REFLEXIONES
La Visión Cuántica de YESHÚA “Realidades Alternas”
H.C. ELÍAS
La Visión Cuántica de YESHÚA “Realidades Alternas” H.C. ELÍAS
Extracto del libro: “El Hombre de las Mil y una Voces” ©H.C. Elías Registro Indautor 03-2012-110712193400-01 ISBN 978-607-00-7741-8
Arquetipos YESHÚA dice Los cielos y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán Evangelio de Mateo 24:35 Como dije con anterioridad la palabra para cielos es shemaya, que es empleada para luz; además hace referencia a una vibración sagrada que oscila sin límites a través de todo el universo visible. Por su parte ar´ah no sólo significa el suelo o terreno del planeta Tierra, sino que se puede referir, de manera simultánea, a toda la naturaleza y a cualquier ser que tenga forma individual, desde una célula hasta una estrella. En el génesis se presenta el arquetipo de la existencia individual y particular llamada tierra, y el de una existencia colectiva y vinculada, denominada cielos, y esto “en el principio de los tiempos”. Desde un punto de vista terrenal, somos un conjunto de entes diversos. Desde una perspectiva celestial, estamos vinculados con todo ente en el universo a través de luz, sonido, ondas de presión, y algo que va más allá denominado entrelazamiento cuántico. Ambos aspectos se compenetran de manera simultánea. El shem como ya mencionamos es similar a la onda de probabilidad asociada a una partícula, en tanto la partícula misma ar´ah, es el yo soy individual. Esto en cuanto al shem y al yo soy individuales. En cuanto al Shemaya Divino, el vinculado al Yo Soy, podemos imaginarlo como la superficie del agua en una alberca, en la que siempre hay olas en su superficie, misma que contiene varios cubos de hielo flotando en ella, estos representan a los yo soy individuales. No perdamos de vista que cada cubo, tiene su propio shem individual. La palabra en arameo para morir o pasar, significa también cruzar una frontera o ir más allá de un límite. Por otra parte como ya hemos visto, el significado para palabra está vinculado nuevamente con la idea de onda de probabilidad. Con esto en mente veamos cómo se escucha Mateo 24:35, desde la perspectiva aramea,
Las ondas y la partícula, la unidad y la diversidad, pueden ir más allá de ellos mismos y traspasar sus límites, la onda puede ser partícula y la partícula puede volver a ser onda; la forma puede convertirse en luz y la luz puede volver a ser forma, pero mi vibración, el SHEM del YO SOY, la infinita sobreposición de estados que lo contiene todo de principio a fin no traspasará sus propios límites, pues ella es el límite de lo infinito. La esencia de la Unidad es la superposición simultánea de estados, la Unidad es una especie de onda de probabilidad que lo contiene todo de principio a fin. Los yo soy o partículas dentro de esa Unidad o Shemaya, representan la “aparente” diversidad, y aunque poseen su propio shem, onda de probabilidad, están vinculados al Shemaya. Regresando al ejemplo de la alberca, el agua es la Unidad, representada por el Shemaya entendido como la superposición de estados u onda de probabilidad. Cada yo soy o cubo de hielo tiene su propio shem o “agua”- onda de probabilidad, cuando este se “diluye” o regresa a su estado de onda de probabilidad- luz, se integra al Shemaya-Luz, pero en tanto esta integración es definitiva, la onda de probabilidad vinculada al yo soy individual, continuamente cambia de yo soy a shem, y de shem a yo soy. Desde la perspectiva Divina solo hay cielos, pues solo hay unidad, así que el estado natural de la Unidad Sagrada, no es el YO SOY, sino el SHEM. Por eso dice YESHÚA que sus palabras no pasarán, pues el SHEM no se transformará. Puesto que los cielos y la tierra se compenetran, cada vez que las formas individuales, actores de la diversidad “vibran”, influyen la textura de toda la realidad, porque cada vibración “sentimiento” desde la perspectiva de los cielos, está conectada con cada una de las otras oscilaciones. Nuevamente esta visión nos sugiere la idea de un universo holográfico, en el que cualquier cambio en un punto se refleja de inmediato en todos. Este enigmático aspecto del universo, muestra que la conciencia individual puede “brincar” de una “realidad” a otra. No solo el Shemaya actúa sobre los yo soy, sino que los yo soy, lo modifican al elegir un estado dentro de la infinidad de posibilidades que lo conforman. Y aunque el Shemaya es sensible a estos cambios, estos no implican transformación, solo “ajustes” internos en función de la interacción con los shem de los yo soy.
