Enero 2013 Revista Hablamos Espanol

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El inmortal Leonardo Da Vinci acuñó alguna vez cierto dicho que hoy cobra una emotiva significación: “Así como una jornada bien empleada produce un dulce sueño, así

una vida bien usada causa una dulce muerte”. No nos queda la menor duda de que es un digno epitafio para una mujer que trascendió en el tiempo y el espacio y hoy duerme el sueño de los justos: Jenni Rivera, mejor conocida como la diva de la banda. El 9 de diciembre pasado, tras una actuación en la ciudad de Monterrey, la mexico-estadounidense perdió la vida en un accidente aéreo mientras su aeronave volaba con rumbo a la ciudad de Toluca, ya que al día siguiente tenía diversos compromisos, entre ellos, continuar con su trabajo de coach en el reality show La Voz México en la capital, que produjo Televisa. Todo el domingo fue consternación en el mundo del espectáculo de México. El canal principal del emporio de Emilio Azcárraga Jean, el Canal de las Estrellas, dedicó gran parte de su programación para darle seguimiento a la noticia que conmocionó a medio México e inclusive en los Estados Unidos. Canales como E! dedicaron también tiempo en sus espacios para darle cobertura a la noticia. Llama la atención, por citar un ejemplo, que hasta Tony Bennett publicó un tuit en su cuenta de Twister lamentando el hecho. ¿Quién era realmente Dolores Janney Rivera Saavedra como para haber provocado tal revuelto con su partida física? La “Oprah Winfrey" mexicana Muy pocos saben que Jenni comenzó prácticamente de la nada para llegar a conseguir lo que obtuvo en vida. Se la conoció en la opulencia, cuando saboreaba las mieles del éxito e inclusive todavía se tornó más popular cuando casó con el ex beisbolista mexicano Esteban Loaiza, de quien estaba justamente divorciándose al momento de su partida. Pero lo cierto es que comenzó de cero. Más allá de su faceta como cantante, con los años Rivera construyó un emporio empresarial que abarcaba desde productos de belleza hasta comida. En más de una ocasión, aseguró querer convertirse en la "Oprah Winfrey" mexicana. Y parecía estar en buen camino. Aunque era conocida mayormente por su influencia en el mundo de la música regional mexicana, Jenni nunca ocultó su interés por multiplicar sus fuentes de ingresos. Con una carrera en Administración de Negocios de la Universidad Estatal de Long Beach, en California, obtenida en 1991 y una licencia de agente inmobiliario, se inició en el mundo de los negocios vendiendo latas de refresco y discos regrabados en un mercado de pulgas. Y antes de convertirse en una de las cantantes hispanas más populares, se dedicó a la venta de bienes raíces, algo que aseguró continuaba haciendo cuando no estaba actuando o grabando. Sus negocios "alternativos" abarcaban desde la venta de comida hasta la de cosméticos y productos de belleza. Todos agrupados bajo el emporio Jenni Rivera Enterprises Inc. fundado en 2007, ubicado en Encino, California. En el momento de su muerte, la cantante tenía un patrimonio valorado en US$20 millones, según el sitio especializado Getnetworth.com Taquería ambulante Otra de las pasiones de las que Jenni Rivera hablaba continuamente era su afición por la cocina. En abril de 2011 incursionó -al lado de toda su familia- en el negocio de la comida al inaugurar una "taquería ambulante" en Anaheim, California. El camión de comida lleva el nombre de "La Gran Señora" y durante la inauguración mientras ella cocinaba, el camión fue manejado por Loaiza. Su intención, dijo, era poner un negocio familiar que quedara a cargo de sus sobrinos "para que ellos se ocupen, para que ellos trabajen, para que ellos sepan salir adelante". Gordibuena Para muchas mujeres aceptar la gordura es poco menos que imposible. Si bien Jenni no era particularmente obesa, sí estaba entrada en carnes. Gordibuena, dirían algunos. Pero esa circunstancia no la amilanó. Al contrario, sacó coraje y aprovechó esa situación para sacarle jugo. "No todas tenemos que ser 90-60-90. A mí me gusta ser nalguda y tener mi carnita aquí y allá", declaró alguna vez. Por ello, desde 2009 mantenía una línea de jeans "Jenni Jeans" pensada en mujeres "rellenitas". Música En el momento de su muerte, Rivera había vendido 15 millones de discos, sin contar las descargas digitales. Había sido nominada en 2003, 2008 y 2010 a los Grammy Latino y en 2010 fue la primera cantante de banda que llenó el teatro Nokia de Los Ángeles y el Gibson Amphitheater en Universal City, California. Tras el accidente aéreo en el que perdió la vida, las ventas de sus discos y canciones se colocaron en los primeros lugares en la tienda digital iTunes. Medios Jenni también estuvo presente en la pantalla chica. Produjo el reality "Jenni Rivera presenta Chiquis y Raq-C", la serie basada en la vida de su hija Janney Marin "Chiquis" y su mejor amiga Raquel, en su intento por conquistar la industria musical estadounidense. En 2011 comenzó a protagonizar su propio reality "I love Jenni", produjo "El show de Chiquis" y en 2012 lanzó "Chiquis’n Control". Todos se transmitían por la cadena estadounidense bilingüe Mun2. Poco antes de su fallecimiento, Jenni había incursionado en la industria cinematográfica. La cantante actuó en la cinta independiente "Filly Brown" del productor Edward James Olmos. En las nubes La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente. Por eso, aun cuando el alma de esta cantante está ya en las nubes, nos queda su legado. Y si queremos recordarla, baste sólo colocar una canción suya en el iPod y voltear hacia el cielo. Descanse en paz un ícono, una inspiración para los inmigrantes en esta patria. Porque el sueño americano es posible y ella es un ejemplo.







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