Proletari@s del mundo, informaos 1 潞 de mayo
Organizaci贸n Sectorial de Obreras/os
Indice Introducción Historia del movimiento obrero • • • • •
Inicios del movimiento obrero Primera Internacionalismo Segunda Internacional Revolución Rusa y Tercera Internacional De la II Guerra Mundial hasta hoy
Historia del 1º de mayo • • • •
La reivindicación de la jornada laboral de 8 horas 1º de Mayo de 1886 Mitín de Haymarket El juicio
El mundo laboral hoy
1º DE MAYO: DÍA DE LA TARABAJADORA Y DEL TRABAJADOR
Un año más la clase trabajadora celebra el 1º de mayo. Bueno en realidad hay poco que celebrar: precariedad, cierre de fabricas, accidentes laborales...una serie de graves problemas que nos afectan en el puesto de trabajo y en el resto de nuestra vida, que sin embargo no son noticia, no son considerados como cuestiones a resolver. Así que seguimos sin saber si mañana firmaremos otro contrato o no, seguimos quedándonos en la calle, seguimos muriendo en la obra. Pero también seguimos revindicando nuestros derechos: empleo y sueldos dignos, prevención en los puestos de trabajo, igualdad entre hombre y mujeres, todos aquellos derechos que la patronal y el Gobierno intentan negarnos con la excusa de la competitividad.
Dedicamos este documento a tod@s l@s trabajador@s que han sido asesinad@s en su puesto de trabajo.
HISTORIA DEL MOVIMIENTO OBRERO Inicio del Movimiento Obrero La primera mitad del siglo XIX se considera como inicio del movimiento obrero. Si bien es cierto, a finales del siglo XVIII se dieron las primeras experiencias organizativas de la naciente clase obrera, como la Corresponding Society, uno de esos clubes y asociaciones formados por la clase obrera inglesa a finales del siglo XVIII. Los objetivos de estas embrionarias organizaciones obreras eran acompañar las luchas de los sectores más radicalizados de la burguesía . Sus principales demandas eran que en el Parlamento se reuniera anualmente y que existieran garantías democráticas. Pero no sería hasta la primera mitad del siglo XIX cuando el movimiento obrero surgió con todo su esplendor en todo el continente europeo, inicialmente en Inglaterra e un segundo plano Francia y Alemania. En un principio el movimiento obrero se caracterizaba por su espontaneidad, dando lugar a movimientos como el ludismo o rompedores de maquinas. El ludismo fue un movimiento obrero, creado por Lud Nedd, que culpaba a las maquinas de la miseria obrera y su acción se centraba en destruirlas. Los inicios del movimiento obrero serían muy instintivos, pero también muy difíciles la represión estaba al orden del día. No sería hasta 1824, cuando el parlamento británico derogara las Combinactions Acts, conjunto de leyes mediante las cuales se prohibían y reprimían cualquier intento de organización obrera. La derogación de las Combinactions Acts supondría un impulso del Movimiento Obrero. En los años 30 del siglo XIX surgieron los primeros sindicatos, las primeras organizaciones obreras que agrupaban a los trabajadores según ramas de oficio. En Inglaterra tomaron el nombre de Trade Unions (uniones de comercio) mientras que en Francia se les conocia como Syndicats. Junto a los sindicatos o trade unions, otro gran movimiento obrero de la primera mitad del siglo XIX fue el cartismo, movimiento que surgió a partir de la elaboración de la Carta del Pueblo por la Asociación de Trabajadores de Inglaterra. El cartismo fueron aquellos obreros defensores se aquella Carta, la cual reconocía derechos como el voto universal y secreto. Paralelamente a los primeros pasos del movimiento obrero, se daban los primeros pasos del pensamiento obreros, los inicios de la elaboración de la ideología de la clase obrera, el marxismo. Se asientan los principios del movimiento obrero, como el internacionalismo y la lucha de clases. Sería precisamente uno de estos principios, el internacionalismo proletario, el que daría origen en el año 1864 a la I internacional o Asociación internacional de Trabajadores (AIT).
