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El reto más importante que tenemos como país es la desigualdad
En el Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas tenemos cuatro líneas de acción para el año 2023: contribuir a tender puentes de diálogo para que nos entendamos como país; pensar en políticas públicas que nos permitan reducir la desigualdad; impulsar un cambio de paradigma en nuestras empresas para hablar de “capitalismo social” o “capitalismo consciente”, y finalmente contribuir con nuestros asociados para entender la nueva relación riesgorendimiento, que estamos viviendo, con enfoque social.
IC: Su área de acción profesional es la planeación de infraestructura y el análisis de inversiones. Tiempo atrás desarrolló y coordinó la especialidad de Valuación de negocios en marcha del Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM). ¿Qué nos puede contar de dicha experiencia?
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José Domingo Figueroa Palacios (JDFP): Soy socio del Colegio de Ingenieros Civiles de México desde finales de los ochenta, cuando me gradué como ingeniero civil en la Facultad de Ingeniería de la UNAM.
Cuando se creó la Sociedad de Ingenieros Civiles Valuadores me incorporé a ella, y a mediados de la década de 2000 Jorge Valencia emprendió un esfuerzo en el CICM, desde el Centro de Actualización Profesional e Innovación Tecnológica (CAPIT), para impulsar tres especialidades dentro del colegio: Administración de proyectos de infraestructura, Valuación de inmuebles y Valuación de negocios en marcha, todas ellas con reconocimiento de la SEP.
En ese entonces, Jorge Valencia me invitó a trabajar en conjunto para coordinar y desarrollar la especialidad de Valuación de negocios en marcha. Coordinamos el programa de estudios y a los profesores para ponerla a funcionar en 2006, con mucho éxito, y a partir de ese entonces esta especialidad de negocios se imparte en el CAPIT.
IC: Otra área de su especialidad es la asesoría financiera en proyectos de asociaciones público-privadas. Recientemente asumió la presidencia del Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas (IMEF) cuya misión –cito– es “ser la institución referente del conocimiento, la investigación, la difusión y el intercambio de las mejores prácticas de gestión financiera y económica con enfoque social”. ¿Cuáles son los principales objetivos que se ha planteado en esta función y los desafíos que enfrentará?
JDFP: El primer desafío que observamos en el IMEF es un escenario con un ambiente turbulento para los negocios y las finanzas, por diversas razones: inflación alta y por tanto tasas de interés altas, desaceleración económica en Estados Unidos y en otros países, más el impacto de la guerra Rusia-Ucrania y las tensiones comerciales de Estados Unidos con China, así como tensiones sociales globalizadas de China-Taiwán, Perú, Brasil, entre otros, además de problemas de ciberseguridad y cambio climático.
Al interior de México también vemos un escenario de polarización social sin precedentes, por un lado, y por otro lado presiones políticas como antesala de las elecciones de 2024.
IC: Sin duda un panorama complejo…
JDFP: Sin embargo, el reto más importante que tenemos como país es la desigualdad. El 53% de los mexicanos es pobre y el 60% de los empleos son informales, esto es, 30 millones de mexicanos no tienen fondo para el retiro; de seguir así, serán viejos pobres.
En este marco, como financieros tenemos que generar un escenario en el cual nuestras empresas puedan continuar creando valor a largo plazo para que tengan viabilidad, pero con enfoque social; es por ello que estamos preocupados por atender esta desigualdad tan importante que vive nuestro país, si buscamos estabilidad económica y política a largo plazo.
IC: Le pregunté también sobre los retos o líneas de acción comunes para el 2023.
JDFP: Son cuatro. La primera es contribuir a tender puentes de diálogo para que nos entendamos como país; la segunda, pensar en políticas públicas que nos permitan reducir la desigualdad. Sabemos que hay cuatro conductores que nos permiten esto: un Estado de derecho sólido, certidumbre para las inversiones, sistemas de salud de calidad y al alcance de todos, y educación, pero enfocada en la nueva economía o en la economía digital.
La tercera línea de acción es impulsar un cambio de paradigma en nuestras empresas, que hablemos de “capitalismo social” o “capitalismo consciente”, esto es, que el desarrollo económico vaya de la mano con el desarrollo humano y social de las empresas.
Finalmente, la cuarta línea de acción es contribuir con nuestros asociados para entender la nueva relación riesgo-rendimiento, que estamos viviendo, con enfoque social. Esto es, que las empresas puedan continuar creando valor a largo plazo con enfoque social.
IC: La administración federal actual señala que hay mucha inversión extranjera. ¿Pasa lo mismo con la nacional? ¿Cuál es su visión?
JDFP: Creemos que tenemos que trabajar gobierno y sociedad para establecer las condiciones necesarias para dar mayor certidumbre a las inversiones.
