PÁGINA 1
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
LIBROS SOBRE LIBROS UN PERIPLO A TRAVÉS DE LA LECTURA ENTRE LA BIBLIOFILIA Y LA BIBLIOPATÍA. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret para la celebración del Día del Libro en el Instituto de Educación Secundaria y Bachillerato “Miraya del Mar” de Torre del Mar. CURSO ACADÉMICO 2010-2011
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 2
“…quizá pudiese vivir sin escribir. No creo que pudiera vivir sin leer”. Alberto Manguel, Una historia de la lectura
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 3
Existe una palabra catalana para definir a las personas que viven la lectura y su relación con todo lo que está vinculado a los libros de una forma apasionada. Se trata del término “letraferit” que podríamos traducir al castellano como “letra herido”, o, mejor aún, “herido por las letras”. Desde luego, yo soy un “letraherido”, aunque pido disculpas por usar una palabra que no existe en castellano pero que, a partir de ahora, nos tomaremos la licencia de usar, eso sí “entrecomillada” para enfatizar su naturaleza foránea. La justificación de semejante confesión radica en la evidencia de que sin la presencia de los libros o privado del placer de la lectura no podría concebir mi vida. Algunos, sin embargo, han llegado más lejos que yo puesto que esa pasión la han prolongado incluso después de la muerte.
Rememoro la conmovedora figura de don Martín Vázquez de Arce quien, allá por el siglo XV, al ser enterrado en la catedral de Sigüenza quiso ser recordado en la posterioridad con un libro entre las manos, tal como se aprecia en su bellísimo sepulcro. Continuando con este ominoso razonamiento pienso que morirse mientras se lee un libro podría ser un final muy adecuado para los “letraheridos”; y ser recordado póstumamente en tal estado, digno de elogio. Pero dejemos estas disquisiciones funerarias y volvamos a la vida para centrarnos en la temática que nos ocupa. Esto es, la vida entre los libros.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 4
No resultará muy difícil explicar que quienes otorgamos un papel tan relevante a la lectura y a los libros sentimos, naturalmente, una gran devoción por aquellos espacios donde las obras literarias se custodian en lógico ordenamiento. Esto es, las bibliotecas. Es más, si alguien me preguntara cuál es el espacio más apreciado de mi casa no dudaría en responder que es, precisamente, ese: la biblioteca. Ver reunidos a todos los volúmenes que he ido adquiriendo durante años y, vaya por delante una nueva confidencia, pasearme a menudo entre sus estanterías pasando la mano por los anaqueles, es una experiencia tan íntima, tan subjetiva e intransferible que casi me atrevería a calificarla de inefable.
Es por ello que siento una admiración superlativa, cargada de reconocimiento y complicidad, por Alberto Manguel, un escritor que, en La biblioteca de noche, ha sabido explicar con un lúcido y erudito discurso las profundas emociones, cargadas a menudo de maniáticas conductas, que compartimos los bibliófilos. Para mí sería tan difícil verbalizar ese intrincado entramado de sentimientos que el hecho de que alguien tenga la pericia literaria, y no cabe duda de que Manguel la posee en grado excepcional, para plasmarlas en un libro suscita mi incondicional entusiasmo. El novelista trata todo aquello que obsesiona y mediatiza la vida del bibliófilo y de los que, en su más extremada derivación, devienen en esa conducta desequilibrada que denominaremos, violando de nuevo el rigorismo de la academia, la “bibliopatía”. Cito como ejemplo ilustrativo las páginas dedicadas por el escritor uruguayo a reflexionar sobre la sublime experiencia que supone la estancia en una biblioteca.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 5
Mis recuerdos personales al respecto son indelebles puesto que todavía tengo grabado en mi memoria aquel día en el que, por primera vez, entré, hace ya muchísimos años, en una biblioteca. Desde entonces hasta el momento presente, si proyecto una mirada retrospectiva sobre mi propia existencia, me veo a mí mismo, en múltiples circunstancias, inmerso en situaciones en las que, como denominador común a todas ellas, los libros, están omnipresentes. Yo no podría conjugar el verbo vivir con aquella visceralidad y apasionamiento con la que se expresó el poeta chileno Pablo Neruda en su conocida autobiografía Confieso que he vivido. No obstante, sí puedo afirmar con sinceridad que a través de las lecturas también he vivido, aunque sea de forma referida e indirecta, innegables momentos de gloria. Los anglosajones poseen una palabra, intraducible al castellano, que expresa con certera precisión esa idea: “vicarous”. Reconozcamos pues que quienes nos brindan un relato nos están invitando a compartirlo y usarlo desde todas las potenciales dimensiones de su espectro emocional. Porque, cuando leemos, nuestra imaginación puede embarcarse en un viaje a través del tiempo y del espacio, dialogar de forma silenciosa y ensimismada con personas que ya fueron así como compartir las emociones y los sentimientos experimentados por otros.
Robert Graves, en una enigmática y compleja obra titulada La Diosa Blanca, describe el intenso escalofrío, casi rayano en la conmoción pánica, que experimenta el creador ante la presencia intemporal de ese numen sagrado de la inspiración artística. Me pregunto si acaso existirá también una divinidad que tutele a los lectores. El colectivo, en mi modesta opinión, se lo merece. IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 6
Una especie de halo misterioso y casi mágico envuelve al lector cuando, entusiasmado, ¿diré enajenado para insinuar ya, desde el principio, presumibles amenazas en la liturgia de la lectura?, es capaz de sumergirse y dejarse atrapar por el velado conjuro que encierra las hipnóticas palabras escritas en un libro. Poderosa es desde luego la taumaturgia del creador literario si consigue alienarnos hasta el punto de obtener, aunque sea de forma efímera, la enajenación de nuestra propia realidad personal para entrar en otros planos de existencia. Rememoro ahora mis lecturas juveniles y confieso haber disfrutando tanto leyendo a Julio Verne que de alguna manera creo, “vicariamente” dirían los anglosajones, haber cabalgado por la estepa siberiana junto a Miguel Strogoff o realizado el periplo planetario de Phileas Fogg en ochenta inolvidables jornadas.
¿Qué diré de las obras de Emilio Salgari, Lewis Carroll, Daniel Defoe o Anny Blinton? La magia evocadora y seductora que se intuye como una promesa en la lectura diferida de un libro, ejerce en el “letraherido” una atracción irresistible. Muy similar a la que el enigmático librero insinuaba, con misterioso énfasis, a Bastián Baltasar Bux en La historia interminable de Michael Ende.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 7
Aunque ya no soy un niño creo firmemente que permanece intacto aquel entusiasmo desbordante cuando afronto la aventura siempre renovada de la lectura, aunque ahora que soy adulto, ese fervor está transmutado con otros matices y sensaciones. Hago por ello mías las palabras, siempre lúcidas, de María Zambrano quien, en un discurso profundo y elevado, reflexionaba hace ya bastantes años sobre esta misma idea.