Primera Internacional En 1862 en el marco de la exposición internacional de Londres, se reunieron obreros ingleses y franceses, dando origen a la idea de la Internacional. Tan solo dos años más tarde, en 1864, se materializaría esa idea. Su recorrido fue corto, tan solo 11 años, y su difusión no fue tanta como se esperaba, se centro en el continente Europeo, pero sentó las bases del movimiento obrero internacional y la solidaridad de clase. La I Internacional sería conocida como el foro de discusión entre Marx y Bakunin, o entre el marxismo y el anarquismo. Fue en el seno de la I Internacional donde se expusieron estas dos principales ideologías de la clase obrera del momento. El papel del Estado, junto con el de la organización de clase obrera, fueron los principales puntos de discusión entre marxismo y anarquismo. En el año 1871 tuvieron lugar los acontecimientos de la Comuna de París, el primer intento de revolución proletaria de la historia, y las conclusiones extraídas de la Comuna tanto por el marxismo, como por el anarquismo, enconaron aun más el debate. Un año más tarde,en 1872, en el V congreso de la I Internacional se produciría la ruptura definitiva. Seria injusto relacionar la I Internacional únicamente con enfrentamiento marxismo vs anarquismo. El debate fue necesario, más que dividir al movimiento obrero lo fortaleció. El marxismo salio como triunfador del debate, y de allí en adelante las principales y más grandes organizaciones obreras se decantarían por el marxismo, prueba de ello seria la siguiente Internacional eminentemente marxista.
Segunda Internacional Entre el año 1875 (disolución de la I Internacional) y el el año 1889 (creación de la II Internacional) se crean y fortalecen grandes partidos obreros basados en el marxismo y como necesidad de coordinarse entre ellos se crea esta nueva internacional, la segunda. A diferencia de la primera, esta segunda internacional se dotaba de una organización permanente, el Buro Socialista Internacional, encargado de la coordinación entre los distintos partidos que al integraban y la celebración de los congresos de la internacional. La II Internacional la integraban partidos obreros, pero también tenia su vertiente sindical, la Federacion Sindical Internacional, y su sección juvenil, la Unión Internacional de Organizaciones Juveniles Socialistas. Fue la II Internacional la que instauro el 1º de Mayo como día internacional de la clase obrera en el año 1889, y el 8 de marzo como día internacional de la mujer trabajadora en el año 1910. También en esta segunda internacional surgirían divergencias. El crecimiento cuantitativo de los partidos obreros, su
participación en los parlamento burgueses, y la correspondiente obtención de cuotas de poder dio origen al oportunismo y al reformismo. La errónea idea de que mediante reformas parlamentarias se lograria llegar al socialismo creo una división entre los reformistas que defendían esta tesis y aquellos que se mantuvieron fieles al marxismo. La I Guerra Mundial supondría la definitiva ruptura de la II Internacional. Aquellos que defendieron las tesis reformista acabaron lazándose a los brazos de sus burguesías nacionales y traicionando el internacionalismo proletario. Finalmente en el año 1916 se disolvió la II Internacional. De aquellos que se mantuvieron fieles al marxismo habría que destacar a los bolcheviques rusos. Los bolcheviques se opusieron al reformismo, defendieron el internacionalismo proletario a lo largo de la I guerra mundial, y tan solo un año después de la disolución de la segunda internacional lograrían la revolución proletaria en Rusia, dando lugar a la III internacional o Internacional Comunista (Komintern).
Revolución Rusa y Tercera Internacional La revolución Rusa supuso la ruptura definitivamente dentro de los partidos y organizaciones obreras: los socialdemócratas y los comunistas. La Revolución de Octubre produjo una sacudida en el movimiento obrero internacional, una sacudida cargada de esperanza en la revolución. Los años siguientes a 1917 fueron años de auge del movimiento obrero, con intentos revolucionarios en Alemania y Hungría, por ejemplo la I Guerra Mundial, y el fracaso de estos intentos revolucionarios postoctubre crearían el escenario del auge del fascismo en el cual el movimiento obrero estaría en una nueva contradicción. Por un lado, un número considerable de obreros pasarían a las filas del fascismo desengañados por el fracaso revolucionario. Por otra parte las organizaciones obreras socialdemócratas y comunistas, separadas tras la revolución de Octubre volverían a unirse en forma de frentes populares con el objetivo de derrotar al fascismo. Por otra parte, los principios del siglo XX es la época en la que se implanta el modelo taylorista de producción. El taylorismo es un modelo de producción ideado por Frederick W. Taylor, método que el mismo denomino organización científica del trabajo, y que consistía en la división de las distintas tareas del proceso de producción, lo que consistió en el aislamiento del trabajador, y la imposición de un salario proporcional al valor que añade el proceso productivo. Esto trajo consigo reorganización obrera, los sindicatos modificaron en esta época la organización sindical por oficio, por la organización sindical por rama.
