La Facultad de Teología de la Universidad Javeriana (1612 - 1773)

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José del Rey Fajardo, S. J.

Educadores, ascetas y empresarios Tomo I José del Rey Fajardo, S. J.

Educadores, ascetas y empresarios Tomo II

José del Rey Fajardo, S. J. Felipe González Mora

José del Rey Fajardo, S. J. D E L A U N I V E R S I DA D J AV E R I A N A ( 1 6 1 2 - 1 7 7 3 )

Dos tomos José del Rey Fajardo, S. J. Felipe González Mora

L A FA C U LTA D D E T E O L O G Í A

Los jesuitas en Honda, 1634-1767 Entre el esplendor y las cenizas.

La Facultad de Teología de la Universidad Javeriana (1612-1773), obra que presentamos al lector colombiano, consta de dos libros y un apéndice. El primer libro está dedicado a la respuesta de la Universidad Javeriana a la demanda intelectual del Nuevo Reino de Granada. Allí se estudian los marcos fundacionales, las estructuras jurídicas, las titulaciones, la organización académica, la formación integral, entre otros. El segundo libro entra de lleno en el alma de lo que fue la Facultad de Teología como el proyecto universitario javeriano. Así se hace referencia a la metodología practicada en la enseñanza de las ciencias eclesiásticas y la escolástica como método. En el apéndice, se incluye la “Bibliografía filosófico-teológica del claustro javeriano”, que les ofrece a los estudiosos de la materia la consulta directa de los manuscritos coloniales.

Profesor titular de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas. Doctor en Letras de la Universidad de Los Andes (Mérida) y en Historia de la Pontificia Universidad Javeriana. Académico de número (Sillón S) de la Academia Nacional de la Historia de Venezuela. Miembro correspondiente de las academias Colombiana de Historia, de la Boyacense de Historia y de la de Cartagena. Rector fundador de la Universidad Católica del Táchira (Venezuela). Desde 1992 miembro del Observatorio Nacional de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Ciencia y Tecnología en su máximo nivel y emérito desde el año 2007. Doctor honoris causa por las universidades de Los Andes (Mérida); Zulia (Maracaibo); Rómulo Gallegos (San Juan de Los Morros) y Cecilio Acosta (Maracaibo). Su bibliografía histórica contiene 55 libros. En la actualidad se desempeña como presidente del Consejo Superior de la Universidad Valle del Momboy (Valera, Estado Trujillo).

LA FACULTAD

DE TEOLOGÍA de la

UN I V E R S I DA D J AV E R I A NA

(1612-1773)

José del Rey Fajardo, S. J. Imagen de cubierta: Fragmento del documento “Defensa de tesis doctoral de la Universidad Javeriana”, 1728. Archivo Histórico Javeriano Juan Manuel Pachecho, S. J., fondo Javeriana Colonial.



La Facultad de TeologĂ­a de la Universidad Javeriana (1612-1773)



La Facultad de TeologĂ­a de la Universidad Javeriana (1612-1773)

JosĂŠ del Rey Fajardo, S. J.


Reservados todos los derechos

Corrección de estilo:

© Pontificia Universidad Javeriana

Ricardo Andrés Manrique

© José del Rey Fajardo, S. J.

Diagramación:

ISBN: 978-958-781-148-3716-316-2 Número de ejemplares: 200 Impreso y hecho en Colombia Printed and made in Colombia

Marcela Godoy Diseño de cubierta: Ignacio Martínez Impresión:

Javegraf

Editorial Pontificia Universidad Javeriana Carrera 7. a n. o 37-25, oficina 1301 Edificio Lutaima Teléfono: 3208320 ext. 4752 www.javeriana.edu.co/editorial editorialpuj@javeriana.edu.co Bogotá, D. C.

Pontificia Universidad Javeriana | vigilada Mineducación. Reconocimiento como Universidad: Decreto 1297 del 30 de may o de 1964. Reconocimiento de personería jurídica: Resolución 73 del 12 de diciembre de 1933 del Ministerio de Gobierno.

Rey Fajardo, José del, S.J., 1934-, autor La Facultad de Teología de la Universidad Javeriana : 1612-1773 / José Del Rey Fajardo, S.J. -- Primera edición. -- Bogotá : Editorial Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Teología, 2017.

482 páginas ; 24 cm Incluye referencias bibliográficas páginas (403-482) ISBN : 978-958-781-148-3

1. JESUITAS – HISTORIA - 1612-1773. 2. PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA. FACULTAD DE TEOLOGÍA - HISTORIA. 3. JESUITAS EN COLOMBIA – HISTORIA - 16121773. 4. JESUITAS Y EDUCACIÓN. 5. COLOMBIA – HISTORIA – SIGLOS XVI-XVII. I. Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Teología. CDD 271.53 21 Catalogación en la publicación - Pontificia Universidad Javeriana. Biblioteca Alfonso Borrero Cabal, S.J. inp

17 / 10 / 2017

Prohibida la reproducción total o parcial de este material sin la autorización por escrito de la Pontificia Universidad Javeriana.


Contenido

Introducción

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libro i La respuesta de la Universidad Javeriana a la demanda intelectual del Nuevo Reino de Granada

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Capítulo I Los proyectos intelectuales de la Compañía de Jesús neogranadina I. La génesis de la entidad denominada Provincia del Nuevo Reino y Quito II. La fundación de la Viceprovincia del Nuevo Reino y los fundadores III. Las ofertas jesuíticas a la sociedad neogranadina Capítulo II La Universidad Javeriana vista desde las estructuras jurídicas I. Algunas precisiones jurídicas necesarias II. Los marcos jurídicos de la Universidad Javeriana III. La conflictiva biografía de las titulaciones universitarias Capítulo III La organización académica de la Universidad Javeriana colonial I. La identificación y ubicación de la Universidad Javeriana II. El claustro III. Las actividades curriculares IV. Los actos académicos ordinarios y extraordinarios V. Los grados VI. Actividades culturales extracurriculares

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Capítulo IV Los horizontes de la formación integral javeriana I. La formación de la conducta personal y social II. La formación religiosa III. La Academia y la Congregación como instrumentos para la excelencia académica, cívica y religiosa

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Capítulo V Los rectores de la Universidad Javeriana colonial

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Capítulo VI El Director de Estudios Superiores

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l i b r o i I La Facultad de Teología

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Capítulo I La Facultad de Teología Catálogo de algunas cuestiones de la primera parte de Santo Tomás (Summa Theologiae) De la primera de la segunda (Ex prima secundae) De la segunda de la segunda (Ex secunda secundae) La tercera parte (Ex tertia parte) De los sacramentos en general Capítulo II La metodología docente en la Facultad de Teología I. Las humanidades como fundamento de la cultura II. La Escolástica como método Capítulo III Las cátedras de la Facultad de Teología La cátedra de Prima La cátedra de Vísperas La cátedra de Teología Moral La cátedra de Sagrada Escritura

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A p é n d ic e Bibliografía Filosófico-Teológica del Claustro Javeriano Siglas, archivos y bibliografía I. Siglas II. Archivo III. Bibliografía

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Introducción

Para poder entender la fuerza del carisma mundial de los jesuitas hay que remontarse al día 15 de agosto de 1534 cuando en el barrio parisino de Montmartre se reunieron siete intelectuales para comprometerse en una gran aventura: “La búsqueda algo inmenso”.1 El impacto de ese día fue tan grande que Simón Rodrígues (polémico jesuita portugués), 40 años más tarde, recordará con nostalgia que en aquel recogimiento “había brotado en su corazón una nueva devoción, que lo llenó de un asombro inenarrable”.2 Se había sembrado la primera semilla fundacional de lo que sería la Compañía de Jesús. Con todo, habría que esperar a 1540 para que el Papa Paulo III, con la Bula Regimini militantes ecclesiae (27 de septiembre de 1540), les confiriera la carta de ciudadanía dentro de la Iglesia católica. Los arquitectos de esta empresa universal se habían formado en la Universidad de París, hervidero de ideas, confrontaciones y deseos de modernización, y por ello captaron rápidamente la ruptura creciente que se operaba en el viejo mundo entre las instituciones educativas, sus métodos y sus maestros y, por otra parte, la presión de las corrientes renovadoras que necesitaban garantizar un status social emergente a las nuevas sociedades. Sospechamos que el ideal de estos ilusos consistía en asegurar una integridad que generara una tradición histórica, la cual, por encima de los tiempos, pudiera concederle la impresión de eternidad. Para ello acuñaron el concepto de “Misión” de tal forma que como Michael Sievernich comprueba esta voz “corresponde a la primera generación de jesuitas pues recoge el profundo simbolismo que constituyó para

Jean LACOUTURE. Jesuitas I. Los conquistadores. Barcelona-Buenos Aires-México, Ediciones Paidós (1994) 106.

Larissa TAYLOR. Heresy and Orthodoxy in Sixteenth Century Paris: François Le Picart and the Beginnings of the Catholic Reformation. Leíden (1999). Citado por Jonathan WRIGHT. Los jesuitas. Una historia de los “soldados de Dios”. Santa Perpetua de Mogoda (Barcelona), Debate (2005) 34.

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los ignacianos empeñados en dar respuestas a los retos globales que les propiciaba el mundo nuevo”.3 Y este embrujo de su concepción de la “Misión”4 dotó a los fundadores de energías y proyectos ilusorios encuadrados todos ellos en el reto de la creatividad y por ello sus obras suelen ser un escenario propicio a las analogías y un campo tentador para las metáforas. En los espacios solemnes de la meditación histórica, el tiempo deja de ser una secuencia de hechos fragmentarios para definir un ámbito en el que el pasado adquiere significado, ejemplaridad y deseo de convertirse en tradición. En consecuencia, el vitalismo institucional tuvo la capacidad moral de dotar a las primeras generaciones de energías y proyectos ilusorios encuadrados todos ellos en lo que Alfonso Alfaro denomina la cuaterna paradójica. En primer lugar, el compromiso adquirido en la interioridad de la experiencia religiosa. En segundo término, la obediencia que suponía una total disponibilidad de sus personas para la misión y la adquisición de un espíritu de cuerpo, todo lo cual implicaba una sintonía con los ideales de la Orden, así como también con los mandatos de los superiores. Como tercer requisito se buscaba una preparación elite que facultaba al jesuita para hacer frente a situaciones sin precedentes y sin posibilidad de consulta y deliberación, ya que en medio de tantas encrucijadas había que aportar soluciones a retos inesperados. Y finalmente la adaptación, que debía aprender las reglas del juego ajenas; penetrar lo más profundamente posible en el laberinto de imágenes y símbolos desconocidos y de esta forma tratar de precisar lo que divide para poder acentuar lo que une.5 En resumen, este reto exigía hombres formados en las mismas ideas y doctrinas, disciplinados en la misma metodología espiritual y actores eficaces de un ideal común. *** Con todo, es necesario resaltar que la “educación” es una identidad adquirida más allá del tiempo en que se define el carisma y la misión delineadas por las primeras Constituciones de la Compañía de Jesús. Sin

Michael SIEVERNICH. “La Misión de la Compañía de Jesús: inculturación y proceso”. En: José Jesús HERMÁNDEZ PALOMO y Rodrigo MORENO JERIA (Coord.). La Misión y los jesuitas en la América española, 1566-1767. Sevilla, Consejo Superior de Investigaciones Científicas-Escuela de Estudios Hispano-Americanos (2005) 265-287.

Michael SIEVERNICH. “La Misión de la Compañía de Jesús: inculturación y proceso”. En: José Jesús HERNÁNDEZ PALOMO y Rodrigo MORENO JERIA (Coord.). La Misión y los jesuitas en la América española, 1566-1767. Sevilla, Consejo Superior de Investigaciones Científicas-Escuela de Estudios Hispano-Americanos (2005) 265-287.

Alonso ALFARO. “Hombres paradójicos. La experiencia de la alteridad”. En: Misiones jesuitas. Artes de México. México, 65 (2003) 16-17.

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embargo, este hecho convirtió a los jesuitas en la primera orden religiosa que se consagró de forma institucional a la educación media y superior dentro de la Iglesia católica.6 Lo más cercano al sentir de aquellos seguidores de Ignacio de Loyola asumía la reeducación de las Europas divididas por las nuevas fronteras de la fe, así como la reconquista de las masas católicas a través de la educación y de los diversos modos de formación espiritual que idearon para llegar a las grandes masas. En verdad, hay encrucijadas que parecen imaginadas para poner a prueba imaginarios como la tradición, pero también como la corporación que desea pronunciarse a modo de esperanza, a modo de futuro. También es necesario precisar que la respuesta de la Compañía de Jesús a los planteamientos formulados por Occidente adoptaría nuevos rostros y nuevas fórmulas, tanto en América como en África, y ensayaría innovaciones radicales en ciertas misiones de Asia y en el continente descubierto por Colón. Si en 1540 el grupo fundador se reducía a 10 académicos, a la muerte de Loyola en 1556 contaba la Compañía de Jesús con 938 miembros, 4088 en 1574 y en 1600 había ascendido a 8272 y regía 236 colegios distribuidos por todo el mundo.7 La cronología de ingreso de la Orden de Loyola en la América hispana es tardía y doblado el siglo XVI: en 1566 llegan a la Florida, en 1567 al Perú, en 1572 a Méjico, en 1586 a Ecuador, en 1593 a Chile y posteriormente a la región de La Plata, al Paraguay y al Nuevo Reino. De manera semejante, el 1º de enero de 1605 se reunió a las faldas de Monserrate, que vigila la ciudad de Santafé de Bogotá, un grupo de jesuitas para soñar “algo grande”. Cuatro grandes figuras iluminarían la “búsqueda de algo inmenso” en las tierras neogranadinas que comparten el mar Caribe y los Océanos Atlántico y Pacífico. En primer lugar, hay que invocar a sus dos grandes arquitectos proyectistas: el Vice-Provincial Diego de Torres y el Rector del Colegio de Santafé Martín de Funes. El primero representaba la vitalidad de la Orden de Ignacio de Loyola en tierras americanas; y el segundo poseía una inquieta y atrevida personalidad

Para el proceso de evolución conceptual de Ignacio y de su Orden: ver Ladislao LUCKAS. De origine collegiorum externorum deque controversiis circa eorum paupertatem obortis 1539-1608. Roma, 1961.

Luce GIARD. “Le devoir d’intelligence ou l’insertion des jésuites dans le monde du savoir”. En: Luce GIARD. Les jesuites à la Renaissance. Paris, Presses Universitaires de France (1995) p. XIII.

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intelectual8 con la que colaboraría a diseñar el futuro de la actividad jesuítica en el Nuevo Reino.9 De ellos hablaremos más adelante. Además, entre los fundadores del Colegio de Santafé de Bogotá la Compañía de Jesús universal se hacía presente en el científico Juan Bautista Coluccini (1569-1641),10 y en el humanista José Daddey (1576?1660),11 quienes significaban la inserción de la Italia renacentista en tierras neogranadinas. Los de Loyola eran conscientes de que su presencia era el encuentro con el hombre moral: el espacio en que su existencia de individuo se hace historia. En última instancia el Nuevo Reino era un proyecto, una empresa, un horizonte al que la esperanza de sus hombres tendía las manos para construir un futuro. De esta forma se insertaba el Nuevo Reino de Granada en los prolegómenos de una historia intelectual de los jesuitas del Renacimiento y en la génesis neogranadina de cómo y por qué han concurrido a la obra común de engendrar la modernidad.12 En verdad, comprender la historia de la Academia de San Francisco Javier es clave para poder entender y explicar el significado de las actividades de los jesuitas coloniales en la geografía colombiana. Pero el alma inspiradora de todo este movimiento intelectual fue la Facultad de Teología, ciencia sagrada que se rige por valores permanentes, pero no inmóviles; valores constantes, pero no rancios; valores históricos, pero no pasajeros. Esa “persistencia del pasado” no es el temor a la adaptación a los nuevos tiempos, sino el deseo de afrontarlos con las elementales garantías que hemos de disponer en nuestro viaje hacia el mañana. Esa fue la tarea que se impusieron los catedráticos que intentaron construir el pensamiento colonial neogranadino con anterioridad a la Ilustración. En consecuencia, es necesario ubicarse en las etapas previas a la periodización que han establecido los historiadores coloniales en Colombia, la

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Giuseppe PIRAS. La Congregazione e il Collegio di Propaganda Fidei di J. Vives, G. Leonardi e M. de Funes. Roma, 1976.

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Alberto GUTIÉRREZ. “Gloria y tragedia del primer rector de Santa Fe”. En: Theologica Xaveriana. Bogotá 152 (204) 629-649.

José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas en la Javeriana colonial. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana (2002) 81-84.

José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas en la Javeriana colonial. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana (2002) 96-99.

Luce GIARD. “Le devoir d’intelligence ou l’insertion des jésuites dans le monde du savoir”. En: Luce GIARD. Les jesuites à la Renaissance. Paris, Presses Universitaires de France (1995) p. XV. Para un estudio de la misión e identidad de la Compañía de Jesùs nos remitimos a: Michael SIEVERNICH y Günter SWITEK (Edit). Ignatianisch. Eigenart und Methode der Gesellschaft Jesu. Freiburg-Basel-Wien, Aufl, 1991.

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cual toma como punto de partida la obra de José Celestino Mutis. Por ello, dejamos de lado investigaciones como las de Juan Manuel Pacheco,13 o los estudios y visiones desarrollados por Germán Marquínez Argote,14 o los aportes de Diana Soto Arango,15 o los más recientes representados, entre otros, por Santiago Castro-Gómez,16 Jaime Andrés Peralta17 y Renán Silva18. En este contexto se debería analizar cómo España traspasó a las tierras descubiertas por Colón su cultura científica. Ciertamente, la península ibérica vivía una depresión científica regional en el XVII cuando la primera revolución científica desplazó la ciencia aristotélica e incorporó la experimentación como nuevo medio para el conocimiento científico. Y sin embargo, como demuestra Alberto Dou, fue el Colegio Imperial de Madrid una excepción notable a la crisis hispana19 y la Universidad Javeriana siempre mantuvo vínculos con dicha institución educativa. Una demostración palmaria de nuestra tesis la encontramos al analizar la historia de las élites neogranadinas —civiles y eclesiásticas— ya que en gran parte se vinculan a la biografía del Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé20 que en definitiva es la obra de la Universidad Javeriana. El sentido de pertenencia e identidad fue siempre un distintivo de los “bartolinos” y de los “javerianos”. Supieron sembrarse como semilla prolífica en el cuerpo y en la geografía patria. Con toda razón escribía el más ilustre de los catedráticos de Filosofía de la Javeriana colonial, el P. Juan Martínez de Ripalda, en su libro De usu et abusu doctrinae divi Tomae, publicado en Lieja en 1704:

Juan Manuel PACHECO. Ciencia, filosofía y educación en Colombia (siglo XVIII). Bogotá, Ecoe Ediciones, 1984. [Esa edición no menciona para nada que el original fue publicado en Caracas: Juan Manuel PACHECO. “La ilustración en el Nuevo Reino”. En: Montalbán. Caracas, 4 (1975) 9-188].

Germán MARQUINEZ ARGOTE et alii. La filosofía en Colombia. Historia de las ideas. Bogotá, El Búho, 2001.

Diana SOTO ARANGO et alii. La ilustración en América colonial. Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas-Ediciones Doce Calles-Colciencias, 1995.

Santiago CASTRO-GÓMEZ. La hybris del punto cero, raza e ilustración en la Nueva Granada (17501816). Bogotá, Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2005.

Jaime Andrés PERALTA. Los novatores: la cultura ilustrada y la prensa colonial de Nueva Granada (1750-1808). Medellín, Editorial Universidad de Antioquia, 2005.

Renán SILVA. Los ilustrados de Nueva Granada (760-1808). Genealogía de una comunidad de interpretación. Medellín, Fondo Editorial Universidad EAFIT, 2002.

Albert DOU. “Matemáticos españoles jesuitas de los siglos 16 y 17”. En: Archivum Historicum Societatis Iesu. Roma, 132 (1997) 301-321.

William JARAMILLO MEJIA. Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé: nobleza e hidalguía; colegiales de 1605 a 1820. Santafé de Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura Hispánica (1996). Daniel RESTREPO, Guillermo y Alfonso HERNÁNDEZ DE ALBA. El Colegio de San Bartolomé: I. El Colegio a través de nuestra historia. Por el P. Daniel Restrepo S.J. II. Galería de hijos insignes del Colegio. Por Guillermo y Alfonso Hernández de Alba. Bogotá, Sociedad Editorial, 1928.

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A ustedes les debe la Teología ciento veinte Doctores, cuatrocientos doce Maestros la Filosofía, siendo más de quinientos treinta los títulos concedidos por toda la Academia… Recorran casi todas las provincias del Nuevo Reino y contemplen a sus laureados: unos revestidos de sagradas Ínfulas; cubiertos otros con las más ilustres Togas; unos rigiendo los pueblos con la santidad de las costumbres y con el alimento de la doctrina en los Templos; moderando otros las Ciudades desde los Tribunales con la equidad de las Leyes y con integridad incorrupta del Derecho. Todos ellos, finalmente decorados con algo de singular piedad y con el premio de la munificencia Regia. Ciertamente, toda esta gloria, cuan grande es, revierte a sus cultivadores.21

De esta suerte en las aulas javerianas se formó una parte importante del capital humano y social de lo que sería el virreinato. Además, siempre se mantuvo como ventana abierta a las corrientes intelectuales provenientes de Europa y a la vez centro de suministro de ideas, libros e inquietudes para mejorar las virtudes cívicas y la comunidad del pensamiento.22 Ésta fue la base de una ilustración indiana y por ello adoptamos la definición de Mario Hernández Sánchez-Barba que la conceptualiza como “una actitud, un estilo, un concepto, que permite elaborar y expresar un juicio, una idea, desde una posición eminentemente racional y crítica”. Y añade: no dispone de un espacio cultural en donde se produzca y desde donde se difunda al resto del mundo, “sino que se trata de una maduración que abarca un inmenso espacio de la sociedad occidental y que ofrece sus mejores resultados en el amplísimo escenario histórico del Atlántico y sus tierras continentales aledañas”.23 Por ello insistimos en que el “humanismo jesuítico” es el alma de la cultura barroca americana, “cimiento de una ilustración esencialmente literaria y política que […] produce el conflicto eminentemente romántico, expresado en dos direcciones: en la ideología política de la independencia […] y en el pensamiento crítico de la realidad económica”.24 Por otro lado, tanto el tema de la independencia de América, así como los conflictos territoriales que surgen con el nacimiento de las nuevas naciones americanas se interconectan, aunque de forma diversa, con la acción jesuítica en el subcontinente.

Juan MARTÍNEZ DE RIPALDA. Epístola dedicatoria. En: De usu et abusu doctrinae divi Tomae. Lieja, 1704.

José DEL REY FAJARDO. Jesuitas, libros y política en el Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé. Bogotá, Publicaciones Editores, 2004.

Mario HERNÁNDEZ SÁNCHEZ-BARBA. “La ilustración indiana”. En: Historia de España. Vol. XXXI. Tomo. 2: La época de la ilustración. Madrid, Espasa-Calpe (1988) 293.

Mario HERNÁNDEZ SÁNCHEZ-BARBA. “La ilustración indiana”, 295.

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A las matizaciones del espíritu ilustrado que en el campo cultural surgieron en la Universidad Javeriana25 hay que añadir la conciencia de frontera de todas las misiones jesuíticas que atenazaban el corazón de Sudamérica y la posición coherente que mantuvieron sus misioneros frente al Tratado de Límites de 1750.26 Como dato curioso deseamos hacer referencia al hecho de que los ignacianos pronto entendieran el valor que en tiempos de la colonia significaba la Plaza Mayor de la ciudad colonial. La experiencia azteca les hacía conscientes de las perspectivas que ofrecía La ciudad ordenada27 ya que como asienta Luciano Parejo “la trascendencia de tal concepto es clara pues sin él no se entiende ni el inmediato florecimiento en suelo americano de una intensa vida cultural y política propia, ni el edificio de gobierno político-administrativo capaz de articular tan vastos y diversos territorios”.28 Por ello es lógico pensar que estaban convencidos de que ese espacio urbano era sagrado y que cada ciudad se debía construir tanto con la riqueza de sus hitos, mitos y tradiciones, así como también con la toma de conciencia de que eran convocados como nuevos actores capaces de colaborar en la construcción de una nueva sociedad científica, social, educativa, cultural y espiritual. En consecuencia, la auténtica Plaza Mayor se erigía como un eterno presente pues era la única que podía convocar a los bogotanos y a la vez ser convocados por ella. La Plaza Mayor y la Manzana Jesuítica santafereñas son inseparables; han establecido un diálogo que a veces se identifica y a veces se contradice pues en última instancia es el hombre y las sucesivas generaciones los que piensan, sueñan, hacen y rehacen el ritmo de sus instituciones. Estas antinomias constituyen un proceso creador para la comprensión mutua, “circunstancia que empuja a ensayar caminos para definir una identidad

Juan Manuel PACHECO. “La ilustración en el Nuevo Reino”. En: Montalbán. Caracas, 4 (1975) 9-187.

Guillermo KRATZ. El Tratado hispano-portugués de límites de 1750 y sus consecuencias. Roma, Institutum Historicum, 1954. Manuel LUCENA GIRALDO. Laboratorio tropical. La Expedición de Límites al Orinoco, 1750-1767. Caracas, Monte Ávila Editores-Consejo superior de Investigaciones Científicas, 1991. Demetrio RAMOS PÉREZ. El Tratado de Límites de 1750 y la expedición de Iturriaga al Orinoco. Madrid, 1946. Daniel de BARANDIARÁN. “Brasil nació en Tordesillas”. En: Paramillo. San Cristóbal, 13 (1995) 329-774.

Allan R. BREWER-CARÍAS. La ciudad ordenada. (Estudio sobre -el orden que se ha de tener en descubrir y poblar- o sobre el trazado regular de la ciudad hispanoamericana, en particular, de las ciudades de Venezuela). Madrid, Instituto Pascual Madoz-Universidad Carlos III de Madrid-Boletín Oficial del Estado, 1997.

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Luciano PAREJO ALFONSO. “Prefacio: sobre el Autor y la Obra”. En: Allan R. BREWER-CARÍAS. La ciudad ordenada. (Estudio sobre -el orden que se ha de tener en descubrir y poblar- o sobre el trazado regular de la ciudad hispanoamericana, en particular, de las ciudades de Venezuela). Madrid, Instituto Pascual Madoz-Universidad Carlos III de Madrid-Boletín Oficial del Estado (1997) 21.

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cuestionadora y conflictiva, siempre en relación con ese otro que es también parte de uno mismo”.29 Esa Bogotá ha escuchado a la sabiduría de la Casa de los Saberes cuando las carencias han necesitado de sus luces, y sus intelectuales han tenido la obligación de interpretar dichas carencias y también las aspiraciones de los santafereños mucho antes que el diálogo. Han sabido mantener sus individualidades propias en un lar que las ha religado a un mismo destino: salir adelante en los laberintos de la historia. En definitiva, la ciudad de los hombres y la ciudad de las ciencias nos habitan y son habitadas por nosotros. Casi nos atreveríamos a afirmar que el primer espacio de encuentro con las culturas locales fue la gran Manzana Jesuítica que circundaba a la Iglesia San Ignacio de Bogotá, la Universidad Javeriana y la Plaza Mayor. Finalmente, es lógico pensar que tras haber estudiado las Facultades de Lenguas,30 Artes31 y la Cátedra de lengua indígena32 se concluya el proceso con la Facultad de Teología. Una advertencia final: es posible que se den repeticiones a lo largo del texto, pero hemos preferido facilitar al lector la consulta oportuna en su lugar adecuado. La obra que presentamos consta de dos Libros y un Apéndice. El Libro I está dedicado a la respuesta de la Universidad Javeriana a la demanda intelectual del Nuevo Reino de Granada. Allí se estudian los marcos fundacionales. Las estructuras jurídicas. Las titulaciones. La organización académica. La formación integral y otros diversos problemas. Se concluye con la lista de los Rectores y Cancilleres o “Directores de Estudios”. El Libro II entra de lleno en el alma de lo que fue la Facultad de Teología como el proyecto universitario javeriano. Así se hace referencia a la metodología practicada en la enseñanza de las ciencias eclesiásticas y la Escolástica como método. Y concluye con el estudio de los catedráticos que rigieron las diferentes cátedras que se dictaron en la Facultad: Prima, Vísperas, Moral y Sagrada Escritura. Hemos incluido en el Apéndice la “Bibliografía filosófico-teológica del claustro javeriano” para hacer viable a los estudiosos de la materia la consulta directa de los manuscritos coloniales.

Consuelo TRIVIÑO. “De Montaigne a Arciniegas: la escritura y la construcción del ser americano”. En: Cuadernos Hispanoamericanos. Madrid, 551 (1996) 61.

José DEL REY FAJARDO. La “Facultad de Lenguas” en la Javeriana colonial y sus profesores. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 2004. José DEL REY FAJARDO. La Facultad de Lenguas de la Universidad Javeriana colonial y la República de las Letras neogranadinas. Bogotá, Editorial El Búho, 2010.

José DEL REY FAJARDO y Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. La enseñanza de la filosofía en la Universidad Javeriana colonial (1623-1767). Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 2010.

José DEL REY FAJARDO. La Universidad Javeriana, intérprete de la “otredad” indígena (siglos XVIIXVIII). Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 2009.

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Finalmente, antes de concluir esta Introducción queremos advertir a nuestros lectores que sin duda les llamará la atención el hecho de que no se traten los grandes problemas teológicos de la época, por ejemplo, la gran disputa del Tratado “De auxiliis” que generó grandes polémicas en todo el mundo y también en el Nuevo Reino de Granada. Dada la magnitud del problema planteado hemos juzgado oportuno dejar para otro tomo el estudiar en detalle las polémicas suscitadas en Santafé por las concepciones teológicas de las diversas Escuelas que se dedicaron a la investigación y a la docencia de las ciencias divinas. Se titulará “Antinomias jurídicas y escolásticas entre dominicos y jesuitas en el Nuevo Reino de Granada”.



libro i La respuesta de la Universidad Javeriana a la demanda intelectual del Nuevo Reino de Granada



Capítulo I

Los proyectos intelectuales de la Compañía de Jesús neogranadina

I. La génesis de la entidad denominada Provincia del Nuevo Reino y Quito Para poder comprender el nacimiento de los estudios superiores en la ciudad de Bogotá juzgamos oportuno trazar un marco histórico que recoja los principales pasos históricos que hubo que recorrer para que se implantaran los cursos universitarios en la urbe fundada por Jiménez de Quesada. En 1542 se fundó el virreinato del Perú con su respectiva Audiencia, que comprendía Panamá, Nueva Granada, Quito, Nueva Castilla, Nueva Toledo, Chile, Tucumán, Buenos Aires y Paraguay. El General Francisco de Borja (1510-1572)1 nombró al P. Jerónimo Ruiz del Portillo (c.1532-1590)2 Provincial de las Indias Occidentales, el 16 de marzo de 1567,3 y este llegó a Lima el 1º de abril de 1568.4 La Congregación Provincial celebrada en 1588 solicitó a las autoridades romanas que al rector de Quito se le confiaran los ingentes espacios que

Cándido DE DALMASES. “Borja, Francisco de”. En: Charles O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, Institutum Historicum S. I.-Universidad Pontificia de Comillas, II (2001) 1605-1611.

Francisco DE BORJA MEDINA. “Ruiz de Portillo, Jerónimo”. En: Charles O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, Institutum Historicum S. I.-Universidad Pontificia de Comillas, IV (2001) 3437-3438.

Francisco DE BORJA MEDINA. “Ruiz de Portillo, Jerónimo”, 3438.

Véase: Armando NIETO. “Perú”. En: Charles O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, Institutum Historicum S. I.-Universidad Pontificia de Comillas, III (2001) 3104-3105.

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componían los Reinos de Quito y el Nuevo Reino, y así comenzó la primera toma de conciencia de esas geografías, nuevas para la Compañía de Jesús.5 Los intentos fundacionales previos (1590-1604). La ciudad de Santafé ingresaría repentinamente en el acontecer histórico de la Orden de Ignacio de Loyola en dos curiosas oportunidades. La primera en 1590 gracias al Presidente de la Audiencia, don Antonio González, y la segunda en 1598 con la llegada del nuevo arzobispo a su sede santafereña, don Bartolomé Lobo Guerrero (c.1535-1622).6 El 8 de mayo de 1589 arribaba a Cartagena7 don Antonio González para tomar posesión de su cargo como Presidente de la Real Audiencia (15901597). Entró en Santafé el 29 de marzo de 15908 y se había desempeñado como oidor en Granada y también como miembro del Real Consejo de Indias. En su comitiva se encontraban los PP. Francisco de Vitoria (c.15451618) y Antonio Linero (¿?-Sevilla, 1 de junio de 1607),9 hermano del yerno del nuevo mandatario, y el coadjutor Juan Martínez.10 Al enterarse el Provincial del Perú, Juan de Atienza (1544-1592)11 de la presencia de tres miembros de su Orden dentro de su territorio, nombró al P. Antonio Martínez como superior de la reducida comunidad, quien acababa de entregar su cargo de Rector del colegio de Potosí.12 El nuevo Presidente anhelaba que los seguidores de Ignacio de Loyola permanecieran en Santafé en beneficio de la formación de la juventud, pues su presencia garantizaría la implantación de todo el currículo educativo

José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito 1570-1774. Quito, Editorial Ecuatoriana, I (1941) 53-54.

Juan Manuel PACHECO. Historia eclesiástica. Tomo II: La consolidación de la Iglesia. Siglo XVII. Bogotá, Academia Colombiana de Historia, vol. XIII (1975) 29-49. Juan Manuel PACHECO. “Don Bartolomé Lobo Guerrero, arzobispo de Santafé de Bogotá”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 5 (1955) 123-152. Luis Carlos MANTILLA. Don Bartolomé Lobo Guerrero. Inquisidor y tercer arzobispo de Santafé de Bogotá (1599-1609). Santafé de Bogotá, Academia Colombiana de Historia, 1996. Paulino CASTAÑEDA DELGADO. “Don Bartolomé Lobo Guerrero, tercer Arzobispo de Lima”. En: Anuario de Estudios Americanos. Sevilla, XXXIII (1958) 57-103.

“Carta del presidente don Antonio González al Rey”. Cartagena, agosto 2 de 1589. En: Boletín de Historia y Antigüedades. Bogotá, XVII (1928) 199-200.

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“Carta del presidente don Antonio González al Rey”. Santafé, mayo 7 de 1590. En: Boletín de Historia y Antigüedades. Bogotá, XVII (1928) 208.

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ARSI. Historia Societatis, 43, fol. 103v.

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Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia. Bogotá, Editorial San Juan Eudes, I (1959) 66.

Enrique FERNÁNDEZ y Javier BAPTISTA. “Atienza Tapia, Juan de”. En: Charles O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, I (2001) 265.

Francisco MATEOS (Edit.). Historia General de la Compañía de Jesús en la Provincia del Perú. Crónica anónima de 1600 que trata del establecimiento y Misiones de la Compañía de Jesús en los países de habla española en la América Meridional. Tomo I: Historia General y del Colegio de Lima. Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (1944) 27.

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desde las primeras letras hasta la teología, e incluso el aprendizaje del idioma chibcha.13 Y a esta proposición se unía la comunidad jesuítica santafereña.14 Don Antonio González movió todos los resortes que juzgó necesarios para lograr sus fines y así se dirigió tanto a las autoridades hispanas como a las romanas y a las del Perú para reiterar la importancia de la Compañía de Jesús en sus proyectos sobre la jurisdicción a él encomendada. En enero de 1595 podría escribirle al rey Felipe II que, tras haberse reunido con ambos cabildos, “se resolvieron en que conviene mucho que la dicha Compañía se funde en esta ciudad, y pidieron que yo, en nombre de todos, le suplicase a S. M. como lo hago”.15 Y en otra misiva del 19 de abril del mismo año reiteraba su petición.16 Y tan diligente mandatario procedió a instar también ante la máxima autoridad jesuítica de Roma, pero la contestación fue negativa.17 La actitud del P. Claudio Aquaviva venía respaldada por la decisión de la Congregación Provincial de la naciente Provincia en la que le planteaba que en vista de la mucha dificultad con que el Provincial de Perú gobierna a aquellos súbditos suyos, por causa de la gran distancia, ordene terminantemente su Paternidad que se deje aquella misión, hasta que el Señor de la viña mande muchos operarios, con los que puedan abrir varias casas en aquel Reino.18

De esta suerte se clausuraba la corta estancia de los miembros de esta primera misión.19 Sin embargo, la salida fue escalonada. En 1592 partieron para el Perú el P. Antonio Martínez y el H. Juan Martínez y para España el P. Antonio Linero.20 El P. Francisco Victoria permaneció en la capital neogranadina hasta que en 1596 fue destinado a regentar el Rectorado de Quito (1596-1599).21 De allí fue llamado a Lima para desempeñar los cargos de

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“Carta de don Antonio González al Rey”. Santafé, mayo 3 de 1591. En: Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia. Bogotá, Patronato Colombiano de Artes y Ciencias, I (1969) 67-68. “Carta del Maestrescuela Francisco de Porras a Su Majestad”. Mayo 7 de 1591. En: Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, I, 68-70.

AGI. Santafé, 231. Carta de los PP. Antonio Martínez, Francisco de Victoria, Antonio Linero y el H. Juan Martínez al Rey. Santafé de Bogotá, 1º de mayo de 1591.

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AGI. Santafé, 17. Carta del Presidente de la Audiencia al Rey. Santafé de Bogotá, 20 de enero de 1695.

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AGI. Santafé, 17. Carta del Presidente de la Audiencia al Rey. Santafé de Bogotá, 19 de abril de 1695.

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Antonio ASTRAIN. Historia de la Compañía de Jesús en la asistencia de España. Tomo IV: Aquaviva (Segunda Parte) 1581-1615. Madrid, Administración de Razón y Fe (1913) 584.

José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito 1570-1774, I, 115.

Antonio ASTRAIN. Historia de la Compañía de Jesús en la asistencia de España. Tomo IV: Aquaviva (Segunda Parte) 1581-1615, 581-584. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 66-71.

ARSI. N. R. et Q., 14-I, fol. 25v. Carta del P. Francisco Victoria al P. Claudio Aquaviva. Santafé, mayo 13 de 1592.

José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito 1570-1774. Quito, Editorial Ecuatoriana, I (1941) 114-115.

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Rector y Maestro de Novicios en el recién fundado noviciado de San José (1599-1603).22 El año 1608 fue enviado a la Residencia de Panamá como Superior.23 Regresa a Bogotá el año 1610 para hacerse cargo del Colegio Máximo (1610-1613).24 Falleció en Bogotá en diciembre de 1618.25 El segundo ensayo (1598-1602). Más exitosa fue la experiencia protagonizada por el recién electo arzobispo de Bogotá don Bartolomé Lobo Guerrero en 1596. Se había desempeñado como Inquisidor en México desde 1583, y el 31 de octubre de 1596 Felipe II había firmado las ejecutorias para la mitra de Bogotá.26 Dada su amistad con la Orden de Ignacio de Loyola, solicitó del Provincial Esteban Páez que le permitiera llevar en su compañía a dos jesuitas y los designados fueron de los PP. Alonso de Medrano (1559-1648)27 y Francisco de Figueroa (1573-1623).28 Se embarcaron en Veracruz el 30 de abril de 1598 y, tras un viaje tormentoso,29 dieron vista a Cartagena el día 5 de octubre30 y llegaron a Bogotá el 28 de marzo de 1599.31 Con el advenimiento de don Bartolomé Lobo Guerrero a la mitra bogotana surgió un florecimiento de la vida espiritual de su diócesis y muy especialmente en la capital Santafé.32

Francisco MATEOS. Historia General de la Compañía de Jesús en la Provincia del Perú. Crónica anónima de 1600 que trata del establecimiento y misiones de la Compañía de Jesús en los países de habla española en la América Meridional. Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, I (1944) 32. ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 5. En carta del 9 de octubre de 1603 le notifica al General de la Compañía de Jesús haber dejado el Rectorado (ARSI. N. R. et Q., 1, fol. 34). Según el Catálogo de 1600 de la Provincia del Perú había sido “lector de casos” (Monumenta Peruana, VII, 248).

ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium, fol. 2. Con el ordinario de 4 de marzo de 1608.

ARSI. N. R. et Q., 14-I, fol. 80. Carta del Rector del Colegio de Santa Fe al P. General dándole cuenta de los ministerios del colegio. Santafé, 3 de noviembre de 1610.

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ARSI. Historia Societatis, 43ª, fol.18.

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Ernesto SCHAEFER. El Consejo real y supremo de las Indias. Su historia, organización y labor administrativa hasta la terminación de la Casa de Austria. Sevilla, Escuela de Estudios Hispanoamericanos, II (1947) 594.

Francisco ZAMBRANO. Diccionario bio-bibliográfico de la Compañía de Jesús en México. México, Editorial Jus, IX (1969) 297-323. José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos. Bogotá, Editorial Pontificia Universidad Javeriana (2006) 442-445.

José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos. Bogotá, Editorial Pontificia Universidad Javeriana (2006) 278-281. Francisco ZAMBRANO. Diccionario bio-bibliográfico de la Compañía de Jesús en México. México, Editorial Jus, VI (1966) 654-672.

Francisco DE BORJA MEDINA. “San Ignacio de Loyola en la fundación de la Provincia del Nuevo Reino y Quito: la tempestad calmada”. En: Theologica Xaveriana. Bogotá, 152 (2004) 607-628.

ARSI. N. R. et Q., Historia, 14-I. Descripción del Nuevo Reino de Granada en las Indias […] y misión de los PP. Alonso de Medrano y Francisco de Figueroa. Fol. 9 y ss. (Existe una copia en: Francisco Javier ALEGRE. Historia de la Compañía de Jesús de Nueva España. Roma, II [1958] 30-36).

Francisco ZAMBRANO. Diccionario bio-bibliográfico de la Compañía de Jesús en México. México, Editorial Jus, VI (1969) 660-661.

Juan Manuel PACHECO. Historia Eclesiástica. Tomo 2: La consolidación de la Iglesia. Siglo XVII. Bogotá, Historia Extensa de Colombia (1975) 44-45.

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En este contexto es conveniente destacar la acción del nuevo prelado en lo que significa la lucha contra la relajación de las costumbres pues, según le escribía al Rey, este Reino “es el más perdido y estragado en las costumbres” y así lo demostraba la acumulación de escándalos, controversias, injusticias sociales, procesos jurídicos falseados y fechorías de todo orden.33 No fue fácil para el arzobispo enfrentar la vida social y política de su arquidiócesis,34 como lo demuestran sus enfrentamientos con el Presidente Francisco Sande (1597-1602)35 y algunos miembros de la Audiencia,36 pero su espíritu organizador se sigue a través de su visión orgánica de lo que debía ser su responsabilidad religiosa37 y la dejó plasmada en las Constituciones sinodales de 1606.38 Su acción se extendería por casi dos quinquenios, pues el 8 de enero de 1609 abandonaba la sabana bogotana para dirigirse a Lima a fin de tomar posesión de ese arzobispado.39 Pero si nos centramos en los límites de nuestro estudio, debemos afirmar que el nuevo prelado era amigo de los jesuitas y el 16 de mayo de 1599 escribe Lobo Guerrero al Rey pidiéndole que permita fundar en la capital a los seguidores de Ignacio de Loyola pues “tomarían a su cargo leer las cátedras de teología, artes y gramática y se podría erigir universidad, que es muy necesaria en esta tierra”.40 No se quedaba atrás el Presidente de la Audiencia don Francisco Sande quien también se mostró propicio para favorecer a los recién llegados Alonso Medrano y Francisco Figueroa, e incluso quiso hospedarlos en su casa, pero estos prefirieron aposentarse en el hospital.41 El 24 de mayo, ocho días después de haber escrito al rey el prelado santafereño, lo hacía el propio Presidente en los siguientes términos:

Luis Carlos MANTILLA. Don Bartolomé Lobo Guerrero. Inquisidor y tercer arzobispo de Santafé de Bogotá (1599-1609). Santafé de Bogotá, Academia Colombiana de Historia (1996) 89.

Juan Manuel PACHECO. “Don Bartolomé Lobo Guerrero, arzobispo de Santafé de Bogotá”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, V (1955) 23-152.

Pedro RUBIO MERINO. “El Presidente don Francisco de Sande y don Bartolomé Lobo Guerrero, arzobispo de Santa Fe”. En: Bibiano TORRES RAMÍREZ, José J. HERNÁNDEZ PALOMO. Andalucía y America en el siglo XVI: actas de las II Jornadas de Andalucía y América [celebradas en la] (Universidad de Santa María de la Rábida, marzo, 1982). Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)-Escuela de Estudios Hispanoamericanos, II (1983) 67-114.

Juan Manuel PACHECO. “El doctor Sangre”. En: Revista Javeriana. Bogotá, 42 (1954) 33-45.

Una excelente síntesis en: PACHECO. Historia Eclesiástica. Tomo 2: La consolidación de la Iglesia. Siglo XVII. Bogotá, Historia Extensa de Colombia (1975) 29-49.

“Constituciones sinodales del sínodo de 1606”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, V (1955) 153-201.

Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 124.

“Carta del arzobispo del Nuevo Reino al Rey”. Santa Fe, mayo 16 de 1599. En: Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, I, 80-81.

Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 74.

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A esta ciudad vinieron dos teatinos de la Compañía de Jesús, llamados, el uno Padre Medrano, gran predicador y muy docto, y otro Francisco de Figueroa, buen letrado. […] Ha de hacer V. M. cuenta que no hay quien enseñe cosa ninguna sino son ellos, que los frailes van por otro camino, y por esta causa yo los he acariciado y ayudado, y les señalé la pensión que V. M. verá y que parece merecen más. Será V. M. servido de hacerles merced.42

Por su parte, los ignacianos de inmediato se consagraron a las labores sociales típicas de la Compañía de Jesús y, por deseo expreso del arzobispo, el P. Medrano inició una clase de Teología Moral para los clérigos y el P. Figueroa otra de gramática para los pajes del prelado y otros niños de la ciudad.43 Al final del año 1599 tanto el Arzobispo como el Presidente de la Audiencia solicitaban de la corona hispana los permisos para que los jesuitas se establecieran en el Nuevo Reino,44 y a ellos se adhirieron los cabildos de Bogotá, Tunja y Pamplona.45 Consciente el P. Medrano de todas estas negociaciones decidió dar los primeros pasos hacia la fundación jesuítica en la capital neogranadina y en consecuencia compró unas casas situadas en la esquina de la Plaza Mayor y su costo fue de 5.600,00 pesos. Gracias a la ayuda de Gaspar Núñez, quien donó mil ducados, el resto se negoció con un censo que se dividió en dos partes: 1.004 pesos para la dote de una capellanía instituida por Juan de Albis, y los restantes 2.200 pesos para Ínigo de Albis, hijo de don Juan.46 De esta forma los dos jesuitas entraron en posesión de estas casas el 4 de mayo de 1600.47 Con todo, no deja de ser curiosa la situación jurídica de estos dos jesuitas pertenecientes a la Provincia de México e insertos en los territorios de la Provincia del Perú. Por una parte, nos llama la atención el silencio de las autoridades ignacianas peruanas que se prolongó hasta el punto que el arzobispo Lobo Guerrero creyó conveniente enviar a los PP. Medrano y Figueroa para tramitar la aprobación regia y romana de la nueva fundación.48 AGI. Santafé, 17. Carta del Presidente Francisco Sande al Rey. Santafé, 24 de mayo de 1599.

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Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 74.

AGI. Santafé, 226. Carta del Arzobispo al Rey. Santafé, 6 de diciembre de 1599.

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ARSI. N. R. et Q., Historia, 14-I. Descripción del Nuevo Reino de Granada en las Indias […] y misión de los PP. Alonso de Medrano y Francisco de Figueroa. Fol. 16.

ARSI. N. R. et Q., 17. Fundationes, fol. 51 y ss. Véase: José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810). Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (1946) 136-142.

ARSI. N. R. et Q., 17. Fundationes, fol. 54.

ARSI. N. R. et Q., 17. Fundationes, fol. 48: “y por haber dos años que salieron de la Nueva España y no han tenido orden ni resolución de los superiores del Perú de lo que han de hacer”. Carta del Señor Lobo Guerrero. Santafé, 6 de mayo de 1600. Citado por Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 79.

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En contraposición, el Provincial de México parece que intentó seguir de cerca el proceso según se desprende de una larga carta que remitió al P. General el 17 de febrero de 1601.49 Nos llama poderosamente la atención la siguiente información del P. Francisco Váez (1544-1619):50 “Y en este tiempo tuvimos noticia y algunos rastros de que no estaban tan en gracia del señor obispo, aunque sí del presidente” y por ello y otras razones “les pareció a los padres que nos juntamos, el año pasado, a congregación provincial, que sería bien que yo los enviase a llamar”.51 Sin embargo, a mediados de 1600, abandonaron Bogotá provistos de cartas de recomendación tanto de don Bartolomé Lobo Guerrero52 como de don Francisco Sande53 y del cabildo santafereño. Según el P. Váez les escribió varias cartas y según su testimonio le contestaron desde Cartagena que esperarían su parecer en La Habana y su deseo consistía en que regresaran a Nueva España, pero al parecer no recibieron estas misivas y prosiguieron su viaje a la Península.54 Posiblemente llegaron a Sanlúcar el 19 de mayo de 160055 y en tierras hispanas el P. Medrano redactó su escrito sobre la Descripción del Nuevo Reino de Granada en las Indias que hemos venido utilizando en este acápite. A pesar de que en sus inicios la respuesta del P. Claudio Aquaviva fue negativa, sin embargo, cambió de opinión al conocer los informes de los dos súbditos que venían del Nuevo Reino y las representaciones del P. Diego de Torres que había viajado a Roma como Procurador de la Provincia del Perú.56

ARSI. Mexicana, 17, fols. 6-11v. El P. Francisco Váez, Prov. al Padre Claudio Aquaviva, Gen. México, 5 de diciembre 1600-17 de febrero 1601. En: Félix ZUBILLAGA. Monumenta Mexicana, VII (15991602). Roma, Institutum Historicum Societatis Iesu (1981) 380-401.

49

Francisco ZAMBRANO y José GUTIÉRREZ CASILLAS. Diccionario bio-bibliográfico de la Compañía de Jesús en México. Tomo XIV: Siglo XVII (1600-1699). México, Editorial Tradición S. A. (1975) 311-391.

Félix ZUBILLAGA. Monumenta Mexicana, VII (1599-1602). Roma, Institutum Historicum Societatis Iesu (1981) 392. La quinta Congregación Provincial se reunió en México del 2 al 9 de noviembre de 1599 (Félix ZUBILLAGA. Monumenta Mexicana, VI [596-1599]. Roma, Institutum Historicum Societatis Iesu [1976] 641-656).

ARSI. N. R. et Q., 17. Fundationes, fol. 48.

ARSI. N. R. et Q., 17. Fundationes, fol. 49.

Félix ZUBILLAGA. Monumenta Mexicana, VII (1599-1602). Roma, Institutum Historicum Societatis Iesu (1981) 392-393.

Hugette y Pierre CHAUNU. Séville et l’Atlantique (1504-1650). Tomo IV: Le trafic de 1596 à 1620. Paris, École pratique des Hautes-Études. VIe section. Centre de recherches historiques. Collection «Ports, routes, trafics» (1956) 102-108.

Antonio ASTRAIN. Historia de la Compañía de Jesús en la asistencia de España. Tomo IV: Aquaviva (Segunda Parte) 1581-1615, 587.

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El 14 de marzo de 1602 se dirige el General de la Orden al Presidente Francisco Sande para comunicarle el envío de media docena de jesuitas para instituir una casa estable.57 El 10 de noviembre de 1602 recomendaba el Consejo al Rey la solicitada fundación58 y el 30 de diciembre aprobaba el Rey Felipe III con su real cédula la anhelada licencia.59 Lamentablemente, ninguno de los dos agentes de la fundación pudo regresar por enfermedad,60 pero sus gestiones obtuvieron su resultado. Viceprovincia dependiente. El rápido y vital desarrollo que vivió la nueva entidad americana motivó a la Congregación Provincial del Perú, reunida en diciembre de 1600, a plantearse la división de la Provincia con el siguiente diseño. Se sugería la creación de la Viceprovincia del Nuevo Reino. Paraguay pasaba a la Provincia del Brasil. Tucumán y Chile, así como Quito, quedaban en el Perú.61 Y se enviaba como Procurador ante Roma y Madrid al P. Diego de Torres Bollo (1551-1638).62 Las diligencias del Procurador ante Madrid y Roma dieron como resultado que el 30 de diciembre de 1602 el Rey Felipe III otorgara una real cédula por la que autorizaba a los PP. de la Compañía de Jesús fundar en el Nuevo Reino de Granada.63 El 10 de marzo de 1603 escribía el General Claudio Aquaviva al P. Onofre Esteban, residente en Quito: “y de la división que V. R. y la congregación piden, llevará respuesta el P. Diego de Torres quando buelba”.64 En un documento del 7 de abril de 1603 se concretan las facultades que tendrán los Viceprovinciales del Nuevo Reino de Granada y el de La

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Antonio ASTRAIN. Historia de la Compañía de Jesús en la asistencia de España. Tomo IV: Aquaviva (Segunda Parte) 1581-1615, 587.

AGI. Santafé, 1, n.º 271.

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AGI. Indiferente General, 2870, fol. 247v. Compañía de Jhs. Licencia a los Religiosos de la Compañía de Jhs para fundar en el Nuevo Reino de Granada. Corregida en Valladolid, 30 de diciembre de 1602. Texto en: Enrique FERNÁNDEZ. Monumenta Peruana. Tomo VIII: (1603-1604). Roma, Institutum Historicum Societartis Iesu (1986) 607-609.

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Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 80-81.

Enrique FERNÁNDEZ (Edit.). Monumenta Peruana. Tomo VIII: (1603-1604). Roma, Institutum Historicum Societatis Iesu (1986) 20*-21*.

Hugo STORNI. “Torres Bollo, Diego de”. En: Charles O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, Institutum Historicum S. I.-Universidad Pontificia de Comillas, IV (2001) 3824-3825. José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos. Bogotá, Editorial Pontificia Universidad Javeriana (2006) 689-700.

“Felipe III a la Compañía de Jesús”. Valladolid, 30 de diciembre de 1602. En: Enrique FERNÁNDEZ (Edit.). Monumenta Peruana, VIII (1603-1604). Roma, Institutum Historicum Societatis Iesu (1986) 607-609.

“El P. Claudio Acquaviva, Gen. Al P. Onofre Esteban”. Roma, 10 de marzo de 1603. En: Enrique FERNÁNDEZ (Edit.). Monumenta Peruana, VIII (1603-1604). Roma, Institutum Historicum Societatis Iesu (1986) 47.

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Sierra (otras veces se llamará Viceprovincia de Charcas o Viceprovincia de Arriba).65 Y el 28 de julio del mismo año precisaba el P. General que “el Viceprovincial del Nuevo Reino tendrá el colegio de Quito, Santafé, Panamá y Cartagena”,66 es decir, que los territorios asignados eran Quito, Nuevo Reino y Panamá. Además sugiere que pueda ser el P. Diego de Torres el Viceprovincial.67 El 30 de abril de 1604 se daba a la vela Diego de Torres con 45 misioneros.68 En julio arribaron a Cartagena donde la expedición se desprendió de 12 sujetos que estaban destinados a dar comienzo a la viceprovincia del Nuevo Reino.69 El 22 de noviembre llegaba a la ciudad de Lima70 y aunque el General de los jesuitas lo había designado como Provincial del Paraguay, el P. Esteban Páez, máxima autoridad en el Perú, lo proclamó viceprovincial del Nuevo Reino.71 A mediados de 1605 llegaba Diego de Torres a Bogotá72 para hacerse cargo de la nueva fundación. II. La fundación de la Viceprovincia del Nuevo Reino y los fundadores El 23 de septiembre de 1604 llegaba a Santafé la expedición compuesta por los PP. Martín de Funes, José Dedei, Juan Bautista Coluccini, Bernabé Rojas y el H. Diego Sánchez.73 De esta suerte hacía su entrada en la joven Bogotá el grupo fundador de las tierras neogranadinas: América venía representada por el

“El P. Claudio Acquaviva, Gen. A los Provinciales del Nuevo Reino de Granada y de la Sierra”. Roma, c. 7 de abril de 1603. En: Enrique FERNÁNDEZ (Edit.). Monumenta Peruana, VIII (16031604). Roma, Institutum Historicum Societatis Iesu (1986) 153-154.

“El P. Claudio Acquaviva, Gen. Al P. Rodrigo de Cabredo, Prov.”. Roma, 28 de julio de 1603. En: Enrique FERNÁNDEZ (Edit.). Monumenta Peruana, VIII (1603-1604). Roma, Institutum Historicum Societatis Iesu (1986) 384.

“El P. Claudio Acquaviva, Gen. Al P. Rodrigo de Cabredo, Prov.”. Roma, 28 de julio de 1603. En: Enrique FERNÁNDEZ (Edit.). Monumenta Peruana, VIII (1603-1604). Roma, Institutum Historicum Societatis Iesu (1986) 385-386.

Agustín GALÁN GARCÍA. El Oficio de Indias de los jesuitas de Sevilla 1566-1767. Sevilla, Fundación Fondo de Cultura de Sevilla (1995) 220-221. Es curioso anotar que la Casa de Contratación divide al grupo en tres capítulos: 1) Destino: Chile, Quito, Santa Cruz, Río de la Plata, Tucumán al mando del P. Diego de Torres. 2) Perú al mando de del P. Diego de Torres. 3) Nuevo Reino de Granada al mando del P. Martín de Fuentes [error de transcripción: debe decir Funes].

Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 92.

Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 88.

Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 104-105.

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AGI. Santafé, 242. Carta del P. Diego de Torres al Rey. Bogotá, 28 de enero de 1606.

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Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia. Bogotá, I (1959) 101. ARSI. N. R. et Q., 12-I. Carta Anua de 1605, fol. 19v.


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primer Vice-Provincial, P. Diego de Torres. Así, la nueva circunscripción neogranadina, ínsita en el corazón del mundo chibcha, se desgajaba de la del Perú y por ello es lógico que heredara su pasión por la vocación amazónica y su respuesta imitativa en la búsqueda del Marañón y del Orinoco. Y la Compañía de Jesús universal se hacía presente en el científico Juan Bautista Coluccini, en el humanista José Daddey y en el teólogo Martín de Funes.74 Uno de los jesuitas más visionarios de comienzos del siglo XVII en América es el P. Diego de Torres Bollo (1551-1638).75 Fue el organizador de lo que sería la futura Provincia.76 A su rica experiencia personal como Superior en las reducciones de Juli (Alto Perú: 1581-1585) y la de los jesuitas portugueses en Brasil con los “aldeamentos”, amén del conocimiento de los ensayos llevados a cabo por los franciscanos y en especial por el P. Luis de Bolaños (1550-1629), decide fundar las Reducciones del Paraguay, y este hecho le hace afirmar al historiador Antonio Astráin que, “aunque no hubiera hecho otra cosa en toda su vida sino empezar a promover esta obra admirable, tendría justos títulos a que todo el mundo lo respetase como a uno de los grandes bienhechores de la humanidad”.77 Pero, además, su nombre está ligado en la historia americana a su lucha contra el servicio personal de los indígenas del sur del continente.78 Sin embargo, su visión de América la fundamenta con la posición intelectual del P. José de Acosta, quien tuvo la audacia de releer el proyecto de América una vez que se acallaron las voces suscitadas por los “Justos Títulos” y que las meditaciones de Vitoria y la Escuela de Salamanca habían desplazado su quehacer teológico hacia una legislación

Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia. Bogotá, I (1959) 88-90.

Hugo STORNI. “Torres Bollo, Diego de”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, IV (2001) 3824-3825. Enrique TORRES SALDAMANDO. Los antiguos jesuitas del Perú. Lima, Imprenta Liberal (1882) 111-118. Francisco ENRICH. Historia de la Compañía de Jesús en Chile. Barcelona, Imprenta de Francisco Rosal, I (1891) 305-310. C. LEONHARD. “El Cardenal F. Borromeo protector de las antiguas misiones del Paraguay”. En: Archivum Historicum Societatis Iesu. Roma, 1 (1932) 308-311. Rubén VARGAS UGARTE. “El P. Diego de Torres y el cardenal Federico Borromeo”. En: Boletín del Instituto de Investigaciones Históricas. Buenos Aires, 17 (1934) 59-82. Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia. Bogotá, I (1959) 86-88; 104-107. M. J. BIELZA. “Esbozo biográfico del P. Diego de Torres Bollo”. En: Missionalia Hispanica. Madrid, 43 (1986) 9-45. Quintín ALDEA. “Diego de Torres, fundador de las reducciones del Paraguay”. En: Zamora y América. Zamora (1992) 313-333. G. PIRAS. M. de Funes e gli inizi delle riduzioni dei gesuiti nel Paraguay. Roma, Storia e Letteratura (1998) 41-118.

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Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 104-109.

Antonio ASTRAIN. Historia de la Compañía de Jesús en la Asistencia de España. Madrid, IV, 666. Pablo HERNANDEZ. Organización social de las doctrinas guaraníes de la Compañía de Jesús. Barcelona, Gustavo Gili (Edit.), I (1913) 7.

E. H. KORTH. Spanish Policy in Colonial Chile. The Struggle for Social Justice. Standford, Standford University Press (1968) 96-108.

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indiana más humana y cristiana. Su Historia natural y moral de las Indias Occidentales marca una nueva época en la historia del americanismo por la cualidad de sus fuentes, su sentido crítico y, sobre todo, porque propone una teoría del hombre americano y un cuadro general de los pueblos amerindios.79 El marco espacial de la Provincia neogranatense lo diseñaría en 1607 –tres años después de su llegada al Nuevo Reino– el P. Martín de Funes,80 hombre cosmopolita con mentalidad renacentista, quien venía de enseñar teología en Austria y había recorrido como Profesor de esa disciplina una buena parte de Europa, y quien pasaría a la historia eclesiástica romana como principal ideólogo del primer seminario de misiones extranjeras.81 Su inquieta y atrevida personalidad intelectual82 dejó sus huellas en el alma de la nueva Provincia. Miembro fundador de la Provincia del Nuevo Reino y su representante ante la Congregación General que se reunió en Roma en 1608, solicitaba la independencia de la Provincia del Perú y abogaba por la adquisición de una identidad propia en el Memorial 9° que presentó al P. General de los Jesuitas en Roma ese mismo año.83 Su visión geopolítica de lo que él denominaba “Provincia de Tierra Firme” abarcaba desde Panamá hasta Canarias (de donde esperaba conseguir vocaciones para tan magna empresa); también se incluían todos los Llanos hasta el Brasil, y por el norte comprendía las Islas de la Española y Cuba.84 Asimismo, suplicaría en 1607 al P. Aquaviva que interviniera a fin de que su Majestad “funde este colegio y universidad como se lo han pedido el Presidente, el Arzobispo, el Visitador de toda la Audiencia y la Audiencia misma”.85 Si Funes aportaba la visión de la Europa transmontana, Juan Bautista Coluccini (1569-1641)86 y José Daddey (1576?-1660)87 significaban la inserción de la Italia renacentista en tierras neogranadinas pues, como escribirá

Patrick MENGET. “Notes sur l’etnographie jésuite de l’Amazonie portugaise (1653-1759)”. En: Claude BLANCKAERT. Naissance de l’ethnologie? París, Les Editions du Cerf (1985) 190.

José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana-Universidad Católica del Táchira (2002) 131-134.

José Luis SAEZ. “La visita del P. Funes a Santo Domingo y sus Memoriales sobre las Indias (1606-1607)”. En: Paramillo. San Cristóbal, 14 (1995) 573.

Giuseppe PIRAS. La Congregazione e il Collegio di Propaganda Fide di J. Vives, G. Leonardi e M. de Funes. Roma, Pontificia Università Gregoriana, 1976.

Martín de FUNES. Memorial 9°: Que la Viceprovincia del Nuebo Reino de Granada sea y se llame provincia. En: ARSI. Congregationes Generales, 52, fols. 209-210.

Véase la trascripción castellana en: José Luis SAEZ. “La visita del P. Funes a Santo Domingo y sus Memoriales sobre las Indias (1606-1607)”. En: Paramillo. San Cristóbal, 14 (1995) 605-606.

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ARSI. Congregationes Provinciales, 52, fol. 206. Memorial 6º.

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José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas en la Javeriana colonial, 81-84.

José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas en la Javeriana colonial, 96-99.

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Daniel de Barandiarán, la “empatía de los italianos es un caso relevante en la historia de la relaciones mundiales y de la captación antropológica de los pueblos más inverosímiles”.88 Ambos habían asimilado la respuesta original de la nueva Orden religiosa a la problemática renacentista creada por el cambio de mentalidad, por los grandes descubrimientos, por el nacimiento de las lenguas vernáculas y la formación de las nacionalidades, por la desmembración de las ciencias, por el conflicto entre la fe y la razón; pero a su vez aportaban la intuición de la Compañía de Jesús italiana: pasión por la lingüística, la retórica, la astronomía y la matemática,89 así como el convencimiento del valor del arte barroco.90 El inicio de las actividades académicas El 1º de enero de 1605 se inauguraron con toda solemnidad los estudios de humanidades en lo que a partir de 1623 sería la Universidad Javeriana.91 El elegido para pronunciar la clase inaugural sería el jesuita italiano P. José Dadey (c.1576-1660).92 Como buen humanista no solo enseñó a Nebrija sino que también inició a sus discípulos en “los meteoros y la esfera del P. Clavio”.93 Dotado del espíritu de las lenguas llegó a dominar cinco del Nuevo Reino.94 Años después regresaría a la Javeriana para regentar la Cátedra de Chibcha.95

Daniel de BARANDIARAN. “El Orinoco amazónico de las Misiones jesuíticas”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit.). Misiones jesuíticas en la Orinoquia. San Cristóbal, Universidad Católica del Táchira, II (1992) 306.

Pedro DE MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de Colombia, I (1957) 183. Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 104.

Patricia RENTERÍA SALAZAR. Arquitectura en la Iglesia de San Ignacio de Bogotá. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana (2001) 98-102.

ARSI. N. R. et Q., 12, fol. 33. Carta annua anonima, 1604-1605.

Véase: José DEL REY FAJARDO. Bio-bibliografía de los jesuitas en la Venezuela colonial. San Cristóbal-Santafé de Bogotá, Universidad Católica del Táchira-Pontificia Universidad Javeriana (1995) 178-181.

Pedro DE MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de Colombia, I (1957) 183.

Pedro DE MERCADO. “Por buena cuenta más de cinco fueron los idiomas que supo”. En: Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de Colombia, I (1957) 183.

ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium. Carta del P. Claudio Aquaviva al P. José Dadey. Roma, 31 de mayo de 1620.

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De su ingente labor indigenista ha sobrevivido la Gramática y Vocabulario de la lengua mosca-chibcha.96 Al abrir los estudios de humanidades en la ciudad de Bogotá, la Compañía de Jesús presentaba a la sociedad neogranadina un proyecto más para colaborar con la creación de una matriz histórica capaz de generar sus valores fundantes para la naciente Nueva Granada. Soñaban con injertar a las juventudes neogranadinas en la modernidad que se había iniciado en la vieja Europa a lo largo del siglo XVI como fruto de la “revolución educativa”. En otras palabras, los hombres de Loyola habían asumido los significados de inserción en el mundo cultural de un talento colectivo de innovación que tenía conciencia de los mecanismos exigidos por una empresa fuera de lo común de capitalización intelectual, tales como la exigencia de funcionarios competentes que garantizaran el desarrollo expansivo de la monarquía hispana en tierras de Indias. De esta suerte podemos sintetizar que el aporte de la Universidad Javeriana colonial a las ciencias y saberes neogranadinos seguiría el siguiente cronograma: en 1605 se abrirían dos clases de gramática,97 los cursos de Filosofía en 1608,98 los de Teología Escolástica y Teología Moral en 1612,99 hacia 1613 la cátedra de Lengua indígena,100 la cátedra de Vísperas hacia 1616,101 la

Diccionario y Gramática chibcha. Manuscrito anónimo de la Biblioteca Nacional. Transcripción y estudio histórico-analítico por María Stella González de Pérez. Bogotá, Instituto Caro y Cuervo. Biblioteca “Ezequiel Uricoechea”, n.° 1, 1987.

Gonzalo de LYRA. Letras Annuas de la Provincia del Nuevo Reino de Granada de los años 1611 y 1612. (ARSI. N. R. et Q., 12. Historia, I, fol. 63): “En dos clases de gramática leen dos de los Maestros, a buen número de estudiantes, de cuyo fruto ha gozado ya la ciudad oyendo declamaciones, oraciones latinas, viendo epigramas, hieroglíficos y otros géneros de poesías que en varias ocasiones de fiestas y exequias de la reina se han sacado a luz”.

José DEL REY FAJARDO y Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. La enseñanza de la Filosofía en la Universidad Javeriana colonial (1623-1767). Bogotá, Editorial Pontifica Universidad Javeriana (2010) 43-44. Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia. Bogotá, I (1959) 109.

José DEL REY FAJARDO. Los precursores de la ‘Sociedad del conocimiento’ en la Javeriana colonial. Bogotá, Editorial El Búho (2010) 197, 250.

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ARSI. N. R. et Q., I. Epistolae Generalium. Aquaviva a Lyra, 28 de enero 1614, fol. 33 (Luego en 1613 ya estaba funcionando). Los Estudios superiores de Teología se abrieron en 1612. Cfr. Letras Annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada de los años 1611 y 1612. (ARSI. NR et Q., 12-1, fol. 63). En 1616 volvía el P. General a hablar sobre la cátedra de Lengua Indígena. (ARSI. N.R. et Q., I. Epistolae Generalium, fol. 42. Aquaviva a Lyra, 8 enero 1616. Alberto LEE LÓPEZ. “Gonzalo Bermúdez, Primer Catedrático de la Lengua General de los Chibchas”. Boletín de historia y antigüedades. Bogotá, L [1964] 183-217).

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cátedra de Medicina en 1636,102 los estudios de Cánones y Leyes en 1706,103 y la cátedra de Sagrada Escritura en 1722.104 III. Las ofertas jesuíticas a la sociedad neogranadina Al hablar del proyecto científico que trajeron los seguidores de Ignacio de Loyola a los hombres del Nuevo Reino de Granada debemos distinguir dos vertientes; la primera se centra en el aporte: cuál era la novedad que distinguía a la nueva Orden religiosa fundada en 1540; la segunda, cuáles fueron las ofertas que de facto llevarían a cabo los hombres de la Universidad Javeriana. 1. La novedad de la Compañía de Jesús El escritor norteamericano John O’Malley no duda en afirmar que a través de los colegios los ignacianos adquirieron un compromiso con las ciudades en las que se insertaban. Por ello entendieron que “el bien común” debía ser expresión de la cultura, la urbanidad, la civilidad, la conversación y, en definitiva, del diseño de un hombre honesto. Bebieron esta inspiración en la tradición de la formación para el bien de la ciudad que nace con Isócrates en Atenas y que se incrustó en el corazón de los humanistas del Renacimiento. Los clásicos encontraron un excelente escenario en los colegios jesuíticos y fueron enseñados “no simplemente como modelos de vida sino también como fuentes de inspiración ética”.105 La Compañía de Jesús fue una auténtica trasnacional del conocimiento y los arquitectos de esta empresa universal se habían formado en la Universidad de París, hervidero de ideas, confrontaciones y deseos de modernización, y por ello captaron rápidamente la ruptura creciente que se operaba en el viejo mundo entre las instituciones educativas, sus métodos y

Daniel RESTREPO y Guillermo y Alfonso HERNÁNDEZ DE ALBA. El Colegio de San Bartolomé: I. El Colegio a través de nuestra historia. Por el P. Daniel Restrepo S.J. II. Galería de hijos insignes del Colegio. Por Guillermo y Alfonso Hernández de Alba. Bogotá, Sociedad Editorial (1928) 25-26. Jesús María FERNÁNDEZ y Rafael GRANADOS. La obra civilizadora de la Iglesia en Colombia. Bogotá, Librería Voluntad (1936) 71-72. Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Aspectos de la cultura en Colombia. Bogotá, Ministerio de Educación (1947) 105-113. Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia. Bogotá, I (1959) 538-539.

Juan Manuel PACHECO. “La Universidad Javeriana de Santafé de Bogotá durante la época colonial”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit). La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, Universidad Católica del Táchira, I (1991) 112-114.

José DEL REY FAJARDO. Los precursores de la ‘Sociedad del conocimiento’ en la Javeriana colonial, 30.

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John O’MALLEY. “Cinco misiones del carisma jesuita. Contenido y método”. En: Apuntes ignacianos. Bogotá, 51 (2007) 28.

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sus maestros y, por otra parte, la presión de las corrientes renovadoras que necesitaban garantizar un status social emergente a las nuevas sociedades. La primera generación científica de la Compañía de Jesús traía a los estudios eclesiásticos todas las conquistas de la ciencia nueva y por ello se sentía atormentada por la fiebre y actividad intelectual que proviene de la investigación, la controversia y la unificación creadora. Luce Giard inicia su visión sobre el aporte de los jesuitas al Renacimiento con lo que él denomina “el deber de la inteligencia”,106 que consiste en enseñar y crear ciencia. Y en tal sentido cita la opinión de William Ashworth, quien afirma: “Se podría avanzar que la Compañía de Jesús fue antes que la Academia del Cimento o la Royal Society, la primera verdadera sociedad científica”. También es verdad que más adelante tamiza su afirmación al mostrar sus reservas en cuanto a la parte de innovación visible en la producción científica de la Compañía de Jesús en el siglo XVII porque los jesuitas se convirtieron en muy eclécticos y porque durante mucho tiempo se adhirieron a una “vista emblemática de la naturaleza”.107 El descubrimiento del “capital humano” prendió como fuego en las nuevas sociedades renacentistas y de esa forma legitimó su demanda. Todo este gigantesco esfuerzo desembocó en un modelo pedagógico experimentado en el mundo conocido, y al decir de Luce Giard sustentado “en un método eficaz, bien estructurado, cuidadoso de los mecanismos de adquisición de conocimientos, adaptado a las necesidades de su tiempo”,108 todo lo cual avaló el ideal de intelectualidad que acompañó a la primera Compañía de Jesús. De esta forma, los ignacianos pronto emprendieron el camino de la nueva ciencia y por ello se convirtieron en miembros activos de la República de las letras, de las artes y de las ciencias, e hicieron acto de presencia como una empresa de “capitalización intelectual” y de organización institucional, conducida a escala internacional.109 El lector que desee disponer de una perspectiva completa del cultivo de las ciencias por parte de los jesuitas puede consultar el amplio espectro en el Diccionario histórico de la Compañía de Jesús: ciencias físicas, históricas, naturales, y matemáticas; ciencias orientales: egiptología,

Luce GIARD. “Le devoir d’intelligence ou l’insertion des jésuites dans le monde du savoir”. En: Luce GIARD (Dir.). Les jésuites à la Renaissance. Système éducatif et production du savoir. Paris, Presses Universitaires de France (1995) p. XI-LXXIX.

Luce GIARD. “Le devoir d’intelligence ou l’insertion des jésuites dans le monde du savoir”, p. XXV.

Luce GIARD. “Le devoir d’intelligence ou l’insertion des jésuites dans le monde du savoir”, p. LVI.

Luce GIARD. “Le devoir d’intelligence ou l’insertion des jésuites dans le monde du savoir”, p. XIII.

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estudidos mesopotámicos, arábigos e islámicos; lingüística; ciencias de la religión, astronomía…110 2. La visión de las ofertas llevadas a cabo por la Universidad Javeriana Varias fueron las ofertas que presentaron los jesuitas a la sociedad neogranadina. La primera oferta fue la nueva visión intelectual y cultural que había diseñado la Orden de Ignacio de Loyola para el Occidente y los nuevos mundos. Con tres rasgos distintivos se puede visualizar el horizonte de la Universidad Javeriana colonial en su tarea de colaborar en la implantación de una comunidad humana, culta, científica y humanista que se preocupara por los valores espirituales, científicos, culturales, sociales y educativos a fin de colaborar con la construcción de las nuevas sociedades en el Nuevo Reino de Granada. El primero consistió en haber configurado una corporación internacional como lo demuestra la sola enumeración de los centros jesuíticos, europeos y americanos, que se hicieron presentes en la capital neogranadina. En segundo término, la pluralidad de personas y mentalidades tan diversas significaron una garantía a la hora de construir los preludios de la sociedad del conocimiento neogranadino. A fin de poder entender la pluralidad de formas de pensar en el mundo y las ciencias enseñadas en la Javeriana colonial, contabilizamos unas estadísticas que utilizaremos en el capítulo siguiente al hablar del claustro javeriano. La segunda oferta fue una visión distinta del Humanismo que, como afirma Manuel Briceño Jáuregui “fue fundar por vez primera una cultura general, una guía del pensamiento y de la vida para llegar a la realización más alta de la carrera humana”.111 Y en verdad que la tradición greco-latina impuso un lenguaje científico y cultural universal que fue el latín, y a él hay que recurrir para comprender la interpretación, no solo de las mentalidades de los hombres que integraron las comunidades humanas, sino también las visiones de la ciencia que avalaban los cambios sociales. En efecto, el código de enseñanza universal para los colegios de la Compañía de Jesús, la denominada Ratio Studiorum,112 se publica en 1599

AA. VV. Ciencias. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, I (2001) 794-816.

Manuel BRICEÑO JAUREGUI. “La prelección como elemento metodológico en la enseñanza de las humanidades en los colegios jesuíticos neogranadinos (s. XVII-XVIII)”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit). La pedagogía jesuítica en Venezuela, II, 593.

Para los textos de la Ratio Studiorum nos remitimos a: Ladislao LUKACS. Monumenta Paedagogica Societatis Iesu. Roma, Monumenta Historica Societatis Iesu, I (1965) 1540-1556; Roma, II (1974)

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–final del gran siglo de las Reformas– y se inscribe en el desafío de respetar las aspiraciones de los particularismos de las ciudades renacentistas frente a las exigencias de los poderes nacionales empeñados en dar una respuesta “a la demanda universal de una formación que correspondiera a la racionalidad económica, jurídica, social y cultural”.113 La sociedad europea del XVI vivió una intensa aceleración en el movimiento que supuso la transición de una cultura oral a la escrita en el marco de la comercialización del libro impreso, y en la demanda de escolarización para satisfacer las exigencias de las nuevas clases medias emergentes. El medio que utilizaron los seguidores de Ignacio de Loyola para alcanzar esos grandes ideales fue, al decir de Michel de Certau, el “humanismo devoto”, que en definitiva es el producto de una técnica: la retórica.114 Según el jesuita francés, la retórica distingue res (los significados: quae significantur) y verba (los significantes: quae significant), y todas las combinaciones posibles están reguladas por reglas (praecepta). En consecuencia, las res (que recolecta la eruditio) están destinadas a alimentar los materiales que componen los “temas”, los “lugares” y las “ideas”. Las verba permiten tratar los temas según los procedimientos que engendran los “estilos” y reaniman la “elocutio”. Este sistema supone una verdad dada de fuera. De esta suerte, la retórica la puebla únicamente por conocimientos objetivos (res) y la ilustra gracias al arte de hablar (artes dictaminis). Y de esta manera se transforma la retórica en la “ciencia del ornato”. Su objetivo se centra en producir “efectos de estilo” que intentan producir “sentimientos” (amor,

1557-1572; III (1974) 1557-1572; Roma, IV (1981) 1573-1580; Roma, V (1986) 1586, 1591, 1599; Roma, VI (1986) 1582-1587; Roma, VII (1992) 1588-1616. En castellano: José DEL REY FAJARDO et alii. Virtud, letras y política en la Mérida colonial. San Cristóbal, Universidad Católica del Táchira II (1995) 197-286. En francés: Adrien DEMOUSTIER y Dominique JULIA. Ratio Studiorum. Plan raisonné et institution des études dans la Compagnie de Jésus. Paris, Belin, 1997. En alemán: Georg Michael PACHTLER. Ratio Studiorum et Institutiones Scholasticae Societatis Jesu per Germaniam olim vigentes collectae concinnatae dilucidatae a G. M. Pachtler S. J. 1887-1894. Osnabrück, Biblio-Verlag, 1968. Sobre la Ratio nos permitimos sugerir: F. CHARMOT. La pedagogía de los jesuitas. Madrid, Sapientia, 1952. François de DAINVILLE. L’Education des Jésuites. Paris, Editions de Minuit, 1978. Gabriel CODINA MIR. Aux sources de la pédagogie des Jésuites: “Le Modus parisiensis”. Roma, Institut historique de la Compagnie de Jésus, 1968. Luce GIARD y Louis de VAUCELLES. Les Jésuites à l’âge barroque (1540-1640). Grenoble, Jerôme Million, 1996. Miguel BATLLORI. “San Ignacio y la fundación de los jesuitas”. “La pedagogía de la Ratio Studiorum”. En: Buenaventura DELGADO CRIADO (Edit). Historia de la Educación en España y América. II. La educación en la España moderna (Siglos XVI-XVIII). Madrid, Fundación Santa María (1993) 57-74. 113 Adrien DEMOUSTIER. “Les jesuites et l’enseignement à la fin du XVIe siècle”. En: Adrien DEMOUSTIER y Dominique JULIA. Ratio Studiorum. Plan raisonné et institution des études dans la Compagnie de Jésus. Paris, Belin (1997) 12-13.

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Michel DE CERTAU. “Le 17e. siècle français”. En: André DERVILLE. “Jesuites”. En: M. VILLER et alii. Dictionnaire de spiritualité ascétique et mystique, doctrine et histoire. París, VIII (1974) 996-997.


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reverencia, etc.) y “acciones” (adhesión, prácticas religiosas…) en los destinatarios. En otras palabras, es una técnica de la persuasión.115 Para los javerianos neogranadinos fue la Academia de San Francisco Javier su arquetipo ideal como punto de referencia en su conciencia ideal, simbólica o imitativa. Los “Colegios de Provincia” como expresión original de la República de las Letras Pero, ¿cuál fue el aporte de la Compañía de Jesús a las ciudades y pueblos neogranadinos en los que logró insertarse? El modelo original y exitoso desarrollado en el Colegio Máximo de Bogotá sirvió de inspiración a cada ciudad neogranadina para que, en la medida de sus posibilidades, aceptara el reto de imitar el cúmulo de proyectos llevados a cabo por la Universidad Javeriana o de superarlos. En verdad, comprender la historia de la Academia de San Francisco Javier es clave para poder entender y explicar el significado de las actividades de los jesuitas coloniales en la geografía colombiana. La función psíquica exige para poder desarrollarse de sustancia y promesas, es decir, arquetipos de identificación. Por ello, el jesuita neogranadino necesitaba encontrar en su Alma Mater una herencia cultural que le hiciera habitante de una historia y partícipe de una sociedad, para de esta forma sentirse actor en una red de relaciones a partir de las cuales pudiera elaborar comportamientos en respuesta a problemas existenciales. De esta manera, cada hijo de San Ignacio, cada colegio, cada rincón misional, cada hacienda reiteraba un modelo creador que invitaba no solo a la imitación sino al riesgo de la superación. Al asumir los jesuitas –casi en forma de monopolio– la educación de las juventudes en todos sus niveles en Santafé de Bogotá, –así como también en muchas partes del mundo occidental y de la Nueva Granada– se situaron obligatoriamente en las encrucijadas de la historia civil, social, intelectual y económica y, de forma paralela, dentro del ámbito de la historia religiosa en Colombia. De esta forma, fueron produciendo un tipo de cultura que trataba de aunar los nuevos descubrimientos y la evolución del pensamiento filosófico con las creencias tradicionales.116 En la historia de las letras neogranadinas ha pasado desapercibida la que Ignacio de Loyola denomina la “Facultad de Lenguas”. La enseñanza de la Retórica creó en la Nueva Granada la denominada “República de las Letras” pues, fuera de las ciencias, esta disciplina constituyó el único

Michel DE CERTAU. “Le 17e. siècle français”, 997.

Esta afirmación la establece Daniel MORNET. Les origines intelectuelles de la Révolution Française. París (1954) 173.

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prestigio social e intelectual hasta mediados del siglo XVIII. Como estatuye Roland Barthes, la Ratio Studiorum de los jesuitas consagra la preponderancia de las humanidades y de la retórica latina en la educación de las juventudes. Su fuerza formativa la deriva de la ideología que legaliza la “identidad entre una disciplina escolar, una disciplina de pensamiento y una disciplina de lenguaje”.117 En definitiva, se trata del estudio del humanismo y de la enseñanza de las humanidades en la Javeriana colonial.118 Este proyecto literario constituyó la base de la formación de innumerables generaciones del Nuevo Reino (1605-1767) que aprendieron el genuino valor de la palabra,119 pues solo existe si se da en ella algún encuentro. La actual identidad cultural y lingüística del colombiano bebe sus orígenes en la fina retórica aprendida en la Facultad de Lenguas. La tercera oferta nos introduce al sugerente mundo de la América profunda, es decir, las Misiones. Si las reducciones jesuíticas guaraníes fueron percibidas casi como una fábula mítica patrocinadora del “buen salvaje”, la élite intelectual de la sociedad del pensamiento europeo se dejó alucinar por la obra de la Compañía de Jesús en Oriente, sobre todo, en China, considerándola como “la expedición científica más ambiciosa de los tiempos modernos”.120 Los ignacianos tuvieron la valentía de asumir el reto y los riesgos de la confrontación científica en el mundo oriental. Y así la describía Sabatino de Ursis, un genio de la hidráulica, el “trabajar con ambas manos, la derecha en los negocios de Dios” y la izquierda en las empresas de la ciencia y del intelecto, era el mejor camino para lograr la conversión de los chinos, aunque se trataba de un camino muy laborioso.121 En todo caso siempre será interesante la teoría de Michel Foucher, quien concibe el cuerpo geográfico de la Compañía de Jesús como una

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Roland BARTHES. Investigaciones retóricas. I. La antigua retórica. Buenos Aires (1974) 37.

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Sobre este tema, véase: Juan Manuel PACHECO. “La Universidad Javeriana de Santafé de Bogotá durante la época colonial”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit.). La pedagogía jesuítica en Venezuela 1628-1767. San Cristóbal, I (1991) 77-173. José DEL REY FAJARDO. La biblioteca colonial de la Universidad Javeriana de Bogotá. Santafé de Bogotá-San Cristóbal, s/f [2001]. José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial. Bogotá, 2002. Todavía sigue siendo un estudio clásico: José Manuel RIVAS SACCONI. El Latín en Colombia. Bosquejo histórico del humanismo colombiano. Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura, 1977.

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Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 540-542.

Jean LACOUTURE. Jesuitas. I. Los Conquistadores. Barcelona-Buenos Aires-México, Ediciones Paidós, (1993) 398.

Jonathan WRIGHT. Los jesuitas. Una historia de los soldados de Dios. Santa Perpetua de Mogola (Barcelona) (2005) 104. Wright se remite a: P. M. D’ELIA. Galileo in China. Relations through the Roman College between Galileo and the Jesuit Scientist-Missionaries. Cambridge (Mass.) (1960) 21.

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respuesta a la geopolítica espiritual122 previamente diseñada, y concluye que este universal es cartografiable, pues se trata también de un fenómeno de la geografía.123 Wolfgang Reinhard parte del supuesto de que la modernización de la Compañía de Jesús se debió a su programa pedagógico y a sus proyectos misionales fuera de Europa. Y estatuye: Por muy controvertidos que hoy sean, los intentos de adaptar el mensaje cristiano a las concepciones autóctonas y de propiciar un cambio cultural dirigido, que [la Orden] llevó a cabo en sus misiones, representan algunas de las escasas alternativas serias al por lo demás brutal etnocentrismo de la expansión europea por todo el planeta y constituyen, por eso mismo, un experimento de seductora actualidad.124

Dentro de las concepciones de la Compañía de Jesús neogranadina, la ciudad de Cartagena y el río Magdalena definieron el primer mapa de su acción geopolítica. Es de lamentar que la intuición similar que ofrecía la Isla de Trinidad y el río Orinoco –uno de los retos de la utopía jesuítica americana– no mereciera hasta el siglo XVIII la atención de la cúpula directiva de los ignacianos insertos en la sabana bogotana, pues hubiera significado la arteria del desarrollo de la gran Provincia de Guayana, matriz territorial de la nueva Venezuela. Si en la “República de las Letras”, en la Nueva Granada, la Compañía de Jesús formó las élites del humanismo cultural, también los hombres de la Javeriana supieron asumir el reto de la “República cristiana” en las soledades del Llano y en lo profundo de la Orinoquia. Sin lugar a dudas, el proyecto humano y social de más aliento que llevaron a cabo jesuitas en estas regiones se puede calificar como Una utopía sofocada.125 La historia de esta empresa misional es suficientemente conocida en la literatura histórica colombiana. Por este motivo sintetizo la obra espiritual llevada a cabo por los seguidores de Ignacio de Loyola con el espíritu gráfico de Jean Lacouture: la reducción fue una especie de colectivo donde se fabricaban civilizados; una forja para sociabilizar y convertir, y todo

Michel FOUCHER. “Géographie de la Compagnie de Jésus: une géopolitique spirituelle”. En: Hérodote. Paris, 56 (1990) 55-66.

Michel FOUCHER. “Géographie de la Compagnie de Jésus: une géopolitique spirituelle”, 66.

Wofgang REINHARD. “Gegenreformation als Modernisierung? Prolegomena zu einer Theorie des konfesionellen Zeitalters”. En: Archiv für Reformationsgeschichte. Güttersloh, 68 (1977) 241. [226-252]. Citado por Michael SIEVERNICH. “La Misión de la Compañía de Jesús: inculturación y proceso”. En: José Jesús HERNÁNDEZ PALOMO y Rodrigo MORENO JERIA (Coord.). La Misión y los jesuitas en la América española, 1566-1767. Sevilla, Consejo Superior de Investigaciones Científicas-Escuela de Estudios Hispano-Americanos (2005) 284-285.

José DEL REY FAJARDO. Una utopia sofocada: Reducciones jesuíticas en la Orinoquia. Caracas, Academia Venezolana, 1998.

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“diseñado, construido, creado para obligar a una vida en común ordenada por la razón e iluminada por la fe en un Dios único”.126 Pero, el mejor indicador de la tensión espiritual de los jesuitas neogranadinos y de la formación dada por la Academia de San Francisco Javier lo constituye el conjunto de ciencias, saberes, conocimientos y disciplinas con que zurcieron la verdadera historia de estos pueblos aborígenes. Para una mayor información sobre este tema remitimos al lector a nuestro libro La República de las Letras en la Bael étnica de la Orinoquia.127 Una cuarta oferta se ubica en los difíciles espacios de la utopía ya que imaginación, innovación y audacia fueron principios rectores para muchas personalidades jesuíticas que trataron de dar respuesta a los retos que les planteaban las personas, los tiempos y las geografías. Con visión culturalista escribe Fernando García de Cortázar que el legado de Francisco de Javier forma parte de la mejor historia viajera de los jesuitas, que ha impregnado al resto de la humanidad de ideas y valores y que con sus personajes y sus obras ha enriquecido el patrimonio universal y sin cuya aportación nuestro mundo no sería el mismo.128

Ciertamente que el periplo por el mundo oriental llevado a cabo por el jesuita navarro –quien en 11 años recorrió la India, Malaca, parte de Indonesia, Japón, y a quien sorprende la muerte, en 1552, a las puertas de China, por donde pensaba regresar a Roma siguiendo los pasos de Marco Polo129– traza “la insólita carrera evangelizadora de Javier [que] constituyó la primera gran historia de éxito de los jesuitas”.130 Pareciera como si el joven doctor parisino era el hombre elegido por la nueva orden religiosa para que encarnase lo que ellos significaban. En verdad este Ulises de la fe cristiana en las Indias orientales abrió la puerta a una monumental producción geográfica que recoge en parte la Bibliothèque de Sommervogel131 y que se inspira en las Constituciones

Jean LACOUTURE. Jesuitas. I. Los Conquistadores, 557.

José DEL REY FAJARDO. La República de las Letras en la Babel étnica de la Orinoquia. Caracas, Academia Venezolana de la Lengua, 2015. José DEL REY FAJARDO. Los jesuitas en Venezuela. Tomo IV: Nosotros también somos gente. (Indios y jesuitas en la Orinoquia). Caracas, Academia Nacional de la Historia, 2011.

Fernando GARCIA DE CORTAZAR. “Algo más que un aventurero. 500 años del nacimiento de San Francisco Javier”. En: SIC. Caracas, 684 (2006) 165.

Félix ZUBILLAGA. Cartas y escritos de San Francisco Javier. Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, t. 101 (1979) 30-34.

Jonathan WRIGHT. Los jesuitas. Una historia de los soldados de Dios, 14.

Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jesús. París, Libraire des Archives nationales et de l’École des Chartes, XI, 1932. Solo para las Misiones recoge la bibliografía que se extiende desde la columna 1221 a la 1366. Y conviene completar esta información con la

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de la Compañía de Jesús cuando establece que “el bien cuanto más universal es más divino”.132 Si nos reducimos al marco de la geografía haremos mención del hecho de que para el siglo XVII los seguidores de Ignacio de Loyola habían levantado visiones geográficas en América desde Los Grandes Lagos hasta Chile y Paraguay; en África, desde Etiopía hasta Madagascar, y en Asia, desde la India hasta China y Japón. En una panorámica de altura133 podríamos señalar a Pedro Páez (15641622)134 como el primer europeo en llegar a las fuentes del Río Nilo (1618) y, una década después, Jerónimo Lobo (1595-1678)135 dejaría para la posteridad la descripción del Nilo Azul. Y en Madagascar y Mozambique hay que reseñar a Luis Mariana (1582-1634).136 Para algunos historiadores el más extraordinario de los exploradores jesuitas fue el H. Benito de Goes (1562-1707)137 quien, para buscar unas comunidades siro-nestorianas, salió de Agra en 1602 y, tras atravesar Afganistán y por la ruta de la seda, llegó a Catay en diciembre de 1605. Y sus viajes vinieron a probar que las tierras de “Catay” y China eran lo mismo. El H. Gaspar Gómez (1552-1622)138 fue uno de los primeros exploradores de las islas Malucas en 1592. Antonio Andrade (1580-1634)139 bibliografía anual que publica la Revista Archivum Historicum S.I. del Instituto Histórico de la Compañía de Jesús en Roma. El tema está todavía vigente como lo demuestra el libro Juan PLAZAOLA (Edit.). Jesuitas exploradores, pioneros y geógrafos. Bilbao, Ediciones Mensajero, 2006.

Ignacio IPARRAGUIRE, Cándido de DALMASES y Manuel RUIZ JURADO. Obras de San Ignacio de Loyola. Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1991. El texto se encuentra en la Parte VII de las Constituciones, [n.º 622] que reza: “Porque el bien quanto más universal es más divino, aquellas personas y lugares que, siendo aprovechados, son causa que se estienda el bien a muchos otros que siguen su autoridad o se gobiernan por ellos, deben ser preferidos. Así la ayuda spiritual que se hace a personas grandes y públicas (ahora sean seglares como Príncipes y Señores y Magistrados o administradores de justicia, ahora sean ecclesiásticos como perlados) y la que se hace a personas señaladas en letras o auctoridad, debe tenerse por más de importancia, por la mesma razón del bien universal” (p. 597).

Charles E. O’NEILL. “Geografía”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, II (2001) 1712-1714.

Philip CARAMAN. “Páez, Pedro”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 2946.

Philip CARAMAN y Hubert JACOBS. “Lobo, Jerónimo”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 2404.

Angel SANTOS. “Mariana (Mariano). Luis”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 2507.

John CORREIA-AFONSO y Nancy M. GETTELMAN. “GOES (GÓIS), Bento de”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. RomaMadrid, 2 (2001) 1765-1766.

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Hubert JACOBS. “Lobo, Jerónimo”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, II (2001) 1773.

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Richard F. SHERBURNE. “Andrade, Antonio de”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, I (2001) 160-161.


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visitó dos veces el Tibet, en 1625 y en 1626-1629, y así lo dio a conocer en su libro Novo descobrimento do Gram Cathayo ou reinos do Tibet (1626). Y del mismo modo podríamos seguir con la brillante página de China.140 Si nos circunscribimos a América hacemos nuestras las consideraciones de Manuel Aguirre Elorriaga quien, al afirmar que la “historia de los grandes ríos americanos está vinculada de modo singular, y por extraña y persistente coincidencia, a grandes misioneros, escritores y descubridores jesuitas”,141 estaba estableciendo una simetría histórica entre los caminos acuáticos de la geografía americana y la presencia de miembros de la Compañía de Jesús que supieron legar a la posteridad la biografía de las grandes arterias de los mundos descubiertos por Colón.142 En el caso del Nuevo Reino de Granada, volveremos más adelante sobre el tema; debemos hacer referencia a los ríos: Amazonas, Orinoco, Magdalena y Guarapiche. La bibliografía sobre el Amazonas143 se extiende desde el P. Cristóbal de Acuña (1598-1670)144 y Manuel Rodríguez (1628-1684),145 pasando por el P. Samuel Fritz (1651-1725)146 y Pablo Maroni (1695-1757),147 hasta el P. José Chantre y Herrera (1738-1801).148 El Orinoco tendría dos intérpretes: José Gumilla y Felipe Salvador Gilij. El Guarapiche encontraría en Pierre Pelleprat su primer cultor,149 y el

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Véase: Joseph SEBES y John W. WITEK. “China”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, I (2001) 776-787.

Manuel AGUIRRE ELORRIAGA. La Compañía de Jesús en Venezuela. Caracas, Editorial Condor (1941) 3.

Francisco MATEOS. “Antecedentes de la entrada de los jesuitas españoles en las Misiones de América”. En: Missionalia Hispanica. Madrid, 1 (1944) 109-166.

Cristóbal de ACUÑA. Nuevo descubrimiento del gran río de las Amazonas el año de 1639. Madrid, Iberoamericana-Vervuert, 1641. Manuel RODRIGUEZ. El Marañón y Amazonas. Madrid, 1684. Samuel FRITZ. El gran río Marañón o Amazonas con la misión de la Compañía de Jesús. Quito, 1707. Pablo MARONI. Noticias auténticas del famoso río Marañón, y misión apostólica de la Compañía de Jesús de la Provincia de Quito. Madrid, 1889. José CHANTRE Y HERRERA. Historia de las Misiones de la Compañía de Jesús en el Marañón Español (1637-1767). Madrid, Imprenta de A. Avrial, 1901.

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Enrique FERNANDEZ G. “Acuña, Cristóbal de”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, I (2001) 13.

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Jorge VILLALBA. “Rodríguez Villaseñor, Manuel”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, IV (2001) 3398.

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Jorge VILLALBA y J. M.ª DOMÍNGUEZ. “Fritz, Samuel”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, II (2001) 2194-2195.

Jorge VILLALBA. “Maroni, Pablo”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 2511.

Jorge VILLALBA. “Chantre y Herrera, José”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, I (2001) 751-752.

Pedro PELLEPRAT. Relato de las Misiones de los Padres de la Compañía de Jesús en las islas y en tierra firme de América Meridional. Estudio preliminar por José del Rey s.j. Caracas, Biblioteca

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Magdalena el catedrático javeriano Antonio Julián con su Historia geográfica, natural, político-cristiana del río Grande Magdalena, con la demarcación de todos los ríos que en él entran, de las provincias de donde vienen y de las riquezas que acreditan el Nuevo Reino de Granada, el más opulento y rico de las Américas.150 Si pretendiéramos establecer una síntesis diríamos que la primera disciplina que tuvieron que desarrollar fue la lingüística como único y exclusivo método de acceder al otro. En el horizonte lingüístico de las ciudades-reducciones pronto amaneció un sueño utópico de los misioneros del corazón de América y del que dejó constancia el autor del Ensayo de Historia Americana, confirmado por las afirmaciones de Humboldt:151 las lenguas generales. Para las áreas orinoquenses no hubieran sido el caribe y el tamanaco, propuestos por el viajero alemán152 sino el caribe y el maipure ya que éste último –anotará Gilij– lo entienden todos en el gran río “y se podría hacer común si se quisiera”; por lo tanto, de persistir el “obstáculo de tantas lenguas [...] ésta sería bastante a propósito para hacer de ella una lengua general”.153 El ingente material filológico, lingüístico y literario producido en Casanare, Meta y Orinoco durante el período colonial (1661-1767)154 solo vendría a conocer la luz pública gracias a la obra del P. Felipe Salvador Gilij (1780-1784) en el contexto de su destierro en la ciudad eterna.155 Sin lugar a dudas, el mérito mayor de este jesuita italiano consistió en divorciar de forma definitiva la familia lingüística caribe de la maipure. Tras su muerte, el silencio pareció sepultar su obra. Cien años más tarde, con

de la Academia Nacional de la Historia, n.º 77, 1965. [La edición príncipe apareció en París en 1655]. José DEL REY FAJARDO. Bio-bibliografía de los jesuitas en la Venezuela colonial, 485-487.

Obra citada por el propio Antonio JULIAN. La perla de América. Madrid (1787) 247. Sommervogel en su Bibliothèque de la Compagnie de Jésus, IV, 868, lo da como impreso y especifica: “Madrid, 178 [...] , 8º, 3 vol.”.

Alejandro DE HUMBODLT. Viaje a las regiones equinocciales del nuevo continente. Caracas, Escuela Técnica Industrial-Talleres de Artes Gráficas, II (1941) 178.

Alejandro DE HUMBOLDT. Viaje a las regiones equinocciales del nuevo continente, II, 181.

Felipe Salvador GILIJ. Ensayo de historia americana. Caracas, Academia Nacional de la Historia, III (1965) 170-171. Y en el T. II, p. 56 dice: “Hacen amistad con todos y apenas se encuentra en Orinoco una nación en que no haya algún maipure. Su lengua, como facilísima de aprender, se ha convertido entre los orinoquenses en lengua de moda y quien poco, quien mucho, quien medianamente, quien bien, la hablan casi todos.”.

José DEL REY FAJARDO. Aportes jesuíticos a la filología colonial venezolana. Caracas, Universidad Católica Andrés Bello, 1971, 2 vols.

Para el estudio de la lingüística giligiana nos remitimos a Jesús OLZA. “El Padre Felipe Salvador Gilij en la historia de la lingüística venezolana”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit). Misiones jesuíticas en la Orinoquia, II, 361-459. Marie Claude MATTEI-MILLER. “El Tamanaku en la lingüística caribe. Algunas propuestas para la clasificación de las lenguas caribes de Venezuela”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit.). Misiones jesuíticas en la Orinoquia, II, 461-613.

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los estudios de Lucien Adam y Karl von den Stein se pudo valorar el acierto del autor del Ensayo de Historia Americana, y la proyección que tenía para la lingüística comparada. Por ello, en la historia de la lingüística indígena de América del Sur hay un reconocimiento general al P. Gilij como fundador del comparatismo en la región del Orinoco.156 La segunda fue la misionología, o la forma de tratar y convivir con el indígena para aculturarlo al sistema reduccional. Los misioneros ingresaron al mundo cultural indígena porque, al dominar sus lenguas, lograron conocer sus universos míticos. La convivencia y el diálogo les hicieron partícipes del hábitat en que vivían inmersos y por ende convertirse en parte de su historia, de su geografía, de su literatura y de sus modos de ser y existir porque, en definitiva, el lenguaje interpreta la diversidad humana e ilumina la identidad exclusiva del ser humano. A la diversidad de idiomas siempre corresponde diversidad de corazones, escribirá Gilij,157 y por ello rechazaría todo parecido a la mentalidad reaccionaria de los que en este ámbito hablan de estructuras profundas y de estructuras superficiales.158 La tercera vertiente fue la historia en todas sus dimensiones, desde la carta, el memorial, el informe, la relación y la crónica, hasta las obras innovadoras dentro de un contexto de colombianidad y de americanidad. La historiografía jesuítica colonial neogranadina se abre en París en 1655 con el francés Pierre Pelleprat y se cierra en Roma con el italiano Felipe Salvador Gilij en 1784.

Wilhelm SCHIMIDT. Die Sprachfamilien und Sprachkreisen der Erde. Heidelberg (1962) 243, 250. Un estudio de la importancia comparatista del P. Gilij lo hizo Marshall Durbin: Marshall DURBIN. “A surwey of the carib language family”. En: E. B. BASSO (Edit.). Carib-speaking indians: culture, society and language. Tucson, The University of the Arizona Press-The Anthropological Papers of the University of Arizona, 28 (1977) 24.

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Felipe Salvador GILIJ. Ensayo de Historia Americana. Caracas, Academia Nacional de la Historia, II (1965) 147. “Me parece a mi el corazón del hombre no diferente de la lengua que le tocó en suerte al nacer”.

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Jesús OLZA. “El Padre Felipe Salvador Gilij en la historia de la lingüística venezolana”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit). Misiones jesuíticas en la Orinoquia, II, 439. Para explicitar esta teoría: Susan SONTAG. Kunst und Antikunst. Reinbek bei Hamburg, 1968, y sobre todo el capítulo I: “Gegen Interpretation”, p. 9-18.

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Tres escritores del “diecisiete” han conocido hasta el momento la luz pública: el francés Pedro Pelleprat (1655),159 el criollo Pedro Mercado (1957)160 y el español Juan Martínez Rubio (1940).161 Las perspectivas historiográficas del siglo XVIII se encuadran dentro de una actitud totalmente nueva. El dieciocho está invadido por una verdadera floración de obras, temas, ensayos y personalidades. Nos parece que influyeron en este proceso: el florecimiento de las universidades jesuíticas del continente, el influjo directo cultural centroeuropeo establecido a través de sus misioneros y la toma de conciencia de los jesuitas neogranadinos ante la insospechada “Literatura Americanista” producida en tierras colombinas por los miembros de la Compañía de Jesús.162 Existe a todas luces una interesante evolución historiográfica. A grandes rasgos podríamos trazar el siguiente cuadro del siglo XVIII. Con El Mudo Lamento (1715) del antioqueño Matías de Tapia se deja atrás la crónica del XVII y se inicia la búsqueda de nuevas fórmulas de expresión histórica.163 De inmediato surge el binomio clásico compuesto por los PP. Juan Rivero y Joseph Cassani. El primero tendría que esperar al año 1883 para

Pedro PELLEPRAT. Relato de las Misiones de los Padres de la Compañía de Jesús en las islas y en tierra firme de América Meridional. Estudio preliminar por José del Rey s.j. Caracas, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, n.º 77, 1965.

Pedro DE MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de la República, 1957, 4 vols. Sobre el P. Pedro de Mercado: José DEL REY FAJARDO. “Introducción al estudio de la historia de las misiones jesuíticas en la Orinoquia”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit.). Misiones jesuíticas en la Orinoquia, I, 282-298. José DEL REY FAJARDO. Bio-bibliografía, 388-395.

Juan MARTÍNEZ RUBIO. “Relación del estado presente de las Misiones […]”. La traducción castellana la publicamos por vez primera en: Documentos jesuíticos relativos a la Historia de la Compañía de Jesús en Venezuela. Caracas, Academia Nacional de la Historia, I (1966) 143-168. Sobre Martínez Rubio: José DEL REY FAJARDO (Edit). “Introducción [...]”. En: Misiones jesuíticas en la Orinoquia, I, 299-306. José DEL REY FAJARDO. Bio-bibliografía, 366-369.

Indicaremos algunas obras representativas de las regiones más importantes. Miguel VENEGAS. Noticia de la California y de su conquista temporal y espiritual hasta el tiempo presente. Madrid, 1757. Eusebio KINO. Las misiones de Sonora y Arizona. México, Cvltvra, 1913-1922. José ORTEGA. Apostólicos afanes de la Compañía de Jesús, escritos por un Padre de la misma sagrada Religión de su provincia de México. México, 1754. Pedro LOZANO. Descripción Chorographica del terreno, Rios, Arboles y Animales de las dilatadíssimas Provincias del Gran Chaco, Gualamba y de los ritos y costumbres de las innumerables naciones barbaras e infieles que la habitan… Córdoba, 1733. Martín DOBRIZHOFFER. Historia de Abiponibus Esquestri, Bellicosaque Paraquariae Natione locupletata… Viena, 1784.

Matías de TAPIA. Mudo Lamento de la vastisima, y numerosa gentilidad que habita las dilatadas margenes del caudaloso Orinoco, su origen, y sus vertientes, a los piadosos oidos de la Magestad Catholica de las Españas, nuestro Señor Don Phelipe Quinto (que Dios guarde). Madrid, 1715. Véase: José DEL REY FAJARDO. “Introducción [...]”. En Misiones jesuíticas en la Orinoquia, I, 307-314. José DEL REY FAJARDO. Bio-bibliografía, 608-610.

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conocer la luz pública164 y el segundo avalaría con su firma de fundador de la Real Academia la primera biografía oficial de la Orinoquia.165 En Rivero, su inserción misionera le proporciona las medidas que interpretan una armonía entre historia, paisaje y hombre. En Cassani, los cánones del neoclasicismo le asisten para traducir al gusto europeo las historias manuscritas e inéditas de Mercado y Rivero. Y en planos cronológicos casi paralelos brotan las nuevas corrientes que zurcen la pre-ilustración con el pre-romanticismo: nos referimos a José Gumilla166 y a Felipe Salvador Gilij,167 verdaderos descubridores de la Orinoquia en el mundo culto y científico de la Europa de la segunda mitad del XVIII. Con todo, entre El Orinoco Ilustrado (1741)168 y el Saggio di Storia Americana (1780-1784)169 se interpone un espacio científico similar al comprendido entre el inicio de la Ilustración y los comienzos del Romanticismo.

Juan RIVERO. Historia de las Misiones de los Llanos de Casanare y los ríos Orinoco y Meta. Bogotá, 1883. Para Rivero, véase: José DEL REY FAJARDO. “Introducción [...]”. En: Misiones jesuíticas en la Orinoquia, I, 315-324. José DEL REY FAJARDO. Bio-bibliografía, 526-529.

José CASSANI. Historia de la Provincia de la Compañía de Jesús del Nuevo Reyno de Granada en la América. Madrid, 1741. Véase: José DEL REY FAJARDO. “Introducción [...]”. En: Misiones jesuíticas en la Orinoquia, I, 354-381. José DEL REY FAJARDO. Bio-bibliografía, 131-141.

Citamos tan solo: Memoires pour l’Histoire des Sciences et des beaux Arts, commencés d’etre emprimés l’an 1701 a Trévoux, et dédiés á Son Altesse Sérénissime Monseigneur le Prince Souverain de Dombes. A Paris, Chez Chaubert: (1747) oct-dec., p. 2319-2345, 2501-2524. (1748) jan-mar., p. 27-53, 189-191. (1759) marz-abril, p. 623-640.

Véanse por ejemplo: Nuovo Giornale di Letteratura di Modena. Tomo XXXIII: p. 233-251. Efemeridi Letterarie di Roma. Tomo X: p. 1-3; 7-9; 9-12; 25-27; 33-35; 289-291; 297-299. Tomo XI: p. 153-155; 161-163; 169-171. Tomo XII: p. 97-99. L’Esprit des Journaux. París. 1781 (junio): 106-116. 1782 (enero): 75-90. 1784 (julio): 187-209. 1785 (octubre): 160-169. Biographie Universelle Ancienne et Moderne. París. Tomo XVII : (1816) p. 382-383.

El Orinoco ilustrado. Historia Natural, Civil y Geographica, de este Gran Río, y de sus caudalosas vertientes: Govierno, usos, y costumbres de los indios sus habitantes, con nuevas y utiles noticias de Animales, Arboles, Aceytes, Resinas, Yervas, y Raíces medicinales: Y sobre todo, se hallarán conversiones muy singulares a nuestra Santa Fé, y casos de mucha edificacion. Madrid, 1741, XL (sin foliar)-580 + 19 de índices. Véase: José DEL REY FAJARDO. “Introducción [...]”. En: Misiones jesuíticas en la Orinoquia, I, 325-353. José DEL REY FAJARDO. Bio-bibliografía, 289-298.

Saggio di Storia Americana, ossia Storia Naturale, Civile e Sacra dei Regni, e delle provincie Spagnole di Terraferma nell’America meridionale. Scritta dall’Abate Filippo Salvatore Gilij e consacrata alla Santità di N. S. Papa Pio Sesto felicemente regnante. Tomo I: Della storia geografica e naturale della provincia dello Orinoco. Roma (MDCCLXXX). Per Luigi Perego Erede Salvioni, Stampatore vaticano nella Sapienza. 8º, p. XLIV-399. Tomo II: De’ Costumi degli Orinochesi. Roma (MDCCLXXXI). 8º, p. XVI-399. Tomo III: Della religione e delle lingue degli Orinochesi, e di altri Americani. Roma (MDCCLXXXII). 8º, p. XVI-430. Tomo IV: Stato presente di Terra-Ferma. Roma (MDCCLXXXIV). 8º, p. XX-498. Véase: DEL REY FAJARDO. “Introducción [...]”. En: Misiones jesuíticas en la Orinoquia, I, 385-399. José DEL REY FAJARDO. Bio-bibliografía, 259-264.

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La cuarta área se mueve en el ámbito de la antropología y de la etnología, y por ello es necesario recurrir a los historiadores antes mencionados.170 Sin embargo, para el mundo caribe nadie ha superado hasta el presente la fina sensibilidad y perspicacia observadora de un humilde Hermano Coadjutor, el H. Agustín de Vega,171 quien además recoge la problemática geomisional en la época comprendida entre 1731 y 1745. La quinta área contempla los conocimientos generados en el ámbito de la geografía,172 la cartografía173 y la historia natural. Dos son los aportes fundamentales de los jesuitas a la geografía orinoquense: el primero, haber descubierto la conexión fluvial Orinoco-Amazonas a través del río Casiquiare,174 y el segundo el haberse constituido en los descubridores científicos del gran río venezolano a través de las obras de los PP. Tapia, Gumilla y Gilij. Por ello no es de extrañar que Esteve Barba afirme que la ciencia geográfica de gran parte del XVII americano corre a cargo de los jesuitas.175 En el ámbito de la cartografía hay que tener presente que toda la historia de los siglos XVI, XVII y XVIII identifica el nacimiento del Orinoco con el Nudo de Pasto en la misma perspectiva de sus supuestos hermanos gemelos amazónicos: el Caquetá y el Putumayo. No es lo mismo el Orinoco histórico que el Orinoco geográfico de hoy. La visión primigenia de los dos grandes ríos suramericanos plasmó el espejismo histórico de un Orinoco amazónico, un verdadero mito geográfico que se incrustó en el

Las mejores descripciones de las etnias llaneras se encuentran en la Historia de las Misiones del P. Juan Rivero, aunque sus fuentes de inspiración correspondan, en la mayoría de los casos, a otros misioneros. Para los sálivas, opinamos que la mejor interpretación la ofrece el jesuita alemán Gaspar Beck, quien con su escrito Missio orinocensis in novo Regno, 1684, nos traza una visión certera de esta nación al concluir el siglo XVII. (Archivum Romanum Societatis Iesu. Provincia Novi Regni et Quiti., 15-I, fols. 71-78v. La traducción castellana se debe al P. Manuel Briceño, Profesor de Humanidades Clásicas en la Universidad Javeriana de Bogotá. Fue publicada en: José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos relativos a la historia de la Compañía de Jesús en Venezuela, II, 168-190. José DEL REY FAJARDO. Bio-bibliografía, 498-500). Para el mosaico de naciones de la gran Orinoquia hay que recurrir tanto a El Orinoco ilustrado y defendido de Gumilla como al Ensayo de Historia americana del P. Gili.

Agustín DE VEGA. Noticia del principio y progresos del establecimiento de las Missiones de gentiles en la río Orinoco por la Compañía de Jesús. Estudio introductorio: José del Rey Fajardo s.j. y Daniel de Barandiarán. Caracas, Academia Nacional de la Historia, 2000. Sin embargo, hacemos alusión a una edición anterior: Noticia del Principio y progreso del establecimiento de las Missiones de Gentiles en el Rio Orinoco. En: José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos relativos a la Historia de la Compañía de Jesús en Venezuela, XI, 3-149.

Daniel BARANDIARÁN. “El Orinoco amazónico de las misiones jesuíticas”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit). Misiones jesuíticas en la Orinoquia, II, 129-360.

Manuel Alberto DONÍS RÍOS. “La cartografía jesuítica en la Orinoquia (siglo XVIII)”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit). Misiones jesuíticas en la Orinoquia, I, 783-840.

Descubrimiento realizado por el P. Manuel Román en 1744. GILIJ. Ensayo de Historia , I, 55 y ss.

Francisco ESTEVE BARBA. Cultura virreinal. Barcelona-Madrid, Salvat Editores (1965) 636.

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inconsciente de los hombres, de los gobernantes y de los misioneros de los siglos XVII y XVIII. Y este mito sirvió para la creación de una entidad gubernativo-provincial hispana de la doble provincia del Dorado: la del Dorado amazónico de Jiménez de Quesada y la del Dorado orinoquense de su familiar Antonio de Berrío. Sin lugar a dudas, el aporte más decisivo a la cartografía orinoquense nos la suministra en 1747 el P. Bernardo Rotella en el documento ilustrativo de su mapa.176 Entre la producción autóctona conocida es el primer mapa que revoluciona la concepción cartográfica guayanesa en sus aspectos fundamentales, pues traza al Orinoco como río íntegramente guayanés y no andino; establece la comunicación Orinoco-Amazonas, y sitúa al lago de la Parima como distribuidor de las aguas que corren a las hoyas del Amazonas, Orinoco y Esequivo.177 El estudio de la medicina y la salud en las misiones jesuíticas de la Orinoquia (1661-1767) es un capítulo de la historia misional que todavía está por escribirse.178 Con las salvedades que imponía la lejanía y la pobreza también los poblados misionales dispusieron de su rudimentaria botica.179 Asimismo, nos consta la relación que mantenían los misioneros con la botica de la Universidad Javeriana pues a ella remitían lo que consideraban podía ser útil para su mejoramiento; así lo evidencian, por ejemplo, los envíos del P. Gumilla al “hermano Juan de Agullón, boticario, médico y excelente químico del colegio máximo”.180 Y la literatura espiritual181 coronaría este recuento.

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Museo Naval. Madrid. Mss. 320. Noticias sobre la Geografía de la Guayana. Bernardo Rotella. Caicara, abril 1 de 1747.

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José DEL REY FAJARDO. El aporte de la Javeriana colonial a la cartografía orinoquense. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 2003.

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Ello no excluye la presencia de valiosos estudios parciales como el de José Rafael Fortique sobre los aportes médicos en la obra del P. José Gumilla. José Rafael FORTIQUE. Aspectos médicos en la obra de Gumilla. Caracas, Italgráfica, 1971.

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Es convincente la declaración de un personaje clave en la historia del Orinoco entre 1730 y 1750; nos referimos al H. Agustín de Vega quien, al describir al misionero, dice: “[es] un amoroso Padre de familia, que tiene prevención de medicinas, quantas puede adquirir, y el libro de mayor importancia despues de los necesarios, que nunca les falta, es alguno de medicina” (Agustín VEGA. Noticia, 105).

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José GUMILLA. El Orinoco ilustrado y defendido (1745) 399.

Juan RIVERO. Teatro del desengaño en que se representan las verdades católicas, con algunos avisos espirituales a los estados principales, conviene a saber, Clérigos, Religiosos y Casados, y en que se instruye a los mancebos solteros para elegir con acierto su estado y para vivir en el ínterin en costumbres cristianas. Obra póstuma, escrita por el V. P. Juan Rivero, Religioso Profeso de la Compañía de Jesús, misionero apostólico y Superior de las Misiones del Orinoco, Meta y Casanare, que cultiva la provincia del Nuevo Reyno, en la América Meridional. Córdoba, 1741.

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Y para el lector interesado en revisar con minuciosidad tan amplio ámbito bibliográfico de toda esta problemática lo referimos a nuestro último libro Historia y crónica orinoquense.182 La quinta oferta se centra en la ciudad de Cartagena y en la negritud pues la biografía de la Perla del Caribe se erige como un proyecto social de incalculables dimensiones: la acción de la Compañía de Jesús ante los mercados humanos que erigió el comercio del hombre de ébano en una de las lacras más lacerantes de la historia de occidente. No eran advenedizos los jesuitas en el apostolado con las etnias africanas esclavizadas. Con la fundación de la Compañía de Jesús en Cabo Verde en 1604 se creó una red de información entre los jesuitas portugueses y los dos centros más importantes de población esclava como eran Sevilla y Lisboa. Y como dice Borja Medina: Fueron los profesores de teología del colegio sevillano de San Hermenegildo, informadores de Sandoval, los que elaboraron, basados en propia experiencia de medio siglo y en la información de Cabo Verde, el método mandado observar, en 1614, por el arzobispo, Pedro de Castro Quiñones, en todas las parroquias de la archidiócesis, método que, en 1617, aplicaría el P. Alonso de Sandoval en el Nuevo Reino y que, de aquí, pasaría a Lima y a Méjico y Puebla de los Ángeles.183

En esta biografía de la raza esclavizada surge de nuevo la figura señera de Diego de Torres Bollo. Su mente, iluminada a la hora de soñar en una nueva América, diseña y funda las Reducciones del Paraguay, así como también, a la hora de la lucha en pro de los indígenas de las regiones sureñas del continente, levantó su voz pidiendo justicia en contra del servicio personal; a aquellas acciones hay que añadir la certera visión sobre el apostolado con los esclavos negros que llegaban a tierras de la América hispana. Ha sido G. Jean-Pierre Tardieu, especialista en el estudio de la negritud, quien ha reivindicado la intuición visionaria del P. Diego de Torres Bollo no solo en el Nuevo Reino sino en toda la Sudamérica pues considera que “fue en realidad el inspirador del apostolado de los jesuitas para con los Negros a través de todo el siglo XVII”.184

José DEL REY FAJARDO. Historia y crónica orinoquense. Libro I: Aporte jesuítico [Historia]. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, I, 2016. José DEL REY FAJARDO. Historia y crónica orinoquense. Libro II: Aporte jesuítico [Crónica]. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, II, 2016.

Francisco DE BORJA MEDINA. “El esclavo: ¿bien mueble o persona? algunas observaciones sobre la evangelización del negro en las haciendas jesuíticas”. (Ms. cedido gentilmente por el autor).

G. Jean-Pierre TARDIEU. L’Eglise et les noirs au Pérou (XVIe et XVIIe siècles). Bordeaux, Atelier national de reproduction des thèses-Université de Lille III (1987) 493; 490-494. Mandará comprar algunos jovencitos negros para que, convertidos al cristianismo y aprendido el castellano, puedan servir de intérpretes. También se sirve de la experiencia conseguida por el equipo de jesuitas de Sevilla para con los africanos. Solicita a dos estudiantes jesuitas que aprendan la

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Sin lugar a dudas que Martín de Funes recoge el pensamiento de Torres Bollo y lo enriquece con su experiencia personal en el Memorial segundo de la necesidad estrema corporal y espiritual de los negros y de los remedios que se les pueden dar. Y el Memorial 3º de los modos de efectuar el memorial de los negros.185 Aunque considera –en 1607– que en las “Indias Occidentales serán más de quinientos mil” los negros que las habitan, sin embargo calcula que serán doscientos mil en “el distrito de la Vice-Provincia del Nuevo Reino”. Describe después las necesidades corporales y espirituales que sufren estos esclavos. A la hora de las soluciones divide su proposición entre lo que corresponde al Rey de España y los Obispos, y lo que pertenece a la Compañía de Jesús. Mucho debieron impresionar al P. Claudio Aquaviva, General de la Compañía de Jesús, estos Memoriales pues, con excepción de la propuesta de una especie de Superior con autoridad sobre Provinciales y Rectores, todas las demás fueron aceptadas.186 Pero han sido dos jesuitas quienes han opacado la acción heroica, silenciosa y anónima de los hombres de la Compañía de Jesús que enterraron sus vidas para servir a los esclavos negros en el colegio colonial cartagenero. El primero es Alonso de Sandoval (1576-1652),187 quien diseñó la difícil arquitectura de asistencia espiritual y material al esclavo que llegaba a Cartagena y cuya experiencia logró traspasar a su libro De instauranda aethiopum salute, obra que conoció por vez primera la luz pública en Sevilla en 1627.188 Enriqueta Vila Villar dirá que sus conocimientos científicos son a veces certeros y avanzados [...] y a veces erróneos y pueriles [...], pero en general se mueve con soltura entre la bibliografía que usa. El libro se convierte así en una mezcla de realidad y fantasía, de erudición e infantilismo, de utopía y pragmatismo que no le resta méritos a la originalidad de ser el único tratado antropológico, etnológico, sociológico y doctrinal sobre el negro en América.189 lengua de Angola de donde procede la mayor parte de los esclavos que llegan a su jurisdicción. Calcula que llegan a Buenos Aires más de 1500 esclavos cada año, y para atenderlos se necesitarían de 6 a 8 jesuitas. Al final de su vida se dedica a componer un catecismo en la lengua angola (p. 527-537).

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El texto se encuentra en ARSI. Congregationes Provinciales, 54, fols. 198-200. Han sido publicados por: José Luis SAEZ. “La visita del P. Funes a Santo Domingo y sus Memoriales sobre las Indias (1606-1607)”. En: Paramillo. San Cristóbal, 14 (1995) 596-599.

ARSI. Congregationes Provinciales, 54, fols. 213v-214v. También en: José Luis SAEZ. “La visita del P. Funes…”, 14, 609-611. Para las gestiones ante la corona española, véase: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 245-247. G. Jean-Pierre TARDIEU. L’Eglise et les noirs au Pérou…, 451-452; 454-457.

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José DEL REY FAJARDO. Los jesuitas en Cartagena de Indias 1604-1767. Bogotá, CEJA (2004) 286-289.

Alonso de SANDOVAL. De instauranda aethiopum salute: el mundo de la esclavitud negra en América. Bogotá, Empresa Nacional de Publicaciones, 1956.

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Alonso de SANDOVAL. Un tratado sobre la esclavitud. Edit. Enriqueta VILA VILLAR. Madrid, Alianza Editorial (1987) 38.


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El segundo es Pedro Claver (1580-1654),190 cuya figura ha opacado en la historiografía colombiana y cartagenera al resto de los ministerios que los jesuitas desarrollaron durante su etapa colonial en la ciudad heroica.191 A plena conciencia hacemos nuestros los conceptos de su biógrafo colombiano Ángel Valtierra: Pedro Claver es una de las figuras más admirables del siglo XVII, como hombre, como sociólogo y como santo. Fue testigo vivo de la tragedia social del continente negro, el reino de la esclavitud […]. Vio llegar a los hijos de África a las costas de América encadenados y su aspiración suprema fue hacerlos libres […]. Al contacto con esos miles y miles de desgraciados, que procedentes de 40 naciones la esclavitud arrojó a las playas de América […]. Claver, sin quererlo representó en su profunda vida interior, la síntesis de tres mundos físicos y morales.192

No hay dudas de que durante todo el tiempo colonial la Javeriana se encargó de poner sus hombres en tan delicado ministerio que tuvo repercusiones internacionales.193 Un punto poco estudiado es la investigación de las relaciones que estableció Cartagena, no solo con ciertos países africanos, sino también con ciertas islas del Caribe.194 La sexta oferta miraba directamente a la sociedad. Y para poder explicar la sociología del cambio que propugnaba la Compañía de Jesús es necesario clarificar que uno de los rasgos de modernidad de la naciente Orden religiosa radicó en su carácter de corporación activa y en su actitud militante destinada a la recuperación de las almas. Había sido fundada para vivir en el mundo y sus actividades debían convertirse en constante ejemplo para la sociedad. Y la escritora checa Marieta Krizova interpreta que de igual “importancia fue el acento puesto en el orden, la disciplina y el trabajo; y estas característica la acercan, más bien que la apartan, a la

José DEL REY FAJARDO. Los jesuitas en Cartagena de Indias 1604-1767, 98-99.

Para una visión de conjuntos nos remitimos a: Charles E. O’NEILL y Joaquín M. DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, Institutum Historicum S. I.-Comillas, 2001. Pueden verse las entradas: Pedro Claver, Alonso de Sandoval y Colombia.

Angel VALTIERRA. El santo que libertó una raza. Bogotá, Imprenta Nacional (1954) p. XVIII.

José DEL REY FAJARDO. “El <Operarius Aethiopum> en el Colegio de Cartagena de Indias”. En: José J. HERNÁNDEZ PALOMO y José DEL REY FAJARDO. Sevilla y América en la historia de la Compañía de Jesús. Córdoba, CajaSur (2009) 195-221.

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Andrea GUERRERO MOSQUERA. “Misiones, misioneros y bautizos a través del Atlántico: evangelización en Cartagena de Indias y en los reinos del Kongo y Ngola. Siglo XVII”. Memoria y Sociedad. Bogotá, 18, n.º 37 (2014) 14-32. Andrea GUERRERO MOSQUERA. “CATECISMOS A TRAVÉS DEL ATLÁNTICO. La evangelización de kongos y angolas en las posesiones portuguesas e hispánicas de ultramar. 1624-1697”. En: Montalbán. Caracas, 47 (2016) 659-681.

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Reforma protestante”.195 Y más adelante expresa que la Compañía de Jesús “se aproximaba a la sociedad utópica por los preceptos de obediencia, de jerarquía estricta y de disciplina pedida a todos los miembros”.196 Pero además es necesario ubicar la visión jesuítica en el contexto de un mundo decidido a cambiar todas sus estructuras. A partir del Renacimiento, lo religioso, cultural, social y político se invaden mutuamente y es la autoridad estatal la que pretende imponer su autoridad política sobre la base de la “confesionalización”, concepto adoptado por las confesiones en conflicto pues luchan por generar una nueva identidad no solo en sus instituciones sino también en los modelos de comportamiento y en las prácticas religiosas porque de ello depende su nueva biografía. Y para ello recurre al concepto de “disciplinamiento social”, requisito imprescindible sobre el que se construirá el Estado absoluto de la época moderna.197 El ordenamiento religioso se vincula al político y al social, y tiene como objetivo la uniformización de las conductas con rituales y símbolos comunes a la Iglesia y al Estado. Ignacio de Loyola llega al disciplinamiento social a través del disciplinamiento personal. Para reformar el mundo hay que reformarse primero a sí mismo, y por ello apela a la práctica de los “Ejercicios espirituales”, redactados como el camino seguido por él en la búsqueda de Dios. El hijo de Loyola, en su torturada búsqueda interior, redacta el libro de los Ejercicios Espirituales,198 que se identifica con el ser y el pensar de este ilusionado peregrino de Dios, quien, tras una “travesía de fuego” – conceptuará Lacouture–, en medio de consolaciones y desolaciones, de tempestades de escrúpulos y de tumultos de mociones internas, llegará al éxtasis espiritual y desde esta cátedra participará desde hace cuatro siglos “en la vida de innumerables individuos que buscan una ascesis y un contacto con lo divino”.199 Las ilustraciones del espíritu le habían llevado a redactar el modelo que inspiraría todo su ejercicio futuro.

Markéta KRÍZOVÁ. La ciudad ideal en el desierto. Proyectos misionales del Compañía de Jesús y la Iglesia Morava en la América colonial. Praga, Universidad Carolina de Praga (2004) 57.

Markéta KRÍZOVÁ. La ciudad ideal en el desierto. Proyectos misionales del Compañía de Jesús y la Iglesia Morava en la América colonial, 102.

W. SCHULZE. “Gerhard Öestereichs Begriff <Sozialidisziplinierung> in der frühen Neuzeit”. En: Zeitschrift für hitorische Forschung, 14 (1987) 265-302. Citado por Agostino BORROMEO. “Ignacio de Loyola y sobra a la luz de las más recientes tendencias historiográficas”. En: Quintín ALDEA (Edit.). Ignacio de Loyola en la gran crisis del siglo XVI. Bilbao, Universidad ComplutenseMensajero-Sal Terrae, S/f (1991) 328.

Ignacio de LOYOLA. Ejercicios espirituales para vencer a si mismo y ordenar su vida sin determinarse por afección alguna que desordenada sea. Innumerables ediciones.

Jean LACOUTURE. Jesuitas. I. Los Conquistadores, 41.

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Pero la inspiración supone tensión y sin tensión no hay creatividad ni compromiso. Por eso el barroco ha considerado siempre a Ignacio de Loyola como encarnación de su espíritu: juego de antítesis, contrastes de idealismo y realismo crudo, de realidad y sueño, de virtud y vicio, tensión y dinamismo, pero siempre abierto de par en par hacia el espíritu, la idea, la fe. Para ese complejo mundo de antagonismos, Ignacio de Loyola intuyó el valor de la elección que clarificó la aguda inteligencia de Baltasar Gracián: “No hay perfección donde no hay elección” porque vivir es saber elegir y no son suficientes ni el estudio ni la inteligencia sino que se imponen el buen gusto y el juicio recto. La elección tiene dos ventajas: “poder escoger y elegir lo mejor. Muchos con una inteligencia rica y sutil, con un juicio riguroso, estudiosos y de cultura amena se pierden cuando tienen que elegir […]. Por ello, éste es uno de los máximos dones del cielo”.200 Dos experiencias se dieron en el Nuevo Reino: la primera fue la de los “Ejercicios espirituales” y la segunda las denominadas “Misiones circulares”. El pequeño libro intitulado Ejercicios Espirituales, escrito por el fundador de la Compañía de Jesús,201 constituye un camino y a la vez un método para la vida espiritual. En última instancia pretende detectar las fuerzas fundamentales del hombre a fin de que éste configure su existencia al ideal programado por Cristo en servicio de los demás hombres. Su vida entonces se define por un impulso inexorable hacia Él, hacia el ideal que siempre quiere más, que por sistema no conoce límites, siempre abierto hacia el futuro y hacia los más puros ideales, consciente de que está al servicio de una causa cuya medida es “solamente deseando y eligiendo lo que más nos conduce al fin que somos creados”.202 Aunque no es nuestro propósito hacer la historia de las “Misiones circulares”, sin embargo, el investigador de tan interesante experimento social-religioso deberá conocer su proceso a través de sus forjadores, entre

200

Baltasar GRACIAN. Oráculo manual y arte de prudencia. Madrid (1998) 30, n.º 51.

Ignacio de LOYOLA. Ejercicios Espirituales. Directorio y Documentos de San Ignacio de Loyola. Glosa y vocabulario de los Ejercicios por el P. José Calveras S. I. Barcelona, Edit. Balmes, 1944. (Existen innumerables ediciones de este libro y el P. Calveras es uno de los especialistas en lengua hispana). Para quien desee una información sobre la interpretación dada con el correr de los tiempos a los Ejercicios: Guilles CUSSON. “Breve historia de la interpretación de los Ejercicios. Escuelas y tendencias”. En: Manresa. Madrid, 66 (1994) 87-103.

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Ejercicios Espirituales, n.º 23.


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otros, los PP. Jerónimo López,203 Pablo Señeri,204 Antonio Baldinuci,205 Tirso González206 y Pedro Calatayud, entre otros.207 El objetivo final de la misión aspiraba a que en las poblaciones se diera una verdadera reforma de costumbres y además que la reforma fuera duradera. En otras palabras, se trataba de obtener la reconciliación con Dios y con los demás. Sin lugar a dudas, los jesuitas llegaron a estudiar no solo los recursos psicológicos sino las técnicas para lograr el objetivo final. El análisis y la experiencia les indicaron cómo concatenar los sermones y las doctrinas de forma tal que el corazón humano sintiese la impotencia de resistirse a la gracia de Dios. También estaban previstos todos los movimientos de las multitudes así como los espacios idóneos para los sermones, las procesiones, los auditorios y aún las luces nocturnas. El punto de partida era la realidad moral de la población que solicitaba la predicación de la misión pues, desde ese análisis, había que atacar directamente los elementos que constituían la raíz de la inmoralidad de las acciones individuales y sociales. En general eran muy fructíferas estas predicaciones y es frecuente encontrarse con correspondencia como la que transcribimos: Excelentísimo Señor Virrey: Llevado de la obediencia se ausenta de esta ciudad el Padre Antonio Julián de la Compañía de Jesús siendo general el sentimiento de sus moradores porque repentinamente quedamos sin el consuelo de sus loables y santas doctrinas en las que ha trabajado con infatigable amor y celo por lo que se hace digno de que llegue a noticia de V. E. [...] Ocaña, septiembre 24 de 1751. Fermín Dionisio de Amado.208

Pensamos que este ministerio se convirtió en una excelente profilaxia social efectiva para reconstruir las familias, componer matrimonios, pacificar las discordias, corregir maldades, en fin, volver a los criterios de una república cristiana.

José ESCALERA. “López, Jerónimo”. En: Charles O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 2415.

Mario COLPO. “Segneri, Polo (junior)”. En: Charles O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, 2001.

Gualberto GIACHI. “Baldinucci, Antonio”. En: Charles O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, Institutum Historicum S. I.-Universidad Pontificia de Comillas, 2001.

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Isidoro PINEDO. “13. Goanzález de Santalla, Tirso”. En: Charles O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, II (2001) 1644-1650.

206

207

Cecilio GÓMEZ RODELES. Vida del célebre misionero P. Pedro Calatayud de la Compañía de Jesús y relación de sus apostólicas empresas en los reinos de España y Portugal (1689-1773). Madrid, Establecimiento tipográfico de los sucesores de Rivadeneyra (1882) 499.

208

ANB. Miscelánea, t. 89, fols. 475-476.


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La séptima oferta trata de recoger el “proyecto artístico”. La arquitectura, la escultura, la pintura, la música y el teatro fueron parte esencial del discurso plástico que desarrollaron los jesuitas en todo el mundo. Pues, en la memoria, los símbolos y los lenguajes formales de cada pueblo, residen los instrumentos que nos permiten analizar e imaginar, creer y crear, decidir, amar y resistir.209 La inspiración que ilumina el proyecto artístico javeriano, es, indiscutiblemente, la Iglesia santafereña de San Ignacio de la que dice Enrique Marco Dorta: “es el mejor edificio religioso que se construyó en Bogotá durante el siglo XVII”.210 Construida por manos indígenas, expresa “la evolución de un pasado nacido recientemente, que niega el pasado y el tiempo de las tierras en que fue construido. Tierras que tienen un nuevo presente y un nuevo tiempo”.211 Esta obra de los jesuitas santafereños adquiere el valor de prototipo y su finalidad es netamente espiritual. Como acertadamente apunta Max Dvorak, el arte es también, siempre y en primer término, expresión de las ideas que preocupan al hombre, y la historia del arte es, en no menor grado que la historia de la filosofía, de la Religión o de la Poesía, una parte de la historia general del espíritu.212

El arte que los jesuitas neogranadinos propiciaron a través de sus artistas y el consiguiente mecenazgo representan una corriente fundamental de nuestra historia que fue capaz de integrar en una nueva matriz simbólica y estética un conjunto sorprendente de pueblos, estratos sociales y tradiciones. El mexicano Alfonso Alfaro llegará a conceptuar: “El lenguaje estético de Pozzo, Gracián y Zipoli es el mismo de Rubens y Bernini, el de Sor Juana y Calderón”.213

Alfonso ALFARO. “Una tradición para el futuro”. En: Ana ORTIZ ISLAS (Coord.). Ad maiorem Dei gloriam. La Compañía de Jesús promotora del arte. México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (2003) 15.

Enrique MARCO DORTA. “La arquitectura del siglo XVII en Panamá, Colombia y Venezuela”. En: Diego ANGULO IÑIGUEZ. Historia del arte hispanoamericano. Barcelona-Buenos Aires, II (1941) 80.

Patricia RENTERÍA SALAZAR. Arquitectura en la Iglesia de San Ignacio de Bogotá. Modelos, influjos, artífices. Bogotá, CEJA (2001) 133.

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Max DVORAK. Kunstgeschichte als Geistesgeschichte. München, 1924. Citado por Fernando ARELLANO. El Arte Jesuítico en la América Española (1568-1767). San Cristóbal, Universidad Católica del Táchira (1991) 17.

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Alfonso ALFARO. “Una tradición para el futuro”, 17.


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En este contexto se debe explicar la biografía colonial de la Iglesia de San Ignacio214 en la que no solo se dieron cita arquitectos, pintores, escultores, músicos, fundidores y artes afines, sino que además se convocó todo un movimiento religioso con su alud de oradores sagrados, congregaciones, devociones y una sociedad que buscaba beber el deber ser como parte vital de una cultura que pugnaba por edificar la arquitectura de una identidad espiritual mestiza. Y de acuerdo con las investigaciones que se vienen realizando sobre los colegios en particular se puede verificar tanto el interés por la arquitectura como la imitación en la riqueza de los actos religiosos. Así lo demuestran: Tunja,215 Antioquia,216 Mompox,217 Honda,218 Cartagena219 e incluso las iglesias misionales dispersas por los Llanos casanareños.220 Y la última asume El reto de la gratuidad de la enseñanza. Durante la vigencia de la Primera Compañía de Jesús (1540-1767) se mantuvo como criterio inalterable la gratuidad de la enseñanza en todos los niveles educativos cultivados por los jesuitas. Ello obligó a diseñar uno de los proyectos más ambiciosos y audaces que desarrolló la Compañía de Jesús en tierras neogranadinas como fue el económico financiero.221 El investigador moderno tiene el peligro de dejarse atrapar por el fulgor de las ingentes sumas de dinero manejadas por los jesuitas neogranadinos. En última instancia era el resultado de un cúmulo de unidades productivas del principal grupo financiero del virreinato de Santafé como fue, en opinión de Germán Colmenares, la Compañía de Jesús.222

Una síntesis puede verse en: Fernando ARELLANO El Arte Jesuítico en la América Española (1568-1767), 87-96.

214

José DEL REY FAJARDO y Felipe GONZÁLEZ. Educadores, ascetas y empresarios. Los jesuitas en la Tunja colonial. Bogotá-Tunja. Pontificia Universidad Javeriana-Academia Boyacense de Historia, 2010.

José DEL REY FAJARDO y Felipe GONZÁLEZ. Los jesuitas en Antioquia 1727-1767. Aportes a la historia de la cultura y el arte. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 2008.

José DEL REY FAJARDO y Felipe GONZÁLEZ MORA. Los jesuitas en Mompox 1643-1767. Añoranzas de un pasado cultural. Bogotá, Editorial Javeriana, 2013.

José DEL REY FAJARDO y Felipe GONZÁLEZ MORA. Los jesuitas en Honda 1634-1767. Entre el esplendor y la ceniza. (De próxima aparición).

Enrique MARCO DORTA. Cartagena de Indias, Puerto y Plaza Fuerte. Cartagena, Alfonso Amadó Editorial, 1960.

Felipe GONZÁLEZ. Reducciones y haciendas jesuíticas en Casanare, Meta y Orinoco ss. XVII y XVIII. Bogotá, Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2004.

Véase el capítulo correspondiente a las haciendas en Los jesuitas en Colombia del P. Juan Manuel Pacheco.

Germán COLMENARES. “Los jesuitas: modelo de empresarios coloniales”. En: Boletín Cultural y Bibliográfico. Bogotá, vol. XXI, n.º 2 (1984) 42-54.

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En Europa los jesuitas diseñaron diversas formas de financiar sus grandes obras educativas como lo demuestra Miguel Batllori;223 sin embargo, la realidad americana era totalmente distinta y en este preciso contexto surge la “hacienda” como una fundación capaz de soportar las colosales inversiones que requería la construcción de la obra cultural, educativa, religiosa, misionera y social que la Compañía de Jesús desarrollaba en el Nuevo Reino.224 En un siglo en que se desconocía por completo el valor de los derechos humanos y que proclamaba los cuatro objetivos de la excelencia individual: honra, fama, riqueza fungible y lujo, Ignacio de Loyola apela a la excelencia social edificada sobre hombres sabios y virtuosos. Esta nueva concepción de la sociedad profesaba su fe profunda en que el único fundamento inquebrantable de esos derechos reside “en que el hombre, por ser criatura de Dios, lleva en sí una referencia intransferible de buscar y encontrar a su Creador”. El peso y razón de esta nueva visión del hombre hicieron que Ignacio no dudara en dedicar muchos esfuerzos de su Compañía a la tarea de servir a los seres humanos de una manera organizada, a saber: por medio de la enseñanza gratuita, concepto que extendió a todas los servicios espirituales pues estaba convencido de que constituía “una estrategia indispensable y multiplicadora de esfuerzos”.225 La clave del éxito del sistema hacendístico desarrollado en tierras neogranadinas por la Compañía de Jesús, la fundamenta Edda Samudio en la rígida organización administrativa, la cual

223

Miguel BATLLORI. “Economia e collegi”. En: Domanda e consumi. Firenze, L. S. Olschdi (1978) 323-334. Estudia el financiamiento del Colegio Romano y los de Mesina, Sassari, París, Viena y Madrid.

