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DIÁLOGO / POR UN NUEVO PERFIL DOCENTE QUE INFORME, FORME Y TRANSFORME

Mensaje del presidente

Infraestructura y calidad de vida

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La implementación de proyectos de infraestructura es imprescindible para un país en desarrollo que aspira al fortalecimiento de su economía. En el escenario de incertidumbre generado por la pandemia de COVID-19 son varios los países que han anunciado programas emergentes de inversión en infraestructura para reactivar su economía, generar empleos de manera inmediata y transitar a una nueva normalidad con mejores condiciones. La planeación y ejecución de los proyectos de infraestructura, además de contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, deben considerar impactos que rebasan por mucho un periodo de gestión de gobierno de cualquier país. Con la competitividad de México en los mercados globales, la protección y uso eficiente de los recursos naturales, la seguridad energética, hídrica y alimentaria, la protección del ambiente y la lucha contra el cambio climático están dadas las condiciones para garantizar el bienestar y el desarrollo de los mexicanos y sus familias. En este contexto, nuestro colegio y la ingeniería civil mexicana en su conjunto cumplen su misión. La ingeniería mexicana ha construido la infraestructura durante los últimos 75 años, y si bien de ello nos enorgullecemos, estamos conscientes de que tenemos grandes tareas por realizar entre los profesionales y los empresarios, bajo la dirección estratégica de las autoridades de los distintos niveles de gobierno.

Hay grandes proyectos que son emblemáticos, que están destinados a potenciar el desarrollo nacional y regional y generan grandes expectativas, pero también hay miles y miles de proyectos locales que tienen que ver con la movilidad de las personas y el traslado de mercancías, obras hidráulicas para llevar agua de calidad a las familias, energía eléctrica para iluminar los hogares e impulsar a la industria y el comercio, escuelas y universidades, hospitales, centros de salud comunitaria… en fin, el gran compromiso de la ingeniería civil está en cada momento de la vida cotidiana de las personas a través de servicios de infraestructura de calidad, porque el fin último de la infraestructura es servir. Esta es una tarea que nunca termina, porque cada día #TodosConstruimosMéxico.

Luis Rojas Nieto XXXVIII Consejo Directivo

XXXVIII CONSEJO DIRECTIVO

Presidente Luis Rojas Nieto

Vicepresidentes José Cruz Alférez Ortega Felipe Ignacio Arreguín Cortés Roberto Duque Ruiz Salvador Fernández Ayala Mauricio Jessurun Solomou Jorge Serra Moreno Alejandro Vázquez Vera José Arturo Zárate Martínez

Primer secretario propietario Juan Guillermo García Zavala

Primera secretaria suplente Verónica Flores Déleon

Segundo secretario propietario Carlos Alfonso Herrera Anda

Segundo secretario suplente Salvador Fernández del Castillo Flores

Tesorera Pisis Marcela Luna Lira

Subtesorero Regino del Pozo Calvete

Consejeros Renato Berrón Ruiz Francisco de Jesús Chacón García Ana Bertha Haro Sánchez Humberto Marengo Mogollón Alfonso Ramírez Lavín Luis Francisco Robledo Cabello Juan Carlos Santos Fernández Enrique Santoyo Reyes

www.cicm.org.mx

Por un nuevo perfil docente que informe, forme y transforme

Debemos trabajar por una ingeniería con visión sistémica, profunda en conocimientos, comprensiva e innovadora en su práctica, con mayor dominio de tecnologías de la información y la comunicación, con mentalidad competitiva, sensibilidad social, que incorpore a los conocimientos tradicionales habilidades empresariales y gerenciales y competencias para comunicar, para trabajar en equipo, para liderar grupos, para generar conciencia de las implicaciones sociales, ecológicas y éticas que los proyectos de los futuros ingenieros conlleven.

CARLOS A.

