Mashiaj y el adn de la realidad

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ACERCA DE LA NADA Y EL VACIO V MASHIAJ Y EL ADN DE LA REALIDAD

H.C.ELÍAS


MASHIAJ Y EL ADN DE LA REALIDAD H.C. ELÍAS


Extracto del libro Acerca de la Nada y el Vacío ©H. C. Elías REG. INDAUTOR 03-2016-080810504800-01


Primera Revelación

Cerré mis ojos, tranquilice mi mente, entoné mi corazón, mi conciencia quedó envuelta por un mandala de sonido, sincronización cromática de mantras y geometrías vivientes. Once geometrías vivientes entonando el mantra KETER JOJMAH BINAH DÁAT JESED GUEVURÁH TIFERET NETZAJ HOD YESOD MALKJUT, emanando once luces espirales cada una con su propio sello, marco perfecto para doce nombres sin sonido HVI HIV IHV IVH VHI VIH VIH VHI IVH IHV HIV HVI, espacio y solo espacio, caprichosas dimensiones abrazándose entre sí se desplegaban unas dentro de otras. OM TAT SAT OM TAT SAT OM TAT SAT, doce umbrales de espacio, once dimensiones dentro de una y luego nuevamente once dimensiones dentro de una y luego… un fractal infinito de varias dimensiones clonándose a sí mismo en la nada un infinito de veces. Comprendí que la infinita, inmutable e inagotable nada estaba plagada de infinitos fractales en sus infinitos vacíos. Entre aquel conjunto armónico de formas esféricas musicales nuevamente alcancé a distinguir otros cuatro nombres sin sonido HHV VVH HHI IIH presentándose a sí mismos como incandescentes llamas

plenas de transformaciones internas, surgiendo y

resurgiendo sin extinguirse, sin atenuarse, movimiento continuo que no lleva a ninguna parte. Por un destello de conocimiento en mi conciencia comprendí que el tiempo se desplegaba ante mí. La ausencia de la nada, el vacío del todo envolvía mi ser, ahí solo había esencia, geometrías vivientes, luz, mantras, nombres, espacio y tiempo en estructuras fractales infinitas.


Segunda Revelación Cerré mis ojos, tranquilice mi mente, entoné mi corazón, de inmediato mi conciencia fue atrapada por un fractal de geometrías vivientes, luces de indeterminados colores, nombres que se entrelazaban entre las luces e hilvanaban las radiantes geometrías vivientes y en medio de ese bullicio pletórico de estructura, esencia y orden un nombre con sonido sobresalía TIFERET TIFERET TIFERET. Este mantra de alabanza penetraba dulcemente todos mis sentidos, comprendí que la belleza es fuerza de sustentación del mundo, mi conciencia había alcanzado el estado de Nirvana, por un instante aquel mantra de belleza me había hecho uno con la nada, había, al menos por un evanescente momento, trascendido la ausencia. Vagamente recuerdo haberme sentido en todas partes, en el instante mismo en el que sentía en mí la totalidad infinita. Cuando esto sucedía escuchaba el mantra SA RE SA SA, el cual sutilmente se iba transformando en el mantra HAR RE HAR HAR, pude entonces percibir como la creatividad del universo estaba en mí y en todas partes. De la profundidad del vacío surgió un sonido indeterminado, un tímido murmullo que suavemente se prefiguraba a sí mismo OM HAM YAM VAM RAM LAM, conforme esto ocurría aparecieron 22 símbolos flamígeros cada uno mostrando su geometría, su nombre y su sonido. Cada célula de mi cuerpo vibraba al reconocer el sonido, nombre y geometría de aquellos símbolos ALEF BET GUIMEL DALET HEI VAV ZAIN JET TET IUD CAF LAMED MEM NUN SAMEJ AYIN PEI TZADIK CUF REISH SHIN TAV, conforme estos símbolos se mostraban a sí mismos, se iban colocando alrededor del sutil límite entre el vacío y la nada definiendo así unidades discontinuas de espacio tiempo esencia. 22 símbolos flamígeros todos conectados entre sí rodeando el vacío donde mora el Árbol de la Vida con sus 11 emanaciones lumínicas en arreglos fractales, el espacio y el tiempo, así como las 11 dimensiones dentro de la dimensión definida por cada vacío.


Comprendía que había presenciado la formación de los cuanta de espacio tiempo esencia así como su hermosa geometría.

Luego cada símbolo flamígero comenzó a proyectar su imagen al interior del Árbol de la Vida, ALEF se constituyó como un eslabón entre KETER y JOJMAH; BETH de forma análoga se colocó entre KETER y BINÁH; DALET unió a BINÁH con JOJMAH; GIMEL a KETER y TIFERET; HEI a BINÁH y GUEVURÁH; VAV a JOJMAH y JESED; TET a JESED y GUEVURÁH; ZAIN a BINÁH y TIFERET; HEI a JOJMAH y TIFERET; LAMED a GUEVURÁH y TIFERET; IUD a JESED y TIFERET; MEM a GUEVURÁH y HOD; KAF a JESED y NETSAJ; PEI a HOD y NETSAJ; AYIN a TIFERET y HOD; NUN a TIFERET y NETSAG; REISH a HOD y YESOD; TZADIK a NETSAJ y YESOD; SAMEG a TIFERET y YESOD; TAV a YESOD y MALKJUT; SHIN a HOD y MALKJUT; KUF a NETZAJ Y MALKJUT. Luego los 32 nombres comenzaron a proyectar su sonido ninguno ahogando al otro, por el contrario todos surgiendo en su adecuado tiempo, todos brindando su geometría en su dimensión propia, una perfecta sinfonía que ofrecía el vacío a la nada a manera de ininterminable alabanza.


Comentarios Según la Kabaláh las palabras son cosas y las cosas son palabras. Esto no significa que existan palabras mágicas, sino que la palabra es magia, cuando convoca, invoca, y hace presencia de la ausencia. El alefato hebreo consta de 22 letras, este conjunto de sonidos, en mi opinión y en la de muchos eruditos, es un lenguaje Divino. Sabemos que las palabras del hebreo se construyen básicamente con raíces que involucran tres consonantes. Este es un lenguaje sagrado en perfecta unión con la naturaleza, por tanto, las combinaciones posibles de sus letras deben formar el número exacto y preciso que se requiere tanto para definir los aspectos sensibles de la vida, como la naturaleza en sí misma. Este asunto es muy profundo y por lo mismo es muy importante que seamos capaces de comprender plenamente esta idea. Si no existe la palabra para describir algo, el concepto asociado a ese algo no está definido y por tanto ese algo aunque pudiese existir esta fuera de la “realidad” que es cognoscible. De las palabras a las que nos referimos y que se forman a partir de las 22 letras hebreas son aquellas que describen la naturaleza desde la más pequeña partícula hasta la galaxia más grande, no a la tecnología desarrollada por el hombre. Ahora recordemos que nuestro universo vinculado a la realidad actual consta de 12 dimensiones. Si somos capaces de percibir un mundo tridimensional a través de nuestros sentidos, entonces el número de palabras que requerimos para definirlo ¿estará en términos justamente de este número de palabras, o el número de palabras disponibles en este nivel dimensional determinará la amplitud de lo que podamos percibir y por tanto definir de la realidad actual?


Yo pienso que es lo segundo, es decir, que el número de combinaciones posibles de las 22 letras hebreas dentro de cada nivel dimensional define la profundidad con la que podamos percibir la realidad actual, dado que a pesar de vivir en un mundo de doce dimensiones no somos capaces de percibirlas, conocerlas e interpretarlas a plenitud de forman consciente. Además estoy seguro que el número de formas en las que esas 22 letras pueden agruparse en subconjuntos numéricamente más pequeños guarda una estrecha relación con el nivel dimensional que permiten describir, percibir y comprender. Consideremos la siguiente tabla para un grupo de combinaciones posibles de las 22 letras, 22° = 1 22¹ = 22 22² = 484 22³ = 10,648 22⁴ = 234,256 22⁵ = 5,153,632 22⁶ = 113,379,904 22⁷ = 2,494,357,888 22⁸ = 54,875,873,536 22⁹ = 1,207,269,217,792 22¹° = 26,559,922,791,424 22¹¹ = 584,318,301,411,328 Tabla 11


Imaginemos que la realidad actual corresponde a la imagen de un bosque, ahora cubramos esa imagen y solo dejemos una rendija lineal, la visión de la realidad sería muy limitada, expandamos un poco la rendija y volvámosla un cuadrado, ahora se verá un poco más pero aún es limitada la percepción del bosque como tal. Conforme más cortes hagamos en aquello que nos obstruye la capacidad de percibir plenamente, es decir, dentro del marco de las doce dimensiones que conforman la realidad actual, mayor es la profundidad de percepción que puede lograrse. Cada exponente o número pequeño que aparece en la parte superior derecha del número 22 representa una dimensión. De tal forma que el 0 representa la dimensión cero, el 1 la dimensión 1, el 2 la segunda dimensión, el 3 la tercera y así sucesivamente hasta la onceava. Recordemos que en la realidad actual a la que pertenece nuestro universo, hay 3 dimensiones de espacio expandido, 6 de espacio contraídas a nivel cuántico; una cuántica de espacio (la onceava dimensión) hogar de las branas, estructuras que definen una infinidad de universos paralelos incluido el nuestro. Una dimensión de tiempo lineal y la que he definido como dimensión cero, la cual es una dimensión asociada al tiempo fractal y que representa a los quanta espacio tiempo esencia. Para poder describir, percibir e interactuar o ser parte holística de la tercera dimensión requerimos un lenguaje de 10,648 palabras de tres letras, 484 palabras de dos letras junto con las 22 letras de forma individual, además de un ingrediente que comentaré más adelante. Para penetrar en la cuarta dimensión requeriríamos un lenguaje más amplio el cual a lo más consistiría de 234,256 palabras de cuatro letras más todas las combinaciones anteriores. Conforme seamos capaces de ir construyendo estas palabras o sonidos estructurados, seremos capaces de percibir, describir e integrarnos a esa cuarta dimensión de la realidad actual.


He utilizado la frase “sonidos estructurados” en virtud de que en un principio representarán entes, que no corresponderán a ningún concepto previamente conocido, luego se volverán conceptos y entonces si podrán ser definidos. Solo en ese momento los sonidos estructurados podrán ser identificados como “palabras”. Para percibir no solo plenamente sino holísticamente la realidad actual con sus 12 dimensiones requeriríamos de un lenguaje con un total de palabras formado por la suma de todos los renglones de la tabla anterior. Un ser bidimensional, es decir, aquel cuya realidad se suscribe a un plano solo requiere de 484 palabras en grupos de dos en dos para describir su percepción de la realidad actual a plenitud más las 22 letras individualmente, así como el ingrediente del que anteriormente comenté que mencionaría más adelante. Análogamente un ser lineal, esto es, un ser que se mueve solo sobre una línea, requeriría únicamente veintidós letras aisladas para describir su percepción de la realidad actual más el mismo ingrediente que aún no he definido. Pero entonces ¿qué significa el primer renglón o dimensión cero?

De la teoría

matemática sabemos que cualquier número elevado a la potencia cero tiene el valor de la unidad (1). Dentro de tal contexto este resultado es tremendamente revelador. Para comprender esto recordemos que la dimensión cero la asocie a los quanta de espacio tiempo esencia. Por otra parte el Zohar nos dice que Di-s recrea a cada instante la creación, esto significa, desde la perspectiva que he venido manejando a lo largo de este estudio, que a cada instante estos quanta de espacio tiempo esencia se manifiestan a través de la emanación Divina Malkjut y se ocultan en Yesod, y por tanto todo aquello perceptible dentro de las realidades que surgen lo hacen como reflejo de la Única Realidad. En este contexto el uno proveniente de la expresión 22°, significa un solo sonido inaudible, invariante, continuo y absoluto. En otras palabras “el sonido sobre el que se hilvana la generación y regeneración de la realidad”. Un sonido que jamás podremos percibir pero que todos los días a cada instante está presente en toda realidad.


Así como el todo absoluto y la nada absoluta son lo mismo, un sonido como el descrito es igual a un silencio absoluto. Y así el silencio no es ausencia de sonido, sino un tipo de sonido continuo no fragmentado. Desde esta perspectiva ese sonido primigenio equivaldría a la energía o fuerza emanada desde Jojmáh, en tanto que su diferenciación en formas discontinuas se debería a la acción de Bináh, y su conformación en sonidos estructurados denominados letras, y en particular letras hebreas sería obra de Guevuráh. Regresemos al caso del ser lineal que solo requiere las 22 letras para describir su mundo. Si analizamos esto a la luz de lo expuesto anteriormente, la situación es que no solo requiere de las 22 letras sino del sonido desconocido o silencio que es justamente aquello que separa pero que también une cada letra, aquello que permite que cada una sea distinguible mediante la duración finita de su sonido al ser limitada o acotada por el sonido de la creación o silencio primordial. Que como dije no solo separa sino que une dotando a cada palabra de la fuerza de recreación consecuencia de la acción conjunta de Bináh y Jojmáh. La idea de sonido y silencio inmediatamente nos remite al concepto de lenguaje. En hebreo la palabra shafá significa justamente esto, “lenguaje”, pero maravillosamente también quiere decir “orilla”. En otras palabras, el lenguaje es una orilla entre dos mundos. El de la esencia y el material. El del silencio primordial y el del sonido perceptible, el de la Unidad y el de la Diversidad, el de la Única Realidad y el de las Realidades Reflejadas. En capítulos previos comenté como en muchas de las mitologías y Escrituras Sagradas pertenecientes a diversas culturas se relata como a través de la palabra la realidad asociada a ella se iba manifestando o materializando. Si sumamos el valor numérico de las letras que componen la palabra shafá encontramos que su valor guemátrico es el mismo de la palabra Mashiaj (358), por lo que, en cierto sentido, lo que hay que redimir es el lenguaje.


En este contexto, redimir es comprender que el lenguaje es verbo. El verbo es energía pura que se va manifestando en la naturaleza, no es distancia de la naturaleza, sino su NOMBRE. El verbo es revelador de mundos. El verbo representa la magia de la palabra, y por ello es necesario entender que cada letra es un color, una forma, un aroma, un sonido y que así como el universo está constituido por diferentes leyes, las leyes de la realidad, las cuales son de naturaleza más amplia, pues rigen la expresión material de la esencia, son las letras representadas por el alefato hebreo. En la medida en la que uno puede entender como están relacionadas las leyes del Universo con las leyes de la Realidad representadas por las letras y con lo que éstas representan, uno puede empezar a desarrollar otro tipo de comprensión acerca de lo que llamamos “Realidad”. La palabra entendida como vibración es capaz de construir, sanar, enfermar o destruir. Cuando focalizamos la mente en algo y coloreamos esa imagen, ya sea con la emoción amor o con la emoción miedo, obtendremos sentimientos, los cuales son en sí un tipo de lenguaje vibracional. Si esta acción la realizamos conscientemente y la exteriorizamos mediante el sonido resultante de la pronunciación de combinaciones específicas de ciertas letras hebreas, se logra materializar un poder que afecta el reino de la materia. La energía que canaliza el lenguaje es la manifestación final del pensamiento, la emoción, los sentimientos y en última instancia de la esencia misma del ser. Es por esto que los mantras, las oraciones, los cánticos y las plegarias eran utilizados para sanar o dañar, para afectar el orden de acontecimientos naturales, y en última instancia para modificar lo que llamamos “realidad”. Este conocimiento que había estado olvidado sin duda aporta el poder de cambiar nuestro mundo. El lenguaje es ambivalente ya que lo mismo es materializador de mundos que verdugo de la naturaleza.