Eduardo RUEDA ENCISO. “El desarrollo geopolítico de la Compañía de Jesús en los llanos Orientales de Colombia”. En: Los Llanos una historia sin fronteras. Bogotá, Academia de Historia del Meta (1988) 184-196. Hermes TOVAR PINZÓN. Grandes empresas agrícolas y ganaderas en el siglo XVIII. Bogotá, Universidad Nacional de Colombia-Ediciones CIEC (1980) 178-179. Germán COLMENARES. Las haciendas de los jesuitas en el Nuevo Reino de Granada. Bogotá, Antares Tercer Mundo, 1969. Edda O. SAMUDIO. “El complejo económico del Colegio San Francisco Javier”. En: José del REY FAJARDO, Edda O. SAMUDIO y Manuel BRICEÑO JAUREGUI. Virtud, letras y política en la Mérida colonial. San Cristóbal, Santafé de Bogotá, Mérida, I (1995) 521-608. SAMUDIO, Edda O. “El Colegio San Francisco Javier en el marco histórico, social, religioso, educativo y económico de la Mérida colonial”. En: José DEL REY FAJARDO (et alii). Virtud, letras y política en la Mérida colonial. San Cristóbal-Santafé de Bogotá-Mérida, Universidad Católica del Táchira-Universidad Javeriana-Universidad de los Andes, I (1995) 39-166. Edda O. SAMUDIO. Las haciendas del Colegio San Francisco Javier de la Compañía de Jesús en Mérida. 1628-1767. Mérida, Universidad de los Andes, 1985. Edda O. SAMUDIO. “La fundación de los colegios de la Compañía de Jesús en la Provincia de Venezuela. Dotación de un patrimonio”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit). La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, Universidad Católica del Táchira, II (1991) 503-588. Jaime TORRES SÁNCHEZ. Haciendas y posesiones de la Compañía de Jesús en Venezuela. El Colegio de Caracas en el siglo XVIII. Sevilla, 1999.

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Rafael OLAECHEA. “Historiografía ignaciana del siglo XVIII”. En: Juan PLAZAOLA (Edit.). Ignacio de Loyola y su tiempo. Bilbao, Universidad de Deusto (1992) 61.


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constituyó un modelo de previsión, de distribución de funciones y responsabilidades, de utilización de recursos, de productividad y control, lo que llevó a cabo un profundo sentido de comunidad y una inmensa tenacidad, elementos esenciales en el logro de la prosperidad que caracterizó los complejos socio-económicos jesuíticos.226

Si bien es verdad que la Orden de Ignacio de Loyola en el Nuevo Reino poseía 60 haciendas dispersas por todo su territorio, incluyendo la Gobernación de Popayán,227 sin embargo es necesario resaltar que las riquezas provenientes de estas unidades agropecuarias debían invertirse para mantener y acrecentar la función social, educativa y religiosa que los jesuitas edificaban a lo largo y ancho de la Nueva Granada. La primera inversión se canalizaba para financiar lo que los estudiosos llaman “riquezas improductivas”, que vendrían a ser las edificaciones de los templos228 y colegios,229 los objetos artísticos sacros –baste recordar como ejemplo la famosa custodia denominada comúnmente “La Lechuga”230–, los ornamentos, las bibliotecas,231 las boticas, la imprenta232 y entes similares. La segunda significaba el sostenimiento gratuito de toda la estructura educativa jesuítica a todos los niveles y en todas las ciudades neogranadinas que albergaban instituciones docentes de la Compañía de Jesús.233 A ello había que añadir el financiamiento de los claustros de catedráticos de

226

Edda O. SAMUDIO. “Las haciendas jesuíticas de las Misiones de los Llanos del Casanare, Meta y Orinoco”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit.). Misiones jesuíticas en la Orinoquia, I, 740.

227

Germán COLMENARES. “Los jesuitas: modelo de empresarios coloniales”. En: Boletín Cultural y Bibliográfico. Bogotá, vol. XXI, n.º 2 (1984) 42.

228

Juan Manuel PACHECO. “Las Iglesias coloniales de los Jesuitas en Colombia”. En: Revista de la Academia Colombiana de Historia Eclesiástica. Medellín, 4 (1969) 307-324.

Para comprender el costo de un colegio nos remitimos al estudio más completo de una institución educativa jesuítica neogranadina como fue el plantel de Mérida: Edda O. SAMUDIO, José DEL REY FAJARDO y Manuel BRICEÑO JAUREGUI. El colegio San Francisco Javier en la Mérida colonial germen histórico de la Universidad de Los Andes. Mérida, Universidad de Los Andes, 2003, 8 vols.

Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 138-139. Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. “La Iglesia de San Ignacio de Bogotá”. En: Anuario de Estudios americanos. Sevilla, 5 (1948) 507-570.

Véase: José DEL REY FAJARDO. La Biblioteca colonial de la Universidad Javeriana de Bogotá. Caracas, Universidad Católica del Táchira-Pontificia Universidad Javeriana, 2000. José DEL REY FAJARDO. Las bibliotecas jesuíticas en la Venezuela colonial. Caracas, Academia Nacional de la Historia, 1999, 2 vols.

Véase una síntesis en: Juan Manuel PACHECO. Historia eclesiástica. Tomo 3: La Iglesia bajo el Regalismo de los borbones. Siglo XVIII. Bogotá, Lerner, vol. XIII (1986) 316-318.

Existen dos ejemplos en los que se puede estudiar el costo de un colegio jesuítico colonial. Para ello nos remitimos a: Edda O. SAMUDIO. Las haciendas del Colegio San Francisco Javier de la Compañía de Jesús en Mérida. 1628-1767. Mérida, Universidad de Mérida, 1985. Jaime TORRES SÁNCHEZ. Haciendas y posesiones de la Compañía de Jesús en Venezuela. El Colegio de Caracas en el siglo XVIII. Sevilla, Consejo Superior de investigaciones Científicas-Universidad de Sevilla-Diputación de Sevilla, 1999.

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Teología escolástica y moral, Sagrada Escritura, Filosofía, Derecho civil y canónico,234 y todo el profesorado de retórica, humanidades y gramática, así como también los maestros de primeras letras, amén de todas las exigencias de la Ratio Studiorum relativas tanto a los ejercicios literarios como a los certámenes y representaciones que debían realizarse en cada colegio.235 La tercera auspiciaba los servicios religiosos que se desarrollaban en las iglesias jesuíticas y que definían la espiritualidad ignaciana. Se trataba de una encrucijada decisiva que se ubicaba en el punto de contacto entre la fe y la cultura a fin de hacer audible la voz divina. Como consecuencia, los seguidores de Ignacio de Loyola trataron de diseñar un papel decisivo en la formación del lenguaje estético, retórico y espiritual que debía interpretar el carácter personal del encuentro con Dios, de la responsabilidad ética y del proyecto particular de cada uno. En este marco de referencia se debe situar la preocupación por la suntuosidad de las funciones sacras con deslumbrantes realizaciones estéticas que movían a artistas, músicos, pintores y oradores capaces de mover las almas del pueblo devoto. También había que costear la pedagogía religiosa que variaba desde lecciones sacras hasta la enseñanza del catecismo; se fomentaron las congregaciones,236 instituciones religioso-cultural-económicas que dentro de la historia de los movimientos religiosos del barroco lograron despertar una gran vitalidad entre todos los estamentos sociales; a su tiempo se predicaban los Ejercicios Espirituales de Ignacio de Loyola y se salía del recinto sacro para llevar al pueblo las denominadas Misiones circulares.237 Un capítulo aparte amerita el financiamiento de las Misiones llamadas de infieles y, en concreto, las que se desarrollaron en los Llanos orientales colombianos y en la Orinoquia. El “Proyecto Misión” imponía al misionero los siguientes compromisos: convertir al indígena en súbdito del rey de España, en ciudadano de un municipio, en beneficiario de un futuro mejor y a la vez dotarlo de la lengua de Castilla y hacerlo hijo de la iglesia católica.238

Para hacerse cargo de lo que significaba en número de personas el claustro javeriano, véase: José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial. Lo mismo podría aplicarse a la Academia de Popayán.

Véase: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 540-543.

Para quien esté interesado en el tema nos remitimos al libro de Elder MULLAN, S.J. La Congregación Mariana estudiada en los documentos. Barcelona (1911) 204-316. Patrick O’SULLIVAN. “Congregaciones Marianas (=CC.MM.)”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, I ( 2001) 914-918.

Cecilio GÓMEZ RODELES. Vida del célebre misionero P. Pedro Calatayud de la Compañía de Jesús y relación de sus apostólicas empresas en los reinos de España y Portugal (1689-1773). Madrid, Sucesores de Rivadeneyra (1882) 499-523.

Juan RIVERO. Historia de las Misiones de los Llanos de Casanare y los ríos Orinoco y Meta. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de Colombia (1956) 293: En 1692 describía el Consejo la acción

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Para afrontar tan agresivo reto los jesuitas levantaron con titánicos esfuerzos la hacienda de Caribabare, “la más grande de las haciendas Hispano-americanas” pues llegó a tener casi medio millón de hectáreas,239 hacienda la cual desde su creación motivó los más airados ataques de los encomenderos y terratenientes hispanos.240 Éste fue el origen de un verdadero subsistema empresarial dentro del “Proyecto-Misión” que tenía por objeto garantizar el soporte a la labor extraeconómica de índole espiritual, social, cultural y de desarrollo humano y comunitario llevada a cabo en los Llanos de Casanare y en la Orinoquia.241 No fue fácil habilitar el espacio para un nuevo orden a través de la reducción. De la espacialidad tradicional orinoquense, juzgada como dispersión e ilimitada, había que transitar a una espacialidad caracterizada como concentración urbana. De esta suerte se debía construir un nuevo hábitat como el espacio idóneo para la convivencia, el trabajo, la justicia y el nuevo orden social. La mayor inversión que realizó la Compañía de Jesús, amén de la formación religiosa de la población y de la educación de la juventud, se dirigió a crear aquellas tres estructuras sobre las que debía reposar la reducción: el aseguramiento de la subsistencia, la capacitación de los recursos humanos y la adquisición de la ciudadanía a través del nuevo concepto de municipio. Así fue surgiendo una nueva clase laboral como la de los trabajadores con distintas habilidades, desde los diestros maestros artesanos, quienes constituyeron mano de obra especializada, hasta la servidumbre que habitaba en las haciendas y concurría directamente a su trabajo. A ellos se unían otros artesanos, ya oficiales o aprendices, indígenas y no indígenas, quienes con sus diversos trabajos contribuían a la construcción de los recintos públicos y privados.242 Del trajinar de las haciendas nacieron los corredores comerciales entre éstas y las reducciones llaneras, las poblaciones hispanas del piedemonte

de los jesuitas “que no se contentan solamente con reducir a los gentiles y agregarlos a pueblos, sino que procuran también con toda solicitud enseñarlos a vivir vida social, política y económica, como también su educación en las buenas costumbres y su mayor aumento”. 239

Héctor Publio PÉREZ ÁNGEL. La hacienda de Caribabare. Estructura y relaciones de mercado 17671810. Yopal [Casanare] (1997) 69-75. En donde se estudian los límites después de la expulsión de los jesuitas.

240

Amplia información en: AGI. Santafé, 249. Información hecha por los misioneros del pueblo de Pauto en los Llanos del gran fruto obtenido en aquellas misiones de su cargo. Santafé de Bogotá, 1690. Una síntesis en: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 428-435.

241

José DEL REY FAJARDO . “Función religiosa, social y cultural de las haciendas misionales en la Orinoquia”. En: Edda O. SAMUDIO y José DEL REY FAJARDO. Jesuitas, haciendas y promoción social en la Orinoquia. Mérida, Ediciones del Rectorado (2006) 215-398.

Véase: Edda O. SAMUDIO. “Las haciendas jesuíticas de las Misiones de los Llanos del Casanare, Meta y Orinoco”, 753.

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y las ciudades del altiplano,243 así como la Guayana, y las rutas de Barinas y Caracas con los consiguientes beneficios para la economía y el desarrollo de la región. La venta de ganado y la actividad comercial desarrollada creó los sitios conocidos como posadas ganaderas y muchas de ellas “se convirtieron en matriz de nuevos pueblos, algunos hoy desaparecidos, otros convertidos en importantes ciudades”.244 Las rutas frecuentadas por los jesuitas en la rutina de su cadena comercial entre Caribabare y Tunja-Santafé de Bogotá adquirieron tal auge que cuando el virrey Sebastián de Eslava (1740-1749) solicita de los miembros de la Compañía de Jesús que abastezcan de carne a la capital, el proyecto se pudo desarrollar de inmediato pues del Llano llegaban a la hacienda de Lengupá “donde descansaban los vaqueros con sus ganados y luego proseguían hasta llegar a Firavitoba […]. Allí las reses recuperaban su peso para luego ser entregadas en Sogamoso, Tunja y Santafé de Bogotá”.245 Héctor Publio Ángel descubre una primitiva estructura política desarrollada por lealtades personales alrededor de los llaneros de mayor fortaleza; los que se consideraron los caudillos que se destacaron en la guerra de independencia; tal fue el caso de Ramón Nonato Pérez, o Juan Nepomuceno Moreno en Casanare, entre otros.246 De igual forma piensa que la organización de las haciendas, sobre todo la de Caribabare sembró en la mentalidad del mestizo un sentido “de apropiación de grandes extensiones de tierras y un sistema de explotación difícil de asimilar, dada la disciplina y organización de los misioneros en contraste con las indóciles costumbres del indígena y del llanero”.247

Héctor Publio PÉREZ ÁNGEL. La hacienda de Caribabare, 63.

Héctor Publio PÉREZ ÁNGEL. La hacienda de Caribabare, 65. En la nota 67 añade: “en Casanare un sitio tradicional de descanso ganadero fue el Morro-Marroquín (en la vía LabranzagrandeSogamoso-Tunja) cuyo paraje dio origen a El Yopal, hoy la capital del Departamento (Ver Archivo Notarial de Yopal. Casanare. Legajo único). La fundación de Yopal a partir de una posada ganadera se puede corroborar con tradición oral (Véase SABIO, Ricardo. Corridos y coplas por los Llanos Orientales. Cali (1963) 41 a 48). Fuentes de otro caso similar hay que buscarlas en Villavicencio[,] la capital del Departamento del Meta, la que surge a partir de un sitio de descanso ganadero (Véase el estudio realizado por ESPINEL, Nancy. Villavicencio dos siglos de Historia comunera 1740-1790. Villavicencio, 1989. En el capítulo IV trata sobre la Hacienda de Apiay, matriz de la urbe, p. 53”.

Héctor Publio PÉREZ ÁNGEL. La hacienda de Caribabare, 66. El recorrido duraba 8 días. Eduardo, RUEDA ENCISO. “El complejo económico-administrativo de las antiguas haciendas jesuitas del Casanare”. En: Boletín cultural y bibliográfico. Bogotá, vol. XXVI, n.º 20 (1969) 12-13.

Héctor Publio PÉREZ ÁNGEL. La participación de Casanare en la Guerra de Independencia 18091819. Bogotá, ABC (1987) 30.

Héctor Publio PÉREZ ÁNGEL. La hacienda de Caribabare, 61.

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C a p í t u l o II

La Universidad Javeriana vista desde las estructuras jurídicas

El 1º de enero de 1605 se inauguraron con toda solemnidad los estudios de humanidades de lo que a partir de 1623 sería la Universidad Javeriana.1 I. Algunas precisiones jurídicas necesarias 2 De la estructura de la Manzana Jesuítica hemos hablado en el capítulo anterior y a esa información remitimos al lector. Aquí nos circunscribiremos a las estructuras que son necesarias para entender la proyección de la Universidad Javeriana como fueron el “Colegio Máximo” y el “Colegio Mayor de San Bartolomé”. El Colegio Máximo. Desde que se iniciaron los estudios el 1º de enero de 1605 en Santafé de Bogotá hasta el año 1623, en que se funda la Academia de San Francisco Javier, todos los estudiantes se matricularon en el Colegio Máximo de la Compañía de Jesús y por ende ese tramo lo consideramos como la prehistoria de la Universidad Javeriana. De ello trataremos más adelante. El Colegio Mayor de San Bartolomé. Si la Manzana Jesuítica ha exigido algunas aclaraciones, de igual manera el Colegio Mayor de San Bartolomé requiere sus debidas explicaciones. El fundamento radica en algunas afirmaciones y errores históricos que se han venido consagrando en la historiografía colombiana al no

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ARSI. N. R. et Q., 12, fol. 33. Carta annua anónima, 1604-1605.

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José DEL REY FAJARDO. “El Colegio Máximo y la Manzana jesuítica de Santafé 1604-1767”. En: Apuntes. Iglesia de San Ignacio en Bogotá 1610-2012. Bogotá (2012) 8-27.

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indicar con toda precisión las diferencias entre la Universidad Javeriana y el Colegio de San Bartolomé. El primer interrogante pretende resaltar la confusión que se da en las informaciones de las primeras crónicas impresas sobre la fundación del colegio de Santafé y del Seminario. Mercado no ofrece fecha de inicio de las actividades escolares. Habla de la casa que compró el P. Martín de Funes y en la que “compuso las aulas para la lectura”3 y después “abrió dos escuelas y puso dos maestros que desde sus principios hasta ahora [1682] enseñan la lengua latina a la juventud”.4 Sin embargo, al escribir la biografía del P. José Dadey, hace hincapié en que fue “uno de los primeros fundadores del Colegio”. Y después añade: “Fundólo dando principio a los estudios de gramática y empezó por una elegante oración latina a que acudió la Real Audiencia, el señor arzobispo”.5 Más enigmático es el texto de Cassani: Publicóse la Real Cédula, admitióse, y se mandó dar el debido cumplimiento por la Audiencia […] ; y al punto se erigió un Colegio mental, o ideado, pues de Colegio solo tenia Rector, y súbditos, sin fábrica, sin Iglesia, sin rentas, y sin hogar; toda su riqueza era la pobreza suma, y el ser del Colegio era no tener nada.6

Si examinamos con detención la Carta Annua de 1605 vemos que Mercado se ha inspirado totalmente en su contenido y con respecto al tema que nos ocupa dice: “El setiembre del año pasado [1604] llegaron los Padres que venían señalados […] entablose luego una licion de latinidad, y en menos de un año se an juntado casi cien estudiantes”.7 Pero, la Carta annua, anónima, de 1605, es la que resuelve el problema de la fecha de la fundación del Colegio de Santafé cuando claramente dice: “Tres meses después de nuestra llegada a la ciudad [Santafé], el día de año nuevo, se dio principio a las liciones de latinidad con una oración que hizo el maestro. Acudieron setenta discípulos casi todos principales”.8

Pedro DE MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús. Bogotá, I (1957) 30.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 31.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 183.

Joseph CASSANI. Historia de la Provincia de la Compañía de Jesús del Nuevo Reyno de Granada en la América. Estudio preliminar y anotaciones al texto por José del Rey s.j. Caracas, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia (1967) 53.

ARSI. N. R. et Q., 12-I, fol. 19v. Carta Annua de la Vice prouincia del Nueuo Reyno y Quito en los Reynos del Peru.

ARSI. N. R. et Q., 12, fol. 33. Carta Annua anónima de 1605.

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En conclusión: los jesuitas llegaron a Bogotá el 23 de septiembre de 1604. El 27 de septiembre entregaban a la Real Cancillería9 la Real Cédula, fechada en Valladolid el 30 de diciembre de 1602,10 por la que se aprueba la fundación jesuítica en la Nueva Granada. Las clases del colegio se iniciaron tres meses después, el 1º de enero de 1605,11 con una oración latina que estuvo a cargo del P. José Daddey, primer profesor de gramática del Colegio de Santafé.12 Con estos presupuestos documentales es conveniente examinar cuáles han sido las versiones del hecho histórico dentro de la historiografía colombiana desde los tiempos de la República. Don José Manuel Groot parece inspirarse en Cassani en lo relativo a la llegada de los jesuitas, en el año 1604, pues conserva la misma ambigüedad e incluso algunas frases muy significativas.13 Afirma que las clases se iniciaron el día de San Lucas [18 de octubre], sin especificar el año.14 Creemos que don José Joaquín Borda,15 que no conocía la Historia del P. Mercado por estar todavía inédita, debió inspirarse en Juan Flórez de Ocariz16 para los datos de la llegada (27 de septiembre de 1604) y afirma que ese mismo día se abrió el colegio, pero sin aducir fuentes documentales.17 Una evolución curiosa encontramos en el P. Daniel Restrepo pues mientras en su libro El Colegio de San Bartolomé (1928) estatuye que el colegio fue “abierto el 18 de Octubre de 1604”,18 sin embargo, en La Compañía de Jesús en Colombia (1940) corrige su afirmación y escribe: “y el 27 del mismo mes [septiembre] era presentada por ellos ante la Real Cancillería la Cédula que nos permitía fundar; ese día se consideró desde entonces como

DE MERCADO. “Presentaron la cédula que traían del rey nuestro señor en esta Real Chancillería a los veinte y siete de setiembre de mil seiscientos y cuatro, y decretaron con gustosa concordia que usase la Compañía de la licencia que su majestad le había concedido”. En: Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús. Bogotá, I (1957) 30.

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CASSSANI. Historia de la Provincia, 51.

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ARSI. N. R. et Q., 12, fol. 33. Carta Annua anónima de 1605.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 183.

José Manuel GROOT. Historia eclesiástica y civil de Nueva Granada, escrita sobre documentos auténticos. Bogotá, I (1869) 161-162.

José Manuel GROOT. Historia eclesiástica, I, 161.

José Joaquín BORDA. Historia de la Compañía de Jesús en la Nueva Granada. Piossy (1872) 2 vols.

Juan FLOREZ DE OCARIZ. Libro primero de las Genealogías del Nuevo Reino de Granada. Edición facsimilar. Bogotá (1990) 168: “y su Majestad dio la suya en treinta de Diciembre de 1602, que se presentó en esta Real Chancillería en 27 de Setiembre de 1604 que se decretó se usasse de ella”.

José Joaquín BORDA. Historia de la Compañía de Jesús, 15. En la p. 12 comete el mismo error que Cassani pues cita al P. Bartolomé Rojas cuando su verdadero nombre era Bernabé.

Daniel RESTREPO y Guillermo y Alfonso HERNANDEZ DE ALBA. El Colegio de San Bartolomé: I. El Colegio a través de nuestra historia. Por el P. Daniel Restrepo S.J. II. Galería de hijos insignes del Colegio. Por Guillermo y Alfonso Hernández de Alba. Bogotá, Sociedad Editorial (1928) 13.

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principio del Colegio”.19 Pensamos que el ilustre jesuita tuvo un influjo directo de la recopilación documental y de los argumentos que esgrimió el jurista Carlos Bravo ante la Corte Suprema de Justicia para recuperar la propiedad del Colegio de San Bartolomé.20 Asimismo, un escritor tan acucioso como el agustino José Abel Salazar acepta como fecha de apertura de San Bartolomé el 18 de octubre del año 1604.21 Como fundamentos probatorios aduce el testimonio del P. Daniel Restrepo22 y las Cartas annuas de 1605.23 Mas ha sido el P. Juan Manuel Pacheco quien ha venido a dar las luces para ilustrar de una vez por todas las confusiones surgidas a lo largo del tiempo. Gracias a la Carta annua, anónima, de 1605, ha logrado rehacer las fechas en litigio.24 Un segundo punto lo representa la entidad jurídica denominada Colegio Mayor de San Bartolomé. Es un deber de justicia presentar en el pórtico de este gran proyecto la figura del arzobispo Bartolomé Lobo Guerrero cuya biografía ha publicado el académico colombiano Luis Carlos Mantilla,25 y a ella nos remitimos para las acciones del ilustre prelado. La documentación fundacional, que reposa en los archivos del hoy Colegio Mayor de San Bartolomé, ha sido recogida en una buena parte por el P. Daniel Restrepo en su obra El Colegio de San Bartolomé.26 Y debemos aseverar que gracias a las investigaciones del P. Juan Manuel Pacheco se han clarificado de forma definitiva los orígenes del Colegio Mayor de San Bartolomé.27

Daniel RESTREPO. La Compañía de Jesús en Colombia. Compendio Historial y Galería de Ilustres Varones. Bogotá, Imprenta del Corazón de Jesús (1940) 20.

Carlos BRAVO. Demanda ante la Corte Suprema de Justicia (Ley 110 de 1937). Bogotá, 1939.

José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810). Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (1946) 144.

Daniel RESTREPO y Guillermo y Alfonso HERNÁNDEZ DE ALBA. El Colegio de San Bartolomé, I, 13.

ARSI. N. R. et Q., 12-I, fol. 19v. Carta Annua de la Vice prouincia del Nueuo Reyno y Quito en los Reynos del Peru, fol. 20v.

Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia. Bogotá, Editorial San Juan Eude, I (1959) 103-104.

Luis Carlos MANTILLA. Don Bartolomé Lobo Guerrero. Inquisidor y tercer arzobispo de Santafé de Bogotá (1599-1609). Santafé de Bogotá, Academia Colombiana de Historia, 1996. Juan Manuel PACHECO. “Don Bartolomé Lobo Guerrero, arzobispo de Santafé de Bogotá”. En: Ecclesiástica Xaveriana. Bogotá, 5 (1955) 123-201. Juan Manuel PACHECO. Historia Eclesiástica. Tomo 2: La Consolidación de la Iglesia. Siglo XVII. Bogotá, Historia Extensa de Colombia (1975) 27-49. Manuel de MENDIBURU. “Lobo Guerrero—El Dr. D. Bartolomé”. En: Diccionario Históricobiográfico del Perú. Lima, V (1885) 55-62.

Daniel RESTREPO y Guillermo y Alfonso HERNANDEZ DE ALBA. El Colegio de San Bartolomé: I. El Colegio a través de nuestra historia.

Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 118-145. José RESTREPO POSADA. “El Colegio-Seminario de San Bartolomé”. En: ACADEMIA COLOMBIANA DE HISTORIA. Curso Superior de Historia de Colombia. Bogotá, VI (1951) 313-348.

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Todos los cronistas coinciden en afirmar que el Colegio-Seminario es fundación del Arzobispo Lobo Guerrero y por tanto cedido a la Compañía de Jesús. El problema radica en detectar los posibles intentos de identificar el Colegio de la Compañía –y más tarde, la Universidad Javeriana– con el del Arzobispado. Mercado, que fue miembro de la comunidad del Colegio Máximo durante muchos años, conocía perfectamente la situación jurídica de esta importante obra, y por ello transcribe el documento de erección del Colegio28 y lo hace consciente de las debidas autonomías de ambas instituciones. No es muy explícito Cassani en las explicaciones jurídicas, pero su lectura reposada evidencia la autonomía de la institución que el arzobispo cedió a los jesuitas: formó la idea [el Arzobispo], que executó, instituyendo y labrando el Seminario para Seculares, que por su nombre intituló de San Bartolomé, que encargó al cuidado de la Compañía. Este Seminario ha crecido después a Colegio, y se ha elevado a Colegio mayor.29

No hemos podido precisar dónde se inspiró Borda para redactar algunas imprecisiones que en el fondo parecen identificar ambas instituciones,30 pues, según él, una vez fundado el Colegio, el Sumo Pontífice lo erigió en universidad y el arzobispo renovó la fundación del colegio y “así se fundó San Bartolomé”.31 Pero ha sido el P. Daniel Restrepo quien ha generado algunas imprecisiones que conviene dilucidar definitivamente. La lectura del texto de Restrepo lleva a confundir la entidad jurídica del Colegio de San Bartolomé con el Colegio de la Compañía de Jesús en Bogotá: “En 1612, completados los estudios con las clases de Teología, se pide la erección del Colegio-Seminario en Universidad”.32 Pero Restrepo da un paso más en su escrito de 1940, La Compañía de Jesús en Colombia,33 donde claramente anuncia que la paternidad intelectual de toda su información sobre el tema que debatimos34 se debe a

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 37-38.

Joseph CASSANI. Historia de la Provincia, 55-56.

José Joaquín BORDA. Historia de la Compañía de Jesús en la Nueva Granada, 12-17.

José Joaquín BORDA. Historia de la Compañía de Jesús en la Nueva Granada, 17.

Daniel RESTREPO. El Colegio de San Bartolomé: I. El Colegio a través de nuestra historia, 10. Y en la página 15 hace a Pedro Claver alumno de San Bartolomé.

Daniel RESTREPO. La Compañía de Jesús en Colombia. Compendio Historial y Galería de Ilustres Varones, 21-26.

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RESTREPO. La Compañía de Jesús en Colombia, 21: “Acerca de los pormenores de la fundación del Colegio (al que no parece dieron nombre hasta que se le incorporó el Seminario de San Bartolomé) han escrito extensamente muchos autores: Cassani, Groot, Vergara y Vergara, Borda, Juan Pablo Restrepo, y recientemente el Dr. Carlos Bravo al reivindicar ante la Corte Suprema

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don Carlos Bravo35. El ilustre jurista colombiano identifica definitivamente el Colegio Máximo con el Colegio Mayor de San Bartolomé.36 Ya hemos hablado más arriba de la fundación del Colegio de Santafé el 1º de enero de 160537 y de su primer rector el P. Martín de Funes.38 Su existencia autónoma e independiente puede verse en innumerables testimonios.39 Sobre las casas compradas a que hace referencia don Carlos Bravo, fueron propiedad exclusiva de la Compañía de Jesús: de las que denomina de Juan de Albis, tomó posesión el P. Medrano el 4 de mayo de 1600.40 Funes compró una contigua propiedad de Juan Martín Bastidas en 1604.41 La ubicación del Seminario, fundado el 18 de octubre de 1605, fue establecida en lo que hoy es el Palacio de San Carlos y las casas fueron compradas a Juan Chacón de Porras.42 En definitiva, pensamos que Carlos Bravo identificó a las obras de la Compañía de Jesús que funcionaron durante la colonia en esa tradicional manzana a fin de conseguir que la Corte Suprema adjudicara a la Compañía de Jesús la propiedad que había sido patrimonio exclusivo de los jesuitas neogranadinos y que hoy es sede del Colegio Mayor de San Bartolomé. los derechos de la Compañía […]. Para no repetir aquellos pormenores vamos a contentarnos con resumir lo que el último autor [Carlos Bravo] ha escrito sobre ellos”.

Carlos BRAVO. Demanda ante la Corte Suprema de Justicia (Ley 110 de 1937). Bogotá, Imprenta del Corazón de Jesús, 1939.

Seguimos la argumentación a través de las citas que reproduce Daniel Restrepo (La Compañía de Jesús en Colombia). El primer error parte en la ubicación física de San Bartolomé: “La fundación se hizo en el mismo sitio que hoy ocupa el Colegio de San Bartolomé, en las casas compradas a Juan de Albiz” (p. 22). El segundo error: “Del hecho fundamental de la fundación del colegio que en sus principios se llamó Colegio Máximo dan fe […]. Puedo citar a este propósito la información que a petición del primer Rector que tuvo el colegio, el P. Martín de Funes […] en Memorial de fecha 21 de octubre del propio año de 1604, dirigido al Presidente de la Real Audiencia” (p. 22). El tercer error: “en 1605, el Señor Arzobispo puso en manos de la Compañía el Seminario que fundó, o mejor, restauró y al que dio el nombre de su Santo, San Bartolomé, nombre que tomó la institución total del Colegio y Seminario, y que ha prevalecido hasta nuestros días” (p. 23).

ARSI. N. R. et Q., 12, fol. 33.

Véase: AGI. Santafé, 18. Testimonio de la información hecha a petición del P. Martín de Funes, sobre la llegada, asiento y fundación de los Padres de la Compañía de Jesús en Santafé hecha con el fin de pedir a S. M. les haga limosna para proseguir en sus ministerios en dicho Reino, con el parecer de la Audiencia del Nuevo Reino de Granada. Bogotá, 21 de octubre de 1604.

Véase: AGI. Santafé, 226. Carta de don Bartolomé Lobo Guerrero al Rey. Santafé, junio 22 de 1605. Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 117. También puede seguirse a través de los profesores de la Facultad de Lenguas: José DEL REY FAJARDO. La “Facultad de Lenguas” en la Javeriana colonial y sus profesores. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 2004.

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 78-79. ARSI. N. R. et Q., 17. Fundationes, fol. 51 y ss. José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810). Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (1946) 137-142.

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AGI. Santafé, 18. Testimonio de la información hecha a petición del P. Martín de Funes [...]. Bogotá, 21 de octubre de 1604. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 102-103.

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 127. Daniel RESTREPO. El colegio de San Bartolomé: I. El Colegio a través de nuestra historia, 88.

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En el Colegio de Santafé –y no en San Bartolomé– se abrieron los cursos de filosofía en 160843 y los de Teología en 1612.44 Siempre los alumnos de San Bartolomé tuvieron que cruzar la calle 6ª para asistir, primero, a las clases del Colegio Máximo y después, a partir de 1623, a las de la Universidad Javeriana en 1623.45 II. Los marcos jurídicos de la Universidad Javeriana En 1623 la corona hispana le otorgaba a los estudios que se cursaban en el Colegio Máximo de la Compañía de Jesús en Bogotá el rango de universitarios.46 Así nacía la Academia de San Francisco Javier denominada también la Universidad de San Francisco Javier o Universidad Javeriana. Consideraciones generales Como es natural en los tiempos coloniales, las instituciones educativas se regían por una serie de normas jurídicas que provenían de tres fuentes distintas: en primer lugar de la corporación patrocinante, en segundo término del poder pontificio y finalmente del control definitivo de la monarquía hispana bajo el dominio absoluto del Patronato Regio. La Compañía de Jesús. Para la Orden fundada por Ignacio de Loyola una universidad (Constituciones [307]47) es un colegio en el que a las facultades inferiores de gramática, letras humanas y retórica se añaden las facultades superiores de artes (o filosofía con ciencias y matemáticas) y teología. Ordinariamente era necesario un documento del Papa, del Estado o de ambos, para obtener el título de universidad, el derecho a conferir grados y otros privilegios.48

ARSI. N. R. et Q., 12-I. Letras annuas de 108 y 1609. Fol. 43.

ARSI. N. R. et Q., 12-I. Letras Annuas de la Provincia del Nuevo Reino de Granada de los años 1611 y 1612. Fol. 63. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 109.

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AGI. Santafé, 403. Allí se inserta copia de la Real Cédula de 2 de febrero de 1622. Al pie del documento se lee: “El 13 de junio de 1623 se presentó con el Breve y esta cédula el P. Baltasar Mas Burgués, rector del Colegio de la Compañía de Jesús de Santa Fe y dijo: que para conferir grados estaban hechas unas reglas y constituciones que se habían de confirmar en el Consejo de Indias, y que en el interim las confirmase el presidente, y en esta conformidad el mismo año de 1623 se fundó la Academia, conforme a dicha cédula y breve”. (Véase: PACHECO. Los Jesuitas en Colombia, I, 514).

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Juan Manuel PACHECO. “La Universidad Javeriana de Santafé de Bogotá durante la época colonial”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit). La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, Universidad Católica del Táchira, I (1991) 86-87.

Siempre citaremos esta obra por: Ignacio IPARRAGUIRRE, Cándido de DALMASES y Manuel RUIZ JURADO. Obras de San Ignacio de Loyola. Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos (1991) 433-646. Como es un texto fundamental, los párrafos están numerados entre corchetes [].

Jerome AIXALÁ. “6. Universidades”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, I (2001) 685.

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También las Constituciones se muestran propicias para incluir las facultades de leyes y medicina con la advertencia de que no debían ser regidas por los jesuitas por ser algo “más remoto de nuestro Instituto” (Constituciones, [452]). Por ello la denominación de “Colegio” puede ofrecer algunas dudas para la verdadera comprensión y dimensión que gozó en los siglos XVI y parte del XVII. A fin de aclarar el concepto, vamos a señalar algunas de sus acepciones principales en la historia jesuítica. Hubo un tipo de “colegio” en el que residían los jóvenes jesuitas que se formaban en las ciencias eclesiásticas en universidades públicas: París (1540), Coimbra, Padua, Lovaina (1542), Colonia, Valencia (1554). Otra modalidad consistía en que los profesores eran jesuitas y allí enseñaban a los jóvenes ignacianos: Gandía (1546). También el tipo anterior se amplió después a los estudiantes externos: Goa (1543), Gandía (1547). Otro modelo contemplaba una institución educativa dedicada en principio a los alumnos externos pero a la que también asistían algunos jesuitas: Mesina (1548), Roma (1551). A este elenco conviene anexar experiencias internacionales como son el Colegio Germánico-Húngaro de Roma (1552),49 el Colegio Griego de Roma (1577),50 el Colegio Ilírico de Loreto (1580),51 el Colegio Inglés de Roma (1579).52 El proceso que se seguía en la fundación de cualquier entidad educativa era el siguiente. Una vez que el Provincial –máxima autoridad jesuítica en la demarcación– recibía la petición, respaldada por la documentación aducida, debía analizarla y estudiarla de acuerdo con normas muy precisas. En las “Reglas del Provincial” de la Ratio Studiorum se estatuyen las condiciones fundamentales para el Proyecto. Con seguridad existía una jerarquización desde las esperanzas para el bien común53 hasta un inventario completo de los bienes que debía sustentar el colegio,54 sin olvidar las condiciones

Johannes G. GERHARTZ. “Colegio Germánico-Húngaro, Roma”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, I, 840-842.

Jan KRAJCAR. “Colegio griego, Roma”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, I, 842-843.

Miko KORADE. “Colegio Ilírico de Loreto”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, I, 843-844.

Michael E. WILLIAMS. “Colegio Inglés de Roma”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, I, 845-846.

Ratio Studiorum. “Reglas del Provincial”. Regla 81. En todo el trabajo nos serviremos de la traducción de la Ratio Studiorum que publicamos en Paramillo. San Cristóbal, 2-3 (1984) 451-540. Como norma práctica hemos adoptado en las citas señalar los dos elementos cualificantes: el capítulo (Reglas del Provincial, o del Rector, etc.) y el número de la Regla. Creemos que de esa forma el investigador podrá consultar el texto de la Ratio en cualquier idioma.

Ratio Studiorum. “Reglas del Provincial”. Regla 85.

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que imponían la ciudad o personas solicitantes y la salubridad del lugar. También se establecía el no poder prometer nada con respecto a la fundación hasta tanto el General de los Jesuitas no hubiera conocido todo el Proyecto.55 Además, el Provincial debía demostrar que disponía tanto del Rector como de los Profesores correspondientes.56 En Roma se examinaba la proposición por los Consultores del General de la Compañía de Jesús de acuerdo con la Fórmula para celebrar contratos de 1581 y otras disposiciones que no detallamos.57 El examen a que sometía la Compañía de Jesús los proyectos era minucioso y la última palabra para la erección de un colegio residía en el General de la Orden, quien lo aceptaba en nombre de la Compañía de Jesús. Por ello, el inicio legal exigía expresamente el rescripto concreto del General, o el equivalente documento por el que se aceptaba la fundación.58 La Formula acceptandorum collegiorum anno 1588 recognita59 pormenorizaba las exigencias que definían un colegio jesuítico tanto en la integración de la comunidad, como en la dotación del edificio y de las clases y los ministerios que debían desarrollarse en torno a la Iglesia. Sin embargo, esta Formula excluía expresamente a las Indias y a las regiones transalpinas. Suponemos que la exclusión contempla la letra de algunas disposiciones pero no el espíritu global del documento. La grandiosidad de los grandes colegios jesuíticos de Europa puede ofrecer una perspectiva muy distinta a la que presentan los colegios provincianos de América. Por ejemplo, el Colegio Imperial de Madrid, ya en su fundación, disponía de 6 cátedras de estudios menores y 17 mayores además de los prefectos, 2 directores espirituales, 12 pasantes y 1 corrector.60 Además hay que tener presente el influjo que ejercían estas instituciones sobre las sociedades en las que se encontraban y sus repercusiones en la

Ratio Studiorum. “Reglas del Provincial”. Regla 81.

Institutum Societatis Jesu. Roma, II (1870). Congregación General: I, decreto 73; II, decretos 8 y 9; III, decretos 17 y 20.

Regulae Societatis Jesu. Roma, Collegio eiusdem Societatis (1590). (Véase todo lo relativo a los Procuradores). Formula celebrandorum contractum, iuxta morem et privilegia Societatis a R. P. N. Claudio Aquaviva Praeposito Generali missa, mense Augusti 1581. (Este folleto no tiene pie de imprenta y su original lo consultamos en el Archivo Romano de la Compañía de Jesús).

Henrico RAMIÈRE. Compendium Instituti Societatis Jesu Praepositorum Generalium responsis et auctorum sententiis illustratrum. Tolosa (1896) 395-396.

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ARSI. Institutum, 40, fol. 109-111v. Posteriormente, sin variaciones de fondo, se promulgó la Formula acceptandorum collegiorum iuxta V Generalis Congregationis, Decretum 87, a R. P. N. Claudio Aquaviva, Praeposito Generali, explicata.

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José ESCALERA. “Colegio Imperial de Madrid”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, I (2001) 844.


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pintura, la arquitectura, la música, el teatro y la danza,61 así como su contribución a las ciencias62 y letras. En las Provincias americanas hispanas de la Compañía de Jesús solo ciudades como México o Lima podían aspirar a disponer de hombres y medios para poder llevar adelante el genuino ideal de la formación ignaciana. En un segundo grado se colocarían Córdoba, Quito, Santafé y otras. Y en el resto del continente se interponían grandes espacios en los que pequeñas ciudades pugnaban por adquirir identidad a la vez que levantaban lentamente su estructura institucional como parte de la maquinaria administrativa de la monarquía hispana. La Sede Apostólica. Aunque más adelante trataremos despacio este tema podríamos afirmar que existen tres concesiones papales sobre las que los jesuitas levantaron sus obras en América. A fin de no reiterar explicaciones a lo largo del texto adelantamos las bulas y breves pontificios concedidos a la Compañía de Jesús que se fueron utilizando en las controversias llevadas a cabo en el Nuevo Reino entre dominicos y jesuitas a la luz del prisma regalista de la monarquía hispana. En concreto nos referiremos a los privilegios que la sede apostólica confirió a la orden fundada por Ignacio de Loyola en 1540 y que se resumen en tres grandes documentos. La primera concesión proviene del Papa Julio III, Sacrae Religionis del 22 de octubre de 1552, que permite al General de la Orden o a su delegado graduar a los religiosos de la Compañía de Jesús, previo un riguroso examen, y conferir los grados idénticos por sus prerrogativas y su valor a los conferidos por los Estudios Generales. Pero se establece una condición previa: aquello se dará cuando las Universidades se nieguen a graduar a dichos religiosos sin pagar los derechos asignados.63 La segunda corresponde a Pío IV, Exponi nobis del 19 de agosto de 1561, por la que se extiende el privilegio a los estudiantes externos de la Compañía cuando estos por su pobreza no están en condición de ser recibidos

John O’MALLEY. “Saint Ignatious and the Cultural Mission of the Society of Jesus”. En: John O’MALLEY y Gauvin Alexander BAILEY (Edits.). The Jesuits and the Arts, 1540-1773. Philadelphia, Saint Joseph’s University Press (2005) 3-16. John O’MALLEY et alii. The Jesuits: Cultures, Sciences, and the Arts, 1540-1773. Toronto, University of Toronto Press, 1999. John O’MALLEY et alii. The Jesuits II: Cultures, Sciences, and the Arts, 1540-1773. Toronto, University of Toronto Press, 2002. Hugo BALDINI. Saggi sulla cultura della Compagnia di Gesù. Padua, CLEUP Editrice, 2000.

Véase: Mordechai FEINGOLD (Edit.). Jesuit Science and the Republic of Letters. Cambridge, MIT Press, 2003. Marcus HELLYER. Catholic Physics: Jesuit Natural Philosophy in Early Modern Germany. Notre Dame, University of Notre Dame Press, 2005. Antonella ROMANO. La Contre-Réforme mathématique: Constitution et diffusion d’une culture mathématique jésuite à la Renaisance. Roma, École française de Rome, 1999.

INSTITUTUM Societatis Jesu. Florencia, Ex Typographia a SS. Conceptione, I (1892) 21.

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en las Universidades públicas, o cuando estas sin motivo suficiente se hubieren negado a dárselos.64 Y la tercera fue obra de Gregorio XIII, Quanta in vinea del 7 de mayo de 1578, que confirma las bulas anteriores.65 Todos estos documentos, junto con otros que contenían materias muy diversas, fueron aceptados por el Consejo de Indias el 5 de septiembre de 1620.66 Posteriormente, en 1652, el mismo Consejo declararía que estos privilegios subsistían en las Indias y que ellos constituían el basamento jurídico para graduar a los estudiantes de los colegios de la Compañía.67 De igual forma, en 1685, el Fiscal del Consejo reconocería el valor efectivo de estos privilegios.68 La monarquía hispana. Para poder entender la posición privilegiada de que gozaban los reyes de España con respecto a la legislación espiritual y legal de las Indias, es necesario comprender el concepto de “Patronato” que degeneró en el del “Regalismo”. El edificio del Regalismo hispano tuvo una arquitectura conceptual compleja pues las bases se fundamentaron en el Patronato Regio, mas, bajo este concepto, debemos incluir también el “Patronato Real de Indias” y dos instituciones vitales para entender las luchas de los borbones españoles con la Santa Sede: la “Agencia del Patronato” y la “Agencia General de Preces a Roma”. Además, es necesario incluir todas las acciones que llevaron adelante Carlos III y Carlos IV en contra de la Curia Romana en unión con las otras monarquías borbónicas. Las Leyes de Indias (1565) definían el Patronato: Por derecho y antigua costumbre y justos títulos y concesiones apostólicas, somos patronos de todas las iglesias catedrales destos Reinos, y nos pertenece la presentación de los arzobispados y obispados y prelacías y abadías consistoriales destos Reinos, aunque vaquen en Corte de Roma.69

INSTITUTUM Societatis Jesu, I, 26.

INSTITUTUM Societatis Jesu, I, 60.

Archivio Romano di Stato. Fondo Gesuitico. Vol. 842. Tercer inserto, fols. 31-33. Citado por José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810), 632.

Cipriano de UTRERA. Universidades de Santiago de la Paz y de Santo Tomás de Aquino y Seminario Conciliar de la Ciudad de Santo Domingo de la Isla Española. Santo Domingo (1932) 246. José Luis SAEZ. “Universidad Real y Pontificia Santiago de la Paz y de Gorjón en la Isla Española (17471767)”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit.). La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, I (1991) 175-224.

Archivio Romano di Stato. Fondo Gesuitico. Vol. 842. Quito-Colegios, III-28. Citado por José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810), 632.

Nueva Recopilación de las Leyes de Indias. (1565). Ley 1, título VI del libro I.

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El camino recorrido por la corona hispana para alcanzar los progresivos derechos otorgados por Roma fue largo, y su logro final fue el derecho de presentación primero restringido y después universal.70 Pero viniendo al “Regalismo” hay que dejar sentado que ha sido objeto de las más variadas interpretaciones.71 Teófanes Egido trata de ubicar esta doctrina en ese “forcejeo constante y secular por atribuir a la potestad real los derechos que se creen inherentes a su soberanía” y además para dirimir ese contencioso que surge, por una parte, del enfrentamiento entre la potestad civil y la Pontificia y, por otra, como telón de fondo en un tiempo sustancialmente sacralizado.72 Algunos piensan que lo fundamental del regalismo borbónico no son las intromisiones en la administración eclesiástica en cuanto a la modificación y sustentación de esos fundamentos. Los teóricos de esta doctrina señalarán la primacía del Estado sobre la Iglesia en los ámbitos no espirituales. En el siglo XVIII todos parece que respetaron las provincias de la fe, pero las disputas se planteaban en esas geografías difusas que permitían las injerencias mutuas en los espacios mixtos.73 Para poder tener una visión general de lo que significaba en España el regalismo, aducimos la síntesis que ofrece Isidoro Pinedo: a) obtener y retener el control de los nombramientos eclesiásticos más importantes; b) administrar los bienes de las diócesis en la situación de sede vacante, muchas veces prolongada; c) recortar las inmunidades eclesiásticas, tanto personales (fueros y tribunales especiales), como reales (exención de impuestos) y locales (derechos de asilo); d) fomentar iniciativas desamortizadoras de los bienes eclesiásticos (por ejemplo, el ducado de Parma desde 1764); e) legitimar los recursos de fuerza (<appel comme d’abus> o recurso civil contra la <fuerza> que hacían o se presumía que hacían los jueces y tribunales eclesiásticos); establecer el <exequatur> o <pase regio> como una aduana que impidiera la publicación de cartas o normas de la Santa Sede que el monarca o su gobierno juzgara lesivas a su prerrogativa real; g) acreditar en Roma un <agente de preces> que canalizara y regulara

Véase: Quintín ALDEA. “Patronato Real de España”. En: Quintín ALDEA et alii. Diccionario de Historia Eclesiástica de España. Madrid, Instituto Enrique Flórez, III (1973) 1944-1948.

Teófanes EGIDO. “El regalismo y las relaciones Iglesia-Estado en el siglo XVIII”. En: Ricardo GARCÍA-VILLOSLADA (Dir.). Historia de la Iglesia en España. Tomo IV: La Iglesia en España de los siglos XVII y XVIII. Dirigida por Antonio Mestre Sanchís. Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos (1979) 125-249.

Teófanes EGIDO. “El regalismo y las relaciones Iglesia-Estado en el siglo XVIII”, 125-126. Véase: Rafael OLAECHEA. Las relaciones hispano-romanas en la segunda mitad del siglo XVIII. La Agencia de Preces. Zaragoza, Talleres Editoriales El Noticiero, 1965, 2 vols.

Covarrubias explicitará este concepto: “todo aquello que en la iglesia no es en sí mismo ni fe, ni misterio, ni doctrina, aunque tenga conexión con esto”. (José DE COVARRUBIAS. Máximas sobre recursos de fuerza y protección, con el método introducido en los tribunales. Madrid [1972] 92). Citado por Teófanes EGIDO. “El regalismo y las relaciones Iglesia-Estado en el siglo XVIII”, 132.

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todas las peticiones de dispensas y beneficios de sus súbditos dirigidas a los dicasterios pontificios, así como las correspondientes pagas de tasas; h) nacionalizar en lo posible la Iglesia, favoreciendo las doctrinas y los intentos de potenciar la autoridad de los obispos, recortando la del papa, y fomentando la autonomía de los institutos religiosos con respecto a Roma, al favorecer el nombramiento de prepósitos generales del país.74 Esta larga digresión es fundamental para poder comprender el papel jugado por el Consejo de Indias en los litigios sostenidos por los dominicos y los jesuitas en la capital neogranadina. En el caso concreto de la Universidad Javeriana colonial pensamos que la monarquía hispana se sirvió de dos criterios distintos. El primero fue aplicado a la Facultad de Lenguas porque en la mentalidad jurídica española no se regía por los criterios universitarios. Más bien nos parece más correcto opinar que el colegio de los jesuitas puesto en funcionamiento el 1º de enero de 1605 se regía por la siguiente normativa real: Ordenamos y mandamos que en las ciudades y poblaciones de nuestros Indios se edifiquen y funden Monasterios de Religiosos, siendo necesarios para la conversión y enseñanza de los naturales y predicación del Santo Evangelio, con calidad de que fabricar iglesia, convento ni uspicio de religiosos se nos de cuenta y pida licencia especialmente, como se ha acostumbrado en Nuestro Consejo de Indias, con el parecer y Licencia del Prelado diocesano, conforme al Santo Concilio de Trento, y del Virrey, Audiencia del Distrito, o Gobernador y información de que concurren tan urgente necesidad y justas causas, que verosímilmente puedan mover nuestro ánimo y quedar informado para lo que Nos fuéramos servido de proveer; y si de hecho o por disimulación se hicieren o comenzaren a hacer algunos de estos edificios, sin preceder la dicha calidad, los Virreyes, Audiencias o Gobernadores los hagan demoler, y todo lo reduzcan al estado que antes tenían, sin admitir excusa ni dilación, y sea capítulo de residencia o visita para los dichos Nuestros Ministros, si los consintieren comenzar o comenzados los disimularen, y no nos dieren cuenta en la primera ocasión.75

Pero las corporaciones universitarias se regían por la Ley 2ª del título XXII del Libro I de la Recopilación de Leyes de Indias,76 de modo que en el caso específico de la Javeriana se aplicaría el siguiente texto:

Isidoro PINEDO. “Regalismo”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, IV (2001) 3319-3321.

Recopilación de Leyes de los Reynos de las Indias. Mandadas a imprimir y publicar por la Magestad Católica del Rey don Carlos II. Madrid, Ivlian de Paredes (1681) 10.

También Sor Águeda Rodríguez le dedica un capítulo a la Javeriana: Historia de las Universidades Hispanoamericanas. Período hispánico. Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, I (1973) 426-445.

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Que en las Vniversidades particulares se guarde lo dispuesto para cada vna. “En las ciudades de Santo Domingo de la Isla Española, Santa Fé del Nuevo Reyno de Granada, Santiago de Guatemala, Santiago de Chile y Manila de las Islas Filipinas, está permitido que haya Estudios y Vniversidades, y se ganen cursos y dén grados en ellas por el tiempo que ha parecido conveniente, para lo qual hemos impetrado de la S. Sede Apostólica Breves y Bulas, y le hemos concedido algunos privilegios y preeminencias. Mandamos, que lo dispuesto para dichos Estudios y Vniversidades se guarde, cumpla y execute, sin exceder en ninguna forma, y las que fueren por tiempo limitado, acudan a nuestro Real Consejo de las Indias á pedir las prorogaciones [sic] donde se proveerá lo que fuere conveniente, no las teniendo, cesse y se acabe el ministerio de aquellos Estudios, que así es nuestra voluntad [”].

Así queda fijado el marco jurídico de referencia válido para las entidades universitarias desarrolladas en la capital del Nuevo Reino. Los caminos recorridos para alcanzar la legalidad hispana La fase preparatoria. Al concluir la primera cohorte sus estudios de humanidades, es lógico que los estudiantes buscaran los horizontes de las facultades mayores. Así se explica que al deseo de los jóvenes “humanistas” se uniera la presión de los poderes públicos santafereños y todo ello obligara al Provincial a dar inicio en 1608 a los estudios de Artes.77 En 1607 había partido hacia Europa Martín de Funes con su proyecto universitario a fin de alcanzar las aprobaciones legales requeridas por Madrid y Roma. Y, el vértigo con que se sucedieron los acontecimientos mostraría el desfase entre la vitalidad en que se había sumido la realidad neogranadina y la prudencia que aconsejaban los controles romanos de la Compañía de Jesús. El 3 de febrero de 1609 le escribía el P. Aquaviva al Provincial del Nuevo Reino que tanto Santafé como Cartagena sean “colegios incoados” y con respecto al curso de Artes conceptuaba que “sería más acertado diferirlo hasta que tenga más forma de Colegio, y haya más sujetos, y estudiantes de los nuestros”.78 Y 7 meses más tarde, el 8 de septiembre, le escribía el

ARSI. N. R. et Q., 12-I, fol. 43. Letras annnuas de la Vice Prouincia de Quito y el Nueuo Reyno de los años de mil y seyscientos y ocho y seiscientos y nuebe. Escrita por el P. Gonzalo de Lyra. Cartagena, 28 de septiembre de 1609: “han cursado [en la Facultad de Lenguas] al pie de cien estudiantes, saliendo algunos de ellos muy buenos latinos y retóricos […] que me han obligado, pidiéndolo así el señor presidente y toda la audiencia, a que se ponga un curso de artes, como lo he puesto”.

ARSI. N. R. et Q., 1, fol. 9v. Carta del P. Claudio Aquaviva al Provincial del Nuevo Reino. Roma, 3 de febrero de 1609: “Ya emos resuelto que lo de Santa Fee y Cartagena sean colegios incoados hasta que Dios mueva alguna persona pia, y devota que funde alguno dellos; y en el interin podra Vuestra Reverencia poner lection de casos de conciencia en Santa Fee por ser

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General al P. Luis de Santillán que podía dar comienzo a los “estudios mayores” si tenía el personal competente y además le advertía que “la prisa de tener estudios no sea ocasión para que lo temporal del dicho Colegio que está tan en los principios se empeñe”.79 Lo cierto es que desde 1608 los estudios de Filosofía habían comenzado a funcionar en el Colegio Máximo de la ciudad de Bogotá. El ritmo de los acontecimientos pronto evidenció la necesidad de legalizar los estudios superiores. En 1610 la Congregación Provincial elevaba al General de la Orden que concediera la facultad de dar grados y añadía una razón bien seria como era que los dominicos dijeran poseer esta facultad y prometieran conferirlos, hecho que arruinaría nuestras escuelas.80 El P. Claudio Aquaviva facultó al Provincial para que pudiera graduar a los estudiantes externos pero con dos condiciones: que no se diera motivo de queja a la universidad y que fuera aprobado por los ministros reales.81 Como hemos visto más arriba, el General de la Orden de Ignacio de Loyola fundamentaba su decisión en los siguientes documentos. Julio III, en 1552, había concedido a la Compañía de Jesús conferir grados a sus propios estudiantes religiosos cuando las universidades se negaran a hacer esta gracia.82 En 1561 el papa Pío IV extendió este privilegio a los estudiantes externos y facultó a los superiores de la Compañía de Jesús para otorgar grados en las ciudades donde no hubiere universidad,83 y Gregorio XIII confirmaría estos privilegios en 1578.84 De esta forma, en 1612, y con la aprobación romana, se presentaba el P. Francisco de Figueroa85 ante el Consejo de Indias para mostrar los privilegios pontificios y solicitar el consiguiente consentimiento para

conforme a la mente de nuestros padres que se lean en los mas puestos que comodamente se pudiere por la utilidad que se puede seguir en los eclesiasticos pero lo que es poner curso de Artes, seria mas acertado diferirlo hasta que tenga mas forma de Colegio, y aya mas sugetos, y estudiantes de los nuestros”.

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ARSI. N. R. et Q., 1, fol. 14. Carta del P. Claudio Aquaviva al P. Luis de Santillán. Roma, 8 de septiembre de 1609: “Si Vuestra Reverencia tiene ay quien pueda leer Curso de Artes y lo demas que es necesario para yr asentando estudios mayores en el Colegio de Santa Fee podriase poco a poco dar principio a ello, estando Vuestra Reverencia muy advertido que la prissa de tener estudios no sea ocasión para que lo temporal del dicho Colegio que esta tan en los principios se empeñe”.

ARSI. Congregationes Provinciales, 53, fol.140.

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ARSI. Congregationes Provinciales, 53, fol. 140. Contestación al postulado anterior.

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Breve Sacrae Religionis, 22 de octubre de 1552. En: Institutum Societatis Iesu. Florencia, I (1892) 29.

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Breve Exponi nobis de 19 de agosto de 1561. En: Institutum Societatis Iesu. Florencia, I (1892) 36.

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Bula Quanta in vinea de 7 de mayo de 1578. En: Institutum Societatis Iesu. Florencia, I (1892) 74 y ss.

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José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos. Bogotá, Editorial Pontificia Universidad Javeriana (2006) 281-283.


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poder usar de ellos en el Nuevo Reino, Tucumán, Chile y las Filipinas.86 Para ello argumentaba el Procurador de las Provincias de Indias que la Compañía “ha usado y usa en muchas partes de Europa” con evidente utilidad de los estudiantes pobres que no tienen posibilidad de graduarse en universidades y “en las Indias sería mucho mayor y es más necesario este beneficio” pues solo existen dos. El Consejo de Indias daba su visto bueno el 31 de agosto, pero la respuesta real fue taxativa: “No conviene hacer novedad en esto por ahora”.87 El 29 de abril de 1613 volvía el P. Figueroa a tocar las puertas del Consejo con nuevos argumentos. Ahora recurre a la Real Cédula que mandaba se informase “si convenía o no fundar universidad en semejantes lugares” y la respuesta de los gobernadores y prelados que manifestaban su anuencia e incluso el Fiscal “ha venido en ello” ya que sin gasto alguno de la corona “se da medio como se críen muchísimos letrados y virtuosos que descarguen la conciencia de V. M.”. La respuesta fue “se ha mandado volver a consultar”.88 El 8 de julio de 1613 escribía el arzobispo Pedro Ordóñez Flórez89 al Rey pidiendo que hasta que se funde Universidad pública en Santafé permita a los jesuitas usar del privilegio pontificio. Y lo justifica por la falta de letras que hay “entre los eclesiásticos y seculares, sino que las religiones carecen de ellas, y no tienen estudio ni persona alguna de consideración en materia de letras”. Y si no fuera por la solicitud que los jesuitas ponen en sus estudios y escuelas, “no hubiera persona secular ni regular a quien poder ordenar”.90 De igual forma, la Audiencia le manifestaba al monarca hispano que eran urgentes y verdaderas las razones presentadas por los ignacianos e insistía en su argumentación el bien universal de estas repúblicas por el cuidado y vigilancia con que la dicha Compañía trata de la enseñanza y crianza de los que estudian en su colegio, con recogimiento y

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Texto en: Joaquín GRACÍA. Los jesuitas en Córdoba. Buenos Aires-México, Espasa-Calpe Argentina S. A (1940) 708. Toda la documentación aducida por Gracia proviene de: Biblioteca Nacional de Chile. Colección Morla-Vicuña, Leg. 26.

GRACÍA. Los jesuitas en Córdoba, 708-709. Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia. Bogotá, Patronato Colombiano de Artes y Ciencias, I (1969) 128-130.

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GRACÍA. Los jesuitas en Córdoba, 709-710. En la misma respuesta se añade: “Al mismo tiempo se vieron los papeles de los Padres Dominicos que piden universidad y no está decretado nada”.

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Su semblanza: PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 395-396. Juan Manuel PACHECO. Historia eclesiástica. Tomo II: La consolidación de la Iglesia. Siglo XVII. Bogotá, Historia Extensa de Colombia, vol. XIII (1975) 50-53.

Carta del Arzobispo de Bogotá al Rey. Santa Fe del Nuevo Reino de Granada, a Julio 8 de 1613. GRACIA. Los jesuitas en Córdoba, 714.

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virtud ejemplar, donde al presente tiene muy buenos y lucidos sujetos en las facultades eclesiásticas y positivas.

Y como era normal, incluyen la coletilla que esto debía entenderse mientras se fundaba la Universidad pública.91 Pero el 13 de junio de 1613 el Consejo de Indias se había pronunciado sobre el tema que nos ocupa de la siguiente manera: “en el entretanto que no hubieran Universidades asentadas en ellas, ganen curso los estudiantes y se gradúen en la forma que se consultó a V. M. por la dicha consulta de a último de agosto del año pasado”. Y el 12 de agosto de 1613 Felipe III rubricaba: “Hágase como parece”.92 El 14 de septiembre del mismo año el Rey instruía a su embajador ante la Santa Sede para que apoyase a los jesuitas en orden a conseguir unas “Letras apostólicas” que los autorizase para utilizar en las Indias el privilegio de que gozaban de graduar a sus estudiantes. Sin embargo, al referirse a Santafé del Nuevo Reino especificaba que los estudiantes que oyeren las dichas facultades [filosofía y teología] ganen curso de ellas, y en virtud de ellos, los gradúen en todas las Universidades de estos Reinos y de las dichas Indias, como si los dichos cursos se hubieran oído y ganado en cualquiera de ellas, que es en la forma que se lo tengo concedido.93

Ignoramos las razones que tuvo el monarca hispano para segregar al Colegio de Santafé de Bogotá del resto de las instituciones jesuíticas que se veían agraciadas por la comprensión real. El 26 de junio de 1614 el Procurador de Indias, P. Francisco de Figueroa, remitía un Memorial al Rey en el que exponía la conveniencia de no excluir al Colegio de Bogotá de los beneficios concedidos a Manila, Chile, Tucumán y Paraguay, y así evitar volver a Roma para solicitar la misma prerrogativa.94 Y, como es natural, siguió el protocolo requerido por el Consejo de Indias aunque la información completa se suspenda en este documento.95 Por una consulta del Consejo de 25 de junio de 1616 sabemos que el Rey mandó se juntasen “todos los papeles que había sobre la materia y sobre otras peticiones semejantes de otras órdenes” y una vez estudiadas y analizadas le fuera remitido el parecer del Consejo. Pero hasta la fecha no había sido respondida la consulta y el Procurador de la Compañía reitera

AGI. Santafé, 19.

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GRACIA. Los jesuitas en Córdoba, 711.

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GRACIA. Los jesuitas en Córdoba, 712.

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GRACIA. Los jesuitas en Córdoba, 712-713. Y aducía el testimonio del arzobispo bogotano.

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GRACIA. Los jesuitas en Córdoba, 713-714.

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que S. M. “se sirva de tomar resolución en la materia; hace el Consejo este recuerdo a V. M. para que en todo mande lo que fuere servido”.96 Felipe III respondió a esta solicitud: Está bien lo que parece, y vea el Consejo si será justo conceder a la orden de Santo Domingo para que en el colegio de Santa Fe en el Nuevo Reino de Granada la misma facultad que se le conceda a los de la Compañía, pues se le denegó lo que pretendía de que fuese universidad.97

De nuevo, la corte de Madrid se dirige a Roma y el 13 de abril de 1617 instruye a su embajador, el cardenal Gaspar de Borja, para que tramite ante Su Santidad conceder el valor universitario a los cursos dictados por los Colegios de la Compañía de Jesús en América y facultad a los prelados para conferir grados a los estudiantes de los mismos colegios.98 El 11 de marzo de 1619 el papa Paulo V, mediante el breve Carissimi in Christo, accedía a las preces elevadas por el monarca español y allí se contemplaba por igual a los colegios de la Compañía de Jesús como a los de la orden de Santo Domingo.99 Sin embargo estas Letras apostólicas no fueron del agrado del Rey porque imponían tres grandes limitaciones: únicamente gozaban del privilegio los colegios que distaran 200 millas de las ciudades donde funcionaban las universidades públicas; en segundo lugar, su duración se circunscribía al espacio temporal de 10 años y, por último, no tendrían validez fuera de las Indias.100 El 24 de agosto de 1619 oficiaba otra vez el monarca hispano a su embajador en Roma para que agenciara un nuevo documento pontificio pero sin las limitaciones del anterior101. Y expresamente le rogaba que su Santidad tenga bien mandar despachar en la forma que se pidió en cuanto a la calidad y generalidad de los cursos y grados, y que en cuanto a la duración del tiempo desta gracia y lugares en que se hubiere usar della, venga reservado a mi voluntad para que se use della cuando, adonde y como más convenga al bien universal de aquellas Provincias.102

GRACIA. Los jesuitas en Córdoba, 715-716.

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GRACIA. Los jesuitas en Córdoba, 716.

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GRACIA. Los jesuitas en Córdoba, 716.

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Francisco Javier HERNÁEZ. Colección de Bulas, Breves y otros documentos relativos a la Iglesia de América y Filipinas. Dispuesta, anotada e ilustrada por el P. Francisco Javier Hernáez de la Compañía de Jesús. Bruselas, Imprenta de Alfredo Vromant (Impresor-editor), II (1879) 446-447. Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, I, 136-137.

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José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810), 501-502.

José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada, 502.

Archivo de la Embajada Española. Leg. 114, fol. 120. Citado por José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada, 502.

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El 9 de julio de 1621 el nuevo Papa, Gregorio XV, otorgaba las Letras Apostólicas In Supereminenti a favor de la Compañía de Jesús por las que confería a los grados que se obtuvieran en los colegios jesuíticos valor universal pero mantenía la validez únicamente para 10 años.103 Este Breve obtuvo el placet del gobierno español el 12 de noviembre de 1621.104 Y el 2 de febrero de 1622, mediante cédula real, el propio monarca ordenaba a las autoridades eclesiásticas darle ejecución,105 y el 23 de marzo repetía la acción jurídica con las autoridades civiles.106 El 13 de junio de 1623 se presentaba el Rector del Colegio Máximo de la Compañía de Jesús en Santafé de Bogotá, Baltasar Mas Burgués,107 ante la Real Audiencia, y entregaba todos los documentos que autorizaban al Colegio Máximo de la Compañía de Jesús para conferir grados. Asimismo, presentó las constituciones y reglas de la Academia Javeriana y a la vez solicitó del Presidente la correspondiente aprobación mientras se obtenía la confirmación del Consejo de Indias.108 Los sueños de Martín de Funes de dotar a la ciudad de Bogotá de una universidad jesuítica109 se habían logrado. Y desde la clase inaugural dictada por el lingüista José Daddey el 1º de enero de 1605 en el naciente Colegio de la Compañía de Jesús habían transcurrido 17 años. III. La conflictiva biografía de las titulaciones universitarias En este apartado trataremos de presentar la sucesión de hechos que se registraron hasta la solución final del año 1704. Adelantamos al lector sobre la posibilidad de algunas repeticiones a lo largo del texto así como también algunos silencios, ya que hemos

Francisco Javier HERNÁEZ. Colección de Bulas, Breves y otros documentos, II, 447. Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, I, 141-142.

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José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores, 503.

Francisco Javier HERNÁEZ. Colección de Bulas, Breves y otros documentos, II, 448. HERNANDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, I, 142-143.

HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, I, 144-145.

José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos. Bogotá, Editorial Pontificia Universidad Javeriana (2006) 433-436.

En la copia de la Real Cédula del 2 de febrero de 1622 se lee al pie: “El 13 de junio de 1623 se presentó con el Breve y esta cédula el padre Baltasar Mas Burgués, rector del Colegio Máximo de la Compañía de Jesús en Santa Fe, y dijo: que para conferir los grados estaban hechas unas reglas y constituciones que se habían de confirmar en el Real Consejo de Indias y que en el ínterin las confirmase el presidente, y en esta conformidad el mismo año de 1623 se fundo la academia conforme a dicha cédula y breve”. HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, I, 144. (Original en AGI. Santafé, 403).

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ARSI. Congregationes Provinciales, 52. Novi Regni et Quiti (1608-1763), fols. 197-215. Los publica José Luis SÁEZ. “La visita del P. Funes a Santo Domingo y sus Memoriales sobre las Indias (1606-1607)”. En: Paramillo. San Cristóbal, 14 (1995) 595-612.

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tratado de recoger en dos capítulos distintos la biografía del conflicto y el desarrollo histórico de la Universidad Javeriana, a fin de poder ofrecer una visión de cómo se desarrollaron todos estos litigios en la vida interna de la Casa del saber jesuítico. En este capítulo trataremos de seguir la polémica a través de las bulas pontificias otorgadas a la Orden de Santo Domingo. La bula Romanus Pontifex No dudamos en afirmar que la bula del Papa Gregorio XIII Romanus Pontifex (15 de junio de 1580)110 se erige como uno de los núcleos vitales en la discordia mantenida por la Orden de Domingo de Guzmán y la fundada por Ignacio de la Loyola en tierras neogranadinas.111 La Orden de Santo Domingo había inaugurado sus estudios filosóficos en Santafé en 1571. El 10 de noviembre de 1573 Fray Juan Méndez lograba obtener una real cédula dirigida a la Audiencia de Santafé en la que se pedían informes sobre la necesidad que hay de universidad en esa provincia, y qué facultades convendría se leyesen en ella, y de dónde se podría dotar la dicha universidad, o alguna cátedra de doctrina, que fuese con el menor daño de nuestra real hacienda.112

En 1578 se solicitaron nuevos informes sobre el establecimiento de dos cátedras.113 Pero también los dominicos se movieron en Roma y Fray Francisco de Carvajal obtuvo del papa Gregorio XIII la bula Romanus Pontifex (13 de junio de 1580) que les autorizaba para erigir en su convento una universidad de

Texto latino en: Francisco Javier HERNÁEZ. Colección de Bulas, Breves y otros documentos relativos a la Iglesia de América y Filipinas,, II, 442-444. Texto castellano en: Álvaro GALVIS RAMÍREZ (Edit.). Universidad Santo Tomás. 400 años. Bogotá, Universidad Santo Tomás (1980) 311-314. Alberto E. ARIZA. Los dominicos en Colombia. Santafé de Bogotá, Provincia de San Luis Bertrán de Colombia, II (1993) 1370-1372.

Existe una obra colectiva que recoge todo este conflicto desde el punto de vista dominico: Álvaro GALVIS RAMÍREZ (Edit.). Universidad Santo Tomás. 400 años. Bogotá, Universidad Santo Tomás, 1980. El tema es tratado sobre todo por: V. BELTRÁN DE HEREDIA. “La Universidad de Santafé de Bogotá” (p. 49-96). William Elvis PLATA QUEZADA. La Universidad de Santo Tomás de Colombia ante su historia siglos XVI-XIX. Bogotá, Universidad de Santo Tomás (2005) 87-117.

Alonso DE ZAMORA. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino de Granada. Caracas, Parra León Hermanos-Editorial Sur América (1930) 263-264. Allí se copia la Real Cédula dada en Madrid el 10 de noviembre de 1573.

“Índice de reales cédulas en el archivo arzobispal de Bogotá”. En: Boletín de Historia y Antigüedades. Bogotá, 28 (1941) 220.

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estudios generales.114 Y en virtud de esta concesión pontificia el Capítulo general de la Orden de Predicadores reunido en 1580 erigió en universidad el convento de Santafé.115 Ciertamente se trataba de una concesión papal completa: erigimos e instituimos una Universidad de Estudio General […] y que en ella sin perjuicio de nadie, puedan enseñarse todas y cada una de las ciencias establecidas por el derecho, y que los escolares que allí cursen puedan recibir […] los grados de Doctorado, Magisterio, Licenciatura o bachillerato en cualquiera de las facultades exigidas por el Derecho […] como se suele en otras Universidades generales […] y que los mismos lícita y válidamente puedan dar y gozar, en todo y por todo, como si recibiesen los referidos grados en cualquiera de las Universidades generales de los Reinos de España.116

Son varios los contratiempos que ha suscitado tan significativo documento pontificio. El primero hace referencia a su propia biografía pues en el largo proceso contencioso, tanto con el Estado español como con la Compañía de Jesús, su existencia fue puesta en duda durante casi todo el siglo XVII en los archivos vaticanos al igual que en los del Consejo de Indias. Un palmario ejemplo lo ofrece el Fiscal del Consejo cuando, en una consulta del 14 de diciembre de 1685, el Consejo mostraba su desagrado y expresaba que ello “desplugo al Consejo, y que sin haber dado en él cuenta de esta pretensión (como se debiera), y que V. M. lo supiera y fuera consultado sobre ello”. Y de seguidas propone “que en caso que conviniera erigirse universidad en la dicha ciudad, no había de ser en el dicho monasterio, ni de la manera que se pidió y concedió” y limitaba la gracia a las facultades de artes y teología en las que podían ser graduados solamente los religiosos de la orden.117 Curiosamente hubo que esperar hasta el año 1694 para que tanto en Roma como en Madrid se descubriera la existencia del documento. El día 4 de mayo del año citado el custodio del Archivo Vaticano expidió un

Texto íntegro en: Francisco Javier HERNÁEZ. Colección de Bulas, Breves y otros documentos relativos a la Iglesia de América y Filipinas, II, 442-444. Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, I, 32-35.

Alonso DE ZAMORA. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino de Granada. Caracas, Parra León Hermanos-Editorial Sur América (1930) 419-420. En las páginas siguientes recoge toda la documentación papal y real sobre este tema. Una recopilación de los más importantes estudios sobre este tema, véase en: Álvaro GALVIS RAMÍREZ (Compil.). Universidad Santo Tomás. 400 años. Bogotá, Universidad Santo Tomás (1980). Alberto E. ARIZA. Los dominicos en Colombia. Santafé de Bogotá, Provincia de San Luis Bertrán de Colombia, II (1993) 1361-1500.

Alberto E. ARIZA. Los dominicos en Colombia, II, 1372.

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AGI. Santafé, 1. El texto íntegro lo transcribe Pacheco (Los jesuitas en Colombia, I, 516-517).

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testimonio legal de que en los Archivos Pontificios se hallaba constancia de esa bula.118 De igual forma, la acuciosidad del Agente Fiscal del Supremo Consejo de Indias, Balthasar de Tobar, hacía constar en su libro Bulario Índico,119 cuyo manuscrito concluyó en 1694,120 idéntica certificación. Tobar dedica una larga explicación al estudio del tema. Después de analizar el contenido de la Bula y de resaltar que es “de gran consideración por haberse echado de menos muchos años ha, y llegado a dudarse de su existencia”, analiza la fuente del error que radica en que Antonio León Pinelo “no trae este Breve entre los de Gregorio XIII pero sí en su compendio entre los de Pío V como parece de el num. 20 que le pone de esta forma”. Y añade que conoció León Pinelo el error al “haber puesto este Breve con la data de un mes posterior, y entre los Breves de Pío V no debiendo ser sino de Gregorio XIII hizo en el Legajo este recuerdo para enmendar su equivocación”.121 El segundo contratiempo lo constituye el visto bueno del Consejo de Indias para la Bula sin cuyo placet carecía de valor en las Indias. Fray Francisco de Carvajal, Procurador de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino, se dirige al Rey en 1581 para solicitar apruebe lo expresado en la bula Romanus Pontifex y explica el motivo de la demora “porque estando como estoy suspenso, no puedo sin mandato de Vuestra Alteza dar palabra ni hablar con persona alguna”.122 El 27 de febrero de 1584 el monarca español se dirige al Presidente y oidores de la Real Audiencia solicitando información “de qué tanta renta tendrá necesidad la dicha Universidad para los dichos catedráticos, y de qué se le podrá proveer y dotar, que no sea de mi hacienda”.123 Pero en una consulta del 14 de diciembre de ese mismo año el Consejo mostraba su desagrado y expresaba que ello “desplugo al Consejo, y que sin haber dado en él cuenta de esta pretensión (como se debiera), y que V. M. los supiera y fuera consultado sobre ello”. Y de seguidas propone “que en caso que conviniera erigirse universidad en la dicha ciudad, no había de ser en el dicho monasterio, ni de la manera que se pidió y concedió” y

José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810), 539. El mismo autor testifica que “está registrada en el Archivo Secreto Vaticano, Secretaría de Breves, lib. I Bullar. Secret. 1580, fols. 511-513” (p. 540). Pueden seguirse todas las vicisitudes en: José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (15631810), 535-545.

Balthasar DE TOBAR. Compendio Bulario Índico. Estudio y edición de Manuel Gutiérrez de Arce. Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos (1954) 440-444.

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Manuel GUTIÉRREZ DE ARCE. “Estudio preliminar”. En: Balthasar DE TOBAR. Compendio Bulario Índico, p. XLV.

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Balthasar DE TOBAR. Compendio Bulario Índico, 442-443.

Alberto E. ARIZA. Los dominicos en Colombia, II, 1373.

Alberto E. ARIZA. Los dominicos en Colombia, II, 1374.

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limitaba la gracia a las facultades de artes y teología en las que podían ser graduados solamente los religiosos de la orden.124 Felipe II se conformó con este parecer y decretó: “Está bien lo que parece, y así se podrá hacer, ordenándose el despacho para Roma, en la forma que más convenga, y escribiendo al embajador particularmente lo que hubiere de tratar”.125 En 1594 Fray Bernardo de Ocampo presenta de nuevo ante el Consejo de Indias el Proyecto fundamentado en la bula Romanus Pontifex y solicita ayuda para la dotación de seis cátedras: dos de teología, tres de artes y una de casos de conciencia. El Rey pide de nuevo informes en los que solicita: “quiero ser informado cómo se podría instituir en dicho convento cátedras de todas las facultades y que no sea de mi hacienda”.126 Esta disposición regia la ha considerado siempre la historiografía dominica como una aprobación, al menos “implícita”, de la bula Romanus Pontifex.127 En 1596 el Capítulo General de la Orden de Santo Domingo reunido en Valencia apoyaba el Estudio General de la capital del Nuevo Reino.128 A partir de estas fechas se incrementó el comercio epistolar entre la corona y los representantes neogranadinos.129 No dejan de llamar la atención las marchas y contramarchas de la Audiencia y del Cabildo eclesiástico sobre el tema. La Audiencia neogranadina el 6 de abril de 1595 contestaba al monarca español sugiriendo que la Universidad se “podrá fundar en el dicho convento de Santo Domingo” y como estipendio para los catedráticos “podrá V. M. darles mil pesos de renta que vacaren en indios vacos”.130 Sin embargo, el cabildo eclesiástico en 1597 (¿?) se pronunciaba de la siguiente manera: “Entre tanto suplicamos a V. M. no se provea universidad

AGI. Santafé, 1. El texto íntegro lo transcribe Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 516-517.

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AGI. Santafé, 1. El texto íntegro lo transcribe Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 516-517.

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HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, I, 71-72.

Véase: Alonso DE ZAMORA. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino de Granada, 421. V. BELTRÁN DE HEREDIA. “La Universidad de Santafé de Bogotá”. En: Álvaro GALVIS RAMÍREZ (Edit.). Universidad Santo Tomás. 400 años. Bogotá, Universidad Santo Tomás (1980) 52-53. Andrés MESANZA. El convento dominicano de Nuestra Señora del Rosario de Santa Fe y su Universidad Tomística. Chiquinquirá (1938) 30. José María ARÉVALO C. “La universidad tomista de Santa Fe de Bogotá”. En: Álvaro GALVIS RAMÍREZ (Edit.). Universidad Santo Tomás. 400 años. Bogotá, Universidad Santo Tomás (1980) 211 y ss. Águeda María RODRÍGUEZ CRUZ. Historia de las Universidades Hispanoamericanas. Período hispánico. Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, I (1973) 375. Alberto E. ARIZA. Los dominicos en Colombia, II, 1374.

Alberto E. ARIZA. Los dominicos en Colombia, II, 1378-1379.

Puede verse en: Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, I, 67-80.

Alonso DE ZAMORA. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino de Granada, 421.

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a Santo Domingo, ni a otra orden de las que en este reino residen, por los inconvenientes que hay y se siguen de esto”.131 Otro argumento que llama la atención es el texto de una real cédula del 29 de agosto del año 1598 dirigida al Virrey y a la Audiencia de Lima en la que les consulta sobre la oportunidad de erigir una universidad en Quito. Y concluye el documento regio: “Y en caso que en aquella comarca conviniese fundar la dicha universidad [informen] dónde estaría mejor, en la dicha provincia de Quito o en el Nuevo Reino de Granada”.132 De este texto se deduce que todavía el Rey no había aprobado la Universidad Tomista en Santafé. En todo caso y para simplificar el recuento de informaciones similares, en 1685 expresaba el fiscal del Consejo de Indias: La pretensión de universidad de los dominicos carecía de fundamento recurriendo a la bula de Gregorio XIII referida en la narrativa de la de Paulo V del año 12, no la había ni la religión la había presentado, ni en la colección de los bularios se halla; faltando ésta faltaba también la de translación, pues siendo referente y confirmatoria de facultad que no hay, se frustraban los efectos de la concesión; y que cuando la primera fuese cierta no se había pasado por el consejo.133

El historiador agustino José Abel Salazar concluye su estudio con este interesante párrafo: Hasta el año 1608, del que arranca una nueva fase, la situación jurídica de la Universidad, o si se quiere de su proyecto, puede concretarse así: un derecho cierto y, a nuestro modo de ver incontrovertible, a Universidad Pontificia, y otro, no tan seguro ni invulnerable, a Universidad Regia. Y no hablamos más que de derechos, porque éstos, reales o presuntos, no se ejercieron: los Dominicos, en virtud de su bula, ni confirieron grados ni instituyeron Universidad; Cédula del Monarca, erectiva de Estudio General, tampoco hubo, y en cuanto al pase del documento pontificio, ya vimos que el negocio es bastante oscuro.134

A la hora de formular un balance de esta complicada temática pensamos que el análisis crítico del texto de las argumentaciones regias sobre la bula Romanus Pontifex no puede extenderse hasta las conclusiones de aprobación

Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, I, 80.

José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810), 544. Cita como fuente a V. BELTRÁN DE HEREDIA. Univ. Dom. Ciencia Tomista. Salamanca, XXXI (1925) 350.

Informe del Fiscal (1685). HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 243-244. [El subrayado es nuestro].

José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (15631810), 545.

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implícita pues en definitiva no emite ninguna sentencia. Y como anota William Elvis Plata “cuando se daba un Pase Real a una fundación, el tono y contenido eran puntuales y, muchas veces, solemnes, algo que no puede verse [en] las Cédulas Reales mencionadas”.135 Además, el mencionado historiador colombiano aduce dos observaciones que merecen ser tomadas en cuenta. La primera es la clave interpretativa de una conducta habitual de la administración indiana que “residía en gran parte en lo económico” como se demuestra en el rastreo de todas las cédulas reales relativas al tema. La segunda es el persistente “silencio real” ya que no se debió a falta de información o comunicaciones por parte de los frailes y de las autoridades del Nuevo Reino. Los documentos prueban que los informes solicitados fueron enviados, y máxime cuando por estos años los presidentes, como don Antonio González (1589-1597), mantenían cordiales relaciones con los Dominicos.136

Más discutibles son las razones con que el mismo autor trata de buscar una explicación de los antagonismos de la orden dominicana con los arzobispos santafereños, con el clero secular y con los jesuitas así como también la adjudicación del Seminario de San Bartolomé a la Compañía de Jesús. Y asienta que “apoya esta hipótesis el cambio de actitud del Consejo de Indias frente a la solicitud de los Dominicos, pasando de la desatención a la oposición”.137 La bula Cathedram Militantis Ecclesiae 138 El año 1608 significa el comienzo de un conflicto entre dominicos y jesuitas. Un acaudalado español radicado en Santafé y llamado Gaspar Núñez decidió legar su enorme fortuna para fundar una Obra Pía y testó a favor de los hijos de Santo Domingo con lo cual vino a resolverse el difícil problema económico que había rondado siempre la situación jurídica de la entidad dominica.

William Elvis PLATA QUEZADA. La Universidad de Santo Tomás de Colombia ante su historia siglos XVI-XIX , 89.

William Elvis PLATA QUEZADA. La Universidad de Santo Tomás de Colombia ante su historia siglos XVI-XIX, 93.

William Elvis PLATA QUEZADA. La Universidad de Santo Tomás de Colombia ante su historia siglos XVI-XIX, 96-97.

Texto latino en: Francisco Javier HERNÁEZ. Colección de Bulas, Breves y otros documentos relativos a la Iglesia de América y Filipinas, II, 445. Texto castellano en: Alberto E. ARIZA. Los dominicos en Colombia, II, 1395-1398.

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Mas para la correcta intelección de este complicado asunto conviene distinguir tres fases que definen el devenir del problema. La primera la podríamos calificar como pro-jesuítica (1598-160?); la segunda dominica (160?-1609), y la tercera el prolongado contencioso que tuvo que recorrer el litigio hasta llegar a la solución definitiva a favor de la Orden de Santo Domingo (1609-1630). Por una carta de Gaspar Núñez escrita al P. Claudio Aquaviva, General de la Compañía de Jesús, con fecha 5 de mayo de 1600, llegamos al conocimiento de su buena voluntad hacia los jesuitas. En su misiva le expresa al General de la Compañía de Jesús que me determiné, algunos años ha, a dedicar y prometer a la Majestad divina una parte de la hacienda que me fue servido darme en esta tierra; y agora con la comunicación y trato de los padres Alonso de Medrano y Francisco de Figueroa desta santa Compañía, que habrá un año vinieron de la Nueva España, he determinado y propuesto ayudar con mi hacienda. Dándome Dios vida, a la fundación de un colegio de la Compañía de Jesús.139

Esta comunicación fue firmada por el acaudalado español delante de testigos y del escribano Sancho de Amaya como consta en el documento que citamos. Pero en el año 1608 aparece un escenario distinto en la vida de Gaspar Núñez. El potentado caballero santafereño daba un poder el 7 de enero a su hijo Gaspar Núñez, presbítero, y a Sancho Camargo para que en su nombre redactaran el testamento en su nombre “mandando las mandas y legados que les pareciese”. Y en el mismo documento nombraba albaceas a sus testamentarios y por herederos a sus hijos Gaspar, Baltasar (dominico), Melchor y Francisco, ante Juan de Castañeda, escribano de cabildo. ¿La razón?: “porque la gravedad de mi enfermedad no me da lugar a hacer testamento”.140 Antes de morir dio un poder para testar el 7 de enero de 1608, ante Juan de Castañeda, escribano público y del cabildo, a Gaspar Núñez, su hijo, y a Sancho Camargo, quienes en el testamento que otorgaron el 3 de mayo ante Pedro Rivera, escribano real, ordenaron “se fundase en Santafé un colegio de religiosos dominicos y seculares, en que se leyese teología moral y escolástica, y hubiese escuela para enseñar niños huérfanos y pobres a leer y escribir”.141 En un Informe de la Audiencia del 30 de junio de

ARSI. N. R. et Q., 17. Fundationes. Carta de Gaspar Núñez al P. Claudio Aquaviva. Santafé, 5 de mayo de 1600. Fol. 47-47v.

El texto íntegro del testamento puede verse en: ARIZA. Los dominicos en Colombia, II, 13801391. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 520-521.

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ARIZA. Los dominicos en Colombia, II, 1380.

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1623 afirma escuetamente que Gaspar Núñez “dejó por herederos a unos hijos naturales, y a su alma, por iguales partes, y dio poder para testar”.142 Una vez fallecido el donante, sus testamentarios redactaron el testamento. A partir de este momento los acontecimientos se desarrollaron con una velocidad vertiginosa. Los dominicos aceptaron la fundación y el 11 de mayo tomaron posesión del colegio, y dos meses más tarde la Provincia de San Antonino cedía al colegio los derechos que tenía el convento de nuestra Señora del Rosario para erigir universidad143. Pero no perdieron tiempo los herederos pues, entre el día 8 y el 10 de junio, recabaron las informaciones favorables de ambos cabildos y del Tribunal de Cuentas, y el 24 de julio remitía el informe Gaspar Núñez (hijo) al rey junto con toda la documentación.144 Y el Consejo de Indias, después de analizar el expediente, ofició el 17 de enero de 1609 al monarca para que se despache cédula dirigida al presidente y audiencia del Nuevo Reino, encargándole que, conforme a la intención del fundador, den orden cómo se erija y funde el colegio que mandó fundar, sin dilación y sin que se haya universidad, y avisen al consejo lo que hicieren.145

Y el 7 de febrero de 1610 autorizaba el rey la fundación con la siguiente añadidura: con que no se haga universidad en el dicho colegio y reservando, como reservo, su derecho a salvo de la Compañía de Jesús, para que este sea, sin perjuicio de su derecho, y de lo que en ello si hiciese me avisaréis.146

La tercera fase es sin lugar a dudas la más conflictiva pues ambas órdenes religiosas se enzarzaron en un contencioso que se iniciaría el año 1609 y concluiría hacia 1624.147 142

AGI. Santafé, 20. Carta de la Audiencia de Santa Fe, informando a su Majestad de las fundaciones de los colegios de la Compañía de Jesús y Santo Domingo en el Nuevo Reino de Granada, con su parecer sobre este asunto. Santafé, 30 de junio de 1623.

Alonso DE ZAMORA. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino de Granada, 422.

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V. BELTRÁN DE HEREDIA. “La Universidad de Santafé de Bogotá”, 56. Además este autor hace referencia a los siguientes documentos: 1) Una carta de Gaspar Núñez (hijo) a su Majestad (24 de julio de 1608) que da cuenta del fallecimiento de su padre y del testamento y de las diligencias practicadas al efecto. 2) Carta del Cabildo eclesiástico a S. M. (8 de junio de 1608) suplicando que se apliquen estos bienes para la fundación de estudios y Universidad en Santafé. 3) Otra carta del cabildo de Santafé (8 de junio de 1608) en iguales términos que la anterior. 4) Parecer del Tribunal de Cuentas (10 de junio de 1608) dando su parecer favorable. Cita: AGI. Santafé, 73-3-4. (Actual legajo, 242).

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V. BELTRÁN DE HEREDIA. “La Universidad de Santafé de Bogotá”, 56.

146

DE ZAMORA. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino de Granada, 422-423.

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William Elvis PLATA QUEZADA. La Universidad de Santo Tomás de Colombia ante su historia siglos XVI-XIX, 102.

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En cierto sentido es explicable la reacción de los jesuitas pues de forma brusca se habían venido abajo las promesas del señor Gaspar Núñez precisamente cuando iniciaban su proyecto educativo en la capital neogranadina. El historiador colombiano Juan Manuel Pacheco anota que las promesas en general solo obligan en conciencia por la palabra dada pero en el caso de Gaspar Núñez podrían obligar ex iustitia pues “la promesa se hizo con solemnidad jurídica, delante de escribano y testigos”.148 Lo cierto es que en enero de 1609 impugnaron la sucesión redactada por los testamentarios y así se inició el primer pleito entre las dos corporaciones.149 No nos vamos a detener en este asunto y por ello remitimos al lector a las fuentes correspondientes.150 En primera instancia tanto la Audiencia de Santafé como el tribunal eclesiástico fallaron en favor de la Compañía. Los herederos de Gaspar Núñez apelaron al Consejo de Indias y este revocó las sentencias dadas en la capital colombiana y confirmaron la sucesión redactada por sus testamentarios.151 Sin embargo, no deja de llamar poderosamente la atención el hecho de que el 30 de abril de 1633 declarara Gaspar Núñez, hijo, antes de morir y ante testigos, la verdad sobre el testamento de su padre. En su cláusula tercera declara que los religiosos de Santo Domingo le han movido un pleito sobre sus bienes y los de su padre fundándose en una cláusula de testamento que otorgué en virtud de poder que para ello tuve, por el cual dispuse se fundase en esta ciudad un colegio y universidad en que se leyesen facultades, el cual es injusto, respecto de que el dicho mi padre no tuvo tal intento, ni tal cosa me comunicó en vida, ni en artículo mortis, y el haberlo hecho, fue instigado de mis hermanos y por fines que ellos tuvieron.

Y más adelante insiste en que la cláusula en referencia fue movida “por mis hermanos, y así lo declara Melchor Núñez, mi hermano, en su testamento”.152 Ciertamente, el 4 de septiembre de 1612 el papa Paulo V [1605-1621] expidió la bula Cathedram Militantis Ecclesiae. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 522, nota 66.

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AGI. Santafé, 242. Memorial de Diego García de Meñaca, apoderado de los jesuitas.

149

Para los jesuitas: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 522-523. Para los dominicos: Alberto E. ARIZA. Los dominicos en Colombia, II, 1405-1408. William Elvis PLATA QUEZADA. La Universidad de Santo Tomás de Colombia ante su historia siglos XVI-XIX, 102-103.

Pedro DE MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús. Bogotá, II (1957) 232. DE ZAMORA. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino de Granada, 422. El P. Ariza recoge unas interesantes declaraciones posteriores (ARIZA. Los dominicos en Colombia, II, 1405-1408).

ANB. Protocolo de la NOTARÍA TERCERA (1633) Parte 1ª, n.º 37, fols. 57r-59v. Ver el texto en: Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia, 165-167.

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En primer lugar recuerda el Pontífice que su predecesor “erigió e instituyó con autoridad apostólica, para siempre y perpetuamente en el dicho Convento una Universidad de Estudios Generales”. Después pasa a relatar la petición de que “en la dicha ciudad se erija un Colegio de Santo Tomás de Aquino del Rosario” y que la Universidad pase “al dicho colegio, después que estuviere edificado y correctamente dispuesto, y sin perjuicio ajeno” y por nuestra autoridad “la trasladamos perpetuamente, y la tengáis como tal”.153 De nuevo serían los controles del Consejo de Indias los que vetarían el pase exigido por el Patronato Regio dado que su criterio no era favorable para la creación de Estudios Generales en Santafé de Bogotá. El Breve Carissimi in Christo El 11 de marzo de 1619 Paulo V [1605-1621] expedía el Breve Carissimi in Christo154 por el que se concedía por diez años a los obispos de América y a los cabildos sede vacante en la que pudieran conferir grados académicos a los que hubieren estudiado durante cinco años en los colegios de los religiosos dominicos con ciertas condiciones.155 Sin embargo, solo el día 6 de septiembre de 1624 expediría el rey la correspondiente cédula en la que ruega a las autoridades eclesiásticas “guarden, cumplan, y hagan guardar, cumplir y ejecutar el dicho Breve”.156 El 8 de julio de 1625 firmó el arzobispo los estatutos, y el 1º de abril de 1626 el Presidente Borja, y de esta forma comenzó la Universidad de Santo Tomás a emitir los títulos universitarios.157 Las primeras discordias interinstitucionales (1623-1627) En el pórtico de la biografía universitaria santafereña es preciso recalcar la posición de la Real Audiencia y también diríamos del Consejo de Indias: un proyecto era el universitario y otro las funciones de los Colegios que devendrían en “universidades privadas”.

ARIZA. Los dominicos en Colombia, II, 1395-1398.

153

Francisco Javier HERNÁEZ. Colección de Bulas, Breves y otros documentos relativos a la Iglesia de América y Filipinas, II, 446-447.

El P. Ariza afirma que el breve fue para dominicos y jesuitas (ARIZA. Los dominicos en Colombia, II, 1402) pero el texto es taxativo en el sentido que es exclusivo para los seguidores de Domingo de Guzmán.

DE ZAMORA. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino de Granada, 424.

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Alberto E. ARIZA. Los dominicos en Colombia, II, 1403. Águeda María RODRÍGUEZ CRUZ. Historia de las Universidades Hispanoamericanas. Período hispánico, I, 378-379.

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El 30 de junio de 1623 expresaba su criterio: Y le parece a esta Audiencia que en esta ciudad y provincia no es necesaria por ahora universidad formada, que es muy corto el reino y el haber de vuestra Majestad y que cuando sea necesaria no conviene fundarla en colegio de religión, porque sus facultades son de artes y teología, para las cuales y las demás es bien, haya libres oposiciones de otros religiosos y de seculares, que sea todo a cargo de V. Majestad, como Rey y señor y único patrón.

El segundo concepto también aparece con nitidez como se demuestra en la alabanza que dedica a los dos Colegios santafereños porque esta emulación dará causa y motivo a que luzcan las letras más en este Reino y si adelante pareciese convenir, se reduzcan a universidad formal, como la de México y Lima, se podrá todo reducir a universidad en la forma que se ha dicho.158

Sin embargo, el propio año de 1623 se iniciaba un litigio que parecía ignorar la posición oficial de la monarquía hispana. Tres años más tarde el Provincial de Santo Domingo solicitaba “fundar en el Colegio de su orden una universidad formal como en las ciudades de Lima y México” y en 1626 recordaba la Audiencia que ya las autoridades dominicas se habían opuesto al pedimento similar de la Compañía de Jesús. Y se contenta la Audiencia con remitirse a su parecer de 1623.159 En 1627 volvía el rey al tema “sobre cuál de los dos ha de tener universidad en ella” y así solicitaba “relación de lo que en esto ha pasado y pasa” y si la Compañía “se ha excedido y en qué”. Y concluye con el mandato “me informéis con relación distinta sobre todo lo referido con lo demás que se os ofreciere advertir, y no hagáis cosa en contrario”.160 El 17 de julio presentaba el P. Sebastián Murillo, Rector del Colegio de la Compañía de Jesús, un largo memorial ante el deán y el cabildo catedralicio. Después de una disertación aducía las siguientes razones: La primera porque en el dicho colegio están fundados los estudios generales, desde gramática hasta la teología, leyéndose todas las facultades necesarias a un teólogo consumado, y esto con continuación y sin interrupción.

AGI. Santafé, 20. Carta de la Audiencia de Santa Fe, informando a su Majestad de las fundaciones de los colegios de la Compañía de Jesús y Santo Domingo en el Nuevo Reino de Granada, con su parecer sobre este asunto. Santafé 30 de junio de 1623. (HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia, I, 147).

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AGI. Santafé, 20. Carta de la Audiencia de Santa Fe sobre la pretensión de la Orden de Santo Domingo de fundar universidad: refiere lo ocurrido entre esta Religión y la de la Compañía de Jesús sobre ello. Santa Fe, 20 de junio de 1626. (HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia, I, 151). El Consejo decidió: “Júntese con el pleito y los breves nuevos”. En Consejo, 10 de junio de 1627.

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AGI. Santafé, 26. Real Cédula del 6 de septiembre de 1627. (HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia, I, 155).

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La segunda porque en el dicho colegio es el concurso de todos los estudiantes de esta ciudad y reino y provincias circunvecinas, como es notorio. La tercera porque está entablado dar los grados con la exacción y rectitud que consta, guardando las constituciones y estatutos hechos por el doctor don Fernando Arias de Ugarte y aprobadas por el señor presidente y real audiencia, y la Compañía no tiene en esto ningún interés temporal. La cuarta porque de no hacerse lo sobredicho en la Compañía, se ha de seguir el caerse de todo punto las letras como lo estaban cuando la Compañía entró en este Reino, y el ser que hoy tienen se debe muy principalmente a los de la Compañía. La quinta, porque en otra parte no hay estudios fundados, y el decir que el convento de Santo Domingo tiene colegio y renta fundada para cátedras, no tiene fundamento, como es notorio, porque no consta ni se sabe de tal fundación, antes de lo contrario. La sexta porque en la Compañía, desde que se fundó, se han leído las facultades dichas, y en ella se comenzaron a dar los grados, Primero que en otra parte [...]. La séptima, porque en el convento de Santo Domingo en muchos años no se han visto ni tenido más de una o dos conclusiones, a falta de estudiantes que las tengan, y en la Compañía se tienen muchas y muy lucidas. La octava, porque se ha dispensado en aquellos estudios con algunos que no han cursado en ellos jamás, como se ve en un grado de maestro que se dio a un religioso de San Agustín, lo cual es contra la bula, que solo los concede a los que hubieren cursado en el dicho convento. La nona, porque solo se han graduado cuatro o cinco estudiantes de fuera, y los demás que se han graduado son religiosos del mismo convento, con que se ha pretendido dar curso a los grados. La décima, porque en la Compañía no se lleva interés de propinas, ni de otra cosa por solicitud, asistencia, ni trabajo, y hasta ahora se han leído las cátedras sin renta alguna, y allá tiran propinas. La undécima, porque la merced de S.M. y bula de S. Santidad se dio primero a la Compañía, y ella la ha usado mucho antes, tomando posesión, y está en ella, habiendo continuado hasta ahora.161

Al día siguiente, día 18 de julio, emitía el Cabildo Eclesiástico su opinión que transcribimos en su totalidad.

AGI. Santafé, 245. Petición del P. Sebastián Morillo al cabildo eclesiástico de Santafé. Santafé, 17 de julio de 1628.

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Certificamos, dice, que los estudios que hay asentados en el colegio de la Compañía de esta ciudad son generales, donde se lee gramática, retórica y hay particular cátedra de la lengua de los naturales, y siempre se lee un curso de artes y tres cátedras de teología, las dos de escolástica y la otra de moral, con grande provecho y utilidad de todo este Reino, porque para todas estas cátedras y lecciones hay y se proveen siempre hombres muy peritos y doctos de la religión, y muy celosos del aprovechamiento de los estudiantes, en razón de lo cual tienen continuos ejercicios de letras, en conclusiones, así públicas de todo el día, como particulares y domésticas, y ordinarios exámenes y rigurosos para pasar los de un aula a otra, y de una facultad a otra. Todo lo cual es causa de una honesta y virtuosa emulación en los estudiantes, que los inclina y fuerza por aventajarse unos a otros a poner mucha diligencia en sus estudios. Así mismo certificamos que antes que entrase la Compañía en esta tierra no había este ejercicio y curiosidad de estudio y letras, ni quien supiese más que un poco de latín, sin pretender pasar a estudios mayores, por falta de quien los enseñase a ellos, y si algún estudio se comenzaba en pocos días se caía y acababa. Pero los comenzados por los de la Compañía, desde su venida, que han sido por espacio de veinte y cuatro años, nunca han caído ni aflojado, antes han ido en aumento, y especialmente después que se dan grados se ha conocido manifiestamente haber crecido el fervor y codicia de saber, por gozar de las honras y preeminencias de los grados que se dan, y es de manera que sacerdotes y hombres entrados en edad, que nunca habían tratado de estudios, ni de pasar adelante con ellos, acuden muchos a los estudios del dicho colegio, con la misma codicia de saber y ser honrados con los grados que ven dar cada día a los que los merecen, con la pompa y autoridad que en las universidades de España se usa. También certificamos, como testigos de vista, que personalmente habemos asistido a estos actos, que los Padres de la Compañía no han excedido en el uso de su privilegio en el dar de los grados, porque no los han dado sino es a los que legítimamente han cursado en sus escuelas y probado los cursos que pide la bula de Su Santidad, y examinados con todo rigor, guardando exactamente las órdenes y direcciones que son según el privilegio, y que para su conveniente uso se asentaron desde el principio, por el doctor don Fernando Arias de Ugarte, arzobispo que fue de esta santa Iglesia, y por el presidente y gobernador don Juan de Borja; a todo lo cual acuden los Padres con mucha caridad, cuidado y diligencia, sin interés alguno temporal, ni género de propinas, ni por otro color, ni titulo alguno, lo cual es causa de mucha edificación en el pueblo, porque se entiende y ve que en otra parte no se trata con tanta limpieza de interés temporal. También certificamos que aunque hay otros particulares estudios en otros conventos de esta ciudad, no hay en ellos tantos maestros como se requieren para la buena y conveniente enseñanza de los que acuden a los estudios, ni acuden a ellos número de estudiantes, porque de casi


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300 que se juntan de este Reino y de otros circunvecinos de 200 leguas alrededor, a los otros estudios y a todos ellos acuden como una docena de estudiantes, y a la Compañía todos los demás, por el aprovechamiento que se conoce en letras y virtud, nacido de la curiosidad y del cuidado con que se procura el bien espiritual de todos. Y colígese claramente el exceso que en lo dicho le hace a los demás estudios, pues no obstante que aprietan a los estudiantes, no solo para que pongan diligencia y cuidado en su estudio, sino también vivan virtuosamente, con todo eso, acuden con tanto exceso de mayor número a la Compañía, pudiendo vivir con mayor anchura en otros estudios. Por todo lo cual, y atendiendo a las razones dichas, nos parece que habiendo de ponerse universidad en sola una parte de esta ciudad, en ninguna se hará más a servicio de Dios nuestro señor y de vuestra majestad, y en mayor beneficio de la causa pública, que en la Compañía de Jesús, donde puramente con los estudios y cuidado de los estudiantes no se pretende otra cosa más que el servicio de Dios, sin interés alguno temporal.162

Hasta el momento no conocemos la documentación correspondiente a los padres dominicos. De nuevo la bula Cathedram Militantis Ecclesiae En el año 1630 el Consejo de Indias decidió el pleito entre dominicos y jesuitas en torno a la herencia de Gaspar Núñez a favor de los primeros, y el día 20 de mayo consiguieron el pase real a la bula Cathedram Militantis Ecclesiae (1612) del Papa Paulo V [1605-1621] por medio de la cual se autorizaba el traslado de los derechos universitarios del convento del Rosario al colegio de Santo Tomás: “Désele [al Procurador] el testimonio que pide, y múdese la Universidad al Colegio por el tiempo que había de estar en el Convento”.163 Lo curioso es que esta decisión se mantuvo en la sombra durante diez años y según Salazar por el convenio que existía entre dominicos y jesuitas haciendo constar los primeros que “así se cumpliría sin perjuicio de lo que S. M. y los sumos Pontífices concediesen o hubiesen concedido a la Orden de Predicadores”.164

AGI. Santafé, 245. Certificación e informe del Cabildo de Santa Fe a su Majestad sobre los estudios entablados en el Nuevo Reino de Granada por la Compañía de Jesús, expedida a instancia del Padre Sebastián Murillo. Santafé, 18 de julio de 1628. (Seguimos la transcripción de PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 525-527).

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AGI. Santafé, 759. Citado por SALAZAR. Los estudios eclesiásticos superiores, 554.

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SALAZAR. Los estudios eclesiásticos superiores, 555. Cita como fuente a: Archivum Romanum Ordinis Praedicatorum. Lib. I, fol. 698.

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Pero en los primeros meses del año 1639 llegaba a Bogotá, como Visitador, Fray Francisco de la Cruz, que había sido catedrático en la Universidad de Lima165. Habiendo examinado la bula que poseía el Colegio de Santo Tomás, decidió poner en práctica su mandato y así procedió a dar los pasos legales correspondientes. En primer lugar, acudió al Provisor del arzobispado quien era el encargado de iniciar el trámite por delegación del Pontífice.166 El día 8 de julio se presentó la bula en el Convento de Santo Domingo con la asistencia del Presidente, Martín de Saavedra y Guzmán, un oidor y personajes principales de la ciudad, y mandó “se guarde, cumpla y ejecute en todo y por todo según su Santidad manda”. Y el Provisor dio la posesión de la universidad.167 El 3 de agosto expidió la Audiencia un decreto aprobatorio.168 Y el día siguiente se celebró en Santafé con toda pompa el nacimiento de la universidad dominica.169 Y como sentencia Pacheco: “Con esto Santafé tenía una universidad de estudios generales y los jesuitas perdían el privilegio de conferir grados a sus discípulos. Era un golpe mortal para la Universidad Javeriana”.170 Sin embargo no deja de llamar la atención esta tardía aprobación de una bula que fue retenida desde 1612. Y por ello surgieron diversas interpretaciones y la reacción de la Compañía de Jesús, que luchaba por sobrevivir. Si bien es verdad que la Audiencia aprobó la presentación del breve el 3 de agosto de 1639,171 no todos los oidores estuvieron de acuerdo con esta determinación, y tanto el Licenciado Juan de Valcárcel como el doctor Gabriel Álvarez de Velasco propusieron que se solicitase a los padres dominicos la presentación de las reales cédulas en que apoyaban su derecho y que estas, junto con la bula o breve, fueran pasadas al fiscal para su estudio.172 Como consecuencia, Jorge de Herrera y Castillo, fiscal de la Audiencia, pidió el 26 de octubre de 1639 que se remitiese al Consejo la bula de Pío V de 1612 “pues parecía que el Consejo al darle el pase la había confundido con el breve Carissimi in Christo del mismo Papa, de 1619, y que entretanto, se prohibiese el hacer uso de ella”. Además, los dos

DE ZAMORA. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino de Granada, 418-419. Luis GRACÍA BENÍTEZ. Reseña histórica de los Obispos que han regentado la Diócesis de Santa Marta. Primera parte (1534-1891). Bogotá, Biblioteca de Historia Nacional (1953) 100-104.

DE ZAMORA. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino de Granada, 428 y ss.

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AGI. Santafé, 759. Los textos pueden verse en: V. BELTRÁN DE HEREDIA. ”La Universidad de Santafé de Bogotá”, 60-64. SALAZAR. Los estudios eclesiásticos superiores, 707-770.

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AGI. Santafé, 759.

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Alberto E. ARIZA. Los dominicos en Colombia, II, 1412-1414.

Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 529.

Seguimos el estudio de Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 528-529.

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ANB. Real Audiencia. Cundinamarca, t. 15, fol. 279. Libro del Real Acuerdo.

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C a p í t u l o I I . L a U n i v e r s i d a d J av e r i a n a v i s ta d e s d e l a s e s t r u c t u r a s j u r í d i c a s

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colegios debían conferir sus grados intra claustra sin el ceremonial externo del paseo por la ciudad.173 El 15 de noviembre la audiencia acogió mediante auto las recomendaciones del fiscal y ordenó que ambas corporaciones prosiguieran su litigio ante el Consejo de Indias.174 En esta sentencia estuvieron de acuerdo todos los oidores con excepción de don Gabriel de Carvajal quien “fue de parecer usasen [los dominicos] de su universidad”.175 Según el historiador Zamora, el origen de esta acción estuvo en las desavenencias que se originaron después entre el arzobispo don Cristóbal de Torres176 y el Presidente de la Audiencia.177 Mas, dentro del contexto de interpretación del pase de la bula de 1612, el año 1685 el Presidente del Consejo de Indias manifestó al Confesor del Rey que, a instancias del Colegio de Santo Tomás, ordenó se pasase la Universidad al Colegio por aquello que pertenecía al Patronato Real, por tiempo de diez años, menos el tiempo que fuera de la voluntad de su Majestad.178 Pero si retrocedemos a los hechos debemos consignar que el Consejo de Indias inició en febrero de 1641 el nuevo pleito entre las dos órdenes religiosas. Ambas instituciones presentaron sus bulas y las cédulas reales que avalaban sus privilegios referentes a los grados. Los seguidores de Domingo de Guzmán se movieron en Roma y consiguieron del papa Inocencio X [1644-1655] la bula In supremo apostolatus apice del 1º de marzo de 1645. En este documento pontificio dirigido al secretario del arzobispo de Santafé, se le ordenaba aprobar y confirmar la traslación de la Universidad al Colegio de Santo Tomás, en virtud de la bula de Paulo V, si le constaba la legitimidad de la ejecución y traslación. Pero esta bula no obtuvo el pase del Consejo de Indias.179 De nuevo volvía a la mesa de discusión la bula Romanus Pontifex que según el P. Zamora “y en el oficio de la Secretaría del Perú, mañosamente

PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 529.

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José Abel SALAZAR. Los estudios eclesiásticos superiores, 560.

ANB. Real Audiencia. Cundinamarca, t. 15, fol. 279. Libro del Real Acuerdo.

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Sobre Cristóbal de Torres, Véase: Juan Manuel PACHECO. Historia eclesiástica. Tomo II: La consolidación de la Iglesia. Siglo XVII. Bogotá, Historia Extensa de Colombia, vol. XIII (1975) 115-143.

DE ZAMORA. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino de Granada, 431. Sobre Martín de Saavedra y Guzmán, véase: Manuel LUCENA SALMORAL. Nuevo Reino de Granada. Real Audiencia y Presidentes. Tomo I: Presidentes de Capa y Espada (1605-1628). Bogotá, Ediciones Lerner (1965) 185-291.

ARSI. N. R. et Q., 18. Controvers. Cum Dominicanis 1680-1703. Fol. 55. Lettera e risposta del Sig. Presidente dell Yndie al Sr. Confesore di sua Mayestà.

El texto puede verse en: DE ZAMORA. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino de Granada, 431 y ss.

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se retiró la bula de la Santidad de Gregorio XIII que los años antecedentes había presentado nuestro Procurador en el mismo consejo”.180 Aunque más arriba hemos tratado el problema que supuso la no aparición de la bula Romanus Pontifex, nos limitaremos aquí a reproducir el criterio del Fiscal del Consejo de Indias del 24 de julio de 1685. En su Informe insiste en que faltando ésta [la bula] faltaba también la de la traslación, pues siendo referente y confirmatoria de facultad que no hay, se frustraban los efectos de su concesión. Y que cuando la primera fuese cierta, no se había pasado por el Consejo.181

Este proceso se resolvió el 2 de marzo de 1655 con la siguiente decisión: que ninguna de las dos religiones tuviera universidad ni confiriera grados.182 Y por real cédula de 21 de septiembre de 1660 se intimó a la Audiencia que no permitiera a ninguna de las dos religiones dar grados “no mostrando para poderlo hacer Bulas de su Santidad, y demás de ellas licencia mía”.183 Nueva etapa de litigios (1660-1704) Podemos señalar varias etapas en los litigios universitarios que se recrudecieron a lo largo de la segunda mitad del siglo XVII. La primera etapa podemos fijarla hacia el año 1660 y consistió en una real cédula del 21 de septiembre por la que el rey Felipe IV indicaba que, para poder conferir los grados, las dos universidades santafereñas debían presentar las bulas y reales cédulas que les facultaban para conferirlos “y me deis cuenta en la primera ocasión”.184 La Compañía de Jesús fundamentó su posición mediante la presentación de dos documentos. El pontificio que era el Breve de Pío IV, Exponi nobis, de 19 de agosto de 1561, por el que se le autorizaba a graduar a los estudiantes externos de sus colegios en las ciudades donde no hubiere universidad185; y en segundo lugar, el real que consistía en una real cédula del 20 de noviembre de 1620 del rey Felipe III por la que se facultaba a la Compañía

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DE ZAMORA. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino de Granada, 431.

Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 244.

ARSI. N. R. et Q., 18. Controvers. Cum Dominicanis 1680-1703. Fol. 113. Sommario, num. 5.

DE ZAMORA. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino de Granada, 433. ARSI. N. R. et Q., 18. Controvers. Cum Dominicanis 1680-1703. Fol. 113. Sommario, num. 5.

Texto completo en Alonso DE ZAMORA. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino de Granada. Prólogo del Doctor Caracciolo Parra, Vicerrector de la Universidad Central de Venezuela y Director de la Escuela de Filosofía. Notas ilustrativas del mismo y del R. P. Lector Fr. Andrés Mesanza Miembro correspondiente de la Academia Colombiana de Historia. Caracas, Parra León Hermanos-Editorial Sur América (1930) 433.

INSTITUTUM Societatis Jesu. Florencia, Ex Typographia a SS. Conceptione, I (1892) 36.

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de Jesús para utilizar en América todos sus privilegios pontificios, y entre ellos el concedido por el Breve Exponi nobis.186 Pero, el 26 de abril de 1662 escribía el Fiscal de la Audiencia Carlos de Cohorcos un informe en el que analizaba los dos documentos jesuíticos y señalaba dos observaciones. En la primera sostenía que la bula de Pío IV únicamente concedía el poder de graduar a los religiosos y colegiales que vivían bajo su obediencia pero no a las personas y a otros religiosos que asistían a sus clases. En la segunda recalcaba que la cédula de 1620 ciertamente otorgaba facultad a la Compañía para servirse en Indias de las privilegios pontificios pero no se hacía mención de la facultad de otorgar grados187. Estas afirmaciones fueron contestadas por el Procurador de los jesuitas ante el Consejo de Indias, Andrés Mendo (1608-1684)188, y Zamora recoge una síntesis.189 Sin embargo, los oidores de la Real Audiencia le permitieron a la Javeriana seguir graduando a sus alumnos como lo recoge el Libro de Grados de la Universidad.190 Un segundo momento se abre en la década de los años 1670 cuando un acontecimiento local reactivaría el conflicto entre dominicos y jesuitas: la oposición a la canonjía magistral de la catedral de Bogotá (1677). Al haber ascendido a la dignidad de chantre el doctor Gregorio Jaimes de Pastrana,191 acudieron a la oposición diez candidatos tanto de la Universidad Tomista como de la Javeriana. Como los javerianos presentaran el Breve de Clemente X que autorizaba optar por dichos cargos, surgió la duda por parte de los rosaristas de su idoneidad para dicho cargo. El conflicto divorció el parecer del arzobispo Fray Juan de Arguinao del de los capitulares, pero se impuso el de la mitra mediante un auto de 23 de octubre que autorizaba a los tomistas para tomar parte en el concurso. El pleito siguió su curso y se puede conocer por el expediente levantado por cada una de las partes. El Consejo de Indias le dio la razón al Cabildo Eclesiástico pero nombró a un egresado del Rosario.192

Curiosamente, Joaquín GRACIA. Los jesuitas en Córdoba. Buenos Aires-México, Espasa-Calpe Argentina S. A (1940) 708-718 recoge las aprobaciones reales otorgadas a los jesuitas antes de 1620.

DE ZAMORA. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino de Granada, 433-434.

Manuel RUIZ JURADO. “Mendo, Andrés”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III, 2622-2623.

DE ZAMORA. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino de Granada, 434-435.

Archivo de San Bartolomé. Libro de grados, fols. 334, 336 y 337.

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Aurelio FERRERO TAMAYO. “Jaimes de Pastrana, Gregorio”. En: Diccionario de historia de Venezuela. Caracas, Fundación Polar, II (1997) 838.

AGI. Santafé, 6. Consulta del Consejo de Indias de 13 de diciembre de 1679. En este expediente se encuentran: La carta del arzobispo al rey. Santafé de Bogotá, 25 de junio de 1678; Carta del Cabildo eclesiástico de Santafé. Santafé de Bogotá, 18 de noviembre de 1678; Carta de la Real Audiencia. Santafé de Bogotá, 15 de diciembre de 1678.

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Pero este tema lo hemos tratado más arriba al hablar de las diligencias llevadas a cabo en Madrid por Alonso de Pantoja193 y la consecución de los dos breves del papa Clemente X [1670-1676], que comienzan con las mismas palabras que el Breve Exponi nuper nobis (30 de mayo de 1672 y 17 de abril de 1675) y que obtuvieron el placet con el Consejo de Indias el 13 de julio de 1675.194 Mas sin lugar a dudas la década que se inicia el año 1680 abre el proceso más álgido en los enfrentamientos legales que sostuvieron la Universidad de Santo Tomás y la Javeriana. En una primera etapa (1680-1685) se reiteran los conflictos judiciales, aunque se podía preveer alguna conciliación. El 14 del mes de enero del año 1681, con la vista del Fiscal, se proveyó en Madrid un auto en el que se puntualizaban algunos asuntos fundamentales. Tanto la religión de Santo Domingo como la de la Compañía “puedan dar grados como los están dando intra-claustro en la forma que se mandó por la Audiencia de Santa Fe”. Pero de inmediato establece las siguientes limitaciones. Primera, “que no puedan dar dichos grados más que en las facultades de que tuvieran cátedras y estudios actuales”. Segunda, “que no pueda una ni otra religión graduar a los que la otra reprobare, ni instituir nuevas cátedras de las facultades que no estuvieren instituidas” y si querían lograrlo debían seguir las pautas legales. Tercero, que el Fiscal informe sobre “la obra pía de Gaspar Núñez” a la que debía anexarse el informe de la Audiencia. Cuarto, que el Presidente, la Audiencia y la Iglesia respondan con los informes mandados realizar “por auto de dos de marzo del año pasado de mil seiscientos cincuenta y cinco”.195 Los dominicos alegaron de inmediato que su institución se fundaba en facultad pontificia y regia, con uso y ejercicio sin limitación de dar grados en todas las facultades; y que el título apostólico y real era de universidad, sin que en él estuviese restringida sino absoluta la potestad de graduar igual a la de todas las universidades; y que los actos de posesión habían sido amplios y absolutos y no limitados […], y que estaba en posesión de dar grados, no sólo en artes y teología, sino en cánones y leyes y medicina, cuyos grados se habían admitido en mi consejo; […] [y] teniendo como tenían posesión de universidad era consiguiente la facultad de graduar absoluta y sin limitación, y no dependía de que hubiese o no cátedras, sino de tener derecho de tener universidad con título apostólico.

José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial. Bogotá, CEJA (2002) 262-264.

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José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 262-264.

Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 340-341.

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Con estas premisas la conclusión era evidente: no se podían igualar a la religión de la Compañía que no tenía universidad, ni la podía pretender, porque los privilegios en que se fundaba no eran auténticos y estaban reargüidos por su parte, y cuando esto cesaba se habían revocado por la santidad de Pío Quinto como constaba del breve de que va hecha mención.196

Una vez comunicado este auto a los jesuitas, estos rearguyeron de la siguiente forma. Primero, que en la religión de Santo Domingo no tenían título ni privilegio alguno para la universidad que pretendían, porque el que se suponía pontificio y regio era incierto, pues el breve de que se valía padecía notorios vicios de obrección y subrección, y que el paso o licencia que se había concedido por mi consejo no le habían manifestado ni instrumento que la calificase antes si las cédulas presentadas excluían totalmente el derecho de universidad perpetua y absoluta que querían tener.

Segundo, la pretendida ampliación para dar grados en todas las facultades “era calificación del abuso con que se habían introducido a darlos, porque no teniendo cátedras ni maestros mal podían hacer examen la idoneidad de los sujetos para conferirlos”. Tercero, con respecto a la alegada revocación de Pío V “sólo se extendía al Palatinado, y por causa del abuso y exceso de dar grados, lo cual no militaba en sus estudios”. Y la razón era que en toda revocación “se había de nominar y revocar expresamente por no comprenderse ninguna revocación general respecto del especial favor y privilegio que tenía su religión de la Compañía de la sede apostólica de que también se dio traslado”.197 Los dominicos contestaron insistiendo en sus mismos argumentos y como novedad adujeron la copia de la cédula del 12 de enero de 1652 por la que se facultaba al arzobispo para fundar el Colegio del Rosario con quince colegiales y cátedras de la doctrina de Santo Tomás y de jurisprudencia y medicina y se le dio licencia para que se pudiesen leer estas facultades, con calidad de que los colegiales no hiciesen cuerpo de universidad, sino solo de colegio donde se estudiasen las otras facultades.

Y concluye el auto que esto “no [debía] tener dependencia ni conexión con el pleito que estaba pendiente entre estas dos religiones, sobre la pretensión de tener universidad”.198

HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 341-342.

HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 342-343.

HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 343.

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Ante esta situación el Consejo dio “otro auto en grado de revista” el 13 de agosto del mismo año de 1681. En esencia se repite el mismo contenido pero con dos añadiduras. La primera anotaba que “por ahora y sin perjuicio del derecho de las partes, a quienes se les reservaba para que usasen de él cómo, cuándo y dónde les conviniere”. La segunda que la religión de Santo Domingo pueda dar grados en las facultades en que hay cátedras y se leen en el colegio que fundó el arzobispo don fray Cristóbal de Torres, y con la calidad que para la aprobación, o reprobación de los que se hubieren de graduar asistan los catedráticos de la facultad.199

La razón radicaba en el hecho de que unos años antes el Rosario había decidido incorporar sus cátedras en la Universidad de Santo Tomás pero reservando el profesorado de prima de cánones y la de artes para sus antiguos alumnos.200 De nuevo quedaba sin resolver el problema de los egresados de la Universidad Javeriana pues al no tener Facultad de Jurisprudencia permanecía el campo laboral abierto con exclusividad para los rosaristas. Sin embargo, el 15 de mayo de 1682 el papa Inocencio XI, mediante el Breve Alias felicis, facultaba a los seminarios de Santafé y Quito para conferir los grados en derecho canónico y prorrogaba por 10 años las facultades concedidas por Clemente X.201 Dada su acuciosidad, los fiscales del Consejo de Indias no aceptaron la argumentación jesuítica de que el jus canonicum se enseñaba en la cátedra de Teología Moral y por ende no permitieron el pase del Breve de Inocencio XI202; pero le proponían al monarca español que se autorizara la facultad de cánones y leyes.203 Pero sería el año 1685 el que adquiere el mayor grado de conflictividad en la historia de las relaciones dominicos-jesuitas.

HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 344-345. Archivio Romano di Stato. Fondo Gesuitico. Vol. 842. Informe del hecho y reparos que se hacen sobre el pleyto que los collegios y seminarios de la Compañía de Jhs. de Santafé y Quito tienen con los Padres Dominicos de las dichas ciudades sobre la forma de conferir los grados, en último de diciembre de 1694. Nota 12.

Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Crónica del muy ilustre Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Bogotá, Editorial Centro, I (1938) 179-181.

Louis DELPLACE. Synopsis actorum S. Sedis in causa Societatis Iesu. Lovaina, Tomo II: (16051773) (1895) Inocencio XI, n.° 25, p. 407. ARSI. N. R. et Q., 18. Memorial del procurador de la Compañía a la Sagrada Congregación de obispos y regulares. n.° 4.

ARSI. N. R. et Q., 18. Constrov. cum Dominicanis 1680-1703. Fol. 8. Memoriale pro consequtione Brevis. 15 Maji 1682. “At quoniam in dictis collegiis Quitens. Et Sanctae Fidei non solum habentur lectiones artium ac sacrae theologiae verum etiam sacrorum canonum quorum graduu9m major esst necessitas pro effectibus”.

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AGI. Santafé, 6. Consulta del Consejo de Indias sobre la petición de la Compañía de Jesús de dar paso a n breve de S. S. En que se concedía facultad de dar grados en decretos y cánones en su Colegio de Santafé y Quito. Madrid, 13 de octubre de 1683.

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El origen remoto de la gran batalla jurídica y política que se desató ese año hay que buscarlo en las acciones que desarrollaría en Europa el dominico ecuatoriano, Fray Ignacio de Quesada. Había llegado a Madrid en 1679 y representaba a la Provincia dominica de Santa Catalina de Quito. Su misión primordial consistía en la obtención de la licencia para fundar en la capital ecuatoriana la Universidad de San Fernando. Al pasar por Bogotá camino de Europa sus hermanos en religión santafereños le confiaron también la defensa de sus derechos universitarios.204 Gracias a las diligencias de tan activo hijo de Santo Domingo, consiguió que por cédula del 10 de marzo de 1683 se aprobase el Colegio de San Fernando pero con la condición que en él hubiese veinte colegiales seglares, se asegurasen bien todas las rentas, sin que en ningún tiempo pudiese ese colegio pasar a ser convento, ni pudiesen vivir en él más de siete Religiosos de Santo Domingo […] y que si en algún tiempo faltasen las rentas que se señalen, vuelvan los religiosos al convento de San Pedro Mártir sin que puedan pretender nueva fundación.205

Para los acontecimientos posteriores del colegio de San Fernando nos remitimos a la extensa relación que ofrece el P. José Jouanén. Mas, al retomar la historia que se inicia en 1685 juzgamos necesario recurrir al Informe que presentó el Fiscal el 24 de julio de ese año porque en él sintetizaba el estado de la cuestión del pleito entre las dos órdenes religiosas de acuerdo con el prisma oficial.206 El día 19 de mayo había remitido el Rey al Consejo de Indias una carta del Procurador General de la Orden de Santo Domingo del 8 de abril en la que le informaba que había acudido su religión a su Santidad representando los derechos que tenía y los perjuicios que a las universidades de su religión y a la doctrina de Santo Tomás resultaba de la pretensión de la Compañía y de los breves que lite pendente había obtenido.

Añadía luego que el Papa había remitido la decisión a la sagrada congregación de regulares.

Véase: José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito 15701774. Quito, Editorial Ecuatoriana, I (1941) 192-213.

José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito, I, 193-194.

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AGI. Santafé, 249. Informe del fiscal del Consejo en el pleito entre la Orden de Santo Domingo y la Compañía de Jesús sobre estudios y facultad de graduar en Santafé y Quito. Madrid, julio 24 de 1685. El texto lo recoge Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 240-247.

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El móvil radicaba en el hecho que “había llegado a entender su religión” que el agente del rey en Roma tenía orden de asistir a la Compañía mediante una cédula del año 1683 y una carta al Consejo del año siguiente y, en consecuencia, pedía “al agente que sobreseyese en las órdenes por el interés de las partes, hasta que tuviese nueva orden de S. M.”. Y más adelante le suplica “se mande al agente deje libremente seguir el juicio para que cada parte represente su derecho”. Sin embargo, anota el Fiscal, cautelosamente al mismo tiempo había instado a su Santidad concediese a su religión privilegio de universidad de estudios generales como las de Lima y México, en Santa Fe y Quito y la revocación de los privilegios pontificios y regios para conferir grados [que] tiene la Compañía y que había obtenido breve de esta concesión en 11 de abril de este año, a que pide se deniegue el paso [ante el Consejo] y que se reiteren las órdenes al agente en Roma para que inste sobre igualar la facultad de graduar en cánones la compañía a los estudiantes del Colegio del Rosario, como está resuelto por S. M.207

Diseñado de esta forma el planteamiento del problema, pasa el Fiscal a analizar cada una de las proposiciones formuladas por los contendientes. Y toma como punto de partida un auto que se proveyó el 2 de noviembre de 1655 por el que se mandaba que “ni una ni otra religión tuviese universidad, ni diese grados” y además que debían remitir al Consejo “las bulas en que se fundaban y las cédulas que sobre ello hubiese y los autos de los presidentes y Audiencias de Santa Fe con nuevos informes para que las partes en él siguiesen su justicia como les conviniere”.208 Los dominicos santafereños presentaron los siguientes documentos. En primer lugar la bula de su Santidad Paulo V (11 de marzo de 1619)209 por la que se autorizaba recibir “los grados de bachiller maestros y doctores en filosofía y teología de los arzobispos y obispos, o los cabildos sede vacante, y que esto fuese por tiempo de diez años”. Por cédula del 6 de septiembre de 1624 se dio el pase en el Consejo “con la limitación de usar de él en los colegios de Santa Fe, Chile y Filipinas”. Y el día 26 de abril de 1626 fue obedecido por el Presidente, la Audiencia y el Obispo. También adujeron otra bula de Paulo V,

Aquí hace referencia al hecho de que el 11 de abril de 1685, el Papa Inocencio XI, en el Breve Exponi nobis nuper, igualaba a los colegios dominicos de Quito y Bogotá con la universidad de Manila, es decir, les confería el grado de universidades de estudios generales. (HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 240-241).

HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 241-242.

PAULO V. Carissimi in Christo, 11 de marzo de 1619. Archivio Romano di Stato. Fondo Gesuitico. Vol. 842, fol. 493.

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su fecha el año de [16]12210 en que con narrativa de que por la santidad de Gregorio XIII estaba concedida a la religión de Santo Domingo en su convento de Santa Fe, universidad de estudios generales de que había mucho tiempo gozaban y que de nuevo Gaspar Núñez había mandado de sus bienes fundar un colegio con el título del Rosario estando en mejor sitio, convendría mudar a él la universidad y por el dicho breve se les concedió, siendo cierta la relación y sin perjuicio de tercero.

El Fiscal anotará que “este breve no se presentó en el consejo hasta el año de 630, 18 años después que se obtuvo”. Y como se había dado el pase al Breve de Paulo V de 1619, por decreto del 20 de marzo de 1630 se autorizó el Breve de 1612 “y en conformidad de él múdese la universidad al colegio por tiempo que había de estar en el convento”. El año 1639, “nueve años después que se dio el paso”, se acudió al arzobispo Fray Cristóbal de Torres y a su vicario, “a quien venía cometida la justificación de la narrativa y su ejecución”, y se le dio traslación y posesión con todas las solemnidades “que si fuera universidad perpetua de estudios generales”. Según el Fiscal, la Compañía alegó que, amén de la inexistencia de la bula de Gregorio XIII, se había dado el pase al Breve del año 1612 en 22 de julio de 1630: se despachó cédula por el consejo, dando nueva permisión para el paso de la universidad por lo que miraba al patrono real por tiempo de 10 años, conforme a la concesión del año de 19, menos el tiempo que fuere la voluntad de su majestad, y con calidad que la universidad estuviese en el colegio con la misma limitación que en el convento.

Y concluye el funcionario regio que por otras dos cédulas de 1609 y 1610 se mandó cumplir la voluntad de Gaspar Núñez en la fundación del Colegio “sin consentir se fundase en él universidad ni nuevo convento”.211 La Compañía de Jesús “para fundar la contradicción y su manutención” presentó tres bulas: la primera de Julio III [1550-1555], su fecha del año 1561212, la segunda de Pío IV [1559-1565] y la tercera de Gregorio XIII [1572-1585], su fecha

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PAULO V. Cathedram militantis Ecclesiae. 1 de septiembre de 1612. Texto: Alonso DE ZAMORA. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino de Granada. Caracas (1930) 426-428. Francisco Javier HERNÁEZ. Colección de Bulas, Breves y otros documentos relativos a la Iglesia de América y Filipinas, II, 445.

211

Informe del Fiscal (1685). HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 241-243.

Evidentemente hay un error pues se refiere a Sacrae Religionis del 22 de octubre de 1552. La fecha dada corresponde a la de Pío IV.

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del 578; por ellas se le concedió la facultad de dar grados en las facultades que leyese en sus colegios de las Indias sin limitación de tiempo.213

A los documentos anteriores los jesuitas presentaron una bula de Urbano VIII [1623-1644] del año 1634 en la que “a instancia de la majestad del señor don Felipe IV” se dio facultad a los obispos, sus cabildos sede vacante para conferir grados a los estudiantes que cursasen en los colegios de la Compañía de Filipinas, Chile, Tucumán, Río de la Plata, Nuevo Reino de Granada y en las demás partes donde no hubiere universidad de estudios generales y estuviesen distantes de ellas 200 millas, sin limitación de tiempo.214

Mas el Fiscal de la Audiencia del Nuevo Reino mandó recoger la bula del año 1612 y que se remitiese al consejo “reponiendo lo ejecutado en virtud de ella, por haberse contravenido a lo mandado por el consejo en perjuicio del real patronato”. Oídas las partes en la audiencia santafereña el 15 de diciembre de 1639 se mandaron remitir los autos y breve al consejo; donde conforme a la narrativa de la cédula del año 27 en que se mandó a la audiencia informase estaba pendiente el pleito sobre la facultad de dar grados; y que mientras no se determinase, se rogaba que ni unas ni otras partes diesen grados por las calles públicas, sino que solo leyesen y graduasen claustralmente en conformidad de los breves de Su Santidad y cédulas del Consejo, para que en caso necesario se suplicara del Breve del año 12 presentado por parte de la religión de Santo Domingo.215

Con todas estas premisas, el Fiscal expresa el criterio de que era inconveniente que el consejo declarase el derecho de las partes a fin de evitar nuevas controversias. Y fundamenta su argumentación de la siguiente manera. La pretensión de universidad de los dominicos carecía de fundamento recurriendo a la bula de Gregorio XIII referida en la narrativa de la de Paulo V del año 12, no la había ni la religión la había presentado, ni en la colección de los bularios se halla; faltando ésta faltaba también la de translación, pues siendo referente y confirmatoria de facultad que no hay, se frustraban los efectos de la concesión; y que cuando la primera fuese cierta no se había pasado por el consejo.

Informe del Fiscal (1685). HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 243.

Informe del Fiscal (1685). HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 244.

Informe del Fiscal (1685). HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 243-244.

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La del año 1612 estaba condicionada a la limitación de tiempo que tenia el breve de 1619 “cautelando siempre como se cauteló por las cédulas de los años de 9 y 10, se fundase el Colegio como en él no se fundase universidad”. La bula de 1619 no otorgaba la facultad de graduar a la religión sino a los obispos y con la condición de “que los graduados fuesen de su escuela y con su aprobación; y esto por tiempo de diez años”, y como comenzaron el 1626 expiraba el 1636 “desde cuyo tiempo no había facultad de graduar ni en los obispos ni en la religión”, pues no se había solicitado ni en el consejo la prórroga exigida en la ley 2, título 22, libro 1 de la Recopilación, ni a su Santidad. En consecuencia, según el Fiscal había sido nulo todo lo obrado en virtud del breve del año 12 y que era preciso reponerlo, así por la nulidad que traía de falta de título como por el perjuicio que había causado al patronato real y contravención de los decretos del consejo.216

Con respecto a la Compañía de Jesús establece que las bulas fueron mandadas cumplir por cédula de 1620 y la posterior de Urbano VIII a instancias de su majestad se había aprobado en 1634 pero “ni unas ni otras no daban privilegios de universidad, sí facultad de dar grados sin limitación de tiempo”.217 Por auto de 14 de enero de 1681 confirmando el de la Audiencia de Santa Fe sin perjuicio del derecho de las partes a quien se reservó para que usasen de él, cómo, dónde y cuando les conviniere, mandando que por entonces ambas religiones graduasen claustralmente con calidad de que no pudiesen dar grados más que en las facultades de que tuviesen cátedras u no sirviese de ejemplar ninguna religión, graduase a los que la otra hubiere reprobado, ni pudiesen fundar más cátedras y si quisieren hacerlo acudiesen al consejo.218

Mas, el auto del 14 de enero fue suplicado por las partes por otro del 13 de agosto del mismo año 1681 en el que se confirmó con la calidad de que a la facultad de la orden de Santo Domingo se extendiese a poder dar grados, a los estudiantes que cursaren

Informe del Fiscal (1685). HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 244.

Informe del Fiscal (1685). HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 245.

Informe del Fiscal (1685). HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 245.

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las cátedras del Colegio del Rosario que llaman del Arzobispo, a que parece se aquietaron ambas religiones.219

Mientras se ejecutaba la concordia, los jesuitas habían obtenido un breve para graduar en cánones suponiendo que los oían los que cursaban la cátedra de moral, pero pareciendo “escrupulosa esta materia y su concesión no se llegó a discurrir en paso del breve”. Con todo, tras una consulta al Rey, se le ofició al agente real en Roma para que este breve que a la Compañía había concedido [su Santidad] se entendiese era para dar grados en cánones a los estudiantes que cursasen las cátedras del Colegio del Arzobispo, que siendo la misma que por el último decreto del consejo se había dado a la religión de Santo Domingo, [y así] quedaban en todo iguales y cesaban las controversias.220

Pero el que los dominicos hubieran obtenido del Papa el Breve Exponi nobis nuper (11 de abril de 1685), mientras en España se buscaba la concordia entre las religiones, motivó la reacción del Fiscal cuyo hecho “califica no solo de siniestra la relación del procurador general sino el exceso con que su religión ha procedido acudiendo a Roma a controvertir en juicio lo que sólo pendía del político gobierno del consejo”. En consecuencia debió “pedir primero licencia para recurrir” y además solicitar que se debe negar al procurador general la suspensión que pide de las diligencias del agente y que respecto a la facultad de dar grados que tenía la religión de Santo Domingo había fenecido el año del 36, no habiendo sacado prerrogación ni de su Santidad ni del Consejo, parece que no se le debe permitir continúe hasta que tenga legítimo título para ello.

Todavía más, solicita que se pase oficios a su Santidad en los que represente la extrañeza que este acto ha causado a su Majestad sólo la noticia de esta concesión tan en perjuicio de su real patronato y regalía, pues universidad de estudios generales, como cosa que toca a la causa pública y político gobierno de sus dominios, nunca se concede sino a instancias, o a lo menos, con su expreso consentimiento. Por cuyos motivos pide la recoja y conceda a la Compañía el que está ordenado.221

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Informe del Fiscal (1685). HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 245.

Informe del Fiscal (1685). HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 245-246.

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AGI. Santafé, 249. Informe del fiscal del Consejo en el pleito enstre la Orden de Santo Domingo y la Compañía de Jesús sobre estudios y facultad de graduar en Santafé y Quito. Madrid, julio 24 de 1685. Además alerta a la Audiencia y obispos de Santafé y Quito que no permitan a los dominicos usar de ella sin que haya pasado por el Consejo. HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 246.

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Pero si del Informe del Fiscal (1685) pasamos al segundo documento oficial como es la “Carta Ejecutoria” (1701), observamos que el último escrito no solo hace referencia a las dos bulas de Inocencio XI a favor de la religión de Santo Domingo, sino que también incluye la del mismo papa a la Compañía de Jesús del 15 de mayo de 1682. El Breve de Inocencio XI ratifica las concesiones otorgadas a los alumnos del seminario romano por Gregorio XIII [1572-1585] y las conferidas por Clemente X [1670-1676], el 17 de abril de 1675, con el espacio temporal de 10 años. Inocencio XI [1676-1689] mantiene el mismo criterio para la filosofía y la sagrada teología, y da luz verde para los estudios de cánones y leyes.222 ¿Qué había sucedido? El Rey Carlos II había instruido órdenes para que su embajador en Roma, Francisco Bernardo de Quirós, agenciara ante la Santa Sede la consecución de los grados concedidos a los jesuitas por el Breve Alias felicis.223 Cuando el agente real hispano se disponía en la ciudad eterna a cumplir con el mandato de su monarca, se encontró con que el dominico ecuatoriano ya se había movido en la Congregación de Obispos y Regulares para pedir la revocación, no solo del Breve Alias felicis, sino también los de Clemente X y la bula de Gregorio XIII de 1578.224 Esta actitud molestó no solo al agente real sino al propio Rey de España, pero el dominico había movido los resortes favorables a su Orden, como eran Fray Tomás de Carbonell, obispo de Sigüenza y confesor real; de Fray Jacobo Ricci, Procurador General de la Orden de Santo Domingo, y del cardenal Lorenzo Brancati de Lauria, ponente de la causa y abiertamente favorecedor de los dominicos.225 Todavía más, el 17 de noviembre de 1684 presentaba Fray Ignacio de Quesada un Memorial en el que solicitaba que los colegios de Santafé y Quito se declararan verdaderas universidades de Estudios generales como las de Lima y México. Además, añadía que el colegio santafereño de Santo Tomás era una universidad ya erigida y confería grados a pesar de que había personas que decían que estos no eran suficientes para opositar a las dignidades catedralicias con el notable perjuicio tanto para sus doctores como para la doctrina de Santo Tomás.226

INOCENCIO XI. Alias felicis. HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 223-224.

ARSI. N. R. et Q., 18. Fol. 10. Decreto regio Jesuitis annunciatur Breve S. Pont., quo iis sub eadem forma eadem facultas conferendi gradus ac Dominic. conceditur.

Archivio Romano di Stato. Fondo Gesuitico. Vol. 842. Informe del hecho y reparos que se hacen sobre el pleyto que los collegios y seminarios de la Compañía de Jhs. de Santafé y Quito tienen con los Padres Dominicos de las dichas ciudades sobre la forma de conferir los grados, en último de diciembre de 1694. N.º 40.

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 254.

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Pero el mismo Inocencio XI, el 11 de abril de 1685, a instancias del P. Ignacio de Quesada, otorgaba el breve Exponi nobis nuper por el que concedía a “las universidades de Santa Fe y San Fernando de Quito, todos los privilegios concedidos al colegio y Universidad de Santo Tomás de Manila”.227 Pero no acabaron ahí las disposiciones del pontífice. El 10 de junio de 1686 optaba Inocencio XI por un cambio radical en su posición frente a los jesuitas, y por causas a nos conocidas […] revocamos, invalidamos, irritamos y anulamos aquellas nuestras letras arriba insertas [Alias felicis] queriendo que no tengan ningún rigor, o efecto y plenitud, y totalmente las despejamos de las fuerzas y efectos, y queremos, mandamos y declaramos que estén y sean revocadas, anuladas y nulas, y que totalmente quedan y hayan de quedar sin fuerzas ni efecto alguno.228

Como los argumentos que se esgrimieron se dirigían a la apertura de la Facultad de Jurisprudencia, remitimos al lector al capítulo que dedicamos a este problema.229 La etapa posterior la sintetiza la “Carta ejecutoria” de Felipe V en los siguientes documentos. La primera medida fue emitir una real cédula (21 de septiembre de 1685) a la Audiencia de Santafé para que no dejase “usar de los dos breves que van insertos a la religión de Santo Domingo sin que fuesen pasados por mi consejo”. Una carta de Francisco Bernardo de Quirós (10 de febrero de 1686) a la Congregación de Religiosos pidiendo “lo que se mandaba en orden a la igualdad”; el Memorial que había dado el P. Ignacio de Quesada sobre el primer breve del año 1685; asimismo el Memorial del P. Francisco Bernardo Quirós a su Santidad, suplicando se suspendiese el breve dado por su Santidad por el que concedió la universidad en Santafé “por ser insubsistente, el presupuesto con que se había expedido de tener esta religión tal universidad ni derecho para ella”. Otra carta de Francisco Bernardo Quirós (24 de marzo de 1686) dio cuenta de haberse concedido la universidad a la religión de Santo Domingo, por las extraordinarias diligencias del padre Quesada y de fray Jácome Richi, procurador general de la orden en aquella corte, valiéndose de los cardenales Capicuqui y Ubaldo, que eran de su religión, los cuales y otras personas que se interesaron y consiguieron que el colegio de Santa Fe se declarase por universidad de estudios generales.

