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MICROBIONES, el nuevo órgano del ser humano. ¡Esto cambiará la forma en cómo te visualizas como ser consciente!

MICROBIONES, el nuevo órgano del ser humano

¡Esto cambiará la forma en cómo te visualizas como ser consciente!

Parte 1 de 4

Por: Habacuc Cardona, CECP, CBCP Lectura de 7 min.

Habacuc: En primer lugar, muchas gracias Dr. Shayne Morris, por conceder me esta entrevista. Significa mucho para nosotros en Puerto Rico. Estamos muy agradecidos porque he estado siguiendo su trabajo, el cual es extraordinario. Lo admiramos, y mucha gente también lo hace, pero usted no lo sabe. En Puerto Rico, tenemos muchas personas que utilizan sus productos y han revertido muchísimos síntomas. Hay muchos lectores que están esperando de esta entrevista. Ojalá pueda visitarnos en Puerto Rico en el futuro y acompañarnos en una conferencia. Dr. Morris: Me encantaría y estoy agradecido de que hagamos esto porque es mi pasión, hay mucho que compartir. El conocimiento que conseguimos es más útil cuando puedes compartirlo con todo el mundo. Y en este caso en particular de hoy, el tema del microbioma cambiará la forma en que pensamos y de cómo nos visualizamos, aún de quiénes somos en el planeta.

Los microbiones existen en todas partes y ayudan a cada sociedad. Lo bueno del microbioma es que no podemos cambiar nuestra genética, no podemos cambiar nuestro cerebro y poner uno nuevo, pero podemos cambiar nuestro microbioma y ellos se encargaran de hacer el cambio. Llevamos tanto tiempo en este planeta que hemos desarrollado esta hermosa relación con el microbioma. Hoy queremos hablar de nuestra propia salud y de cómo podemos modificar nuestra salud, pero al hacerlo, va a cambiar la forma en que vemos la comida, los alimentos, y los unos a otros. Y es un buen momento para hacerlo porque la pandemia actual nos ha convertido a todos en enemigos, tenemos miedo unos de otros y eso es lo contrario

¿Quién es el Dr. Shayne Morris, Ph.D, CNS, MBA?

Shayne Morris cuenta con un linaje de experiencias muy únicas y amplias, de más de 30 años en la industria nutricional y la comunidad científica. Primero se capacitó en las formas de abastecimiento, calidad, diseño y fabricación de productos naturales, lo que lo llevó rápidamente a la búsqueda de una educación formal en química, microbiología y, finalmente, un doctorado en Biología Molecular y Bioquímica. Apasionado por tener un negocio en la industria, el Dr. Shayne Morris también obtuvo una Maestría en Negocios. Es profesor de química en Washington State University y es especialista certificado en nutrición en el Colegio Americano de Nutrición.

de lo que deberíamos hacer. Así que, realmente es una historia increíble, y estoy agradecido de estar aquí con ustedes. Y sí, me gustaría poder estar sentado a tu lado concediendo esta entrevista porque mi corazón se siente atraído por el océano. Así que, sí, quiero ir a visitarlos. Sería increíble. Habacuc: La primera pregunta es, ¿qué es el microbioma?

Dr. Morris: El microbioma es algo invisible, existen trillones y trillones de organismos que viven sobre nosotros y dentro de nosotros, y constituyen más células que las que tenemos en nuestro cuerpo. Cuando decidimos estudiar los microorganismos, siempre pensamos en ellos como patógenos. Y durante las últimas décadas o incluso siglos, han existido estos microorganismos que han causado dolor y sufrimiento a la humanidad.

