DEL CAMPO CUÁNTICO AL AMOR CONSCIENTE
H.C. ELÍAS
DEL CAMPO CUANTICO AL AMOR CONSCIENTE
DEL CAMPO CUร NTICO AL AMOR CONSCIENTE H.C. ELIAS
Del campo cuรกntico al amor consciente Reg. INDAUTOR 03-2019-101410163500-01 Ishhara85@gmail.com
INTRODUCCIÓN Como dije en el módulo 1, aquello que se perdió después de la “caída” fue la comunicación con nuestra propia divinidad, y ¿qué podemos hacer para recuperarla? Lo primero es entender que al comunicarnos con la propia realidad nos estamos comunicando con nosotros mismos, pues el ser y su realidad son lo mismo. ¿Cómo fluye mejor la comunicación, en estados de estrés emocional, o en estados emocionales relajados?, sin duda en estados del segundo tipo. Esto sugiere dos cosas que la comunicación es mejor si nuestro ADN está relajado y si nuestro estado de conciencia se encuentra lo más estable posible, cuyo equilibrio radica en permanecer tanto como sea posible en un estado de amor consciente. De esta manera queda claro que la comunicación con nuestra divinidad. misma que se refleja en la realidad que percibimos tanto sensorial como extrasensorialmente, depende de un estado de conciencia que puede designarse como amor consciente el cual conlleva per se un ADN relajado.
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Génesis 1:1 “Bereshit bará Elohim et hashamaim ve´et ha´eretz” Esta frase en todas las Biblias está traducida como “En el principio Di-s creó los Cielos y la Tierra”. Pero ¿realmente es la traducción correcta o al menos completa? Antes de intentar algo tan arriesgado como proponer una traducción alterna, analicemos a fondo algunos elementos contenidos en la frase. Empecemos por la palabra “et”. Como resulta obvio está formada de dos letras, que en hebreo corresponden a la alef y a la tav, justamente la primera y la última de su alefato. En “et” están contenidas las 22 letras y por tanto todo aquello que une la esencia a la forma. De acuerdo al Sefer ha Zohar o Libro del Esplendor Bereshit representa el misterio primordial, Bará, la fuente misteriosa de la cual se expandió todo. Elohim la fuerza que sostiene todo, pero también se le asocia con joshej la oscuridad primordial mencionada en génesis 1:2. La palabra shamaim significa Cielos así como eretz Tierra, pero también el Zohar abre la puerta para interpretarlos respectivamente como, energía y partícula, espíritu y materia, femenino y masculino. Si observamos la frase de génesis 1:1 vemos que la palabra et aparece 2 veces, una entre las palabras Elohim y hashamaim, y la otra ente hashamaim ve y ha´eretz. En cierta forma establece un vínculo inseparable entre Elohim, shamaim y eretz. O a la luz del Zohar, entre la oscuridad o fuerza (campo de energía oscura) que sostiene todo, la energía y la partícula). Esto parece indicar que el Génesis Bíblico involucra a tres entidades, la energía oscura la cual sustenta todo, la energía física o bosones que son partículas mensajeras y las partículas o fermiones. Ahora si podemos intentar la osada traducción alterna: “En el principió creó Elohim, y los Cielos, y la Tierra”. En otras palabras, en el sentido correcto de la frase, Elohim no es sujeto, sino objeto. Así, de acuerdo a esta interpretación Di-s no habría creado dos entidades, sino tres. Esto también se apoya nuevamente en el Zohar, donde dice que Eleh (estos) al unirse con Mi (¿quién?), dio origen al nombre Elohim, en el cual a diferencia del Ein Sof que es unidad, inmutabilidad, homogeneidad, estaticidad, se manifiestan la diversidad, movilidad, heterogeneidad. En el Sefer Yetziráh se asocia Elohim al Aliento, Shamaim al fuego y Eretz al agua. O desde la perspectiva de la física cuántica, la energía oscura al Aliento, los bosones al fuego y los fermiones al agua de la que surge la tierra (la partícula que proviene de energía (agua) en un estado diferente al estado de la energía (fuego) que da lugar al bosón.