INOCENCIO XI. Exponi nobis nuper. HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 346.

HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 353.

José DEL REY FAJARDO. La Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Javeriana 1706-1767. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana-Facultad de Ciencias Jurídicas, 2012.

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Asimismo se alude a un Memorial del P. Ignacio de Quesada al propio Quirós “excusándose de la culpa que se quería atribuir en la impetración de los breves”. Y habiéndose estudiado el caso en el Consejo de Indias, el 17 de diciembre de 1694, “se denegó el paso a los dichos breves, ni el que los autos pasasen a justicia y que sobre esta dependencia no se admitiese más memorial ni petición de ninguna de las dos religiones”.230 Como es natural, se abrió un largo debate de “vista y revista” en el que fundamentalmente se mantuvieron las mismas posiciones. Los dominicos insistían en que se otorgase el pase a los Breves de Inocencio XI de 1685 y 1686 en el que revocaba a la Compañía todos los privilegios otorgados por la Santa Sede, y en que los jesuitas presentasen el original de los Breves obtenidos después del Papa Inocencio XII.231 El rey mandó que el Consejo de Indias viese y determinase “en el grado de revista juntamente con cuatro asociados del de Castilla”232 el proceso de todo el pleito, y el 3 de agosto de 1701 proveyeron un auto en grado de revista. En él se establecía: primero “confirmar y confirmaron el auto de vista en dicho pleito dado y proveído” el 18 de septiembre del año 1699 y “debían mandar y mandaron que los referidos breves de que se pidió el paso se retuvieran en el consejo y no se usase de ellos”. En segundo lugar, mandaron que “se mantuviese a cada una de dichas religiones de Santo Domingo y la Compañía por agora en la posesión de dar grados intra claustra” guardándose lo determinado en los autos de 14 de enero y 13 de agosto del año 1681 y “lo acordado en todo y por todo según y como en dicho auto de vista se contiene y por este de revista así lo proveyeron, mandaron y señalaron”.233 Al ver los jesuitas que su horizonte se cerraba en la capital hispana, se movieron en la Ciudad eterna y así obtenían del Papa Inocencio XII, el 1 y el 28 de septiembre de 1693, los Breves Alias felicis recordationis por los que se concedían a los jesuitas del Nuevo Reino y Quito poder conferir grados, no solo en filosofía y teología, sino también en derecho canónico, amén de confirmar además los privilegios ya concedidos por Clemente X en 1675.234

HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 354-355.

HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 354-377.

Los jueces del autor de la revista fueron: don Joaquín de Aguirre, conde de Torrubia; don Diego Baquerizo; don Juan Antonio de Torres; don Juan de Castro; don Matheo Ibáñez, y don Diego Hermoso.

HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 378-379.

Los textos pueden verse en: Francisco Javier HERNÁEZ. Colección de Bulas, Breves y otros documentos relativos a la Iglesia de América y Filipinas, 465-467. José Abel SALAZAR. Los estudios eclesiásticos superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810). Madrid (1946) 745-747.

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Sin embargo, el 17 de diciembre de 1694, el Consejo de Indias emitía el siguiente decreto: No ha lugar al paso pedido por el Maestro Fray Ignacio de Quesada de los breves emitidos por la Santidad de Inocencio XI, el 1 de 11 de abril de 1685, en que se concedió la gracia de universidad en sus dos colegios de Santafé y Quito; y el otro de 10 de junio de 1686 en que revocó las facultades y privilegios de graduar la religión de la Compañía de Jesús en los colegios seminarios de Santafé y Quito. Ni ha lugar el paso a justicia pedido por la dicha religión de la Compañía de Jesús de los referidos breves. Y sobre esta dependencia no se admita más petición, ni memorial por ninguna de las dos religiones.235

El P. Pedro Calderón había sido enviado por el P. Diego Francisco Altamirano a Madrid para resolver los problemas de la Provincia.236 Pero el dominico Ignacio de Quesada se había movido y publicado un Memorial contra la Javeriana al que Calderón contestó de inmediato, pero la habilidad del dominico impidió que se publicara en España y por ello apareció en Colonia de Alemania.237 Con todo, por Real Cédula del 4 de julio de 1695, el Consejo mandó recoger el escrito del jesuita ya que se había publicado sin su licencia.238 Sin embargo, las pruebas del Memorial debieron ser serias a juzgar por sus consecuencias. Calderón distinguirá entre la doctrina de Santo Tomás, con la llamada tomista, y que oponerse a esta no era oponerse a la del Doctor Angélico239. Para borrar esta falsa imagen y campaña contra la docencia

Archivio Romano di Stato. Fondo Gesuitico. Vol. 842. Informe del hecho y reparos que se hacen sobre el pleyto que los collegios y seminarios de la Compañía de Jhs. de Santafé y Quito tienen con los Padres Dominicos de las dichas ciudades sobre la forma de conferir los grados, en último de diciembre de 1694. N.° 98, nota 12.

No hemos logrado precisar cuándo llegó a España el P. Calderón. Pareciera que a fines de 1692 partió para la Península, según se desprende de una Instrucción del Visitador del Nuevo Reino: Instrucción del Pe. Diego Francisco Altamirano Visitador y V. Provincial de la compañía de Jhs en la Provincia del Nuevo Reyno de Granada y Quito para el Pe. Pedro Calderón Procurador a España para negocios de dicha provincia […] fecha en Cartagena a primero del mes de Noviembre de mil seyscientos y noventa y dos… En: José Eugenio de URIARTE y Mariano LECINA. Biblioteca de escritores de la Compañía de Jesús pertenecientes a la antigua Asistencia de España desde sus orígenes hasta el año de 1773. Madrid, Biblioteca de la Academia de la Historia, I (1925) 132. En fol. 4 hs.

Memorial del Reverendissimo Padre Maestro Pedro Calderón, de la Compañía de Jesvs, Procurador General de la Provincia del Nuevo Reyno y Quito, presentado en el Real, y Supremo Consejo de las Indias en 30 de marzo de 1693. EN RESPUESTA de otro impreso del Reverendissimo Padre Maestro Fr. Ignacio de Quesada, del Orden de Santo Domingo, Procurador General de su Provincia de Santa Cathalina Martir de Quito. Dalo a la estampa Don Gerónimo Lezcano y Sepúlveda, Doctor en ambos Derechos. Impreso con licencia en Colonia en la Oficina de Hermano Dehmen, año de 1695.

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ANB. Reales Cédulas, 5, fol. 392.

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Memorial del Reverendissimo Padre Maestro Pedro Calderón, fol. 37v.


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jesuítica en Bogotá, el P. Juan Martínez de Ripalda240 publicaría en Lieja (Holanda) el año 1704 su libro De Usu et abusu doctrinae Divi Thomae.241 Pero en 1698 comienza la resolución del conflicto con el acuerdo que contemplaba la igualación de los privilegios de ambas Ordenes Religiosas. El 19 de agosto se declaran iguales en todo a los colegios de San Fernando y San Luís de Quito, y además se le concede a este último los privilegios y derechos de Colegio Mayor.242 Los jesuitas solicitaron además que se “mandase librar carta ejecutoria del pleito referido con inserción de los autos de vista y revista últimamente proveídos en justicia”. El día 6 de septiembre se citó para librarla al dicho Pedro Díaz Morante, procurador en nombre de la religión del Orden de Predicadores que se le hizo, en seis de septiembre pasado de este año. Y por no haber acudido ni dicho contra ello cosa algunas, fue acordado por los de mi consejo se librase a la parte de la religión de la Compañía, la ejecutoria que tenía pedida, y yo lo he tenido así por bien.243

El 3 de agosto de 1701 el Consejo establecía la igualdad entre la Universidad Tomista y la Universidad Javeriana en Santafé de Bogotá.244 Pero en octubre de 1701 el P. Juan Martínez de Ripalda representaba ante el Consejo que la deseada igualdad no se cumplía en Bogotá, pues la Compañía carecía de la facultad de graduar a los colegiales de San Bartolomé “en decretos y sagrados cánones”, y también adolecía de los honores de Colegio Mayor. Concluye su Memorial solicitando que el agente del Rey en Roma pase a su Santidad los oficios encomendados a fin de facilitar la consecución del Breve para que San Bartolomé, al igual que el Rosario, pueda graduar en cánones “y que una de las cátedras de cánones, si pareciere y fuera del gusto y agrado de V. M., pueda ser regentada por los religiosos de la Compañía”.245

240

José DEL REY FAJARDO. Catedráticos javerianos, 188-198.

Juan MARTÍNEZ DE RIPALDA. De usu et abusu doctrinae Divi Thomae, pro Xaveriana Academia Collegii Sanctaefidensis in Novo Regno Granatensi. Lieja, Guilielmum Henricum Streel, 1704.

241

PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 262.

242

243

Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, II, 379.

AGI. Santafé, 403. Memorial del P. Juan Martínez de Ripalda sobre la igualdad en los privilegios y facultades de estudios concedidos a las religiones de Santo Domingo y la Compañía de Jesús. Santafé, octubre de 1701.

244

AGI. Santafé, 403. Memorial del P. Juan Martínez de Ripalda sobre la igualdad en los privilegios y facultades de estudios concedidos a las religiones de Santo Domingo y la Compañía de Jesús. Santafé, octubre de 1701.

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El Consejo admitió todas las peticiones a excepción de la última, por mirar, decía el fiscal, “estas cátedras al fuero secular y haber prohibiciones canónicas para con los regulares”.246 Finalmente, el 23 de junio de 1704 Clemente XI daba en Roma el Breve In apostolicae dignitatis en el que se establecía una perfecta igualdad entre la Orden de Predicadores y la Compañía de Jesús. Todas las tramitaciones hispanas se desarrollaron con una velocidad desconocida para la burocracia hispana. Así concluía este enojoso pleito sobre la licitud de los grados que había durado prácticamente todo el siglo XVII.

AGI. Santafé, 403. Informe del Fiscal. Santafé, 10 de noviembre de 1701.

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C a p í t u l o III

La organización académica de la Universidad Javeriana colonial

Visión general. Dada la complejidad que supone la esencia jurídica de las universidades coloniales, nos remitimos a un excelente estudio del profesor de la Universidad Gregoriana de Roma, Francisco de Borja Medina.1 La Recopilación de las Leyes de las Indias trata de las universidades públicas en la ley I del título XXII, libro I, y para las particulares remite a la ley I del título XXII, libro I.2 Dentro de esta categoría la Compañía de Jesús tuvo en la América hispana las siguientes universidades: La Academia de San Francisco Javier (1621); la Universidad de San Ignacio de Córdoba de Tucumán (1621); San Francisco Xavier de La Plata (1621), San Miguel de Santiago de Chile (1621); San Gregorio Magno de Quito (1621); San Ignacio de Loyola del

1

Francisco DE BORJA MEDINA. “Las Universidades Particulares de América regidas por las órdenes religiosas: algunas observaciones para su estudio”. En: M.ª Cristina VERA DE FLACHS (Edit.). Reformas y Planes de Estudio de las Universidades de América y Europa. Córdoba [Argentina], Junta Provincial de Historia de Córdoba, I (2006) 19-48.

2

“Ley II- Que en las Vniversidades particulares se guarde lo dispuesto para cada vna: En las ciudades de Santo Domingo de la Isla Española, Santa Fé del Nuevo Reyno de Granada, Santiago de Guatemala, Santiago de Chile y Manila de las Islas Filipinas, está permitido que haya Estudios y Vniversidades, y se ganen cursos y dén grados en ellas por el tiempo que ha parecido conveniente, para lo qual hemos impetrado de la S. Sede Apostólica Breves y Bulas, y le hemos concedido algunos privilegios y preeminencias. Mandamos, que lo dispuesto para dichos Estudios y Vniversidades se guarde, cumpla y execute, sin exceder en ninguna forma, y las que fueren por tiempo limitado, acudan a nuestro Real Consejo de las Indias á pedir las prorogaciones [sic] donde se proveerá lo que fuere conveniente, no las teniendo, cesse y se acabe el ministerio de aquellos Estudios, que así es nuestra voluntad”. (Recopilación de Leyes de los Reynos de las Indias. Mandadas a imprimir y publicar por la Magestad Católica del Rey don Carlos II. Madrid, Ivlian de Paredes, I [1681] 110-121).

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Cusco (1621); San Lucas de Guatemala (1621-1676); San Francisco Xavier de Mérida de Yucatán (1621); San José de Popayán (1744); San Francisco Javier de Panamá (1749), y San José de Concepción, en Chile (1749), a la que se trasladó el Colegio Máximo, al cesar como universidad, por motivo de la fundación de la Universidad pública de San Felipe. En este capítulo trataremos los siguientes acápites: I. La identificación y ubicación de la Universidad Javeriana II. El claustro III. Las actividades curriculares IV. Los actos académicos ordinarios y extraordinarios V. Los grados VI. Actividades culturales extracurriculares I. La identificación y ubicación de la Universidad Javeriana Es necesario aclarar cuándo se le asignó patrón a la institución educativa así como la antinomia que producen en el lector los conceptos de Academia y Universidad. Aunque no podemos precisar la fecha del documento en el que se asigna el patronazgo de los estudios santafereños a “San Francisco Xavier, doctor de las Indias Orientales”,3 conjeturamos que muy posiblemente se deba al P. Rodrigo de Figueroa,4 en la visita que realizó a la Provincia del Nuevo Reino entre 1635 y 1639.5 Sin embargo, también fue patrono San Gregorio Magno,6 pero sospechamos que quizá se trata de una herencia histórica ya que San Francisco Javier, después de su canonización (12 de marzo de 1622), asumió ese papel indiscutible. Con respecto a la cualificación que fueron recibiendo los Estudios Superiores de la Compañía de Jesús en el Nuevo Reino de Granada, recurriremos a documentos oficiosos como son las Cartas Anuas que recogen la vida cotidiana de los jesuitas en esta circunscripción geográfica.

3

ARSI. N. R. et Q., 17, fol. 343. Fórmula para graduar los estudiantes que cursan en el Colegio de la Compañía de Jesús de Santa Fee […], & 34: “El Patrón destos estudios sea N. P. San Francisco Xavier doctor de las Yndias Orientales, para cuya fiesta que es a 2 de diciembre concurrirán todos los Doctores, Maestros y estudiantes y la celebrarán con vísperas solemnes, Misa cantada y sermón y la mayor solemnidad posible”. (José DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica. Caracas, Academia Nacional de la Historia [1979] 324).

4

José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos. Bogotá, Editorial Pontificia Universidad Javeriana (2006) 283-286.

5

José DEL REY FAJARDO. Los jesuitas en Venezuela. Tomo II: Los hombres. Caracas-Bogotá, Universidad Católica Andrés Bello-Pontificia Universidad Javeriana (2007) 194-195.

Praxis de los estudios, 290. En: José DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica. Caracas, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia (1979) 279-308. [En adelante citaremos: Praxis de los estudios, capítulo, página].

6


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En 1616, siete años antes de recibir la aprobación regia como Academia, se habla del Colegio Máximo de Santafé como entidad responsable de los estudios. Así lo escribía el Provincial Manuel de Arceo al P. General en las respectivas Cartas Annuas: este Colegio es el principal de esta Provincia, por hallarse en él el mayor número de Profesores y operarios, por ser la principal casa de estudios en la cual se lee filosofía, teología y letras humanas y por estar en esta ciudad, cabeza y metrópoli de este Reino, donde tiene asiento la Audiencia real y el Arzobispado principal del Reino.7

En 1642 –19 años después de haber conseguido la titularidad legal– escribía el Provincial Sebastián Hazañero: Tenemos aquí por privilegios concedidos de Su Santidad una Academia, que aunque no tiene el nombre de Universidad goza las exenciones de ella, donde después de bien probados nuestros estudiantes, y en examen rígido ejercitados, se gradúan de Maestros y Doctores. Es cosa lucidísima y digna de nuestro sudor y desvelo.8

En 1653 la literatura oficiosa de la Orden ratifica ya el título de Academia: Los grados que se dan en nuestra Academia (que está muy lustrosa de Doctores, y Maestros) califican los estudiosos, y son tan preferidos en el aprecio, que algunos (mirarán nuestras cosas con afecto) tienen por addito diminuente ser Doctores, o Maestros con otra aprobación que la de la Compañía.9

En 1692 se mantiene la misma situación pero, mientras sostienen el criterio de “enseñanza pública” de filosofía y teología en el Colegio Máximo, de inmediato añaden: en él se ha erigido la Academia en la cual, según los privilegios concedidos a la Compañía por los Sumos Pontífices se confieren los grados de maestro y de doctor a quienes siguen nuestros cursos y presentan los exámenes de ingenio y aplicación, [y] a quienes han sido promovidos a tales grados se les reconocen los honores e inmunidades que las demás Universidades han solido conferir.10

ARSI. N. R. et Q., 12-II. Annua della Provincia del Nuevo Regno di Granada dell’anno 1615, fol. 1v-2. Está firmada por el P. Manuel de Arceo el 22 de junio de 1616.

Sebastián HAZAÑERO. Letras anuas de la Compañía de Jesus de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Desde el año de mil y seyscientos y treinta y ocho hasta el año de mil y seyscientos quarenta y tres. Zaragoza (1645) 36.

ARSI. N. R. et Q., 12-I, fol. 6. Carta annua desde los años 1642 hasta el de 1652 de la Prouincia del Nueuo Reyno, y Quito a. m. r. p. General de la Compañía de Jesus.

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ARSI. N. R. et Q., 13-I, fol. 37v. Commentarii eorum quae gesta sunt a patribus Societatis Iesu Provinciae Novi Regni Granatensis ab anno sexcentesimo octogesimo quarto ad Nahum millesimum sexcentesimum nonagesimum. Dado en este Colegio de Santa Fe, el día 2 de abril de 1692.


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Y en 1698 la información es mucho más escueta: “En lo tocante a los estudios de esta Provincia, no ay cosa particular que decir porque en Santafé prosigue nuestra Academia con el mismo lustre que hasta aquí”.11 Y todavía en 1704, en la portada del libro de Martínez de Ripalda publicado en Lieja como emblema de lo que era la Javeriana colonial, aparece con toda claridad “pro Xaveriana Academia Collegii Sanctafidensis in Novo Regno Granatensi”.12 Sin embargo, a nuestro parecer, sería el Breve In Apostolicae dignitatis13 el que promocionaría la Academia a verdadera universidad con categoría de semipública.14 Y el documento más explícito lo encontramos en el texto de los “Estatutos de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Javeriana” en los que de entrada se reconoce que esta Universidad “fundose con autoridad pontificia y regia” en el Colegio de la Compañía de Jesús de la Ciudad de Santafé.15 En el marco de las luchas entre las dos grandes instituciones universitarias santafereñas, el Rosario y la Javeriana, parece que los rosaristas siempre hablaban con desprecio de la “Academia Javeriana”. Pero el 26 de junio de 1765, los Provinciales Antonio de Aurtenechea (dominico) y Manuel Balzátegui (jesuita) firmaron un convenio de avenimiento con aprobación del Virrey el Baylío de la Zerda en el que expresaban: Lo quinto: por haberse experimentado que algunos afectan no saber que son una misma cosa universidad y academia, y con esta falsa persuasión dan a uno o a otra el nombre [de] Academia como cosa de inferior orden al de Universidad; se guardará en adelante mutua correspondencia así en escritos públicos, como en otros lances que puedan ocurrir, llamándose las dos universidades, como las llama su majestad en sus reales rescriptos.16

Archivo de la Provincia de Toledo. (APT). Leg. 26, fol. 2. Letras anuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada de la Compañía de Jesús desde el año 1694 hasta fines de 98. Santa Fee. Y Diciembre 30 de 1698.

Juan MARTÍNEZ DE RIPALDA. De usu & abusu doctrinae divi Thomae, pro Xaveriana Academia Collegii Sanctafidensis in Novo Regno Granatensi. Lieja, Guilielmum Henricum Streel, M.DCC.IV.

Expedido el 23 de junio de 1704 y pasado por el Consejo de Indias el 1º de septiembre del mismo año.

José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810). Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (1946) 648.

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AGI. Santafé, 395. Estatutos y Constituciones para las facultades de Cánones y Leyes que por facultad apostólica y regia se han fundado en la Universidad de San Francisco Javier sita en el Colegio de la Compañía de Jesús en la ciudad de Santafé. N.º 1.

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Convenio firmado en Bogotá el 26 de junio de 1765 entre el Provincial de los Dominicos, P. Antonio Aurtenechea, y el Provincial de los Jesuitas, P. Manuel Balzátegui, y ratificado por el Virrey. En: Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia. Bogotá, Patronato Colombiano de Artes y Letras, III (1976) 260. [La fuente original: ANB. Colegios, I, fol. 556].


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La planta física. La planta física donde comenzaron a funcionar los estudios superiores del Colegio Máximo de la Compañía de Jesús (y con el correr de los tiempos de la Academia y de la Universidad Javeriana), desde su fundación hasta la expulsión de 1767, estuvo ubicada en la famosa Manzana Jesuítica que circundaba la Iglesia de San Ignacio y que se asomaba a la Plaza Mayor. Las aulas que acogieron a las juventudes neogranadinas formaron parte de lo que hoy es el edificio correspondiente al Museo Colonial y en donde todavía se pueden ver tanto el claustro como el Salón de Grados, y el portón de la calle de las Aulas, frente a lo que en la actualidad es el Palacio de San Carlos, sede de la Cancillería colombiana. Toda la planta de la Manzana Jesuítica fue diseñada por el P. Juan Bautista Coluccini.17 Según el P. Felipe Salvador Gilij,18 la Facultad de Lenguas, que se componía de tres escuelas, funcionaba “en el primer piso”. En el “piso superior” se hallaban las escuelas superiores: “primero aquella en que un solo profesor enseñaba toda la filosofía en tres años consecutivos; además había otra para la teología a la cual se destinaban tres profesores”. “Y aquí ordinariamente terminaban las cátedras regidas por los jesuitas. Había además otra de jurisprudencia civil y sagrada, también ella dividida en tres profesores”.19 El uniforme. El uniforme de San Bartolomé para los seminaristas era “manto pardo, beca azul, bonete y mangas negras de paño”, y para los convictores solo cambiaba la beca pues en vez de ser azul era colorada.20 Mas un actor importante en la vida universitaria santafereña como el escritor Pedro de Mercado dejará constancia de que el arzobispo Pedro Ordóñez y Flores (1613-1614)21 ordenaría que todas las becas fueran coloradas. Pero como no hubiera diferencia entre las que portaban los gramáticos y los de las Facultades superiores, optaron estos últimos por poner “en sus becas unas roscas coloradas con que se diferenciaban de los gramáticos”. Algunos años después “añadieron un escudo con las armas del Rey con ocasión de haber dado su majestad cuatro becas”.22

Patricia RENTERÍA SALAZAR. Arquitectura en la Iglesia de San Ignacio de Bogotá. Modelos, influjos, artífices. Bogotá, CEJA (2001) 107-117. El plano se encuentra en la pág. 120.

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La gratuidad de la enseñanza. Pareciera como un dogma de fe que la educación que impartían los jesuitas en el Nuevo Reino era para las clases privilegiadas porque eran las únicas que podían financiar sus altos costos. Esta creencia carece de fundamento pues en los tiempos coloniales toda la acción pedagógica prestada por los seguidores de Ignacio de Loyola fue siempre gratuita. En primer lugar, las Constituciones de la Compañía de Jesús son taxativas en este punto. El principio fundamental lo reiteran en diversas oportunidades a lo largo del texto y era “no demandando ni aceptando estipendio ni limosna alguna en recompensa de Misas o confesiones, o predicar o leer, o visitar, o cualquiera otro oficio de los que puede ejercitar la Compañía según nuestro Instituto”.23 En el capítulo anterior hemos señalado que uno de los proyectos más ambiciosos y audaces que desarrolló la Compañía de Jesús en tierras neogranadinas fue el económico financiero.24 En este contexto, hay que explicar lo que significaba el sostenimiento gratuito de toda la estructura educativa jesuítica a todos los niveles y en todas las ciudades neogranadinas que albergaban instituciones docentes de la Compañía de Jesús.25 A ello había que añadir el financiamiento de los claustros de catedráticos de Teología escolástica y moral, Sagrada Escritura, Filosofía, Derecho civil y canónico,26 y todo el profesorado de retórica, humanidades y gramática, así como también los maestros de primeras letras, amén de todas las exigencias de la Ratio Studiorum relativas tanto a los ejercicios literarios como a los certámenes y representaciones que debían realizarse en cada colegio.27 En el Colegio Mayor de San Bartolomé, los internos que no gozaban de becas reales o episcopales debían financiar los gastos que suponía la vida del internado pero con la advertencia de que la docencia en la Javeriana era gratuita.

Constituciones de la Compañía de Jesús, [565].

Véase el capítulo correspondiente a las haciendas en Los jesuitas en Colombia del P. Juan Manuel Pacheco.

Existen dos ejemplos en los que se puede estudiar el costo de un colegio jesuítico colonial. Para ello nos remitimos a: Edda SAMUDIO. Las haciendas del Colegio San Francisco Javier de la Compañía de Jesús en Mérida. 1628-1767. Mérida, Universidad de Mérida, 1985. Jaime TORRES SÁNCHEZ. Haciendas y posesiones de la Compañía de Jesús en Venezuela. El Colegio de Caracas en el siglo XVIII. Sevilla, Consejo Superior de investigaciones Científicas-Universidad de SevillaDiputación de Sevilla, 1999.

Para hacerse cargo de lo que significaba en número de personas el claustro javeriano, véase: José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial. Bogotá, CEJA, 2002. Lo mismo podría aplicarse a la Academia de Popayán.

Véase: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia. Bogotá, Editorial San Juan Eude, I (1959) 540-543.

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II. El claustro La organización académica de la Universidad Javeriana era muy simple dado que era una universidad pequeña con tres facultades mayores (teología, artes y jurisprudencia)28 y una menor (la de lenguas). Al ser “particular”, es decir, privada, se reducía todo el aparato burocrático oficial y se centraba en las autoridades académicas, los oficiales universitarios, los catedráticos y los estudiantes. El claustro profesoral javeriano lo componían: el Rector, el Canciller, el Secretario, los dos Prefectos, los catedráticos de Prima Theologia, de Vísperas, de Moral, de Artes, de Sagrada Escritura, los de Humanidades (los dos catedráticos y el director del Seminario de Letras Humanas), el de lengua chibcha, y en el siglo XVIII los tres de derecho civil y canónico.29 De igual forma, el bibliotecario integraba el cuerpo académico administrativo de la Javeriana y solía ser una persona muy competente en el mundo de las lecturas y de las ciencias que se manejaban en la Universidad. El ámbito de los oficiales universitarios se completaba con tres Bedeles: el mayor que era el depositario de las propinas, y dos menores que servían de maceros.30 Ellos contribuyeron de forma eficiente a resaltar la solemnidad de todos los actos. Pero si tenemos en cuenta que la concepción educativa de la Compañía de Jesús se basa en una orientación eminentemente finalística, también tendremos que incluir a los “Directores de Espíritu” pues toda su actividad pedagógica se diseña según los fines que se pretenden. Y el claustro estudiantil lo integraban los alumnos jesuitas que vivían en el Colegio Máximo, los alumnos del Colegio Mayor de San Bartolomé y los alumnos externos.31 Con respecto a este último conglomerado debemos señalar dos grupos: los miembros de otras órdenes religiosas que se formaban en las aulas javerianas y los alumnos externos que únicamente acudían a las clases de la Universidad pero vivían en sus casas de familia o en otro tipo de residencias; eran los manteístas o mantelatos “que así se llaman en Salamanca los que estudian afuera”.32

Para una visión de las Facultades Mayores, véase: José DEL REY FAJARDO. Los precursores de la ‘Sociedad del conocimiento’ en la Javeriana colonial. Bogotá, Editorial El Búho, 2010.

José DEL REY FAJARDO. Los precursores de la ‘Sociedad del conocimiento’ en la Javeriana colonial. Bogotá, Editorial El Búho, 2010.

Fórmula de graduar […], &. 1. En: José DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica. Caracas, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia (1979) 315-324.

William JARAMILLO MEJÍA. Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé. Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura Hispánica, 1996. José DEL REY FAJARDO. Jesuitas, libros y política en el Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé. Bogotá, Publicaciones Editores, 2004.

Biblioteca Nacional de Colombia. Libros raros y curiosos. Mss. 130. Joseph ORTIZ Y MORALES. Observaciones curiosas y doctrinales que ha hecho en su vida política desde el día 11 de febrero del

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En consecuencia, el claustro javeriano en el que se formaban las juventudes neogranadinas debía convocar a todos los artífices del sistema educativo como eran el Rector, los Prefectos, los Profesores, los Pasantes y también los Directores Espirituales. Y el alumnado solía ser numeroso pues, según José Ortiz Morales, el año 1669 ingresaron en la Facultad de Artes 48 estudiantes.33 El organigrama directivo. El Rector era la cabeza visible de la Universidad y tenía que gobernar de acuerdo con las constituciones y los estatutos. Todas las virtudes y oficios están recogidos en 24 reglas de la Ratio Studiorum. Su designación venía de Roma. Entre sus obligaciones habituales estaba el asistir a los ejercicios literarios, proveer la suplencia de los profesores ordinarios, fomentar las Academias sobre todo de lenguas, ocuparse de la formación de los profesores, insistir en la emulación y los premios entre los estudiantes. Es conveniente llamar la atención sobre los Libros que debían recoger la cotidianidad de la Universidad, y así debería “anotar en un libro lo que públicamente se presenta o escribe en el colegio o fuera de él por los nuestros [es decir, los jesuitas], a saber, diálogos, discursos, versos y cosas semejantes”.34 También debía preocuparse por la biblioteca, por las reuniones con los catedráticos de los dos claustros y por la recta ejecución de su oficio.35 Pero la figura clave en cualquier universidad jesuítica era la del “Prefecto de estudios”, o Director, o Canciller; hoy diríamos que sería un Vicerrector académico con funciones además de Decano.36 En la legislación educativa de la Compañía de Jesús expresamente se deslindan los Estudios Mayores de los Inferiores; los primeros atendían fundamentalmente a la Facultad de Teología, a la de Filosofía y a la de Jurisprudencia, y los segundos al aprendizaje de las lenguas y la retórica través de la Facultad de Lenguas.

año 1658 en que nació hasta el día en que las escribe […] a 11 de febrero de 1713. Citado por José DEL REY FAJARDO y Germán MARQUÍNEZ. Breve tratado del cielo y los astros del M. Javeriano Mateo Mimbela (1663-1736). Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana (2004) 88.

Biblioteca Nacional de Colombia. Libros raros y curiosos. Mss. 130. Joseph ORTIZ Y MORALES. Observaciones curiosas y doctrinales que ha hecho en su vida política desde el día 11 de febrero del año 1658 en que nació hasta el día en que las escribe […] a 11 de febrero de 1713. Citado por José DEL REY FAJARDO y Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve tratado del cielo y los astros del M. Javeriano Mateo Mimbela (1663-1736), 88.

Ratio Studiorum. “Reglas del Rector”. Regla 16 [83].

Ratio Studiorum. “Reglas del Rector”.

José DEL REY FAJARDO. “El director de estudios superiores (o canciller) en la Universidad Javeriana colonial”. En: José M.ª GUIBERT UCÍN (Coord.). Cooperativismo, Empresa y Universidad. In memoriam de Dionisio Aranzadi Tellería SJ. Bilbao, Universidad de Deusto (2010) 345-359.

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De esta suerte se estatuyen dos direcciones netamente diferenciadas: el Prefecto de los Estudios Superiores,37 y el Prefecto de los Estudios Inferiores,38 quien en lo académico dependía del primero.39 Según la Ratio, el Director de Estudios debía ser “persona notablemente versada en letras, que sobresalga por el buen celo y juicio en lo que se le ha de encomendar”.40 Su misión: “ordenar debidamente los estudios y regir y gobernar nuestras escuelas […] de modo que los que las frecuentan aprovechen lo más posible en probidad de vida y en buenas artes y doctrina a gloria de Dios”.41 Como primera medida debía “familiarizarse” con la Ratio Studiorum y verificar que su normativa fuera cuidadosamente observada por profesores y alumnos. Debía de ser el moderador en las disputas de los profesores de las facultades mayores así como presenciar los actos generales y las conclusiones propias bien de los filósofos, bien de los teólogos. Con los catedráticos debía reunirse mensualmente, ser fiel custodio de la seriedad en los exámenes y observar se cumplieran las normas para los actos públicos y privados de filosofía. Otra de las misiones consistía en estar en continua preocupación por los libros y la biblioteca.42 Debemos confesar que los Directores de Estudios de la Javeriana fueron en general hombres muy cualificados y todos provinieron de la Facultad de Teología. Aunque recogeremos sus nombres más adelante, merece la pena destacar al P. Jerónimo Escobar, el mejor teólogo de la Javeriana colonial que llena casi 40 años de docencia universitaria.43 Simón Vinans, belga, enriquecería el claustro javeriano con su experiencia europea en la dirección de las juventudes neogranadinas.44 Y el último sería el P. Juan Francisco Granados, quien encontraría la muerte, cerca de Honda, cuando se veía obligado a marchar al destierro por la expulsión decretada por Carlos III.45

José DEL REY FAJARDO. “Reglas del Prefecto de Estudios”. En: La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica. Caracas, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia (1979) 179-185.

DEL REY FAJARDO. “Reglas del Prefecto de los Estudios Inferiores”. En: La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica, 218-229.

DEL REY FAJARDO. “Reglas del Prefecto de los Estudios Inferiores”. Regla 2. En: La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica, 218-219.

Ratio Studiorum. “Reglas del Prepósito Provincial”. Regla 2 [2].

Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de Estudios”. Regla 1 [92].

Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de Estudios”. Son 30 reglas y van del 92 al 121.

Véase: José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 103-106.

Véase: José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 354-355.

Véase: José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 93-95.

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Para el lector interesado en conocer todo el elenco de profesores universitarios de la Casa del saber jesuítico santafereño, nos remitimos a nuestro libro Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial.46 Cabe mencionar al Prefecto de los Estudios Inferiores, es decir, la Facultad de Lenguas, que en nuestra terminología moderna equivaldría al decano de la mencionada facultad. Así pues, dentro de lo que denominaríamos el organigrama organizacional, los estudios de gramática y retórica mantenían una estructura académica propia. El responsable directo era el Prefecto de los “Estudios inferiores” y, en el caso del Nuevo Reino de Granada, de él dependían los dos profesores que enseñaban los estudios humanísticos,47 así como el maestro de humanidades exclusivo para los estudiantes jesuitas.48 A ellos es lógico pensar que se unía el catedrático de lengua chibcha.49 La figura y el perfil del Prefecto de los Estudios Inferiores está trazado con precisión en las Reglas respectivas de la Ratio Studiorum.50 La cadena jerárquica estaba perfectamente delimitada: en lo disciplinar dependía directamente del Rector pero en lo académico estaba subordinado al Prefecto General.51 En cuanto a la metodología que debía seguir, estaba totalmente pautada en la Ratio Studiorum52 y por consiguiente debía conocer todas las Reglas que regían la Facultad, así como las relativas a los Profesores al igual que las de los alumnos, para que fueran observadas “con esmero”.53 El criterio fundamental consistía en la observancia rigurosa del método para que garantizara la continuidad de la enseñanza frente “al cambio frecuente de maestros”.54

José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial. Bogotá, CEJA, 2002.

Pedro DE MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús, 31: “abrió dos escuelas y puso dos maestros que desde sus principios hasta ahora enseñan la lengua latina a la juventud”.

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APT. Fondo Astráin, 18. Ordenes antiguas, que por orden de N. R. P. Lorenzo Ricci, ya no están en uso y deven guardarse en el archivo. “Instrucción para el Seminario de nuestros Hermanos humanistas, dispuesta y mandada observar por el Padre Diego Francisco Altamirano, Visitador, y Vice Provincial del Nuevo Reyno y Quito de la Compañía de Jesús en la visita de 9 de Junio de 1689”, fol. 52.

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José DEL REY FAJARDO. La Universidad Javeriana, intérprete de la “otredad” indígena (siglos XVIIXVIII). Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 2009.

Eusebio GIL CORIA (Edit.). La pedagogía de los jesuitas, ayer y hoy. Madrid, Universidad de ComillasConedsi (2002), nº. 235-293. [En adelante citaremos: Ratio Studiuorum, “Reglas…”, y número].

Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios Inferiores”, 236.

Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios Inferiores”, 236.

Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios Inferiores”, 238.

Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios Inferiores”, 239.

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El Secretario era a la vez Notario Apostólico y no era jesuita.55 El n.º 38 de los Estatutos establecía que “el estilo común de la Universidad ha sido el que el Secretario de ella sea secular” y si alguno de los graduados optara por este cargo “lo podrá ser, y se nombrará según el estilo de la misma Universidad”.56 Entre sus obligaciones estaba la de llevar tres tipos de registros. El primero era el Libro de matrícula en el que se inscribían los nombres de “los que hubieren de oír facultad”. El segundo servía para anotar los nombres de los que se graduaban, anotando los exámenes, examinadores “con el día, mes y año” y qué “actos hizo para graduarse”, y ello le obliga a estar presente en todo el proceso académico del graduando. En otro registro se debían anotar los no aprobados “y por cuanto tiempo se les dilato el grado”.57 También expedía los títulos. Una figura silenciada hasta el momento fue la del “Pasante” o “Recolector”, que venía a ser como un profesor adjunto al catedrático de Artes. *** En este apartado debemos hacer mención de los mundos culturales internacionales de los catedráticos javerianos, pues se trata de una vertiente intelectual poco explorada hasta el momento. La identidad jesuítica universal, para ser genuina, debía encarnarse en la identidad local de acuerdo con los tiempos, lugares y personas. Y ese proceso lo vivieron las Provincias del Nuevo Reino, Quito, Perú, Chile y Paraguay en la Sudamérica hispana, pues la criollización integró en visiones americanas la mezcla de jesuitas españoles, europeos y criollos. Una de las características que distinguió la biografía de la Universidad Javeriana colonial fue la diversidad de mundos culturales y de nacionalidades que enriquecieron su claustro. A fin de poder entender la pluralidad de formas de pensar en el mundo y las ciencias enseñadas en la Javeriana colonial, contabilizamos las siguientes estadísticas. El profesorado de la Facultad de Lenguas estuvo compuesto por 96 maestros que se distribuyen de la siguiente manera: españoles, 41; colombianos, 35; italianos, 7; venezolanos, 3; alemanes, 2; ecuatorianos, 1; peruanos, 1; dominicanos, 1; flamencos, 1; malteses, 1; belgas, 1 y yugoeslavos, 1.

Fórmula de graduar […], &. 1.

Citado por José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810), 656.

Fórmula de graduar […], &. 26. En: José DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica, 315-324.

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En la Facultad de Artes tenemos noticia de 47 maestros que impartieron esta disciplina, de los que 24 fueron colombianos, 20 españoles, 2 italianos y 1 ecuatoriano58. En esta enumeración no está incluido el P. Dennis Mesland, discípulo de Descartes y fue quien fue el primero en enseñar las doctrinas cartesianas en tierras americanas.59 El claustro de la Facultad de Teología estuvo configurado por aproximadamente 66 catedráticos distribuidos de la siguiente manera: 27 colombianos, 30 españoles, 2 italianos, 1 irlandés, 1 austriaco, 1 bávaro, 2 ecuatorianos, 1 peruano y 1 belga. De los 66 profesores, 32 (casi el 50 %) se habían desempeñado antes como catedráticos de Filosofía. Los estudios superiores los llevaron a cabo: 33 en la Javeriana, 13 en España, 3 en Quito, 2 en Italia, 1 en Bélgica, 1 en Austria, 1 en Baviera; 4 compartieron su formación en España y en la Javeriana, y 1 en España y Quito. Si atendemos al lugar donde recibieron la formación filosófico-teológica la totalidad de los maestros que enseñaron estas disciplinas en Bogotá observamos que: 44 se formaron en la propia Universidad Javeriana, 21 en España, 11 parte en España y parte en Colombia, 2 parte en España y parte en Quito, 3 en Italia, 3 en la capital ecuatoriana, 1 en Alemania, 1 en Austria y 1 en Bélgica. Y si incluimos el Proyecto Orinoquia como extensión científico-cultural de la Javeriana, observamos que intervinieron aproximadamente 150 jesuitas provenientes de las más diversas nacionalidades,60 que consagraron sus vidas a la promoción de un puñado de naciones, exiguas en habitantes, dispersas en una geografía inhóspita, divididas por lenguas diferentes y en un estado cultural que se puede considerar como protohistórico. Sin embargo, todos ellos habían estudiado en reconocidos centros del saber las carreras de humanidades, filosofía y teología.61 Y fueron seleccionados con el criterio de que pudiesen responder a los grandes problemas planteados por la colonización y promoción humana de los hombres de las grandes selvas. Hubo Rectores de la Universidad Javeriana de Bogotá,62 Profesores ilustres de la misma Academia63 así como pensadores como Gumilla y

Véase: José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial.

José DEL REY FAJARDO y Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Denis Mesland amigo de Descartes y maestro javeriano (1615-1672). Bogotá, CEJA, 2002.

Nacionalidad de los misioneros: españoles: 65 (42,48%); neogranadinos: 47 (30,72); italianos: 18 (11,76); alemanes: 10 (06,54); belgas: 5 (03,27); franceses: 3 (01,96); austríacos: 2 (01,31); bohemios: 2 (01,31); yugoeslavos: 1 (00,65). Total: 153.

Véase: José DEL REY FAJARDO. “El mundo intelectual y simbólico del misionero orinoquense”. En Estudios Eclesiásticos. Madrid, n.º 287 (1998) 591-619.

Los PP.: Francisco Álvarez (1682-1684); Fernando Monterde (1697-1698); Mateo Mimbela (17201721; 1729); Pedro Fabro (1752-1754); Manuel Román (1761-1763); Domingo Scribani (1763).

José DEL REY FAJARDO. “Filósofos y teólogos jesuitas en la Venezuela colonial”. En: Montalbán. Caracas, n.º 3 (1974) 7-51. Para el resto de las citas nos remitimos a nuestro libro: Los jesuitas en Venezuela. Tomo II: Los hombres. Caracas-Bogotá, 2007.

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Gilij, aventureros como Miguel Alejo Schabel, exploradores como Manuel Román, y hombres, en fin, que entendieron la locura de la evangelización con la entrega que exigían los tiempos del barroco. Al estudiar el ámbito de los mundos culturales también es conveniente hacer mención de los miembros de la Compañía de Jesús que se educaron, fundamentalmente, en universidades europeas y algunos en las hispanoamericanas. En la mera enumeración señalamos: El Colegio Romano o Universidad Gregoriana de Roma, el centro estrella de los jesuitas de 1550 a 1773;64 el Colegio Imperial de Madrid (1560-1767);65 Colegio Luis le Grand de París (1563-1764);66 la Universidad de Cervera;67 el colegio de Villagarcía de Campos;68 el Colegio de Nobles de Calatayud;69 el Colegio San Hermenegildo de Sevilla, 70 y la Casa de Formación de Villarejo de Fuentes (1567-1767).71 Del ámbito alemán nos consta de la formación recibida en la Universidad de Ingolstadt.72 Del mundo hispanoamericano también hicieron acto de presencia egresados del colegio San Pablo de

Mario COLPO. “Colegio Romano (Universidad Gregoriana desde 1873)”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, I (2001) 848-850.

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Lima73, de la Universidad Gregoriana de Quito74 y de forma indirecta del Colegio de San Pedro y San Pablo de la ciudad de México.75 En otros casos solo nos ha llegado la noticia de los colegios en donde desarrollaron su docencia de humanidades, como en el caso de Ignacio Toebast en los colegios de Brujas y Gante76, o del catedrático Simón Vinans, que venía de enseñar Gramática en el colegio de Courtai y Humanidades y Retórica en Dunquerke,77 o el de Antonio Meislz que desarrolló idénticas funciones en Zagreb y Pósega.78 III. Las actividades curriculares El proceso de admisión De acuerdo con las exigencias reglamentarias que imponía en todo el mundo la vigencia de la Ratio Studiorum (1599) para las instituciones educativas jesuíticas, se debían observar las siguientes normas.79 El candidato a la Facultad de Lenguas debía ser presentado por sus padres o representantes o alguna persona conocida. Pero se deja constancia que “no se excluya a nadie por ser de condición humilde o pobre”.80 También se especifica el modo cómo debe realizarse el examen de admisión.81 Una vez cumplidos estos requisitos les mostraban las reglas de los estudiantes “para que se enteren de cuál debe ser su comportamiento”. Y a continuación había que registrarlos en el “Libro de matrículas” en el

Luis MARTÍN. La conquista intelectual del Perú. Barcelona, Editorial Casiopea, 2001.

José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito 1570-1774. Quito, Editorial Ecuatoriana, 1941-1943.

Ignacio OSORIO ROMERO. Colegios y profesores jesuitas que enseñaron latín en Nueva España (1572-1767). México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1979.

J. F. KIEKENS. Un mártir gantés. Ignacio Toebast de la Compañía de Jesús. Su vida y su martirio 1648-1684. Lovaina, Imprenta Charles Peeters. Rue de Namur, 22. 1888. Traducción castellana en: José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos relativos a la Historia de la Compañía de Jesús en Venezuela. Caracas, Academia Nacional de la Historia, III (1974) 230.

Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jésus, VIII, 1305. Recomendamos para la consulta el excelente libro de Willem AUDENAERT. Prosopographia iesuitica belgica antiqua. Leuven-Heverlee, Filosofisch en Theologisch Collage S J., 2000, 4 vols.

Ladislaus LUKÁCS. Catalogus Generalis seu Nomenclator biographicus personarum Provinciae Austriae Societatis Iesu (1551-1773). Roma, Institutum Historicum S.I., II (1987-1988) 989-990.

Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios Inferiores”, 9, 10 y 11.

Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios Inferiores”, 9 [252].

Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de Estudios Inferiores”, 10 [253]: “pregúnteseles qué estudios han hecho y hasta qué punto; después mándeles escribir por separado una tarea con tema fijo; interrógueles asimismo sobre algunos preceptos de las asignaturas que hayan estudiado; propóngales algunas frases breves, bien para pasarlas al latín, o bien, si fuere conveniente, tomadas de un autor con el fin de interpretarlas”.

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que debía constar “su nombre, apellido, origen, padres o los que hacen sus veces, y si alguno de los discípulos conoce su domicilio; y anote el día y año en que cada uno fue admitido”.82 Es de lamentar que con la expulsión de los jesuitas en 1767 del imperio español, desaparecieran esos valiosos documentos tan importantes para reconstruir la vida intelectual y social del universitario neogranadino. También se precisaban los límites del ingreso. “De ordinario no se admita para la última clase ni jóvenes ya mayores, ni niños demasiado tiernos, a no ser que sean extraordinariamente capaces; aun en el caso de [que] sólo sean enviados para una buena educación”.83 Para el caso del registro de la matrícula del alumno ya regular en las diversas facultades hablaremos más adelante. A todo ello se unía un capítulo un poco desagradable como era el de las “informaciones” que se requerían para ingresar en cualquier Colegio Mayor, bien fuera de la metrópoli bien de las Indias. En verdad el estatuto de “limpieza de sangre” era un instrumento jurídico por el que se excluía de muchas corporaciones y territorios en España a los descendientes de judíos, moros y penitenciados por la Inquisición “por creerlos infames y no firmes en la fe”.84 Este tema de los “cristianos nuevos”85 levantó agitadas polémicas tanto en el campo de las nuevas nacionalidades como dentro de la Iglesia. También dentro de la Compañía de Jesús ocasionó grandes confrontaciones, pues la visión del fundador de la Orden era integracionista y así lo practicaron sus tres primeros Superiores Generales. Sin embargo, la elección como 2º General del P. Diego Laínez sentó mal a la corte española por sus ancestros judíos y, en Portugal, Francisco de Borja tuvo que echar para atrás algunos nombramientos de cristianos nuevos por presión del cardenal Infante don Enrique y del obispo de Coimbra.86 Pero la Congregación General V (decreto 52) excluía del Instituto por el “estatuto de limpieza de sangre” a los cristianos de origen judío y musulmán, contra lo que había sido habitual desde la fundación de la Compañía.87 En el fondo se puede afirmar que había explotado la cuestión de la integración o exclusión de lo “diferente” en la Compañía de Jesús, o como señala Borja Medina, se había impuesto la dialéctica de la

Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios Inferiores”, 11 [254].

Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios Inferiores”, 12 [255].

R. GONZÁLVEZ. “Limpieza de sangre”. En: Quintín ALDEA VAQUERO. Diccionario de Historia eclesiástica de España. Madrid, Instituto Enrique Florez, II (1972) 1297-1298.

Jerome AIXALÁ y José ESCALERA. “Cristianos nuevos”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, II (2001) 1004-1005.

Jerome AIXALÁ y José ESCALERA. “Cristianos nuevos”, II, 1003.

Jerome AIXALÁ y José ESCALERA. “Cristianos nuevos”, II, 1002-1005.

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“exclusión-integración del otro”88 y, como consecuencia, la marginación de las minorías provenientes de culturas o grupos socio-religiosos, dentro de la iglesia católica, pero diferentes del tipo tradicional europeo, en especial los llamados nuevos cristianos, esto es: los cristianos descendientes de judíos o musulmanes bautizados a fines del siglo XV y principios del XVI. En el mundo americano se añadirían otros nuevos elementos como si el pretendiente o sus ascendientes “eran limpios de la raza de indio y negro esclavo”.89 Sin embargo, tenemos la impresión de que todos estos impedimentos se aplicaban a los seminaristas y a los convictores porcionistas, pero no a los manteístas que también formaban parte del claustro. A las puertas de la Facultad de Artes de la Academia Javeriana se acercaban anualmente candidatos de las más variadas procedencias. El primer grupo provenía del Colegio Máximo de la Compañía de Jesús y estaba constituido por los jesuitas que habían concluido sus estudios de retórica. El segundo correspondía al Colegio Mayor de San Bartolomé y, en general, habían seguido sus cursos en la Facultad de Lenguas. El tercero lo formaban miembros de algunas órdenes religiosas, como los agustinos, que buscaban su acreditación en las aulas jesuíticas. Finalmente, hay que tener en cuenta a los jóvenes tanto santafereños como los que habían abandonado sus hogares del ámbito neogranadino y soñaban con su promoción humana e intelectual en la Academia de San Javier. A la Facultad de Artes se accedía mediante un examen que garantizara el dominio del latín pues todavía la lengua del Lacio era el idioma universal de la cultura y de la ciencia en el mundo occidental. A través del testimonio del colegial José Ortiz Morales conocemos la naturaleza de este examen. Había que tener al menos 12 años de edad90 y ciertamente no era fácil la prueba pues al joven Ortiz se le pidió que “construyera” una epístola de San Jerónimo. “Construir” en gramática “es traducir literalmente una lengua en otra”.91 En esta oportunidad se trataba de pasar del castellano al latín

Francisco BORJA MEDINA. “La dialéctica integración-exclusión del otro en la Compañía de Jesús: la cuestión criolla en los territorios de la antigua Provincia del Perú”. En: Jesuitas. 400 años en Córdoba. Congreso Internacional. 21 al 24 de setiembre de 1999. Córdoba-Argentina. Córdoba, Universidad Nacional de Córdoba-Universidad Católica de Córdoba-Junta Provincial de Historia de Córdoba, III (1999) 443-471.

Puede verse un resumen en: William JARAMILLO MEJÍA. Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 51-53.

William JARAMILLO MEJÍA. Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 124.

REAL ACADEMIA. Diccionario de la lengua castellana, en que se explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las phrases o modo de hablar, los proverbios o refranes, y otras cosas convenientes al uso de la lengua. Madrid, en la Imprenta de la Real Academia Española, 1732. (Utilizamos la edición facsimilar. Madrid, Editorial Gredos, I [1969] 538).

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el texto seleccionado por el profesor para proceder después a comparar la composición del examinando con el original latino.92 Aunque la Facultad de Jurisprudencia inició sus actividades en 1706 y debía regirse por sus propios Estatutos, en el artículo 1º definen éstos claramente su criterio: “la catedráticos y discípulos, que cursaren estas facultades deben arreglarse a los Estilos, y costumbres antiguas de dicha Universidad en lo común, observando en particular las constituciones que para mejor régimen se expresan aquí”.93 El requisito de admisión consistía en un examen de latinidad en el “que conste de la suficiencia por aprobación del Maestro de humanidad que la enseña en el Colegio de la Compañía de Jesús de dicha ciudad de Santa Fe”.94 Y más adelante añaden los Estatutos una nueva exigencia: haber estudiado los cursos de filosofía y “a lo menos no se le permita entrar […] sin haber concluido el primer curso entero de Lógica”.95 No podían ser admitidos “los que tienen tacha de infamia por Derecho”.96 Y dentro del recinto universitario no le será a nadie “permitido usar armas, ni cursar si no es en traje decente según lo establecido en esta Universidad por las otras facultades”.97 Asimismo, los que se hubieren graduado en teología se les otorgará equivalencia de estudios por las cuatro materias morales y por ello se “les dispensará un año, o la mitad del tiempo de la pasantía con intervención de gobierno superior para percibir los grados de Licenciado o Doctor”.98 La matriculación debía realizarse desde el inicio del curso hasta el día 4 de noviembre “poniéndose la partida en el libro de matrículas firmada del contenido, y autorizada del Secretario de esta Universidad, para que de ello conste”. Sin embargo, “en caso de impedimento, enfermedad o ser forastero”, la etapa de matriculación se extendía, con permiso del Rector, “hasta mediado de diciembre, y no más, para que queden seis meses enteros

José DEL REY FAJARDO y Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve tratado del cielo y los astros del M. Javeriano Mateo Mimbela (1663-1736),87.

Estatutos, [1]. Los Estatutos se encuentran en: José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810), 757-766.

Estatutos, [5]. En: José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810), 758.

Estatutos, [12]. En: José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810), 759.

Estatutos, [8]. En: José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810), 759.

Estatutos, [9]. En: José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810), 759.

Estatutos, [11]. En: José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810), 759.

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de lición”. Esta obligación era anual, ya que “sin la cual matrícula no se puede ganar curso”.99 El último paso consistía en el registro de la matrícula. El alumno debía presentar ante el Secretario de la Universidad la cédula correspondiente emitida por el Prefecto de Estudios y el certificado de los estudios anteriores aprobados para asentarlo en el “Libro de matrículas”. Cada estudiante debía abonar medio real.100 El tiempo hábil para inscribirse era todo el mes de octubre hasta el 4 de noviembre.101 También la asistencia a clase se prescribía como obligatoria, a fin de poder “ganar un curso”, y esta exigía por lo menos “seis meses de lecciones enteras”. El certificado correspondiente debía estar garantizado por el testimonio escrito y firmado de los catedráticos, “con el reconocimiento de los cuadernos que hubieren escrito aquel año, los cuales rubricará también con expresión del discípulo, que los manifestó”. A ellos habrá que anexar las certificaciones de “dos condiscípulos por testigos, que con juramento depongan haberle visto cursar por lo menos los seis meses íntegros”. Y el secretario pondrá noticia autorizada en el libro respectivo.102 La jornada diaria en la Universidad Javeriana Se puede aseverar que el alumno javeriano estaba sometido a un metódico e intenso ritmo de trabajo intelectual. De facto podemos afirmar que diariamente dedicaba, al menos, un promedio de siete horas diarias de actividad dentro del aula pues así se deben contabilizar cuatro horas de clase, dos de repetición y una de argumentación. Si nos dejamos guiar por la distribución de los colegiales bartolinos, podríamos establecer el siguiente horario. La campana del Colegio sonaba a las 5 de la mañana y a las 5,30 debía hacer acto de presencia en la capilla para hacer quince minutos de meditación. A las 5,45 iniciaba una hora y cuarto de estudio privado. El desayuno se servía a las 7 de la mañana y de inmediato pasaba a la Universidad. Regresaba al Colegio a las 10,30 para dedicar media hora al estudio privado. A las 11 se servía el almuerzo y durante todo el tiempo se leía un

Estatutos, [6]. En: José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810), 758.

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ARSI. N. R. et Q., 17, fols. 342-343v. Fórmula para graduar los estudiantes que cursan en el Colegio de la Compañía de Jesús de Santa Fee […], n.º 26. En: La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica, 322.

Estatutos, [6]. En: José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810), 758.

Estatutos, [7]. En: José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810), 758-759.

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libro instructivo. Seguía después un espacio de recreación. A las 13 horas debía dedicar una hora al estudio. Volvía a la Universidad a las 14 horas hasta las 17. Concluidas sus clases atravesaba la carrera 6ª para tomar su merienda y descansar hasta las 18 horas. Se abría un nuevo espacio para el estudio personal hasta las 19 horas, pero con la particularidad de que a continuación debía dedicar treinta minutos a la repetición de las lecciones escuchadas en las aulas a lo largo del día. A las 19,45 pasaba al comedor para la cena y de seguidas disfrutaba de un recreo. A las 21 horas sonaba la campana para acostarse pero previamente debía visitar la capilla para realizar un balance de sus diversas actividades practicadas a lo largo de la jornada. A las 21,15 todas las luces del Colegio debían estar apagadas.103 El horario de la Facultad de Jurisprudencia lo fijaban los Estatutos con toda claridad. Prima de Cánones de siete y media a nueve de la mañana con la siguiente distribución: “media hora de lición, media de explicación y media de poste”. La Prima de Leyes de nueve a diez y media con la misma reglamentación que la anterior. La de Instituta de tres a cuatro de la tarde y la segunda de Cánones de cuatro a cinco “con lición y explicación como las demás”.104 Y para obtener grado en Cánones se necesitaban “cinco cursos y en leyes siete”.105 Sin embargo, cada Facultad se regía por los criterios que imponía el currículum correspondiente. En Artes el curso debía durar, por lo menos, tres años con dos horas diarias de clase, una por la mañana y otra por la tarde.106 La “Praxis” concretará que la matutina se desarrollaría de 9,30 a 10,30 y la vespertina de 2,30 a 3,30. Sin embargo, durante el primer año la duración de la clase debía ser de 9 a 10,30.107 Por la tarde, y todos los días, había que dedicar una hora a las “conferencias que llaman repeticiones” y que se extendían desde las 3,45 hasta las 4,45. Y la Praxis establece: En entrando repite uno la lección, especialmente la próxima [pasada] por espacio de un cuarto de hora, [en] los tres cuartos siguientes se ponen

José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810), 353-357.

Estatutos, [15]. En: José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810), 760.

Estatutos, [13]. En: José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810), 759-760.

Ratio Studiorum, [206].

Praxis de los estudios, cap. 2, p. 280. En: José DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica. Caracas, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, 1979.

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argumentos, respondiendo uno o dos o más de ellos, y el tiempo que sobre se gasta en poner dudas al que preside.108

Sin embargo, para los alumnos del primer año se añadían por la noche y tres veces por semana idéntica metodología, y eran presididos bien por un Maestro, bien por un estudiante de Teología.109 Para entender la importancia que la pedagogía jesuítica asignaba a la “repetición”, es necesario partir del supuesto de que esta actividad era el primer eslabón en una serie de ejercicios mixtos que debían llevar a cabo el profesor y el alumno. Bertrán Quera dirá que la repetición se fundamenta en el binomio enseñar-aprender “como unidad didáctica conjugada” y la definirá como “un proceso de aprendizaje programado con rigor y de modo sistemático, para mejor asimilar y personalizar lo aprendido”.110 El currículum de la Facultad de Teología duraba cuatro años y la docencia era cubierta con cuatro profesores: dos de teología dogmática, que se denominaban de Prima y de Vísperas respectivamente, uno de teología moral y otro de Sagrada Escritura. El maestro de Prima dictaba su clase de 8,15 a 9,15; el de Vísperas de 9,30 a 10,30. Por la tarde se desempeñaban tanto el maestro de Lengua índica de las 14 a las 14,30 así como los de Teología moral de 14,30 a las 15,30, y a continuación el catedrático atendía a los alumnos con la figura que en aquellos tiempos denominaban como el “poste”, que se reducía a resolver las preguntas de los alumnos. De las 15,35 a las 16,45 se dedicaban a la “conferencia”. De 17,15 a 18 “argüir con sus compañeros”. Y de 18 a 18,30 a “preguntar a sus Maestros y no en otra hora”.111 El calendario universitario Las actividades docentes en la Universidad Javeriana se iniciaban el 18 de octubre, día de San Lucas, y concluían el 30 de julio, víspera de la solemnidad del fundador de los jesuitas.112 El calendario escolar lo conocían los alumnos desde el comienzo de sus labores educativas. Los días de fiesta señalados eran los siguientes. En octubre: San Simón y Judas, apóstoles. Noviembre: La fiesta de todos los Santos y San Andrés Apóstol. Diciembre: San Francisco Javier; la Inmaculada Concepción; Santo Tomás apóstol; la Natividad de Nuestro Señor; San

Praxis de los estudios, cap. 4, p. 284.

Praxis de los estudios, cap. 4, p. 284.

Miguel BERTRAN QUERA. “La pedagogía de los jesuitas en la Ratio Studiorum”. En: Paramillo. San Cristóbal, 2-3 (1984) 212.

Praxis de los estudios, cap. 3, p. 281-282. Para el Pensum: José DEL REY FAJARDO. Los precursores de la ‘Sociedad del conocimiento’ en la Javeriana colonial. Bogotá, Editorial El Búho (2010) 289-302.

Praxis de los estudios, cap. 1, p. 279.

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Esteban protomártir; San Juan apóstol y evangelista; los Santos Inocentes y San Silvestre papa. Enero: la circuncisión y epifanía del Señor. Febrero: la Purificación de Nuestra Señora; San Matías apóstol. Marzo: Santo Tomás de Aquino; San Gregorio Magno, patrón de la Universidad; San José; la Anunciación de Nuestra Señora. Abril: nada. Mayo: San Felipe y Santiago apóstoles; La Invención de la Santa Cruz. Julio: Santiago apóstol; Santa Ana, madre de Nuestra Señora; nuestro Padre San Ignacio. A ellos había que añadir: 3 días en la Pascua de Resurrección; el día de la Ascensión del Señor; 3 días en la Pascua del Espíritu Santo; los días de la Santísima Trinidad y Corpus Christi, y 4 días de Navidad.113 Los Estatutos de la Facultad de Jurisprudencia son más escuetos y se reducen a recordar que el tiempo de cursar “será desde el mes de octubre el día después de San Lucas, hasta el fin de julio, y las vacaciones serán los meses de agosto, septiembre y octubre, Pascuas, Semana Santa, jueves y domingos según el estilo”.114 La apertura del año escolar revestía siempre una gran solemnidad. La “lectio inauguralis” que allí se la designaba como “renovación de estudios” debía ser pronunciada por alguno de los Maestros del claustro. Y la norma de selección era la siguiente: la primera opción recaía sobre el catedrático que se iniciaba en la Facultad de Filosofía y los dos años siguientes correspondía al Profesor nuevo en la docencia de las ciencias sagradas y, en última instancia, era el Maestro de Humanidades de la Facultad de Lenguas quien asumía la responsabilidad. Suponemos que a partir de 1706 también los catedráticos de cánones se involucrarían en esta misma responsabilidad. Concluido el discurso, el orador anunciaba el elenco completo de las materias y profesores que regirían la docencia en ese año. Y para que la ciudad fuera testigo de este compromiso anual se invitaba a las personalidades capitalinas: al arzobispo, al presidente y oidores, personajes importantes y representantes religiosos de otras entidades educativas.115 Aunque tratamos en capítulo aparte la metodología de las ciencias que se enseñaban en la Universidad Javeriana, juzgamos que es interesante hacer referencia aquí al método adoptado por los maestros. El profesor la iniciaba con la prelección y se guiaba por el método escolástico. Enunciaba la tesis que iba a explicar y la enmarcaba en una breve introducción. Pasaba después a definir y explicar los conceptos fundamentales. Enumeraba luego los adversarios, es decir, los principales autores que no comulgaban con la tesis propuesta. Una vez clarificado el verdadero

Praxis de los estudios, cap. 11, p. 290-291,

Estatutos, [4]. En: José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810), 758.

Praxis de los estudios, cap. 2, p. 280.

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planteamiento del problema, pasaba a presentar los argumentos que sostenían su proposición y concluía resolviendo las objeciones de los contrarios. Pero el lector moderno no debe olvidar que en el Nuevo Reino la imprenta se introduciría en 1738116 y, por lo tanto, los textos que debían utilizarse en la Universidad eran totalmente inasequibles a los estudiantes. De ahí que el ritmo de las clases fuera más lento que en otros lugares privilegiados de Europa. Lo anteriormente dicho explica el modus operandi que seguían los profesores tanto en Quito como en Bogotá. “Escriben media hora al principio, explícase un cuarto, vuelven a escribir otro cuarto de hora, la media hora que resta hacen ejercicio”.117 Esta metodología, lenta y cansona, hacía que algunos estudiantes escribieran en sus respectivos apuntes notas curiosas que no dejan de llamar la atención del lector. A veces ofrecen informaciones de lo que acaba de suceder en la ciudad como, por ejemplo, el eclipse solar que se presenció en Bogotá el 23 de agosto de 1691,118 o la fecha de la muerte del arzobispo Quiñones: el 21 de octubre de 1736.119 En otras oportunidades emiten su opinión sobre los profesores120 o se permiten con buen ingenio interpolar sus glosas poéticas: Tu philosófico argumento / Solo tu FERRARO, aumentas / Que solo admiten tus cuentas / En tus números aumento: / Sobre todo vuestro intento / En que tan alto subiste / Tu mismo a ti te excediste; / Porque no pudiera en suma / Remontarse agena pluma / Sobre lo que tu escribiste.121

En verdad, la aspiración de la Ratio era otra pues insistía en el principio: “es de desear que no se dicte”, y añade: “de todas maneras el dictado se haga no deteniéndose en cada palabra, sino como un solo aliento; y si

Véase un resumen en Juan Manuel PACHECO. Historia eclesiástica. Tomo II: La consolidación de la Iglesia. Siglo XVII. Bogotá, Historia Extensa de Colombia, vol. XIII (1975) 316-318. Aníbal CURREA RESTREPO. “La Imprenta en Santafé de Bogotá”. En: Boletín de Historia y Antigüedades. Bogotá, 24 (1937) 197-231.

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Praxis de los estudios, cap. 4, p. 282.

Biblioteca de la Academia de la Historia. Ms. 149. PHYSICES Tractatus P. R. P. Matheum Mimbela Societatis IESV dignissimum philosophicae Cathedrae Praeceptorem Huius Xaverianae Accademiae Civitatis Sanctae Fidensis. Die vigessima Mensis Octobris. Anno a Nativite (sic) 1693. Quaestio quarta, n.º 51*.

Archivo de la Academia Colombiana de la Historia. Pater Ludovicus Chacon in Methapysicam, fol. 10v.

Biblioteca General de la Universidad de Antioquia. Sign. 162. Francisco TRIAS. Physica, fols. 124-125: “El R. P. Francisco Trias fue mi maestro en Filosofía, Directísimo. El P. Choprena en Teología, maestro de primera. Eruditísimo. El P. Balzátegui en Cátedra de Vísperas […] Meritísmo (Regente de Estudios). El P. Balls y el P. Vergara de Moral. Ingeniosísimos. El P. Benabent en Escritura. Pertísimo. González”.

Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 153, fol. 157.

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conviniere, repitan las mismas palabras; y no dicten toda la materia para explicarla después, sino que alternativamente dicten y expliquen”.122 Concluida la tarea de la “lección”, había que dedicar la última media hora al ejercicio que consistía o en repasar lo escuchado con un compañero o en acudir al profesor (que en la jerga estudiantil denominaban “el poste”) para resolver dudas.123 También hay que reconocer que el alumno que provenía de las aulas jesuíticas se había ejercitado ampliamente en los más variados sistemas que se practicaban en este interesante ejercicio.124 Los exámenes Las fechas en que se desarrollaban en el Nuevo Reino eran “a primeros de octubre” y entre las razones aducidas los cronistas observan que “los que han quedado cortos aquel año, tienen más tiempo de pasar las materias que han oído para dar buena cuenta de ellas”.125 Y en otro documento añaden: “y no se permitirá que pase el año sin examinarse, y menos que se examinen de dos años juntos”.126 A la hora de medir la actuación en los actos públicos de los más prominentes alumnos, se establecen las siguientes normas. Las mensuales “no sirven por examen”. Los que tuvieron conclusiones particulares quedan eximidos “si en ellas defendieron con satisfacción las materias que aquel año han oído”. Y si las conclusiones fueron generales “parece que excusan de este examen del año”.127 Sin embargo, las Órdenes para los Estudios precisan mejor la fecha hábil para poder obtener la exención: “si les hubieren de servir de examen no los podrán tener antes de diez u doce de junio de dicho año […] y después de tenido [el acto] proseguirán el cursar con los demás hasta acabar el año”.128 En las Órdenes para los Estudios se habla de que el Rector dará a los examinadores en un papel “el paradigma que está en el libro de los exámenes

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a todos los Profesores de las Facultades Superiores”, [130].

Praxis de los estudios, cap. 3, p. 282. “Poste”: lugar donde el Maestro después de las lecciones resuelve las dificultades que le proponen los discípulos.

Miguel BERTRAN QUERA. “La pedagogía de los jesuitas en la Ratio Studiorum”, 212-216.

Praxis de los estudios, cap. 8, p. 288.

Órdenes para los Estudios de la Provincia del Nuevo Reyno, & 15. (DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica, 312).

Praxis de los estudios, cap. 8, p. 288.

Órdenes para los Estudios de la Provincia del Nuevo Reyno, & 16. (DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica, 312). Y todavía añade más el texto: “y se advierte que en dichos actos que hubieren de servir de examen no comuniquen las cuestiones con los que les han de argüir, porque no les valdrá por examen, conforme al orden de nuestro Padre General”.

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de este Colegio en el folio 74”.129 Pensamos que esta observación es posible que se refiera a la forma como la Ratio Studiorum declara debe ser el examen de Metafísica: “vaya pasando por todas las materias principales, que el Prefecto a su tiempo y en secreto indicará a los examinadores”.130 En el examen de Filosofía, el jurado debía estar compuesto “por tres o más examinadores” y siempre deberán estar presentes el Prefecto y el examinador propio, y a ellos había que añadir dos catedráticos más nombrados por el Rector “de manera que haya un mínimo de cinco votos secretos, y conviene que todos guarden absoluto secreto sobre la votación”.131 Se estipula también que el examen “dure un mínimum de una hora”.132 Para los exámenes de Teología las normas se remiten a lo exigido “en el Libro de los Exámenes, folio 104, y más largamente en el decreto 37 de la octava Congregación General”.133 El procedimiento seguido se equipara al de los estudios de Filosofía. IV. Los actos académicos ordinarios y extraordinarios La rigidez docente de la semana se rompía con la vacación del jueves134 y con los actos literarios ordinarios, o internos, en que la Universidad convocaba a sus docentes y estudiantes para la confrontación y verificación de sus conocimientos;135 y los extraordinarios, o externos, en los que la Universidad abría sus puertas a los poderes públicos y culturales de la ciudad.136 Ya hemos hablado más arriba de la importancia y modo en que debía realizarse la repetición. En la Javeriana colonial se denominaba “conferencia” al ejercicio de la argumentación. Por espacio de un cuarto de hora se repetían los puntos fundamentales de las tesis que acababa de explicar el Maestro. De seguidas, en los tres cuartos de hora restantes, había que ejercitar la capacidad argumentativa de los estudiantes pues tenían que responder los argumentos propuestos por los propios compañeros. También el Profesor debía dedicar un tiempo en responder las dudas de los discípulos.137

Órdenes para los Estudios de la Provincia del Nuevo Reyno, & 7. (DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica, 310).

Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de Estudios”, [114].

Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de Estudios”, [111].

Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de Estudios”, [114].

Praxis de los estudios. Capítulo noveno, p. 288.

Ratio Studiorum, [63]. Praxis de los Estudios. Capítulo 5º. En: DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica, 284-286.

Ratio Studiorum, [97-102].

Ratio Studiorum, [103-105].

Praxis de los Estudios, 284.

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Cada semana se celebraba una discusión denominada “sabatina”,138 pues tenía lugar todos los sábados, y a la cual había que dedicar dos horas. Se tenían por la tarde de tres a cinco, menos en cuaresma ni cuando en la semana había habido algún Acto de Artes o Teología. Era un ejercicio en el que de forma alternativa actuaba una vez la comunidad de filósofos y otra la de los teólogos. Era obligación de los bedeles fijar la tarde anterior al acto un cartel en la puerta donde debían realizarse las sabatinas para conocimiento del público estudiantil.139 El que fungía de defensor debía exponer la tesis señalada durante un tiempo prudencial, y a continuación debía responder a las objeciones que le formulaban dos condiscípulos previamente señalados para esta acción.140 Por el protocolo deducimos que este tipo de disputas era muy concurrido por las personalidades eclesiásticas de Santafé. Por ello estaba regulado el tratamiento que debían dispensar bien a las autoridades universitarias presentes,141 bien a los contrincantes,142 bien a los que replicaban,143 bien a los condiscípulos no eclesiásticos.144 Su objetivo era doble: por una parte, se convertía en un excelente método para aquilatar la fuerza probativa de los argumentos y, por otro lado, ayudaba a esclarecer las posibles dificultades. Los protagonistas debían manejar con precisión la parte conceptual de los términos que iban a utilizar y además debían ajustar la discusión al imperio del silogismo. Sin lugar a dudas, la defensa y su impugnación exigían un ejercicio mental agudo y rápido.

Amplia información en: Praxis de los Estudios. Capítulo 10º. En: DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica, 289.

APT. Fondo Astráin, 18. Órdenes antiguas, que por orden de N. R. P. Lorenzo Ricci, ya no están en uso y deven guardarse en el Archivo. “Resulta de la visita de este Collegio de Santafé por el Padre Joseph de Madrid […] por el mes de septiembre de 1678”, n.º 25, fol. 38.

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Praxis de los Estudios. Capítulo 5º. En: DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica, 284-286.

Praxis de los Estudios, Capítulo 5º. Las venias eran de la siguiente manera. “Reverende admodum Pater Provincialis vel Visitator” si se encontraban presentes estas autoridades. Al Rector se dirigía de la siguiente manera “hujus collegii dignissime Rector ver Moderator” y al Prefecto “hujus Academiae sapientissime Praefecte”. Y al resto de los presentes: “Concio litteris et religiones praestans”.

Praxis de los Estudios, Capítulo 5º. El arguyente debía repetir el argumento del sustentante y si era jesuita sacerdote debía iniciar con “Religiosus Pater” y si era estudiante “sic religiosus Frater”. Si se trataba de un condiscípulo “ingeniosus condiscipulus” pero si era bachiller: “ingeniosus Bacchalaureus”, si Maestro: “Perdoctus Magister”, y si doctor “Sapientissimus Doctor”. Dentro del ámbito religioso, si era de otra Orden religiosa su tratamiento era “Religiosus Pater” pero si era Lector debía decir “Sapientissimus Magister”.

Si era arzobispo: “Illustrissimus Praesul”; si era el Deán de la catedral: “Dignissimus Dominus Decanus”; y si tenía el grado de Doctor: “Sapientissimus Dominus Doctor”. Para con los religiosos, si era Provincial “Reverendus admodum Pater Provincialis”; si su grado era de Maestro o Presentado: “Sapintissimus Pater Magister vel Praesentatus”. Si era jesuita y había sido catedrático: “Sapientissimus Pater Magister” y si no había leído alguna cátedra: “Sapientissimus Pater”.

“Ingeniosus condiscipulus”.

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No hay que olvidar que en la Javeriana se formaban las élites que dirigirían tanto una gran parte del mundo del foro como también los estamentos eclesiásticos, y era necesario que se acostumbraran desde sus estudios a respetar las normas protocolares. También es de suponer que a su manera se tratarían puntos de interés general más allá de lo estipulado en el tema que se discutía. Esta dinámica se mantenía durante diez meses al año. Guillermo Furlong no duda en sostener que los actos y conclusiones “eran las dos fuerzas de enorme vitalidad y de pública exhibición, en los cursos universitarios de otrora”.145 Las “conclusiones”146 revestían una importancia capital y por ello la solemnidad de los actos enmarcaba esa expresión genuina de capacidad intelectual de cualquier institución universitaria. Los actos generales duraban todo el día y los denominados mensuales medio día. En la Facultad de Artes estaban normados los siguientes actos. En primer año debían presentarse dos conclusiones de Lógica: una de un jesuita y otra de un estudiante de fuera. En el segundo curso, dedicado a la Física, se preveían cuatro actos generales: el primero antes de Navidad y el segundo después de ella, y los otros dos después de la Pascua de Resurrección. De igual forma se recomendaban “otros dos actos mensuales”. En el tercer año debían presentarse seis actos generales que “se repartirán entre los de casa [jesuitas], colegiales [de San Bartolomé] y seglares [no eclesiásticos]”.147 En Teología cada una de las tres cátedras debía tener el acto correspondiente de todo un día y otros tres mensuales de medio día. La programación estatuía: Un acto general después de quince días de comenzados los Estudios y tres mensuales se tendrán antes de cuaresma de las materias que se están leyendo, y los demás se tendrán después de cuaresma hasta julio en que se acaban los estudios.148

En la Facultad de Jurisprudencia también estaban contemplados los actos literarios comunes a la Universidad. Los Estatutos se reducen a informar que

Guillermo FURLONG. Nacimiento y desarrollo de la Filosofía en el Río de la Plata 1536-1810. Buenos Aires, Editorial Guillermo Kraft limitada (1947) 117.

Praxis de los Estudios, Capítulo 7º. “De los actos particulares y generales dentro y fuera de casa”. En: DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica, 286-287.

Praxis de los Estudios, Capítulo 7º. (DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica, 287).

Praxis de los Estudios, Capítulo 7º. (DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica, 286-287).

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para el ejercicio tendrán los Estudiantes con sus Maestros, o Pasantes, repeticiones, o conferencias dos cada semana por media hora arguyendo dos y respondiendo dos, y cada mes habrá un acto de medio día de cada Cátedra en su general que presidirán los catedráticos.149

Y más adelante se añade que al final de cada curso con puntos, que se sacarán el día antes de la Ynstituta por antigüedades de Colegio y de cursos, leerán los cursantes en la forma siguiente: el primer año un cuarto de hora por lo menos; en los otros años por media hora, y argüirán dos condiscípulos por sus turnos, y responderán sin precidentes [sic], cuyo ejercicio excita más a la aplicación, y habilita las oposiciones y de estos actos resultará la elección para los actos públicos en cada año, uno por cada catedrático.150

Los estudiantes que debían actuar en las conclusiones eran seleccionados por el Rector oído el parecer del Prefecto y los Maestros.151 Como es natural, se trataba de la imagen de la Javeriana y por lo tanto la elección debía recaer en los alumnos más brillantes. Estos actos podían ser dedicados a personas importantes pero los jesuitas solo podían elegir como padrinos al “Arzobispo o Presidente, a toda la Audiencia, o a algún Cabildo o Religión”.152 La pompa y la magnificencia convocaba a todo lo más selecto de la sociedad bogotana. El teatro era la Sala de Grados, adornado con elegancia pues exigía el mejor escenario para la justa intelectual de los mejores talentos de la Universidad. Dos escritos curiosos se imponían en estas celebraciones intelectuales. El primero equivaldría a lo que hoy denominamos el “Programa del acto” y como no había imprenta había que dibujarlo a mano con gran exquisitez, aunque para los jesuitas estaba mandado que “se escriban en pergamino o papel de marca”.153 Y en enero de 1682 el Provincial precisaba que se señalaban “doce pesos para pintura y adorno del pergamino en las conclusiones” y a continuación alerta sobre “el gasto de colonias y botones”,

Estatutos, [16]. En: José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810), 760.

Estatutos, [17]. En: José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810), 760-761.

Praxis de los Estudios, Capítulo 7º. (DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica, 287).

Praxis de los Estudios, Capítulo 7º. (DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica, 287).

APT. Fondo Astráin, 18. Órdenes antiguas, que por orden de N. R. P. Lorenzo Ricci, ya no están en uso y deven guardarse en el Archivo, n.º 17, fol. 11v-12.

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así como las sillas que deben ponerse en el teatro y que “se enciendan y quemen pebetes con riesgo de quemar la alfombra”.154 El segundo escrito se denominaba la “Resumpta” y consistía en el resumen escrito de la exposición que el protagonista del día realizaría a continuación. A ella se unía la “Dedicatoria”, que era un breve discurso dedicado al padrino que había elegido el que se subía al púlpito para llevar a cabo las conclusiones.155 Esta literatura tan peculiar y curiosa tenía que ser recopilada por el Director de la Biblioteca, como lo formulaban las Órdenes de 1672: “Las resumptas, dedicatorias y oraciones que hacen los de casa [en] sus actos, se escriban en el libro que está para esto en la Librería, y si se hubiere perdido se haga de nuevo”.156 Es de lamentar que tan importante veta de documentación intelectual y cultural se haya perdido.157 En la Universidad jesuítica de Córdoba de Tucumán se explicita más el núcleo del acto. Pónense tres cuestiones, una de ellas particular sobre la cual hace la asumpta en latín el que las defiende, lo más aliñado que se puede, pero sin párrafo largo oratorio propone la cuestión, y la razón de dudar, las diversas opiniones de los doctores con algunas pocas citas, y puesta la sentencia acomodándose en todo a la mente del maestro, resume en breve todo lo que está más largo en el cuaderno. Estas resumptas se han

APT. Fondo Astráin, 18. Órdenes antiguas, que por orden de N. R. P. Lorenzo Ricci, ya no están en uso y deven guardarse en el Archivo. “Órdenes del Padre Juan Martínez Rubio Provincial […] que dejó visitando este Colegio de Santa Fe en 12 de Enero de 1682 años”, n.º 10, fol. 45-45v.

Biblioteca Nacional de Colombia. Libros raros y curiosos. Mss. 130. Joseph ORTIZ Y MORALES. Observaciones curiosas y doctrinales que ha hecho en su vida política desde el día 11 de febrero del año 1658 en que nació hasta el día en que las escribe [...] a 11 de febrero de 1713. Parte de este escrito se encuentra en: José DEL REY FAJARDO y Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve tratado del cielo y los astros del M. Javeriano Mateo Mimbela (1663-1736), 89.

APT. Fondo Astráin, 18. Órdenes antiguas, que por orden de N. R. P. Lorenzo Ricci, ya no están en uso y deven guardarse en el Archivo. “Órdenes que dejó en este Collegio de Santa Fee el Padre Juan de la Peña […] visitando esta casa en 22 de Noviembre de 1672”, n.º 13, fol. 31v.

Joseph ORTIZ Y MORALES. Observaciones curiosas y doctrinales que ha hecho en su vida política desde el día 11 de febrero del año 1658 en que nació hasta el día en que las escribe […] a 11 de febrero de 1713. En: José DEL REY FAJARDO y Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve tratado del cielo y los astros del M. Javeriano Mateo Mimbela (1663-1736), 90: “Mi hermano D. Pedro tuvo sus Conclusiones también en Filosofía, y la cuestión principal fue si era posible naturalmente la reproducción de las causas y defendió que no. Dedicólas a D. Juan Flores Radón, Relator de la Real Audiencia y mi curiosidad fue tan vigilante en estas que en el 1º tomo de mi Palestra [también lamentablemente perdida], que trabajé en el Colegio [San Bartolomé] en el cuarto año de mi Teología en la Altercación, escribí la Resumpta y todo lo selecto que observé entonces de dificultades sobre el punto. Y al fin del tomo está la de historia, por cuya causa no las trasumpto aquí, remitiendo al lugar referido, donde se verán Dedicatoria y Resumpta”.

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de recitar modo oratorio, y las conclusiones han de ser de las materias que se leen aquel año.158

Estos certámenes demostraban la vitalidad de la Facultad, y era frecuente que fueran campo de competencia para los Maestros y para el público asistente. Un ejemplo nos lo ofrece el jesuita cartesiano Denis Mesland, pues el claustro santafereño sería testigo de sus acciones en los actos públicos y solemnes de la Javeriana.159 Y ningún escenario más propicio para que en estas intervenciones afloraran tanto las nuevas doctrinas como las tradicionales. Ciertamente, las conclusiones conllevaban una doble función.160 La primera era pedagógica pues evidenciaba por parte del alumno su aprovechamiento y sus talentos; en el caso del catedrático, su competencia, y en el caso de la institución universitaria, su ritmo de apertura, vitalidad y progreso. La segunda era social pues honraba a las personalidades santafereñas que se distinguían por su proyección social, cultural, jurídica o política; además, se convertía en un lugar de encuentro entre los entes de educación superior que laboraban en la sabana; finalmente, rompían la monotonía de la sociedad colonial que se hacía presente con sus ideas, preocupaciones y galas. V. Los grados Según la tradición hispana y occidental, las universidades debían otorgar los títulos de bachiller, licenciado, maestro y doctor, y en la Academia Javeriana se conferían de acuerdo con la Fórmula para graduar los estudiantes.161 Sin embargo, en la Facultad de Artes de la Javeriana colonial solo se conferían los títulos de bachiller y maestro. Son varios los ejemplos que se pueden aducir, pero es evidente el acta que le confiere “de licenciado y maestro en artes” al historiador Lucas Fernández de Piedrahita.162 Es interesante también el testimonio directo

Guillermo FURLONG. Nacimiento y desarrollo de la Filosofía en el Río de la Plata 1536-1810. Buenos Aires, Editorial Guillermo Kraft limitada (1947) 117.

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APQu. Leg. 3. Informe que los Padres de la Compañía de Jesus hicieron a su Magestad sobre el Estado de la Guayana: “El Padre es muy amable, grave y docto, que argumentó muy bien el otro día con unas conclusiones”. DE MERCADO. Historia de la Provincia, II, 344: “De lo que aprovechó en los estudios dio en el Colegio de Santa Fe algunas lucidas muestras en algunos argumentos que puso en algunos actos literarios que se ofrecieron”.

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Véase: José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810), 676-678.

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ARSI. N. R. et Q., 17, fols. 342-343v. Fórmula de graduar los estudiantes que cursan en el Colegio de la Compañía de Jesús de Santa Fee conforme a la Bula de Pío VI, y cédula real de la Magestad de Felipe IV recibida y obedecida en esta Real Audiencia del Nuevo Reyno de Granada.

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El Libro de la Universidad Javeriana recoge las anotaciones de los puntos de examen. Escogemos el del bachiller Lucas Fernández de Piedrahita, historiador y futuro obispo de Santa Marta: “Martes, día del señor Santo Tomás apóstol, 21 de diciembre de 1638. Estando en el Colegio de

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de un egresado de la Universidad Javeriana, como es don José Ortiz y Morales. Había ingresado en la Facultad de artes el 19 de octubre de 1669: en el año de 1671 “recibí el grado de Bachiller en Artes” y el “año de 1672 tuve conclusiones de Filosofía para el grado de Maestro”.163 Y en la mitad del siglo XVIII, el P. Felipe Salvador Gilij, hijo de la Facultad de Teología, ratificaba lo mismo desde su destierro de Roma.164 Para obtener el bachillerato en Filosofía, se requería haber estudiado dos años de carrera y en ellos haber cursado “súmulas, lógica y por lo menos quatro libros de Physicos”.165 Con el fin de presentar el correspondiente examen se designaba un jurado de tres miembros amén del Rector o del Director de Estudios. Formulada la pregunta, cada miembro del tribunal le interrogaba con tres preguntas: una de súmulas, otra de lógica y otra sobre la física. Si el candidato daba buena cuenta de sus conocimientos recibía el placet para el título, y de lo contrario debía repetir el examen.166 Tres pasos debía recorrer el graduando que solicitaba el grado, bien fuera de bachiller, bien de Maestro. El primero era netamente administrativo y consistía en presentar los documentos acreditativos de la solicitud. El segundo comprendía el proceso de los exámenes correspondientes. El tercero regulaba la solemnidad de la colación. Una vez concluidos los cursos requeridos, procedía el alumno a la consiguiente comprobación. Para ello presentaba ante el Secretario de la

la Compañía, presentes los Padres Juan Manuel, prefecto, y maestros lectores, Juan López de Silva que suple por bedel, en orden a la pretensión de grados del licenciado y maestro en artes que pretende el bachiller Lucas de Piedrahita, y recibir puntos de su tremenda; y salió lo siguiente. Abriéndose los físicos: 1. Utrum distinguatur a parte […]. 2. De natura. 3 Utrum corpus possit divinitus in duobus locis […]. De Lógica: 1. Utrum universale exposcat plura singularia […]. 2. De proprio. 3. De diferentia. Y así lo certifico”. El examinando eligió el primer punto de filosofía natural (Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad, fol. 29 bis).

Biblioteca Nacional de Colombia. Libros raros y curiosos. Mss. 130. Joseph ORTIZ Y MORALES. Observaciones curiosas y doctrinales que ha hecho en su vida política desde el día 11 de febrero del año 1658 en que nació hasta el día en que las escribe […] a 11 de febrero de 1713. Citamos por la transcripción de Germán Marquínez Argote (José DEL REY FAJARDO y Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve tratado del cielo y los astros del M. Javeriano Mateo Mimbela (1663-1736), 87 y 89).

Felipe Salvador GILIJ. Ensayo de Historia Americana. Estado presente de la Tierra Firme,288: “Después de haber pasado cum laude un año y medio de filosofía, es decir en la mitad del curso, se hacen bachilleres aquellos que después de un rígido examen dan buena prueba de su saber. A ese grado, y con las mismas condiciones, terminada la filosofía, sigue el de maestro”.

ARSI. N. R. et Q., 17, fols. 342-343v. Fórmula para graduar los estudiantes que cursan en el Colegio de la Compañía de Jesús de Santa Fee conforme a la Bulla de Pío VI, y cédula real de la Magestad de Phelipe IV recibida y obedecida en esta Real Audiencia del Nuevo Reino de Granada. Nos guiaremos por el texto reproducido en nuestro libro: La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica, 315324. [En adelante citaremos: Fórmula para graduar los estudiantes, y el número correspondiente]. Fórmula para graduar los estudiantes, &, 5.

Fórmula para graduar los estudiantes, &, 6. (DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica, 316).

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Universidad un doble certificado: uno expedido por el Maestro, después de consultar los cuadernos del alumno; y el segundo, que consistía en el testimonio directo de dos condiscípulos que depusieran haber visto al candidato cumplir con los lapsos temporales requeridos.167 El testimonio del Maestro y el de los condiscípulos debía contener expresamente los cursos que habían sido de “por lo menos ocho meses”. Así se dirigía al Bedel mayor para depositar 10 patacones como derechos de grado y con cuya constancia acudía al Secretario, quien le notificaría al graduando tanto el día como los examinadores. Y al acto debían asistir el Bedel mayor, los menores y el Secretario.168 Y como es natural, la colación revestía mucha vistosidad. Al acto de la investidura del grado de bachiller hacían presencia el Rector, el Prefecto, los Maestros, el Secretario, el Bedel Mayor y los dos menores con sus mazas. Una vez que hubieren tomado asiento todos, el “bachalaureando” permanecerá de pie, destogado, entre los maceros. La función se iniciará con la petición de grado del candidato. Y el Rector respondía con la fórmula consagrada: “Aucthoritate Pontificia, et Regia, qua fungor in hac parte, etc…”. “Luego subirá el graduado a la cátedra a declarar un capítulo de Aristóteles, y mandándole callar, dará brevemente las gracias”.169 Después debía depositar 10 patacones: 4 para la caja, 2 al Bedel mayor, 1 a cada uno de los maceros y 2 al secretario. La Secretaría le debía entregar “el título de bachiller escrito en pergamino, y con sello pendiente, y cintas de seda”. Pero si el graduado deseaba “iluminar” el título, los gastos corrían por su cuenta “y lo mismo si quisiera echar listones anchos para el sello”.170 Para la licenciatura y la maestría las exigencias eran más fuertes, y fundamentalmente se requería haber oído tres cursos de ocho meses, gozar ya del grado de bachiller171 y haber sostenido un acto público durante la carrera y, de lo contrario, el estudiante debía presentar una prueba, con una duración de dos horas, amén de la “Tremenda”.172 Estas lecciones o conclusiones públicas tenían como finalidad probar la habilidad y destreza del candidato en los campos de la filosofía. La temática abarcaba las principales cuestiones físicas y metafísicas en las que podían intervenir los estudiantes.173

Fórmula para graduar los estudiantes, &, 5. (DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica, 316).

Fórmula para graduar los estudiantes, &, 5.

Fórmula para graduar los estudiantes, &, 7. (DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica, 317).

Fórmula para graduar los estudiantes, &, 8. (DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica, 316).

Fórmula para graduar los estudiantes, &, 10. (DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica, 317).

Fórmula para graduar los estudiantes, &, 11. (DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica, 317-318).

Fórmula para graduar los estudiantes, &, 11. (DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica, 317-318).

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La “Tremenda”, que venía a ser el culmen de toda la carrera, estaba revestida de una solemnidad magisterial. El día anterior al examen, después de oír misa, se dirigía el candidato con el Maestro a la oficina del Rector. Debía ir acompañado de un padrino y de los cuatro catedráticos que serían sus examinadores. Ante la presencia de tan selecta concurrencia debía abrir “el libro de la filosofía de Aristóteles u otro equivalente” por tres partes y de ellas escoger una (en el lenguaje coloquial la denominaban la “Potissima”). Idéntica fórmula aplicaría al libro de la Lógica. Realizada esta especie de sorteo, el Secretario de la Universidad debía tomar nota de lo seleccionado por el estudiante. Al día siguiente, a las 6 de la tarde, delante de los testigos del día anterior, debía exponer la tesis que eligió durante tres cuartos de hora, y dedicar un cuarto de hora a la de Lógica. En la segunda hora debía responder a todas las objeciones que le formulara el jurado. El acto concluía con la decisión final surgida de la votación del Rector y los examinadores. Y concluye la fórmula: “y si les pareciere graduarle con alguna penitencia que cumpla antes de graduarse de Maestro, lo hagan”.174 Dato curioso de anotar es que solían redactar un escrito para la exposición que llamaban la “Resumpta”, y con ella una dedicatoria que solían guardar como recuerdo.175 Para obtener el grado de Maestro se requería haber “oído tres cursos cada uno de ocho meses”. Los testimonios eran los mismos que en el grado anterior pero tenían que anexar su título de bachiller y “depositar las propinas necesarias para dicho grado”.176 Era necesario verificar la documentación bien en el Registro del Secretario “o en el libro secreto de los exámenes” y, si no existía impedimento, en el término de 9 días el Rector debía señalar el día del grado.177 Una gran solemnidad revestía el acto de la investidura del Maestro. El día del acto el claustro se dirigía a casa del candidato, “todos a caballo con sus insignias, borlas y capirotes, yendo delante los Bedeles con sus mazas, con música de atabales, trompetas y chirimías, y el mayor acompañamiento de a caballo que se pudiere”. A esta procesión seguía el graduando con su padrino y así debían dirigirse a la Universidad.178 Y el acta que a continuación transcribimos recoge en esencia las formalidades del acto:

Fórmula para graduar los estudiantes, &, 12. (DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica, 318).

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Testimonio de José Ortiz Morales: José DEL REY FAJARDO y Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve tratado del cielo y los astros del M. Javeriano Mateo Mimbela (1663-1736), 89: “Por más cuidado que tuve por guardar la Resumpta de estas conclusiones y la Dedicatoria, no se logró con el trascurso de los años”.

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Fórmula para graduar los estudiantes, &, 10. (DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica, 317).

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Fórmula para graduar los estudiantes, &, 15. (DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica, 319).

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Fórmula para graduar los estudiantes, &, 16. (DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica, 319).

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En Santafé a dos días del mes de diciembre de mil y seiscientos y cuarenta y cuatro años, día en que en el colegio e iglesia de la Compañía de Jesús se celebró la festividad de San Francisco Xavier, patrón de sus estudios, habiendo adornado la iglesia y en ella la cátedra, y puesto sillas y mucho adorno como se suele hacer, y concurrido la academia de los doctores de la sagrada teología y maestro de las artes, con sus pileiles [pileo] y borlas y mucetas, unas blancas y otras azules, y con asistencia de los padres Jerónimo de Escobar, prefecto de estudios, y maestros Andrés López, y Esteban de Arrótegui, Silvestre Fausto y Joseph de Urbina, y estando presidiendo a toda la dicha academia el Padre Joan Manuel, rector viceprovincial, y a sus lados los señores doctores don Gaspar Arias Maldonado, deán, y don Joseph Alava de Villarreal, chantre, continuándose las oratorias desde la cátedra por cada uno de dichos padres maestros como padrinos, y yéndose haciendo los argumentos, y poniéndose de rodillas en presencia del dicho padre rector, y teniendo su paternidad en las manos el manual de las fórmulas de graduar, fue en conformidad del graduando y graduó a los licenciados don Juan de Arrieta, Matías García, Diego López del Campo, Antonio Martínez, don Jerónimo de Rojas, colegiales, y a Agustín de Rivera, poniéndoles finalmente a cada uno el pileile, con la borda azul, en la cabeza, con las últimas palabras de la dicha fórmula, diciendo la forma del grado de maestros en la parte y en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, con que quedaron graduados de dichos maestros los dichos seis referidos, y abrazaron por la ordinaria ceremonia al dicho padre rector, maestros, lectores y padrinos y a los doctores y maestros de la academia, asistiéndoles a cada uno en dicho su grado y en la imposición de sus birretes el maestro don Francisco de Espinosa Saravia, bedel mayor, y Cristóbal Pérez y Jerónimo Tellez, bedeles menores con sus mazas, y hizo la última oración el maestro Esteban de Cavañas, y dieron las propinas de estos dichos grados y guantes por los cuatro que las debieron dar, y los dos pobres no las dieron, y a todo lo referido asistí yo el presente notario de la academia, que lo certifico, y concurrieron con mucha solemnidad colegiales y eclesiásticos y algunos religiosos de las órdenes, y también seglares de la ciudad, y hubo música de chirimías. Alonso Rodríguez Bernal.179

Como es natural, la propina era mucho mayor. A la caja debían entregar 12 patacones; al Bedel mayor 3, a cada bedel menor 4; al Secretario 3, lo mismo que al Padrino; a cada maestro de Artes 2, y a cada Maestro en Teología 1.180 A fin de tener una visión completa de cómo se otorgaban los grados en la Universidad Javeriana, vamos a incluir también el doctorado en Teología, pues a esos rituales tuvieron que acomodarse los de los egresados en Cánones y Leyes.

Archivo de San Bartolomé, Libro de Grados de la Universidad Javeriana. Fórmula, n.º 16-17.

Fórmula para graduar los estudiantes, &, 18. (DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica, 320).

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El protocolo del doctorando en Teología se desarrollaba en dos escenarios distintos: el primero se iniciaba en la casa habitación del doctorando y en el desfile hasta la Javeriana. El segundo recoge el acto formal del conferimiento. La ceremonia se iniciaba en su propia residencia. Se organizaba una procesión conformada por el “Padrino, Doctores y Maestros, cada uno conforme a su antigüedad precediendo en mejor lugar los teólogos y juristas, mezclados luego los médicos y después los Maestros en artes”, todos a caballo con sus insignias, borlas y capirotes. La marcha la abrían “los bedeles con sus mazas, con música de atabales, trompetas y chirimías, y el mayor acompañamiento de a caballo que se pudiere”.181 En el caso del doctorado había que incluir “una persona bien aderezada a caballo” que debía portar un pendón de seda que contenía, por una parte, el IHS y, por otra, el escudo del doctorando. Y como escolta “dos pajes a caballo que lleven todos fuertes el bonete con borla blanca [identificación de la teología], una sortija y un libro”. También estaba permitido colocar en la puerta de la residencia del doctorando su escudo de armas, y en la entrada principal de la Universidad el escudo y una bandera.182 Una vez dentro del recinto universitario se dirigían a la iglesia convertida en teatro “con alfombras, doseles y sillas para los doctores y maestros”. Además, se colocaba una mesa “en que estén en fuentes de plata las insignias magistrales, que es sólo el bonete, la borla y los guantes que se han de dar”.183 Presidía el acto el Rector y a los lados se ubicaba el claustro profesoral y junto a la mesa el Secretario. El acto se iniciaba con el siguiente protocolo. El Padrino, acompañado de los maceros, se subía al púlpito y desde allí proponía “una cuestión curiosa, con breves y elegantes palabras para que el graduado las dispute”. Una vez que tomaba la palabra el doctorando sobre el tema propuesto, hablaba “hasta que el Padre Rector le mande callar”.184 El doctorando debía tomar asiento en medio del teatro “en un banco cubierta la cabeza con el capirote”. Y de inmediato “un estudiante de los más graves o de los graduados” se subía al púlpito y por espacio de media hora pronunciaba su “bejamen”. Concluida esta ceremonia, los bedeles menores buscaban al Padrino y le acompañaban al banco del doctorando y juntos se dirigían a la presidencia “donde en pie con una elegante y breve oración pedirá el grado”.

Fórmula para graduar los estudiantes, &, 16.

Fórmula para graduar los estudiantes, &, 22.

Fórmula para graduar los estudiantes, &, 16.

Fórmula para graduar los estudiantes, &, 17.

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Y el candidato se hincará de rodillas ante el Rector quien le tomará el juramento y puesta la mano sobre el misal, dirá: Ego N. iuro ad Sancta Dei Evangelia corporaliter por me tacta quod tibi Rdo. Patri N. Rectori Collegii Societatis Jesus, et pro futuro tempore idem munus gerenti in licitis, et honestis obediam, et in negotiis horum studiorum, sive scholarum, et facti consilium, auxilium, et favorem fideliter prestabo: neque praedicta contra studia, et scholas prefatas alicui dabo; insuper iuro me semper, et ubique professurum, ducturum, defenssurum, nec umquam aliter verbo, scripto aut quavis ratione acturum santissimae Virginis Conceptionem in ipso primo vitae principio omni prorsus originali labe caruisse: quippe quam in nullo umquam temporis momento primi parentis primum peccatum foedavit. Sic Deus me adjuvet et haec Sancta Dei Evangelia. [Rodrigo de Figueroa].185

A continuación le conferirá el Rector el grado con la siguiente fórmula: “Autoritate Ponficia et regia, qua fungor in hac parte […] doctoratus in sacra teología, facultate”. Tras recibir el pergamino se arrodillará ante el Padrino, el cual le dará un ósculo en el rostro diciendo: “accipe osculum pacis in signum fraternitatis et amicitiae”.186 Luego le pondrá el anillo con estas palabras: “accipe anulum aureum in signum coniugis inter te et sapientiam, tanquam sponsam charissima”.187 Finalmente, le entregará el libro con la fórmula: “accipe librum sapientiae, ut possis libere et publice alios docere”.188 Y “al dar cada insignia sonará la música, luego abrazará al Rector, Padrino y demás graduados, y se darán los guantes”189 dando a cada uno de los graduados un par, y lo mismo a los oficiales.190 El rito concluía con un paseo por la ciudad, como hicieron a la venida, y dejarán al graduado en su casa.191

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Fórmula para graduar los estudiantes, &, 34. (DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica, 324). Y la traducción: “Yo, N. N. juro, por estos santos evangelios que corporalmente toco, que a tí, R. P. Rector del Colegio de la Compañía de Jesús, y a los que en el futuro desempeñaren este cargo, obedeceré en todas las cosas lícitas y honestas, y en lo tocante a los buenos estudios daré fielmente consejo, auxilio y favor, y no los daré a nadie en su contra. Juro además, que siempre y en todas partes profesaré, enseñaré y defenderé, y jamás haré lo contrario ni de palabra ni por escrito, que la Santísima Virgen María, en el primer instante de su vida, careció absolutamente de todo pecado original, pues jamás, en ningún momento de tiempo, la mancilló el primer pecado de nuestros primeros padres. Así Dios me guarde y estos santos evangelios de Dios”.

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Recibe el ósculo de paz en señal de fraternidad y amistad.

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Recibe este anillo de oro para significar el enlace entre ti, la sabiduría como esposa amadísima.

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Recibe el libro de la sabiduría para que puedas enseñar a otro libre y públicamente.

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Fórmula para graduar los estudiantes, &, 23.

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Fórmula para graduar los estudiantes, &, 17.

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VI. Actividades culturales extracurriculares Los miembros de la Compañía de Jesús del siglo XVI intuyeron la importancia que asumía la cultura en las nuevas naciones europeas y sobre todo la valorización de la ciudad a través de sus nuevos ideales; por ello procuraron crear instituciones cívicas y culturales que se orientaban al bienestar moral, físico y civil de las comunidades en las que se insertaban. Así pues, no es de extrañar que sus centros educativos se convirtieran en dialogantes activos con el mundo de la pintura, la arquitectura, la música, el teatro y la danza,192 y como es natural también en el horizonte de las ciencias.193 Los historiadores suelen aducir como ejemplo típico de este lugar privilegiado de encuentro educación-cultura el colegio jesuítico de Milán, cuyos hombres fueron los responsables de organizar las grandes fiestas cívicas durante los siglos XVII y XVIII, cuyas celebraciones duraban hasta una semana.194 Esta mentalidad la trasportaron los ignacianos del viejo mundo que vinieron a servir a las comunidades neogranadinas. Y el primer espacio de encuentro con las culturas locales fue la gran Manzana Jesuítica que circundaba a la Iglesia San Ignacio de Bogotá. El Rector fundador del Colegio de Santafé, Martín de Funes, que había recorrido gran parte de Europa como catedrático de Teología Moral, no dudó en sembrar en la nueva institución sus inquietudes de grandeza y para ello designó a José Dadey, que sería con el correr de los tiempos uno de los mejores lingüistas del Nuevo Reino del siglo XVII, para que tuviera el discurso inaugural. Podemos aseverar que desde esa fecha los seguidores de Ignacio de Loyola apostaron por el mejoramiento cultural, cívico y espiritual de todos los estamentos humanos que hacían vida en la capital chibcha. Y así, todos los eventos extra cátedra se vinculan o la ciencia, o a la cultura, o a las festividades sociales y populares que alegraban la cotidianidad de una ciudad colonial. Una de las razones que aduce el P. Diego de Torres para abrir la Facultad de Filosofía es que “saliendo algunos de ellos dellos [de los estudiantes] muy buenos latinos y retóricos como vi en algunas declamaciones públicas y

John O’MALLEY. “Saint Ignatious and the Cultural Mission of the Society of Jesus”. En: John O’MALLEY y Gauvin Alexander BAILEY (Edit.). The Jesuits and the Arts, 1540-1773. Philadelphia, Saint Joseph’s University Press (2005) 3-16. Hugo BALDINI. Saggi sulla cultura della Compagnia di Gesù. Padua, CLEUP Editrice, 2000.

Mordechai FEINGOLD (Edit). Jesuit Science and the Republic of Letters. Cambridge, MIT Press, 2003.

Giovanni ZANLONGHI. “The Jesuit Stage and Theater in Milan during the Eighteenth Century”. En: John O’MALLEY y Gauvin Alexander BAILEY (Edit.). Jesuits II: Cultures, Sciences, and the Arts, 1540-1773. Toronto, University of Toronto Press (2006) 530-549.

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otros estudios literarios que hicieron en mi presencia con tantas ventajas” que tanto el Señor Presidente como la Audiencia “han obligado […] a que ponga un curso de artes”.195 En las Annuas de 1616 se recoge el hecho de que a las disputas “como a los otros ejercicios de letras, asisten personas de mucha autoridad y oficiales de esta Real ciudad” y todo estos actos “se han hecho con la dignidad y esplendor que conviene” y su consecuencia ha sido “que las letras avancen en esta ciudad”.196 Desde un punto de vista sintético podríamos afirmar que la actividad extra curricular de la Javeriana la llenaban los certámenes literarios y el teatro. Las oportunidades eran múltiples pues lo mismo se celebraban las festividades reales (nacimientos de príncipes, subida al trono y exequias), las canonizaciones de santos, o la traída de las reliquias u otros acontecimientos que atraían la atención de las élites y de las masas. La literatura sobre el teatro jesuítico en la colonia está todavía por escribirse y, por otra parte, podemos barruntar que fue frecuente tanto en latín como en castellano.197 Ya desde los orígenes de la presencia jesuítica en la sabana se pueden espigar alusiones a los actos teatrales. En la inauguración del Colegio de San Bartolomé se registra con la representación de una comedia latina “que se juzgó podía ser buena en la corte”.198 Y con motivo de la beatificación de Ignacio de Loyola, amén de los actos escolares, hubo representaciones de comedias y coloquios.199 En 1612 se representó la “Vida y muerte de San Victorino” y durante su representación se vino abajo un andamio “con más de cien hombres”, pero lo único que quedó fue el susto. Y añade el cronista que “el tablado que en la iglesia nueva sirvió por la mañana para el sarao, sirvió por la tarde para el coloquio”.200 El teatro universitario, como hoy lo denominaríamos, debió tener arraigo entre los bartolinos y javerianos, pero lamentablemente hasta el momento solo conservamos el texto del alumno Fernando Fernández de

ARSI. N. R. Et Q., 12-I. Letras annuas de la Vice Prouincia de Quito y el Nueuo Reyno de los años de mil y seyscientos y ocho a seyscientos y nueve. Fol. 43v.

ARSI. N. R. Et Q., 12-II, Litterae annuae Provinciae Novi Regni Granatensis 1615, fol. 1v.

Una información sobre el tema: Clement J. McNASPY. “Teatro jesuita”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, IV (2001) 3708-3714.

ARSI. N. R. et Q., 12-I, fol. 33v. Carta annua de 1605.

ARSI. N. R. et Q., 12-I, fol. 69. Letras Annuas de 1611-1612.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 81.

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Valenzuela. Se trata de la “Laurea crítica”,201 que aparece transcrita en el Thesaurus linguae latinae202 y escrita por el mencionado colegial. También tenemos noticia sumaria de que en 1625 se celebraron en junio varios actos dramáticos y uno de ellos fue la “La fábula de Orfeo” cuyas figuras costaron 16 pesos; en morriones, petos y culebras se gastaron 10 pesos; en lienzos, fique, cera negra, libros de oro y plata, 8 pesos y 4 reales; y 14 pesos en instrumentos para apariciones y tablados.203 Y por la misma fuente sabemos que se gastaron 36 pesos en 1626 “en figuras y aparatos para el coloquio que se hizo al señor arzobispo” don Julián de Cortázar.204 En 1672 se llevaron a cabo dos comedias según el testimonio de José Ortiz Morales: la primera se tituló “La verdad al uso” y de la segunda no nos ofrece el título.205 Más complejo era el mundo de los certámenes. En general, se daban en ellos cita la ingeniosidad sobre todo juvenil, así como la vistosidad y el arte de armonizar los movimientos de masas. A veces se convocaba a los talentos de toda la ciudad, y el certamen poético se publicaba por las calles de la capital; en otros momentos se trataba de actos internos en los que fundamentalmente actuaban los estudiantes de la Facultad de Artes. Aquí nos reduciremos a un arquetipo que debió servir de modelo en la Santafé colonial y cuya minuciosa descripción podrá encontrarla el lector en la obra del Rector de la Javeriana colonial, P. Pedro de Mercado.206 Con motivo de la llegada a Bogotá de unas reliquias que traía de Europa el P. Luis de Santillán, se organizaron unos festejos que duraron varios días. La víspera de la gran solemnidad se publicó en las calles el certamen poético. Unos colegiales montaban “mulas compuestas con sus gualdrapas” y otros “caballos bien enjaezados”. El que llevaba el cartel del desafío iba armado para dar a entender la justa que debía darse “entre los entendimientos”. Y delante de la caballería “iban tocando unos músicos muy diestros”. Por la noche hubo toque de campanas y tres juegos de chirimías se alternaban con el repique de las campanas. Después se prendieron las luminarias en los balcones por donde al día siguiente pasaría la procesión. Y media hora después de anochecido “entraron cien indios de Fontibón a dar

Fue publicada en nuestro libro La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica. Caracas, Academia Nacional de la Historia (1979) 435-448.

Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 4.

Archivo de San Bartolomé. Libro de gasto ordinario y extraordinario deste Collegio de San Bartolomé, fol. 123.

Archivo de San Bartolomé. Libro de gasto ordinario y extraordinario, fol. 136.

José DEL REY FAJARDO y Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve tratado del cielo y los astros del M. Javeriano Mateo Mimbela (1663-1736), 91.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 71-81.

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gusto en las calles de Santa Fe”. Iban a caballo y con disfraces, y cada uno portaba un farol con el que iluminaba al animal que representaba su máscara. Acompañaba a esta caravana de disfrazados “un sonoro estruendo de tamboriles y clarines”. Y delante de ellos “iba una multitud de matachines que a trechos por las calles danzaban diestramente al compás de músicos instrumentos”. Cerraban la comitiva los estudiantes de las escuelas de la Compañía “llevando invenciones ingeniosas de entendimiento con que dieron muy buena noche a los vecinos de la ciudad”.207 El día central de los festejos se comenzó con una procesión que nacía en la Iglesia de San Francisco y culminaba en la catedral. La vistosidad la describe con detalle el cronista Mercado208 e incluso dedica un capítulo a la descripción de los 20 andas que portaban las reliquias209. Para nuestro interés es importante resaltar que por la mañana se representó un coloquio que “fue una representación de la vida y muerte de San Victorino obispo y mártir” y por la tarde, después del sermón, se reunieron los vates que habían concurrido al llamado del certamen “pues se ejercitó la justicia distributiva repartiendo los premios según el mérito de cada uno de los poetas”.210 Pronto los estudios superiores santafereños a cargo de la Compañía de Jesús demostraron su capacidad de convocatoria, tanto en la capital como en las más apartadas provincias de las repúblicas que hoy constituyen los territorios de Colombia y Venezuela. Basta acudir a un simple indicador como es el “Índice geográfico” del interesante libro de William Jaramillo para percatarse de este singular fenómeno.211 En 1628 testificaba el Deán y Cabildo de Santafé: También certificamos que aunque hay otros particulares estudios en otros Conventos de esta Ciudad […] ni acuden a ellos número de estudiantes, porque de casi 300 que se juntan de este Reino y de otros circunvecinos de 200 leguas alrededor, a los otros estudios y a todos ellos acuden como una docena de estudiantes y a la Compañía todos los demás.212

En 1711, cuando ya había mayor competencia universitaria en Bogotá, los alumnos de la Javeriana llegaban a 200.213 Y en 1718 afirmará el

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 76-77.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 78-80.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 71-75.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 81-82.

William JARAMILLO MEJÍA. “Índice geográfico de los Colegiales del Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé referenciado por fichas de archivo”. En: Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 1027-1032.

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AGI. Santafé, 245. Citado por José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810), 666.

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ARSI. N. R. et Q., 13-II, fol. 613. Litterae annuae, 1711.


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P. Ignacio Meaurio que “llegarán al número de ciento y veinte más o menos”.214 Ciertamente el autor parece referirse a las Facultades mayores y quizá las diferencias las señalen la inclusión o exclusión de la Facultad de Lenguas. Sería interesante poder disponer de un estudio sobre la movilidad estudiantil en la Javeriana colonial pero ese análisis está todavía por hacerse. Tampoco son a veces claros los informes que se recogen en los documentos contemporáneos. Según José Ortiz Morales, “el número de colegiales que entramos al Curso de Artes [1669] llegó a 48, fuera de muchos seculares Mantelatos o Manteístas, que así se llaman en Salamanca los que estudian afuera”.215 Las cifras que arrojan los egresados, aunque son significativas, con todo no resuelven el problema del cuerpo estudiantil que se inició en el estudio de la Filosofía. Según Martínez de Ripalda, en 1704, la Javeriana contaba con 120 doctores, 412 maestros en Filosofía y más de 500 títulos otorgados por la Academia.216 Renán Silva establece que entre 1608 y 1719 como egresados hubo 539: 380 clérigos de San Bartolomé, 95 religiosos, en su mayoría del Colegio Máximo, y 64 del grupo de los manteístas.217

Ignacio de MEAURIO. “Estado espiritual de la Provincia del Nuevo Reyno y sus Ministerios”. Año de 1718. En: José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos relativos a la Historia de la Compañía de Jesús en Venezuela, II, 286.

Biblioteca Nacional de Colombia. Libros raros y curiosos. Mss. 130. Joseph ORTIZ Y MORALES. Observaciones curiosas y doctrinales que ha hecho en su vida política desde el día 11 de febrero del año 1658 en que nació hasta el día en que las escribe […] a 11 de febrero de 1713. Citado por Germán MARQUÍNEZ. Breve tratado del cielo y de los astros, 88.

Juan MARTÍNEZ DE RIPALDA. Epistola dedicatoria. En: De usu et abusu doctrinae divi Tomae. Lieja, 1704.

Renán SILVA. Universidad y sociedad en el Nuevo Reino de Granada (siglos XVII y XVIII). Santafé de Bogotá, Banco de la República (1992) 67.

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C a p í t u l o IV

Los horizontes de la formación integral javeriana

Denominamos “formación integral” al proceso instructivo y formativo, observado por las instituciones educativas de la Compañía de Jesús durante el período colonial, para obtener un resultado final que conjugara de forma armónica la capacitación intelectual y profesional, la ciencia y la conciencia, la práctica de las virtudes y el desenvolvimiento correcto en la sociedad. La concepción educativa de la Compañía de Jesús se basaba en una orientación eminentemente finalística y, en consecuencia, toda su actividad pedagógica se diseña según los fines que se pretenden. En realidad esta dimensión cívica fue crucial pues sus estudiantes se convertirían en líderes comunitarios a través de funciones como las que había que desarrollar en las cortes de justicia, los senados, la administración pública e incluso las grandes celebraciones culturales. Así, hay que entender la retórica como “la ciencia cívica que utilizamos para hablar de asuntos cívicos”,1 y de esta forma la practicaron los jesuitas como el arte de ganar consenso para unir a la comunidad tras una causa común para el bien de la ciudad o el Estado.2 La formación integral del hombre la sintetizaron los jesuitas coloniales en sus tres dimensiones: virtud, letras y política; es decir, sabiduría, ética y comportamiento social, y todo ello entroncado en un humanismo intelectual.

Ver: John MONFASINI. George of Trebizond: A Biography and a Study of His Rhetoric and Logic. Leiden, E. J. Brill (1976) 208.

Véase: John O’MALLEY. “Cinco misiones del carisma jesuita. Contenido y método” En: Apuntes ignacianos. Bogotá, 51 (2007) 32-36.

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Según Bertrán Quera, la Ratio persigue esta acción integradora de la educación del estudiante mediante la formación básica y el desarrollo de todas las facultades de su mente desde el núcleo de la actividad intelectual y para fines superiores de orden supra individual. Y para ello convoca cinco elementos de la naturaleza humana que deben relacionarse de forma equilibrada: el físico, el social, el intelectual, el estético y el espiritual. Pero, el objetivo final es el bien común, intelectual, social y religioso.3 La actividad en las cinco áreas antes mencionadas adquiría su fisonomía singular en cada una de ellas. En el campo intelectual, otorgaba más importancia a ejercitar y desarrollar las funciones mentales que a la adquisición de conocimientos en cualquiera de las ciencias. Su objetivo no se cifraba en adquirir amplitud de conocimientos sino a profundizar en ellos, por ello el método tenía que dedicar el tiempo necesario para repetir la explicación del Profesor de muy diversas maneras y ángulos ya que la asimilación de conocimientos se constituye en un “instrumento para alimentar, crecer y desarrollar a todo el hombre desde su interior”.4 En consecuencia, esta formación pretendía directamente el aprovechamiento del alumno en su capacidad de saber y de aprender a pensar, a reflexionar, a resolver problemas con el mejor acierto. Dividiremos el presente capítulo en tres grandes áreas: la primera está dedicada a la formación de la conducta personal y social; la segunda a la formación religiosa, y la tercera a los instrumentos de que se sirvieron la ciencia y la religión para atraer a los alumnos más destacados: nos referimos a la Academia y a la Congregación Mariana. I. La formación de la conducta personal y social Las formas de la elegancia social Debemos confesar que la investigación de la paideia jesuítica se ha centrado fundamentalmente en los aspectos académicos y pedagógicos, pero ha dejado de lado lo que los franceses designan como la “guide jésuite de savoir-vivre” o lo que en el Nuevo Reino calificarían como “urbanidad y buenos modales”. Como afirma Louis Trenard, este tipo de escritos de civilidad revela la esencia de una sociedad, pues presentan al modo juvenil lo que se desea modelar bajo los auspicios de los cánones de la moral y los ritos de la cortesía.5

3

Miguel BERTRAN QUERA. “La pedagogía de los jesuitas en la Ratio Studiorum”. En: Paramillo. San Cristóbal, 2-3 (1984) 166.

4

Miguel BERTRAN QUERA. “La pedagogía de los jesuitas en la Ratio Studiorum”, 166.

5

Louis TRENARD. “Un guide jésuite de savoir-vivre”. En: Dix-huitième siècle. N.º 8 [Numéro spécial: Les jésuites] (1976) 95.


C a p í t u l o I V . L o s h o r i z o n t e s d e l a f o r m a c i ó n i n t e g r a l j a v e r i a n a

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Aunque sería el siglo XVIII el escenario auténtico de este movimiento, ya en los colegios jesuíticos de Bélgica, en pleno siglo XVII, se utilizaban diversos tratados que develan un rico universo mental en el horizonte que se esconde tras los consejos recogidos en esos escritos. Aquí recogeremos la experiencia del P. Antonio van Torre (1615-1639),6 quien dedicaría 13 años a la enseñanza de la gramática y las humanidades, y 32 a dirigir como Prefecto de Estudios en Courtrai la Facultad de Lenguas7. Su obra clásica es Dialogi familiares, libro que conoció innumerables ediciones tanto latinas como francesas.8 Es llamativo que en 1763 fuera reeditado el libro con el título de Dialogues familiers, en Amberes, en tres columnas: latín, francés y flamenco.9 La estructura de la obra se puede dividir en tres grandes epígrafes: la vida cotidiana del joven, su comportamiento como alumno, y los principios que deben regir su conducta a la luz de la moral y la cortesía. Y la cotidianidad escolar la capta en cuatro grandes aspectos: la distribución de las horas, comidas y fiestas, higiene y enfermedades, juegos y tiempo libre.10 Quien desee revisar una síntesis completa del documento, lo remitimos al estudio que realiza sobre el libro Louis Trenard.11 Tan solo haremos alusión a los diez mandamientos del buen alumno: respetar a su maestro, entrar a clase como quien ingresa a una iglesia, escuchar con atención, aprender a escribir rápido y bien, repasar en su interior la explicaciones del maestro, hablar siempre en latín aun cuando juegue, y en todas circunstancias dirigirse a Dios. En definitiva, los elementos esenciales de esta pedagogía son: la disciplina, la emulación y el dominio de la retórica latina.12 Y el investigador de la Universidad de Lille concluye su estudio con estas consideraciones: En esta formación, la memoria es adiestrada por la repetición, el lenguaje juega un papel capital, la conducta moral es esencial. El arte de conferenciar, según la expresión de Montaigne, se considera indispensable después de las conquistas del Renacimiento, del cartesianismo y de Newton. Es necesario pensar de forma clara y metódica. Esta retórica

6

Willem AUDENAERT. Prosopographia iesuitica belgica antiqua. Leuven-Heverlee, II, 369

7

Pierre DELATTRE. Les établissements des jésuites en France depuis quatre siècles. Répertoire topobibliographique publié à l’occasion du quatrième centenaire de la fondation de la Compagnie de Jésus. Enghien-Wettern, Institut supérieur de théologie, II (1949) 1229 y ss.

Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jésus, VIII, 105-107. Antonii van Torre Societatis Iesu Dialogi familiares litterarum tironibus In pietatis, scholae. Ludorum exercitationibus utiles, et necesarii. Antuerpaie, apud Viduam et Haeredes Ioannes (sic). Cnobbari, 1657.

8

9

Antoine van TORRE. Dialogues familiers. Anvers, chez îerre Van der Plassche, 1763.

Louis TRENARD. “Un guide jésuite de savoir-vivre”, 96.

Louis TRENARD. “Un guide jésuite de savoir-vivre”, N.º 8 [Numéro spécial: Les jésuites], 93-106.

Louis TRENARD. “Un guide jésuite de savoir-vivre”, 101.

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está ligada a la psicología y sus dos conocimientos se trasparentan en la conducta de sus diálogos. La moral reposa sobre una sumisión a la voluntad divina pero también testimonia una confianza en el hombre y en el mismo adolescente.13

La nobleza de espíritu Deseamos destacar la versión americana y neogranadina de la educación integral adaptada a nuestro medio. Para ello nos inspiraremos en un curioso escrito del siglo XVIII que descubrimos en Bogotá y cuya paternidad literaria se puede atribuir con mucha probabilidad al P. Ignacio Julián.14 Su título reza: Lo mejor de la vida Religión, Doctrina y Sangre recogida en un noble joven colegial de el Real, Mayor y Seminario Colegio de San Bartholome, propuesto en Ynstruccion Christiano-Política para el uso de dicho Colegio a quien lo dedica un Estudiante Theologo de la Compañía de Jesus en su segundo año a suplicas de la misma juventud, noble. Publicado el año MDCCLXIV, dos después de su composición.15

Lo mejor de la vida se puede definir, en términos generales, como un interesante manual de urbanidad y cortesía para jóvenes humanistas que todavía no han ingresado a las Facultades mayores de Filosofía, Teología, Derecho o Medicina. Es importante señalar que la obra está dirigida a un “recién entrado” (fol. 3v) “estudiante de letras humanas” (fol. 4) “para el uso de este mi colegio” (fol. 5) y expresamente diseñado para formar un “Catón de 13 años” (fol. 18). Por confesión propia del autor sabemos que la rápida redacción se debió a la petición expresa de los estudiantes de humanidades del Colegio de San Bartolomé, en medio del apremio que supone la preparación de los exámenes de Teología y la convalecencia de una enfermedad; protesta

Louis TRENARD. “Un guide jésuite de savoir-vivre”, 106.

José DEL REY FAJARDO. “Un manual de urbanidad y cortesía para estudiantes de humanidades (1762)”. En: Boletín de la Academia Nacional de la Historia. Caracas, t. LXII, nº. 246 (1979) 389-400. El texto íntegro lo publicamos por vez primera en La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica. Caracas, Academia Nacional de la Historia (1979) 325-427. [En adelante citaremos: JULIAN. Lo mejor de la vida].

Biblioteca Nacional de Colombia. Sección de Libros raros y curiosos. Mss. 17. Mide 22 por 15,5 y consta de 60 folios recto y vuelto. Está empastado en pergamino y su escritura es típica de la segunda mitad del siglo XVIII. Aunque citamos por el manuscrito original, el lector puede consultar el texto impreso que aparece en nuestra obra José DEL REY FAJARDO. Jesuitas, libros y política en el Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé. Bogotá, Publicaciones Editores (2004) 364-475, ya que hemos incluido la foliación del original.

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además que no ha podido consultar libros y que carece de práctica mundana (fol. 3-3v). Sin embargo, Lo mejor de la vida es el fruto de sus tres años de experiencia personal como regente (fol. 1v). Tanto el fin como el método literario y pedagógico utilizado los da a conocer el joven escritor desde el principio: toda [la obra] se encamina en su modo a proponer en boca de un experimentado y maduro colegial, padrino de beca (según estilo) de un recién entrado, al nuevo ahijado una ideal cabal de un joven noble, admirable y respetable […] verdadero dechado de nobleza, que en sus obras transcribe más que en el nombre. Hase tenido cuidado […] de hacer conocer al ahijado qué es lo que exige la ilustre sangre […] todo lo cual el supuesto estudiante de letras humanas confirma y apoya con la autoridad de los doctos, que tiene entre manos, poetas antiguos, en cuyos tiempos estaba la crítica de costumbres en su mayor auge por estar las sectas de los Filósofos morales en sus mejores puntos controvertidas, y de ellas podemos decir escogían los poetas las más sólidas máximas para dar peso y estimación a sus obras. En esto nos representamos que a más del gusto que podían dar el lector la variedad de los documentos en metro claro, suave, gustoso y sólido, podían a un tiempo servir de facilidad a la memoria y autoridad a las acciones. (fols. 3v-4)

En este sentido metodológico hay que resaltar el dominio que el joven jesuita educador –y todavía en formación– posee del mundo clásico y la propiedad con que cita y maneja a Ovidio, Horacio, Propercio Saleio Bassi, Virgilio, Terencio, Juvenal, Salustio, Quintiliano, Marcial, Eurípides, Cicerón, Ausonio, Persio, Plauto, Manilio, Petronio, Catulo, Séneca, Lucano, Claudiano, Catón, Calpurnio, Platón, Aristóteles, etc. El documento que estudiamos consta de las siguientes partes: Carta dedicatoria (fols. 1-4v). Dictamen del Padre Rector del Colegio (fol. 5). Diálogo 2º

De lo que ha de guardar en su Persona, y lo que le pertenece (fol. 15-22).

Diálogo 3º

De lo que debe guardar con los de casa (fol. 22-34v).

Diálogo 4º

De lo que debe guardar en los actos o funciones de Comunidad (fol. 34v-42).

Diálogo 5º

De lo que debe guardarse fuera de casa (fol. 42-44).

Diálogo 6º

Visitas de estrados o damas (fol. 44-51).

Diálogo 7º

De las atenciones ordinarias (fol. 51-60v).


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Lo mejor de la vida, Religión, Doctrina y Sangre viene a ser un auténtico Manual de urbanidad y cortesía en el que el lector encontrará una pormenorizada descripción de cómo debía desenvolverse un alumno joven de las aulas javerianas, tanto en su vida social como en la personal. La filosofía educativa del libro se centra en la consecución de la nobleza integral, entendida no como un estado de vida, sino como un reto de una vocación que impone la inflexible ley de la continua superación. El Manual está dirigido a jóvenes de aproximadamente 13 años, en el momento en que se iniciaban en el estudio de las Humanidades. Por ello el método está adaptado a la psicología y a los ideales de la edad que irrumpe a la juventud: todas las principales enseñanzas y normas están plasmadas en elegantes versos latinos de los maestros clásicos, de manera tal que su memorización fuera fácil y erudita. La tesis sustentada en torno al educando se centra fundamentalmente en un concepto de continua y metódica superación, en cuya cima se alcanza la nobleza. El fin del libro, fuera de toda discusión, se orienta a proponer “una idea cabal” de un joven, “verdadero dechado de nobleza, que con sus obras transcribe más que el nombre”.16 La nobleza se define por aquello que no inspira “sino deseos de lo sublime”. De esta suerte, será noble el entendimiento que no admita “sino representaciones de cosas grandes” además de ideas que ennoblezcan directamente las acciones. Y será noble la voluntad cuando se mueva por acciones que lleven “el sobrescrito de ilustres”.17 Pero esta concepción no es estática, sino dinámica y, una vez aceptada, entra el alumno en un proceso dialéctico que se mueve hacia la continua superación: Piensan, pero no se contentan con pensar sino que quieren pensar bien. Hablan, pero con mejor estilo; tratan y se saludan pero con más decoro. Conversan, pero con racionales expresiones de gustosa armonía, circunspección y seriedad agradable. Para esto, el mismo bien pensar y sentir, el concebir como se debe de la excelencia del hombre y sus potencias y la laudable costumbre y porte de la mejor gente han puesto ciertas leyes particulares, en que se condenan las acciones del vulgo y se establecen propias tan admirables que saca con ellas el observante de sus talentos todos los frutos de que son capaces.18

Así pues, las leyes de una implacable exigencia son las que establecen la distinción real entre nobleza y vulgo. Estos conceptos se contraponen en

JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 3v.

JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 1.

JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 10.

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cuanto que son fruto de una decisión personal, cuya opción gira en torno a dos vidas: la rústica, grosera, agreste e inculta, por una parte; y la civil, culta, política y urbana (es decir, noble), por otra.19 Esta opción fundamental queda claramente formulada como un acto decisivo de la libertad individual: Quiso Dios que el método de bien vivir no se alegara a nadie, sino como en venta pública dejara opción a todos. Y así, el que quiere vivir como príncipe, o como rústico, tiene en su mano la elección.20

La nobleza no se concibe como un estado, sino como una vocación abierta a toda clase de sangre y establece una hermandad educativa entre los alumnos una vez que asumen los ideales del Colegio y los ponen en práctica. No quisiéramos insistir en este concepto educativo de la vocación a la nobleza del espíritu y de la acción sin hacer alusión al arquetipo literario que había que conseguir en los colegios jesuíticos desparramados en la amplia geografía de la Provincia del Nuevo Reino. Las Letras son el último perfil de la nobleza, porque poco representa en la República un noble con peluca y espada hecho un zoquete y el truhán del Pueblo [...] un noble literato es exemplo de las Repúblicas, honra de sus padres, venerado de todos, oráculo de la plebe y luz de cuantos acuden a él a buscar consejo.21

Vida política, crianza y civilidad El contenido abarca la capacitación urbana y cortés del estudiante en todas las dimensiones que le proporciona tanto el mundo de la persona, como el de la comunidad en que se realiza, y el de la sociedad en que debería desenvolverse. En definitiva, nos hace conocer la “política” tal como se concebía y ponía en práctica en el Nuevo Reino en el siglo XVIII. Para poder desarrollar el análisis de la “policía y urbanidad, cortesanía y buen trato”, la educación jesuítica neogranadina hacía descansar la política sobre dos vertientes: el hombre y el hombre en sociedad. El hombre “fue criado para vivir en comunicación y sociedad humana”.22 La instrucción comienza desde lo más simple y desde el primer momento; por ello se le hace tomar conciencia nada más ingresar al colegio que está ante: “Gente nueva, nuevas caras, nuevo modo, nueva lengua,

JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 9.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 10v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 14-14v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 7v

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nuevo andar, nuevas costumbres, en casa para mi nueva, todo se me hace nuevo”.23 Y el punto de llegada será: El cuerpo recto sin afectación, la cara serena y alegre, pero con la molestia de ojos grave y seria, que infunda respeto; el vestido decente y limpio, con aseo aunque sea viejo, que en todo cabe también el aseo pero sin afectación femenil; cara y manos como quiere Marcial: Splendida sit nolo, sordida nolo cutis.24 Los pasos y modo de andar grave y respetuoso, sin columpiarse ni correr sino cuando inste la unción. Las palabras cultas, doctas y al caso y tiempo, afables y cariñosas pero no afectadas; la risa amable para mostrar aprecio [...]. Los juegos de manos son para niños que no tienen edad para estar serios, ni saben de otro modo divertirse [...]. Lo que le dije acerca de la persona corresponde a proporción a todo lo que le pertenece [...] consulte en lo tocante a su aposento con su nobleza y su plata. Esta le pide los adornos, aquella la gravedad y orden porque ya se ve que su aposento sucio, mal ordenado, con confusión de alhajas sin que ninguna tenga el lugar destinado, más es de gente baja, que ningún desorden les disuena, que de nobles.25

Al hablar de “lo que ha de guardar en su persona y lo que le pertenece” esboza un tratado de la cortesía llamando la atención sobre las manifestaciones externas personales: compostura, vestido, conversación y el caminar. El sentido de la “estoica gravedad” parece ser el alma de toda concepción del trato cortés. El retrato que hay que conseguir del pequeño Catón, es: Una frente serena como un cielo, unos ojos alegres pero modestos, sin dejarlos andar a todo objeto; los hombros y todo el cuerpo recto con la cabeza, la risa moderada, sin carcajadas y amable; todo el rostro grave, circunspecto y alegre.26

Los avisos para el vestido son minuciosos y prácticos y la regla fundamental es que debe ser “proporcionada al carácter” y gravedad de la persona. Guarde en su vestido una decencia correspondiente a su conveniencia y calidad, según viere, lo de su carácter, pero grave [...]. Y cuando se ponga ropa especialmente buena que sea para hacer distinción de días, ha de ser sin pavonearse, ni mostrar que busca miradores por las calles, sino con gran circunspección hará al que no pone en eso el caudal y felicidad.27

JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 5v.

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La piel ni brillante ni sucia.

JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 21-21v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 15v-16.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 16v.

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Y completa la vestimenta con este último consejo: “deje que los sastres, zapateros y peluqueros adornen mucho lo que no tienen adornos propios, y vuestra merced busque méritos que no se consuman”.28 Cuando se trata de explicar la circunspección en el andar recurre a la figura de Aristóteles: Yo me figuro –dice el ahijado– “un hombre taciturno y pensativo, recto y grave, muy majestuoso en sus pasos, sin el más mínimo indicio de cosa que no fuera grande”.29 También la lengua debe representar el carácter de la persona, pero de entrada resalta el autor su importancia: “la lengua es lo mejor que tiene el hombre para el trato y alcanzar honra, si se refrena; y lo más venenoso, si se deja libre”30. No se debe hablar mucho y sin ton ni son; en consecuencia hace una disección de cómo deben ser las palabras de un humanista: Hay palabras que se llaman no sólo impolíticas sino inmodestas, otras viles, otras groseras y otras limadas y cultas. Las primeras que [...] son contra las buenas costumbres. Las segundas, como terminachos dicen las personas de casas llenas de humo y apodos infames [...]. Las terceras, que son vulgaridades, truhanerías para hacer reír solamente, estribillos, dichitos sin substancia [...] frase de calle, expresiones de mercado [...] que se llaman impolíticas y de falta de educación.31

Por el contrario, las palabras deben ser “modestas, bien sonantes, limadas, esto es, bien pensadas antes, suaves, cariñosas, llenas de substancia y bien aplicadas las sentencias graves, llenas de decoro y honestidad”.32 Las relaciones comunitarias definen una serie de actitudes que abarcan desde la amistad hasta el discernimiento que exige la convivencia y la psicología individual de las personas, así como las relaciones que se establecen en la jerarquía familiar, escolar y social. Para ello hay que tener presentes dos premisas fundamentales: primero, su convivencia se desarrolla entre muchos y de diferente carácter; y en segundo lugar, su área de acción debe contemplar tres niveles: autoridades, mayores e iguales. A las autoridades, que están en lugar de sus padres, se les debe “obediencia”, y además esta debe ser ejecutada con alegría.33 Las mayores le merecerán “proporcionado respeto” y les deberá “respetar, atender, honrar y obedecer en los consejos”.34

JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 17.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 17v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 18.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 18.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 18v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 22.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 23.

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Con respecto a los iguales conviene señalar algunos principios. Sobresale la valoración de la amistad: “El mayor consuelo de la vida es un fiel amigo”.35 Con los compañeros de habitación observará “honrada correspondencia que le haga olvidar el sinsabor de vivir muchos. Procure en no dar a sentir nada a alguno, sino esmerarse en dar gusto y servir a todos cuanto pudiere”.36 Y más adelante completa la idea: “con los compañeros de aposento tratará con toda urbanidad, guardando a cada uno sus fueros y respetos”.37 Las recomendaciones en este punto son muy oportunas: no debe pasar el día entrando y saliendo de las habitaciones.38 Así desciende a los mínimos detalles: cómo tocar a la puerta;39 cómo después de tocar debe esperar;40 y una vez dentro se especifica minuciosamente cómo comportarse.41 De esta suerte aprovecha la ocasión para disertar sobre el saludo, las visitas y la conversación. El saludo se debe iniciar “por orden de carácter y méritos”; no debe dar la espalda a nadie y esperará a que le indiquen que tome asiento, etc.42 Las visitas han de ser breves y ha de tener presente las diversas clases de huéspedes con que podrá encontrarse, incluso a gente “de cada que no guste”.43 Mucha importancia atribuye a la conversación. Describe así la actitud: La afabilidad de rostro, ojos, risa y demás movimientos de la cabeza nunca se echan de ver más que en la seriedad y presencia de muchos juntos. Todos los movimientos del cuerpo que no se conforman con los demás, son allí notables, y así andarse meneando al compás de las palabras como columpio, recostarse o tenderse sobre los brazos o respaldar de la silla, poner una pierna encima de otra, jugar de manos o pies, rascarse indecentemente, bostezar sin volverse a un lado y poner la mano u otra cosa en la boca, toser sin inclinarse para no salpicar con la fuerza del pecho, escupir y gargajear en medio del corro, desperezarse, acercarse mucho a los vecinos y hablarles a la boca u oído, accionar mucho, todas son manchas de un noble en la conversación.44

JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 23v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 23.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 24.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 24-24v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 25v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 25.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 25v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 26.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 26v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 27.

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Asimismo describe con lujo de detalles cómo debe intervenir en la conversación.45 En términos generales, “como de hombre noble y sabio observará esto con más puntualidad”.46 Los consejos son muy aleccionadores: “La palabra que salió ya no vuelve dentro; no murmurar jamás de nadie”;47 los secretos deben guardarse además porque “hay poca fidelidad entre los hombres”.48 Deberá también evitar los saltos en la conversación, los estribillos, los dichos agudos para zaherir.49 Entre las cosas que debe practicar destaca: disimular las descortesías; no servirse de “latinajos y textos a porfía”;50 no querer imponer, y menos de repente, conversaciones a su gusto, aunque sean sabias y santas.51 Y por fin, le invita a huir de los aduladores.52 Al salir de la habitación “Procurará que todo su traje esté decente y de como quien es limpio y aseado, y compuesta toda la ropa”.53 Aquí también abunda en la descripción de las cortesías.54 Completa el recuento de las normas que deben cuidarse, sobre todo las referentes al comportamiento en los actos religiosos y en la mesa. En la capilla explicita “con qué modestia ha de entrar, en qué postura se ha de poner, los pensamientos que ha de llamar, las palabras que ha de hablar, las salutaciones y despidos que ha de ejecutar”.55 “La pieza más respetable que hay en una comunidad, después de la Iglesia, es el refectorio”.56 El modo de comportarse en la mesa es un verdadero tratado de urbanidad. Recomienda un buen paseo por los corredores a las 11,30. “Luego lavarse las manos es diligencia siempre practicada”.57 Una vez sentado apartará el cubierto a la derecha, desdoblará su servilleta, cortará pan y esperará que le traigan por comenzar a comer, y en viniendo, no se ha de echar luego a él [...] no se mostrará que tenga hambre [...] antes con mucha madurez y circunspección guardará esto, en cuanto al gesto.58

JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 27v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 28.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 28v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 29.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 29v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 29v-30.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 30v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 31.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 31v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 32-33v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 35v-36.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 36v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 37v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 38.

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La descripción está salpicada de rasgos de humor. Con tres dedos se hace muy aseada toda la maniobra dicha. El cuchillo solo pide toda la mano. Ahora, no obstante, si quiere sacudirse de todas estas menudencias peleando a brazo partido como Sansón desquijarando leones vuestra merced desmigajando pan, despojando tamaños huesos hasta la última diferencia del tuétano despedazando trozos de carne, y todo a tropel y fuerza, sin dejar ni coger al tenedor, ni partir al cuchillo abreviará más, logrará fama de forzudo, pero no de medianamente noble.59 La misma forma alcanzará, si en lugar de llevar la comida a la boca con los instrumentos baja vuestra merced la cabeza a buscarla al plato; y quien no lo vea bajarse a la taza de caldo, pensará que se quiere bañar, y le avisará que a las espaldas está el chorro de soplar la comida, si al tomar el caldo hace tal ruido que parezca minero desmoronando.60

Así podríamos ir aduciendo finos textos relativos a la buena urbanidad. Muy vinculados a lo anterior son las apreciaciones que recogen “lo que debe guardarse fuera de casa” y “visitas a estrados o damas”. La finalidad de estos dos puntos es la de capacitar al joven humanista para que sepa desenvolverse con finura, cortesía y destreza tanto en la vida ordinaria como en la del gran mundo. Los buenos modales dentro de casa son una garantía para fuera, y así “piense antes de salir que lleva la honra de todo el colegio en la frente”61 pues “la circunspección y seriedad en el andar gana muchos conceptos, ojos y voluntades de gentes desconocidas”.62 La calle no dispensa la gravedad de casa, Ahijado, y así paciencia, que luego se hará a ella. Y oiga lo que hemos de hacer si topamos caballeros. Si pasan de otro lado del caño, haremos nuestra graciosa cortesía no más. Si del mismo lado que nosotros, a cosa de ocho pasos de distancia para que ninguno se vaya al caño, y no turbándonos, nos inclinaremos ya hacia el caño, nos quitaremos el bonete y suplicaremos sea servido pasar con esta diferencia: si es personaje muy superior hasta tres veces suplicaremos, que es el término de estos cumplidos, quedando quietos hasta que se determine; si no tanto o igual, dos; y si es inferior, no más que ofrecimiento, y pasaremos. Si es persona con quien el tomar o ceder se quiera haber punto crítico, con tiempo y gran disimulo pasaremos al otro lado [...]. Si alguna persona muy grave del otro lado hiciera ademán de querernos venir a hablar, pasaremos nosotros a ahorrarle el trabajo, y poniéndolo en medio, si proseguimos camino o nos paramos, estaremos descubiertos hasta que

JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 39v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 39v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 42.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 42v.

