversas opciones para resolver un problema o sacar el máximo provecho de alguna situación. Examinador: Predisposición natural hacia el cuestionamiento. En tu mente, las cosas suceden por alguna razón y es necesario conocer con exactitud cuál es la causa de lo que sucede, verificar que la información sea precisa y verdadera, para asegurar que las cosas ‘cuadren’. Grandeza: Predisposición natural para orientar tu vida hacia lo grande, lo trascendental, lo que nadie ha realizado hasta ahora, hacia retos memorables, que le darán un sentido a tu vida. Te gusta ser admirado, respetado y reconocido. Algo en ti te dice que naciste para grandes retos y ser considerado como el mejor. Incluyente: Predisposición natural para nunca dejar fuera a nadie. Esta capacidad natural se expresa en un sentido de pertenencia, de apego y membresía en los demás, porque los haces sentirse parte de un grupo, de tu grupo. Sientes que cada persona debe ser incluida, que todos deben pertenecer. Indagador: Predisposición natural hacia la curiosidad. Te atraen los detalles singulares, los aspectos poco observados pero interesantes de objetos, eventos o personas. Ves detalles que los demás no ven. Esto te convierte en un gran observador y te lleva a coleccionar o archivar todo tipo de información que a tu juicio posee alguna cualidad singular o especial. Ingenioso: Predisposición natural hacia la creatividad y la generación de nuevas ideas y de nuevas formas de hacer las cosas. Constantemente generas nuevas conexiones entre cosas, las cuales se traducen en una vocación natural hacia la innovación y la creatividad. Mentor: Predisposición natural para crecer cuando los demás crecen. Estás preparado y dispuesto a invertir tiempo y esfuerzos en tu relación con los demás, para hacerlos llegar más alto, para desarrollar todo su potencial. El desarrollo de los demás depende de ti. Momento: Predisposición natural para vivir el aquí y el ahora. Eso te hace una persona flexible que vive el momento con alegría, dispuesto a aceptar la sorpresa y la vitalidad de un nuevo encuentro, una oportunidad de ajustarte a la agenda de alguna persona, o simplemente tomar la vida tal y como se da. Operador: Predisposición natural hacia la eficiencia y la administración. Capacidad innata para manejar tareas complejas en forma simultánea y con gran efectividad en el uso de recursos. Eres la personificación de la eficiencia. Perfeccionista: Predisposición natural hacia la calidad, a que las cosas sucedan ‘a la perfección’. Las rutinas son importantes porque al repetirlas puedes ir afinando hasta llegar a resultados perfectos o casi perfectos. Eres la personificación de la perfección. Personalizador: Predisposición naturales que te permiten ver individuos, en lugar de grupos o ‘gente’. Tienes el don de observar e identificar las fortalezas de cada persona, lo único en cada ser, las facultades de cada individuo para realizar algo muy bien, creando experiencias memorables, especiales y momentos únicos para cada persona. Prudencial: Predisposición natural para disminuir los riesgos de cualquier decisión. Tu mente es sigilosa y percibe las consecuencias de cada uno de tus actos. Cuando tomas una decisión, una dirección en algún sentido, sabes que los riesgos son mínimos o inexistentes. Eres la personificación de la prudencia. Reconstructor: Predisposición natural hacia la resolución de problemas, hacia llevar las cosas a su estado natural, al estado en donde deben estar. Los problemas te energizan porque tienes la bendición de ver soluciones instantáneamente. Has sido bendecido con el don de la restauración. Sistemático: Predisposición natural para ver que somos parte de un todo, para encontrar conexiones entre cosas que aparentemente se encuentran separadas o desarticuladas. Más allá de las diferencias, tú ves que hay algo que nos une a todos. Tienes el don de ver sistemas. Visionario: Predisposición naturales que te permiten construir el futuro desde el presente. Tienes el don de tener una mente que consistentemente se sitúa en el futuro. Has sido bendecido con el don de traer el futuro a nuestro presente.