LA DOCUMENTACION FALSA Era un día caluroso y teníamos que jugar una complicada semifinal de futbol, para la cual habíamos entrenado muy duro; estábamos, mi amigo el Cholo , el Doer y yo, más conocido como Blender. Habíamos madrugado, como en el caso de los partidos anteriores para estar practicando algunas jugadas. Íbamos pateando el balón con rumbo al estadio, cuando de repente, nos comenzó a seguir un perro, que por desgracia lo alcanzo a morder a Doer; él con mucho susto y dolor nos dijo - Amigos, ¿me pueden acompañar a casa? nosotros frustrados porque Doer ya no podía ir a jugar, lo acompañamos hasta que llegue a su casa. Una vez que llegamos, su mama muy enojada e histérica nos mando a palazos de su casa; nosotros espantandos, con el corazón agitado y con el tiempo muy corto, corríamos más y más duro hacia el estadio, y logramos llegar a tiempo. Apurados entramos al camerino para vestirnos, el entrenador muy enojado y a la vez preocupado por el retraso nos pregunto, ¿y Doer? ¿Dónde está? entristecidamente le contamos lo que había pasado; rápidamente nos dijo, entonces tenemos que cambiar la alineación propuesta para hoy (el personal técnico y el DT lo hicieron apresuradamente). Ya teníamos que salir a la cancha, salimos muy deprisa pero aun no conocimos la alineación con la que íbamos a jugar antes de que empiece el partido; el DT nos gritó ¡eh chicos jugaremos con un 4-2-4! Todos ya conocíamos los puestos que íbamos a ocupar para esa alineación. El árbitro como de costumbre, ajusto su cronómetro y dio el aviso para que inicie el partido. Cholo me paso el balón, yo se lo pase a otro compañero y así lo íbamos rotando de un lado a otro con pases precisos; tal y como lo hacíamos en los entrenamientos. Pero, un compañero con muchos nervios, dio un pase incorrecto; el cual fue aprovechado por el otro equipo por la banda izquierda de la cancha. El DT enfurecido por la falla de Gato, grito muy enojado, ¡recuperen el balón carajo! Yo, y la mayoría de mis compañeros nos poníamos un poco más nerviosos de lo que ya estábamos; pero con todas las ganas que teníamos de ganar, corríamos incansablemente tras el balón, como el jugador del otro equipo que también era muy ágil y veloz. Dándome cuenta que ya estaba entrando al área me barrí sobre él, pensando en que si lo hacia dentro del área y era falta, iba a ser penal y entonces mejor lo hice antes; pero con suerte lo hice bien y no fue falta, así logre sacarle el balón de los pies. Rápidamente me levanté a perseguir el balón y sin pensarlo dos veces le di un pase largo y preciso a Gato. Él corrió lo más veloz que pudo y dejo unas marcas atrás; y ya a punto de entrar al área le dio un pase a Ceviche. Toda la gente emocionada, gritaba pensando que se venía el primer gol del partido; pero el línea rápidamente levanto la banderola, señalando que Ceviche estaba fuera de juego. Fue muy enojado a echarle reclamos groseros; el árbitro molesto le saca la primera tarjeta amarilla del partido. El entrenador descontrolado también grita a sus jugadores que jueguen en línea, dependiendo de cada jugador del otro equipo; y todos hicieron caso. En varias ocasiones ya no se encontraban fuera de juego; pero aun no llegaba ningún gol. Ya faltando unos minutos para que se acabe los primero cuarenta y cinco minutos, empezamos a jugar más en campo contrario y dejando en fuera de juego algunos jugadores; mientras unos de mis compañeros recuperaban el balón. Ceviche y gato armaban el contragolpe; cuando sin más tiempo el árbitro señalo el fin de la primera mitad y con un empate sin goles nos fuimos al descanso. Todos los jugadores de mi equipo algunos conocidos y otros nos hablamos y planeábamos que nos debemos entender más y tocarnos más el balón. Y entre todas las pláticas, reclamos y murmuraciones; escuche hablar a Ceviche, un jugador que nunca en mi vida lo había visto. Los escuche armar una jugada, que incluso hasta la practicaron dentro de los camerino un par de
veces; pero yo me preguntaba ¿Quién rayos era él? por su apariencia creo que es mayor a nosotros; bueno, en fin yo solo sacaba mis propias conclusiones. Con dudas me acerque al entrenador y le dije: - profe ¿Quién es él? El DT con voz baja y con la mano cubriéndose la boca me dijo: -Él es Pato, y es mayor a ustedes, pero tiene una documentación falsa para poder participar, ¡Hey, pero no se lo digas a nadie! Bueno llegó el momento de salir nuevamente a la cancha, le tocaba mover el balón al equipo contrario; todos motivados por los entrenadores y la hincada que nunca se hacía esperar. Salimos a la cancha e hicimos un ruedo y gritamos el nombre de nuestro equipo. Una vez que el árbitro señaló el comienzo del partido, todos cogíamos marcas, uno a uno, y así estábamos iguales que el otro equipo; si ellos atacaban, nos dejaban su defensa mal parada y se nos hacía más fácil armar la contra mas rápido, y así nos pasábamos el partido. Pero ni ellos ni nosotros lográbamos concretar las jugadas; aunque también hay que darles méritos a los arqueros que estuvieron fenomenales el día de hoy. Ya estábamos casi por terminar el partido y escuche a Ceviche y a Pato decir en vos baja y con la mano siempre cubriéndose la boca “hay que armar la jugada final”. Ceviche