De la II Guerra Mundial hasta hoy Tras la II guerra Mundial el movimiento sindical se fusiono a nivel internacional. La Federacion Sindical Mundial se creo en octubre de 1945, unificando sindicatos socialdemócratas y comunistas; conforme avanzaron las tensiones de la guerra fría los sindicatos socialdemócratas se escindieron y crearon la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres. Por otra parte, desde el año 1920 existía la Confederación Mundial del trabajo, donde se agrupaban los sindicatos cristianos. Tras la II Guerra Mundial se extiende en toda su plenitud un nuevo cambio en le modelo productivo, el fordismo. El fordismo fue ideado por Henry Ford, un productor de coches estadounidense y supone una combinación de cadena de montaje, maquinaria especializada, altos salarios y un numero elevado de trabajadores en plantilla. El fordismo es un un sistema productivo basado en el Estado de bienestar Keynesiano, dando lugar a modificaciones no solo en el sistema de producción, si no también culturales y sociales como el american way, el obrero especializado o la cultura de masas. El modelo fordista llega a si agotamiento en los años 70, apuntillando este por la crisis del petroleo del 73, dando lugar al sistema actual, el postfordismo. Todos estos cambios de modelo productivo se reflejan en la composición de clase y en el movimiento obrero y sus luchas. Mientras que el movimiento fordista el agrupamiento de un numero elevado de obreros en la fabrica daba como resultado uno sindicatos potentes numéricamente, la desfragmentación fabril del postfordismo da como resultado una perdida numérica considerable de las organizaciones obreras. A principios del siglo XXI el movimiento obrero en Europa occidental se encuentra globalmente en la situación de un relativo ocaso. Desde hace alrededor de veinte años ha entrado en un proceso descendente y se ha debilitado considerablemente al mismo tiempo que disminuía su base social tradicional. A todo estos se añade la paz social imperante en las democracias occidentales, consistente en mantener un dialogo entre las principales organizaciones sindicales y empresariales con el objetivo de evitar el conflicto laboral y resolver los distintos intereses a través de la paz social. Todo ello resta un gran carácter reivindicativo a los sindicatos domesticandolos y convirtiéndolos en instrumentos de la patronal.
HISTORIA DEL 1º DE MAYO El 1 de mayo es reconocido en casi todos los países del mundo como el Día del Trabajo. Esta fecha, jornada de lucha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago ( trabajadores de Estados Unidos que en 1886 participaron en la jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas), tuvo su origen en la huelga iniciada el 1 mayo de 1886 y su punto álgido tres días más tarde, el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket en Chicago. El 1 de mayo fue instituida como jornada de lucha por la la Segunda internacional, en 1889, para perpetuar la memoria de los trabajadores que fueron detenidos y ajusticiados por manifestarse en Chicago en petición de una jornada laboral de ocho horas. Desde 1890, los partidos políticos y los sindicatos integrados en la Internacional dirigieron, casi todos los países industrializados, manifestaciones de trabajadores en petición de la jornada de ocho horas y como muestras de la fraternidad del proletariado internacional. En España, la primera conmemoración de esta fecha tuvo lugar en Barcelona el 1 de mayo de 1890. Los anarcosindicalistas convocaron una manifestación ese día y una huelga general que no debía concluir hasta que se consiguiese la jornada de ocho horas, lo que supuso enfrentamientos con las fuerzas del orden y diversos actos terroristas. Sin embargo, en Madrid las cosas fueron pacificas; los socialistas fueron quienes organizaron la convocatoria que, ademas, trasladaron al domingo siguiente, y la jornada transcurrió sin incidentes. Este origen reivindicativo y de lucha obrera esta asociado al primero de mayo, cuya celebración ha pasado por diversos avatares según el país y su régimen político. En la actualidad en casi todos los países democráticos es día festivo (a excepción de Estados Unidos, donde se celebra el Law Day) y los sindicatos convocan manifestaciones a la vez que realizan fiestas de hermandad. En 1954, la Iglesia Católica, bajo el mandato de Pío XII, apoyo tácitamente esta jornada proletaria al declarar ese día como festividad de San José Obrero.