Por lo tanto, pensábamos que estos organismos eran peligrosos. Pues bien, alrededor de 2009 decidimos empezar a mirar más de cerca, porque teníamos las herramientas, a todos estos microorganismos tanto en el planeta como en nosotros. Y resulta que hay todo un universo de microorganismos que viven en cada nicho ecológico del cuerpo humano. Ciertamente no están ahí como un evento aleatorio de que estén en la naturaleza. Resulta que estos organismos nos proporcionan una funcionalidad asombrosa. Y uno de los aspectos más hermosos que hemos alcanzado en la última década es que hemos sido capaces de utilizar microbiones como herramientas. El término se llama genómica, cuando decidimos que podemos mirar el genoma humano, nuestro propio ADN y nuestras propias células, porque nos vemos como un organismo muy complejo y dinámico. Entonces cuando nos secuenciamos por primera vez, resulta que sólo tenemos unos veintidós mil genes. Y los científicos se quedaron sorprendidos por esto. Estaban completamente fascinados por el hecho de que tenemos menos genes que las plantas, que los gusanos; tenemos menos complejidad en nuestra información genética que otros organismos muy simples. Eso planteó inmediatamente una pregunta importante, ¿cómo hacemos todo lo que hacemos para llegar a ser así de complejos y dinámicos e inteligentes y estar en condiciones de conquistar realmente todo tipo de condiciones en este planeta? No lo sabíamos. Nuestra genética no nos lo decía, no podíamos curar todas las enfermedades con nuestros genes. Pensamos que encontraríamos un gen para el corazón, el Alzheimer o el cáncer. No encontramos nada de esa información en nuestros cuerpos y en nuestras propias células. Por lo tanto, algunos científicos brillantes al principio, Martin Blaser,

Rob Knight, dijeron 'empecemos a examinar el mundo microbiano que habita en cada parte de nuestro cuerpo', porque no sabíamos por qué estaba ahí o qué hacía.

Una vez comenzamos a investigar con nueva tecnología esa información genética, empezamos a encontrar billones y billones de organismos por todas partes. De hecho, si se toma una muestra de un ser humano, como he mencionado antes, hay más células microbianas en su cuerpo que células humanas. Y luego cuando miramos la genética de todo esto, tus 22,000 genes conforman lo que eres. Te dan tu color de pelo, tu estructura, tu altura, tus huesos, tu corazón, tu cerebro. Pero son muy limitados. Ellos no nos dan la capacidad

de dominar toda nuestra dieta, toda nuestra exposición a las toxinas, toda nuestra exposición a la naturaleza del mundo, como el moho, por ejemplo. Pero, el microbioma sí lo hace. Cuando lo examinamos más de cerca, cada individuo lleva en su capacidad genética más de dos o tres millones de genes de origen microbiano. Y son todas esas piezas genéticas en cada parte de su cuerpo las que nos permiten hacer todas las cosas que no podemos hacer. Y esa es la parte sorprendente de esta historia. Hay que pensar en el microbioma de aquí en adelante como un órgano nuevo, no diferente y no menos importante que el cerebro, el corazón o el hígado. De hecho, si destruimos el microbioma, si de repente yo eliminara todos los organismos del cuerpo, no viviríamos un día. No se viviría más que si te quito el corazón o si te quito el hígado. Así de importantes son. Ahora es más complejo, obviamente, porque tiene múltiples tipos de propósitos ecológicos, pero conduce mucho de lo que somos. Es increíble la forma en que se está moviendo en esa dirección. Y cuando pensamos en la salud, si pensamos en la sangre, si tomamos una muestra de sangre, el 90% de las pequeñas moléculas que circulan por el cuerpo, ya sean hormonas o citoquinas u otros tipos de neurotransmisores, son de origen microbiano. Tú no las creaste, lo hizo tu microbioma. El 90% de lo que circula por nuestro cuerpo lo fabrican las bacterias. Lo cual es asombroso cuando se piensa en la funcionalidad de todos estos organismos y en cómo nos hacen ser quienes somos. Sin ellos somos un organismo muy diferente. Así que el poder que tenemos para hacernos cargo de nuestra salud y nuestra prosperidad en la salud de nuestros hijos, e incluso en el envejecimiento, que es algo de lo que podemos hablar más tarde. Cada parte de lo que pensamos que somos tiene un componente de microbioma. Y, cómo podemos hablar más tarde, hemos hecho mucho daño. Somos un anfitrión viviente de un microbioma, sin embargo, hemos convertido nuestro mundo en un mundo de antibióticos.