Como mostré en mi libro “En el Nombre de HVHI”, existe un estrecho vínculo entre el mundo de la esencia y el ADN a través del sonido. Científicos rusos compararon las reglas de sintaxis (la forma en que se colocan juntas las palabras para formar frases y oraciones), la semántica (el estudio del significado del lenguaje) y las reglas gramaticales básicas, y así descubrieron que los alcalinos de nuestro ADN siguen una gramática regular, además de poseer reglas fijas, tal como nuestros idiomas. Por lo tanto, es una propiedad intrínseca del ADN responder al sonido en forma de lenguaje. Además de acuerdo a lo visto en las primeras partes de esta investigación y conforme a lo que se conoce como ADN fantasma, puede decirse que es a través del ADN que la realidad puede ser moldeada. Los maestros espirituales de la antigüedad han sabido, desde hace miles de años, que nuestro cuerpo puede ser programado por medio del lenguaje y las palabras, de igual forma se puede tener influencia sobre los fenómenos naturales y modificar lo que llamamos realidad. Aunque en principio cualquier lenguaje puede servir para lograr esto, yo en lo particular, estoy convencido que el hebreo es un lenguaje sagrado y por tanto a través de sus letras se facilita la canalización de la energía producto del poder de la intención que refleja el verdadero nombre o la esencia del ser. Así que antes de seguir adelante comentaré algunas propiedades interesantes de las letras hebreas. El investigador Dan Winter, que desarrollara un programa de computación para estudiar las ondas sinusoidales que emite el corazón bajo respuestas emocionales, en una fase de la investigación con sus colegas Fred Wolf y Carlos Suárez, analizó las vibraciones del lenguaje hebreo con un espectrograma. Lo que descubrieron fue que los pictogramas que representan los símbolos del alefato hebreo se correspondían exactamente con la figura que conforma la longitud de onda del sonido de cada palabra.


Es decir, que la forma de cada letra era la exacta figura que formaba dicha longitud de onda al ser vocalizada. También comprobaron que los símbolos que conforman el alefato son representaciones geométricas. En el caso del alefato hebreo, las 22 gráficos utilizados como letras son 22 nombres propios originalmente usados para designar diferentes estados o estructuras de una única energía cósmica sagrada, la cual es la esencia y semblanza de todo lo que es. De acuerdo a esto puede decirse que las letras del alefato hebreo representan formas estructuradas de energía vibracional que proyectan fuerzas propias de la estructura geométrica de la realidad. De esta manera, con el lenguaje se puede modificar la realidad materializando o desvaneciendo, generando o inhibiendo. Es así como el ser humano potencia el poder contenido en el alefato al sumarle el poder de su propia intención la cual es la proyección de su verdadera esencia o nombre. Hay ciertos sentimientos (unión pensamiento y emoción) que poseen las palabras, las cuales al ser pronunciadas, los convierten en forma.

Cada elemento de la naturaleza posee esencia, la cual se puede activar o poner en movimiento si se conoce el NOMBRE secreto de tal entidad, o si a través del sentimiento se establece un tipo de entrelazamiento cuántico, lo cual genera unión y empatía más allá del conocimiento mismo del NOMBRE.

Si queremos comunicarnos con el mar, debemos transformar nuestra esencia en una esencia análoga a la del mar, siendo está empatía a la que el párrafo anterior se refiere, pero si analizamos a fondo esto, asimilar la esencia de otro ser, es adquirir su nombre, por eso ambas opciones de comunicación no son más que dos caras de la misma moneda. Tenemos pues 22 símbolos con geometría, sonido y color conocidos como letras hebreas en las cuales, por acción de Bináh y Guevuráh se confina el ser infinito de la Divinidad, construyéndose así los ladrillos de la realidad los cuales al agruparse y formar un lenguaje establecen un esquema o estructura cognitiva que da un sentido de orden a cada realidad.


Nuevamente vemos como el concepto de orden va de la mano con el de limitación. Todo en la realidad se percibe como limitado porque proviene de un lenguaje basado en el sonido de las letras y este en esencia es limitado. Pero recordemos que cada letra no solo es sonido, sino también luz y geometría, entonces, ¿qué pasaría si en vez de utilizar el sonido asignado a cada letra para definir un lenguaje, construyéramos lenguajes de luz o geométricos en base a los mismos 22 símbolos y aún mejor, un lenguaje holístico conjuntando sonido, luz y geometría? Hagamos un breve paréntesis y veamos que nos dice la kabaláh en relación a la luz y el origen de los mundos. Ahora bien, cuando surgió en la Voluntad Divina traer a la existencia el mundo y las criaturas, el primer acto en el proceso creativo fue producir un espacio en el que las emanaciones Divinas y finalmente el mundo finito desplegándose pudieran tener un lugar para existir. Este espacio primordial se produjo por medio de una contracción o retiro y concentración de la Divinidad en Sí Misma: la Luz infinita y omnipresente del Ein Sof –infinito o mejor dicho de la Or Ein Sof- luz infinita fue retirada dentro de Sí Misma; o sea, fue reducida, disminuida, ocultada y escondida, y donde fue disminuida, esto es, donde ocurrió este ocultamiento de la Luz se desarrolló un lugar vacante, un hueco constituyendo el espacio primordial [Avir Kadmon]. Este es el acto del primer tzimtzúm, el acto radical de kfitzá [salto], un acto de Divina Autolimitación. La palabra avir, "atmósfera", "aire" o “vacante” se compone de tres letras que forman la palabra or [avr], luz, unidas a una cuarta, la letra iud. En KABALÁH se nos enseña que or dentro de avir representa la impresión [reshimu] de la Luz Infinita que brillaba con anterioridad al plan primordial de la Revelación (esa Luz en la que la Conciencia Divina grabó el plan). La iud representa la impresión del plan Divino propiamente dicho. El tzimtzúm es algo al estilo de un oscurecimiento y ocultamiento del flujo de la Luz Infinita y Vitalidad [Or Ein Sof], de forma que no ilumine y llegue a las criaturas inferiores de manera revelada, permeándolas, actuando en ellas y animándolas de tal suerte que


existan como ´algo a partir de la nada´; apenas en una medida extremadamente ínfima, a fin de que existan en un estado finito y limitado. El concepto de tzimtzum, la contracción-ocultamiento y remoción de la Luz Infinita del Ein Sof, [Or Ein Sof] para permitir la manifestación de realidades independientes [mundos] hace referencia a la manera según la cual la Nada imprimió Su presencia sobre la conciencia de la realidad finita. El propósito principal del tzimtzúm es generar un jalal [vacío] en el que las criaturas Divinas puedan existir y subsistir en lugar de verse disueltas en la Divinidad. Habiéndose atenuado y ocultado la radiación infinita de la Luz Divina [Or Ein Sof], ésta ya no consumirá y anulará los contenidos del jalal [vacío] El jalal [vacio] que permaneció después del tzimtzúm era Agol [simétrico] por todos lados, completamente uniforme. Este vacío jalal se encontraba justo en el punto medio del lugar vacante Avir. No tenía forma de Merubá (cuadrado), ni un ángulo perpendicular, porque Or Ein Sof también se había restringido como un Igul [círculo], redondo en todos lados. Sin embargo, esto no significa que el jalal [vacío] está literalmente vacío y hueco de toda radiación Divina, que la Presencia Divina está literal y absolutamente retirada de allí. Semejante interpretación sugeriría una ilegítima atribución de espacialidad y en consecuencia corporeidad al Infinito y violaría el principio de omnipresencia afirmado de la manera más literal por las Escrituras. Además, en relación con el vacío no hay un alejamiento total y absoluto: en el jalal perdura cierto residuo o vestigio [reshimu] de la Luz. El reshimu es la cantidad residual que quedó de la Luz Infinita [Or Ein Sof] que el Ein Sof retiró por medio del proceso de tzimtzum. Al contrario del reshimu resultante de la luz Divina infinita y el plan Divino de la auto Revelación que quedó en el avir kadmon, como


ya se mencionó, en esta fase el reshimu es suficientemente débil y virtualmente invisible, no existente como para permitir la existencia de una realidad independiente a la cual sirve como trasfondo Divino. El reshimu es comparado a la fragancia del vino que queda en la copa, después de haberla vaciado. Por lo general al reshimu se le cita como una etapa intermediaria entre la verdadera luz trascendente, previa al tzimtzum y la luz inmanente -memale kol almin, que aparece luego del tzimtzum, en la forma de kav [línea o rayo de luz infinita], el reshimu

es

denominado como el que abarca todos los mundos (sovev kol almin). Es el poder inherente en la unicidad Divina capaz de albergar o sustentar la pluralidad de la existencia finita. El reshimu es el origen primario de los recipientes, la materia de todos los mundos. Es el primero, absolutamente abstracto cuerpo de la realidad. De acuerdo al Zefer Yetziráh las 22 letras surgen y por lo mismo comparten la esencia de reshimu. Dentro de la oscuridad primordial, la noche del vacío creado por el tzimtzum con el punto del reshimu en su interior (llenando el vacío con el ser potencial), el Ein Sof irradió un rayo de luz Divina, el rayo de la mañana [Kav]. Este rayo de la mañana [Kav] es la revelación de la inmanencia del Ein Sof en la auto Revelación. Le otorga a cada ser creado, de acuerdo con el nivel de conciencia de cada uno, la percepción de que su esencia es la misma de la Nada, generándolo y regenerándolo continuamente. La kav posee dos dimensiones, una externa y otra interna. La dimensión exterior de la kav, denominada kav hamidá representa la línea de la medición, la vara de medida o regla, y corresponde a su poder de medir, de definir límites para cada ser creado y por lo tanto diferenciando entre ellos. Es responsable de los límites y formas.


La dimensión interior de la kav, conocida a menudo como el jut o hilo que cose la realidad, corresponde a su poder de interinclusión, es decir, de manifestar la presencia del Todo en cada una de sus partes, como un holograma. Las dos letras hebreas que forman la palabra kav son de hecho las dos letras internas de la palabra makom – espacio. Las dos mem, la primera y la última letra de makom, forman a su vez la letra mem (escrita en forma completa) que es el secreto de la presencia Divina dentro del espacio primordial, vacante o atmósfera - avir kadmon-, como ya se mencionó. Así la misma palabra hebrea para espacio nos enseña que el rayo de Luz Inmanente del Ein Sof, la kav, permeará y manifestará el potencial de la infinita misericordia de la Conciencia Divina en el espacio primordial o avir kadmon. El espeacio primordial fue originado por la acción del juicio, restricción, limitación representado por Guevuráh, en tanto es permeado por la misericordia ligada a Jesed. Y es así que en la limitación y la misericordia se genera y regenara la realidad. Otro aspecto importante que se menciona en Kabaláh es que una manifestación finita comienza de un punto de dimensión cero, luego se desarrolla en una línea unidimensional y una superficie bidimensional. Esto está insinuado en la escritura completa de la letra iud (iud-vav-dalet): punto (iud), línea (vav), superficie (dalet). El punto inicial, el poder esencial de la letra iud, es el pequeño que contiene mucho. "Mucho" se refiere al simple Infinito de la Nada, escondido dentro del punto inicial de revelación, que se refleja como el potencial Infinito que tiene el punto de desarrollarse y expresarse en todo el múltiple fenómeno finito de tiempo y espacio. Extrapolando esta idea al asunto de la luz, la iud o punto equivaldría al jalal con su reshimú, la línea sería kav y la superficie la manifestación en el mundo material de la luz inmanente de la Divinidad o fotón. Haciendo la misma extrapolación a las letras vale la pena mencionar que todas las letras de todos los idiomas del mundo, nacen del punto, de la línea y del círculo. Un punto en


movimiento produce la línea y la línea por extensión de sí misma da lugar al círculo. El punto, la línea y el círculo serían pues, los primeros signos con que el hombre primitivo interpretó su lenguaje, cifró su saber y explicó los ideogramas que precedieron a la formación de los alfabetos conocidos. Cada nación o cultura formó su lenguaje y le dio ciertas figuras correspondientes a su sensibilidad e imaginación. Pero el ideograma o la figura que interpreta una idea, fue antes del signo fonético o del alfabeto: la línea completa es la unidad, el espíritu, el masculino, lo impar, la fuerza generadora multiplicándose a sí misma al dividirse en dos, mientras tanto, la línea que se cierra sobre si misma o círculo según los antiguos, es lo par, lo femenino, la fuerza generadora, la polarización, la dualidad, la materia. Desde la perspectiva geométrica tenemos un punto, una línea y un círculo, en cuanto a la luz el punto representa al jalal y reshimú, la línea a kav y el círculo al fotón. En cuanto al sonido el punto está representado por el sonido primordial o silencio, la línea por las letras y el círculo por las palabras. Es importante remarcar que a pesar de que las letras tienen la esencia de reshimú, solo son diferenciables cuando se asocian a la recta, por eso es esta, y no el punto el que se asocia con ellas.


Geometría Punto

línea

Círculo

Jalal/reshimú

reshimú-kav

Fotón

Silencio

letras

Lenguaje

Luz

Sonido

Fig. 42 Si unimos las tres representaciones en una obtenemos:

Fig. 43 Lo que representa un círculo con un diámetro y por tanto un perímetro. El perímetro es la longitud del círculo, en tanto el diámetro representa la longitud de la línea recta de mayor tamaño que puede trazarse dentro del círculo uniendo dos puntos diferentes de su perímetro. La división del valor numérico del perímetro del círculo entre su diámetro da por resultado un número irracional al cual se le denota como Π y cuyo valor genera una


cantidad ilimitada de decimales, además independientemente del tamaño del círculo el número Π siempre permanece constante, es decir, no varía. Esto nos lleva a concluir que el número Π representa un aspecto muy importante de la realidad, ya que de alguna manera relaciona lo material con lo espiritual, lo masculino con lo femenino, la unidad con la diversidad… De forma recíproca, en Π está oculto el secreto de los lenguajes de geometría, de luz y de sonido y por tanto de la manifestación de lo que está escondido en la nada, aquello que la conciencia percibirá en cada realidad. Π es considerado por los matemáticos actuales como un número trascendental, extraños números que expresan funciones, pero que no pueden ser la solución de una ecuación algebráica. Para las culturas de la antigüedad Π es el símbolo numérico de la energía formadora a través de la cual se manifiesta la nada en la realidad relativa de la conciencia que observa, es también la energía sustentadora (Mashiaj-Vishnu) y destructora (ruaj haElohim-Shiva) que rige la naturaleza en todos sus planos. Lo consideraban un número sagrado representando la irrupción del espíritu en la materia, la cristalización en formas de lo indefinido, la relación entre lo conocido y lo desconocido, entre lo limitado y lo ilimitado, entre la unidad y la multiplicidad, entre lo permanente y lo efímero, entre lo homogéneo y lo heterogéneo. En las Escuelas Esotéricas a lo largo de las diferentes épocas fue conocido como el número llave del Movimiento de la Naturaleza, es decir, símbolo de su dinamismo, que nace siempre de estos principios opuestos. Para estas escuelas Π representa la relación no “satisfecha” entre la circunferencia y el doble diámetro, originando el primer movimiento, el giro de la cruz o esvástica, que puede ser dextrógira (giro a la derechaprincipio masculino- Shiva) o levógira (giro a la izquierda-principio femenino-Vishnú). Esvástica es una palabra sánscrita que significa “la que se agita por sí misma”, o sea, la voluntad de manifestación, el primer movimiento.