Los bosones corresponden a las partículas asociadas a los campos representados por las cuatro fuerzas conocidas incluyendo además al bosón de Higgs o “partícula de Di-s”. Las cuatro fuerzas conocidas son, la fuerza de gravedad, la fuerza electromagnética, la fuerza nuclear fuerte y la fuerza nuclear débil. Por su parte los fermiones incluyen a los quarks y los leptones (electrones y neutrinos). En cuanto a Elohim se dice que se relaciona con Joshej, la oscuridad, la cual sustenta todo. Si recordamos que a esta oscuridad la asociamos con los fermiones y bosones de masa y energía negativas, entonces son las responsables del flujo de información de futuro a pasado, haciendo las veces de un atractor hacia el destino del Universo, lo que en cierta forma, lo sustenta. Podemos decir que estas entidades, partículas y energía oscura, bosones y fermiones de energía positiva (y sus compañeras súper simétricas), y aquellas partículas que no tienen masa invariante dentro de ambos grupos, manifiestan la esencia en la forma. Nuevamente Génesis 1;1 nos ubica en mi ecuación que presente en el módulo anterior, y en la que “juegan” tres tipos de manifestación de la forma, energías y masas positivas, energías y masas negativas y sin masa invariante. Como explique en el módulo 2, la zona de masa invariante cero corresponde a la zona de presente absoluto y por tanto de la simultaneidad donde coexisten la infinidad de realidades alternas posibles para cumplir el “que” del destino establecido mediante acuerdo y por tanto lo podemos relacionar con la matríz o útero de las realidades, en pocas palabras, con la Vésica Psicis. Relacionemos esto con los pilares del Árbol de las Vidas, en este al pilar izquierdo se le conoce como el pilar de la justicia, el central como el del amor y el derecho como el de la misericordia. Es conocido en la mística hebrea que a Elohim se le vincule con la justicia, esto sugiere que podríamos pensar en el pilar izquierdo como representando la energía y masa negativa, el pilar derecho, la energía y masa positivas y el pilar del centro las partículas con masa invariante cero, y por tanto podría pensarse como un pilar de “luz”. Vayamos ahora a Génesis 1:3 “Vayomer Elohim, Yeji Or, va Yejo Or” Si traducimos este versículo a la luz de lo expresado en los párrafos anteriores, “Y vibró la oscuridad, sea la luz y fue la luz” Veamos varios aspectos inmersos dentro de esta pequeña, pero importantísima frase.
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En la mayoría de las Biblias se traduce este versículo como “Hágase la luz y la luz se hizo”, dando la impresión de que la luz se esta creando, lo cual no es cierto, pues la luz ya existía solo se manifiesta (sea y fue) indica una flecha en sentido de futuro a pasado. Si conjuntamos este versículo con la manera en la que se refiere el Zohar o libro del Esplendor al misterio del tiempo surgen ideas muy interesantes. Veamos primeramente que dice el Zohar al respecto. “El poder de la vav de invertir el futuro en pasado requiere atraer la luz desde el futuro hacia el pasado, esto es en sí mismo el secreto del tiempo, el futuro transformándose en luz que permea el espacio”. “Toda cosa a la que se aplica el término vayehí (“y fue”) se encuentra en este mundo y en el mundo futuro”. La frase anterior en negritas, nos dice que la luz que viene del futuro de energía negativa se transforma en luz de masa invariante cero la cual permea el espacio, o en otras palabras, da lugar a que la región de las posibilidades o realidades alternas se manifieste como relación sin tiempo y por tanto sin conexión causal. (por eso dice que permea el espacio y no menciona tiempo). Veamos ahora génesis 1:4
Y vio Di-s que la luz era buena; y separó Di-s la luz de las tinieblas Vayar Elohim et-ha'or ki-tov vayavdel Elohim veyn ha'or uveyn hajoshej .
La segunda frase del versículo nos sugiere que la oscuridad separó la luz de las tinieblas, o palabras más ad-hoc a las ideas expresadas hasta aquí, la masa negativa se transforma en masa invariante cero, y con ello la luz psíquica se “separa” de la luz mística masa invariante cero.