HERRERA ANDA

Ingeniero civil con maestría en Administración. Cuenta con 17 años de trayectoria docente en licenciatura y posgrado. Director de la Facultad de Ingeniería de la Universidad La Salle. IC: ¿Cuál es la vocación del plan de estudios de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad La Salle? Carlos Herrera Anda (CHA): Acabamos de actualizar los planes de estudio de siete ingenierías operadas por la facultad: biomédica, cibernética, civil, electrónica, industrial, mecánica y mecatrónica. Entrarán en operación en agosto de este año. Este trabajo se hace cada cinco años, pero por motivos de la pandemia se retrasó un año; aunque hay que reconocer que, derivado de los cambios tecnológicos, los saberes de la ingeniería se modifican rápidamente, lo que exige mecanismos más eficientes y eficaces en estos procesos de actualización de planes de estudio.

Particularmente, lo que planteamos para Ingeniería civil se desprende en buena parte de la Visión 2025 de la American Society of Civil Engineers; ellos conciben que los ingenieros civiles deberán prestar servicios como maestros constructores, ser custodios del medio ambiente, innovadores, integradores y gestores de los riesgos e incertidumbres; además serán líderes que conformen la política pública de su sociedad.

De forma general, la vocación que tratamos de imprimir a nuestros siete planes de estudio está aunada a la Visión 2030 de la ANFEI, que es la Asociación Nacional de Facultades y Escuelas de Ingeniería: una ingeniería con visión sistémica, profunda en conocimientos, comprensiva e innovadora en su práctica, con mayor dominio de tecnologías de la información y la comunicación (TIC), con mentalidad competitiva, sensibilidad social, que incorpore a los conocimientos tradicionales habilidades empresariales y gerenciales y competencias –que llamamos habilidades blandas– para comunicar, para trabajar en equipo, para liderar grupos, para generar conciencia de las implicaciones sociales, ecológicas y éticas que los proyectos de los futuros ingenieros conlleven. IC: ¿Cuáles han sido los factores más determinantes para hacer los ajustes al programa? CHA: Son varios factores. Entre ellos, las recomendaciones desprendidas de procesos de acreditación ante el Consejo de Acreditación de la Enseñanza de la Ingeniería, CACEI, que ha acreditado a todos nuestros programas; la vinculación con empresas y los gremios; la posibilidad de ofrecer una educación dual, es decir, en el aula y en el sistema productivo; la internacionalización y movilidad estudiantil; la globalización y nuevos ambientes productivos que exigen cada vez más competencias, habilidades y certificaciones relacionadas con innovaciones tecnológicas; el uso cada vez más intensivo de TIC, que debe responder a las necesidades del mercado, temas de automatización de procesos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados por la ONU. Todos estos factores aportan elementos que se consideraron en los trabajos de actualización curricular.

UNIVERSIDAD LA SALLE

El reto para profesores y estudiantes es diferenciar entre evaluar para calificar y evaluar para aprender.

IC: ¿Cuál ha sido la evolución de la matrícula en Ingeniería civil y las causas que ustedes atribuyen a los cambios que se aprecien? CHA: Considero que la matrícula de Ingeniería civil ha disminuido; es una ingeniería muy tradicional, junto con la mecánica y la eléctrica. Su disminución, pienso, se deriva de la oferta de otras ingenierías y campos de estudio donde el componente tecnológico está más presente y llama la atención de los estudiantes. En Ingeniería civil, en particular, hemos omitido incorporar mayor manejo de TIC, el conocimiento de nuevos materiales, de nuevas tecnologías, procesos constructivos y herramientas digitales aplicadas a las ramas de la ingeniería civil. Es un error que debemos subsanar.

IC: ¿La falta de oferta de trabajo es otro factor? CHA: La matrícula en Ingeniería civil creo que va muy ligada a los ciclos económicos que vive la sociedad; cuando hay mucha construcción, o cuando los estudiantes o sus padres ven obra y construcción por la ciudad, en el medio en que se desenvuelven, esto los anima, pero si ven que la construcción está parada, que el desarrollo de infraestructura no es creciente, que no hay campo de trabajo, o que los salarios son bajos, se desaniman a entrar a Ingeniería civil.