Nuestro estilo de vida es antimicrobiano, y tenemos algunas historias muy interesantes sobre pueblos aislados que todavía viven de una manera muy remota, de una manera no industrializada, y cuando miramos su microbioma, es de cuatro a 40 veces más diverso que el nuestro, que vive en un mundo industrial. Así que en las últimas décadas hemos creado lo que consideramos un mundo antimicrobiano que ha destrozado nuestro microbioma.

Y uno de los elementos más preocupantes de eso es algo llamado los eventos de extinción. Ya sabes, ciertamente podemos asociarlo con la extinción de los animales, como por ejemplo: el el oso polar que está al borde de la extinción. Hay un número de tiburones que han desaparecido en los ecosistemas de arrecifes de coral. Hay mucho más... extinciones en Australia o aves en Hawaii, etc. Estos son eventos de extinción, pero hemos hecho lo mismo con nuestro microbioma, estamos perdiendo microbios que son muy importantes, incluso si no son muy abundantes en nuestro cuerpo, hicieron un trabajo que nos mantuvo a salvo, y eso es algo que podemos trabajar y podemos revertir y podemos transformar usando las herramientas. Podemos modular nuevos microbios de vuelta a nuestras sociedades y nuestras comunidades y nuestras familias que nos devolverán algunos de estos problemas de salud que a todos nos preo-

cupan. Así que el microbioma es un nuevo órgano, y quiero que todo el mundo entienda que es tan importante como el cerebro, el corazón o el hígado, y es ese órgano el que podemos empezar a trabajar de nuevo en nuestras vidas. Habacuc: ¡Oh wow! Sí, es como una entidad de vida dentro de nuestras vidas. Su ecosistema somos nosotros y el medio ambiente, es muy impresionante. Dr. Morris: Absolutamente. Y hay tanto que pueden hacer con dos millones de genes. Si lo piensas, tus genes son algo que se convierte en un producto. Por ejemplo, no producimos vitamina K1, y esa es la vitamina que nos permite coagular la sangre. Es una vitamina del factor de coagulación. Tú y yo, como humanos no hacemos esa vitamina. Dependemos de nuestro microbioma para crearla. Desde el nacimiento, nuestro microbioma crea ciertos elementos de nuestra salud que nunca tuvimos la capacidad de crear, así que hemos creado estas asociaciones y hay varias maneras de pensar en ello. Tenemos las vitaminas que fabrica nuestro microbioma, hay medicamentos que fabrican nuestro microbioma, y eso comienza en el momento en que nacemos.

Puede que ya les hayan contado esta historia antes, pero cuando se piensa en la leche materna, cuando un bebé nace por primera vez, solíamos pensar en la leche materna como la alimentación del bebé. Sin embargo, resulta que en ella hay proteínas, hay grasas y hay un gran grupo de carbohidratos complejos. Bueno, cuando tratas de imitar eso usando fórmula u otros medios para alimentar a un bebé, esos carbohidratos no son usados por el bebé. La leche materna de los mamíferos es estrictamente para alimentar el microbioma. Crea el primer alimento para desarrollar un microbioma saludable. Así que una de nuestras preocupaciones, obviamente, como científico y clínico, es que la lactancia materna es crucial y al menos en las naciones occidentales o industriales, nos hemos alejado de eso. Hemos decidido que la fórmula puede ser una mejor opción. Las cesáreas también son una preocupación porque los bebés nacidos por vía vaginal tienen un microbioma que es representativo del tracto vaginal de la madre, que también es representativo de su GI. Los bebés nacidos por cesárea tienen un microbioma que se parece a la piel de la madre. Y eso no es algo que queramos tener, no son las condiciones ecológicas que queremos replicar. No queremos que nuestro tracto gastrointestinal se parezca a nuestra piel. Queremos que se parezca al tracto gastrointestinal de mamá y al de papá. Y nacer por vía vaginal es muy importante para que el niño vaya por el buen camino.