Fig. 44

Al hablar de relación no “satisfecha” entre la circunferencia y el diámetro aquellos sabios se referían a que Π no se puede expresar como un número racional, como una fracción simple, o relación numérica. Los infinitos decimales que presenta en una danza “aleatoria”, es la danza misma de la vida.

Tabla 11 Aproximación del número Π

En capítulos anteriores mencioné que los eventos “aparentemente” aleatorios no eran otra cosa que el reflejo de una relación “reto causal”, es decir, de un flujo causal de futuro a pasado. Desde esta perspectiva Π representa una especie de código encriptado que encierra la información que fluye del futuro hacia el pasado, modificando esté último desde el primero. Si observamos la secuencia de los tres números subrayados en rojo tenemos 358, el valor guemátrico de la palabra Mashiaj, de la que ya hemos dicho que tiene el poder de redimir la realidad cambiando el pasado desde el futuro. ¿Acaso no es algo más que una simple


coincidencia que dentro de la secuencia estén justamente estos números? y no solo eso, sino como también ya vimos, ¿represente una sección de la serie de Fibonacci? En la cultura Aryavarta procedente de la India Védica existe un himno a Krishna a quien se le considera como encarnación del dios Vishnú y al dios Shiva contenido en los Vedas, al cual, aplicándole el código védico, esto es, una de las relaciones criptográficas números-sílabas del alfabeto Devanagari (que da origen al sánscrito) resulta ser ¡EL NÚMERO PI CON 10 DECIMALES! Solo como una especie de nota al margen, es interesante notar que la correspondencia numérica en el alefato hebreo es con las letras, en tanto, en el caso del Devanagari la correspondencia es con sílabas. El Himno es el siguiente gopi bhagya madhuvrata srngiso dadhi sandhiga khala jivita khatava gala hala rasandara Cuyo significado es: “¡Oh señor ungido con el yogur del culto de las lecheras, oh salvador del caído, oh maestro de Shiva, por favor, protégeme!” La aplicación del Código Védico que sólo afecta a las consonantes, ya que considera las vocales como variables, para el caso particular del himno anterior, arroja la siguiente tabla, ka, ta, pa, y ya son, todos, el 1; kha, tha, pha, y ra son todos el 2; ga, da, ba, y la para el número 3; Gha, dha, bha, y va son el número 4; gna, na, ma, y sa el 5; ca, ta, y sa el 6; cha, tha, y sa el 7; ja, da, y ha el 8; jha y dha para el 9; y Ka significa el cero.


Lo que nos permite leer o cantar con números el himno como el número Π con 32 cifras. 31415926535897932384626433832792 Comparando este resultado con la tabla 11, vemos que la coincidencia es casi perfecta, la única diferencia es el último número, en la tabla corresponde al número 5, en tanto que en el himno al número 2. Lo sobresaliente de este himno es que numéricamente representa el valor del número Π pero fonéticamente está dedicado a los dos dioses que rigen la cruz giratoria, los cuales representan el poder de emanación y de absorción (energía oscura y fuerza de gravedad) permanentes en la Naturaleza. Tal y como dijimos, Shiva, el regenerador, rige la svástica que gira hacia la derecha y Vishnu, el conservador, hacia la izquierda. Por lo que no resulta extraño que la svástica girando en ambas direcciones constituya una adecuada representación pictográfica de Π. En el Himno se suplica también a Krishna como Maestro de Shiva y “salvador del caído” su protección. Shiva es el dios de los Ascetas y por tanto, del sacrificio, el dios que sostiene con su visión interior el Universo entero. Krishna aparece aquí como una forma de Shiva “salvador del caído” porque es el poder que renueva, que permite levantarse una y mil veces para continuar la marcha, es la Fuerza Interior, es el Gran Poder que mora en todos los seres conscientes. Nuevamente este magnífico poder está insinuado en PI. Desde la más remota antigüedad el número Π ha sido asociado con el Fuego primigenio, pilar que sostiene íntegramente la naturaleza y cuyo símbolo, la letra pi griega (Π), divulgada por el matemático Euler aluda a la Puerta de un Templo, insinuando así el acceso a los Misterios de la Creación, en virtud de que todo aquello que vive y palpita surge y mora en Π, y por tanto, en el poder del Nombre Meshiaj. Esto parece resaltar un interesante vínculo entre Yeshúa quien poseía el poder del Nombre Meshiaj y Krishna. En la crucifixión de Yahshúa Poncio Pilatos ordenó se colocara en la parte superior de la cruz una madera con las letras en latín INRI, cuyo significado es IESUS NAZARENAS REX


IUDEORUM, o Jesús Nazareno Rey de los Judíos, sin embargo, durante la edad media, las letras INRI adquirieron un significado diferente, el cual fue dado por los alquimistas de la época, IGNE NATURA RENOVATUR INTEGRA, o “Toda la Naturaleza –es y- será Renovada por el Fuego”, ellos consideraban a Cristo o Mashiaj (en hebreo) como el Alma Divina crucificada en la Naturaleza. De acuerdo a todo lo anterior y retomando la tabla 11, en la cual aparecen los números correspondientes al valor guemátrico de la palabra Mashiaj, no tengo la menor duda de que el valor total del número Π en su infinita extensión representa la guematría del verdadero Nombre del Mashiaj, aquel que trasciende la realidad cognoscible. De lo anterior se desprende que ese Fuego que crea, transforma, renueva y consume no es sino Π o la guematría completa del Nombre Mashiaj. Otro aspecto interesante es que el himno representa una aproximación del número Π a 32 cifras, justamente el número de senderos de la sabiduría mencionados en la Kabaláh y cuyo total lo componen las 22 letras más las 10 sefirót. Sin embargo como lo mencioné anteriormente el número 32 del himno es 2, mientras que en la tabla 11 fácilmente puede verse que en esa posición aparece el número 5. ¿Qué puede implicar esta diferencia? Antes de intentar dar respuesta a esta cuestión es importante notar el hecho de que solo hay 32 números, justamente el total de senderos de la sabiduría. Considero que esto es muy importante pues nos da a entender que la guematría completa del Nombre Mashiaj dentro de la realidad correspondiente al actual nivel de conciencia colectiva contiene 32 cifras y no solo tres (358). Vayamos ahora al asunto de la cifra 32. El valor en el himno es, como mencioné anteriormente 2, en tanto, que en la tabla 11, 5. Es claro que la diferencia entre ambos es 3. Ahora si multiplicamos la diferencia por cada valor, es decir, 3 x 2 =6 y 3 x 5 = 15, y revisamos a que letra hebrea corresponden ambos valores encontramos que representan el valor ordinal de la letra Samej 15, y su valor reducido 6.


Aunque más adelante profundizaré en la importancia de esto, en este punto solo agregaré que de acurdo a la Torá durante la descripción de los 7 días de la creación no participan las 22 letras, hay una que no lo hace, ¿no adivinan cuál?, correcto ¡la Samej! Partiendo del Himno a Krishna llegamos a la verdadera guematría del Nombre Mashiaj, así como a la Torá, interesante ¿verdad? Ahora hagamos algo semejante con la cifra 32, pero utilicemos la equivalencia en sánscrito de los valores 6 y 15 que he calculado en párrafos anteriores, obtenemos lo siguiente: ca

ta

sa

6

ka

ta

pa

ya

1

gna

na

ma

sa

5

ta

sa

15

De aquí se desprende que las sílabas ta y sa representan en sánscrito esa diferencia en los valores de la posición 32 en el número Π. Si observamos ambas sílabas de inmediato se nos viene a la mente el mantra OM TAT SAT, al cual ya me he referido en los primeros capítulos. En los Vedas se dice que desde tiempos inmemoriables las palabras OM TAT SAT se han empleado para designar a la Suprema Verdad Absoluta. También conlleva la idea de que aquello que se puede percibir por los sentidos y aquello que no, es lo mismo. Si tanto la Samej como las sílabas TA SA provienen de la misma diferencia numérica en la cifra 32 del número Π es de suponer que deben estar relacionadas de alguna forma. La samej se conforma de las letras samej, mem y jet, a su vez la samej proviene de samej, mem y jet. La mem de mem, alef y mem y la jet de jet, alef y tav. Ahora pondré esto de otra forma para verlo más claramente.


Samej Samej

mem

Samej mem jet

mem alef

jet mem

Samej mem alef

jet

alef

tav

tav

Samej mem tav Esto recuerda a las sílabas SA OM TA De acuerdo al cuadro, desarrollando cada letra en las letras que la conforman y eliminando las letras en común llegamos a letras que sugieren las sílabas OM TAT SAT. Así del Himno a Krishna hemos llegado a la relación que existe entre la letra hebrea samej y el mantra OM TAT SAT. Otro aspecto importante que confirma la fuerte relación entre el himno a Krishna y la samej es que en kabaláh representa el poder Divino de apoyar y alzar al caído, exactamente la misma esencia del himno. La samej también representa la luz trascendente de la Divinidad que abarca por igual cada punto de la realidad, tanto lo oculto como lo manifestado. Esto recuerda el significado del mantra OM TAT SAT. Ahora haré un breve paréntesis para hablar un poco acerca de un libro relevante dentro de la Kabaláh, el Sefer Yetziráh o Libro de la Formación. El Sefer Yetziráh es el más antiguo y misterioso de todos los textos cabalísticos. Según la mayoría de los historiadores modernos, su origen es desconocido. Este libro contiene una explicación de la manera en la cual HVHI formó el universo. Este libro es extremadamente difícil de comprender e interpretar debido a que el estilo de su escritura es por demás oscuro. Otro problema es que el texto actual ha sido extrapolado y alterado a lo largo del tiempo. El libro explica la manera en la que HVHI formó el universo utilizando 10 números conocidos como sefirót y 22 letras de las cuales 3 son consideradas madres, 7 dobles y 12 sencillas.


Se dice que juntos números y letras forman los 32 senderos de la sabiduría. Extracto del Zefer Yetzirá, “Con 32 rutas maravillosas de sabiduría Dios grabó y creó Su mundo….” (Sefer Yetzirá, mishná 1) Como está expuesto en la segunda mishná [del libro de la Formación, estas son las] diez sefirot y las veintidós [letras]. Y ellas son [32] el tamaño de la circunferencia alrededor de un diámetro de 10. Y se dividen en 10 [sefirot] y 22 [letras] porque el diámetro de 10 está dividido en 3 letras madre [las letras, ‫ מ‬,‫ א‬, y ‫ ] ש‬y 7 dobles [las letras, ‫ ר‬,‫ פ‬,‫ כ‬,‫ ד‬,‫ ג‬,‫ ב‬y ‫] ת‬. Para el diámetro de 7, la circunferencia será de 22 y para el diámetro de 3, la circunferencia será de 10. La división de 10 en 3 y 7 se refiere no sólo a las letras madre y a las letras dobles del alfabeto hebreo, sino también a la división de las 10 sefirot en las 3 sefirot intelectuales y en las 7 emotivas. Graficando la relación geométrica contenida en el párrafo anterior, se obtiene lo siguiente,

3 10

32

10 22 7

Fig. 45 Y en cuanto a los 32 senderos dentro del Árbol de la vida, obtenemos la siguiente representación.


Fig. 46 De acurdo a la tabla 11, los números 3,5,8 dentro de los decimales de Π corresponden a las ubicaciones 10, 11, 12, o senderos que de acuerdo a la figura anterior representan a la sefirá Malkjut, a la letra Hei y a la letra Vav. De tal suerte que se establecen las siguientes relaciones, #sendero Decimal en Π

Nombre camino de unión conjunto ordenado*

10

3

Malkjut

11

5

12

8

giro

3-8-5-13-8-21-10

3-5-8-13-21-10

derecho

Hei

1-1-2-3-8-5

1-1-2-3-5-8

izquierdo

Vav

2-3-8-5-13-8

2-3-5-8-13

izquierdo

* Se refiere a poner en orden ascendente los números que marcan el camino de unión entre el sendero y el décimal de Π en el Árbol de la Vida.

Tabla 12 Los tres conjuntos ordenados representan diferentes segmentos de la serie de Fibonacci,


5

Hei

1-1-2-3-5-8

levógiro

8

Vav

2-3-5-8-13

levógiro

3

Malkjut

3-5-8-13-21--- 10

dextrógiro Tabla 13

Si ordenamos el conjunto de números de la primer columna de acuerdo al primer número con el que comienza cada conjunto de números de la tercera columna en orden descendente o de sentido dextrógiro a levógiro se forma el número 385 el cual representa la guematría de la palabra Shejiná o atributo femenino de la presencia de la Divinidad. De ella se dice que representa el ámbito cósmico con el cual se puede conectar el ser y adquirir la conciencia cósmica que se manifiesta en la dimensión de Malkjut. De acuerdo a la mística hebrea las almas tienen partes, niveles fuera del cuerpo que llegan hasta la Divinidad misma, el centro de contacto donde se reúnen todas las almas no es un punto, sino una entidad completa que contiene todos los atributos de un ser o conciencia consciente, solo que este ser es espiritual y no físico. Esta es la Shejináh o Malkjut. Otro aspecto importante que debemos notar es que el décimo sendero de la sabiduría se vincula con el número 3 de la secuencia numérica dentro de Π, que en cuanto a los senderos de la sabiduría insinúa que hay una relación entre el décimo y tercer sendero, esto es, entre Malkjut y Bináh. ¡Sorprendente! Ya que de hecho esta relación está claramente definida en la Kabaláh. En ella se dice que Malkjut desea aprender de Bináh las cualidades del otorgamiento, recibir como respuesta la fuerza y realizarla para hacerse semejante a Bináh. Sólo entre ellas ocurren todas las acciones de la corrección de Malkjut en el mundo de Atzilut. Precisamente a Malkjut del mundo de Atzilut ascienden todas las almas que desean unirse entre ellas. Cuando en el Zohar se habla sobre el Mundo Superior y el Mundo Inferior, se trata sobre lo que ocurre entre Bináh y Malkjut de Atzilut. Si observamos la serie de Fibonacci asociada a la relación 3-10 es 3,5,8,13,21, --- 10. Esto significa que la serie une a Bináh y Malkjut de Atzilut o mundo de la emanación, dejando fuera de esta unión a Malkjut (el 10 fuera de la serie) de Asiáh o mundo material.