Por último vayamos a Génesis 1:5 Gen 1:5 Y llamó Di-s a la luz Día, y a las tinieblas (oscuridad) Noche. Y fue la tarde y la mañana un día. Vayikra Elohim la-or yom velajoshej kara laylah vayehi-erev vayehi-voker yom ejad.
Aquí al introducir la noción de tiempo lineal con flecha de tiempo pasado a futuro (segunda frase del versículo), la luz sufre su tercera transformación a energía positiva y a esta luz que es justamente la que percibimos sensorialmente es a la que llama día, en la primera frase del versículo. Hemos visto como a través de estos versículos la luz se ha ido transformando de psíquica a mística y finalmente a física. Esto es muy importante pues pone de manifiesto que las tres fases de la luz son de un mismo ente, no se trata de tres luces diferentes, tienen la misma esencia, solo que su energía cambia de negativa a neutra y a positiva. El pilar central del Árbol de las vidas representa el amor consciente como luz mística. Y es justo en esta región mística que el estado de conciencia asociado al amor consciente se logra sintiendo desde la igualdad del espíritu, pensando desde el centro del alma, ejerciendo el libre albedrió al transformar y transmutar el ser, manifestando la realidad a través del nombre con la palabra. Sentir desde la igualdad del espíritu significa sentir igual por todo ser en nuestra realidad sin importar que tan cercano o lejano nos es emocionalmente. Por ejemplo, si vemos un gatito atropellado, sentiremos tristeza, pero si vemos a nuestro gatito atropellado, sentiremos un profundo dolor. La idea es sentir hacia cada invitado a nuestra realidad un profundo sentimiento desde el marco de un vínculo de amor sin ningún tipo de distinción. Pensar desde el centro del alma, es ubicarse dentro de las polaridades y mantenerse en el centro de equilibrio cimentado en el amor consciente. Veamos las polaridades sus caras y desequilibrios,
GRATITUD COHESIÓN TOLERANCIA
AMOR ACCIÓN
SENSIBILIDAD EMPATÍA
DEL CAMPO CUANTICO AL AMOR CONSCIENTE Para la polaridad amor, tal como se muestra en el cuadro anterior, pensar desde el centro del alma significa pensar desde la gratitud, la sensibilidad, la empatía, etc. y evitar hacerlo desde la tristeza, la agresión, la queja, etc.
PRINCIPIO
PODER PROTECCIÓN BONDAD VOLUNTAD FE ENTUSIASMO
FUERZA
Pensar con el alma en el marco del poder, significa hacerlo desde la bondad, la fe, el entusiasmo, etc. En vez de hacerlo desde la arrogancia, el orgullo, el apego, etc.
SABIDURÍA ENTENDIMIENTO DIPLOMACIA COMPRENSIÓN INSPIRACIÓN INTUICIÓN
SERENIDAD
Pensar desde el centro del alma desde la sabiduría es hacerlo desde la comprensión, la serenidad, la inspiración, etc, y desde sus polaridades sería desde la impaciencia, el desprecio, el juicio, etc.
RECTITUD
SANACIÓN VOLUNTAD LIBERTAD COMPASIÓN INTELECTO AGUDO ENTREGA
En el caso de la sanación el alma debe pensar desde la compasión, la rectitud, la libertad, etc. y no desde la deshonra, el rencor, el desorden etc.
ABUNDANCIA DEVOCIÓN PUREZA VERACIDAD DELEITE SERENIDAD ARMONÍA CONCENTRACIÓN SENSUALIDAD TERNURA
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La abundancia desde el amor consciente es un estado de profundo deleite, serenidad, armonía, etc. por lo que pensar desde el centro del alma es pensar desde estas cualidades, pero irse a las polaridades conlleva al alma a pensar desde egoísmo, celos, ira, etc.