Habacuc: Tuvimos mucha suerte porque nuestra hija no fue cesárea y mi esposa la amamantó, de hecho, alimentamos a otro bebé con su leche.

Dr. Morris: Eso es fantástico e increíble. Y es algo que hemos perdido porque pensamos que

podemos manipular nuestra salud a través de las intervenciones humanas, y hemos perdido la pista. Cuando miramos hacia atrás en el mundo de los patógenos, muchas de nuestras decisiones se tomaron porque estábamos muy preocupados por los patógenos, y los patógenos son claramente algo de lo que tenemos que preocuparnos. Pero a medida que hemos aprendido y hemos creado esta nueva ciencia del microbioma, el potencial más asombroso que tiene nuestro microbioma es el de protegernos de los patógenos. Y en la última década, al menos en los mundos industrializados, hemos aumentado el uso de antibióticos, el uso de medicamentos y productos antibacterianos, y eso es parte de ese mundo antimicrobiano. Sé que aquí en los Estados Unidos, usamos antibióticos en los alimentos, en nuestro ganado, en nuestros pollos. Y aunque hay subagudos, definitivamente han reordenado nuestros microbiomas en nuestros niños, en nuestra adolescencia, en nuestra población que envejece. Donde queríamos prevenir una enfermedad, lo que hemos hecho es quitar la primera línea de defensa, que es el microbioma. El microbioma tiene todas las herramientas para luchar contra este tipo de infecciones. Tenemos una microbiota que puede luchar contra las infecciones virales. Tenemos una microbiota que puede luchar contra las infecciones fúngicas. Tenemos una microbiota que puede superar la entrada de un patógeno en el tracto digestivo o en la piel. Y todas estas enfermedades crónicas que ahora hemos identificado como críticamente relacionadas con el microbioma como la EPOC, el autismo, la depresión, todos nuestros problemas metabólicos, la obesidad, la diabetes, el síndrome metabólico, el cáncer incluso tiene una relación con el microbioma, las enfermedades cardiovasculares, las infecciones virales...

Ahora hay datos que muestran que las personas con un microbioma sano combaten el COVID cuatro veces mejor que las personas que no tienen un microbioma sano. De hecho, acaban sin síntomas; y estos datos proceden de China, Corea, Europa y Estados Unidos. El microbioma resulta ser una de las explicaciones de por qué algunas personas con infecciones víricas están muy bien. Dicen que es un resfriado. Otras personas se hospitalizan. Bueno, esas personas tienen un microbioma que no está funcionando y no está desarrollado. Y hay un término que vamos a utilizar una y otra vez hoy que es clave para nuestra discusión. Se llama "diversidad". Como he mencionado, somos un ecosistema con todos estos nichos ecológicos. Queremos diversidad. Y si piensas en una isla o en un arrecife de coral, ¿es un arrecife de coral o una isla hermosa cuando tiene una planta, o tiene un coral, tiene un pez? No hay belleza en eso. No hay armonía, no hay comunidad. La diversidad es el rey del microbioma, al igual que lo es en cualquier otro ecosistema que tenemos en nuestro planeta. Y los antibióticos, el mal uso de los alimentos, el mal uso de los medicamentos y las toxinas han disminuido nuestra diversidad de forma dramática.

Y eso es algo que queremos, ese es el primer objetivo, es crear diversidad. Y en esa diversidad, construyes tus herramientas y todas las herramientas que ayudan a un ecosistema, ya sea tu jardín o tu cuerpo, para prosperar y realmente manejar cualquier tipo de amenaza que va a suceder. Ya sabes, cualquier cambio en el medio ambiente, cualquier cambio en tu dieta, con la diversidad, puedes manejar todos y cada uno de esos desafíos porque tu microbioma, no sólo es parte de ti: está ahí para ayudarte.

¡No te puedes pierdas la segunda parte de cuatro partes de esta interesante entrevista con el Dr. Shayne Morris!

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