La reivindicación de la jornada laboral de 8 horas Los hechos que dieron lugar a esta celebración están contextualizados en los albores de la revolución industrial en los Estados Unidos, comenzando a solicitar dicha reivindicación desde 1829. Una de las reivindicaciones básicas que tenían los trabajadores era la jornada de 8 horas, queriendo hacer la máxima de "ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa" Hacia 1874, la idea de llevar a cabo acciones para conseguir una jornada de trabajo de ocho horas comenzó a extenderse desde distintos lugares y
sectores de Estados Unidos. Los pioneros en reaccionar fueron los obreros ferroviarios, quienes llevaron a cabo una huelga que por semanas involucró a 17 estados. Al poco tiempo se fueron sumando varias otras organizaciones, creándose en 1881 la Federación Estadounidense del Trabajo (American Federation Labor, inicialmente socialista) La Federación Norteamericana del Trabajo acordó en su cuarto congreso de 1884, realizar una huelga general el 1 de mayo de 1886. En intertanto, se debía luchar por conseguir de parte de los patrones y autoridades la nueva jornada; de no lograse esto en esos años se haría efectiva la huelga. El llamado AFL fue acogido por los sindicatos, el movimiento fue tomado cuerpo a medida que se acercaba la fecha indicada, y los esfuerzos patronales por detener la iniciativa obrera prosperaba. El día señalado, la consigna ya estaba en boca de la mayoría de trabajadores: "Ocho horas de trabajo, ocho de reposo y ocho para la recreación".
1º de Mayo de 1886 El 1º de Mayo de 1886 la huelga por la jornada de ocho horas estalló de costa a costa de los Estados Unidos. Más de cinco mil fábricas fueron paralizadas y 340.000 obreros salieron a las calles y plazas a manifestar sus exigencias. En Chicago, donde las condiciones de los trabajadores eran mucho peor que en otras ciudades del país, las movilizaciones siguieron los días 2 y 3 de mayo. El día 3 de Mayo alrededor de seis mil obreros madereros se reunieron en las inmediaciones de la fábrica de maquinaria agrícola MC. Cormick, que estaba en huelga desde el 16 de febrero porque querían descontar a los obreros una cantidad para la construcción de una iglesia. Era la única fábrica que trabajaba, mantenida a base de esquiroles. Al sonar la sirena de uno de los turnos, los concentrados se lanzaron sobre los esquiroles, entrando de inmediato la policía en defensa de estos; el hecho se transformo en un enfrentamiento de proporciones inmensas, sobre todo por la tensión acumulada durante esos días. El resultado del mitin fue seis muertos y cerca de cincuenta heridos. Como respuesta, se acordó una movilización para el día siguiente, conocida como "el mitin de Haymarket"
Mitín de Haymarket El 4 de Mayo de 1886 se organizo la movilización en un barrio de frigorífico y aserradero cercano a una comisaria policial. El número de manifestantes se elevó a miles de obreros. Los oradores fueron Albert Parsons y Samuel Fielden, todos vinculados a grupos anarquistas y socialistas; pero sus discursos fueron moderados y el acto transcurrió sin incidentes.