PAZ VERDAD ESPERANZA ELOCUENCIA POSITIVISMO TRANSPARENCIA SINCERIDAD AGRADECIMIENTO ENTUSIASMO En cuanto a la paz, pensar desde el centro del alma equivale a pensar desde la esperanza, el positivismo, el agradecimiento, etc., en tanto que hacerlo desde sus polaridades llevaría al ser a pensar desde el resentimiento, la frustración, la hipocresía, etc… Lo siguiente para poder alcanzar el estado de conciencia de amor consciente para ubicar nuestra consciencia en la Vésica Psicis (el pilar de luz mística), y por tanto en el crisol de las realidades es ejercer el libre albedrío para transformar y transmutar el ser. Pues una vez que el ser se ha transmutado y transformado en base al amor ahaba y al amor rehem, sentir desde la igualdad del espíritu y pensar desde el centro del alma se realizan de manera natural. Empezaremos por comprender lo que NO es el amor. “Una relación fenomenológica entre seres cuyo estimulo sensorial se traduce en moléculas de sensación derivando en estados emocionales de retroalimentación”. Ahora intentaremos definir, en base a todo lo expuesto anteriormente, lo que sí es el amor, “Es un estado de la conciencia cuyas raíces emanan de lo más profundo del campo cuántico y por tanto trasciende el espacio tiempo”.
De hecho emana del mismísimo campo unificado, donde aún no hay diferencia entre la materia exótica, las bosones y los fermiones, donde todo está y aún nada se ha formado. Dónde lo único que existe es la estaticidad y el reposo. Un estado absoluto de no tiempo en perfecta unidad. Esta definición implica una transformación para alcanzar un cierto estado de conciencia en un espacio no sensorial, es decir, fuera del espacio tiempo ya sea mediante transformación por afinidad el cual se puede vincular con el tipo de amor REHEM o transformación por transmutación interior el cual corresponde al tipo de amor AHABA. En el caso de transformación por afinidad, adquirir la “forma” de aquello con lo que queremos integrarnos conlleva forzosamente cierta liberación de energía, misma que según la mística hebrea se libera en forma de amor compasivo y misericordioso. Como esto no se realiza en el mundo físico sino en el mundo psíquico, la energía liberada se traduce en liberación emocional que se manifiesta a través de sentimientos. Yahshua se refiere a este tipo de transformación en Mateo 10:37 “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí”. Veamos ahora la traducción directa del Arameo hecha por H.C. Elías El que irradia con un amor compasivo y misericordioso producto de una transformación por afinidad con su padre o madre, pero más profundo de lo que YO lo hago con la UNIDAD, no está aún preparado para estar conmigo a ritmo con el cosmos. Y el que irradia mayor compasión y misericordia producto de una transformación por afinidad con hijo o hija, que con la Unidad, de la manera en que YO lo hago, aún no está listo para vibrar a MÍ ritmo y entrar a un estado de equilibrio con la Unidad. Aquí nos deja ver muy claro que el tipo de transformación que se realiza por afinidad con alguien emocionalmente cercano no se realiza desde la igualdad del espíritu, solo la transformación por afinidad con la Divinidad puede transformar al ser y ubicarlo en un estado de amor consciente el cual le permitirá entrelazarse con ese energía primigenia que lo permea todo y que en geometría Sagrada se le conoce como la luz en la Vésica Psicis. El amor (REHEM) no se manifiesta como consecuencia de un estímulo, es algo que el ser emana desde su interior hacia todo invitado a de su realidad como consecuencia de cada transformación por afinidad que experimenta. En referencia a este tipo de transformación por afinidad hay una referencia muy interesante en el Evangelio Apócrifo de Felipe apotema 120. “El humano naturalmente se junta con el humano, el caballo se junta con el caballo, el burro se junta con el burro; las especies naturalmente se juntan con sus mismas especies. Así la Espíritu naturalmente se junta con la Espíritu, el Logos se aparea con el Logos y la Luz se aparea con la Luz. Si te haces humano, entonces la humanidad te amará; si te haces espiritual, entonces la Espíritu se apareará contigo; si te haces razonable, entonces el Logos se juntará contigo; si te haces iluminado, entonces la Luz se apareará contigo; si te trasciendes, entonces lo Trascendental reposará sobre ti. Pero si te acostumbras de hacerte como un caballo o burro o becerro u oveja u otro de los animales afuera e inferior, entonces ni la humanidad, ni la Espíritu, ni el Logos, ni la Luz, ni los de arriba, ni los de adentro podrán amarte. No podrán reposar en ti, y tu herencia no estará entre ellos”