Invitada para comentar una pieza pictórica en una vieja serie televisiva titulada “Mirar un cuadro”, la filósofa veleña eligió una tabla flamenca del maestro de Flemalle, “Santa Bárbara leyendo un libro” para disertar, con aquel verbo fluido, pausado y poético que la definía, sobre el profundo ensimismamiento que entraña el acto, casi místico, de leer. Leer en soledad puesto que la lectura es un acto íntimo y absorbente.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 8
Por todas estas razones me emocionan profundamente los libros y, más aún, cuando los veo ordenados y asentados en una biblioteca. La biblioteca es un espacio singular para los bibliófilos y también, ¡cómo no!, para los afectados de rigurosa bibliomanía. Hay quien, en su febril delirio, las denomina templos, casas de papel dirá un apreciado escritor al que citaremos más adelante. Yo las concibo como una especie de república abigarrada y heterogénea donde, por cierto, no existen problemas para la convivencia pluricultural. ¿Qué lector que se precie establecería discriminaciones étnicas o nacionalistas en la selección de sus lecturas? La mera pregunta es un dislate, una abominable aberración. Las bibliotecas, proclamémoslo a los cuatro vientos, son territorios para la libertad y cualquier persona, con independencia de su género, raza, ideología y nacionalidad, puede establecer un franco diálogo con nosotros porque, a fin de cuentas, el lenguaje universal de los sentimientos humanos no tiene bandera ni aduanas fronterizas.
Además son espacios incógnitos donde siempre habrá límites por traspasar y regiones por descubrir pues ¿quién puede jactarse de conocer todos los volúmenes de una biblioteca, máxime, estando sus fondos están en continua expansión? En ellas nos acechará siempre la sorpresa y ésta puede emerger en cualquier momento. Yo las concibo como mansiones encantadas que custodian el espíritu de ingentes multitudes, de personas que, a pesar del paso del tiempo, todavía pueden dirigirnos la palabra. Cada uno de sus libros es como una especie de puerta cósmica que nos transporta a otros tiempos, a otros mundos, también a otras emociones que no son las nuestras pero de las que podemos apropiarnos, como si lo fueran. Son, en definitiva, ventanas indiscretas por las que podemos fisgonear, tabernas pauperun, regumque turres. IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 9
No es de extrañar que los “letraheridos” en grado superlativo, y el escritor Jorge Luis Borges era sin duda uno de ellos, amén de bibliófilo y posiblemente hasta “bibliópata”, fabularan y fantasearan con estos templos de papel y tinta. ¡Cuánto desearíamos descubrir aquélla que, imposible en su concepción, imaginó el creador argentino en su inquietante relato La biblioteca de Babel! Un espacio ilimitado donde se almacenarían todos los libros que existieron pero también todos los que existirán, con sus imponderables variables potenciales. Desarrollado este postulado hasta sus más extremas y paradójicas consecuencias, en la legendaria Biblioteca de Babel se custodiarían no solo todas las obras producidas sino las que se podrían haber creado y nunca se hicieron realidad material.
Así pues, allí terminaríamos por encontrar el terrible Necronomicón, ese ficticio grimorio fabulado por la portentosa imaginación de Howard Phillips Lovecraft. También la inabarcable hueste de los libros olvidados que Carlos Ruiz Zafón evoca dentro de un misterioso y lóbrego edificio barcelonés en la novela La sombra del viento.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 10
Por cierto, quien desee aventurarse, hasta el paroxismo más delirante, por los misterios enclaustrados en el fantasioso universo de una biblioteca viviente que lea La ciudad de los libros soñadores. Un fantástico viaje al mágico reino de la literatura de Walter Moers.
Este renombrado autor de comics ha ideado un fabuloso universo de libros animados y auxiliares bibliográficos no menos autónomos, bulliciosos e incluso perversos, a través de las páginas de una obra desbordante y divertida. Ahora bien, todas las vivencias relacionadas con los libros son tan maravillosas en sí mismas que ni siquiera necesitan de la portentosa fantasía de un Walter Moers para seducir con su hipnótico hechizo a quienes nos identificamos como miembros de la secta bibliófila. Me bastará mencionar varias obras relativamente recientes en las que sus autores han elaborado preciosos libros, sin entrar en la ficción novelesca, en torno a sus experiencias apasionadas y sentimentales con los libros, las bibliotecas, las librerías, los libros y, al final, obviamente, con el universo literario y el supremo placer de la lectura.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 11
Empecemos este recorrido con un profesional del sector, el ex librero Lewis Buzbee, que despliega con erudición y encanto todas las experiencias y emociones acumuladas en lo que ha sido Una vida entre libros. Pues este es el título de esa pequeña joya literaria. Algo similar es predicable de un sorprendente relato pues ¿quién podría imaginar, y mucho menos la propia autora, que el libro de Hellen Hanff, 84, Charing Cross Road, en el que se reproduce la relación epistolar de esta escritora norteamericana con una librería londinense, se convirtiera en un auténtico best seller?
El citado Alberto Manguel, en su Diario de lecturas, nos vuelve a cautivar con sus íntimas confidencias sobre los libros que ha venerado a través de su vida. Por último, para no dilatar de manera excesiva este listado, mencionemos al periodista Jesús Marchamalo quien, en la misma línea de la confesión personal, en un volumen de sugestivo título, Tocar los libros, abunda sobre la misma temática.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 12
El dato parece alentador puesto que sugiere que el interés por el mundo de los libros y la lectura, un hábito desgraciadamente menguante entre la juventud y que tanto preocupa a las autoridades educativas de nuestro país, no está tan mortalmente herido como a menudo se denuncia. Los datos del gráfico inferior, relativos a nuestra comunidad autónoma, ilustran por sí mismos la precedente afirmación. Es cierto que un abultado porcentaje de jóvenes dice que nunca lee, pero no es nada desdeñable el sector de los que, ¿serán sinceros?, han convertido este rito en una praxis cotidiana.
No obstante, el moderado optimismo es más voluntarioso que objetivo puesto que las impresiones positivas se podrían derrumbar si pasáramos al estudio crítico del material que se lee, con qué grado de grado de comprensión se asimila lo leído, así como la transferencia de conocimientos que deparan esas lecturas.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 13
Con todas las precauciones pertinentes, parece, pese a todo, que existe un interés, no solo elitista sino también popular, por el mundo libresco. En este último caso cuando el escenario bibliográfico da pie a la construcción de ficciones narrativas atractivas. Una ojeada a la producción editorial española refleja la gran cantidad de novelas publicadas en las que los libros forman parte sustantiva y capital de la historia fabulada. Curioso dato que suscita muchas interrogantes ¿Por qué? Por lo demás, el hecho de que todas las vicisitudes que gravitan en torno a la pasión bibliófila, incluso las más prosaicas, sean objeto de culto para la propia producción literaria detecta una especie de interés desmesurado y obsesivo, una fijación casi fetichista en la que detectamos los alarmantes síntomas que advierten la mutación de la encomiable bibliofilia en peligrosa “bibliopatía”.
La advertencia no es baladí puesto que todos debemos recordar la insania que desarrolla don Alonso Quijano tras la lectura compulsiva de libros de caballerías. ¿Sería esa potencial amenaza similar a la que padecen hoy en día las generaciones del ciberespacio y los videojuegos? No son temas triviales puesto que han proliferado alarmantes noticias en los medios de comunicación donde los llamados “juegos de rol” produjeron estragos psíquicos entre sus ansiosos consumidores.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 14
Porque, no nos engañemos, quienes se adentran durante toda su vida por la senda de la lectura escogen un camino tan fascinante como… ¿me atreveré a decir peligroso? Baste recordar de nuevo el angustioso relato de Borges antes aludido para convenir que esta pasión, extremada en obsesión vesánica, no estará exenta de generar potenciales amenazas. ¿Podrían los libros, por ejemplo, enloquecer a una persona? El cura y el barbero, los amigos pirómanos de don Quijote, así lo pensaban y por ello condenaron al fuego sus amados libros de caballerías. El viejo mito del cuerdo que se hunde en la demencia por leer compulsivamente demasiados libros es casi un topos literario.
