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Historia universal del arte y la cultura Ernesto Ballesteros Arranz
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Arte en la segunda mitad del siglo XX
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HIARES 4ª Edición ISBN: 978-84-16015-30-6 Paseo de Guadalajara, 74 28700 San Sebastián de los Reyes (Madrid)
Arte en la segunda mitad del siglo XX
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ras la segunda guerra mundial, Estados Unidos se convierte en indiscutible potencia hegemónica mundial. El hecho de que gran parte de los intelectuales, científicos y artistas más importantes de Europa se hubieran refugiado allí durante la guerra, e incluso antes, y decidieran tras la paz instalarse definitivamente en ese pais contribuyó notablemente a que la
hegemonía norteamericana fuese no sólo política sino tambien cultural. Por otra parte la circunstancia de que los regímenes totalitarios no mirasen con buenos ojos el arte de vanguardia, llegando incluso a considerarlo, en el caso de los nazis, como un arte «degenerado», promovió que este arte se convirtiera en portavoz de la ideología democrática de cuyo triunfo era máximo representante Estados Unidos.
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PINTURA EXPRESIONISMO ABSTRACTO Este término fue aplicado al estilo pictórico de los artistas que crearon en los años 40 la escuela de Nueva York, escuela que llegó a su madurez en la década siguiente y que surgió como reacción a la ansiedad causada por el comienzo de la era nuclear y la guerra fría. A él pertenecen artistas de muy diversas nacionalidades que convergen en Nueva York en la década de los 40. Algunos de los más importantes representantes de esta escuela son: M. Rotchko, W. de Kooninng, J. Pollock, B. Newman, A. Gorky, A. Reinhardt, C. Still y R. Motherwell. Influenciados por la filosofía existencialista, los expresionistas abstractos desarrollaron
un nuevo acercamiento al arte partiendo del automatismo surrealista y el gusto por las grandes superficies inspirado en los muralistas mejicanos. Entre los principales expresionistas abstractos se encuentra Jackson Pollock (1), cuya obra fue denominada por (Página 4) Rosemberg «action painting», para destacar el aspecto corporal que conllevaba la manera automática de poner el color en el lienzo y la grandiosidad de los formatos. Pollock realizó entre 1947 y 1951 una serie de cuadros en los que dejaba gotear el pincel empapado en pintura sobre el lienzo, enfatizando así el acto emocional en el que se construye la obra, y
siendo el precursor de los «happenings» y acciones de Rausemberg, Dine y Cage. William De Kooning (2) fue otro impor- (Página 5) tante miembro del grupo. Conserva en su obra un estrecho contacto con las imágenes, sean éstas reconocibles o no, y comparte con Pollock la violenta descarga de energía durante el proceso pictórico. Frente a esta dirección genuinamente expresionista hubo otra antitética encarnada por Still, Rotchko, Reinhardt y Newman. Su característica común era la de extender grandes capas de colores monócromos conservando
1. Echo (Número 25) J. Pollock.
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2. Sin título. W. de Kooning.
en algunas ocasiones una técnica pictórica muy empastada como único rasgo expresionista. Marc Rothko (3), una vez superada una primera etapa de (Página 6) su obra, más agresiva, se convirtió en uno de los pintores más introspectivos de su generación, llegando a conmover a muchos con el misticismo de sus grandes franjas de color.
Debemos destacar que durante el siglo XX, por primera vez en la historia, comienza a reconocerse a la mujer en el terreno artístico. Dos ejemplos importantes de esta época fueron Lee Krasner, esposa de Pollock, y que inevitablemente fue eclipsada por él, y Hellen Frankenthaler, una de las pioneras del lienzo manchado que se inspira en el ejemplo de Rotchko.
INFORMALISMO EN EUROPA Contemporáneo del expresionismo abstracto, surge en Paris este movimiento que revitaliza la abstracción gestual. Contrariamente a sus contemporáneos americanos, prefieren los
formatos de menor dimensión, dando gran importancia a la materia y realizando obras de carácter más intimista y poético frente al vigoroso dramatismo de la pintura de acción.
Entre los más destacados informalistas debemos mencionar a Wols, heredero directo del surrealismo y a J. Fautier, que introduce texturas en sus cuadros.
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3. Rojo,marrón y negro. M. Rothko.
A partir de los años 50, la producción artística europea se centra en dos importantes focos, uno en el área mediterránea, con Dubouffet, Burry, Tapies, Miralles, Canogar y Saura entre otros, y un segundo más extendido en el norte de Europa, con la fundación en 1948 del grupo Cobra, al que pertenecían Asger, Jorn y Karel Appel, entre otros. Dubouffet (4) se convirtió en representante de lo que él mismo (Pág. 7) llamaría «art brut», que constituye una emulación del arte desinhibido, espontáneo e instintivo de los niños y de los locos. En cuanto al grupo Cobra centró sus esfuerzos en una experimentación
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colectiva que aplicaba la pérdida del aura del autor y la mezcla indiscriminada de personalidades dispares en una concepción lúdica del trabajo. La escuela de Londres, formada por Francis Bacon, Lucien Freud, y F. Auerbach, constituye un caso original y notable de evolución aislada con respecto a las vanguardias en el campo de la pintura figurativa. Como reacción antiexpresionista surgen en los años 50 y 60 dos estrategias dominantes: una formada por el neodadaismo y el «pop-art» y otra formada por la abstracción postpictórica, el conceptualismo y el minimalismo.
ABSTRACCIÓN POSTPICTÓRICA En esta tendencia se agrupa la herencia de maestros como Newman, Reinhardt o Rotchko, con artistas que comenzaron a ser conocidos en los años 60, como F. Stella, K. Noland (5), y M. Louis, que (Página 7) sustituyen la carga emotiva de los anteriores por un pragmatismo formal que trata el color desde el campo de la percepción puramente visual, concentrándose en
la reducción de elementos expresivos y de connotaciones sociales e históricas y suprimiendo el lirismo de la obra para hacerla recuperar su condición originaria de superficie plana y coloreada. Para ellos es necesaria la eliminación radical del objeto, la textura y la composición, reduciendo los motivos a puros elementos geométricos completamente fusionados con el fondo.
En Europa, la abstracción geométrica, aunque no tan dogmática, llega a otorgar a las estructuras abstractas un gran efectismo visual. Artistas como Vassarely y Rafael Soto centraron su trabajo en el estudio de las relaciones entre color y espacio, a fin de provocar vibraciones retinianas haciendo que el cuadro constituyera una experiencia física en el espectador, creando así el arte óptico y el arte cinético.
4. Señor Plume con arrugas en sus pantalones. J. Dubouffet.
5. Girasol. K. Noland.
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