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Hermandad de Jesús Nazareno de La Merced
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Año 1923 Año 1924
Antigua Cofradía de Jesús Nazareno de San Jerónimo
En 1675 en la Ciudad de Santiago de Guatemala, a los diez y nueve días del mes de mayo, en virtud de la licencia de antecedentes que nos es concedida, estando juntos y consagrados en la iglesia parroquial del Barrio de San Jerónimo de esta ciudad, con acuerdo, asistencia e intervención del padre Ramón de las Varillas del Orden de Nuestra Señora de La Merced, Redención de los Cautivos, cura doctrinero por el Real Patronato del partido de San Antón, contiguo a esta
Ca. 1965
ciudad, en la que esta incluso dicho barrio, los hermanos y cofrades de la cofradía que pretendemos fundar de la advocación de Jesús Nazareno de dicha Iglesia Parroquial. Extracto Ordenanza de La Cofradía de Jesús Nazareno de San Jerónimo, Archivo Histórico Arquidiocesano “Francisco de Paula García Peláez”
Ca. 1970
De la antigua cofradía, a la actual hermandad. Ya antes de 1,675 se tiene noticia que era venerada la imagen de Jesús Nazareno, desconociéndose la fecha en que se inició esta práctica piadosa y el nombre del escultor; pues la atribución a Alonzo de la Paz encuentra sus orígenes en 1,934 en la pluma de Víctor Miguel Díaz, que luego de invaluables estudios realizados por el Licenciado Mario Ubico se descartaron pues con documentos fehacientes se demostró que la cofradía quien resguardaba y tenía el trabajo de dar culto a la imagen nazarena que hoy se venera en el Templo de La Merced pertenecía siempre a la Orden Mercedaria en Iglesia y Convento de San Jerónimo.
Lo importante, es que en 1,675 el Padre Mercedario Fray Ramón de las Varillas impulsó la aprobación de las Ordenanzas de la Cofradía de Jesús Nazareno de San Jerónimo, lo que significa que se trata de una de las cofradías más antiguas del Reino de Guatemala y que afortunadamente estas ordenanzas se conservan en el Archivo Histórico Arquidiocesano, en la Nueva Guatemala de la Asunción. La vida de las cofradías sufrió de altibajos, esto debido en gran medida a la estratificación de la sociedad Santiagueña, pues había cofradías exclusivas para españoles, para ladinos o indígenas; la Cofradía de Jesús de San Jerónimo tenía la particularidad de congregar a todos estos grupos, ya que era integrada sin distingos racionales, estableciendo que el puesto de mayor jerarquía, alcalde de la cofradía, fuese ejercido siempre por un español, indistintamente de ser hombre o mujer; teniéndose la noticia que para 1,681 la Cofradía de Jesús de la Merced, integraban solo españoles, había iniciado un litigio contra los demás cofradías que procesionaban “el paso de Jesús con la cruz a cuestas”. Ya para ese entonces la devoción al Señor de San Jerónimo era grande, como lo demuestran los legados testamentarios y la decisión de los cofrades que en 1,684 deciden construir una capilla techada de bóvedas, solicitando autorización a las bóvedas, solicitando autorización a las autoridades religiosa para pedir limosna para tal fin, y así dar culto y veneración a la imagen del Nazareno y a la Virgen de Dolores, que posiblemente sea la misma que actualmente es procesionada con Él cada Domingo de Ramos y Viernes Santo.
En el documento de las ordenanzas de la Cofradía quedó consignado “…que el Martes Santo tengamos misa cantada por ser la Reseña de Nuestro Jesús Nazareno…”; la procesión no quedó consignada por escrito, aunque se sabe que era nocturna y para 1,681 era muy importante para la ciudad.