La situación lingüística de Asturias 1. Asturias, un espacio plurilingüe Aunque el territorio que ocupa el Principado de Asturias es bastante pequeño, posee una riqueza lingüística importantísima, ya que en nuestra comunidad podemos encontrar tres lenguas diferentes, dos que nacieron en ella y otra que llegó a Asturias a finales de la Edad Media. Las dos lenguas autóctonas son el bable o asturiano y el gallego-asturiano o fala que se habla en las zonas más occidentales de Asturias; la lengua que llegó posteriormente y se impuso para determinados usos es el castellano.
2. Bilingüismo El bilingüismo es la coexistencia de dos lenguas en una misma comunidad lingüística. Desde una perspectiva individual, el bilingüismo es la competencia lingüística desarrollada por un hablante para comunicarse con igual eficacia en las dos lenguas, mientras que desde una perspectiva social se refiere a la coexistencia de ambas en una misma región. Este fenómeno puede presentar situaciones muy variadas en lo que se refiere al número de hablantes, el prestigio de cada lengua, las situaciones en que una y otra se emplean, etcétera. Una de las situaciones más comunes de bilingüismo es la diglosia.
2.1. Diglosia La palabra diglosia está compuesta por dos formantes de origen griego: di-, que significa «dos», y glosa, que significa «lengua». En origen, por tanto, este término hace alusión a las situaciones de bilingüismo, es decir, a la existencia de dos lenguas en un mismo territorio. Sin embargo, esta convivencia tiene como consecuencia que, por lo general, una de las lenguas acabe siendo mejor considerada socialmente. Muchos de los hablantes suelen percibir una de las dos lenguas de su territorio como «inferior» a la otra, es decir, propia de personas menos cultas y, por tanto, menos adecuada para usar en público, sin pararse a pensar en si esa lengua cubre o no sus necesidades expresivas.
2.2. Fenómenos asociados al bilingüismo En las comunidades bilingües suele darse una serie de fenómenos que afectan tanto a la situación social de ambas lenguas como a los sistemas de cada una de ellas.
Alternancia de lenguas Los hablantes cambian de una lengua a otra según la situación comunicativa, el interlocutor, el grado de confianza… Por lo general, la alternancia de códigos se debe a la diglosia, puesto que obedece a razones sociales: es la aceptación o no de un uso lingüístico determinado lo que condiciona cuál de las lenguas empleará el hablante en cada momento.
Préstamos Los préstamos lingüísticos son palabras de una lengua que se incorporan a la otra por diferentes motivos. Por ejemplo, una lengua puede adoptar un término de la otra para designar una realidad nueva en la comunidad que habla la primera lengua. Otros préstamos responden a motivos expresivos o afectivos. Por ejemplo, es frecuente que en Asturias, al hablar castellano, se emplee la palabra guaje en vez de muchacho.
3. La diglosia en Asturias 3.1. La lengua asturiana Al igual que las otras lenguas románicas, el asturiano procede del latín fragmentado y modificado por la influencia de las lenguas que hablaban los primitivos habitantes de los territorios
del Imperio romano; en nuestro caso, los astures. Entre los siglos V y VIII, las sucesivas invasiones de suevos, godos y musulmanes fueron dejando su huella en la joven lengua que se hablaba en la región y que continuó desarrollándose y empleándose también para usos oficiales. Desde su nacimiento y hasta el siglo XIV, el asturiano fue la lengua de Asturias incluso para los documentos oficiales. Pero, a partir de esta centuria, el castellano comenzó a consolidarse como la lengua de prestigio, ya que las clases dirigentes procedían de Castilla. Finalmente, el castellano y el latín acabaron siendo las lenguas empleadas en la documentación pública asturiana, mientras que el asturiano quedaba relegado al ámbito de la vida cotidiana. A lo largo de todos estos siglos ha habido intentos de dignificar la lengua asturiana llevándola al ámbito público y creando literatura. Desde mediados del siglo XX, han surgido en Asturias importantes movimientos de reivindicación lingüística; y, aunque existen numerosos precedentes históricos de esta inquietud, desde la Edad Media nunca se había alcanzado el grado de presencia oficial del asturiano que se consiguió a finales del siglo XX. En la actualidad, esta lengua presenta tres variedades dialectales: el asturiano central, el oriental y el occidental.
3.2. El castellano en Asturias El castellano llegó a Asturias con el triunfo de la dinastía de los Trastámara, en la segunda mitad del siglo XIV, cuando el reino fue incorporado a la Corona de Castilla. Las nuevas clases dirigentes y los funcionarios que llegaban a estos territorios desde la corte hablaban castellano, lengua que fue imponiéndose paulatinamente para los usos públicos oficiales en detrimento del asturiano, que había sido hasta entonces la lengua oficial y de cultura junto con el latín. Desde finales de la Edad Media, el castellano se erigió como la lengua de las clases sociales más prestigiosas, lo que permitió a su vez su propia jerarquización.
3.3. El bilingüismo en Asturias: un caso de diglosia La situación de diglosia en Asturias se produjo de forma simultánea a la llegada del castellano. Con la incorporación de los territorios de lengua asturleonesa a la Corona de Castilla, el asturiano o asturleonés empezó a ser considerado una lengua inferior, propia de gentes sin poder o sin cultura, y fue relegado a los usos privados, domésticos y afectivos. Aunque en la Edad Media el asturiano funcionó como lengua de cultura (según demuestran importantes documentos jurídicos, como el Fueru Xulgu, el Fueru d’Uviéu y el Fueru d’Avilés), a medida que nos acercamos al siglo XX, y a pesar de los esfuerzos para dignificar el asturiano, el castellano va ocupando el espacio propio de la lengua de cultura en los medios de comunicación, en las aulas y demás ambientes.
El asturiano: patrimonio cultural La situación de diglosia ha llevado a muchos asturianos a creer que solo el castellano es adecuado para ser utilizado en público o como lengua de cultura y desprecian, por tanto, la lengua autóctona o la relegan al ámbito familiar y doméstico. Esta actitud ha puesto en peligro el patrimonio cultural y la riqueza del bilingüismo, pese a los esfuerzos para normalizar el asturiano y la vitalidad y abundante producción literaria en esta lengua. Existen, sin embargo, varias formas de luchar contra la diglosia, de las cuales la más importante es, sin duda, la educación. Conocer el patrimonio lingüístico de Asturias hará que se valore y que se respete. También es fundamental la correcta aplicación de las normas de la Administración sobre el uso del asturiano (de hecho, existe una ley de uso y promoción del bable / asturiano que apenas está desarrollada). Sin embargo, la medida más importante que los hablantes podemos tomar es preocuparnos por mantener vivas nuestras lenguas, conocerlas, ampliar nuestro vocabulario y emplearlas como vehículos de comunicación válidos en las situaciones que se nos presenten.