El doctor Fausto de Johann Wolfgang von Goethe, si no pierde la razón, estuvo a punto de perder su alma ante la blasfema rebeldía que despliega tras haber dedicado toda su vida a la lectura de unas obras que, a la postre, le han decepcionado y juzga tan vanas como inútiles. En la misma línea de pensamiento, más recientemente, el escritor Enric Vila Matas, en su compleja pero atrayente novela, Doctor Passavento, construye una historia en la que el protagonista experimenta una polarizada y angustiosa relación con los libros. Libros que le han cautivado, a los que se ha entregado durante toda su vida, en los que se encuentra atrapado desesperadamente, con una mezcla de amor y hastío y de los que, quizás por esas mismas razones, quisiera escapar para alcanzar una libertad que está más allá de cualquier vivencia literaria.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 15
Los libros, no cabe duda de ello, son tan polivalentes como la misma vida y la seductora atracción que ejercen sobre el que cae en su embrujo entraña una inquietante ambigüedad. Por ello han sido a través del devenir histórico tan amados como odiados, un sentimiento paradójico que a veces puede desarrollar la misma persona de forma simultánea, en insoluble contradicción. Vean si no la atormentada conducta de Pasavento. Los libros son y han sido a través del tiempo tan venerados como despreciados, se les ha considerado la fuente de toda sabiduría pero también el origen de todas las desgracias, individuales y colectivas. Ora Panacea, ora Caja de Pandora. Algunos piensan que incluso pueden envenenar a las civilizaciones y esto explica que mientras unos les han construido monumentales recintos para preservarlos de la incuria del tiempo, o para ser más certeros de la indolencia de los hombres; otros, al mismo tiempo, se han ensañado con ellos, anatemizándolos y destruyéndolos.
Quien desee adentrarse en el contexto histórico de una de esas desgraciadas etapas de “bibliiocidios” masivos puede encontrar en la novela de Brenda Rickman Vantrease, La comerciante de libros, una escenificación aceptable. Mucho más interesante es La mujer que leía demasiado de Bahiyyih Nakhjavai puesto que narra la dramática realidad de una persona que fue ejecutada por luchar contra la ignorancia y la discriminación de género reivindicando el derecho a la lectura. No obstante, una aproximación erudita y documentada a tan terrorífico asunto requiere la obligada consulta del imprescindible ensayo de Lucien Polastron: Libros en llamas: historia de las interminables destrucciones de las bibliotecas.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 16
Merecería la pena reflexionar con detenimiento sobre esta cuestión aunque, desgraciadamente, escapa a los límites de este discurso. Baste señalar a título de referencia ilustrativa que desde la construcción de la celebérrima Biblioteca de Alejandría hasta la destrucción masiva de obras literarias durante la denominada “revolución cultural” de la China maoísta, (si los acontecimientos no hubieran sido tan trágicos la expresión parecería un sarcasmo chistoso) la historia humana ha fluctuado entre ambos extremos: la bibliofilia y la bibliofobia. No debe extrañarnos que la creación literaria haya abordado el tema, a veces con un alto grado de profundidad filosófica. Pienso al respecto en un libro emblemático: Fahrenheit 451.
El escritor norteamericano Ray Bradbury nos describe una idiotizada civilización del futuro donde las autoridades, para garantizar la paz social y la felicidad individual, han prohibido la posesión de los libros. Quienes los ocultan clandestinamente son perseguidos a través de un singular cuerpo de bomberos cuya misión no es apagar fuegos sino encenderlos para quemar los odiados textos. Porque los libros son considerados como armas muy peligrosas que envenenan las mentes con unos tóxicos que repugnan y atemorizan a los que ejercen el poder: la libertad de pensamiento, la reflexión crítica y el cuestionamiento de cualquier autoridad, laica o religiosa. Miguel Delibes trató el mismo asunto en una magnífica novela aunque reemplazando la visión futurista de Bradbury por los trágicos acontecimientos históricos que se desarrollaron en la España del siglo XVI. El hereje, efectivamente, es un emocionado alegato contra la intolerancia ideológica y la represión inquisitorial, así como una reivindicación de la libertad. Libertad para pensar, libertad para escribir, libertad para leer y, claro está, también para coleccionar libros de todo tipo y condición como puntualizaría un escrupuloso bibliófilo. IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 17
Al disertar sobre la quema de libros no podemos olvidar, aunque desde un plano totalmente diferente a los tremendos acontecimientos antes aludidos, a un autor muy querido, Manuel Vázquez Montalbán. Este escritor retoma la piromanía bibliográfica a través de su célebre criatura, Pepe Carvalho, protagonista de numerosas novelas, entre las que yo destacaría, por preferencias personales, El premio, El quinteto de Buenos Aires y Los mares del Sur.
El cínico detective quema ritualmente libros en cada una de las novelas que conforman esta peculiar saga de literatura policial. No creo que se trate de una depuración totalitaria, mucho menos una demostración de fanatismo, ni siquiera de una estrategia terapéutica tal como se presume en la obra cervantina. La ceremonia íntima y solitaria en la que Pepe Carvalho prende fuego a un volumen de su biblioteca, a menudo una obra literaria, filosófica o de pensamiento político que ha venerado en el pasado, se asemeja a una despedida. Encarna, posiblemente, la manifestación testimonial que simboliza la profunda decepción intelectual que sufre quien, por haber vivido demasiado y visto tantas traiciones ideológicas, reniega de sus iconos vehiculares, es decir, los libros; esos libros que prometían, erróneamente, un mundo feliz. Triste y tierno al mismo tiempo. Pero abandonemos aquí este hilo discursivo que nos aleja del núcleo argumental del tema que nos ocupa y volvamos, pues, de forma disciplinada a nuestra reflexión sobre la pasión bibliófila.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 18
Como todas las pasiones, la lectura, el estudio y la obsesiva posesión de los libros son fenómenos que deben alertarnos puesto que entrañan riesgos innegables. La consecuencia más peligrosa e indeseada de ese comportamiento desequilibrado es, obviamente, su potencial transmutación en patología psicológica, en fijación maniática. ¿Podríamos hablar incluso de una especie de fetichismo bibliográfico? Algo de eso debe subyacer de manera latente en quienes padecen la envidiable bibliofilia y, financieramente hablando, pueden permitirse los caros remedios que exige semejante padecimiento. Pues, no nos engañemos, ésta es enfermedad de ricos. Baste citar un solo ejemplo.