DEL CAMPO CUANTICO AL AMOR CONSCIENTE REHEM es un tipo de amor que si se origina por transformación afín a la divinidad en todos sus rostros se irradia desde el interior del ser como compasión y misericordia. Pero si no es así, y la transformación es por afinidad a personas, esa energía se convierte en sentimientos de polaridad, parte se irradia y parte implota. Si la transformación es por afinidad a objetos de idolatría como el dinero, la fama, el poder, el sexo, etc. entonces la energía no se irradia, implota y genera caos que se convierte en desordenes emocionales que se manifiestan como enfermedades corporales. La capacidad de transformación por afinidad llena toda la realidad de manera fractal, de tal forma que no hay separación en ella. Esto es equivalente a afirmar que “no hay diferencia entre amante, amor y amado”. El otro tipo de amor es AHABA, este amor transmuta desde el interior, y es justo a este tipo de amor al que Yashúa se refería cuando hablaba de amar a los enemigos. “Ama a tus enemigos…” Evangelio de Mateo 5:44 Lo que al traducirlo directamente del arameo toma una forma ligeramente diferente, “No desdeñes la sustancia muerta de una relación con tu comunidad interior, con tu cuerpo, o con la comunidad exterior, deja que sirva de elemento para que un nuevo fuego se inicie en tu interior y se desplace al exterior”. El amar al enemigo equivale a la liberación de los apegos. Cuando la liberación se realiza verdaderamente, es como si esas piezas se transmutaran y la energía que desprendieran se transformara en sentimientos de compasión y misericordia, conservando la pieza pero no su poder de aislamiento o indefinición dentro de la imagen plena del yo soy. Los yo´s interiores no integrados, enemigos o adversarios, representan las polaridades, todas provenientes del ego (REHEM) y del apego al deseo (AHABA). Estos adversarios, que son contraparte de algunos invitados a nuestra realidad, alimentan la superficie de nuestra imagen con arrogancia, soberbia, odio, inseguridad, etc. AHABA es el mecanismo por el cual se les despoja de su energía polarizada y es transformada en energía neutra, irradiando misericordia y compasión. El amor Rehem, dado que involucra una relación entre el ser que se ha de transformar y el sujeto u objeto en lo que aspira a transformarse, en cierto sentido puede ser comparado con los bosones o enlazadores de fuerza, ya que estas establecen una relación entre las partículas. Por su parte el amor Ahaba al representar una transformación intrínseca o interior, se asemeja a los fermiones, que para transformase tendrían que variar su estructura interna, por ejemplo, un neutrón está formado por 3 quarks, un “up” y dos “down”, pero si cambiamos un “down” por un up, es decir que ahora tendríamos dos “up” y un “down”, el neutrón se convierte en protón. Es en este sentido que el amor Ahaba se podría asociar a los fermiones.
La teoría de campo unificado supone que existe una estructura fundamental de la que surgen ambos tipos de estructuras cuánticas, los bosones como portadores de energía y los fermiones como partículas on shell. De la misma forma existe un amor que es primigenio y del cual se emanan el amor Rehem y el Ahaba cuyo nombre es Sebyana y que en nuestra analogía al campo cuántico, vendría a ser esa estructura que en ciencia se denomina campo unificado. En otras palabras, el Sebyana puede identificarse con el amor Consciente a través de sus dos aspectos el de transformación por afinidad y el de transmutación interior. Sebyana asume que la naturaleza es consciente y sagrada, es vida, es sensible y “capaz de comprender” Y es justamente esta afirmación la que abre la puerta a la recuperación de nuestro poder de comunicación con la propia realidad usando como “sistema operativo” el amor consciente o SEBYANA. SEBYANA también implica un entrelazamiento cuántico dinámico entre el ser y todos los invitados a su realidad, entrelazamiento consciente que despierta la conciencia perdida de su divinidad. Cuando dos partículas se encuentran entrelazadas cuánticamente de forma dinámica, cualquier estímulo que una perciba provocará una reacción