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nos avise y de licencia, sin decirle a él que se cubra; si es igual suplicaremos y nos cubriremos juntos; si es inferior nos cubriremos y le mandaremos a él. En medio no me ponga usted a nadie de gente de peluca para abajo. Si alguno nos acompaña, acuérdese de hacer pasar adelante, y medias vueltas tanto para cuando se nos juntan como para separarse que le dije arriba. En pasos estrechos, esquinas, entradas y salidas, me dejará vuestra merced ir delante, y hacer los cumplidos que avisé para corredores de casa.63

Con esta minuciosidad puntualiza la visita a un canónigo: cómo anunciarse, cómo ubicarse en la sala, cómo saludarlo, cómo sentarse, cómo iniciar la conversación, cómo tomar el refresco, cómo despedirse.64 Las mismas especificaciones se aducen en las visitas a las damas: si la señora está en una reunión, se indica la forma del saludo y la salutación a las demás damas y caballeros; cómo actuar si llegan más visitas; cómo hablar cosas privadas; cómo desenvolverse con los “degolladores” y con los que siempre visitan la misma casa, etc.65 Al hablar de los banquetes resume de nuevo las normas de educación dadas para comportarse cortésmente en la mesa.66 También “las atenciones ordinarias” merecen un capítulo especial. Comenzaremos por la correspondencia. Al aconsejar el Padrino al Ahijado sobre las cartas le trae sabiamente a la memoria que la opinión y crédito, etc., dependen de sus escritos, y es fijo que a cada uno lo pinta su pluma, hasta los sentimientos, pasiones y virtudes; el genio, sabiduría y prudencia se esculpen en cuatro renglones.67 Tras analizar los diversos genios de personas, opta el autor por el sabio: Qué gusto, Ahijado, leer una carta suya, qué estilo tan concertado a la materia que trata, qué bien ordenado, qué metódico, qué grave, qué alegre, qué espiritoso, qué afable, qué vivo, qué finalmente lleno de meollo y de lepor; todo lo que sabe significar y pintar, la universalidad de sus sentimientos y prendas dejando conocer lo mejor que es la sabiduría en saber diestramente ejecutarlo todo según lo pide la materia.68

Pasa después a indicar cómo debe ser la metodología que debe seguir en la carta: Primero saluda y descubre el gusto que ha tenido en recibir la ajena, si es respuesta, luego, en otro acápite, responde a los puntos que le piden sin

JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 43.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 43v-44.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 45-46.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 46v-47.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 56v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 57.

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dejar uno. En otro, propone los encargos y negocios de que quiere sea sabedor, y concluye con participar su salud, desear la ajena y ofrecimiento de sus cosas al servicio del amigo.69

En relación a las leyes y normas de la correspondencia aseverará: Si se parte de un lugar para otro no olvide favores, atenciones y amistades, y así, al llegar al destino dé pronto razón a sus semejantes de su llegada ofreciendo su industria sin esperar que se le adelanten, que no les toca a los que dejó; responda puntual cuanto se pueda a las cartas que recibe, y si no son personas a quien no debe obligaciones y no gusta de su comunicación, a lo menos responda de agradecido a la primera sea quien fuere el autor de ella.70

Y así podríamos continuar con otras referencias a los títulos, estilo, etc. En los entierros y fiestas ha de tomar conciencia de que se impone una “correspondencia” de las comunidades a estos actos. Por lo tanto deberá ser puntual y además cuidará en “componer vuestra merced su persona a la norma de un prudente varón, con circunspección y modestia, y procure aprender del compañero”.71 Como un ejemplo transcribimos una de las fórmulas sugeridas: Después de haber pedido y respondídole en orden a la salud: Señor Don Fulano, después de tener gusto de ver a vuestra merced, y halládole con la felicidad que deseaba, el negocio que me trae es venir a participar a vuestra merced, de parte del Colegio (u otro), cómo tal día, con ocasión de tal festividad, etc. se celebra tal fiesta, o entierro, o acto, y así suplicarle sea servido honrarnos la función con su presencia. Después de haber el otro respondido y hecho una breve pausa, se levantará pidiendo licencia para ir a continuar su encargo, con que despidiéndose se quedarán tan prendados de su atención, que desearán venga pronto otro convite.72

También en los títulos deberá el estudiante de humanidades esforzarse dando a cada uno lo que le compete, sin pecar por nimios, ni quitar a nadie lo que se merece, y advierta que es un punto muy crítico porque en una acción misma se ofenden mucho si se peca en esto.73

Sin embargo también le reconvendrá que “cuanto es bueno tener títulos y distinciones merecidas y darlas a quien las merece con gran esmero, tanto es abominable el ser demasiado celoso en ellos [...] los nobles JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 57v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 57-57v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 55-55v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 56.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 52v.

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disimulan mucho esto”.74 Así concretará que “Vuestra Excelencia no lo puede dar a cualquiera; usía, a canónigos, oidores y gente de título; doctor y maestro, al que lo posea”.75 Concluye este aparte precisando cuáles son los días indicados para realizar visitas y cómo debe cumplimentar a los parientes, amigos o recomendados de la familia que llegan a la ciudad.76 Para completar la fisonomía del arquetipo del noble, el autor de Lo mejor de la vida finiquita su extenso tratado con un llamamiento al Ahijado para que sepa separar praetiosum a vili77 en algunos actos de atenciones ordinarias para no pecar contra la cortesía [...] pues quita a un noble esta tacha los gloriosos epítetos de discreto, atento y formalísimo que no se dan al que sin discreción y orden todo lo confunden en su trato para alcanzar la alabanza cortés y noble que nada menos merece.78

Discreción y prudencia en la línea del trato es “saber dar lo suyo a cada persona según su carácter, dignidad y méritos de cada uno, ya comunes, ya peculiares”.79 Y todas estas virtudes son alcanzables “si observa lo que le he dicho en la larga instrucción, pues con ello guardará su decoro, los fueros de su sangre y educación, y merecerá toda atención y aplauso”.80 II. La formación religiosa Querer explicar la religiosidad colonial con los criterios modernos sería desconocer la capacidad espiritual del ser humano y reducir al unívoco las posibilidades casi infinitas de la persona. El núcleo del problema subyace en la realidad de que el cristiano no cree en una trascendencia anónima sino en un Dios que sale al encuentro del hombre y éste puede abrirse a la presencia de Aquel hasta el punto de hacerse vida de su vida. En las sociedades occidentales modernas la pérdida del sentido religioso ha hecho que las líneas de encuentro se separen cada día más de forma tal que la conciencia de la presencia del otro ignore la presencia de Dios en el mundo del hombre. En verdad en el terreno del saber técnico y verificable, Dios no cuenta con ningún espacio. Pero, las experiencias

JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 53v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 52v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 54-54v.

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Separar lo precioso de lo vil.

JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 51.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 51-51v.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, fol. 51v.

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meramente empíricas, aunque a primera vista parecen las más claras y seguras, son de facto las menos profundas. El encuentro del hombre con Dios se sitúa siempre en el terreno del sentido y concluye siendo una experiencia personal. Los místicos de todos los tiempos son la mejor expresión de esta experiencia de Dios. Para ellos, la capacidad de Dios significaba el deseo profundo de encontrarse con Él y ello se consideraba como la recapitulación de todo bien y de toda la felicidad. Pero en todo hecho religioso se deben tener presentes dos observaciones fundamentales. La primera se refiere al principio de que toda experiencia personal es intransferible. La segunda asume que la conciencia de la presencia de Dios es una manera nueva de situarse en la vida. Por todo ello, para el creyente, Dios se hace historia en cada hombre mediante los sacramentos, es decir, se hace presente en y por medio de signos que remiten más allá de ellos pues siempre existe la posibilidad de ver el signo y no leer en él ninguna presencia. Si quisiéramos encontrar un punto de referencia y un fundamento principista apelaríamos a la tesis que Dominique Wolton establece para el mundo occidental: “No se puede hacer Europa sin el derecho, la democracia pluralista, los derechos del hombre o la libertad, como tampoco puede hacerse sin los valores espirituales e históricos que son constitutivos de su identidad”.81 El hecho religioso cristiano pertenece al núcleo mismo de la identidad simbólica a partir de la cual se han interiorizado los ideales culturales de Occidente. Lo religioso ha establecido una enorme riqueza de reflexión sobre la vida y sobre la mayor parte de los símbolos y valores que constituyen el fundamento de nuestra sociedad. En última instancia, el hecho religioso se presenta como una realidad que es propia de todas las culturas y de todas las sociedades. Más aún, sentenciará Tony Anatrella, “la dimensión religiosa es la dimensión fundante de la simbólica, de la que depende la sociedad”.82 La ignorancia religiosa fue una de las causas profundas que produjo la Reforma y la escisión de la cristiandad. Por esta razón entendieron los jesuitas que había que dar respuestas directas y sabias a las controversias de sus contemporáneos y restablecer la estima y veneración de los cristianos por el mensaje evangélico.

Dominique WOLTON. Ëloge du gran publique. París, 1990. Citado por: Tony ANATRELLA. Contra la sociedad depresiva. Santander, Edit. Sal Terrae (1995) 47.

Tony ANATRELLA. Contra la sociedad depresiva. España [Santander], Edit. Sal Terrae (1995) 46.

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Así se entiende que el binomio virtud y letras, moral y ciencia diríamos hoy día, se constituyan en la primera tarea que debían afrontar los profesores de las clases inferiores según la Ratio Studiorum.83 Esta actitud principista la subrayan todos los ordenamientos de estudios jesuíticos anteriores a la Ratio oficial. Así por ejemplo, la Ratio de 1586 establece: Los que se dedican al estudio de las letras deben hacerlo no para adquirir ciencia únicamente o para que les granjeen riquezas y honores, sino para que, mediante el conocimiento de la verdad, se ayuden a si mismos y a los demás a honra y gloria de Dios [...]. Y ya que, fuera de la recta intención, es menester que los estudiosos posean ingenio: agudo para comprender cuanto leen u oyen, recto para juzgar, memoria tenaz para conservar la enseñanza y cierta inclinación a los estudios, no sea que los abandonen; quien se sienta dotado de estas cualidades, debe parar mientes en no ser ingrato por tantos beneficios, ni abuse de ellos, sino más bien debe emplearlos para la gloria de Dios.84

El ordenamiento final de los estudios de la Compañía de Jesús en tiempo del P. Claudio Aquaviva asumió un estilo casi de código y trató de resumir la riqueza conceptual de los estudios anteriores a 1591 en breves reglas que no siempre traducen el trasfondo cultural e ideológico de su contenido. Al Provincial se le encomienda encarecidamente que juzgue importantísimo para él cuanto se prescribe en las reglas comunes de todos los maestros acerca de la piedad y la disciplina de las costumbres y de enseñar la doctrina cristiana en las reglas de los maestros inferiores (y de las costumbres y la piedad en las reglas de todos), a fin de acercarse a lo que se desea de la salvación de las almas y tantas veces se inculca en las Constituciones.85

La vida espiritual así como la intelectual necesitan estudio, método, ilustración y ejercicio. La construcción del edificio espiritual del joven no es obra del azar y debe correr paralela a la formación científica, cultural y social, ya que la

Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de Estudios Inferiores”, 1: “para que quienes las frecuentan [las escuelas] aprovechen no menos que en las buenas artes en la probidad de vida”. “Reglas comunes a los Profesores de las Clases Inferiores”, 1: “De tal manera forme el maestro a los adolescentes confiados a la disciplina de la Compañía, que junto con las letras también aprendan las costumbres dignas de cristianos”. “Reglas del Prefecto de la Academia”, 1: “Promueva en los académicos la piedad y no sólo los estudios”.

Sistema y ordenamiento de Estudios elaborado por seis Padres designados para ello por orden del R. P. Prepósito General. Roma, 1586. “Reglas para aprovechar en el espíritu y en las letras en las clases inferiores”. En: Paramillo. San Cristóbal, n.º 2-3 (1984) 362-363.

Ratio Studiorum. “Reglas del Provincial”, 40.

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instrucción religiosa debe modelar la disciplina de las costumbres y a la vez crear la piedad en el joven.86 Así pues, el colegio y el templo serán el escenario obligado en el que el alumno diseñará su carta de navegar en el mundo de la conciencia, de la moral y de las costumbres. Se trata, pues, de una acción triple en la que el actor principal es el joven y en la que colaboran el Profesor y el Espiritual. Ciertamente, quien más directamente actúa sobre el alma del discípulo es el Profesor pues de él recibirá el ejemplo; la enseñanza de la doctrina cristiana; las pláticas con que cíclicamente deberá ilustrar su formación integral; y, en fin, esa rica erudición cultural que se irá sembrando en el alma del joven al realizar la Prelección de los textos clásicos. A nuestro modo constituyó un gran acierto el hecho de que el mismo maestro que abría los caminos de la sabiduría a los discípulos fuera también quien les guiara en las rutas del espíritu. Las razones nos parecen acertadas ya que, por una parte, virtud y letras se erigían como un ideal único consolidado; y, por otro lado, qué mejor autoridad para enseñarlas que la del profesor que practicaba y vivía la identidad de esos ideales humanos y espirituales. En este contexto se explica la advertencia que el P. Francisco Sacchini (1570-1625) –uno de los pilares de la pedagogía jesuítica del XVI– formulaba a los Profesores de los colegios jesuíticos acerca de la enseñanza de la doctrina cristiana. Esta debía practicarse con un gran impulso del corazón pues “es la gramática de Cristo nuestro Maestro. Si se debe enseñar con celo la gramática humana, ¿con qué cuidado no habremos de enseñar la gramática divina?”.87 Desde el punto de vista curricular había que dedicar la última media hora del viernes o la primera del sábado a la explicación catequística.88 El texto guía variaba de acuerdo con las regiones; así, en Alemania se utilizó el catecismo de San Pedro Canisio89 y en España y en el Nuevo Reino creemos que fueron los tradicionales de los PP. Astete y Ripalda.90

Ratio Studiorum. “Reglas de los oyentes externos de la Compañía”, 1 y 15.

F. SACCHINI. Paraenesis ad magistros scholarum inferiorum Societatis Iesu. Roma (1625) cap. XIII. Citado por CHARMOT. La pedagogía de los jesuitas. Madrid (1952) 333.

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 4. Similar indicación recogen las Reglas relativas a los demás Ratio Studiorumos.

Monumenta Paedagogica. Nadal. “Ordo Studiorum”, 113.

En la Praxis de los estudios mayores y menores (José DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica. Caracas, Academia Nacional de la Historia [1979] 302) se lee: “En la declaración de la Doctrina cristiana se tenga particular cuidado, haciéndoles decorar y entender el catecismo”.

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También hay que hacer referencia obligada al inspirador de un libro que iluminó la enseñanza religiosa en la primitiva Compañía de Jesús como fue las Evangelicae historiae imagines91 del jesuita mallorquín Jerónimo Nadal (1507-1580).92 La instrucción debía ser gradual y encaminada al desarrollo de las capacidades religiosas del alumno para adquirir de este modo la mentalidad cristiana. El primer núcleo lo constituían los textos más simples del catecismo y las oraciones generales (Padre nuestro, Ave María, Credo, etc.), algunas prácticas de vida de piedad familiar (bendición de la mesa y acción de gracias) y personal (oraciones al levantarse y al acostarse), y el ayudar a misa. El segundo núcleo se construía sobre la misma doctrina con las definiciones y brevísimas declaraciones del catecismo. En el tercer núcleo se recoge lo estudiado en los años anteriores y se añaden más declaraciones, acomodadas a la edad y capacidad.93 La forma de desarrollar una clase de catecismo nos la describe el P. Judde. A los jóvenes de las clases inferiores hay que explicarles todo lo que necesariamente debe saber un cristiano. Concretamente, se debe insistir en el modo de enseñar las condiciones requeridas para hacer bien la confesión. Después, inculcar la explicación del sentido de la pregunta y la respuesta del catecismo de tal manera que los alumnos comprendan su contenido y no se queden en la superficie de las palabras. Sus razonamientos deben acompañarse con comparaciones para de ahí llegar a algunos puntos importantes de la moral a fin combatir las faltas e irregularidades comunes a su edad. Se concluía con una exhortación que convocaba el espíritu de los jóvenes para ser mejor o con alguna historia de la Escritura que confirmara el tema de la instrucción.94 A la explicación de la doctrina cristiana hay que añadir por parte del maestro algunas pláticas o exhortaciones espirituales de carácter práctico y aplicado95 que buscan la generación de un núcleo central de la instrucción religiosa: oración, devociones y examen de conciencia96 para de esta forma garantizar la conducta integral y continuamente revisada del joven.

Ha sido publicada con el siguiente título: Biblia Natalis. La Biblia de Jerónimo Nadal SJ. Introducción de Isidoro Pinedo Iparraguirre SJ. Traducción de Santiago Segura Murguía. Edición a cargo de Javier Torres Ripa. Bilbao, Universidad de Deusto-Ediciones Mensajero, 2008.

Manuel RUIZ JURADO. “Nadal, Jerónimo”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 2793-2796.

Monumenta Paedagogica. Nadal. “Scholarum Regulae”, 657-658. Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 4.

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JUDDE. Thesaurus spiritualis magistrorum scholarum inferiorum Societatis Jesu. Gandavi, 1874. Citado por André SIMBERG. L’éducation morale dans les collèges de la Compagnie de Jésus en France. París (1913) 187.

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Ratio Studiorum. “Reglas del Rector”, 20.

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 5.

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Pero a nuestro entender, fue la “Prelección” uno de los medios más eficaces y a la vez más desapercibidos de que dispuso el Profesor para abrir espacios morales y patrones de conducta en la conciencia del alumno. De ello tratamos al hablar en detalle sobre la “Prelección”. Un segundo capítulo gira en torno al templo, el cual se erige en otra cátedra permanente de formación religiosa. La religión consiste, en último término, en un proyecto de vida al que se accede por voluntad propia y cuyo camino establece un compromiso personal con Dios. La iglesia de San Ignacio significaba para los alumnos de la Universidad Javeriana un hábitat espiritual distinto al del aula de clase y cuya atmósfera debía compartir con el resto de la sociedad. Si en el aula el estudiante era un ciudadano privilegiado de la república de las letras, en el templo se convertía en un constructor más de la república cristiana. El clima del recinto sagrado le asomaba a los horizontes en los que la conciencia debía asumir mejores posiciones, ya que su situación existencial se inserta en una comunidad específica y por lo tanto pertenece también a una sociedad concreta que debe regirse por el bien común; bien que en definitiva es mucho más que la sumatoria de todas las voluntades que comulgan con ese mismo ideal. La arquitectura, la escultura, la pintura, la música y el teatro fueron parte esencial del discurso plástico que desarrollaron los jesuitas en todo el mundo. Pues, en la memoria, los símbolos y los lenguajes formales de cada pueblo residen los instrumentos que nos permiten analizar e imaginar, creer y crear, decidir, amar y resistir.97 Esta concepción permanece inmutable no sólo durante el período de gestación de la Ratio sino también hasta la extinción de la Orden en 1773. Baste citar como ejemplo unos avisos del P. Diego Laínez, segundo Prepósito General de la Compañía de Jesús, dirigidos a las clases inferiores: Los que se dedican a los estudios, no lo hagan solo por saber, o para conseguir riquezas y honores, sino para ayudar a los demás y a si mismos con el conocimiento de la verdad a gloria y honra de Dios. Y si llegáremos por medio de la ciencia a puestos y dignidades, debemos referirlo todo al Señor, de quien lo hemos recibido.98

Así pues, la enseñanza religiosa tiene su prolongación en la iglesia y en la capilla de la Congregación en donde se tenía que escuchar todos los domingos y días de fiesta el sermón correspondiente.99 De esta suerte,

Alfonso ALFARO. “Una tradición para el futuro”. En: Ana ORTIZ ISLAS (Coord.). Ad maiorum Dei gloriam. La Compañía de Jesús promotora del arte. México (2003) 15.

Citado por: José Manuel AICARDO. Comentario a las Constituciones de la Compañía de Jesús. Madrid, Blass, 3 (1922) 205.

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 3.

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la vida de la sociedad santafereña tenía que ser el objeto principal de la prédica de los oradores sagrados quienes, con sus análisis socio-religiosos y sus proposiciones morales, debieron crear en la mente de los alumnos un punto de referencia y de contraste entre los ideales concebidos en la escuela y la realidad de la vida vista desde el púlpito. También el recinto sagrado reviste vital importancia en la vida interior del joven escolar ya que en él se desarrolla la práctica de los sacramentos; pero de este punto hablaremos más abajo. Mas, todo lo expuesto caería en terreno yermo si no actuara la voluntad decidida del educando. Tres son las vertientes en las que se desarrollará la acción personal del joven en el ámbito moral religioso. En el plano intelectual debe abrirse, de forma sistemática, a la formación de la inteligencia y a la educación de la conciencia. En el plano volitivo tiene que fomentar el dominio de la voluntad y la reiteración de hábitos para la virtud. En el plano moral deberá percibir el reto del mundo de los valores a fin de dar una respuesta generosa en su vida tras haberlos asimilado en su conducta. Los medios que menciona la Ratio para la educación religiosa práctica son los siguientes: la oración, el examen de conciencia, la asistencia a Misa, la frecuencia de los Sacramentos, la lectura espiritual y las devociones. El fin de la oración consiste en mantener el diálogo con Dios a fin de renovarse interiormente y servir mejor al Todopoderoso. El alcance de esta oración juvenil la describe así el P. Nadal: No se pase por alto el enseñarles cada día el renovar el propósito de una vida mejor y más sincera, como si nada hubieran hecho hasta aquella hora en el servicio de Dios. Pidan gracia a Dios por la que puedan servirle, guardar sus mandamientos y trabajar para fructificar en una vida cristiana más plena: consoliden el propósito de querer con la divina gracia dirigir todo lo que durante el día piensen, hablen y obren a mayor gloria y honor de Dios omnipotente.100

Quizá podrá parecer nimio al lector de hoy lo pormenorizado de ciertas prescripciones que tenían su fundamento en aquellos ambientes. Al Profesor de las clases inferiores se le recuerda que debe exhortar a sus alumnos a la oración diaria y sobre todo a rezar el rosario o el oficio de la Santísima Virgen;101 asimismo, los sábados debe recitar con los alumnos en clase las Letanías lauretanas, “o si es costumbre, llévelos a oírlas a la iglesia con los demás”.102

Monumenta Paedagogica. Nadal. “Generalis ordo Collegii Tornacensis”, 844.

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 5.

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 7.

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Pero en el reducido mundo de un estudiante de las clases inferiores es lógico que la oración deba estar vinculada con las acciones que definen su vida estudiantil como es, en este caso concreto, el estudio; por ello se recomienda que antes de comenzar cada clase recite alguno una breve oración apropiada.103 Con estas pormenorizadas actitudes se pretende, como anota Bertrán Quera, “que el discípulo, por el lenguaje de las actitudes, aprenda intuitivamente esta cortesía exterior con Dios que suele ser indicativa de una sincera y ferviente oración interior”.104 En la pedagogía ignaciana la oración era un medio para enseñar a vivir en la presencia de Dios en todas sus acciones y, lógicamente, conforme avanzaban en edad, los modos de oración tenían que supeditarse a sus capacidades. En definitiva es el deseo de alcanzar la perfección el norte de toda oración. Así lo exige el P. Nadal después de su visita al colegio de Viena: Sean todos incitados poco a poco a la piedad según su capacidad, y no sólo a la piedad sino también a la perfección religiosa; y todos se resuelvan a ayudar a las almas, e impriman este deseo en el corazón desde los más tiernos años.105

El autor de los Ejercicios Espirituales, maestro en los flujos y reflujos del bien y del mal en el alma de todo hombre, no quiso que la juventud fuera ajena a este complejo y rico mundo interior, y por ello quería que desde sus primeros años aprendieran a identificar y describir estos fenómenos espirituales y consecuentemente a buscar sus causas. Así pues, no es de extrañar que la Ratio exhorte a los alumnos a examinar su conciencia cada noche.106 En la metodología espiritual de Ignacio de Loyola se concibe el examen de conciencia no solo como una oración activa encaminada a detectar y corregir las equivocaciones que se dan en el ser humano, sino también como un método psicológico natural para conocerse a sí mismo mediante la introspección. La lucha por la realización de los ideales que definen la primera juventud está sometida a una dialéctica de aciertos y fracasos que provienen fundamentalmente de la necesaria conjunción de generosidad e inexperiencia. En este sentido se impone la sabia dirección de un buen maestro que le señale las luces y las sombras, las virtudes que conducen al éxito incontaminado y los defectos que hay que prevenir o corregir. El P. Croiset señalaba los siguientes para los escolares franceses: Los defectos más ordinarios de los jóvenes consisten en una desgana por el trabajo, un espíritu de libertad, una inclinación al placer, poco

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 2.

Miguel BERTRAN QUERA. “La pedagogía de los jesuitas en la Ratio Studiorum”, 87.

Monumenta Paedagogica. “Quae dixit P. Natalis pro Collegio Viennensi”, 812.

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 5.

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discernimiento de lo que les puede ser ventajoso y de lo que les puede ser desfavorable, mucho de presunción en el peligro, un gran fondo de inconstancia y ligereza en la práctica del bien, fáciles en dejarse deslumbrar por falsos brillantes y dejarse cautivar por todo lo que lisonjea; el mal ejemplo arrastra, una vida llana les cansa, toda moderación les disgusta.107

El hábito de realizar este examen mantiene la delicadeza del corazón e impide que se endurezca en el cotidiano contacto con las realidades de la vida.108 Pero, además del examen general existe el particular que se dirige exclusivamente a exterminar el defecto dominante. Si hay voluntad decidida en el joven para aceptar estos retos, hay que reconocer que posee los medios para llegar a crear una atmósfera de paz y de dominio de sí, aval para cualquier lucha interna o externa. Sin embargo, parece que la primera entre las recomendaciones a la juventud fue la de oír la santa Misa diariamente109 y pensamos que su asistencia debía ser a las 7 de la mañana. Este iniciar el día con tan importante acto religioso suponía toda una preparación: sean enseñados particular y diligentemente con cuanta atención, devoción y reverencia del alma han de oír la Misa. Esto se hará si se les explican los misterios de los que trata la Misa, especialmente de aquellos que son más importantes como la consagración del Cuerpo y Sangre de Cristo y el sacrificio y oblación sacrosanta.110

Si los sacramentos se erigen como el lugar privilegiado para el encuentro y el diálogo de Dios con el hombre, es evidente que asumen esa importancia en la pedagogía jesuítica. Al Profesor se le recuerda que debe exhortar a sus discípulos a que frecuenten “con las debidas disposiciones” los sacramentos de la penitencia y de la eucaristía.111 Y por ello le trae a la memoria la confesión mensual del alumno.112 Son muchos los beneficios pedagógicos de la genuina confesión. Ciertamente es un auxiliar precioso del esfuerzo personal pues ayuda a aclarar la vida interior, a discernir los vicios, los defectos de carácter, las malas

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CROISET. Règlement pour MM. les pensionnaires des PP. Jésuites qui peuvent leur servir de règle de conduite pour toute leur vie. Lyon (1715) 57. Citado por André SHIMBERG. L’éducation morale dans les collèges de la Compagnie de Jésus en France. París (1913) 225.

Laurent LEBRUN. Institutio juventutis christianae. París (1653) 64.

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Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 3.

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Monumenta Paedagogica. Nadal. “Generalis ordo Collegii Tornacensis”, 845.

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Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 5.

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Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 9.

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inclinaciones, a conocer las causas y sus efectos de nuestras acciones, en fin, todo aquello que debilita la identidad personal. Por otra parte, ayuda al joven a combatir la falta de atención con el peligro próximo de convertirlo en superficial, impetuoso, caprichoso e irresponsable. Se trata de llegar a las raíces del mal, hasta el deseo y el pensamiento culpable. Y ese control reiterativo abre un espacio idóneo a la fuerza de la voluntad que proviene de un conocimiento exacto de la vida moral. En la confesión no se trata tanto de arrancar para el olvido las huellas de la acción injusta o deshonesta, sino de reasumir la firme decisión de no volverla a cometer en el futuro. La santa Misa y la recepción de los sacramentos las considera la Ratio como el medio más eficaz para vivificar la piedad del joven en proceso de maduración. De ahí que la asistencia al sacrificio eucarístico se recomiende como diaria.113 Por ello no es de extrañar que también se apele aquí al principio pedagógico del ejemplo al recomendar que el Profesor esté presente como un testimonio vivo de piedad ante sus alumnos.114 La piedad busca en el joven la violencia de convertirse en un hombre nuevo. La piedad hay que concebirla, pues, en función del perfeccionamiento moral, y por ello debe ser un instrumento práctico y eficaz para la educación de la conciencia y entrenamiento de la voluntad. No se trataba de fabricar una piedad superficial y pasajera que se deshiciera con el cambio de edad, ambiente o estado. La virtud que debe cultivar el joven es un caudal de religión inalterable, un temor eficaz de un Dios dulce, un horror al pecado que crece con la razón y con la edad, un amor a Dios sin reservas, una observancia muy exacta de todos los mandamientos, una puntualidad perseverante para cumplir todos los deberes de su estado, un respeto, una sumisión, una ternura invariable por vuestros padres.115

Para la literatura clásica, la virtud consistía en el brillo esplendente del héroe que se esforzaba por ganar las alturas, era la armonía y la plenitud del hombre de nobles y magnánimos sentimientos que se entregaba por completo al bien. Por ello el Aquinate la definía como los sumo de lo que uno puede ser.

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 3.

Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de Estudios inferiores”, 45.

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CROISET. Règlement pour MM. les pensionnaires v c des PP. Jésuites qui peuvent leur servir de règle de conduite pour toute leur vie, 11-12.

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De facto, es el proceso concreto por el que el hombre se autorrealiza mediante la decisión y la responsabilidad. Es la llamada constante a la consumación del poder ser humano. En otras palabras, la virtud fabrica la integridad del hombre. Lo anteriormente dicho explica que la piedad del estudiante tenía que ser ilustrada, no solo porque su contexto estaba penetrado por los recuerdos y ejemplos de la antigüedad clásica, sino también porque los nuevos modelos se insertaban en la imitación de Jesucristo y de los santos. De ahí la importancia que se asigna a la lectura espiritual116 y concretamente a la lectura de las vidas de santos,117 la Imitación de Cristo y otros.118 Ese clima cultural y espiritual tenía que traducirse en el ejercicio del cumplimiento del deber,119 de la virtud de la ejemplaridad o del testimonio,120 y la sinceridad y pureza de alma,121 es decir, la sinceridad de un alma noble y recta. En Lo mejor de la vida, religión, doctrina y sangre del P. Julián, la cotidianidad práctica de un estudiante la sintetiza de la siguiente manera: La primera acción de la mañana consistirá en ofrecer a Dios todas las obras del día y en renovar los propósitos particulares. Después se les recomienda frecuentar los sacramentos como aval en el perfeccionamiento de su vida interior y exterior. Cada noche deberá dedicar un tiempo al examen de su conciencia y a leer un libro espiritual. Su conciencia la deberá encomendar a un confesor permanente así como también escogerá a un santo como patrono para sus estudios. Y por supuesto se le reitera la devoción a la Santísima Virgen. Todo ello se logrará al “poner el pensamiento en alto y acertar siempre a lo más grande”.122

III. La Academia y la Congregación como instrumentos para la excelencia académica, cívica y religiosa Hay dos instituciones que gozaron del apoyo irrestricto de la Compañía de Jesús: las Academias123 y las Congregaciones.124

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 8.

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 8.

Monumenta Paedagogica. Nadal. “Scholarum Regulae”, 661: “Tenga cada uno su doctrina cristiana y también un Gerson de imitatione Christi u otro libro devoto”.

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Ratio Studiorum. “Reglas de los alumnos externos”, 14.

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Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia de los Gramáticos”, 3.

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Ratio Studiorum. “Reglas de los alumnos externos”, 14.

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JULIAN. Lo mejor de la vida, 13-14v.

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Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de los Estudios inferiores”. Regla 34. Además: “Reglas de la Academia”. Regla 10.

Ratio Studiorum. “Reglas del Rector”. Regla 23.

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La Academia La educación jesuítica ofreció a los estudiantes un gran reto: la Academia para los que deseaban señalarse en el conocimiento de las ciencias. En esencia constituía un llamado institucional a lo que hoy denominamos la excelencia, y se reducía a “un grupo de estudiosos escogido entre todos los escolares, que se reúnen bajo algún Prefecto de los Nuestros [jesuita], con objeto de tener especiales ejercicios relativos a los estudios”.125 En la práctica venía a ser un Seminario ya que su objetivo final consistía en profundizar en las materias que se estudiaban en el aula y debían llevarse a cabo los días de vacación.126 Los “académicos” debían aventajar a los demás tanto en los estudios como en el ejemplo de su vida.127 Se regían por sus autoridades propias y tenía como requisito imprescindible la asiduidad y el fervor en sus quehaceres.128 Cada Academia debía elegir sus autoridades “por mayoría de votos secretos” y los cargos eran: Presidente, dos consejeros y un secretario pero dejaba la puerta abierta para otros cargos.129 Es de lamentar que se hayan perdido los “Libros de la Academia”, pues en ellos debía consignarse el nombre de los académicos, los cargos de los elegidos y también “copiar los discursos, poemas y versos de los retóricos” así como los demás ejercicios de la Academia.130 En la Facultad de Lenguas la temática fundamental había girado en torno a “todas aquellas cosas que suelen generar elocuencia o dimanar de ella”.131 Pero la gama de posibilidades era extensísima: si se trataba de una declamación tomada de un orador o de un poeta debía seguir después “la crítica de los demás acerca de la voz, el gesto y de toda la declamación”;132 también podía tratarse de redacciones propias escritas en los distintos géneros literarios,133 o de análisis oratorios escritos “en estilo elegante”;134 incluso se recomienda el simular procesos judiciales teniendo muy presentes las pruebas, los resortes psicológicos y demás lugares oratorios.135

Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia”. Regla 1.

Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia de los retóricos y humanistas”. “Reglas de la Academia de los gramáticos”.

Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia”. Regla 3.

Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia”. Reglas 4-12.

Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia”. Regla, 7.

Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia”. Regla, 10.

Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia de los retóricos y humanistas”, 2 y 9.

Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia de los retóricos y humanistas”, 2, II.

Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia de los retóricos y humanistas”, 2, IV.

Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia de los retóricos y humanistas”, 2, VI.

Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia de los retóricos y humanistas”, 2, VII.

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En las Facultades mayores los ejercicios comunes consistían en “repeticiones diarias de las prelecciones, disputas, prelecciones o problemas, actos más solemnes en que se defiendan públicamente las conclusiones”.136 Ciertamente la Academia bien llevada suponía la creación en sus miembros de una toma de conciencia frente a una microsociedad de la que se convertían en sus genuinos gestores mediante una más intensa comunicación, colaboración y responsabilidad tanto personal como colectiva. Podemos pensar que la Academia fue el crisol del capital humano y social que formó en la Universidad Javeriana. El bilingüismo en el Nuevo Reino Es evidente que el método jesuítico no solo garantizaba cualificar en las letras a las juventudes neogranadinas y prepararlas para los estudios superiores, sino también hacerlas partícipes de las redes educativas internacionales que la Compañía de Jesús movía en todo el mundo. De ahí la importancia que asumió el bilingüismo: la lengua latina como vehículo internacional para insertarse en la ciencia y la cultura; la castellana como expresión genuina de identidad con el imperio y la nación. Y a nuestro juicio fue la Academia el ente decisivo que logró preparar los caminos del bilingüismo tanto para el castellano como para las lenguas indígenas. El estudio de la lengua latina no solo abrió los caminos para emplear el castellano, sino para mejorarlo y pulirlo. En última instancia, en esos tiempos, la teoría de la poética y de la retórica hispana se fueron distanciando muy lentamente de sus modelos latinos. Y por ello estatuye Osorio que “la teoría sobre lo bello, la versificación, los géneros literarios y, en general, lo que ahora llamamos teoría y preceptiva literarias, dependió, más que en otras lenguas romances, de la respectiva poética y retórica latinas”.137 A pesar de las severas prescripciones de la Ratio Studiorum para que el latín fuera la lengua oficial tanto de la Compañía de Jesús como de su enseñanza, hay que reconocer que los jesuitas hispanos escribieron mucha poesía en castellano como lo demuestra el manuscrito Cancionero de Jesuitas, dado a conocer por D. Antonio Rodríguez-Moñino.138 La poesía, escribe Ángel Pérez Pascual, era uno de los principales vehículos de celebración, exaltación y propaganda, y las justas poéticas y las academias

Ratio Studiorum. “Reglas de la Academia de los teólogos y filósofos”, 1.

Ignacio OSORIO ROMERO. Floresta de gramática, poética y retórica en Nueva España (1521-1767). México, Universidad Nacional Autónoma de México (1980) 11.

Antonio RODRÍGUEZ-MOÑINO. “Tres cancioneros manuscritos”. En: Abaco. 2 (1969) 127-272.

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literarias, civiles o religiosas, se servían de ella para dar lustre a la ocasión y para ganarse el favor de alguna figura destacada.139

En verdad, todavía hoy constituye un interrogante el aporte de la República de las Letras jesuíticas a la cultura neogranadina. Pero ¿cómo explicar la calidad de la oratoria civil y sagrada, la historia, la literatura espiritual y profana, la poesía, el teatro y otros muchos espacios literarios que la investigación irá apreciando en el camino? En el campo netamente jesuítico debemos señalar que en los primeros 50 años de presencia ignaciana ya había surgido la primera generación de jesuitas neogranadinos que abandonaban las enseñanzas del clasicismo literario para adoptar las nuevas corrientes del gusto culterano. Nos referimos a los PP. Lucas Rangel, Juan de Toro y Hernando Domínguez Camargo. Los dos primeros cultivarían la ingeniosidad de los conceptos y el tercero se alistaría entre los gongoristas.140 Las Congregaciones Un importante papel jugó en la sociedad colonial una institución religiosocultural-económica que dentro de la historia de los movimientos religiosos se denominó: Congregación.141 Para conocer la vida interna de una Congregación neogranadina disponemos de dos puntos cronológicos de referencia. El primero se centra en la obra ascética del P. Pedro de Mercado142, que cubre la segunda mitad del siglo XVII; el segundo, casi inmediato a la expulsión de los jesuitas en 1767, es la obra Breve noticia de la Congregación de Nuestra Señora del Socorro publicada en Madrid en 1760.143

Ángel PÉREZ PASCUAL. “La poética de los jesuitas en el siglo de oro: Rengifo y su Tratado”. En: Javier VERGARA CIORDIA (Coord.). Estudios sobre la Compañía de Jesús: Los jesuitas y su influencia en la cultura moderna (S. XVI-XVIII). Madrid, Universidad Nacional de Educación a Distancia (2003) 274.

Véase: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia. Bogotá, Editorial San Juan Eude, I (1959) 562-578.

Para quien esté interesado en el tema nos remitimos al libro de Elder MULLAN, S.J. La Congregación Mariana estudiada en los documentos. Barcelona (1911) 204-316.

José DEL REY FAJARDO. Bio-bibliografía de los jesuitas en la Venezuela colonial. Caracas (1974) 352-354.

Fernando de VERGARA. Breve noticia de la Congregación de Nuestra Señora del Socorro erigida en la Iglesia de la Compañía de Jesús de la ciudad de Santa Fe del Nuevo Reyno de Granada. Su autor, el P. Fernando de Bergara, Prefecto de dicha Congregación, quien la dedica a María Santísima, con título del Socorro. Con licencia. Madrid. Por Joachin Ibarra, calle de las Urosas. Año 1760. Existe un ejemplar en la Biblioteca Nacional de Bogotá.

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La Compañía de Jesús fomentó en todo el mundo, como apostolado específico de ella, las Congregaciones144 tanto entre los alumnos de los jesuitas como entre los amigos y la gente que frecuentaba sus iglesias. El fin primordial de la Congregación era doble: el cultivo ascendente de las virtudes y su práctica constante en tres campos muy significativos: la piedad, la caridad y el celo apostólico. Y su inspiración provenía de la fuerza, profundidad y fecundidad de su devoción a la Virgen Santísima, arquetipo de la sublimidad a que puede llegar la vida cotidiana construida con fe y con el amor que impone el cumplimiento de los deberes personales, profesionales y sociales. Por ello afirma Villaret: Tienden a formar el mundo de la vida espiritual e interior con vistas a conseguir la perfección en su estado, condición social y profesión de manera tal que pueda crear por todas partes, a todas las edades, en todos los rangos y en todos los empleos, una élite de hombres perfectos, para así llegar a la reforma del estado y por la misma a la reforma del mundo.145

La piedad debía garantizar el clima interno de exigencia nacido del fervor de la vida espiritual; a su vez, el congregante debía comprobar en la vida cotidiana el desarrollo de su personalidad, tanto profesional como social, de modo eminente. Esta institución alcanzó durante los siglos XVII y XVIII un auge para nosotros insospechado,146 pero todavía no ha sido estudiada en sus verdaderas dimensiones americanas. Al lector interesado en conocer las diversas congregaciones que hicieron vida en el templo que custodiaba a la Universidad, le remitimos a los textos originales que recogen las Cartas Anuas de la Provincia del Nuevo Reino.147 Sin embargo, hemos elegido dos Congregaciones singulares por el interés político que ambas revistieron en los momentos previos a la expulsión de los jesuitas en 1767: nos referimos a la del Sagrado Corazón de Jesús y a la de la Santísima Virgen de la Luz.

Para las congregaciones: Emile VILLARET. “Congrégations de la Sainte Vierge”. En: Charles BAUMGARTNER. Dictionnaire de Spiritualité ascétique et mystique. Doctrine et histoire. París, Beauchesne, II (1953) 1487.

Emile VILLARET. “Congrégations de la Sainte Vierge”, 1487.

Elder MULLAN. La Congregación Mariana estudiada en los documentos. Barcelona, Tipografía Católica (1911) 16 y ss.

José DEL REY FAJARDO y Alberto GUTIÉRREZ (Edit). Cartas Anuas de la Provincia del Nuevo Reino de Granada. Años 1638 a 1660. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 2014. José DEL REY FAJARDO y Alberto GUTIÉRREZ (Edit.). Cartas Anuas de la Provincia del Nuevo Reino de Granada. Años 1684 a 1698. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 2014.

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El origen inmediato de la devoción al Corazón de Jesús se remonta a Paray-le-Monial (Francia) y a su primera propagadora que fue Santa Margarita María de Alacoque desde 1673 en adelante.148 El mensaje de sus visiones se reducía a una espiritualidad que se sintetizaba en el amor y en la reparación. Su contexto era por una parte la severidad del jansenismo y por otra el avance del indiferentismo y de la incredulidad religiosa.149 En verdad fueron los jesuitas franceses quienes iniciaron la propagación del culto, sobre todo el P. Claudio de la Colombière (1641-1682) con su libro póstumo Retraite spirituelle (Lyon, 1684). Pero su gran difusión se debe al libro del P. Juan Croiset (1656-1738) La dévotion au Sacré-Coeur de Notre-Seigneur Jésus-Christ (Lyon, 1691). Curiosamente este libro tuvo un gran éxito y no dejó de propagarse a pesar de que estuvo incluido en el Índice de 1704 a 1887. Mas sería el P. Francisco Galliffet (1663-1749) con su obra De cultu sacrosanti Cordis Dei ac Domini nostri Jesu-Christi (Roma, 1726) y su acción en la ciudad eterna como Asistente de Francia ante la Curia Generalicia de la Compañía de Jesús, quien conseguiría la aprobación del culto público del Corazón de Jesús. Ignoramos los motivos por los que los jesuitas españoles fueron reacios a la propagación de la nueva devoción. Se puede considerar que la Compañía de Jesús hispana asume hacia 1733 el reto de promover el culto al Sagrado Corazón gracias fundamentalmente a la actividad de los PP. Bernardo Hoyos (1711-1735), Agustín de Cardaveraz (17031770) y Pedro de Calatayud (1689-1773),150 y también a los libros del

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José Luis DE URRUTIA. Teología del Sagrado Corazón. Historia. Problemática. Documentos Pontificios. Madrid, Editorial Apostolado de la Prensa (1961), 83 sintetiza la doctrina en las siguientes cuatro revelaciones: Primera (1673): El gran amor del Corazón de Cristo a los hombres que quiere darles especiales gracias por su medio. Segunda (1674): El dolor del Corazón de Cristo por los desprecios de los hombres. Quiere que su amor impere en todos los corazones. Quiere que sea venerada la imagen de su Corazón, con las llamas, la herida, la corona de espinas y la cruz. Tercera (1674): El Corazón de Cristo le pide a ella que comulgue los primeros viernes y que haga la hora santa de once a doce de la noche los jueves. Cuarta (1675): Le hacen sufrir especialmente los corazones que le están consagrados. Puede que el viernes siguiente a la octava del Corpus se dedique a reparar las injurias que recibe cuando está expuesto, comulgando y desagraviándole.

José STIERLI. Cor Salvatoris. Barcelona, Edit. Herder, 1958. La mejor información oficial de la Iglesia se encuentra en la Encíclica Haurietis aquas (15-V-1956) del Papa Pío XII (Acta Apostolicae Sedis, año 1956). La documentación pontificia fundamental puede verse, texto bilingüe, en José Luis DE URRUTIA. Teología del Sagrado Corazón, 177-349.

Eugenio DE URIARTE. Principios del reinado del Corazón de Jesús en España. Madrid, Blas María Araque, 1880. Antonio ASTRAIN. Historia de la Compañía de Jesús en la Asistencia de España. Madrid, Administración de Razón y Fe, VII (1925) 118-146.

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P. Juan de Loyola Tesoro escondido151y del P. Pedro de Peñalosa La devoción al Sagrado Corazón.152 Aunque es de suponer que de España pasó a América, es necesario dejar abierta la posibilidad de que jesuitas italianos, alemanes o centroeuropeos hubieran podido trasplantar antes la devoción al Corazón de Cristo. En este sentido debemos dejar sentado que algunos autores ascéticos de las principales Ordenes Religiosas habían tratado el tema aun antes de que Santa Margarita María de Alacoque encabezara de forma específica su movimiento. Así pues, como ejemplo, señalamos que el jesuita polaco, P. Gaspar Druzbicki (1590-1662), tuvo un gran influjo en la espiritualidad jesuítica y su nombre avaló un devocionario suyo, póstumo, intitulado Meta cordium Cor Jesu et sanctissima Trinitas y publicado en 1683. En el caso concreto de la Provincia de Quito fueron dos jesuitas sicilianos los promotores de la nueva devoción: el P. José María Maugeri, quien pasó a América en 1722, y el P. Ignacio Cayroni, quien atravesó el Atlántico en 1731.153 Por nuestra parte establecemos como presupuesto que el conocimiento de la nueva corriente espiritual entró en Tunja a través de la Compañía de Jesús y por ende por medio de su principal centro que fue Santafé de Bogotá. Ciertamente tenía que ser ya conocido en la capital del virreinato el culto al Corazón de Jesús en 1738, como lo demuestra la publicación de su Novena en dicho año en la imprenta de la Compañía de Jesús.154 Una fecha tentativa inicial podría ser el 1741, pues en ese año llegó a Tunja a hacer su tercera probación el P. Antonio Naya.155 Este jesuita, si no fue el primer Director de la Congregación del Sagrado Corazón en Bogotá desde su fundación el 7 de diciembre de 1743,156 lo era ciertamente

Tesoro escondido en el Corazón de Jesús descubierto a nuestra España, con la breve noticia de su dulcísimo culto, propagado ya en varias provincias del orbe cristiano. Su autor el P. Juan de Loyola de la Compañía de Jesús, maestro de Teología y al presente Rector del colegio de Segovia. Con Licencia del Ilustrísimo Sr. Obispo de Valladolid y de los Superiores de la Religión. Impreso en la imprenta de Alonso del Riego. Valladolid, 1734.

Pamplona, 1734. Se trata de una traducción arreglada del que publicó el P. Croisset en francés.

José JOUANÉN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito. Quito, Editorial Ecuatoriana, II (1943) 184-193. También es interesante el caso de México. Véase: Alfonso MÉNDEZ PLANCARTE. El Corazón de Cristo en la Nueva España. México, Editorial Buena Prensa S. A., 1951.

Novena del Corazón de Jesús sacada de las prácticas de un librito intitulado Tesoro escondido en el Corazón de Jesús. Por un devoto del mismo Corazón, en la Imprenta de la Compañía de Jesús. Año de 1738.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 292v. (11 de agosto de 1741). Supplementum primi et secundi Catalogi Provinciae Novi Regni Societatis Jesu confectum a 11 octobris 1738 usque ad primam Januarii 1742. Concluyó el 11 de agosto de 1742 (fol. 296v).

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en 1746,157 y muy ganado debía estar para esta nueva devoción al encomendarle los Superiores tan delicado cargo siendo todavía muy joven y tratándose de la capital del virreinato neogranadino. Así pues, no es de extrañar que él sea uno de los posibles introductores de este instrumento espiritual que tantos beneficios reportaría al correr de los tiempos a las sociedades tunjanas y colombianas. La segunda Congregación y consiguiente devoción que predicaron los jesuitas neogranadinos en todas sus demarcaciones fue la de la Virgen Santísima de la Luz. Curiosamente, al igual que el culto al Corazón de Jesús, esta modalidad de veneración a la Virgen María en su advocación de la Virgen Santísima de la Luz fue objeto de persecución implacable después de la expulsión de los jesuitas del imperio español en 1767.158 Esta devoción se inició en Sicilia el año 1722 con el P. Juan Antonio Genovesi (1684-1743),159 autor del libro sobre la devoción a la Madre Santísima de la Luz.160 Once años más tarde publicaba el siciliano P. Manuel Aguilera (1677-1740)161 con el mismo título una obra más extensa162 que quizá es la que motivó la condena por la Congregación del Índice el 22 de diciembre de 1745.163 En México divulgaba este movimiento en 1737 el P. Lucas Rincón (1685-1741)164 y pensamos que la traducción que dio a la luz pública en la capital azteca es la que corresponde al libro del P. Manuel Aguilera.165

ANB. NOTARÍA TERCERA, t. 161 (1727 y 1746) fol. 269v.

Puede verse en: Enrique GIMÉNEZ LÓPEZ. “La devoción a la Madre Santísima de la Luz: un aspecto de la represión del jesuitismo en la España de Carlos III”. En: Enrique GIMÉNEZ LÓPEZ (Edit.). Expulsión y exilio de los jesuitas españoles. Alicante, Universidad de Alicante (1997) 213-228.

Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jésus, III, 1324.

Juan Antonio GENOVESI. La devozione di Maria Madre Santissima del Lume. Palermo, 1723. También puede verse Agustín DRIVE y Manuel TARRE. María y la Compañía de Jesús. Tortosa (1916) 130-131.

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Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jésus, I, 85-89.

Manuel AGUILERA. La devozione di Maria Madre Santissima del Lume, distribuita in tre parti. Palermo, Stefano Amato, 1733, 2 vols.

En la cuarta edición publicada en Roma en 1830 afirma en la p. 124 que los motivos de la condenación serían: 1) por registrarse en esa obra una revelación tan insigne y contener tantos milagros o gracias milagrosas sin la debida crítica y examen; 2) por referir revelaciones y virtud de una señora antes de su muerte; 3) por no adjuntar la protesta del autor prescrita por el Papa Urbano VIII (Citado por Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jésus, III, 1324).

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Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jésus, VI, 1859-1860.

Lucas DEL RINCÓN. La devoción de Maria Santissima de la Luz, distribuida en tres partes por un sacerdote de la Compañia de Jesus. México, 1737. Francisco ZAMBRANO y José GUTIÉRREZ CASILLAS. Diccionario bio-bibliográfico de la Compañía de Jesús en México. México, XVI (1977) 437-438.

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En Madrid lanzaba el P. José de Tobar su libro sobre el mismo tema y en el que los devotos podían leer los prodigios y milagros obrados por la advocación Nuestra Señora de la Luz166. Pero sería el Colegio Imperial de la capital hispana la institución española que erigiría la primera Congregación con el nombre de “Madre Santísima de la Luz” con sus constituciones redactadas ya en 1754 y con la dedicación de un altar para su culto.167 En Santafé dio comienzo el año 1759 en la Iglesia de San Ignacio y el orador de ese día fundacional fue el P. Antonio Julián.168 Entre sus primeros congregantes se encontraba el Virrey José Solís quien dos años más tarde regalaría una imagen de la Virgen de la Luz y su camarín en la Iglesia de San Ignacio.169 Y también hay que destacar la prolífica actividad literaria del P. Antonio Julián en pro de la nueva devoción.170 El influjo de la devoción a la Madre Santísima de la Luz también se hizo sentir en las ciudades del sur de Colombia como el ejemplo en Popayán que estuvo a cargo del P. Juan de Velasco (1721-1792).171 Sin embargo provenía esta corriente espiritual de la Provincia jesuítica de Quito. En

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José de TOBAR. La invocación de Nuestra Señora con el título de Madre Santísima de la Luz. Madrid, en la imprenta de la viuda de Diego Miguel de Peralta, impresora del Consejo de Indias, 1751.

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Diego de RIVERA. Sermón de la Madre Santísima de la Luz que en el día de su colocación en el precioso altar, y adorno, que le tenía preparado la devoción de sus congregantes en la Iglesia del Colegio Imperial de la Compañía de Jesús. Madrid, 1756.

Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 400. El sermón se conservaba en el Archivo de la Provincia de la Compañía de Jesús en Colombia: Sermón panegírico que en la primera solemne fiesta de la Ylustsre Congregación de la Madre Ynmaculada de la Luz Ma. Ssa. y del grande Sn. Francisco de Borja. En el Colegio Máximo de la Compañía de Jesús: en la tercera fiesta del Espíritu Santo. [Aunque el P. Pacheco cita su texto nos ha sido imposible a nosotros consultarlo].

VARGAS JURADO. Tiempos coloniales, 56-57. ANB. Miscelánea, 63, fol. 291: “El camarín de la Madre Santísima hecho por el H. Jorge Puyó y costeado enteramente por el excelentísimo señor don José de Solís, y costó por todo 900 pesos”.

Según Hervás y Pandero en su obra Biblioteca jesuítico-española de escritores, que han florecido [por-en] siete lustros […] se encuentran las siguientes obras sobre este tema: a) Constituciones y Reglas de la Congregación de ejercitantes debajo la protección y el título de la Madre Santísima de la Luz y del grande Santo Francisco de Borja instituida en la ciudad de Santafé. b) Corona de las doce estrellas en obsequio y honor de la Madre Santísima de la Luz para uso de los congregantes y devotos. c) Saggio della devozione alla Madre Santisima del Lume con le novene e sette sabati in ossequio della gran Madre.

Juan DE VELASCO. “Relación histórico-apologética sobre la prodigiosa imagen, devoción y culto de Nuestra Señora, con el título de Madre Santísima de la Luz”. En: Aurelio ESPINOSA POLIT. Los jesuitas quiteños del extrañamiento. Quito, Biblioteca Ecuatoriana Mínima (1960) 105 y ss. y nota 54. Y Francisco MIRANDA RIBADENEIRA. La primera imprenta ecuatoriana. Su primer promotor. El primer impresor. Quito (1955) 43: Novena de María, Madre Santísima de la Luz, escrita por un sacerdote deseoso de que se propague esta su Devoción para mucho fruto, provecho de las almas. Reimpreso en Hambato, en la Compañía de Jesús, el año de 1758. Sobre el P. Velasco véase: Jorge VILLALBA. “Velasco Petroche, Juan de”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, IV (2001) 3919.

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verdad fue el P. José María Maugeri (1690-1759)172 el gran promotor en la circunscripción quiteña; el promotor tanto de la devoción al Corazón de Jesús como al de la Madre Santísima de la Luz.173 Habiendo viajado en 1735 como Procurador a Madrid y Roma, es lógico que en ambas urbes conociera los nuevos derroteros que se iniciaban en Europa para renovar la devoción del pueblo cristiano. Al regresar en 1743 al Ecuador174 se convirtió en un fervoroso difusor de estas novedades. Esta devoción había arraigado de tal forma en el pueblo santafereño y en el colombiano que su temática fue tratada en el Concilio Provincial de 1774 con el consiguiente enfrentamiento entre los adversarios y los favorecedores de la Compañía de Jesús, que fue expulsada de los reinos de España en 1767. Uno de los primeros asuntos ventilados en el Concilio fue el de la veneración de las reliquias e imágenes milagrosas, pues se trataba de impedir toda superstición e idolatría. De inmediato los curas de la catedral se apresuraron a consultar al Concilio sobre un cuadro que reposaba en la antigua iglesia de los jesuitas [La Virgen de la Luz] con su consiguiente congregación y novena y ello no estaba en consonancia con las providencias dictadas por Carlos III contra los extinguidos seguidores de Ignacio de Loyola. Muy sensata y sabia fue la decisión del fiscal el doctor Ignacio Tordesillas. En primer lugar, aducía que la Pragmática Sanción de 1767 obligaba al silencio en el tema jesuítico. Además la discusión podía “dar lugar a un cisma en la ciudad”. Y a ello había que añadir que habiéndose propagado la imagen y la advocación dicha en toda Europa, y apoyándola la Sede Apostólica, “condenarla era hacer tácita acusación de disimulo pernicioso a la autoridad suprema de la Iglesia”.175 Y como consecuencia no se trató más el tema.

Jorge VILLALBA. “Maugeri, José María”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 2580.

José JOUANÉN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito 1570-1774, II, 184-187.

Agustín GALÁN GARCÍA. El Oficio de Indias de los jesuitas de Sevilla 1566-1767. Sevilla, Fundación Fondo de Cultura de Sevilla (1995) 320.

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José Manuel GROOT. Historia eclesiástica y civil de Nueva Granada. Escrita sobre documentos auténticos. Bogotá, II (1890) 158.

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Capítulo V

Los rectores de la Universidad Javeriana colonial

1. Martín de Funes (1561-1611).1 Hay que confesar que el fundador de los estudios jesuíticos en el Nuevo Reino era una de las personas más idóneas para diseñar el futuro de lo que sería la Universidad Javeriana. Al concluir sus estudios eclesiásticos en Salamanca fue destinado al Colegio Máximo de Gratz (Austria),2 donde enseñó teología escolástica de 1588 a 1596.3 En 1597 proseguía su labor docente en el Colegio de Viena como profesor de teología moral.4 Como no se sintiera a gusto en Austria, fue trasladado a Milán donde proseguiría su docencia en teología moral (1597-1604).5 El 30 de abril de 1604 se embarcaba en Cádiz y llegaba a Cartagena a mediados de julio.6 El primer Rector del Colegio de Santafé (1604-1606)7 fue un hombre cosmopolita con mentalidad renacentista, demostró ser un visionario

José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos. Bogotá, Editorial Pontificia Universidad Javeriana (2006) 298-30.

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José Luis SÁEZ. “La visita del P. Funes a Santo Domingo y sus Memoriales sobre las Indias (1606-1607)”. En: Paramillo. San Cristóbal, 14 (1995) 574.

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Ladislaus LUCKAS. Catalogus Personarum et Officiorum Provinciae Austriae S. I. Roma, I (1978) 496, 545. José Luis SÁEZ. “La visita del P. Funes a Santo Domingo y sus Memoriales sobre las Indias (1606-1607)”, 574.

Ladislaus LUCKAS. Catalogus Personarum et Officiorum Provinciae Austriae S. I., I, 563. José Luis SÁEZ. “La visita del P. Funes a Santo Domingo y sus Memoriales sobre las Indias (1606-1607)”, 575.

José Luis SÁEZ. “La visita del P. Funes a Santo Domingo y sus Memoriales sobre las Indias (1606-1607)”, 575.

Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia. Bogotá, Editorial San Juan Eude, I (1959) 88.

Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 100-104.

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como lo evidencian todos sus diseños de la nueva demarcación jesuítica que se instalaba en Tierra Firme. Pronto debió adquirir un prestigio académico y social relevante en la sociedad santafereña que lo acreditaba como un hombre de dimensiones de futuro. Como hombre de ciencia traía en sus haberes las siguientes publicaciones: Theologica Dispvtatatio de vitiis et peccatis in genere (1588);8 Theologica Dispvtatio de Deo vno (1588);9 Methodus practica aureei libelli Thomae de Kempis de Imitatione Christi (1590);10 Dispvtatio de Fide ivstificante (1592);11 Specvlvm morale, et practicvm (1598);12 Martinus Funes Societatis Jesu et duodecim clerici

Theologica Dispvtatatio de vitiis et peccatis in genere. Praeside R. P. Martino Fvnes, Societatis Iesv, S. Theologiae Professore Ordinario; Respondente R. D. Matthaeo Scholastico artivm liberlaivm et philosphiae magistro, in Civitate S. Viti Parocho, ac S. Theologiae Baccalaureo Biblico, pro secunda in eadem facultate laurea consequenda; in alma Academia Graecensi Anno MDLXXXVIII, die […] Nouembris publice proposita. Graeci, Excudebat Georgius Widmanstadius, 4º, p. 17, sld. (Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jesús. Paris-Bruxelles, III [1932] 1067).

Theologica Dispvtatio de Deo vno. Praeside […] Respondente P. Floriano auancino eiusdem Societatis Theologiae studioso In Alma […] Anno MDLXXXVIII die […] Nouembris […] Graeci, Excudebat Georgius Widmanstadius, 4º, p. 14. (Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jesús, III, 1067).

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Methodus practica aureei libelli Thomae de Kempis de Imitatione Christi, in qua docetur homo a principio perfectionis Christianae usque ad summum gradum ordinate progredi, tam Magistris quam discipulis vitae spiritualis perutilis. Coloniae, Sumptibus Hermanni Mylii, anno 1590, 16º, p. 43. Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jesús, III, 1067. Cita otra edición en Colonia en 1610. Y añade: “Este pequeño tratado ha sido insertado frecuentemente al principio de las ediciones de la Imitación; fue traducido al italiano por Bartolomé Zucchi: Milan, 1603, y quizá al francés por el P. Francisco Mainfroy S.J.”.

Dispvtatio de Fide ivstificante, habita in Alma Academia Graecensi die II Iunij Anni 1592. Praesidente R. P. Martino Fvnes e Societate Iesu, Sacrosanctae Theologiae Doctore, et eiusdem ibidem Professore ordinario, Arguente vero Balthasare Fischero, Sectae Lutheranae ministro. Dicata et oblata eidem Fischero, vt suos inde errores manifeste deprehendat. Edita a Petro Simenio Societatis Iesv Doctore Theologo. Graecii, Excudebat Georgius Widmanstadius, 8º, ff. 39. (Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jesús, III, 1067).

Specvlvm morale, et practicvm. In qvo medvlla omnium casuum conscientiae continetur. Pro confessariis et penitentibus extructu. Nvmqvam antehac in lucem editum: Nunc vero ex Methodica doctrini Martini Funes Hispani, Doctoris Theologi desumptum, et in certa capita ac numeros distinctum. Pars prima. Qva praecepta Decalogi, Methodice explicantur, ac in species morales vltimas distribuuntur. Constantiae, Ex officina Nicolai Kalt, MDXCVIII, 12º, ff. 40, sdl. Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jesús, III, 1067-1068. La segunda y tercera parte aparecieron el mismo año en Constancia. Hay una segunda edición en Constancia, 1599 y una tercera en Venecia en 1600. Sin embargo, es necesario resaltar que el propio Funes precisó que la primera edición de esta obra era espúrea. En el prólogo de su Tabulae methodicae totius moralis theologiae, escribe: “Prodiit libellus quidam, superioribus annis in Germania, saepius postmodum in Italia editus. Speculum constientiae […] quem cum contulissem cum meis vel lectionibus publicis vel privatis lucubrationibus, vix earum umb ram vel conticem nedum medullam aspexi; quam ob rem non solium mihi sed etiam superioribus meis necessarium visum tuit, ul aliquo publico scripto, illud immaturum et furtivum esse declararem”. (El prólogo está firmado en Milán el 25 de marzo de 1601). Véase: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 89.

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saeculares… (1608).13 En Bogotá dejó dos manuscritos interesantes: Tabvlae methodicae totius moralis theologiae14 y De sex ultimis praeceptis.15 Por esa razón no es de extrañar que en 1606 fuera enviado por las autoridades civiles y eclesiásticas neogranadinas a España a fin de conseguir la aprobación del V Concilio Provincial de Lima.16 A ello hay que añadir que juntamente con esa delicada misión llevaba la de representar a la Provincia del Nuevo Reino ante la VI Congregación General que se reunió en Roma (21 de febrero-marzo, 1608).17 Su inquieta y atrevida personalidad intelectual18 dejó sus huellas en el alma de la nueva Provincia. En los 10 Memoriales que presentó el año 1608 en Roma al General de la Compañía de Jesus, P. Claudio Aquaviva,19 quedaba plasmada la visión de lo que sería la Provincia del Nuevo Reino. En primer lugar, solicitaba la independencia de la Provincia del Perú y abogaba por la adquisición de una identidad propia en el Memorial 9° que presentó al P. General de los Jesuitas en Roma ese mismo año.20 Martín de Funes atravesaba de nuevo el Atlántico en 1607 con la obsesión puesta en un proyecto universitario y decidido a alcanzar las aprobaciones legales requeridas por Madrid y Roma. Así, suplicaría al P. Aquaviva que interviniera a fin de que su Majestad “funde este colegio y

Martinus Funes Societatis Jesu et duodecim clerici saeculares […]. Roma, 25 de marzo de 1608. Giuseppe PIRAS. La Congregazione e il Collegio di Propaganda Fidei di J. Vives, G. Leonardi e M. de Funes. Roma (1976) 119-124. Original: Arcchiv. Gener. O. M. D. Roma, fols. 49-57. [Memorial de M. de Funes y doce sacerdotes seculares a Paulo V sobre la fundación del seminario de misiones].

Tabvlae methodicae totius moralis theologiae P. Martini Funes Vallisolitani Doctoris Theologiae Societatis Jesu Commentariis eiusdem illustrata Cum octuplici Indice. Francisco QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 2 (1952) 266: “Ms. encuadernado en pergamino. Desempastado, Mide 310 por 215 mm. De dorso 150. En éste: signatura antigua 228. Se lee la siguiente inscripción […] P. MARTINUS DE FUNES. TABVLA […]. Comprende 358 fols. Enumerados 333 y los demás modernamente a lápiz”. Existen dos manuscritos: uno en la Biblioteca Nacional (Ms. 136) que contiene la segunda parte de la obra. Y otro en el Archivo Histórico Nacional (Ms. 228).

Francisco QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 266. “Ms. encuadernado en pergamino. Mide 295 por 210. De dorso 70. En éste se lee ”Funes de sex vltimis praeceptis”. Sign. Antigua 73; moderna 136”. Archivo Histórico Nacional.

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AGI. Santafé, 226. Carta del Presidente, arzobispo y visitador del Nuevo Reino a Felipe III. Santafé, 17 de agosto de 1606. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 113.

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ARSI. Congregationes Generales, I, fol. 154v.

17

Giuseppe PIRAS. La Congregazione e il Collegio di Propaganda Fidei di J. Vives, G. Leonardi e M. de Funes. Roma, 1976.

José Luis SÁEZ. “La visita del P. Funes”, 595-612. El original en: ARSI. Congregationes Generales, 52, fols. 197-212v.

Martín DE FUNES. Memorial 9°: Que la Viceprovincia del Nuebo Reino de Granada sea y se llame provincia. En: ARSI. Congregationes Generales, 52, fols. 209-210.

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universidad como se lo han pedido el Presidente, el Arzobispo, el Visitador de toda la Audiencia y la Audiencia misma”.21 Su visión geopolítica de lo que él denominaba “Provincia de Tierra Firme” abarcaba desde Panamá hasta Canarias (de donde esperaba conseguir vocaciones para tan magna empresa); también se incluían todos los Llanos hasta el Brasil; y por el norte comprendía las Islas de la Española y Cuba.22 Pero la figura de Martín de Funes también se proyectó en Roma y ello le valió un enfrentamiento con el General de la Orden, P. Claudio Aquaviva, que le valió el destierro de la ciudad eterna; sin embargo, es bueno consignar que pasaría a la historia eclesiástica romana como principal ideólogo del primer seminario de misiones extranjeras.23 Para poder levantar el edificio educativo jesuítico, inauguró con toda solemnidad, el 1º de enero de 1605, las bases del gran proyecto educativo: la Facultad de Lenguas en lo que a partir de 1623 sería la Universidad Javeriana.24 El elegido para pronunciar la clase inaugural sería el jesuita italiano P. José Dadey (c.1576-1660).25 Como buen humanista no solo enseñó a Nebrija sino que también inició a sus discípulos en “los meteoros y la esfera del P. Clavio”.26 En otro ámbito de cosas, Funes deseaba afrontar de inmediato el reto de levantar la planta física para dar asiento al reto educativo que estaban decididos a promover en Bogotá. En realidad el punto de partida era la inversión a futuro que había realizado el P. Alonso de Medrano (c.1564-1648)27 antes de partir para España en 1600. Con vistas a una posible fundación, había comprado a débito una excelente casa ubicada en la esquina de la Plaza Mayor por la suma de 5.600 pesos. Esta arriesgada acción financiera se basó muy posiblemente en la generosidad inicial del acaudalado vecino santafereño, Gaspar Núñez, quien adelantó 2.000 ducados; sin embargo, el resto fue puesto a censo a cargo de la Compañía de Jesús.28 En definitiva, el Colegio de Santafé tenía

ARSI. Congregationes Provinciales, t. 52, fol. 206. Memorial 6º.

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Véase la trascripción castellana en: José Luis SÁEZ. “La visita del P. Funes a Santo Domingo y sus Memoriales sobre las Indias (1606-1607)”. En: Paramillo. San Cristóbal, 14 (1995) 605-606.

Alberto GUTIÉRREZ. “Gloria y tragedia del primer Rector de Santafé”. En: Theologica Xaveriana. Bogotá, n.º 152 (2004) 629-649. José Luis SÁEZ. “La visita del P. Funes a Santo Domingo y sus Memoriales sobre las Indias (1606-1607)”. En: Paramillo. San Cristóbal, 14 (1995) 573.

ARSI. N. R. et Q., 12, fol. 33. Carta annua anonima. José DEL REY FAJARDO. La “Facultad de Lenguas” en la Javeriana colonial y sus profesores. Bogotá, El Búho, 2004.

José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 236-240.

Pedro DE MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de Colombia, I (1959) 183.

Ignacio ACEVEDO. “Medrano, Alonso de”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 2610.

ARSI. N. R. et Q., 17. Fundaciones, fol. 51 y ss.

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que enfrentar tres censos: uno de 1.000 pesos de oro de principal perteneciente al cabildo catedralicio con cuyos réditos se atendía a una memoria instituída por don Gonzalo Jiménez de Quesada; el segundo de 1.400 pesos para la capellanía establecida por don Juan de Albis, y el tercero de 2.000 pesos de cuyos réditos se beneficiaba el convento de San Agustín.29 La presencia de Gaspar Núñez en los comienzos de la fundación bogotana es necesaria para poder explicar la forma decidida de actuación de los primeros jesuitas. El 5 de mayo de 1600 este acaudalado español residente en Bogotá se dirigía al P. General de los jesuitas en una larga carta en la que le formulaba la siguiente promesa: He determinado y propuesto ayudar con mi hacienda, dándome Dios vida, a la fundación de un colegio de la Compañía de Jesús, para que en él se críen niños huérfanos, y se enseñen en letras y buenas costumbres, conforme al uso de la Compañía.30

El P. Claudio Aquaviva aceptó este ofrecimiento y le envió carta de hermandad con la Compañía.31 Lamentablemente la enfermedad del generoso donante le impidió hacer testamento y el 7 de enero de 1608 otorgó poder a su hijo Gaspar Núñez, presbítero, y a Sancho Camargo para que en su nombre lo redactaran “mandando por las mandas y legados que les pareciese”.32 Los herederos cambiaron la voluntad del donante y así surgió un enojoso pleito entre la Orden de Ignacio de Loyola y los albaceas de Gaspar Núñez.33 Este litigio produjo dos acciones inesperadas: la primera que todo el capital en que confiaban los jesuitas neogranadinos para levantar la planta física de su Universidad pasaba a manos de los dominicos por el cambio de testamento, y en segundo lugar este valioso aporte lo encauzaron los dominicos en 1608 a favor del colegio de Santo Tomás para transformarlo en Universidad, gracias a los privilegios pontificios de que disponían. El 4 de septiembre de 1612 el Papa Paulo V, mediante la bula Cathedram militantis Eccesiae,34 autorizaba el traspaso, y en consecuencia se abría el

AGI. Santafé, 18. Testimonio de la información hecha a petición del Padre Martín de Funes. Un resumen en: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 103.

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ARSI. N. R. et Q., 17. Fundaciones, fol. 47. La carta está autorizada por escribano público el 5 de mayo de 1600.

AGI. Santafé, 242. Memorial del abogado Diego García de Meñaca.

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AGI. Santafé, 242. Testamento de Gaspar Núñez.

32

Véase: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 518-523. Alberto E. ARIZA. Los dominicos en Colombia. Santafé de Bogotá, Provincia de San Luis Bertrán de Colombia, II (1993) 1380-1398.

Alonso DE ZAMORA. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino de Granada. Prólogo del Doctor Caracciolo Parra. Caracas, Parra León Hermanos. Editorial Sur América (1930) 426428. Francisco Javier HERNÁEZ. Colección de Bulas, Breves y otros documentos relativos a la Iglesia de América y Filipinas. Dispuesta, anotada e ilustrada por el P. Francisco Javier Hernáez de la

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camino para la apertura de la universidad dominica. Pero el Consejo no le concedió el placet porque todavía no era favorable para la erección de la Universidad. Así se iniciaba el proyecto jesuítico santafereño: con unas casas que darían pie, con el correr de los años, a la Manzana Jesuítica, pero también con una deuda que casi se tornaba impagable. Ante este panorama, el Rector solicitó el 21 de octubre de 1606 a la Audiencia que levantara un informe sobre la dura situación económica en que se debatía la fundación, a fin de acudir al monarca español en solicitud de ayuda. Y el 30 de octubre escribía la Audiencia al Rey avalando la veracidad de los testigos consultados y concluía que “V. M. les hará la merced que fuere servido”.35 Dado lo exiguo de la vivienda, Funes decidió comprar otra casa contigua, propiedad de Juan Martín Bastidas, por 2.800 pesos, plata que recolectaron el arzobispo y los oidores más antiguos.36 2. Juan Antonio Santander (c.1569-1624).37 Había llegado a Bogotá tras haber gerenciado el Semiario de San Luis en Quito (1601-1604).38 Era natural de Écija (Andalucía) y todos sus estudios los había realizado en España. Su rectorado corrió de 1606 a 1610.39 Dos grandes hechos definen su gestión: la creación de la Facultad de Artes en 1608 y la obsesión por resolver la situación económica en que vivía el incipiente colegio.

Compañía de Jesús. Bruselas, Imprenta de Alfredo Vromant (Impresor-editor), II 879, 445. José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810). Madrid (1946) 740-742.

Todo este largo expediente se encuentra en: AGI. Santafé, 18. Testimonio de la información hecha a petición del Padre Martín de Funes, sobre la llegada, asiento y fundación de los Padres de la Compañía de Jesús en Santafé hecha con el fin de pedir a S. M. Les haga limosna para proseguir en sus ministerios en dicho Reino, con el parecer de la Audiencia del Nuevo Reino de Granada.

Véase: AGI. Santafé, 18. Testimonio de la información hecha a petición del Padre Martín de Funes, sobre la llegada, asiento y fundación de los Padres de la Compañía de Jesús en Santafé hecha con el fin de pedir a S. M. Les haga limosna para proseguir en sus ministerios en dicho Reino, con el parecer de la Audiencia del Nuevo Reino de Granada.

José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 630-632.

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ARSI. Perú, 19, fols. 162-165v. Carta del P. Rodrigo de Cabredo, Provincial, al P. Claudio Aquaviva. Julio 1602: “Puso el Padre Visitador en el Seminario de San Luis por Vice Rector al P. Joán Antonio de Santander, que fue uno de los Padres que yo truxe de España, de muy buenos talentos y partes, y con estar ocupado alli leyendo curso de Artes, me escriben que da tan buena qüenta de entrambas cosas, que va muy bien en todo aquel Seminario”. Anónimo. “Historia General de la Compañía de Jhs en la Provincia del Perú”. En: Francisco MATEOS. Historia General de la Compañía de Jesús en la Provincia del Perú. Madrid, I (1944) 455: “el qual aun antes de embarcarse para Indias yba ya aprendiendo la lengua de los yndios, con el gran deseo de que llevaba de emplearse entre ellos, como lo hizo en llegando a Lima, sin dexar de ayudarles en lo que podía, aun aviendole encargado una cátedra de Casos de conciencia en la ciudad de Quito por ser hombre sufficiente para ello”.

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Una síntesis de su gestión en: Juan Manuel PACHECO. Los Jesuitas en Colombia, I, 114-115. ARSI. N. R. et Q., 14. Historia 1, fol. 54 ss: Testimonio auténtico del Presidente don Juan de Borja sobre el catecismo chibcha, fechado en Santafé a 25 de agosto de 1606.


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En Roma juzgaban como apresurado el inicio de los estudios de filosofía en el Colegio Máximo santafereño e incluso mostraban su preocupación adicional porque “la prisa de tener estudios no sea ocasión para que lo temporal del dicho Colegio que está tan en los principios se empeñe”.40 Sin embargo, los hechos se impusieron sobre las cavilaciones romanas. Pronto enfrentó el nuevo Rector las angustias económicas. Por un lado, el arzobispo don Bartolomé Lobo Guerrero (c.1535-1622),41 antes de ser trasladado a la sede de Lima, –partió de Bogotá el 8 de enero de 1609–, “dio quinientos ducados de renta a este colegio por los días de su vida”.42 Por otro lado, el Presidente don Juan de Borja entregaba al colegio de la Compañía, el 14 de marzo de 1608, las tierras vacas y de resguardo y asiento de los indios del cacique Diego Techotiba, del pueblo de Techo, en la encomieda de Esteban de Orjuela.43 También compró “unas casas que nos faltaban para tener toda la cuadra” por 5.000 pesos. Para mejorar los servicios internos del Colegio Máximo pidió al cabildo la merced de dos pajas de agua, pero solo le concedieron una (6 febrero 1607).44 Y además se adquirieron 14 estancias de ganado mayor por 3.000 pesos y en ellas se metieron 2.000 mil cabezas de ganado.45 3. Francisco de Victoria (c.1545-1618). No era desconocido en la sabana bogotana este jesuita que había nacido hacia 1545 en Vellimar (Segovia) pues había llegado por vez primera a Bogotá el 29 de marzo de 1590 como compañero del Presidente del Nuevo Reino, don Antonio González.46 Mas, al fracasar el proyecto de arraigarse en la capital neogranadina47 pasó a ser Rector de Quito (1596-1599).48 De allí fue llamado a Lima para desempeñar los cargos de Rector y Maestro de Novicios en el recién fundado noviciado

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ARSI. N. R. et Q., 1, fol. 14: “Si Vuestra Reverencia tiene ay quien pueda leer Curso de Artes y lo demas que es necesario para yr asentando estudios mayores en el Colegio de Santa Fee podriase poco a poco dar principio a ello, estando Vuestra Reverencia muy advertido que la prissa de tener estudios no sea ocasión para que lo temporal del dicho Colegio que esta tan en los principios se empeñe”. Carta del P. Claudio Aquaviva al P. Luis de Santillán. Roma, 8 de septiembre de 1609.

PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 118-124.

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ARSI. N. R. et Q., 12-I. Gonzalo de LYRA. Letras Annuas de 1608 y 1609. Fol. 48.

Derecho de la Compañía de Jesús sobre la Hacienda de Techo. Breve síntesis de esta causa y sus documentos. Bogotá, Editorial Cromos (s/f) 79-84. Cesión de las tierras del pueblo de Techo por don Juan de Borja.

42 43

ANB. Miscelánea, 89, fol. 891.

44

PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 495 y 496.

45

PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 66.

46

Véase: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 66-71.

José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito 1570-1774. Quito, Editorial Ecuatoriana, I (1941) 114-115.

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de San José (1599-1603).49 Regresa el año 1610 para hacerse cargo del Colegio Máximo (1610-1613).50 Dada la carestía de medios y la dureza de la vida que se vivía en el Colegio Máximo, se creó una situación de descontento entre algunos jesuitas españoles que habían venido a América y, al experimentar que se derrumbaban sus ilusiones y la consiguiente perdida de horizontes, se generó en ese pequeño grupo un profundo desconsuelo. Uno de ellos, el P. Jerónimo de Lazarraga, fundador de la Facultad de Artes en 1608, le escribía al P. General solicitando regresar a Europa ya que para lo poco que eran esas tierras bastaban hombres de cualidades ordinarias.51 El problema se atajó sacando a los descontentos y enviándolos unos a España y otros a Tunja.52 A pesar de todas las penurias financieras, el 1º de noviembre de 1610 se colocó la primera piedra de la futura Iglesia de San Ignacio, inspirada en la Iglesia del Gesú de Roma. El 3 de noviembre de 1610 escribía el P. Victoria a Roma: “Colocóla el viceprovincial. Mostró todo el pueblo mucho contento de ver darse principio a iglesia nueva, donde ha de recibir mucha ayuda para su salvación y consuelo de sus almas”.53 Otra tarea importante para el Rector fue el problema de los títulos universitarios pues la primera cohorte de Artes se había iniciado en 1608 y deseaba continuar sus estudios en el Colegio Máximo, pero también se preocupaba por el reconocimiento oficial.54 El año 1610 se había dirigido la Compañía de Jesús neogranadina al General de la Orden solicitando el privilegio55 y el P. Claudio Aquaviva facultó al Provincial para que pudiera graduar a los estudiantes externos

Francisco MATEOS. Historia General de la Compañía de Jesús en la Provincia del Perú. Crónica anónima de 1600 que trata del establecimiento y misiones de la Compañía de Jesús en los países de habla española en la América Meridional. Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, I (1944) 32. ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 5. En carta del 9 de octubre de 1603 le notifica al General de la Compañía de Jesús haber dejado el Rectorado (ARSI. N. R. et Q., 1, fol. 34). Según el Catálogo de 1600 de la Provincia del Perú había sido “lector de casos” (Monumenta Peruana, VII, 248).

ARSI. N. R. et Q., 14-I, fol. 80. Carta del Rector del Colegio de Santa Fe al P. General dándole cuenta de los ministerios del colegio. Santafé, 3 de noviembre de 1610.

ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium. Carta del P. Claudio Aquaviva al P. Jerónimo Lazárraga. Roma, enero 28 de 1614.

Pueden verse más en detalle los hechos en: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 115-11.

ARSI. N. R. et Q., 14-I, fol. 80.

Para este problema nos remitimos a: Juan Manuel PACHECO. “La Universidad Javeriana de Santafé de Bogotá durante la época colonial”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit). La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, Universidad Católica del Táchira, I (1991) 83-111. Alberto E. ARIZA. Los dominicos en Colombia. Santafé de Bogotá, Provincia de San Luis Bertrán de Colombia, II (1993) 1399-1415; 1445-1467.

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ARSI. Congregationes Provinciales, 53, fol. 140.

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pero con dos condiciones: que no se diera motivo de queja a la Universidad y que fuera aprobado por los ministros reales.56 En vista de las dificultades que habían surgido en Madrid, el P. Victoria insistía en 1613 en la petición para que los alumnos pudieran graduarse, ya que la universidad más cercana era la de Lima y distaba 500 leguas, y anexaba en su escrito las recomendaciones tanto del arzobispo Pedro Ordóñez Flórez (1613-1614)57 así como también las de la Audiencia del Nuevo Reino.58 4. Luis de Santillán (1570-1654).59 La personalidad de este jesuita limeño estuvo definida por su vocación gerencial. Ocupó los más altos cargos dentro de la Compañía de Jesús neogranadina e incluso fue elegido Procurador ante las cortes de Madrid y Roma en la primera congregación provincial reunida en el Nuevo Reino el año 1610.60 Antes de llegar a Bogotá, había dirigido el Colegio-Seminario de San Luis de Quito en torno al año 1605.61 También regiría el Colegio de Santiago en la ciudad de la Plata y habría sido primer rector de la Universidad de San Francisco Javier de Chuquisaca (16241627)62 y, a continuación, regresaría a tierras colombianas para fungir como Provincial del Nuevo Reino (1627-1632).63 Su rectorado al frente del Colegio Máximo de Santafé de Bogotá corrió de 1613 a 1615.64 Durante su gestión se fundó la “Cátedra de Lengua chibcha” en el Colegio Máximo bogotano como una opción privada de la Compañía de Jesús.65 Se puede aseverar que

ARSI. Congregationes Provinciales, 53, fol. 140. Contestación al postulado anterior.

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Juan Manuel PACHECO. Historia eclesiástica. Tomo II: La consolidación de la Iglesia. Siglo XVII. Bogotá, Historia Extensa de Colombia, vol. XIII (1975) 49-53.

Carta del Arzobispo de Bogotá al Rey. Santa Fe del Nuevo Reino de Granada, a Julio 8 de 1613. Joaquín GRACIA. Los jesuitas en Córdoba. Buenos Aires-México, Espasa-Calpe Argentina S. A (1940) 714. AGI. Santafé, 19. Un resumen en: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 510-511.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 634-636.

Nos consta de su paso por Sevilla (ARSI. N. R. et Q., 1. Carta del P. Claudio Aquaviva al P. Luis de Santillán. Roma, 4 de enero de 1611) y por Roma (Carta del P. Claudio Aquaviva al P. Rojas. Roma, 19 de julio de 1611). PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 148. Regresó a Cartagena el 22 de mayo de 1652: PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 150.

AIUL. Papeletas: Santillán, Luis de.

Pablo PASTELLS. Historia de la Compañía de Jesús en la Provincia del Paraguay. Madrid, I (1912) 367368. Javier BAPTISTA. “Santillán, Luis de”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, IV (2001) 3503.

ARSI. N. R. et Q., 1, fol. 318. Epistolae Generalium. Carta del P. M. Vitelleschi al P. Luis de Santillán. Roma, 13 de septiembre 1628. En esta carta encomendaba el General al nuevo Provincial intensificar los ministerios con indios y negros y obligar a los estudiantes jesuitas a aprender las lenguas indígenas antes de ordenarse sacerdotes. Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 460-461.

ARSI. N. R. et Q., 1, fol. 34. Carta del P. Claudio Aquaviva al P. Victoria. Roma, 7 de septiembre de 1614. Seguía en 1617 (Carta del 17 de febrero de 1618). En 1615 pedía la permuta de la doctrina de Cajicá por la Duitama: ANB. Curas y Obispos, t. 28, fol. 130.

José DEL REY FAJARDO. La Universidad Javeriana, intérprete de la “otredad indígena” (siglos XVII y XVIII). Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana (2009) 26 y ss.

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desde 1613 la educación jesuítica superior se había consolidado en sus áreas fundamentales: Lenguas, Artes, Teología y Lengua Chibcha. 5. Gonzalo de Lyra (1566-1628).66 Nacido en Oropesa (Toledo) había estudiado jurisprudencia antes de formar parte de la Orden de Loyola en la Universidad de Alcalá de Henares, y a ella regresó para estudiar Filosofía y Teología.67 Fue también un hombre hecho para el cursus honorum. En el colegio de Cuzco había enseñado filosofía y tenido bajo su dirección la cátedra de Casos de Conciencia (1595-1598);68 rector del colegio de Arequipa (1598-1601);69 rector del colegio-noviciado de Lima (1601-1607).70 Llega al Nuevo Reino como Vice-Provincial (1607-1615).71 Habiendo regresado al Perú fue nombrado Visitador de dicha Provincia y después Provincial, y en el desempeño de este cargo falleció el 8 de agosto de 1628 en Chuquisaca.72 Con ese aval gerencial se hizo cargo del Colegio Máximo de Santafé de Bogotá de 1615 a 1618.73 Ya como Provincial había dado un gran impulso a los estudios superiores y adelantado la construcción de la Iglesia de San Ignacio.74 Como Rector fijaría el status definitivo de los estudios de teología, fundando la cátedra de Vísperas en 1616.75 Para poder asomarse a la vida cotidiana universitaria en la Santafé de los años 1615, puede citarse un interesante documento que enfrentó a los defensores de la tesis de la Inmaculada Concepción de la Virgen María y sus

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José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 402-404.

PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 151. Tuvo como maestro al P. Francisco Suárez.

67

Antonio DE EGAÑA. Monumenta Peruana. Vol. V: (1592-1595). Roma, Institutum Historicum Societatis Iesu (1974) 767. Catálogo de la Provincia del Perú, 14 de marzo 1595: “obrero de indios y españoles, leyó un año de artes, lector de casos”.

Antonio DE EGAÑA y Enrique FERNANDEZ Monumenta Peruana. Vol. VII: (1600-1602). Roma, 1981. Rector: 1598 (p. 408, 751). Rector en 1601 (p. 255). Catálogo del Perú, 15 de marzo de 1601.

Antonio de EGAÑA y Enrique FERNANDEZ Monumenta Peruana. Vol. VII, 575.

José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito 1570-1774. Quito, Editorial Ecuatoriana, I (1941) 118. El 15 de septiembre de 1615 se reunía la segunda Congregación Provincial y aparece como Provincial el P. Manuel Arceo (ARSI. Congregationes Provinciales, 55, fol. 222).

Antonio ASTRAIN. Historia de la Compañía de Jesús en la Asistencia de España. Madrid, Administración de Razón y Fe, V (1916) 417-418. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 155.

ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium, fol. 49. Carta del P. Mucio Vitelleschi al P. Manuel Arceo. Roma, 6 de septiembre 1617.

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 109-113.

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Si en 1615 había solamente dos profesores de teología: el de Prima y el de Moral (ARSI. Annua della Provincia del Nuevo Regno di Granda dell’anno 1615, fol. 1) y el catálogo de 1616 afirma que el P. Francisco de Victoria había enseñado Teología Moral y ahora Escolástica (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 18. Catálogo de 1616), es lógica la conclusión de que para esa fecha se iniciaba la división entre las labores del catedrático de prima y el de vísperas.


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opositores.76 La polémica alcanzó tales magnitudes que el propio Presidente don Juan de Borja tuvo que intervenir de forma radical.77 Curiosamente, por este mismo documento llegamos al conocimiento de que la deuda del Colegio ascendía a 20.000 pesos y no tenía cómo pagarlos.78 6. Juan Antonio Santander. Su segundo rectorado se desarrolla entre los años 1618 y 1620.79 Su nombramiento se produce después de haber representado a la Provincia del Nuevo Reino en Madrid y Roma (1615-1618).80 7. Baltasar Mas y Burgués (1568-1642).81 Al igual que los anteriores fue un hombre de alto gobierno. Había atravesado el Atlántico en la expedición del P. Luis de Santillán el año 1612, cuando contaba 43 años de edad.82 Fue rector del colegio de Cartagena en dos oportunidades (1613-1615)83 y (16171620).84 Su prestigio interno le llevó a ser, en 1627, elegido Procurador para las cortes de Madrid y Roma (1628-1631).85 A su regreso a América recibe el nombramiento de Rector de la Universidad Gregoriana de Quito (1631-1632)86

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Carlos E. MESA. “Debates concepcionistas en Santa Fe de Bogotá”. Relacion de las fiestas que se hizieron en Santa Fe de Bogota del Nuevo Reyno de Granada de la Inmaculada Concepción de la Virgen Maria nuestra Señora en el mes de maio del año de 1616. En: Bolívar. Bogotá, n.º 44 (1955) 759-788. Un resumen puede verse en: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 544-554.

PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 400.

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Carlos E. MESA. “Debates concepcionistas en Santa Fe de Bogotá”, 777.

ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium. Carta del P. Vitelleschi al P. Santander. Roma, 31 de mayo, 1620.

Tras un viaje lleno de penalidades llegaba a Lisboa el 19 de noviembre de 1616 (ARSI. N. R. et Q., 1, fol. 53. Carta del P. M. Vitelleschi al P. Santander. Roma, 18 de febrero 1617). En octubre de 1617 se encontraba de regreso en Génova (ARSI. N. R. et Q., 1, fol. 54). En Roma dio cuenta pormenorizada del estado de la Provincia (ARSI. N. R. et Q., 1, fol. 53).

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DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 433-436.

ARSI. N. R. et Q. 3, fol. 13: “Padre Baltasar Mas natural de la villa de Alcira arzobispado de Valencia [...] de edad de quarenta y tres años, 28 de Compañía, ocho de profeso de quatro votos, tres maestro de humanidad, quatro de ministro y cinco de compañero del provincial y otros cinco de Rector”. En: Memoria de los Padres y Hermanos que en la flota que se despacho este año de 612 para Tierra Firme fueron en compañia del Padre Luis de Santillan a la provincia del Nuevo Reyno de Granada, en la nao nombrada Nta. Sra. de los Remedios. Desde noviembre de 1607 era Rector de Tarazona, cfr. AIUL. Papeletas: Mas, Baltasar. Cfr. Catálogo, 1616 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 19v).

Rector en 1613 (ARSI. N. R. et Q., 1, fol. 34. Epistolae Generalium. Carta del 7 de septiembre de 1614). El 15 de septiembre de 1615 asiste a la Congregación Provincial como Rector de Cartagena (ARSI. Congregationes Provinciales, t. 55, fol. 222 y ss).

ARSI. N. R. et Q., 1, fol. 58v. Epistolae Generalium. Carta del 17 de febrero de 1618. Durante su rectorado el colegio se mudó al sitio que actualmente ocupa (PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 99-100).

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ARSI. Congregationes Provinciales, t. 61, fol. 218 y ss.

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ARSI. N. R. et Q., 14, Historia-I, fol. 173. Carta del P. Cavero al P. General. Panamá, 10 de octubre de 1651. ARSI. N. R. et Q., 1, fol. 118v. Epistolae Generalium. Carta del P. Vitelleschi a Baltasar Mas. Roma, 28 de enero de 1634. En este escrito alude el P. General a varias cartas escritas por el P. Mas, cuando era Rector de Quito, por julio y octubre de 1632.


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y en el ejercicio de sus funciones rectorales es designado Provincial del Nuevo Reino (1632-1639).87 Largo sería su rectorado al frente del Colegio Máximo de la ciudad de Bogotá (1621-1628).88 El 13 de junio de 1623 se presentaba el P. Baltasar Mas Burgués, como Rector del Colegio Máximo de la Compañía de Jesús en Santa Fe de Bogotá, ante la Real Audiencia y entregaba todos los documentos89 que autorizaban al Colegio Máximo de la Compañía de Jesús para conferir grados. Asimismo, presentó las constituciones y reglas de la Academia Javeriana y a la vez solicitó del Presidente la correspondiente aprobación mientras se obtenía la confirmación del Consejo de Indias.90 Su capacidad organizativa le llevó a completar las normas de la recién fundada universidad como lo demuestran dos escritos perdidos: Reglas que deben observar los que formaren parte de la Academia de San Francisco Xavier en el Colegio de Santa Fe: 162391 y Memorial en defensa del derecho que tiene la Compañía de Jesús a conferir grados en su Colegio de Santa Fe: 1623.92 Todavía más, diera la impresión, por el Memorial de la Audiencia de 1623, que la Javeriana tenía todo preparado para iniciar la nueva etapa y así procedieron al nombramiento de los oficiales universitarios.93 Un primer malestar surgió cuando el Presidente de la Audiencia manifestó que los jesuitas habían procedido de inmediato a graduar “a

Amplia información de José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua provincia de Quito, I, 214-218. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 463; 427-428.

ARSI. N. R. et Q., 1, fol. 235. Epistolae Generalium. Carta del 31 de octubre de 1622. En octubre de 1621 asiste a la tercera Congregación Provincial como Rector de Santafé (ARSI. Congregationes Provinciales, t. 56, fol. 254). Asiste a la Congregación de 1627 con el mismo cargo (ARSI. Congregationes Provinciales, t. 61, fol. 218).

Letras Apostólicas In Supereminenti (9 de julio de 1621) a favor de la Compañía de Jesús y la Real Cédula del 2 de febrero de 1622.

En la copia de la Real Cédula del 2 de febrero de 1622 se lee al pie: “El 13 de junio de 1623 se presentó con el breve y esta cédula el padre Baltasar Mas Burgues, rector del Colegio Máximo de la Compañía de Jesús en Santa Fe, y dijo: que para conferir los grados estaban hechas unas reglas y constituciones que se habían de confirmar en el Real Consejo de Indias y que en el ínterin las confirmase el presidente, y en esta conformidad el mismo año de 1623 se fundo la academia conforme a dicha cédula y Breve”. Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia. Bogotá, I (1973) 144. (Original en. AGI. Santafé, 403).

AIUL. Papeletas: Mas, Baltasar.

AIUL. Papeletas: Mas, Baltasar.

Carta de la Audiencia de Santa Fe. En: HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, I, 146: la Audiencia dejará testimonio de que “el dicho colegio de la Compañía ha hecho constituciones y fundado cátedras de estas facultades y nombrado rector, examinadores y bedeles, secretario y depositario de propinas y derechos […] las cuales presentaron ante el Presidente de esta Audiencia y gobernador general para que las aprobase, como las aprobó, en cuanto había lugar en derecho”.

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muchos que de tiempo atrás habían estudiado, antes del indulto y cédula de vuestra Majestad”.94 Pero el verdadero conflicto surgió ese mismo año cuando los Padres de Santo Domingo hicieron contradicción en esta Audiencia, diciendo que tenían el mismo privilegio y breve de Su Santidad de Paulo V de 2 de marzo de 1619 y por cédulas de vuestra Majestad que se han referido y particular una de 7 de febrero de 1610 años.95

Lo curioso del caso es que la Audiencia le escribía al monarca hispano indicándole que “en esta ciudad y provincia no es necesaria por ahora universidad formada [porque] que es muy corto el Reino y el haber de V. M.” y se pronuncia por el criterio de fundarla “cuando sea necesaria” y bajo los conceptos de universidad pública.96 Un hecho muy importante para la época fue la creación en la Universidad Javeriana de la “Cátedra de lengua chibcha” (1625-c.1680) que venía a ser una fusión de la Cátedra oficial que dependía de la Audiencia y la privada que había venido funcionando, desde 1613, en el mismo centro del saber. El presbítero Gonzalo Bermúdez había regido esta institución educativa desde 158297 y al fallecer en 1625 el Presidente del Nuevo Reino encomendó esta tarea educacional al P. Pedro Pinto98 y, el 25 de junio de 1625, don Juan de Borja le expedía el nombramiento como catedrático.99 En el ámbito de las finanzas son de loar los esfuerzos que realizó el P. Mas por sanear la catastrófica situación económica que vivía el Colegio Máximo. Una de las medidas tomadas fue el enviar a Quito a 30 jesuitas,

AGI. Santafé, 20. Carta de la Audiencia de Santafé al Rey. Santafé, 30 de junio de 1623. En: HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, I, 146.

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AGI. Santafé, 20. Carta de la Audiencia de Santafé… En: Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, I, 146.

95

Carta de la Audiencia de Santa Fe. En: Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, I, 147-148.

Humberto TRIANA Y ANTORVEZA. Las lenguas indígenas en la Historia social del Nuevo Reino de Granada, 266.

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AGI. Santafé, 20. Carta del Presidente Juan de Borja al Rey. Santafé de Bogotá, 26 de junio de 1625. Se inició con el P. Pedro Pinto. AGI. Santafé, 20. Carta del Presidente Borja al Rey. Bogotá, 26 de junio de 1625: “hice por las vías que me fue posible apretadas diligencias para inquirir y saber qué sujeto de los que hay en este Reino y saben este idioma sería más a propósito para podérselo encargar, y generalmente hallé que todos se inclinaban a los padres de la Compañía de Jesús por tener en su religión algunas personas que con eminencia podrían enseñar [...]. Fuelo el P. Pedro Pinto, y en la certificación que le dió [Gonzalo Bermúdez] dice que le examinó y le halló inteligentísimo, así en la lengua general que se lee en la dicha cátedra, como en los demás vulgares y comunes que se hablan entre los indios de este Reino, y así, por auto que proveí, le elegí y nombré”.

98

ANB. Curas y obispos, 9, fol. 359. El texto trascrito en: Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, III, 348-349.

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la mayor parte estudiantes, para que prosiguieran su formación en la Universidad Gregoriana de la capital ecuatoriana.100 Pensamos que esta acción tuvo que conllevar consecuencias en el claustro javeriano. También en Roma no parecían estar de acuerdo con el Rector en su política de fomentar las haciendas en vez de librar de censos a la casa y pagar las deudas.101 Mucho molestó al P. Mas la venta de una hacienda cercana a Funza, contra su voluntad, por parte del Provincial a don Antonio Maldonado y Mendoza por 13.000 pesos.102 En todo caso, el propio General de la Compañía de Jesús le escribía al Procurador del Colegio, Beltrán de Lumberri, el 8 de septiembre de 1625 animándole en sus esfuerzos por superar la pobreza de la casa.103 Quizá haya que armonizar en este contexto de datos, al parecer contradictorios, la aserción que ofrece la Carta Necrológica escrita en honor del P. Mas cuando afirma que en menos de tres años liberaría 40.000 pesos de censos y deudas.104 8. Sebastián Murillo (c.1573-1657).105 Con el acceso de este jesuita extremeño al rectorado de la Universidad Javeriana, se inicia un nuevo modelo de gestión. Por una parte había dirigido la experiencia de la Escuela de Lenguas de Cajicá para la formación acelerada de los jesuitas que iban a dedicarse a la acción directa con los indígenas (1610-1615)106 y por otra se había dedicado a ser maestro de la vida espiritual de los jóvenes jesuitas que se formaban en Tunja (1615-1625).107 Con esta experiencia se hacía cargo de la Universidad Javeriana en un mandato de cuatro años (1628-1632).108

AGI. Santafé, 245. Carta del P. Luis de Santillán al Rey. Bogotá, 2 de julio de 1629.

100

ARSI. N. R. et Q., 1. Carta del P. Mucio Vitelleschi al P. Baltasar Mas. Roma, 12 de febrero de 1624. [fol. 247v?].

ARSI. N. R. et Q., 1. Carta del P. Mucio Vitelleschi al P. Florián de Ayerbe. Roma, 2 de febrero de 1628. Véase: ARSI. N. R. et Q., 17. Fundationes […] Relación hecha sobre la venta de las tierras de Bogotá del colegio de Santafé del Nuevo Reino de Granada, fol. 323.

ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium. Carta del P. Mucio Vitelleschi al P. Beltrán de Lumberri. Roma, 8 de septiembre de 1625.

Archivo de la Academia de la Historia. Madrid. Tomo: 129. Juan MANUEL. Carta de edificación del P. Baltasar Mas, provincial que fue de esta Provincia del Nuevo Reino, para el Padre Fabián López. Santafé, a 1º de noviembre de 1642. Fol. 419 y ss.

José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 499-501.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 5. Catálogo de 1610: “Lector de Latín. Lengua. Superior de la Residencia de indios”.

Nombrado en 1615: ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium, fol. 39v. Carta del P. M. Vitelleschi al P. Gonzalo de Lira. Roma, 1º febrero, 1615. El catálogo de 1616 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 19v): “Maestro de Novicios y Rector un año”.

Pedro DE MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús, I, 322: “y lo ejercitó [el Rectorado] por tiempo de cuatro años”. El 13 de septiembre de 1628 otorgaba el placet el General de la Compañía de Jesús (ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium. Carta del P. Mucio Vitelleschi al P. Luis de Santillán. Roma. 13 de septiembre de 1628).

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Suponemos que alguna crisis tuvo que enfrentar la Universidad Javeriana por el envío de un grupo de estudiantes a continuar sus estudios en Quito,109 como hemos mencionado más arriba. Durante su gestión debió enfrentar el delicado problema de la lucha tanto de los dominicos como de los jesuitas por la obtención de la exclusiva de la universidad en Bogotá. Mas para poder ubicar el problema con toda precisión es necesario tomar el agua de más arriba y circunscribirlo a sus verdaderos límites. Un segundo capítulo de este litigio se abría por petición de una Real Cédula del 6 de septiembre de 1627 por la que el rey solicitaba de las autoridades santafereñas un informe “de la forma que ha usado y usa el Colegio de la Compañía del breve y cédula en cuya virtud pretende tener universidad, y si se ha excedido y en qué”.110 El P. Murillo cumplió con el mandato real y así se presentó tanto ante la Audiencia como también ante el Cabildo Eclesiástico. Pero simultáneamente entregó un documento en el que alegaba una serie de razones para que en el Colegio de la Compañía se “den los grados y no en el convento de Santo Domingo”. En el escrito aduce once razones para justificar su posición.111 Las más significativas son: los estudios generales, “desde la gramática hasta la teología” se han “leído con continuación y sin interrupción”. En los grados que se han otorgado se ha observado siempre “las constituciones y estatutos hechos por el Doctor don Fernando Arias de Ugarte y aprobadas por el señor presidente y real audiencia”. Y concluye, después de otras razones, insistiendo que “la merced de S. M. y bula de S. Santidad se dio primero a la Compañía, y ella la ha usado mucho antes”. El punto más conflictivo es el que se refiere a los dominicos y aduce: “no hay estudios fundados, y el decir que el convento de Santo Domingo tiene colegio y renta fundada para cátedras, no tiene fundamento, como es notorio, porque no consta ni se sabe de tal fundación, antes de lo contrario”. Como confirmación señala que “sólo se han graduado cuatro o cinco estudiantes de fuera” y los demás son religiosos del mismo convento. El 18 de julio contestaba el Cabildo Eclesiástico el requisitorio real. En primer lugar certifican los cabildantes que la Compañía de Jesús tiene asentados los estudios generales desde la gramática hasta la teología escolástica y en ellos se tienen “continuos ejercicios de letras, en conclusiones así públicas de todo el día, como particulares y domésticas”.

AGI. Santafé, 245. Carta del P. Luis de Santillán al Rey. Santafé, julio 2 de 1629.

109

AGI. Santafé, 245. HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, I, 158.

110

AGI. Santafé, 245. Petición del P. Sebastián Murillo al Cabildo eclesiástico de Santafé. Santafé, 17 de julio de 1628. Texto en: PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 524-525.

111


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En un segundo punto señalan que antes que entrase la Compañía en esta tierra no había este ejercicio y curiosidad de estudio y letras […] sin pretender pasar a estudios mayores por falta de quien los enseñase a ellos y si algún estudio se comenzaba en pocos días se caía y acababa.

En tercer lugar certifican que los jesuitas han sometido a sus alumnos a los exámenes requeridos “guardando exactamente las órdenes y direcciones” fijadas por el arzobispo Fernando Arias de Ugarte y el Presidente don Juan de Borja. En cuarto lugar reconocen que “aunque hay otros particulares estudios en otros conventos de esta ciudad, no hay en ellos tantos maestros como se requieren por la buena y conveniente enseñanza de los que acuden a sus estudios”. Y de seguidas ofrecen una interesante información sobre la demografía estudiantil en Bogotá. Para esas fechas conceptúan que había “casi 300” y a “los otros estudios […] acuden como una docena de estudiantes, y a la Compañía todos los demás”. Con estas premisas establecen la siguiente conclusión: Por todo lo cual, y atendiendo a las razones dichas, nos parece que habiendo de ponerse universidad en una sola parte de esta ciudad, en ninguna se hará más servicio a Dios nuestro Señor y de Vuestra Majestad y en mayor beneficio de la causa pública que en la Compañía de Jesús.112

No conocemos la respuesta de la Audiencia a la exigencia real pero ya había en diversas ocasiones manifestado su criterio. Ya el 30 de junio de 1623 había sentado posición al declarar que “no es necesaria por ahora universidad formada” y si se llegara a fundar “no conviene fundarla en colegio de religión”.113 En enero de 1633 el P. Murillo predicó un sermón en la iglesia San Ignacio el cual provocó el descontento del arzobispo, don Bernardino de Almansa, y como consecuencia tuvo que salir desterrado de Santafé.114 9. Juan Bautista Coluccini (1569-1641).115 Si Funes aportaba la visión de la Europa transmontana, Juan Bautista Coluccini (1569-1641)116 y José

AGI. Santafé, 245. Informe del Cabildo eclesiástico de Santafé. Santafé, 18 de julio de 1628. El texto puede verse en: Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, I, 159-164.

112

AGI. Santafé, 20. Carta de la Audiencia de Santafé al Rey. Santafé, 30 de junio de 1623. En: Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, I, 147-148.

113

Amplia información en: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 412-424.

José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 216-219.

José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial. Bogotá, CEJA (2002) 81-84.

114 115 116


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Daddey (1576?-1660)117 significaban la inserción de la Italia renacentista en tierras neogranadinas, pues, como escribirá Daniel de Barandiarán, la “empatía de los italianos es un caso relevante en la historia de la relaciones mundiales y de la captación antropológica de los pueblos más inverosímiles”.118 El nuevo Rector (1632-1634) lucía una imagen diferente a la de sus antecesores, pues para la historiografía neogranadina representa la presencia de un científico al frente de una joven universidad que luchaba por existir en medio de grandes debates legales. En Coluccini se pueden distinguir las facetas de arquitecto,119 lingüista,120 músico121 y cultivador de la astronomía.122 Pero sin lugar a dudas la obra maestra de este jesuita italiano fue la concepción arquitectónica de toda la Manzana Jesuítica de la que solo quedan la Iglesia de San Ignacio y el Museo de Arte colonial.123 10. Francisco Fuentes (1588-1645).124 Como hombre de gobierno podemos afirmar que desempeñó todos los altos cargos de la Provincia del

José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 96-99.

Daniel DE BARANDIARAN. “El Orinoco amazónico de las Misiones jesuíticas”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit.). Misiones jesuíticas en la Orinoquia. San Cristóbal, Universidad Católica del Táchira, II (1992) 306.

Patricia RENTERÍA SALAZAR. Arquitectura en la Iglesia de San Ignacio de Bogotá. Modelos, influjos, artífices. Bogotá, CEJA, 2001. (Sobre la obra arquitectónica y su bibliografía, véanse páginas: 98-103; 107-117). Fernando ARELLANO. El Arte Jesuítico en la América Española (1568-1767). San Cristóbal, Universidad Católica del Táchira (1991) 87-91. José de MESA y Teresa GISBERT. “La arquitectura jesuítica española en Bogotá y Quito”. En: Boletín del Centro de Investigaciones Históricas y Estéticas. Caracas, Universidad Central de Venezuela, n.º 23, 1978. Conviene destacar que el P. Coluccini era arquitecto y así lo evidencian los catálogos: el de 1610 dice que había estudiado 4 años de Matemáticas (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 5) y el de 1616 afirma que era Arquitecto (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 18).

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 137. Fue la primera doctrina que tuvieron los jesuitas en el Nuevo Reino y allí se inició, con 8 jesuitas, la primera escuela de lenguas indígenas: “aprendió la lengua de los indios de este Reino [...]. Logrósele también este trabajo que entre muchos que la aprendieron juntos, fue el padre Juan Bautista el primero que la predicó y confesó en ella”. José DEL REY FAJARDO. La Universidad Javeriana, intérprete de la “otredad indígena” (siglos XVII y XVIII). Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana (2009) 37 y ss.

José Eugenio DE URIARTE y Mariano LECINA. Biblioteca de escritores de la Compañía de Jesús pertenecientes a la antigua Asistencia de España desde sus orígenes hasta el año de 1773. Madrid, López del Horno, II (1929-1930) 272.

En noviembre de 1640 solicitaba el Presidente Saavedra y Guzmán el parecer del P. Coluccini sobre un eclipse de sol acaecido en Santafé el 13 de noviembre de ese año. Fue publicado: “Un eclipse observado desde Bogotá en 1640”. En: Revista Javeriana. Bogotá, 45 (1956) 76-81. Juan FLÓREZ DE OCARIZ. Libro Primero de las Genealogías del Nuevo Reino de Granada. Bogotá, Instituto Caro y Cuervo-Instituto Colombiano de Cultura Hispánica, I (1990) 224: “era gran Arquitecto, y con inteligencia de Astrologia”.

123

Patricia RENTERÍA SALAZAR. Arquitectura en la Iglesia de San Ignacio de Bogotá. Modelos, influjos, artífices, 113-130.

124

José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 294-298.

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Nuevo Reino. Rector del Colegio Mayor de San Bartolomé (1620-1621);125 Rector de la Universidad Gregoriana de Quito (1627-1630),126 de donde salió para Madrid y Roma como Procurador de la Provincia (1631-1634),127 e incluso sería designado como Vice-Provincial de Quito en el fallido intento de separar el Nuevo Reino de Quito.128 Y acabaría sus días en la fundación del colegio de Popayán.129 Como hombre de ciencia serviría a dos universidades: en la Javeriana de Bogotá tendría a su cargo la docencia en la Facultad de Artes (16171620 y 1620-1623)130 y en la Gregoriana de Quito regentaría la cátedra de Teología por tres años.131 El rectorado en la Universidad Javeriana se extendió de 1634 a 1637.132 Un signo de la vitalidad que estaba desarrollando la Universidad fue su preocupación por ir ampliando el abanico de posibilidades académicas que fueran capaces de dar respuestas serias a las necesidades de la sociedad colonial. En este contexto nació la cátedra de la enseñanza de la Medicina el 1º de abril de 1636, bajo la dirección del Licenciado Rodrigo Enríquez de Andrada, graduado en la Universidad de Alcalá de Henares.133 Esta cátedra duró hasta 1641 y se clausuró por falta de oyentes.134

ARSI. N. R. et Q., 1, fol. 226. Epistolae Generalium. Carta del P. Vitelleschi al P. Arceo, 1622. DE MERCADO. Historia de la Provincia, IV, 48.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, IV, 49.

125

126

PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 435. (Sobre sus gestiones, Cfr. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 202-206). Se embarcó en Cartagena el 15 de octubre de 1631 (José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua provincia de Quito, I, 159). ARSI. N. R. et Q., 1, fol. 101v. Epistolae Generalium. Carta del 30 de enero de 1633.

127

ARSI. N. R. et Q., 14. Historia I, 173v-174.

G. MUÑOZ COBOS. “El P. Francisco Fuentes fundador y rector del Real Colegio Seminario en la ciudad de Popayán”. En: Revista de la Academia Colombiana de Historia Eclesiástica. 2 (1967) 33-50. L. DEUBLER. Becerro o Sumario de la fundación, principios, progresos y otros acontecimientos. ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 63v. Catálogo, 1642. Pero sin duda, su estancia en la urbe payanesa es anterior a 1641 (PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 209).

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 39. Catálogo, 1623: “A leydo Gramática y dos cursos de Artes”. En 1620 era Profesor de Artes (ARSI. N. R. et Q., 1, fol. 87v. Epistolae Generalium). Aquí tenemos que corregir las fechas que dimos en nuestro libro Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 127.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, IV, 48-49. Era Profesor de Teología, en Quito, en 1625 (ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium. Carta del 21 de septiembre de 1625).

ARSI. N. R. et Q. 14. Historia, I, fol. 172v; 173. Carlos RODRÍGUEZ MALDONADO. La Hacienda de Tena. Bogotá (1944) 34-36. DE MERCADO. Historia de la Provincia, IV, 50.

133

La documentación oficial, véase en: Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia, I, 170-171. Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Aspectos de la cultura en Colombia. Bogotá, Publicaciones del Ministerio de Educación de Colombia (1947) 105-113.

134

Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 528-529.

128 129

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El 29 de julio de 1635 pudo ser dedicado el templo de la Manzana Jesuítica a San Ignacio, una vez concluido.135 El año 1634 finalizaba el privilegio de graduar a los alumnos porque solo tenía una duración de diez años. Sin embargo, ese mismo año obtuvieron los jesuitas del Papa Urbano VIII la bula Supereminenti que renovaba las facultades concedidas sin limitación de tiempo. Dos observaciones son necesarias para comprender el alcance de esta bula. En primer lugar es de notar que el pontífice utilizó las mismas palabras iniciales en su documento que su antecesor Gregorio XVI. En segundo lugar, en un análisis de textos, pareciera que en alguna versión se suprimió “ad decenium”. Tal es el caso del P. Delplace en su obra Synopsis actorum S. Sedis.136 Sin embargo, el texto copiado por Hernáez dice que fue concedido sin limitación de tiempo y aduce como fuente: “sacado del Archivo Nacional de Lima. Leg., 1186. Hállase impreso pasado por el Consejo de Indias”.137 El P. Pacheco138 añade que el Informe que reposa en Roma sobre el caso ratifica expresamente el mismo aserto,139 e idéntica aseveración aduce el fiscal del Consejo de Indias en su informe del 24 de julio de 1685.140 Estas explicaciones no se compaginan con las afirmaciones del P. Alberto Ariza, quien sostiene que al texto de la bula se le hicieron “mutaciones sustanciales” al cambiarle la fecha y al suprimir la frase final “praesentibus ad decennium proximum valituris”.141 Con respecto al ámbito económico hemos preferido ubicar aquí la síntesis de los procesos por los que se adquirieron la hacienda de Tena y la de Neiva. El 27 de noviembre de 1626, compraba el Colegio Máximo por 200 pesos una estancia de 1500 pasos de largo por 800 de frente. El 25 de enero de 1628 proveyó don Juan de Borja seis estancias de ganado mayor “bajo los límites y linderos contenidos en el pedimento que de ellas había hecho don Antonio Maldonado de Mendoza”. Y el 14 de febrero de 1633 tomó 135

ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium. Carta del P. Mucio Vitelleschi al P. Juan Bautista Coluccini. Roma, 1º de noviembre de 1636. Fol. 167. Para una síntesis de la cronología de la Iglesia nos remitimos a: Gloria ZULUAGA. “Estúdio cronológico para la interpretación constructiva del tempo de San Ignácio de Bogotá”. En: Allan R. BREWER-CARÍAS, Alberto BAUMEISTER TOLEDO y Pedro NIKKEN (Coord.). Libro homenaje al P. José del Rey Fajardo sj. Caracas, Editorial Jurídica Venezolana, I (2005) 45-65.

136

Louis DELPLACE. Synopsis Actorum S. Sedis in causa Societatis Iesu 1605-1773. Loviana, Istas, 1895. [Urbano VIII, n.º 154].

Francisco Javier HERNÁEZ. Colección de bulas, breves y otros documentos relativos a la Iglesia de América y Filipinas. Dispuesta, anotada e ilustrada por el P. Francisco Javier Hernáez de la Compañía de Jesús. Bruselas, Imprenta de Alfredo Vromant (Impresor-editor), II (1879) 449.

137

PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 527.

138

ARSI. Fondo Jesuítico, n.º 842.

139

AGI. Santafé, 249.

140

141

Alberto E. ARIZA. Los dominicos en Colombia. Santafé de Bogotá, Provincia de San Luis Bertrán de Colombia, II (1993) 1405.


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posesión de ellas el H. Luis Méndez. Y el mismo día, 25 de enero de 1628, don Juan de Borja otorgaba “al Padre Baltazar Marburger, Procurador General de la Provincia”, dos estancias de ganado mayor en el Valle de Tena “entre las quebradas de La Calera y de los Hermitaños”. El 20 de junio de 1635 vendió el capitán Andrés López de Escalante al P. Francisco Fuentes “las estancias que venía disfrutando tranquilamente desde 1606”.142 El Gobernador de Neiva, don Francisco Martínez de Ospina, donaba en 1631 tres caballerías de tierra “desde donde entra el río Villavieja en el río Grande de la Magdalena, corriendo el dicho río Villavieja arriba en todo lo que alcanzare el límite de las caballerías”.143 La diligente administración del H. Manuel Martín144 consiguió formar un solo lote gracias a nuevas adquisiciones.145 11. Francisco Sarmiento (c.1578-1646).146 Había nacido en Jaén (España) pero toda su formación la realizó en Lima, primero como alumno del colegio real de San Martín,147 y después todo el currículum filosófico y teológico como jesuita. Su biografía la sintetizó su biógrafo de la siguiente manera: “Ejercitó el oficio de compañero de provincial y de rector muchas veces en los colegios mas principales desta provincia”.148 En efecto, podemos señalar sus rectorados: Cartagena (1627-1632),149 Panamá (1639-1642)150 y de nuevo Cartagena (1643-1645).151 Al frente de la Universidad Javeriana estuvo de 1637 a 1639.152 Hombre de fuerte influencia social,153 significa un modelo distinto de gerencia de la máxima casa de estudios superiores en Bogotá. 12. Baltasar Mas. Segundo rectorado (1639-1642).154 En 1639 regresó de España, a donde había viajado en 1635 en representación de las Órdenes

Seguimos la secuencia que trae Carlos RODRÍGUEZ MALDONADO. La hacienda de Tena. (IV Centenario) 1543-1943. Bogotá, Editorial El Gráfico (1944) 34-36.

Joaquín GARCÍA BORRERO. Neiva en el siglo XVIII. Bogotá, Biblioteca de Historia Nacional, vol. 62 (1939) 22.

142

143

El elogio del H. Manuel Martín puede verse en: DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 221-222.

144

Joaquín GARCÍA BORRERO. Neiva en el siglo XVIII, 35-37.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 303-304.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, III, 348.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, III, 349.

ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium. Cartas: del 6 de febrero de 1628; 8 de septiembre de 1631; 20 de febrero de 1632.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 58v. Catálogo de 1642.

José DEL REY FAJARDO. Los jesuitas en Cartagena de Indias 1604-1767. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana (2004) 295-296. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 295.

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150 151

ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium, fol. 208v. Carta del 30 de octubre de 1638.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, III, 347: “Tuvo por sobrino al conde Salvatierra, virrey de México, y fue primo suyo don Iñigo de la Mota, del orden de Santiago y presidente de Panamá”.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 49. Catálogo de 1642.

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Religiosas de Quito a fin de poder derogar una orden del 20 de mayo de 1625 de la Real Audiencia de Quito que prohibía a las comunidades religiosas adquirir bienes raíces.155 Aunque era un carácter duro, sin embargo, fue un gran negociador, tanto que uno de sus biógrafos escribirá que le llamaban “en Sevilla el hombre de acero; y en Madrid le decían que era de hierro y de bronce, porque no es posible declarar el esfuerzo y exacción con que solicitaba las cosas que tría entre manos”.156 En 1641 se finiquitaba un conflicto sobre las tierras de Ibagué que se había iniciado en 1633, cuando el Colegio Máximo compró unas tierras a orillas del río Chápalo, cercanas al pueblo indígena de Las Piedras.157 El visitador, P. Rodrigo de Figueroa, mandó venderlas con el consiguiente deterioro de la hacienda de Villavieja.158 Finalmente, el alcalde de Ibagué, Francisco de Leuro Bocanegra, daba posesión, en 1641, a la Compañía de tres estancias de ganado mayor y otra de pan comer, colindantes con el río Chipalo.159 13. Juan Manuel (c.1589-1647).160 Este jesuita madrileño que culminó sus estudios en la Universidad Javeriana de Bogotá,161 fue una síntesis curiosa de erudición, ciencia y fervor indigenista.162 El historiador Mercado no eximirá en alabarlo y escribir que fue “como un archivo de todas las ciencias”.163 También fue hombre de gobierno pues tuvo a su cargo los colegios de Tunja (1625-1629)164 (1631-1632)165 y Cartagena (1632-1636).166

Amplia información de José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua provincia de Quito, I, 214-218. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 463; 427-428.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 155.

155

156

ANB. Temporalidades, 12, fol. 673.

157

158

ARSI. N. R. et Q., 17. Fundaciones, fol. 304 y ss. Razón para darla a N. P. General de las haciendas que el Collegio de Santafé tiene en el Valle de Nieva y en Ibagué, cotejando la una con la otra, la cual razón es prueba de la evidente utilidad del dicho Colegio en dejar del todo la hacienda de Ibagué y en llevar adelanter la del Valle de Neiva.

ANB. Temporalidades, 12, fol. 669. En resumen de todo el conflicto puede verse en: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 498-501.

159

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 414-417.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 451.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 457.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 457.

Suponemos que se inicia en 1625 pues en dicho año dejó el cargo el P. Sebastián Murillo. En 1626 (DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 453). En 1628 (ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium, Carta del 2 de febrero de 1628).

165

ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium. Carta del 28 de enero de 1634. Hace alusión a septiembre de 1631 y a octubre de 1632.

166

Nombramiento en 1632 (ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium. Carta del 20 de febrero de 1632). Testimonio en 1634 (Carta del 30 de noviembre de 1634); 1635 (Carta del 30 de diciembre de 1635). Pero los súbditos no estaban contentos con él (fol. 174. Carta del 1 de noviembre de 1636) y el General mostraba su desagrado por haber enviado a un seglar traer negros de Guinea (fol. 174v).

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Fue Director de estudios de la Universidad Javeriana (1636-1641).167 Rector de la Universidad (1642-1645).168 14. Pedro Fernández Berruca (c.1592-1650).169 Es muy poco lo que conocemos de este jesuita que había nacido en Munebrega (Aragón) y atravesado el Atlántico en la expedición de 1618.170 En dos oportunidades dirigió los destinos de la institución educativa tunjana el P. Pedro Fernández Berruca (1637-1639)171 (1642-1645). Al llegar a la capital boyacense traía a su favor el haber regido el colegio de Panamá (1632-1635).172 Debió fallecer el 25 de marzo de 1650.173 Rector de la Universidad Javeriana de 1645 a 1649.174 Graves problemas surgieron con la presencia del oidor Francisco de Prada,175 quien sostenía que el Colegio Máximo tenía más haciendas de las que necesitaba. El propio Presidente del Nuevo Reino, Juan Fernández de Córdoba, se dirigía al monarca español en 1648 en los siguientes términos: “Y siendo este colegio más descansado, me consta que viven con empeños y necesitan de mucha asistencia y trabajo personal para sustentarse”.176 Sobre las obras de la Iglesia de San Ignacio, escriben las Cartas Anuas: Acabose el cuerpo de nuestra Yglesia, que es de los mejores Templos, que las Indias tienen, muy capaz, muy hermoso, muy bien dispuesto, y edificado, alegre, y vistoso, y de una techumbre ó bobeda de artificiosas molduras, y artesones guarnecida; Labrose en el un retablo costossisimo, y dorose lucidamente, disponiendo en sus nichos doce cuerpos de Sancthos ricamente estofados: A los lados del cuerpo de la Yglesia para su mayor vistosidad y mejor asiento de los que acuden a nuestras fiestas, se dispusieron unos

167

Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados de la Universidad Javeriana, fol. 6, 61. El 20 de mayo de 1636 firmaba en calidad de “Praefectus Studiorum” junto con el P. Rodrigo de Figueroa un caso de moral (ANB. Miscelánea, 54, fol. 507).

PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 562.

168

169

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 120.

AGI. Contratación, 5538. Expedición de 1618. ARSI. N. R. et Q., 14. Historia-I. “El Hermano Pedro [Fernandez] Beruca theologo de Munebrega de Aragon de veynte y seis años”.

170

ANB. Censos Boyacá, t. 1, fol. 114. ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium. Carta del 30 de octubre de 1638.

171

ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium. Carta del P. Mucio Vitelleschi al P. Luis de Santillán. Roma, 20 de febrero de 1632.

En unas notas del P. Pacheco encontramos el dato: “Murió 25 marzo 1650. Potosii in Sta. Fide?”. Juan FLÓREZ DE OCARIZ. Libro Primero de las Genealogías del Nuevo Reino de Granada. Bogotá, Instituto Caro y Cuervo-Instituto Colombiano de Cultura Hispanica, I, 169: “Murió en el oficio [de Rector]”; esto abriría la posibilidad de que hubiera fallecido en 1649.

Juan Manuel PACHECO. “La Universidad Javeriana de Santafé de Bogotá durante la época colonial”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit.). La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, Universidad Católica del Táchira, I (1991) 128.

175

Véase: PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 468-470.

176

APQu. Leg. 3. Carta del Presidente del Nuevo Reino al Rey. Santafé, 26 de septiembre de 1648.

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corredores, ó Tribunas coloridas de oro y azul que agracian vistosamente el Templo: Los ornamentos, y riquezas de la sacristia, es de lo mejor, que goza la América, mucha tela, y mucha lana, y los mas finos brocados, y damascos escogidos, que tejo [sic] la Europa.177

También la economía aunque no pasaba por buen momento podía mantener a sus moradores.178 15. Juan de Toro Zapata (c.1596-1654)179 había nacido en Remedios (Antioquia) hacia 1596180 e ingresó en la Compañía de Jesús, en Tunja, el 12 de noviembre de 1612.181 Su formación intelectual la recibió en el Colegio Máximo de Santafé de Bogotá.182 Toro, juntamente con Lucas Rangel183 y Hernando Domínguez Camargo,184 constituyen la primera trilogía literaria de los jesuitas criollos neogranadinos. Son la expresión del culteranismo en la Nueva Granada. Toro y Rangel fueron cultores del conceptismo que insistía en la ingeniosidad de los conceptos; Domínguez Camargo se alista entre los gongoristas, quienes se preocupaban más por la brillantez y novedad de las metáforas.185 Es una lástima que el conflicto que mantuvieron los jesuitas con el arzobispo don Bernardino de Almansa significara el destierro de algunos ignacianos de Bogotá, con el consecuente perjuicio para la nueva Universidad.186 Juan de Toro fue uno de ellos, a pesar de su posición en pro del

Gabriel MELGAR. Letras anuas de la Compañía de Jesus de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Desde el año de mil y seyscientos y treinta y ocho hasta el año de mil y seys cientos quarenta y tres. Zargoza (1645) 35-36.

Gabriel MELGAR. Letras anuas de la Compañía de Jesus de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Desde el año de mil y seyscientos y treinta y ocho hasta el año de mil y seys cientos quarenta y tres, 36: “Tanbien de quatro años a esta parte sean pagado algunas deudas sueltas, ya con limosnas, ya con inteligencias, y se an minorado los censos dela casa; no tiene hasta aora el Colegio fundación, pero si comodidad para el sustento delos sujetos, que en el avitan: porque las haciendas son crecidas (en nombre pero, no en probecho) pero ayudadas al presente con una donación, que nos hace una Señora piadosa, que nos deja treinta mil pesos de su hacienda, sera esto lo mas descansado dela Provincia”.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 685-687.

Los catálogos no ofrecen la fecha exacta de su nacimiento sino los año que tenía. Año 1616: 19 años (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 20v); Año 1623: 27 años (fol. 39v); Año 1642: 46 años (fol. 57); Año 1649: 53 años (fol. 87); Año 1651: 55 años (fol. 113v).

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 39v. Catálogo de 1623. Sin embargo, el catálogo de 1649 (fol. 87) señala el 21 de noviembre.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 20v. “Estudiante de Seminario”. De esta suerte tuvo que concluir sus estudios el año 1622.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 275-277.

Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. “Domínguez Camargo, Hernando”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, II (2001) 1138.

Véase: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 563 y ss.

Una síntesis puede verse en: PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 412-424.

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entendimiento,187 y de esta forma se frustró su posible brillante carrera como catedrático de la Academia de San Francisco Javier: profesor de Artes (1626-1629)188 y a continuación Teología (1629-1633).189 Hombre de indudables cualidades intelectuales y humanas, no es de extrañar que fuera requerido por el Presidente del Nuevo Reino, Marqués de Sofraga, por compañero.190 Seguidamente asumió el rectorado del colegio de Cartagena (1639-1642)191 y en 1642 fue elegido como Procurador de la Provincia del Nuevo Reino ante Madrid y Roma.192 Su estancia en Europa fue larga pues en Roma permaneció del 25 de noviembre de 1645 al 14 de abril de 1646,193 y en España hasta el 13 de enero de 1648, fecha en que se hizo a la vela con una expedición de jesuitas para el Nuevo Reino.194 Se desempeñó como Rector de la Universidad Javeriana de 1649 a 1651.195 A las cualidades anteriores hay que añadir la de “aventajado predicador”, como lo conceptuaría Flórez de Ocariz.196 16. Juan Gregorio Irigoyen (c.1585-1674).197 Había nacido en Olite (Navarra) hacia 1585 e ingresado en la Compañía de Jesús en Villarejo de Fuentes el 9 de abril de 1604.198 Se embarcó para América el 15 de abril de 1610199 y concluyó sus estudios en el Colegio Máximo de Bogotá.200 Su actividad fundamental en tierras neogranadinas fue la de regir varios

187

PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 419.

188

ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium. Carta del P. M. Vitelleschi al P. Luis de Santillán. Roma, 6 de febrero de 1630.

189

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 57. Catálogo de 1642: “Docuit Philosophiam et Theologiam”.

190

ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium. Carta del P. Mucio Vitelleschi al P. Baltasar Mas. Roma, 30 de octubre de 1637.

191

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 57. Catálogo de 1642.

192

ARSI. Congregationes Provinciales, t. 71, fol. 186 y ss. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 476-477.

PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 570. Asiste como elector a la Congregación General que eligió al P. Vicente Carafa.

193

AGI. Contratación, 5539. Expedición de 1648.

194

Juan Manuel PACHECO. “La Universidad Javeriana de Santafé de Bogotá durante la época colonial”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit.). La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, Universidad Católica del Táchira, I (1991) 128. En agosto de 1650 fungía como Rector (AGI. Santafé, 27) y como tal se dirige al Rey suplicándole que no admita la renuncia de don Juan Fernández de Córdoba, Presidente del Nuevo Reino. En septiembre de 1651 ya había sido sustituido.

Citado por Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 570.

José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 329-331.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 6v. Catálogo de 1610. DE MERCADO. Historia de la Provincia, II, 137. Fue además discípulo del célebre maestro de la vida espiritual, P. Luis de la Palma.

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AGI. Contratación, 5318. Ángel VALTIERRA. El santo que libertó una raza. Bogotá, Imprenta Nacional (1954) 122-123. El Catálogo de 1610 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 6v) dice que había estudiado 4 años de Artes y 1 de Teología.

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ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 18v. Catálogo de 1616: “Ha leído Gramática 6 años”.


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colegios: Pamplona (1625-1632)201 y Mérida de Venezuela (1647-1650).202 No hemos podido precisar si realmente fue rector del colegio de Tunja.203 En 1651 recibía el rectorado de la Universidad Javeriana y allí permaneció hasta 1653.204 Su perfil es muy distinto al de su antecesor pues, a pesar de que era hombre culto en ciencias religiosas,205 su mundo habitual fue el de predicador por la geografía colombiana.206 De la planta física escribían las Cartas Anuas de 1652: Desde la ultima Annua, que se escribió de esta Provincia se ha adelantado mucho este Collegio en su vivienda, derribáronse quartos antiguos, para que nuevamente edificados ajustasen a la planta que es conforme a la Casa Professa de Sevilla, de quartos dobles de vivienda, corredores por medio, y patio capaz con corredores inmediatos, se las dehato [sic] y espasiosa escalera para la subida a los altos: tiene el quarto sus Galerias, que se enseñorean de casi toda la Ciudad; y en lo edificado tiene bastante habitazion para mas sujetos de los que hoy permite la Provincia.207

17. Francisco de Varáiz Villaguarda (c.1580-1658).208 Nació en Ontinente (Valencia)209 hacia 1580210 e ingresó en la Compañía de Jesús el 25 de abril

ARSI. N. R. et Q. 1. Epistolae Generalium, fol. 114. Carta de Vitelleschi a Santillán. Roma, 20 de febrero de 1632. En esa fecha es sustituido por el P. Villalobos en el rectorado. En 1627 había asistido a la Congregación Provincial como Rector de Pamplona (ARSI. Congregationes Provinciales, t. 61, fol. 218).

La fecha de conclusión del rectorado es clara. El 3 de febrero de 1651 era Rector de la Universidad Javeriana (ANB. Curas y Obispos, t. 9, fol. 603) y en 1650 seguía en Mérida (AAM. Seminario. Caja 1. Inventario de los papeles del archivo, fol. 34v). Sobre el inicio la primera información data de 1648 (AAM., fol. 35v). El inicio de 1647 lo estatuimos por el final del rectorado del P. Julio Ledi.

ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium, fol. 142. Carta del P. Mucio Vitelleschi al P. Juan Gregorio. Roma, 30 de diciembre de 1635. Juan Gregorio era Rector de Tunja.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 113v. Catálogo de 1651: “Fuit ter Rector et modo Sanctae Fidei”. El Libro de la Universidad está fragmentado en lo que respecta a estos años pero aparece su firma en 1651, 1652 y 1653 (Archivo del Colegio de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fols. 213-251v).

DE MERCADO. Historia de la Provincia, II, 137: “Tal era su vivir ajustado y religioso en nuestra casa que parecía un San Gregorio en su monasterio. También le imitó en escrebir los morales de muy buena doctrina que solía con mucha frecuencia predicar en sermones y pláticas”.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, II, 141: “predicaba muchas veces haciendo antes que le leyesen lo que tenía escrito de su mano en unos cartapacios que llamaba sus barras y a la verdad lo eran de plata y oro, sacadas de las minas de su estudio”.

ARSI. N. R. et Q., 12-I. Carta annua desde los años 1642 hasta el de 1652 de la Prouincia del Nueuo Reyno, y Quito a a. m. r. p. General de la Compañía de Jesus [Goswino Nickel], fol. 2v-3.

José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 712-714.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 167. Los catálogos hablan siempre de Valencia.

El catálogo de 1610 dice que tenía 30 años (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 5v); el de 1616: 36 años (fol. 18v); el de 1623: 44 años (fol. 39); el de 1649: 68 años (fol. 85); el de 1651: 70 años (fol. 112); el de 1655: 74 años (fol. 139v).

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de 1597,211 en Tarragona, después de haber estudiado letras humanas en Valencia.212 Cursó tres años de Filosofía y tres de Teología, y salió del colegio de Zaragoza para ordenarse en Sevilla y pasar a las Indias.213 Atravesó el Atlántico en la expedición de 1607.214 Toda su biografía neogranadina estuvo consagrada al mundo indígena pues pudo acercarse a sus hombres por el dominio de la lengua. Regentó el rectorado de la Universidad Javeriana de 1653 a 1656.215 Aunque en un principio pudiera llamar la atención este nombramiento, sin embargo hay que tener en cuenta que casi toda su vida residió en el Colegio Máximo, y que además el cultivo de las lenguas indígenas fue un criterio mantenido tanto por la Compañía de Jesús como por los reyes de España. Es digno de señalarse que por vez primera hizo acto de presencia en Santafé el P. Denis Mesland, amigo de Descartes y seguidor de sus doctrinas. El Rector lo describía el 19 de mayo de 1654 de la siguiente manera: “El padre es muy amable, grave y docto, que argumentó muy bien el estotro día en unas conclusiones”.216 Aunque volvería a la capital neogranadina en diversas ocasiones, es llamativo que en la lejana Bogotá se conocieran tan pronto las ideas cartesianas.217 18. Juan Gregorio Irigoyen. Vuelve por segunda vez al rectorado el año 1656 y allí permanecería hasta 1658.218

Cita el 25 de abril de 1598 el catálogo de 1610 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 5v). El 25 de abril de 1597 los catálogos de: 1616 (fol. 18v) y 1623 (fol. 39). El 25 de abril de 1596 los catálogos de: 1649 (fol. 85), 1651 (fol. 112) y 1655 (fol. 139v). Nos inclinamos por la fecha de 1597 porque en su ficha de embarque, año de 1607, dice que tenía diez años de Compañía.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 167.

ARSI. N. R. et Q., 3. fol. 1. Catalogo de los Padres queste año de 607 se embarcaron en Sanlucar.

ARSI. N. R. et Q., 3. fol. 1. Catalogo de los Padres queste año de 607 se embarcaron en Sanlucar en uno de los galeones del cargo de don Francisco del Morral que a siete de Março se hicieron a la vela para tierra firme: “4º. Padre Prançisco Varaiz de Valençia, hijo de Juan Varaiz y de Agueda Villaguarda de hedad de 25 años y diez de conpañia, avia oydo sus artes y tres años de teulogia, salio del collegio de Zaragoza y ordenose en Sevilla con extra tempora”.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 175: “cargo que ejerció por espacio de un trienio”. En enero de 1653 aparece ya como Rector (ANB. Gobierno, t. 1, fol. 514). Ejercía el cargo en 1655 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 139v). Catálogo de 1655.

APQu. Leg., 4. Carta del P. Francisco Varáiz al P. Pedro Varáiz, Provincial. Santafé, 19 de mayo de 1654.

José DEL REY FAJARDO y Germán MARQUINEZ ARGOTE. Denis Mesland amigo de Descartes y maestro javeriano (1615-1672). Bogotá, CEJA, 2002.

Archivo del Colegio de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fols. 253v-276.

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19. Gaspar Cugía (1600-1667).219 Una interesante personalidad es la de este jesuita nacido en Cáller [Cagliari] (Cerdeña)220 y que atravesó el Atlántico en 1634.221 En la Provincia del Nuevo Reino se dio con frecuencia el fenómeno de grandes hombres que gastaron su vida en la evangelización de los indígenas y que también fueron exitosos en la más alta gestión administrativa dentro de la Compañía de Jesús. En el caso de Gaspar Cugía observamos con nitidez esas dos grandes etapas de su biografía; misionero en el Marañón (1637-1651)222 y el cursus honorum (1651-1667). En realidad fue siempre un gerente. Durante 13 años fue el Superior de la difícil avanzada misional del Marañón.223 En 1651 pasó a dirigir el colegio de Cuenca,224 y de esta apartada ciudad ecuatoriana salió a regir los destinos de la Provincia del Nuevo Reyno del 15 de agosto de 1654 a 1658.225 En 1661 volvía a encargarse de la Provincia del Nuevo Reino pero el 25 de junio del mismo año se le intimaba una real cédula por la que se le citaba a la corte de Madrid

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 712-714.

Sobre la ciudad de origen hay varias versiones. El Catálogo de 1642 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 60) dice: “Callerianus in Sardinia”. El Catálogo de 1649 (fol. 86v) “Civitatis et dioecesis Caller in Sardinia”. Y el Catálogo de 1660 (fol. 189v) “Callerensis in Sardinia”. Mercado (DE MERCADO. Historia de la Provincia, IV, 283) señala a Cáller. Y Pacheco (PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 58) expresa a Cagliari.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, IV, 285. Llegó a Cartagena el 23 de junio de 1634.

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia. II, 58-59. Francisco FIGUEROA. Relación de las Misiones de la Compañía de Jesús en el pays de Maynas. Madrid (1904) 16-19; 98-104. Antonio ASTRAIN. Historia de la Compañía de Jesús en la asistencia de España, V, 445-446. José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua provincia de Quito, I, 355-356. ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium: Fol. 163v. Carta del P. Vitelleschi al P. Gaspar Cugía. Roma, 1 de noviembre 1636. Francisco FIGUEROA. Relación, 34-49: Carta del P. Lucas de la Cueva al P. Gaspar Cugía. Jeveros, 16 de abril de 1638. Es posible que escribiera algo sobre las lenguas indígenas que estudió (DE MERCADO. Historia de la Provincia, IV, 286): “Aprendió el P. Gaspar la lengua general del Perú y otras tres lenguas de aquellas naciones, con que ya instruido los instruía y enseñaba”. Carta del Gobernador de Mainas al P. Gaspar Sobrino pidiéndole que no saque de las Misiones al P. Gaspar Cugía. Loja, 10 de noviembre 1641 (APQu. Leg. 3). Petición del Cabildo civil para que no salga el P. Gaspar Cugía de las misiones. Borja 22 septiembre 1642 (APQu. Leg. 3). Carta del P. Juan A. Manquiano al P. Gaspar de Cugía. Da cuenta de las Misiones del Paraguay y de la persecución del Obispo Cárdenas (APQu. Leg. 3). Decreto, auto, etc. sobre la Doctrina de San Francisco de Borja de lo cual pide un traslado el P. G. Cugía. Quito, 18 de julio 1650 (APQu. Leg. 1). 223 DE MERCADO. Historia de la Provincia, IV, 286 dice que fue superior de 1637 a 1652, pero en 1651 lo encontramos ya de Rector en el colegio de Cuenca (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 113. Catálogo, 1651). PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 60. No nos detenemos en su acción misional en el Marañón. Véase: José CHANTRE Y HERRERA. Historia de las Misiones de la Compañía de Jesús en el Marañón español. 1637-1767. Madrid (1901) 283. José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua provincia de Quito, I, 478 y ss. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 477. 222

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ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 113. Catálogo, 1651.

PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 58; 60.

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para el 20 de febrero de 1662,226 sin embargo el viaje se llevaría a cabo el 1º de mayo de 1664.227 Como Rector de la Universidad Javeriana, laboraría de 1658 a 1661.228 Por una carta del P. Cujía del 12 de abril de 1658 deducimos que la docencia universitaria debió enfrentar serias dificultades pues en 8 años, de marzo de 1650 a abril de 1658, la Provincia había perdido 63 jesuitas por muerte y 12 se hallaban inutilizados por achaques y ancianidad.229 20. José Urbina (1610-1665)230 conoció la luz terrena el año 1610,231 en la ciudad de Cáceres (Antioquia), e ingresó en la Compañía de Jesús, en Tunja, el 13 de enero de 1628.232 En este jesuita antioqueño convergen dos facetas que fueron habituales en la Provincia del Nuevo Reino: la del catedrático y la del líder educativo. Pero sus dotes humanas y gerenciales le hicieron cultivar los campos de la administración y así dirigiría los destinos del Colegio Mayor de San Bartolomé (1651-1653)233 y después, como Rector y Maestro de Novicios, del colegio bogotano de Las Nieves.234 Durante el provincialato del P. Hernando Cabero (1658-1661),

ARSI. Fondo Gesuitico, Busta 203, n.º 1588/15.

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ANB. Curas y Obispos. t. 19, fols. 414-422. El Presidente, Don Diego de Egües, le había suspendido el embarque mientras informaba a la Corte (AGI. Santafé, 29. Carta de don Diego de Egues al Rey. Bogotá, 15 de junio de 1662). Mientras recibía de nuevo la orden de trasladarse a la península visitó parte de la Provincia (Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 69) e incluso la misión de los Llanos (ARSI. N. R. et Q. 15-II. Memorial de la visita del P. Madrid).

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Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fols. 281-322v. ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 5. Catálogo Breve de 1659; Catálogo de 1660 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 189v); Catálogo Breve de 1661 (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 1). PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 64-65.