Sin embargo, al finalizar la jornada llegó al sitio de la reunión un grupo de 180 policías, ordenando retirarse a los asistentes. Desde el estrado, los increpó, señalando que el acto estaba autorizado y que, por lo tanto, debía finalizar normalment.. En medio de esa discusión, un desconocido lanzó un objeto contra el grupo de policías, produciéndose un gran estallido. Un oficial cayó muerto y varios policías quedaron heridos. La respuesta policial no se hizo esperar y pasado el desconcierto inicial abrieron fuego contra la multitud. El saldo fue 38 muertos y 115 heridos. La represión se extendió a todo Chicago, por lo que las autoridades determinaron estado de sitio. Bajo el toque de queda se detuvo a cientos de trabajadores y dirigentes y así, los más destacados lideres anarquistas no tardaron en ser aprehendidos. Se detuvo a más de mil personas, pero sólo a un pequeño grupo se inculpo por la bomba lanzada a los policías en el mitin de Haymarket. Todos ellos, menos unos, fueron arrestados en pocos días y cada una de las detenciones fue acompañada de grandes despliegues policiales que dejaban al descubierto supuestos arsenales, municiones, depósitos de bombas, dinamita, literatura anarquista, etc.
El juicio El 21 de mayo de 1888, se construyó un tribunal especial a cargo del juez Joseph Gary y ante el cual acusaba el fiscal estatal J. Grinnell. En la primera audiencia del juicio se entrego voluntariamente el prófugo. Desde el comienzo, el comportamiento del juez y del fiscal fue parcial y en perjuicio de los acusados. Esta tendencia se vio reforzado al momento de seleccionar el jurado , que quedo compuesto por personas predispuestas en contra de los inculpados. Tal es así, que entre el jurado se encontraban familiares de policías afectados. Finalmente con doce miembros compusieron el jurado que comenzó a conocer las pruebas el 14 de julio. A este se presentaron los sucesos de Haymarket como parte de un complot anarquista, explicando que la bomba que explotó en la concentración del 4 de mayo seria la primera de una serie de bombas que iban a ser lanzadas contra todos los locales policiales de Chicago. Para probar esta tesis, el fiscal recurrió a testigos falsos que la defensa no tardó en desenmascarar. A pesar de estas demostraciones, el juicio continuo raudamente, contando con el apoyo irrestricto de la prensa oficial, que había creado un clima hostil hacia los acusados y agitaba en la opinión publica la necesidad de un castigo ejemplar. El 20 de agosto el jurado dicto sentencia: pena de muerte para siete de los acusados y 15 años de trabajo forzado para uno de ellos. En vísperas de la ejecución se produjo la muerte de Louis Unge, la que fue presentada como suicidio. En todo caso, Unge apareció dinamitado en su celda. Así, el 11 de noviembre, la fecha elegida para la ejecución Fischer, Engel,
Parsons y Spies.
EL MUNDO LABORAL HOY Hablar del mundo laboral en el siglo XXI, por desgracia más elementos económicos que la lucha de clases, porque incluso en la batalla del lenguaje y la de la dialéctica estamos en retroceso. Para poder realizar un análisis de la situación hay que valorar elementos que se podrían llegar a calificar como ajenos al ámbito laboral, pero que sin ninguna duda tiene un fuerte elemento de influencia; de todas maneras, como nos enseña el materialismo histórico, en la sociedad todo esta relacionado y nosotros, somos nosotros y nuestras circunstancias. El panorama laboral al que nos enfrentamos en la actualidad es el resultado de la suma se sinergias heredadas y elementos especialmente actuales. En España, la situación posee elementos autóctonos que lo hacen especial, ya que especial es el capitalismo que nos gobierna, pero a su vez no es ajeno a las corrientes transfronterizas. Estas corrientes se caracterizan por el triunfo total del modelo liberal es decir, que deja un nulo papel para el control de los estados y en donde sin restricciones, el grande hace lo que quiere con el pequeño. Este triunfo se repite en todo el globo terráqueo, salvo honrosas excepciones, independientemente que un estado gobierne el PP o PSOE de turno. La globalización es un hecho, del capital, o mejor dicho,los grandes capitales (accionistas, fondos de inversión, bancos...) se han dado cuenta que sin patria les va mejor: cierran fábricas aquí y las abren allá con total libertad y sobre todo impunidad. En el capitalismo las grandes marcas no solo deben de tener inmensos beneficios, sino que deben de tener más beneficios que sus competidores para no ser absorbidos por lo que la sed de dinero se convierte en infinita. Hoy en día para el mercado la localización de una factoría o de una empresa no es importante, no existen los mercados financieros, solo existe EL MERCADO. Desde cualquier país del mundo se puede hacer una transacción mercantil con la otra punta del planeta y al instante recibir los beneficios en un tercer lugar. España, durante los años setenta y principios de los ochenta, fue un país que recibía con los brazos abiertos las inversiones extranjeras pero en la actualidad el proceso es le contrario: nos encontramos con multitud de cierres empresariales que abandonan la península en busca de nuevos horizontes, siempre después de haber exprimido el tarro de la ayudas públicas, dinero que es de todos. Este proceso provoca la pérdida de un importante número de puestos de trabajo de calidad. La globalización es un hecho y sus efectos no pueden ser combatidos con el sistema económico que sufrimos, el capitalismo. Y menos con el papel del estado reducido a mero espectador de lujo.
