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Israel Hurtado
PANEL 3 TECNOLOGÍAS: BATERÍAS, HIDRÓGENO VERDE Y BIOCOMBUSTIBLES, MEJORAS TECNOLÓGICAS Y LA SITUACIÓN ACTUAL DE LA RED EN MÉXICO
Hidrógeno verde
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ISRAEL HURTADO Abogado. Su práctica profesional está enfocada en energía. Se ha desempeñado en posiciones del sector público y privado. Fue comisionado en la CRE, jefe de la Unidad de Asuntos Jurídicos de la Sener y secretario de los consejos de Administración de Pemex y la CFE.
¿Qué es el hidrógeno? Es el primer elemento de la tabla periódica de los elementos, el más abundante en la naturaleza. No es una fuente primaria de energía, y se le considera un vector energético. ¿Por qué “hidrógeno verde”? Se clasifica al hidrógeno por colores dependiendo de su tecnología de producción; así puede apreciarse en la tabla 1.
El hidrógeno verde tiene diversos usos y utilidades: en el almacenamiento de energías renovables, en la descarbonización del gas natural, en la movilidad de autobuses, automóviles, trenes, camiones, barcos, aviones, y en insumos industriales 100% verdes como el amoniaco verde (fertilizantes), en las refinerías, en lad industrias del acero, química, metalúrgica, del vidrio, en grasas y aceites.
Mexico podría tener hasta 65% de costos de producción más bajos en comparación con otros países, debido a su ubicación geográfica, a su potencial renovable y al TMEC.
La región noreste tiene una gran potencial para la producción, consumo y exportación de hidrógeno.
Se estima que para el año 2025, debido al avance tecnológico y a su masificación en la matriz energética, los costos del hidrógeno verde se reducirán a los niveles del hidrógeno Tabla 1. Colores del hidrógeno Fuente energética Materia prima
Combustibles fósiles Metano/ carbón
Combustibles fósiles Metano/ carbón Reforming con captura de carbono/ gasificación con captura de carbono
Energías renovables Agua Electrólisis
Tecnología de producción
Reforming de metano/ gasificación
gris, de manera similar a lo que sucedió con la caída en los costos de la energía solar: en 2013, instalar un megawatt de energía solar costaba alrededor de 3.5 millones de dólares, y actualmente cuesta alrededor 600 mil dólares.
México aún no tiene una estrategia nacional de hidrógeno. En América Latina ya se tiene, o se están desarrollando estrategias nacionales de hidrógeno en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Panamá, Paraguay, Trinidad y Tobago y Uruguay. Los gobiernos han invertido más de 70 mil millones de dólares en financiamiento público y se espera que entre el sector privado y el público inviertan más de 16 veces dicha cifra para el 2030.
La empresa BP construirá la mayor planta de hidrógeno del Reino Unido para el año 2030; la Comunidad de Madrid presenta el primer autobús de hidrógeno que circulará en España, y la Federación Profesional del Taxi de Madrid ha apostado por el hidrógeno verde. En Austria, el Coradia iLint se hizo acreedor al galardón al primer tren de hidrógeno del mundo. En Estados Unidos, la empresa Sempra desarrolla
un plan para inyectar hidrógeno en la red de gas natural de California. Cemex, por su parte, está utilizando hidrógeno en todo el mundo luego de haberlo probado en Alicante.
Existen muchas posibilidades para la utilización del hidrógeno en diversas áreas. Bien podría desarrollarse un proyecto piloto de, al menos, un autobús de transporte público urbano a hidrógeno en las principales ciudades de México; podría involucrarse a Pemex para sustituir hidrógeno gris por hidrógeno verde en sus procesos industriales; impulsar la producción y consumo de hidrógeno verde en las industrias cementeras, acereras, vidrieras, petroquímicas y alimentarias, entre otras, y desarrollar hubs de producción, consumo y exportación de hidrógeno en algunas regiones de México.
Todos ello en consonancia con los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU: • De aquí a 2030, garantizar el acceso universal a servicios energéticos asequibles, fiables y modernos. • Proporción de la energía renovable en el consumo final total de energía • De aquí a 2030, modernizar la infraestructura y reconvertir las industrias para que sean sostenibles, utilizando los recursos con mayor eficacia y promoviendo la adopción de tecnologías y procesos industriales limpios y ambientalmente racionales, y logrando que todos los países tomen medidas de acuerdo con sus capacidades respectivas.