¡Otra vez los presagios! O los presagios como pieza fundamental del discurso de la impotencia indígena en el relato de la Conquista de México
Guy Rozat Dupeyron INAH-Veracruz En su intento por resolver el problema de los famosos presagios que, según la tradición historiográfica dominante, ocurrieron antes de la Conquista de Tenochtitlán y tuvieron como efecto el imposibilitar una respuesta firme y organizada de las sociedades americanas frente a la invasión castellana, Rodrigo Martínez nos propone a su vez, reflexionar sobre lo que considera como una vía poco transitada de explicación histórica en la historiografía mexicana, pretendiendo “considerar el punto de vista indio”1. Este investigador está convencido de que los presagios que encontramos mencionados en las crónicas y documentos hispánicos de los XVI y XVII son una auténtica elaboración del pensamiento indio (¿?) y por lo tanto en su ensayo intentará convencernos de lo muy fundado de su opinión. Aunque para ello tenga que seguir los caminos de una retórica un tanto tortuosa, porque como no puede negar que los presagios están presentes en todos los textos hispanos -lo que reconoce como podemos verlo en su conclusión- deberá convencernos de que son elaboraciones indias, sin que nos explique jamás cómo esos frutos y ecos de una especie de economía simbólica primitiva, en la cual están inmersos, según él, esos indios, serán incluidos en los textos del XVI, y particularmente en el de Gómara -que utiliza también para su demostración- pero que jamás puso un pié en América2. Es ese pequeño detalle el que llama la atención del historiógrafo, porque no nos explicará jamás, cómo y sobre todo por qué esos presagios, esas producciones simbólicas 1
Rodrigo Martínez Baracs, Contactos y presagios, Historias 40, INAH, 1998, p. 29-34, es interesante constatar que en ese deseo, loable, parece considerar que esa intención no ha animado jamás a ningún investigador antes de él. De ahora en adelante nos referiremos a este autor como R.M. 2 Sobre la importancia de la obra de Gómara para la constitución de una doxa hispánica sobre la historia americana, ver el ensayo “Regresar a Gómara…” incluido en esta compilación. Es muy llamativo el hecho de que en su demostración, R.M. olvide presentar y discutir minimamente las ideas de la “visión de los vencidos” de Miguel León Portilla, tanto más extraño que ése llevó a la fama mundial los famosos presagios, y que también afirme en su mundialmente famosa “Visión de los vencidos” que son fundamentalmente indígenas, ya que tanto en México como en el resto del mundo ese autor puede ser considerado (para bien o para mal) como una de las máximas autoridades en lo que respecta a la época de la conquista y al “problema de los presagios”.
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