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Estimada comunidad Nuestra universidad lleva por nombre Santo Tomás, lo mismo que nuestro Instituto Profesional y Centro de Formación Técnica. Santo Tomás es el nombre también de nuestros Colegios, instituciones instaladas a lo largo de todo el país. No me extrañaría que si preguntamos a alguien en la calle quién o qué es Santo Tomás, una buena parte de los entrevistados respondería que es una institución educativa. Sin embargo, dudo que muchos recuerden al santo dominico perteneciente a la familia de los Aquino. Nos separan muchos siglos y varios miles de kilómetros como para que su nombre venga rápidamente a nuestra mente. Entonces, ¿por qué, nuestra institución usa el nombre de un personaje que vivió en la Europa de la Edad Media? Se entiende que otras instituciones de educación utilicen el nombre de chilenos destacados, profesores, políticos, sacerdotes o empresarios, todas personas que aportaron al país en los últimos años. Pero, ¿por qué usar el nombre de Tomás de Aquino? Es difícil responder en estas breves líneas cuál es la razón de nuestros nombre, pero sí importa destacar que Tomás de Aquino no sólo ha sido importante para un determinado país y una época en particular, pues su invaluable tesoro intelectual ha iluminado a toda la cultura occidental de los últimos siete siglos y además ha sido la guía espiritual de la Iglesia Católica durante todo este tiempo. El Papa León XIII lo llamó “Patrono de todas las Escuelas y Universidades católicas del mundo”. Pablo VI lo apodó “Lumbrera de la Iglesia y del Mundo”. Juan Pablo II consideró a Tomás de Aquino “Doctor de la Humanidad”, por su apertura a recibir los valores humanos de todas las culturas. El mismo Benedicto XVI, muy recientemente, ha señalado que incluso hoy, con más de 700 años de distancia, podemos aprender mucho de Santo Tomás, indicándolo como “maestro de vida también ahora”.
4 Esperamos que este comic que tienes en tus manos sirva justamente para que nuestra comunidad conozca más a este gran hombre, modelo de los que enseñan y de los que aprenden. Sólo queda agradecer a todas las personas que estuvieron detrás de esta obra, quienes con su creatividad y entusiasmo, lograron acercar a nuestro tiempo, con un lenguaje y gráfica actual, la vida y obra de nuestro Santo Patrono. Jaime Vatter G. Rector Nacional
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Estimada comunidad San Tomás Con mucha alegría queremos presentar a ustedes el cómic de la vida de Tomás de Aquino “Historias del buey mudo”, pues este es el apodo que recibiera nuestro Santo Patrono en vida. Nuestro monje era un hombre corpulento, descendiente de nobles alemanes que se habían establecido en Nápoles durante la Edad Media. Su vocación, como fraile Dominico, estuvo marcada por la meditación sobre la verdad, la enseñanza y la predicación. Fue consejero de Papas y Reyes, discutió con académicos de las mejores universidades europeas y orientó a sus jóvenes hermanos de comunidad, quienes llegaban a él con dudas y preguntas. Santo Tomás, que solo vivió 49 años, fue autor de más de 60 obras de inigualable profundidad, entre las que sobresalen sus comentarios bíblicos y su interpretación de las obras de Aristóteles. Se destaca de Tomás de Aquino la inmensa síntesis intelectual que llevó a cabo, en la que se unen armoniosamente el paganismo clásico de los griegos y romanos, con el cristianismo antiguo de los padres de la Iglesia. Si bien esta obra exigió una profunda vida espiritual, Tomás también tuvo una vida concreta, familia, estudios superiores y profesión; una vida que, además, no fue particularmente apacible, sino que enfrentó, muchas veces, contradicciones y oposiciones, que sólo pudo superar por su amor y compromiso con la Verdad. El propósito de este cómic es hacer accesible la vida del Santo Doctor a la mayor cantidad de personas. Para la institución, Santo Tomás no es sólo el nombre de un recordado santo, ni es simplemente una marca corporativa. Tomás de Aquino simboliza, con su propia vida, nuestros valores institucionales más profundos: el amor a la verdad, el valor del estudio disciplinado, el trabajo bien hecho, la excelencia como perfeccionamiento de nuestros talentos, la fraternidad y la vocación de servicio.
6 Muchas veces me han preguntado qué se puede leer para conocer más a Santo Tomás sin entrar en honduras teológicas y filosóficas. Lamentablemente no tengo una respuesta satisfactoria a este tema; las historias noveladas tienen el riesgo de hacernos perder lo esencial, los trabajos eruditos opacan las vicisitudes que tuvo que pasar por fidelidad a su vocación. Ahora puedo decir con confianza que, quien quiere iniciarse en Santo Tomás, bien haría si acude a las “Historias del buey mudo”. Del mismo modo, esperamos que este sea nuestra tarjeta de presentación institucional. Sólo me queda agradecer a todos los que han hecho posible esta obra. A Esther Gómez, quien por primera vez me propuso esta idea, movida por su apasionado celo tomista; a Sebastián Buzeta, la persona que continuó este proyecto con entusiasmo e inteligencia. De igual modo, vaya mi reconocimiento a la Escuela de Diseño, particularmente a Gonzalo Aranda, su Director, quien ha sido, desde años, nuestro principal aliado en traducir los principios tomistas institucionales en un lenguaje atractivo y lúdico. Pero quien debe llevarse todos los aplausos es, sin duda, Carolina Martínez, alumna en práctica de la Escuela de Diseño y autora de los dibujos y del relato de este comic. Carolina no solo nos sorprendió por su inmenso talento como ilustradora, sino por su auténtico “tomismo”, aprehendido a las pocas semanas de haberse embarcado en este proyecto, a ella, muchas gracias. Tomás de Aquino nos enseña que sólo se ama lo que se conoce, y mientras más se conoce más se ama; esperamos que esta historieta nos ayude a conocer más al mismo Tomás, y así podamos apreciar mejor el inmenso tesoro que poseemos. Ignacio Serrano del Pozo Director de Formación e Identidad 1 de mayo de 2011
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Los Dominicos del convento de NĂĄpoles unidos a la Universidad gozaban de un gra prestigio por su ciencia y autoridad. El amor y compromiso con el estudio y bĂşsqueda de la verdad atrajo a TomĂĄs
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1ª edición julio 2011 Impreso en chile Diseño/dibujos/tintas/guión Carolina mártinez
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