Arturo Pérez Reverte, en El Club Dumas, nos brinda una entretenida lectura, preñada de misteriosas intrigas, que se articula, con la habilidad probada por este autor para elaborar tramas complejas, sobre la apropiación de un libro heterodoxo, herético y satánico, "Las Nueve Puertas del Reino de las Sombras", condenado en su día por la Inquisición veneciana. El conflicto estalla a raíz de los intereses encontrados que enfrenta, hasta las últimas y delictivas consecuencias del impulso criminal, a refinados y codiciosos bibliófilos que ansían su exclusiva y excluyente posesión.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 19
El bibliófilo, en su desbordado y compulsivo deseo por acaparar libros, particularmente los más valiosos, puede derivar fácilmente en las características bibliomanías del “bibliópata” contumaz. Una frágil línea separa la frontera aunque, reconozcámoslo, unos y otros, bibliófilos y bibliomaníacos, comparten una convicción profundamente sentida que merece la pena subrayar. El libro no solo es apreciado por el contenido que se despliega en su texto escrito, también lo es por el continente, es decir, por el objeto material que sirve de vehículo y soporte al discurso literario.
La pieza bibliográfica, compuesta en su estructura esencial por hojas de papel escritas, encuadernadas y protegidas por una cubierta donde se anota el título y autor de la obra, es para un bibliófilo tan importante como la obra en sí. A su estudio, catalogación, búsqueda, mercadeo y posesión puede dedicar una persona, persona de posibles claro está, toda una vida, una fortuna e incluso, como hemos constatado de forma reiterada en tantas novelas, llegar hasta el recurso criminal. La novela de aventuras que cultiva el misterio de manera similar al thriller cinematográfico explota todos los años con nuevos productos este rentable subgénero literario. El códice secreto de Lev Grossman puede servir de muestra.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 20
No seré yo quien justifique las acciones delictivas del bibliófilo para completar una colección, acaparar un volumen antiguo, descubrir una primera edición y hacerse con ella. Ross King, en la novela Ex libris, Ian Caldwell y Dustin Thomson, en El enigma del cuatro, nos ilustran sobre tales excesos recreando el clima de ansiedad que respira todo “bibliópata”. No obstante, hasta cierto punto, sí puedo comprender, con cierta complicidad exculpatoria por mi parte, las conductas desequilibradas que genera el apasionamiento obsesivo y enervante de la bibliofilia desbocada.
Suscribo esa comprensión no por ser un verdadero bibliófilo, eventualidad personal que escapa a mis muy modestas capacidades pecuniarias, sino porque observo con cierta preocupación que comienzo a desarrollar manías que apuntan de forma meridiana hacia un leve, al menos así lo espero y deseo, pero inequívoco fetichismo bibliográfico. Para resumirlo con muy breves palabras diré que, desde un tiempo a esta parte, me viene obsesionando en mis lecturas, y en las consecuentes adquisiciones para aquilatar mi biblioteca, aquellas obras en las que un libro es el protagonista de la trama narrativa, o bien desempeña un papel relevante, o bien, de alguna forma, se convierte en la pieza capital en torno a la que se desarrollan múltiples derivaciones, todas ellas significativas. He venido a caer en una especie de hechizo literario y apenas puedo sustraerme a la lectura y colección de esos volúmenes que denomino y catalogo como libros sobre libros.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 21
Si tenemos en cuenta la idea, compartida, del escritor Jorge Luis Borges quien defendía que toda creación literaria es, a la postre, una reedición y recreación de obras pretéritas, se infiere de ese postulado que cualquier libro implica y contiene, lógicamente, otros muchos libros. El corolario final de semejante premisa sería que cualquier libro es una especie de síntesis de otros muchos que lo precedieron y, por ello, en ese potencial catálogo entraría, prácticamente, la totalidad de la producción bibliográfica. Parte de esta idea es una evidencia incuestionable y, de hecho, la producción literaria está cargada de referencias y guiños culturales a esas otras obras sobre las que se han edificado o derivan, ya sean por admiradas, ya sean por el rechazo o la antipatía que suscitan en el escritor. La reescritura de una obra célebre pero desde un enfoque distinto al original siempre ha constituido una tentación para los escritores.
Pensemos en la osadía creativa del premiado Nóbel José Saramago quien, en El Evangelio según Jesucristo, se atrevió, nada más y nada menos, que a reconstruir desde una perspectiva crítica y muy polémica, aunque de extraordinaria carga ideológica y sensibilidad humanista, un texto tan sagrado, esto es como decir intocable, para los cristianos. A Saramago los sinsabores del reto le costaron el exilio de su país, a otro colega, Salman Rushdie, una operación parecida con la tradición coránica, me estoy refiriendo a la novela Los versos satánicos, la permanente amenaza de muerte del integrismo musulmán. Versionar con libertad crítica y estilo corrosivo los libros que otros consideran venerados es peligroso.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 22
Pensemos ahora en otro tipo de texto sacralizado, aunque en un plano diferente: la obra clásica. ¿Quién negaría la tentación recidiva de tomar y retomar una obra cumbre de la literatura universal para prolongar su hilo creativo? Miguel de Cervantes en El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, como es sabido, arranca y se nutre de todas las novelas de caballería destacables de su época y no desaprovecha ocasión para dedicarles encendidos elogios. Es indudable que los libros, por novedosos que parezcan, contienen o descansan en otros muchos libros que le precedieron y, en este sentido, la atracción y fascinación ejercida por las obras consagradas se transmutan al final en potente fuente de inspiración. Subrayemos la importancia que tienen estos textos totémicos para urdir la trama narrativa de otras novelas en las que, por razones obvias, se despliega un continuo homenaje a la obra paradigmática.
Por continuar con la temática cervantina baste recordar el premiado libro de Andrés Trapiello, Al morir don Quijote, donde este autor ha tenido la audacia de prolongar la vida de los personajes secundarios que aparecen en aquella. Allí descubriremos que la sobrina y el ama del hidalgo, el bachiller y el barbero son algo más que meras comparsas, tienen vida, sentimientos propios, así como un proyecto de futuro, como lo expresaríamos hoy en día, que solo se despliega y ejecuta ante nuestros ojos tras el eclipse del loco caballero.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 23
Otro gigante de la literatura universal, La Divina Comedia de Dante Alighieri, ha ejercido la misma seducción.
Es el caso de El Club Dante del norteamericano Matthew Pearl, una excitante novela, notable en cuanto texto de ficción literaria, pero también destacable por la minuciosa labor de investigación histórica sobre la que se documenta. En ella se describen las dificultades que sufrió en los Estados Unidos la primera traducción del célebre poema, pero también se narra una terrible serie de asesinatos que emulan las penas infernales imaginadas por el genio italiano en su obra. Algo parecido nos encontramos en la novela de nuestra escritora Matilde Asensi, El último Catón, puesto que las pruebas que han de superar los protagonistas reproducen los castigos aplicados a los condenados en cada uno de los nueve círculos infernales.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 24
En la misma línea creativa, construir una historia en torno a un libro famoso, la escritora Geraldine Brooks ha sabido conjugar con imaginación y solvencia narrativa dos planos, el de la realidad histórica y el de la ficción novelesca, en torno a un ejemplar emblemático de la cultura judía: la Haggadah de Sarajevo.