Al respecto YESHÚA dice: Si la carne ha llegado a ser por lo espiritual, es una maravilla, pero si lo espiritual por lo corporal, sería una maravilla maravillosa. Pero yo mismo me maravillo de esto: como esta gran riqueza ha sido colocada en esta pobreza. (Apotema 29) Evangelio de Tomás La “realidad” conformada por aquello que llamamos “materia”, depende de la manera en la cual la conciencia la conciba, pero esta construcción de la realidad, afecta a la conciencia, estableciendo límites para luego, quizá, nuevamente ampliarlos en cada nueva concepción. Es así como la conciencia le da forma a la “realidad”, luego esta “realidad” influye en la percepción de la conciencia para dar forma a una nueva “realidad”, y así a cada instante. Aunque estrictamente hablando, la “materia” podría ser tan solo una ilusión, la percepción consciente de ella no lo es, en verdad la percibimos y la sentimos. Esta gran riqueza, el alma, la cual contiene tanto la fase consciente como la subconsciente e inconsciente del ser y que es capaz de dar un sentido de “realidad” al mar de posibilidades, por su propia esencia, la de dar forma a “la realidad”, ha quedado colocada dentro de una gran pobreza, la “ilusión” de la materia. Este tema es tan importante para YESHÚA que vuelve a referirse a él en Mateo 5:18 Porque en verdad les digo: los cielos y la tierra pasarán, antes que pase un ápice de la Ley, sin que todo se haya cumplido Evangelio de Mateo 5:18 La palabra ley – namosa por su raíces apunta a cualquier forma de belleza que ayuda a aliviar o a quitar aquello que priva de fuerza al ser humano. Las ondas y la partícula, la unidad y la diversidad, pueden ir más allá de ellos mismos y traspasar sus límites, la onda puede ser partícula y la partícula puede volver a ser onda; la forma puede convertirse en luz y la luz puede volver a ser forma, esto se repetirá continuamente, en tanto, ni la más pequeña parte de la belleza que ayuda a aliviar lo que priva de fuerza al ser humano traspase sus límites, lo que no sucederá hasta que haya cumplido su objetivo y ya no sea necesaria, cuando la forma se fusione a la luz, la partícula a la onda, la diversidad a la unidad.
Cambio de Realidad El Reino –gobernado por una Reina- Malkuta, que representa el Reino del poder y la autoridad, empieza en el mundo de la vibración, dado que en este mundo todas las cosas ya están vinculadas, por esto, para cambiar la “realidad” hay que recurrir a los medios que a los Cielos le son naturales como la luz, la palabra, la vibración, la atmósfera y el sonido. En particular si analizamos los Evangelios, veremos que fueron justamente estos elementos los que uso YESHÚA durante su ministerio. En Mateo 6:10 YESHÚA dice, Hágase tu voluntad, como en los cielos, así también en la tierra Evangelio de Mateo, Biblia Peshitta Voluntad- sebyana también puede significar, deseo, deleite, placer, disposición, anuencia. Cuando la semilla de Malkuta, la visión que da poder y autoridad, ha sido sembrada y ha dado fruto, se es consciente de la pertenencia a la Unidad Sagrada, entonces la voluntad se transforma en deleite. Esta armonía interior de sentimientos lleva de manera espontánea a la revelación. Para realizar el cambio de realidad debemos saber también que la visión –el mundo vibrante de Malkuta- precede a la forma. Ahora, y con ayuda de la riqueza del arameo, estamos listos para conocer la revelación que nos servirá de guía para lograr el cambio de realidad, revelación que está “oculta” en el versículo anterior. Permite que tu deseo fluya a través de nuestro shem y de nuestro yo soy. Permite que tu deleite se manifieste en toda tu creación como luz y forma. Permite que tu placer se realice a través de nosotros en lo comunitario y en lo individual. Permite que tu disposición se manifieste tanto en la unidad como en la diversidad. La “realidad” cambia solo si la Espíritu Sagrada trabaja a través del ser, y como ya mencionamos, sin importar la actitud del ser mismo ante esta situación. Esto es, si está o no consciente de que se trata de una acción Divina, o de si cree que es por y para su propio deleite.
De todos modos, ya sea permanecer en el olvido o el rebelarse, de nada aprovecha, mรกs que para la propia condenaciรณn, pues la voluntad, deseo o deleite de Di-s siempre se realiza. Una cosa es la voluntad de Di-s y otra nuestra percepciรณn consciente de la misma. Aclaremos esto, la voluntad de Di-s abarca la superposiciรณn de todos los estados posibles, la totalidad del SHEM o SHEMAYA Divino. Dentro del infinito de posibilidades de la totalidad, no importa en cual te encuentres, la que sea, serรก parte de la voluntad de Di-s.