Además de acuerdo a la Kabaláh las dos Hei del Nombre HVHY representan de izquierda a derecha a Bináh- Hei y a Malkjut – Hei. Esto significa que la unión de los Mundos Superior e Inferior se logra solo a través del poder del nombre Mashiaj. Vayamos a la tabla 13, si consideramos la Hei tenemos la serie 1,1,2,3,5,8, y luego Malkjut o la segunda Hei obtenemos la serie 3,5,8,13,21 dejando fuera a Malkjut (10), vemos que se sobreponen justamente en los números 3,5,8 es decir en el poder del nombre Mashiaj, conformándose así la serie 1,1,2,3,5,8,13,21. Al contener 8 cifras nos indica una relación con el octavo sendero de la sabiduría o Hod, el esplendor de la humildad. Frase que definitivamente nos sugiere una clara relación con el nombre Mashiaj, y no solo eso sino que remarca la importancia de la humildad para la unión de las almas en Malkjut de Atzilut. En la tabla 13 aún nos falta interpretar el papel de la letra Vav, y para esto recordemos el significado místico de esta letra hebrea. De ella se dice que “en el principio de la Creación, cuando la Luz infinita llenaba toda la realidad, la Divinidad contrajo Su Luz para crear un espacio hueco vacío, como si fuera, que habría de ser el –lugar- necesario para la existencia de los mundos finitos. Hacia este vacío, la Divinidad atrajo una línea individual de luz, figurativamente hablando, de la Fuente Infinita. Este rayo de luz, es el secreto de la letra vav. Aunque la línea es singular en apariencia, no obstante tiene dos dimensiones, una fuerza interna y otra externa, la cuales toman parte en el proceso de Revelación, y en la interacción continua entre el poder para revelar la realidad manifestada”. “La fuerza externa de la línea, es el poder de diferenciar y separar los varios aspectos de la realidad, estableciendo un orden jerárquico, arriba y abajo. La fuerza interna de la línea, es el poder de revelar la interinclusión inherente de los distintos aspectos de la realidad, uno en otro, asociándolos juntos en un todo orgánico. Esta propiedad de la letra vav, como se usa en hebreo, se conoce como vav hajibur, la vav de "conección", que en castellano es "y". “En hebreo bíblico, la letra vav tiene también la función de invertir el tiempo aparente de un verbo, a su opuesto, de pasado a futuro o de futuro a pasado (vav hahipuj). La primera aparición en la Torá, de este tipo de vav, es la vav con la que comienza la palabra número


veintidos desde el comienzo de la Torá, "Y Di-s dijo....". El verbo 'dijo' es invertido del tiempo futuro al pasado por la vav al principio de la palabra -'Y']: 'Sea la luz' y fue la luz". El fenómeno de la luz quebrando la oscuridad del tzimtzum, la contracción primordial, es en sí mismo el secreto del tiempo, el futuro transformándose en luz que permea el espacio”. El poder de cambiar el pasado desde el futuro, es el secreto de la teshuvá que significa arrepentimiento y retorno a la Divinidad por amor. El poder de la teshuvá de convertir completamente lo pasado en bien, es el poder de la vav de invertir el futuro en pasado. Esta transformación en si misma requiere atraer la luz desde el futuro hacia el pasado. Traer el futuro al pasado es el secreto que se relaciona con la revelación del Mashiaj, redimiendo desde el futuro el mundo actual. De esto se desprende que la Vav en la tabla 13 juega tanto el papel de la “y” uniendo el mundo superior con el inferior, como el papel de la inversión del tiempo, insinuando que las almas solo se unirán en Malkjut de Atziláh a través del poder redentor del nombre Mashiaj, poder que redime desde el futuro el pasado. De acuerdo a la tabla 13 todo lo expuesto anteriormente está contenido en la palabra Shejiná. Esto implica que en el aspecto femenino de la presencia de la Divinidad se manifiesta el poder del nombre Mashiaj. Por último no debemos perder de vista que todo lo anterior surge de la relación entre el número pi (Π) y el número phi (φ) a través de los 32 senderos de la sabiduría. En lo referente a la formación misma, tenemos que el Sefer Yetziráh considera a las sefirót como abstracciones que no representan nada material. Las sefirót se derivan de la Espíritu de la Divinidad. Siendo la Espíritu de la Divinidad no solo el origen, sino también su consumación. O como se expresa en el propio Sefer Yetziráh, “Su final está fijo en su principio (frase que se asocia con la letra samej), tal como la flama está unida


al carbón” (1:7). Las sefirót no deben entenderse como emanaciones en el más estricto sentido de la palabra, sino más bien como transformaciones de la Espíritu de Di-s, la cual primero se manifiesta como aliento (alef), luego se transmuta en agua (mem) y finalmente en fuego (shin), donde la última no está más lejana o cercana de la Divinidad que la primera. Es decir, no son entidades que se hayan removido de la Divinidad. (Recordemos que alef, mem, y shin son las 3 letras madre). Además de las sefirót, son las 22 letras del alefato hebreo las que dan forma al mundo material, pues se les considera “reales” y representan el poder formativo de toda la existencia y de su desarrollo. A través de estos elementos la contínua generación y regeneración del mundo tiene lugar, y las sefirót, que antes de asociarse a las letras tenían una existencia potencial y no manifestada, se vuelven parte del mundo “real”. Esta relación no está del todo clara, pues la explicación dada en el Sefer Yetziráh al respecto es oscura. "Treinta y dos senderos, maravillas de la sabiduría, que Di-s ha grabado ...", estos 32 caminos se forman al unir las diez sefirót con las veintidós letras. En tanto las sefirót se designan expresamente como "abstractas", de las letras se dice en el Sefer Yetziráh: “Veintidós letras: Di-s las dibujó, las labró para sí, las combinó, las pesó, las permutó, y a través de ellas produjo toda la creación y todo lo que está destinado a entrar en el ser "(2. 2). Las letras ni son sustancias independientes ni meras formas. Ellas parecen ser el lazo de unión entre la esencia y la forma. Se les designa como los instrumentos a través de los cuales el mundo real, que consiste de esencia y forma, se genera a través de las sefirót, las cuales son mera esencia sin forma.


Si el secreto de la formación está en el Sefer Yetziráh, es justo ahí donde lo buscaré, y para eso reproduciré algunas secciones que me permitiré interpretar a la luz de la teoría cuántica. 1:7 Diez Sefirót de Nada Su fin está contenido en su principio Y su principio en su fin Como flama en un carbón ardiente 1:8 Diez Sefirót de Nada Refrenan la boca del habla Y tu corazón de pensamientos Y si tu corazón corre Regresa al lugar Por lo que está escrito: “El viviente corre y retorna” (Ezequiel 1:24) Observando esto, un pacto fue hecho 2:2 22 letras Fundadoras Él las grabó, Él las talló, Él las permutó, Él las pesó Él las transformó y con ellas Él representa todo lo que se formó Y todo lo que se formaría 2:4 22 letras Fundadoras Él las colocó en un círculo Como una pared con 231 Puertas El círculo oscila hacia atrás y hacia adelante Una señal para esto es: No hay nada en lo bueno más alto que el Deleite No hay nada más bajo en lo malo que la Plaga 2:5 ¿Cómo? Él las permutó, las pesó y las transformó Alef con todas Y todas ellas con Alef Bet con todas Y todas ellas con Bet Ellas se repiten en un ciclo Y existen en 231 Puertas


Resulta que todo lo que se ha formado Y todo lo que se ha hablado Emana de un Nombre 2:6 Él formó la sustancia a partir del caos Y trajo la no existencia a la existencia Talló grandes pilares del aire Que no puede ser comprendido Esta es una señal [Alef con todas y todas con Alef] Él prevé, transforma y hace Todo lo que es formado, y todo lo que es hablado: Un Nombre Un signo de esto Veintidos objetos en un solo cuerpo

Si los anteriores fragmentos del Sefer Yetiziráh los vemos desde la perspectiva del lector, sin duda constituyen una escritura oscura. De acuerdo a los Evangelios Canónicos, hay tres niveles de creencia o fe, el primero es creer en Di-s, el segundo es creerle a Di-s, pero el tercero y que en la mayoría de las Biblias no está traducido correctamente y por tanto permanece oculto a los ojos del lector es: “creer como Di-s”.

Esta frase aparece traducida directamente del arameo en la Biblia Peshitta y está contenida en el Evangelio según Marcos, versículo 11:22, pasaje en el que Yahshúa habla acerca de la fe.

Ver el Sefer Yetziráh desde la perspectiva del lector equivale a “creer en Di-s”, verlo desde la perspectiva del escritor a “creerle a Di-s”, aunque la situación mejora un poco, aun el texto resultaría “oscuro”, pero si podemos entender desde la perspectiva de Aquel que inspiró el Sefer Yetziráh, equivaldría a “creer como Di-s”, y en verdad les digo, el libro en el acto deja de ser un texto oscuro y de inmediato comienza a arrojar todos sus secretos, la oscuridad se convierte en luz y revelación.


Pareciera que ya estamos listos para penetrar en las entrañas del Sefer Yetziráh y comenzar a arrancarle sus secretos, pero aún no, aún no.

Vayamos al principio de los principios, Génesis 1:1:

“Bereshit bará Elohim et hashamaim ve´et ha´eretz”

Esta frase en todas las Biblias está traducida como “En el principio Di-s creó los Cielos y la Tierra”.

Pero ¿realmente es la traducción correcta o al menos completa?

Antes de intentar algo tan arriesgado como proponer una traducción alterna, analicemos a fondo algunos elementos contenidos en la frase. Empecemos por la palabra “et”. Como resulta obvio está formada de dos letras, que en hebreo corresponden a la alef y a la tav, justamente la primera y la última de su alefato.

En “et” están contenidas las 22 letras y por tanto todo aquello que une la esencia a la forma.

De acuerdo al Sefer ha Zohar o Libro del Esplendor Bereshit representa el misterio primordial, Bará, la fuente misteriosa de la cual se expandió todo. Elohim representa la fuerza que sostiene todo, pero también se le asocia con joshej la oscuridad primordial mencionada en génesis 1:2.

La palabra shamaim significa Cielos así como eretz Tierra, pero también el Zohar abre la puerta para interpretarlos respectivamente como, energía y masa, espíritu y materia, masculino y femenino.


Si observamos la frase de génesis 1:1 vemos que la palabra et aparece 2 veces, una entre las palabras Elohim y hashamaim, y la otra ente hashamaim ve y ha´eretz.

En cierta forma establece un vínculo inseparable entre Elohim, shamaim y eretz. O a la luz del Zohar, entre la oscuridad o fuerza (campo de energía) que sostiene todo, la energía y la materia).

Esto parece indicar que el Génesis Bíblico involucra a tres entidades, la energía oscura la cual sustenta todo, la energía física o bosones que son partículas mensajeras y la materia o fermiones.

Ahora si podemos intentar la osada traducción alterna:

“En el principió creó Elohim, los Cielos, la Tierra”. En otras palabras, en el sentido correcto de la frase, Elohim no es sujeto, sino objeto.

Así, de acuerdo a esta interpretación Di-s no habría creado dos entidades, sino tres. Esto también se apoya nuevamente en el Zohar, donde dice que Eleh (estos) al unirse con Mi (¿quién?), dio origen al nombre Elohim, en el cual a diferencia del Ein Sof que es unidad, inmutabilidad, homogeneidad, estaticidad, se manifiestan la diversidad, movilidad, heterogeneidad.

En el Sefer Yetziráh se asocia Elohim al Aliento, Shamaim al fuego y Eretz al agua. O desde la perspectiva de la física cuántica, la energía oscura al Aliento, los bosones al fuego y los fermiones al agua.

Los bosones corresponden a las partículas asociadas a los campos representados por las cuatro fuerzas conocidas incluyendo además al bosón de Higgs o “partícula de Di-s”. Las


cuatro fuerzas conocidas son, la fuerza de gravedad, la fuerza electromagnética, la fuerza nuclear fuerte y la fuerza nuclear débil.

Por su parte los fermiones incluyen a los quarks y los leptones (electrones y neutrinos).

Podemos decir que estas tres entidades, energía oscura, bosones y fermiones (y sus compañeras súper simétricas) manifiestan la esencia en la forma.

Bueno sin duda todo esto ha sido un gran avance para la interpretación del Sefer Yetzirá pero todavía hay que poner otras cosas en perspectiva antes de iniciar el tan ansiado análisis.

Anteriormente mencione que las 22 letras ni son sustancias independientes ni meras formas, sino que parecen ser el lazo de unión entre la esencia y la forma; por ello se les designa como los instrumentos a través de los cuales el mundo real, que consiste de esencia y forma se genera por mediación de las sefirót, las cuales son mera esencia sin forma. De acuerdo al Sefer Yetziráh, esta manifestación de la esencia a través de la forma requiere de un vínculo cuya esencia no consista ni de sustancias independientes (esencia) ni de meras formas, así que es aquí donde entran en escena las 22 letras hebreas. Retomando el texto del Sefe Yetziráh, en el capítulo 1, párrafo 7 se lee, diez sefirót de Nada. Su fin está contenido en su principio. Y su principio en su fin. Como flama en un carbón ardiente. Analicemos esto, la frase “su fin está contenido en su principio” estable una natural relación entre las sefirót y la letra samej. Además en jasidismo se dice que la letra samej representa el círculo dinámico que existe dentro de otro círculo estático, tal como está


dicho por Ezequiel: Rueda dentro de rueda. La rueda estática externa se identifica con el final, en tanto la rueda dinámica interna con el principio. Esto nos sugiere que la frase, “su final está contenido en su principio”, se puede leer, “lo estático está contenido en lo dinámico”. Esto es una clara alusión a lo que he llamado en publicaciones anteriores “movimiento desde el reposo”, implicando además la influencia de un futuro estático sobre un pasado dinámico. Esto son en sí las sefirót o emanaciones Divinas, un conjunto de generadores estáticos existentes en lo que llamamos futuro, de un devenir dinámico que se percibe deslizándose sobre una línea de tiempo secuencial, desde el pasado hasta el futuro. Esto es algo en extremo importante ya que revela la manera en la que está estructurado el mundo, la verdadera, no la aparente y para entender esto nuevamente definiré, al igual que lo hiciera en publicaciones anteriores, lo que yo entiendo y defino como “movimiento desde el reposo”. De acuerdo a la física clásica para ir de un punto a otro debemos desplazarnos en el espacio y esto implica un tiempo. Dentro de esta descripción del mundo, el movimiento a velocidad constante es idéntico al estado de reposo, así que esto equivale a pensar que el movimiento surge del movimiento en espacio y tiempo. En el ámbito de la física cuántica el salto cuántico equivale a un dobles del espacio tiempo para conectar dos puntos sin que se invierta tiempo para cambiar de posición. Este tipo de movimiento no implica tiempo, pero si dobles del espacio tiempo. Y aunque en cierta forma es un tipo de movimiento desde el reposo aún implica al espacio tiempo. ¿Entonces, que es el movimiento desde el reposo?, desde luego algo que no implica ni desplazamiento en el espacio tiempo, ni deformación del espacio. Es en esencia un asunto de percepción, equivale a “sintonizar” las diferentes posibilidades del mundo cuántico percibiéndose participando de cada una de ellas.