ANB. Curas y obispos, 36, fol. 317. Memoria de los sujetos de la Compañía que han muerto en esta Provincia del Nuevo Reino y Quito desde veinte y cinco de marzo de seiscientos cincuenta.

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DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 707-708.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 57. Catálogo de 1642: 32 años. En todos los demás catálogos se reitera la misma proporción y por ello señalamos el año 1610 como fecha de nacimiento. Fueron sus padres el capitán don Juan de Urbina y doña Ana de Eraso Valdivia (Juan FLÓREZ DE OCARIZ. Libro primero de las Genealogías del Nuevo Reino de Granada. Bogotá, Instituto Caro y Cuervo-Instituto Colombiano de Cultura Hispánica [Edición facsimilar de la impresión de Madrid de 1674] II, 31).

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 88v. Catálogo de 1649. En 1631 seguía en Tunja, tras acabar su noviciado, pues se encuentra un Memorial suyo en el que pide una información sobre su padre (Archivo Histórico de Tunja. Leg. año 1631). A don Juan de Urbina le seguía la Inquisición de Cartagena un proceso pues se le acusaba de bigamia (J. T. MEDINA. Historia del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición de Cartagena de las Indias. Bogotá, Publicación de la Biblioteca Nacional de Colombia [1952] 241).

José RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”. En: Revista Javeriana. Bogotá, XXXVIII (1952) 93-94.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 128: “varón muy religioso en la vida y muy docto en las cátedras de Artes y Teología, que leyó en la Academia de esta ciudad de Santa Fe”.

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fue Secretario de la Provincia del Nuevo Reino.235 Falleció en Bogotá el 21 de septiembre de 1665.236 Y concluiría su periplo rectoral de 1661 a 1664, años en que rigió los destinos de la Universidad Javeriana.237 Gracias a la renuncia que hizo de sus bienes el P. Gabriel Álvarez en año 1661 en favor del Colegio Máximo, se pudo continuar la obra de la Iglesia de San Ignacio. La legítima ascendía a 20.000 pesos pero al abandonar la Compañía en 1679 el arzobispo exigiría a la Compañía la devolución de esa suma amén de los intereses.238 El problema de los Grados en la Universidad Javeriana239 se remonta al 26 de abril de 1662, cuando el Fiscal de la Audiencia, licenciado Carlos Cohorcos, ponía en tela de juicio el alcance de los documentos aducidos por la Compañía de Jesús para graduar a personas particulares y a otros religiosos que asistían a sus clases.240 El Fiscal interpretaba así la bula de Pío IV Exponi nobis, de 19 de agosto de 1561, por la que autorizaba a los miembros de la Compañía de Jesús para graduar estudiantes externos de sus colegios en donde no hubiese universidad241, y también hacía ver que en la real cédula del 20 de noviembre de 1620, por la que Felipe III permitía a la Compañía de Jesús usar en América los privilegios pontificios, no se hacía mención de la facultad de conferir grados.242 21. Gaspar Vivas (c.1606-1687).243 Es otro jesuita que vino de la parte de Quito para regir los destinos de la Universidad Javeriana. Había nacido hacia el año 1606 en Alburquerque (Badajoz) e ingresado en la Compañía de Jesús el 18 de marzo de 1625.244 La primera etapa de su biografía

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ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 5. Catálogo breve de 1659. Catálogo del 1660 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 191v). Catálogo breve de 1661 (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 1).

ARSI. Historia Societatis, 48, fol. 85.

236

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 219v. Catálogo de 1664. Juan Manuel PACHECO. “La Universidad Javeriana de Santafé de Bogotá durante la época colonial”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit.). La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, I (1992) 128.

Amplia información en: Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 106-119.

Una síntesis puede verse en: Juan Manuel PACHECO. “La Universidad Javeriana de Santafé de Bogotá durante la época colonial”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit). La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, I (1991) 79-111.

El texto puede verse en: Alonso DE ZAMORA. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo Reino de Granada, 433-434.

El texto puede verse en: Institutum Societatis Iesu. Florentiae, I (1892-1893) 36.

DE ZAMORA. Historia de la Provincia de San Antonino, 433-434.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 735-737.

Para la fecha natal los Catálogos ofrecen las siguientes oportunidades. 1642: 36 años (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 60); 1649: 43 años (fol. 86v); 1651: 45 años (fol. 113); 1655: 49 años (fol. 140v); 1657: 51 años (fol. 140v); 1660: 54 años (fol. 189v); 1664: 58 años (fol. 218); 1668: 62 años (fol. 241); 1671: 64 años (fol. 288); 1678: 72 años (fol. 316); 1684: 76 años (fol. 349v); 1687: 80 años (fol. 381). Con respecto a la fecha de ingreso a la Compañía de Jesús observamos que los Catálogos de 1642 a 1668 indican el 18 de marzo de 1626, pero los comprendidos entre

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está dedicada a la docencia de la Filosofía y la Teología en la Universidad Gregoriana de Quito.245 En la segunda abandona el claustro universitario para dedicarse al cursus honorum. Tuvo a su cargo los siguientes rectorados: Popayán (1651-1653),246 Cuenca (1653-1657),247 Tunja (1658-1660),248 Universidad de San Gregorio de Quito a continuación (1660-1664)249 y por segunda vez con un intervalo (1672-1676).250 También fue Provincial del Nuevo Reino (1668-1672).251 Rector de la Universidad Javeriana de 1664 a 1666.252 22. Bartolomé Pérez (1596-1668).253 Provenía de la parte quiteña y su especialidad eran las lenguas indígenas, pues aprendió la chibcha en Fontibón y la “incaica” en Quito.254 También sobresalió por sus conocimientos de la Sagrada Escritura255 y tenemos noticia de algunos manuscritos suyos sobre el tema: Commentarii breves litterales in Sacram Scripturam, cum explicatione locorum difficiliorum.256 Como hombre de gobierno, debemos hacer referencia a las gestiones que realizó como rector o superior de las siguientes

1671 y 1687 señalan el 18 de marzo de 1625. Hemos adoptado esta última fecha porque se instaura durante su Provincialato.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 60. Catálogo, 1642. A partir del Catálogo de 1657 (fol. 164) se repite de forma persistente que enseñó Filosofía y Teología. Hernán RODRIGUEZ CASTELO. Literatura en la Audiencia de Quito siglo XVII. Quito, Edición del Banco Central del Ecuador (1980) 409: “el P. Gaspar Vivas, <eminente predicador, docto en todas las materias>, catedrático de vísperas en la Universidad de san Gregorio”.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 113. Catálogo, 1651. L. DEUBLER. Becerro o Sumario de la fundación, Principios progresos y otros acaecimientos del Colegio de Popayán, de que consta por su archivo. Resumen preliminar. (Ms. del Archivo de la Provincia de Colombia de la Compañía de Jesús).

L. DEUBLER. Becerro, Resumen preliminar. ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 140v. Catálogo, 1655. Según el Catálogo de 1657 (fol. 164) ya había concluido su rectorado pues anota escuetamente: “Bis Rector. Concionator hispanorum”.

248

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 5v. Catálogo Breve de 1659: “Tunja. Rector, Maestro de Novicios, Instructor”; y en el de 1660 aparece ya en Quito.

249

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 189v. Catálogo, 1660. Catálogo Breve, 1661 (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 2v). Carta del P. Cavero al P. Gaspar Vivas, Rector de Quito encargando que se remitan los informes para el noviciado de Latacunga y otras casas. Santafé, 28 marzo, 1661 (APQu. Leg. 4).

José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua provincia de Quito. I, 331 (Año 1673); 458 (año 1676).

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 88. ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 20. Catálogo Breve, 1671.

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ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 218. Catálogo, 1664. Rector de la Javeriana de 1664 a 1666 (Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fols. 337-341).

253

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 543-545.

254

DE MERCADO. Historia de la Provincia, II, 221.

255

DE MERCADO. Historia de la Provincia, II, 221: “Era fama común entre los nuestros que era el mejor escriturario que había en la provincia”.

256

2 tomos en folº. AIUL. Papeletas: (Rodríguez y) Pérez, Bartolomé. A este respecto conviene recordar la afirmación de Hernán RODRIGUEZ CASTELO. Literatura en la Audiencia de Quito siglo XVII. Quito, Edición del Banco Central del Ecuador (1980) 409: “el P. Bartolomé Pérez, natural de España, <gran escriturista, teólogo y predicador>”.

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instituciones: San Luis de Quito,257 Cuenca (1642-1645),258 Misión de Mainas (1651-1653),259 Universidad Gregoriana de Quito (1654-1657),260 Vice-provincial (1664-1666), ya que su titular, el P. Gaspar Cujía, tuvo que viajar a España por orden del Consejo de Indias.261 Rector de la Universidad Javeriana de 1667 a 1668,262 pues falleció en el ejercicio de su misión el 13 de octubre de 1668.263 23. Juan de la Peña (1605-¿?).264 Para suplir el deceso inesperado de Bartolomé Pérez, fue designado el P. Juan de la Peña. Este jesuita boyacense es el primer representante de la Compañía de Jesús neogranadina que, además de conocer la lengua autóctona desde niño, se dedicó tanto a su enseñanza como al estudio de la misma. Su dedicación primordial parece haber sido la atención a los indígenas de la sabana bogotana, y haberse dedicado como profesor del chibcha durante muchos años en la Universidad Javeriana.265 Su gestión, a nuestro juicio, comienza en 1658 a la muerte del P. Francisco Varáiz, y hasta el año 1671 estuvo al frente de esta importante labor lingüística. Así lo demuestra la serie de informaciones que nos proporcionan los denominados “Catálogos breves” de la Provincia del Nuevo Reino.266 Hasta el momento no tenemos noticia de algún escrito suyo en lengua chibcha. Sin embargo, también demostró dotes de gobierno pues fue rector tanto del colegio de Mérida (Venezuela) (1650-1653)267 como del

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 63. El Catálogo de 1642 dice: “Fuit Rector Seminarii”. DE MERCADO. Historia de la Provincia, II, 222.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 63.

José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito 1570-1774, I, 408. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 456. Como superior fundó Santa María de Ucayale de los cocamas y de allí partió el 14 de abril de 1653 (JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús, I, 382).

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 137v. Catálogo de 1755: “Fuit Rector conquensis, et modo Quitensis”. En 1757 asiste a la Congregación Provincial como Rector de Quito (ARSI. Congregationes Provinciales, 74, fol. 132). Sin embargo, el Catálogo de 1657 afirma que “3 fuit Rector” (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 159v).

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, 65-73.

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Catálogo Breve de 1667 (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 8). Catálogo de 1668 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 239). En este cargo asiste a la Congregación Provincial de 1668 (ARSI. Congregationes Provinciales, 77, fol. 267).

DE MERCADO. Historia de la Provincia, II, 229. Sin embargo, en las informaciones oficiales de la Compañía de Jesús se señala el 15 de octubre (ARSI. Historia Societatis, 48, fol. 22).

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DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 539-541.

En todos los catálogos de la Provincia se hace referencia a que era “concionator indorum”. La primera noticia de que era “lector de lengua” nos la ofrece el Catálogo Breve de 1659 (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 5) y la reiteran todos los demás.

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 5 (Catálogo de 1659); fol. 1 (Catálogo 1661); fol. 8 (Catálogo de 1667); fol. 12 (Catálogo de 1668); y fol. 20 (Catálogo de 1671).

El 3 de febrero de 1651 presenta el P. Juan Gregorio, Rector de Santafé, para la doctrina de Santa Ana a los PP. José Dadey, Pedro de Salazar y Alonso González en vez del P. Juan de la Peña que

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de Pamplona (1655-1657).268 También fue el primer provincial criollo de la Provincia del Nuevo Reino (1672-1677).269 Su rectorado de la Javeriana se circunscribió al año 1668.270 24. Hernando Cavero [Cabero] (1599-1679).271 Es sin lugar dudas la personalidad más significativa de la Compañía de Jesús en el Nuevo Reino. Había nacido en Frías de Albarracín (Aragón) el 25 de diciembre de 1599. Estudió la Gramática en Zaragoza y la Filosofía en Valencia, ciudad en la que se graduó de Maestro en Artes.272 Ingresó en la Compañía de Jesús en Valencia, Provincia jesuítica de Aragón, el 24 de febrero de 1618.273 Ignoramos cuándo atravesó el Atlántico, pero en 1628 aparece como profesor de Humanidades en Santafé.274 Su estancia en el colegio de Santafé no debió ser muy larga,275 ya que a partir de 1640 fue Secretario de la Provincia tanto con el P. Gaspar Sobrino (1639-1642) como con el P. Sebastián Hazañero (1642-1645).276 En 1647 era ya Rector del colegio de Panamá,277 de donde salió en 1651 al ser elegido Procurador ante las cortes de Madrid y Roma.278 Su trayectoria como hombre de gestión está avalada por los altos cargos desempeñados. Se inició como Procurador ante las cortes de Madrid y

había sido nombrado Rector de Mérida (ANB. Curas y Obispos, t. 9, fol. 603). El catálogo de 1651 lo recoge como Rector de Mérida (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 113v).

En realidad, para su rectorado pamplonense disponemos de dos datos oficiales, ambos de 1657: el primero pertenece a la Congregación Provincial reunida en octubre de 1657 en Bogotá (ARSI. Congregationes Provinciales, t. 74, fol. 132); el segundo, es de lectura más difícil ya que el Catálogo de 1657 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 165) recoge escuetamente: “Bis Rector” lo cual se puede interpretar como que ya había concluido su segundo rectorado o que todavía estaba en su ejercicio.

Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 88-90.

Juan Manuel PACHECO. “La Universidad Javeriana de Santafé de Bogotá durante la época colonial”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit). La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, I (1991) 128.

José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 152-159.

APT. Leg. 26, fols. 212-218. Letras annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada de la Compañía de Jesús, desde el año de 1694 hasta fines de 98. Fols. 211-212.

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ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 85. Catálogo de 1649. Todos los demás Catálogos reiteran la misma fecha.

Fernando FERNÁNDEZ VALENZUELA. Thesaurus linguae latinae: explicatio libri quarti, frases, vocabula, verba synonima, sententiae simul cum adagiis ex diversis authoribus recopilatae. Santa Fe (1629). Mss. N. 4 de la Biblioteca Nacional de Bogotá. En el fol. 15r, al hablar del P. Cavero dice: “expertissimo en todas lenguas, y especialmente en la latina”.

De 1637 al 39 fue Ministro y Director de la Congregación de Nuestra Señora de Loreto (ANB. Curas y Obispos, t. 19, fol. 325).

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 76. Catálogo, 1642 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 49v). APT. Leg. 26. Letras annuas, 211v-212.

276

URIARTE-LECINA. Biblioteca de Escritores de la Compañía de Jesús pertenecientes a la antigua Asistencia de España. I, 433. Carta del P. Rodrigo Barnuevo al P. Hernando Cavero, Rector del Colegio de Panamá. Santafé, 16 de septiembre de 1647. Cuándo comenzó el Rectorado, no lo sabemos. Las Letras annuas (APT. Leg. 26, fol. 212) dicen: “Gobernó después seis años el Collegio de Panama”. El Catálogo del 1651 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 111v) dice: “Bis Rector Panamá”.

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 194.

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Roma (1651-1658)279 y a continuación se distinguiría por su desempeño como Provincial del Nuevo Reino de Granada (1658-1661),280 Visitador de la Provincia de México (1661-1664)281 y, a continuación, Provincial (16641665).282 Habiendo regresado al Nuevo Reino asumió por segunda vez la alta dirección de la Provincia (1666-1668).283 En 1672 era enviado por los superiores romanos como Visitador de la Provincia del Perú (1672-1675) y a continuación como Provincial (1675-1678).284 Rector de la Universidad Javeriana (1668-1672).285 Aunque bajo el rectorado del P. José de Urbina se habían reanudado los trabajos de la Iglesia de San Ignacio, en 1661 sería el P. Cavero quien pondría todo su empeño en culminar la obra pues todavía faltaban la capilla mayor, el crucero y la bóveda.286 25. Juan de Santiago (1610-1688).287 Aunque había nacido en Cartagena de Indias, la mayor parte de su vida jesuítica la desarrolló en el área quiteña de la Compañía de Jesús. En la primera etapa de su biografía se dedicó de lleno a la docencia universitaria en la Universidad Gregoriana de Quito: primero en la facultad de Artes288 y después en la de Teología, y ciertamente podemos PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 64. Se embarcó el 5 de junio (M. RODRÍGUEZ. El Marañón y el Amazonas. Índice cronológico).

279

Juan DE VELASCO. Historia moderna del Reyno de Quito y crónica de la Provincia de la Compañía de Jesús del mismo Reyno. Quito (1941) 286-287. Catálogo Breve: 1659; 1661. Acerca de su primer provincialato, cfr. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 77-80.

Synopsis Historiae Societatis Jesu. Lovaina (1950) col. 556. Gerard DECORME. La obra de los jesuitas mexicanos durante la época colonial. 1572-1767. México, I (1941) 161-162; 368; 384. Una detallada descripción de su actividad en México se encuentra en: Francisco ZAMBRANO. Diccionario Bio-Bibliográfico de la Compañía de Jesús en México. México, V (1965) 119-131.

Francisco Javier ALEGRE. Historia de la Provincia de la Compañía de Jesús de Nueva España. Nueva edición por E. Burrus y Félix Zubillaga. Roma, III (1960) 12.

283

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 8. Catálogo Breve de 1667; (fol. 12) Catálogo de 1668. DE MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de Colombia, II (1957) 164. El año 1668 reunió la Congregación Provincial (ARSI. Congregationes Provinciales. t. 77, fols. 267 y ss). PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 81; 171.

284

Synopsis Historiae Societatis Jesu. Col. 538. 15 de noviembre 1672. Amplia información sobre esta etapa en: Antonio ASTRAIN. Historia de la Compañía de Jesús en la Asistencia de España. Madrid, VI (1920) 522-526; 547-549; 735-737. ZAMBRANO. Diccionario Bio-Bibliográfico de la Compañía de Jesús en México, V, 131-133. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 85-86. Enrique TORRES SALDAMANDO. Los Antiguos jesuitas del Perú. Lima, Imprenta Liberal (1882) 214-215. Funda la misión de los Mojos: ASTRAIN. Historia de la Compañía de Jesús, VI, 547 y ss.

285

Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fols. 350-365v. Carta del P. Rector de Llerena al P. Hernando Cavero. Llerena, 18 mayo 1669 (APQu. Leg. 4). Catálogo Breve 1671 (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 20). Juan FLÓREZ DE OCARIZ. Genealogías del Nuevo Reyno de Granada. I, 125. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 85.

286

PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 120.

287

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 632-634.

El Catálogo de 1649 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 87v) dice: “docuit Grammaticam et Philosophiam”. Filosofía, para esas fechas, se enseñaba en Bogotá y Quito. Además, si como era corriente el profesor de Filosofía dictaba los 3 años consecutivos con el curso con el que se había iniciado, habría que retrotraer la estancia quiteña hacia el año 1645. Ciertamente en 1656 era ministro

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aseverar que su magisterio corrió, al menos, de 1655 a 1661.289 Pero pronto tuvo que abandonar el claustro universitario para dedicarse a las altas labores administrativas: Rector del Seminario de San Luis de Quito (1658-1661),290 Rector del Colegio de Panamá (1666-1668),291 Rector de la Universidad de San Gregorio de Quito (1668-1672),292 Rector de Tunja (1677-1681),293 de nuevo Rector de San Gregorio (1681-1684),294 y finalmente Provincial del Nuevo Reino (1684-1688).295 Rector de la Universidad Javeriana de 1672 a 1677.296 Con respecto a la Academia de San Francisco Javier debemos insistir en el paso que da el P. Alonso de Pantoja,297 Procurador de la Provincia del Nuevo Reino y Quito, al conseguir del Papa Clemente X el breve Exponi nobis nuper, el 30 de mayo de 1672, por el que la Universidad Javeriana de Bogotá y la Universidad Gregoriana de Quito adquirían el privilegio que gozaba el Colegio San Clemente de Bolonia según el cual sus grados se consideraban como otorgados por una universidad de Estudios generales.298 El 17 de abril de 1675 el propio Clemente X, en un nuevo Breve que se inicia con las mismas palabras: Exponi nobis nuper, otorgaba por 10 años a los rectores, prefectos y maestros del colegio Santafé el privilegio que poseía el Colegio Romano de poder graduar a sus alumnos.299 Ambos breves obtuvieron el placet con el Consejo de Indias el 13 de julio de 1675.300

del colegio de Quito (JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua provincia de Quito, I, 220) e incluso, aunque no lo especifique, el Catálogo de 1655 parece confirmarlo.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 141v. Catálogo de 1655: “Docuit Grammaticam et Philosophiam, nunc Theologiam”. ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 7. Catálogo Breve de 1659. De igual manera el Catálogo Breve de 1661 (fol. 3). Hernán RODRIGUEZ CASTELO. Literatura de la Audiencia de Quito siglo XVII. Quito, Edición del Banco Central del Ecuador (1980) 409: “El P. Juan de Santiago, natural de Cartagena de Indias, <predicador docto> y lector de filosofía”.

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 7: “Rector del Seminario. Lector de Teología”. Idéntica información aduce el Catálogo Breve de 1661 (fol. 3).

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 9v. Catálogo Breve de 1667. La misma información el de 1668 (fol. 13v).

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ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 20v. Catálogo Breve, 1671.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 319. Catálogo, 1678. En la información del mismo catálogo se deja constancia de que fue “Rector Panamensis, Quitensis et Sanctafidensis”. En 1678 asiste a la Congregación Provincial como Rector de Tunja (ARSI. Congregationes Provinciales, t. 80, fol. 106).

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 349v. Catálogo, 1684.

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 101. ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 24. Catálogo Breve, 1687. Provincial.

295

Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia. Fols. 385-409.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 262-264.

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ARSI. Fondo Jesuítico, vol. 842, fol. 561.

298

ARSI. Fondo Jesuítico, vol. 842. Informe del hecho y reparos que se hacen sobre el pleyto que los collegios y seminarios de la Compañía de Jesús de Santafé y Quito tienen con los Padres dominicos de las dichas ciudades sobre la forma de conferir los grados, en último de diciembre de 1694.

299

ARSI. Fondo Jesuítico, vol. 842. Informe del hecho y reparos…

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26. Juan Martínez Rubio (1627-1709).301 Había nacido en La Roda (Albacete), hacia 1627,302 e ingresado a la Compañía de Jesús el 19 de marzo de 1647.303 Atravesó el Atlántico en la expedición del P. Cavero en 1658.304 Toda su formación académica la había recibido en España. En la Universidad Gregoriana de Quito fue catedrático de Artes (1661-1664)305 pero pronto abandonó la docencia por el cursus honorum. Rector del Colegio-Seminario de San Luis de Quito (1665-1667),306 Rector de Popayán (1667-1672),307 Rector del colegio-noviciado de Tunja (1672-1677).308 Provincial del Nuevo Reino (1681-1684),309 Rector de la Universidad Gregoriana de Quito (16841689).310 Sería Provincial por segunda vez del Nuevo Reino al cabo de unos años (1695-1699)311 y concluiría su brillante carrera en el rectorado del colegio Noviciado de Tunja (1703-1709).312 Como historiador se le puede considerar como continuador de la obra del P. Pedro de Mercado. Es de lamentar que se haya perdido Historia de la Provincia de Santafé desde el año de 1684: Colegio de Santafé y Abril 1º de 1691.313 También colaboró en la

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 426-430.

Según los Catálogos 1660 [33 años] (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 191); 1664 [37 años] (fol. 219v); 1668 [41 años] (fol. 247v); 1671 [44 años] (fol. 284v); 1684 [55 años] (fol. 359v); 1687 [59 años] (fol. 381); 1691 [63 años] (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 6) y en el 1702 [74 años] (fol. 38).

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 191.

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Agustín GALÁN GARCÍA. El Oficio de Indias de los jesuitas de Sevilla 1566-1767. Sevilla, Fundación Fondo de Cultura de Sevilla (1995) 257.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 219v: “Docuit Grammaticam et Philosophiam”. Catálogo de 1664. A partir de esta fecha todos los Catálogos posteriores confirman: “docuit Grammaticam et Philosophiam”. Como el Profesor duraba un trienio quiere decir que para 1664 había concluido su magisterio.

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 10v. Catálogo Breve, 1667. El Catálogo de 1668 recoge que fue Rector del Seminario de Quito (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 247v).

307

Leonardo DEUBLER. Becerro o Sumario de la fundación, principios, progresos y otros acaecimientos del Colegio de Popayán, de que consta por su archivo. Resumen Preliminar. ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 14. Catálogo Breve de 1668; fol. 22. Catálogo Breve de 1671. Carta del P. Jaime Jiménez al P. Rector de Quito Juan Martínez Rubio. Coronados, 13 marzo 1668 (APQu. Leg. 4).

308

PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 99. Rector de Tunja en septiembre de 1672 (ANB. Testamentarías Boyacá, 9, fol. 447).

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 99.

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ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 381. APQu. Leg. 5. JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito. Quito, I, 254. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 100.

PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 219; 232-233. APT. Leg. 132. Carta de Tirso González a Martínez Rubio. Roma, 7 febrero 1699. 5 carta. Carta de Tirso González a Martínez Rubio. Roma, 12 marzo 1700.

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Obras Completas de la Madre Francisca Josefa del Castillo. Introducción, notas e índices elaborados por Darío Achuri Valenzuela. Bogotá, I (1668) 150, 189, 194, 212.

AIUL. Papeletas: Martínez Rubio, Juan: “teníala en su poder el P. Alejandro Mas el año de 1800. Es continuación de la del P. Pedro Mercado”.

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redacción de las cartas anuas de los años 1691-1693314 y las de 1694-1698,315 documentos de vital importancia para estudiar la vida de la Universidad Javeriana en el último decenio del siglo XVII. En tres oportunidades fungiría como Rector de la Universidad Javeriana: 1677-1681,316 1689-1695317 y 1699-1703.318 27. Francisco Álvarez de Barbosa (c.1628-1687)319 había nacido en Muzo (Boyacá) hacia 1628, e ingresado en la Compañía de Jesús, en Tunja, el 28 de mayo de 1642.320 Todos sus estudios universitarios los realizó en la Universidad Javeriana.321 Es curioso el perfil intelectual de este jesuita boyacense. Suponemos que por sus conocimientos del chibcha, el 13 de abril de 1659 partía para los Llanos casanareños para explorar la posibilidad de reentablar las misiones que se habían frustrado en 1628322 y allí permanecería hasta octubre de 1660.323 De esta estancia nos han llegado noticias sobre su Catecismo en lengua airica324 y de la Doctrina cristiana en lengua airica, con algunos apuntamientos para formar arte y vocabulario de la misma.325 En la Isla de Santo

APT. Fondo Astráin. Leg. 5. Letras Annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Contiene los años de 1691, 92 y 93. Está fechada en el Colegio de Santafé a 25 de febrero de 1694.

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ARSI. N. R. et Q. 13-II. Letras Annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada de la Compañía de Jesús, desde el año 1694 hasta fines de 98. Fechada en Santafé a 30 de diciembre de 1698.

Archivo del Colegio San Bartolomé. Libro de la Universidad, fol. 411v-433. ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 314. Catálogo de 1678.

APQu. Leg. 15. En 1693 seguía en el cargo (APT. Leg. 132, fol. 86. Carta de González a Altamirano, 15 agosto 1693). Catálogo, 1691.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 38. Catálogo, 1702.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 95-97.

En relación a la fecha de nacimiento nos inclinamos por el 1628 de acuerdo a los datos ofrecidos por los Catálogos: 1649: 22 años (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 86); 1651: 23 años (fol. 112v); 1655: 27 años (fol. 139v); 1657: 29 años (fol. 163); 1660: 32 años (fol. 188v); 1664: 36 años (fol. 216v); 1668: 40 años (fol. 239); 1671: 43 años (fol. 276); 1678: 50 años (fol. 314); 1684: 55 años (fol. 347); 1687: 59 años (fol. 415v). Con respecto a la fecha de ingreso hay unanimidad en todos los catálogos a excepción del de 1657, que señala, creemos que por equivocación, el 15 de septiembre de 1643 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 163).

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 86. Catálogo de 1649. Para esa fecha había estudiado 3 años de Filosofía y 1 de Teología. Si tenemos en cuenta que en 1651 era teólogo (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 112v) debemos deducir que acabó la Teología en 1652. Y en 1653 debió culminar su carrera con la Tercera Probación.

Juan RIVERO. Historia de las Misiones de los Llanos de Casanare y los ríos Orinoco y Meta. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de Colombia (1956) 86.

Varias razones aconsejan esta afirmación que contradice la de Rivero (Historia de las Misiones, 97) de que el viaje duró “49 días”. En octubre de 1660, el Alcalde de la Santa Hermandad de San José de Cravo declaraba que en agosto de 1660 les habían dicho una misa a los Tunebos, en Patute, los Padres de la Compañía de Jesús (ANB. Gobierno, II, fol. 437). Esto explica la aseveración del Catálogo de 1660 (ARSI. N. R et Q., 3, fol. 188v): “Nunc missionarius gentilium”.

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RIVERO. Historia de las Misiones, 93: “tomó por su cuenta a los giraras el Padre Jimeno y el Padre Alvarez a los airicos; así tanto uno como otro tradujeron el catecismo que les tocaba”.

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AIUL. Papeletas: Álvarez, Francisco.


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Domingo residiría de 1662 a 1667.326 En el espacio insular colaboró eficazmente en la evangelización de los negros según el testimonio del arzobispo Francisco de la Cueva y Maldonado.327 A la muerte del P. Jaime de Torres en 1663 asumió el superiorato de la Residencia de Santo Domingo.328 Habiendo regresado a la capital santafereña, volvió a ser miembro del claustro desde 1667.329 Falleció en Tunja el 9 de diciembre de 1687.330 Ejerció el rectorado de la Universidad Javeriana de 1681 a 1684.331 En su tiempo se consiguió el Breve Alias felices, otorgado por el Papa Inocencio XI el 15 de mayo de 1682, por el que facultaba conferir grados en Derecho canónico a los alumnos de sus Seminarios en Santafé y Quito.332 28. Diego Solano (1624-1685).333 Nació en Tunja hacia 1624 e ingresó en la Compañía de Jesús en su ciudad natal el 5 de agosto de 1639.334 Toda su carrera universitaria la llevó a cabo en Bogotá.335 Fue un selecto humanista y al parecer de una fina y abierta sensibilidad literaria, espiritual y mística,

Antonio VALLE LLANO. La Compañía de Jesús en Santo Domingo durante el período hispano. Ciudad Trujillo (1950) 101. Cipriano DE UTRERA. Universidades de Santiago de la Paz y de Santo Tomás de Aquino y Seminario Conciliar de la ciudad de Santo Domingo de la Isla Española. Santo Domingo (1932) 187, 192, 194. Está presente en los actos solemnes con que se celebró la proclamación dogmática de la Inmaculada Concepción en la Catedral de Santiago, el 10 de diciembre de 1662 (José Luis SÁEZ. “Los jesuitas en el Caribe insular de habla castellana (1575-1767)”. En: Paramillo. San Cristóbal, 16 [1997] 22. Cipriano DE UTRERA. La Inmaculada Concepción: Documentos y noticias para la historia de la Archidiócesis de Santo Domingo, Primada de América. Ciudad Trujillo [1946] 85-108).

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José Luis SÁEZ. “Universidad real y pontificia de Santiago de la Paz y de Gorjón en la Isla Española (1747-1767)”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit.). La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, I (1991) 184.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 276. Catálogo de 1671: “Superior Residentiae S. Dominici”.

Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fols. 348v-465v.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 415v. Supplementum primi et secundi Catalogi a prima martii 1684 ad 15 octobris 1688. Según Sáez (“Los jesuitas en el Caribe insular de habla castellana (1575-1767)”, 22) murió en una hacienda del colegio de Tunja. El P. Ignacio Meaurio escribió “Elogio de la vida y muerte del P. Francisco Alvarez de Barbosa”. En: Monumenta aliqua Provinciae Novi Regni Granatensis ex Societate Jesu. Roma, 21 de marzo de 1732 (ARSI. N. R. et Q., 14. Historia, I, fols. 30v-31v).

Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fols. 441-465v. Aparece en dicho documento por vez primera el 5 de febrero de 1682. Sin embargo, el 14 de noviembre de 1681 actúa como Rector (ANB. Notaría- 1, t. 91, fol. 62). ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 347 (Catálogo, 1684).

Louis DELPLACE. Synopsis actorum S. Sedis in causa Societatis Iesu 1605-1773. Tomo II. Lovaina, Istas, 1895. Inocencio XI, n.° 25, p. 407. ARSI. N. R. et Q., 18. Memorial del procurador de la Compañía a la Sagrada Congregación de obispos y regulares…, n.° 4.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 653-655.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 83v. Catálogo de 1649.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, II, 84. Si en 1642 estudiaba Retórica en Santafé (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 50v), vale decir que concluyó sus estudios en 1649. En efecto, el Catálogo de ese año (fol. 83v) dice que estudió 7 años y en el capítulo de Ministeria, categoriza “Nulla”, afirmación que nos lleva a concluir que ese preciso momento había puesto punto final a su carrera eclesiástica.

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como lo atestigua Mercado en su biografía. Se distinguió además por su conocimiento nada vulgar del complicado mundo de la Teología mística y de la Teología moral.336 Fue Rector del colegio-noviciado de Tunja (1663-1666).337 Rigió la Universidad Javeriana durante el año 1684.338 29. Pedro de Mercado (1620-1701).339 Con la llegada al rectorado de la Universidad Javeriana de este jesuita nacido en Riobamba (Ecuador) en 1620,340 se cierra un interesante ciclo de ignacianos ecuatorianos en la Academia de San Francisco Javier de Bogotá. Toda su formación humanística y filosófico-teológica la recibió en la Universidad de San Gregorio de Quito (1638-1646).341 Como hombre de gobierno se inició en el colegio de Honda (1657-1664)342 y después siguió en Tunja (1667-1672),343 hizo posteriormente su segundo rectorado en Honda (1672-1678)344 y se ocupó a continuación del colegio-noviciado de Las Nieves (1678-1684).345 Mercado desarrolló como escritor ascético un gran influjo durante la segunda mitad del XVII y la primera del XVIII y, a pesar de que nunca pisó Europa, sus escritos interpretan la forma de concebir la vida y de realizarse según

DE MERCADO. Historia de la Provincia, II, 85: “habilitándose en ellos con eso, no solo para consumado maestro de letras, sino para diestrísimo maestro de la teología mística en que fue tan acertado después en el discurso de su vida. [...] pero al estudio a que con más aplicación se entregó desde este tiempo fue al de la Teología Moral [...] en la cual salió tan consumado que [...] en este de Santa Fe lo ejercitó con tanto Magisterio”.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 215. Catálogo de 1664.

Ejerció el Rectorado de la Universidad de marzo a diciembre de 1684 (Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fol. 465v).

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 451-459.

Todos los Catálogos menos el de: 1664: 46 años (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 222v); 1678: 59 años (fol. 322v); 1687: 68 años (fol. 379); 1691: 72 años (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 6).

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 60v. Catálogo, 1642: “Studuit 3 Philosophiae; est teologus 2 anni”. Parece ser que en enero de 1647 residía todavía en Quito a juzgar por el testimonio sobre el H. Hermano de la Cruz “a quien tuve la dicha de conocer y alcanzarlo vivo más de ocho años en el colegio de Quito” (DE MERCADO. El cristiano virtuoso, fol. 92v). Y en la biografía que le dedica en su Historia (DE MERCADO. Historia de la Provincia, III, 372) dice que “murió en el Señor a ocho de enero de mil seiscientos y cuarenta y siete”.

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ARSI. Congregationes Provinciales, t. 74, fol. 132. (El P. Mercado, rector de Honda, está legítimamente impedido por enfermedad para asistir a la Congregación). Testimonios de su rectorado. Año 1659 (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 6); año 1660 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 194); año 1661 (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 2). El Catálogo de 1664 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 222v) anota: “fuit VRector Hondensis”, pero no indica su residencia.

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ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 9. Catálogo Breve, 1667: “Vice-Rector et Magister Novitiorum”. Catálogo Breve, 1668 ( fol. 13). El de 1671 (fol. 21) añade: “Instructor tertiae probationis”. En 1672 entregó su cargo al P. Juan Martínez Rubio (PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 99).

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 322v. Catálogo, 1678: Rector de Honda. El 19 de junio de 1678 todavía ocupaba el cargo como lo demuestra la Congregación Provincial de 1678 (ARSI. Congregationes Provinciales, t. 80, fol. 106 y ss).

ARSI. N. R. et Q. 15. Memorial de la visita del P. Madrid. Un resumen en PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 96-97. ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 357. Catálogo de 1684.

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la espiritualidad de la Compañía de Jesús.346 El estudio de su prolífica obra es imprescindible para poder comprender la mentalidad colonial y la búsqueda de fórmulas propias aun dentro del espíritu cosmopolita que practicaba la Orden de Ignacio de Loyola. Ciertamente no es un teórico de la teología espiritual sino un expositor sólido y ameno de la ascética ignaciana y se fundamenta, según Rodríguez Castelo, en Francisco Suárez, Álvarez de Paz y Luis de la Puente.347 Además, conviene incluir al jesuita riobambeño en esta primera visión de la América profunda que se da entre una curiosa generación de jesuitas neogranadinos y quiteños que tuvieron como punto de encuentro el colegio de Popayán: 1661. Así lo corroboran las publicaciones sucesivas: Informe de las misiones del Marañón, Gran Para o Río de las Amazonas: Francisco de Figueroa,348 1676. Ramillete de varias flores poéticas: P. Antonio de Bastidas Madrid,349 1684. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús: Pedro de Mercado350 y 1684. El Marañón y Amazonas. Historia de los descubrimientos, entradas y reducción de naciones, trabajos malogrados de algunos conquistadores y dichosos de otros, así espirituales corno temporales, en las dilatadas montañas y mayores ríos de América de Manuel Rodríguez.351 Pedro de Mercado es el primer historiador jesuita que escribe en castellano sobre la Provincia del Nuevo Reino y Quito y sus hombres.352 Hay

Para las obras: DEL REY FAJARDO. Bio-bibliografía de los jesuitas en la Venezuela colonial. Caracas (1974) 352-361. Véase también: PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 297-316.

Hernán RODRIGUEZ CASTELO. Literatura en la Audiencia de Quito. Siglo XVII, 216.

Joseph CASSANI. Glorias del segundo siglo de la Compañía de Jesús. Madrid, III (1736) 573-583. José CHANTRE Y HERRERA. Historia de las Misiones de la Compañía de Jesús en el Marañón español. Madrid (1901) 228-234. José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito 1570-1774. Quito, Editorial Ecuatoriana, I (1941) 347-348; 385-388. Antonio GÓMEZ RESTREPO. Historia de la literatura colombiana. Bogotá, II (1946) 231-239. Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 285-288; 454-460. Jorge VILLALBA y Juan Manuel PACHECO. “Figueroa, Francisco de”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, II (2001) 1417-1418.

Se publicó a nombre de Maestro Xacinto de Evía. De las 117 composiciones, 99 pertenecen al P. Bastidas.

Sobre la abundante producción ascético-literaria del P. Mercado. Cfr. José DEL REY FAJARDO, S.J. “P. Pedro de Mercado (1620-1701)”. En: Documentos jesuíticos relativos a la historia de la Compañía de Jesús en Venezuela. Caracas (1966) p. XXXVIII-XLIII. José DEL REY FAJARDO. Bio-bibliografía de los jesuitas en la Venezuela colonial. San Cristóbal-Santafé de Bogotá (1995) 388-395.

Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 288-293. El Padre Pacheco ha recogido en estas páginas toda la problemática fundamental relativa a la vida y obra del P. Rodríguez. AIUL. Papeletas: Rodríguez, Manuel.

Quien desee mayor información: José DEL REY FAJARDO. Los jesuitas en Venezuela. Tomo I: Las fuentes. Caracas-Bogotá (2006) 247-269.

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que resaltar que la redacción de la obra mercadiana llega hasta 1684, pero su manuscrito permaneció inédito hasta 1957.353 Como Rector de la Universidad Javeriana se desempeñó del año 1684 al de 1689.354 Ante la reacción de los Padres Dominicos, los jesuitas percibieron que en Roma tenían perdida la batalla y comenzaron a darla en España, en el Consejo de Indias. El Procurador Juan de Segovia,355 elegido en la Congregación abreviada de 1685, presentó en Madrid un Memorial en el que solicitaba se concediera a la Compañía establecer en sus seminarios de San Bartolomé y San Luis cátedras de leyes y cánones.356 La economía del Colegio Máximo la define una especie de Carta Annua de los años 1684-1690: Parece que este Colegio tiene un patrimonio abundante si se consideran solo los predios; pero si se analizan sus réditos, se ve que son muy escasos debido a que se han sucedido frecuentes infortunios en el tiempo anterior al de esta narración y han dejado al Colegio sumido en la estrechez, sumándose a los malos tiempos el hecho de que cada año son gravados con censos de no pequeña cuantía.357

Sobre el templo de San Ignacio también aporta el documento interesantes informes: El templo de este Colegio aun no se ha terminado y solamente se ha techado el pronao (la parte de la entrada); falta todavía todo lo que pertenece a la capilla principal: hace 12 años se echaron los cimientos de esta capilla y en todo este tiempo solo se ha podido llevar a término el techo de la bóveda; todo lo demás está por terminar. El trabajo es eterno si se tiene en cuenta la solidez de las paredes; ciertamente admirable si se somete a juicio la estructura, acomodada a todas las leyes de la simetría. Y ciertamente una tal obra parecía demandar un tal pronao que por cierto no solo puede compararse con las edificaciones de las Indias, sino también, y con sobrado mérito, con las de Europa. Por esa causa no se ha podido poner punto final a la obra ya que nos ha faltado el dinero; un tan enorme edificio y de tal calidad ha ido saliendo a la luz, más con las limosnas que nos han dado donantes piadosos que con los dineros del Colegio. Poco después

Pedro DE MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de Colombia, 1957, 4 vols.

APQu. Leg. 15. Carta del P. Tirso González al P. Juan de Santiago. Roma, 8 de febrero de 1688. Archivo de S. Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fol. 466 recoge su firma a partir de diciembre de 1684. ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 379. Catálogo de 1687.

DEL REY FAJARDO. Bio-bibliografía, 593-594.

El Memorial se encuentra en: APQu., leg. 5.

ARSI. N. R. et Q. 13-1. Commentarii eorum quae gesta sunt a patribus Societatis Jesu Provinciae Novi Regni granatensis ab anno sexcentesimo octogesimo quarto ad annum millesimum sexcentesimum nonagesimum, fol. 38v.

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de esta etapa todas las paredes del pronao se han revestido de cuadros que representan a los fundadores de las Órdenes religiosas, tanto mendicantes como monacales, que no poco han adornado todo el templo. De manera semejante, todas las áreas del pórtico en las paredes exhiben cuadros de mayor dimensión en los cuales se exhiben hechos destacados de la vida de San Ignacio. Al lado de las anteriores otras pinturas más pequeñas que representan retratos de personas ilustres de nuestra Compañía, de algunos que murieron en esta Provincia o fueron ornamento de otras.358

30. Juan Martínez Rubio. Su segundo rectorado se extiende de 1689 a 1695.359 El 11 de marzo de 1693 el P. Pedro Calderón,360 por orden del P. General de la Compañía de Jesús, otorgaba en Madrid una escritura de dotación de dos cátedras (una en derecho civil y otra en canónico) en los colegios de Santafé y Quito, por la que se obligaban los colegios aludidos a pagar anualmente 500 pesos a cada uno de los catedráticos.361 Todavía más, en la ciudad eterna se obtenían del Papa Inocencio XII, el 1º y el 28 de septiembre de 1693, los Breves Alias felicis recordationis por los que se concedían a los jesuitas del Nuevo Reino y Quito poder conferir grados no solo en filosofía y teología, sino también en derecho canónico, amén de confirmar además los privilegios ya concedidos por Clemente X en 1675.362 Sin embargo, el 17 de diciembre de 1694, el Consejo de Indias emitía el siguiente decreto: No ha lugar al paso pedido por el Maestro Fray Ignacio de Quesada de los breves emitidos por la Santidad de Inocencio XI, el 1 de 11 de abril de 1685, en que se concedió la gracia de universidad en sus dos colegios de Santafé y Quito; y el otro de 10 de junio de 1686 en que revocó las facultades y privilegios de graduar la religión de la Compañía de Jesús en los colegios seminarios de Santafé y Quito. Ni ha lugar el paso a justicia pedido por la dicha religión de la Compañía de Jesús de los referidos breves. Y sobre esta dependencia no se admita más petición, ni memorial por ninguna de las dos religiones.363

ARSI. N. R. et Q. 13-1. Commentarii eorum quae gesta sunt, fol. 39.

APQu. Leg. 15. En 1693 seguía en el cargo (APT. Leg. 132, fol. 86. Carta de González a Altamirano, 15 agosto 1693). Catálogo, 1691.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 56-60.

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AGI. Santafé, 402. Escritura de dotación de dos cátedras, una de derecho civil y otra de cánones, de los colegios de Santafé y Quito. Madrid, 11 de marzo de 1693.

361

Los textos pueden verse en: Francisco Javier HERNÁEZ. Colección de Bulas, Breves y otros documentos relativos a la Iglesia de América y Filipinas. Bruselas, II (1879) 465-467. José Abel SALAZAR. Los estudios eclesiásticos superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810). Madrid (1946) 745-747.

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ARSI. Fondo Jesuítico, vol. 842. Informe del hecho y […], n.° 98, nota 12.


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El P. Pedro Calderón había sido enviado por el P. Diego Francisco Altamirano a Madrid para resolver los problemas de la Provincia.364 No obstante el dominico Ignacio de Quesada se había movido y había publicado un Memorial contra la Javeriana al que Calderón contestó de inmediato, pero la habilidad del dominico impidió que se publicara en España y por ello apareció en Colonia de Alemania.365 Con todo, por Real Cédula del 4 de julio de 1695, el Consejo mandó recoger el escrito del jesuita ya que se había publicado sin su licencia.366 Sin embargo, las pruebas del Memorial debieron ser serias a juzgar por sus consecuencias. Calderón distinguirá entre la doctrina de Santo Tomás con la llamada tomista y que oponerse a esta no era oponerse a la del Doctor Angélico.367 Para borrar esta falsa imagen y campaña contra la docencia jesuítica en Bogotá, el P. Juan Martínez de Ripalda368 publicaría en Lieja (Holanda) el año 1704 su libro De Usu et abusu doctrinae Divi Thomae.369 El 23 de abril, a las nueve de la noche, se vino abajo la media naranja de la Iglesia de San Ignacio arrastrando en su ruina el primer tramo de la bóveda, pero no sufrieron los arcos de las pareces ni del retablo del templo.370 Afortunadamente, la llegada del italiano H. Juan Batista Milano el año 1690 “aplicó todo su cuydado, y desvelo a restaurar lo caído, y valiéndose de su

No hemos logrado precisar cuándo llegó a España el P. Calderón. Pareciera que a fines de 1692 partió para la Península según se desprende de una Instrucción del Visitador del Nuevo Reino: Instrucción del Pe. Diego Francisco Altamirano Visitador y V. Provincial de la compañía de Jhs en la Provincia del Nuevo Reyno de Granada y Quito para el Pe. Pedro Calderón Procurador a España para negocios de dicha provincia […] fecha en Cartagena a primero del mes de Noviembre de mil seyscientos y noventa y dos (José Eugenio DE URIARTE y Mariano LECINA. Biblioteca de escritores de la Compañía de Jesús pertenecientes a la antigua Asistencia de España desde sus orígenes hasta el año de 1773. Madrid, I [1925] 132: Biblioteca de la Academia de la Historia, en fol. 4 hs).

Memorial del Reverendissimo Padre Maestro Pedro Calderón, de la Compañía de Jesvs, Procurador General de la Provincia del Nuevo Reyno y Quito, presentado en el Real, y Supremo Consejo de las Indias en 30 de marzo de 1693. EN RESPUESTA de otro impreso del Reverendissimo Padre Maestro Fr. Ignacio de Quesada, del Orden de Santo Domingo, Procurador General de su Provincia de Santa Cathalina Martir de Quito. Dalo a la estampa Don Gerónimo Lezcano y Sepúlveda, Doctor en ambos Derechos. Impreso con licencia en Colonia en la Oficina de Hermano Dehmen, año de 1695.

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ANB. Reales Cédulas, 5, fol. 392.

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Memorial del Reverendissimo Padre Maestro Pedro Calderón, fol. 37v.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 188-198.

Juan MARTÍNEZ DE RIPALDA. De usu et abusu doctrinae Divi Thomae, pro Xaveriana Academia Collegii Sanctaefidensis in Novo Regno Granatensi. Lieja, Guilielmum Henricum Streel, 1704.

APT. Leg. 26. Letras anuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada de la Compañía de Jesús desde el año 1694 hasta fines de 98, fol. 16v. Y en el fol. 35v explicita que con “la coz dio al caher en el cuerpo de la Yglesia derribo el primer tramo de bobeda, aunque no hizo la menor mella en los fornidos arcos, y paredes del templo y lo que es mas cayendo sobre el arco toral, en cuyo hueco estava el retablo guardada la espalda con un grueso paredon de tierra, no hizieron en el mas daño las ruinas que cubrirle de polvo”.

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pericia en la architechura, sin más maestro que su asistencia, en poco más de tres años dio acabada con singular hermosura y perfección toda la obra”.371 A la hora de hacer referencia a los egresados de la Javeriana a comienzos del siglo XVIII, podemos presentar dos opiniones. La primera pertenece a Martínez de Ripalda, quien asignaba en 1704 a la Javeriana 120 doctores, 412 maestros en Filosofía y más de 500 títulos otorgados por la Academia.372 Renán Silva establece entre 1608 y 1719 como egresados 539: 380 clérigos de San Bartolomé, 95 religiosos, en su mayoría del Colegio Máximo y 64 del grupo de los manteístas.373 31. Andrés de la Barrera (1641-1701).374 Santafereño nacido el 8 de diciembre de 1641.375 Ingresó en la Compañía de Jesús en Tunja el 19 de febrero de 1661376 y provenía del Colegio Mayor de San Bartolomé, en donde había obtenido el grado de bachiller en Filosofía el 8 de mayo de 1659.377 Siguió sus estudios universitarios en la Universidad Javeriana.378 Fue un intelectual a tiempo completo y su magisterio javeriano se extiende de 1675 a 1699.379 Sin embargo, no pudo eximirse de pagar tributo a sus dotes excepcionales culturales y científicas, y así tuvo que aceptar ser Rector del Colegio Mayor de San Bartolomé (1685-1689),380 aunque también es verdad que en dos oportunidades el P. General de la Compañía de Jesús lo nombró rector, primero del colegio de Mompox381 y después del

371

APT. Leg. 26. Letras anuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada de la Compañía de Jesús desde el año 1694 hasta fines de 98, fol. 36-36v.

Juan MARTÍNEZ DE RIPALDA. De usu et abusu doctrinae divi Tomae. Lieja, 1704. Epistola dedicatoria.

372

Renán SILVA. Universidad y sociedad en el Nuevo Reino de Granada (siglos XVII y XVIII). Santafé de Bogotá, Banco de la República (1992) 67.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 129-132.

Juan Manuel PACHECO. “La Universidad Javeriana de Santafé de Bogotá durante la época colonial”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit). La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, I (1991) 137. El P. Pacheco cita la partida de bautismo. Sus padres fueron el licenciado José de la Barrera y doña Cecilia de Castro.

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ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 213v. Catálogo de 1664.

Archivo de San Bartolomé. Libro de grados de la Universidad Javeriana, fol. 278v. William JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé. -Nobleza e hidalguía- Colegiales de 1605 a 1820. Santafé de Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura Hispánica (1996) 264.

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 10v. Catálogo breve de 1667: “Theologus quarti anni”. Estaba residenciado en el Colegio de San Bartolomé.

Así lo demuestran los catálogos: 1684 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 347v); 1691 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 1). El año 1699 presidía la Congregación de Nuestra Señora de Loreto (ANB. Curas y obispos, t. 19, fols. 325 y ss. Libro de la congregacion de Nuestra Señora de Loreto que por autoridad apostolica esta fundada en este colegio y casa de la Compañia de IHS, desde ciudad de Sancta fee de Bogota).

José RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”. En: Revista Javeriana. Bogotá, XXXVIII (1952) 96. Enero de 1685 a 1689.

APT. Leg. 132, fol. 15. Carta del P. Tyrso Gonzalez al Padre Juan de Santiago. Roma, 21 de septiembre de 1687.

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colegio de Pamplona,382 pero no se llevaron a cabo tales nombramientos por sus excelentes dotes de profesor. Al final de su vida se le encargó el colegio de Cartagena en 1699383 y falleció en el ejercicio del cargo el 25 de junio de 1701.384 Rector de la Universidad Javeriana el año 1695.385 32. Juan Martínez de Ripalda (1641-1707)386 vio la luz de este mundo en Olite (Navarra) el año 1641387 e ingresó en la Compañía de Jesús en el noviciado de Villagarcía de Campos el 20 de septiembre de 1659.388 Vino a América en la expedición del P. Alonso de Pantoja, que se hizo a la vela el 17 de febrero de 1663.389 Toda su formación universitaria la adquirió en la Universidad Javeriana (1663-1670).390 Dos etapas netamente diferenciadas podemos descubrir en la biografía americana de este ilustre jesuita nacido en España y formado en la Universidad Javeriana. La primera está dedicada casi

APQu. Leg. 15. Carta del P. Tyrso Gonzalez al P. Altamirano. Roma, 25 de octubre de 1689. 3ª carta: “El estado apurado del colegio de Santafé pedía que no lo quitase de procurador al P. Juan de Tobar, que con tanta satisfacción lo cumple, y así apruebo que V. R. haya nombrado Rector de Pamplona al P. Andrés de la Barrera”. Pero en Carta del P. Tyrso Gonzalez al P. Altamirano. Roma, 15 de agosto de 1693. 10ª carta señala el General de los jesuitas: “Apruebo la mudanza que V. R. hizo en el colegio de Pamplona, promoviendo por rector al P. Juan de Tobar, en lugar del P. Andrés de la Barrera, que tan necesario era para la cátedra de teología de Santafé”.

APT. Leg. 132, fol. 142.

Archivo de la Provincia de Colombia. Libro V de la iglesia y sacristía del colegio [...] de Santafé, fol. 185. AGI. Santafé, 702. Carta del P. B. Felices al P. Martinez de Ripalda. Cartagena, 21 de agosto de 1701.

APT. Leg. 26. Letras Annuas 1694-1698, cap. 3.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 417-426.

Archivo de la Parroquia de San Pedro (Olite). Libro de bautizados (1570-1680), fol. 108v.: “Juan Martinez, 13. En veinte y siete dias del mes de lulio del año mill y seiscientos y cuarenta y uno, yo el infrascrito Vicario de la parrochia de San Pedro desta ciudad de Olite bapticé un niño de German Martinez y Antonia de Gurria coniuges. Pusosele nombre Juan. Fue su padrino D. Juan de Arategui diacono y beneficiado y firme D. Phelippe de Ursua”. [La partida fue descubierta por el filósofo javeriano Fabio Ramírez].

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 220v. Catálogo de 1664. En realidad, existe unanimidad en todos los Catálogos sobre esta fecha. Ignacio ACEVEDO. “Martínez de Ripalda, Juan”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 2526. Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. “El Maestro neogranadino Juan Martínez de Ripalda (1641-1707)”. En: Cuadernos salmantinos de Filosofía. Salamanca, vol. XXVIII (2001) 5-64.

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AGI. Contratación, 5548. Expedición del año 1662: “H. Juan Martínez, natural de Olite, en el Obispado de Pamplona, filósofo, de 20 años de edad”. Agustín GALÁN GARCÍA. El Oficio de Indias de los jesuitas de Sevilla 1566-1767. Sevilla (1995) 258.

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En 1664 estudia Lógica (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 220v. Catálogo, 1664). En 1667 cursa el primer año de Teología (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 8. Catálogo Breve, 1667). Según nuestros cálculos estudió Filosofía de 1663 a 1666 y Teología de 1666 a 1670. Nuestro aserto se basa en el siguiente razonamiento: si el 30 de junio de 1667 estaba culminando el primer año de Teología (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 8) quiere decir que en 1666 había concluido el curso filosófico y de inmediato pasó al teológico. En consecuencia, si estudió 3 años de Filosofía y 4 de Teología (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 287v) debemos deducir la conclusión antes enunciada. De 1662 a 1663 suponemos estudiaría Humanidades.


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exclusivamente a la Academia (1677-1687).391 La segunda etapa, aunque se inicia en 1685, podemos decir que se intensifica a partir de 1687 cuando es considerado como el hombre más idóneo para enfrentar los graves problemas que comenzaban a amenazar a la Compañía de Jesús en tierras neogranadinas. Nos referimos a la problemática planteada en concreto por el caso del P. Alvarez de Velasco; los enfrentamientos con los arzobispos de Bogotá; la crisis de las misiones de los Llanos de Casanare y la Orinoquia; el problema de los títulos universitarios y los intentos de marginación del Colegio Mayor de San Bartolomé –y en consecuencia de la Universidad Javeriana–, y por supuesto la amenaza de bancarrota económica de la Provincia por la caprichosa e injusta decisión del arzobispo.392 Avala esta percepción el haber sido designado como Procurador ante Madrid y Roma el año 1695.393 No pudo viajar a tiempo y, al percatarse el P. Altamirano de la guerra con Francia, lo nombró Rector de la Javeriana el 21 de abril de 1696.394 Y cuando en 1697 se encaminaba a cumplir sus funciones de Procurador, y estando para entrar en Cartagena, tuvo que retroceder a Mompox pues la escuadra francesa se había ubicado frente a la ciudad heroica y en la urbe del río Magdalena permaneció casi ocho meses.395 Solo se pudo embarcar en mayo de 1698 una vez que terminó el asedio y la toma de Cartagena por la escuadra del barón Pointis.396 Existe una tercera fase que se desarrolla por completo en la capital española (1698-1707) y su acción está dirigida a agenciar las peticiones provenientes del Nuevo Reino y Quito, la obtención de la igualdad de los grados del Colegio del Rosario y de la Universidad Javeriana, la Facultad de Leyes para Bogotá y la capital ecuatoriana, así como las difíciles negociaciones con el Consejo de Indias para que pudieran seguir pasando a las Indias los jesuitas extranjeros,397 y otros por el estilo. Cargado de méritos falleció en la capital de España el 2 de diciembre de 1707.398

391

ASB. Libro de la Universidad y Academia, fol. 411v. ASB. Libro de la Universidad y Academia, fol. 465v. ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 359: “Docuit Grammaticam, Philosophiam et Theologiam”.

392

José DEL REY FAJARDO. “Perfil histórico de Juan Martínez de Ripalda”. En: Germán MARQUÍNEZ ARGOTE y José DEL REY FAJARDO. Vida, obra y pensamiento del maestro javeriano Juan Martínez de Ripalda (1641-1707). Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, Archivo Histórico (2006) 21-47.

AGI. Santafé, 33. Carta del P. Diego Francisco Altamirano al Presidente Cabrera y Dávalos. Santafé, 20 de septiembre de 1695.

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APT. Leg. 26. Letras Annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada [...] desde los años 1694 hasta fines de 98, fol. 3. Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 185. Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Crónica del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, I, 245-246.

395

APT. Leg. 26. Letras Annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada [...] desde los años 1694 hasta fines de 98, fol. 3v.

396

Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 219.

José DEL REY FAJARDO. “Perfil histórico de Juan Martínez de Ripalda”, 47-60

Archivo de la Provincia de Colombia. Libro Quinto de la Iglesia y Sacristía del colegio de […] Santafé, fol. 186.

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De facto fue Rector de la Javeriana en 1696. 33. Fernando Monterde (c.1640-1698).399 La acción discreta y eficaz parece ser la compañera de este ignaciano nacido en la población de Frías (Aragón) e ingresado en la Compañía de Jesús el 16 de noviembre de 1654.400 Sus indudables dotes de gobierno le llevaron a dirigir los planteles educativos de Mérida (1678-1680)401 y Tunja (1681-1684)402 (1689-1692).403 De la capital boyacense se dirigió a los Llanos de Casanare para ser Superior de esas Misiones (1692-1696).404 También fue Secretario de la Provincia del Nuevo Reino durante el Provincialato del P. Juan de Santiago (1684-1688).405 De la población de Pauto pasó a Bogotá a regir la Universidad Javeriana (1696-1698),406 y en el ejercicio del cargo falleció el 15 de abril de 1698.407 El 1° de marzo de 1697 el P. José Herrera, Rector del Colegio de San Bartolomé, y sus consiliarios acordaron interponer una súplica ante el Rey “para que se sirviese concederle fundación de cuatro cátedras de cánones y leyes en dicha Academia” pues teniendo en dicho colegio

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 486-487.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 321. Catálogo de 1678.

El inicio hay que ponerlo después de junio de 1678 ya que para esa fecha era Rector el P. Mateo Gómez (ARSI. Congregationes Provinciales, t., 80, fol. 106). El término se debe colocar antes de febrero de 1680 fecha en que el P. Juan Bautista Rico le otorga como Rector un poder (AHM. Protocolos, XXXII, fol. 204). Constancia de su Rectorado nos queda tanto en el testimonio de las Letras annuas de 1694-1698 (fol. 118) como en un poder otorgado al P. Martín Niño el 24 de mayo de 1679 (AHM. Protocolos, t. XXXII, fol. 74).

El comienzo de 1681 nos lo ofrecen las Letras annuas de 1694-98 (APT. Leg. 26, fol. 118) hasta 1684 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 353v. Catálogo de 1684).

Disponemos del testimonio del Catálogo de 1691 para este segundo rectorado (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 8v). Suponemos que debió tomar posesión del cargo una vez nombrado el nuevo Provincial P. Altamirano; sustituyó al P. Pedro Calderón quien en diciembre de 1688 todavía regía el colegio de Tunja. El 23 de octubre de 1690 firma como Rector la Escritura de fundación de la escuela de Tunja por Francisco Niño y Alvarado (ANB. Temporalidades, t. 13, fol. 749v).

Testimonio de que fue Superior de los Llanos lo ofrecen las Letras annuas de 1694-1698 (APT. Leg. 26, fol. 118). Que se inició en ese cargo en 1692 lo deducimos por la destitución del Superior de las Misiones en 1692 por el P. Visitador (APT. Leg. 132, fol. 77. Carta del P. Tirso González al Visitador del Nuevo Reino. Roma, 15 agosto de 1693).

El inicio lo confirman las Letras annuas (APT. Leg. 26, fol. 118) y el Catálogo de 1687 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 379). El Provincialato del P. Juan de Santiago duró desde el 5 de agosto de 1684 (PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 101) hasta el 1 de julio de 1688, fecha en que falleció en Bogotá (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 418. Supplementum primi et secundi Catalogi a 1 martii 1684 ad 15 octobris 1688).

La fecha en que concluye su rectorado por la muerte nos la ofrece la nota siguiente. Sabemos que el 25 de febrero de 1697 firmaba en Bogotá las Letras annuas de la Provincia del Nuevo Reino de Granada. Contiene los años de 1691, 92 y 93 (APT. Fondo Astráin. Leg. 5). Si como estatuyen las Letras annuas de 1694-98, fol. 118: “Pero al año y medio de su Rectorado nos lo quitó la muerte”, debemos concluir que su mandato misional finalizó en 1696.

APT. Leg. 26. Letras annuas [...] 1694-98, fol. 117v.

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ingenios aventajadísimos, que se comprueban en la literatura de la filosofía y sagrada teología, y que según su estudiosa aplicación pudiendo perfeccionarse en la jurisprudencia con las misma ventajas que en las otras ciencias, no logran esta enseñanza por no leerse esta facultad en su Academia.408 Este acuerdo se concretizó en una carta corporativa al Rey con fecha del 1 de marzo de 1697.409

34. Hasta el momento no hemos podido identificar al Rector que realizó el tránsito entre Fernando Monterde y Juan Martínez Rubio. 35. Juan Martínez Rubio. Tercer rectorado de la Javeriana de 1699 a 1703.410 En 1698 comienza la resolución del conflicto entre dominicos y jesuitas con la solución que contemplaba la igualación de los privilegios de ambas Ordenes Religiosas. El 19 de agosto se declaran iguales en todo a los colegios de San Fernando y San Luis de Quito y además se le concede a este último los privilegios y derechos de colegio Mayor.411 El 3 de agosto de 1701 el Consejo establecía la igualdad entre la Universidad Tomista y la Universidad Javeriana en Santafé de Bogotá.412 Pero en octubre de 1701 el P. Juan Martínez de Ripalda representaba ante el Consejo que la deseada igualdad no se cumplía en Bogotá pues la Compañía carecía de la facultad de graduar a los colegiales de San Bartolomé “en decretos y sagrados cánones” y también adolecía de los honores de colegio mayor. Concluye su Memorial solicitando que el agente del Rey en Roma pase a su Santidad los oficios encomendados a fin de facilitar la consecución del Breve para que San Bartolomé, al igual que el Rosario, pueda graduar en cánones “y que una de las cátedras de cánones, si pareciere y fuera del gusto y agrado de V. M., pueda ser regentada por los religiosos de la Compañía”.413 El Consejo admitió todas las peticiones a excepción de la última, por mirar, decía el fiscal, “estas cátedras al fuero secular y haber prohibiciones canónicas para con los regulares”.414 Finalmente, el 23 de junio de 1704 Clemente XI daba en Roma el Breve In apostolicae dignitatis en el que se establecía una perfecta igualdad entre la Orden

408

Documento del Archivo de San Bartolomé. Citado por PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 261.

AGI. Santafé, 402. Carta del Colegio San Bartolomé al Rey. Santafé, 1° de marzo de 1697.

409

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 38. Catálogo, 1702.

Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 262.

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AGI. Santafé, 403. Memorial del P. Juan Martínez de Ripalda sobre la igualdad en los privilegios y facultades de estudios concedidos a las religiones de Santo Domingo y la Compañía de Jesús. Octubre de 1701.

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AGI. Santafé, 403. Memorial del P. Juan Martínez de Ripalda sobre la igualdad en los privilegios y facultades de estudios concedidos a las religiones de Santo Domingo y la Compañía de Jesús. Octubre de 1701.

AGI. Santafé, 403. Informe del Fiscal, 10 de noviembre de 1701.

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de Predicadores y la Compañía de Jesús. Todas las tramitaciones hispanas se desarrollaron con una velocidad desconocida para la burocracia hispana. El 28 de febrero de 1702 fallecía el P. Gabriel Álvarez, habiendo reconocido sus errores e ingresado de nuevo en la Compañía de Jesús.415 Con su actitud había estado a punto de hacer quebrar a la Compañía de Jesús416 con la ayuda de los arzobispos Antonio Sanz Lozano (1681-1688)417 y Fray Ignacio de Urbina (1690-1703).418 Y como conclusión final escribía el P. Pedro Calderón: El regocijo y gracias fue tan universal en toda la ciudad, que no se ha visto cosa semejante a dicho de todos, ni será fácil que se vea […] así por la justificación con que se ha procedido en este pleito, como por la piedad y demostración de caridad con que recibió al Gabriel, arrepentido.419

36. Francisco Daza (1647-1723)420 había nacido en Campanario (Badajoz) el 27 de marzo de 1648421 e ingresado a la Compañía de Jesús, en Tunja, el 21 de abril de 1668 después de haber obtenido el título de Maestro en Filosofía como colegial de San Bartolomé.422 En 1671 había regresado a la Universidad Javeriana para continuar sus estudios universitarios.423 Tras una etapa oscura en informaciones se inicia en 1681 su docencia en la universidad jesuítica neogranadina.424 Dos etapas se presentan también su vida. En una primera fase temporal (1681-1695) recorrió como catedrático el currículum filosófico-

415

APQu. Leg. 8. Declaración del P. Gabriel Álvarez autenticada por el P. Pedro Calderón. Santafé, 28 de enero de 1702.

ARSI. Fondo Gesuitico, n.º 843. Alegación jurídica por parte del Colegio de la Compañía de Jesús de Santafé sobre la causa de nulidad de profesión y votos, que demandó el P. Gabriel Álvarez, Profeso de dicha Religión. Juan Martínez de Ripalda, Santafé, a 17 de octubre de 1685. Y la síntesis de todo el proceso: PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 106-119.

416

417

Juan Manuel PACHECO. Historia eclesiástica. Tomo II: La consolidación de la Iglesia. Siglo XVII, 250-256.

PACHECO. Historia eclesiástica. Tomo II: La consolidación de la Iglesia. Siglo XVII, 259-274.

418

Diego Francisco ALTAMIRANO. Relación sumaria del fin que ha tenido el prolongado y ruidoso pleito con que el P. Gabriel Álvarez molestó por espacio de veintidós años a nuestra Compañía en la Provincia del Nuevo Reino de Granada. Fue publicada por Antonio ASTRÁIN. Historia de la Compañía de Jesús en la Asistencia de España. Madrid, VI, 639-646. La cita puede verse en: PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 118.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 240-243.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 59. Catálogo de 1711.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 277. Catálogo de 1671. A partir del Catálogo de 1711 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 59) se afirma que la fecha de ingreso fue el 22 de abril de 1668. William JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé. Bogotá, Instituto colombiano de cultura hispánica (1996) 264.

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 20. Catálogo Breve, 1671. En verdad, todos los catálogos a partir del de 1711 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 59) persisten en que estudió tres años de Filosofía y dos años de Teología “extra” y dos “intra”.

Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados de la Universidad Javeriana, fol. 433v, 441.

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teológico de la Universidad Javeriana.425 Pero la realidad le llevó a abandonar la docencia para dedicarse a la alta gerencia como Provincial tanto en Quito (1700-1703)426 como en el Nuevo Reino (1706-1709).427 Pero mientras ejercía su magisterio en la Academia de San Francisco Javier tuvo bajo su dirección el Colegio Mayor de San Bartolomé (1691-1695).428 Fue Rector de la Universidad Javeriana de 1703 a 1706.429 El Breve In apostolicae dignitatis del 23 de junio de 1704 ponía fin a una casi centenaria polémica entre dominicos y jesuitas en Santafé y los equiparaba en perfecta igualdad.430 El Consejo de Indias dio el pase a este Breve el 1° de septiembre de 1704 y a él se le añadió una Real Cédula, fechada en Madrid el 25 de noviembre, por la que San Bartolomé adquiría todos los derechos de que gozaba la Universidad de Santo Tomás y el Colegio del Rosario.431 El P. Francisco de Urbina presentó ante la Audiencia, el 9 de marzo de 1706, la Real Cédula aprobatoria de la Facultad de Derecho y manifestó la decisión favorable de las autoridades jesuíticas neograndinas para otorgar las escrituras de dotación de las mencionadas cátedras.432 Y el 27 de mayo presentaba los Estatutos de la nueva Facultad ante la Audiencia, la cual los aprobó de forma interina mientras informaba de ello al Consejo de Indias.433

425

A partir del Catálogo de 1684 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 347v) todos coinciden en afirmar que “enseñó Filosofía”. ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 379v. Catálogo, 1687.

426

JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua provincia de Quito, II, 13-30. APQu. Leg. 8: Carta del P. Gaspar Vidal al P. Provincial Francisco Daza. Gayes, 12 junio 1702. Carta del P. Samuel Fritz al P. Provincial Francisco Daza. San Joaquín de Omaguas, 25 agosto 1702.

427

Tenemos noticia de su provincialato ya el 23 de marzo de 1706 (AGI. Santafé, 294). En diciembre de 1706 escribía el General de la Compañía de Jesús al P. Daza: “En carta de 9 de julio de 1706 me da noticia V. R. de haber entrado en el oficio de Provincial de esa Provincia” (APT. Leg. 132, fol. 187). Su sucesor fue el P. Juan de Tobar quien ya fungía como Provincial en mayo de 1709 (ANB. Notaría, 2, t. 98 [1709] fols. 129-131).

428

José RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”. En: Revista Javeriana. Bogotá, XXXVIII (1952) 96.

429

ANB. Notaría 2ª, t. 91 (1702-1703) fol. 208v.

430

Antonio ASTRAIN. Historia de la Compañía de Jesús en la Asistencia de España. Madrid, VI (1920) 857-859. (Antes de transcribir el documento dice el P. Astráin: “Del original que se conserva en nuestro colegio de Quito”).

AGI. Santafé, 395. Cédula definitiva del litigio universitario sobre igualdad de preeminencias del Colegio Seminario de San Bartolomé con el Colegio Mayor del Rosario, y concesión al Colegio Máximo de la Compañía de Jesús, de Santa Fe, de la facultad de otorgar grados universitarios. Madrid, 25 de noviembre de 1704. (Transcrito en: Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia de la educación en Colombia. Tomo II: 1654-1710. Bogotá [1973] 400-403 y en: José Abel SALAZAR. Los estudios eclesiásticos superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810). Madrid [1946] 753-756).

431

AGI. Santafé, 294. 14 días después, el 23 de marzo, firmaban las escrituras los PP. Francisco Daza, provincial; Pedro Calderón, Rector del Colegio Máximo; Francisco Herrera, Rector del Colegio-Seminario de San Bartolomé, y Francisco Urbina, Procurador.

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José Joaquín BORDA. Historia de la Compañía de Jesús en Nueva Granada, II, 14. Citado por SALAZAR. Los estudios eclesiásticos, 650. El texto puede verse en: SALAZAR. Los estudios eclesiásticos, 757-766. HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la historia, III, 41-52.


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El 13 de junio fue la fecha elegida para la apertura solemne de la Facultad. En la iglesia San Ignacio se dieron cita todas las personalidades relevantes de la capital del Nuevo Reino y fue el orador de orden el doctor Pedro Sarmiento Huesterlín.434 Y por la noche la ciudad se sumó al regocijo de la nueva facultad con iluminación en las calles, fuegos artificiales y repique de campanas.435 37. Pedro Calderón (c.1638-1708).436 Era oriundo de San Vicente de la Barquera (Santander), donde vio la luz de este mundo hacia el año 1638437 e ingresado en la Compañía de Jesús el 3 de mayo de 1657.438 Siendo novicio atravesó el Atlántico en la expedición que preparó el P. Hernando Cabero en 1658.439 Concluyó su noviciado en Tunja y a continuación realizó todos sus estudios universitarios en la Universidad Javeriana.440 Tras la enseñanza de la Gramática en el colegio de Cartagena de Indias441 y su año de Tercera Probación en Tunja,442 se incorpora al claustro javeriano a partir de 1672. Es altamente significativo que la Universidad Javeriana haya estado regida durante el primer decenio del siglo XVIII por eminentes catedráticos y a la vez por Provinciales de mucha significación. El magisterio javeriano (1672-1684) se vio interrumpido por el cursus honorum: fue Rector de Tunja (1684-1688)443 y antes había compartido la AGI. Santafé, 294. Carta de la Audiencia de Santa Fe a S. M. Sobre la concesión hecha a la Compañía de Jesús de erigir cátedras de cánones y leyes y erección formal de la Universidad Javeriana. Santafé, diciembre 9 de 1706. (HERNANDEZ DE ALBA. Documentos para la historia, II. 403-406).

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Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 411.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 163-168.

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Como ningún catálogo ofrece la fecha exacta de nacimiento, transcribimos su contenido. Catálogo: 1660: 22 años (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 195); 1664: 26 años (fol. 223v); 1668: 30 años (fol. 245v); 1671: 33 años (fol. 281v); 1678: 43 años (fol. 324); 1684: 51 años (fol. 347); 1687: 55 años (fol. 384v); 1702: 65 años (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 38).

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 38. Catálogo, 1702. Ponen como fecha de ingreso el 28 de febrero los Catálogos de: 1660 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 195); 1664 (fol. 223v); 1668 (fol. 245v); 1671 (fol. 281v); 1678 (fol. 324). El 20 de mayo: Catálogo, 1684 (fol. 347) y el de 30 de mayo: Catálogo, 1687 (fol. 384v). Hemos aceptado la fecha del Catálogo de 1702 porque se elaboró durante su provincialato.

Agustín GALÁN GARCÍA. El Oficio de Indias de los jesuitas de Sevilla 1566-1767. Sevilla (1995) 256 no cita a Calderón pero pensamos que se trata de un error material.

En 1660 estudiaba Humanidades (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 195. Catálogo, 1660); en 1661 se inició en la Filosofía (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 1v. Catálogo Breve, 1661); en 1664 estudiaba Teología (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 223v. Catálogo, 1664) y en 1667 actuaba como Ministro del Colegio-Seminario de San Bartolomé a la vez que estudiaba el 4º año de Teología (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 10v. Catálogo Breve, 1667).

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 245v. Catálogo, 1668: “docuit Grammaticam”.

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 21. Catálogo Breve, 1671.

Obras Completas de la Madre Francisca del Castillo. 10, 11, 13. En 1683 ya predicaba en Tunja; sin embargo en el Catálogo de 1684 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 347) aparece su nombre todavía en el Colegio Máximo de Santafé. El Catálogo de 1687 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 384v) lo reseña como Rector de Tunja.

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docencia universitaria con el rectorado del Colegio Mayor de San Bartolomé (1678-1683).444 Provincial de Quito (1696-1700)445 y a continuación de la Provincia del Nuevo Reino (1700-1706).446 Pero en 1683 su biografía académica queda bruscamente interrumpida para transitar los caminos de la alta gerencia jesuítica. Hombre de indudables dotes humanas e intelectuales, jugaría un papel decisivo en la solución de los graves problemas que aquejaban en aquel momento a la Provincia del Nuevo Reino. Su actuación en España para solucionar los conflictos que mantenía el Colegio Mayor del Rosario con la Universidad Javeriana, logró encauzar las soluciones posteriores.447 En el conflicto sobre la validez de los títulos de la Universidad Javeriana, jugó un papel importante en España, a donde fue enviado por el P. Diego Francisco Altamirano (1692-1695).448 De esa época son dos escritos sobre el tema publicados en Europa: Breve Noticia de los Privilegios perpetvos, con que la Sede Apostólica ha favorecido a la Compañía de Jesús, para poder graduar en sus Colegios a todos los Estudiantes, que cursan sus Escuelas449 y el segundo, Memorial del Reverendissimo Padre Maestro Pedro Calderón, de la Compañia de Jesvs, Procurador General de la Provincia del Nuevo Reyno, y Quito, presentado en el Real, y Supremo Consejo de las Indias en 30 de Marzo de 1693. EN RESPUESTA De otro impreso del Reverendissimo Padre Maestro Fr. Ignacio de Quesada del Orden del Santo Domingo, Procurador General de su Provincia de Santa Cathalina Mártir de Quito. Dalo a la estampa Don Gerónimo Lezcano y Sepulbeda, Doctor en ambos Derechos. Impreso con licencia en Colonia en la Oficina de Hermano Dehmen, año de 1695.450

RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”, 96. Ya en 1678 asiste a la Congregación Provincial como Rector de San Bartolomé (ARSI. Congregationes Provinciales, t. 80, fol. 106). Catálogo, 1678 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 324).

Su provincialato duró hasta 1700. Cfr. JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito, II, 7-13.

APT. Leg. 132, fol. 166. Su sucesor fue el P. Francisco Daza. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 107-135.

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 114-115.

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URIARTE-LECINA. Biblioteca de Escritores de la Compañía de Jesús pertenecientes a la antigua Asistencia de España, I, 132-S y II, 47-48: “Instrucción del Pe. Diego Francisco Altamirano Visitador y Vº Provincial de la compañia de Jhs en la Provincia del Nuevo Reyno de Granada y Quito para el Pe. Pedro Calderon Procurador a España para negocios de dicha Provincia […] fecha en Cartagena a primero del mes de Noviembre de mil seyscientos y noventa y dos”. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 114-115; 258-259.

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José Eugenio DE URIARTE. Catálogo razonado de obras anónimas y seudónimas de autores de la Compañía de Jesús pertenecientes a la antigua asistencia española, I, 84-85. Todas las disquisiciones del P. Uriarte las ha basado en la Historia moderna del Reyno de Quito del P. Velasco (“Ms. en el archivo de la Residencia de Madrid”).

DE URIARTE. Catálogo razonado de obras anónimas y seudónimas de autores de la Compañía de Jesús pertenecientes a la antigua asistencia española. Madrid, III (1906) 334. El P. Uriarte se inclina a atribuir la paternidad intelectual al P. Antonio Matías Jaramillo. Sin embargo, el P. Pacheco

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Rector de la Universidad Javeriana de 1706 hasta el 31 de octubre de 1708, fecha en la que falleció en el ejercicio del cargo.451 Es digno de mencionar el hecho de que el 5 de junio de 1706, el General de la Orden escribía a toda la Compañía de Jesús para comunicar que en la enseñanza de la Filosofía en las Facultades regidas por los jesuitas se prohibían 30 proposiciones452 y el 7 de agosto del mismo año hacía idéntica mención sobre 4 proposiciones teológicas.453 El 31 de julio de 1707 se estrenó en la Iglesia de San Ignacio la famosa custodia denominada vulgarmente como “La Lechuga”. Esta excepcional obra de arte se inició por septiembre de 1700 y se acabó el jueves 16 de junio de 1707. Su artífice fue el platero José de Galaz, ayudado por tres personas cuyos nombres desconocemos.454 Guillermo Hernández de Alba sintetiza la composición artística de la siguiente manera: “Total de piedras preciosas: 1.485 esmeraldas; 62 pelas; 168 amatistas, 28 diamantes; 13 rubíes; un topacio; un zafiro. Total: 1.758 piedras preciosas”.455 38. Juan de Tobar (c.1644-1711).456 La figura de este jesuita santafereño es la del excelente administrador. Nació hacia 1644 en Santafé de Bogotá457 e ingresó en la Compañía de Jesús, en Tunja, el 20 de junio de 1668 después de haber cursado la Filosofía y la Teología, y conseguido el título de Magister Philosophiae.458 Concluido su noviciado, debió repasar la Teología en el colegio-seminario de San Bartolomé.459 El 30 de septiembre de 1671 recibía

(Los jesuitas en Colombia, II, 258-259) opina lo contrario. Sobre el memorial, Cfr. Beltrán DE HEREDIA O.P. “Universidades Dominicanas de la América Española”. En: Ciencia Tomista. Madrid, 28 (1923) 362. José Abel SALAZAR. Los estudios eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reyno de Granada. Madrid (1946) 540-541. Federico GONZÁLEZ SUÁREZ. Historia General de la República de Ecuador. Quito, 2a. edic., VII, 94. Real cédula mandando recoger el memorial del P. Calderón (14 de junio de 1700). ANB. Reales Cédulas, 5, fol. 392.

Archivo de la Provincia Colombiana de la Compañía de Jesús. Libro 5 de la Iglesia y Sacristía del colegio de Santafé. Fol. 186v.

APT. Leg. 132, fols. 179-180. Reverendo Patri in Christo Prouinciali Prouinciae Noui Regni Societatis Jesu. Roma, 15 de junio, 1706.

APT. Leg. 132, fol. 181-181v. Reverendo Patri in Christo Prouinciali Prouinciae Noui Regni Societatis Jesu. Roma, 7 de agosto, 1706.

Libro 5º de la Iglesia y Sacristía del Colegio de la Compañía de Jesús de Santafé, fol. 41v-42. Allí puede verse toda la información original de la custodia.

Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. “La Iglesia de San Ignacio de Bogotá”. En: Anuario de estudios americanos. Sevilla, 5 (1948) 539-540. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 138-139.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 677-680.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 245.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 245. Todos los catálogos posteriores reiteran la misma fecha de ingreso. De igual forma expresan que estudió la Filosofía y la Teología antes de hacerse jesuita.

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 23: “Theologus”. Muy posiblemente debió preparar ahí su examen ad gradum, prueba que todo jesuita debía afrontar sobre todos los conocimientos que durante la Filosofía y Teología hubiere aprendido.

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la ordenación sacerdotal en su propia ciudad natal.460 Desde 1681 fungía como Procurador del Colegio Máximo,461 pero su eficiente actuación en este delicado cargo le hizo pensar al P. Altamirano, en 1689, en la conveniencia de cambiar el nombramiento de Rector de Pamplona para que pudiese seguir desempeñando el mismo oficio.462 Pero sus evidentes aptitudes administrativas le abrieron los caminos para los rectorados: colegio de Pamplona (16911695)463 y colegio noviciado de Tunja (1696-1703).464 Sus éxitos culminaron con el cargo de Provincial, primero de Quito (1703-1706)465 y después en el Nuevo Reino (1709-1711).466 Falleció el 10 de marzo de 1711.467 Su rectorado de la Universidad Javeriana se dio en las fechas comprendidas entre ambos provincialatos de 1708 y 1709.468 Entre las mejoras de la Iglesia de San Ignacio, hay que señalar el altar de Nuestra Señora de Loreto de estilo barroco y “uno de los más bellos de la iglesia”.469

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ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 312. Cathalogus tum eorum qui in Societatem admissi sunt, tum etiam illorum qui ab eadem expulsi sunt, qui e vita decessere, tum denique scholarium qui ad sacros ordines promoti fuere in hac Provincia Novi Regni et Quiti ab ultimo Cathalogo R. P. VGenerali Joanni Pauli Oliva misso anno 1671 usque ad praesentem 1675. Según este informe pareciera que se hubiera ordenado en 1674 porque no pone fecha para los neosacerdotes de Santafé y le anteceden los de Quito que habían recibido la ordenación sacerdotal en 1674. Sin embargo, el segundo Suplemento de los Catálogos hechos por el P. Gaspar Vivas, en el Añadido del 1 de febrero de 1672, habla de “octubre”. (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 274. Segundo Supplemento de los Cathalogos hechos por el P. Gaspar Vivas Provincial de el nuevo Reyno y Quitto en Santafé a 20 de enero de 1671 años. AÑADIDO. Aora de nuevo en Quitto por el mismo en 1º de febrero de 1672 años).

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ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 347. Catálogo, 1684: “Minister”. Catálogo, 1687 (fol. 379): “Minister [...] 6 años”. Si el Catálogo de 1691 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 29) nos dice que ejerció el cargo de Ministro durante 6 años, hay que concluir que el ministerio se extendió de 1681 a 1687. Con todo, debió permanecer en su oficio de Procurador (ANB. Censos, Cundinamarca. t. 8, fol. 503: Poder dado por el P. Pedro Mercado, provincial de esta provincia del Nuevo Reyno y Quito y Cartagena al P. Juan de Tobar. 20 de agosto de 1688).

No sabemos si la decisión llegó a llevarse a cabo, pues aunque el General Tirso González aprobada la idea (APQu. Leg. 15: Carta del P. Tirso González al P. Altamirano. Roma, 25 de octubre de 1689), sin embargo en fecha 15 de agosto de 1693 le escribía el General al P. Altamirano: “Apruebo la mudanza que V. R. hizo en el colegio de Pamplona, promoviendo por el Rector al P. Juan de Tobar, en lugar del P. Andrés de la Barrera, que tan necesario era para la cátedra de Teología de Santafé (APT. Leg. 132, fol. 90)”.

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 1v. Catálogo Breve, 1691.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 40v. Catálogo, 1702. Obras Completas de la Madre Francisca Josefa de Castillo, I, 37, 69.

Abril de 1703 (José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito, II, 46) a 17 de noviembre de 1706 (JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús, II, 53).

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ANB. Notaría 2, t. 98 (1709) fols. 129, 130, 131.

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Archivo de la Provincia colombiana de la Compañía de Jesús. Libro 5º de la Iglesia y Sacristía del Colegio de la Compañía de Jesús de Santafé, fols. 136v-137.

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En 1709 figura como Rector: ANB. Notaría 2, t. 98 (1709) fol. 5v.

PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 139-140. Para los gastos puede verse el informe en: ANB. Curas y obispos, 19, fol. 370 y 373. Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Teatro del arte colonial. Bogotá, Ministerio de Educación Nacional (1938) 100.

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39. Ignacio de Meaurio (1670-1751).470 Santafereño, nacido el 10 de diciembre de 1670471 e ingresado en la Compañía de Jesús, en Tunja, el 6 de mayo de 1688.472 Provenía del Colegio Mayor de San Bartolomé y había estudiado la carrera completa de Filosofía y dos de Teología.473 Reinsertado en la Universidad Javeriana, concluyó su curso de Teología en 1692.474 Dedicó varios años a la enseñanza de las Humanidades en el colegio venezolano de Mérida, por lo menos entre 1698 y 1702.475 Pero el 8 de agosto de 1710 se interrumpía su carrera académica para asimilarse al cursus honorum. Su destino gerencial se había impuesto y así devendría en Provincial del Nuevo Reino (1716-1720)476 y Visitador de la Provincia de Quito (1720-1723).477 Regresado al Nuevo Reino, regiría el importante colegio de Tunja entre 1726478 y 1729,479 fecha en que fue elegido como Procurador de esa entidad territorial ante las cortes de Madrid y Roma.480 Regresó de Europa con una nutrida expedición de misioneros para el Nuevo Reino en 1735.481 Residenciado en Bogotá, allí transcurrieron los largos últimos años de su vida, hasta que falleció el 14 de octubre de 1751.482 De su gestión nos han quedado las Annuae Litterae Collegii Sanctafidensis Novi Regni Granatensis Societatis Jesu. Anno 1711.483 Y posteriormente escribiría Monumenta aliqua Provinciae Novi Regni Granatensis... 1732.484

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 437-440.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 59. Catálogo de 1711.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 7. Catálogo de 1691.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 7. Catálogo de 1691.

Según nuestros cálculos debió concluir la teología en 1692 pues el Catálogo de 1702 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 42) dice que dedicó 2 años a los estudios dentro de la Compañía de Jesús, y el Catálogo de 1691 (fol. 7) dice que es “Theologus”, luego para octubre de 1692 había cumplido los requisitos académicos.

470 471 472 473 474

AUCAB. Libro de Consultas, fol. 14-14v. Consulta del 10 de junio de 1698. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 42.

475

PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 174-190.

476

José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito. Quito, II (1943) 81-91.

APT. Leg. 132. Sin foliar. Carta del P. Tamburini al P. Méndez. Roma, 15 de diciembre de 1725.

Hay constancia de la estancia del P. Meaurio en Tunja en 1727 y 1729. Biblioteca Nacional de Bogotá. Ms. 105. Libro de la Sacristía del colegio de Tunja, fol. 13v.

El 23 de enero de 1730 el Provincial, P. Francisco Antonio González, otorgaba poder a los Procuradores para todos los asuntos civiles (ANB. Notaría 3ª. Año 1730, fol. 1). No se conocen las actas de la Congregación Provincial de 1729; a ella se refiere el P. General de la Compañía de Jesús en carta al P. González de fecha 31 de diciembre de 1731: APT. Leg. 132, fol. 313.

477

478 479

480

481

AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1735.

482

J. VARGAS JURADO. Diario, 32.

483

AIUL. Papeletas: Meaurio, Ignacio: “4 hs. en el Archivo de la Compañía”.

484

ARSI. N. R. et Q., 14.


C a p í t u l o V . L o s r e c t o r e s d e l a U n i v e r s i d a d J a v e r i a n a c o l o n i a l

245

Ocupó el rectorado de la Universidad Javeriana de 1710485 a 1716.486 Gracias a un documento de 1711 conocemos la situación económica del Colegio Máximo. Poseía nueve haciendas, tres casas, 31 tiendas, un molino y una tenería. Todo ello producía anualmente la suma de 18.178 pesos. También se especifica que las rentas del molino y de doce tiendas las había cedido el Colegio a favor de la facultad de leyes. Sin embargo, con el resto de las rentas con dificultad sostenía a sus 69 moradores. En el ejercicio de agosto de 1710 a julio de 1711 habían ingresado 15.716 pesos y seis reales pero los gastos ascendían a 18.818 pesos y dos reales, lo cual arrojaba un déficit de 3.102 pesos y cuatro reales.487 El 8 de julio de 1710 la Reina Gobernadora confirmaba en Madrid la decisión tomada por los Oidores cuatro años antes, así como también “los extractos que se formaron por la referida Religión de la Compañía de Jesús para su mejor régimen y observancia” en la facultad de leyes.488 En 1711 la Congregación Provincial del Nuevo Reino, al analizar el estado de la Provincia, manifestaba su preocupación por el escaso número de alumnos de la Javeriana y, por consiguiente, la disminución de los actos académicos en las facultades de Filosofía y Teología.489 40. Francisco Javier Urbina (1660-1734).490 El 16 de mayo de 1684 había ingresado en la Compañía de Jesús, en Tunja,491 y toda su formación académica la había recibido en la Universidad Javeriana pero como convictor de San Bartolomé.492 Este jesuita santafereño tocaba a las puertas de la Orden de Ignacio de Loyola, habiendo obtenido los títulos de Magister in Philosophia y Doctor in Theologia.493 A pesar de esta primera perspectiva que parecía asomarse a la genuina vida intelectual, su trayectoria jesuítica se orientaría por una parte al mundo administrativo y, por otra, a la dirección de las entidades educativas. En el primer renglón se desempeñó como Procurador de la Provincia494 y, en virtud de ese cargo, presentaba el 9 de marzo de 1706 ante la Audiencia la Real Cédula del 25 de noviembre de 1704 por la que se le permitía a la Javeriana fundar la Facultad de Derecho.495 Y en ese mismo

485

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 59. Catálogo de 1711.

PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 173.

486

487

ARSI. N. R. et Q., 4. Praesens status Collegii Maximi Sanctafidensis, fol. 70.

AGI. Santafé, 395, fol. 13. Citado por: SALAZAR. Los estudios eclesiásticos, 651.

488

ARSI. Congregationes Provinciales, 87, fols. 286 y ss.

489

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 705-707.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 38. Catálogo de 1702.

William JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé. -Nobleza e hidalguía- Colegiales de 1605 a 1820. Santafé de Bogotá (1996) 267.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 8v. Catálogo de 1691.

490 491 492

493

ANB. Notaría 2ª, t. 90, fol. 92v. 2 de mayo de 1702.

494

AGI. Santafé, 294. Citado por PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 409.

495


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año presentaría ante la misma institución tanto un Memorial […] en defensa de los privilegios de la Compañia concedidos por los Sumos Pontifices y los Reyes de España: 1706496 como un Informe y peticion del P. Francisco Javier Urbina a la Real Audiencia del Nuevo Reino, con presentacion de las Reglas y Constituciones del Colegio de la Compañia de Jesus de Santa Fe, sobre las clases que se van a abrir en el: mayo de 1706.497 También fungió como Secretario de la Provincia del Nuevo Reino durante el provincialato del P. Mateo Mimbela (1711-1713).498 En la vertiente educativa, hay que señalar sus rectorados en los colegios de Honda (1696-1700)499 y de Tunja (1713-1716).500 Como Rector de la Universidad actuó de 1716 a 1720.501 Por un Informe de 1718 conocemos que el número de estudiantes “llegarán al número de ciento y veinte más o menos conforme ocurren no solo de los lugares comarcanos sino de los más distantes a estudiar en ella, siendo este perenne y continuamente la semilla que fructifica después en todas partes”.

También señala que hay otras tres cátedras “dotadas” de cánones y leyes “que leen los seglares por oposición con toda la formalidad de escuelas”. Dos venían funcionando con normalidad; “la otra ahora se trata de que se ponga en concurso de opositores de los mismos sujetos que ha criado la Universidad”.502 41. Mateo Mimbela (1663-1736).503 Nació en Fraga (Huesca) el 20 de septiembre de 1663, e ingresó en la Compañía de Jesús en Tarragona el 21 de noviembre de 1677.504 El día 10 de enero de 1690 se hacía a la vela para América en la expedición comandada por el P. Juan de Segovia.505 Llegaron a Cartagena de Indias el 3 de mayo del mismo año.506

AIUL. Papeletas: Urbina, Francisco Javier.

AIUL. Papeletas: Urbina, Francisco Javier.

El catálogo breve de 1711, fechado en noviembre, recoge ya el nombramiento (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 57).

De este rectorado hablan todos los catálogos a partir del de 1702. Testimonio de su rectorado en 1697 (ANB. Curas y obispos, t.14, fol. 399).

496 497 498

499

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 115v. Catálogo de 1713 y catálogo de 1715 (fol. 133v).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 157. Catálogo de 1718. Juan Manuel PACHECO. “La Universidad Javeriana de Santafé de Bogotá durante la época colonial”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit.). La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, Universidad Católica del Táchira, I (1991) 128.

Ignacio de MEAURIO. “Estado espiritual de la Provincia del Nuevo Reyno y sus Ministerios”. Año de 1718. En: José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos relativos a la Historia de la Compañía de Jesús en Venezuela. Caracas, Academia Nacional de la Historia, II (1974) 286.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 466-472.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 157. Catálogo de 1718. CASSANI. Historia de la Provincia de la Compañia de Jesus del Nuevo Reyno de Granada en la América. Madrid (1741) 606. Con respecto a la fecha de ingreso en la Compañía de Jesús los Catálogos señalan el 27 de noviembre.

Agustín GALÁN GARCÍA. El Oficio de Indias, 280.

Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia. Bogotá, III (1989) 150.

500 501

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503 504

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Dos etapas, claramente diferenciadas, observamos en la biografía de este jesuita aragonés: la académica (1691-1702)507 y la del cursus honorum (17021735). En 1702 cambia la vida universitaria por la gerencial, ya que en ese mismo año aparece como Secretario de la Provincia,508 y al poco tiempo se encarga del Rectorado de Tunja (1709-1711).509 Al partir hacia Quito en 1711, el Visitador P. Sierra dejó como Vice Provincial del Nuevo Reino al P. Mimbela (1711-1713),510 y en 1713 es nombrado Provincial (1713-1716).511 Concluido su período, permaneció en Santafé512 dedicado al servicio de la Universidad Javeriana. En agosto de 1720 asumía el rectorado de la Universidad.513 Poco duraría al frente de la Academia santafereña, pues el 10 de septiembre de ese mismo año era elegido por la Congregación Provincial como Procurador ante Madrid y Roma (1721-1723).514 El 31 de diciembre de 1723 se hacía a la vela en Cádiz con una expedición misionera, y arribó a Cartagena el

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 1: “Minister”. Catálogo, 1691. Biblioteca de la Academia de la Historia. Ms. 149. Tratado de Astronomía, fol. 7v: “in hac civitate Sancta Fidensi die 23 augusti anno Domini 1691 Luna operuit solem, totaliter ut eum non videremus”. El 20 de octubre de 1693 iniciaba su curso de Cosmología (Biblioteca de la Academia de la Historia. Mss. 149), lo cual nos lleva a concluir que por lo menos había dictado antes el curso 1692-1693 según el modo ordinario de proceder de la Javeriana que el Profesor seguía con sus alumnos a lo largo de toda la Filosofía. Y para la Teología: En el fol. 1 del Prólogo al tratado De Essentia et attributis Dei dice: “Triennio interrumptum Scholasticarum institutionum pensum iterum cogor instaurare” (Ms. de la Academia de la Historia. Bogotá. Biblioteca Zaldúa). El día 4 de agosto de 1698 recibió el título de Doctor (José Abel SALAZAR. Los Estudios eclesiásticos superiores en el Nuevo Reyno de Granada, 764).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 38. Catálogo de 1702.

Creemos errados los cómputos de Cassani quien le asigna al P. Mimbela una estancia de 8 años (CASSANI. Historia de la Provincia, 613) e incluso 9 (CASSANI. Historia de la Provincia, 611) en Tunja. Nos consta de su rectorado por el Catálogo de 1713 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 113). De 1702 a 1709 ocupó el Rectorado de Tunja el P. Juan Martínez Rubio y falleció el 3 de septiembre de 1709 (ARSI. Historia Societatis. 50, fol. 85v). El único espacio hábil para el rectorado cierto del P. Mimbela corre obligatoriamente entre 1709 y 1711.

APT. Leg. 132, fols. 193-194: Carta del P. Tamburini al P. Mateo Mimbela. Roma, 3 diciembre 1711. Quizá los dos actos más significativos fueron la Congregación Provincial (ARSI. Congregationes Provinciales, t. 87, fol. 286 y ss.) y la pretendida renuncia a las Misiones ya asentadas (Antonio ASTRAIN. Historia de la Compañía de Jesús en la asistencia de España, VII, 452 y ss). ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 57. Catálogo Breve de 1711.

APT. Leg. 132, fol. 200. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 113. Catálogo de 1713.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 157. Catálogo de 1718.

APT. Leg. 132, fol. 247. Carta del P. Tamburini al P. Ignacio Meaurio. Roma, 13 de mayo de 1719. Ponemos el mes de agosto como inicio del rectorado porque el Provincial Francisco Antonio González entró a gobernar la Provincia el 5 de agosto (ARSI. Congregationes Provinciales, t. 88, fol. 322).

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508 509

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511 512 513

ARSI. Congregationes Provinciales, t. 88, fol. 322 y ss. CASSANI. Historia de la Provincia, 614 sostiene que al dejar el Provincialato fue nombrado Rector de Santafé. Sin embargo, en el Catálogo de 1718 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 186) aparece como Rector el P. Francisco Urbina. Pero en el Catálogo de 1720 sí reseña a Mimbela como Rector de la Javeriana (fol. 199). El 8 de enero de 1721 recibía el poder del P. Provincial para viajar a Europa (ANB. Notaría 3ª, t. 148 [año 1721] fol. 1). En 1722 estaba en Madrid (AGI. Santafé, 263). Sobre su actuación en Madrid (PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 195-198).

514


248

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19 de febrero de 1724.515 Y en Santafé transcurrieron los postreros 12 años de su vida.516 Su acción se centra en la dirección espiritual y en el cargo de Prefecto de Estudios.517 A la muerte del P. Francisco Méndez, acaecida el 3 de octubre de 1728,518 debió asumir el rectorado de la Universidad, hasta que llegó de Roma el nuevo gobierno (1728-1730).519 Durante el Provincialato del P. Francisco Antonio González (1730-1733) permaneció en su habitual dedicación a supervisar los estudios de la Javeriana,520 mas al fallecer este el 3 de noviembre de 1733521 se encargaba de nuevo el Provincialato (1733-1734) al P. Mimbela, pues estaba designado para sustituir “in casu mortis” del titular.522 Rector de la Universidad Javeriana (1734-1736)523 por haber fallecido el que venía designado, el P. Francisco Antonio González.524 La muerte le sorprendió en Santafé el 22 de abril de 1736, en el ejercicio de su cargo.525

AGI. Contratación, 5549. Expedición, 1723. Joseph STOECKLEIN. Der neue Welt-Bott. Mit allerhand Nachrichten dern Missionariorum Soc. Jesu. Allerhand so lehr- als geist-reiche Brief, Schrifften und ReisBeschreibungen, welche von denen Missionariis der Gesellschaft Jesu aus beyden Indien und andern über Meer gelegenden Ländern [...] in Europa angelangt seynd. Jetzt zum erstenmal, theils aus handschrifftlichen Urkunden, theils aus denen französischen Lettres édifiantes. Los tomos I-III fueron publicados en Ausburg-Gratz, Ph., M und J. Veith. Los IV y V en Wien, L. J. Kaliwoda, 1726-1761, 5 vols. Véase: Weltbott, n.º 283, p. 88. Carta del P. Francisco Javier Zephyris al P. Francisco Molindes. Latacunga, 9 de marzo de 1725.

515

516

En 1723 pedía al P. General ser exonerado de todo cargo de gobierno (APT. Leg. 132, fol. 268. Carta del P. Tamburini al P. Francisco Antonio González. Roma, 27 de marzo de 1723). Quizá esto pueda explicar el alejamiento del P. Mimbela de la dirección de la Provincia. Así parece confirmarlo la correspondencia del P. General con los Provinciales: en ninguna de las patentes enviadas de Roma a los nuevos superiores aparece su nombre; ni en el año 1723 (APT. Leg. 132, fol. 263-263v), ni en 1725 (APT. Leg. 132. Carta del 15 de diciembre de 1725) ni en 1729 (APT. Leg. 132, fol. 290-290v).

ANB. Notaría 3, t. 160 (1728), fol. 4v.

517

Archivo de la Provincia colombiana de la Compañía de Jesús. Libro Quinto de la Iglesia y Sacristía del Colegio de la Compañía de Jesús de Sancta Fe, fol. 189v.

Confirmación de su Rectorado: ANB. Notaría 3, t. 160 (Año 1729) fol. 62. Opinamos que su rectorado corrió desde la muerte del P. Méndez 3 de octubre de 1728 hasta el nombramiento del nuevo Rector, P. Diego de Tapia, que se llevó a cabo el 17 de enero de 1730 (APT. Leg. 132, fol. 301. Carta del P. Retz al P. Francisco Antonio González. Roma, 31 de diciembre de 1731).

518

519

ANB. Notaría 3, t. 160 (Año 1730) fol. 9.

520

521

Archivo de la Provincia colombiana de la Compañía de Jesús. Libro Quinto de la Iglesia y Sacristía del Colegio de la Compañía de Jesús de Sancta Fe, fol. 189v.

CASSANI. Historia de la Provincia, 616. Testimonios de su provincialato: APT. Leg. 132, fol. 335. Carta del P. Retz al P. Jaime López. Roma, 1 de enero de 1735. Enero de 1734 (ANB. Notaría 3, t. 158, fol. 434).

522

ANB. Notaría 3ª, t. 160 (1734) fol. 31. Diciembre de 1734. Ejerció el rectorado de la Javeriana de 1735 hasta su muerte. (Archivo de S. Bartolomé. Libro de grados: 1733-1756, fols. 20-25). ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 226. Catálogo de 1736.

523

APT. Leg. 132, fol. 352. Carta del P. Francisco Retz al P. Francisco Antonio González. Roma, 15 de septiembre de 1733.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 288. Supplementum primi et secundi catalogi Provinciae Novi Regni Societatis Jesu confectum a 6 martii 1736 ad 2 junii 1737.

524

525


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249

Su primer rectorado de la Javeriana fue breve pues, aunque lo asumió en agosto de 1720,526 ese mismo año sería elegido para representar a la Provincia en Madrid y Roma.527 Por un testimonio del Provincial de los Agustinos de Bogotá, sabemos que en 1720 tanto el orden de los estudios como la asistencia a clase de alumnos y profesores era asidua, y al parecer el nivel era bueno.528 42. Francisco Javier Urbina. Este segundo período correría desde el año 1721 al año 1723.529 Pensamos que la Cátedra de Sagrada Escritura se debió iniciar en octubre de 1722, pues el 27 de marzo de 1723 le contestaba el P. General al Provincial, mostrando su satisfacción por “el nuevo entable” de la cátedra de Escritura, y solicitaba que tuviera clase diaria al modo de los Colegios de Europa.530 Sin embargo, en 1723 se reiteraba una preocupación de las autoridades de Roma con respecto a la “falta de Latinidad” entre los jóvenes estudiantes y apelaban a la falta del criterio de selección a la hora de admitir candidatos a la Compañía de Jesús, así como también a la indulgencia de los examinadores a la hora de fijar sus calificaciones.531 Y, como es natural, las

526

APT. Leg. 132, fol. 247. Carta del P. Tamburini al P. Ignacio Meaurio. Roma, 13 de mayo de 1719. Ponemos el mes de agosto como inicio del rectorado porque el Provincial Francisco Antonio González entró a gobernar la Provincia el 5 de agosto (ARSI. Congregationes Provinciales, t. 88, fol. 322).

527

ARSI. Congregationes Provinciales, t. 88, fol. 322 y ss.

528

AGI. Santafé, 404. Escribía el Provincial: “En el trabajo han sido constantísimos los lectores y catedráticos siguiendo en cada año nueve meses y medio de continuas lecciones, supliendo a los catedráticos enfermos porque en nada se falte al régimen y distribución”. Citado por: SALAZAR. Los estudios eclesiásticos, 658.

Juan Manuel PACHECO. “La Universidad Javeriana de Santafé de Bogotá durante la época colonial”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit.). La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, Universidad Católica del Táchira, I (1991) 128.

APT. Leg. 132, fol. 259. Carta del P. Miguel Angel Tamburini al P. Francisco Antonio Gonzalez. Roma y Marzo 27 de 1723: “He tenido gusto con el nuevo entable de la Cathedra de Escritura. Solo, que me parece muy poco el que se lea solo una vez por semana: desseo que se entable, si puede conseguirse, con leccion cuotidiana de media hora, y por el mismo espacio de tiempo, se tengan una vez cada semana conferencias o repetición al modo que se exsecuta en los Collegios de Europa donde esta entablada”.

529

530

APT. Leg. 132, fol. 266v-267. Carta del P. Miguel Angel Tamburini al Padre Francisco Antonio González. Roma y Marzo 27 de 1723 (Quinta Carta). “La segunda cosa que se me avisa, y en que deseo una total enmienda, es la falta de Latinidad en Nuestros Hermanos estudiantes; de donde se sigue necesariamente el poco aprovechamiento en las facultades superiores. Temome, que la ansia de hacer gente y de tener recivos sea la causa de este desorden […]. Tengo por necessario, que haga V. R. un serio encargo con carta circular ordenada a este solo fin […] y siendo entre estas la principal la Latinidad de nuestros Scholares, cargara V. R. las conciencias de los examinadores sobre que no aprueben a los que no supieren la Gramatica, de suerte que en el año que tiene destinado la Compañía después de el Bienio, no solo sean capaces de perfeccionarse en ella, sino adelantarse en la Retorica y Letras humanas”.

531


250

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deficiencias en la lengua latina significaban una simetría a la hora de poder comprender la bibliografía y la literatura tanto filosófica como teológica. 43. Francisco Antonio González (1668-1733).532 Este jesuita nacido en Jerte [Cáceres], Diócesis de Plasencia, el 28 de marzo de 1668, ingresó en la Compañía de Jesús, en Madrid, el 19 de mayo de 1685533 y atravesó el Atlántico, siendo ya sacerdote, en la expedición de 1694.534 Poco sabemos de sus primeros años en tierras americanas, pero es de loar que se dedicara en Cartagena a la atención de los negros que venían del África.535 Su carrera administrativa se inicia cuando es llamado por el P. Mateo Mimbela para el cargo de Secretario de Provincia (1713-1716).536 Su ascenso en el escalafón sería rápido: Rector del colegio venezolano de Mérida (1716-1720).537 Provincial del Nuevo Reino (1720-1723).538 En 1730 asumiría de nuevo tan importante tarea539 y su gestión concluiría con su muerte, acaecida el 3 de noviembre de 1733.540 Rector de la Universidad Javeriana de 1723 a 1726.541 Durante su primer trienio de provincial se estatuyó la Cátedra de Sagrada Escritura.542 44. Francisco Méndez (1670-1728).543 Es curiosa la biografía de este jesuita nacido Pamplona (Colombia), el 17 de diciembre de 1670, e ingresado en la Compañía de Jesús en Tunja el 9 de julio de 1693, después de haber obtenido el Magister in Philosophia y estudiado un año de Teología.544 Habiendo sido destinado a la Isla de Santo Domingo, ejerció el cargo de

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 321-323.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 77. Catálogo de 1711. Herman GONZÁLEZ O. “González, Francisco Antonio”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, II (2001) 1781.

532 533

AGI. Santafé, 250: “Nº. 6. Francisco Antonio González, sacerdote, natural de Gerte, obispado de Plasencia, de edad de 27 años”.

534

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 57v. Catálogo Breve de 1711: “operarius Aethiopum”.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 113. Catálogo de 1713.

Catálogo de 1718 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 180v) y 1720 (fol. 217). El Libro de Consultas recoge las actuaciones del P. Francisco Antonio González desde el mes de diciembre de 1716 hasta el 1 de marzo de 1719 (AUCAB. Libro de Consultas, fol. 33v-42). Lamentablemente el documento salta del 1 de marzo de 1719 a enero de 1721.

535 536 537

538

ARSI. Congregationes Provinciales, t. 88, fol. 322. Para el trienio: PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 192-209.

APT. Leg. 132, fol. 301. Para su segundo período, véase (PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 225-245).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 261. Catalogus defunctorum Provinciae Novi Regni ab anno 1733 usque ad mensem Augusti anni 1735.

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540

ANB. Notaría-3, t. 151 (1723) fol. 201. APT. Leg. 132, fol. 263v.

541

PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 415.

542

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 448-449.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 213. Catálogo de 1720.

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Rector del colegio jesuítico (1711-1716).545 Regresado a tierra firme, ejerció el rectorado del colegio de Cartagena (1720-1723)546 y a continuación asumió la alta dirección de la Provincia del Nuevo Reino (1723-1724).547 Como Rector de la Universidad Javeriana se inició en 1726548 y, en el ejercicio de sus funciones, la muerte le salió al encuentro el 3 de octubre de 1728.549 45. Mateo Mimbela. Sustituye al P. Francisco Méndez en el cargo hasta que llegó de Roma el nuevo gobierno (1728-1730).550 En 1729 le advertía el P. Miguel Ángel Tamburini al Provincial del Nuevo Reino que las cátedras de cánones adolecían de dificultades difíciles de superar.551 Dentro del ámbito universitario se celebraban las grandes solemnidades de muy diversas formas. Aunque en diciembre de 1726 fueron canonizados por Benedicto XIV dos jóvenes jesuitas, Luis Gonzaga y Estanislao de Kostka, en la capital santafereña se celebrarían esas festividades en 1729. Según el historiador José Cassani, se aplicó el Rector “a solemnizar esta festividad con el mayor lucimiento, como a expensas de sus fatigas lo consiguió, aplaudiendo con luces, con instrumentos, con fuegos, con sermones y con el mayor aparato esta función”.552

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 98v. Sobre sus actuaciones en Santo Domingo, véase José Luis SÁEZ. “Los jesuitas en el Caribe insular de habla castellana (1575-1767)”. En: Paramillo, 16 (1997) 58-59. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 118v. Catálogo de 1713 y (fol. 137) Catálogo de 1715. Antonio VALLE LLANO. La Compañía de Jesús en Santo Domingo durante el período hispánico. Ciudad Trujillo (1950) 318.

APT. Leg. 132, fol. 247-248. Carta del P. Tamburini al P. Meaurio. Roma, 13 de mayo de 1719.

APT. Leg. 132. Sin foliar. Carta del P. Tamburini a Francisco Méndez. Roma, 15 de diciembre 1725. PACHECO. Los Jesuitas en Colombia, III, 210-214.

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ANB. Notaría 1ª, t. 140 (1726) fol. 157. En 1728 actúa como testigo del testamento del arzobispo Francisco de Mendigaña y Armendáriz (SÁEZ. “Los jesuitas en el Caribe insular de habla castellana (1575-1767)”, 59. Roberto TISNES. “Mendigaña: Ultimos años y actuaciones de un arzobispo de Santo Domingo que no lo fue”. En: Clío, XXVI: 113 [1958] 114-115).

548

Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 105. Libro de la Sacristía del colegio de Tunja, fol. 150. Archivo de la Provincia de Colombia. Libro Quinto de la Iglesia y Sacristía del Colegio de la Compañia de Jesus, de Santa Fe [...]. Año 1701. Fol. 189v.

Confirmación de su Rectorado: ANB. Notaría 3, t. 160 (Año 1729) fol. 62. Opinamos que su rectorado corrió desde la muerte del P. Méndez 3 de octubre de 1728 hasta el nombramiento del nuevo Rector, P. Diego de Tapia, que se llevó a cabo el 17 de enero de 1730 (APT. Leg. 132, fol. 301. Carta del P. Retz al P. Francisco Antonio González. Roma, 31 de diciembre de 1731).

APT. Leg. 132, fol. 295. Carta del P. Miguel Angel Tamburini al P. Diego de Tapia. Roma, 10 de junio de 1729. “Siento los atrasos de los estudios de cánones en el colegio de Santafé. Veo lo escrupuloso de la materia; mas al mismo tiempo veo ser el remedio sumamente dificultoso, siendo como son los catedráticos personas tan condecoradas, con quienes los medios fuertes nunca sirven de otra cosa que de daño. Y más, si como puede acontecer, se dieren por ofendidos los señores de esta audiencia, el señor obispo y esa Iglesia Catedral. Váyase V. R. en este punto con muchísimo tiento y con esperas muy largas”.

Joseph CASSANI. Historia de la Provincia de la Compañía de Jesús del Nuevo Reyno de Granada en la América. Madrid (1741) 615-616.

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Y el diarista Vargas Jurado anotará: “Este año [1729] fueron las fiestas de San Luis Gonzaga en la Compañía de Jesús, y después los toros”.553 46. Diego de Tapia (1666-1740).554 Hermano de los PP. Andrés de Tapia, egregio maestro en las aulas javerianas555 y Matías de Tapia, escritor,556 representa la iniciativa antioqueña en el manejo de los asuntos administrativos y gerenciales. Tras una estancia en las Misiones de Casanare en torno al año 1691,557 a partir del año 1702 se vincularía a la dirección de los colegios de: Mompox (1702-1709),558 Mérida (1710-1713)559 (1715-1716)560 y Tunja (17211723).561 En un orden superior de gestión se desempeñó como Secretario de Provincia (1716-1720)562 y como Provincial (1726-1730).563 Rector de la Universidad Javeriana de 1730 a 1734.564 En 1733 –escribía el General de la Orden al Provincial– la cátedra de Sagrada Escritura “está muy caída, y que ya no se tienen aquellas públicas funciones de ella que se hacían antes”.565 También debemos señalar que en ese mismo año el General de la Compañía hacía hincapié en las deficiencias en el estudio de las humanidades: “nuestros hermanos estudiantes, con sola una medianía de gramática y sin saber poesía y retórica, son señalados para los estudios mayores de filosofía y teología”. También critica la

J. A. VARGAS JURADO. “Tiempos coloniales”. En: Eduardo POSADA y Pedro María IBÁÑEZ. La Patria boba. Bogotá, Biblioteca de Historia Nacional (1902) 13.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 661-663.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial. Bogotá, CEJA (2002) 313.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 663-665.

A pesar de que el Catálogo de 1702 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 42v) no hace alusión a este ministerio, sin embargo, si lo reseñan los posteriores: Catálogo de 1711 (fol. 82); Catálogo de 1718 (fol. 157); Catálogo de 1736 (fol. 226).

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ANB. Notaría 2, t. 91(1702-1703) fol. 108v; t. 98 (1709) fol. 195. ANB. Curas y Obispos, t. 20, fol. 344. Su residencia en Mompox es anterior a su rectorado (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 42v).

558

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 82: “ViceRector a die 2 januarii 1710”. En 1713 se inicia como Rector el P. Nicolás de Aguilar (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 117v).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 135v. Catálogo de 1715. Su segundo rectorado merideño lo interrumpió al ser llamado por el Provincial P. Ignacio de Meaurio para ejercer el cargo de Secretario de la Provincia en 1716 (PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 174).

Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 105. Libro de la Iglesia y Sacristía del Colegio de Tunja, fol. 129v-130. (El lapso recogido va de mayo de 1721 a septiembre de 1723).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 157. Catálogo de 1718. En la Congregación Provincial de 1720 asiste en su calidad de Secretario de la Provincia (ARSI. Congregationes Provinciales, t. 88, fol. 322). A fines de 1716 debió visitar el colegio de Mérida (AUCAB. Libro de Consultas, fol. 34. Consulta del mes de enero de 1717.

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 215-224. El 12 de marzo de 1727 visitaba como Provincial, en compañía del P. Carlos Anisson, la hacienda de Tocaría (ANB. Curas y Obispos, t. 8, fol. 690).

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APT. Leg., 132, fol. 289v; 301. ANB. Notaría 3, t. 169 (1733) fol. 41. Durante el año 1734 aparece firmando y presidiendo como Rector los actos de grado de la Javeriana (Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados: 1733-1756, fols. 1-19).

APT. Leg. 132, fol. 331v. Carta del P. Retz al P. Francisco Antonio Gonzalez. Roma, 15 de septiembre de 1733.

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actitud de algunos profesores que se contentan con repetir lo que enseñaron en años anteriores e incluso de no bajar a clase. Y añade: “Todo esto, si es así, cede en perjuicio[s] no pequeños de nuestros estudios y de nuestros estudiantes. De V. R. las providencias que juzgare más convenientes para el efectivo remedio”.566 47. Mateo Mimbela. Rector de la Universidad Javeriana (1734-1736)567 por haber fallecido el que venía designado, el P. Francisco Antonio González.568 La muerte le sorprendió en Santafé el 22 de abril de 1736 en el ejercicio de su cargo.569 48. Francisco Cataño (1678-1755).570 Nació en Medellín (Colombia) el 14 de julio de 1678571 e ingresó en la Compañía de Jesús, en Tunja, el 21 de abril de 1700, después de haber concluido sus estudios de Filosofía y Teología.572 Fundamentalmente la biografía de este jesuita antioqueño se debe interpretar a la luz de dos grandes coordenadas: la Universidad Javeriana (1710-1730) y Santafé de Bogotá. Como rector hay que hacer referencia a su rectorado en el Colegio Mayor de San Bartolomé (1726-1729)573 y a su nombramiento como Rector del colegio de Las Nieves a su regreso de Europa (1738-1743),574 para pasar después a San Bartolomé (1743-1751).575

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APT. Leg. 132, fol. 324. Carta del P. Francisco Retz al P. Francisco González. Roma, 15 de septiembre de 1733: “y que en algunos maestros no hay el celo y aplicación que se requiere, repitiendo en formales términos las materias de otros, y a veces no bajando a la clase, sino dando el cartapacio al hermano bedel para que dicte”.

ANB. Notaría 3ª, t. 160 (1734) fol. 31. Diciembre de 1734. Ejerció el rectorado de la Javeriana de 1735 hasta su muerte (Archivo de S. Bartolomé. Libro de grados: 1733-1756, fols. 20-25). ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 226. Catálogo de 1736.

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APT. Leg. 132, fol. 352. Carta del P. Francisco Retz al P. Francisco Antonio González. Roma, 15 de septiembre de 1733.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 288. Supplementum primi et secundi catalogi Provinciae Novi Regni Societatis Jesu confectum a 6 martii 1736 ad 2 junii 1737.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 202-204.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 59v. Catálogo de 1711. Hijo de Francisco Cataño Ponce de León, teniente general de Antioquia y alcalde de Medellín y de María de Castrillón (ANB. Notaría 2ª, t. 92, fol. 104).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 41. Catálogo, 1702. Figura entre los alumnos ilustres del colegioseminario de San Bartolomé (Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la Historia de la Educación en Colombia. Bogotá, III [1976] 78). Daniel RESTREPO. El colegio de San Bartolomé. Bogotá, I (1928) 120-121.

573

José RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”. En: Revista Javeriana. Bogotá, XXXVIII (1952) 98.

574

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 271v. Catálogo, 1738.

575

RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”, 99. Asiste a la Congregación Provincial de 1750 como Rector de San Bartolomé (ARSI. Congregationes Provinciales, t. 90, fol. 162). Catálogo Breve, 1751 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298v).

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En noviembre de 1729576 fue elegido Procurador ante Madrid y Roma, y allí permanecería hasta 1735.577 Ocupó el rectorado de la Universidad Javeriana a la muerte del P. Mateo Mimbela (1736-1738).578 En 1736 se recibían con agrado en la ciudad eterna los buenos informes sobre el Colegio San Bartolomé y por el número de estudiantes que llegaban al centenar.579 Asimismo insistía que la rigurosidad de los exámenes aplicados a los jesuitas debía extenderse a los estudiantes externos pues, al parecer, el rigor de exigencia hacía que algunos fueran a graduarse al Colegio del Rosario.580 En 1737, gracias a las gestiones del P. Antonio Naya, consiguió el Colegio Máximo la introducción de la Imprenta en el Nuevo Reino de Granada.581 49. Jaime López (1680-1759).582 Nació en Cartagena (España) el 25 de julio de 1680583 y debió ingresar en la Compañía de Jesús en Valencia el 1º de abril de 1704, después de haber concluido los estudios de Filosofía y 3 años de Teología.584 Atravesó el Atlántico en la expedición de 1705.585 Dos

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APT. Leg. 132, fol. 313. Debió salir de Cartagena el 12 de julio de 1730 (ANB. Miscelánea, t. 56, fol. 543. Carta del P. Mimbela al Obispo de Pamplona. Santafé, 2 agosto de 1730).

AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1735. Al llegar a Bogotá se residenció en el Colegio Máximo de Santafé (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 226. Catálogo, 1736).

577

Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados: 1733-1758, fol. 25-61v.

APT. Leg. 132, fol. 342. Carta del P. Francisco Retz al Provincial del Nuevo Reino. Roma, 15 de septiembre de 1736: “Las noticias del Real Seminario de San Bartolomé me son muy gustosas, así por el buen estado de esa casa, como por el copioso número de sus convictores, que dice V. R. que llegan a ciento”.

APT. Leg. 132, fol. 342. Carta del P. Francisco Retz al Provincial del Nuevo Reino. Roma, 15 de septiembre de 1736: “Las noticias del Real Seminario de San Bartolomé…”.

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580

ANB. Miscelánea, t. 68, fol. 441. Representación del P. Antonio Naya, Procurador General de la Provincia, con respecto a 3 cajones de imprenta dirigidos a este Colegio Máximo, 1737. Eduardo POSADA. Bibliografía bogotana. Bogotá (Biblioteca de Historia Nacional, XVI), I (1917) 441442. Luis A. CUERVO. “El primer año de la Imprenta en Santafé”. En: Boletín de Historia y Antigüedades. Bogotá, 30 (1943) 874-877. Véase también: Revista Javeriana. Bogotá, 20 (1943) 245-247. Álvaro GARZÓN MARTHA. Historia y catálogo descriptivo de la imprenta en Colombia (1738-1810). Bogotá, Gato Gemelos Comunicación, 2008.

581

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 383-385.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 86. Catálogo, 1711. Creemos que es un lapsus calami la fecha que da el Catálogo de 1720: 22 de abril de 1682 (fol. 222). Las fechas de los demás Catálogos son aproximativas: 1713: 32 años (fol. 118v); 1718: 38 años (fol. 161v); 1736: 57 años (fol. 226); 1753: 73 años (fol. 312).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 86. Catálogo, 1711. Con todo, señalan el 22 de abril los Catálogos de 1736 (fol. 226) y 1738 (fol. 264) con la particularidad de que el Catálogo de 1736 se redactó siendo él provincial. Sin embargo, en la patente expedida por el P. Juan Bautista Arcayna, Rector del colegio de Valencia, el 6 de abril de 1704 certifica que el H. Jaime López pertenece a la Compañía de Jesús. Su llegada a Sevilla data del 20 de abril de 1704 (AGI. Contratación 5548. Expedición de 1705).

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AGI. Contratación, 5548. Expedición de 1705: “Joseph Jaime López, natural de Cartagena de Levante, obispado de dicha ciudad, theologo de quatro años, su hedad veinte y cuatro años”; “de buen cuerpo, barva rubia”.

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períodos netamente diferenciados definen la estancia americana de este jesuita cartagenero. El primero se desarrolla en la Isla de Santo Domingo, al principio como profesor de gramática en 1713586 y más adelante como catedrático de filosofía y teología.587 En 1723 regresa al continente y abandona la docencia universitaria para dedicarse de lleno al cursus honorum. Rector de Honda, durante dos períodos consecutivos (1723-1730),588 Rector de Cartagena (1730-1733),589 Rector nuevamente de Honda (1743-1745),590 Rector del Colegio Mayor de San Bartolomé (1751-1754).591 También había sido Provincial del Nuevo Reino (1733-1738).592 Rector de la Universidad Javeriana de 1738 a 1743.593 El 18 de octubre de 1743, un terremoto dejó la cúpula tan maltrecha que fue necesario descargarla y reconstruirla desapareciendo la cúpula en madera “y obteniendo así la cuarta versión de cúpula para el edificio”.594

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 118v. Catálogo, 1713. En 1715 (fol. 137) ya había concluido su docencia humanística. En 1719 tiene que enfrentar un pleito con el oidor por causa de su hijo Diego de Cereceda (José Luis SÁEZ. “Universidad Real y Pontificia Santiago de la Paz y de Gorjón en la Isla Española (1747-1767)”. En: José DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, I [1991] 193-194).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 222. Catálogo, 1720: “Docuit Grammaticam et Philosophiam. Modo Theologiam”. Antonio VALLE LLANO. La Compañía de Jesús en Santo Domingo durante el período hispánico, 317. Y en la página 201: “Alguna reputación como teólogo gozó el Padre Jaime López y él […] y algún otro aparecen frecuentemente en el papeleo de negocios y pleitos, o envueltos en algún grave disgusto con las autoridades”. José Luis SÁEZ. “Los jesuitas en el Caribe insular de habla castellana (1575-1767)”. En: Paramillo, 16 (1997) 51-53, recoge el enfrentamiento del P. López con el oidor Sebastián de Cereceda y Girón.

APT. Leg. 132, fol. 263-264. Carta del P. Tamburini al P. Francisco Antonio González. Roma, 27 de marzo de 1723. APT. Leg. 132, sin foliar. Carta del P. Tamburini al P. Francisco Méndez. Roma, 15 de diciembre de 1725. Testimonios de su Rectorado: 5 de marzo de 1728 (ANB. Curas y Obispos, t. 20, fol. 291). 12 de septiembre de 1729 (ANB. Temporalidades, t. 11, fol. 688).

APT. Leg. 132, fol. 301. Otros testimonios: 12 de marzo de 1731 (ANB. Curas y Obispos, t. 20, fol. 363). Fue Rector hasta 1733 (ANB Notaría 3, t. 169 [1733] fol. 41).

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ANB. Conventos, t. 75, fols. 248-252. ANB. Curas y Obispos, t. 51, fol. 607-611. Para los incidentes entre don José Palacio y Valenzuela y los jesuitas de Honda (PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 280-284).

590

RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”, 99-100. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 312. Catálogo de 1753.

APT. Leg. 132, fol. 352. Carta del P. Francisco Retz al P. Francisco A. González. Roma, 15 septiembre de 1733. Una amplia información del provincialato del P. López: PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 246-256.

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ARSI. N. R. et Q.,4, fol. 264. Catálogo, 1738. Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados: 1733-1756, fols. 61v-95. En 1743 residía en Santafé (Felipe Salvador GILIJ. Ensayo de Historia americana, IV, 169).

593

594

Gloria ZULUAGA. “Estudio cronológico para la interpretación constructiva del tempo de San Ignácio de Bogotá”. En: Allan R. BREWER-CARÍAS, Alberto BAUMEISTER TOLEDO y Pedro NIKKEN (Coords.). Libro homenaje al P. José del Rey Fajardo sj. Caracas, Editorial Jurídica Venezolana, I (2005) 52.


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50. Tomás Casabona (1678-1756).595 Había atravesado el Atlántico en la expedición de 1705.596 Había nacido en Valencia el 23 de diciembre de 1678.597 En diciembre de 1702, se traslada de Barcelona a Madrid, cuando cursaba el tercer año de teología a fin de preparar su viaje a Indias.598 Fue profesor de Filosofía en la Universidad Javeriana (1710-1713)599 pero al concluir su docencia cambió la Academia por la administración educativa. Fue Rector en los colegios de: Las Nieves (1713-1715),600 Pamplona (1715-1724),601 dos veces de Tunja (1724-1727)602 (1733-1738),603 y en 1738 recibía el nombramiento de Provincial del Nuevo Reino, misión que desarrollaría entre los años 1738 y 1743.604 Los últimos años transcurren en la capital del Nuevo Reyno,605

595

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 184-187.

AGI. Contratación, 5548. Expedición de 1705. “No. 8. El Padre Thomas de Casabona, Sacerdote natural de Valencia, Arzobispado de dicha ciudad de hedad de veinte y cinco años poco más o menos de buen cuerpo, trigueño, pelo negro”.

596

No hay unanimidad ni en el día ni en el año de nacimiento: a) Los Catálogos de la Provincia de Aragón coinciden en señalar el 1678 como año de nacimiento, sin embargo indican el 23 de diciembre (1693, 1696) o el 13 de diciembre (1700) como día natal (URIARTE-LECINA. Biblioteca, II, 138). b) Los Catálogos del Nuevo Reyno coinciden en señalar el 1679 como año de nacimiento y el 21 de diciembre como día natal (ARSI. N. R. et Q., 4., fols. 59v, 118, 136v, 216, 230, 264, 304).

Bartolomé GARCÉS FERRA. “Relación de jesuitas de la Provincia de Aragón enviados a Indias en los siglos XVII y XVIII”. En: Revista de Indias. Madrid, VIII (1947) 530. [En el Ms. Dimissi, Defuncti et Missi ad Indias et ad alias Provincias, p. 226, nº. 96]. Sin embargo, la patente de viaje expedida por el P. Francisco Badea, rector del colegio de Barcelona, el 26 de diciembre de 1702, llegó a Sevilla el 19 de enero de 1703 (AGI. Contratación, 5548. Expedición de 1705).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 57. Catálogo Breve, 1711. El Catálogo de 1720 (fol. 118) dice que enseñó 3 años Filosofía. Según nuestros cálculos habría dictado el curso entre 1710 y 1713.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 118. Catálogo, 1713 y Catálogo de 1715 (fol. 136v).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 160v. Catálogo, 1718; Catálogo de 1720 (fol. 216). Testimonios de su Rectorado. 13 de diciembre de 1719 (ANB. Temporalidades, t. 17, fol. 15v). 20 de marzo de 1720 (ANB. Asuntos Eclesiásticos, t. 3, fol. 272); 8 de septiembre de 1720 (ARSI. Congregationes Provinciales, t. 88, fol. 322). Fue ratificado en su cargo en 1720 por el P. General, Miguel Angel Tamburini (APT. Leg. 132, fol. 247v. Carta del P. Tamburini al P. Ignacio Meaurio. Roma, 13 de mayo de 1719).

APT. Leg. 132, fol. 263v. Carta del P. Tamburini al P. Francisco Antonio González. Roma, 27 de marzo de 1723.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 264. Catálogo de 1738. En la carta de Gobierno enviada de Roma (APT. Leg. 132, 5a. Carta. Roma, 25 septiembre 1733) se señala al P. José Gumilla como Rector de Tunja. No sabemos por qué razones el autor de El Orinoco ilustrado siguió en las misiones y consecuentemente el P. Casabona fue designado por el Provincial para el cargo. El P. General aprobó el cambio (APT. Leg. 132. Carta del P. Francisco Retz al P. Jaime López. Roma, 15 de septiembre de 1736. 2ª Carta).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 264. Catálogo, 1738. Su provincialato se extiende hasta 1743 (ANB. Notaría 3, t. 182, fols. 282). Testimonio de 1740: Carta de D. Dionisio Martínez de la Vega al P. Tomás Casabona. Panamá, 27 octubre 1740 (ANB. Caciques e indios, t. 12, fols. 1-2). Para su provincialato, véase: PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 259-266.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 304. Catálogo de 1753.

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donde le sorprendió la muerte el 6 de octubre de 1756.606 Es de lamentar que se haya perdido su manuscrito intitulado Historia de las conquistas de españoles y descubrimientos de naciones, y reducciones de infieles en el río Orinoco, a cargo de la Religión de la Compañía, por el Padre Juan Rivero y Thomas de Casabona.607 Rector de la Universidad Javeriana de 1743 a 1751.608 Durante su rectorado recibió la donación de unas casas en Cádiz.609 En la década de los años 40, el escultor Pedro Laboria610 se vinculó en cierta manera en la Javeriana para seguir enriqueciendo la obra artística de la Iglesia de San Ignacio. El artista andaluz había venido a Santafé, traído por Cristóbal de Vergara.611 “Hizo para la Compañía el Rapto del señor San Ignacio, a señor San Javier, a señor San Borja y a señor San José”. A ellas “habría que añadir las de San Joaquín, Santa Ana y San Luis Beltrán”.612 Pero la obra más excepcional es la “Capilla del Rapto”, que reconstruye de forma prodigiosa el hecho histórico que vivió el fundador de los jesuitas en Manresa (España). Para su descripción artística nos remitimos a la fina sensibilidad del P. Eduardo Ospina, que la plasmó en su artículo “Un joyel artístico”.613 51. Pedro Fabro [Le Febvre] (1698-1758).614 Dentro de las personalidades que laboraron en el rectorado de la Universidad Javeriana hubo modalidades interesantes que, a nuestro juicio, enriquecieron la visión que debía tener la cabeza máxima de tan ilustre corporación. Una de ellas es la

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 345. Supplementum 1i. et 2i. Catalogui Provinciae Novi Regni Societatis Jesu confectum a 30 junii 1756 ad 31 decembris ejusdem anni 1756. Vargas Jurado dejó escrito en la p. 44 de su Diario: “Hoy 6 de octubre [...] murió el P. Tomás de Casabona S. J. hombre justo y muy penitente. El entierro fue ostentoso, con mitra de pontifical y deán y cabildo; fomentó y gastó lo que tuvo en el altar del Sr. S. José, cuya estatua costeó con lo demás que tiene”.

Archivo Nacional de Chile. Jesuitas, 446. Inventario de la biblioteca de la Procura de la Provincia del Nuevo Reyno, hecho a raíz de la Expulsión de 1767.

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Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados: 1733-1756. Aparece el P. Casabona como Rector ya en abril de 1743 (fols. 101v-102) y permanece en el cargo hasta por lo menos abril de 1751 (fol. 142v). ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298. Catálogo Breve, 1751. Otros testimonios: 11 de mayo de 1744 (ANB. Real Audiencia, t. 13, fol. 23). 28 de julio de 1746 (ANB. Temporalidades, t. 23, fol. 253). 6 de julio de 1748 (AGI. Santafé, 409). 1 de agosto de 1749 (ANB. Real Audiencia, t. 13, fol. 183).

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ANB. Temporalidades, 23, fol. 253. Tomás Casabona, Rector del Colegio Máximo, 30 de mayo de 1746 recibe una donación de unas casas en Cádiz.

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Luis Alberto ACUÑA. Historia extensa de Colombia. Vol. 20, t. III: La escultura. Bogotá, Ediciones Lerner (1967) 185-189.

J. VARGAS JURADO. Diario, 19.

VARGAS JURADO. Diario, 18.

Eduardo OSPINA. “Un joyel artístico. La Capilla del Rapto en la Iglesia de San Ignacio”. En: Ximénez de Quesada. Bogotá, 1 (1953) 64-67.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 264-1758. F. KIECKENS. “Les enciens Missionaires belges de la Compagnie de Jésus dans les deux Amériques”. En: Precis Historiques, n.º 30, p. 149. Willem AUDENAERT. Prosopographia iesuitica belgica antiqua. Lovaina-Heverlee, II (2000) 60.

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de este jesuita flamenco en quien distinguimos tres facetas distintas: la del intelectual, la del aventurero y la del alto gerente. Había nacido el 4 de enero de 1698 en Oudenard (Flandes),615 e ingresado en la Compañía de Jesús el 4 de octubre de 1715,616 en Malinas, después de haber estudiado 6 años de humanidades.617 Sus estudios teológicos los cursó en Lovaina, de 1726 a 1730,618 y de tan prestigiosa universidad pasó a Roma en donde en 1733 era asistente del P. Ignacio Pien (1681-763) en el colegio Romano.619 De la ciudad eterna debió regresar a Bélgica, donde enseñó Sagrada Escritura.620 Cuando atravesó el Atlántico en 1735,621 al parecer, dejaba en el viejo continente sus inquietudes intelectuales para arrostrar retos nuevos en un mundo nuevo. Llegado al Nuevo Reino trabajó en las Misiones de Casanare de las que fue Superior (1736-1738).622 En 1744 emprendía un reto al parecer imposible: penetrar en la difícil región del Darién,623 territorio al que pudo llegar en octubre de 1745.624 Mas, las graves dificultades que padecieron él y el P. Salvador Grande les obligaron a abandonar aquel escenario misional en 1746.625 En 1746 finalizaba su etapa de aventurero para ingresar al del cursus honorum: Provincial del Nuevo Reino (1747-1751).626 Y en 1757 sería elegido por la Congregación Provincial para representar a la Provincia ante las cortes

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 235v. Catálogo de 1736. “Aldenardensis”.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 235v.

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ARSI. Flando-Belga, 36, p. 60: “In collegio Mechelinensi. Novitius Scholaris. Studuit humanitates 6”.

ARSI. Flando-Belga, 37, fol. 51. Estudia 4 año de Teología.

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ARSI. Romana, 102, fol. 99v. El P. Pien fue profesor en Amberes de Filosofía y en Lovaina de Teología y Sagrada Escritura. Desde 1731 se radicó en Roma (SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jésus, VI, 727-733).

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El testimonio de la docencia en Sagrada Escritura lo ofrecen los catálogos de la Provincia del Nuevo Reino desde 1736 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 235v), lo cual evidencia que dicho magisterio tuvo que llevarse a cabo en Europa. Y evidentemente tuvo que ser anterior a su salida de Lovaina para Sevilla, 5 de abril de 1734 (AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1735).

AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1735: “El Padre Pedro Fabure, sazerdote natural de Adenarda, obispado de Gante en Flandes, de edad de treinta y siete años, blanco y rubio, ojos azules, delgado y mediano de cuerpo”.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 273. Catálogo de 1738.

ANB. Curas y Obispos, t. 20, fols. 133-134. Carta del P. Angel María Manca al Virrey don Sebastián de Eslava. Santafé, 30 de julio de 1744.

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ANB. Milicia y marina, t. 135, fols. 295-296. Carta de los PP. Fabro y Grande al Presidente de Panamá. Río de Caimán, 28 de octubre de 1745.

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ANB. Virreyes, t. 19, fol. 1022. Carta del Virrey Sebastián de Eslava a la Audiencia de Santafé. Cartagena, 1 de agosto de 1746.

ANB. Notaría 2, t. 112 (1747-1748), fol. 40v. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298. Catálogo Breve de 1751.

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de Madrid y Roma.627 Lamentablemente la muerte le sorprendería en la capital de España el 8 de diciembre de 1758, en el ejercicio de su misión.628 Rector de la Universidad Javeriana de 1751 a 1754.629 Por la correspondencia de este jesuita flamenco deducimos que no todo marchaba bien por esos años en los claustros universitarios neogranadinos. Las cátedras de Cánones de la Universidad Javeriana atravesaban por un momento difícil a causa del incumplimiento de los catedráticos. Esta situación la aprovechó el Provincial, Pedro Fabro, para solicitar en Madrid que se diera licencia para que pudieran uno o dos miembros de la Compañía, leer una o dos cátedras de Cánones, función que estaba reservada a profesores seglares quienes accedían a ellas por concurso y, una vez posesionados, no cumplían adecuadamente con sus obligaciones. Pero en la misma solicitud plantea el Rector de la Javeriana otro problema universitario que causaba permanente malestar en los medios académicos: Ya casi se ha establecido en la Universidad que la Religión de Santo Domingo tiene en esta ciudad de Santafé el conferir grados de doctor así en teología como en sagrados cánones, sin los cursos que deben tener los estudiantes y sin la suficiencia necesaria, y con esta facilidad de poder graduar, descaecen y han descaecido notablemente las letras y su aplicación. Para obviar daño de la mayor consideración no han sido bastantes los remedios que se han practicado, y que ha podido sugerir la prudencia y discreción religiosa, por lo qual se vale la Compañía de la suprema autoridad de V. M. Solicitando con las más ansiosas y más rendidas súplicas el eficaz remedio, como solicitarán, con las mismas veras, los mencionados procuradores.630

52. Ignacio Ferrer (1694-1759).631 La biografía americana de este ignaciano nacido en Olot (Gerona) el 14 de febrero de 1694632 la absorben fundamentalmente Bogotá y Caracas. Había atravesado el Atlántico en la

ARSI. Congregationes Provinciales, t. 92, fols. 115 y ss.

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ARSI. Historia Societatis, 53. AGI. Santafé, 409. Memorial del P. José Pagés.

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Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados, fols. 151-153. El Libro recoge sus actuaciones entre 1752 y 1754. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 304. Catálogo de 1753.

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ANB. Curas y Obispos, 20. fols. 13-14. Representación del P. Pedro Fabro al Rey. Bogotá, abril 23 de 1751.

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DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 274-277.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 304. Catálogo de 1753. Hemos elegido la información de este Catálogo porque al ser elaborado durante su provincialato las fechas adquieren mayor validez. Las diferencias son pequeñas ya que el Catálogo de 1736 (fol. 236v) pone como fecha de nacimiento el 13 de febrero y como ingreso el 16 de mayo.

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expedición de 1723.633 En la capital colombiana se desempeñaría como catedrático tanto de Filosofía como de Teología (1728-1735).634 En 1735 abandona la capital del Virreinato y se traslada a Caracas para dedicarse a las tareas fundacionales de un colegio jesuítico que se cierra en 1747.635 Aunque pueda parecer extraño al lector desprevenido el desplazamiento de dos profesores de la Universidad Javeriana a la lejana Caracas, es sin embargo necesario valorar las dimensiones del proyecto. Al iniciarse el siglo XVIII, la Compañía de Jesús neogranadina iba a replantearse de nuevo su vocación caribeña y atlántica. En 1696 se había llevado a cabo la división de la Provincia del Nuevo Reino y Quito en sus dos entidades constitutivas.636 De esta suerte, el Nuevo Reino se deslastraba de sus obligadas concepciones andinas y puede comenzar a dar respuesta a su vocación guayanesa, caribeña y venezolana. Dentro, pues, de la concepción geo-política de la Compañía de Jesús, la ciudad de Santo Domingo, en la Isla La Española, asumía una fundamental importancia estratégica, pues, el 26 de septiembre de 1701, había otorgado el nuevo monarca español, Felipe V, una Real Cédula por la que entregaba a la Compañía de Jesús el Seminario de Santo Domingo con sus rentas, cátedras y cargas.637 Esta decisión real formulaba una nueva racionalización de los espacios geográficos jesuíticos y volvía a asumir vital importancia el enclave en el Caribe insular. De igual forma se concebía a Caracas como un polo de desarrollo que debiera favorecer las incipientes misiones del Orinoco, consolidar las aspiraciones fundacionales de Maracaibo y proyectarse hacia las islas del Caribe, e incluso anexar la misión de Curazao.638 Y como telón de fondo AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1723: “9. Padre Ygnacio Ferrer, sacerdote natural de Olot en Cataluña, de edad de 29 años, delgado de cuerpo, moreno, ojos y pelo negro”.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 236v. Catálogo de 1736: “Docuit Grammaticam, Philosophiam et Theologiam”.