Requerimos invertir más en nuestro país para poder contribuir al crecimiento necesario. Hoy estamos creciendo a niveles del 3%, pero no hay que olvidar que es un rebote del 8% que caímos en el 2020, fundamentalmente por la pandemia y el contexto económico y político global inestable.
IC: ¿Qué papel desempeña, a su juicio, la planeación en el desarrollo de infraestructura, tanto con un enfoque teórico como con la experiencia práctica, y en términos históricos y actuales?
JDFP: Lo que voy a comentar está referido al ámbito mundial y también a México: existe un rezago en estudios, sobre todo en proyectos de infraestructura, a lo que se suma la falta de una cartera de proyectos de obras específicas. Es importante contar con una cartera de proyectos para que cuando se tengan los recursos financieros se inicien de manera expedita.
IC: ¿Cómo evalúa el porcentaje del PIB que se destina en México a inversión en infraestructura, tanto históricamente como en los años recientes?
JDFP: Considero que se deben hacer esfuerzos importantes para que haya una mayor contribución de las inversiones en infraestructura con respecto al PIB. Recordemos que invertir en infraestructura es un detonante natural de mayor crecimiento, en términos de PIB, además de que nos permite tener un país competitivo en el ámbito internacional, lo cual hoy en día cobra ma- u México tiene una ubicación geográfica privilegiada y el T-MEC nos permite exportar más de 400 mil millones de dólares de manufactura con valor agregado. Por lo tanto, tenemos un país globalizado, digitalizado, competitivo, pero en el cual apenas participa el 20% de la población y queda al margen el 80%. Por ello es muy importante generar políticas públicas para que este 80% se incorpore. El Corredor Transístmico es una oportunidad importante para desarrollar proyectos que nos permitan ser competitivos en el sureste del país, para poder incorporarlo a este México globalizado, digitalizado, del 20%. yor relevancia con la relocalización de las empresas; y como parte de este fenómeno, tenemos que invertir de manera importante en energías limpias, pero también en carreteras, ferrocarriles, ductos. Tenemos entendido que el parque de naves industriales ya llegó a su saturación y también es una oportunidad de inversión.
Se están invirtiendo millonarios recursos en los megaproyectos de la actual administración y, por el bien del país, espero que sean un éxito.
IC: En cuanto a las naves industriales, el gobierno federal tiene expectativas con la obra del Corredor Transístmico, pero por otra parte hay quienes plantean que no va a funcionar este corredor industrial. ¿Qué opina?
JDFP: Tenemos un país con muchas fortalezas. Contamos con 126 millones de mexicanos con edad promedio de 28 años, somos la 15ª economía mundial, nuestra fuerza de trabajo está posicionada en el lugar 11 del mundo, somos el 14º país con más reservas internacionales, tenemos una ubicación geográfica privilegiada, somos una bisagra norte-sur con dos océanos y somos vecinos de la primera economía del mundo. Además, tenemos un T-MEC que nos permite exportar más de 400 mil millones de dólares de manufactura con valor agregado.
Por lo tanto, tenemos un país globalizado, digitalizado, competitivo, pero en el cual apenas participa el 20% de la población y queda al margen el 80%. Por ello es muy importante generar políticas públicas para que este 80% se incorpore.
En este sentido, el Corredor Transístmico es una oportunidad importante para desarrollar proyectos que nos permitan ser competitivos en el sureste del país, para poder incorporarlo a este México globalizado, digitalizado, del 20%. Todo proyecto de infraestructura en el sureste de México debe verse positivamente, claro, basado en la planeación.
IC: La actual administración federal ha manifestado críticas al papel del sector empresarial en el pasado, particularmente en materia de inversión en obra pública. Un argumento esgrimido es el de la corrupción y la connivencia con sectores de la administración pública. ¿Cuánto considera que hay de cierto y cuánto de prejuicio en este enfoque? Y en todo caso, ¿cómo evalúa el nivel y la calidad de la inversión y participación empresarial, particularmente mexicana, en la obra pública?
JDFP: La participación privada en la obra pública en todo país es muy importante. Recordemos que, por definición, los recursos económicos de un país son limitados. Un gobierno tiene que enfocarse de manera primordial en los recursos para atender las necesidades básicas de la población en sectores estratégicos como educación, salud, alimentación… entonces, es importante la participación del sector privado en alianza con el sector público para llevar a cabo obras de infraestructura utilizando instrumentos que se dieron en los últimos 30 años con el programa de inversiones público-privadas en todo el sector carretero y en el sector portuario, que han sido exitosas en muchos casos.
IC: ¿Qué opina de los esquemas APP, en particular de los contratos de prestación de servicios y las críticas que el gobierno federal actual les hace?
JDFP: Como dije, por definición los recursos públicos son escasos en cualquier país del mundo; en ese sentido, una oportunidad de potencializar la infraestructura y tener un país más competitivo es continuar con este tipo de proyectos de asociaciones público-privadas para una mejor inversión en proyectos de infraestructura que tanto necesita nuestro país.