El movimiento desde el reposo sirve para percibir la historia definida mediante el ejercicio del libre albedrío en estaticidad desde el futuro, percibiéndose la conciencia participando en ella dentro de un marco de espacio tiempo. La estructura fundamental de la tal historia descansa en las sefirót. Vayamos al siguiente verso del Sefer Yetziráh (1:8) en el cual se lee, Diez sefirót de Nada. Refrenan la boca del habla. Y tu corazón de pensamientos. Y tu corazón corre. Regresa al lugar. Por lo que está escrito: “El viviente corre y retorna”. Observando esto, un pacto fue hecho. Recordemos que las sefirót se vinculan a la letra samej y esta con la indefinición del sendero 32 de la sabiduría. Tal y como lo comenté en párrafos anteriores la secuencia infinita de números dentro de Π representaría la guematría completa del nombre Mashiaj, sin embargo, al cortarse solo a 32 dígitos, la guematría asociada representaría únicamente el nombre “completo” del Mashiaj para un nivel específico de realidad, y aún en esa limitada expresión del nombre existe una indeterminación que impide conocerlo en su totalidad. A esto se refiere la frase “refrenan la boca del habla”. Tanto la indeterminación inherente en la guematría asociada a Π, como su extensión limitada a 32 cifras provocan que no sea posible su completa pronunciación y por tanto es como si refrenara la boca del habla. Como a través de la boca se expresan los pensamientos del corazón, refrenar uno es refrenar el otro. Es interesante notar que samej también lleva implícita en su mística la nulificación de los espacios de la dimensión inferior en los espacios de la dimensión superior. Anteriormente comenté que la sefirá Malkjut es dual de la séfira Yesod. Aquí la dualidad a la luz de este contenido místico en samej, puede ser vista como la nulificación de los


espacios contenidos en Malkjut en los espacios duales en Yesod. En otras palabras esta nulificación de espacios se refiere a la dualidad entre el cubo, dodecaedro y tetraedro correspondientes a Malkjut, en los espacios definidos por el octaedro, icosaedro y tetraedor de Yesod. Por último la expresión “corre y retorna” implica que el proceso en el que Yesod se manifiesta a través de Malkut y Malkut se oculta en Yesod es un devenir continuo. En el capítulo 2, párrafo 2 del Sefer Yetziráh se dice: 22 letras Fundadoras, Él las grabó, Él las talló, Él las permutó, Él las pesó, Él las transformó y con ellas Él representa todo lo que se formó y todo lo que se formaría. Analicemos el párrafo anterior, “Él” representa el Nombre que no tiene pronunciación, la totalidad de la Nada, ese mantra de energía Divina que se contrae sobre sí mismo (tzimtzum), y en el reshimú graba y sella la luz remanente estableciendo sus “poderes” permutando lo grabado y sellado en función de su intensidad, estableciéndose de esa manera diversas secuencias. Son estas secuencias los nombres de todo lo que se formó y todo lo que se formaría. Lo que grabó y sello son las 22 letras, las secuencias, lo que anteriormente explique por la expresión 22ⁿ, donde n es el conjunto de números {0,1,2,…,11}. En el capítulo 2, párrafo 4 del Sefer Yetziráh se dice: 22 letras Fundadoras, ÉL las colocó en un círculo. Como una pared con 231 Puertas. El círculo oscila hacia atrás y hacia adelante. Una señal para esto es: No hay nada en lo bueno más alto que el Deleite y no hay nada más bajo en lo malo que la Plaga. Veamos primero de donde sale el número 231, recordemos que en la teoría de la probabilidad la ecuación para calcular las combinaciones de m elementos de n en n es:


____m!___ n!(m-n)!

En nuestro caso m es 22 y n es 2, sustituyendo los valores en la ecuación anterior tenemos: 22! 2!(22-2)!

22 x 21 x 20 x… x 1 2 x 1 (20 x 19 x 18… x 1)

22 x 21 2

231

Entonces el número 231 representa la cantidad de combinaciones que se pueden formar a partir de las 22 letras cuando se unen de dos en dos.

Si representamos esto en un disco obtenemos la siguiente figura geométrica,

Fig. 46 Ya que cada línea representa la unión de 2 letras del total de 22 que están en el círculo en la parte externa, es claro que cada línea es la representación geométrica de una puerta y su total es justamente 231.

Ahora debemos tomar en cuenta otro punto importante, el que el círculo posea la capacidad de oscilar hacia adelante y hacia atrás, y en el primer sentido tenga por frontera el Deleite y en el segundo la Plaga.


En este caso el Deleite debe asociarse a las sefirót, en tanto la plaga a las kelipót, de ellas se dice que son las gemelas “malvadas” de las sefirót. Así que antes de continuar, haré un breve paréntesis para hablar acerca de tales gemelas. Las kelipót pertenecen al cuarto mundo u OVLM HAShIH, (Olam Ha-Assiah), el mundo de las Acciones, éste es el mundo de las cortezas, las conchas o envolturas (emanacionesdesecho o basura) OVLM HAQLIPVTh,(Olahm Ha-Kelipoth), el cual corresponde al mundo material o terrenal, este mundo nace de los elementos impuros de los 3 mundos que son Atziluth o mundo de la emanación, Beriáh o mundo de la creación y Yetziráh o mundo de la formación, a estas Huestes de maldad la Kabaláh los llama, QLIPVTh, Kelipot. Estas emanaciones negativas están divididas en diez clases, con su morada correspondiente, poseen diez grados como las Sefirót de la Shejiná (La presencia de Di-s), pero a la inversa, lo que significa que a medida que descienden en grado, aumenta su Oscuridad e impurezas.

Fig. 47 El Árbol de la Muerte

Las dos primeras kelipót no son más que la ausencia de organización y de forma visible. La tercera es el borde o el principio de la Oscuridad. Las siete siguientes están ocupadas por energías destructivas. Su príncipe es Samael, el ángel de la intoxicación y la muerte.


Su esposa es la demonesa Lilith, AShTh ZNVNIM, (Ishet Zenunim) unida a estos dos personajes está una bestia formando la falsa trinidad. El concepto Jasídico respecto a la visión kabalística consiste en considerar que las diez Sefirót fueron manifestadas cada una con una Kelipá (singular de Kelipót) encapsulada. Y de acuerdo con esta tradición hubieron 3 emanaciones de Sefirót, la primera emanación de diez Sefirót fue tan débil que no pudo contener la fuerza o poder del Ein Sof, esto provocó que las siete emanaciones inferiores se rompieran y fueran reemplazadas, pero ocurrió que las nuevas Sefirót también se rompieron, y animadas por los residuos del poder creativo del Ein Sof permanecieron resquebrajadas como cáscaras, lo cual trajo conflicto a la tercera emanación de Sefirót, especialmente a las siete Sefirót menores (Zeir Anpin-Guevuráh, Jesed, Tiferét, Netzaj, Yesod, Hod- y Malkhut). En la tradición Kabalística, las Kelipót representan el Árbol de la Vida en sentido invertido, o su lado malvado, por lo cual Kéter corresponde a Malkhut, lo que representa un tipo de desbalance en el orden natural. (Fig. 47) Ahora veamos los nombres de las Kelipót junto a su sefirá correspondiente, la raíz del nombre y su significado. Recordemos que el árbol está invertido, por lo que la Kelipá Thaumiel es la más superficial en tanto Kelipá Lilith es la más profunda.

Keter – Thaumiel Jojmáh – Ghogiel Bináh - Satariel Daat – Belial Jesed - Gash'khalah Gevuráh - Golachab Tiferét – Tagirion Netzaj - Arev Zarak Hod - Samael Iesod - Gamaliel Malkuth - Lilith

Gemelos del Rey (TAVM, tom – un gemelo) Entorpecedores (OVG – dibujar un círculo) Ocultadores (STR, satar – esconder, ocultar) Los sin valor Aniquiladores, devastadores (GASh Ga'aSh – sacudir, temblar; KLH, khalah – completa destrucción, aniquilación) ¿Los Ardientes? Los que provocan disputas (probablemente de GVR, goor – pelear) Cuervos de Dispersión (ARV, orev – cuervo ZRQ, zaraq – separar) Embaucador (SMM, samam – veneno) Asno Obsceno (GML, gamal – ¿camello?) Mujer de la Noche (Leilah – Noche)


Si en la emanación Divina o sefirá Keter todo es uno y unificado en el primer rayo de luz, en la kelipá Thaumiel todo está dividido y escindido en su esencia más interna. Ghogiel -Jojmáh. La sefirá Jojmáh expresa la idea del desbordamiento de Vitalidad Divina y de las fuerzas aún sin forma del mundo manifestado. Como Keter, es inaccesible a la percepción humana, la sefirá Jojmáh se puede entender como el punto de origen de todas las dinámicas y el comienzo de la percepción. Ghogiel (también Ghagiel) representa el antagonismo hacia el pozo de potencial creativo y el movimiento eterno de Jojmáh. Este aspecto del tipo kelipá es completamente encapsulado en la traducción tradicional de su nombre, "los que entorpecen”. Ghogiel representa en sí misma la acción de bloquear e inhibir el flujo de Movimiento Divino, por tanto, la kelipá de Jojmah representa la obstrucción del primer movimiento de las fuerzas formativas de la naturaleza. Bináh – Satariel. La Sefiráh Bináh es tradicionalmente asociada al entendimiento o la inteligencia y se correlaciona con el aspecto femenino de Keter. Binah es también llamada "la madre" y se considera que representa las fuerzas formativas que ayudan a definir y equilibrar el potencial creativo de Jojmáh. Si Bináh es el arquetipo de la vitalidad desbordante que otorga estructura y forma a estas fuerzas, Satariel representa la muerte de la energía creativa, dejando la estructura eterna sin vida. Satariel oscurece la naturaleza al estar detrás de las formas, impidiendo que reflejen la esencia que ellas representan. Así, la percepción y el contacto con este tipo de formas sin vida se agota en la superficie y no se puede conectar con sus fuerzas creativas internas. Satariel se traduce como 'los ocultadores”. Dáat – Belial. Dáat tradicionalmente se traduce como "conocimiento" y a menudo es llamada pseudo-sefirá u onceava sefirá. Dáat surge de la unión de Jojmah y Binah, el Zohar por lo tanto, se refiere a Dáat como el "hijo de la sabiduría y la inteligencia", y se le denomina conocimiento. Dáat es la entrada secreta y punto de salida de la influencia de las sefirót de la primera tríada en su manifestación en la realidad. Del mismo modo Dáat también es una salida y punto de entrada en el lado oscuro del Árbol que lleva hacia


o desde Yesod. El conocimiento de Dáat es una puerta que conduce de la primera tríada a la Segunda y Tercera, y también desde el lado de la luz al lado oscuro de los árboles. La kelipá de Dáat está bloqueando el paso por esta puerta, provocando que la noción del conocimiento se transforme en un fin en sí mismo. La kelipá de Dáat es el conocimiento que no se reunifica con la vida. A esta kelipá se le denomina Belial o "Beli al" que se puede traducir como 'los sin valor ". El acceso a las kelipót es a través de la sefirá Dáat, el reino de la fuerza destructiva Beli al, conocido como el demonio de la dispersión. Dáat es la puerta que conecta ambos árboles, el de la Vida y el de la Muerte. Jesed – Gash´Khalah. A Jesed también se le conoce como "la extensión de la Voluntad Divina", mientras que a las sefirót siguientes se les describe como "la concentración de la Voluntad Divina". Esta interpretación se apoya en el hecho de que la bondad (Jesed) puede ser entendida como el reflejo de la sabiduría divina (jojmáh.) En un nivel espiritual Jojmáh fue identificado como el desbordamiento, aún sin forma, de la divina fuerza creativa. Jesed en consecuencia es el reflejo de esta sefirá. En este punto, las fuerzas de Jojmáh en el árbol ya han sido moldeadas por la influencia de Bináh, y están listas para expandirse a medida que se vaya realizando en Jesed la reflexión espiritual de la Voluntad Divina. La kelipá de Jesed es la fuerza que se extiende y al adelgazarse se rompe debido a su debilidad. Esta kelipá representa el amor equivocado y desequilibrado que agota y, finalmente, se ahoga con el objeto de su benevolencia y ternura sin fronteras. La kelipá de Jesed se llama "Gash’ Khalah que se puede traducir como "los aniquiladores". Guevuráh – Golachab. Gevuráh es la quinta sefirá y el reflejo de Bináh en la segunda tríada. Las fuerzas que dan forma se comprimen en Gevuráh. Con el fin de equilibrar las fuerzas expansivas de Jesed, Gevuráh representa la "concentración de la voluntad Divina". Igualmente, la quinta sefirá establece la severidad que otorga autoridad a la benignidad de Jesed. El aspecto kelipótico de Gevuráh es el más fácil de explicar de todos: es la gravedad y la violencia despiadada que se derivan de las normas sesgadas. Se trata de la ira en contra del devenir armónico generando movimientos imprevisibles


en la realidad manifestada (Jojmáh / Jesed). La kelipá de Gevuráh se llama "Golachab", que se puede traducir como 'los Flameantes ". Tiferét – Tagirion. Tiferét es la sexta sefirá y el reflejo de Keter en la segunda tríada. Al igual que el corazón en el cuerpo humano, Tiferét es el centro del Árbol de la Vida. La idea de la belleza representada por Tiferét no apunta a las formas estéticas de la belleza en el primer lugar. Más bien, es una expresión de todas las cualidades morales y espirituales que ayudan a establecer un equilibrio armónico entre las influencias de Jesed y Gevuráh. El aspecto kelipótico de Tiferét está representado por todas las influencias que ayudan a ocultar más que revelar la belleza. La esencia de esta naturaleza se hace evidente si uno realmente intenta entender el significado de la belleza en Tiferét: aquí la belleza no es un término para acuñar expresiones culturales de la estética física, pero es la naturaleza más interna de la propia realidad. A fin de captar la belleza mística de la naturaleza secreta, hay que percibirla a través de un acceso intuitivo, influenciado por el intelecto o la razón de ser, es decir, un estado de Gnosis. La kelipá de Tiferet por tanto, representa las fuerzas que impiden al hombre experimentar este estado de unión, de comunión y de belleza. Esta kelipá puede tomar forma en una fuerza que crea confusión en lugar de fusión de mente y corazón. La kelipá de Tiferet se llama "Tagirion", que puede ser traducido como "Los que provocan disputas”. Netzaj – Gharab. Netzaj es la séptima sefirá y por lo tanto la primera de la tercera tríada. Su naturaleza se intuye directamente de su posición en el árbol como la segunda reflexión de Jojmáh y la primera reflexión de Jesed. Netzaj tiene que ser entendida como el triunfo sobre las fuerzas de oposición que todavía son inmanentes a Jesed y se expresan plenamente ahora en Netzaj. En este nivel ya se ha dado a luz a las fuerzas fundamentales de atracción y rechazo que ahora pueden desarrollarse armónicamente en todos los principios de la vida física y biológica. La kelipá de Netzaj es representada por estas dos fuerzas opuestas de la naturaleza pero sin la influencia de la sabiduría (Jojmah) ni de la bondad (Jesed). La kelipá de Netzaj se llama "Gharab" o "Areb-Zaraq", que puede traducirse como 'los corrosivos " o como" Los Cuervos de dispersión".