Los guardianes del libro, que es como se titula esta obra, tiene además el mérito adicional de introducir en la historia narrada una reflexión crítica sobre la violencia nacionalista y la necedad que los seres humanos exhiben en los conflictos de esa índole. La pugna radicalizada entre las civilizaciones, desgraciadamente, amén de las agresiones físicas y los apocalípticos genocidios, suele ir acompañada de la destrucción del patrimonio cultural de los otros, los considerados enemigos no por la comisión de un delito sino por la simple afrenta que supone para el ultra nacionalista todo lo que está fuera de su etnia tribal. Semejante odio cultural explica el desgraciado destino de la Biblioteca Nacional de Sarajevo, incendiada por los servios en la Guerra de Yugoslavia. Ese ha sido el triste desenlace de numerosas bibliotecas e ingentes volúmenes a través de la historia humana. Una historia jalonada por abscesos de estúpido “bibliocidio”. A través de las páginas del citado estudio de Polastron podemos asistir al penoso y dramático espectáculo de la quema de los libros que siempre han practicado todos los fundamentalismos.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 25
El tema que nos ocupa, esto es, el libro dentro del libro, se ha convertido en una especie de leitmotiv para una buena parte de la denominada literatura de acción, los best seller o los thriller literarios, si es que podemos usar esta denominación propia de la filmografía. En efecto, proliferan en el mercado semejante tipo de narraciones más o menos truculentas donde libros vetustos, con especial predilección hacia los textos herméticos y criptográficos, sirven para elaborar complejas, y a menudo retorcidas, historias de ficción. Dentro de esta especie de espurio subgénero literario, junto a las obras ya mencionadas, incorporemos ahora la de Lawrence Norfolk, El diccionario de Lempriere, una misteriosa y compleja narración que a mí, personalmente, me resultó tan amena como sorprendente.
Todos estos productos recurren al libro como el pretexto típico y tópico para construir un thriller más o menos apasionante puesto que se puede convertir en el protagonista de la obra o, más comúnmente, dar pie a una narración donde se mezclan la aventura, el suspense, la intriga y todo el repertorio de truculencias que suelen desplegarse en este subgénero literario. La producción en esta área, que debe mucho al entusiasmo popular que suscita la novela histórica y sus múltiples derivaciones, genera un listado de obras que crece de forma imparable cada año y en la que podemos encontrarnos de todo. Desde la novela bien elaborada, interesante y entretenida; los best seller que arrasan en el mercado editorial, las creaciones fallidas y hasta las piezas de pésima calidad literaria que, por decirlo con una expresión coloquial, resultan sencillamente “infumables”. He aquí, a título ilustrativo, una de las últimas piezas lanzadas al mercado: Glenn Cooper, La biblioteca de los muertos.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 26
Ahora bien, incluso esas obras tan heterogéneas en cuanto a su calidad y en las que se mezclan en atiborrada turba los personajes y tramas más estrafalarias, hasta esas novelas, lo confieso casi sin remordimientos, han sido adquiridas para engrosar mi biblioteca. El único motivo que justificó su compra fue, tal como señalaba al principio, cumplir con un requisito: la relevancia argumental que desempeña en estos libros los libros. Se comprenderá ahora en su verdadera e inquietante dimensión la afirmación que hacía con relación al “letraherido”, el bibliófilo, el lector compulsivo o como queramos denominarlo. Ciertamente, su conducta obsesiva puede degenerar en una sospechosa tendencia hacia la patología “bibliomaníaca”.
Recapacitemos sobre este fenómeno. Me basta hojear las últimas novedades en una librería o tener conocimiento de una obra en la que el libro y las bibliotecas forman parte sustantiva de su estructura narrativa para que, pese a razonables dudas, a la postre termine comprándola. Es así como han entrado en mi biblioteca, y lo afirmo con cierta decepción póstuma, piezas de dudosa reputación pero, puedo asegurarlo sin el menor ápice de exageración, que, francamente, sentiría perderlos. No podría renunciar a ellos porque el afán coleccionista se sobrepone y derrota al cuerdo criterio literario. Tales despropósitos son genuinos síntomas de palmaria bibliomanía.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 27
Sin embargo, seamos ecuánimes. No toda la producción literaria de este subgénero es censurable y digna de la hoguera purificadora que reivindicarían con fervor entusiasta los amigos pirómanos de don Quijote. Me bastará citar un solo ejemplo, célebre, de buen hacer en este campo temático: la excelente novela de Umberto Eco, El nombre de la rosa. Aquí se construye con indudable maestría el ambiente apropiado para reflexionar sobre esa ambivalente vivencia, tortuosa, contradictoria y demencial en su paroxismo más extremo, que sufren muchos obsesivos bibliófilos y que se perfila como un elemento cíclico del subgénero. La patética figura del hermano Jorge de Burgos resulta emblemática.
El escritor italiano ha manejado esa idea, junto a otras muchas, con la consumada pericia que lo caracteriza para elaborar un excelente libro, una auténtica novela negra donde se rinde un continuo homenaje a los clásicos héroes de la literatura policial y detectivesca, ambientada en la Edad Media. Como es habitual en Eco, la trama argumental, que otorga un siniestro protagonismo a otro libro, que todos buscan afanosamente y ansían leer, supuestamente escrito por el filósofo Aristóteles, se instrumenta hábilmente para desplegar sus eruditos conocimientos sobre el periodo histórico. De la misma manera que ocurriera con El club Dumas, también esta obra literaria alcanzó el éxito cinematográfico tras ser versionada por el director francés Jean-Jacques Annaud.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 28
Sería sin embargo profundamente injusto generalizar de forma abusiva esta sospechosa mácula que se viene arrastrando de manera insidiosa en la disertación sobre las novelas que hacen gravitar su estructura compositiva sobre las bibliotecas y los libros. O incluso sobre la propia lectura. Junto a productos de efímera notoriedad, pensados descaradamente para convertirse en el best seller de la temporada, reconozcámoslo, hay toda una excelente producción literaria, reconocida por la crítica, que, ya sea de forma directa o tangencial, comparte este rasgo que estamos analizando: el libro dentro del libro.
Existen, ciertamente, libros de libros o libros sobre libros, si queremos expresarlo así, que han conquistado el reconocimiento de los especialistas por su incuestionable valía. Algunos de ellos ya se han mencionado en el discurso de esta exposición, sin embargo el listado de tan egregio elenco es mucho más extenso y algunas creaciones literarias deberían ser explícitamente citadas. Así pues, ha llegado el momento en el que esta conferencia remonte el nivel desenfadado y trivial que viene arrastrando para elevarse al plano de las obras de probada calidad literaria. Debería oírse un redoble de tambor para extremar, a partir de ahora, nuestra atención.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 29
No obstante, y lo advertiré desde el principio, el siguiente repertorio bibliográfico es subjetivo y los agraciados han merecido tal distinción desde mi humildísima pero irreductible perspectiva personal. Todos reúnen, empero, una cualidad: son obras que he leído y que me han emocionado profundamente. Es obvio que en este listado íntimo ni están todos los que son y tampoco tienen que ser forzosamente todos los que están. Pero, para mí, son mis mejores libros de libros. Es de lamentar que no pueda comentarlos uno a uno con la extensión que desearía y se merecen aunque, desde luego, me atrevería a recomendar la lectura de todos ellos. Sin excepción.