Vínculos De cierto les digo que todo lo que aten en la Tierra, será atado en los Cielos, y lo que desaten en la Tierra, será desatado en los Cielos. Evangelio de Mateo 18:18,19 Atar ´esar puede significar confinar fuego en un círculo, algo así como comprometerse con algún aspecto de la existencia o enfocar energía. Por otra parte desatar ´´ara presenta la imagen simbólica de un círculo que se abre, una liberación de energía o del cordón umbilical que se corta después del nacimiento. Dado que los mundos, el de los cielos y el de la tierra, esto es, el de la visión y la vibración; y el de la forma y la revelación se transforman continuamente, la energía asociada a cada uno de ellos también lo hace. En virtud de que la visión antecede a la forma, ambas participan de cierta energía que las vincula, pero si la visión cambia, cambiará la forma, y esto requiere que la antigua forma libere su energía para nutrir tanto a la nueva visión como a su forma asociada. En lenguaje más coloquial, si el deseo consciente y conforme a la voluntad de Di-s en nuestro corazón es que algo nuevo suceda, esto es, dar un “salto cuántico” hacia una realidad alterna, tenemos que estar dispuestos a soltar o liberar, lo que ya se ha manifestado para permitir la presencia de lo que pudiera ser. Por otra parte si la voluntad de el Di-ses es que mantengamos la “realidad” que se tiene, es necesario que se invierta energía para conservarla. Al respecto YESHÚA dice, Porque donde está tu tesoro, ahí también estará tu corazón. Evangelio de Mateo 6:21 Aquí el tesoro es el deseo, la voluntad de el Di-ses, y si el corazón es conforme a la voluntad de el Di-ses, entonces la visión de la posibilidad imaginada será traída al mundo de la forma, y habrá una percepción consciente de la “materialización” de esa forma. Nuevamente insisto, una cosa es la voluntad de el Di-ses o rama de posibilidad que dará origen a una “realidad”, otra es la actitud del ser hacia la voluntad de el Di-ses, y otra la percepción consciente de su “materialización”. El papel que desempeña la energía para que ocurran saltos cuánticos entre realidades, ya sea para acceder a posibilidades alternas o para mantener alguna de ellas, ocurre siempre
y a cada instante en nuestro mundo, sin importar si pensamos que detrás de ellos está la voluntad de el Di-ses, la nuestra o que simplemente son cosas que ocurren azarosamente. Veamos como se ve Mateo 18:18,19 desde la perspectiva aramea, Lo que quede sujeto en forma, también será asegurado en visión; la energía que sea confinada en un aspecto de la existencia, también será retenida en su principio oscilante. Lo que sea liberado de la forma, quedará disponible para la visión. La energía liberada de esa “realidad”, servirá para que la secuencia de saltos cuánticos entre realidades secuenciales o alternas continúe ilimitadamente. Aunque la visión precede a la forma, en este versículo pareciera ser que es lo contrario, que la forma, precede a la visión. Estrictamente no lo es, sin embargo, haciendo referencia al apotema 29 del Evangelio de Tomás, podremos resolver esta aparente contradicción. Recordemos la parte en la que a YESHÚA le resulta una maravilla maravillosa el que la carne actúe sobre el espíritu, o dentro del presente contexto, que la forma actúe sobre la visión. Lo cual es justamente lo que describe este versículo. En otras palabras, cuando la forma se ha fijado, encierra energía, y su visión asociada, simultáneamente confina la energía que la mantiene, cuando la forma y su visión se desvanecen liberan energía que alimenta a una nueva visión, no habiendo ni pérdida ni ganancia, solo un equilibrio perfecto entre ambas a través de la conservación de la energía que las sostiene o fluye entre ellas. La paz interna no está en términos de la posibilidad que elijamos, pues tal elección no depende de nosotros, la paz está en función de la actitud que tomemos en el camino que se nos ha asignado recorrer. Es importante no perder de vista que a lo largo del camino habrá momentos en que nuestra actitud cambie, esto es, a veces nuestro corazón será conforme a la voluntad de el Di-ses y le daremos la honra y la gloria a Él, en otras nos daremos la honra y la gloria a nosotros mismos, y en otras pensaremos que lo acontecido es azar del destino. Esto continuará hasta que un día nos definamos como trigo, cizaña o ninguna.