contesto,- nos tiene que salir perfecto. Cuando por suerte en el centro de la cancha llegué a receptar un balón y se lo iba a pasar la de mi izquierda, como de costumbre; pero recordé la jugada de mis compañeros, y de reojo lo vi a Ceviche. Ya casi faltaban unos cinco minutos, y de prisa se lo cambie a Ceviche, y éste de primera le puso un pase filtrado a Pato. Él empleó toda su velocidad pasible y partió en línea; lo que significaba que no estaba adelantado. Una vez que entro al área y solo le perseguía una marca, que haya estado a medio metro de él; el arquero tenía que salir a cortar la jugada, dándole la oportunidad de hacerle un sombrerito y le resulto perfecto, haciéndole un golazo al portero. Y todos alegres corrimos a felicitar a Pato; el DT lleno de alegría también hizo lo mismo y nos daba palabras de motivación. Ya el árbitro pitaba para que retomemos nuestros puestos, íbamos muy despacio para que se pase el tiempo; pues teníamos miedo que nos pase como a la selección ecuatoriana de fútbol, el árbitro dio la señal para que el partido se juegue lo más pronto posible. El otro equipo tocó y tocó pero algunos también estaban molestos por la falta del defensa, botaban el balón sin importarles ya el partido, y se nos hacía a nosotros más fácil controlar el balón y tocar hasta que se pase el tiempo. El árbitro al fin señaló el final del partido, todos alegres, ya que éramos finalistas; corrimos a celebrar con todos los del equipo, mientras que los contrarios decepcionados, discutían, lloraban por la derrota. En cambio nosotros muy alegres celebrábamos haber ganado el partido. Entre mí me dije, chuta ya es tarde y mamá me va a regañar; mientras salía muy apresuradamente del estadio, con Ceviche. Me iba preguntando ¿qué me dirá mamá? ¿estará en casa? Espero que haya llegado alguna visita para que así no se haya acordado de mí. Mientras tanto, preocupado pensaba en eso, Ceviche me invita a tomar una cola; pues, yo indeciso, fui, pero no sacaba de la cabeza lo de mi mamá, le dije está bien, vamos. Ya que acabamos la cola, de prisa me despedí de él y corrí a casa, y cómo me lo esperaba, había llegado mi tía; así que ya no me preocupé mucho. Cuando entré a casa, mamá me preguntó Mijo, ¿cómo te fue hoy? – Ma, pues ganamos el partido, la próxima semana nos toca la final; todos alegres me felicitaron. Como tenía mucha hambre le dije a mi mamá que me sirviera la cena, luego fui a darme un duchazo y pronto a descansar. Al siguiente día, como siempre, seguía mi rutina diaria; lo primero ir al colegio, por las tardes a entrenar y después a ayudar a mi mamá en casa. Ansiosamente esperaba la final, hasta que por fin llegó. Habíamos quedado con Ceviche y Gato a encontrarnos en la esquina e ir al estadio; cuando yo llegué ellos ya me habían estado
esperando. Luego pasamos a los camerinos, nos vestimos y pues, ya estábamos listos; salimos a hacer un tipo de calentamiento y ya estábamos listos. Los árbitros ya salieron, nos ubicamos con la misma alineación y por fin rodó el balón; fuimos los primeros en hacerlo. Le dimos vuelta muy bien los primeros siete minutos; pero perdimos el balón en el centro de la cancha, y el equipo contrario muy inteligente, ágil y veloz, armó el ataque y tuvimos el primer susto del partido. Todos bravos y molestos con Gato que había regalado el balón, lo hablamos y decíamos que juegue más rápido. En eso se me acerca Ceviche y me dice: -Hay que armar la misma jugada de la vez pasada; lo intentamos muchas veces pero las defensas eran más inteligentes. Todos nos jugaban con la trampa de del fuera de juego y ninguna jugada les fallaba; sí jugamos mucho tiempo, tuvimos el mismo número de oportunidades, pero por fin el árbitro señaló el descanso. Nos fuimos a los camerinos con un empate, el DT nos enseñaba a cómo jugar con la estrategia que ellos nos jugaban; todos aún estábamos muy tranquilos, ya teníamos que salir a la cancha y lo hicimos muy optimistas. Le tocaba sacar el balón al equipo contrario, nos dominaron por unos diez minutos, y después de esos diez minutos por fin logramos tener el balón en nuestros pies. Los teníamos en área contraria, y no encontrábamos el espacio para filtrar un solo balón. Así, mientras le dábamos vuelta no habían pasado más de unos veinticinco minutos y el cuarto árbitro llamó al central, el cual interrumpió el juego; no sabíamos qué pasaba o qué hicimos, y en eso viene el árbitro y pregunta ¿Quién es Armando Bordillo?, pues era Gato, y lo llamó por unos minutos; en unos instantes dio por suspendido el partido, debido a que Gato era mayor de dieciséis años y la documentación que tenía era falsa. El DT con el Cuerpo Técnico fueron a reclamar pero no había nada que hacer; todos se preguntaban ¿pero qué es esto?, y el profe respondió sabiamente, “Tal vez es un caso muy especial, pero muy justo para ellos, pero para nosotros, mmm, no puede ser injusto, sino lamentable para el equipo; llegamos muy lejos chicos, pero así es el futbol”. Y automáticamente se coronó campeón el otro equipo.
TRIUNFADORES DEL CONCURSO DE CUENTOS “LEYENDO LA JUGADA” ALUMNOS: Camila Chamba y Roy Pintado CURSO: Tercero BGU “A” UNIDAD EDUCATIVA DEL MILENIO “10 DE NOVIEMBRE” Los Encuentros-Yanzatza-Zamora Chinchipe-Ecuador.