ABDOLAH, Kader, El reflejo de las palabras, Barcelona, Ediciones Salamandra, 2006. BRADBURY, Ray, Fahrenheit 451, Barcelona, Ediciones de bolsillo, 2000. DOMÍNGUEZ, Carlos María, La casa de papel, Barcelona, Mondadori, 2007. HANFF, Helene, 84, Charing Cross Road, Barcelona, Anagrama, 2002. MANGUEL, Alberto, La biblioteca de noche, Madrid, Alianza, 2006. MILLÁS, Juan José, El orden alfabético, Madrid, Alfaguara, 1998. SCHLINK, Bernhard, El lector, Barcelona, Anagrama, 2006. SHAFFER, Mary Ann y BARROWS, Annie, La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey, Barcelona, RBA, 2009. ZUSAK, Markus, La ladrona de libros, Barcelona, Ediciones de bolsillo, 2010. ZWEIG, Stefan, Mendel el de los libros, Barcelona, Acantilado, 2009.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 30
Iniciemos el recorrido con la novela de Bernhard Schlink, El lector, puesto que, desde una perspectiva lógica, con antelación a las bibliotecas están los libros y, antes aún, la capacidad de las personas para poder leerlos. ¡Qué terrible desgracia para quienes disfrutan con la narración de historias verse privados de esa impagable facultad de la autonomía lectora! El drama personal del analfabetismo, que se sufre y arrastra de forma vergonzante, es el factor que desata una cadena de catástrofes en la vida de Hanna Schmitz y que, al final, culmina con su trágico suicidio. Paradójicamente, después de haber aprendido a leer en la cárcel.
Estas circunstancias son magistralmente manejadas por el autor para transmitirnos la profunda frustración de quien padece este déficit y tiene que recurrir a estrategias paliativas para disfrutar del universo literario que, en el caso de Hanna, consiste en obligar a su amante a leerle libros tras cada cita amorosa. Por lo demás, el autor de El lector, instrumenta esta triste historia para aproximarse al siempre desgarrador trauma colectivo de la sociedad alemana por su relación claudicante con el nazismo y sus atroces crímenes. Si interesante es el libro, la versión cinematográfica de Stephen Daldry es acreedora asimismo de positiva valoración.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 31
El analfabetismo, la composición de un libro singular, puesto que lo escribe un humilde tejedor de alfombras iraní, sordomudo e iletrado, usando los signos de una antigua escritura cuneiforme que nadie entiende, así como la póstuma recepción de ese ejemplar por el hijo exiliado, son los elementos usados por Kader Abdolah, en El reflejo de las palabras, para narrar, entreveradas con confidencias autobiográficas, una conmovedora historia.
Las vicisitudes y evolución del amplio clan familiar así como las entrañables relaciones que se establecen entre sus miembros, todas ellas cargadas de ternura, articulan una magna historia colectiva que permite a Kader Abdolah presentarnos, como en una proyección cinematográfica, el desgarrador trasfondo del Irán contemporáneo. El anónimo heroísmo que ejercen con naturalidad las personas humildes en su lucha cotidiana por la supervivencia y la superación, contrasta con la cruel dureza de los conflictos ideológicos y los radicalismos extremos que, sin solución de continuidad, definen la infeliz trayectoria de una sociedad, la iraní, en el convulso siglo XX. Una sociedad, recordémoslo, asfixiada primero por el régimen dictatorial del sha y, después, ¿quién lo pudo vaticinar a tiempo? por la intolerancia del integrismo teocrático que impuso el clero chiíta. Una vez más asistimos al amargo espectáculo de las antiguas víctimas convertidas en los nuevos amos y verdugos.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 32
Sigue siendo el tardío aprendizaje de la lectoescritura y las arriesgadas maniobras de la joven Liesel, la protagonista, para poder acceder a los libros que sus humildes padres de acogida no pueden proporcionarle, el elemento desencadenante que utiliza Markus Zusak en La ladrona de libros para crear una de las historias más conmovedoras que he leído últimamente. Hay libros amenos que te divierten, menos llegan a emocionarte y solo unos pocos los que te conmueven.
La ladrona de libros tiene el restringido mérito de haberme provocado ese sentimiento durante una lectura tan hipnótica como cautivadora. La amistad, el afecto, la compasión, la solidaridad y la rebeldía contra la injusticia y la barbarie genocida son cualidades que germinan y crecen entre unos personajes entrañables que, a contracorriente, desarrollan una ética heroica en el infierno de la Segunda Guerra Mundial. Hasta la figura de la Muerte, que tiene un sorprendente protagonismo en esta sublime obra, inspira una delicada simpatía al intervenir en la narración con una ternura casi humana. Por cierto, no podemos olvidar la figura de Max, el joven judío que esconde la familia en el sótano de la casa, y su particular terapia ocupacional para resistir a la forzosa reclusión. Sobre un ejemplar del Mein Kampf, el abyecto engendro ideológico de Hitler, cargado de veneno antisemita, el refugiado escribe, sobre sus páginas recicladas, un diario conmovedor.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 33
Quienes saben leer poseen un recurso de excepcional valor porque la lectura puede llegar a deparar sensaciones inimaginables de amplísimo espectro. El poder taumatúrgico de la palabra impresa fascina, enfervoriza y consuela al lector vocacional pudiendo incluso transformarse en un instrumento terapéutico, en un mecanismo de supervivencia para tiempos difíciles. Lo hemos comprobado en la novela precedente y volvemos a constatarlo en esta que nos ocupa ahora.
En efecto, todo eso, y mucho más, se destila en la divertida novela de Mary Ann Shaffer y Annie Barrows, La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey. Las tertulias, alrededor de una parca merienda, sirven a este excéntrico y simpático círculo de amigos para superar las penalidades de la II Guerra Mundial en minúscula isla británica. Estos ágapes sirven de pretexto para hablar hasta la saciedad sobre literatura y libros, una circunstancia que, obviamente, constituye una delicia para los bibliófilos.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 34
La lectura masiva de todos los libros que caen en nuestras manos nos permite, sin excepciones ni discriminaciones, convertirnos en los constructores autodidactas de nuestra propia personalidad y formación cultural. Nunca se ponderará de manera suficiente la aportación revolucionaria que ha supuesto en ese cometido Internet. Un ejemplo simpático y entrañable, pero previo a la difusión de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, lo encontraremos en el precioso librito epistolar de Helene Hanff, 84, Charing Cross Road.
Extraña que el intercambio de cartas entre la autora y el empleado de una modesta librería londinense que comercializa libros de segunda mano, primero redactadas en la aséptica prosa del estilo comercial, después, evolucionando hacia una escritura chispeante e irónica en la que pronto se va edificando una amistosa intimidad, se haya convertido en un auténtico best seller. ¿Podríamos referir ese dato como veraz indicador de la creciente pasión bibliófila? Lo ignoro y también la propia autora que siempre confesó su perplejidad ante el éxito de una obra que se limitaba a recopilar la correspondencia entre dos personas sobre la compra y venta de libros. 84, Charing Cross Road se transformó también en una espléndida película, titulada en castellano La carta final, protagonizada por Anthony Hopkins, Anne Bancroft y dirigida por David Hugh Jones.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 35
No obstante, como un Jano bifronte, paradójico, antagónico y polarizado, la lectura y la consecuente pasión por los libros, tanto como piezas singulares o acuarteladas en las bibliotecas, también pueden provocar desequilibrios psicológicos de hondo calado.
El dulce bálsamo siempre entraña el potencial riesgo de mutar en ponzoña venenosa y tóxico alucinógeno. Así ocurre en la extraña y desconcertante narración que Juan José Millás nos expone en un angustioso y delirante relato, El orden alfabético, donde los libros y las palabras empiezan a desaparecer hasta el extremo de provocar una auténtica involución en la especie humana.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 36
Sin llegar a tales situaciones de fantasía hiperbólica, también la desmesura, la obsesión literaria y la pasión bibliófila son elementos nucleares del breve pero apasionante texto elaborado por el escritor Carlos María Domínguez en La casa de papel.