IC: ¿Puede entrar un poco más en detalle respecto a qué tipo de vínculos se están proponiendo con los sectores empresarial, gremial y público, y qué se está concretando? CHA: La vinculación universitaria es el medio por el cual las instituciones educativas, mediante sus funciones sustantivas de docencia, investigación y extensión, se relacionan con el sector público, privado y social, desarrollando acciones y proyectos de beneficio. En nuestro país, las instituciones de educación superior públicas y privadas hacen grandes esfuerzos por tener una vinculación efectiva, pero muchas veces queda en la firma de un convenio con cláusulas muy abiertas y pocos resultados concretos. Hay que reconocer la labor del Colegio de Ingenieros Civiles de México y también de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción en colaborar con universidades. Algunos vínculos que se han concretado con estas asociaciones y también con algunas empresas, además de la posibilidad del servicio social, es su participación en nuestros procesos de actualización curricular y la posibilidad de que los estudiantes, en esa calidad, realicen prácticas profesionales para irse incorporando al mercado laboral. Otros esfuerzos, más difusos, han ido encaminados al desarrollo de proyectos, o bien a la mejora de procesos industriales y empresariales.

IC: Existen críticas en el sentido de que las empresas suelen requerir estudiantes que estén doctorados y que tengan experiencia; como que no hay muchas oportunidades para los recién egresados de licenciatura, y cuando las hay, no siempre son en las mejores condiciones. CHA: Las nuevas propuestas curriculares que hacemos las universidades deben permitir que el estudiante se inicie lo antes posible en el ámbito gremial, deben ser más flexibles para que suceda. Esto no pasaba hace algunos años, pues los planes de estudio eran más rígidos y hacían que el estudiante asistiera a clases en la mañana y en la tarde, o en la mañana y en la noche, y eso les dejaba poco espacio. Creo que en las universidades nos hemos dado cuenta de que la vinculación empresarial, gremial y con el sector público es esencial para la inserción laboral de los estudiantes y los egresados. En ese sentido, hemos abierto otras posibilidades en cuanto a horarios, planes y programas de estudios flexibles, y las empresas ahora permiten y están interesadas en prácticas profesionales o servicio social para los casos en los que es posible. El estudiante comienza a insertarse en el ámbito laboral, la misma empresa se da cuenta y empieza a conocer las habilidades que tiene; es una puerta que antes estaba cerrada. Sí se han abierto estas oportunidades para que de los dos lados haya una mayor vinculación, al menos en este aspecto de prácticas profesionales y becarias, con la intención de que el estudiante vaya adquiriendo experiencia mientras estudia.

IC: La incertidumbre sobre el futuro… ¿no debería también abordarse desde la academia con prospectiva y propuestas a los sectores empresarial y público? CHA: La Alianza para la Formación e Investigación en Infraestructura para el Desarrollo de México, A.C., junto con la Academia de Ingeniería, ha generado buenos documentos sobre la prospectiva de la ingeniería; algunos de ellos sugieren, incluso, que los campos profesionales gravitarán en torno a ingenierías básicas, como civil, mecánica y eléctrica, e incorporarán nuevas prácticas como nanotecnología, tecnología de materiales, ingeniería aeroespacial, nuevas energías, la biónica, la robótica o la mecatrónica, o las que están más relacionadas con inteligencia artificial.

IC: ¿Cuál es el perfil de profesores que se plantea la ingeniería civil, y en general las ingenierías? CHA: Un documento de los Hermanos Lasallistas, “Declaración de la misión educativa lasallista”, menciona que los maestros tienen una función irremplazable, pero necesitan prepararse para ella, es decir, quien se atreva a enseñar, que nunca deje de aprender. Para operar los nuevos planes de estudio hacia donde queremos orientar los programas y los egresados, necesitamos un nuevo perfil docente que enfatice el aprendizaje basado en proyectos, que no sólo califique, sino que también evalúe; que no sea enciclopédico, que trate de conectar lo que se aprende en la universidad con la vida real.

Se requiere un nuevo perfil docente, que no solo informe sino que también forme y transforme al estudiante. Anteriormente la enseñanza se basaba en transmitir conocimiento; ahora hablamos de enseñanza centrada en el estudiante, en la que les ayudemos a construir su

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