Hod -Samael. Hod es la octava sefirá y el primer reflejo de Gevuráh, así como la segunda reflexión de Bináh. Implícita en Hod se encuentra la idea principal de fluctuación. Esta idea creativa se ocultaba en la fuerza de Gevuráh y se basa en la generosidad de Bináh. La fluctuación de Hod es el esplendor que se percibe mediante el abrir y cerrar de objetos reflectantes en los rayos de luz. Es la fluidez y la flexibilidad de nuestra mente pensante. En lo que respecta a la realidad, representa todo aquello que se correlaciona con la idea de la multiplicación. La kelipá de Hod se basa en la idea de un objeto radiante que por estar ciegos nuestros ojos, no se puede mirar detrás de la superficie radiante. El brillo puede ser entendido como el comienzo de la ilusión y el engaño. En el reino de la mente, la sombra de Hod está representada por la mentira y la astucia. Al mismo tiempo, la fuerza destructiva de Hod se correlaciona con las ideas de la inconstancia, la vacilación y la falta de determinación, esto es, las fluctuaciones negativas de nuestra mente. La kelipá de Hod se llama "Samael", que se puede traducir como 'los engañosos”. Yesod -Gamaliel. Yesod es la novena sefirá, último de la tercera tríada, el primer reflejo de Tiferét y segunda reflexión de Keter. En Yesod se expresa la armonización de las fuerzas de Netzaj y Hod con la fertilidad como su resultado natural. El Zohar explica esta idea con las siguientes palabras: "Todo vuelve al punto donde se originó. Todo poder se encuentra aquí reunido. Todas las fuerzas de la existencia pasan a través de los órganos genitales.” La idea del fundamento, por lo tanto, se materializa en el proceso de tomar la forma de las fuerzas de atracción y rechazo (Netzaj) en toda su diversidad (Hod) dentro de la realidad. El aspecto kelipótico de Yesod está representado por un sentido distorsionado o destructivo de la fertilidad. Lo que representa esta kelipá, es un acto de revelación que no se basa en la intención de la belleza (en el sentido de Tiferét). La kelipá de Yesod es llamada "Gamaliel" y se puede traducir como 'los obscenos" o “asno obsceno”. Malkjut -Lilith. Malkjut corresponde a la décima sefirá y el único punto fuera de o por debajo de las tres tríadas en el extremo inferior del Árbol de la Vida. Malkjut por lo tanto no puede ser descrito como una sola reflexión de cualquier sefirá específicamente, pero tiene que ser entendida como un reflejo o punto de culminación de todos las sefirót. La


última sefirá del Árbol no expresa una décima parte de la calidad de las fuerzas divinas, sin embargo, es la expresión de todos los poderes que se manifiestan por encima de ella. Malkjut es la concentración y la materialización de todas las emanaciones procedentes de lo Divino en un solo punto. Así, las fuerzas Divinas toman forma en Malkjut como un Rey en su reino. Al igual que las fuerzas positivas de las sefirót por encima de Malkjut se condensan en este punto, la kelipá de Malkjut representa la culminación de todas las fuerzas destructias sobre ella. La forma y la influencia de esta kelipá se manifiesta como siendo una y muchas al mismo tiempo. La Biblia dice: "Mi nombre es Legión, porque hay muchos de nosotros." (Marcos 5:9). El nombre de la kelipá de Malkjut es "Lilith" o "Nahemoth 'que se puede traducir como" Reina de la Noche”. El Zohar explica que "el espíritu de deshonra a la naturaleza” es la fuente o causa de Lilith y de su hermana “Naama”. Las kelipót son las fuerzas destructivas que existen dentro de la realidad. Bien regresemos al Sefer Yetziráh donde se dice que el círculo representado en la fig. 46 se desplaza hacia adelante hasta las sefirót y hacia atrás hacia las kelipót. Dado que de acuerdo a lo visto en párrafos anteriores las sefirót duales son Yesod y Malkjut es importante tener en mente los nombres de sus correspondientes kelipót que son Gamaliel y Lilith respectivamente. Según el párrafo que estamos analizando el círculo con las 231 puertas oscilaría entre Yesod y Gamaliel, al igual que entre Malkjut y Lilith si solo consideramos esas dos sefirót por el momento.


Sefirá Deleite

disco 231 puertas 22 letras

kelipá Plaga

Fig. 48 Continuando con el párrafo 5 del mismo capítulo se lee: ¿Cómo?, Él las permutó, las pesó y las transformó. Alef con todas y todas con Alef, Bet con todas y todas ellas con Bet. Ellas se repiten en un ciclo y existen 231 Puertas. Resulta que todo lo que se ha formado y todo lo que se ha hablado Emana de un Nombre. A diferencia del párrafo 4, ya no menciona como formó las 22 letras utilizando la luz reshimú (grabó y selló) sino comienza hablando sobre lo que hizo con ellas, Él las permutó, las pesó y las transformó. Esto significa, como mencioné anteriormente, que estableció los poderes de las letras permutándolas en términos de su intensidad y estableciendo diversas secuencias. Para poder hacernos una buena idea de lo que significa el resto del párrafo es importante retomar algo que dije anteriormente referente al papel intermedio entre la esencia y la forma que juegan las 22 letras, dado que las sefirót son esencia sin forma, el anillo de las 22 letras debe conformarse como una especia de frontera y eslabón de unión entre cada sefirá y la forma. Retomemos la frase “El las permutó, las peso y las transformó”. Para dar una interpretación alterna a la dada anteriormente acerca de lo que podría representar esta frase, retomemos el círculo de las 22 letras.


Fig. 49 En la figura podemos ver que si unimos las letras opuestas se forman 11 diámetros. Si dividimos 360° entre 11, obtenemos que cada línea está separada una de la otra por 32.7°. Es interesante que el entero próximo menor de este número sea 32, justamente el número de senderos de la sabiduría, y que 7 sea la suma del treintaidosavo dígito en la secuencia calculada para Π (5) y el dígito correspondiente en el Himno a Krishna (2). Ahora supongamos que cada diámetro representa un círculo que contiene las 22 letras, pero perpendicular a la hoja.

Fig. 50


Ahora si cambiamos el tamaño de cada círculo, haciéndolos cada vez más pequeños bet

alef

Guimel

Nun Lamed

Mem Fig. 51

Recordemos que en el perímetro de cada círculo están las 22 letras, alef con todas está representado en la figura anterior mediante las líneas rectas. Por último, sin unimos con una curva los extremos de las líneas rectas, y suponemos que lo mismo hacemos para cada una de las 21 letras restantes obtenemos un patrón similar a este (aunque desde luego no se están representado las 22 letras)

Fig. 52 Veamos ahora cual es la relación de todo esto con la frase de la cual se desprendió este análisis. Retomemos la frase: “Él las permuto, las peso y las transformó”. Él las permutó da origen a los once círculos ubicados unos respecto a los otros a 32.7° (fig.50). Él las pesó equivale a considerar diferentes diámetros para cada uno de los once círculos (fig. 51). Él las transformó se refiere a que al unirse de dos en dos se transforma el círculo donde se ubican en espiral. Esto es muy importante pues definen lo que se conoce como patrón de flujo. Además es claro que en el patrón de flujo completo generado por las 22 letras están implícitas las 231 puertas o líneas como se presentan parcialmente en la fig. 51, en la que solo he representado las permutaciones de alef con


todas. Si consideramos las permutaciones, todas con alef, el patrón es el mismo de la figura 52 pero con un giro insinuado en sentido opuesto. Antes de continuar recordemos que el círculo de letras se constituye como un anillo que rodea tanto a las sefirót como a las kelipot además sabemos que se desplaza entre ambos. Esto nos lleva a una especie de patrón de flujo que gira en un sentido y luego en otro conforme se desplaza de una sefirót a su kelipót correspondiente. El proceso sería algo así: Del anillo original con las 22 letras se generaría 11 círculos o anillos girados uno respecto al otro 32.7° y al disminuir su tamaño, los internos quedarán contenidos en los externos. Conforme se desplazan desde una sefirá hacia su correspondiente kelipá, la permutación sería alef con todas produciendo un giro en un sentido y luego a la mitad del camino, todas con alef, provocando un cambio de giro en el sentido contrario, luego al llegar a la kelipot los anillos alcanzarían su tamaño original defasados en ángulos de 32.7° para luego cerrarse en un solo anillo, y luego de regreso a la sefirá ocurriendo nuevamente lo descrito anteriormente, repitiéndose continuamente el ciclo. Donde los patrones de flujo llevan implícitas las 231 puertas.

Sefirá Malkjut

Kelipá Lilith

Fig. 53 La última frase del verso hace alusión a que todo lo que se ha formado y todo lo que se ha hablado Emana de un Nombre. Al transformar el anillo o círculo unido por 231 líneas (fig.46) en 11 círculos desfasados 32.7° cada uno conteniendo 22 letras, se transforma la figura geométrica estática de un


solo anillo uniendo las letras con rectas –puertas, en un patrón de flujo, curvo y dinámico, donde las curvas aluden a las 231 puertas. El que los círculos estén separados 32.7° nos recuerda el número 32 que es justamente el número de dígitos del número Π revelados en el himno a Krishna correspondientes a la guematría completa de la palabra Mashiaj en este nivel de realidad. Esto nos sugiere que lo perceptible y lo imperceptible en este nivel de realidad se formó y se formará en el nombre oculto en la guematría del Nombre correspondiente a los 32 dígitos en Π. De este nombre solo conocemos una porción, la correspondiente a la guematría relacionada con las posiciones 10, 11, 12 que revelan los dígitos 3, 5, 8 guematría de la palabra Mashiaj. En el Evangelio de Juan capítulo 1 versículos 1-3, se lee: “En el principio era el Verbo y el Verbo era con la Deidad, el Verbo era la Suprema Deidad. Este existía en el principio con la Deidad. Por medio de Él fueron hechas todas las cosas, y nada de lo que ha sido hecho se hizo sin Él.” *De acuerdo a la Biblia Peshitta otra acepción para Verbo es la Palabra Aquí alude nuevamente a que todo fue hecho por el poder del Nombre al cual se hace alusión refiriéndose a él como el “Verbo” o la “Palabra”. La “Palabra” es en sí el Nombre asociado a la guematría infinita del número Π. Finalmente el párrafo 6 dice: El formó la sustancia a partir del caos, y trajo la no existencia a la existencia, talló grandes pilares del aire que no puede ser comprendido. Esta es una señal [Alef con todas y todas con Alef]. Él prevé, y transforma y hace. Todo lo que es formado, y todo lo que es hablado: Un Nombre. Un signo de esto, veintidós objetos en un solo cuerpo. La palabra importante en la primera frase del párrafo es “caos”, veamos pues que debemos entender por caos desde la perspectiva del Sefer Yetziráh.


En hebreo Bíblico la palabra para caos es tojú pero no solo tiene ese significado sino que también se le vincula a la noción de desorden y carencia de forma. Como comenté en el primer capítulo la súper posición de realidades se manifiesta como un aparente desorden y desde luego implica carencia de forma. Si sobreponemos una diversidad de entidades de formas diferentes, la sobre posición resultante parecería no tener forma. Es como si este tojú hiciera referencia a la suma total de realidades posibles contenidas en la nada, donde todas están sobrepuestas sin que haya ningún tipo de diferenciación entre ellas. En el Zohar se dice que el tojú está asociado al Nombre Divino Shaddai que literalmente significa el Todopoderoso y generalmente se vincula con la sefirá de Yesod, el “fundamento” de toda realidad. Es por esto que Shaddai representa el fundamento de las fuerzas activas Divinas. A diferencia del Nombre Divino revelado HVHI que a menudo es asociado con “milagros revelados” que desafían la naturaleza y sus leyes, el Nombre Shaddai se aplica a los “milagros ocultos” que cambian el curso de la naturaleza permaneciendo escondidos dentro de ella. Otro de los Nombres de la Divinidad es Él cuyo valor ordinal es 31 si consideramos el valor ordinal para Shaddai que es 314 y los sumamos obtenemos 345 el inverso numérico de 543 que representa la guematría completa de la frase AJYAH ASHER AJYAH que significa YO SOY QUE YO SOY. El secreto de la continuidad de los “milagros ocultos” dentro de la naturaleza es equivalente a la relación de la circunferencia del círculo entre su diámetro, es decir al número pi (π). La yuxtaposición del valor numérico de los dos Nombres Divinos, Él y Shaddai aludidos en el párrafo anterior dan como resultado la extensión del número 3, 3.1 (Él), 3.14 (Shaddai) que representa el principio de la progresión infinita denotada por pi (π). El Nombre Shaddai alude desde una perspectiva aritmética al poder para “limitar”


que le es inherente, esto es, implica la habilidad de alcanzar el límite finito de un proceso que sólo puede ser representado como una progresión de términos infinitos. En otras palabras representa el poder para limitar la inercia de la expansión sin límites. Pero desde el punto de vista de la percepción Shaddai es el Nombre que pone límites o fronteras a lo indeterminado e indefinido, a lo que parece caos, desorden y carencia de forma, para que pueda ser limitado y por tanto diferenciable, adquiriendo forma y consecuentemente perceptible en un marco espacio temporal correspondiente a un nivel específico de conciencia. Por una parte Π representa la guematría infinita del Nombre completo de Mashiaj, Nombre en el que está contenido todo cuanto ha de ser revelado en toda realidad posible que mora oculto en la Nada y por otra está el Nombre Shaddai el cual representa el poder de la diferenciación de todo lo revelado a cada conciencia de acuerdo a su nivel de evolución espiritual, poder que a pesar de permanecer oculto en Yesod se manifiesta en Malkjut para la percepción consciente de la realidad por cada conciencia de acuerdo a su nivel de desarrollo espiritual. Esto implica que cada vez que la conciencia evoluciona, su forma de percibir su realidad cambia y la fuerza o el poder que hay detrás de la continuidad que sustenta el cambio de la capacidad de percibir en diferentes marcos de espacio tiempo esta justamente en el Nombre Shaddai. En párrafos anteriores vimos que la suma de los valores ordinales de los Nombres de la Divinidad, Él (31) y Shaddai (314) sumaban 345 número que leído de izquierda a derecha representa el valor 543 que corresponde a la guematría completa de la frase AJYAH ASHER AJYAH o literalmente YO SOY QUE YO SOY. Lo primero que debemos destacar es que la revelación que se la hace a Moisés de este Nombre ocurre en Éxodo 3:14, número que representa una aproximación de Π a dos decimales y que además, como ya vimos, corresponde a la yuxtaposición de los Nombres Él y Shaddai.