Esta corta novela, que comienza con la muerte de una profesora universitaria enfrascada en una tesis doctoral sobre literatura y la llegada de un colega que la sustituirá, atrapa al lector a medida que comparte con éste la investigación en la que se adentra para descifrar la velada relación de su antecesora con un enigmático desconocido. Los personajes, sus actividades, unas académicas, otras típicas del genuino bibliófilo, así como la búsqueda de explicaciones que iluminen la vida de la fallecida, todo ello lo usa este escritor para disertar sobre los libros, la literatura y las bibliotecas. Un libro delicioso.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 37
El bibliófilo que deviene en “biblópata”, ¿acaso habrá que reiterar la frágil frontera que separa ambas esferas? alcanza un exquisito tratamiento literario en la novela de Stefan Zweig, Mendel el de los libros. Un personaje que vive de ellos, puesto que ejerce la profesión de librero en Viena, pero asimismo vive para ellos y, lo más perturbador, solo concibe el mundo a través del enfoque irreal e imaginario que se desprende de ellos. Ver el mundo a través del filtro imaginario de los libros deforma la percepción existencial de Mendel.
El conflicto fraticida de 1914 destruirá de forma inmisericorde esa frágil construcción conceptual en la que el protagonista de esta novela ha flotado toda su vida, de la misma manera que destrozó, con vesánica brutalidad, las ilusiones de una civilización, la europea, que hasta la Primera Guerra Mundial se consideraba suprema e inmune a la barbarie.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 38
Pese a estas advertencias sobre las limitaciones que entraña el universo literario, pues los libros –reconozcámoslo para no incurrir en la perplejidad y desconcierto de Mendel- no son la vida; no es menos cierto que para muchas personas siempre supondrán una genuina forma de relacionarse y entender el mundo. Para los “letraheridos” más extremistas, quizás sea el único procedimiento que propicie una reconciliación con la realidad existencial que nos rodea, nos abruma y siempre termina por derrotarnos. Este es el mensaje explícito en las obras del admirable Alberto Manguel.
A la ya mencionada, La biblioteca de noche, habría que añadir por imperativos tan capciosos como insoslayables una pieza singular que no podía quedar excluida en este repertorio para bibliófilos empedernidos. Me refiero a Una historia de la lectura que, a pesar de no ser una novela sino un erudito ensayo, está escrito con uno de los estilos más exquisitos y suscitará sin duda, tanto por el contenido como por la excelente prosa que despliega este escritor, las delicias de toda la comunidad que vive con pasión la literatura, los libros y las bibliotecas.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 39
¿Qué conclusiones podrían aflorar tras este recorrido subjetivo, ora sentimental ora reflexivo, sobre la pasión bibliófila? No se me ocurre otra más adecuada que un obvio elogio de la lectura y de sus instrumentos vehiculares: los libros y las bibliotecas. Por esa razón quiero rememorar el final de Fahrenheit 451, la novela de Ray Brandbury, y me emociono profundamente al recordar aquella sociedad de proscritos que han tenido que exiliarse por su amor a los libros. En la marginalidad del estúpido sistema de iletrados desideologizados comienza la humilde reconstrucción del patrimonio literario perdido y, para ello, cada fugitivo asume la tarea de memorizar un libro quemado. Surge de esa manera la conmovedora república de los “hombres y mujeres-libro”.
Menciono este conmovedor pasaje porque en lengua castellana, no así en el inglés, la palabra libro tiene una íntima homofonía con el término libre. Esta fácil paranomasia me conduce a formular una pregunta: para alcanzar la libertad, en el más amplio sentido del concepto ¿será imprescindible leer libros? Para mí la respuesta es tan capciosa que ni siquiera requiere argumentación. El postulado de la interrogativa es meramente retórico y se transmuta en axioma categórico. Casi me atrevería a sugerir un último y personal corolario: no solo necesitamos leer libros para ser libres, sino que la lectura es una exigencia insoslayable para ser humanos en plenitud.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 40
Ha llegado el momento finiquitar este particular viaje emocional alrededor del mundo de la bibliografía, la bibliofilia y, no nos olvidemos de ella, también de las manías “bibliopáticas”. Evidentemente, como no podía ser de otra forma, se impone despedirnos con referencias a los propios libros y me serviré para ello de la escritora belga Margaritte Yourcenar, quien, en un exquisito relato de inspiración oriental, Cómo se salvó Wang-Fo, nos narra con sublime sensibilidad poética la desaparición de varios personajes en el interior de un cuadro. Permutando la obra pictórica por otra creación artística, pero literaria, desearía clausurar esta conferencia con un ejercicio de imaginación: si tal evento fuera posible ¿qué libro elegiría para diluirme? No es una decisión fácil porque son muchos, muchísimos, los volúmenes que uno ha disfrutado y amado a través de una vida en la que he ejercido como lector. Así pues, se postulan demasiados candidatos para propiciar tan insólito y peregrino tránsito.
Si esa elección hubiese tenido lugar en mi adolescencia es muy probable que me hubiera gustado sumergirme para siempre con el capitán Nemo en las Veinte mil millas de viaje submarino de Julio Verne. Hoy en día no mantendría semejante decisión. Hace pocos años quizás hubiera optado por Walden. Mi vida en los bosques, de Henry David Thoreau. Sin embargo ya no estaría tan seguro de encontrar en la Naturaleza la idealizada Shangri-la que, en el fondo, todos o casi todos ansiamos, soñamos y buscamos.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 41
Bajo el apacible y hermoso paisaje de un frondoso bosque se desarrolla una atroz y universal contienda en la que participan todas las criaturas, sometidas a la tiránica ley de devorar a los demás y no ser devorado por los otros. Existe en ese imperativo categórico que rige la vida una dimensión terrible, casi una siniestra perversidad que, ahora lo comprendo, hacía blasfemar de forma furibunda a los seguidores de la Gnosis, para escándalo de los ortodoxos, contra el universo en su totalidad y su aciago demiurgo. No obstante, ese repudio bien pudiera ser el resultado de mi ignorancia y la incapacidad personal para comprender que la realidad asume y concilia todas sus aparentes contradicciones, por paradójicas que parezcan. Esa observación bien pudiera moverme a optar por otro libro, antaño esencial en mi formación sentimental, el Tao Te Ching de Laozi. Mas no nos engañemos, ese fascinante y breve texto de sabiduría oriental supera con creces mis posibilidades reales de entendimiento, de comprensión.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 42
Necesitaría una obra más sencilla y diáfana que, a pesar de todas las decepciones que uno acumula en su recorrido vital, concluyera con una promesa de sereno reposo, un espacio para el retiro, un locus amoenus con el que todo homo viator quisiera finalizar su periplo existencial. Quizás, ¿quién sabe?, lo que realmente ansiamos es un atisbo de póstuma esperanza pues, a la postre, siempre topamos con la vieja embaucadora escondida en el fondo de la Caja de Pandora, la gran manipuladora capaz de seducirnos hasta el final con sus promesas, siempre incumplidas, siempre aplazadas. En consecuencia, desecharé definitivamente las grandes obras del pensamiento universal, a las que tanto he venerado pero de las que me siento, no sin estupor, cada vez más distanciado. Me decantaré, no sin sorprenderme a mí mismo, por un librito tan simple pero tan enternecedor que hace gala de esa ingenua cualidad en su propio título. Sí, creo que me gustaría cerrar mi ciclo vital como el protagonista de esa perfecta historia circular magistralmente descrita por Hans Jakob Christoffel Grimmelshausen, en El aventurero Simplicius Simplicisimus, y, al igual que este precursor del Cándido volteriano, retornar a los orígenes, a la patria prístina, abandonada pero añorada, donde perdimos la inocencia.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
PÁGINA 43
Aunque, bien pensado, también podría sumergirme en El mar, el mar de mi idolatrada Iris Murdoch que, en otro contexto más moderno, retoma la misma idea. Fíjense, siempre estamos reescribiendo, per saecula saeculorum, el mismo libro. Quizás, el único libro que los reúne y resume, como un supremo epítome, a todos ellos.