simultánea en ambas. Para entender esto supongamos que tenemos dos “cuantejos” (conejos cuánticos). Uno bello y angelical, otro feo y diabólico. Y los regalamos a dos amigos dentro de una cajita cerrada. Como son cuantejos ninguno de nuestros dos amigos sabe cuál cuantejo le toco, si el angelical o el diabólico. Cuando llega a su casa uno de nuestros amigos abre la caja, cuánticamente sabemos que antes de abrirla el cuantejo es angelical y diabólico, así que cualquiera de las dos posibilidades está disponible para nuestro amigo. En fin abre la caja y ¡sorpresa! lo percibe como el cuantejo diabólico. La pregunta ahora es ¿cómo percibirá nuestro otro amigo a su cuantejo? Desde el punto de vista cuántico sin saber que existe el entrelazamiento, pensaríamos que existe un 50% de posibilidades de que se un cuantejo angelical y un 50% de que sea diabólico, sin embargo, nuestro segundo amigo al abrir la caja descubre al cuantejo angelical. Vamos a suponer que tenemos muchos cuantejos y seguimos regalándolos de dos en dos a amigos distintos, y siempre vemos que si uno es diabólico el otro invariablemente es angelical o si uno es angelical el otro es diabólico. Aquí hay un punto muy importante que no consideramos y es que ambos cuantejos nacieron al mismo tiempo, por lo que cuánticamente representan un solo cuantejo que percibimos como dos diferentes pero no es así, es el mismo cuantejo y por tanto podemos describir su comportamiento mediante una sola función de onda. Lo anterior es muy importante porque si el ser y su realidad son lo mismo, lo primero que inferimos es que está entrelazado cuánticamente con ella, además si son lo mismo es por que surgieron simultáneamente, pues no puede haber ser sin realidad ni tampoco realidad sin ser. Por esto, si el ser modifica su estado, el resto se modifica instantáneamente, pues todo es un mismo “cuerpo”. En el caso de los cuantejos en el instante en el que uno se materializa como diabólico, el otro lo hace como angelical, y esto representa, en cierto sentido un tipo de comunicación, desde luego no verbal y fuera del marco espacio temporal, por eso es instantánea. Si el ser está en un estado de conciencia SEBYANA, toda su realidad también lo está. Si el ser adquiere SEBYANA toda su realidad la adquiere instantáneamente, pero si la pierde, también su realidad la pierde.
DEL CAMPO CUANTICO AL AMOR CONSCIENTE ¿Cómo saber si estamos en estado de SEBYANA? En este estado se agudizan los sentidos, la percepción sensorial se expande, se potencializan los fenómenos paranormales, se abre la menta a la percepción extrasensorial. El ser se encuentra en estados de paz, quietud y armonía, se es creativo e intuitivo, brota de forma espontánea la felicidad y el gozo. Pero cuando no se está en un estado de SEBYANA el ser se vuelve vulnerable hacia su implacable escepticismo, a las numerosas experiencias micro-traumáticas y estresantes de su entorno, que no son más que el reflejo de la inestabilidad interior, se va generando una masa crítica que de forma irreversible e inevitable da paso al ego, al apego, al deseo, quedando atrapado en sus propios miedos. El ser deja de ser creativo y se vuelve rutinario y predecible; confunde el amor con enamoramiento. La agudeza de la percepción, el sentimiento de compasión, la felicidad, el gozo, la intuición y la cadena de milagros, con el tiempo desaparecen, surgiendo en su lugar un conjunto limitado de sensaciones, experiencias y actitudes provenientes de una conciencia disminuida. Sin SEBYANA la magia se pierde y ahora se ha transformado en vacío interior. Lo que antes era una visión paisajista, brillante, colorida de transparencia en el aire, donde en ocasiones, incluso, se mezclaban los sentidos entre sí, ahora es la percepción de lo que se cree ser el yo, que realmente es la de un animal homínido sujeto a respuestas mecánicas, un yo engañoso, pobre y fragmentado en decenas o cientos de yo´s desconectados entre sí. Sin SEBYANA la comunicación e integración de nuestros yo´s internos se pierde, y con ello la comunicación con aquello que percibimos como realidad. Como he dicho en párrafos anteriores el secreto de la comunicación radica en percibir el entrelazamiento cuántico conscientemente que el ser tiene entre sí, es decir, con los invitados a nuestra realidad, y esto incluye las células de nuestro cuerpo, si con quien queremos comunicarnos es con él.