Aunque en la mayoría de las Biblias la frase anterior aparece traducida como Yo soy el que Soy, lo cierto es que la traducción literal y por tanto más apegada a la gran verdad contenida en la revelación de este Nombre es tal como lo mencioné anteriormente: YO SOY QUE YO SOY. Quizá no se escribe así la traducción porque parece no tener sentido, pero ¿qué ocurriría si agregáramos una coma?, leeríamos: YO SOY QUE, YO SOY. Analicemos un poco más a fondo esto, las palabras “YO SOY” sugieren la idea de una conciencia consciente en sí misma, pero “YO SOY QUE” nos lleva a pensar en una conciencia que abarca la totalidad de la existencia. Como he venido sosteniendo en trabajos anteriores, la propia realidad no es más que el reflejo de lo que el ser es, es decir, de su verdadera esencia. Si aplicamos esta idea a lo anterior, la frase “YO SOY QUE” sería el reflejo del “YO SOY”. “YO SOY QUE, YO SOY” establece un vínculo que no puede ser disuelto entre la conciencia o Nada y la revelación de su esencia para sí misma. Veamos los tres Nombres involucrados en conjunto. La primera aproximación de Π a dos decimales (3.14) representa todo cuando la conciencia puede revelarse a sí misma (Ajyah Asher Ajyah) dentro de un cierto marco de espacio tiempo, también establece el poder de diferenciación (Shaddai) para que lo revelado pueda ser percibido dentro del mencionado marco. Por último en su desarrollo infinito representa la completa guematría del poder del Nombre Mashiaj para redimir toda porción de realidad asociada a cada nivel de conciencia posible desde el futuro modificando el pasado, donde debemos entender la palabra redimir, como la acción de retornar algo a su estado original. Este es el sentido de la frase “Él formó la sustancia a partir del caos”. “Él formó la sustancia”, esto es, limitó el caos para poderle dar forma, en otras palabras, utilizó el Poder del Nombre Shaddai. “A partir del caos”, o sobre la indeterminación inherente a Π, la guematría completa del Nombre Mashiaj, contenida incluso en los primeros decimales de Π esto es, en el Nombre Ajyah asher Ajyah.


Retomemos la forma en la que se referían al número Π culturas cuya existencia se pierde en la bruma del tiempo y para ello remontémonos a la colosal obra de H.P. Blavatsky, La Doctrina Secreta, en la cual la autora registra un verso de un libro antiquísimo “Las Estancias del Dzyan” que ella estudió y compiló en el Tibet: “Los Lipika [Los Números-Leyes de la Naturaleza] circunscriben el Triángulo, el Primer Uno, el Cuadrado, el Segundo Uno y el Pentágono dentro del Huevo (el Círculo). Es el Anillo llamado “No pasarás”, para los que suben y descienden, para los que durante el Kalpa [Ciclo de Manifestación], están marchando hacia el Gran Día: “Sé con nosotros” [Cuando todo el Universo vuelve a su Unidad no Manifestada]”.

Triángulo

Primer Uno

3

1

Cuadrado

4

Segundo Uno

Pentágono

1

5

Analicemos el verso anterior contenido en las Estancias de Dzyan. Comienza con la frase: “Los Lipika”, de acuerdo al comentario de Blavatsky se refiere a los números-leyes de la naturaleza, luego continúa diciendo “circunscriben”. Esto indica que este número, en particular, es una especie de límite que impide la expansión infinita de lo que está dentro del espacio limitado por él. Más adelante nos refleja la geometría del número limitante, un círculo. Esto sugiere que se está refiriendo al número Π, el cuál además queda definido en sus primeras 5 cifras en aquellas figuras geométricas que circunscribe. Para entender la siguiente parte del verso recordemos que el hecho de que Π sea un número “infinito”, implica que de acuerdo a la ecuación para calcular el perímetro, la cual es P= DΠ, donde P representa el perímetro y D el diámetro, es claro que si conocemos el diámetro no podremos determinar el valor exacto del perímetro, lo mismo ocurre con el diámetro el cual no podremos determinar exactamente conociendo el perímetro. Esto nos indica que existe un nivel de indeterminación en el mundo material y que ese nivel de indeterminación de lo finito, proviene de lo infinito. Esto es el significado de la frase “no pasarás”, contenida en el verso anterior. Observando la figura 45, si sobreponemos los círculos que circunscriben las rectas horizontal y vertical obtenemos la cruz en el círculo, cuyo perímetro representa el Todo


y sus líneas en forma de cruz lo Espiritual y lo Material, dando origen como hemos visto a las svásticas dextrógira y levógira. Es interesante notar que las figuras geométricas a las que el verso hace mención son el triángulo, el cuadrado y el pentágono, las cuales representan la forma de cada cara del tetraedro, el cubo y el dodecaedro respectivamente, tres sólidos platónicos que en su momento asociamos a la geometría de la sefirá Malkjut. También mencione que su dual era Yesod y por tanto las figuras geométricas vinculadas a esta sefirá serían el octaedro, el dodecaedro y el tetraedro. Si a Malkjut le asociamos los valores numéricos de los lados de las figuras geométricas que constituyen las caras de los sólidos platónicos vinculados a ella, obtenemos el conjunto {3,4,5}. En cuanto a Yesod, lo que consideraré será el número de caras de los sólidos asociados a esa sefirá, con lo cual el conjunto que se formaría sería {4,8,11}, ya que el tetraedro es el dual del tetraedro, el octaedro dual del cubo y el icosaedro dual del dodecaedro. Recordemos que Malkjut es el mundo físico o la parte revelada de la realidad, en tanto, en Yesod está el fundamento o la parte oculta de la realidad. Observando los dos conjuntos de números anteriores encontramos que su punto de coincidencia es el número 4, ahora si sobre ponemos ambos obtenemos la serie {3,4,5,8,11}, y si el 11 lo separamos en dos unos y cada uno lo reubicamos dentro del conjunto, obtenemos {3,1,4,1,5,8}, nuevamente una aproximación al número Π. Sin embargo en esta aproximación en el lugar del número 8 deberá haber un número 9 de acuerdo a la tabla 11. ¿Qué representa dicha diferencia?, si observamos detenidamente el conjunto vemos que gracias al 8, el conjunto contiene el número 358 el cual como ya he mencionado, corresponde al valor guemátrico del nombre Mashiaj. Esto indica que la porción revelada del nombre Mashiaj correspondiente a esta realidad es la responsable de la indeterminación en el mundo material, aún en el aspecto revelado -Malkjut proveniente del lado oculto o Yesod. Esto es el significado completo de la frase del verso de las Estancias de Dzyan, “Es el Anillo llamado “No pasarás” – Mashiaj en Π, para los que suben – Yesod y descienden – Malkjut”.


La última frase del verso es “para los que durante el Kalpa [Ciclo de Manifestación], están marchando hacia el Gran Día: “Sé con nosotros” [Cuando todo el Universo vuelve a su Unidad no Manifestada]”.

En otras palabras cuando la guematría infinita del nombre Mashiaj revele su verdadero Nombre en un sonido único sin matices ni tonalidades, entonces lo manifiesto y lo oculto de la realidad podrán ser uno, el diámetro ya no estará limitado por el perímetro pues se corresponderán el uno al otro en plenitud. Ahora toca el turno de la frase dentro del mismo párrafo al que nos hemos estado refiriendo: “Talló grandes pilares del aire que no puede ser comprendido”. Bien, antes de dar una posible explicación al significado de esta frase haré otro breve paréntesis para hablar, aunque brevemente, pero de manera más detallada a como lo hiciera anteriormente en torno a la idea de dimensiones. Ya que el concepto de dimensión está muy ligado a los conceptos de espacio y tiempo, comenzaré por hablar acerca del tiempo. Este dista de ser una experiencia directa, no existe un objeto denominado tiempo que pueda estudiarse por sí mismo. Lo que puede observarse es que el universo cambia, guarda una distinción respecto a sí mismo, una diferencia. La cuantificación abstracta de esa diferencia y ese cambio es aquello a lo que llamamos tiempo. El concepto de espacio está asociado a la separación entre cuerpos y al igual que en el caso del tiempo tampoco existe un objeto denominado espacio que pueda estudiarse por sí mismo. Movimiento es el desplazamiento entre dos puntos del espacio, concepto que también está ligado al de tiempo. Dimensión tampoco es una experiencia directa, sino que está vinculada a la manera en la que se puede percibir un objeto en el espacio tiempo, es un marco de percepción abstracto que limita o amplía el “aspecto” del mundo material.


De acuerdo a una de las teorías más aceptadas dentro de la física cuántica y que se conoce como teoría M o de súper cuerdas, nuestro Universo posee 11 dimensiones, además de la que he llamada dimensión cero, o doceava dimensión. Y desde luego es muy importante comprender que representa cada una de ellas. Dimensión cero

Fig. 54 Primera Dimensión P¹

Fig. 55 Para hacernos una idea mental de esto basta imaginar dos puntos, y luego unirlos por una línea, esta representa en sí misma, la dimensión uno. Imaginemos un “ser

“ que habite en esta dimensión, si desea ir de un punto a otro lo

puede hacer de dos formas, una desplazarse por la línea, pues en su mundo no existe otra cosa más allá de esa línea, otro la de “desaparecer” del punto 1 y “aparecer” en la punto 2. Imaginemos que doblamos la línea para formar un círculo y de esa manera podríamos unir el punto 2 con el 1, cuando ambos extremos se toquen el ser pasaría instantáneamente del punto 1 al punto 2.

P¹ P²

Fig. 56 Es fácil observar que este movimiento de doblamiento de la línea requiere de la existencia de una dimensión más. Es decir de lo que llamamos plano.


De esta forma la segunda dimensión puede representarse por dos líneas perpendiculares, P²

P³ Fig. 57

Ahora para llegar de un punto a otro podemos hacerlo siguiendo una línea “quebrada”, o al igual que en el caso anterior, doblando el plano como si tomáramos una hoja de papel y uniéramos ambos extremos formando un “tubo”, luego al regresarla a su forma plana el ser en el punto 2 habría aparecido instantáneamente en el punto 3.

P²-P³

Fig. 58 Pero realizar este doblez, al igual que en el caso anterior, se requiere de otra dimensión adicional, es decir de una tercera dimensión. Así que a los tres puntos que determinaban el plano, ahora vamos a agregar un cuarto con el cual definiremos una línea perpendicular a este.


P⁴

Fig. 59 Esta es la dimensión que percibimos y que conocemos como espacio tridimensional. La definimos como alto, ancho y profundo. Antes de abordar el tema de la cuarta dimensión imaginemos a la segunda dimensión como una sección transversal de la tercera dimensión.

Tercera dimensión Secciones transversales bidimensionales Fig. 60 Imaginemos que somos seres planos y que somos capaces de crecer como secciones transversales de una dimensión superior, el ser tridimensional vería los cambios como secuencia en el espacio tridimensional (figura anterior). Pero nosotros, los seres planos lo veríamos como cambios en nuestro propio espacio bidimensional.


Sección transversal bidimensional

Fig. 61 Desde la perspectiva de un ser tridimensional se trataría de una secuencia de cambios en diferentes posiciones, para un ser bidimensional se trata de una secuencia de cambios en el mismo lugar. Ambos fenómenos están ligados al concepto de tiempo, uno al movimiento y otro al cambio intrínseco o distinción respecto a sí mismo. Con todo esto quiero decir que un ser bidimensional percibe la tercera dimensión de espacio como tiempo. Ahora extendamos esta idea a la tercera dimensión, donde las secciones transversales de lo que podríamos llamar híper sólido, son sólidos en vez de planos en un sólido.

Secciones tridimensionales en un híper sólido. Fig. 62 Por analogía el híper sólido representaría la cuarta dimensión a la que llamaríamos desde la tercera dimensión, tiempo. Este hipersólido de cuarta dimensión representaría una historia posible para un determiando ser hilvanada en tiempo secuencial (pasado-presente-futuro) dentro un marco de espacio tridimensional.


De acuerdo a la física cuántica, hay una cantidad infinita de híper sólidos cada una representando una posibilidad o línea de tiempo correspondiente a todas las decisiones posibles relacionadas a cada punto del espacio tridimensional asocidas a un mismo ser. En este sentido la quinta dimensión estaría conformada por todas esas posibilidades o hiper sólidos de cuarta dimensión.

Quinta dimensión Historias posibles Fig. 63

Pensemos que todos estos híper sólidos que representan el infinito de posibilidades para una realidad relativa correspondientes a una misma conciencia, pueden representarse por un punto. Si queremos unir dos realidades relativas, cada una con su infinidad de posibilidades, requeriremos una dimensión adicional, es decir, la sexta dimensión.

P¹ quinta dimensión

P² quinta dimensión

Línea que los une sexta dimensión Fig. 64 De forma análoga a lo ocurrido en dimensiones inferiores, si queremos ir del punto 1 (total de historias posibles que conforman la realidad para una conciencia) al punto 2 (total de historias posibles que conforman la realidad para otra conciencia), podríamos hacerlo moviéndonos en una sexta dimensión o “desapareciendo” y “apareciendo”, cosa


que tendría que ocurrir en una séptima dimensión, ya que implica un doblez de la sexta dimensión y esto sólo puede ocurrir, como hemos visto, en una dimensión adicional.

Dobles en séptima dimensión

línea de sexta dimensión

Punto de quinta dimensión

Fig. 65 Ahora, si unimos todas las realidades relativas que forman parte de nuestro universo desde el Big-Bang, tendremos una superposición de híper sólidos posibles, pertenecientes a cada realidad.

Nuestro Universo Octava dimensión Historias posibles de todas las realidades que conforman nuestro universo Fig. 66 Híper sólidos de cuarta dimensión agrupados en la quinta dimensión como puntos sobre puestos en octava dimensión definiendo un nuevo punto. En este punto está incluido el infinito de “historias” posibles que se originaron en nuestro universo después del Big-Bang, o en otras palabras, el total de historias posibles de cada ser posible en nuestro universo.


Pero de acuerdo a la teoría de cuerdas, pueden existir otros universos cuyas condiciones iniciales sean distintas, en los cuales, tal vez no tengan fuerza electromagnética, o su velocidad de la luz sea diferente, o no haya tal cosa como masa, e incluso tengan fuerzas que ni siquiera podemos imaginar. Así que nuevamente tenemos un punto que contiene el total de historias de nuestro universo en una novena dimensión donde existen otros universos que surgen de condiciones iniciales diferentes conteniendo el infinito de sus historias posibles. Ahora representemos dos universos U¹

Nuestro Universo Octava dimensión

Otro Universo Octava dimensión

Línea de novena dimensión Fig. 67 Si queremos unir ambos puntos al igual que antes será mediante un doblez en la décima dimensión.