En 1735 recurre el Provincial P. Jaime López al P. Ignacio Ferrer para que defienda al P. Bernardo Rotella, misionero del Orinoco, acusado de contrabando (ANB. Reales Cédulas, t. 9, fol. 838. Carta del P. Jaime López al Oidor José Martínez Malo. Santafé, junio 27 de 1737). La estancia la confirman los Catálogos de 1736 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 236v) y 1738 (fol. 274). En noviembre de 1746 escribía el P. Ferrer un Memorial resignando los bienes de la fundación en manos del Sr. Obispo (AGI. Santo Domingo, 716. Testimonio sobre fundación de Caracas. N.º 1. El mismo Documento se encuentra en: ANCh. Jesuitas, 211).

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Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 228-234. José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la Provincia de Quito. Quito, I (1941) 299-305.

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El texto lo copia: Antonio VALLE LLANO. La Compañía de Jesús en Santo Domingo durante el período hispánico. Ciudad Trujillo (1950) 113-115. José Luis SÁEZ. “Universidad Real y Pontificia de Santiago de la Paz y de Gorjón en la Isla Española (1747-1767)”. En: José DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, I (1991) 188-190.

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APT. Leg. 132. [sin foliar] Carta del P. Francisco Retz al Provincial del Nuevo Reino. Roma, 15 de septiembre de 1736. En la 5a carta decía: “Y si bien todo esto parece satisfacer V. R. y los consultores de Cartagena, ni me basta el parecer de estos, ni asiento muchos de sus motivos

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la implantación de estudios universitarios tanto en Santo Domingo como en la capital venezolana.639 Reintegrado al claustro javeriano en 1747,640 su vida académica solamente se vería interrumpida por su ascenso al Provincialato del Nuevo Reino (1751-1754).641 Falleció en la Hacienda de Tena (Cundinamarca) en diciembre de 1759.642 Rector de la Universidad Javeriana de 1754 a 1757.643 53. José Molina (1689-¿?).644 Con este jesuita nacido en Medellín, retorna a la cabeza de la Universidad Javeriana el grupo antioqueño que tan grandes servicios prestó a la cultura colombiana. Estamos ante una biografía en la que se dan cita las más variadas virtudes académicas, espirituales y sociales pues, con toda razón, la sintetiza Pacheco en la siguiente frase: “Era muy instruido en letras y de mucha virtud y gran predicador”.645 Nació en Medellín (Colombia) el 19 de marzo de 1689 e ingresó en la Compañía de Jesús el 15 de abril de 1709.646 Todos sus estudios superiores los realizó en la Universidad Javeriana: como alumno de San Bartolomé no solo obtuvo el Magister Philosophiae, sino que cursó dos años de Teología ni a las utilidades que se le presentan a V. R.”. Y en la 6a. carta, de la misma fecha, sin foliar, añade: “Y finalmente nada menos que practicadas son las otras utilidades que V. R. apunta, de la cercanía de Caracas a muchas islas de Barlovento, y especialmente a Curazao, cuya misión (que ya no hay) juzga V. R. pudiera agregarse a esa provincia. Ella está tan falta de sujetos que apenas puede cumplir con sus obligaciones y el extenderse en muchas islas y emprender muchas y distantes entre si, solo es abarcar mucho y apretar poco”.

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José DEL REY FAJARDO. Entre el deseo y la esperanza: los jesuitas en la Caracas colonial. Caracas, Universidad Católica Andrés Bello, 2004.

Archivo de San Bartolomé Nacional. Libro de Grados: 1733-1756, fol. 129v.

Actuaba como Provincial el 20 de agosto de 1751 (ANB. Temporalidades, t. 22, fol. 652). Catálogo Breve de 1753 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 300). Y en diciembre de 1754 fungía como Provincial el P. José Molina (ARSI. Congregationes Provinciales, t. 92, fol. 115). Para el Provincialato: PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 335-342.

Biblioteca Nacional de Bogotá. Sección Manuscritos. Mss. 105. Libro de la Iglesia y Sacristía del Colegio de Tunja, fol. 163.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 347. Catálogo Breve de 1756. Archivo de San Bartolomé Nacional. Libro de Grados: 1733-1756, fols. 159 y 162.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 476-479.

PACHECO. “Los jesuitas de la Provincia del Nuevo Reino de Granada expulsados en 1767”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 3 (1953) 46.

No existe unanimidad en cuanto a la fecha natal. Señalan: 1) el 19 de marzo de 1689 como día natal los Catálogos de: 1711 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 71); 1736 (fol. 234v); 1753 (fol. 304v); 1763 (fol. 358). 2) 19 de marzo de 1668: Catálogo de 1718 (fol. 159); 1720: (fol. 200). En cuanto al día de ingreso a la Compañía de Jesús: 1) 15 de abril de 1709. Catálogo de 1711 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 71); 1713 (fol. 114v); 1736 (fol. 234v); 1738 (fol. 272v); 1753 (fol. 304v); 1763 (fol. 358). 2) 15 de abril de 1708. Catálogo de 1718 (fol. 159); 1720 (fol. 200). Nos inclinamos por la fecha de 1709 porque pronunció sus Votos del Bienio en Tunja el 16 de abril de 1711 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 75v. Supplementum primi et secundi Catalogui Colleg. et domus Probationis Tungensis ab anno 1696). Ingresó en el Colegio de San Bartolomé el 15 de octubre de 1704 (Archivo de San Bartolomé. Libro de colegiales, fol. 123v).

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(1704-1709),647 y como jesuita completó las exigencias de su currículum de las ciencias teológicas (1711-1713) a la vez que en la Facultad de Lenguas dictaba la clase primera de Gramática.648 De su aporte científico hablaremos más adelante. Como hombre de gobierno tuvo bajo su dirección los colegios más emblemáticos que dirigían los jesuitas en el Nuevo Reino de Granada. De 1738 a 1743 rigió los destinos del colegio-seminario de San Bartolomé649 para seguir de inmediato al colegio-noviciado de Tunja (1743-1751), centro de espiritualidad y de formación de todos los jesuitas neogranadinos.650 En 1754 asumía la máxima responsabilidad en la gerencia de la Provincia del Nuevo Reino de Granada y su provincialato se extendió hasta el año 1757.651 A partir de 1763 aparece en el colegio bogotano de Las Nieves,652 donde le sorprendió la expulsión de 1767.653 No pudo seguir a los demás jesuitas al destierro por enfermo.654 Ignoramos la fecha de su muerte. Su producción escrita teológica se desarrollo en el ramo de la Teología Escolástica. Y culminaría su gestión administrativa con el rectorado de la Universidad Javeriana (1754-1761).655 El 25 de enero de 1761 se inauguró el camarín de Nuestra Señora de la Luz en la “Compañía chiquita”, que hoy pertenece al Museo colonial.656 La obra artística fue realizada por el H. Jorge Puyó y costeada en su totalidad por el virrey don José Solís; su costo fue de 900 pesos.657 54. Manuel Román (1696-1766).658 Sin lugar a dudas que el rectorado más llamativo de la Universidad Javeriana fue el del P. Manuel Román pues su trayectoria vital se desarrolló en la gran Orinoquia (1729-1761).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 71. Catálogo de 1711.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 68. Catálogo Breve de 1711.

José RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”. En: Revista Javeriana. Bogotá, XXXVIII (1952) 99: enero de 1739, abril de 1743. Sin embargo, el Catálogo de 1738 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 272v) lo incluye como Rector de San Bartolomé. Biblioteca Nacional de Bogotá. Ms. 257, entre los fols. 12 y 13 dos hojas sin numerar, 1742.

En 1749 era Rector de Tunja (AGI. Santafé, 398. Informe del Padre José Molina a favor de los Hermanos de San Juan de Dios).

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 342. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 347. Catálogo Breve de 1756. ARSI. Congregationes Provinciales, t. 92, fol. 115.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 358. Catálogo de 1763.

Juan Manuel PACHECO. “Los jesuitas de la Provincia del Nuevo Reino de Granada expulsados en 1767”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 3 (1953) 46.

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ANB. Miscelánea, t. 90, fol. 1: “por su edad y enfermedades a nuestro entender no pueden seguir la marcha de los demás”.

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ARSI. Congregationes Provinciales, t. 92, fol. 115 y ss. Asiste el 16 de agosto de 1757 como Rector de la Javeriana.

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J. A. VARGAS JURADO. Diario, 56-57.

ANB. Miscelánea, 63, fol. 291.

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DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 595-599.


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Junto con el P. José Gumilla, son los grandes descubridores de los mundos míticos de los hombres y las tierras orinoquenses, y a su obra hay que remitirse para poder entender la personalidad histórica y territorial de la gran Provincia de Guayana.659 Entre 1744 y 1749 la historia de la Orinoquia viviría el inicio de una gran transformación. Cuatro grandes acontecimientos cambiarían la visión y las estrategias misionales en el gran río venezolano: la publicación en Madrid, en 1741, de El Orinoco ilustrado escrito por el P. José Gumilla; el descubrimiento del Casiquiare por el P. Manuel Román (1744);660 el mapa de Rotella (1747), que hoy es el primer testimonio gráfico del Orinoco guayanés y no andino;661 y el extermino caribe en la zona media del Orinoco gracias a los guaypunabis traídos por el P. Manuel Román en 1746. Después de su estancia en Santafé, se desempeñaría como Rector del colegio de Tunja (1763-1766).662 Habiendo regresado al río Orinoco le sobrevino la muerte el mismo año de 1766, en la pequeña población de La Urbana.663 De forma sorpresiva este jesuita misionero orinoquense es designado como Rector de la Universidad Javeriana el año 1761664 hasta el 1763.665 No es fácil explicar esta decisión de la autoridad jesuítica neogranadina pero, sin lugar a dudas, era la mejor personalidad científica para dar respuesta a las exigencias de la ilustración, con el fin de interpretar los grandes potenciales de recursos que dormían en los espacios inéditos de la Orinoquia. Por unos apuntes de Antonio Margallo sabemos que “el 10 de septiembre de 63 cayó la copa de la media naranja de la Compañía. Y no hizo daño por estar ya prevenidos”.666 Sin embargo, por Carlos Arbeláez Camacho tenemos conocimiento de que “el violento terremoto de 1763 destruyó totalmente la cúpula la cual se reconstruyó aunque con bastante lentitud”.667

Véase: José DEL REY FAJARDO. Los jesuitas en Venezuela. Tomo V: Las Misiones germen de la nacionalidad. Caracas-Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 2007.

AIUL. Papeletas: Román, Manuel. “Descubrimiento de la comunicación del Orinoco con el Marañón y Relación que hace el P. Manuel Roman de su viaje de Carichana al Río Negro: desde el 4 de febrero hasta el 15 de octubre de 1744”.

Museo Naval de Madrid. Manuscrito, 320. Allí reposan tanto el “Mapa de Guayana” como las “Noticias sobre la geografía de la Guayana”. Caicara, abril primero, año de 1747.

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ARSI. Congregationes Provinciales, t. 92, fol. 106.

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Giuseppe BOERO. Menologio di pie memorie d’alcuni religiosi della Compagnia de Gesù che morirono in virtu e santitá per Giuseppe Antonio Patrignani e continuate [...] per Giuseppe Boero. Roma, II (1859) 243.

AGI. Santafé, 395. Carta de la Audiencia al Rey. Santafé, 28 de septiembre de 1763.

664

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 349. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 412-413. José Abel SALAZAR. Los estudios eclesiásticos superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810). Madrid (1946) 680.

Enrique TOBAR Y TOBAR. “Antigüallas curiosas en Santafé y Bogotá”. Bogotá, 7 (1929) 81.

Gloria ZULUAGA. “Estudio cronológico para la interpretación constructiva del tempo de San Ignácio de Bogotá”, 52. Véase: Jesús Emilio RAMÍREZ. Historia de los terremotos en Colômbia. México (1968) 69-72.

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55. Domingo Scribani (1707-1769).668 También sorprende la trayectoria de este jesuita italiano que había nacido en Piacenza (Italia) el 21 de septiembre de 1707, e ingresado en la Compañía de Jesús el 2 de febrero de 1725 en Novellara.669 Aunque había enseñado retórica en la Facultad de Lenguas de la Javeriana en 1736,670 sin embargo, podemos visualizar su vida americana en una primera fase netamente misional en Casanare, pues su estancia se extiende de 1738671 hasta 1751, fecha en que concluyó su superiorato iniciado en 1747.672 Habiendo regresado a la vida citadina, fue Rector de Tunja (17511754)673 y en Bogotá enseñó Derecho Canónico en torno al año 1756.674 Es nombrado Provincial del Nuevo Reino (1757-1763).675 De inmediato fue elegido como Procurador ante las cortes de Madrid y Roma (17641766).676 De nuevo en tierras colombianas fue designado como Rector de Tunja (1766-1767).677 Su paso por el rectorado de la Universidad Javeriana fue muy breve: diciembre de 1763-febrero de 1764.678 56. Manuel Zapata (1709-1777).679 Había nacido en Medellín el 16 de enero de 1709 y había estudiado la carrera de Artes como colegial de San Bartolomé.680 Gran parte de su actividad la dedicó a la fundación del colegio

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 641-642.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 307v. Catálogo de 1753. G. KRATZ. “Gesuiti italiani nelle missioni spagnuole al tempo dell’expulsione (1767-1768)”. En: Archivum Historicum Societatis Iesu. Roma, 11 (1942) 44. Pertenecía a la Provincia Véneta.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 226v. Catálogo de 1736.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 273v. Catálogo de 1738.

En 1748 ya era Superior (GILIJ. Ensayo de Historia americana, IV, 392). Y en 1751 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 299). Sobre su residencia habitual de Tame (AGI. Santafé, 408. Memorial del Padre Pedro Ignacio Altamirano, Procurador General de Indias, al Consejo de Indias, presentado el 30 de octubre de 1753).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 300v. Catálogo Breve de 1753. Para los problemas de este nombramiento (PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 338-339).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 347. Catálogo Breve de 1756.

VARGAS JURADO. Diario, 47. ARSI. Congregationes Provinciales, t. 92, fol. 106.

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Bernardo RECIO. Compendiosa relación de la cristiandad de Quito. Madrid (1947) 569. “Era éste [...] de tan acreditado talento que fue dos veces, una tras otra, provincial de Santafé. Era italiano, hijo de Parma, muy bien parecido y entendido, y como tal halló cabida con la reina madre doña Isabel, la Parmesana”.

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PACHECO. “Los jesuitas de la Provincia del Nuevo Reino de Granada expulsados en 1767”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 3 (1953) 48.

Juan Manuel PACHECO. “La Universidad Javeriana de Santafé de Bogotá durante la época colonial”. En: José DEL REY FAJARDO (Edit). La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, I (1991) 129.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 743-744.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 237. Catálogo de 1736. Había ingresado, como convictor, en el Colegio-Seminario de San Bartolomé el 7 de octubre de 1722 (Archivo de San Bartolomé. Libro

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de Maracaibo (1736-1751).681 Habiéndose reintegrado a la zona colombiana, rigió los colegios de Antioquia (1751-1754),682 Pamplona (1754-1757)683 y Mérida (1757-1759).684 Rector de la Universidad Javeriana de 1764 a 1767.685 En 1765 solicitaba ante la Audiencia la primacía de la Javeriana en las conclusiones de final de curso.686 57. Nicolás Candela (1712-1782).687 Nació en Castalla (Valencia), el 6 de diciembre de 1712,688 e ingresó en la Compañía de Jesús el 23 de abril de 1735,689 en el Puerto de Santa María.690 Había estudiado toda la carrera de Filosofía y un año de Teología.691 Atravesó el Atlántico en la expedición de 1735692 que se hizo a la vela el 28 de mayo bajo la dirección del P. Ignacio

para assentar todos los colegiales, que ay, y van entrando en este real Colegio Mr. y Seminario de San Bartolomé. Corre desde el primero de enero de 1702, fol. 139).

Catálogo de 1736 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 237); 1738 (fol. 274); 1751 (fol. 299). Su estancia ininterrumpida la seguimos a través de algunos documentos fundamentales: ANCh. Inventario del Archivo de la Residencia de Maracaibo, fol. 24v. Era Superior en 1736. Allí permanecía en 1742 (fol. 28v); en 1746 (AUCAB. Libro de Consultas, fol. 77v. Consulta del 24 de noviembre de 1746) y en 1750 (ARSI. Congregationes Provinciales, t. 90, fol. 166). El 27 de agosto de 1752 certificaba don Francisco Miguel Collado que “conozco de trato, vista y comunicación a los Padres de la Compañía de Jesús de la Residencia de esta ciudad, Andrés García, Superior actual de ella, y su antecesor el Padre Manuel Zapata, de la misma Compañía, Rector electo del Colegio de Antioquia, quienes residieron en esta ciudad el tiempo de mi gobierno” (AHN. Jesuitas, 127/28). El gobierno de don Francisco Miguel Collado corrió de 1746 a 1751. José DEL REY FAJARDO. Virtud y letras en el Maracaibo hispánico. Caracas, 2003.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 312. Catálogo de 1753.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 347v. Catálogo Breve de 1756.

En el Libro de Recibo que comienza a primero de marzo de 1749 (AAM. Caja Única) se reseñan sus actividades desde octubre de 1757 (fol. 39v) hasta abril de 1759 (fol. 44v). También se recoge el pago del Viático del viaje en 1759 (AAM. Seminario. Caja 1. Inventario de los papeles del Archivo del colegio San Francisco Javier, fol. 14v).

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ANB. Colegios, t. 1, fol. 503 y ss. En abril de 1762 residía en la Universidad Javeriana (ANB. Curas y Obispos, t. 43, fol. 23).

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ANB. Colegios, t. 1, fol. 503 y ss. Manuel Zapata, rector del colegio maximo y de la Universidad Javeriana, solicita primacia en la defensa de sus conclusiones de fin de curso: 1765.

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DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 174-176.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 231. Catálogo de 1736. Hijo de José Candela y Esperanza Bernabeu (AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares de la Compañia del nombre de Jesus pertenecientes a la Provincia de Sta. Fee de Bogota venidos en diferentes Navios. N.º 79).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 231.

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AHN. Jesuitas, 827/2. n.º 79. Filiacion de los Regulares.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 354. Catálogo de 1763. Estudió “extra” 3 años de Filosofía y 1 de Teología. Le otorgamos pleno valor a este catálogo ya que como Secretario del Provincial tuvo que elaborarlo él personalmente.

AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1735: “35. Hermano Nicolas Candela, estudiante philosofo de veinte y dos años, natural de Castalla arzobispado de Valencia, pequeño de cuerpo, hoyoso de viruelas, y un lunar al lado ysquierdo de la barba”.

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de Meaurio.693 Llegado al Nuevo Reino, tuvo que dirigirse de inmediato a Tunja para poder llevar a cabo su formación del noviciado.694 Nos llama la atención que recibiera la ordenación sacerdotal el 5 de mayo de 1736, siendo todavía novicio.695 Si la Filosofía la había cursado en España, en la Universidad Javeriana de Bogotá completaría sus conocimientos teológicos (1737-1738).696 A partir de 1739 se vincula a la Universidad Javeriana como profesor de Gramática en la Facultad de Lenguas697 y en 1741 es enviado al novel colegio de Antioquia para idénticos fines.698 El último Rector de la Universidad Javeriana colonial había dedicado lo mejor de sus talentos a la prosperidad de la Academia, en su etapa de catedrático. Fue Secretario de la Provincia durante la gestión del P. José Molina (1754-1757)699 y a partir de ese momento siguió la ruta de gran parte de los profesores javerianos: la gerencia educativa. Rector de Pamplona (1757-1762)700 y Tunja (1763-1767).701 Falleció en Gubbio (Italia) el 5 de abril de 1782.702 En 1767 había sido nombrado Rector de la Universidad Javeriana y en ese cargo le sorprendió la expulsión de Carlos III, el 1º de agosto de 1767.703

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Agustín GALÁN GARCÍA. El Oficio de Indias de los jesuitas de Sevilla 1566-1767, 313.

AHN. Jesuitas, 827/2. n.º 79. Filiacion de los Regulares. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 224v. Catálogo Breve de 1736. Su noviciado tuvo que concluirlo el 23 de abril de 1737.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 287v. Supplementum primi et secundi Cathalogi Provinciae Novi Regni Societatis Jesu confectum a 6 Martij 1736 ad 2 Junij 1737.

AHN. Jesuitas, 827/2. n.º 79. Filiacion de los Regulares.

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AHN. Jesuitas, 827/2. n.º 79. Filiacion de los Regulares.

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José DEL REY FAJARDO y Felipe GONZÁLEZ. Los jesuitas en Antioquia 1727-1767. Aportes a la historia de la cultura y el arte. Bogotá, Pontificia Universidad Javriana (2008) 169.

PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 342-346. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 347. Catálogo Breve de 1756.

699

AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares de la Compañia del nombre de Jesus pertenecientes a la Provincia de Sta. Fee de Bogota venidos en diferentes Navios. N.º 79.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 354. Catálogo de 1763. AHN. Jesuitas, 827/2. n.º 79. Filiacion de los Regulares.

Archivio Vescovile. Registro dei Morti. Catt., n.º 27, p. 125: 1782, aprile 5. Rev. D. Nicolaus Candela de Valentia Hispanus ex Jesuita muore a 76 anni. Viene sepolto in Cattedrale.

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AHN. Jesuitas, 827/2. n.º 79. Filiacion de los Regulares. PACHECO. “Los jesuitas del Nuevo Reino de Granada expulsados en 1767”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 3 (1953) 27-28.

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C a p í t u l o VI

El Director de Estudios Superiores

El primero del que tenemos noticia es del P. Juan Manuel (c.1589-1647),1 jesuita madrileño pero educado en Granada.2 Atravesó el Atlántico en la expedición de 1612 y para entonces había estudiado por completo la carrera de Filosofía y dos años de Teología.3 Entre los compañeros de viaje se encontraba el P. Antonio Agustín (1562-1636),4 que venía a fundar los estudios jesuíticos de Teología en el Nuevo Reino y junto a quien concluiría su formación intelectual. Juan Manuel fue un talento universal, docto y cultivador de las ciencias5 e incluso la astrología.6 También fue un excelente

José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos. Bogotá, Editorial Pontificia Universidad Javeriana (2006) 414-417.

Pedro DE MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de Colombia, I (1957) 451.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 13. Memoria de Padres y hermanos que en la flota que se despacho este año de 612 para tierra firme fueron en compañia del Padre Luis de Santillan a la provinçia del Nuevo Reino de Granada en la nao nombrada Nuestra Señora de los Remedios. “Padre Juan Manuel natural de Madrid, arzobispado de Toledo hijo del doctor Perez Manuel y de Doña Maria de Medina, de hedad de 25 años, ocho de compañia, tres de artes y dos de teologia, ordenado de todas ordenes a titulo de ir a las Indias”.

José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 79-81.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 457: “Tuvo opinión todo el Reino de que era el hombre más docto que había en toda la provincia y aun fuera de ella, y así le enviaban de muy lejas [sic] tierras casos muy graves y enmarañados para que los desatase con su sabiduría [...] y así acudían a él en cualquiera materia que se dificultaba por ser universal en todas las facultades y ser como un archibo de todas las ciencias”.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 459.

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conocedor de la lengua chibcha.7 Su cargo de Prefecto de Estudios de la Universidad Javeriana se extendió de 1636 a 1641.8 El P. Jerónimo Escobar (1596-1673)9 es uno de los grandes intelectuales que ilustraron a las generaciones javerianas, y su instrucción se extendió durante cuatro décadas. Su imagen como teólogo la describiremos al hablar de la Cátedra de Prima. Había llegado a Bogotá en 1637 y la capital colombiana le absorbería los casi 40 años de su vida como profesor de Teología escolástica.10 En diversas oportunidades asumiría la tarea de Director de Estudios pero la primera se inició el año de 1642 y se prolongó hasta el 1645.11 Este difícil cargo lo enfrentó el “catedrático santo” basado en el diálogo personal tan fecundo para el alumno12 y por la autoridad moral que su docencia había labrado en la intelectualidad santafereña.13 Damián Buitrago (c.1596-1650).14 Nació en Toledo (España) hacia 159615 e ingresó a la Compañía de Jesús en Villarejo de Fuentes (Cuenca) el 5 de octubre de 1612.16 Atravesó el Atlántico en la expedición que dirigió el P. Juan Antonio Santander en 1618.17 Representa una nueva concepción de la visión del jesuita neogranadino, en el que se integran los conocimientos

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 452: “El celo por la salvación de las almas de los indios le obligó a que aún siendo estudiante aprendiese su dificilísima lengua, y habiéndola sabido con perfección la tuvo muy grande en ser operario de los indios en el Colegio de Tunja”.

Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados de la Universidad Javeriana, fol. 6, 61. El 20 de mayo de 1636 firmaba en calidad de “Praefectus Studiorum” junto con el P. Rodrigo de Figueroa un caso de moral (ANB. Miscelánea, 54, fol. 507).

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DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 254-258.

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Se puede verificar este aserto por las dataciones que ofrecen sus numerosos escritos. Todos los catálogos son contestes de esta docencia.

Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados de la Universidad Javeriana, fol. 111v y ss.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 200-201: “En bajando de su cátedra se quedaba al poste (que llaman) para responder a las dificultades que sus discípulos le proponían cumpliendo esta distribución con la misma exacción que guardaba en el leer. Al tiempo de pasar los hermanos estudiantes acudía al lugar diputado para este ejercicio y soltaba las dudas que se le ofrecían, no sólo a los teólogos sino también a los filósofos, porque a todos ayudaba y enseñaba su caritativa docilidad”.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 201: “sino también porque fue como un sol en este nuevo orden que a todos alumbraba, y como un oráculo a quien preguntaban todos. Concurriendo de todas partes muchos a preguntarle casos de conciencia […] y a todos satisfacía con mucha doctitud”.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 146-149.

ARSI. N. R. et Q. 3, fol. 53v. (46 años. Catálogo de 1642); fol. 83v (53 años. Catálogo de 1649).

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 83v. Catálogo de 1649. José Luis SAEZ. “Los jesuitas en el Caribe insular de habla castellana (1575-1767)”. En: Paramillo, 16 (1997) 23-25. José Luis SÁEZ. “Buitrago, Damián de”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, I (2001) 568-569.

DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos relativos a la Historia de la Compañía de Jesús en Venezuela, III, 19: “philosofo de Toledo de veynte y tres años, hijo de Gonzalo Buytrago y Beatriz de Rivera, a oydo curso de artes”.

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Capítulo VI. El Director de Estudios Superiores

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teológicos, los compromisos de gobierno y la disponibilidad irrestricta al servicio de la Compañía de Jesús. El primer tramo de su biografía lo dedicó a los indígenas de Duitama18 pero en 1633 es llamado a Bogotá para encargarse del rectorado del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1633-1639).19 Regresaría a la capital santafereña para desempeñar el cargo de Director de Estudios mayores en la Javeriana (1646 y 1647).20 En 1650 fue enviado con el P. Andrés de Solís y el H. Días a Santo Domingo21 y allí falleció, víctima de la peste, el 10 de marzo de 1651.22 El P. Esteban Arrótegui (1604-1654)23 nació en Murcia (España) en 1604, e ingresó a la Compañía de Jesús el 25 de abril de 1621.24 Estudió en España todo el currículum filosófico y teológico.25 En 1631 atravesó el Atlántico en la expedición del P. Baltasar Mas, siendo ya sacerdote.26 Es una personalidad inédita en la historia de la Compañía de Jesús en el Nuevo Reino. El 23 de septiembre de 1641 ya aparece en el claustro de la Universidad Javeriana,27 en donde regentaría la cátedra de teología.28 La carencia de información sobre este ignaciano nos impide descubrir las virtudes que le llevaron a regentar el cargo de Prefecto de Estudios de 1648 a 1651.29 Falleció en Bogotá el 2 de agosto de 1654.30

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 338. Quizá debió regresar a Bogotá pues en 1630 pronuncia allí sus últimos votos (SÁEZ. “Los jesuitas en el Caribe insular”, 24) y también recibe una carta del General de la Orden: ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium, fol. 328v. Carta del P. Mucio Vitelleschi al P. Damián Buitrago. Roma, 6 de febrero de 1630. En 1632 aparece como Superior de Duitama (ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium, fol. 98v. Carta del P. Mucio Vitelleschi a Damián Buitrago. Roma, 30 de enero de 1633).

José RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”. En: Revista Javeriana. Bogotá, XXXVIII (1952) 92.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 343. Archivo del Colegio San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fundada en el Colegio de la sagrada Religion del dulce nombre de Iesus desta ciudad de Sanctafe; en que se escriven y assientan los examenes que se hazen a los estudiantes en ella y sus aprovaciones y grados que se dan en las sciencias y facultades de Artes y sagrada Theologia, en conformidad de las Bulas y breves Apostolicos y Cedulas Reales concedidas a la dicha Religion y sus Colegios. Siendo Secretario della Alonso Rodriguez Vernal, por título de los superiores de la dicha Religion, el qual mando hacer e hizo este libro. Fol. 143.

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 232-234.

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ARSI. Historia Societatis, 48, fol. 30v. DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 343 dice que falleció en 1650 “de la peste general que infestó la costa de Cartagena e Islas de Barlovento”.

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DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 110-111.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 92. Catálogo de 1649.

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Agustín GALÁN GARCÍA. El Oficio de Indias de los jesuitas de Sevilla 1566-1767. Sevilla, Fundación Fondo de Cultura de Sevilla, Colección <Focus>, n.º 8 (1995) 242.

26

Agustín GALÁN GARCÍA. El Oficio de Indias de los jesuitas de Sevilla 1566-1767. Sevilla, Fundación Fondo de Cultura de Sevilla, Colección <Focus>, n.º 8 (1995) 242.

Archivo del Colegio San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fol. 62.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 49v. Catálogo de 1642.

Archivo del Colegio San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fols. 144 y 156v.

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ARSI. Historia Societatis, 48, fol. 126r.

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La crisis que vivió la Provincia del Nuevo Reino en la década 1650165831 quizá explique el silencio con que las fuentes ignoran este cargo entre 1652 y 1657. A partir de 1658 reasume el cargo de Prefecto de Estudios el P. Jerónimo Escobar hasta el año de 1671.32 Es evidente que el sabio catedrático de Prima Theologia tuvo que afrontar esta nueva responsabilidad por la reestructuración que tuvo que sufrir la Provincia del Nuevo Reino tras la hecatombe de los 63 jesuitas desaparecidos en tan poco tiempo. Un excelente teólogo fue el santafereño Martín de Eusa (c.1631-1693).33 Educado en su totalidad en la Universidad Javeriana,34 a ella le dedicaría lo mejor de su vida en las diversas cátedras de teología.35 El haber tenido que viajar a Panamá para poder recibir la ordenación sacerdotal de manos del obispo de Nicaragua, el filósofo don Alonso Briceño,36 significó un cambio ideológico en su carrera docente pues desde entonces se convirtió en un ferviente discípulo de Duns Escoto. Esta apertura a otra visión filosóficoteológica juzgamos que fue provechosa para la Javeriana pues abrió los horizontes tradicionales de “Escuela” y la hizo más universal. Sus funciones de Prefecto de Estudios se desarrollaron entre el año 1672 hasta el año 1678.37 Una serie de circunstancias extrañas motivó una alternancia en la alta dirección académica de la universidad jesuítica santafereña entre los años 1678 y 1680. Al partir para Madrid y Roma el P. Antonio Maldonado, en 1678 regresaría al cargo el P. Martín de Eusa pero, a su vez, este tendría que abandonar Bogotá en 1680,38 pues en un sermón predicado en la catedral el 28 de junio se sintió aludido el Presidente don Francisco Castillo de la Concha; este lo desterró a Cartagena.39

ANB. Curas y obispos, 36, fol. 317. Representación del P. Gaspar Cujía a la Audiencia de Santafé. Santafé, 12 de abril de 1658. Allí informa que la Provincia había perdido 63 jesuitas.

31

Libro de la Universidad, fol. 332. ARSI. N. R. et Q., 5. Catálogos Breves: 1659-1671.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 260-263.

En 1651 era “Metaphisicus” (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 116v). El catálogo de 1655 (fol. 116v) afirma: “Studuit 3 an. Phil. et 4 Theol.”.

APT. Fondo Astráin. Leg. 5. Letras annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Contienen los años de 1691, 92 y 93. Fol. 43: “Volvio a esta corte donde acabada su tercera [probación] lo pusieron a leer la 3ª catedra de Teologia, q. es la de moral y prosiguio leyen las otras hasta la de prima”.

APT. Fondo Astráin. Leg. 5. Letras annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Contienen los años de 1691, 92 y 93. Fol. 43: “Por estar en sede vacante este arzobispado, lo enviaron los superiores a la ciudad de Panamá donde recibió los sacros órdenes, y hizo tanto aprecio de el Padrse el Illustrisimo Sr. Briseño, obispo entonces en aquella ciudad, q. le presentó dos tomos que había sacado su Señoría sobre Escoto”.

Libro de la Universidad, fol. 390.

Libro de la Universidad, fol. 429. Desterrado en 1680 por un sermón.

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AGI. Santafé, 531. Real Cédula de 18 de junio de 1683. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II (1962) 268.

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Capítulo VI. El Director de Estudios Superiores

271

Breve sería la primera presencia del cartagenero Antonio Maldonado (c.1631-1687)40 en la Prefectura de Estudios de la Universidad Javeriana. Designado en 1678 para el cargo,41 se vio obligado a renunciar para representar a la Provincia del Nuevo Reino ante las cortes de Madrid y Roma.42 Esta importante misión lo mantendría fuera de Colombia durante tres años (1678-1681).43 Toda su carrera intelectual la llevaría a cabo en la Academia de San Francisco Javier, primero como estudiante,44 y después como catedrático recorrería todo el currículum filosófico45 y teológico.46 Con la salida intempestiva del P. Martín de Eusa, vino a hacerse cargo de la Prefectura de Estudios el P. Pedro Calderón (c.1638-1708).47 Para más información sobre esta figura cultural del Nuevo Reino nos remitimos a los capítulos referentes a los Rectores y a los catedráticos de las diversas Facultades. Calderón había atravesado el Atlántico en la expedición de 165848 y todos sus estudios superiores los realizó en la Universidad Javeriana.49 Estamos ante una de las grandes personalidades jesuíticas del siglo

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 408-410.

Libro de la Universidad, fol. 412v. Elegido Procurador ante Roma.

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ARSI. Congregationes Provinciales, t. 80, fols. 106 y ss. Algunas informaciones sobre su estancia en Europa trae su compañero de viaje el P. Manuel RODRIGUEZ. El Marañón y Amazonas. Historia de los descubrimientos, entradas y reducción de naciones. Madrid (1684) 195 y ss; 368-369.

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AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1681: “1º. P. Antonio Maldonado, sacerdote, Procurador General de la Provincia del Nuevo Reino, superior de la misión, de Cartagena de Indias, de 50 años de edad, moreno de rostro, alto, delgado, pelo castaño oscuro”.

43

El catálogo de 1649 dice que había estudiado dos años de Filosofía (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 82v). El breve de 1651 expresamente dice “Metaphisicus” (fol. 109v). Luego su Teología debió transcurrir entre 1651 y 1655.

Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fol. 325v (Citado por PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 269). Si nos atenemos a la información suministrada por los catálogos deberíamos concluir que la estancia bogotana se inicia en 1661. El Catálogo de 1668 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 251) señala que “docuit [...] bis Philosophiam”; así pues, habría que pensar la primera vez de 1661 a 1664 y la segunda de 1664 a 1667. El Catálogo de 1664 (fol. 213) dice: “docuit [...] Philosophiam”. Sin embargo, pensamos que la cronología es la siguiente: 16631666 primer período como Profesor de Filosofía. 1667-1669 segundo período, pues sustituye al P. Miguel Galindo tras su fallecimiento en 1667 y concluye en 1669 como lo atestigua José Ortiz Morales (Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve Tratado del Cielos y los Astros del Maestro javeriano Mateo Mimbela (1663-1736). San Cristóbal-Santafé de Bogotá [1999] 19: “el P. Juan Martínez de Ripalda, que acababa de ser pasante en el segundo curso de Artes que acabó de ller este mes de Julio el P. Maldonado”). ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 23. Catálogo breve de 1671. Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve Tratado del Cielos y los Astros del Maestro javeriano Mateo Mimbela (1663-1736). San CristóbalSantafé de Bogotá (1999) 28.

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DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 163-168.

Damos la nota como exacta por exclusión: si ingresó en 1657 y era novicio en Tunja en 1659 (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 5v. Catálogo Breve, 1659) lógicamente debió venir al Nuevo Reino de 1658.

En 1660 estudiaba Humanidades (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 195. Catálogo, 1660); en 1661 se inició en la Filosofía (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 1v. Catálogo Breve, 1661); en 1664 estudiaba Teología (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 223v. Catálogo, 1664) y en 1667 actuaba como Ministro del

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L a F a c u l t a d d e T e o l o g í a d e l a U n i v e r s i d a d J a v e r i a n a ( 16 12 - 17 7 3 )

XVII: en 1672 se integraba al claustro javeriano, primero en la Facultad de Artes y a continuación en la de Teología.50 Como Prefecto de Estudios se desempeñó de 1680 a 1684.51 En 1690 fue enviado por el Visitador a España para tratar de resolver los conflictos que se habían generado entre la Javeriana y el Rosario por la cuestión de los títulos universitarios.52 A partir de 1684 se nos abre un espacio temporal que abarca aproximadamente cuatro décadas en las que la información es casi nula acerca de los hombres que ejercieron este importante cargo en la Universidad Javeriana. Con todo, el año 1691 volvía de nuevo el polémico P. Martín de Eusa53 a encargarse por tercera vez en la segunda mitad del siglo XVII de tan importante misión académica. Las Cartas Anuas del año 1693 trazan la siguiente semblanza del letrado santafereño: Luego que cumplió los dos años le dieron los votos y lo trajo la obediencia al Colegio de Santafé, donde oyó la Philosophia y Teología, en que salio tan consumado, que reconocían todos en él la ventaja, que hacía a sus condiscípulos. […] Volvió a esta corte donde acabada su tercera lo pusieron a leer la 3ª Cátedra de Theologia, que es la de Moral, y prosiguió leyendo las otras, hasta la de Prima, con tanto lucimiento, y conocido crédito de la Compañía que no había caso arduo o de parte del Señor Arzobispo, o Señor Presidente, o Real Audiencia, en que no fuere consultado, siendo siempre muy atendidas y veneradas sus respuestas. En boca de todos era el oráculo del Reyno. Unos decían de el que era como una fuente, que en abriéndola echaba christalinas aguas de doctrina. Otros decían, que no ignoraba cosa.54

Colegio-Seminario de San Bartolomé a la vez que estudiaba el 4º año de Teología (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 10v. Catálogo Breve, 1667).

Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fols. 365v-441. ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 324. Catálogo, 1678: “Docuit Grammaticam, Philosophiam et Theologiam”. En el Catálogo de 1702 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 38) se dice que era “Doctor”.

Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fols. 365v-441.

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 114-115; 258-259. URIARTE-LECINA. Biblioteca, I, 132-S: “Instrucción del Pe. Diego Francisco Altamirano Visitador y Vº Provincial de la compañia de Jhs en la Provincia del Nuevo Reyno de Granada y Quito para el Pe. Pedro Calderon Procurador a España para negocios de dicha Provincia [...] fecha en Cartagena a primero del mes de Noviembre de mil seyscientos y noventa y dos”. MEMORIAL del Reverendissimo Padre Maestro Pedro Calderón, de la Compañia de Jesvs, Procurador General de la Provincia del Nuevo Reyno, y Quito, presentado en el Real, y Supremo Consejo de las Indias en 30 de Marzo de 1693. EN RESPUESTA De otro impreso del Reverendissimo Padre Maestro Fr. Ignacio de Quesada del Orden del Santo Domingo, Procurador General de su Provincia de Santa Cathalina Mártir de Quito. Dalo a la estampa Don Gerónimo Lezcano y Sepulbeda, Doctor en ambos Derechos. Impreso con licencia en Colonia en la Oficina de Hermano Dehmen, año de 1695.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 1. Catálogo breve de 1691.

APT. Fondo Astráin. Leg. 5. Letras annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Contienen los años de 1691, 92 y 93. Fol. 43.

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Capítulo VI. El Director de Estudios Superiores

273

En 1696 encontramos al frente de los estudios javerianos al santafereño Andrés de la Barrera (1641-1701).55 Toda su formación intelectual la recibió en la Universidad Javeriana56 y a su Alma Mater le retribuiría con la docencia en Artes (1675-1678)57 para seguir después en la Facultad de Teología con su currículum completo:58 Moral (1678-1681), Vísperas (16811684) y Prima (1684-1698). Tenemos noticia de que en 1695-1696 estuvo a su cargo tanto la dirección rectoral de la Universidad Javeriana como su Prefectura de Estudios.59 Se cerraría el siglo XVII con la gerencia del antioqueño José Matías Herrera (1659-1716).60 Hijo de la Academia de San Francisco Javier, donde adquirió toda su formación intelectual,61 regresaría a la capital santafereña para hacerse cargo de la enseñanza de la filosofía (1690-1692)62 y culminar en la cátedra de Prima:63 Moral (1692-1695), Vísperas (1695-1698) y Prima (1698-1704). A pesar de su salud enfermiza, jugó un papel protagónico al solicitar, en nombre del Colegio Mayor de San Bartolomé, la fundación de cuatro cátedras de cánones y leyes.64 Como Prefecto de Estudios debió actuar, al menos, entre 1698 y 1700.65

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 129-132.

Archivo de San Bartolomé. Libro de grados de la Universidad Javeriana, fol. 278v. William JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé. -Nobleza e hidalguía- Colegiales de 1605 a 1820. Santafé de Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura Hispánica (1996) 264.

Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve Tratado del Cielos y los Astros del Maestro javeriano Mateo Mimbela (1663-1736), 32. Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia fundada en el colegio de la Sagrada religion del dulce nombre de Iesus de esta ciudad de Sanctafe, fol. 392.

William JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 264. “Padre Andrés de la Barrera, catedrático de filosofía y teología hasta la de prima y prefecto de los estudios, rector del Colegio de San Bartolomé, del Máximo de Santafé y de Universidad y del Colegio de Cartagena”.

William JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 264. APT. Leg. 26. Letras Annuas 1694-1698, fol. 70: “Era al presente Rector de la academia el Padre Provincial Juan Martínez Rubio por muerte del Padre Fernando Monterde, Rector de nuestro Collegio Máximo que lo es juntamente de nuestra Escuela. Seríalo al tiempo de los grados el Padre Provincial para entrambos oficios, al Padre Andrés de la Barrera, que acababa de leer la Cathedra de prima”.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 352-354.

William JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 265. En 1678 estudiaba Teología (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 315).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 1: “Philosophiae Professor”. Catálogo breve de 1691.

William JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 265: “Catedrático de filosofía y teología hasta la de prima, prefecto de los estudios, rector del colegio de San Bartolomé”.

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 261-262.

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JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 265.


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L a F a c u l t a d d e T e o l o g í a d e l a U n i v e r s i d a d J a v e r i a n a ( 16 12 - 17 7 3 )

En 1711 nos encontramos con el P. Juan Manuel Romero (1663-1726)66 como Prefecto de Estudios,67 cargo en el que permanecía en 1712.68 Este jesuita santafereño había realizado todos sus estudios superiores en la Universidad Javeriana69 y en ella laboraría como profesor de todo el currículum javeriano:70 Filosofía (1695-1698), Moral (1698-1702), Vísperas (1702-1704) y Prima (1704-1711). Continuador de la gestión del P. Juan Manuel Romero fue el antioqueño Andrés de Tapia (1671-1716)71 quien en 1713 había asumido las delicadas funciones del Prefecto de Estudios.72 Toda su formación intelectual procedía de la Universidad Javeriana, en donde culminó sus estudios en 1695.73 Recorrió como catedrático todo el currículum filosófico-teológico de su Alma Mater:74 Artes (1701-1704), Moral (1704-1707), Vísperas (1707-1711) y Prima (1711-1715).75 El santafereño José Antonio de las Varillas (1665-1728)76 personifica la visión del gerente como Prefecto de Estudios de la Universidad Javeriana, al menos, de 1716 a 1719.77 Toda su educación universitaria la recibió en la Academia de San Francisco Javier (1682-1690).78 Llama la atención que como catedrático solo fungiera como profesor de Teología Moral de 1695 a 169879

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 601-604.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 67. Catálogo de 1711.

JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 330.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 380. Catálogo de 1687. Estudió tres de Filosofía y uno de Teología “extra” y tres de Teología “intra”. El Catálogo de 1702 afirma que estudió tres años “extra” y cuatro “intra” (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 38v). ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 384. Catálogo de 1684: “Theologus”. Pensamos que debió estudiar la teología de 1681 a 1685.

JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 264. N.º 431: “Padre Juan Manuel Romero, catedrático de filosofía y teología hasta la de prima, prefecto de los estudios, rector del Colegio Mayor del San Bartolomé [tachado y del Colegio de Tunja]”. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 38v. Catálogo de 1702: “Docuit Grammaticam, Philosophiam et Theologiam”.

José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial. Bogotá, CEJA (2002) 313.

JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 332.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 44. Catálogo de 1702.

JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 265: “Padre Andrés de Tapia catedrático de filosofía y teología hasta la de prima, rector del colegio San Bartolomé y del de Cartagena [tachado: todos] tres cuñados del Marqués de San Juan de Rivera”. Y en la página 286: “Los padres Matías, Diego, Francisco y Andrés de Tapia, hermanos. […] El padre Andrés, doctor teólogo, maestro de filosofía y en su universidad prefecto de sus estudios, y rector del Colegio de San Bartolomé y del de Cartagena”.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 57. Catálogo Breve de 1711: “Professor Theologiae primarius”.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 716-719.

JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 339 y 345.

La Filosofía entre 1682 y 1685 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 348: “Philosophus”, año 1684). El Catálogo de 1687 afirma que “Docuit Grammaticam per annum” (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 380), lapso que hay que interponerlo entre los estudios de Filosofía y los de Teología.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 59. Catálogo de 1711. Sin embargo, el ciclo de docencia, pensamos, que se había concluído para 1702 según datos del catálogo de ese año (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 44).

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Capítulo VI. El Director de Estudios Superiores

275

y que dedicara la mayor parte de su biografía a regentar algunos colegios y ocupar cargos administrativos. La mejor expresión de su espíritu de servicio a los intereses de la Provincia del Nuevo Reino radica en su elección como Procurador ante las cortes de Madrid y Roma (1720-1724).80 En 1721 volvía el P. Juan Manuel Romero a asumir la Prefectura de Estudios mientras se desempeñaba como Rector del Colegio Mayor de San Bartolomé.81 Un hombre clave para entender el tránsito del siglo XVII al XVIII en la Provincia del Nuevo Reino es el P. Mateo Mimbela (1663-1736).82 Sobre este ilustre jesuita hemos tratado tanto en el capítulo de los Rectores como en el relativo a los Profesores de Artes. Hombre de gran experiencia en los campos de las ciencias y de la función social de la Universidad, regentaría la Dirección de Estudios, pensamos, que de 1725 a 1730.83 En 1730 parece retornar la información más seguida sobre tan importante tema, y así descubrimos al bogotano Diego Terreros (1682-¿?)84 en la misión de dirigir los estudios en la Academia de San Francisco Javier (1730-1734).85 Toda su carrera universitaria la llevó a cabo en la universidad jesuítica santafereña y la culminó hacia 1704.86 Su dedicación a las ciencias eclesiásticas la comenzó en la Facultad de Artes (1719-1722) para seguir después en la de Teología, iniciándose en la cátedra de Vísperas (1722-1730) y culminando en la de Prima (1730-1734).87 Hombre de talento universal dedicaría al cursus honorum gran parte de su futura biografía. En 1734 se interrumpe la tradición de presidir los estudios universitarios jesuíticos santafereños los ignacianos nacidos en el Nuevo Reino para dar paso a un catalán que había atravesado el Atlántico en 1723.88 El P. Ignacio Ferrer (1694-1759)89 sería el continuador del P. Terreros al frente de los

ARSI. Congregationes Provinciales, t. 88, fol. 322 y ss. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 193-198.

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JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 349-352.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 466-472.

ANB. NOTARÍA TERCERA, t. 160 (Año 1728), fol. 4v. ANB. NOTARÍA TERCERA, t. 160 (Año 1730) fol. 9.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 671-673.

JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 375.

En 1702 había estudiado 1 año de Teología (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 39v). ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 57. Catálogo Breve de 1711. Ignoramos por completo su actividad entre 1705 y 1711. Según el Catálogo de 1711 (fol. 60) toda su actividad fue: “Docuit Grammaticam. Operarius hispanorum”.

En 1718 residía en el Colegio-Seminario de San Bartolomé con el cargo de Ministro (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 163). En 1720 enseñaba Filosofía (fol. 199v). Al fallecer el 9 de noviembre de 1722 el P. Juan de Tejada, lo sustituyó el P. Terreros (QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 2 [1952] 245).

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AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1723: “9. Padre Ygnacio Ferrer, sacerdote natural de Olot en Cataluña, de edad de 29 años, delgado de cuerpo, moreno, ojos y pelo negro”.

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DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 274-277.


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L a F a c u l t a d d e T e o l o g í a d e l a U n i v e r s i d a d J a v e r i a n a ( 16 12 - 17 7 3 )

Estudios de la Javeriana (1734-1735).90 Catedrático de Artes (1728-1731)91 y profesor de Prima Theologia (1734-1735), función que debió interrumpir para viajar a Caracas a fin de fundar un colegio en la capital venezolana.92 Pero en 1735 se recobra la tradición criolla con el nombramiento del P. José de Rojas (1688-1755).93 Toda su formación académica la recibió en la Universidad Javeriana (1709-1716).94 Hombre de cualidades humanas y científicas, tuvo la flexibilidad de manejarse tanto entre los indígenas del Casanare (1718-1721)95 (1741-1749)96 como entre los universitarios de Santafé (1728-1735)97 (1738-1741).98 Según William Jaramillo, era Prefecto

JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 375.

Nos basamos para establecer esta fecha en el Manuscrito In Logicam del P. Ignacio Ferrer, que reposaba en la Biblioteca del Colegio de San Bartolomé (La Merced) en Bogotá. Sección de Manuscritos y Libros antiguos. El texto concluía con las siguientes palabras: “finem imposuit die 24 julii anno MDCCXXIX”. Esto quiere decir que el curso comenzó en 1728. [El Mss. lo consultamos en 1967, pero en la actualidad ha sido sustraído de su lugar primigenio].

En 1735 recurre el Provincial P. Jaime López al P. Ignacio Ferrer para que defienda al P. Bernardo Rotella, misionero del Orinoco, acusado de contrabando (ANB. Reales Cédulas, t. 9, fol. 838. Carta del P. Jaime López al Oidor José Martínez Malo. Santafé, junio 27 de 1737). La estancia la confirman los Catálogos de 1736 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 236v) y 1738 fol. 274). En noviembre de 1746 escribía el P. Ferrer un Memorial resignando los bienes de la fundación en manos del Sr. Obispo (AGI. Santo Domingo, 716. Testimonio sobre fundación de Caracas. N.º 1. El mismo Documento se encuentra en: ANCh. Jesuitas, 211).

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 588-591.

Según el Catálogo de 1720 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 221) estudió: 2 años de Humanidades; 3 de Filosofía y 4 de Teología. En 1713 había cursado tres años de Filosofía (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 114v). Según esta información habría concluido su formación en 1716. En 1715 actuaba como pasante en el colegio-seminario de San Bartolomé (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 138).

El Catálogo de 1720 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 221) señala que llevaba en misiones 3 años.

José GUMILLA. Escritos Varios. Caracas (1970) 275: Carta del P. Manuel Román al P. José Gumilla. Cabruta 11 de junio de 1741: “En la isla de Santo Domingo el P. Joseph Roxas; no el que fue Secretario que está de cura en Pauto o Manare”. (Cfr. AGI. Santo Domingo, 716). GILIJ. Ensayo de Historia americana, II, 154: “Vi en el año 1749 en el río Cravo a unos mil guahívos que por las muestras de contento que daban, tanto de su misionero el P. Roxas, persona de edad y muy buena”. (Véase también: I, 66).

En 1733 aparece en el claustro (Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados, 1733-1756, fol. 1). Según el mencionado Libro de Grados (fol. 24v) a fines de 1735 ya era el P. Rojas Rector de San Bartolomé.

Según Francisco Quecedo (“Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 2 [1952] 248-249) el mismo Padre Rojas afirma en el Prólogo de su Manuscrito De proemialibus Theologiae que había enseñado durante 7 años continuos la teología especulativa y práctica; y que un honor conferido por la obediencia le alejó por algún tiempo de la enseñanza, pero vuelve de nuevo a su antiguo cargo hacia el que siente inclinación por su amor a la lectura y a la ciencia. Estas afirmaciones las proclama en octubre de 1738 y el honor al que parece hacer referencia es el rectorado del colegio-seminario de San Bartolomé que se extiende de enero de 1736 a octubre de 1738 (José RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”. En: Revista Javeriana. Bogotá, XXXVIII [1952] 98). En consecuencia, sus 7 años ininterrumpidos de docencia teológica en la Javeriana deben correr de 1728 a 1735.

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Capítulo VI. El Director de Estudios Superiores

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de Estudios el 16 junio 1736.99 También nos consta que se mantenía en ese cargo entre 1738 y 1739.100 Una personalidad original y rica es la del antioqueño José Molina (1689-¿?).101 La Universidad Javeriana fue su casa de formación intelectual, primero como alumno del Colegio Mayor de San Bartolomé102 y después como miembro de la Compañía de Jesús.103 Como miembro activo del claustro universitario se desempeñaría como profesor de Artes (1722-1725), Moral (1725-1726), Vísperas (1730-1733),104 Prima (1737-1738) y como Prefecto de Estudios (1739-1743).105 Un conflicto informativo se nos presenta para el período 1743-1745, pues aparentemente coinciden en el ejercicio del cargo de Director de Estudios los PP. Simón Vinans y Francisco Cataño. En la biografía del belga Simón Vinans (1669-1759)106 podemos distinguir tres grandes etapas. La europea (1687-1705) abarca su formación intelectual y sus labores de docencia de Gramática en Courtrai y Humanidades y Retórica en Dunquerke.107 La estancia neogranadina comprende dos vertientes bien disímiles. La primera (1705-1723) estuvo dedicada a ministerios sacerdotales tan distantes como son las Misiones de Casanare o la dirección del colegio de Mompox.108 Conjeturamos que su etapa académica en la Universidad Javeriana se inicia en 1723 y ella perduraría hasta su muerte en 1759109. Al parecer fue el fundador de la Cátedra de Sagrada Escritura en 1723, y es probable que fuera el único

JARAMILLO MEJÍA. Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 379.

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Manuscrito de la Academia de la Historia. Bogotá. De proemialibus Theologiae. En 1739 permanecía en dicho cargo (Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados, 1733-1756, fol. 63).

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 476-479.

Ingresó en el Colegio de San Bartolomé el 15 de octubre de 1704 (Archivo de San Bartolomé. Libro de colegiales, fol. 123v).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 68. Catálogo Breve, 1711.

El Catálogo de 1736 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 234v) nos ofrece los siguientes rasgos biográficos: “Docuit Grammaticam, Philosophiam et Teologiam moralem et scholasticam. Bis Minister. Superior. Socius Provincialis”.

JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 390, 391.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 733-734.

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SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jésus, VIII, 1305-1306.

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DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 733.

Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 105. Libro de la Sacristía del Colegio de Tunja, fol. 162v.

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catedrático hasta 1742.110 Según el Libro de Grados fue Director de Estudios de 1743 a 1745.111 Por otra parte, si nos atenemos a la información que aduce Jaramillo Mejía, en 1743112 se desempeñaba en tan delicada misión el P. Francisco Cataño (1678-1755),113 quien llegó a la Dirección de Estudios de la Academia de San Francisco Javier en la madurez de su vida. Su formación académica la llevó a cabo en la Casa del Saber jesuítico de Santafé de Bogotá.114 Concluida su formación jesuítica regresó al claustro: Moral (1710-1716),115 Vísperas (1718-1722)116 y Prima (1722-1730).117 Al haber sido elegido como Procurador a Madrid y Roma, interrumpió su docencia universitaria (1730-1735).118 Al regresar de Roma el P. Diego Terreros asumió la Dirección de Estudios de la Universidad Javeriana por un largo período (1745-1751).119 Y le sucedería en el cargo el P. José Molina (1751-1753).120 Tras la gestión de los jesuitas intelectuales y gerentes, viene la del momposino Pedro Choperena (1708-1763).121 Catedrático a dedicación exclusiva, recorrería todo el ciclo curricular de la Universidad Javeriana: Artes (1737-1740)122 y, sin pasar por la cátedra de Teología Moral,

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 264. Catálogo de 1738. Con ese título figura en las aprobaciones que da a la Novena de San Pablo del doctor José de Texeira y Mena y la Novena de Nuestra Señora del Socorro del doctor Bernardo José García (PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 436). Véase la aprobación de la Novena En honor de María Santísima En su advocación del Socorro Que saca a Luz el Doctor don Bernardo Joseph Garzía, Clerigo Presbytero. En Santa Fe de Bogotá. En la Imprenta de la Compañía de Jesús. Año 1741.

Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados, 1733-1756, fol. 104v-112.

Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados, 1733-1756, fol. 104v-112.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 202-204.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 41. Catálogo, 1702. Figura entre los alumnos ilustres del colegioseminario de San Bartolomé (Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la Historia de la Educación en Colombia. Bogotá, III [1976] 78). Daniel RESTREPO. El colegio de San Bartolomé. Bogotá, I (1928) 120-121.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 57. Catálogo Breve, 1711. Catálogo de 1713 (fol. 113v).

El Catálogo de 1718 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 157v) estatuye: “Docuit Theologiam Moralem nunc Scholasticam”. Lo mismo el de 1720 (Fol. 199v). Catálogo, 1720.

JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 358, 359, 362.

APT. Leg. 132, fol. 313. Debió salir de Cartagena el 12 de julio de 1730 (ANB. Miscelánea, t. 56, fol. 543. Carta del P. Mimbela al Obispo de Pamplona. Santafé, 2 agosto de 1730). AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1735. Al llegar a Bogotá se residenció en el Colegio Máximo de Santafé (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 226. Catálogo, 1736).

Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados, 1733-1756, fol. 113 (13 de junio de 1745); fol. 131 (28 de febrero de 1748). Después salta el libro de 1748 a 1751.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298. Catálogo Breve, 1751. Catálogo, 1753 (fol. 304v). Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados, 1733-1756, fols. 142v.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 233-236.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 264v. Catálogo de 1738.

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asumiría la de Vísperas (1741-1747)123 y a continuación la de Prima (1748-1763)124 hasta su muerte. Sucesor de Pedro Choperena sería el catalán José Pagés (1709-¿?),125 quien había atravesado el Atlántico en la expedición de 1743.126 Toda su formación intelectual la había recibido en España. Hombre de ciencia teológica, sería profesor de Teología en la cátedra de Vísperas (1748-1757)127 y de Prima (1763-1767)128 tras su regreso de Roma y Madrid.129 Director de Estudios de 1763 a 1767.130 Cerraría el ciclo de la presencia jesuítica en la Universidad Javeriana con el cargo de Prefecto de Estudios el P. Juan Francisco Granados (17061767).131 Había atravesado el Atlántico en la expedición de 1735132 y con sus estudios eclesiásticos ya concluidos.133 En la Universidad Javeriana se desempeñaría primero como profesor de Teología Moral (1738-1740)134 y curiosamente se haría cargo después de la docencia de la Filosofía (17401743).135 También dedicaría una década de su biografía al apostolado con 123

JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 404.

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ANB. NOTARÍA PRIMERA, t. 175, fol. 84. ARSI. N. R. et Q., 4, fols. 298, 300, 347, 349.

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DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 528-531.

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AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1743: “12. El Padre Joseph Pages, sacerdote, natural de la ciudad de Barcelona en su obispado, de edad de treinta y tres años. Buen cuerpo, moreno, pelo negro, barba poblada, ojos negros, dos señales de herida, una en la frente y otra en la barba”. Y en el fol. 7v. del expediente dice que salió para Cartagena el 7 de enero de 1743.

El Catálogo Breve de 1751 lo reseña como Catedrático de Vísperas (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298); el de 1753 (fol. 304v) como catedrático de Teología especulativa; el de 1756 (fol. 347) lo ubica en la hacienda de Tena dedicado a ministerios espirituales; el de 1763 (fol. 349v) dice que fue Profesor de Retórica de los jesuitas que se preparaban al estudio de la Filosofía y Profesor de Sagrada Escritura; y el Breve de 1763 (fol. 374) Profesor de Prima y Prefecto de Estudios de la Javeriana.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 374. Catálogo Breve de 1763. Catedrático de Prima el 27 de marzo de 1764 (ANB. Colegios, III, fol. 846).

A finales del año 1758 se encontraba en España (AGI. Santafé, 409. Memorial del P. José Pagés al Rey, 1758). Y en 1761 ya había regresado a Bogotá (VARGAS JURADO. Diario, 59).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 374. Catálogo breve de 1763. En 1764 continuaba en las mismas funciones (Luis Carlos MANTILLA. Fuentes para la Historia Demográfica de la Vida Religiosa Masculina en el Nuevo Reino de Granada. Santafé de Bogotá, Archivo General de la Nación de Colombia [1997] 70).

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 326-327.

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AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1735: “9º. Padre Juan Francisco Granado, sacerdote de treinta años, natural de Barvastro, ovispado de Aragon, pequeño de cuerpo, blanco, buena gracia y un poco calvo”.

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El catálogo de 1738 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 265) estatuye que estudió 3 de Filosofía y 3 de Teología “extra” mientras que los de 1753 (fol. 309) y 1763 (fol. 355v) aseveran que fueron 3 de Filosofía y 4 de Teología.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 265. Catálogo 1738: “Docet nunc Theologiam Moralem”.

Como el Profesor acompañaba a sus alumnos durante un trienio es posible que la docencia filosófica de Granados vaya de 1740 a 1743. Véase el Mss. 257 de la Biblioteca Nacional de Bogotá. (Francisco QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 2 [1952] 286).

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los negros en Cartagena (1753-1763).136 La expulsión de 1767 le sorprendió en la Universidad Javeriana, donde se desempeñaba como Director de Estudios Superiores.137 La muerte salió a su encuentro cerca de Honda el 9 de agosto de 1767, cuando seguía a los miembros de su comunidad camino del destierro.138

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 309. Catálogo de 1753. Catálogo de 1756 (fol. 347v) y catálogo de 1763 (fol. 355v).

Juan Manuel PACHECO. “Los jesuitas del Nuevo Reino de Granada expulsados en 1767”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 30.

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ANB. Temporalidades, 7, fol. 278: “Para completar la c. nomina de sujetos que me envia S. Exa. han faltado dos, el uno quedo enfermo en las Guaduas que es el P. Melchor de Moya y el otro Francisco Granados, que murió llegando a las Bodegas y actualmente se le quedan haciendo los sufragios en la parroquial”. Oficio de José Palacios al Señores oficiales reales de Mompox. Honda, 10 de agosto de 1767.

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libro ii La Facultad de TeologĂ­a



Capítulo I

La Facultad de Teología

Breve historia. Pedro de Mercado, al historiar los orígenes de lo que devendría en la Facultad de Teología de la Universidad Javeriana, anota que, para encargarse de esta delicada misión, envió el P. Claudio Aquaviva “hombres insignes que regentasen las cátedras, cuales fueron el P. Antonio Agustín, el padre Francisco de Lugo, el padre Lorenzo [por Gerónimo] Lasarraga”.1 En 1612 dieron comienzo los estudios de Teología en el Colegio Máximo de la Compañía de Jesús en el Nuevo Reino de Granada.2 Los primeros profesores jesuitas de la ciencia divina en Bogotá fueron el P. Antonio Agustín3 para Teología escolástica y para la Moral el Gerónimo Lazarraga.4 A nuestro parecer, la Cátedra de Vísperas se abriría el año 1616 bajo la tutela del P. Francisco de Victoria.5 En 1623 todos los estudios superiores que se

Pedro DE MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de Colombia, I (1957) 32.

ARSI. N. R. et Q., 12-I, fol. 63. Letras Annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada de los años 1611 y 1612. “Leen dos Padres teología escolástica a siete de los nuestros con buen número de discípulos seglares; especialmente acuden más a la una de las lecciones que es de materia moral en que cursan muchos clérigos”. A continuación describe el acto inaugural.

Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia. Bogotá, Editorial San Juan Eude, I (1959) 109; 555-556.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 13.

En 1616 pensamos que se abrió la cátedra de Vísperas, pues en 1615 había solamente dos profesores de teología (ARSI. Annua della Provincia del Nuevo Regno di Granda dell’anno 1615, fol. 1) y el catálogo de 1616 afirma que el P. Francisco de Victoria había enseñado Teología Moral y ahora Escolástica (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 18. Catálogo de 1616). Esto quiere decir que para esa fecha se iniciaba la división entre el catedrático de prima y el de vísperas. En la breve necrología que le dedica la Anua de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada del año 19, 20 y 21 (Madrid. Real Academia de la Historia. Biblioteca. Tomo 129, fol. 263) dice: “9 años gramática en España y poco tiempo de Moral y después de setenta de edad habiéndole encargado leyese teología escolástica lo hizo con satisfacción de todos y con tanta exacción como si fuera de 30 años”.

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cursaban en el Colegio Máximo de la Compañía de Santafé adquirieron el rango de universitarios.6 Para lo que podríamos designar como la trayectoria histórica de la Facultad, hemos optado por remitirnos a un capítulo posterior en el que recogemos la biografía de cada uno de sus catedráticos de acuerdo con las cronologías que definen sus respectivas docencias. Sin embargo, queremos añadir una especie de apéndice en el que recogemos la historia de la Facultad de Teología de la Universidad Javeriana en los Estados Pontificios tras la expulsión de que fuera objeto la Compañía de Jesús el 1º de agosto de la ciudad de Bogotá en 1767.7 La Javeriana santafereña dejó de existir el 1º de agosto de 1767.8 Los jueces ejecutores del decreto de expulsión fueron el oidor Antonio Berástegui y el fiscal Francisco Antonio Moreno y Escandón.9 La expatriación de los ignacianos neogranadinos llevada a cabo en la primigenia Provincia del Nuevo Reino y Quito, en 1767, dejaba atrás el testimonio de cinco universidades: Panamá, Bogotá, Popayán, Quito y Santo Domingo; la acción espiritual, educativa, social y económica de 22 colegios distribuidos en las actuales Repúblicas de Panamá, Colombia, Ecuador, Venezuela y República Dominicana y, finalmente, los dos grandes ensayos misionales llevados a cabo tanto en la Orinoquia como en la Amazonia en donde trataron de sembrar el conocimiento católico, humano, social, geográfico y científico en el corazón de Sudamérica. Fue una peregrinación que se inició el día 1º de agosto de 1767 y que conllevaría casi 11 meses de itinerancias por el Atlántico y el Mediterráneo con las obligadas paradas en La Habana, Puerto de Santa María e Isla de Córcega. Finalmente, esta “mercancía no deseada y sin gran valor”, al decir de los funcionarios hispanos, concluiría en las tierras que se asoman al mar Adriático, mirando hacia la Grecia clásica, a finales del mes de septiembre de 1768 en la denominada “Legación de Urbino”. Y el P. José Yarza, cronista de los desterrados jesuitas neogranadinos, pinta la llegada de sus colegas a su destierro definitivo de la siguiente forma: llegaron con los vestidos destrozados, faltos de fuerza, lánguidos, macilentos, descoloridos, quemados por el sol, tanto que los nativos del país 6

Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 513-515.

7

José DEL REY FAJARDO. Expulsión, extinción y restauración de los jesuitas en el Nuevo Reino de Granada (1767-1815). Bogotá, Editorial Pontificia Universidad Javeriana (2014) 156-161.

8

José YARZA. “La expulsión de los jesuitas del Nuevo Reino de Granada en 1767”. En: José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos para la Historia de la Compañía de Jesús en Venezuela. Caracas, Academia Nacional de la Historia, III (1974) 76-77.

José Manuel GROOT. Historia eclesiástica y civil de Nueva Granada escrita sobre documentos auténticos… Bogotá, II (1890) 81.

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mostraban horror, llenos de enfermedades y dolencias contraídas por la gran diversidad de climas, víveres, cárceles, navegaciones y, cuantos padecimientos se puede imaginar.10

El destino final de los miembros de la Provincia del Nuevo Reino fueron algunas pequeñas localidades de la Marca de Ancona y del ducado de Urbino, como Pesaro, Fano, Sinagaglia, Gubio y otras.11 Con la llegada del colectivo neogranadino a la pequeña ciudad de Gubio, sita en la región que se asoma al mar Adriático, se rescató la toma de conciencia de que tenían que comenzar de nuevo a construir un futuro, y para ello se imponía la rápida reestructuración de todo el aparato organizativo, la recuperación de la vida comunitaria y el diseño de un nuevo proyecto que afrontaría una nueva realidad totalmente inédita. Por fin podían comenzar a restaurar sus ideales primigenios. Pero el verdadero problema lo constituían los jóvenes que debían formarse para el futuro y no disponían de ninguna universidad provinciana que los pudiera acoger. Con todo, pronto surgieron caminos para su adaptación, pues, una vez reagrupados pudieron seguir sus estudios en una especie de prolongación de lo que había sido la Universidad Javeriana de Bogotá. El día 5 de diciembre de 1768 se dio comienzo en Gubbio a las clases de Filosofía y Teología para los jóvenes jesuitas del Nuevo Reino que habían aceptado el reto de la expulsión.12 En otras palabras, el espíritu de supervivencia intelectual y jesuítica les llevó a crear en la pequeña ciudad de Gubio un remedo extremadamente pobre pero esperanzador de lo que había sido la Universidad Javeriana en Santafé de Bogotá. Sin biblioteca, sin instalaciones adecuadas, sin ningún tipo de ayudas, es lógico que los hombres que habían consagrado sus vidas a las ciencias eclesiásticas en tierras neogranadinas realizaran el esfuerzo sobrehumano por levantar un nuevo edificio científico para sustituir al que habían construido siglo y medio antes en la gran sabana bogotana. Y una prueba fehaciente la encontramos en el Archivo Vescovile de Gubbio, en donde reposan los manuscritos de los siguientes jesuitas:

José YARZA. “Expulsio sociorum, 1767. Narratur historia laborum Societatis inter Indianos, quorum indoles et mores discribuntur. Iter exsulium Jesuitarum in Italiam. Suppressio Societatis. 1773”. En: DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos, III, 89.

José Antonio FERRER BENIMELI. “La expulsión y extinción de los jesuitas según la correspondencia diplomática francesa 1770-1773”. En: Paramillo. San Cristóbal, 17 (1998) 113-114.

Archivio Vescovile. Mss. 15. Geniale antimodernum philosophicum antiquo Aristotelicum […] elaboratum a R. A. P. Joachimo Leal e S. I. Eugubii, 1768. Mide 13 por 19; circa 100 páginas. En el último folio dice: “El día 5 de diciembre se abrieron, o comenzaron las aulas theologica, y philosophica de los Jesuitas desterrados aqui en Gubbio. Año de 1768”.

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Antonio Julián,13 Joaquín Leal,14 Diego de la Pava,15 José Térez16 y Gabriel Villalonga.17 También es lógico preguntarse: ¿qué pasó con otros profesores javerianos como José Pagés (1709-¿?),18 Manuel Balzátegui (1715-1792)19 y Jaime de Torres (1711-¿?)20 entre otros? Sobre las actividades académicas podemos repetir lo que escribe el P. Velasco sobre los jesuitas quiteños: Se tenían asimismo en la Casa de Estudios las funciones literarias de la juventud con todas las formalidades antiguas, de modo que la aplicación a las letras, la observancia, la unión y la caridad fraterna hacían llevar con paciencia, conformidad y aun con gusto todos los trabajos, penalidades y miserias del destierro.21

En definitiva, la vida institucional se había recuperado y la formación académica y espiritual se había impuesto en medio de tantas dificultades. Así lo demuestra la ordenación sacerdotal para los jóvenes jesuitas que habían decidido seguir su vocación contra tantas contrariedades. El 21 de febrero de 1769 presentaba el P. Manuel Balzátegui, Provincial, al obispo de Gubbio D. D. Paulo Orefici la lista de los jesuitas neogranadinos que debían recibir las Órdenes sagradas. Así recibieron la ordenación sacerdotal: Esteban Lloret, Mateo Guzmán, Raimundo Verger y Andrés Pasqual. Suponemos que a lo largo del año 1769, o quizá al año siguiente, llegarían al sacerdocio los siguientes estudiantes de teología que recibieron las órdenes menores: Esteban Font, Francisco Javier Julián, Juan Bautista Oliver, Francisco Cerdá, Manuel Fernández, Pedro Solana, Joaquín Subías,

Archivio Vescovile. Mss. 53. Volumen único. Anno 1769: Tractatus theologico-scholasticus […]. Mss. 66. En otro volumen único: Tractatus de vera Christi Ecclesia. Mss. 67. En otro volumen único: Sistema Theologicum Scholastico docmatico de Dei Scientia et Providentia.

Archivio Vescovile. Mss. 15. Geniale antimodernum philosophicum antiquo Aristotelicum […]. Mss. 18: Tractatus de Animastica. Mss. 113. Tertia pars Philosophiae sive Ontologia. Mss. 114. Pars prima Philosophiae. Logica rationalis. Mss. 115. Pars Tertia Philosophiae sive Psicología. Mss. 129. Pars altera Philosophiae, seu Phisica universales.

Archivio Vescovile. Mss. 53. Dissertationes Theologicae de visione Dei. Tractatus theologico-moralis de saluberrimo sacramento penitentiae. Mss. 66. Volumen corporativo: Tractatus theologigus de Incarnati Verbi Misterio. Tractatus theologicus de fide divina. Tractatus theologicus Docmagtico-Scholasticus.

Archivio Vescovile. Mss. 66. Tractatus theologicus de Deo Trino. Mss. 67: Tractatus Tehologico Moralis de Matrimonio.

Archivio Vescovile. Mss. 67. Ad Tractatum Theologicum Moralem de Contractibus.

José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial. Bogotá, CEJA (2002) 259-261.

José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 41-45.

José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 331-333.

Citado por: José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito 1570-1774. Quito, II (1943) 664.

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Antonio Miñana, Diego Jiménez, José Antonio Gutiérrez, Ignacio Duquesne y Francisco de Hinojosa.22 Decretada su segunda acta de defunción el 21 de julio de 1773 por el Breve “Dominus ac Redemptor”, sentenció a muerte legal a 22.847 jesuitas23 dispersos por todo el mundo. En realidad sepultaron a la Compañía de Jesús pero no pudieron sepultar ni a sus hombres ni a la cultura jesuítica. Si el Rey Carlos III y el Papa Clemente XIV quisieron convertir la voz de los jesuitas en polvo, sin lugar a dudas pensaron que los ignacianos se transfigurarían en esa especie de Edipo que camina con los ojos arrancados para no ver la realidad que lo circunda. Mas, la palabra asfixiada siempre tiene la capacidad de recuperar su transparencia, su inspiración y su valor. Era una toma de conciencia de los riesgos del expolio de una tradición que querían enterrar los oficialismos civil y eclesiástico frente a la decisión férrea e individual de cada jesuita de sentirse parte esencial de una cultura y afirmación de una herencia irrenunciable. Los seguidores de Ignacio de Loyola demostraron que esa terrible crisis de la extinción dejó de ser un acontecimiento para convertirse en una toma de conciencia, un nuevo modo de vivir. Sin lugar a dudas, una excelente imagen de esta situación la ofrece el abate Juan Andrés y Morell (1740-1817)24 cuando describía a sus hermanos de religión de la siguiente manera: daban compasión tantos hombres de talento y de saber, capaces de ilustrar unos las matemáticas, otros otras ciencias naturales, otros las lenguas muertas, otros las buenas letras, viéndolos destituidos de la comodidad y auxilios necesarios para cultivar sus estudios, y sin poder dar a nuestra nación el honor que ciertamente le acarrearían con sus luces si tuvieran mayores proporciones.25

En este contexto debemos señalar que los expatriados americanos se erigieron en el “centro más denso de todo el americanismo europeo”26 y así se construyeron los fundamentos del tránsito de la conciencia criolla

Archivio Vescovile. Ordinazioni, b.27/13. Manuel BALZATEGUI. Elenchus Clericorum Regularium Societatis Iesu Provinciae Novi Regni Granatensis ordinandorum ab Illmo. Ac Revdmo. D. D. Paulo Orefici Episcopo Lugubiensi.

Ricardo GARCÍA VILLOSLADA. Manual de Historia de la Compañía de Jesús. Madrid, Compañía Bibliográfica Española S. A. (1954) 558.

Miguel BATLLORI. “Andrés y Morell, Juan”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús, I, 163-165.

Cartas familiares del Abate D. Juan Andrés a su hermano D. Carlos Andrés, dándole noticia del viage que hizo a varias ciudades de Italia en el año 1785. publicadas por el mismo D. Carlos. Madrid, Antonio de Sancha, I (1786) 5-6.

Miguel BATLLORI. La cultura hispano-italiana de los jesuitas expulsos. Españoles-hispanoamericanosfilipinos. Madrid, Editorial Gredos (1966) 590.

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al nacionalismo emergente. De esta suerte se abrieron nuevos caminos para la historia natural, la geografía, la historia e incluso para incursionar la filosofía de la historia,27 y así se levantaron las bases para los estudios científicos de las realidades naturales, sociales e históricas de América elaboradas desde el exilio.28 Para el aporte de la Universidad Javeriana a esta floración de estudios, remitimos al lector a nuestra obra Expulsión, extinción y restauración de los jesuitas del Nuevo Reino de Granada.29 Pero el detalle individual de cada expulso neogranadino lo hemos recogido en nuestro libro Biobibliografía de los jesuitas expulsados del Nuevo Reino de Granada (1767-1815).30 El pensum estaba cuidadosamente diseñado en la Ratio Studiorum,y con las limitaciones propias de las universidades indianas de pequeña población, la Javeriana trató de cumplir a cabalidad su responsabilidad con respecto a las exigencias teológicas.31 El pensum de la denominada Teología escolástica se regía por el plan de la Summa Theologica de Santo Tomás de Aquino, y en la Ratio se explicita lo que debía enseñar cada Profesor.32 De igual forma, se prescribe el ámbito y modo de la docencia al Profesor de Sagrada Escritura.33

Miguel BATLLORI. “Presencia de España en la Europa del siglo XVIII”. En: Historia de España. Tomo XXXI. La época de la ilustración. Vol. I: El Estado y la cultura (1759-1808). Madrid, EspasaCalpe (1988) p. XXV. Antonello GERBI. La disputa del Nuevo Mundo. Historia de una polémica 1750-1900. México, Fondo de Cultura Económica, 1982.

Miguel BATLLORI. La cultura hispano-italiana de los jesuitas expulsos: Españoles-Hispanoamericanos-Filipinos, 1767-1814. Madrid, Gredos, 1966.

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José DEL REY FAJARDO. Expulsión, extinción y restauración de los jesuitas en el Nuevo Reino de Granada (1767-1815). Bogotá, Editorial Pontificia Universidad Javeriana (2014) 378-399.

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José DEL REY FAJARDO. Biobibliografía de los jesuitas expulsados del Nuevo Reino de Granada (1767-1815). Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 2014.

Para las citas de la Ratio Studiorum nos guiaremos por nuestro libro: José DEL REY FAJARDO. Un sueño educativo frustrado: Los jesuitas en el Coro colonial. Caracas (205) 169-306. Ratio Studiorum. “Reglas comunes a todos los Profesores de las Facultades Superiores” [Reglas nn. 122-141]. “Reglas del Profesor de Sagrada Escritura” [nn. 142-161]. “Reglas del Profesor de Lengua Hebrea” [nn. 162-166]. “Reglas del Profesor de Teología escolástica” [nn. 167-189]. Catálogo de algunas cuestiones de la Summa Theologiae de Santo Tomás [No tienen numeración, pero en nuestra versión corren de la página 204 a la 212]. “Reglas del Profesor de Casos de Conciencia” [nn. 190-199].

El Profesor de Prima: “explique el primer año 43 cuestiones de la primara parte [de la Summa Theologiae]; el segundo año la materia de los ángeles y veintiún cuestiones de la Prima secundae; el tercer año desde la cuestión 55 o la 71 hasta el fin de la Prima secundae; el cuarto año, de la Secunda Secundae, la materia de fe, esperanza y caridad” [Ratio Studiorum, Reglas nn. 174 & 1]. El segundo profesor “explique el primer año de la Secunda secundae las cuestiones de la justicia y el derecho y algunas principales de la religión; el segundo, de la Tertia parte de las cuestiones de la encarnación; y si puede, al mensos, lo más importante de los sacramentos en general; el tercero, del bautismo y de la eucaristía, si puede, del orden, la confirmación y la extremaunción; el cuarto, de la penitencia y el matrimonio” [Ratio Studiorum, Reglas nn. 174 & 2].

Ratio Studiorum, Reglas nn. 142-161.

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La estructura mínima de la Facultad de Teología contemplaba un programa que se debía desarrollar en cuatro años y tener al menos dos profesores ordinarios.34 Para lo que es la organización de los estudios, se remite al Prefecto de Estudios.35 Lo que respecta a la metodología investigativa y docente se recoge en las “Reglas comunes a todos los Profesores de las Facultades Superiores”36 y lo que específicamente se refiere a la Teología hay que consultarlo en las “Reglas del Profesor de Teología Escolástica”.37 Como es natural, también se detalla lo relacionado con los Profesores de Sagrada Escritura,38 Lengua hebrea39 y Casos de Conciencia.40 La Universidad Javeriana cubriría esta facultad con el correr de los tiempos con cuatro profesores: dos de teología dogmática: uno que era llamado maestro de prima y el segundo maestro de vísperas; a ellos se añadía uno de teología moral y otro de Sagrada Escritura. El Maestro de prima dictaba su clase de ocho y cuarto de la mañana hasta las nueve y cuarto. El Maestro de vísperas de nueve y media a diez y media. Las clases de teología moral y Sagrada Escritura se tenían por la tarde.41 A continuación insertamos el Pensum detallado tal como lo exige la Ratio Studiorum: Catálogo de algunas cuestiones de la primera parte de Santo Tomás (Summa Theologiae) Cuestión 1. artículo 1. art. 2. Nada aquí de la potencia neutra. Si hay en el hombre apetito natural para la clara visión de Dios, déjese para la 1 II q. 3 art. 8 ó q. 5 art. 8.

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Eusebio GIL CORIA (Edit.). La pedagogía de los jesuitas, ayer y hoy. Madrid, Universidad de Comillas-Conedsi, 2002. Citaremos la Ratio Studiorum por este texto, pues facilita la consulta la numeración adicional seguida que ha adoptado. “Reglas del Prepósito Provincial”. Regla 9, [9].

Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de Estudios” [nn. 92-121].

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a todos los Profesores de las Facultades Superiores” [nn. 122-141].

Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Teología Escolástica” [nn. 167-189].

Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Sagrada Escritura” [nn. 142-161].

Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Lengua hebrea” [nn. 162-166].

Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Casos de Conciencia” [nn. 190-199].

Praxis, 570.

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Lo que pertenece a la naturaleza de la ciencia y a la subalternación de las ciencias, no se trate aquí, sino supóngase de la lógica. art. 3. No se trate aquí de las razones formales de los objetos conocibles; ni si la ciencia es un simple hábito y cualidad en general; porque son cosas de los filósofos: sino, suponiéndolas, basta buscar si la teología por alguna razón peculiar es un hábito y una simple cualidad. art. 4. No se discutan, sino supónganse las cosas que suelen decirse de lo especulativo y de lo práctico, como son las diferencias de las ciencias. art. 5. No se trate qué es la certeza del asentimiento, qué es la firmeza, qué es la verdad, qué es la evidencia y de cuántas maneras: porque son cosas de los lógicos. art. 9. Si es conveniente que la Escritura abunde en metáforas y parábolas, y si las sagradas letras son abiertas y claras, déjese al lector de Escritura y de controversias, como también el tratado de los sentidos de la Escritura. Cuest. 2. No se explique, sino supóngase de la Lógica, qué sea y de cuántas clases es la proposición conocida por sí misma y la inmediata; y no se refuten las razones con que Santo Tomás demuestra la existencia de Dios, sino más bien las corroboren. Cuest. 3. art. 1. Si algún cuerpo sin movimiento mueve, y si el viviente es más noble que el no viviente, y si Aristóteles probó bien que Dios es incorpóreo, déjese a los filósofos. art.2. Nada aquí del principio de individuación. art. 3. No se trate de la distinción del supuesto y de la naturaleza; porque pertenece a la III par. q. 3, art. 3. Cómo se distingue en las criaturas el ser y la esencia déjese al metafísico.


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art. 4. En la cuestión de si Dios está en un predicamento, déjese lo que es propio de los filósofos. La cuestión de si los ángeles y los cielos están en un predicamento, déjese toda al filósofo. art. 7. Si repugne a la simplicidad divina la pluralidad de personas y de relaciones, no se trate aquí, sino más abajo, q. 28, art. 2. Cuest. 4. art. 1. Si alguna perfección que está formalmente en Dios le convenga libremente, difiérase para la q. 11, art. 2. Si la relación divina según ella misma es alguna perfección, déjese para la materia de la Trinidad. Cuest. 5. Pásese por alto y supóngase de la metafísica qué es el bien. Cuest. 7. art. 1. Lo que Aristóteles opinó de la infinidad de Dios, déjese al filósofo. art. 2, 3 y 4. Si se puede crear algún infinito en cantidad o en las calidades naturales le toca discutirlo al filósofo; como también de lo infinito en el género de la sustancia: ya que el ser igualmente ambos creables se suele defender o rechazar casi con los mismos argumentos. Si es posible un infinito en cualidades sobrenaturales, estúdiese por el teólogo, pero en la 2. II q. 24, art. 7 solamente. Cuest. 8. De la ubicuidad de la humanidad de Cristo no se trate aquí, sino en III parte q. 2. Cuest. 9. Si los ángeles y cielos son seres necesarios e inmutables, no es cuestión del teólogo sino del metafísico.


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Cuest. 11. Del uno, como es pasión del ente, no diga nada el teólogo, ya que es asunto metafísico. art. 3. Si repugna que en un sujeto con cantidad esté un accidente espiritual, o en un sujeto inmaterial un accidente corporal, déjese para la materia de la Eucaristía. art. 6. Tratar de la desigualdad de los premios, como de los méritos, toca a 1. II, q. 4, art. 2. art. 8. De la ciencia beatífica del alma de Cristo no se trate aquí, sino en la III parte. art. 12. Si a un mero «viator» se le puede comunicar conocimiento evidente abstractivo de los artículos de la fe, no se ha de discutir aquí, sino arriba en la cuest. 1, art. 1. Cuest. 13. arts. 3 y 4. De la distribución de los atributos y de la esencia no se repita aquí, si antes se discutió de ella en la q. 3. art. 5. No se dispute de la analogía del ente, ya que toca a la metafísica. art. 7. Nada se diga aquí de las relaciones en general, ya que ello toca a la especulación metafísica. arts. 8, 9, 10, 11 y 12. Cuest. 16 y 17. Los modos como se toma el nombre de Dios y lo que suele decirse del nombre Tetragrammato, déjense a los intérpretes de la Escritura.


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Cuest. 19. art. 9 y 11. La discusión sobre lo verdadero y lo falso es asunto de la metafísica. Si Dios es causa del pecado y si estamos obligados a conformar nuestra voluntad con la divina, pertenece a la 1 II. Cuest. 23. No se detenga el teólogo en explicar la opinión de los art. 1. peripatéticos y de otros filósofos sobre la providencia de Dios. art. 3. A qué fin se ordenaría el hombre si no hubiera fin sobrenatural no se discute aquí sino en la 1 II, cuestión 2. art. 5. Qué debe hacer aquél a quien se revela su condenación, no se trate aquí sino en la materia de la esperanza. Cuest. 24. De la predestinación de Cristo y cómo Cristo es causa de nuestra predestinación, déjese para la III parte. Cuest. 25. art. 1. Explíquese la discusión del libro de la vida, en la parte que es escolástica; lo demás pertenece a la interpretación de las Escrituras. art. 6. Si la acción se hace en el agente o en el sujeto es cuestión de los físicos, no de los teólogos. Cuest. 26. art. 1. Si Dios por sí solo puede hacer algo que es pecado pertenece a la 1 II; como a la 2 II: si puede por sí o por otro decir que es falso.


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Nada se trate aquí de la bienaventuranza en general o de la nuestra. art. 3. De la palabra de la mente no se trate otra cosa más que si se produce por el entendimiento nuestro como término de la acción y cómo se distingue de ésta. Si el conocimiento concurre activamente al acto de la voluntad, pertenece a la 1 II. Cuest. 29. Lo que el supuesto añade a la naturaleza singular, pertenece a la III parte. Cuest. 32. Si se pueden refutar evidentemente los argumentos contra el misterio de la Trinidad, pertenece a la credibilidad de los artículos de la fe, de la que se trata en la 2 II, q. 1, art. 4. Cuest. 39. No se discuta aquí cómo la persona divina se distingue de la esencia, si en la cuestión 28 se trató de la distinción de las relaciones y la esencia. Cuest. 43. De las señales visibles en que apareció el Espíritu Santo mejor se puede discutir por el lntérprete de la Escritura. Cuest. 43. Lo mismo de las apariciones visibles, que en el Antiguo o Nuevo Testamento se atribuyen a Dios, si fueron hechas inmediatamente por Dios o por los ángeles. Cuest. 51. Si el movimiento de los ángeles puede hacerse en un instante supone muchos conocimientos filosóficos, que no han de tratarse aquí. Guárdese para lo que se discute en la cuestión 54, art. 1 y 3.


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De la primera de la segunda (Ex prima secundae) Cuest. 1. art. 1. Aquí nada o brevísimamente ha de disertarse sobre la voluntad deliberada, el consentimiento perfecto o imperfecto y qué es ser el hombre dueño de sus acciones: porque esto tiene su lugar más abajo. Asimismo nada se diga de la causalidad del fin, pues es una cuestión física. art. 2. Si Dios obra por el fin, pertenece a la I parte en la materia de la voluntad de Dios. Igualmente si la naturaleza obra por el fin, es una cuestión filosófica. art. 3. Ha de evitarse que aquí y más abajo se discuta la misma cuestión, a saber, si los actos del hombre reciben su especie del fin. Tóquese aquí ligeramente y examínese plenamente más abajo. art. 4. Cómo el bien es difusivo de si, no se trate en este lugar. Cuest. 2. Omítase o trátese brevemente, ya que todo está contenido en la Ética de Aristóteles. Cuest. 3. art. 1. Si Dios es visto por los bienaventurados con visión divina increada, explíquese aquí, no en la I parte. art. 2. Si un hábito es mejor que su acto, no parece que aquí se deba explicar, ya que es una cuestión filosófica y más abajo tiene su lugar. art. 3. Dígase algo si hay tiempo, cuando ni se llegue a la materia de los novísimos, de la perfección de los sentidos en el cuerpo glorioso y sus dotes,


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aquí, y en la cuestión 4, art. 6. Igualmente si Dios puede verse por algún sentido, o conocimiento sensitivo, no se discuta aquí, sino en la I parte. art. 7. En qué consiste la suma miseria de los condenados, no se explique en este lugar, sino más abajo, al tratarse del castigo del pecado. art. 4. Nada se diga del entendimiento práctico y especulativo, ni de la praxis y de la especulación. art. 5. Del objeto del entendimiento y si el alma puede naturalmente conocer las sustancias separadas, déjese a los filósofos. Cuest. 4. art. 1. Lo que aquí suele disertarse acerca de la diferencia de la delectación y del amor de fruición, resérvese para la cuestión de disfrutar y usar. Igualmente si con la visión de Dios puede de alguna manera compadecerse la tristeza, déjese para la III parte, donde se pregunta si Cristo sufrió según la razón superior. art. 2. Si el deleite se busca por la operación, o al contrario, trátese en la Etica; aquí nada o brevísimamente. art. 5. Si las almas de los santos separadas de los cuerpos ven a Dios inmediatamente, trátese pero no en la I parte. Cuest. 5. art. 3. Déjese casi todo a la I parte. art. 5. Nada se diga del mérito o de la necesidad de la luz de la gloria. art. 8. Si con el apetito ordenado apetece más el condenado no ser que ser, pertenece a la cuestión del castigo del pecado.


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Cuest. 6. art. 1. No se diserte en este lugar del libre arbitrio contra los herejes, sino en la materia de gracia. art. 2. De dónde viene que el hombre dueño de sí es propiamente libre y señor de sus actos, trátese más abajo en la cuestión de la elección. art. 3. No se diga nada de la pura omisión. art. 4. Discútase aquí si la voluntad puede ser obligada, pero no si puede ser necesitada, porque de esto se ha de tratar más abajo. art. 6. Cómo el miedo hace írrito al matrimonio, al voto, al juramento y al contrato, déjese para 2 II o III parte. art. 8. Las dificultades acerca de la ignorancia guárdense para la cuestión 76. Cuest. 7. La consideración más amplia de las circunstancias no es de este lugar, ya que de ellas con frecuencia se ha de tratar más abajo. art. 4. Nada se diga aquí de la presciencia o de la predefinición de los actos libres, ni de la moción gratuita con que Dios mueve la voluntad humana. Cuest. 11. No parece que aquí haya de discutirse del objeto de la esperanza, ni de si puede el bienaventurado disfrutar de la esencia divina sin disfrutar de las Personas y no de las otras; porque esto corresponde a la I parte. Cuest. 12. art. 3. No se trate de si el entendimiento puede entender a la vez muchas cosas.


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Cuest. 15. Del consentimiento formal o interpretativo y si pertenece a la razón superior, se ha de tratar más abajo. Cuest. 17. Cómo la razón manda a los miembros exteriores, a saber, despótica o políticamente, le toca discutirlo al filósofo moral; trátese en consecuencia con brevedad en este lugar. art. 9. Si en el hombre que está en gracia se da algún acto indiferente para el mérito o demérito, discútase en la materia del mérito. art. 11. Pásese por alto lo perteneciente a la confesión de las circunstancias. Esta dificultad se repite en la materia de los pecados: por ello déjese para ese lugar. Cuest. 20. art. 5. Las dificultades de este artículo discútanse en la materia del mérito. Cuest. 21. art. 4. Las cuestiones que están entre la 21 y la 71 se pueden omitir. Explíquense empero unas pocas cosas de los hábitos y de las virtudes en general. Cuest. 71. art. 4. Cómo el pecado arroja a las virtudes, principalmente a las infusas, no se explique aquí sino en 2 II, en la materia de la caridad. art. 5. No se trate nada aquí de la distinción entre el mortal y el venial. art. 8. Esta dificultad queda suficientemente explicada en la cuestión 18, art. 5.


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Cuest. 73. art. 8. No se baje a los casos particulares del escándalo o la restitución; ni se trate aquí si el que induce a otro a pecar, peca más gravemente que el que mata: porque pertenece a la materia del escándalo. Cuest. 79. No se diga nada del concurso inmediato de Dios con las causas segundas. Cuest. 81. art. 3. La Concepción inmaculada de la bienaventurada Virgen María no es de este lugar, sino de la III parte; donde también, cuando se trata de su santificación, trátese del estimulante (del pecado, N. del T.) y como se liga o se quita. Cuest. 85. Cómo la naturaleza caída difiere de lo puro natural, trátese en la materia de la gracia. art. 8. Cómo Dios castiga en los hijos los pecados de los padres, déjese al intérprete de la Escritura. Cuest. 89. art. 2. La exposición de san Pablo déjese al lector de Escritura. art. 5. De los primeros movimientos de la sensualidad en los infieles parece bastar lo que arriba se dijo de los primeros movimientos. Si todas las obras de los infieles son pecados mortales, déjese para la 2 II, q.10, art. 4. Cuest. 92. No se discuta aquí si pecan los que guardan la ley por temor al castigo; ni si Dios permite los pecados o los quiere.


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Las cuestiones 101, 102, 104, 105 y la exposición de san Pablo en la cuestión 89, art. 2, omítanse: porque son de las Escrituras. art. 5. La materia de este artículo difiérase para la cuestión 114, art. 7. art. 7. No se discuta aquí de la mancha del pecado, ni del reato de la pena, ni de la corrupción del bien natural, ni de otras cosas parecidas, que se explicaron en la materia de los pecados. Cuest. 110. Si la gracia pone algo en el alma, o trátese aquí o en la cuestión 113 de la justificación, art. 2. Cuest. 112. art. 1. Nada se diga aquí de la causalidad de los sacramentos sobre la gracia. art. 2. Si la gracia del primer hombre y de los ángeles en su creación les fue dada supuesta la disposición de ellos, no se trate aquí, sino en la I parte. art. 3. No parece que haya de tratarse aquí de la contrición continua de Cayetano o de la intención de Escoto; pues pertenecen a la materia de la penitencia. Cuest. 113. art. 4. De la necesidad de la fe en Cristo antes o después de promulgado el Evangelio, no se discuta sino en la 2 II. art. 7. Si el aumento de gracia se da al principio o al fin de la acción meritoria y si cuando la operación meritoria es sucesiva la misma gracia también se aumenta sucesivamente, mejor déjense para la cuestión del aumento de la caridad en 2 II.


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art. 8. Del número y orden y necesidad de todos los actos que concurren a la justificación, discútase aquí en la materia de penitencia. Cuest. 114. art. 3. Si por cualesquiera obras se aumenta la gracia y la caridad, resérvese para la materia de caridad en la 2 II. Cuest. 114. art. 6. Nada se diga aquí del mérito de Cristo, ya que pertenece a la III parte. De la segunda de la segunda (Ex secunda secundae) Cuest. 4. art. 3. No se trate aquí, sino más abajo, en la materia de la caridad, si la caridad es forma de todas las virtudes en general. art. 6. Discútase aquí si la fe es un hábito; pero no si es una simple cualidad. Cuest. 5. art. 1. Nada de la fe de los ángeles en general, porque de esto se trata en la materia de los ángeles; sino aquí solamente se trate de si hubo fe en el primer ángel, si para él era evidente la existencia de Dios que hablaba y le revelaba los misterios. Cuest. 6. Sólo brevísimamente, porque la dificultad se trata en la materia de gracia.


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Cuest. 10. art. 2. La cuestión del bautismo de los hijos de infieles déjese para la materia del bautismo. Cuest. 12. No se hagan aquí largas discusiones de la potestad eclesiástica y civil. Cuest. 23. art. 2. La materia de este artículo no se ha de discutir aquí, sino en las cuestiones de gracia, donde asimismo de la distinción de la caridad y de la gracia; pero si la caridad es virtud especial, aquí en el art. 4. Cuest. 16. Nada aquí de la contrición, sino solamente si Dios ha de ser amado sumamente en intensidad o solo en estimación; lo que no se repita en la materia de penitencia. Cuest. 61. En la materia del mérito no se discuta aquí si la retribución de los méritos ante Dios se hace según la justicia conmutativa o la distributiva. La tercera parte (Ex tertia parte) Cuest. 1. art. 1. Ni de la potencia obediencial parece que aquí debe tratarse, sino de paso, ya que pertenece a la I parte en la cuestión de la omnipotencia de Dios: ni de la posibilidad de la Encarnación: de la que, sin embargo, si pareciere deberse ver aquí, no se repita en la cuestión 2. Ni de la distinción del supuesto y de la naturaleza, sino remítase a la cuestión 3, art. 3. Por último, si es de la naturaleza del bien comunicarse actualmente toca más


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bien a la I parte en la cuestión de la bondad de Dios o en la cuestión del libre arbitrio de Dios. art. 2. Cómo satisfacemos por los pecados y cómo nuestra satisfacción se apoye en la satisfacción de Cristo, déjese para la materia de la penitencia. Cuest. 2. Si hay en Dios tres subsistencias y si la esencia subsiste según ella misma, o mediante las relaciones, no se discuta aquí sino supóngase de la I parte, en la materia de la Trinidad. Y si algo puede depender esencialmente de muchos con dependencia causal, supóngase de la Filosofía. Cuest. 4. art. 4. No se discuta del ser objetivo contra Escoto, sino supóngase de la I parte, en la cuestión de la ciencia de Dios. Cuest. 7. Si la virtud heroica difiere específicamente de la virtud comúnmente dicha supóngase de la filosofía moral o de la 1 II. Cuest. 8. art. 1. Si la humanidad de Cristo concurre activamente a la infusión de la gracia y a las obras de los milagros, ya que tiene la misma dificultad con la causalidad de los sacramentos, no se repita con frecuencia lo mismo, sino que se pueden unir de tal manera que se traten juntamente con la materia de los sacramentos en general. De esto empero si alguno quisiera tocar algo en esta cuestión 8 para explicar el concurso instrumental de la humanidad, sea cualquier cosa la que aquí tratare, de ningún modo la repita en la materia de los sacramentos. arts. 2 y 3. No parece deber discutirse quiénes son o no miembros de la Iglesia, ya que pertenece a la materia de la Iglesia.


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Cuest. 9. art. 1. Si el entender lo divino puede comunicarse al alma de Cristo, pertenece a la 1 II, cuest. 3, art. 1. Cuest. 10. art. 2. Lo que toca al estado de cada bienaventurado, no se trate aquí, sino en la I parte, como lo demás que corresponde a la visión de Dios en general. Cuest. 11. art. 1. Si el «viator» puede tener conocimiento evidente abstractivo de la Trinidad, no corresponde aquí, sino a la I parte. art. 5. Todo lo que aquí suele discutirse acerca del hábito en común, supóngase de la filosofía o de la 1 II. Cuest. 18. art. 4. Qué acciones se llaman humanas y cuáles no humanas, es cuestión de la 1 II. Cuest. 22. Del sacrificio incruento de Cristo en la cruz y de la noción del sacrificio y de la hostia en general, mejor se discute en la materia de la Eucaristía y de la Misa; lo mismo del sacerdocio de Melquisedec y cómo fue figura de Cristo, es mejor que se discuta por el intérprete de la Escritura. Cuest. 24. No se repita aquí lo que pertenece a la predestinación de los hombres y de los ángeles.


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Cuest. 25. Parece deber omitirse aquí lo que algunos disertan sobre las imágenes fantásticas y las varias ilusiones de los demonios. Las demás cuestiones de la Encarnación pueden omitirse, fuera de unas seis, de las cuales la primera sea del oficio de mediador; donde también ha de decirse algo sobre la invocación de los santos. La segunda, de la Concepción de la bienaventurada Virgen María. La tercera, de los milagros de Cristo, a causa de algunos herejes de nuestro tiempo, que quieren menoscabar cuanto pueden la fuerza de los milagros de Cristo. El discutir de los milagros en general y lo que es posible para Dios, más bien se haga en la materia de los ángeles. La cuarta, si en Cristo hay dos filiaciones; pero no se trate en general si una relación numérica se pueda referir en algo a diversos términos. La quinta, si la razón superior padeció en Cristo. La sexta, de la bajada de Cristo a los infiernos, contra Calvino. De los sacramentos en general Cuest. 60. La cuestión de si el sacramento está en algún predicamento, no parece materia muy digna de un teólogo. Cuest. 61. Si siempre, aun en la ley de la naturaleza fue necesaria la fe, no toca aquí, sino en la 2 II. Cuest. 62. Si Dios puede usar la creatura como instrumento para crear, más bien es de la I parte en la materia de la creación. Del bautismo Trátese brevemente de las solemnidades y ceremonias del bautismo. Nada se diga del parentesco espiritual que se suele contraer en el bautismo, sino déjese para el matrimonio. Del castigo de los párvulos que mueren sin el bautismo no se trate aquí, sino en la materia del pecado original, en la 1 II. Los sacramentos de la confirmación, el orden y la extremaunción trátense, según el tiempo que hubiere, con plenitud o con brevedad o


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también omítanse ya que son más fáciles y se tiene a mano dónde acudir. Pero dondequiera que el tratar de ellos parezca necesario a causa de los herejes, no se omita de ninguna manera. De la eucaristía Si la cantidad se distingue de la sustancia, déjese a los filósofos; como también lo que Escoto discute aquí, si el accidente puede producir la sustancia. De las muchas figuras de la Eucaristía y sus comparaciones mutuas, no se trate nada o con brevedad. De la penitencia Si es imposible la justificación del pecador sin ninguna infusión de cualidades sobrenaturales, o sin ningún acto del penitente, o si el arrepentirse como conviene necesita del auxilio gratuito de Dios, pertenece a la 1 II sobre la justificación. Allí también debe tratarse y no aquí del orden entre la disposición y la infusión de la gracia. Si en el pecador después de pasado el pecado queda algo fuera de la obligación de la pena, supóngase de la 1 II en la materia del pecado. Si la pena de daño es la misma en todos los condenados, toca más bien a la materia de los pecados y de sus efectos. Las cuestiones de la restitución, de la limosna, del ayuno, de la oración, de la corrección fraterna envíense a la 2 II. También muchas cosas que corresponden a los casos de conciencia pueden dejarse, como se anotó arriba. Del matrimonio Parece que debe omitirse lo que se trata aquí por algunos, si la virginidad es virtud y cuál virtud. Si el maleficio puede disolverse con el maléfico, correspondería ciertamente a la 2 II; pero como rara vez se llega a ese lugar y el maleficio se cuenta entre los impedimentos del matrimonio, parece mejor ponerlo aquí. De la sustancia del voto, tanto el simple como el solemne, parece debe tratarse mejor en la 2 II que aquí.42

42

Curiosamente estos catálogos no están numerados en la Ratio pero aparecen entre los números 189 y 190.


C a p í t u l o II

La metodología docente en la Facultad de Teología

En este capítulo quisiéramos llamar la atención sobre la importancia del Método, ya que los jesuitas coloniales fueron cultores devotos de esta disciplina. De forma muy precisa resumía el jesuita inglés Edmundo Campion, profesor de Oxford, en su discurso De iuvene academico, la concepción pedagógica de la Compañía de Jesús: “¿Qué hay que desear primero a los estudiantes? La viva voz del maestro. ¿Y en segundo lugar? El método. ¿Y en tercer lugar? El método. ¿Y en cuarto? El método. ¿Y en el quinto? El ejercicio”.1 De esta suerte el ejercicio se supedita al método, el método a la formación académica, la formación académica a la integral y la integral queda siempre abierta a una verdadera superación. Tres breves consideraciones ilustrarán esta proposición. En la primera, el método se concibe más como un arte que como una ciencia. No se aprende en los libros sino en el laboratorio o en el seminario. Lo que cuenta es el ejemplo del maestro, el esfuerzo por imitarlo y sus comentarios acerca del trabajo del estudiante. En la segunda, espíritus audaces seleccionan la ciencia de mayor éxito en su tiempo, estudian sus procedimientos, formulan leyes y finalmente proponen una concepción analógica de la ciencia. En la tercera, se parte del presupuesto de que las dos formas anteriores hacen muy poco por propiciar avances en las materias que menor éxito han alcanzado, ya que faltan maestros que seguir y modelos que imitar.

1

Citado por François CHARMOT. La pedagogía de los jesuitas. Sus principios. Su actualidad. Madrid, Sapientia (1952) 143.

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Hay que resaltar que no se trata de un conjunto de reglas que cualquiera ha de seguir meticulosamente para hacer ciencia. Se trata de un marco destinado a favorecer la creatividad y la colaboración. El método describe los diversos grupos de operaciones que el científico ha de realizar en el cumplimiento de sus diversas tareas. Podríamos definirlo como un esquema normativo de operaciones recurrentes y relacionadas entre si que producen resultados acumulativos y progresivos. Pero como es natural, el método estaba supeditado siempre a una meta-estructura definida por las grandes ideas que surgían de los grandes movimientos intelectuales que obligaban continuamente a poner al día las técnicas para poder dar respuestas válidas a las exigencias de las ciencias. En definitiva: un saber concreto es siempre perspectiva parcial que debe aspirar a la totalidad. El estudiante de cualquier centro jesuítico para iniciar sus cursos de Teología debía haberse ejercitado tanto en el dominio del lenguaje en la Facultad de Lenguas como en el método escolástico en la Facultad de Artes. Por ello, nos detendremos a analizar los fundamentos docentes del edificio educacional jesuítico como imagen y arquetipo de las carreras científicas que culminaban el currículum de la Universidad Javeriana. En consecuencia ensayaremos una breve descripción de ambos temas. I. Las humanidades como fundamento de la cultura Antes de iniciar el proceso formativo seguido por los ignacianos en sus Facultades de Lenguas, consideramos oportuno ofrecer la síntesis que elabora un connotado historiador de la educación en España: La bondad estratégica del método humanístico de los jesuitas ha sido alabado por figuras del pensamiento como Montaigne, Descartes, Bacon o Goethe. En un estudio de la Ratio Studiorum se observa cómo bajo un planteamiento circular y concéntrico el desarrollo de la enseñanza se repite y crece en auténtico espiral, se proyecta integrador y uniforme perfeccionando potencias y habilidades. Como instrumento de trabajo el método se presenta eficaz y preciso. Como técnica factorial desarrolla los sectores lógico-simbólico, lingüístico, creativo, mnemónico, intuitivo. Como proceso recorre la praelectio, praecepta, compositio et eruditio. Como estrategia utiliza la concertatio, repetitio y repraesentatio. Cultivadores en su metodología los jesuitas del eclecticismo habían ido acuñando con el tiempo realismo y progreso y sobre todo uniformidad.2

2

Bernabé BARTOLOMÉ MARTÍNEZ. “Las cátedras de gramática de los jesuitas en las universidades de Aragón”. En: Hispania Sacra, 34 (1982) 53.


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En esta Facultad, la Ratio Studiorum contempla cinco clases o años: Ínfima, Media, Suprema, Humanidades y Retórica.3 Los tres primeros años se dedicaban al aprendizaje de la Gramática. El cuarto se consagraba al estudio de las Humanidades, es decir, a preparar el camino para la elocuencia mediante el conocimiento íntimo de la lengua, el estudio de la teoría del estilo y la progresiva adquisición de la erudición.4 En el quinto año se culminaba con la Retórica, la cual suponía la adquisición de la perfecta elocuencia mediante el estudio del arte retórico y poético y de una cultura integral.5 Mas como el objeto fundamental de este estudio se centra en los estudios de Teología, remitimos al lector interesado en el tema al estudio que hemos dedicado a la Facultad de Lenguas.6 Las exigencias del método. Nos atreveríamos a decir que, en el campo de las humanidades, más que el pensum tenían importancia los métodos de enseñanza y los criterios pedagógicos aplicados. Para poder explicar estos ideales en su genuino marco de referencia, hemos recurrido a la obra de Juvencio Ars discendi et docendi, publicada en Florencia en 1703.7 El profesor de humanidades debía estar dotado de tres cualidades fundamentales: el perfecto dominio de las lenguas, un conocimiento suficiente de aquellas ciencias que ayudan a completar el ciclo de las bellas artes y la destreza en el manejo de las metodologías creativas.8 Al hablar de las lenguas, debemos aclarar que la Ratio es fruto del Renacimiento y, por ello, su visión del mundo se realiza a través de los serenos cánones de belleza fijados por el mundo clásico. En consecuencia, el hombre culto debía poseer dos lenguas: la griega y la latina.9 Conviene resaltar que el griego no se incorporó como materia a los pensum neogranadinos, los cuales indudablemente se inspiraron más en la consolidación de la lengua vernácula. Dominar el latín (como cualquier otra lengua) significaba en la práctica la formación del estilo, es decir, la creación de un modo propio y característico

Ratio Studiorum. “Reglas del Provincial”, 12 & 1.

Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Humanidades”, 1.

Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Retórica”, 1.

José DEL REY FAJARDO. La Facultad de Lenguas de la Universidad Javeriana colonial y la República de las Letras neograndinas. Bogotá, Editorial El Búho, 2010.

José DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica. Caracas (1979) 640.

JUVENTIUS [JOUVANCY, Joseph de]. Magistris Scholarum inferiorum Societatis Iesu de ratione discendi et docendi ex decreto Congregat. Generalis XIV. Florencia, Michaelem Nestenium, 1703. (Traducción castellana: JUVENCIO, José. “Método para aprender y para enseñar”. Florencia, 1703. En: José DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica en la Venezuela hispánica. Caracas, Academia Nacional de la Historia [1979] 640).

JUVENCIO. “Método para aprender y para enseñar”, 640-641.

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de hablar y de escribir, fenómeno que conllevaba dos acciones: primero, tomar conciencia de la idea y, segundo, elaborar la forma de expresarla.10 Juvencio se remite a Quintiliano (Libro XI, capítulo 1) para señalar que la idea debe ser verdadera, clara y acomodada al asunto que se trata. Para adquirir estos objetivos debe ayudarse el profesor de la lectura de buenos libros, de la reflexión pausada y cuidadosa del tema elegido, del análisis de sus partes, causas y circunstancias, y finalmente de la crítica sincera y constructiva de hombres prudentes. Pero como la claridad es una virtud impretermitible, en el estilo ella se alcanza mediante el orden de los conceptos y la colocación de las palabras. En la elección de las palabras hay que cuidar cinco cualidades: la propiedad, la elegancia, la unión entre ellas, la ubicación y la variedad. Todas ellas se adquieren mediante “la lectura frecuente de los mejores escritores”. Pero viniendo a las cualidades concretas como la elegancia y la propiedad de las palabras recomienda Juvencio a Lorenzo Valla, a Antonio Schoro sobre el vocabulario ciceroniano y también a Adriano Cardenal.11 En la formación del estilo se da mucha importancia a la unión de las palabras y la concatenación de las ideas porque “dichas partículas de enlace tienen tal fuerza que le quitan toda brusquedad al estilo y corre sin tropiezo ni interrupción alguna”. Amén del estudio de Cicerón, recomienda Juvencio el comentario de Horacio Turselino así como la lectura de los Progymnasmata u “observaciones que se encuentran de ordinario al final del Apparatus criticus para comentar a Cicerón”.12 Varios consejos ofrece el jesuita francés para alcanzar la abundancia de palabras: la lectura asidua, tomar notas de lo que se ha leído, hablar latín con frecuencia y con cuidado, exponer una idea con diversas frases para elegir luego la mejor. Y como referencias aduce Elegancias o Frases de la lengua latina de Aldo Manucio, así como también a Erasmo, Nizzolio, Onfalio y otros.13 Pero el Profesor debía dominar los diversos estilos en que debía formarse el educando; por ello recordará Juvencio: el estilo oratorio será vigoroso al urgir los argumentos, vehemente para excitar los afectos, suave para atraerse las voluntades, esplendente con toda clase de brillantez y ornato, e insinuándose lo mismo en los oídos que en las almas por su agradable variedad. Por el contrario, el estilo de los historiadores ha de ser corriente y fluido, que urja sin probar nada; el de los filósofos, breve y seco, que proponga

JUVENCIO. “Método para aprender y para enseñar”, 647.

JUVENCIO. “Método para aprender y para enseñar”, 647.

JUVENCIO. “Método para aprender y para enseñar”, 648.

JUVENCIO. “Método para aprender y para enseñar”, 648.

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la verdad desnuda; el de los sofistas y declamadores, teñido y sofisticado, que sólo sirva para deleitar con su número y cadencia.14

Bajar a más detalles sería introducirnos de lleno en el campo de la teoría literaria. Tres consejos da el pedagogo galo para conseguir un buen estilo: la lectura asidua, la escritura y la imitación. Es necesario leer, durante mucho tiempo y con atención, los mejores autores para que a los principiantes les quede siempre el olor genuino de la calidad.15 Y el primer autor con quien hay que convivir es Cicerón. A la lectura debe ir unido el escribir y este ejercicio debe ser diario. Por ello, el profesor debe tener bien seleccionados los temas: una carta a los amigos, un pequeño discurso, un trozo de declamación, historias sagradas o profanas acomodadas a la formación del carácter o de las costumbres, cosas arcanas de la misteriosa naturaleza y otras similares. Estos breves temas los entregará el profesor al alumno para que hagan la respectiva composición.16 Esta fase del proceso metodológico concluye con la imitación. Escogido un fragmento de Cicerón, conviene traducirlo a lengua vernácula y después de algún tiempo trasladarlo al latín. De esta forma se podrá comparar el ejercicio con el modelo y conforme a este, corregirlo. El mismo método se aplica al estilo oratorio. El punto de partida puede ser una parte nuclear de un discurso de Cicerón o toda la pieza; de ellos hay que abstraer sus argumentos y las figuras de dicción. Posesionado del tema y llevado de la inspiración particular el esquema “lo irás rellenando de tu propia carne y le infundirás vida con tu alma”. Al final viene el cotejo con el modelo del maestro para observar las diferencias y los aciertos. El ejercicio se puede repetir con otro argumento semejante o contrario, pero utilizando las mismas figuras de dicción, los mismos períodos, las mismas uniones y transiciones de que se sirve Cicerón, sin embargo, cambiando las palabras y las ideas. Lo mismo se podría aplicar para el estilo poético.17 Pero la cultura del profesor no podía circunscribirse al dominio del latín; tenía que extenderse a la Retórica, la Poética, la Historia, la Cosmología, la Geografía y la Filología.18 La Retórica debía crear el modo apto para persuadir. “Es moverle al oyente con la palabra de modo que desee hacer algo y a ello aplique todas

JUVENCIO. “Método para aprender y para enseñar”, 648.

Para el modo de leerlos Juvencio (“Método […]”, 649) se remite a Quintiliano, Lib. II, cap. 5.

JUVENCIO. “Método para aprender y para enseñar”, 649-650.

JUVENCIO. “Método para aprender y para enseñar”, 651-652.

JUVENCIO. “Método para aprender y para enseñar”, 664.

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sus energías; y no tanto porque lo crea verdadero como porque lo juzgue bueno para él mismo”.19 Pero el autor subraya dos observaciones fundamentales. Primera, que la fuerza y modo de persuadir no estriba precisamente en ilustrar el entendimiento, sino en saber manejar los caracteres y mover los afectos de la voluntad. Segunda, las demás ciencias atienden solo a probar y exponer la verdad mientras que la Retórica es “el arte de manejar las voluntades con las palabras” y su norte se dirige a las personas a quienes hay que explicarles la verdad o lo verosímil. De ahí que según Aristóteles sea el entimema la argumentación propia del retórico.20 La Poética es “un arte propia de hombres libres, que imita las acciones de los hombres de modo que sea de provecho para las costumbres”. En contraposición a la Retórica, procura agradar y, agradando, aprovechar. Y de la Historia se diferencia porque no se fija en la verdad sino en lo verosímil. El poeta “es casi un creador de su materia”.21 La Historia tiene que sujetarse a la verdad22 y por ello es “maestra de la antigüedad”.23 Y los dos ojos de la historia son la cronología y la geografía.24 A la Polimatia o Filología pertenecer varias ciencias propias del hombre culto: la Heráldica, la Simbólica, la Epigráfica, la Diplomacia, la Numismática y otras similares.25 Esta estructura mental se aplicaba a todas las ramas del saber cultivado por los jesuitas. El orden y el método. El método didáctico de la Ratio Studiorum adopta un esquema tríptico: la intervención del maestro (Prelección); la actuación inmediata del alumno (Repetición), y finalmente la acción conjunta profesor-alumno (Ejercicios). La Prelección es una de las fases más normadas en la Ratio Studiorum.26 Supuesta la preparación inmediata de la clase por parte del Profesor,27 la

JUVENCIO. “Método para aprender y para enseñar”, 665. Para los preceptos del buen decir recomienda Juvencio el Epítome del P. Soarez, el Palatium eloquentiae del P. Martín Ducygne, la Retórica de Aristóteles y las Instituciones de Quintiliano (“Método para aprender y para enseñar”, 665).

JUVENCIO. “Método para aprender y para enseñar”, 665-666.

JUVENCIO. “Método para aprender y para enseñar”, 680.

JUVENCIO. “Método para aprender y para enseñar”, 680.

JUVENCIO. “Método para aprender y para enseñar”, 691.

JUVENCIO. “Método para aprender y para enseñar”, 692. Para el estudio de la historia recomienda el Epítome del P. Saliani o del de Baronio; el Rationarium del P. Dionisio Petavio y la Sinopsis del P. Horacio Turselini (“Método para aprender y para enseñar”, 691).

JUVENCIO. “Método para aprender y para enseñar”, 695.

Véase: “Reglas comunes a los Profesores de los cursos inferiores”; “Reglas del Profesor de Gramática ínfima”; “Reglas del Profesor de Gramática Media”; “Reglas del Profesor de Gramática Superior”; “Reglas del Profesor de Humanidades”; “Reglas del Profesor de Retórica”.

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de los cursos inferiores”, 27.

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Prelección constaba de seis partes: la lectura del texto; el argumento; la explicación literal; la gramática; la erudición o comentario, y las costumbres. La lectura del texto debía ser toda seguida,28 y al otorgarle la entonación apropiada al sentido, el alumno podía comenzar a aprender por el oído el contenido del texto. El segundo paso consistía en la narración del argumento del texto leído. Este breve resumen debía hacer además referencia a la conexión lógica con las lecciones anteriores.29 El tercer paso contemplaba la explicación literal,30 a saber: exponer el orden de las palabras y la estructura de la oración, y también en declarar las palabras más oscuras. El cuarto paso accedía a la exacta intelección de las palabras y modos de expresión, es decir, a la gramática. Había para ello que volver a cada palabra y explicar el género, la declinación, la conjugación, los modos, los tiempos, etc.31 Como es natural, la graduación de este paso variaba de acuerdo a la clase: superada la gramática, se daba comienzo al estudio comparativo de los diversos estilos literarios, y también es de notar la referencia repetida a la lengua vernácula del alumno y la exigencia en la elegancia del estilo.32 Culminaba el proceso con la Estética.33 El quinto paso se abría a la erudición, es decir, a la explicación más ilustrativa del fondo del texto analizado. El contexto de la erudición podía ser tan amplio y profundo como extenso y medular era el tema contenido en el texto seleccionado. También se medía aquí la información del profesor.34 Se trata, pues, de un medio auxiliar cuyo principal fin consistía en atraer el interés al alumno y dar variedad a lo tratado. Se servía para ello de los testimonios de la historia, de otras ciencias y de la cultura.35 Sin embargo, advertía la Regla 1 del Profesor de Humanidades que la erudición debía emplearse con moderación para despertar el ingenio y avivarlo, pero en ningún modo debía perjudicar el conocimiento profundo de la lengua.36 El último paso es el que denomina Juvencio bajo el concepto de Costumbres. Era la aplicación a la vida diaria de lo estudiado en el texto. Era el

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de los cursos inferiores”, 27.

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de los cursos inferiores”, 30.

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de los cursos inferiores”, 27.

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JUVENCIO. Ars discendi et docendi. Artículo IV, Párrafo III, n.º III.

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Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Humanidad”, 5.

Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Retórica”, 6.

Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Retórica”, 7 y 8.

Miguel BERTRAN QUERA. “La pedagogía de los jesuitas en la Ratio Studiorum”. En: Paramillo, 2-3 (1984) 210.

Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Humanidad”, 1.

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momento de reflejar los mejores modelos de vida, de ideas y costumbres tanto de los personajes antiguos como actuales, sin omitir reflexiones filosóficas.37 La segunda fase del método didáctico pertenece al alumno y se denomina Repetición, acción que no debe confundirse con el ejercicio de memorizar lo explicado. Como apunta Bertrán Quera se trata de un “proceso de aprendizaje programado con rigor y de modo sistemático, para mejor asimilar y personalizar lo aprendido”.38 La utilidad fundamental de esta técnica se basaba en el principio de que cuanto más se repite, tanto más profundamente se graban las cosas.39 En el fondo era una labor progresiva y gradual de síntesis parciales desarrollada hasta obtener la suma global del todo, pero también intervenían el estudio privado del alumno, las propuestas de los compañeros y el juicio del profesor. Se distinguen tres tipos de repetición: una inmediatamente después de la Prelección; la segunda, al día siguiente; y la tercera, cada semana, ordinariamente el sábado.40 La repetición primera, o inmediata, tiene como objetivo fijar la atención del alumno en lo esencial, es decir, un resumen de lo más importante y útil41 a fin de poder formar “un primer núcleo alrededor del cual se puedan agrupar y estructurar los contenidos siguientes. Se pretende con ello, establecer y asentar con relieve unos puntos de referencia, a los que irán convergiendo los posteriores puntos de enseñanza y de aprendizaje”.42

La segunda repetición, al día siguiente, es semejante a la primera y equivale a dar la lección ante los demás pero en presencia del Profesor. Pero como ha mediado un espacio de tiempo, el alumno ha podido asegurar la memoria y precisar el contenido mediante el estudio, la reflexión y la consulta. En este ejercicio debía participar todo el grupo pero según la siguiente norma: interviene uno y su “émulo” debía corregirle si fallaba.43 De esta suerte se instaura de forma gradual el paso de la función retentiva a la función intelectual y comprensiva del texto.44 La tercera repetición era la semanal o sabatina45 y en ella se repasaba la labor de toda la semana. Su técnica era distinta ya que intervenía en forma

BERTRAN QUERA. “La pedagogía de los jesuitas en la Ratio Studiorum”, 211.

BERTRAN QUERA. “La pedagogía de los jesuitas en la Ratio Studiorum”, 212.

Ratio Studiorum. “Reglas del Prefecto de Estudios Inferiores”, 8, IV.

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de los Cursos inferiores”, 25 y 26.

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de los Cursos inferiores”, 25.

BERTRAN QUERA. “La pedagogía de los jesuitas en la Ratio Studiorum”, 213.

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de los Cursos inferiores”, 25.

BERTRAN QUERA. “La pedagogía de los jesuitas en la Ratio Studiorum”, 214-215.

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de los Cursos inferiores”, 26.

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competitiva todo el curso dividido en dos bandos, o algunos defensores elegidos por el profesor para que contestasen las preguntas de los demás.46 La tercera fase de la metodología didáctica de la Ratio la integran los Ejercicios en acción conjunta profesor-alumno. Bajo la palabra Ejercicios escolares se cobijan tanto las múltiples formas orales (repeticiones, declamaciones, discursos) como escritas (composiciones) en las que debieron ejercitarse los alumnos en las aulas jesuíticas. Era el camino obligado para aprender a pensar a través de la expresión exacta de la palabra y del dominio del lenguaje. Haremos alusión primero a la composición, es decir, al ejercicio escrito. Dos fueron los tipos fundamentales de composición: el primero asumía la traducción escrita bien fuera del latín a la lengua vernácula o viceversa;47 el segundo se encaminaba a la redacción de muy diversos temas pero todos conexos con las explicaciones de la clase. En todo caso, como bien anota Bertrán Quera, no era la traducción lo más típico de la composición, sino la redacción en lengua vernácula.48 El tema dependía del grado o clase, pero iba desde cartas, narraciones, descripciones49 hasta temas libres,50 pasando por discursos y poesías para las clases mayores. Regularmente este ejercicio se realizaba en la clase y por ello exigía del Profesor la más cuidadosa preparación y el tema debía meditarlo y aun escribirlo.51 Dada su importancia, el ejercicio era diario con excepción de los sábados, pero podía variar según el aula.52 Con respecto al tiempo que se debía dedicar al ejercicio escrito, pareciera que las traducciones o sus equivalentes debían ser diarios por una hora y el tema libre debía consumir una hora semanal.53 Pero también había temas de composición, en prosa o en verso, que el alumno debía realizar en privado y posteriormente se exponían los mejores en las paredes de las clases.54 Mas, cabe preguntarse dónde radicó la eficacia de la composición. Hay dos elementos que garantizaban el valor pedagógico de la composición: el método y la corrección sistemática del profesor.

Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Retórica”, 2.

Ratio Studiorum. “Reglas del Maestro de Infima clase de Gramática”, 4. Prácticamente se repite el mismo texto en las demás clases.

BERTRAN QUERA. “La pedagogía de los jesuitas en la Ratio Studiorum”, 218.

Ratio Studiorum. “Regla del Profesor de ínfima”, 6.

Ratio Studiorum. “Reglas del profesor de Humanidades”, 6.

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 20.

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 20.

Ratio Studiorum. “Profesor de Retórica”, 4.

Ratio Studiorum. “Profesor de Retórica”, 17.

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En el método, el alumno debía practicar dos fases consecutivas: primero, la imitación de los grandes autores y, segundo, el estilo de su propia creación. La imitación en ningún momento significa copia servil sino adentrarse en las formas de expresión, en la estructura literaria y en las concepciones estéticas de los autores que había que imitar.55 Una vez dominada la esencia del lenguaje y las formas precisas de dicción, el alumno debía tratar de superar a los maestros a los que imitaba y buscar después su propia identidad. Pero el trabajo desarrollado corría el peligro de ser estéril si no hubiera existido la corrección constante y oportuna del Profesor.56 Debemos confesar que era una tarea ingrata y difícil, pues juicio e ingenio no siempre son fáciles de compaginar. Pero la corrección también debía descender tanto a detalles como la ortografía, la caligrafía, la presentación,57 y la puntuación,58 así como también afrontar problemas de fondo como, por ejemplo, si el alumno trató de evadir las dificultades.59 Las exigencias eran cada vez mayores sobre todo en los niveles de humanidades y retórica.60 Llama la atención el hecho de que los alumnos debían entregar al profesor la última redacción corregida y guardaban para sí el texto sobre el que habían trabajado con todas sus añadiduras.61 Nos falta todavía reseñar los recursos metodológicos orales utilizados en la didáctica cotidiana del aula como son las concertaciones y las declamaciones. La Concertación era un ejercicio basado en el principio de la emulación pública y colectiva. Se trata de una clase de repetición en donde no se enfrentan los individuos sino el grupo total o las clases, y en donde los alumnos son además actores y protagonistas de la competición. Con esta ejercitación, anota Bertrán Quera, se aprovecha la psicología evolutiva del adolescente en ese delicado tránsito de la etapa típica del juego a la etapa de competencia y lucha.62 De esta suerte, se consigue armonizar los retos de la persona y las exigencias de la comunidad en la que el joven se encuentra inserto. Así pues, la presencia del público le obliga a superar la pasividad e inercia mental y, por otro lado, asume la responsabilidad de defender los intereses y el éxito de los que pertenecen al mismo equipo o bando.

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 30.

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 21.

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 22, II.

Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Gramática Infima”, 3.

Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Gramática Infima”, 3.

Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Retórica”, 4.

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 22.

BERTRAN QUERA. “La pedagogía de los jesuitas en la Ratio Studiorum”, 226.

55 56 57 58 59 60 61 62


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Llama la atención la norma impuesta cada vez que se formulaba una pregunta pues el modus operandi recuerda mucho a la metodología de la Escolástica: el interrogado debía repetir textualmente la pregunta y tras un momento de meditación pasaba a contestarla.63 Cierra el ciclo de las composiciones la denominada Declamación, es decir, el arte de aprender a hablar así como los anteriores ejercicios estimulaban el arte de pensar. La perfecta elocuencia que diseñaba la Ratio Studiorum integraba dos elementos fundamentales: la oratoria y la poética,64 pues a las fuentes lógicas y racionales se les debía abrir el horizonte siempre renovado de la poesía. En conclusión: podríamos resumir el objetivo del segundo principio didáctico con las aseveraciones de François Charmot cuando valora el influjo de la prelección en el estudiante: Porque verá que hay un método que seguir; es decir, bajo las palabras, buscar el pensamiento (así reacciona contra el memorismo); bajo la idea, la realidad que significa (así reacciona contra la abstracción); bajo la realidad, las esencias (así reacciona contra el empirismo y comienza a captar la importancia y el esplendor de los valores ideales); bajo las esencias, las múltiples relaciones entre los objetos y las ideas (así reacciona contra los abusos de la especialización y se inicia en la cultura general); bajo estas mismas relaciones, adivina todo un mundo de maravillas que parece unificarse y armonizarse partiendo de un centro único y absoluto... (así reacciona contra la superficialidad literaria); advierto que todo es serio en la ciencia y en el arte; todo es real, puesto que su origen es real.65

II. La Escolástica como método El candidato que optaba por los estudios denominados “Mayores” debía haber aprobado el examen de Humanidades ante el profesor de Retórica de la Javeriana y haber estudiado, por lo menos, un año de Filosofía.66 En síntesis, la Academia San Francisco Javier exigía a sus estudiantes dos requisitos inexorables. Primero, el dominio de la racionalidad lingüística latina y española. Dicho en términos más pragmáticos, se le exigía al alumno destreza no solo para comprender el texto de la palabra escrita, sino además la aptitud adecuada para materializar el paso de que todo lo gestado en el pensamiento podía encontrar expresión directa y apropiada

Ratio Studiorum. “Reglas comunes a los Profesores de las clases inferiores”, 9.

Ratio Studiorum. “Reglas del Profesor de Retórica”, 1.

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CHARMOT. La pedagogía de los jesuitas, 204.

65

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Estatutos, n.º 5. En: José Abel SALAZAR. Los Estudios Eclesiásticos Superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810). Madrid (1946) 758.


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en la palabra escrita y en la verbal. Segundo, el estudio de la Retórica había obligado al humanista a asumir en sus estructuras mentales el arquetipo de discurso ciceroniano como modelo de lenguaje, de recursos oratorios, de lógica jurídica y de seriedad de pensamiento. Tres eran las técnicas fundamentales de enseñanza en la Escolástica:67 la lección (lectio), la cuestión (quaestio) y la disputa escolar (disputatio, quaestio disputata). 1. La primera operación del método escolástico es la lectio. La información y transmisión de los conocimientos se efectúa a través del texto. Por ello, la lectio consiste en la adquisición de la ciencia mediante el estudio de los textos consagrados como clásicos. Desde el punto de vista metodológico, el análisis del texto comienza en la palabra ya que la misma puede ser utilizada por diversos autores con diversas significaciones. Mas, el uso del lenguaje se impone frecuentemente al significado esencial de los términos. Sigue después el análisis del estilo de cada autor, su modus loquendi, que viene dado por la gramática, las imágenes, la conceptualización y el género literario. Pero la lectura suponía tres niveles. El primero (littera) constituía la exégesis literal que clarificaba su significación inmediata. El segundo (sensus) se introducía en el análisis y la significación de cada uno de los elementos del texto a fin de percibir el sentido del texto. El tercero (sententia) explicaba el contexto doctrinal en que debía ubicarse el texto. En este punto había que distinguir la expresión del pensamiento del mismo pensamiento expresado en el lenguaje. Antes de proseguir en su labor exegética había que dilucidar la autenticidad o inautenticidad del texto estudiado, ya que a la integridad de la fuente se oponen las falsificaciones, las interpolaciones y los errores. A continuación, había que someter la evaluación del pensamiento del autor a dos pruebas. Primera, el valor de las fuentes utilizadas. Segunda, la homogeneidad del pensamiento de los autores, es decir, si el sentido del texto se presta a equívocos hay que apelar al contexto bien sea próximo, bien remoto, que se constituye por los lugares paralelos, el sistema doctrinal, o equivalentes. Este proceso imponía un doble propósito: respetar el texto y descubrir la intención última del autor y de esta forma dar el salto a un sistema doctrinal más amplio.

67

Fundamentalmente seguimos el artículo de Felicísimo MARTÍNEZ DÍEZ. “La Escolástica y su aporte metodológico”. En: José DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, I (1991) 225-300.


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El olvido de estos principios directivos, anotará Felicísimo Martínez, por parte de los lectores, condujo progresivamente la Escolástica a su decadencia. Pues los textos llegaron a convertirse en un elemento de estancamiento intelectual desde el momento en que los comentadores se encerraron en ellos como un saber completo y definitivo. En lugar de abrir la inteligencia al conocimiento de la realidad, acabaron convirtiendo a los textos en objetos de saber.68 2. La segunda operación es la quaestio. La lectio es una actividad informativa. La quaestio va más allá y supone un paso más creativo: la investigación. Como es natural, un camino obligado para llegar al conocimiento es la pregunta, la interrogación. La ciencia es interpelada cada día por el hombre, por la conciencia, por la sociedad, por la vida, y el escolástico se vio en la obligación de recurrir a la dialéctica y a la lógica de la demostración. El punto de partida se inicia por la oposición entre las autoridades que muchas veces proponen soluciones contrarias al problema. Así pues, agotada la exégesis del texto, se recurre al método dialéctico del sí y no. El razonamiento especulativo se intensifica y se comienza a estudiar, en sí mismas, las doctrinas propuestas por los textos. De este modo se generaliza, en todo problema, la interrogación con el exclusivo objetivo de hallar una inteligencia más profunda de las razones de los textos y de las cosas. El escolástico pregunta, cuestiona y problematiza en busca de la verdad y del sentido de la realidad radical. Y, en consecuencia, ya no es la autoridad del texto el criterio definitivo sino la certeza, la evidencia y el valor de las razones aportadas. Acertadamente acota Sedano: “La quaestio escolástica es distinta de la interrogación socrática, de la duda cartesiana y de la dialéctica hegeliana; incluso en la Edad Media dejaba subsistir otros caminos, inductivos y deductivos”.69 Pero la quaestio, como método, cayó en definitiva en un formalismo dialéctico cuando su técnica se convirtió en un fin en si mismo y dejó de lado la realidad objetiva. La tercera operación es la disputatio. Así como las divergencias en la exégesis de textos generaron la quaestio, de la misma forma las opiniones y criterios tanto en el planteamiento como en la solución de las quaestiones llevó a los maestros a disputar en clase las divergencias. Entre otras formas se distinguieron dos: la disputatio escolástica propiamente dicha, a la que asistían libremente los maestros, y la disputatio de quolibet, o disputa acerca de cualquier cosa a voluntad de cualquiera.

MARTÍNEZ. “La Escolástica y su aporte metodológico”, 276-277.

José SEDANO. El método teológico de Santo Tomás. Bogotá, Universidad de Santo Tomás, 35.

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El método tanto en la quaestio como en la disputa constaba de cuatro partes: La primera es el planteamiento de la cuestión. La formulación del planteamiento comienza siempre por la palabra latina utrum (si lo verdadero y lo falso son contrarios). En cada pregunta o problema se busca la solución en respuestas razonadas con la fuerza y vigor de que goza la aporía aristotélica. Esta posición implica una duda real o metódica, pues su planteamiento se formula en forma alternativa, ya que la duda es siempre una fluctuación de la inteligencia entre dos partes opuestas, sin encontrar razones suficientes para inclinarse por una parte o la contraria. Así se inicia desde el comienzo la fuerza cuestionante del método escolástico. La segunda es el estado de la cuestión. Aquí se recoge la discusión sobre el problema, es decir, los argumentos a favor o en contra de la cuestión planteada. De ninguna manera se trata de dar una respuesta definitiva inmediata. El recuento de las opiniones y el análisis de sus argumentos, que las sustentan, nos asoman a las verdaderas causas de la duda y a las dimensiones del problema. Se trata de abrir camino hasta el corazón de la cuestión mediante un proceso de razonamiento y discusión sustentado en argumentos a favor y en contra, y en objeciones. En este sentido se dan dos líneas de argumentos. La primera, en cierto sentido dubitativa, se inicia con la fórmula Videtur quod (parece que) y recoge la argumentación en contra de la respuesta que al final dará el maestro. La segunda línea comienza con la fórmula Sed contra (por el contrario) y presenta un argumento de autoridad en favor de la respuesta que posteriormente dará el maestro. El profesor no compromete todavía su opinión. Tan solo trata de descubrir al lector las grandes corrientes del pensamiento que inciden en el problema planteado y establecer un diálogo con esas corrientes sin prejuzgar aún su verdad o falsedad. Acepta la contradicción dialéctica del pensamiento humano, mirando los diversos rostros de la alternativa con que se presenta la pregunta. De esta suerte la historia y la tradición se asumen en el marco de la creatividad. La tercera es la respuesta al problema. El maestro responde de forma personal, demostrativa y original al problema propuesto y discutido por ambas partes en el planteamiento. Su respuesta es una exposición completa de la doctrina. En su discurso debe seguir el siguiente esquema: •

Proposición y evaluación crítica de las opiniones.

Indicación de las distinciones que se han de tener en cuenta.

Exposición de los presupuestos necesarios para construir la solución.

Finalmente la proposición de la solución del maestro.


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En este proceso señala Chenu que los procedimientos más importantes son el análisis, la definición y las distinciones.70 El análisis debe obtener una visión global y unitaria de la realidad a través de la agudeza de ingenio y de la profundidad de pensamiento. En el análisis es menester reunir los datos observados para catalogar sus constantes y caracteres permanentes. Solo la reflexión y el método preparan al entendimiento para las exigencias del análisis. Los diferentes análisis tienden a expresarse y concretarse en la definición.71 Definir es propio del científico. Y la lógica escolástica es una lógica de determinación e identidad, siendo su obra maestra la definición y la distinción. La definición ideal es la que se labra por el género próximo y la diferencia específica. Cuando esto no es posible, hay que recurrir a las causas, a los principios y a las propiedades. El tercer instrumento es la distinción. Se practica constantemente para clarificar y clasificar los conceptos, para responder a las objeciones y para evaluar críticamente la fuerza probativa de los argumentos. “Distinguir para unir” era el ideal del saber escolástico. La distinción llevaba al hombre de ciencia a dominar todas las técnicas de análisis. La cuarta es la respuesta a las hipótesis contrarias. En esta parte hay que dar respuesta a las posiciones y a los argumentos reseñados en la segunda parte. Y su redacción se presenta de forma ordinaria mediante la técnica de la distinción y resaltando la parte de verdad que hay en cada una de ellas. En cierto sentido completa la exposición doctrinal dada por el maestro en la respuesta al problema. Una respuesta es verdadera cuando es completa, puesto que la verdad parcial puede ser paradójicamente también un error parcial. El propio Tomás de Aquino explica el espíritu de estas respuestas: Todos contribuimos al esclarecimiento de la verdad y nos ayudamos recíprocamente, bien de manera directa con nuestros aciertos, incluso parciales, que otros podrán aprovechar para una visión más completa; o de una manera indirecta, con nuestros tanteos y equivocaciones que darán ocasión a un examen más diligente en orden a la manifestación clara de la verdad. Justamente todos cuantos nos han ayudado son merecedores de nuestra gratitud [...]; no sólo aquellos con cuya posición comulgamos, sino también cuantos, hasta con su misma superficialidad de miras, nos han impulsado más a la búsqueda de la verdad.72

Marie-Dominique CHENU. Introduction à l’étude de Saint Thomas. París (1954) 132 y ss.

Un ejemplo: Sto. TOMÁS. Suma Teológica, I-II, 4, 90: “La definición de la ley”.

Sto. TOMÁS. Commentaria in Metaphysicam Aristotelis. Lib. II. Lect. 1, nn. 287-288.

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Aunque no vamos a profundizar en el contenido de la escolástica porque desborda los límites de este estudio,73 sin embargo haremos referencia a las fuentes de la teología para poder precisar mejor el método de la escolástica barroca. En 1563 el teólogo dominico Melchor Cano publicó su libro De locis theologicis,74 en el que fijaba las fuentes del método y del pensar teológico. Y para ello se servía de diez “lugares teológicos” distribuidos en tres grandes categorías. Se trata de un método de argumentación progresivo, que evoluciona en tres momentos: “prueba por la Escritura”; “prueba por la tradición”; “prueba por la razón humana”,75 es decir, la Escritura, la tradición eclesial, y la experiencia histórica de la humanidad. En un primera instancia se ubican los “lugares constitutivos de la revelación”, es decir, aquellos en los que está contenido el mensaje revelado. Son lugares propios y apodícticos. Y son dos: 1) la Escritura; 2) la tradición no escrita o las tradiciones apostólicas transmitidas sine scripto en la vida de la Iglesia. El resto de los lugares teológicos son interpretativos de los orígenes. En segunda instancia, hay que señalar los “lugares interpretativos de la tradición”. Son lugares propios, pero no apodícticos. Cano incluye en esta categoría de lugares interpretativos la fe vivida por el conjunto de los fieles (Iglesia), las instancias decisorias (concilios, papa) y la teología (padres de la Iglesia y escolásticos). Enumera cinco: 3) la Iglesia universal; 4) los concilios generales; 5) el papa o autoridad de la Iglesia romana; 6) los padres de la Iglesia?76; 7) los escolásticos, teólogos y canonistas.77 Finalmente, menciona los “lugares extraños”, que no son fuentes teológicas propiamente dichas, sino fuentes auxiliares para la reflexión sobre la fe. Enumera tres: 8) la razón humana; 9) los argumentos filosóficos; 10) la historia humana y las tradiciones humanas.78 También juzgamos presentar la síntesis que realiza Chenu de las reglas de la interpretación,79 que son las siguientes:

Para este punto remitimos al lector a: AA.VV. “Escolática”. En: Karl RAHNER et alii. Sacamentum mundi. Barcelona, Herder, II (1972) 672-721.

Melchor CANO. De locis theologicis. Salamanca, 1563.

Seguimos aquí el artículo de Felicísimo MARTÍNEZ. “Fuentes y lugares teológicos: criteriología teológica”. En: Paramillo. San Cristóbal, 15 (1996) 527-554.

Basil STUDER hace un estudio pormenorizado del significado del concepto de “padres de la Iglesia” y del puesto que se les atribuye en la historia de la tradición cristiana. Cf. Sujetos de la transmisión. En: Mysterium Salutis. I, p. 651-663.