IC: ¿Considera que en los tiempos actuales la inversión, pública y privada, es la necesaria y la adecuada y, en todo caso, por qué?
JDFP: Es necesaria mayor infraestructura, eso es un hecho. Ahora, con la relocalización de industrias a escala global, en México tenemos rezagos muy importantes en capacidad de energía eléctrica, y sobre todo energía eléctrica limpia, que es lo que requieren las empresas que se están relocalizando en México. Todas estas inversiones son necesarias para poder crecer y tener un país viable y competitivo a largo plazo.
IC: ¿Qué piensa de la política de la actual administración federal respecto a la participación empresarial en la inversión en obras de infraestructura, específicamente hidráulica y de energía en general?
El reto más importante que tenemos como país es la desigualdad
JDFP: Nosotros consideramos que es necesaria la participación privada para poder contribuir al desarrollo del país, por lo que ya comenté.
IC: Hay percepciones encontradas sobre la relación entre empresarios y gobierno; algunos sostienen que hay un enfrentamiento entre ambos sectores, y otra impresión es que no todos los empresarios están enfrentados con el gobierno –o el gobierno con todos los empresarios–. ¿Cuál es el estado de esta situación, según su experiencia?
JDFP: Una de las líneas de acción de mi presidencia en el IMEF en 2023, la primera, es que ante un país muy polarizado, deseamos tender puentes de comunicación para tener un país viable.
IC: Un caso particular es el planteo de que la Secretaría de la Defensa está asumiendo, en medida relevante, una parte muy importante del desarrollo de infraestructura, desplazando –dicen los críticos– al sector empresarial.
¿En qué medida juzga que esta secretaría tiene capacidad para ello o que las obras están dirigidas por la secretaría, pero a cargo de empresarios?
JDFP: Yo creo que, como en toda actividad profesional, tenemos que aprovechar la pericia de los distintos sectores. En este caso, la ingeniería mexicana la tiene en proyectos de infraestructura, y pienso que habría que aprovechar esa pericia para seguir participando en los proyectos.
IC: ¿Considera que los megaproyectos de la actual administración federal son rentables desde el punto de vista financiero, económico o social, y por qué?
JDFP: No tengo los elementos necesarios para dar una respuesta puntual al respecto, pero lo importante es que se están invirtiendo millonarios recursos en estos proyectos, y espero que, por bien del país, sean un éxito.
IC: Respecto al “Estado de derecho sólido” que mencionó al principio como uno de los factores determinantes para la obtención y aplicación de inversión, ¿cómo describe la situación actual de este principio en México? ¿Qué habría que mejorar, qué cambiar o incorporar?
JDFP: Lamentablemente, como Estado de derecho tuvimos un retroceso en el año 2022: pasamos al lugar 115 de 140 países.
¿Qué significa esto? Los más afectados de un Estado de derecho ineficiente son los menos favorecidos. Desde ese punto de vista, es deseable tener un Estado de derecho robusto, pero también desde lo financiero, y ello ofrece certidumbre a los inversionistas para aplicar sus recursos en las obras tan necesarias en nuestro país.
Pongo otro ejemplo: para reducir la desigualdad, son necesarios sistemas de salud de calidad y al alcance de todos. Algunas cifras: el 52% de la población no tiene acceso a la seguridad social, el 28% no lo tiene al sistema de salud y una quinta parte de este 28% pierde su patrimonio por atender la emergencia médica propia o de un familiar. Entonces, son asuntos importantes que hay que tomar en cuenta para poder contribuir a reducir la desigualdad del país.
IC: En el marco de su conocimiento y experiencia, relacionada fundamentalmente con la planeación, la inversión, el financiamiento, ¿qué opinión le merece la idea de que la inversión y el desarrollo de infraestructura deben planificarse en función de las condiciones de oportunidad que cada región del país?
JDFP: Cuando se planifica, una parte importante de la planeación es desarrollar una matriz de cómo y dónde se tiene que ubicar un proyecto. Con esta matriz se evalúan distintas variables, que tienen que ver con comunicaciones, mano de obra, recursos naturales, desechos, impacto económico y social. Es muy importante la planeación para tomar las mejores decisiones.
IC: En caso de que desee comentar sobre algo más, adelante.
JDFP: Gracias. Quiero invitar a los ingenieros civiles del CICM a participar en el IMEF, donde tenemos como objetivo fundamental aportar valor a los financieros del país para que tengan las mejores prácticas financieras, económicas y de negocios que les permitan crear valor en sus empresas. Yo sé que en el colegio hay muchos empresarios que pueden contar con directores de finanzas; los invito a que se acerquen al IMEF, sobre todo en esta coyuntura en que presido el IMEF y soy socio del Colegio de Ingenieros Civiles de México. Finalmente, quiero agradecer a la revista IC por darme la oportunidad de esta entrevista
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