Dobles en décima dimensión

línea de novena dimensión

Punto de octava dimensión

Fig. 68 Todas las historias posibles dentro de todos los universos posibles, conformarán nuestro “punto” en la onceava dimensión.


Historias posibles en el Universo 1

Historias posibles en el Universo 2

Punto deOnceava dimensión

Historias posibles de todas las realidades de cada universo posible Universo “1” Universo “2” Fig. 69


De lo anterior es claro que la onceava dimensión incluye a la octava y esta a la quinta en un esquema tipo fractal. Dado que ya no hay más universos posibles que “todos los posibles”, mismos que han sido considerados en la onceava dimensión, al menos en el mundo material ya no hay más dimensiones. En libros anteriores, he llegado a la conclusión que también el punto es dimensión, pues a pesar de ser un punto contiene un infinito y en este caso un infinito de infinitos. A este punto le llame la dimensión cero o doceava dimensión. Por tanto considero como mencione al inicio de este paréntesis que nuestro universo pertenece a un entramado de 12 y no 11 dimensiones. Retomando la frase que intentamos analizar, es decir, “Talló grandes pilares del aire que no puede ser comprendido”, ahora resulta claro que se refiere al marco dimensional en el que cada conciencia puede interpretar su realidad. De hecho ni el espacio tiempo, ni el resto de las dimensiones pueden ser comprendidas pues no corresponde a un objeto que pueda medirse directamente, sino solo al marco para la percepción sensorial y extrasensorial de los eventos que se manifiestan en una cierta realidad. Recordemos la segunda parte del párrafo “Esta es una señal [Alef con todas y todas con Alef]. Él prevé, y transforma y hace. Todo lo que es formado, y todo lo que es hablado: Un Nombre. Un signo de esto, veintidós objetos en un solo cuerpo”. Anteriormente comenté que el anillo o círculo con las veintidós letras podía dar origen a 11 círculos cuyos puntos extremos de sus diámetros eran las letras opuesta sobre el círculo es decir:


Círculo

Punto 1

Punto 2

1

Alef

Lamed

2

Bet

Mem

3

Guimel

Nun

4

Dalet

Samej

5

Hei

Ayin

6

Vav

Pei

7

Zain

Tzadik

8

Jet

Kuf

9

Tet

Reish

10

Iud

Shin

11

Kaf

Tav Fig. 70

En la figura anterior las líneas azules representan la frase “alef con todas” esto nos da 11 combinaciones, ya que lo mismo se extiende al resto de las letras, en la columna tenemos que son 11 combinaciones de las once letras, esto da un total de 121 combinaciones. “Todas con alef” se refiere a las combinaciones indicadas por las líneas naranja en la primera columna, en este caso son 10 con 11 letras participantes, lo que da un total de 110 combinaciones. Si sumamos estas a las 121 anteriores obtenemos: 110 + 121 = 231. En la misma figura se indica con líneas negras discontinuas la relación entre cada letra y su opuesta, que a pesar de ser un caso particular de “alef con todas”, representa una relación que vale la pena destacar pues será de importancia en lo que presentaré a continuación.


Hagamos nuevamente un breve paréntesis y recordemos la manera en la que se entrelazan los nucleótidos dentro del ADN.

Fig. 71 En la figura, A representa la adenina, T la tiamina, C la citosina y G la guanina, además solo la Adenina puede unirse a la Tiamina, así como la Citosina a la Guanina. De cada lado o línea curva de la figura se van formando secuencias de letras, al conjunto de tres letras dentro de esta secuencia se le llama codón.

Fig. 72 La unión de uno o más codones dan por resultado el código de un aminoácido. La siguiente tabla muestra los codones que conforman cada uno de los 20 aminoácidos y los códigos de “stop”.


ALA ARG ASN ASP CYS LYS MET PHE PRO GLN GLU GLY HIS ILE LEU SER THR TRP TYR VAL UAG

GCU CGC AAU GAU UGU AAA AUG UUU CCU CAG GAA GGC CAU AUU UUG UCU ACU UGG UAU GUU

GCG CGA AAC GAC UGC AAG UUC CCG CAA GAG GGA CAC AUA UUA UCG ACG UAC GUG UAA

GCA CGG

GCC CGU

CCA

CCC

GGG

GGU

AUC CUU UCA ACA

CUG UCC ACC

GUA

GUC

AGA

AGG

CUA AGU

CUC AGC

UGA

Tabla 12 Dentro de la cadena de ADN estos nucleótidos agrupados de tres en tres formando codones se identifican como aminoácidos de acuerdo a la tabla anterior, mismos que al unirse forman diferentes proteínas. El ADN muestra una geometría de hélice.

Fig. 73


Es claro, al menos para mí, que la relación entre las 22 letras hebreas representadas en la figura 70 por el patrón de líneas negras discontinuas se asemeja al ADN, donde las 22 letras serían una especie de análogo de los 4 nucleótidos. Lo que en este punto aún no me es posible determinar es la cantidad de letras en las que se agruparan para formar algo análogo al codón y con ello las cadenas de codones y sus diferentes relaciones similares a los aminoácidos y proteínas.

A L

ALEF LAMED

B M

BET MEM

G N

GUIMEL NUN

D S

DALET SAMEJ

H AY

HEI AYIN

V P

VAV PEI

Z TZ

ZAIN TZADIK

J KU

JET KUF

T R

TET REISH

I SH

IUD SHIN

KA TA

KAF TAV

Fig. 74

Como vemos en la figura, el patrón de este análogo del ADN contiene 11 nucleótidos de cada lado de la cadena en vez de 2. Es claro que la cantidad de información que se podría generar con 22 letras en lugar de solo 4 es astronómicamente mayor.


Si esto por sí solo no representara una cantidad de información estratosféricamente mayor que la contenida en el ADN que conocemos, hay aún dos maneras más de asociarse para las 22 letras, aunque la primera a la que me referiré es un caso general como ya vimos de la que hemos descrito. Regresemos a la figura 70 y desarrollemos lo que representa la frase “alef con todas”. ALEF LAMED ALEF MEM ALEF NUN ALEF SAMEG ALEF AYIN ALEF PEI ALEF TZADIK ALEF KUF ALEF REISH ALEF SHIN ALEF TAV

BET LAMED BET MEM BET NUN BET SAMEG BET AYIN BET PEI BET TZADIK BET KUF BET REISH BET SHIN BET TAV

GUIMEL LAMED GUIMEL MEM GUIMEL NUN GUIMEL SAMEG GUIMEL AYIN GUIMEL PEI GUIMEL TZADIK GUIMEL KUF GUIMEL REISH GUIMEL SHIN GUIMEL TAV

KAF KAF KAF KAF KAF KAF KAF KAF KAF KAF KAF

IUD IUD IUD IUD IUD IUD IUD IUD IUD IUD IUD

LAMED MEM NUN SAMEG AYIN PEI TZADIK KUF REISH SHIN TAV

LAMED MEM NUN SAMEG AYIN PEI TZADIK KUF REISH SHIN TAV

DALET LAMED DALET MEM DALET NUN DALET SAMEG DALET AYIN DALET PEI DALET TZADIK DALET KUF DALET REISH DALET SHIN DALET TAV

TET TET TET TET TET TET TET TET TET TET TET

LAMED MEM NUN SAMEG AYIN PEI TZADIK KUF REISH SHIN TAV

HEI HEI HEI HEI HEI HEI HEI HEI HEI HEI HEI

LAMED MEM NUN SAMEG AYIN PEI TZADIK KUF REISH SHIN TAV

VAV VAV VAV VAV VAV VAV VAV VAV VAV VAV VAV

JET JET JET JET JET JET JET JET JET JET JET

LAMED MEM NUN SAMEG AYIN PEI TZADIK KUF REISH SHIN TAV

ZAIN ZAIN ZAIN ZAIN ZAIN ZAIN ZAIN ZAIN ZAIN ZAIN ZAIN

LAMED MEM NUN SAMEG AYIN PEI TZADIK KUF REISH SHIN TAV

LAMED MEM NUN SAMEG AYIN PEI TZADIK KUF REISH SHIN TAV

Tabla 13

Los pares marcados con rojo corresponden al esquema anterior, por lo que a pesar de ser difícil de representar gráficamente, la tabla anterior nos sugiere espirales perpendiculares a la anterior cuyo punto de enlace en cada peldaño es justamente la unión marcada en rojo. Utilizando solo líneas rectas haré una representación simplificada y parcial de la tabla anterior,

Zain Zain Zain Zain Zain Zain Zain

Lamed Mem Nun Samej Ayin Pei Tadik

Zain Zain Zain Zain

Kuf Reish Shin Tav

Vav Vav Vav Vav Vav Vav

Lamed Mem Nun Samej Ayin Pei

Vav Vav Vav Vav Vav

Tzadik Kuf Reish Shin Tav

Fig. 75

Hei Hei Hei Hei Hei Hei Hei Hei Hei Hei Hei

Lamed Mem Nun Samej Ayin Pei Tzadik Kuf Reish Shin Tav


Ahora vayamos a representar lo que implica “todas con alef”. BET GUIMEL DALET HEI VAV ZAIN JET TET IUD KAF

ALEF ALEF ALEF ALEF ALEF ALEF ALEF ALEF ALEF ALEF

ALEF GUIMEL DALET HEI VAV ZAIN JET TET IUD KAF

BET BET BET BET BET BET BET BET BET BET

ALEF JET BET JET GUIMEL JET DALET JET HEI JET VAV JET ZAIN JET TET JET IUD JET KAF JET

ALEF ZAIN BET ZAIN GUIMEL ZAIN DALET ZAIN HEI ZAIN VAV ZAIN JET ZAIN TET ZAIN IUD ZAIN KAF ZAIN

ALEF BET DALET HEI VAV ZAIN JET TET IUD KAF

ALEF DALET BET DALET GUIMEL DALET HEI DALET VAV DALET ZAIN DALET JET DALET TET DALET IUD DALET KAF DALET

GUIMEL GUIMEL GUIMEL GUIMEL GUIMEL GUIMEL GUIMEL GUIMEL GUIMEL GUIMEL

ALEF TET BET TET GUIMEL TET DALET TET HEI TET VAV TET ZAIN TET JET TET IUD TET KAF TET

ALEF IUD BET IUD GUIMEL IUD DALET IUD HEI IUD VAV IUD ZAIN IUD JET IUD TET IUD KAF IUD

ALEF BET GUIMEL DALET VAV ZAIN JET TET IUD KAF

HEI HEI HEI HEI HEI HEI HEI HEI HEI HEI

ALEF BET GUIMEL DALET HEI ZAIN JET TET IUD KAF

VAV VAV VAV VAV VAV VAV VAV VAV VAV VAV

ALEF KAF BET KAF GUIMEL KAF DALET KAF HEI KAF VAV KAF ZAIN KAF JET KAF TET KAF IUD KAF

Tabla 14

En la figura 75 la línea recta de color naranja, conforme a la figura 74 debe representarse como un patrón en forma de hélice, cosa que a continuación haré con el fin de representar gráficamente la información presentada en la tabla anterior. “Todas con Alef” Dalet - Samej

120

Guimel - Nun

90 60

Bet - Mem

150

30

Hei - Ayin Alef - Lamed

180

0 Kaf - Tav

Vav - Pei

330

210 Zain - Tzadik

240

300 270

Jet - Kuf

Fig. 76

Tet - Reish

Iud - Shin


Desde luego para “todas con Bet”, “todas con Guimel”, etc. la representación es análoga. Es importante notar que cada línea naranja conlleva otra espiral que atravesaría el papel tanto hacia el lector como hacia el interior de la pantalla que corresponderían justamente a las líneas en azul de la figura 75. Representar las figuras 75 y 76 juntas agregando los demás conos elípticos correspondientes Bet, Guimel y las demás sería de tal complejidad que probablemente se perdería la geometría en un entramado de líneas que parecerían no tener orden. Pero con ambas figuras creo que es posible imaginar la figura completa. Veamos por último como se vería en cierta forma la secuencia de letras dentro de cada

TA

TPTLTMTShTLTMTMTTa

AMAPASASASATzARAR

BRBPBNBNBRBKuBLBSh

una de las cadenas que he representado en las figuras anteriores.

TB

TAyTAyTSTMTMTLTKuTR

AB

BRBPBSBSBTaBLBLBRBAy

ASAPARARAShAMAMAM

BA AABMNGGDSSSHPPALZJJTTTJRShTzBBVPPPNMLLGGDDDKuTaBMTTTVPJJTLADJJHHHTRDRPNDHZ

Fig. 77

Desde luego esto es solo una pequeña porción de cómo se verían las cadenas de “nucleótidos” asociados a los tres tipos de relaciones entre las 22 letras. Aunque no podemos definir análogos a los “codones” si resulta evidente la inmensa complejidad y cantidad de información almacenada en este inmenso código. Recordemos

que

la

molécula

que

llamamos

ADN

contiene

las

instrucciones genéticas usadas en el desarrollo y funcionamiento de todos los organismos vivos conocidos y es responsable de su transmisión hereditaria, cuya función principal es el almacenamiento a largo plazo de información. Muchas veces, el


ADN es comparado con un código, ya que contiene las instrucciones necesarias para construir otros componentes de las células, como las proteínas y las moléculas de ARN. Los segmentos de ADN que llevan esta información genética son llamados genes, pero las otras secuencias de ADN tienen propósitos estructurales o toman parte en la regulación del uso de esta información genética. Existen dos tipos de cadenas dentro del ADN el codificante y el no codificante, en este último no hay instrucciones para la formación de proteínas, pero si para el donde, el cuándo y el cuánto deberá formarse de cada una.

Fig. 78

Por analogía el arreglo multidimensional que se deriva de las frases “Alef con todas” y “todas con alef” es un código de formación con la información necesaria y suficiente para dar forma a todo lo que percibimos e incluso lo que no percibimos como parte de la realidad. Si vemos la secuencia de letras en la figura 78 se asemeja a un “nombre” perteneciente a un solo cuerpo. Lo mismo por analogía es válido para la información contenida en este código que provee de toda forma a la realidad como se muestra en la figura 77, aunque en una muy pequeña proporción. Este es el sentido del resto de la frase del sexto párrafo del capítulo 2 del Sefer Yetziráh que he venido analizando en estos últimos párrafos. “Un Nombre, 22 objetos en un solo cuerpo”.


Considerando el papel de las 22 letras como un puente de unión entre la esencia y la forma el vacío podría representarse mediante la siguiente geometría,

Fig. 79 La figura representa el aspecto estático de las 22 letras, sin embargo su comportamiento debe ser considerado dinámico por lo que su apariencia no es la de un anillo sino el asociado al de la figura 76 en su plena expresión, la cual como comenté no puedo esquematizar, pero si pueden imaginar.



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