La realidad globalizadora está provocando un cambio en el tejido económico de este país, hasta ahora las grandes empresas dinamizaban la mayor parte del empleo y las relaciones sociales, pero esto ya no es así. La imagen del obrero sindicado saliendo a la fabrica con el toque de un silbato pronto no será más que un recuerdo. Hoy la mayor parte de cualquier proceso productivo se realizará en pequeñas y medianas empresas las cuales solo pueden subsistir a base de producir mucho por muy poco precio, pero como sus posibilidades inversoras son muy reducidas utilizan jornadas laborales excesivas y salarios esclavistas para alcanzar los objetivos que les marca el Mercado. Hasta ahora, en este país, solo han gobernado partidos liberales o capitalistas, no han tenido el valor o la voluntad de crear un sistema productivo basado en la eficacia tecnológica y con un sistema publico capaz de ser motor económico, no han hecho más que legislar con medidas que favorecieran la competitividad empresarial o lo que es decir, que el jefe de turno le resulte más fácil pedir jornadas laborales excesivas y dar salarios esclavistas. Dentro de un mundo globalizado cada zona económica tiene su papel, y a nosotros nos ha tocado, porque así lo han aceptado los que nos gobiernan, el de dar servicios (en la mayoría de las veces vinculados al turismo) y construir segundas o terceras residencias para los ricos del mundo, incluidos los ricos de aquí, claro. El sector servicios y el sector de la construcción son los motores que mueven la economía de este país. El segundo de ellos, como cabía de esperar, ya no puede seguir el ritmo y como el modelo económico basado en la construcción le resultaba muy cómodo al estado (beneficios rápidos y fáciles todos contentos), éste no se preocupó de buscar modelos alternativos como en otros países, por lo que el panorama no se pudo presentar más desolador, para el trabajador. Los dos sectores mas importantes se caracterizan por no contar con grandes centros de productivos por lo que el nivel de control por parte de jefes y encargados es mucho mayor, a su vez el porcentaje de sindicación es bajísimo, siendo estos sectores los que reflejan las perores condiciones laborales. El papel de los sindicatos en el mundo laboral actual es complejo, son en su mayoría grandes estructuras que deben de contar con importantes recursos para asegurar su funcionamiento de forma correcta, pero estos recursos no son asegurados ni por el estado ni por la afiliación por lo que en la mayoría de las ocasiones la efectividad sindical depende del esfuerzo de las mujeres y hombres que engloban estas estructuras. Con recursos limitados, la atención a las bases no siempre es la correcta (participación, democrática interna...) y resultado mucho más fácil elevar el nivel de recursos (afiliación) haciendo un trabajo sindical en grandes centros productivos que en pequeñas empresa, convirtiéndose en una pescadilla que se muerde la cola.
A poco nivel la participación de las bases (también motivado por la "silloncitis" de algunos dirigentes sindicales), sumado a un difícil trabajo sindical en centros de trabajo pequeños da como resultado menos afiliación; a menos afiliación, menos derechos laborales y a menos derechos laborales, menos descontento con le papel de los sindicatos y al final menos afiliación otra vez. Dentro de este panorama, existen realidades concretas en las que el capitalismo se ceba con mayor fuerza: las mujeres, los inmigrantes y los jóvenes.