No es extraña semejante recurrencia porque, tal como se indicó y vuelvo a recordarlo, ya nos advertía el lúcido Borges que todo el pensamiento humano, desde sus más remotos orígenes hasta la más rabiosa actualidad, es siempre una nueva versión, actualizada en sus ilimitadas posibilidades pero recidiva, en torno a las sempiternas angustias que la humanidad experimenta en su agónica relación con la vida y con la muerte, las alegrías y las penas, las ilusiones y las decepciones. Gracias por vuestra atención y, por favor, lean de forma frenética y compulsiva; no duden en practicar en este terreno la más radical de las desmesuras y no ignoren ni desprecien las maravillas que siempre les brindará la Biblioteca de Babel.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
PÁGINA 44
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
LISTA DE LIBROS CITADOS ABDOLAH, Kader, El reflejo de las palabras, Barcelona, Ediciones Salamndra, 2006. ALIGHIERI, Dante, Divina comedia, Madrid, Cátedra, 2007. ASENSI, Matilde, El último Catón, Barcelona, Ediciones de bolsillo, 2004. BAHIYYIH NAKHJAVANI, La mujer que leía demasiado, Madrid, Alianza Editorial, 2010. BORGES, Jorge Luis, La Biblioteca de Babel, en “Ficciones”, Obras completas, Barcelona, Emecé Editores, 1989. BRADBURY, Ray, Fahrenheit 451, Barcelona, Ediciones de bolsillo, 2000. BROOKS, Geraldine, Los guardianes del libro, Barcelona, RBA Editores, 2010. BUZBEE, Lewis, Una vida entre libros, Valencia, Editorial Tempos, 2008. CALDWELL, Ian y THOMASON, Dustin, El enigma del cuatro, Barcelona, Roca Editorial, 2004. CERVANTES, Miguel de, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, Madrid, Austral, 2010. COOPER, Glenn, La biblioteca de los muertos, Barcelona, Grijalbo, 2010. DELIBES, Miguel, El hereje, Barcelona, Destino, 2010. DOMÍNGUEZ, Carlos María, La casa de papel, Barcelona, Mondadori, 2007. ECO, Umberto, El nombre de la rosa, Barcelona, Editorial Lumen, 1992. ENDE, Michael, La historia interminable, México, Alfaguara, 1982. GOETHE, Johann Wolfgang von, Fausto, Madrid, Alinaza Editorial, 2006. GRAVES, Robert, La diosa blanca, Madrid, Alianza Editorial, 1996. GRIMELSHAUSEN, Hans Jakob Christoffel, El aventurero Simplicisimus, Madrid, Cátedra, 1986.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
PÁGINA 45
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
GROSSMAN, Lev, El códice secreto, Barcelona, Ediciones B, S.A., 2004. HANFF, HELENE, 84, Charing Cross Road, Barcelona, Anagrama, 2002 KING, Ross, Ex libris, Barcelona, Editorial Seix Barral, 2004. LAOZI, Tao Te Ching, Móstoles, Gaia, 2000. LOVECRAFT, HOWARD PHILLIPS, Narrativa completa, 2 vol., Madrid, Valdemar, 2005-2007. MANGUEL, Alberto, 1. La biblioteca de noche, Madrid, Alianza, 2006. 2. Diario de lecturas, Madrid, Alianza, 2004. 3. Una historia de la lectura, Madrid, Alianza , 1998. MARCHAMALO, Jesús, Tocar los libros, Madrid, Fórcola, 2010. MILLÁS, Juan José, El orden alfabético, Madrid, Alfaguara, 1998. MOERS, Walter, La ciudad de los libros soñadores, Un fantástico viaje al mágico reino de la literatura, Madrid, Ediciones Maeva, 2006. MURDOCH, Iris, El mar, el mar, Barcelona, Versal, 1985. NAKHJAVANI, Bahiyyih, La mujer que leía demasiado, Madrid, Alianza Editorial, 2010. NERUDA, Pablo, Confieso que he vivido, Barcelona, Seix-Barral, 2010. NORFOLK, Lawrence, El diccionario de Lempriere, Barcelona, Anagrama, 1998 PEARL, Matthew, El club Dante, Barcelona, Seix Barral, 2004. PÉREZ-REVERTE, Arturo, El club Dumas, Madrid, Alfaguara, 1995. POLASTRON, LUCIEN X., Libros en llamas. Historia de la interminable destrucción de las bibliotecas, México, FCE, 2008. RUIZ ZAFÓN, CARLOS, La Sombra del Viento, Barcelona, Planeta, 2002. RUSHDIE, Salman, Los versos satánicos, Barcelona, Debolsillo, 2003. SARAMAGO, José, El evangelio según Jesuscristo, Madrid, Alfaguara, 1998.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar
PÁGINA 46
Libros sobre libros. Conferencia del profesor Francisco Javier Quintana Toret
SHAFFER, Mary Ann y BARROWS, Annie, La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey, Barcelona, RBA, 2009. SCHLINK, Bernhard, El lector, Barcelona, Anagrama, 2006. THOREAU, Henry David, Cátedra, 2005.
Walden. Mi vida en los bosques, Madrid,
TRAPIELLO, Andrés, Al morir don Quijote, Barcelona, Ediciones Destino, 2004. VANTREASE, BRENDA RICKMAN, La comerciante de libros, Madrid, Maeva, 2008 VÁZQUEZ MONTALBÁN, Manuel: 1. El Quinteteo de Buenos Aires, Barcelona, Planeta, 2005 2. Los mares del sur, Barcelona, Planeta, 2006. 3. El premio, Barcelona, Planeta, 2008. VERNE, Julio, Obras completas, Barcelona, Plaza & Janés,, 7 vols., 19862001. VILA-MATAS, Enric, Doctor Pasavento, Madrid, Anagrama, 2005. THOREAU, HENRY DAVID, Walden. Mi vida en los bosque, Madrid, Cátedra, 2005. YOURCENAR, Marguerite, Cuentos orientales, Madrid, Alfaguara, 1982. ZUSAK, Markus, La ladrona de libros, Barcelona, Ediciones de bolsillo, 2010. ZWEIG, Stefan, Mendel el de los libros, Barcelona, Acantilado, 2009.
IES Miraya del Mar de Torre del Mar