El mismo autor analiza también el concepto de “teólogo” y la misión de los teólogos en la transmisión de la revelación. Cf. STUDER. Sujetos de la transmisión. p. 664-668.

MARTÍNEZ. “Fuentes y lugares teológicos: criteriología teológica”, 551-552.

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CHENU. Introduction á l’étude de Saint Thomas, 118-123. Citado por MARTÍNEZ. “Fuentes y lugares teológicos: criteriología teológica”, 537.

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1. Es preciso tener en cuenta que las mismas palabras son utilizada por distintos autores con diversas significaciones. 2. El uso del lenguaje se impone con frecuencia al significado esencial de los términos. De aquí la importancia de la definición usual en la Escolástica. 3. Conviene prestar atención al estilo de cada autor, su forma de hablar. Los géneros literarios tienen gran importancia para una correcta interpretación de los textos. 4. Hay que distinguir cuidadosamente la expresión del pensamiento (verba) del mismo pensamiento expresado en el lenguaje (sensus). 5. A veces habrá que relativizar la autoridad del pensamiento de un autor, aún de los santos doctores, debido al valor relativo de las fuentes que utiliza. 6. El contexto, próximo o remoto, determina el sentido del texto, sobre todo cuando éste es equívoco. En este caso conviene recurrir a lugares paralelos, sistema doctrinal. 7. Es preciso analizar la autenticidad o inautenticidad de los textos, su eventual corrupción en la transcripción o versión. Hay que depurar las fuentes. 8. El último término, se impone la “exposición reverente del texto”. Ante las disonancias o desavenencias de los autoridades, la exposición reverencial exige una interpretación del texto en función de un sistema doctrinal coherente y homogéneo.



C a p í t u l o III

Las cátedras de la Facultad de Teología

La cátedra de Prima El fundador de los estudios teológicos jesuíticos en el Nuevo Reino de Granada y el primer catedrático de Prima fue el P. Antonio Agustín (15621636).1 Es de loar que en Roma tomaran conciencia de la importancia que asumía la docencia de las ciencias divinas en el recién fundado Colegio Máximo de Santafé de Bogotá. Antonio Agustín venía de Roma, en donde había publicado en 1611, por disposición del papa Paulo V, parte del Iuris Pontificii Veteris Epitome de su tío que era arzobispo de Tarragona.2 Pero en la Península Ibérica se había desempeñado como profesor de teología en el colegio de Valencia (1594) y en el de Barcelona (1595-1599); en el de Zaragoza había leído Casos de Conciencia desde 1604, mientras se desempeñaba como Prefecto de estudios, y desde 1607 perteneció a la

José DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos. Bogotá, Editorial Pontificia Universidad Javeriana (2006) 79-81.

Juan Manuel PACHECO. “Agustín, Antonio”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, I (2001) 25. Pedro DE MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de Colombia, I (1957) 301-302: “allí puso en orden los tomos del señor don Antonio Agustín, su tío, arzobispo de Tarragona, diolos a la estampa”. Para esclarecer las dudas sobre esta edición, véase: P. J. Eugenio DE URIARTE. Catálogo razonado de Obras anónimas y seudónimas de autores de la Compañía de Jesús pertenecientes a la antigua Asistencia española: con un apéndice de otras de los mismos, dignas de especial estudio bibliográfico (28 sept. 1540- 16 ag.1773). Madrid, Establecimiento tipográfico <Sucesores de Rivadeneyra>, II (1904) 510-511.

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congregación de teólogos. Después pasó a Roma como revisor de libros de la Asistencia de España.3 Atravesó el Atlántico el año 1612 en la expedición del P. Luis de Santillán.4 Hombre erudito y buen conocedor de las ciencias divinas, asumió la misión de iniciar los estudios de Teología y estuvo al frente de esta dura tarea del año 1612 hasta el de 1619.5 De sus publicaciones conocemos el libro De auctoris consilio, deque operis utilitate. Antonius Augustinus e Societate Jesu.6 Como el clima de la sabana bogotana no le fuera beneficioso, fue destinado a Cartagena de cuyo colegio sería Rector (1620-1624),7 y en esta ciudad caribeña fallecería el 3 de febrero de 1636.8 Un digno sucesor del P. Antonio Agustín fue el P. Francisco de Lugo (c.1579-1652).9 Hermano del cardenal Juan de Lugo (1583-1660),10 fue

3

PACHECO. “Agustín, Antonio”, I, 25. ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 18. Catálogo de 1616: “Ha leído 5 años de Artes y 7 de Teología. Rector de Tarazona”. URIARTE-LECINA. Biblioteca, I, 68. DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 301.

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DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos relativos a la Historia de la Compañía de Jesús en Venezuela. Caracas, III (1974) 12-13: “Padre Antonio Agustin natural de Çaragoza arzovispado de la misma çiudad, hijo de Juan Agustin y de Phelipa Agustin, de hedad de quararenta y nueve años, 32 de compañia, 13 de profeso de quatro botos aviendo leido çinco años de artes y siete de theologia, tres revisor de libros, en Roma y otros tres rector”.

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Testimonios: el Catálogo de 1616 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 18). El año 1619 escribe desde Bogotá la “Carta del P. Antonio Agustín al Dr. Arias de Reinoso. Santafé, 1619” (Rubén VARGAS UGARTE. Historia del culto de María en Iberoamérica y de sus imágenes y santuarios más celebrados. Buenos Aires, Huarpes [1947] 142-143).

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P. J. Eugenio DE URIARTE. Catálogo razonado, II, 510: “En la lista que pone Hurter de las obras del insigne Arzobispo de Tarragona, dice así: <Epitome juris pontificii veteris in 3 pp. Divisa: de personis, de rebus, de judiciis, quarum prima prodiit ib. [Tarracone] 1586 in f.; alteri parti adjectum est: De quibusdam veteribus canonum ecclesiasticorum collectoribus judicium et censura. Alia editio prodiit Romae 1611-1617 auspiciis Pauli V., e Parisiis 1641 curante cognomine A. Augustino S: J. v. 2 in f., quae editiones complectuntur duas reliquas partes diu desideratas> (I, 128)”. Y después siguen otras explicaciones.

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Juan Manuel PACHECO. Los jesuitas en Colombia. Bogotá, Editorial San Juan Eude, I, 556. DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 303.

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Esta fecha la aduce DE MERCADO (Historia de la Provincia, I, 308). El Catálogo de difuntos de la universal Compañía coloca la muerte en 1635 (ARSI. Historia Societatis, 43, fol. 117) y José FERNÁNDEZ y Juan María SOLA. Vida de San Pedro Claverde la Compañía de Jesús, apóstol de los negros. Por el P. José Fernández de la misma Compañía […] Refundida y acrecentada por el P. Juan María Solá, religioso de la misma Compañía. Barcelona (1888), señala el 18 de febrero de 1635. URIARTE-LECINA. Biblioteca, I, 62, 18 de febrero de 1637.

Estanislao OLIVARES. “Francisco de Lugo (1579-1652). Datos biográficos y escritos. Bibliografía”. En: Archivo teológico granadino. Granada, vol. 48 (1985) 5-62. Carlos BACIERO. “LUGO, Francisco de”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 2437-2438. Francisco ZAMBRANO. Diccionario Bio-bibliográfico de la Compañía de Jesús en México. México, Editorial Jus, VIII (1968) 786-793. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 556-557. Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jésus. Bruxelles-Paris, V (1894) 175-176. DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 399-401.

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Estanislao OLIVARES. “Lugo, Juan de”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, III (2001) 2438-2439.


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también un hombre estudioso y culto, y en España se había desempeñado como profesor de artes y casos de conciencia en Palencia (1610-1611; 1612-1614), y teología en Santiago de Compostela (1615-1618).11 Atravesó el Atlántico en la expedición de 1619.12 Breve sería la estancia de Lugo en el altiplano bogotano al frente de la cátedra de Prima (1619-1623).13 Al parecer, Bogotá le debió causar un gran impacto frente al futuro intelectual que él aspiraba a desarrollar y pronto pidió un cambio de destino.14 En México enseñaría teología en el Colegio de San Pedro y San Pablo desde 1625.15 En septiembre de 1630 se encontraba de nuevo en España, en donde se desempeñó como catedrático de Teología (Valladolid, 1633) y ejerció varios rectorados. En Roma fue censos de libros y cuidó de la edición de sus obras teológicas (1645-1650).16 Entre sus publicaciones debemos destacar: Opvscvlvm de Sacramentis in Genere;17 Decvrsvs praevivs ad Theologiam moralem: sive de principiis moralibvs actvvm hvmanorvm. Hoc este de Conscientia, et motv animi volvntario;18 R. P.

Estanislao OLIVARES. “Francisco de Lugo (1579-1652) [...]”, 17-18.

OLIVARES. “Francisco de Lugo (1579-1652) [...]”, 20. No aparece su nombre en las listas oficiales. Sin embargo, habían salido de Sanlúcar el 25 de marzo y de Cádiz el 2 de abril, y había llegado a Cartagena el 22 de mayo. El 25 de junio le escribía al P. General cuando ya estaba de partida para el Colegio de Santafé (ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium, fol. 74v).

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ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 39. Catálogo de 1623.

OLIVARES. “Francisco de Lugo (1579-1652) [...]”, 21-22. El comercio epistolar de Lugo con el General de los jesuitas fue crecido. El 9 de junio de 1620 le escribe que no se encontraba a gusto y le contesta el P. Vitelleschi el 25 de febrero (ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium, fol. 90). Hay una segunda carta de mediados de 1621, y otra en junio, donde le propone al P. Vitelleschi regresar a su provincia de Castilla. Responde el P. General el 1 de junio de 1622 que quizá se halle mejor en Lima o México (ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium, fol. 228v). Persiste en su idea de cambiar de provincia según cartas de 22 de octubre de 1621 (contestada por Vitelleschi el 31 de octubre de 1622: ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium, 1, fol. 236v) y 19 de junio de 1622 (contestada por Vitelleschi: 12 de febrero de 1624. Epistolae Generalium, 1, fol. 246v).

OLIVARES. “Francisco de Lugo (1579-1652) [...]”, 24.

OLIVARES. “Francisco de Lugo (1579-1652) [...]”, 32-33.

Opvscvlvm de Sacramentis in Genere. Per Patrem Franciscum de Lugo Hispalensem, e Societate Iesu Theologiae professorem. 1638. Vallisoleti. Ex Typographia Antonij Vazquez a Sparça (4 hojas) 107 fols. (5 hojas). OLIVARES. “Francisco de Lugo (1579-1652) [...]”, 39. Segunda edición: 1644. Granatae. Ex Typographia Regia, apud Balthasare de Bolibar et Franciscum Sanchez. A costa de Domingo Fernández mercader de libros. (4 hojas) 128 fols. (6 hojas) (OLIVARES. “Francisco de Lugo (1579-1652) [...]”, 39). Tercera edición: Vallis-oleti. Ex Typographia Antonij Vazquez a Eparça (1 hoja) 107 fols. (5 hojas) (OLIVARES. “Francisco de Lugo (1579-1652) [...]”, 40). Sobre las características de las ediciones (OLIVARES. “Francisco de Lugo (1579-1652) [...]”, 41-42). Sobre la presentación del libro (OLIVARES. “Francisco de Lugo (1579-1652) [...]”, 4752). Carlos SOMMERVOGEL. Bibliothèque, V (1894) 175.

Decvrsvs praevivs ad Theologiam moralem: sive de principiis moralibvs actvvm hvmanorvm. Hoc este de Conscientia, et motv animi volvntario. Opus in Partes duas tributum. Auctore R. P. Francisco de Lvgo, Hispalensi, Societatis Iesv, Sacrae Theologiae professore. Anno [escudo con IHS] 1642. Cvm privilegio. Mantvae Carpetanoruvm. Typis Francisci Martinez. Impensis Petri Coello Bibliopolae. (4 hojas) 424 p. (1 hoja). OLIVARES. “Francisco de Lugo (1579-1652) [...]”, 40.

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Francisci de Lvgo hispalensis e Societate Iesv, Theologiae Scholasticae in I p. D. Thomae: continens tres libros, I. De Deo. II. De Trinitate. III. De Angelis. Cvm indicibvs necessariis nvnc primvm in lvcem prodit19 y Tractatvs de septem Ecclesiae Sacramentis Praxim potius, quam speculationem attendens, et intendens.20 Más difícil nos resulta precisar el nombre del inmediato sucesor del P. Francisco Lugo. El Catálogo de 1623 anota que Pedro Varáiz “ha leído Teología 6 y Prefecto de estudios mayores 2 años”.21 Pero la pregunta que surge es la siguiente: ¿esta afirmación se refiere a Quito o a Bogotá? Lo cierto es que en 1623 estaba radicado en la capital colombiana.22 El Catálogo de 1623 ubica en el Colegio Máximo de Santafé a tres profesores de Teología: Francisco Lugo, que ha leído 9 años de teología; Francisco Guerrero, 5 de teología; y Pedro Varáiz, 623. Ciertamente, Lugo era el profesor de Prima hasta 1623. El problema radica en precisar las informaciones anteriores con los PP. Guerrero y Varáiz.

Sobre las características de la edición (“Francisco de Lugo (1579-1652) [...]”, 43). Sobre la presentación del libro (OLIVARES. “Francisco de Lugo (1579-1652) [...]”, 52-55). SOMMERVOGEL. Bibliothèque, V (1894) 175. SOMMERVOGEL. Bibliothèque, V (1894) 175. SOMMERVOGEL. Bibliothèque, V (1894) 175-176.

R. P. Francisci de Lvgo hispalensis e Societate Iesv, Theologiae Scholasticae in I p. D. Thomae: continens tres libros, I. De Deo. II. De Trinitate. III. De Angelis. Cvm indicibvs necessariis nvnc primvm in lvcem prodit. [escudo de editores] Lvgdvni, Sumpt. Haered. Petri Prost, Philippi Borde, et Laurentij Arnaud. MDCXLVII. Cvm privilegio Regis. 12 hojas-1136 pags.-16 hojas. OLIVARES. “Francisco de Lugo (1579-1652) [...]”, 40-41. Sobre las características de la edición (“Francisco de Lugo (1579-1652) [...]”, 43-44). Sobre la presentación del libro (OLIVARES. “Francisco de Lugo (1579-1652) [...]”, 55-60).

Tractatvs de septem Ecclesiae Sacramentis Praxim potius, quam speculationem attendens, et intendens. Per P. Franciscvm de Lvgo Hispalensem, è Societate Iesv Theol.ae professorem. Prodit nunc primum. Perillustri, ac Reuerendissimo Praesuli D. Don Thimotheo Podiano de persia Congregationis Olivetanae Abbati, Procuratori Vigeilantissimo, D. [escudo con IHS]. Venetiis, apud Baba, MDCLII. Svperiorvm permissv et privilegio. 10 hojas-772 p. OLIVARES. “Francisco de Lugo (1579-1652) [...]”, 41. Sobre las características de la edición (“Francisco de Lugo (1579-1652) [...]”, 44).

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 39.

Su nombre no aparece ni en el Catálogo de 1610 ni en el de 1616. Por otra parte, si nos guiamos por la cronología que ofrece el de 1623 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 39) se podría concluir que llegó a Quito en 1617: “Ministro, 2 años. Rector del Seminario, 3 años. Leído Teología, 6. Prefecto de Estudios Mayores, 2”. DE MERCADO. Historia de la provincia, III, 417. Acevedo (Ignacio ACEVEDO. “Varáiz, Pedro”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, IV [2001] 3893) ofrece la siguiente cronología: (1610-1618) enseña Filosofía en Quito; (1613-1616) Rector del colegio-seminario de San Luis; (1619-1622) profesor de teología en Santafé de Bogotá. Lo cierto es que el 29 de abril de 1618 pronunciaba sus últimos votos en Lima (ACEVEDO. “Varáiz, Pedro”, IV, 3893). Y estaba en Quito en 1619. Carta del General al Provincial. Con el ordinario de 1619 de junio (ARSI. N. R. et Q., 1, fol. 68v).

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 39. Catálogo de 1623.

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Francisco Guerrero se encontraba el año 1616 en Bogotá y presumiblemente era el catedrático de Artes (1614-1617).24 Quizá había sido profesor de Vísperas de 1618 a 1623.25 Quedaría abierta la posibilidad de que a la salida de Francisco Lugo haya sido su continuador (1623-1627), pues en 1628 se encontraba en el Perú.26 En la capital peruana fue profesor de Teología en el Colegio Máximo y Prefecto de Estudios. Dejó varios manuscritos: “Tractatus aliquot theologici”;27 “Colección de respuestas a varias consultas”.28 También es conveniente citar la Aprobación de la obra: Naturaleza, policía sagrada y profana […] de todos los Etíopes, por el P. Alonso de Sandoval S. J.;29 la Aprobación de la obra: R. P. Didaci de Avendaño […] Amphitheatrvm misericordiae […];30 y la Aprobación del “Curso de artes” del P. Peñafiel en 1636.31 Por una carta del P. Francisco de Varáiz, escrita en Caracas el 8 de julio de 1629, sabemos que “a los últimos del año pasado [1628] dejé la lectura y cátedra de prima que regía”.32 Había estudiado en la Universidad de Alcalá y sido discípulo del P. Gabriel Vázquez “a cuya doctrina fue muy aficionado”.33 Atravesó el Atlántico en 1607.34 En Lima concluyó su carrera de Teología y fue Superior de los jóvenes jesuitas que estudiaban

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 18v. Catálogo de 1616.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 18v. Catálogo de 1616. Si había enseñado 5 años de Teología las fechas dadas serían correctas.

ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium. Carta del P. Mucio Vitelleschi al P. Luis de Santillán. Roma, 13 de septiembre, 1628.

AIUL. Papeletas: Guerrero, Francisco.

AIUL. Papeletas: Guerrero, Francisco.

AIUL. Papeletas: Guerrero, Francisco. “Aprobación (“Colegio del Nuevo Reino de Granada”, 30 de Diciembre de 1624) de la obra: Naturaleza, policía sagrada y profana… de todos los Etíopes, por el P. Alonso de Sandoval S. J. Sevilla, M.DC.XXVII. En 4º”.

AIUL. Papeletas: Guerrero, Francisco. “Aprobación (Lima 2 de abril de 1650) de la obra: R. P. Didaci de Avendaño […] Amphitheatrvm misericordiae […]”. Lvgdvni, M.DC.LXVI.

AIUL. Papeletas: Guerrero, Francisco. “Así dice Torres Saldamando, Jesuitas, pag., 374, y de él lo toma Sommervogel. Pero el P. Leonardo de Peñafiel, único Peñafiel a que puede referirse, no escribió tal obra o cosa parecida”. El P. José Martínez de la Escalera ha añadido a continuación: “Es el P. Alonso de Peñafiel, su hermano”. En realidad ambos fueron profesores de Teología (SOMMERVOGEL. Bibliothèque, VI [1895] 469-470).

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ARSI Provincia Novi Regni et Quiti, 14. Carta al P. Asistente de España. Caracas, julio 8 de 1629. Fol. 147-148.

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DE MERCADO. Historia de la Provincia, III, 416.

ARSI. N. R. et Q., 3. Catalogo de los Padres queste año de 607 se embarcaron en Sanlucar en uno de los galeones del cargo de don Francisco del Morral que a siete de março se hicieron a la vela, fol. 1: “5º. Padre Pedro Varaiz natural de Alfaro obispado de Tarazona, hijo de Francisco Pérez de Varaiz y de doña Ysabel Fernández de Ochagavía, de edad de 27 años y ocho de Compañía; ha oído curso de Artes y un año de Teología y comenzando el segundo salió del colegio de Alcalá y ordenose en Sevilla con extra tempora”.

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Humanidades.35 Creemos que llegó a Quito después, hacia 1616,36 y desde entonces se dedicó a la enseñanza de la Teología, primero en Quito y después en Bogotá.37 Podemos de forma tentativa afirmar que Francisco Guerrero habría sido el catedrático de Prima de 1623 a 1626 o 1627, y a continuación habría seguido Pedro Varáiz de 1626 o 1627 a 1628. No deja de ser llamativo el acceso del P. Domingo Molinello (c.15911661)38 a la cátedra de Prima de la Universidad Javeriana, pues su mayor aporte a la cultura colombiana fue el estudio de las lenguas indígenas.39 Es llamado a la docencia teológica tras el fracaso del primer ensayo misional autónomo realizado por los jesuitas en el balcón andino que se asoma a los Llanos de Casanare.40 Al parecer estuvo dos años (1628-1630) en la cátedra de Prima y según su biógrafo fue “excelente teólogo y eminente canonista”.41 El P. Jerónimo de Escobar (1596-1673)42 es sin lugar a dudas el más grande teólogo de la Universidad Javeriana del siglo XVII. Su biógrafo no duda en calificarlo con el “título de maestro máximo”.43 Toda su formación intelectual la recibió en la Universidad Gregoriana de Quito44 y la espiritual en el noviciado de Montilla (Andalucía), donde tuvo como Maestro de su vida espiritual al connotado escritor ascético el P. Alonso Rodríguez.45 Atravesó el Atlántico en la expedición de 1618.46 Su vida intelectual se inicia en 1628, en Quito, con la lectura del trienio en la Facultad de Artes (1628-1631).47 Hombre enfermizo, tuvo que convivir con el dolor toda

DE MERCADO. Historia de la Provincia, III, 416.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 39: se podría concluir que llegó a Quito en 1617: “Ministro, 2 años. Rector del Seminario, 3 años. Leído Teología, 6. Prefecto de Estudios Mayores, 2”.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 39. Catálogo de 1623.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 479-482.

DEL REY FAJARDO. La Universidad Javeriana, intérprete de la otredad indígena (siglos XVII y XVIII). Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana (2009) 41-42.

Juan RIVERO. Historia de las Misiones de los Llanos de Casanare y los ríos Orinoco y Meta. Bogotá, Empresa Nacional de Publicaciones (1956) 69-71.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, II, 62.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 254-258.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 197.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 198.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 198.

ARSI. N. R. et Q., 14. Historia. I. “El Hermano Geronimo de Escobar theologo de Montilla de diez y nueve años […]”.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 198. Contaba con 32 años de edad. También existe el testimonio expreso en su libro Summulae seu introductio ad Aristotelis dialecticam (Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 29. En el prólogo dice: “Huius triennalis navegationis portum feliciter appuleris”).

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su vida48 a pesar de haber buscado alivio, inútilmente, en Panamá.49 Su vinculación a la Universidad Javeriana data de 1637 y a la cátedra de Prima le dedicaría el resto de su vida hasta el 18 de enero de 1673, fecha en que le sobrevino la muerte.50 Es de lamentar que ninguna de las obras escritas de Escobar haya conocido la luz pública, pero queremos dejar testimonio de los manuscritos de los que tenemos noticia y seguiremos su orden cronológico. El primero es las Disputationes theologicae: De existentia et Essentia Dei et De Beatitudine: 1637.51 Después seguirían por orden cronológico los siguientes: Elucidarium trium virtutum theologicarum: 1638 y 1657;52 Controversia de ineffabili divinae Incarnationis mysterio: 1640 y 1667;53 Proemiales Sacrae Theologiae: 1641;54 Controversiae de actibus humanis: 1641;55 Liber unicus

Desde el primer catálogo que ofrece información sobre el P. Escobar nos encontramos de forma reiterada: “Vires: Mediocres”. Hasta 1660 los Catálogos hablan de “Vires: Mediocres” (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 190), pero a partir de 1664 la graduación sube a la categoría de “debiles” (fol. 218). En Mercado encontramos una verdadera descripción: “El uno de los dolores exteriores de sus enfermedades, un dolor continuo de cabeza, debilidad de estómago, un caimiento y amargura con vivo dolor del corazón, dolores insufribles de cólica, ardores de hígado, que derramándose por todo el cuerpo le dejaban sin alivio: un hastío a la comida y bebida, que aunque como viador sentía el hambre y la sed, se doblaba el tormento no arrostrando lo mismo que le pudiera servir de alivio” (DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 198).

Residía en la ciudad del Istmo en octubre de 1632 (ARSI. N. R. et Q. 1. Epistolae Generalium. Carta del 28 de enero de 1634) y allí pronunció su Profesión solemne el 9 de octubre de 1633 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 49).

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ARSI. Historia Societatis, t. 49, fol. 103r. DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 211: “el día de la cátedra de San Pedro en Roma”. Y en la página anterior describe la visita y el entierro que le dispensaron las autoridades y el pueblo de Santafé. José Ortiz Morales describe así su muerte: “El año 1673 a 18 de junio, día de la Cátedra de San Pedro, murió el R. P. Mº Jerónimo de Escobar, Catedrático de Prima, y tuve yo la fortuna de ser uno de sus discípulos desde el 19 de octubre del año 1672 hasta el presente día, leyéndonos hasta la muerte la materia De visione […]. Fue muy sentida la muerte de tan gran Catedrático y tuvo en espacio de más de 40 años innumerables discípulos en este Reino. Se le hicieron honras muy solemnes y duplicadas”. Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve Tratado del Cielos y los Astros del Maestro javeriano Mateo Mimbela (1663-1736). San Cristóbal-Santafé de Bogotá (1999) 28.

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Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 24. José Manuel RIVAS SACCONI. El latín en Colombia. Bogotá (1949) 95. [A los 41 años y en 1656]. Walter Bernard REDMOND. Bibliography of the Philosophy in the Iberian Colonies of America. The Hage, Martinus Nijhoff (1972) 36.

Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 30. RIVAS SACCONI. El latín en Colombia, 95. [Edad, 42 y 61]. Francisco QUECEDO (Mss.) lo reseña como: “De Fide, Spe et Charitate”. (José DEL REY FAJARDO. Las mentalidades en el Nuevo Reino: La Universidad Javeriana. Santafé de Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, II [1998] 114).

Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 25. RIVAS SACCONI. El latín en Colombia, 95. [Edad: 44 y 71]. F. QUECEDO (Mss.) lo reseña como: De Incarnatione.

QUECEDO (Mss.) [Edad: 45 años]. Había un ejemplar en la Biblioteca de la Javeriana en 1767 (DEL REY FAJARDO. Las mentalidades en el Nuevo Reino, II, 114). Walter Bernard REDMOND. Bibliography of the Philosophy, 36.

Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 23. RIVAS SACCONI. El latín en Colombia, 96. QUECEDO (Mss.). Dictado los años: 1641, 1658, 1670 [45, 62 y 74 años de edad]. Está unido al Proemiales

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de virtutibus in communi: 1641;56 De Divina Providentia, Praedestinatione et Reprobatione: 1643;57 Controversia de Angelis: 1647;58 De Scientia Dei: 1658;59 De Voluntate Dei: 1659;60 Liber unicus de beatitudine: 1664;61 Controversia de divina gratia: 1662;62 y por último el tratado De Trinitate.63 Un digno sucesor del gran Maestro Jerónimo de Escobar fue el santafereño Martín de Eusa (c.1631-1693).64 Toda su ciencia teológica la adquirió en su Alma Mater y como egresado recorrería todo el escalafón de la Facultad de Teología: Moral (1661-1669), Vísperas (1669-1673) y Prima (1673-1680). El minucioso cronista Juan Flórez de Ocariz lo retrató de la siguiente manera: Religioso de la Compañía de Iesvs, ingenioso Predicador, Rector del Colegio Seminario de San Bartolomé en Santa Fe su patria, Catedrático de Teología, Examinador sinodal, hijo legitimo de el Capitán Martín de Uturalde y Eusa, Depositario General de la misma Ciudad, y de Doña Francisca de Aguirre.65

Sacrae Theologiae. Walter Bernard REDMOND. Bibliography of the Philosophy, 36.

Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 23. RIVAS SACCONI. El latín en Colombia, 96. QUECEDO (Mss.). Leído en 1641 y 1671. [Edad: 45 y 75]. Lo reseña como: De Virtutibus in communi. Está unido al Proemiales Sacrae Theologiae.

Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 28. Está unido al Proemiales Sacrae Theologiae. RIVAS SACCONI. El latín en Colombia, 96. QUECEDO (Mss). Dictado los años: 1643 y 1660. [Edad: 47, 64, 75]. Este tratado va unido al de Controversia De Operationibus Immanentibus Dei quae ad eum ut Unum pertinent. Había un ejemplar en la Biblioteca de la Javeriana en 1767 (DEL REY FAJARDO. Las mentalidades en el Nuevo Reino, II, 114): pero cita: De atributis, visione et praedestinatione.

Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 26. RIVAS SACCONI. El latín en Colombia, 96. QUECEDO (Mss.). De Angelis. [Edad: 51 años]. Había un ejemplar en la Biblioteca de la Javeriana en 1767 (DEL REY FAJARDO. Las mentalidades en el Nuevo Reino, II, 114).

Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 28. RIVAS SACCONI. El latín en Colombia, 96. QUECEDO (Mss.). De Angelis. [Edad: 51 años]. Dictado en 1658 y 1660. Este tratado va unido al anterior. Según Pacheco (Los jesuitas en Colombia, I, 558) el Tratado de Controversia de operationibus immanentibus Dei, quae ad eum et unum pertinent, se divide en tres libros: 1. De Scientia Dei, 2. De voluntate Dei, 3. De providentia, praedestinatione et reprobatione. Había un ejemplar en la Biblioteca de la Javeriana en 1767 (DEL REY FAJARDO. Las mentalidades en el Nuevo Reino, II, 114).

Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 28. RIVAS SACCONI. El latín en Colombia, 96. QUECEDO (Mss.). Año 1659. [Edad 63 años]. Va unido al De Angelis. Walter Bernard REDMOND. Bibliography of the Philosophy, 36.

RIVAS SACCONI. El latín en Colombia, 95. QUECEDO (Mss.). Edad, 68 años. Está unido al de Existentica et Essentia Dei. Es un año anterior al de Elucidarium Trium Virtutum según nota del fol. 1r, lo cual puede significar que lo leyó también en 1637 y 1656.

Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 27. RIVAS SACCONI. El latín en Colombia, 96. QUECEDO (Mss.). Dictado en 1662 y 1669. [Edad 66 y 73]. Había un ejemplar en la Biblioteca de la Javeriana en 1767 (DEL REY FAJARDO. Las mentalidades en el Nuevo Reino, II, 114).

Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 27. En el Tratado de Controversia de divina gratia. Prólogo, fol. 1r: “Ut docui in materia de Trinitate”. Había un ejemplar en la Biblioteca de la Javeriana en 1767 (DEL REY FAJARDO. Las mentalidades en el Nuevo Reino, II, 114).

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 260-263.

Juan FLÓREZ DE OCARIZ. Genealogías del Nuevo Reino de Granada. Bogotá, Instituto Caro y Cuervo-Instituto Colombiano de Cultura Hispánica. Edición facsimilar de la impresión de Madrid de 1674. Madrid, I (1674) 269.

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Su horizonte intelectual se amplió con la amistad del pensador escotista don Alonso Briceño,66 de quien recibió la ordenación sacerdotal en Panamá.67 Lamentablemente, su brillante carrera académica fue abortada por un sermón que predicó el 28 de junio de 1680 en la catedral de Bogotá, lo que le valió el destierro a Cartagena.68 De su docencia nos han llegado dos manuscritos: el primero es el Tractatus de Dei Visione69 y el segundo es el Tractatus de inscrutabili atque altissimo Trinitatis Mysterio.70

Sobre Alonso Briceño: Nicolás E. NAVARRO. Anales eclesiásticos venezolanos. Caracas (1951) 78. Ramón URDANETA. “Briceño, Alonso”. En: Diccionario de Historia de Venezuela. Caracas, Fundación Polar, I (1997) 532. En realidad la sede santafereña había estado vacante siete años, desde la muerte de Fray Cristóbal de Torres, el 8 de julio de 1654, hasta el 17 de junio de 1661 en que hizo su entrada en Bogotá Fray Juan de Arguinao. Juan Manuel PACHECO. Historia Eclesiástica. Tomo 2: La consolidación de la Iglesia. Siglo XVII. Bogotá, Historia Extensa de Colombia, vol. XIII, t. 2 (1975) 115-143.

APT. Fondo Astráin. Leg. 5. Letras annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Contienen los años de 1691, 92 y 93. Fol. 43: “Por estar en sede vacante este arzobispado, lo embiaron los superiores a la ciudad de Panama donde recibio los sacros ordenes, y hizo tanto aprecio de el P. el Illustrisimo Sr. Briseño, obispo entonces en aquella ciudad, q. le presento dos tomos que avia sacado su Señoria sobre Escoto”. En realidad la sede santafereña había estado vacante 7 años, desde la muerte de Fray Cristóbal de Torres, el 8 de julio de 1654, hasta el 17 de junio de 1661, en que hizo su entrada en Bogotá Fray Juan de Arguinao. PACHECO. Historia Eclesiástica. Tomo 2: La consolidación de la Iglesia. Siglo XVII. Bogotá, Historia Extensa de Colombia, vol. XIII, t. 2 (1975) 115-143.

Como se sintiera aludido el Presidente don Francisco Castillo de la Concha, este lo desterró a Cartagena. AGI. Santafé, 531. Real Cédula de 18 de junio de 1683. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II (1962) 268.

Tractatus de Dei Visione P. R. P. Martinum de Eussa Cathedrae primariae, Dignissimum Professorem. Initium patravit Die 13 M[ensis] octobris Anno 1678. Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 41. Francisco QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 2 (1952) 234: “Ms. encuadernado en pergamino. Mide 215 por 153 mm. De dorso 23. Roto el papel del título. Sign ant. 37 y moderna 27. Ligaduras de cuero. Canto encarnado. Dos hojas de guarda al principio. Contiene dos Tratados. El primero del P. Eusa, segundo el del P. Calderón De Auxiliis. Letra muy menuda cursiva y descolorida. Papel de trigo y tinta caparrosa. Proemio con letras concatenadas [...]. De la Compª de JHS Librería. En la margen der. el membrete de la anti. Bibl Nac. Comprende 97 fols, más uno en bl. Termina [...] finem dedimus; ita sunt dicta (?) 20 M junii Anno. 1679”. Tratado reseñado en el Inventario de la biblioteca de la Javeriana, levantado en 1767 (DEL REY FAJARDO. Las mentalidades en el Nuevo Reino, II, 115).

Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 51. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 233-234: “Ms. encuadernado en pergamino. Mide 225 por 150 mm. de dorso 40. En éste las signs. moderna 51 y la antigua 4622, 24. El título algo borroso: De Trinitate P. Martino. Se conservan las ligaduras del Ms. En el interior de la cubierta el sello de la antigua Bb. Nac. 1855 en sello esférico. Letra corrida. Comprende 131 fols. Siguen los tratados del P. Pedro Calderón [...]. El final del tratado nos da la fecha exacta de su lectura: [...] Finem dedi anna [borrado] julii Anno 16(59?) [creemos que 1679]”. Tratado reseñado en el Inventario de la biblioteca de la Javeriana, levantado en 1767 (DEL REY FAJARDO. Las mentalidades en el Nuevo Reino, II, 115).

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Si la carrera docente de Martín de Eusa la interrumpió una decisión presidencial, la de su continuador, Pedro Calderón (c.1638-1708),71 la truncaría la autoridad jesuítica a fin de dedicarlo a las altas funciones gerenciales de la Provincia del Nuevo Reino. Su actividad en el claustro javeriano se inició en la Facultad de Artes (1672-1675) para pasar después a la de Teología y, más concretamente, a la cátedra de Vísperas (1678-1680),72 para culminar en la de Prima (1680-1684). De su docencia en esta última cátedra quedan tres escritos: De Praedestinatione. Tractatus de Praedestinatione, Reprobatione et Providen/tia Dei: 1680;73 De Scientia Dei. Tractatus de Divina Scientia74 y Tractatus de Verbo Incarnato.75 Cerraría el siglo XVII el magisterio del santafereño Andrés de la Barrera (1641-1701).76 Su consagración total a las labores docentes javerianas absorbería su actividad intelectual de 1675 a 1699:77 Artes (1675-1678), Moral (1678-1681), Vísperas (1681-1684) y Prima (1684-1698).78 Con respecto a su producción intelectual, podemos afirmar que dejó manuscritos de todas sus etapas docentes, sin embargo de la cátedra de Prima solo ha llegado hasta nosotros un solo escrito: Tractatus de Mysterio Incarnationis.79

DEL REY FJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 163-168.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 324. Catálogo, 1678: “Docuit Grammaticam, Philosophiam et Theologiam”.

De Praedestinatione./ Tractatus de Praedestinatione,/ Reprobatione et Providen/tia Dei. P. R. P. Petrum/ de Calderon, elaboratus ca/thedram primariam occupantem. 1680. Este Ms. está incluido en el Ms. del P. Martín de Eusa De Trinitate. Mide 225 por 150 mm. Consta de 115 folios. Termina el tratado con una poesía en latín que empieza: “Iluxit iam illa dies et non tardavit in qua feliciter assecuturus adeo longeve navigationis” (QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 236). Ms. 51 de la Biblioteca Nacional. Walter Bernard REDMOND. Bibliography of the Philosophy, 22.

De Scientia Dei. Tractatus de Divina Scientia./ P. R. P. Petrus de Calderon ela/boratus, Cathedrae occupantem primariam. Initium fecit die 19 octobris 1680. Este Ms. está contenido en el Ms. 51 (Biblioteca Nacional de Bogotá) del P. Martín de Eusa De Trinitate. Comprende 93 fols. enumerados. Concluye: “finem ponimus, Die 20 Junii 1681”. (Cfr. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 236-237). Walter Bernard REDMOND. Bibliography of the Philosophy, 22.

Tractatus de Verbo Incarnato. (P. R. P.) Petrum de Calderon primariae cathedrae dignissimum professorem. Ms. 37 de la Biblioteca Nacional de Bogotá. Mide 210 por 150 mm. Comprende 154 fols. Y a veces está alterado el orden de la numeración de los folios. Sin fecha. El manuscrito contiene también el Tratado De Fide, Spe et Charitate del P. Andrés de la Barrera (Cfr. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 236-237).

DEL REY FJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 129-134.

William JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé. –Nobleza e hidalguía- Colegiales de 1605 a 1820. Santafé de Bogotá, Instituto Colombiano de Cultura Hispánica (1996) 264. “Padre Andrés de la Barrera, catedrático de filosofía y teología hasta la de prima y prefecto de los estudios, rector del Colegio de San Bartolomé, del Máximo de Santafé y de Universidad y del Colegio de Cartagena”.

Así lo demuestran los catálogos: 1684 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 347v); 1691 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 1).

Tractatus de Mysterio Incarnationis [Ex bibliotheca D. D. Francisci Xaverii Zaldua] P. R. P. Andream de la Barrera [en abreviatura] Soc. Iesv Meritissimum Moderatorem Cathedra Imae in sacra

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El siglo XVIII se inaugura con la presencia de los jesuitas antioqueños en tan delicada función docente. El P. José Matías Herrera (1659-1716)80 desarrolló su actividad intelectual en su Alma Mater desde 1691 hasta 1704: Artes (1690-1692), Moral (1692-1695), Vísperas (1695-1698) y Prima (16981704). No gozó de buena salud y a ello achacamos su destino a Cartagena.81 De sus clases solo nos ha quedado un manuscrito, aunque poseemos dos versiones del mismo; una: Tractatus de Sacrosanto Triados mysterio,82 y la segunda: Tractatus de arcano Trinitatis mysterio.83 Siete años estaría al frente de la máxima cátedra de Teología el santafereño Juan Manuel Romero (1663-1726).84 Todos sus saberes los adquriría en la Universidad Javeriana, y a ella le retribuiría sirviéndole en todos los estratos académicos: Facultad de Lenguas (1687-1690),85 Artes (1695-1698), Moral (1698-1701), Vísperas (1701-1704) y Prima (1704-1711).86 En 1713 Theolo. simulque Rectorem dignissimum Collegii Regalis Dibi Bartolomei. Initium possuit Die 19 Mensis Octobris Anno Domini 1686. Academia Colombiana de la Historia. Mss. de la Biblioteca Zaldúa. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 238-239: “Ms. encuadernado en pergamino. Mide 220 por 150 mm. De dorso 16. En éste se lee: De Incarnatione P. Barrera. Una hja. de guarda al principio con dibujos rutinarios y una leyenda del Dr. Baltasar. Al final también dos hjas. de guarda con otros dibujos rutinarios. Comprende 141 fol. enum. Letra cursiva inglesa modo baeticae tamaño ordinario. Tinta caparrosa, papel de trigo. Legible”. Este Mss. aparece en el Inventario de la Biblioteca de la Universidad Javeriana llevado a cabo en 1767 (DEL REY FAJARDO. Las mentalidades en el Nuevo Reino, II, 108).

DEL REY FJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 352-354.

Ya el Catálogo de 1687 afirma que tenía “Vires. Debiles” (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 384v). Lo mismo verifica el del 1691 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 24v); “Mediocres” el de 1702 (fol. 38); “Mediocres” el de 1711 (fol. 77) y “Debiles” el de 1713 (fol. 116v).

Tractatus de Sacrosanto Triados mysterio P. R. P. Iosepho Mathia de Herrera Primariae Cathedrae Sapientissimum Magistrum die 19 Octobris Anno 1698. Biblioteca de la Academia Colombiana de la Historia. Ms. de la Biblioteca del Dr. Zaldúa. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 240: “Ms. encuadernado en pergamino. Mide 214 por 150 mm. De dorso 35. En éste se lee: De Deo ut Trino et Vno. Contiene además el Tratado del P. Mimbela De essentia et Attributis Dei. El primero comprende 127 fols num. más dos de índice [...]. Ambos tratados presentan la misma grafía, letra corrida inglesa modo baeticae. Seguridad en los trazos, que indica un copista joven, seguramente del alumno. Tinta caparrosa y papel de trigo con filigrana. El texto descolorido. Año de lectura, 19 de octubre de 1698”.

Tractatus de arcano Trinitatis mysterio A. R. P. A. P. D. Iosepho Mathia de Herrera societatis IESV dignissimum Primariae cathedrae Moderatore Mr. Gijon. Initium possuit Anno Dni 1698, Die 20 Octobris. Auditores Michaele de Montalvo eiusdem Societatis. Biblioteca de la Academia Colombiana de la Historia. Mss. de la Biblioteca del Dr. Zaldúa. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 241: Es el mismo tratado que el anterior “pero con algunas variantes. También contiene el De essentia et Attributis del P. Mimbela. El primero comprende 98 fols, más uno de índice [...]. Letra menuda natural angular. Papel de trigo con filigrana y tinta caparrosa”.

DEL REY FJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 601-604.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 24. Catálogo breve de 1687. “Profesor de media y suprema de la Clase de Gramática. Prefecto de la Congregación de los Estudiantes”.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 38v. Catálogo de 1702: “Docuit Grammaticam, Philosophiam et Theologiam”. Y el Catálogo de 1711 especificará todavía más: “Docuit Grammaticam, Philosophiam, Theologiam Moralem et Scholasticam” (fol. 59). JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio

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residía en el Colegio Máximo como enfermo.87 No nos ha llegado noticia de ningún escrito suyo. El P. Andrés de Tapia (1671-1716).88 Es de lamentar que no haya quedado ningún escrito de este catedrático de la Universidad Javeriana que dedicó prácticamente toda su vida a la docencia filosfófico-teológica: Facultad de Artes (1701-1704), Moral (1704-1707), Vísperas (1707-1711) y Prima (1711-1715).89 De 1713 a 1715 estuvo al frente del Colegio de San Bartolomé.90 Destinado a Cartagena, falleció en la ciudad caribeña el 9 de octubre de 1716.91 También el tunjano Miguel Montalvo (1674-1741)92 se equipara en cierta manera a sus dos predecesores, pues dedicó 20 años a la docencia y después se consagró a la vida administrativa jesuítica en la amplia geografía del Nuevo Reino de Granada. Su carrera académica se inicia en la Facultad de Artes (1707-1710) y pasó después a la Facultad de Teología pero, directamente, a la cátedra de Vísperas (1711-1714), para culminar después en la de Prima (1715-1719). A partir de 1720 abandona el claustro y sospechamos que quizá quebrantos de salud justificarían esta retirada.93 Hasta el presente desconocemos la existencia de algún escrito suyo teológico. Muy curioso es el caso del cartagenero Juan Andrés de Tejada (16631722)94 pues su reingreso como profesor a su antigua Alma Mater ocurre después de una larga estancia en la Isla de Santo Domingo (1691-1711).95

Mayor y Seminario de San Bartolomé, 264. N.º 431: “Padre Juan Manuel Romero, catedrático de filosofía y teología hasta la de prima, prefecto de los estudios, rector del Colegio Mayor del San Bartolomé [tachado y del Colegio de Tunja]”.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 113. Catálogo de 1713: “Vires: Mediocres”.

José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial. Bogotá, CEJA (2002) 313.

JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 265: “Padre Andrés de Tapia catedrático de filosofía y teología hasta la de prima, rector del colegio San Bartolomé y del de Cartagena [tachado: todos] tres cuñados del Marqués de San Juan de Rivera”. Y en la página 286: “Los padres Matías, Diego, Francisco y Andrés de Tapia, hermanos. […] El padre Andrés, doctor teólogo, maestro de filosofía y en su universidad prefecto de sus estudios, y rector del Colegio de San Bartolomé y del de Cartagena”. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 57. Catálogo Breve de 1711: “Professor Theologiae primarius”.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 119v. Catálogo de 1713: “San Bartolomé: Rector”. José RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé [1605-1767]”. En: Revista Javeriana. Bogotá, 2 (1952) 97.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 142. Supplementum primi et secundi Catalogi huius Provinciae Novi Regni confectum a die 26 Decembris 1715 ad diem 1 Septembris 1718.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 484-485.

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 247.

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DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 667-669.

José Luis SÁEZ. “Los jesuitas en el Caribe insular de habla castellana (1575-1767)”. En: Paramillo. San Cristobal, 16 (1997) 88-90.

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En la Isla caribeña enseñó Folosofía y Teología Moral.96 Habiendo regresado a Tierra Firme, tuvo a su cargo en la Universidad Javeriana la cátedra de Teología Moral (1718-1719)97 y ocupó a continuación la de Prima (17191722),98 y falleció en el ejercicio docente el 9 de noviembre de 1722.99 De sus clases javerianas nos han quedado dos manuscritos: Ellucidationes de gratia actuali et habituali100 y De mérito.101 Una personalidad típica del jesuita neogranadino fue el P. Francisco Cataño (1678-1755),102 pues coexistieron en él tanto el académico como el gestor educativo a alto nivel. Su trayectoria universitaria en la Facultad de Teología culminaría en la cátedra de Prima (1722-1730).103 Debemos señalar que tras la muerte inesperada del P. Tejada, el primer suplente fue el P. Diego Terreros.104

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 82. Catálogo de 1711.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 157. Catálogo de 1718: “Docuit Grammaticam modo Theologiam Moralem”.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 199. Catálogo de 1720: “Docet Theologiam”.

QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 245: “Leio el P. Texada asta nobiembre. Y luego prosigio la materia el P. Terreros”. Así pues, comenzó el curso el P. Tejada y fue sustituido por el P. Terreros en noviembre por haber fallecido el primero el día 9 de noviembre a las ocho y cuarto (Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 99. De merito, fol. 12v).

Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 93. Ellucidationes/de Gratia actuali/et habituali./P. R. P./Ioannem Andream de Texada Societatis Jesu, dig/nissimum primariae cathedrae/Magistrum. Auditore D. M. D. Martino de/Meaurio./ Initium dedit die 20 Mensis/Octobris. Anno Domini 172(?). 84 folios enumerados. (QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 244).

Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 99. De merito. Per Patrem Andream de Texada. Auditore D. M. D./Philipo de Galvis y Gomez del Rincón/die 20 anno Dni 1722. (QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 245).

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 202-204.

JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 358, 359, 360, 362.

QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 245: “Leio el P. Texada asta nobiembre. Y luego prosigio la materia el P. Terreros”.

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De su docencia nos han quedado los siguientes manuscritos: Tractus de Fide;105 Tractatus de Incarnatione.106 Es posible que de esta época sea el escrito Materia de Matrimonio data a R. P. Franco. Cataño.107 La percepción que tenemos del antioqueño Diego Terreros (1682-¿ ?)108 se asemeja a la de su antecesor en la cátedra de Prima. La vinculación al claustro de la Javeriana siguió el siguiente derrotero: Profesor de Artes (1719-1722),109 Vísperas (1722-1730) y Prima (1730-1734).110 También fue Profesor, por algún tiempo, de la cátedra de Cánones y Leyes.111 De sus escritos solo disponemos de una información indirecta sobre el Tractatus theologicus scholasticus de divina Scientia.112 Es curiosa la presencia del catalán Ignacio Ferrer (1694-1759)113 en el claustro javeriano. Su docencia en la Academia de San Francisco Javier sería breve pues dictó el curso de Artes de 1728 a 1731,114 y en la cátedra

Tractus de Fide P. R. P. Franciscum/ Cataño Soc. Jesu dign. Theologiae/ Professorem. Auditore Dno/ Mro/ Dno/ Josepho de Carvaxal, Divi Bartolomei Coll. Collega. Initium dedit die 20 mensis octobris anno Domini 1725. Comprende 10 ff + 100. Mide 20 por 14. Archivo Nacional de Historia. Quito. Miguel SÁNCHEZ ASTUDILLO. Textos de catedráticos jesuitas en Quito colonial. Quito (1959) 112. En la biblioteca del colegio de Caracas colonial existía un: CATTAÑO. [CATAÑO, Francisco]. Tractatus de fide divina per R. P. Franciscum de Cattaño Soc. Jesu. Propter primam veritatem revelantem esse obiectum formale physicae. Y finaliza. Aut nec fictio dissiparet animan illius, & Et haec de divina gratia sanctificante dicta sint satis. Un quaderno en 4, pergamino, trazado con 82 foxas. (DEL REY FAJARDO. Las bibliotecas jesuíticas en la Venezuela colonial, II, 253).

DEL REY FAJARDO. Las bibliotecas jesuíticas en la Venezuela colonial, II, 253: CATTAÑO. [CATAÑO, Francisco]. Tractatus de Incarnatione per R. P. Franciscum de Cattaño Soc. Jesu. Disputatio 1. De possibilitate, existentia, et necessitate Incarnationis. Sectio 1. An Mysterium Incarnationis sit posibile, et de facto detur unio Hypostatica. Y finaliza. Nam si concipitur res antecedens conformis aut disconformis naturae rationalis ut tali sine quibus notis operatur. Un quaderno en 4, pergamino, bien tratado con 70 foxas útiles. [En la biblioteca del colegio Colonial de Caracas].

Materia de Matrimonio data a R. P. Franco. Cataño D. B. R. M. (Divi Bart. Reg. Mayor) semiaq. (Seminar). Coll. Rectore, et ante eiusdem Coll. Collega subscripta a D. D. P. Pedro Maldonado. S. a. n. l. Ms. perteneciente al Dr. R. M. Briceño. Mide 200 por 145. Comprende 85 fols. enumerados (QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 269).

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DEL REY FJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 671-673.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 199v. Catálogo de 1720.

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JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 370, 374.

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José Abel SALAZAR. Los estudios eclesiásticos superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810). Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (1946) 659. El autor transcribe la respuesta del 31 de agosto de 1763 a la consulta formulada ese mismo año sobre la Cátedra: AGI. Santafé, 395.

DEL REY FAJARDO. Las bibliotecas jesuíticas en la Venezuela colonial, II, 270: TERREROS. [TERREROS, Diego]. Tractatus theologicus scholasticus de divina Scientia per R. P. Didacum Therreros Soc. Jesu. Sectio 1a. Utrum in Deo sit scientia et an inferatur ex inmaterialitate? Circa 1. Sectionis partem fidei, certum, et lumine naturali notum. Termina. Deinde scientia non impedit libertatem creaturae quia etiam est impedibilis a creatura. Ergo libertas etc. Un quaderno en quarto pergamino, bien tratado con 50 foxas útiles. [En la biblioteca del colegio colonial de Caracas].

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DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 274-1759.

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Nos basamos para establecer esta fecha en el Manuscrito In Logicam del P. Ignacio Ferrer, que reposaba en la Biblioteca de San Bartolomé (La Merced) en Bogotá. Sección de Manuscritos

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de Prima duraría un año (1734-1735).115 En ese último año fue destinado a Caracas para llevar a cabo la fundación en la capital venezolana.116 De su producción intelectual solo nos han llegado los manuscritos relativos a su curso filosófico. Breve sería también el paso por las aulas javerianas del jesuita vienés Pedro Liner (1698-1745).117 Su carrera universitaria pensamos que la llevó a cabo en territorio austriaco, y atravesó el Atlántico en la expedición de 1723.118 Detectamos su presencia en el profesorado de la Javeriana a partir de 1731,119 pero ciertamente colaboró en la Facultad de Teología en la cátedra de Moral ente los años 1733 y 1734, y en la de Prima entre 1735 y 1737.120 De su producción científica solo tenemos noticia del tratado De gratia sanctificante.121 Hay que reconocer que en la década 1730-1740 hubo mucho trasiego de hombres en la cúspide de la enseñanza de la teología en la Universidad Javeriana. Y no fue una excepción el antioqueño José Molina (1689-¿?),122 genuino arquetipo del ignaciano plurivalente en los campos de la ciencia y del espíritu.123 La carrera universitaria la realizó en su Alma Mater de la

y Libros antiguos. El texto concluía con las siguientes palabras: “finem imposuit die 24 julii anno MDCCXXIX”. Esto quiere decir que el curso comenzó en 1728. [El Mss. lo consultamos en 1967, pero en la actualidad ha sido sustraído de su lugar primigenio]. 115

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 236v. Catálogo de 1736: “Docuit Grammaticam, Philosophiam et Theologiam”. JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 375.

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En 1735 recurre el Provincial P. Jaime López al P. Ignacio Ferrer para que defienda al P. Bernardo Rotella, misionero del Orinoco, acusado de contrabando (ANB. Reales Cédulas, t. 9, fol. 838. Carta del P. Jaime López al Oidor José Martínez Malo. Santafé, junio 27 de 1737). La estancia la confirman los Catálogos de 1736 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 236v) y 1738 (fol. 274). En noviembre de 1746 escribía el P. Ferrer un Memorial resignando los bienes de la fundación en manos del Sr. Obispo (AGI. Santo Domingo, 716. Testimonio sobre fundación de Caracas. N.º 1. El mismo Documento se encuentra en: ANCh. Jesuitas, 211).

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 377-378.

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AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1723: “8º. El Padre Pedro Liner sazerdote natural de Grauenberga, en Bauiera, de edad de 35 años, mediano de cuerpo, abultado de cara, blanco y rubio”. Sin embargo más fe nos merece con respecto al nacimiento la afirmación de Anton HUONDER. Deutsche Jesuitenmissionäre des 17 und 18 Jahrhunderts. Freiburg in Breisgau (1899) 153.

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En 1731 ya era catedrático en la Javeriana (Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 255. Se trata de una miscelánea. En el fol. 68r interviene en una disputa escolástica).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 226v. Catálogo de 1736: “Docuit Grammaticam, Theologiam Moralem, nunc Scholasticam”.

Mss. que se encontraba en la Biblioteca de la Javeriana al momento de la expulsión de 1767 (DEL REY FAJARDO. Las mentalidades en el Nuevo Reino, 124).

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 476-479.

El Catálogo de 1736 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 234v) nos ofrece los siguientes rasgos biográficos: “Docuit Grammaticam, Philosophiam et Teologiam moralem et scholasticam. Bis Minister. Superior. Socius Provincialis”.

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siguiente manera: catedrático de Artes (1722-1725), Moral (1725-1726), Vísperas (1730-1733) y Prima (1737-1738).124 Se conservan dos manuscritos de su docencia: el primero trata del tema De divina Scientia125 y el segundo De divina Providentia.126 José de Rojas (1688-1755).127 Su tránsito por los claustros universitarios contempla dos etapas; en la primera se inserta en la Facultad de Teología para desempeñar el profesorado en la cátedra de Moral (1728-1733) y posteriormente en la de Vísperas (1733-1735);128 y en la segunda asume la cátedra de Prima (1738-1741).129 Se conservan de sus clases dos manuscritos: De proemialibus Theolo130 giae y De disputationibus gratiae actualis.131

Nos llama la atención la afirmación de JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 390 quien recoge un informe según el cual sería todavía profesor de Prima en 1739.

Tractatus Theologicus Scholas/ticus de Diuina Scientia P./ R. A. P. Iosephum /de Molina Dignis/simum Prima/riae Cathedrae/ Professorem/. Biblioteca Nacional de Bogotá. Ms. 65. Mide 221 por 152. Comprende 124 folios enumerados más dos al principio sin numerar y dos al fin con uno de índice. (QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 251). Walter Bernard REDMOND. Bibliography of the Philosophy, 61.

Tractatus Scho/lasticus et theologicus de/ Divina Providentia et/ Praedestinatione. P. R. P. Iosephum de Molina Cathe/drae primariae dignissimum Praeceptorem/. Auditore D. Mtro. D. Jospeho Gregorio Dias Quixano D. B. R. (Divi bart. Realis) Maioris, initium dedit die 21 octobris anni Dni. 1737. Ms. de la Academia de la Historia, de la Biblioteca Francisco Javier Zaldúa. Comprende 161 fols. enumerados más dos de índice y dos en blanco. Mide 221 por 152. Walter Bernard REDMOND. Bibliography of the Philosophy, 61.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 588-591.

Según Quecedo (“Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 248-249) el mismo Padre Rojas afirma en el Prólogo de su Manuscrito De proemialibus Theologiae que había enseñado durante siete años continuos la teología especulativa y práctica; y que un honor conferido por la obediencia le alejó por algún tiempo de la enseñanza, pero vuelve de nuevo a su antiguo cargo hacia el que siente inclinación por su amor a la lectura y a la ciencia. Estas afirmaciones las proclama en octubre de 1738 y el honor al que parece hacer referencia es el rectorado del colegio-seminario de San Bartolomé que se extiende de enero de 1736 a octubre de 1738 (José RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé [1605-1767]”. En: Revista Javeriana. Bogotá, 2 [1952] 98). En consecuencia, sus siete años ininterrumpidos de docencia teológica en la Javeriana deben correr de 1728 a 1735. En 1733 aparece en el claustro (Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados, 1733-1756, fol. 1). Según el mencionado Libro de Grados (fol. 24v) a fines de 1735 ya era el P. Rojas Rector de San Bartolomé. Manuscrito de la Academia de la Historia. Bogotá. De proemialibus Theologiae. En 1739 permanecía en dicho cargo (Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados, 1733-1756, fol. 63).

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Tractatus Scho/lasticus de proemialibus/Theologiae/ Et disputationibus gratiae ac/tualis/ P. R. P. Iosephum de Roxas Ve/lasco et Camacho dignissi/mum Sacrae Theologiae/pri/mariae Chatedrae Magistrum/ Studiorumque Praefectum/ in Universitate Xave/riana Sanctae/ Fidei. Auditore D. Mtro. Iosep/ ho Gregorio Dias de Quixano. Initium 21/ octobris anni Domini 17/38. Finem Possuit die 23 Julii an/ ni Domini 1739. Biblioteca Nacional de Bogotá. Ms. 86. Mide 221 por 151. Consta de 41 fols. y está incompleto. (QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 249).

Pater Iosephus Roxas de (Gratia) auxiliante. Ms. de la Academia de la Historia. Mide 233 por 150 mm. De dorso 50. Comprende 49 fols. enumerados. En el Ms. están contenidos los dos

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El castellano Luis Chacón (1705-1747)132 hubiera podido romper el ritmo de alternancia en la cátedra de la cúpula teológica de la Universidad Javeriana si la muerte no se hubiera interpuesto a la edad de 42 años.133 Toda su preparación académica la adquirió en Bogotá y su docencia fue continuada como expresión de la verdadera vocación intelectual: Artes (1734-1737)134 y, sin pasar por la cátedra de Moral, subiría a la de Vísperas (1737-1741)135 y culminaría en la de Prima (1741-1747).136 Todos sus escritos son anteriores a la última etapa de su docencia. El momposino Pedro Choperana (1708-1763)137 pudo haber significado la vuelta a la era de los grandes maestros teólgos en la cátedra de Prima. Estamos ante la biografía de un hombre de ciencia dedicado exclusivamente a estudiar y a enseñar. Toda su carrera filosófico-teológica la realizó en la Universidad Javeriana, y a ella regresaría para dar lo mejor de sus conocimientos. Su trayectoria docente se coronó en la cátedra de Prima (1748-1763).138 De su obra escrita se guardan los siguientes manuscritos: Tractatus Theologicus Schol. de Natura Divina, Attributis, Processionibus et perfectionibus: 1751;139 Tractatus Theologicus Schol. De Angelis: 1753;140 Tractatus Scholasticus

tratados: “De proemialibus Theologiae”, fols. 3r-41v. El de “Gratia actuali”, fols. 41v-49r. (Cfr. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos […]”, 249).

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 232-233.

Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 57. Libro de la Sacristía del colegio de Tunja, fol. 157.

Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados 1733-1756. Fol. 8. Y en dicha cátedra permanecía en 1736 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 226v).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 290. Catálogo breve de 1738. Ocupó la cátedra de Filosofía de 1734 a 1737. Al despedirse de sus alumnos, José Gregorio Quijano, escribe: “Hoc opus lectum at finitum ab amabilissimo Doctissimoque meo Praeceptorem in Philosophia Pe. Ludovico Chacon huius Universitatis Xaverianae lucidissimus explendor in castitate et poenitentias exemplum rarissimum est, qui finis dedi ego Bartholomeus Josephus Quixano indignissimus eiusdem discipulus die 8 mensis julii [...] dies mihi tristis ob absentiam talis patris quia illi debuit maximum amorem” (Ms. de la Academia Colombiana de la Historia. P. Ludovicus Chacon in Animam, fol. 29v).

ANB. NOTARÍA PRIMERA, t. 175, fols. 81-84.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 233-236.

ANB. NOTARÍA PRIMERA, t. 175, fol. 84. ARSI. N. R. et Q., 4, fols. 298, 300, 347, 349.

Tractatus Theologicus Schol. de Natura Divina, Attributis, Processionibus et perfectionibus. P. R. P. Petrum Choperena Aud. D. M. de Petro Maldonado die 10 decembris 1751. Mss. que se conserva en la Biblioteca del Instituto Caro y Cuervo de Yerbabuena. Encuadernado en pergamino. 65 folios. Santafé, 1751. (Véase: Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. “La Filosofía en Colombia. Bibliografía de los siglos XVI, XVII, XVIII”. En: Cuadernos de Filosofía Latinoamericana. Santafé de Bogotá, 30 [1987] 47).

Tractatus Theologicus Schol. De Angelis P. R. A. P. Petrum De Choperena Aud. D. M. D. Petro Maldonado die 20 anno Dni. 1753. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 253. “Ms. encuadernado en pergamino. Mide 203 por 155. De dorso 8. Comprende 52 fols. enum. más 16 s. n.”. Existe otro Mss. en la Biblioteca del Instituto Caro y Cuervo de Yerbabuena (Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. “La Filosofía en Colombia. Bibliografía de los siglos XVI, XVII, XVIII”, 46).

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de Divina Voluntate: 1753;141 Tractatus Theologicus de Divina Providentia: 1756;142 Tractatus Theologicus de divina auxiliante gratia;143 Tractatus Theologicus Scholasticus de Gratia Justificante;144 y Tractatus Theologicus Scholasticus de scientia Dei.145 Con el fallecimiento del P. Choperena, entra de nuevo el claustro javeriano en una alternancia de catedráticos de prima que concluiría con la expulsión de la Compañía de Jesús de los dominios españoles en 1767. José Pagés (1709-¿?)146 había nacido en Barcelona de España y cuando

Trac[ta]tus Scholasticus de D[ivi]na Vo[lunta]te P. R. A. P. P[et]rus de Choperena et Cat. Prof. Avditore D. B. D. Elias Vincentio Gonzalez D. B. R. M. Semq [Divus Bart. Reg. Maj. Seminarique] Cll. Colle. Purp. die asueta Mensis Februari anno Dni, 1753. QUECEDO. “Manuscritos filosóficoteológicos de la Biblioteca general de la Universidad de Antioquia en Medellín”. En: Universidad de Antioquia. Medellín, 147 (1961) 861. “Ms. encuadernado en pergamino. Mide 221 por 150 mm. De dorso 15. En éste se lee: P. Petrs Choperena De Volvntate. Anno 1753. Dos hjas. de guarda al principio y al fin. En la primera: A la Biblioteca del E. Luis Mª Hurtado. Salamina 1882 agosto 2. Comprende 102 fols. de textos más 1 de índice enumerados”. Walter Bernard REDMOND. Bibliography of the Philosophy, 29.

Tractatus Theologicus de Divina Providentia P. R. A. P. Petrum Choperena. Dig. Theologiae Primarium Auditore Mro. Josepho Joachino Gonsalez D. B. R. M. ac Sem. Coll. Colega Purpurato anno Dni. 1756. QUECEDO. “Manuscritos filosófico-teológicos de la Biblioteca general de la Universidad de Antioquia en Medellín”, 860-861. “Ms. encuadernado en pergamino. Mide 211 por 150 mm. De dorso 12. En éste se lee: P. Choperena de Providea. Una hja. de guarda al principio y dos al fin. Comprende 148 fols. enumerados excepto del 12 al 23. Letra tirada hispana. El texto está dividido en Disputaciones, secciones y párrafos s. n.”. Walter Bernard REDMOND. Bibliography of the Philosophy, 29.

Tractatus Theologicus de divina auxiliante gratia per R. P. Petrum de Choperena Soc. Jesu. DEL REY FAJARDO. Las bibliotecas jesuíticas en la Venezuela colonial, II, 254-255: CHOPERENA. [CHOPERENA, Pedro]. Tractatus Theologicus de divina auxiliante gratia per R. P. Petrum de Choperena Soc. Jesu. Disputatio 1a. De natura, gratia, et libero arbitrio, quoniam gratia respective dicitur ad naturam, quam Deus propter illam, valde exaltat. Y termina. Quia haec moralis impotentia, propter particulares sibi subcedentes, valet absolute et physice superare, et haec dicta sint etc. Un quaderno en 4, pergamino, bien tratado con 117 foxas útiles. [En la Biblioteca del colegio colonial de Caracas].

Tractatus Theologicus Scholasticus de Gratia Justificante per R. P. Petrum de Choperena Soc. Jesu. DEL REY FAJARDO. Las bibliotecas jesuíticas en la Venezuela colonial, II, 255: CHOPERENA. [CHOPERENA, Pedro]. Tractatus Theologicus Scholasticus de Gratia Justificante per R. P. Petrum de Choperena Soc. Jesu. Disputatio 1a. De Physica natura et existentia gratiae justificantis. Sectio 1a. An gratia distinguatur ab habilibus virtutum infusarum. Finaliza: Quia cum in ea critica suppositione mere ad eam unio, mere etiam eisdem praeceptis et perfectionibus et haec dicta sint satis etc. Un quaderno en pergamino, bien tratado con 107 foxas. [En la biblioteca del colegio colonial de Caracas].

Tractatus Theologicus Scholasticus de scientia Dei per R. P. Petrum de Choperena Soc. Jesu. DEL REY FAJARDO. Las bibliotecas jesuíticas en la Venezuela colonial, II, 255: CHOPERENA. [CHOPERENA, Pedro]. Tractatus Theologicus Scholasticus de scientia Dei per R. P. Petrum de Choperena Soc. Jesu. Sectio 1a. An detur in Deo scientia. An proprie talis? An per discursum saltem virtuale comparata? Y finaliza: Quod per discursum conceptam con/fº 243v/cipiatur illam divinam ad instar potentiae pasivae, et intellectio ad instar formae qualitatis tam accidentali ut ibi asseratur potentia passiva adhuc formaliter per rationem haec vero forma qualitatis et accidentis. Ergº, etc. Un quaderno incompleto en 4, pergamino maltratado con 93 foxas útiles. [En la biblioteca del colegio colonial de Caracas].

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 528-531.

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atravesó el Atlántico en la expedición de 1743147 ya había completado sus estudios superiores. Su vida americana estuvo dedicada a la Academia de San Francisco Javier, con el paréntesis de su misión de Procurador ante las cortes de Madrid y Roma (1758-1761).148 Se inició en la Facultad de Lenguas para pasar a la de Teología en la cátedra de Vísperas (1748-1756),149 Sagrada Escritura y finalmente Prima (1763-1764).150 Sus manuscritos recogen únicamente las clases dictadas en la cátedra de Vísperas. Pensamos que el paso del P. José Pagés por la cátedra de Prima fue transitorio a la muerte del P. Pedro Choperena. En 1764 se hacía cargo de la docencia el antioqueño Juan Antonio Ferraro (1717-¿?).151 Nos llama la atención que iniciara su carrera de docencia universitaria en 1755, fecha un poco tardía para la competencia académica de que gozaba este hijo de Antioquia.152 Catedrático de Artes (1755-1758),153 de Vísperas (1758-1764)154 y de Prima (1764-1766).155 La suspensión en Bogotá de sus lecciones teológicas se debió al hecho de que fue nombrado Rector de la Universidad de Gorjón en la Isla de Santo Domingo.

AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1743: “12. El Padre Joseph Pages, sacerdote, natural de la ciudad de Barcelona en su obispado, de edad de treinta y tres años. Buen cuerpo, moreno, pelo negro, barba poblada, ojos negros, dos señales de herida, una en la frente y otra en la barba”. Y en el fol. 7v. del expediente dice que salió para Cartagena el 7 de enero de 1743.

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A finales del año 1758 se encontraba en España (AGI. Santafé, 409. Memorial del P. José Pagés al Rey, 1758). Para el regreso, véase: VARGAS JURADO. Diario, 59.

El Catálogo Breve de 1751 lo reseña como Catedrático de Vísperas (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298); el de 1753 (fol. 304v) como catedrático de Teología especulativa; el de 1756 (fol. 347) lo ubica en la hacienda de Tena dedicado a ministerios espirituales; el de 1763 (fol. 349v) dice que fue Profesor de Retórica de los jesuitas que se preparaban en el estudio de la Filosofía y Profesor de Sagrada Escritura; y el Breve de 1763 (fol. 374) Profesor de Prima y Prefecto de Estudios de la Javeriana.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 374. Catálogo Breve de 1763. Catedrático de Prima el 27 de marzo de 1764 (ANB. Colegios, III, fol. 846).

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 271-273.

La reseña policial que levantaron en el Puerto de Santa María el 6 de mayo de 1768 reza así: “tubo su Noviciado en el de Tunja, Estudio Philosophia, y Theologia, en el Colexio Maximo, Maestro de Grammatica en el de Cartajena de Yndias, Ministro en Tunja, en tiempo, que en el mismo hiso, la tercera probacion, Ministro en el Seminario, Micionero circular, Maestro de Philosophia en el Maximo de Santafee, Maestro de Moral, en el mismo, Maestro de visperas, en Sagrada Theologia en el propio Maximo, y en él Maestro de Prima donde tambien fue Ministro y estando señalado Rector de la Ysla de Santo Domingo, se hallaba en la Recidencia de Maracaibo, al tiempo de la Yntimacion del Real Decreto. Sacerdote profeso del quarto boto Como asi lo manifiesta, y firma de su nombre” (AHN. Jesuitas. Leg. 827/2. Filiación de regulares de la Compañia del nombre de Jesus pertenecientes a la Provincia de Santa Fee de Bogota, venidos en diferentes navios. N.º 177).

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 347. Catálogo Breve, 1756.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 349v. Catálogo de 1763.

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AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion, n.º 177.

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De sus clases nos han llegado dos manuscritos: el primero se trata de las Disputationes theologico-scholasticae de Deo Homine: 1764,156 y el segundo se refiere al Tractatus bipartitus de gratia habituali et merito.157 Con el P. Antonio Julián (1722-1790)158 se cierran los 155 años de servicio universitario a las ciencias teológicas en el Nuevo Reino de Granada por parte de la Compañía de Jesús (1612-1767). Sin lugar a dudas, fue el jesuita catalán el polígrafo jesuita más fecundo del siglo XVIII neogranadino.159 Pareciera que en 1756 residiera en la Universidad Javeriana,160 pero sí podemos afirmar que estuvo al frente de la Cátedra de Sagrada Escritura, al menos, de 1761 a 1764.161 Después pasó a la docencia teológica en la cátedra de Vísperas (1764-1766)162 y a continuación a la de Prima (1766-1767).163 Dentro de su extensa bibliografía no encontramos ningún manuscrito relativo a ese año de docencia, pero reseñamos tres escritos redactados en su destierro italiano: Tractatus Theologico-Scholasticus de Auxiliis;164 Tractatus theologicus de vera Christi Ecclesia165 y Sistema Theologicum Scholastico Dogmatico de Dei Scientia et Providentia Jesuiticum.166

Mss. de la Academia de la Historia. Disputatio/nes tehologico-scho/lasticae/ de Deo homine p. r. a. p./ Joan. Antonium Ferra/ro dignissimum cathedrae/ primariae. professm/ auditore d. b. d. Il/phonso Sierra s. Barth/ reg. maj. sem. coll. pur./ collega/ sancta fidensi Xavna/ vrte ann. domini 1764. Comprende 72 fols. enumerados; el Indice en el 73. Mide 221 por 117; de dorso 20. Otro ejemplar en la Biblioteca del Colegio del Rosario: sig. 4/126. Cfr. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 255-256.

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Mss. de la Academia de Historia. Tractatus/ bipartitus/ de/ gratia habitu/ali et merito/ p. r. a. P. Ioann. Antonium Fer/raro soc. jes. dign. pri/mariae cathedrae/ profesorem/ in Vniversi/tate Xaveriana sanc/tafidensi. Comprende 63 fols. enumerados más uno de índice. Mide 210 por 150 y de dorso 15. Contiene dos tratados: el primero del P. Antonio Julián intitulado De Deo Uno et Trino. El segundo es el aquí descrito. Cfr. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 256.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 363-369.

Véase: Lorenzo HERVÁS Y PANDURO. Biblioteca jesuítico-española (1759-1799). Estudio introductoria, edición crítica y notas: Antonio Astorgano Abajo. Madrid, Libris: Asociación de Libreros de Viejo (2007) 307-311.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 349v. Catálogo de 1756: “nunc splicat Sacram Scripturam”.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 374. Y para el año 1764 : Luis Carlos MANTILLA. Fuentes para la Historia Demográfica de la Vida Religiosa Masculina en el Nuevo Reino de Granada. Santafé de Bogotá, Archivo General de la Nación de Colombia (1997) 70.

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En 1764 leyó el Tratado De perfectionibus Christi y en 1765 el De Deo uno et trino. Véase: QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 256-258.

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AHN. Jesuitas, 827/2: Filiacion de los Regulares de la Compañia del nombre de Jesús pertenecientes a la Provincia de Santa Fee de Bogotá venidos en diferentes navíos, n.º 20: “y a sido Maestro de Theologia, y lo era actual de prima en el Collegio Magsimo, y universidad de la Ciudad de Santafee de Bogota”.

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Tractatus Theologico-Scholasticus de Auxiliis elaborat. a P. Antonio Jualian S. J. Anno 1769. (Archivio Vescovile. Ms. 53.).

Archivio Vescovile. Ms. 66.

Archivio Vescovile. Ms. 67.

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La cátedra de Vísperas En 1616 sospechamos que se dio comienzo a la cátedra de Vísperas en la Universidad Javeriana. Pensamos que el fundador de la cátedra fue el P. Francisco de Victoria (c.1545-1618). Son varias las razones que nos llevan a concluir esta aseveración. Si en 1615 había solamente dos profesores de teología (el de Prima y el de Moral)167 y el catálogo de 1616 afirma que el P. Francisco de Victoria había enseñado Teología Moral y ahora Escolástica,168 es lógica la conclusión de que para esa fecha se iniciaba la división entre las labores del catedrático de prima y el de vísperas. Un confirmación la encontramos en la breve necrología que le dedica la Anua de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada del año 19, 20 y 21 en la que se lee: “[enseñó] 9 años gramática en España y poco tiempo de Moral y después de setenta de edad habiéndole encargado leyese teología escolástica lo hizo con satisfacción de todos y con tanta exacción como si fuera de 30 años”.169 Lo cierto es que hacia 1614 o 1615 debió asumir la cátedra de Teología Moral pero corta sería su permanencia en ese cargo pues en 1616 dejaba esa cátedra para encargarse de la de Teología Escolástica de Vísperas. Francisco de Guerrero (c.1580-1653). Su trayectoria académica en el Nuevo Reino fue la siguiente: catedrático de Artes (1614-1617);170 profesor de Vísperas de 1618 a 1623171 y posiblemente, a la salida de Francisco Lugo, haya sido su continuador (1623-1627) pues en 1628 se encontraba en el Perú.172 Uriarte hace la siguiente síntesis de su personalidad: fue un connotado predicador y “tan notable por sus conocimientos de astronomía, medicina y teología, que sobre dichas materias mereció recibir consultas delicadísimas de Italia, España y Flandes”.173 Falleció en Lima el 20 de enero de 1653.174 Lucas Rangel (c.1594-164?) había nacido en Pamplona del Nuevo Reino y realizado sus estudios superiores en la Universidad Gregoriana de Quito, en la que debió enseñar Artes.175 En 1627 sospechamos que había llegado

ARSI. Carta annua de la Provincia del Nuevo Reino de Granada, 1615-1616, fol. 1.

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ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 18. Catálogo de 1616.

Madrid. Real Academia de la Historia. Biblioteca. Tomo 129. Anua de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada del año 19, 20 y 21, fol. 263.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 18v. Catálogo de 1616.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 18v. Catálogo de 1616. Si había enseñado cinco años de Teología las fechas dadas serían correctas.

ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium. Carta del P. Mucio Vitelleschi al P. Luis de Santillán. Roma, 13 de septiembre, 1628.

AIUL. Papeletas: Guerrero, Francisco.

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ARSI. Historia Societatis, 48, fol. 41.

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 564.

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a la capital neogranadina176 y su vinculación a la cátedra de Vísperas data desde esa fecha hasta 1633, año en tiene que abandonar la capital bogotana y dirigirse a Cartagena debido al pleito que mantuvieron algunos miembros de la Compañía de Jesús con el arzobispo don Bernardino de Almansa.177 De su docencia nos han llegado noticias de sus cuatro volúmenes: Tractatus aliquot theologiae in schola dictatus a P. Ludovico Rangel.178 Andrés López (1603-1652).179 Se inició en la Universidad Javeriana como catedrático de Artes (1632-1635).180 Después pasó a la de Vísperas (1635-1645).181 En 1646 abandona la vida universitaria para dirigir los colegios de Pamplona,182 Tunja183 y Cartagena, donde falleció el 1º de abril de 1652 mientras ejercía el rectorado.184 No conocemos ningún escrito suyo. Esteban Arrótegui (Aróstegui) (1604-1654)185 había nacido en Murcia (España) y en la península estudió todo el currículum filosófico y teológico. El 23 de septiembre de 1641 ya aparece en el claustro de la Universidad Javeriana,186 en donde regentaría la cátedra de Vísperas (1645-1648).187 No tenemos noticia de ningún manuscrito suyo. También era murciano el P. Antonio Ramón de Moncada (c. 16031673), pero su formación académica la recibió fundamentalmente en

El 2 de febrero de 1628 hacía su profesión solemne en Bogotá. Juan Manuel PACHECO. “Rangel, Lucas”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, IV (2001) 3290.

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ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium, fol. 130v. Carta del P. M. Vitelleschi al P. Lucas Rangel. Roma, 30 de noviembre de 1634. Sobre el pleito, véase: PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 407-425.

AIUL. Papeletas: Rangel, Lucas. 4 tomos en 4º. “Quedaron en el Colegio de Santa Fe al tiempo del extrañamiento”.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 172.

ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium, fol. 353. Carta del 20 de febrero de 1632: “Lector de Artes”.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 49v. Catálogo de 1642. En el Libro de la Universidad y Academia, aparece ya en 1641 como Lector de Vísperas (fol. 61) y así permanece hasta el 28 de julio de 1645 (fol. 129). PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 536-537. Transcribe un acta de grado del 2 de diciembre de 1644.

DE MERCADO. Historia de la Provincia, II, 124.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 109. Catálogo de 1651: “Fuit Rector Pampilonensis et modo est Rector Domus Probationis”.

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ARSI. Historia Societatis, t. 48, fol. 3v. DE MERCADO. Historia de la Provincia, II, 124.

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DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 110-111.

Archivo del Colegio San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fundada en el Colegio de la sagrada Religion del dulce nombre de Iesus desta ciudad de Sanctafe; en que se escriven y assientan los examenes que se hazen a los estudiantes en ella y sus aprovaciones y grados que se dan en las sciencias y facultades de Artes y sagrada Theologia, en conformidad de las Bulas y breves Apostolicos y Cedulas Reales concedidas a la dicha Religion y sus Colegios. Siendo Secretario della Alonso Rodriguez Vernal, por título de los superiores de la dicha Religion, el qual mando hacer e hizo este libro. Fol. 62.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 49v. Catálogo de 1642.

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Quito.188 Ejerció su magisterio tanto en la Universidad Gregoriana de Quito como en la Academia de San Francisco Javier de Bogotá. Regentó la cátedra de Vísperas en la Javeriana de 1648 a 1651.189 En 1668 había regresado a la Universidad Javeriana y estuvo activo en el claustro.190 Se conservan dos manuscritos de su docencia quiteña: el Tractatus de Dei visione: 1640,191 y el Tractatus de Vsu et abusu Scientiae Mediae: 1661.192 Francisco de Lea (1605-1675).193 Su ingreso al claustro javeriano data del año 1651 para encargarse de la cátedra de Vísperas hasta el año 1654.194 Fuera de las escuetas informaciones oficiales no disponemos de ninguna noticia que pueda ilustrar su docencia universitaria. José de Urbina (1610-1665).195 En su Alma Mater estaría al frente de la Facultad de Artes durante dos períodos (1645-1648) (1648-1651).196 En la cátedra de Vísperas se desempeñó desde 1654 hasta 1656.197 Solo conocemos un manuscrito filosófico de este autor. Los cargos de Rector lo alejaron de la docencia. Francisco de Lea regresa por segunda vez a la cátedra y su período corre de 1657 a 1661,198 y de nuevo interrumpe su docencia para regresar a la región andina a ocupar los rectorados de Pamplona y Mérida. Pedro Rojas (c.1629-1691)199 era oriundo de Loja (Ecuador) y todos sus estudios los había realizado en Quito. Tras enseñar Teología Moral

Hernán RODRÍGUEZ CASTELO. Literatura en la Audiencia de Quito siglo XVII. Quito, Edición del Banco Central del Ecuador (1980) 299.

Archivo del Colegio San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fol. 155v, 156v.

Archivo del Colegio San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia: año 1669 (fol. 351); año 1670 (fol. 359v); año 1671 (fol. 361); 1672 (fol. 360 por 370).

Miguel SÁNCHEZ ASTUDILLO. Textos de catedráticos jesuitas en Quito colonial. Estudio y Bibliografía. Quito (1959) 99: “69 folios”: Tractatus de Dei visione a R. P. Antonio Ramon Societatis Jesu Theologiae meritissimo Professore. Initium dedit Die 19 Octobris Anno Domini 1640 in Gregoriana quitensi Academia.

SÁNCHEZ ASTUDILLO. Textos de catedráticos jesuitas en Quito colonial, 99: “104 folios”: Tractatus de Vsu et abusu Scientiae Mediae. P. R. P. M. Antonium Ramon de Moncada primario Theologicae facultatis publico Professore. Initiavit die 19 octobris anno Domini 1661. AIUL. Papeletas: de Moncada, Antonio Ramón: “Del que hay un extracto en castellano a las págs. 127-129 del tomo 1º de la Antología de Prosistas ecuatorianos”.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 169-170.

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ASB. Libro de la Universidad y Academia, fol. 236-251v. El Catálogo de 1655 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 139v) dice: “Docuit Grammaticam nunc Theologiam”.

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DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 339-340.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 142. Catálogo de 1655: “Docuit Grammaticam, bis Philosophiam et modo Theologiam”. Si para 1651 ya había enseñado los dos períodos de Filosofía (fol. 115), se supone que se interponían entre la fecha final y la primera 6 años, lo que nos hace sospechar que su inicio tuvo que ser en 1645.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 142. Catálogo de 1655. Lo mismo recoge el catálogo de 1657 (fol. 165v).

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 5v. Rector de San Bartolomé y “Lector de Teología”.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos, 591-593.

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en la Universidad Gregoriana de la capital ecuatoriana (1659-1661),200 se trasladó a Bogotá en donde tomó a su cargo la cátedra de Vísperas (16611664).201 Habiendo regresado a su patria, siguió en la docencia de la misma cátedra en Quito.202 De su producción escrita únicamente conocemos sus manuscritos quiteños: Tract. de Decretis: 1659;203 Tractatus de Peccatis: 1659;204 Tractatus de Scientia Dei In Communi205 y Tractatus de Praedestinatione Santorum et inpiorum Reprobatione: 1664-1669.206 Juan Bautista Rico (c.1616-1691)207 había nacido en Navamorcuende (Toledo) y realizado todos sus estudios en la Provincia de Toledo. Atravesó el Atlántico en la expedición de 1662.208 Ingresa al claustro javeriano en 1664 para ocuparse de la cátedra de Vísperas y en ella permanecería hasta 1669.209 Su biografía intelectual se interrumpe para incorporarse a la gerencia de la Provincia del Nuevo Reino de Granada como Secretario del P. Gaspar Vivas.210 Es de lamentar que, por los problemas internos de la Orden, fuera desterrado a Mérida, en donde transcurrieron los últimos años de su vida.211

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 6v. Catálogo breve de 1659: “Lector de Moral”. Catálogo de 1660 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 194): “docet Theologiam Moralem”.

Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fol. 325v. Pensamos que en la capital colombiana residía todavía en 1664 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 222v).

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 8v. Catálogo breve de 1667. Y aparece con idénticas funciones el año 1668 (fol. 12v). Gozó de fama de excelente predicador. Véase: Hernán RODRÍGUEZ CASTELO. Literatura en la Audiencia de Quito siglo XVII, 425-428.

SÁNCHEZ ASTUDILLO. Textos de catedráticos jesuitas en Quito colonial, 118: Tract. de Decretis. P. R. P. M. Petrum de Rojas. Innitiavit Die 20 Octobris anno Dni. 1659. 75 folios. Sin portada.

Biblioteca Nacional de Quito. En 4º, ff. 89. AIUL. Papeletas: Rojas, Pedro. Tractatus de Peccatis per R. P. M. Petrum de Rojas. 1659.

205

SÁNCHEZ ASTUDILLO. Textos de catedráticos jesuitas en Quito colonial, 100: Tractatus de Scientia Dei In Communi P. R. P. M. Petrum de Rojas in hac Quitensi Vrsitate Theologi Chatedr Professore. 115 fols. sin numerar. 21 por 15.

206

SÁNCHEZ ASTUDILLO. Textos de catedráticos jesuitas en Quito colonial, 120. Tractatus de Praedestinatione Santorum et inpiorum Reprobatione. Per R. P. Magistrum Petrum de Rojas. 42 folios. 20 por 13.

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DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos, 570-572.

AGI. Contratación, 5548. Expedición del P. Pantoja. Según el registro del Consejo de Indias tenía 43 años, pero de acuerdo con los Catálogos debía tener 47.

208

ASB. Libro de la Universidad y Academia, fol. 337-351. Así lo confirman los Catálogos de: 1664 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 219) y 1668 (fol. 239). Por los Catálogos Breves de 1667 (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 8) y 1668 (fol. 12) sabemos que fue Profesor de Vísperas.

209

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 20. Catálogo Breve de 1671.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 355v. Catálogo de 1684. Y fol. 387 (Catálogo de 1687). Por esas fechas fue llamado por la Inquisición de Cartagena (APQu. Leg. 15. Carta del P. Tirso González al P. Altamirano. Roma, 8 de febrero de 1688). El P. Rico debió permanecer algún tiempo en Cartagena en torno al año 1673 (ARSI. N. R. et Q., 15. Historia. II).

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De su actividad docente en la Universidad Javeriana nos ha llegado un manuscrito: Tractatus de divina voluntate.212 Martín de Eusa (c.1631-1693).213 Al concluir en 1669 su docencia en la cátedra de Teología Moral214 se incorpora de inmediato a la de Vísperas. Su magisterio corrió de 1669 hasta 1673.215 Su producción escrita se reparte entre los aportes a la Teología Moral y la Teología Escolástica de la cátedra de Prima. Antonio Maldonado (c.1631-1687).216 En 1673 se encargaba de la cátedra de Vísperas (1673-1678)217 tras su paso por las de Artes y Moral. Su carrera docente se vio interrumpida en 1678 cuando tuvo que viajar a Madrid y Roma para representar a la Provincia del Nuevo Reino.218

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QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 230-231. Tractatus de divina Vol./untate/ A quaestione decima nona/Vsque ad quaestionem bige/simam primam/Per Reuerendissimum/Patrem Magistrum Joanem/Batista de Rico/Societatis Jesu Sacrae theologiae professorem. Comprende 120 folios. Quecedo dice que está encuadernado con otro Tratado del P. Jerónimo de Escobar. Controversia de inefauile divinae incarnationis misterio. Sin embargo, Rafael PINZÓN GARZÓN (La Filosofía en Colombia. Bibliografía de los siglos XVI, XVII, XVIII. Bogotá, Universidad Santo Tomás [1987] 32-33), adjudica los dos tratados al P. Juan Bautista Rico: 1) Controversia de Inefabile divinae Incarnationis mysterio prologus P. R. P. magistrum Ioannem Batistam de Rico societatis Jes. Sacrae theologiae professorem. Y el 2) Tractatus de divina voluntate a quaestione decima nona usque ad quaestionem bigessimam primam per R. P. magistrum Ioannem Batista de Rico societatis Jesu sacrae theologiae professorem. Manuscrito encuadernado en pergamino. 257 folios numerados.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos, 260-263.

214

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 1. Catálogo breve de 1661: “Lector de Teología”. APT. Fondo Astráin. Leg. 5. Letras annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Contienen los años de 1691, 92 y 93. Fol. 43: “Volvio a esta corte donde acabada su tercera [probacion] lo pusieron a leer la 3ª catedra de Teologia, q. es la de moral y prosiguio leyen las otras hasta la de prima”. Así lo atestiguan los catálogos de: 1664 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 221v): “Docuit Grammaticam, nunc Theologiam Moralem”; el breve de 1667 (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 8) y el breve de 1668 (fol. 12).

215

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 20. Catálogo breve de 1671: “Profesor vespertinus Theologiae Scholasticae”. Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve Tratado del Cielos y los Astros del Maestro javeriano Mateo Mimbela (1663-1736). San Cristóbal-Santafé de Bogotá (1999) 28: [tras la muerte del P. Jerónimo Escobar] “El P. Mº Martín de Eusa ascendió a la cátedra de Prima”.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos, 408-410.

Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve Tratado del Cielos y los Astros del Maestro javeriano Mateo Mimbela (1663-1736), 28.

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ARSI. Congregationes Provinciales, t. 80, fols. 106 y ss. Algunas informaciones sobre su estancia en Europa trae su compañero de viaje el P. Manuel RODRÍGUEZ. El Marañón y Amazonas. Historia de los descubrimientos, entradas y reducción de naciones. Madrid (1684) 195 y ss; 368-369.

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De sus clases nos han llegado dos manuscritos: Opus theologicum de dina [divina] prouidentia, praedestinatione et reprobatione: 1674,219 y De divinis auxiliis.220 Pedro Calderón (c.1638-1708).221 Su vinculación al claustro jesuítico santafereño data de 1672 y su recorrido académico seguiría la siguiente trayectoria: Facultad de Artes (1672-1675),222 Facultad de Teología, cátedra de Vísperas (1678-1680),223 para ascender en 1680 a la de Prima. Se conserva de esta etapa el manuscrito Tractatus de Auxiliis: 1678.224 Francisco Álvarez de Barbosa (c.1628-1687).225 Ya hemos seguido la trayectoria académica de este jesuita boyacense, tanto en la Facultad de Artes como en la cátedra de Moral.226 Breve sería su presencia en la cátedra de Vísperas (1680-1681),227 pues su magisterio se vería interrumpido para asumir el Rectorado de la Universidad Javeriana. Lamentamos no conocer ningún escrito suyo teológico. Andrés de la Barrera (1641-1701).228 Es uno de los grandes intelectuales de la Universidad Javeriana del siglo XVII. Su vocación universitaria se inicia

Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 95 y 46. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 231-232: “Ms. encuadernado en pergamino. Mide 222 por 150 mm. De dorso 30. En éste: P. Maldonado de Pra. [Providencia], Praedestinatione et reprobatione”. Quizá sea el mismo manuscrito que reposaba en el colegio colonial de Caracas (DEL REY FAJARDO. Las bibliotecas jesuíticas en la Venezuela colonial, II, 262: MALDONADO. [MALDONADO, Antonio]. Tractatus de divina praedestinatione et reprobatione per R. P. Antonium Maldonado Soc. Jesu. Liber primus de divina providentia. Hoc nomen providentia quattuor significata habet. Finaliza. Utpote ante producit et est ante divum amorem futurorum cum sic implorat sponsum suum perdere ex tali amore. Un quaderno en 4, pergamino, trazado. Contiene 244 foxas útiles).

En el Proemio del fol. del Opus theologicum de dina prouidentia se hace alusión al Tratado de “Divinis auxiliis”.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos, 163-168.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 13.

QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 235.

Biblioteca Nacional de Bogotá. Ms. 41. Mide 215 por 153 mm. Está contenido en el Ms. 41 Dei Visione del P. Martin de Eusa. Comprende 102 folios numerados y dos s. n. Termina con: finivit Die 14 Julii (QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 237).Tractatus de Auxiliis P. R. P. Petrum Calderon Dignissimum vespertinae Ca/thedrae professorem. Initium fecit Die 19 octobris. Anno 1678.

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DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 95-97.

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Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve Tratado del Cielo y de los Astros del Maestro javeriano Mateo Mimbela (1663-1736). San Cristóbal-Santafé de Bogotá (1999) 28.

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ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 347. Catálogo de 1684: “Docuit grammaticam, Philosophiam et Theologiam Dogmaticam”.

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DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 129-132.


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en 1675 y concluye en 1698.229 Catedrático de Artes (175-1678),230 de Moral (1678-1681),231 de Vísperas (1681-1684)232 y a partir de esa fecha de Prima.233 De esta época nos ha llegado el siguiente manuscrito: Tractatus de Fide et Charitate.234 No podemos precisar si el Tractatus de natura Theologiae235 pertenece a esta época de docencia. Juan Martínez de Ripalda (1641-1707).236 Al concluir su magisterio al frente de la cátedra de Teología Moral (1681-1684), subió a la de Vísperas (1684-1687).237 Este último tramo de su docencia lo compartió con el rectorado en el Colegio Mayor de San Bartolomé (1682-1684).238 Una síntesis de su docencia la recoge en el libro De usu et abusu Doctrinae Divi Thomae,

JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 264. “Padre Andrés de la Barrera, catedrático de filosofía y teología hasta la de prima y prefecto de los estudios, rector del Colegio de San Bartolomé, del Máximo de Santafé y de Universidad y del Colegio de Cartagena”.

Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve Tratado del Cielos y los Astros del Maestro javeriano Mateo Mimbela (1663-1736), 32. Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia fundada en el colegio de la Sagrada religion del dulce nombre de Iesus de esta ciudad de Sanctafe, fol. 392.

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Así lo demuestra el manuscrito quiteño Tractatio theologica De peccatis. [1678]. (SÁNCHEZ ASTUDILLO. Textos de catedráticos jesuitas en Quito colonial, 137-138).

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Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fol. 432v.

Así lo demuestran los catálogos: 1684 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 347v); 1691 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 1).

Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 37. Tractatus de Fide et Charitate P. R. P. Andream de la Barrera, Vespertinae Cathedrae meritissimum profesorem. QUECEDO. “Manuscritos teológicofilosóficos coloniales santafereños”, 238: “Está incluído en el Ms. 37 del P. Pedro Calderón. Tiene numeración independiente y lo separa un fol. en blanco. En el rto.: De Fide, Spe et Charitate. [...] Presenta la misma grafía del Tratado del P. Calderón rápida y con los mismos signos abreviativos, contracciones, etc. Letra cursiva y alargada. Las iniciales P. R. P. están cruzadas por rasgos envolventes y circulares. Papel de trigo y tinta caparrosa. Comprende 226 fols. enum. Sin año”. Este Mss. aparece en el Inventario de la Biblioteca de la Universidad Javeriana llevado a cabo en 1767 (DEL REY FAJARDO. Las mentalidades en el Nuevo Reino, II, 108).

DEL REY FAJARDO. Las bibliotecas jesuíticas en la Venezuela colonial, II, 252. BARRERA. Tractatus de natura Theologiae per R. P. Andream de la Barrera Soc. Jesu. Quaestio 1a. Quid sit objectum theologiae. Notat quod Theologia sermonem de Deo significat. Y finaliza: Haec igitur de divina Scientia pro nostra tenuitate praelibasse sint satis, et caedant in Dei honorem. Un quaderno en 4, pergamino, bien tratado, con 121 f. útiles. [Biblioteca del colegio colonial de Caracas].

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 417-426.

Germán MARQUÍNEZ ARGOTE y José DEL REY FAJARDO. Vida, obra y pensamiento del maestro javeriano Juan Martínez de Ripalda (1641-1707), 14. ASB. Libro de la Universidad y Academia, fol. 465v. ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 359: “Docuit Grammaticam, Philosophiam et Theologiam”.

José RESTREPO POSADA (“Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”. En: Revista Javeriana. Bogotá, XXXVIII [1952] 96) es muy impreciso: “1683 (lo era en abril), 1684 (?)”. Sin embargo, en el Libro de la Universidad y Academia, fols. 445v-446, aparece como Rector de San Bartolomé desde 1682. Y por testimonio del Catálogo de 1684 seguía en esa fecha en el cargo (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 359).

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publicado en Lieja (Bélgica) el año 1704.239 Modernamente han conocido la luz pública Los principios de la intelección humana.240 También se conserva un posible manuscrito de sus clases de Vísperas: Tractatus de Smo. Mysterio de Eucharistia.241 Francisco Daza (1647-1723)242 culminaría su magisterio javeriano en la cátedra de Vísperas (1687-1695).243 De sus clases nos quedan los siguientes manuscritos: Tractatus de Incarnatione: 1693;244 Summa Tractatus de Sacramento Matrimonii, in duos libros distributi per modum aphorismi e doctrina P. Francisci Daza, Societatis Iesu;245 Summa tractatus de omnibus censuris, ex doctrina Patris Francisci Daza Societ Jesu: cujus doctrina a quodam discipulo extractata et ad breves aphorismos reducta est.246

De usu et abusu Doctrinae Divi Thomae, pro Xaveriana Academia Collegii Santaefedensis in Novo Regno Granatensi, etc. Aucthore P. Joanne Martinez de Ripalda Navarro ex Urbe Olitensi, in eadem Academia Theologiae Professore, postea ejusdem Academiae et Collegii Rectore; nunc misso Procuratore ad utram Curiam Pontificiam et Regiam Matritensem. Prima Pars. Philosophica. Leodium, Guilielmum Henricum Streel, suae Serenissimae Celsitudinis Typographum, MDCCIV, fol. 6 ff., p. 244 et 346. Secunda Pars. Theologica, p. 259. SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jésus, V. 643, 2. El P. Sommervogel aduce una breve recensión que hiciera en 1706 la Revista Jesuítica Memoires de Trevoux, noviembre (1706) p. 2008. La tesis sostenida por los editores de Memoires es que el P. Martínez de Ripalda publicó su libro para destruir la tesis dominica de que en Santafé no se enseñaba a Santo Tomás. Un ejemplar reposa en la Biblioteca de las Facultades Eclesiásticas de la Universidad Javeriana de Bogotá. Walter Bernard REDMOND. Bibliography of the Philosophy, 57.

Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Los principios de la intelección humana del M. Javeriano Juan Martínez de Ripalda (1641-1707). Santafé de Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 1998.

Tractatus de Smo. Mysterio de Eucharistia per R. P. Joannem de Ripalda Soc. Jesu. Manuscrito que se conservaba en la biblioteca del colegio de Caracas al momento de la expulsión: DEL REY FAJARDO. Las bibliotecas jesuíticas en la Venezuela colonial, II, 267-268: RIPALDA. [MARTÍNEZ DE RIPALDA, Juan]. Tractatus de Smo. Mysterio de Eucharistia per R. P. Joannem de Ripalda Soc. Jesu. Disputatio 1a. Veritas abscondita Eucharistiae commendatur. Termina: Fidem etiam ostendunt orig. Abulense, et sunt docenda haec de ligitimitate filiorum. Un quaderno en 4, pergamino, bien tratado, con 94 foxas útiles. En todo caso, cabe preguntarse si se refiere el Ripalda americano o al español.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 240-243.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 379v. Catálogo, 1687. ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 24. Catálogo Breve, 1687: “Profesor vespertinus Theologiae Scholasticae. Praefectus tonorum”.

Biblioteca Nacional de Bogotá. Ms. 84. Tractatus de Incarnatione P. R. P. Franciscum Daza Calderon Societatis Iesu dignissimum Theologiae Cathedrae Moderatorem. Initium possuit die 19 octobris, anno Domini 1693. Auditore Ioanne Stepahano Liceras. Mide 225 por 160 mm. Comprende 108 fols. enumerados más tres de índice sin numerar. Concluye: “Finem dedimus die 23 Februarii anno Dni 1695” (QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 239-240).

Biblioteca Nacional de Bogotá. Ms. 8, fols. 242-260.

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URIARTE-LECINA. Biblioteca, II. 345 B: “En 8º, 63 hs. Incompleto. Biblioteca Nacional de Bogotá”. Biblioteca Nacional de Bogotá. Ms. 8 fols. 260-306 (QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 239). Quecedo concluye: “Evidentemente es distinto autor por los años que indica”. Sin embargo, es muy posible un error de copista y más de una fecha. Por otra parte, solo conocemos otro P. Francisco Daza, jesuita que ingresó a la Compañía de Jesús el 13 de diciembre de 1589 según parece en el Perú, pero a partir de 1607 deja

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José Matías Herrera (1659-1716).247 En 1695 tomaba posesión de la cátedra de Vísperas tras su paso por las de Artes y Moral. Se mantendría durante un trienio en ese magisterio (1695-1698).248 Su obra escrita pertenece a las lecciones de la cátedra de Prima. Mateo Mimbela (1663-1736).249 Su vinculación a la Academia fue doble: una como Rector y otra como docente. En 1698 se reincorpora al claustro javeriano en la cátedra de Vísperas (1698-1702).250 A pesar del testimonio de su biógrafo español, nunca llegó a regentar la cátedra de Prima.251 De su magisterio teológico nos ha llegado el manuscrito De essentia et attributis Dei.252 Juan Manuel Romero (1663-1726).253 Es uno de los pocos maestros javerianos que recorrió todo el periplo académico254 desde la Facultad de Lenguas hasta la cátedra de Prima. En la cátedra de Vísperas se mantuvo de 1702 al año 1704. De esta etapa de su magisterio no conocemos manuscrito alguno.

de aparecer en los documentos oficiales de la Orden. (URIARTE-LECINA. Biblioteca, II, 345). También existe otro jesuita llamado Diego López Daza, que pasó al Perú en 1615 de confesor del Virrey Príncipe de Squillace. Fue profesor de Teología en Plasencia y en Toledo y además dejó numerosos escritos (URIARTE-LECINA. Biblioteca, II, 344-345). En todo caso el estudio de estos documentos amerita una revisión.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 352-354.

JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 265: “Catedrático de filosofía y teología hasta la de prima, prefecto de los estudios, rector del colegio de San Bartolomé”.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 466-472.

En el fol. 1 del Prólogo al tratado De Essentia et attributis Dei dice: “Triennio interrumptum Scholasticarum institutionum pensum iterum cogor instaurare” (Ms. de la Academia de la Historia. Bogotá. Biblioteca Zaldúa). El día 4 de agosto de 1698 recibió el título de Doctor (José Abel SALAZAR. Los Estudios eclesiásticos superiores en el Nuevo Reyno de Granada, 764).

Joseph CASSANI. Historia de la Provincia, 609: “entró en las Cátedras, y las siguió hasta la de Prima, regentado con tanto cuidado y estudio, que ningún año repitió materia, trabajando de nuevo cada año la que había de dictar: sólo un año repitió una materia dictada dos años antes, porque había logrado tanto aplauso, que deseosos de tenerla todos le pudieron con instancia su repetición”.

Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia. Biblioteca Zaldúa. Tractatus de Essentia et Attributis Dei P. R. P. Matheum Mimbela Vespertinae Cathedrae Moderatorem dignissimum. Initium dedit die 19 mensis octobris. Anno 1699. Comprende 121 folios enumerados. Mide 214 por 150. De esta obra hay dos manuscritos: el presente y el segundo titulado. In Tractatum de Divina Essentia et attributis Authore P. Matheo Mimbela, consta de 89 folios. Ambos reposan en Biblioteca Zaldúa (QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 241-243).

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 601-604.

JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 264: “Padre Juan Manuel Romero, catedrático de filosofía y teología hasta la de prima, prefecto de los estudios, rector del Colegio Mayor del San Bartolomé [tachado y del Colegio de Tunja]”.

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Francisco Herrera (c.1669-1709),255 hermano del P. José Matías Herrera, tuvo una fructífera participación en el claustro javeriano. Recorrió todo el currículum universitario hasta llegar a la cátedra de Vísperas (17041707). La muerte le sorprendió prematuramente en Bogotá, el 1º de marzo de 1709.256 De su docencia en la cátedra vespertina queda el manuscrito Tractatus de Arcano Trinitatis Misterio.257 Andrés de Tapia (1671-1716)258 es otro representante de la Compañía de Jesús antioqueña y egresado tanto del Colegio Mayor de San Bartolomé como de la Universidad Javeriana. 259 Su biografía académica es una consagración total a la docencia universitaria en su Alma Mater. Como Profesor de Vísperas actuó de 1707 a 1711.260 No conocemos ningún escrito de este catedrático. Miguel de Montalvo (1674-1741)261 significa la presencia boyacense en el claustro javeriano que fue su Alma Mater en toda la formación universitaria.262 Como egresado sirvió a la Universidad como docente en la Facultad de Lenguas263 y en la Facultad de Artes (1707-1710),264 y saltó después a la Facultad de Teología pero, directamente, a la cátedra de Vísperas (1711-1718).265 Hasta el momento no conocemos ningún escrito suyo teológico.

255

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 350-352.

Archivo de la Provincia de Colombia. Libro Quinto de la Iglesia y Sacristia del Colegio de la Compañia de Jesus de Sancta Fe, hecho por orden del muy reverendo Padre Pedro Calderon Provincial de ella en esta Provincia del Nuevo Reyno. Año de 1701. fol. 186v.

256

AIUL. Papeletas: Herrera, Francisco. Biblioteca Nacional de Quito. Tractatus de Arcano Trinitatis Misterio. Per Reuerendum admodum Patrem Franciscum de Herrera dignissimum Theologiae Professore. A. D. D. Augustino de Castañeda. 110 fols. SÁNCHEZ ASTUDILLO. Textos de catedráticos jesuitas en Quito Colonial, 105.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 313.

JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 265: “Padre Andrés de Tapia catedrático de filosofía y teología hasta la de prima, rector del colegio San Bartolomé y del de Cartagena [tachado: todos] tres cuñados del Marqués de San Juan de Rivera”. Y en la página 286: “Los padres Matías, Diego, Francisco y Andrés de Tapia, hermanos. […] El padre Andrés, doctor teólogo, maestro de filosofía y en su universidad prefecto de sus estudios, y rector del Colegio de San Bartolomé y del de Cartagena”.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 59v. Catálogo de 1711.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 484-485.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 39. Catálogo de 1702: “Docet Grammaticam”.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 39. Catálogo de 1702.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 59v. Catálogo de 1711: “Docuit Grammaticam et Philosophiam”.

El catálogo de 1711 señala: “Docet Theologiam scholasticam” (ARSI. N. R. et Q., 4, fol, 59v.). Y el catálogo breve de 1711 especifica que era profesor de Teología de Vísperas (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 67). El catálogo de 1713 reafirma: “docet Theologiam” (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 113v). El 11 de julio de 1716 actuaba como “catedrático de sagrada teología en la Universidad Javeriana (JARAMILLO MEJÍA [Dir.]. Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 336).

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Francisco Cataño (1678-1755)266 pertenece también a la generación jesuítica antioqueña que se formó en el Colegio Mayor de San Bartolomé.267 Su personalidad intelectual la comparte con la de gerente de las instituciones ignacianas en el Nuevo Reino. Ingresó al claustro javeriano directamente a la Facultad de Teología, en la cátedra de Moral (1710-1715),268 para subir a la de Vísperas (1715-1722)269 y concluir en la de Prima. De su docencia en la cátedra de Vísperas nos queda el manuscrito Disputationes de Angelis.270 Diego Terreros (1682-¿?)271 era santafereño y formado en su totalidad en la Universidad Javeriana.272 Hacia 1704 había culminado su carrera universitaria y regresaría a su Alma Mater en 1719, año en que iniciaría su docencia javeriana: Artes (1719-1722),273 para continuar en la cátedra de Vísperas (1722-1730)274 y culminar en la de Prima. No conocemos ningún escrito con respecto al pensum explicado, en la cátedra de Vísperas. José de Molina (1689-¿?)275 es otro cualificado representante de la Compañía de Jesús antioqueña en la Academia de San Francisco Javier y formado en el Colegio Mayor de San Batolomé.276 Se reintegra a la vida universitaria en 1730, asumiendo la cátedra de Vísperas, pero debió abandonar de nuevo la Academia para asumir las funciones de Secretario de Provincia durante el provincialato del P. Francisco Antonio González

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 202-204.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 41. Catálogo, 1702. Figura entre los alumnos ilustres del colegioseminario de San Bartolomé (Guillermo HERNÁNDEZ DE ALBA. Documentos para la Historia de la Educación en Colombia. Bogotá, III [1976] 78). Daniel RESTREPO. El colegio de San Bartolomé. Bogotá, I (1928) 120-121.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 57. Catálogo Breve, 1711. Catálogo de 1713 (fol. 113v).

El Catálogo de 1718 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 157v) estatuye: “Docuit Theologiam Moralem nunc Scholasticam”. Lo mismo el de 1720 (fol. 199v). Catálogo, 1720. En 1725 todavía seguía en la docencia.

Biblioteca Nacional de Bogotá. Ms. 93. Disputationes de Angelis P. R. P. Franciscum Cataño Soc. Jesu, dignissimum vespertinae cathedrae Magistrum auditore D.M.D. Martino de Meaurio. Initium dedit die 29 Mensis octobris. Anno Domini1721. Está incluido en el tratado De Gratia del P. Juan Andrés de Tejada. Comprende 81 fols. (QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 246).

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 671-673.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 60. Catálogo de 1711.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 199v. Catálogo de 1720: enseña filosofía.

Al fallecer el 9 de noviembre de 1722 el P. Juan de Tejada, lo sustituyó el P. Terreros. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 2 (1952) 245.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 476-479.

Había ingresado en el Colegio de San Bartolomé el 15 de octubre de 1704 (Archivo de San Bartolomé. Libro de colegiales, fol. 123v). ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 68. Catálogo Breve, 1711.

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(1730-1733).277 Su producción escrita conservada pertenece a su docencia filosófica y a la relativa a la cátedra de Prima. José Rojas (1688-1755). Personalidad rica y polivante, supo compartir la dedicación tanto a los hombres de la Colombia profunda como a los universitarios de la que sería la capital del virreinato. Su presencia en la cátedra de Vísperas duró un bienio (1733-1735).278 Pensamos que su producción escrita pertenece a su época de maestro de Prima. Diego de Moya (1699-1762)279 era andaluz y en esas tierras realizó toda su preparación científica, pues atravesó el Atlántico el año 1735.280 Su paso por la docencia javeriana fue breve, pues tuvo a su cargo la cátedra de Vísperas (1735-1737)281 y en Andalucía debió ser profesor de Artes en alguna de las entidades jesuíticas dedicadas a las ciencias eclesiásticas.282 No disponemos de ulterior información sobre su producción escrita teológica. Luis Chacón (1705-1747).283 Es una vida consagrada totalmente al cultivo de los saberes filosóficos y teológicos. En la cátedra de Vísperas se mantuvo por cuatro años: de 1737 a 1741.284 De sus clases nos ha quedado el manuscrito Tractatus Scholasticus et Theologic. De Dei Scien.285

APT. Leg. 132, fol. 290v: su nombre aparece como primer candidato para socio del Provincial (Carta del P. Miguel Angel Tamburini al P. Diego de Tapia. Roma, 1 de junio de 1729).

Según Quecedo (“Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 248-249) el mismo Padre Rojas afirma en el Prólogo de su Manuscrito De proemialibus Theologiae que había enseñado durante siete años continuos la teología especulativa y práctica; y que un honor conferido por la obediencia le alejó por algún tiempo de la enseñanza, pero vuelve de nuevo a su antiguo cargo hacia el que siente inclinación por su amor a la lectura y a la ciencia. En consecuencia, sus siete años ininterrumpidos de docencia teológica en la Javeriana deben correr de 1728 a 1735. En 1733 aparece en el claustro (Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados, 1733-1756, fol. 1). Según el mencionado Libro de Grados (fol. 24v) a fines de 1735 ya era el P. Rojas Rector de San Bartolomé.

279

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 497-498.

280

AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1735: “2º. Don Diego de Moya, sacerdote de treinta y cinco años natural de Vbeda, obispado de Jaen, buen cuerpo, moreno, voca grande, pelinegro y naris gruesa”.

281

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 226v. Catálogo de 1736: “Docuit Philosophiam et nunc Theologiam Scholasticam”. Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados 1733-1756, fol. 31.

282

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 226v. Catálogo de 1736: “Docuit Philosophiam […]”.

283

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 232-233.

284

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 290. Catálogo breve de 1738.

285

Academia Colombiana de la Historia. Biblioteca Zaldúa. Tractatus Scholasticus et Theologic. De Dei Scien [modernamente: Ex bibliotheca D. D. Francisci Xaverii Zaldua] P. R. P. Ludovicum de Chacon vere dignum Vespertinae Cathedrae Sacrae Theologiae Magistrum in Universitate Xaveriana Civitatis Sanctae Fidei. Auditore Mtro. Dono Josepho Gregorio Dias de Quixano. Initium dedit 21 octobris anni Domini 1738. Et finem impossuit die 24 Julii anni 1739. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 248: “Ms. encuadernado en pergamino. Mide 220 por 150 mm. De dorso 20. En éste: Pater Aloisius Chacon de Scientia Dei. Tres fols. en bl. al

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Pedro Choperena (1708-1763).286 Constituye un modelo de docente javeriano con dedicación exclusiva a sus tareas científicas. En la Facultad de Lenguas enseñó Retórica (1734-1736)287 y recorrería a continuación todo el proceso formativo universitario javeriano: Artes (1737-1740),288 Vísperas (1741-1748)289 y Prima (1748-1763).290 Todos sus escritos pertenecen a la cátedra de Prima. José Pagés (1709-¿?)291 había nacido en Barcelona (España) y realizado todo su currículum filosófico y teológico en la Provincia de Aragón. Atravesó el Atlántico en la expedición de 1743.292 Su biografía americana se vincula fundamentalmente a la Universidad Javeriana (1743-1757) con el hiato de su viaje a Roma (1758-1761).293 Su primera etapa estuvo dedicada a la docencia de la teología en la cátedra de Vísperas (1748-1756).294 La segunda se inicia a su regreso de Madrid y Roma, y en ella se encargó de la cátedra de Prima (1763-1764).295

principio y al final. Letra corrida cortesana inglesa modo baeticae. Tinta caparrosa y papel de trigo. El texto comprende 163 fols. enum.; algo descolorido”. 286

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 233-236.

287

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 230. “Fuit Instructor Juniorum”. Catálogo de 1736.

288

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 264v. Catálogo de 1738.

289

JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 404.

290

ANB. NOTARÍA PRIMERA, t. 175, fol. 84. ARSI. N. R. et Q., 4, fols. 298, 300, 347, 349.

291

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 528-531.

292

AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1743: “12. El Padre Joseph Pages, sacerdote, natural de la ciudad de Barcelona en su obispado, de edad de treinta y tres años. Buen cuerpo, moreno, pelo negro, barba poblada, ojos negros, dos señales de herida, una en la frente y otra en la barba”. Y en el fol. 7v. del expediente dice que salió para Cartagena el 7 de enero de 1743. ARSI. Congregationes Provinciales, t. 92, fol. 115 y ss. A finales del año 1758 se encontraba en España (AGI. Santafé, 409. Memorial del P. José Pagés al Rey, 1758). Para su regreso: VARGAS JURADO. Diario, 59.

293

294

El Catálogo Breve de 1751 lo reseña como Catedrático de Vísperas (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298); el de 1753 (fol. 304v) como catedrático de Teología especulativa; el de 1756 (fol. 347) lo ubica en la hacienda de Tena dedicado a ministerios espirituales.

295

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 374. Catálogo Breve de 1763. Catedrático de Prima el 27 de marzo de 1764 (ANB. Colegios, III, fol. 846).


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De sus clases nos han llegado los siguientes manuscritos: De perfectionibus Christi: 1748;296 De iustiticatione impiorum ac de iustorum meritis: 1752297 y De Incarnatione: 1754.298 Manuel Balzátegui (1715-1792),299 aunque nacido en Oñate (Guipúzcoa), hizo todos sus estudios en la Universidad Javeriana. Su carrera universitaria se inició en la Facultad de Artes (1749-1752).300 De seguidas, se encargó de la cátedra de Sagrada Escritura (1752-1755)301 y de inmediato asumió la cátedra de Vísperas (1755-1758).302 De sus clases nos ha llegado el testimonio de su Tractatus Theologicus de divina Voluntate.303 Juan Antonio Ferraro (1717-¿?) pertenece al grupo de jesuitas antioqueños que se formaron en el Colegio Mayor de San Bartolomé.304 Concluido su curso

296

QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 254: Trac. Theolo/co Schol. de perfecbs, Christi Dni. P. R. A. P. Josephum Pages Soc. Jes. D. Vespertinae chae. Profesore Audit B. Didaco de Balza cll. Collega. Anno Dni. 1748. Mide 212 por 151 mm. De dorso 16. Comprende 156 folios numerados y 9 sin numerar.

QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 253-254. Tractatus Theologico- Scholasticus de Iustificatione impiorum ac de Iustorum meritis. P. R. A. P. Iosephum Pajes digniss. vespert. cath. Professorem die 20 octobris anno Dni 1752. Comprende dos tratados con numeración diferente: el primero, De iustificatione impiorum consta de 61 folios enumerados. Al final del fol. 61v se lee: “Atque haec de prima tractatus parte sufficiant. Die 28 mensis Martii. An. Dni. 1753”. El segundo es: Apendix sive pars altera de Iustorum meritis. Comprende 33 folios numerados. “Anno Domini, 1753”. Se conserva otro ejemplar en la Biblioteca General de la Universidad de Antioquia (Medellín) con el título De gratia et merito y signatura 132 (QUECEDO. “Manuscritos filosófico-teológicos de la Biblioteca General de la Universidad de Antioquia en Medellín”. En: Universidad de Antioquia. Medellín, n.º 147 (1961) 861-862).

297

Biblioteca General de la Universidad de Antioquia. Sign. 161. El Manuscrito está dividido en dos partes: la primera es: Tractatus Theologico Scholastico De Deo hone [homine] siue de Dino [Divino] Vbo [Verbo] incarnato. P.R.A.P. Josephum Pages Vespertinae Cathedrae Dignimum moderatorem. Auditore. D. Dre. D. Vicentio Gonzalez hujus Coll Colle [collega] Purpur. Anno Domini 1754. Consta de 100 folios. La segunda: Disputatio Vnica de Castitudine/ Inmaculatae Conceptionis Veatissimae Virginis Mariae. Consta de 18 folios. (QUECEDO. “Manuscritos filosófico-teológicos de la Biblioteca General de la Universidad de Antioquia en Medellín”, 862).

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 119-124.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298: “Philosophiae Magister”. Catálogo Breve de 1751. Su inicio como Profesor de Filosofía lo deducimos del manuscrito In Summula (1749).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 300. Catálogo Breve de 1753.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 348. Catálogo Breve de 1756: “Rector San Bartolome. Profesor Theologiae”.

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DEL REY FAJARDO. Las bibliotecas jesuíticas en la Venezuela colonial, II, 251-252. BALSATEGUI. Tractatus Theologicus de divina Voluntate per R. P. Emmanuelem Balsategui Soc. Jesu. Disputatio 1ª. De Existentia divinae Voluntatis ejusque appetitu innato. Y Termina: Ergo operantur imperfecte, immo imperfectissime. Un quaderno en 4, bien tratado en pergamino, con 102 foxas.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 304. Catálogo de 1753: Estudió “1 de Filosofía extra y 2 de Filosofía y 4 de Teología intra”. El año 1740 había finalizado su noviciado en Tunja y los seis años de estudio en la Javeriana nos llevan a hacer concluir su curriculum en 1746.

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filosófico en 1758, se encargaría de inmediato ese mismo año de la cátedra de Vísperas (1758-1764)305 para culminar en la de Prima (1764-1766).306 Como profesor de Vísperas dejó el Tractatus theologico-scholasticus de Deo Trino, 1762.307 A continuación de este manuscrito sigue otro sin título, ni año, ni autor, que de forma arbitraria se le designa como De iustitia et iure.308 Antonio Julián (1722-1790)309 es sin lugar a dudas el escritor más prolífico de la Javeriana del siglo XVIII.310 Llegado al Nuevo Reino en la expedición de 1749311 con destino a la Misión de la Guajira,312 pronto tuvo que cambiar de actividad pues no pudo darse ese proyecto. Orador sagrado muy cotizado, recorrió grandes extensiones de Colombia y Venezuela hasta que en 1756 se radica en Bogotá.313 Existen ciertas dudas a la hora de precisar cuándo ingresó en el claustro javeriano pero se puede afirmar que, al menos, de 1761 a 1764 estuvo al frente de la cátedra de Sagrada Escritura;314 a continuación pasó a la docencia teológica en la cátedra de Vísperas (1764-1766)315 y a continuación a la de Prima (1766-1767).316

305

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 349v. Catálogo de 1763.

AHN. Jesuitas. Leg. 827/2. Filiación de regulares de la Compañia del nombre de Jesus pertenecientes a la Provincia de Santa Fee de Bogota, venidos en diferentes navios. N.º 177.

306

Mss. de la Academia de la Historia. Trac Theogo Scholasticus De Deo Trino P. R. P. Ioannem Ferraro. Digmum Vesp. Che. [cathedrae] Magistrum. Audi. D. D. B. Emm Quixano. Die 20 octob. Anno 1762. Comprende 79 fols. a. n. (225 por 55 mm. De dorso 20) Cfr. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 225.

307

Véase: QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 272.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 363-369.

Lorenzo HERVÁS Y PANDURO. Biblioteca jesuítico-española (1759-1799). Estudio introductoria, edición crítica y notas: Antonio Astorgano Abajo. Madrid, Libris: Asociación de Libreros de Viejo (2007) 307-310.

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AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1749: “El Padre Antonio Julián, sacerdote natural de Campredón Obispado de Gerona de veinte y siete años. Poco cuerpo, blanco, poca barba”; “sacerdote, natural de Campredón, obispado de Gerona, de edad de 27 años, salió de allí en 9 de mayo y llegó a esta ciudad en 9 de junio deste año”.

311

Antonio JULIÁN. La Perla de América. Bogotá (1951) 234.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 347. Catálogo de 1756: “Operarius”.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 374. Y para el año 1764 : Luis Carlos MANTILLA. Fuentes para la Historia Demográfica de la Vida Religiosa Masculina en el Nuevo Reino de Granada. Santafé de Bogotá, Archivo General de la Nación de Colombia (1997) 70.

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En 1764 leyó el tratado De perfectionibus Christi y en 1765 el De Deo uno et trino. Véase: QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 256-258.

315

AHN. Jesuitas, 827/2: Filiacion de los Regulares de la Compañia del nombre de Jesús pertenecientes a la Provincia de Santa Fee de Bogotá venidos en diferentes navíos, n.º 20: “y a sido Maestro de Theologia, y lo era actual de prima en el Collegio Magsimo, y universidad de la Ciudad de Santafee de Bogota”.

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De sus clases nos han llegado dos manuscritos: De perfectionibus Christi et eius Matris317 y De Deo uno et trino: 1765.318 No hemos podido averiguar quién sustituyó al P. Antonio Julián al frente de la cátedra de Vísperas en el último año de vida de la Universidad Javeriana colonial. La cátedra de Teología Moral Los orígenes de la Teología Moral como ciencia autónoma son contemporáneos al nacimiento de la Universidad Javeriana y ello explica el sentido de modernidad que trataron de infundir los primeros jesuitas a su docencia teológica en el Nuevo Reino. Para el estudio de esta ciencia sugerimos tanto la visión sintética que ofrece Bernhard Häring319 como la del Dictionnaire de Spiritualité ascetique et mystique.320 Una panorámica más completa puede seguirse en la obra de Johann Theiner.321 Se deben anexar dos obras clarificadoras de la realidad moral de América Latina: una es la de Francisco Moreno Rejón322 y la segunda es la obra colectiva dirigida por Josep Ignasi Saranyana y Carmen José Alejos Grau de la Universidad de Navarra.323 Dentro de la historia de

Se encuentra en al Biblioteca del Colegio del Rosario (Mss. 4/126 y está unido a otro del P. Juan A. Ferraro De Deo Homine. Tractatus Scholastico-Theologicus de perfectionibus Christi Domini et eius matris. P. R. A. P. Antonium Julian Soc. Jesu dign. vespertinae Cathe. Prof. Auditore B. D. Ildephonzo Sierra D. B. R. M. S. C. P. C. Anno Dni. 1764. Mss. encuadernado que mide 220 por 150. Comprende 69 fols. enumerados más uno de portada. En el fol. 60 comienza el Tratado de las Perfecciones de la Virgen. Parece que concluyó el 28 de junio de 1765. Otro ejemplar reposa en la Academia Nacional de la Historia, Biblioteca Zaldúa). Véase: Francisco QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 2 (1952) 256-258.

Tractatus Scholastico-Theologicus de Deo uno et trino. P. R. A. P. Antonium Julian Soc. Jes. vesp. Cathedr. Profesorem. Auditore B. Ildephonzo Sierra S. Barth. reg. Maj. et semin. Collegi purpurato collega in Vrsitate Xaveriana, die 20 Mensis octobris anno Dn. 1765. Comprende 56 fols. enumerados más uno de índice. Está unido al del P. Ferraro De Gratia Habituali y le precede. Las mismas indicaciones que el anterior. (QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 258). Walter Bernard REDMOND. Bibliography of the Philosophy, 11.

Bernhard HÄRING. “Moral”. En: Karl RHNER (Edit.). Sacramentum mundi. Enciclopedia teológica. Barcelona, Editorsial Herder, IV (1973) 794-811.

Paul VALADIER. “Morale et vie spirituelle”. En: M. VILLER, F. CAVALLERA, J. DE GUIBERT. Dictionnaire de Spiritualité ascetique et mystique, doctrine et histoire. París, X (1980) 1697-1717.

Johann THEINER. Die Entwicklung der Moraltheologie zur eigenstandingen Disziplin. Regensburg, F. Pustet, 1970.

Francisco MORENO REJÓN. Historia de la Teología Moral en América Latina. Ensayos y materiales. Lima, Instituto Bartolomé de Las Casas-Centro de Estudios y Publicaciones, 1994.

Josep Ignasi SARANYANA y Carmen José ALEJOS-GRAU. Teología en América latina. Desde los orígenes a la Guerra de Sucesión (1493-1715). Vol. I. Madrid-Frankfurt, Iberoamericana-Vervuert, 1999.

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la Compañía de Jesús es recomendable consultar la síntesis que nos ofrece el Diccionario histórico de la Compañía de Jesús.324 El Concilio de Trento (1545-1563) abrió nuevos caminos y horizontes al pensamiento teológico católico. La ruptura del orbe cristiano tras la toma de posición de Lutero, polarizó las dos reformas y por ende las dos teologías, y las obligó a desarrollar una verdadera metodología científica. Dentro del campo romano se recuperó el valor de la síntesis tomista para la formulación precisa del dogma católico. Por otra parte, Trento insistió en las nuevas formas para la administración y recepción del sacramento de la penitencia, así como también en la debida formación del confesor. De esta suerte se fue dando luz verde a una nueva disciplina que se denominaría “Teología Moral”. Era preciso superar el mundo de la casuística, dirigida a resolver situaciones concretas, y enfrentar el denominado caso de conciencia.325 Sería Juan de Azor (1536-1603), Profesor en el Colegio Romano, el iniciador de la Teología Moral como ciencia autónoma. Su rica experiencia como docente: 18 años de Teología, seis de Sagrada Escritura y cuatro de Casos de Conciencia, le llevó a ordenar los tres métodos expositivos: el casuístico, el escolástico y el positivo.326 Su punto de partida lo situaba en el valor de la conciencia que podía elegir entre el bien y el mal. De esta forma estructuró la Teología Moral en cuatro partes: los diez mandamientos, los siete sacramentos, las penas eclesiásticas y los deberes de cada uno de los estados de la vida del cristiano. En definitiva, era un movimiento que “partía de la moralidad de la virtud hacia la moralidad de la obligación […]. La moralidad llegó a ser materia de justicia u obligación, y como tal, su obra adquirió un sabor jurídico y canónico, preocupada por cuestiones de ley”327.

Edwin L. LISSON. Eduardo MOORE y James T. BRETSKE. “Teología. V: Moral”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. RomaMadrid, IV (2001) 3739-3745.

Véase: Álvaro HUERGA. “Escolástica”. En: Quintín ALDEA (Dir.). Diccionario de Historia Eclesiástica de España. Madrid, II (1972) 828-835. Antonio MESTRE SANCHÍS (Dir.). La Iglesia en España de los siglos XVII y XVIII. Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos (1979) 461-474. En: Ricardo GARCÍA-VILLOSLADA (Dir.). Historia de la Iglesia en España. Tomo IV. Madrid, Biblioteca de la Iglesia en España, 1979.

Eduardo MOORE. “Azor, Juan”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, I (2001) 316.

E. L. LISSON, E. MOORE y J. T. BRETSKE. “Teología. V: Moral”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús, IV, 3741. Su obra fue: Juan AZOR. Institutionum moralium in quibus universae quaestiones ad conscientiam recte, aut prave factorum pertinentes, breviter tractantur. Lugduni, Sumptibus Horatii Cardon, 1610-1613, 3 tomos.

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Expresamente dejamos de lado la problemática del “Probabilismo”328 y la del “Casuismo”.329 Dada la escasez de hombres competentes, es lógico que se abriera el curso de Teología Escolástica a cargo del P. Antonio Agustín y el de Teología Moral bajo la tutela de Gerónimo Lazarraga. Gerónimo Lazarraga había nacido en Vitoria (España) en 1579 e ingresado en la Compañía de Jesús en la Provincia de Castilla (suponemos que en Villagarcía de Campos) el 10 de enero de 1593.330 Concluídos sus estudios eclesiásticos enseñó el curso de Artes en el Colegio de Medina del Campo,331 pero también había dictado tres cursos de Casos de Conciencia.332 Atravesó el Atlántico en la expedición dirigida por el P. Luis de Santander y en la que también viajaba el P. Antonio Agustín.333 Fue el fundador de la cátedra de Teología Moral en el Colegio Máximo de Santafé de Bogotá el año 1612. Desde el punto de vista intelectual, debía ser una joven promesa mas el impacto que le produjo su primer contacto con la Bogotá del seiscientos le generó una terrible desilusión, tanto que le escribió al General de la Compañía de Jesús solicitándole regresar a su Provincia de Castilla. El joven profesor vasco aducía que para “lo poco de estas tierras bastaban hombres de cualidades ordinarias”. Y el General le contestaría “han ido a las Indias hombres de grandes cualidades, y en ellos tiene V. R. buen ejemplo”.334 En Roma pensaron enviarlo al Perú,335 mas por la correspondencia oficial deducimos que hacia 1615 debió regresar a España.336 No volvemos a tener noticia de este atribulado teólogo sino que falleció en Cagliari (Sicilia) el 20 de marzo de 1625.337

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Philip SCHMITZ. “Teología. V. 1. Probabilismo”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, IV (2001) 3745-3747.

Eduardo MOORE. “Teología. V. 2. Casuismo”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, IV (2001) 3747-3748.

329

AIUL. Papeletas: Lazarraga, Gerónimo.

AIUL. Papeletas: Lazarraga, Gerónimo. En el Seminario de Valladolid se conservaban los siguientes manuscritos: 1) Brevis Introductio in Logicam Arist.: 1609, 35 h. 2) Quaestiones in Vniversam Physicam, 190 h. 3) Commentarii in octo Libros Physicorum Arist.: 1610, 192 h. 4) Commentarii in duos Libros de Generatione & Corruptione Arist.: 1611, 120.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 13. Expedición de 1612.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 13. Salieron de Sevilla el 19 de febrero y llegaron a Cartagena el 22 de mayo (PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 150-151).

N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium. Carta del P. Claudio Aquaviva al P. Gerónimo Lazarraga. Roma, 28 de enero de 1614.

N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium. Carta del P. Claudio Aquaviva al P. Gonzalo de Lyra. Roma, 7 de septiembre de 1614 (fol. 34v). También escribió dos sonetos que debían contener críticas amargas (fol. 39).

N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium. Carta del P. Claudio Aquaviva al P. Manuel de Arceo. Roma, 6 de septiembre de 1617 (fol. 49v).

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ARSI. Historia Societatis, 44, fol. 14. (Provincia de Sardinia).

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Francisco de Victoria (c.1545-1618) fue el inmediato sucesor de Lazarraga y suponemos que debió realizarse el cambio entre 1614 y 1615, dada la situación anímica del fundador de la cátedra. Había nacido en Vellimar (Segovia) hacia 1545 e ingresado en la Compañía de Jesús el 21 de octubre de 1565 en la Provincia de Castilla.338 Realizó toda su formación universitaria en España. Sospechamos que hacia 1614 o 1615 debió asumir la cátedra de Teología Moral pero corta sería su permanencia en ese cargo pues en 1616 dejaba esa cátedra para encargarse de la de Teología Escolástica de Vísperas.339 A la muerte del P. Francisco Victoria, se nos abre un interrogante pues no podemos confirmar quién fue su sucesor ya que podría haber sido el P. Francisco Guerrero (c.1580-1653)340 o el P. Francisco Ruggi. Del peruano Francisco Guerrero hemos hablado tanto en el capítulo de los profesores de Artes como en los de Teología Escolástica. Así pues queda abierta la posibilidad de la docencia del P. Francisco Rugi (c.1585-1650), quien había nacido en Salerno (Italia) e ingresado en la Compañía de Jesús el 20 de mayo de 1605 después de haber estudiado tres años de leyes y cánones.341 Realizó sus estudios de Retórica, Filosofía y Teología dentro de la Compañía de Jesús en Nápoles y, una vez sacerdote, enseñó lengua hebrea y fue lector de Casos de Conciencia.342 Atravesó el Atlántico el año 1618 en la expedición que dirigió el P. Juan Antonio Santander.343 Rector del Colegio de San Bartolomé (1621-1624).344 Ciertamente era la personalidad intelectual idónea para encargarse de la cátedra de Teología

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ARSI. N. R. et Q., 3, fol 18. Catálogo de 1616.

En 1616 pensamos que se abrió la cátedra de Vísperas pues en 1615 había solamente dos profesores de teología (ARSI. Carta annua de 1615 [1]) y el catálogo de 1616 afirma que el P. Francisco de Victoria había enseñado Teología Moral y ahora Escolástica (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 18. Catálogo de 1616) quiere decir que para esa fecha se iniciaba la división dentre el catedrático de prima y el de vísperas. En la breve necrología que le dedica la Anua de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada del año 19, 20 y 21 (Madrid. Real Academia de la Historia. Biblioteca. Tomo 129, fol. 263) dice: “9 años gramática en España y poco tiempo de Moral y después de setenta de edad habiéndole encargado leyese teología escolástica lo hizo con satisfacción de todos y con tanta exacción como si fuera de 30 años”.

339

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 331-333.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 39v. Catálogo de 1623.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 39v. Catálogo de 1623: “Operario y 2 [años] lector de casos y lengua hebrea un años y latín 3 años”.

Agustín GALÁN GARCÍA. El Oficio de Indias de los jesuitas de Sevilla 1566-1767. Sevilla (1995) 233. Por error lo reseña como Rubí Francisco. José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos relativos a la Historia de la Compañía de Jesús en Venezuela. Caracas, III (1974) 15: “El Padre Francisco Rugi theologo de Salerno de Nápoles de treynta y quatro años”.

José RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”. En: Revista Javeriana. Bogotá, XXXVIII (1952) 91.

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Moral en el Colegio Máximo (1618-1623)345 y de 1627 a 1630 se desempeñaría como profesor de Teología en Quito.346 A partir de 1630 abandona la vida académica para dedicarse de lleno al mundo indígena. Fue misionero en las costas del Pacífico y el obispo quiteño Alonso de la Peña Montenegro le dedicaría un gran elogio.347 Falleció en Panamá hacia 1650.348 Juan de Toro Zapata (c.1596-1654). De este jesuita antioqueño hemos escrito tanto de su faceta como Rector así como también de su magisterio en Artes. Regentó la cátedra de Filosofía de la Universidad Javeriana de 1626 a 1629 y después la de Teología Moral de 1629 a 1633.349 También debió leer la de Sagrada Escritura.350 Damián Buitrago (c.1596-1650). Realizó en España el trienio de estudios de Filosofía.351 Cursó la Teología en Bogotá (c. 1618-1622), donde tuvo como profesor al P. Francisco de Lugo.352 Se desempeñó como catedrático de teología moral en el Colegio Máximo, es decir, de 1633 a 1639.353 De esta etapa magisterial nos ha llegado el manuscrito Materia theologica de Gratia Dei seu in 1mam 2ae interpretatio continens quaestiones sex ultimas a centessima non supputatas.354

ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium. Carta del P. Mucio Vitelleschi al P. Francisco Rugi. Roma, 11 de junio de 1621.

ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium. Carta del P. Mucio Vitelleschi a Francisco Rugi. Roma, 6 de febrero de 1630. J. VILLALBA y J. L. SÁEZ. “Rugi, Francisco”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid, IV (2001) 3434. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 370 pone el inicio de las clases en 1628.

Alonso de la PEÑA MONTENEGRO. Itinerario para párrocos de indios. Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (1995) 142-143. Entre otros excelentes calificativos afirmará “que supo dieceseis lenguas diferentes y tradujo en ellas el catecismo y oraciones, sin reparar en que fuesen pocos los indios”.

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ANB. Curas y Obispos, t. 36, fol. 317. Memoria de los sujetos de la Compañía que han muerto en esta provincia del Nuevo Reino y Quito de veinte y cinco de marzo de siscientos cincuenta. El P. Rugi aparece entre el P. Nicolás Cordero y Agustín de Campos. Ambos fallecieron en 1652.

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 569. Aduce el testimonio del doctor Francisco de Borja, hijo de don Juan de Borja, y obispo de Tucumán y Trujillo.

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DE MERCADO. Historia de la Provincia del Nuevo Reino y Quito de la Compañía de Jesús. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de Colombia, I (1957) 337.

352

DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 338.

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DE MERCADO. Historia de la Provincia, I, 339: “cuando le ordenó la obediencia volviera al Colegio de Santa Fe para emplearse en la cátedra de teología moral”. Mercado dice que también se encargó de la cátedra de Prima pero esa afirmación necesita mayor estudio.

QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 258-259: “Ms encuadernado en pergamino. Mide 220 por 152 mm. De dorso 20. En este ‘Damian Gratia’ Sgns. Ant. 37 moderna 45. Desprendidas las cubiertas. Dos hojas de guarda al principio s. n. Comprende 149 fols. S. n. Papel de trigo. Letra generalmente inglesa hasta el fol., 54. Sigue varias grafías de persona entrada en años. Débese notar que algunos tìtulos han sido completados por una grafía

354

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 57. Catálogo de 1642: “Docuit Philosophiam et Theologiam”. ARSI. N. R. et Q., 1. Epistolae Generalium. Carta del P. M. Vitelleschi al P. Luis de Santillán. Roma, 6 de febrero de 1630.


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A partir de 1639 podemos precisar mejor los nombres y las fechas de docencia de los profesores de Teología Moral. Diego de Medina (c.1608-1661). Nació en Quito hacia 1608 e ingresó en la Compañía de Jesús, en Tunja, el 5 de octubre de 1625.355 Pensamos que los estudios de Filosofía (1627-1630) y los de Teología (1630-1634) los llevó a cabo en Bogotá.356 Estuvo al frente de la cátedra de Teología Moral en la Javeriana de 1639 a 1642.357 En 1644 se había trasladado a su ciudad natal,358 donde debió gozar del aprecio de los quiteños.359 Fue Rector del Colegio-Seminario de Quito (1655-1658).360 De la capital ecuatoriana pasó a la ciudad de Cartagena para regir los destinos de su colegio (1658-1661).361 Falleció en el ejercicio de su cargo el 17 de junio de 1661.362 Silvestre Fausto (c.1612-1674). Nació en Valencia (España) hacia 1612363 e ingresó en la Compañía de Jesús el 22 de noviembre de 1627.364 Atravesó el Atlántico en la expedición del P. Baltasar Mas en 1631.365 Realizó sus estudios de Filosofía (1631-1634) y Teología (1634-1638) en América, y nos inclinamos a creer que los llevó a cabo en la Gregoriana de Quito. En 1642 enseñaba Filosofía en Popayán.366 En septiembre de ese mismo año, se había trasladado a Bogotá para hacerse cargo de la enseñanza de la

posterior temblorosa. Parece ser del P. Escobar. Tinta caparrosa descolorida […]. En la margen derecha: ‘P. Damian’ grafía parecida a la que sigue al fol 58. En el mismo fol., 1: De la Compa. De Jhs de Sta. Fe y membrete de la ant. Bib. Nal. Y en bragmanida, Sta. Fe”. 355

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 83v. Catálogo de 1649. Deducimos su ingreso en Tunja porque el Libro de Votos del Bienio (Biblioteca Nacional de Colombia. Ms. 336.) reseña el 21 de octubre de 1627 como fecha en que los pronunció.

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ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 49v. Catálogo de 1642.

357

Archivo del Colegio San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fols. 32, 34v, 63v. Este dato lo confirma el Catálogo de 1642 y todos los posteriores.

358

José JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito 1570-1774. Tomo I: La Viceprovincia de Quito 1570-1696. Quito, Editorial Ecuatoriana (1943) 180.

359

Hernán RODRIGUEZ CASTELO. Literatura en la Audiencia de Quito siglo XVII. Quito, Edición del Banco Central del Ecuador (1980) 409: “El P. Diego de Medina Cobarrubias, natural de esta ciudad, eminente predicador, catedrático de prima, procurador general de las provincias de Quito y Santa Fe”.

360

JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua Provincia de Quito 1570-1774, I, 640. Así lo recoge el Catálogo de 1657 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 161v): “Est Rector Seminarii quitensis”.

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ARSI. Historia Societatis, 48, fol. 32.

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Según los Catálogos de (ARSI. N. R. et Q., 3): 1664 (fol. 224), 1668 (fol. 241), 1671 (fol. 278v) habría nacido en 1612. Según los catálogos de 1642 (fol. 63v), 1651 (fol. 118v), 1655 (fol. 145), 1657 (fol. 169) y 1660 (fol. 195v) habría nacido en 1613 y según el catálogo de 1649 (fol. 92) su nacimiento habría ocurrido en 1610.

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ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 92. Catálogo de 1649.

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Agustín GALÁN GARCÍA. El Oficio de Indias de los jesuitas de Sevilla 1566-1767, 242.

366

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 63v: “Docuit Grammaticam et nunc Philosophiam”.

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 6. Catálogo Breve de 1659: “Cartagena. Vrector”. Catálogo de 1660 (ARSI. N., R. et Q., 3 , fol. 186v). Catálogo Breve de 1661 (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 2v).


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Teología Moral,367 docencia que se prolongaría hasta el año 1651.368 Rector del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1646-1651).369 Desconocemos su actividad entre 1651 y 1658. Rector del Colegio de Popayán (1658-1662).370 Parece que la última etapa de su vida transcurre e la ciudad de Quito como Prefecto de estudios superiores de la Universidad Gregoriana.371 Falleció en la capital ecuatoriana el 10 de junio de 1674.372 Francisco de Lea (1605-1675). Nació en Waterford (Irlanda)373 en 1605, e ingresó en la Compañía de Jesús en Villarejo de Fuentes374 el 11 de junio de 1626.375 Atravesó el Atlántico en 1631 en la expedición del P. Baltasar Mas.376 Completó sus estudios eclesiásticos en la Universidad Javeriana de Bogotá.377 Sospechamos que los primeros años de su sacerdocio transcurrieron entre los indígenas de la sabana bogotana.378 En 1651 se integra al claustro de profesores de la Universidad Javeriana hasta 1654.379 En 1656 comienza una etapa de gerencia administrativa de varios colegios neogranadinos: Mérida (1656-1659);380 San Bartolomé de Santafé (1659-1661)381 a la vez que se reincorporaba a la docencia en la Javeriana;382 Pamplona en

Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fol. 63v.

El 6 de enero de 1648 firma, como lector de Teología, en Santafé el Elogio del libro de Antonio OSORIO DE LAS PEÑAS. Sermones de las marravillas de Dios en sus Santos. Madrid, 1649.

RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”, 93.

Leonardo DEUBLER. Becerro o Sumario de la fundación, principios, progresos y otros acaecimientos en [roto] Colegio de Poyayán según consta por su arch[roto] de Caxas. Mss. que reposa el Archivo de la Compañía de Jesús en Colombia.

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 8v. Catálogo Breve de 1667 y así aparece en los catálogos breves de 1668 (fol. 12v) y de 1671 (fol. 20v).

ARSI. N. R. et Q. Historia Societatis, 49, fol. 239.

En los Catálogos del Nuevo Reino siempre aparece “Guaterfort” (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 85).

John MAC ERLEAN. “Irish Jesuits in foreign Missions from 1574 to 1775”. En: The irish directory and year book for 1930. Dublin (1930) 131.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 85. La misma fecha precisa el resto de los Catálogos.

Agustín GALÁN GARCÍA. El oficio de Indias de los jesuitas de Sevilla 1566-1767, 242.

J. MAC ERLEAN. “Irish Jesuits in foreign Missions from 1574 to 1775”, 131.

Fue cura de Fontibón en 1636 y de 1642 a 1644 (RESTREPO POSADA. “Rectores del ColegioSeminario de San Bartolomé (1605-1767)”, 94). El Catálogo de 1642 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 53) lo recoge como Superior de la Residencia de Fontibón, y el de 1649 (fol. 85) dice: “Docuit Grammaticam. Concionator hispanorum et indorum”.

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ASB. Libro de la Universidad y Academia, fol. 236-251v. El Catálogo de 1655 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 139v) dice: “Docuit Grammaticam nunc Theologiam”.

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Para la fecha de inicio (APQu. Leg. 4. Carta del P. Jerónimo Escobar al P. Francisco de Lea, Rector de Mérida. Santafé, 30 de agosto de 1656).

RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”, 94.

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 5v. Rector de San Bartolomé y “Lector de Teología”.

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dos oportunidades (1661-1664)383 (1668-1671),384 pero en el intermedio regresó a la ciudad venezolana de Mérida con idénticas funciones (16661668).385 La muerte le sorprendió en Santafé el 12 de marzo de 1675.386 Alonso Pantoja (1605-1692). Nació en Puebla de Montalbán (diócesis de Toledo) el año de 1605 e ingresó en la Compañía de Jesús el 23 de marzo de 1622.387 Atravesó el Atlántico en la expedición de 1631, siendo ya sacerdote.388 Su biografía se dividió entre la docencia universitaria, el cursus honorum y la Procuraduría de Indias en Madrid. Enseñó Filosofía389 en Quito y en Bogotá tuvo a su cargo la cátedra de Teología Moral (1654-1657).390 Como Rector desempeñó esas gestiones tanto en el Seminario de San Luis de la capital ecuatoriana (1639-1642)391 como en el de San Bartolomé de Santafé (1653-1658),392 y en un segundo ciclo regiría la Universidad quiteña de San Gregorio (1664-1666)393 y el bogotano colegio de Las Nieves (16681672).394 Pero su principal actividad se concentraría en la difícil misión de representar al Nuevo Reino y Quito como Procurador ante Madrid y Roma

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 216. Catálogo de 1664: fue Rector de Mérida y Pamplona.

El Catálogo Breve de 1668 (ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 13v) lo ubica ya como Rector de Pamplona y el de 1671 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 284) señala que seguía en el mismo cargo.

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 10. Catálogo Breve de 1667: Rector de Mérida. El fin del período lo señala el Catálogo de 1668 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 247) quien lo presenta ya como Rector de Pamplona. El inicio lo da el Rector saliente que fue el P. Luis Vergel.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 312.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 60. Catálogo, 1642.

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AGI. Indiferente General, 2879. Expedición de 1631. Agustín GALÁN GARCÍA. El oficio de Indias de los jesuitas de Sevilla 1566-1767, 242. Duro debió ser el impacto de las tierras americanas pues en 1634 solicitaba regresar a España (ARSI. N. R. et Q., 1, fol. 140v. Carta del P. Vitelleschi al P. Baltasar Mas. Roma, 30 de noviembre de 1634).

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ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 141. Catálogo de 1655.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 164v. Catálogo 1657: “Docuit Rethoricam, Philosophiam et Theologiam”. La docencia teológica se reseña por vez primera a partir de este catálogo. Su nombre aparece entre los catedráticos de la Javeriana hasta 1658. (Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fols. 253v-276).

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 60. Catálogo, 1642: “Nunc Rector Seminarii”. Establecemos como fecha final el año 1642 porque en ese catálogo no aparece el Provincial Gaspar Sobrino, hecho habitual en aquellos años. JOUANEN. Historia de la Compañía de Jesús en la antigua provincia de Quito, I, 178.

RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”, 94.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 218v. Catálogo, 1664.

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 14v. Catálogo, 1668. A la Congregación Provincial de 1668 asiste ya como Rector de las Nieves (ARSI. Congregationes Provinciales, t. 77, fol. 267). El Catálogo de 1671 (fol. 22v) lo reseña todavía como Rector.

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(1658-1662).395 En 1672 atraviesa de nuevo el Atlántico396 para asumir en Madrid el cargo de Procurador General de Indias (1673-1692)397 con el objetivo de ayudar a tramitar en la Corte los proyectos americanos. Falleció en Madrid el 28 de marzo de 1692.398 Juan Onofre (c.1620-c.1680). Nació en Chachapoyas (Perú) hacia 1620 e ingresó a la Compañía de Jesús, en Quito, el 24 de febrero de 1638.399 Realizó sus estudios de Filosofía (1640-1643) y Teología (1643-1647) en Quito.400 En 1657 actuaba en la Universidad Javeriana como Profesor de Teología Moral401 y allí permaneció hasta 1662.402 En dicho año fue desterrado por Don Diego de Egües por sus sermones contra el visitador de la Audiencia, don Juan Cornejo, en pugna con el provisor del arzobispado don Lucas Fernández de Piedrahita.403 Concluido su destierro, regresa a la capital santafereña para asumir el Rectorado del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1666-1668).404 En 1671 residía en Cartagena405 y ese mismo año era procesado por la Inquisición.406 En 1678 se había radicado ya enfermo en Honda407 y, aunque su defunción no aparece en los documentos oficiales, pero tuvo que suceder alrededor de 1680.

395

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 7v. Catálogo Breve de 1659: “En España. Procurador de esta Provincia”. El 14 de julio de 1660 el P. Felipe de Ossa escribe que, terminados sus asuntos, volverá al Nuevo Reino (Pablo PASTELLS. Historia de la Compañía de Jesús en la Provincia del Paraguay. Madrid, II, n.º 1322, p. 607-608). ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 4. Catálogo Breve de 1661: “En España. Procurador de esta Provincia”. Para poder reunir su misión hace alusión a dos Reales Cédulas: una del 6 de diciembre de 1659 y otra del 6 de septiembre de 1662 (AGI. Contratación, 5549).

396

FLÓREZ DE OCARIZ. Genealogías del Nuevo Reino de Granada, I, p. IX.

397

En 1674 lo vemos actuar en torno a la renuncia de la Compañía de Jesús a la fundación de Santo Domingo. VALLE LLANO. La Compañía de Jesús en Santo Domingo durante el período hispánico, 346-352 (Original: ANB. Testamentaría Venezuela, t. 3, fols. 906-908). Carta del P. Antonio Pérez al P. Alonso Pantoja. Santo Domingo, 13 mayo 1674 (ARSI. N. R. et Q. 15, fols. 42 y ss).

Josephus FEJER. Defuncti secundi saeculi Societatis Jesu. Roma, IV (1989) 74.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 87v. Catálogo de 1649.

Catálogo de 1642 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 61): en Quito estudia Filosofía.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 165v. Catálogo de 1657: “Docuit Grammaticam et nunc Theologiam”. El catálogo de 1660 especifica que enseñó Teología Moral (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 191).

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 5. Catálogo Breve 1659. (Catálogo Breve 1661: fol. 1).

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 323 y 65-73.

403

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 10v. Catálogo Breve de 1667. RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”, 95.

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ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 21v. Catálogo Breve de 1671.

José Toribio MEDINA. Historia del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición de Cartagena de Indias. Bogotá, Publicación de la Biblioteca Nacional (1952) 329.

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ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 323v. Catálogo de 1678: “Vires: infirmae. Rector Fidensis. Magister Novictiorum”.


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Martín de Eusa (c.1631-1693). Nació en Santafé de Bogotá hacia 1631408 e ingresó en la Compañía de Jesús en Tunja el 6 de julio de 1646.409 Realizó sus estudios de Filosofía y Teología en la Universidad Javeriana de 1648 a 1655.410 Fue a Panamá a ordenarse sacerdote de manos del obispo de Nicaragua, el filósofo don Alonso Briceño,411 y este hecho explica su futura adición a las teorías escotistas. Su carrera universitaria se inició con la docencia de la Teología Moral (1661-1669)412 para proseguir después a la de Vísperas (1671-1673) y, a la muerte del P. Jerónimo Escobar, a la de Prima (1673-1680).413 El 28 de junio de 1680, festividad del Corpus Christi, predicó un sermón en la catedral y como se sintiera aludido el Presidente don Francisco Castillo de la Concha, este lo desterró a Cartagena,414 en donde residió, pensamos, hasta 1686.415 En esta ciudad medió en un ruidoso conflicto entre el obispo don Miguel Antonio Benavides y Piédrola,

Los catálogos no ofrecen la fecha exacta de nacimiento y tan solo indican los años: 1649: 18 años (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 90v); 1651: 19 años (fol. 116v). Juan FLÓREZ DE OCARIZ. Genealogías del Nuevo Reino de Granada, I, 269: “Religioso de la Compañia de Iesvs, ingenioso Predicador, Rector del Colegio Seminario de San Bartolomé en Santa Fe su patria, Catedratico de Teologia, Examinador sinodal, hijo legitimo de el Capitan Martin de Uturalde y Eusa, Depositario General de la misma Ciudad, y de Doña Francisca de Aguirre”.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 90v. Catálogo de 1649.

En 1651 era “Metaphisicus” (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 116v). El catálogo de 1655 (fol. 116v) afirma: “Studuit 3 an. Phil. et 4 Theol”.

APT. Fondo Astráin. Leg. 5. Letras annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Contienen los años de 1691, 92 y 93. Fol. 43: “Por estar en sede vacante este arzobispado, lo embiaron los superiores a la ciudad de Panama donde recibio los sacros ordenes, y hizo tanto aprecio de el P. el Illustrisimo Sr. Briseño, obispo entonces en aquella ciudad, q. le presento dos tomos que avia sacado su Señoria sobre Escoto”. Sobre Alonso Briceño: Nicolás E. NAVARRO. Anales eclesiásticos venezolanos. Caracas (1951) 78. R. U. [Ramón URDANETA]. “Briceño, Alonso”. En: Diccionario de Historia de Venezuela. Caracas, Fundación Polar, I (1997) 532. En realidad la sede santafereña había estado vacante siete años, desde la muerte de Fray Cristóbal de Torres, el 8 de julio de 1654, hasta el 17 de junio de 1661 en que hizo su entrada en Bogotá Fray Juan de Arguinao. Juan M. PACHECO. Historia Eclesiástica. Tomo 2: La consolidación de la Iglesia. Siglo XVII. Bogotá, Historia Extensa de Colombia, vol. XIII (1975) 115-143.

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 1. Catálogo breve de 1661: “Lector de Teología”. APT. Fondo Astráin. Leg. 5. Letras annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Contienen los años de 1691, 92 y 93. Fol. 43: “Volvio a esta corte donde acabada su tercera [probacion] lo pusieron a leer la 3ª catedra de Teologia, q. es la de moral y prosiguio leyen las otras hasta la de prima”.

413

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 20. Catálogo breve de 1671: “Profesor vespertinus Theologiae Scholasticae”. Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve Tratado del Cielos y los Astros del Maestro javeriano Mateo Mimbela (1663-1736), 28: [tras la muerte del P. Jerónimo Escobar] “El P. Mº Martín de Eusa ascendió a la cátedra de Prima”.

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AGI. Santafé, 531. Real Cédula de 18 de junio de 1683. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II (1962) 268.

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Don Francisco Castillo de la Concha falleció el 6 de noviembre de 1685 y fue enterrado en la Iglesia San Ignacio de Bogotá (PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 188).


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el Gobernador y los Inquisidores.416 En 1687 residía de nuevo en Bogotá.417 Dirigiría los destinos del Colegio Mayor de San Bartolomé en dos oportunidades: la primera, de 1672 a 1677,418 y la segunda de 1689 a 1692.419 Falleció en Santafé el 31 de enero de 1693.420 Entre sus manuscritos morales tenemos noticia de dos tratados. El primero es el Tractatus de Venerabili et profundo Eucharistiae Sacramento P. R. P. Martinum de Evssa Sacrae theologiae professorem. In Xaveriana Acca. Anno Dni. 1667;421 y el segundo se trata de la Controuersia De Restitutione

Para la historia del conflicto: PACHECO. Los jeusuitas en Colombia, II, 137-154.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 379. Catálogo de 1687. Al parecer el clima de Cartagena le había afectado y el catálogo citado habla ya de “Vires: Debiles”. Sin embargo, es muy importante la opinión del P. General de la Compañía de Jesús sobre este asunto: “3. Aprueba lo escrito al Rey por el P. Eusa. He visto la Cedula del Rey nuestro Señor de 26 de marzo de 87 que V. R. inserta en su carta en que su Mag. Mandaba que se sacase de Sta. Fee y Cartagena al P. Martín de Eusa el tiempo que durase el govierno y Presidencia de don Francisco Castillo de la Concha: Y también la respuesta de VR a la Real Cedula: está la respuesta muy prudente y también lo a sido la resolución de dexar al P. Eusa en Sta. Fee donde ya se hallaba y no dudo que en Madrid, aviendo ya muerto dicho Presidente y con el bueno y verdadero informe que VR hace de la innocencia del Padre assí en el caso del sermòn predicado en Santa Fee como en los disturbios de Cartagena aprobarán la resoluczión; y más viniendo su respuesta de VR acompañada con el informe del nuevo Presidente de Santa Fee Don Gil Cabrera Davalos del porte religioso y cuerdo del Padre. Hasta aora no me a avisado nada el P. Espinar del modo con que la resolución se a tomado en Madrid pero me persuado con correrá sin tropiezo y con aprobación” (APQu. Leg. 15. Cartas de los Padres Generales. 3ª Carta. Roma 29 de octubre de 1689).

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RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”, 95. ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 314. Catálogo de 1678. El 12 de octubre de 1676 el P. Martín de Eusa designa como orador de orden a José Ortiz Morales en la oportunidad de “las fiestas que hizo a la posesión de las Cédulas Reales que su Majestad concedió a nuestro Colegio de San Bartolomé y para que en el título de Real entrase con aquella solemnidad que pedía la honra de tanta elevación”. Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve Tratado del Cielos y los Astros del Maestro javeriano Mateo Mimbela (1663-1736), 34-35.

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RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”, 96. Pero este rectorado no satisfizo en Roma. El 15 de agosto de 1693 le escribía el General de la Orden al Visitador del Nuevo Reino: “Muy mala satisfacción es la que ha dado el P. Martín de Eusa en el gobierno del seminario de seglares, pues según el sumo desgobierno que V. R. halló en todo, parece que en todo el tiempo únicamente atendió a cuidar de si mismo y descuidar de todo lo demás, sin asistir a los seminaristas ni en lo espiritual, ni en el aprovechamiento en letras, ni en lo temporal, tratándoles tan escasa e indecentemente. Hizo V. R. bien en quitarle el oficio luego que cumplió el trienio” (APT. Leg. 132. Carta del P. Tyrso Gonzalez al P. Altamirano. Roma, 15 de agosto de 1693. Fol. 87). José Ortiz Morales apunta: “y siendo Rector en el año 1692 celebró la Compañía de Jesús la canonización de San Francisco de Borja, su tercero General, y el Colegio de San Bartolomé, cooperando al suntuoso desempeño de los Reverendos Padres, dispuso dos comedias; y en la primera que se titulaba La virtud al uso, tuvimos mi hermano D. Pedro y yo papeles”. Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve Tratado del Cielos y los Astros del Maestro javeriano Mateo Mimbela (1663-1736), 26. APT. Fondo Astráin. Leg. 5. Letras annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada. Contienen los años de 1691, 92 y 93. Fol. 43. Gozó de gran reputación entre los jesuitas del Nuevo Reino. Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 95. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 233: “Comprende 50 fols. enum. Letra corrida y legible, pero descolorida. Papel de trigo con filigran. Dos grafías. En el Proemio ninguna nota biográfica. En el fol. 50: Hunc pervenit


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Necessaria Pro Injuriis et Damnis in omnibus humanorum bonorum generibus P. R. Pm. Magistrum Martinum de Eusa Societatis Jesu Publicum Moralis Cathedrae Professorem in Xª Accademia. Initum dedit die 19 octobris anno Dni. 1668.422 Antonio Maldonado (c.1631-1687).423 Venía de la Facultad de Artes en la que había culminado su segundo curso el año 1669 e inmediatamente se encargó del curso de Teología Moral (1669-1673).424 Dos escritos nos han llegado de su docencia. El primero se titula De actibus humanis425 y el segundo Morale opus de Peccatis.426 Francisco Alvarez (c.1628-1687).427 Aunque había concluido su magisterio en la Facultad de Artes el año 1656, se reintegraría sin embargo al claustro javeriano en 1667 para asumir la cátedra de Teología Moral (1673-1678).428 Andrés de la Barrera (1641-1701).429 Se había iniciado en la Facultad de Artes (1675 a 1678)430 y de inmediato subiría a la Facultad de Teología como profesor de Teología Moral (1678-1681).431

tractatus noster [...] finem dedimus Sanctae Fidei die 23 de julio de 1668”. Sigue el tratado “de Restitutione necessaria Pro injuriis et Damnis in omnibus humanorum actum generibus”. Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 95. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 267: “Sigue al anterior Tratado [Morale Opus] del P. Maldonado. Es copia del oyente Mag. Marco de Campos. La misma grafía y títulos entrelazados, dicifíles de leer e interpretar. Comprende 47 fols. enum. Faltan los restantes”. Walter Bernard REDMOND. Bibliography of the Philosophy, 39.

422

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 180-181.

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 23. Catálogo breve de 1671.

423 424

Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 95. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 266-267. “Ms. encuadernado en pergamino. Mide 225 por 160mm. De dorso 40. En muy mal estado. Le faltan los primeros 14 fols. [...] Contiene cuatro Tratados [...]. Primero, uno de Actibus humanis según la dedicatoria y el contenido. Comprende 105 fols. Termina: Haec dicta de Actibus humanis ad majorem gliriam Dei Veatae (sic) Mariae et Santi Patroni Francisci Xaverii. El segundo, con numración independiente, comprende fols. 1-50. Corrresponde al Opus Morale del P, Maldonado”.

425

Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 95. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 266-267. Morale opus De Peccatis Per Rm. Pm. Magistrum Antonium Maldo. Publicum Moralis Cathedrae Moderatorem in hac Xava Accadª Soc. Iesu. Incipit die 19 octo Anno Dn. 1669. Auditore Magistro Marco de Campos. Port. Adornada con dibujos de aves en las capitales. Termina: Haec de peccatis dicta sint ad majorem Dei Gloriam. Datus fuit finis anno Doni. 1670.

426

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 32-34.

Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve Tratado del Cielo y de los Astros del Maestro javeriano Mateo Mimbela (1663-1736), 28.

427 428

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 48-50.

Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia fundada en el colegio de la Sagrada religion del dulce nombre de Iesus de esta ciudad de Sanctafe, fol. 392. Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. Breve Tratado del Cielos y los Astros del Maestro javeriano Mateo Mimbela (1663-1736), 32.

Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fol. 412v.

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De sus clases de Teología Moral tenemos noticia de un escrito sobre De Actibus Humanis432 y la Tractatio theologica De peccatis.433 Juan Martínez de Ripalda (1641-1707).434 Ya hemos escrito suficientemente en el capítulo de la Facultad de Artes sobre su producción escrita. Y en 1681 asciende a la Facultad de Teología para dictar la cátedra de Teología Moral.435 Francisco Daza (1647-1723).436 Provenía de la Facultad de Artes (16811684)437 para subir después a las cátedras de Teología Moral (1684-1687) y Escolástica (1687-1698). En la Biblioteca Nacional de Colombia reposan dos manuscritos de Teología Moral que, a pesar de que son suscritos por Francisco Daza, no dejan sin embargo de ofrecer algunas dificultades a la hora de asignarles paternidad literaria. Nos referimos a la Summa Tractatus de Sacramento Matrimonii, in duos libros distributi per modum aphorismi e doctrina P. Francisci Daza, Societatis Iesu438 y a la Summa tractatus de omnibus censuris, ex doctrina Patris Francisci Daza Societ Jesu: cujus doctrina a quodam discipulo extractata et ad breves aphorismos reducta est.439 Si damos por supuesto que el autor es jesuita, la primera pregunta que debemos responder afecta a la fecha en que está datado el manuscrito. En 1602 todavía los jesuitas no se habían instalado institucionalmente en Bogotá, pero podría pertenecer a otro ignaciano que hubiera pasado por la capital santafereña, o a algún discípulo que tomó esas notas. En este

Francisco QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 238. Desconocemos el paradero de este manuscrito. Lo conocemos por referencia. Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 37. Tractatus de Fide et Charitate [...], fol. 1r. Allí el autor advierte que el Tratado que va a iniciar sigue al del año pasado sobre los Actos Humanos.

Tractatio theologica De peccatis. Dictante Reuerendo Patre Magistro Andrea de la Barrera, moralis Cathedrae dignissimo Professore. Initium perpetrauit die 19 octobris anno 1678. (SÁNCHEZ ASTUDILLO. Textos de catedráticos jesuitas en Quito colonial, 137-138. Walter Bernard REDMOND. Bibliography of the Philosophy, 17).

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 188-198.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 359: “Docuit Grammaticam, Philosophiam et Theologiam”.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 100-102.

437

A partir del Catálogo de 1684 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 347v) todos coinciden en afirmar que “enseñó Filosofía”. Por otra parte, debía ser un hombre ya muy prestigioso pues actuaba como confesor del Presidente del Nuevo Reino D. Francisco Castillo de la Concha (1679-1685). Cfr. Testamento en ANB. NOTARÍA PRIMERA, t. 97. José María RESTREPO SÁENZ. Biografía de los mandatarios y ministros de la Real Audiencia (1671-1819). Bogotá (1952) 5-8. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 188.

438

URIARTE-LECINA. Biblioteca de escritores, II, 345 B: “En 8º, 63 hs. Incompleto. Biblioteca Nacional de Bogotá”. Biblioteca Nacional de Bogotá. Ms. 8 fols. 260-306.

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439

Se encuentra a continuación del anterior, fols. 260-306. Y concluye: “Et haec de Excomunicatione ad laudem gloriam Dei Omnipotentis; beatissimae Virginis sine labe conceptae; gloriossisimi Patris Francisci in cuius festivitate profectium est Cuscl, 1602”. (Véase: QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 239).


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sentido solo conocemos otro P. Francisco Daza, jesuita que ingresó a la Compañía de Jesús el 13 de diciembre de 1589 según parece en el Perú, pero que a partir de 1607 deja de aparecer en los documentos oficiales de la Orden. En el catálogo trienal del Perú de 1607 se lee: “Lector de latín y de casos, ministro, confesor y predicador”.440 También existe otro ignaciano llamado Diego López Daza, que pasó al Perú en 1615 de confesor del Virrey Príncipe de Squillace. Fue profesor de Teología en Plasencia y en Toledo, y además dejó numerosos escritos.441 En última instancia es un problema que queda abierto a futuras investigaciones aunque también existe la posibilidad de que se trate de un error de copia. Bartolomé de la Torre (c.1646-1704).442 Su pertenencia al claustro profesoral javeriano se iniciaría en 1682 y concluiría en 1690. Catedrático de Artes en el trienio 1684-1687443 y posteriormente se encargaría de la docencia de la Teología Moral (1687-1690).444 Han llegado hasta nosotros dos escritos del P. de la Torre: Tractatvs theologicvs de scientia Dei445 y el tratado De Voluntate Dei.446 Francisco Quecedo deja claro que el autor es un jesuita “por los temas que expone sobre la ciencia media y cuestión de los futuribles condicionados según la teoría molinista”.447 Juan Larrazábal (1653-1716).448 Son muy escasas las noticias que hemos podido adquirir de este maestro javeriano. Barasorda se contenta

440

José Eugenio DE URIARTE y Mariano LECINA. Biblioteca de escritores de la Compañía de Jesús pertenecientes a la antigua Asistencia de España desde sus orígenes hasta el año de 1773. Madrid, II (1930) 345.

URIARTE-LECINA. Biblioteca de escritores, II, 344-345.

441

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 329-330.

Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia fundada en el colegio de la Sagrada religion del dulce nombre de Iesus de esta ciudad de Sanctafe, fol. 454. Su nombre aparece hasta el año 1685 (fol. 466v), año en que acaba el libro. El Catálogo de 1684 dice: “Docet Philosophiam” (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 347v).

JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 264: “catedrático de filosofía y teología”.

Tractatvs theologicvs de scientia Dei. Authore reverendissimo Patre Batholomeo Latorre Sculpsit. Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 64. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 258: “Ms. encuadernado en pergamino. Mide 222 por 160 mm. De dorso 40. En éste: De Scientia Dei et Voluntate Dei. Contiene dos Tratados: El primero De Scientia Dei. Comprende 123 fols. más dos de índice. En el fol., 1r con letra temblorosa: Es de la libreria del conuento de N. P. S. Francisco”.

Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 64. Es la segunda parte del volumen anterior. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 258: “El segundo tratado explica la Voluntad Divina. Comprende dos partes, enumeradas en doble foliación: la primera consta de 68 fols.; la segunda, sobre la libertad divina, 71 fols. En todo el Ms. una sola grafía”.

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QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 258.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 168.

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con estampar: “catedrático de filosofía y Teología”.449 Profesor de Teología Moral (1690-1692).450 José Matías Herrera (1659-1716).451 Este ilustrado antioqueño dedicaría la década de los 90 a la docencia universitaria: catedrático de Artes (16901693),452 Teología Moral (1692-1695) y Teología Escolástica (1695-1704?).453 José Antonio de las Varillas (1665-1728).454 Nació en Santafé de Bogotá el 13 de junio de 1665455 e ingresó en la Compañía de Jesús el 15 de abril de 1680.456 Realizó sus estudios de Filosofía y Teología en la Universidad Javeriana de Bogotá y los calculamos entre 1682 y 1690.457 Concluída su formación espiritual en Tunja y tras ejercer la enseñanza de la Gramática en el colegio de Pamplona458 regresa a Santafé para incorporarse al claustro profesoral de la Javeriana. Asumió la docencia de la Teología Moral durante el trienio (1695-1698).459 Pero su vocación era gerencial. Ocupó en dos oportunidades el rectorado del Colegio Mayor de San Bartolomé (1699-1702)460 (1716-1720)461 a la vez que se desempeñaba como Director de Estudios de la Universidad Javeriana.462 En la Congregación Provincial de 1720 es elegido como Procurador ante Madrid y Roma.463 En 1726 recibe el nombramiento de Rector del colegio bogotano de Las Nieves464 y en el ejercicio del cargo le sobrevino la muerte el 31 de julio de 1728.465 449

JARAMILLO MEJÍA. Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 266.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 24v. Catálogo de 1691.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 153-155.

450 451

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 1: “Philosophiae Professor”. Catálogo breve de 1691.

JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 265: “Catedrático de filosofía y teología hasta la de prima, prefecto de los estudios, rector del colegio de San Bartolomé”.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 348-350.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 59. Catálogo de 1711.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 348. Catálogo de 1684.

La Filosofía entre 1682 y 1685 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 348: “Philosophus”, año 1684). El Catálogo de 1687 afirma que “Docuit Grammaticam per annum” (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 380), lapso que hay que interponerlo entre los estudios de Filosofía y los de Teología.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 1v. Catálogo breve de 1691.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 59. Catálogo de 1711. Sin embargo, el ciclo de docencia, pensamos, que se había concluído antes de 1702 según datos del catálogo de ese año (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 44).

RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”, 96-97. Marzo de 1699 a 14 de marzo de 1702. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 44. Catálogo de 1702.

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RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”, 98. Octubre de 1716-abril 1720.

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JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 339 (9 de octubre de 1716) y 345 (16 de octubre de 1719).

ARSI. Congregationes Provinciales, t. 88, fol. 322 y ss. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 193 y ss.

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APT. Leg. 132. Carta del P. Tamburini al P. Francisco Méndez. Roma, 15 de diciembre de 1725.

Archivo de la Provincia de Colombia. Libro Quinto de la Iglesia y Sacristia del Colegio de la Compañia de Jesus de Sancta Fe, hecho por orden del muy reverendo Padre Pedro Calderon

465


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Aunque su producción escrita fue ingente, de su magisterio javeriano han quedado dos cursos de Teología Moral: el Tractatus de Conscientia466 y el Tractatus perutilis de actibus humanis.467 Juan Manuel Romero (1663-1726).468 Profesor en la Facultad de Artes (1695-1698)469 y de seguidas asumiría la cátedra de Teología Moral (16981702),470 la de Vísperas (1702-1704) y la de Prima (1704-1711).471 Solo conocemos un escrito suyo de Teología Moral: el Tractatus de Peccatis.472

Pronvincial de ella en esta Provincia del Nuevo Reyno. Año de 1701. Fol. 189v. Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 105. Libro de la Iglesia y Sacristía de este colegio de Tunja, fol. 150. ARSI. Historia Societatis, 50, fol. 127v.

Tractatus de Conscientia A. R. P. A. P. Ioanne Antonio Varillas Soc. Iesu. Moralis Cathedrae profesore. Proemium. 1697. Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 82. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 268: “Ms. encuadernado en pergamino. Mide 220 por 155 mm. De dorso 25. En éste: Tract. de Conscient. Actibus humanis. et de Peccatis [...]. Letra cortesana angular [...]. Comprende 63 fols. enum.”. Algunos capítulos los tradujo Juan David GARCÍA BACCA. Antología del Pensamiento Filosófico en Colombia (de 1647 a 1761). Selección de manuscritos, textos, traducción, introducciones por el doctor Juan David García Bacca. Bogotá, Biblioteca de la Presidencia de Colombia, 1955. Walter Bernard REDMOND. Bibliography of the Philosophy, 102.

Tractatus perutilis de actibus humanis a R. P. Mro. Ioanne Antonio Varillas Moralis Cathedrae dignissimo Proemium. 1698. Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 82. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 268: “Comprende 70 fols. enu. más uno de índice y otro en bl. Al final del Tratado la dedicatoria y Finis fuit impositus Die 28 Julii 1698”.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 297-299.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 38v. Catálogo de 1702: “Docuit Grammaticam, Philosophiam et Theologiam”. Y el Catálogo de 1711 especificará todavía más: “Docuit Grammaticam, Philosophiam, Theologiam Moralem et Scholasticam” (fol. 59). Las fechas exactas son: 1695, año en que sucede a Mimbela en la docencia hasta 1698, en que es promocionado a la Facultad de Teología (Archivo de la Provincia de Toledo [APT]. Letras annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada de la Compañía de Jhs desde el año 1694 hasta fines de 98, fol. 70v.).

469

Archivo de la Provincia de Toledo (APT). Letras annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada de la Compañía de Jhs desde el año 1694 hasta fines de 98, fol. 70v. JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 264. N.º 431: “Padre Juan Manuel Romero, catedrático de filosofía y teología hasta la de prima, prefecto de los estudios, rector del Colegio Mayor del San Bartolomé [tachado y del Colegio de Tunja]”.

JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 330.

Tractatus de Peccatis a R. P. Ioanne Emmanuele Romero Societatis Iessu Dignissimo Moralis Cathedrae Magistro. Anno Dni. 1699. Proemium. Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 82. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 268. “Ms. encuadernado en pergamino. Mide 220 por 155 mm. De dorso 25. En éste; Tract. de Conscient. Actibus human. et de Peccatis [...]. Comprende 67 fols. Enum. Finem imposui huic universaeque (¿) Theologiae, Die 29 Julii Anno Domni 1699”. Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. “La Filosofía en Colombia. Bibliografía de los siglos XVI, XVII, XVIII”. En: Cuadernos de Filosofía Latinoamericana. Santafé de Bogotá, 30 (1987) 65.

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Francisco Herrera (c.1669-1709).473 Se inició en la docencia universitaria en la Facultad de Lenguas en 1691474 para ascender después a la de Artes (1698-1701)475 y través de la cátedra de Teología Moral (1702-1704) concluir en la de Vísperas (1704-1707). 476 El 23 de marzo de 1706 firmó las escrituras de dotación de las cátedras de derecho, tras la aprobación por Real Cédula del 25 de noviembre de 1704.477 De sus clases de Moral nos ha llegado el Tractatus de Sancto Sacramento de Poenitentiae.478 Andrés de Tapia (1671-1716).479 Al claustro javeriano dedicaría prácticamente toda su vida intelectual. Tuvo sus comienzos en la Facultad de Artes (1701-1704)480 y de inmediato asumiría la cátedra de Moral (1704-1707). Ignacio Meaurio (1670-1751).481 Dedicó casi una década a la universidad santafereña, primero como profesor en la Facultad de Artes (1704-1707)482 y de inmediato en la de Teología para explicar Teología Moral (1707-1710).483 De su docencia teológica no nos ha llegado ningún manuscrito. Francisco Cataño (1678-1755).484 Este jesuita antioqueño se formó en su totalidad en la Universidad Javeriana y a ella dedicaría cuatro lustros de

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 151-152.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 1. Catálogo breve de 1691: “Subdiaconus. Grammaticae Praeceptor”.

El Catálogo de 1702 dice que enseñó filosofía y teología (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 38v).

JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 265: “maestro de filosofía y teología, rector del colegio San Bartolomé”.

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, II, 260-262 y III, 409 y ss. El texto en: José Abel SALAZAR. Los estudios eclesiásticos superiores en el Nuevo Reino de Granada (1563-1810). Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (1946) 753-756.

478

Tractatus de Sancto Sacramento de Poenitentiae P. R. P. Franciscum de Herrera Soc. Iesu. 1704. Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 94. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 273: “Ms encuadernado en pergamino. Mide 220 por 155. De dorso 20 mm. En éste, en título descolorido: P. Francus HERRERA De Poenitentia [...]. Comprende 52 fols de texto enum; dos fols. en blanco al principio y cuatro al fin con definiciones sobre los sacramentos más otros cuatro de proposiciones y opiniones condenadas por el Papa Alejandro VII y un fol. s. n. Letra cursiva inglesa modo baeticae. Papel de trigo”.

479

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 313.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 44. Catálogo de 1702: “Docuit grammaticam. Nunc Philophiam”.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 210-213.

Si el Tractatus Physicae fue dictado por Meaurio en el curso 1705-1706 (QUECEDO. “Manuscritos Teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 283), quiere decir que antes tuvo que enseñar el de Lógica, ya que el mismo Profesor acompañaba a su cohorte durante los tres años que duraba el curso filosófico.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 59. Catálogo de 1711: “Docuit Grammaticam, Philosophiam et Theologiam Moralem”.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 70-72.

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su biografía. Su magisterio teológico duró 20 años: Teología Moral (17101716),485 Teología Escolástica (Vísperas: 1716-1722) y Prima (1722-1730).486 De su docencia moral solo conocemos la Censura del Definitorium Morale.487 Ambrosio Maya (1678-1745).488 Tras su magisterio en la Facultad de Artes pasó de inmediato a la docencia de la Teología Moral (1716-1718).489 En 1718 es destinado a la Isla de Santo Domingo y allí mantuvo su estatus de catedrático en las ciencias teológicas.490 En 1728 abandona la Isla y regresa al Nuevo Reino como confesor del arzobispo don Claudio Álvarez de Quiñones.491 Si exceptuamos una breve estancia en el colegio de Mérida, podemos conjeturar que fundamentalmente sus últimos años se desarrollaron al servicio de su Alma Mater, primero como profesor de humanidades492 y posteriormente como Director de estudios de la Universidad.493 Falleció en Santafé el 27 de noviembre de 1745.494 Juan Andrés de Tejada (1663-1722).495 Nació en Cartagena de Indias el 26 de diciembre de 1663 e ingresó en la Compañía de Jesús el 10 de julio de 1680.496 Cursó sus estudios de Filosofía y Teología en la Universidad Javeriana de Bogotá.497 Su vida estuvo dedicada tanto a la Universidad de

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 57. Catálogo Breve, 1711. Catálogo de 1713 (fol. 113v).

El Catálogo de 1718 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 157v) estatuye: “Docuit Theologiam Moralem nunc Scholasticam”. Lo mismo el de 1720 (fol. 199v). Catálogo, 1720.

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URIARTE-LECINA. Biblioteca de Escritores de la Compañía de Jesús pertenecientes a la antigua asistencia de España. Madrid, II (1929-1930) 200: “No fue impresa esta obra en Córdoba de España, sino en Córdoba de Tucumán”. (Medina. Biblioteca Hispano-Americana, No. 2.805. Valdenebro. La imprenta en Córdoba. No. 410).

487

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 208-209.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 161v. Catálogo de 1718: “Docuit Grammaticam, Philosophiam et Theologiam Moralem”.

Diera la impresión de que hubiera llegado a Santo Domingo en 1718 pues el Catálogo de ese año no recoge su docencia universitaria en la isla (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 161v) y el de 1720 (fol. 222) si hace alusión directa: “Docuit Grammaticam, Philosophiam, modo Theologiam”.

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AGI. Santafé, 397. Carta de don Claudio Alvarez de Quiñones al Rey. Maracaibo, 19 de diciembre de 1728. El viaje lo realizaron por Curazao y Maracaibo.

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492

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 264. Catálogo de 1738: “Instructor Juniorum”.

ANB. Real Audiencia, t. 13, fol. 23. [Grado de doctor en cánones de José Antonio Ribas].

493

ARSI. Historia Societatis, 53a. Supplementum Catalogi defunctorum 1748. Sin embargo, el P. Alberto MORENO. Menologio de la Compañía de Jesús en Colombia. Medellín (1957) 244, señala el 27 de noviembre de 1744.

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DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas, 314-315.

ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 348v. Catálogo de 1684. Todos los catálogos mantienen esta fecha de ingreso con excepción del de 1711 que la fija en el 5 de abril de 1680 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol, 82). Para la fecha de nacimiento: Catálogo de 1711.

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ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 348v. Catálogo de 1684: “Phylosophus”. Según nuestros cálculos debió concluir su noviciado en julio de 1682. Posteriormente tuvo que estudiar un año de Humanidades, como era frecuente en esa época. De 1683 a 1686 cursó filosofía. Y de 1686 a 1690 la teología. Nos basamos para esta hipótesis en la afirmación del Catálogo Breve de 1687

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Gorjón en la Isla de Santo Domingo (1691-1710)498 como a la Javeriana de Bogotá (1717-1722),499 con los intervalos de Mérida (1711)500 y Tunja (1713-1716).501 En la Isla de La Española recibió la autorización real para fundar colegio y asumir la dirección de la Universidad de Gorjón,502 y allí enseñó Filosofía y Teología Moral.503 Un enfrentamiento con el Presidente de Santo Domingo, Domingo Morphy, le obligó a abandonar la isla y pasar a Curazao504 y, posteriormente, a Mérida. Habiendo regresado a la sabana bogotana asumió las cátedras de Teología Moral (1718-1719)505 y Teología Dogmática (1719-1722).506 Falleció en Bogotá el 9 de noviembre de 1722.507 Sus escritos pertenecen a la teología escolástica. Carlos Anisson (1676-1736).508 Su etapa de docente se consumaría con su magisterio al frente de la Teología Moral (1719-1720).509 No hemos localizado ningún manuscrito suyo ni filosófico ni teológico.

(ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 24) que lo ubica en Santafé entre los “Theologi primi et tertii anni”, lo que vale decir que en ese año cursaba primero de Teología, pues por la fecha del Catálogo, 31 de julio (fol. 24) no podía estar concluyendo su tercer año, hecho en si imposible. (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 2. Catálogo Breve de 1691).

498

José Luis SÁEZ. “Los jesuitas en el Caribe insular de habla castellana (1575-1767)”. En: Paramillo, 16 (1997) 88-90.

ANB. Curas y Obispos, t. 19. Libro de la Congregación de Nuestra Señora de Loreto que por autoridad apostólica está fundada en este colegio y casa de la Compañía de Jesús de esta ciudad de Santafé de Bogotá, fol. 350. Allí aparece como Director el 23 de noviembre de 1717 hasta 1720 y en el fol. 379 como Director en 1721.

499

El Catálogo de 1711 (que no está datado, pero es anterior a septiembre) lo ubica en el Colegio de Mérida. Sin embargo, el Catálogo Breve de 1711, datado el 1º de noviembre de 1711, lo reseña ya en Santafé (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 57).

Allí aparece en el catálogo de 1713 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 115v) y en el de 1715 (fol. 133v).

José Luis SÁEZ. “Universidad Real y Pontificia de Santiago de la Paz y de Gorjón en la Isla Española (1747-1767)”. En: José DEL REY FAJARDO. La pedagogía jesuítica en Venezuela. San Cristóbal, I (1991) 175-224.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 43. Catálogo de 1702. VALLE LLANO. La Compañía de Jesús en Santo Domingo durante el período hispánico, 321.

Para el incidente, véase: PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 91-92. SÁEZ. “Los jesuitas en el Caribe insular de habla castellana […]”, 89 quien remite a una carta de Monsieur de Charitté, gobernador de Cap François al Conde Pontchartrain (10 de abril de 1711) Boletín del Archivo General de la Nación, XVIII: 86 (Julio-septiembre 1955) 258-263; y el expediente completo del proceso contra el Presidente de la Audiencia, iniciado en 1710 por el oidor Sebastián de Cereceda, en AGI. Santo Domingo, Comisiones, leg. 14.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 157. Catálogo de 1718: “Docuit Grammaticam modo Theologiam Moralem”.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 199. Catálogo de 1720: “Docet Theologiam”.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 193v. Supplementum primi et secundi Catalogi Provinciae Novi Regni Societatis Jesu a die 15 augusti 1722 usque ad diem 15 mensis junii anni 1723.

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DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 35-37.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 235. Catálogo de 1736: “Docuit Grammaticam, Philosophiam, Theologiam Moralem […]”.

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Juan José Romeo (1683-1741).510 Nació en Falces (Navarra) el 20 de julio de 1683 e ingresó en la Compañía de Jesús el 3 de mayo de 1701, después de haber cursado dos años de Filosofía.511 Atravesó el Atlántico en la expedición de 1705.512 Estamos ante una personalidad sumamente curiosa pues dedicó buena parte de su juventud a la docencia de la gramática en el colegio de Cartagena (1711-1718)513 y posteriormente laboraría en las Misiones de Casanare, tanto como explorador de las bocas del Orinoco514 en la primera oportunidad (1719) como misionero de planta entre los difíciles indios guahivos en las Misiones del Meta (1725-1727).515 En el intermedio pertenecería al claustro de la Facultad de Teología de la Universidad Javeriana en la cátedra de Teología Moral (1721-1725).516 Sin embargo, hay que aclarar que en 1720 debió asumir de urgencia la cátedra de Vísperas como lo atestigua el autor en el consiguiente manuscrito.517 De 1721 a 1725 estuvo al frente de la cátedra de Teología Moral.518 Tuvo que abandonar las misiones del Meta por enfermo y se radicó después primero en Tunja y después en Santafé.519 En 1736 residía en Cartagena520 y allí permaneció hasta que la muerte le sorprendió el 7 de diciembre de 1741.521

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 294-296.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 77. Catálogo de 1711.

510 511

AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1705. DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos, III, 25: “El Padre Joseph Romeo […] de veiente y quatro años, buen cuerpo, trigueño, pelo oscuro, algunas entradas”. Agustín GALÁN GARCÍA. El Oficio de Indias de los jesuitas de Sevilla 1566-1767, 289: Sacerdote, de 24 años, salió de Pamplona y había llegado a Sevilla el 25 de abril de 1705.

512

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 77. Catálogo de 1711. Cartagena. “Minister”. PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 171-172. Conflictos en relación a la oración fúnebre que debía pronunciar el P. Romeo con motivo de la muerte de la reina María Luisa Gabriela de Saboya. (Amplia información en: AGI. Santafé, 468). En el Catálogo de 1715 seguía en Cartagena (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 135). En 1711 subió a Tunja a realizar su año de Tercera Probación (ARSI. N. R. et Q, 4, fol. 57v. Catálogo Breve de 1711).

AGI. Santo Domingo, 632. Forma parte de un expediente intitulado Autos fechos por el señor don Antonio de la Pedrosa y Guerrero del Consejo de S. M. en el Real y Supremo de Yndias sobre el Rio Orinoco. En: DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos, II, 307-311.

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Juan RIVERO. Historia de las Misiones de los Llanos de Casanare y los ríos Orinoco y Meta. Bogotá, Empresa Nacional de Publicaciones (1956) 421-423. En la página 423 asienta el cronistsa que había “asistido en Cravo como año y medio”.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 199v. Catálogo de 1720.

En el manuscrito titulado Disputatio de Divina Gratia que se conserva en la Biblioteca del Instituto Caro y Cuervo de Yerbabuena explica su salida de las Misiones y en el prólogo expresa: “Ab hoc apostolico munere, non sine ingenti dolore obedientiae ad (?) vespertinam theologiae Cathedram moderari cogor”. (QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 247).

Véanse los manuscritos que citaremos más adelante.

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518

RIVERO. Historia de las Misiones, 423.

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ARSI. N. R. et Q, 4, fol. 232. Catálogo de 1736. Catálogo de 1738 (fol. 269).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 296v. Supplementum primi et secundi catalogi Provinciae Novi Regni Societatis Jesu confectum a 1 januarii 1742 usque ad 1 januarii 1743.

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Se han conservado dos escritos que recogen sus clases de Moral: las Disputationes de Sacramento Eucharistiae522 y el Tractatus de Sacramento Poenitentiae.523 José Molina (1689-¿?).524 Dentro de la agitada biografía de este jesuita antioqueño tenemos que recurrir al catálogo de 1736 en el que se sintetiza su actividad cultural para esa época: “Enseñó Gramática, Filosofía, Teología Moral y Escolástica. Dos veces Ministro, Superior y Socio del Provincial”.525 Al concluir en 1725 su docencia en la Facultad de Artes,526 pasó de inmediato a la cátedra de Teología Moral (1725-1726) pero tuvo que interrumpir su docencia porque recibió la misión de finiquitar la fundación del colegio de su tierra natal.527 No hemos podido identificar al profesor que tuvo a su cargo la cátedra de Teología Moral entre 1726 y 1728. José de Rojas (1688-1755).528 Nació en Río de Oro (Colombia) el 24 de enero de 1688 e ingresó en la Compañía de Jesús el 17 de septiembre de 1705.529 Realizó sus estudios eclesiásticos en la Javeriana de Bogotá.530 Siendo estudiante de Teología fue “pasante” de Filosofía531 lo cual significa su talante intelectual. Su personalidad es una mezcla de humanista, profesor universitario y servidor social en el pleno sentido de la palabra. Como

Disputationes de Sacramento Eucharistiae. P. R. P. Ioannem Romeo Societatis Iesu dignissimum Moralis Cathedrae Magistrum. Auditore D. M. D. Martinum de Meaurio. Initium dedit 20 Mensis Octobris. Anno Domini 1721. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 246247: “Comprende 68 fols. Al final: Vta. Asumptos (sic) varios de los sermones del P. Antonio de Vieyra. Thomo (sic) 1. Comprende hasta el sermón 9”. En el Mss. 93 de la Biblioteca Nacional.

523

Biblioteca Nacional de Quito. En 4º, fols. 69. AIUL. Papeletas: ROMEO, Juan José. Pensamos que debe ser el mismo Ms. al que se refiere Miguel SÁNCHEZ ASTUDILLO. Textos de catedráticos jesuitas en Quito colonial, 133: R. P. P. Joannem Romeum Soc. Jesu Moralis Cathedrae Magistrum. 64 f. Sin portada.

524

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 239-241.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 234v. Catálogo de 1736.

José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial. Bogotá, CEJA (2002) 14.

El 17 de diciembre de 1726 se presentaba en Antioquia (ANB. Curas y Obispos, t. 36, fol. 188v). Y en los documentos aparece como si fuera el Rector en 1727 (ANB. Colegios, t. 6, fol. 1016).

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DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 283-285.

No se da uniformidad en los catálogos ni respecto al lugar de nacimiento ni a la fecha de nacimiento. Catálogo de 1711: Río de Oro; 2 de febrero de 1688 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 61v). Catálogo 1713: Girón; 25 años (fol. 114v). Catálogo 1715: Ilegible (fol. 138). Catálogo 1718: Girón; 2 de febrero 1688 (fol. 160v). Catálogo 1720: Girón; 17 de febrero 1688 (fol. 221). Catálogo 1736: Río de Oro; 24 de enero de 1688 (fol. 226). Catálogo 1738: Río de Oro; 24 de enero de 1688 (fol. 264). Catálogo 1753: Río de Oro; 24 de enero de 1688 (fol. 310v). Nos hemos inclinado por estas últimas fechas porque corresponden a su época de Secretario de la Provincia del Nuevo Reyno.

Según el Catálogo de 1720 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 221) estudió: dos años de Humanidades; tres de Filosofía y cuatro de Teología. En 1713 había cursado tres años de Filosofía (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 114v). Según esta información habría concluido su formación en 1716.

En 1715 actuaba como pasante en el colegio-seminario de San Bartolomé (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 138).

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humanista enseñó gramática en el colegio de Pamplona (1716-1718)532 y posteriormente retórica en la Facultad de Lenguas a los jóvenes jesuitas que se preparaban para los estudios superiores.533 Como profesor de la Universidad Javeriana se inició en la cátedra de Teología Moral (1728-1733),534 Escolástica (Vísperas: 1733-1735)535 y Prima (1738-1741).536 Paralelamente se desempeñó como Rector de San Bartolomé (1736-1738).537 Como servidor social laboró como misionero de campo en Casanare en dos oportunidades: la primera de 1718 a 1721,538 y la segunda de 1741 a 1750.539 Al doblar el siglo XVIII, abandonó las misiones entre gentiles para dedicarse a las de la Provincia de Santa Marta junto con el P. Antonio Julián540 y más tarde en el colegio de Mompox.541 Murió en Santafé el 10 de abril de 1755.542

El Catálogo de 1720 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 221) afirma que fue dos años Profesor de Gramática y tres misionero. El Catálogo de 1718 lo ubica en Pamplona (fol. 160v).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 226. Catálogo de 1736.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 236v. Catálogo de 1736: “Docuit Grammaticam, Theologiam Moralem et Scholasticam. Nunc Socius Provincialis”.

Según Quecedo (“Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 248-249) el mismo Padre Rojas afirma en el Prólogo de su Manuscrito De proemialibus Theologiae que había enseñado durante siete años continuos la teología especulativa y práctica; y que un honor conferido por la obediencia le alejó por algún tiempo de la enseñanza, pero vuelve de nuevo a su antiguo cargo hacia el que siente inclinación por su amor a la lectura y a la ciencia. Estas afirmaciones las proclama en octubre de 1738 y el honor al que parece hacer referencia es el rectorado del colegio-seminario de San Bartolomé que se extiende de enero de 1736 a octubre de 1738 (RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”, 98). En consecuencia, sus siete años ininterrumpidos de docencia teológica en la Javeriana deben correr de 1728 a 1735. En 1733 aparece en el claustro (Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados, 1733-1756, fol. 1). Según el mencionado Libro de Grados (fol. 24v) a fines de 1735 ya era el P. Rojas Rector de San Bartolomé.

Manuscrito de la Academia de la Historia. Bogotá. De proemialibus Theologiae. En 1739 permanecía en dicho cargo (Archivo de San Bartolomé. Libro de Grados, 1733-1756, fol. 63).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 226 y 264. RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”, 98: de enero de 1736 a octubre de 1738.

El Catálogo de 1720 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 221) señala que llevaba en misiones tres años.

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José GUMILLA. Escritos Varios. Caracas (1970) 275: Carta del P. Manuel Román al P. José Gumilla. Cabruta 11 de junio de 1741: “En la isla de Santo Domingo el P. Joseph Roxas; no el que fue Secretario que está de cura en Pauto o Manare”. (Cfr. AGI. Santo Domingo, 716). Todavía seguía en 1749: Felipe Salvador GILIJ. Ensayo de Historia americana. Bogotá, Academia Colombiana de la Historia (1955) II, 154: “Vi en el año 1749 en el río Cravo a unos mil guahívos que por las muestras de contento que daban, tanto de su misionero el P. Roxas, persona de edad y muy buena”.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 299v. Catálogo, 1751. ANB. Milicia y Marina, t. 137, fol. 776.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 310v. Catálogo, 1753.

Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 57. Libro de la sacristía del colegio de Tunja, fol. 160. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 332v. Supplementum 1i et 2i Catalogi Provinciae Novi Regni Societatis Jesu confectum a 25 julii 1754 ad 15 junii 1755 et ad 11 julii ejusdem anni.

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De Teología Moral se puede considerar un breve escrito fechado el 5 de agosto de 1730 que se titula Casus matrimonialis resolvitur.543 Pedro Liner (1698-1745).544 Nació en Viena545 el 28 de junio de 1698 e ingresó en la Compañía de Jesús, siendo ya sacerdote, el 6 de diciembre de 1721.546 Atravesó el Atlántico en la expedición de 1723.547 En sus 22 años de vida americana sirvió al Nuevo Reino en tres grandes proyectos. En Cartagena laboró como profesor de Gramática y atendió a los esclavos negros (1723-1730).548 En Bogotá sirvió a las ciencias eclesiásticas en la Universidad Javeriana (1731-1738),549 primero en la cátedra de Teología Moral (1733-1734) para acceder en 1735 a la de Prima al sustituir a su titular el P. Ignacio Ferrer, que era destinado a la fundación de Caracas.550 En 1738 era enviado al emergente colegio de Antioquia como Rector551 y en el ejercicio del cargo le sorprendió la muerte el 6 de diciembre de 1745.552

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QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 249. Archivo Histórico Nacional, Mss. 1720: Civiles/ Demandas/ Casamientos Dispensas/ Ma/trimoniales/ Presentaciones/ Beneficios/. (Se refiere a un impedimento de afinidad y consanguinidad de dos contrayentes y sobre si el Arzobispado de Bogotá podía dispensar. El caso es resuelto por el P. Rojas). El proceso comprende 14 fols. Cfr. José Manuel RIVAS SACCONI. El Latín en Colombia. Bogotá (1949) 106-107.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 171.

Anton HUONDER. Deutsche Jesuitenmissionäre des 17 und 18 Jahrhunderts. Freiburg in Breisgau (1899) 153.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 226v. Catálogo de 1736.

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AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1723: “8º. El Padre Pedro Liner sazerdote natural de Grauenberga, en Bauiera, de edad de 35 años, mediano de cuerpo, abultado de cara, blanco y rubio”.

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HUONDER. Deutsche Jesuitenmissionäre, 153, remite a: Joseph STOECKLEIN. Der neueWelt-Bott. Mit allerhand Nachrichten dern Missionariorum Soc. Jesu. Allerhand so lehr- als geist-reiche Brief, Schrifften und ReisBeschreibungen, welche von denen Missionariis der Gesellschaft Jesu aus beyden Indien und andern über Meer gelegenden Ländern [...] in Europa angelangt seynd. Jetzt zum erstenmal, theils aus handschrifftlichen Urkunden, theils aus denen französischen Lettres édifiantes verteutscht und zusammen getragen. Ausburg-Graz-Wien, 1726-61. Cita las cartas: N.º 283, 90 y la 325, 74.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 226v. Catálogo de 1736: “Docuit Grammaticam, Theologiam Moralem, nunc Scholasticam”. En 1731 ya era catedrático en la Javeriana (Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 255. Se trata de una miscelánea. En el fol. 68r interviene en una disputa escolástica).

En 1735 recurre el Provincial P. Jaime López al P. Ignacio Ferrer para que defienda al P. Bernardo Rotella, misionero del Orinoco, acusado de contrabando (ANB. Reales Cédulas, t. 9, fol. 838. Carta del P. Jaime López al Oidor José Martínez Malo. Santafé, junio 27 de 1737). La estancia la confirman los Catálogos de 1736 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 236v) y 1738 (fol. 274). En noviembre de 1746 escribía el P. Ferrer un Memorial resignando los bienes de la fundación en manos del Sr. Obispo (AGI. Santo Domingo, 716. Testimonio sobre fundación de Caracas. N.º 1. El mismo Documento se encuentra en: ANCh. Jesuitas, 211).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 272. Catálogo de 1738: “Docuit Grammaticam, Theologiam Moralem et Scholasticam. Fuit Vice-Rector”. No hemos podido averiguar el lugar y la fecha de ese rectorado.

Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 57. Libro de la Sacristía del colegio de Tunja, fol. 156v.

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Nos ha llegado noticia de un manuscrito hoy perdido intitulado De gratia sanctificante.553 Carlos Nigri (1698-1742).554 Breve sería la docencia de este jesuita italiano al frente de la cátedra de Teología Moral (1734-1735),555 pues tuvo que interrumpir su magisterio para acompañar al P. Ignacio Ferrer a Caracas el año 1735556 para llevar adelante el gran proyecto que potenciaba Santo Domingo en la Isla y Caracas en la Tierra Firme. No hemos logrado dar con ninguno de sus manuscritos. Natalio (Nadal) Gómez (1705-¿?).557 Nació en Villanova (Valencia)558 el 23 de diciembre de 1705 e ingresó en la Compañía de Jesús el 14 de julio de 1722 después de haber estudiado los cursos de Filosofía.559 Atravesó el Atlántico en la expedición de 1723.560 Realizó sus estudios de Teología en la Universidad Javeriana y recibió la ordenación sacerdotal en Bogotá el 28 de diciembre de 1729.561 Después de concluir su formación espiritual en Tunja el 12 de abril de 1731,562 enseñó gramática en algún colegio neogranadino, pero en 1736 asumió la enseñanza de la Teología Moral en la Universidad Javeriana (1736-1737).563 Ignoramos las causas pero abandonó la Compañía de Jesús el 21 de enero de 1738.564

Mss. que se encontraba en la Biblioteca de la Javeriana al momento de la expulsión de 1767 (DEL REY FAJARDO. Las mentalidades en el Nuevo Reino, 124).

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 253.

En esta docencia coinciden los dos Catálogos: 1736 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 236v) y 1738 (fol. 274). Creemos que la docencia del curso filosófico debió extenderse de 1731 a 1734 ya que en 1731 enseñaba Súmulas (Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 255, fol. 73v. Y en el Fol. 70v. aparece como Ministro del Colegio-Seminario de San Bartolomé y Profesor de Filosofía).

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ANB. Reales Cédulas, t. 9, fol. 838. Carta del P. Jaime López al Oidor José Martínez Malo. Santafé, junio 27 de 1737. Su estancia la confirman los Catálogos de 1736 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 236v) y 1738 (fol. 274).

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DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 138.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 226v. Sin embargo, en la Casa de Contratación registra como lugar de nacimiento Játiva (AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1723).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 226v. Catálogo de 1736.

José DEL REY FAJARDO. Documentos jesuíticos relativos a la Historia de la Compañía de Jesús en Venezuela. Caracas, Academia Nacional de la Historia, III (1974) 28: “16. El Hermano Nadal Gomez. Escolar, natural de Jatiua, provincia de Aragon, de edad de 18 años, mediano de cuerpo, blanco, ojos y pelo negro”.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 253. Supplementum 1I et 2I Catalogi confectum a 1 junii 1729 ad 26 Junii 1730.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 254. Supplementum primi et secundi Catalogi Provinciae Novi Regni Societatis Jesu confectum a 26 junii 1730 ad 20 aprilis 1732.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 226v. Catálogo de 1736. Y allí seguía en 1737: Archivo del Colegio San Bartolomé. Libro de Grados 1733-1756, fol. 31.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 289v. Supplementum 1i et 2i Cathalogi Provinciae Novi Regni Societatis Jesu confectum a 2 junii 1737 ad 11 oct. 1738.

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Francisco Rauber (1690-1760).565 Nació el 8 de diciembre de 1690 en Steinhart (Baviera) e ingresó en la Compañía de Jesús el 28 de septiembre de 1711 después de haber cursado los estudios de Filosofía y Teología.566 Atravesó el Atlántico en la expedición de 1723.567 Sus actuaciones nos muestran una personalidad audaz y decidida. Su primer escenario de acción fueron las misiones de Casanare y Meta, en donde laboró con los beduinos chiricoas568 y su ingenio le llevó a ensayar un nuevo método misional, pues se convirtió en un trashumante más pero sin resultado.569 Para 1731 había cambiado la geografía llanera por la cartagenera y el mundo de la negritud en donde permaneció, por lo menos entre 1731570 y 1736.571 El tercer escenario biográfico lo absorbería la ciudad de Bogotá (17371755). La emergencia que produjo la retirada de la Compañía de Jesús de Natalio Gómez y por ende de la docencia javeriana motivó la presencia del jesuita bávaro en la cátedra de Teología Moral (1737-1738).572 Pero sus dotes administrativas le llevarían a ser Procurador de la Provincia573 y también a dirigir el Colegio de Las Nieves (1751-1754). La última etapa de su vida americana se reconcilia con el colegio caribeño cartagenero, el que dirigió de 1755574 hasta 1760,575 pues ese año falleció en el ejercicio de su cargo.576

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 278-279.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 232. Catálogo de 1736. HUONDER. Deutsche Jesuitenmissionäre, 153.

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AGI. Contratación, 5549: “sazerdote, natural de Estenardia en Bauiera, de edad de treinta y tres años. Buen cuerpo, alto, blanco y delgado”.

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GILIJ. Ensayo de Historia Americana, I, 66: “Haría falta que uno tuviese la paciencia de ir matorral en matorral, de río en río, de prado en prado con ellos. Así lo hizo antaño el célebre Padre Rauber. Pero finalmente, cuando le faltó el aliento, debió a su disgusto dejarla”. (Véase: GILIJ. Ensayo de Historia Americana, II, 58).

Juan RIVERO. Historia de las Misiones de los Llanos de Casanare y los ríos Orinoco y Meta, 410 y ss. Rivero habla de la reducción de los chiricoas y de la acción de algunos jesuitas alemanes. La narración se ubica entre 1724 y 1726.

Kaiserliche Bibliothek. Wien, 5961 (al. 1101). Biblioteca Colombina, N.º 1101 (ms. 4º, 32 folios).

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 232.

572

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 264v. Catálogo de 1738.

573

ANB. Temporalidades, t. 12, fol. 747v (13 de enero de 1750). ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298. Catálogo Breve de 1751.

570

ANB. Temporalidades, t. 5, fol. 759v, 782. Ya era Rector en abril de 1755.

574

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 347v. Catálogo Breve de 1756. En 1757 asiste a la Congregación Provincial del Nuevo Reino como Rector de Cartagena (ARSI. Congregationes Provinciales, t. 92, fol. 115).

Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 105. Libro de la Sacristía del colegio de Tunja, fol. 163. Según la documentación romana falleció el 2 de junio de 1760 (ARSI. Historia Societatis, 53aaa, 1763).

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Juan Francisco Granados (1706-1767).577 Su actividad docente se inició curiosamente con la cátedra de Teología Moral (1738-1740)578 para seguir después con la de Artes (1740-1743)579 cuando lo lógico hubiera sido lo contrario. Aunque su producción filosófica fue adecuada, la teológica fue más discreta. Tenemos noticia del Tractatus Theologico-moralis de humanorum actuum natura et qualitatibus580 y también, aunque de forma indirecta, de un Tratado sobre la Eucaristía.581 Francisco Barasar (1702-1760).582 Nació en Guaduas (Colombia) el 23 de diciembre de 1702583 e ingresó en la Compañía de Jesús, en Tunja, el 31 de julio de 1717.584 Realizó sus estudios de Filosofía y Teología en la Universidad Javeriana de Bogotá (1719-1726).585 Varios puntos permanecen oscuros en la biografía de Barasar. El primero se centra en el hecho de que acabó su carrera en 1726 y solo se pudo ordenar el 11 de septiembre de 1730.586 El segundo intenta descubrir dónde fue Rector de un colegio neogranadino, cargo que debió desempeñar entre 1736 y 1738.587 Y el tercero abre la pregunta sobre dónde fue profesor de Filosofía antes de 1738.588 Tras una estancia en Cartagena589 en 1738 regresaría a la sabana bogotana donde transcurriría

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 145-146.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 265. Catálogo 1738: “Docet nunc Theologiam Moralem”.

Como el Profesor acompañaba a sus alumnos durante un trienio la docencia filosófica de Granados va de 1740 a 1743. Véase el Mss. 257 de la Biblioteca Nacional de Bogotá. (QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 286: “P. Chacón Maestro de Prima, P. Choperena de la Vispera, lector, y P. Granados, Maestro de Artes el cual es mi mui amado Maestro”).

Mss. que se conserva en la Biblioteca del Instituto Caro y Cuervo de Yerbabuena. “Encuadernado en pergamino. 88 folios. Papel trigo. Tinta caparrosa. Letra tendida. El texto en muchos folios está perforado por la polilla. No menciona la fecha ni el lugar de composición. En el prólogo alude a un tratado sobre la Eucaristía”. (Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. “La Filosofía en Colombia. Bibliografía de los siglos XVI, XVII, XVIII”, 52).

En el prólogo del Tractatus Theologico-moralis de humanorum actuum natura et qualitatibus hace alusión a este Tratado. (Germán MARQUINEZ ARGOTE. “La Filosofía en Colombia. Bibliografía de los siglos XVI, XVII, XVIII”, 52).

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 46-47.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 232. Catálogo de 1736. Sin embargo, cuando el 7 de junio de 1726 hace su renuncia de bienes en Santafé dice que es natural de Honda, hijo legítimo de D. Domingo de Barazar y doña Juliana de Alvarca (ANB. Miscelánea, t. 62, fol. 245).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 179v. Catálogo de 1718: “Novitius”.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 200. Catálogo de 1720: Ha cursado un año de Filosofía “intra”. Y el catálogo de 1736 afirma que estudió 3 de Filosofía y 4 de Teología (fol. 232).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 254v. Supplementum primi et secundi catalogi Provinciae Novi Regni Societatis Jesu confectum a 26 Junii 1730 ad 20 Aprilis 1732.

El Catálogo de 1738 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 264v) afirma que fue Rector y el de 1753 (fol. 304v) insiste en la misma afirmación.

El Catálogo de 1738 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 264v) afirma que enseñó Filosofía y el de 1753 (fol. 304v) sustenta la misma aseveración.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 232. Catálogo de 1736.

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el resto de sus días.590 Nos consta su docencia al frente de la cátedra de Teología Moral (1740-1744)591 y en 1751 regía lo que hoy podríamos señalar como la cátedra libre de Casos de Conciencia.592 Los últimos años de su vida los dedicó a los ministerios espirituales y la muerte le sorprendió cuando viajaba de Tena a Bogotá en 1760.593 Lamentablemente no tenemos noticia de algún escrito suyo que nos pudiera iluminar su actividad ni filosófica ni teológica. Jaime Torres (1711-¿?).594 Nació el 5 de octubre de 1711 en Granadella (Lérida) e ingresó en la Compañía de Jesús el 5 de enero de 1733, después de haber cursado la Filosofía.595 Pasó al Nuevo Reino en la expedición de 1743.596 Suponemos que enseñó Artes en España y a esa época debe pertenecer su escrito Totius Jesuitico-Aristotelicae Logicae sive Philosophiae rationalis compendium.597 Llegado al Nuevo Reino, se vinculó de inmediato al claustro de la Universidad Javeriana, donde regentó la cátedra de Teología Moral (1744-1751).598 El empeño de fundar en Caracas un colegio cortó la docencia universitaria de Torres para encargarle tan importante proyecto (1752-1755).599 Su estancia americana duraría 12 años pues en 1756 se estableció en Madrid con el cargo de Procurador de las Provincias

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 264v. Catálogo de 1738.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 304v. Catálogo de 1753: “Docuit Grammaticam, Philosophiam, Theologiam Moralem”.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298. Catálogo breve de 1751.

Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 57. Libro de la Sacristía del colegio de Tunja, fol. 163.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 331-333.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 313. Catálogo de 1753. Ordenado de sacerdote en 1740 (Domingo MÉNDEZ. “Torres, Jaime”. En: Charles E. O’NEILL y Joaquín M.ª DOMÍNGUEZ. Diccionario histórico de la Compañía de Jesús. Roma-Madrid. IV [2001] 3822).

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AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1743: “1. Padre Jaime de Torres sacerdote catalán, salió de Gerona para este Puerto de Santa María señalado para esta misión, día 27 de mayo de 1742” (fol. 26). “2. El Padre Jaime de Torres, sacerdote natural del Granadella en Cataluña, Obispado de Lérida, de edad treinta y un años. Buen cuerpo, abultado de cara, ojos azules”.

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AIUL. Papeletas: Torres, Jaime: “En 4º de 10 hs. En el Colegio de Tarragona”.

El único testimonio oficial es el del Catálogo Breve de 1751 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298): “Moralis Cathedrae Magister et Studiorum inferiorum Praefectus”. Sin embargo, el P. Felipe Salvador Gilij, que también atravesó el Atlántico en 1743, y estudió Teología en la Javeriana, escribe: “Viene luego aquel que por sus singulares talentos debía ser el primero, a saber, el Padre Jaime de Torres, mi maestro de Teología allá en Santafé del Nuevo Reino, a quien debo preciosas noticias” (GILIJ. Ensayo de Historia americana, p. XX. Véase también la pag. 125).

La fecha de llegada debe ser muy cercana al 23 de junio de 1752 pues en esa oportunidad se dirige, junto con el P. Rafael García, al Gobernador Ricardos solicitando ayuda para la fundación del colegio (AGI. Caracas, 366). El Catálogo de 1753 lo señala como Superior de la Fundación (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 301 y 313), mientras que el de 1756 (fol. 348v) lo reseña ya en Madrid. La última información de que disponemos de su estancia en Caracas data del 23 de agosto de 1755, fecha en que escribe un Memorial al Cabildo Eclesiástico de Caracas para que se le apliquen a la fundación el producto de las obras pías de Cumanibare (Ermila TROCONIS DE VERACOECHEA. Las obras pías en la iglesia colonial venezolana, p. 240).

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del Nuevo Reino y Quito, tarea en la que perduró hasta la expulsión de 1767.600 Desterrado a Italia, a fines del siglo vivía en Trata.601 Ignoramos la fecha de su muerte. De su producción escrita conocemos que dejó seis tomos en el Colegio Máximo de Bogotá bajo el título De re theologica tractatus varii.602 Nicolás Candela (1712-1782).603 Ya hemos escrito sobre este catedrático, tanto en su acción en la Facultad de Artes como en la Cátedra de Sagrada Escritura. Su colaboración a las ciencias especulativas neogranadinas fue escalonada: se desempeñó como catedrático en la Facultad de Artes (17461749)604 y proseguiría en la Facultad de Teología, primero con la docencia de la Sagrada Escritura605 como buen conocedor del griego,606 y después con la Teología Moral.607 José Ignacio Valls (1725-1792).608 Nació en Cervera (Cataluña) el 31 de enero de 1725 e ingresó en la Compañía de Jesús el 7 de diciembre de 1741 después de haber finalizado sus estudios de Filosofía.609 Se encontraba en el Puerto de Santa María desde el 22 de septiembre de 1749.610 Atravesó el Atlántico en la expedición de 1750611, expresamente destinado a iniciar la misión de la Guajira.612 Culminó sus estudios de Teología en la Universidad Javeriana (1750-1752).613 Concluída su formación ascética en Tunja, se radicó en Bogotá a finales de 1753.614 Regentó la cátedra de Teología Moral

Así se desprende de los Catálogos a partir de 1756 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 348v).

AIUL. Papeletas: Torres, Jaime.

AIUL. Papeletas: Torres, Jaime: “6 tomos en 4º. Quedaron en el colegio de Santafé de Bogotá al tiempo del extrañamiento”.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 63-64.

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AHN. Jesuitas, 827/2: Filiacion de los Regulares de la Compañia del nombre de Jesús pertenecientes a la Provincia de Santa Fee de Bogotá… N.º 79. Para el año nos remitimos al manuscrito.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298. Catálogo breve de 1751.

GILIJ. Ensayo de Historia Americana, IV, 290. Al hablar de los que conocían el hebreo y el griego dice: “y otros que omito conocieron muy bien el griego no menos que el hebreo; en el primer idioma no les fue inferior el difunto Padre Nicolás Candela”.

606

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 300. Catálogo breve de 1753. GILIJ. Ensayo de Historia Americana, IV, 326 lo califica de “docto”.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 341-342.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 305v. El Catálogo dice que estudió tres “extra” y cuatro “intra”.

GALÁN GARCÍA. El Oficio de Indias de los jesuitas de Sevilla, 333.

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AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1750: “2º. Padre Joseph Ignacio Valls natural de Zerbera obispado de Solsona en Cathaluña, de veinte y cinco años, mucho cuerpo, delgado, moreno, nariz larga, barba y pelo negro”.

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 333.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298: “Theologiam Student: P. Joseph. Valls: tertio anno”. Posiblemente su docencia de la gramática haya sido en España y aunque le faltara un año de teología fue ordenado antes de embarcarse.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 305v. Catálogo de 1753.

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(1754-1756).615 Su salud debió derrumbarse muy pronto ya que el catálogo de 1763 lo reseña como “infirmus”.616 Mucho más explícito es el catálogo de 1764 cuando escribe “está privado del juicio”.617 Cuando la expulsión de 1767, fue uno de los que no pudo cumplir con el decreto de expulsión y quedó en Bogotá como enfermo618. Desconocemos ulteriores detalles de su biografía. Debió fallecer en la capital del virreinato en el hospital de San Juan de Dios el año 1792.619 De su corto magisterio dejó el siguiente manuscrito: Tractatus Theologico Moralis De Conscientia.620 Fernando Vergara (1690-1761).621 Nació en Santafé de Bogotá el 30 de mayo de 1690622 e ingresó en la Compañía de Jesús, en Tunja, el 1 de marzo de 1713,623 después de haber cursado la carrera de Filosofía y un año de Teología624 como colegial del San Bartolomé.625 Concluyó sus estudios de

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 347: “Professor Theologiae Moralis”.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 349v. Catálogo de 1763: “Vires: infirmae”. Pero el Catálogo Breve de ese mismo año (fol. 374) tan sólo dice de él: “infirmus”.

Luis Carlos MANTILLA. Fuentes para la Historia Demográfica de la Vida Religiosa Masculina en el Nuevo Reino de Granada. Santafé de Bogotá, Archivo General de la Nación de Colombia (1997) 70.

PACHECO. “Los jesuitas del Nuevo Reino de Granada expulsados en 1767”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, III (1953) 36.

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ANB. Reales Cédulas, t. 23, fol. 879.

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Tractatus Theologico Moralis De Conscientia Authe R. P. Josepho Vals Soc. Jesu. Audito. D. Mro. Dno. Petro Maldonado D. B. R. M [Divi Bart. Reg. May.] Seminario Colleg Purpurato Collega. Anno Domini 1752. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 270. Un ejemplar se conserva en la Biblioteca del Instituto Caro y Cuervo de Yerbabuena. Germán MARQUÍNEZ ARGOTE. “La Filosofía en Colombia. Bibliografía de los siglos XVI, XVII, XVIII”, 70: “Encuadernado en pergamino. En el dorso se lee: P. Iosephus Vallz De teoria interna. 76 folios. Letra angular y papel trigo”. Walter Bernard REDMOND. Bibliography of the Philosophy, 102. La datación del escrito, año 1752, es incorrecta y el error puede venir del copista o del transcriptor. En 1752 todavía era estudiante de Teología y mal podía dictar como maestro el curso de Teología Moral. Su datación debe ser 1754 o 1755.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 351-353.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 213. Catálogo de 1720.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 116. Catálogo de 1713.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 233v. Catálogo de 1736. En el Catálogo de 1720 (fol. 213) dice: “Extra de la Compañía estudió Filosofía y Derecho canónico”.

JARAMILLO MEJÍA (Dir.). Real Colegio Mayor y Seminario de San Bartolomé, 266: “hijo de don Francisco de Vergara, contador mayor de la contaduría de Santafé y nieto de don Antonio de Vergara, Caballero de la Real Orden de Santiago, tesorero de la Real Caja de Moneda y Gobernador de Maracaibo”. Relación Genealógica. Con notas y aclaraciones de Julio C. Vergara y Vergara. Bogotá, Edit. Kelly (1962) 109-110: “Este estudió en el colegio de S. Bartolomé donde fue colegial [...]. Fue un jesuita docto, muy celebrado dentro y fuera de la religión, en cátedras y púlpito [...]. Fue nombrado Procurador a Roma y habiendo llegado a Cartagena no pudo embarcarse por haber enfermado. Quedó en Cartagena y fue rector de aquel colegio. Volvió a Santafé y aquí fue rector del Colegio de San Bartolomé. Regentó mucho tiempo la cátedra de cánones a que le destinaron los jesuitas. Murió en Santafé el día 12 de octubre de 1761”.

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Teología en la Universidad Javeriana de Bogotá.626 Recibió la ordenación sacerdotal en Honda el 4 de abril de 1716.627 Pensamos que fungió de “pasante” en el Colegio de San Bartolomé en 1718.628 Su primer tramo biográfico está consagrado a la gerencia docente de varios colegios: Antioquia (17301733),629 Mompox (1738-1743),630 Cartagena (1743-1745).631 Culminaría este período con su elección como Procurador ante Madrid y Roma por la Congregación Provincial de 1750,632 mandato que no pudo cumplir por enfermedad.633 La última década de su vida transcurrió en Bogotá (17511761).634 Fue Rector del Colegio de San Bartolomé (1754-1755).635 También debió asumir por algún tiempo la cátedra de Derecho Canónico636 y la de Teología Moral (1756-1757).637 La muerte le sorprendió en su ciudad natal el 12 de octubre de 1761.638 Dentro del campo moral y canónico conocemos la referencia a dos escritos: Resoluciones morales o explicación de los contratos en común y en particular639 y Cuestiones canónicas.640 Francisco Javier Trías (1721-¿?).641 En el capítulo relativo a los Profesores de Artes hemos hecho una relación detallada de su vida. Suponemos que

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 233v. Estudió “extra” tres años de Filosofía y uno de Teología y tres de Teología “intra”.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 142v. Supplementum primi et secundi Catalogi huius Provinciae Novi Regni confectum a die 26 Decembris 1715 ad diem 1 septembris 1718.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 163. Catálogo de 1718.

En 1731 consigue los terrenos para el colegio de parte del cabildo (PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 43. Archivo Histórico de Antioquia. Libros Capitulares. Colonia, 1731-1742, fols. 10v-20, fol. 34. Y Temporalidades 118, doc. 3284).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 270v. Catálogo de 1738. La fecha final ofrece dudas ya que en 1742 ejerce el rectorado el P. Ambrosio Maya (ANB. Impuestos varios. Cartas, t. 13, fols. 157-167).

DEL REY FAJARDO. Los jesuitas en Cartagena de Indias 1604-1767. Bogotá (2004) 31 y 333.

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 310.

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 316.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298. Catálogo breve de 1751.

RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”, 100.

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ANB. Médicos y abogados, t. 13, fol. 927.

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Francisco Javier TRÍAS. Physica. [1752] Mss. Universidad de Antioquia. Es una hojita suelta entre los folios 124 y 125 en que aparecen los nombres de los profesores del copista. Al parecer el P. Valls enfermó y lo sustituyó el P. Vergara pues el copista dice: “E. P. Valls y el P. Vergara de Moral, Ingeniosísimos”.

ARSI. Historia Societatis, 53, 1763.

638

RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”, 100. SOMMERVOGEL. Bibliothèque, VIII, 597. Walter Bernard REDMOND. Bibliography of the Philosophy, 105-106.

RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”, 100. SOMMERVOGEL. Bibliothèque, VIII, 597.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas, 335-336. Germán MARQUÍNEZ ARGOTE y José DEL REY FAJARDO. Física especial y curiosa del maestro javeriano Francisco Javier Trías (1755). Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 2005.

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tuvo a su cargo la docencia de la Teología Moral (1757-1761).642 Para este lapso disponemos de dos informaciones que matizan el magisterio de Trías dentro de la Facultad de Teología: la primera proviene del catálogo de la Provincia de 1763, en el que se afirma que enseñó Sagrada Escritura;643 sin embargo, la segunda emana de la declaración policial tomada al jesuita, ya expulso, en 1768 en el Puerto de Santa María en el que confiesa que su docencia fue en Teología.644 De su producción teológica no tenemos por el momento noticia alguna. Lorenzo Tirado (1725-¿?).645 Su carrera académica se inicia en 1758, en la Facultad de Artes, para seguir en 1761 en la cátedra de Teología Moral (1761-1763)646 y Sagrada Escritura (1764).647 De su magisterio en la Teología Moral nos ha llegado Tractatus Theologicomoralis de Iustitia et Iure.648 José Yarza (1725-1806).649 En 1764 se encargaba de la cátedra de Teología Moral (1764-1767).650 De sus clases javerianas nos ha quedado el Tractatus Theologico-Moralis de Censuris ecclesiasticis.651

642

AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares, n.º 7

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 349v. Catálogo de 1763.

AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares, n.º 7

644

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 321-322.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 358v. Catálogo de 1763: “Docuit Philosophiam, nunc Theologiam Moralem”.

En 1764 se encargaba de la enseñanza de la Sagrada Escritura (ANB. Miscelánea, t. 130, fol. 892). AIUL. Papeletas: Tirado, Lorenzo, dice: “Prolegomena in Sacram Scripturam R. R. P. Laurentium Tirado dignissimum Sacrae Scripturae expositorem. Fin de este tratado del año 1764 […] en 4º de 19 hojs. (Biblioteca Nacional de Bogotá)”.

Tractatus Theologico-moralis de Iustitia et Iure Auctore P. Laurentio Tirado. Anno Dni. 1763. Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 247. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 272: “Ms. encuadernado en pergamino. Mide 210 por 155. De dorso 12. Dos hjas de guarda: una al principio y otra al fin. Comprende 64 fols más uno de índice [...]. Papel de cebada. Letra clara y cortesana angular”.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 360-362.

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AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares, n.º 61.

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Tractatus Theologico-Moralis de Censuris ecclesiasticis P. R. A. P. Josephum de Yarza dign. moralis. cathedrae Prof. Auditore B. D. Ildephonso Sierra Ann. Dni, 1764. Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 258. QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 270: “Comprende 61 fols. más uno de índice. Sin dedicatoria. Muchos folios descoloridos y texto borroso”.


C a p í t u l o I I I . L a s c át e d r a s d e l a Fac u lta d d e T e o lo g í a

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La cátedra de Sagrada Escritura La enseñanza de la Sagrada Escritura durante el siglo XVII Sin lugar a dudas la Javeriana del siglo XVII se rigió por la norma común que adoptaron todas las órdenes religiosas: vincular la docencia escriturística con la moral. La persona clave para entender la génesis científica de la Universidad Javeriana colonial es el P. Gonzalo de Lyra (1566-1628).652 Venía del Perú y durante su gestión como Provincial (1607-1615) abrió los estudios de Filosofía (1608),653 los de Teología (1612)654 y la cátedra de lengua chibcha (1613).655 Este hombre a la hora de iniciar los estudios teológicos escribe en la Carta Annua de los años 1611 y 1612 que “en lugar de la escritura y el hebreo” juzga conveniente que estudien el chibcha656 por ser más útil a los teólogos jesuitas y a los clérigos que asisten a clase. A lo largo del siglo XVII encontramos algunos testimonios aislados que nos remiten al tema de esta investigación. Y lo llamativo es que, a veces, los testificantes son ajenos a las estructuras oficiales de la Compañía de Jesús. Del P. Juan de Toro Zapata (c.1596-1654)657 sabemos que dictó sus clases de Biblia gracias al testimonio de su cualificado alumno, el doctor Francisco de Borja, futuro obispo de Tucumán y Trujillo e hijo de don Juan de Borja.658 Otro caso es el del P. Vicente Imperial (1585-¿?).659 En Roma se sorprenden de que las autoridades neogranadinas le hayan dado licencia “para que vaya escribiendo sobre el Eclesiastés en orden a imprimirlo”. En la ciudad eterna les llaman la atención dos razones: primera que sea tan “mozo” y segunda “no haber profesado lectura de la sagrada escritura” y, por el contrario, lo invitan a que aprenda la “lengua de esos yndios”, pues

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 402-404.

ARSI. N. R. et Q., 12-I, fol. 43. Letras annuas de la Vice Prouincia de Quito y el Nueuo Reyno de los años de mil y seyscientos ocho y seyscientos y nuebe. Cartagena, 20 de septiembre de 1609.

ARSI. N. R. et Q., 12-I, fol, 63. Letras Annuas de la Provincia del Nuevo Reino de Granada de los años de 1611 y 1612.

El P. General alaba esta decisión (ARSI. N. R. et Q., 1, Epistolae Generalium, fol. 33. Carta del P. Claudio Aquaviva al P. Gonzalo de Lyra. Roma, 28 de enero de 1614.

ARSI. N. R. et Q., 12-I, fol. 64v. Letras Annuas de la Provincia del Nuevo Reyno de Granada de los años de 1611 y 1612. Santafé, junio de 1613.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 685-687.

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PACHECO. Los jesuitas en Colombia, I, 569. Guillermo y Alfonso HERNÁNDEZ DE ALBA. El Colegio de San Batolomé. II: Galería de Hijos insignes del Colegio. Bogotá (1928) 171-172.

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José DEL REY FAJARDO. Los jesuitas en Venezuela. Tomo II: Los hombres. Caracas-Bogotá (2007) 265-266.


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en ello “hará mas servicio a Dios que en estarse empleado en cosa de que hay tanto impreso” (1617).660 En 1663 ejercía la docencia de las letras sagradas661 el P. Bernardo Estela (c.1630-1686) y su estancia bogotana la podemos fijar entre los años 1661662 y 1667.663 Había nacido en Barcelona e ingresado en la Compañía en la Provincia de Aragón el 12 de octubre de 1645.664 Toda su formación escolástica y eclesiástica la recibió en España, aunque hay que admitir que estudió un año en la Universidad Gregoriana de Quito.665 Con posterioridad a esa fecha regiría los colegios de Las Nieves666 y de Mompox.667 Falleció en Tunja en 1686.668 En el siglo XVIII Existen algunas dudas a la hora de precisar quién fue el fundador de la cátedra de Sagrada Escritura en la Univesidad Javeriana el año 1722. Para clarificar esta laguna, se debe recurrir a los catálogos de la Provincia del Nuevo Reino más cercanos a la fecha fundacional de la cátedra de los libros sagrados, es decir, entre el de 1720 y el de 1736. En realidad solo el segundo nos ofrece alguna luz y en él aparecen dos profesores de Sagrada Escritura: el P. Pedro Fabro669 y el P. Simón Vinans.670 El primero llegó a tierras neogranadinas en 1735 y, por ende, su docencia en esta ciencia

ARSI. N. R. et Q., 1, fol. 53v. Cartas de los PP. Generales. Año 1617.

Archivo de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia, fol. 325v. ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 214. Catálogo de 1664. Todos los catálogos posteriores reiteran esta docencia.

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 1. Catálogo breve de 1661.

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 8. Catálogo breve de 1667: “Prefecto de la Congregación de la Asunción”.

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 6v. Catálogo de 1659.

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 6v. Catálogo breve de 1659: “Theologo de quarto año”.

ARSI. N. R. et Q., 5, fol. 1. Catálogo breve de 1661.

Los datos de que disponemos son los siguientes: el catálogo de 1668 (ARSI. N. R. et Q., 3, fol. 248v), el catálogo de 1671 (fol. 285v) y el catálogo de 1678 (fol. 322) lo reseñan como Rector del colegio de Mompox. Podría existir la posibilidad de que hubiera desempeñado el cargo durante todos esos años, pero también cabría la posibilidad de que su rectorado se hubiera desarrollado en dos oportunidades distintas: la primera de 1668 a 1671 (provincialato del P. Gaspar Vivas) y la segunda de 1678 a 1681 (regencia del visitador P. José de Madrid), y en este caso quedaría por dilucidar dónde vivió de 1671 a 1678. Testamento de Bartolomé Lázaro de Corcuera, vecino de Mompóx y natural de la ciudad de Ocaña. Nombra albacea al P. Bernardo Estela, Rector de Mompox.

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ARSI. Historia Societatis, t. 49, fol. 30r.

668

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 113-115.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 354-355.

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sagrada no se dio en Bogotá sino en Lovaina.671 Al segundo lo reseña el catálogo de 1736 como “interpres sacrae scripturae”.672 Deducimos que fue el belga Simón Vinans (1669-1759)673 el fundador de la cátedra. Había atravesado el Atlántico en la expedición de 1705 pero residía en Sevilla desde el 1º de septiembre de 1701.674 Toda su formación intelectual la había recibido en Bélgica.675 La primera etapa de su estancia neogranadina (1705-1720) la absorbe tanto el superiorato de las Misiones de Casanare676 como la gerencia del colegio de Mompox.677 Lamentablemente existe una segunda fase que nos es totalmente desconocida (1720-1736) y cuyo esclarecimiento sería vital para reconstruir los orígenes de la Cátedra de Sagrada Escritura. En 1736 estaba al frente de la mencionada disciplina en la Universidad Javeriana678 y en ella permaneció, al menos, hasta 1742.679 De su docencia solo nos ha llegado el manuscrito De Deo Trino: 1737.680 Entre el magisterio de Simón Vinans y el de Nicolás Candela se abre un espacio temporal que todavía no hemos podido dilucidar. Una personalidad poco estudiada en el ámbito de las ciencias eclesiásticas es el P. Nicolás Candela (1712-1782).681 Su paso por las aulas santafereñas dejó un verdadero impacto y un exalumno ilustre de la Universidad Fue ayudante del P. Ignacio Pien (SOMMERVOGEL. Bibliothèque de la Compagnie de Jésus. Bruxelles-Paris, VI [1895] 727-732). Véase: ARSI. Romana, 102, fol. 99v.

671

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 226. Catálogo de 1736.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 733-734.

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AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1705. “16. El Padre Simon Vinants sacerdote natural de Alosto en Flandes, Obispado de Lovaina, de hedad de treinta y seis años, buen cuerpo, blanco, entradas grandes”.

674

Willem AUDENAERT. Prosopographia iesuitica Belgica antiqua (PIBA). A biographical dictionary of the jesuits in the Low Countries 1542-1773. Leuven-Heverlee, I (2000) 455.

Indudablemente su estancia misional habría que ubicarla entre 1706 y 1710. El único testimonio oficial de su acción misionera son los Catálogos que insisten en que fue misionero y Superior de las Misiones (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 113v). No hemos podido precisar las fechas de su superiorato, pero por deducción debería interponerse entre el del P. Juan Fernández Pedroche (1703-1706) y el del P. Pompeo Carcasio (1706-1709).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 161. Catálogo de 1718. fol. 218: Catálogo de 1720.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 226.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 264. Catálogo de 1738. Con ese título figura en las aprobaciones que da a la Novena de San Pablo del doctor José de Texeira y Mena y la Novena de Nuestra Señora del Socorro del doctor Bernardo José García (PACHECO. Los jesuitas en Colombia, III, 436). Véase la aprobación de la Novena En honor de María Santísima En su advocación del Socorro Que saca a Luz el Doctor don Bernardo Joseph Garzía, Clerigo Presbytero. En Santa Fe de Bogotá. En la Imprenta de la Compañía de Jesús. Año 1741.

Controversia de Deo Trino et /Uno /P. R. P./ Simonem Vinans Dignissi/mum Cathedrae Sacrae Scrip/ turae Magistrum. Auditores D. Mtro. D. Josepho Quizano D. B. Collegii Collega. Initium dedit die 23 octobris anni Dni. 1737. Ms. encuadernado. Mide 160 por 105 mm. Comprende 77 fols. enumerados más uno de índice y cinco en blanco. Ms. de la Academia de la Historia. Biblioteca Zaldúa (QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 250).

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 63-64.

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Javeriana no dudará en ubicarlo entre los que se encargaron “de aumentar allá [en el Nuevo Reino] el honor de las ciencias perfeccionadas”.682 Cuando atraviesa el Atlántico en 1735683 ya había cursado la carrera de Artes y debía tener bastante adelantada la de Teología.684 Así pues, gran parte de su formación intelectual la recibió en España sin que hayamos podido precisar el lugar de sus estudios. Su colaboración a las ciencias especulativas neogranadinas fue escalonada: se inició como catedrático en la Facultad de Artes (1746-1749)685 para seguir inmediatamente después a la docencia de la Sagrada Escritura (1749-1752),686 avalado por sus buenos conocimientos del griego;687 mas, con la partida para Caracas del P. Jaime de Torres, lo sustituyó en la cátedra de Teología Moral (1751-1754).688 Es de lamentar que de su producción escrita solo nos haya llegado un curso de lógica. En 1754 interrumpe su carrera docente para iniciar sus cursus honorum pero de ello hemos tratado en el capítulo dedicado a los Rectores. El sucesor en las labores docentes escriturísticas fue el P. Manuel Balzátegui (1715-1792).689 Su carrera científica se inició en su Alma Mater, primero como catedrático de Artes (1749-1752)690 y, a continuación, asumió

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Felipe Salvador GILIJ. Ensayo de Historia Americana. Bogotá, IV (1955) 284-285.

AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1735: “35. Hermano Nicolas Candela, estudiante philosofo de veinte y dos años, natural de Castalla arzobispado de Valencia, pequeño de cuerpo, hoyoso de viruelas, y un lunar al lado ysquierdo de la barba”.

684

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 354. Catálogo de 1763. Estudió “extra” 3 años de Filosofía y 1 de Teología. Sin embargo, si en 1737 concluía su noviciado en Tunja y en 1738 regresaba a la capital boyacense para llevar a cabo su año de Tercera Probación: 13-X-1738 a 13-X-1739 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 292v. Supplementum primi et secundi Cathalogi Provinciae Novi Regni Societatis Jesu confectum ab 11ª Octobris 1738 usque ad primam Januarij 1742) quiere decir que estudió en la Javeriana un solo año de Teología y ello supone que su formación intelectual, fundamentalmente, la recibió en España.

AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares de la Compañia del nombre de Jesus pertenecientes a la Provincia de Sta. Fee de Bogota venidos en diferentes Navios N.º 79. José DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial. Bogotá, CEJA (2002) 14.

685

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298. Catálogo breve de 1751.

GILIJ. Ensayo de Historia Americana, IV, 290. Al hablar de los que conocían el hebreo y el griego dice: “y otros que omito conocieron muy bien el griego no menos que el hebreo; en el primer idioma no les fue inferior el difunto Padre Nicolás Candela”. Tenemos una duda sobre la fecha del comienzo de su docencia en Teología Moral pues su antecesor, el P. Jaime de Torres partiría para Caracas hacia mayo de 1752.

687

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 300. Catálogo breve de 1753. GILIJ. Ensayo de Historia Americana, IV, 326 lo califica de “docto”.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos, 119-124.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298: “Philosophiae Magister”. Catálogo Breve de 1751. Su inicio como Profesor de Filosofía lo deducimos del manuscrito Introductio in universam Aristotelis Philosophiam. (QUECEDO. “Manuscritos filosófico-teológicos de la Biblioteca General de la Universidad de Antioquia en Medellín”. En: Universidad de Antioquia. Medellín, n.º 147 [1961]

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idénticas funciones en la de Sagrada Escritura (1752-1755)691 para culminar su currículum docente al frente de la de Teología Moral (1755-1760), mientras se desempeñaba como Rector del Colegio Mayor de San Bartolomé (1755-1760).692 El P. Gilij escribirá de él en 1784 que era “no menos ilustre sabio” que el P. Diego de Torres, “muy conocido por su gran talento”.693 Con respecto a su producción escrita debemos confesar que lamentamos que se hayan perdido sus escritos posteriores al curso de Filosofía.694 Desterrado a Italia, residió en Gubbio, región destinada a los jesuitas del Nuevo Reino, y siguió en su cargo de Provincial organizando los estudios y la supervivencia de la Provincia.695 Más imprecisas son las fechas en las que se desarrolló el magisterio del P. José Benavente (1714-1792)696 al frente de la cátedra de Sagrada Escritura. Ciertamente lo ejercía el año 1756 de acuerdo con el catálogo de la Provincia de ese año697 y en esa tarea se mantenía algunos años después según el testimonio redactado por un alumno,698 en el que espontáneamente traza la figura de sus profesores: El R. P. Francisco Trías fue mi maestro en Filosofía, Dilectísimo El P. Choperena en Teología, maestro de primera, Eruditísimo El P. Balzátegui en Cátedra de Víspera [...] Meritísimo (Regente de Estudios) El P. Balls y el P. Vergara de Moral, Ingeniosísimos El P. Benabent [Benavente] en Escritura, Peritísimo.699 860. Mss 192. Ms. encuadernado en pergamino. Mide 200 por 145 mm. De dorso 11. En este: Balzategui In Summula, ann. 1749).

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 300. Catálogo Breve de 1753.

RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”, 100. ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 348. Catálogo Breve de 1756: “Rector San Bartolome. Profesor Theologiae”.

Felipe Salvador GILIJ. Ensayo de Historia Americana. Bogotá, IV (1955) 125.

Una síntesis en DEL REY FAJARDO. Biblioteca de Escritores jesuitas neogranadinos, 120.

El 1 de enero de 1774 vivía en Gubio (Archivo de Monumenta Historica Societatis Jesu. Armadio F-10. Relación individual de los Ex-Jesuitas muertos en las Once Provincias de España e Indias desde la expulsión hasta el día 30 de junio de 1777. Por don Juan Antonio Archimbaud. Provincia de Santa Fee. N.º 4294).

José DEL REY FAJARDO. Los jesuitas en Venezuela. Tomo II: Los hombres. Caracas-Bogotá (2007) 86-87.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 347. Catálogo Breve de 1756: Prefecto de los Estudios Inferiores y de la Congregación de la Anunciata. Interpreta la Sagrada Escritura. Examinador y Profesor en la Universidad.

El alumno fue el Dr. Cosme Nicolás González Gutiérrez, quien según nuestros cálculos debió concluir su teología el año 1759 o 1760.

Francisco Javier TRÍAS: Physica 1754. Fol. 124. Universidad de Antioquia. Sistema de Bibliotecas. Colección Patrimonio Documental. Registro 140.T. 821 p. El autor de esta nota es el Dr. Cosme Nicolás González Gutiérrez, copista del curso de Physica, dictado por el P. Trías, y dueño del

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Con estas premisas nos atreveríamos a opinar que la docencia del P. José Benavente fue, al menos, de 1755 a 1758. José Benavente había atravesado el Atlántico en la expedición de 1735700 y había ingresado en la Compañía de Jesús en la Provincia de Aragón el 29 de noviembre de 1733.701 Dadas las imprecisiones que recogen los documentos oficiales sobre sus estudios,702 pensamos que su currículum americano se desarrolló de la siguiente manera: de 1736 a 1737 estudió el año de Filosofía que le faltaba. Si el Catálogo Breve de 1736703 lo incluye entre los estudiantes del 2º de año de Filosofía es porque los siete jesuitas estudiaban 2º año. De 1737 a 1741 estudió la Teología como lo demuestra el hecho de que en 1738 estudiase 2º año de Teología704 y que su ordenación sacerdotal fuera en 1741.705 El P. José Benavente representa una tipología de jesuita plurifacético pues de la misma forma que se entregó a los comienzos fundacionales del colegio de Caracas706 pasaría después a las Misiones del Orinoco, a trabajar con dos etnias dificiles como los otomacos y cabres,707 y con los sálivas del río Meta.708 Con la salud debilitada transcurrió su biografía en el claustro javeriano, donde le sorprendió la expulsión de 1767.709 No pudo seguir al destierro a los demás jesuitas por enfermo y creemos que murió en 1792.710 manuscrito. La primera reseña que se conoce de esta obra es la de Celina Ana LÉRTORA MENDOZA. Fuentes para el estudio de las ciencias exactas en Colombia. Santafé de Bogotá, Academia Colombiana de Ciencias, 1995 (p. 96, ss); de ella hemos tomado la nota. 700

AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1735: “Hermano Joseph Benavente estudiante teólogo de 21 años de edad, nació en Guerri, obispado de Urgel, en Cataluña; salió del colegio de Urgel en 14 de marzo de 1734 para el Puerto de Santa María”. “Hermano Joseph Benavente, estudiante philosopho, de veinte y un años, natural de Guerri, obispado de Urgel, buen cuerpo, blanco, pelinegro, nariz gruesa, ojos negros y el labio belfo”.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 228. Catálogo de 1736.

702

Es conveniente precisar la cronología de sus estudios pues no hay uniformidad en los catálogos, pues mientras el de 1753 (ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 313v) dice que estudió tres años de Filosofía “extra” y tres de Teología “intra”, el de 1763 (fol. 349v) estatuye: dos de Filosofía “extra” y uno de Filosofía y cuatro de Teología “intra”. Además, en los documentos de la Casa de Contratación (AGI. Contratación, 5549) una vez aparece como filósofo y otra como teólogo.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 224. Catálogo de 1736.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 272v. Catálogo de 1738.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 292v. Supplementum primi et secundi Catalogi Provinciae Novi Regni Societatis Jesu confectum a 11 octobris 1738 usque ad primam januarii 1742.

705

AGI. Santo Domingo, 746. Testimonio sobre fundación de Caracas. N.º 1, fol. 2v.

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GILIJ. Ensayo de Historia americana. Caracas, I (1965) 74: “Reunidos finalmente el año 1748 en el mismo sitio [otomacos y cabres en la Urbana] por el P. Benavente, seguían perseverando allí con mejora de costumbres y de vida civilizada hasta ahora”.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 301. Catálogo Breve de 1753.

PACHECO. “Los jesuitas de la Provincia del Nuevo Reino de Granada expulsados en 1767”. En: Ecclesiastica Xaveriana. Bogotá, 3 (1953) 28.

El 6 de noviembre de 1792 mandaba el Virrey pagar el funeral del P. Benavente (ANB. Reales Cédulas, t. 23, fol. 879).

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Entre 1758 y 1761 se nos abre un paréntesis que no podemos hoy por hoy clarificar mientras no dispongamos de nuevos documentos. Por las informaciones oficiales tenemos conocimiento de tres profesores de los que no podemos precisar sus fechas de magisterio. El primero es el santafereño P. Diego de la Pava (1723-1777). Mientras en los documentos oficiales jesuíticos no encontramos mención alguna a su vinculación con las ciencias sagradas, en la reseña “policial” levantada en el Puerto de Santa María el 12 de enero de 1768 recoge la siguiente información: “ha sido Maestro de Escritura, y se hallaba señalado para serlo de Theologia en el Collegio Magsimo de dicha Ciudad de Santa Fee”, y a continuación ratifica que “fue Maestro de Escritura, después vivió en los Collegios de Mompós y Onda, [donde] era Operario [y] desde donde paso a vivir al Magsimo señalado de Maestro de Theologia como a dicho, y lo firmo”.711 Si atendemos a esta cronología, su presencia en la cátedra de Sagrada Escritura sería entre el año 1751, en el que enseñaba en la Facultad de Lenguas,712 y el año 1753, en el que se encontraba en el colegio de Mompox como profesor de Gramática.713 Sin embargo, no acaba aquí el problema pues, según los bibliógrafos Uriarte y Lecina, escribió la Disputatio potissima de Paradysi natura. Anno 1764.714 El segundo caso es el del P. Francisco Javier Trías (1721-¿?).715 Si examinamos con detención su declaración jurada del 12 de enero de 1768 en el Puerto de Santa María, observamos que el propio Trías traza la trayectoria de su vida sacerdotal: Mérida para enseñar Gramática; Colegio Mayor de San Bartolomé como “Pasante”; Tunja para llevar a cabo su Tercera Probación; Universidad Javeriana para asumir la cátedra de Artes; Colegio de las Nieves en Bogotá como operario; Universidad Javeriana para enseñar Teología; “Después a las Misiones a ser Procurador”, de donde volvió al Colegio Máximo.716 Por la documentación jesuítica sabemos que asumió el curso de Artes en la Facultad de Filosofía de la Universidad Javeriana en el trienio 1752-1755717, y de inmediato se traslada al colegio bogotano de

AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares de la Compañia del nombre de Jesus pertenecientes a la Provincia de Sta. Fee de Bogota venidos en diferentes Navios. N.º 6.

711

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298. Catálogo de 1751: “Magíster Grammaticae et Praefectus Congregationis Anuntiatae”.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 301. Catálogo Breve de 1753: “Mompox. Professor Grammaticae et Praefectus Congregationis de Nuestra Señora del Socorro”.

AIUL. Papeletas: de la Pava, Diego: “En 4º de 5 hojas. En la Biblioteca Nacional de Bogotá”.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 703-705.

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AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares, n.º 7

716

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Germán MARQUÍNEZ ARGOTE y José DEL REY FAJARDO. Física especial y curiosa del maestro javeriano Francisco Javier Trías (1755). Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 2005.


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Las Nieves.718 Y el catálogo de 1763 será explicito en afirmar que había explicado Sagrada Escritura.719 La tercera duda se refiere al P. José Pagés (1709-1787).720 El catálogo de 1763 asevera con firmeza que había sido Profesor de Sagrada Escritura.721 Había atravesado el Atlántico en la expedición de 1743.722 Hombre culto y prudente, mantuvo estrecha amistad con los mandatarios neogranadinos, especialmente con el virrey José Alfonso Pizarro723 y con el virrey Messía de la Cerda.724 Sus sobresalientes dotes personales motivaron que la Congregación Provincial reunida en Bogotá el 31 de diciembre de 1757 lo eligiera como Procurador ante las cortes de Madrid y Roma.725 Su gestión duró de 1758726 hasta agosto de 1761, fecha en que regresó a Santafé.727 Su perfil intelectual está definido por su consagración a la docencia en la Universidad Javeriana. El Catálogo Breve de 1751 lo reseña como Catedrático de Vísperas,728 y en el de 1753 mantiene el mismo status.729 Hacia 1756 debió interrumpir su magisterio teológico pues aparece en la hacienda de Tena dedicado a los ministerios espirituales.730 A su regreso de Europa reasumió la docencia teológica para adoptar la cátedra de Prima y el cargo de Prefecto de Estudios,731 tareas que debió cumplir hasta el año 1767 en que tuvo que partir para Caracas.732 Solo han llegado hasta

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 348.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 349v. Catálogo de 1763: “Docuit grammaticam et Philosophiam. Fuit missionarius et operarius hispanorum et explicavit Sacram Scripturam. Nunc curat praedium”.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 528-531.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 349v. Catálogo de 1763.

718 719

720 721

AGI. Contratación, 5549. Expedición de 1743: “12. El Padre Joseph Pages, sacerdote, natural de la ciudad de Barcelona en su obispado, de edad de treinta y tres años. Buen cuerpo, moreno, pelo negro, barba poblada, ojos negros, dos señales de herida, una en la frente y otra en la barba”. Y en el fol. 7v. del expediente dice que salió para Cartagena el 7 de enero de 1743.

722

ANB. Temporalidades, t. 16, fol. 649v. Aparece como confesor del Virrey.

723

724

Así se desprende de dos cartas: una del 26 de enero de 1763 (ANB. Milicia y Marina, t. 128, fol. 181) y la segunda del 28 de abril de 1764 (ANB. Empleados Públicos. Miscelánea, t. 27, fols. 47-48).

ARSI. Congregationes Provinciales, t. 92, fol. 115 y ss.

725

A finales del año 1758 se encontraba en España (AGI. Santafé, 409. Memorial del P. José Pagés al Rey, 1758).

727

VARGAS JURADO. Diario, 59.

728

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 298.

729

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 304v.

730

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 347. Catálogo de 1756.

731

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 374. Catálogo Breve de 1763. En 1764 continuaba en las mismas funciones (Luis Carlos MANTILLA. Fuentes para la Historia Demográfica de la Vida Religiosa Masculina en el Nuevo Reino de Granada. Santafé de Bogotá, Archivo General de la Nación de Colombia [1997] 70).

732

AHN. Jesuitas, 128/1. Autos formados sobre el extrañamiento y ocupación de temporalidades de los Padres de la Compañía de Jesús de Caracas, fol. 2-2v.

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nosotros algunos escritos teológicos que recogen sus clases en la Universidad Javeriana entre los años 1748 y 1754.733 La expatriación decretada por Carlos III en 1767 contra todos los jesuitas de sus extensos dominios, le sorprendió en Caracas al frente del plantel que se estaba fundando en esa ciudad el 15 de junio de 1767.734 El 27 de febrero de 1768 se encontraba en el Hospital Real de Antogones de Marina de Cartagena para embarcarse en el Navío Santa Isabel.735 Una vez en Italia desempeñó el cargo de Vice-Provincial en Ajaccio (1768-1770).736 En 1774 vivía en Fano737 y allí mismo le sorprendió la muerte el 26 de enero de 1787.738 Aunque al parecer llevó vida discreta en tierras italianas, su personalidad no pasó desapercibida al polígrafo Lorenzo Hervás y Panduro.739 Lo que sí podemos aseverar es que en el curso académico 1763-1764 estuvo al frente de la Cátedra de Sagrada Escritura en la Universidad Javeriana740 el P. Antonio Julián (1722-1790).741 Si tenemos en cuenta que para el lapso 1764-1765 ya había tomado posesión de la cátedra el P. Lorenzo Tirado, el problema está en precisar cuándo el autor de La Perla de América, Provincia de Santa Marta742 comenzó su docencia bíblica en la Academia de San Francisco Javier. Quizá la solución la ofrezca el P. Lorenzo Hervás y Panduro, gran amigo de Antonio Julián en su destierro romano, quien escribió en la Biblioteca Jesuítico-española que este “interpretó tres años la Sagrada Escritura”,743 lo cual nos llevaría a establecer el período 1761 a 1764.

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DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 529 y ss.

AHN. Jesuitas, 128/1. Autos formados sobre el extrañamiento y ocupación de temporalidades de los Padres de la Compañía de Jesús de Caracas, fol. 2-2v.

734

AGS. Marina, 724. Relacion de los regulares de la Compañia que existen en el Hospital Real de Cartagena. Cartagena, 27 de febrero de 1768.

735

J. B. GOETSTOUWERS. Synopsis historiae Societatis Jesu. Lovaina, Typis ad Sancti Alphonsi (1950) col. 667.

736

ANCh. Jesuitas, 442.

737

AGS. Dirección General del Tesoro. Inventario 27, Leg. 1.

738

HERVAS Y PANDURO. Idea dell’universo, V, 157: “Fra le molte Persone pratiche delle cose delle Indie, che ho consultato per iscritto, ed a bocca, mi hanno favorito singolarmente colle loro notizie [...] sul Regno di S. Fe ir Sr. Ab. D. Giuseppe Pajes”.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 374. Catálogo breve de 1763. También en el folio 349v. Confirma nuestra tesis el catálogo de 1764, fechado el 17 de febrero de ese año, en donde se ratifica que el P. Antonio Julián “es maestro de la sagrada escritura” (Luis Carlos MANTILLA. Fuentes para la Historia Demográfica de la Vida Religiosa Masculina en el Nuevo Reino de Granada. Santafé de Bogotá, Archivo General de la Nación de Colombia [1997] 70).

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 363-369.

Antonio JULIÁN. La Perla de América, Provincia de Santa Marta, reconocida, observada y expuesta en discursos históricos por Don Antonio Julián. Madrid, 1787.

Lorenzo HERVÁS Y PANDURO. Biblioteca jesuítico-española (1759-1799). Estudio introductorio, edición crítica y notas: Antonio Astorgano Abajo. Madrid, Libris: Asociación de Libreros de Viejo (2007) 307.

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Antonio Julián es uno de los jesuitas neogranadinos de la segunda mitad del siglo XVIII que más ha dado a conocer el mundo histórico colombiano.744 Su formación intelectual humanística la inició en el Seminario de Nobles de Barcelona745 y la filosófico-teológica es muy posible que la completara en la Universidad de Cervera. Una excelente radiografía de este multifacético escritor la trazó su amigo Hervás y Panduro en Roma: era “todo espíritu y todo celo, trabajaba infatigablemente en el colegio, púlpito y cátedra, hallando siempre tiempo para el estudio retirado. En Italia vivió siempre con los libros a la vista y en ejercicios de religión”.746 A partir de 1760 la biografía de Antonio Julián sufre una gran transformación pues abandona el mundo de la oratoria sagrada y de las masas populares para integrarse al claustro javeriano, primero como profesor de Sagrada Escritura (1761-1764) y después como catedrático de Prima (1764-1767).747 Su extensa producción literaria avala la calidad del autor.748 Dentro de su amplia producción histórica, literaria, teológica, filosófica y ensayística, nos referiremos solamente a sus obras escriturísticas que conocieron la luz pública en Italia. La primera es la Dissertazione critico-espositiva sopra una parte del capitolo 3 della Epistola 2 di S. Pietro, che discopre aver GesuCristo visitato e predicato alle genti americane prima della sua ammirabile ascensione al cielo. Roma, 1790.749 La segunda es la Trasformazione Dell America ossia Trionfo Della S. Chiesa Sulla Rovina della Monarchia del Demonio in America Dopo La Conquista Fattane Da’ Monarchi Della Spagna: Con Riflessioni Apologetiche, e coll’ aggiunta di una Dissertazione Critico-Espositiva, nella quale spiegandosi le parole di S. Pietro Epi I. c. 3. Qui increduli fuerant in diebus Noe, cum fabricaretur Arca vv. 18, 19, 20. Dimostrasi con valide ragioni, essere tutto ció accaduto nell’America. Opera Del Sacerdote Antonio Juilán per molti anni Missionario in quelle parti. In Roma, MDCCXC.750

Jeanne CHENU. “Une interprétation <éclerée> de la province de Santa Marta. Vision d’un jésuite exilé, le Padre Antonio Julian”. En: Etudes sur l’impact culturel du Nouveau Monde. París, Editions L’Harmanttan (1981) 75-95. Bruno SCHLEGELBERGER. “Antonio Julián y su descripción de las culturas autóctonas”. En: Manfred TIETZ (Edit.). Los jesuitas españoles expulsos. Su imagen y su contribución al saber sobre el mundo hispánico en la Europa del siglo XVIII. Madrid-Frankfurt/M, Iberoamericana-Vervuert (2001) 581-596. Marc-Aureli VILA. “Aportación a la Geohistoria venezolana de 1777”. En: Boletín Americanista. Barcelona, 31 (1981) 219-239.

HERVÁS Y PANDURO. Biblioteca jesuítico-española, 307.

HERVÁS Y PANDURO. Biblioteca jesuítico-española, 307-308.

En 1764 leyó el tratado De perfectionibus Christi y en 1765 el De Deo uno et trino.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 363 y ss.

HERVÁS Y PANDURO. Biblioteca jesuítico-española, 309.

HERVÁS Y PANDURO. Biblioteca jesuítico-española, 309. Véase: Efemeridi litterarie di Roma. Tomo 19, páginas 385-386. Rob. STREIT. Bibliotheca Missionum. Freiburg/Br, II (1927) 327. Según Streit se encuentra la Dissertazione Critico-Espositiva en las páginas 239-282 de este libro.

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La tercera es la Monarquía del Diablo en la gentilidad del Nuevo Mundo Americano. Transcripción e introducción por Mario Germán Romero. Santafé de Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, 1994.751 Ciertamente nuestro autor se extralimitó en la interpretación del texto bíblico y su exégesis es subjetiva y arbitraria. Como anota Hernando Guevara, lo importante es dilucidar si se trata de una opinión de Antonio Julián o si era una forma de pensar en Santafé de Bogotá.752 Pero si se trasciende lo estrictamente bíblico, el lector encuentra muchas noticias curiosas. También dejó un manuscrito intitulado Expositio singularis super caput XII Danielis in illa, praesertim verba: “usquequo fines horum mirabilium” usque ad finem capitis”.753 Cierra el ciclo de los profesores de la Cátedra de Sagrada Escritura en el Universidad Javeriana el P. Lorenzo Tirado (1725-¿?).754 Este jesuita antioqueño había estudiado en el Colegio Mayor de San Bartolomé toda la carrera de Filosofía y dos años de Teología cuando ingresó al Noviciado de Tunja el 31 de octubre de 1745.755 Y curiosamente tornaría al histórico Colegio Mayor como Rector (septiembre de 1760 al 15 de febrero de 1767).756 Prácticamente se puede afirmar que nunca abandonó el claustro javeriano. Rigió la docencia de la filosofía en la Facultad de Artes de 1758 a 1761757 y de inmediato se encargó de la cátedra de Teología Moral (1761-1764)758 para culminar después con la de Sagrada Escritura (1764-1767).759 La reseña policial de que fue objeto en el Puerto de Santa María el 5 de mayo de 1768 recoge así el currículum docente del ignaciano nacido en Medellín: “Cathedratico de Philosophia en la Universidad de San Xavier. Maestro de Moral en el mismo Colexio, donde tambien fue de Sagrada escriptura”.760

El verdadero título es: Monarquía del diablo en la gentilidad del Nuevo Mundo Americano derribada y destruída por los Católicos Monarcas de España: Triunfos de la religión en los dominios conquistados con la fe, valor y armas de los españoles: con reflexiones para confundir a los anticatólicos mordaces émulos de la nación española benemérita de todas las naciones del orbe en conquista tan gloriosa. Historia interesante a la Religión y Monarquía. Compuesta por don Antonio Julián ex-Jesuita. El Manuscrito se encuentra en la Biblioteca de la Universidad de Yale. Mss. 154.

Antonio JULIÁN. Monarquía del Diablo en la gentilidad del Nuevo Mundo Americano. Transcripción e introducción por Mario Germán Romero. Santafé de Bogotá, Instituto Caro y Cuervo (1994) 212-213.

HERVÁS Y PANDURO. Biblioteca jesuítico-española, 310.

DEL REY FAJARDO. Biblioteca de escritores jesuitas neogranadinos, 673-675.

ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 312v. Catálogo de 1753.

RESTREPO POSADA. “Rectores del Colegio-Seminario de San Bartolomé (1605-1767)”, 100-101.

DEL REY FAJARDO. Catedráticos jesuitas de la Javeriana colonial, 14.

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ARSI. N. R. et Q., 4, fol. 358v. Catálogo de 1763: “Docuit Philosophiam, nunc Theologiam Moralem”.

En 1764 se encargaba de la enseñanza de la Sagrada Escritura (ANB. Miscelánea, t. 130, fol. 892).

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AHN. Jesuitas, 827/2. Filiacion de los Regulares de la Compañia del nombre de Jesus pertenecientes a la Provincia de Sta. Fee de Bogota venidos en diferentes Navios. N.º 152.

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Poco conocemos del talante intelectual de Lorenzo Tirado, pero se pueden atisbar algunos rasgos. El P. Gilij agradecerá en el prólogo de su tomo IV las informaciones que le suministró nuestro autor “sobre las aves canoras de los climas fríos”.761 Es de lamentar que sus huellas en Italia no se hayan podido identificar mejor pues lo único que conocemos es que vivía en 1774 exilado en Fano762 y, tras la extinción de la Compañía de Jesús por el papa Clemente XIV, se encontraba en Roma en 1795.763 Ignoramos lugar y fecha de su muerte. Toda su producción teológica santafereña permanece inédita pero tenemos noticia de las siguientes obras: Prolegomena in Sacram Scripturam.764 Los bibliógrafos españoles Uriarte y Lecina ubican el manuscrito en la Biblioteca Nacional de Bogotá.765 Y en el mismo manuscrsito se encuentran los siguientes tratados: Commentarii litterales in Threnos seu Lamentationes Hyeramiae Prophetae. P. R. P. Laurentium Tirado dignissimum Sacrae Scripturae expositorem;766 Ad illa verba: Et exultavit Spiritus meus in Deo Salutari meo. Lucae1, v. 47. Dissert. 1ª An in Beatissima Virgine extinctus in prima sanctificatione fuerit fomes peccati?;767 y finalmente los Commentarii in 1um et 2um caput Geneseos, que no pudo concluir porque fue nombrado Rector del Colegio de Pamplona.768 Completa esta sucinta visión de la la enseñanza de las ciencias bíblicas en la Universidad Javeriana la amplia cobertura bibliográfica que le dispensó la biblioteca de esta Casa de Estudios como lo demuestra el estudio del biblista Pedro Ortiz.769 Esta es a grandes rasgos la pequeña historia de la Cátedra de Sagrada Escritura que funcionó en la Universidad Javeriana de Bogotá de 1722 a 1767. Debemos confesar que este género literario no produjo, por la información que manejamos hasta el momento, una floración de estudios como en otras disciplinas teológicas. 761

Felipe Salvador GILIJ. Ensayo de Historia Americana. Bogotá, Academia Colombiana de la Historia, IV (1955) p. XX.

ANCh. Jesuitas, 442.

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ANCh. Jesuitas, 431.

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QUECEDO. “Manuscritos teológico-filosóficos coloniales santafereños”, 282. Academia Colombiana de la Historia. “Ms. encuadernado en pergamino [...]. Termina el Tratado con este colofón: ‘Fin de este Tratado del año 1764’”.

AIUL. Papeletas: Tirado, Lorenzo.

AIUL. Papeletas: Tirado, Lorenzo: en el mismo volumen [Prolegomena in Sacram Scripturam] desde la hoja 19 hasta la 31v.

AIUL. Papeletas: Tirado, Lorenzo: en el mismo volumen [Prolegomena in Sacram Scripturam] desde el folio 32r al 43v.

AIUL. Papeletas: Tirado, Lorenzo: en el mismo volumen [Prolegomena in Sacram Scripturam]. En 4.º de 7 hojas. Coepit P. Laurentius Tirado 1um caput Geneseos fere ad finem usque; et non fuit posequutus quia Rectoratum Pampilonensis Coll. Profectus fuit.

Pedro ORTIZ. “Libros sobre la Biblia en la Biblioteca Javeriana colonial”. En: José DEL REY FAJARDO y Myriam MARÍN CORTÉS (Edit.). La biblioteca colonial de la Universidad Javeriana comentada. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana-Archivo Histórico Javeriano (2008) 193-236.

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Apéndice

Bibliografía Filosófico-Teológica del Claustro Javeriano

AGUSTÍN, Antonio. 1641 Epitome juris pontificii veteris in 3 p. Divisa: de personis, de rebus, de judiciis, quarum prima prodiit ib. [Tarracone] 1586 in f.; alteri parti adjectum est: De quibusdam veteribus canonum ecclesiasticorum collectoribus judicium et censura. Alia editio prodiit Romae 1611-1617 auspiciis Pauli V., e Parisiis 1641 curante cognomine A. Augustino S: J. v. 2 in f. BALZÁTEGUI, Manuel. 1749a Balzategui In Summula, ann. 1749. [Biblioteca General de la Universidad de Antioquia, Mss. 192]. 1749b Logica Universa iuxta Dris. Eximi mentem elaborata Auditore D. D. Petro Mdo. Sub Praeceptore Patre Emmanuele Valsategui die X (anno Dni. 1749) mensis Decembris. [Biblioteca del Dr. Rafael Martínez Briceño]. 1750 Disputationes in Vniversam Aristotelis physicam Auditore D. Petro Maldonado Sub praeceptore P. Emmanuele Balsategui die XIX mensis octobris anni Dni. MDCCL. (1750). [Biblioteca del Dr. Rafael Martínez Briceño]. 1751a Tractatus de Meteoris P. R. A. P. Enm Balzategui Dig. Philos. Cath. Prof. Auditore D. D. Petro Maldonado die 10 Mensis Iulii anno Dni. 1751.

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1751b Tractatus De Principiis Extrinsecis, sive de Causis P. R. A. P. Enm Balzategui Dig. Cathre Magistrum auditore Pedro Maldonado die mensis anno 1751. [Biblioteca del Dr. Rafael Martínez Briceño]. 1751c Valsategui in Metaphysicam anno Domini 1751. [Biblioteca General de la Universidad de Antioquia. Mss. N.º 130]. 1752 Dispves [Disputationes] Scholasticae in tres Arlis [Aristotelis] libros de anima. P. R. A. P. Emanuele Balzategui Soctis [Societatis] Ju. [Jesu] Do Phylae [Doctisimo Philosophiae] Cathae [Cathedrae] Profe. Aude [Auditore] Do. Bo. Do. Vicentio Gonzalez D. B. R. M. Semiq [Seminarique] Colle. [Collega] Coll/[Collegii] Purp. [Purpurato] die 17 mensis Februarij: a [anno] Dni. 1752. [Biblioteca de la Universidad de Antioquia. Sign. 129]. s/f Introductio in Universam Aristotelis Philosophiam in qua disputandi methodus declaratur. [Biblioteca General de la Universidad de Antioquia, Mss. 192]. s/f P. Balzategui de 3º et 5º [borrado] Physica Tractibus. [Biblioteca del Instituto Caro y Cuervo de Yerbabuena]. s/f P. Balzategui in 1º Phyca Tractus. [Biblioteca del Instituto Caro y Cuervo de Yerbabuena]. s/f P. Balzategui in Logicam. [Biblioteca del Instituto Caro y Cuervo de Yerbabuena]. s/f Tractatus Theologicus de divina Voluntate per R. P. Emmanuelem Balsategui Soc. Jesu. [Biblioteca del colegio colonial de Caracas]. BARRERA, Andrés de la. 1678 Tractatio theologica De peccatis. Dictante Reuerendo Patre Magistro Andrea de la Barrera, moralis Cathedrae dignissimo Professore. Initium perpetrauit die 19 octobris anno 1678. [Miguel SÁNCHEZ ASTUDILLO. Textos de catedráticos jesuitas en Quito colonial. 137-138]. 1686 Tractatus de Mysterio Incarnationis P. R. P. Andream de la Barrera [en abreviatura] Soc. Iesv Meritissimum Moderatorem Cathedra Imae in sacra Theolo. simulque Rectorem dignissimum Collegii Regalis Dibi Bartolomei. Initium possuit Die 19 Mensis Octobris Anno Domini 1686. [Academia Colombiana de la Historia. Mss. de la Biblioteca Zaldúa]. s/f In Logicam et Physicam. [Inventario de la Biblioteca de la Universidad Javeriana, 1767].


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s/f De Actibus Humanis. Desconocemos el Mss. Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 37. Tractatus de Fide et Charitate [...], fol. 1r. [Allí el autor advierte que el Tratado que va a iniciar sigue al del año pasado sobre los Actos Humanos]. s/f Tractatus de Fide et Charitate P. R. P. Andream de la Barrera, Vespertinae Cathedrae meritissimum profesorem. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 37]. s/f Tractatus de natura Theologiae per R. P. Andream de la Barrera Soc. Jesu. [Biblioteca del colegio colonial de Caracas]. CALDERÓN, Pedro. 1678 Tractatus de Auxiliis P. R. P. Petrum Calderon Dignissimum vespertinae Cathedrae professorem. Initium fecit Die 19 octobris. Anno 1678. [Biblioteca Nacional de Colombia. Ms. 41]. 1680a De Praedestinatione. Tractatus de Praedestinatione, Reprobatione et Providen/tia Dei. P. R. P. Petrum de Calderon, elaboratus cathedram primariam occupantem. 1680. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 51]. 1680b De Scientia Dei. Tractatus de Divina Scientia. P. R. P. Petrus de Calderon elaboratus, Cathedrae occupantem primariam. Initium fecit die 19 octobris 1680. [Bibioteca Nacional de Colombia, Ms. 51]. 1695 MEMORIAL del Reverendissimo Padre Maestro Pedro Calderón, de la Compañia de Jesvs, Procurador General de la Provincia del Nuevo Reyno, y Quito, presentado en el Real, y Supremo Consejo de las Indias en 30 de Marzo de 1693. EN RESPUESTA De otro impreso del Reverendissimo Padre Maestro Fr. Ignacio de Quesada del Orden del Santo Domingo, Procurador General de su Provincia de Santa Cathalina Mártir de Quito. Dalo a la estampa Don Gerónimo Lezcano y Sepulbeda, Doctor en ambos Derechos. Impreso con licencia en Colonia en la Oficina de Hermano Dehmen, año de 1695. s/f Tractatus de Verbo Incarnato. (P. R. P.) Petrum de Calderon primariae cathedrae dignissimum professorem. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 37]. CALVO, Juan. 1669a In universam Aristotelis Logam. Disputationes Authore R. P. Ioann. Caluo Societatis Iesu, et in Xaueriana Sanctae Fidei Academia Philosophiae Magistro. Initium fecit Anno Dmini 1669 praesidio Deiparae Virgis.


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1669b In universam Aristotelis Philosophiam previae dissertationes, vulgo Summulae. Authore R. P. Ioanne Calvo Societatis Jesu Philosophiae Professore. Initium posuit die 19 octobris Anno 1669. [En la Biblioteca Nacional de Quito]. 1670 In octo Physicorum Libros Aristis. Elvcvbrationes authore R. P. Joanne Caluo Societatis Iesu Philosophiae Professore In Collegio S. Fidei. Die 19 octobris Anni 1670. [En la Biblioteca Nacional de Quito]. 1671 Disputationes in Libros Aristotelis de Metaphysica per R. P. Joannem Calvo S. J., Philosophiae Magistrum in hac Xaveriana Academia. 1671. [En la Biblioteca Nacional de Quito]. s/f Disputationes in tres Aristotelis libros de Anima per R. P. Joannem Calvo S. J. Philosophiae Profesorem. [En la Biblioteca Nacional de Quito]. s/f Disputatio 1ª De Generatione et Corruptione substantiali. [Miguel SÁNCHEZ ASTUDILLO. Textos de catedráticos jesuitas en Quito colonial. 77]. CANDELA, Nicolás. 1747 Cursus Philosophicus in quinque Tractatus, et ad Aristotelis mentem consignatus P. R. P. Nicolao Candela Dignissimo Philosophiae moderatore cathedrae. Auditore Dominico Ossorio in hac Xaveriana Universitate Civitas Sactae [sic] Fidei, anno Domini 1747. [Biblioteca del Colegio del Rosario. Mss. 4/127]. CANDELA, Nicolás. P. Nicolaus Candela in Summulas anno Domini. [Biblioteca del Colegio del Rosario. Mss. 4/127]. CATAÑO, Francisco. 1721 Disputationes de Angelis P. R. P. Franciscum Cataño Soc. Jesu, dignissimum vespertinae cathedrae Magistrum auditore D.M.D. Martino de Meaurio. Initium dedit die 29 Mensis octobris. Anno Domini 1721. [Biblioteca Nacional de Bogotá. Ms. 93]. 1725 Tractus de Fide P. R. P. Franciscum Cataño Soc. Jesu dign. Theologiae Professorem. Auditore Dno. Mro. Dno. Josepho de Carvaxal, Divi Bartolomei Coll. Collega. Initium dedit die 20 mensis octobris anno Domini 1725. [Archivo Nacional de Historia. Quito]. s/f Definitorium Morale. [MEDINA. Biblioteca Hispano-Americana, No. 2.805]. s/f Materia de Matrimonio data a R. P. Franco. Cataño D. B. R. M. (Divi Bart. Reg. Mayor) semiaq. (Seminar). Coll. Rectore, et ante eiusdem Coll.


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Collega subscripta a D. D. P. Pedro Maldonado. S. a. n. l. [Biblioteca del Dr. R. M. Briceño]. s/f Tractatus de Incarnatione per R. P. Franciscum de Cattaño Soc. Jesu. [En la biblioteca del colegio colonial de Caracas]. CHACÓN, Luis. 1736 Disputationes Methaphysicae P. R. P. Ludovicum de Chacon Soc. Iesu dignissimum phylosophiae Cathedrae Magistrum. Auditore Mtro. Iosepho Gregorio Dias Quijano. Initium possitum die 23 octobris anni Dni 1736. [Mss. de la Academia Colombiana de la Historia]. 1737 Disputationes in Libros Aristotelis de Anima P. R. P. Aloisium Chacon Dignissimum Phiae [Philosophiae] Magistrum. Auditore D. D. B. S. [S] Iosepho Gregorio Quixano die 1 Mensis Marci anno Domini 1737. [Mss. de la Academia Colombiana de la Historia]. 1739 Tractatus Scholasticus et Theologic. De Dei Scien. P. R. P. Ludovicum de Chacon vere dignum Vespertinae Cathedrae Sacrae Theologiae Magistrum in Universitate Xaveriana Civitatis Sanctae Fidei. Auditore Mtro. Dono Josepho Gregorio Dias de Quixano. Initium dedit 21 octobris anni Domini 1738. Et finem impossuit die 24 Julii anni 1739. [Academia Colombiana de la Historia. Biblioteca Zaldúa]. s/f P. Lvdovicus Chacon in Animam, Ca (?) [...]. [Mss. de la Academia Colombiana de la Historia]. s/f Pater Ludovicus Chacon in Methapysicam. [Mss. de la Academia Colombiana de la Historia]. CHOPERENA, Pedro. 1751 Tractatus Theologicus Schol. de Natura Divina, Attributis, Processionibus et perfectionibus. P. R. P. Petrum Choperena Aud. D. M. de Petro Maldonado die 10 decembris 1751. [Biblioteca del Instituto Caro y Cuervo de Hierbabuena]. 1753a Trac[ta]tus Scholasticus de D[ivi]na Vo[lunta]te P. R. A. P. P[et]rus de Choperena et Cat. Prof. Avditore D. B. D. Elias Vincentio Gonzalez D. B. R. M. Semq [Divus Bart. Reg. Maj. Seminarique] Cll. Colle. Purp. die asueta Mensis Februari anno Dni, 1753. [Biblioteca del E. Luis M.ª Hurtado. Salamina 1882 agosto 2]. 1753b Tractatus Theologicus Schol. De Angelis P. R. A. P. Petrum De Choperena Aud. D. M. D. Petro Maldonado die 20 anno Dni. 1753. [Biblioteca del Instituto Caro y Cuervo de Yerbabuena].


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1756 Tractatus Theologicus de Divina Providentia P. R. A. P. Petrum Choperena. Dig. Theologiae Primarium Auditore Mro. Josepho Joachino Gonsalez D. B. R. M. ac Sem. Coll. Colega Purpurato anno Dni. 1756. [Biblioteca General de la Universidad de Antioquia. Sig. 156]. s/f Tractatus Theologicus de divina auxiliante gratia per R. P. Petrum de Choperena Soc. Jesu. [Biblioteca del colegio colonial de Caracas]. s/f Tractatus Theologicus Scholasticus de Gratia Justificante per R. P. Petrum de Choperena Soc. Jesu. [Biblioteca del colegio colonial de Caracas]. s/f Tractatus Theologicus Scholasticus de scientia Dei per R. P. Petrum de Choperena Soc. Jesu. [Biblioteca del colegio colonial de Caracas]. DAZA, Francisco. 1693 Tractatus de Incarnatione P. R. P. Franciscum Daza Calderon Societatis Iesu dignissimum Theologiae Cathedrae Moderatorem. Initium possuit die 19 octobris, anno Domini 1693. Auditore Ioanne Stepahano Liceras. [Biblioteca Nacional de Colombia. Ms. 84]. s/f Summa tractatus de omnibus censuris, ex doctrina Patris Francisci Daza Societ Jesu: cujus doctrina a quodam discipulo extractata et ad breves aphorismos reducta est. [Biblioteca Nacional de Bogotá. Ms. 84]. s/f Summa Tractatus de Sacramento Matrimonii, in duos libros distributi per modum aphorismi e doctrina P. Francisci Daza, Societatis Iesu. [Biblioteca Nacional de Colombia. Ms. 8]. ESCOBAR, Jerónimo. 1637 Disputationes theologicae: De existentia et Essentia Dei et De Beatitudine, 1637. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 24]. 1638 y 1657 Elucidarium trium virtutum theologicarum. 1638 y 1657. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 30]. 1641a Controversiae de actibus humanis. 1641. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 23]. 1641b Liber unicus de virtutibus in communi. 1641. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 23]. 1641c Proemiales Sacrae Theologiae. 1641. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 25]. 1643 De Divina Providentia, Praedestinatione et Reprobatione. 1643. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 28].


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1647 Controversia de Angelis. 1647. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 26]. 1658 De Scientia Dei. 1658. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 28]. 1659 De Voluntate Dei. 1659. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 28]. 1662 Controversia de divina gratia. 1662. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 27]. 1664 Liber unicus de beatitudine. 1664. s/f De Trinitate. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 27]. EUSA, Martín de. 1667 Tractatus de Venerabili et profundo Eucharistiae Sacramento P. R. P. Martinum de Evssa Sacrae theologiae professorem. In Xaveriana Acca. Anno Dni. 1667. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 95]. 1668 Controuersia De Restitutione Necessaria Pro Injuriis et Damnis in omnibus humanorum bonorum generibus P. R. Pm. Magistrum Martinum de Eusa Societatis Jesu Publicum Moralis Cathedrae Professorem in Xª Accademia. Initum dedit die 19 octobris anno Dni. 1668. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 95]. 1678 Tractatus de Dei Visione P. R. P. Martinum de Eussa Cathedrae primariae, Dignissimum Professorem. Initium patravit Die 13 M[ensis] octobris Anno 1678. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 41]. s/f Tractatus de inscrutabili atque altissimo Trinitatis Misterio. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 51]. FERRARO, Juan Antonio. 1757 Liber Primus Phisicorum de Principiis Intrinsecis Corporis Naturalis Completi. Año 1757. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 153]. 1762 Trac Theogo Scholasticus De Deo Trino P. R. P. Ioannem Ferraro. Digmum Vesp. Che. [cathedrae] Magistrum. Audi. D. D. B. Emm Quixano. Die 20 octob. Anno 1762. [Mss. de la Academia de la Historia]. 1764 Disputationes tehologico-scholasticae de Deo homine p. r. a. p. Joan. Antonium Ferraro dignissimum cathedrae primariae. Professm. auditore d. b. d. Ilphonso Sierra s. Barth. reg. maj. sem. coll. pur. collega sancta fidensi Xavna. vrte ann. domini 1764. [Mss. de la Academia de la Historia]. s/f De iustitia et iure. [Mss. de la Academia de la Historia].


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s/f Tractatus bipartitus de gratia habituali et merito p. r. a. P. Ioann. Antonium Ferraro soc. jes. dign. primariae cathedrae profesorem in Vniversitate Xaveriana sanctafidensi. [Mss. de la Academia de la Historia]. FERRER, Ignacio. 1729 In Logicam. Sanctafide, anno MDCCXXIX. [Biblioteca San Bartolomé (La Merced)]. 1730a Disputationes in libros de Methaphisica. P. R. P. Ignatium Ferrer dignissimum Philosophiae Professorem, anno MDCCXXX. [Biblioteca del Colegio San Bartolomé (La Merced). Sección Manuscritos y Libros antiguos]. 1730b In Physicam, 1730. Haec est Physica Patris Ferrer, Auditore D. Dominico Emmanuele Perez et Guzman Diez Bart. Collegij Collega purpurato; et nunc Rectore Populi de Doldanillo et examinatore Synodalis […]. [Biblioteca del Seminario de Popayán]. 1731a Disputationes scholasticae in Aristotelis libros de Anima. P. R. P. Ignatium Ferrer dignissimum Philosophiae Professorem, anno MDCCXXXI. [Biblioteca del Colegio San Bartolomé (La Merced). Sección Manuscritos y Libros antiguos]. 1731b Theses ex Artis Philosophiae desumptae. Def. In hoc D. B. Coll. A Bllro. A Francisco Nagle, eiusdem Col. Sem. Co praep. R. P. P. Ignatio Ferrer Soc. Jesu Phil Cathedrae dignissimo Maô. Die 9 mensis Julii anno Domini 1731. [Biblioteca Nacional de Colombia. Libros raros y curiosos. Mss. 255, Miscelánea]. s/f Metaphisica aristotelica iuxta mentem utriusque Doctoris Angelici et Eximii jesuit. auditore P. Dominico Enm. Perez et Guzman Barth. Collegii Collega purpurato et nunc Rectore Populi Roldanillo. 272 folios. [Biblioteca del Seminario de Popayán]. s/f P. Ferrer in Physicam. [Biblioteca del Seminario de Popayán]. FUNES, Martín de. 1588a Theologica Dispvtatatio de vitiis et peccatis in genere. Praeside R. P. Martino Fvnes, Societatis Iesv, S. Theologiae Professore Ordinario; Respondente R. D. Matthaeo Scholastico artivm liberlaivm et philosphiae magistro, in Civitate S. Viti Parocho, ac S. Theologiae Baccalaureo Biblico, pro secunda in eadem facultate laurea consequenda; in alma Academia Graecensi Anno MDLXXXVIII [1588],


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die […]. Nouembris publice proposita. Graeci, Excudebat Georgius Widmanstadius, 4º, p. 17, sld. 1588b Theologica Dispvtatio de Deo vno. Praeside […] Respondente P. Floriano auancino eiusdem Societatis Theologiae studioso In Alma […] Anno MDLXXXVIII [1588] die […] Nouembris […] Graeci, Excudebat Georgius Widmanstadius, 4º, p. 14. 1592 Dispvtatio de Fide ivstificante, habita in Alma Academia Graecensi die II Iunij Anni 1592. Praesidente R. P. Martino Fvnes e Societate Iesu, Sacrosanctae Theologiae Doctore, et eiusdem ibidem Professore ordinario, Arguente vero Balthasare Fischero, Sectae Lutheranae ministro. Dicata et oblata eidem Fischero, vt suos inde errores manifeste deprehendat. Edita a Petro Simenio Societatis Iesv Doctore Theologo. Graecii, Excudebat Georgius Widmanstadius, 8º, fol. 39. 1598 Specvlvm morale, et practicvm. In qvo medvlla omnium casuum conscientiae continetur. Pro confessariis et penitentibus extructu. Nvmqvam antehac in lucem editum: Nunc vero ex Methodica doctrini Martini Funes Hispani, Doctoris Theologi desumptum, et in certa capita ac numeros distinctum. Pars prima. Qva praecepta Decalogi, Methodice explicantur, ac in species morales vltimas distribuuntur. Constantiae, Ex officina Nicolai Kalt, MDXCVIII [1598], 12º, ff. 40, sdl. s/f Funes de sex vltimis praeceptis. [Archivo Histórico Nacional. Sign. 136]. s/f Tabvlae methodicae totius moralis theologiae P. Martini Funes Vallisolitani Doctoris Theologiae Societatis Jesu Commentariis eiusdem illustrata Cum octuplici Indice. [Biblioteca Nacional de Colombia. (Ms. 136). Archivo Histórico Nacional (Ms. 228)]. GODOY, Jerónimo. 1742a Dialecticae seu Logicales regulae vulgo Summunculae, nuncupatae A. R. P. Hieronymo De Godoy Socie. Iesu. Aut. [Auditore] D. Joanne Ignatio Solorzano D. Bart. R. M. S. Collegii Coll. Purp. 1742 (?). [Biblioteca del Instituto Caro y Cuervo de Yerbabuena]. 1742b Patris Godoy Summunculae Anno Domini 1742 (?). [Biblioteca del Instituto Caro y Cuervo de Yerbabuena]. GRACIÁN, Tomás. 1619 “Romance” en los preliminares de las Excelencias, Vida, y Trabajos del Padre Fray Geronymo Gracian de la Madre de Dios Recopiladas


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por el Licenciado Andres de Marmol, Abogado en los Consejos. Valladolid, año 1619. GRANADOS, Francisco. s/f Pater Franciscus Granados in 1 Lib. Physicae. En 4º, de 161 hojas. [Biblioteca Nacional de Quito]. s/f Praeviae disputationes Summulisticae ad Logicam Aristotelis juxta mentem & saniorem doctrinam Exij, Doctoris Venerabilis. P. R. P. Franciscum Granados Sociertatis Jesu Philosophiae Cathedrae Magistrum. Auscultante D. D. Josepho Araos. [Biblioteca Nacional de Quito]. s/f Tractatus Theologico-moralis de humanorum actuum natura et qualitatibus. [Biblioteca del Instituto Caro y Cuervo de Yerbabuena]. s/f Tratado sobre la Eucaristía. [En el prólogo del Tractatus Theologicomoralis de humanorum actuum natura et qualitatibus hace alusión a este Tratado]. GUERRERO, Francisco. 1627 Aprobación de la obra: Naturaleza, policía sagrada y profana […] de todos los Etíopes, por el P. Alonso de Sandoval S. J. Sevilla, M.DC. XXVII. En 4º”. 1636 Aprobación del “Curso de artes” del P. Peñafiel en 1636. [Archivo inédito Uriarte-Lecina]. 1666 Aprobación de la obra: R. P. Didaci de Avendaño […] Amphitheatrvm misericordiae […]. Lvgdvni, M.DC.LXVI. En fol. s/f “Colección de respuestas a varias consultas”. [Archivo inédito Uriarte-Lecina]. s/f Tractatus aliquot theologici. [Archivo inédito Uriarte-Lecina]. HERRERA, Francisco. 1704 Tractatus de Sancto Sacramento de Poenitentiae P. R. P. Franciscum de Herrera Soc. Iesu. 1704. [Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 94]. s/f Tractatus de Arcano Trinitatis Misterio. Per Reuerendum admodum Patrem Franciscum de Herrera dignissimum Theologiae Professore. A. D. D. Augustino de Castañeda. [Biblioteca Nacional de Quito].


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HERRERA, José Matías. 1698a Tractatus de arcano Trinitatis mysterio A. R. P. A. P. D. Iosepho Mathia de Herrera societatis IESV dignissimum Primariae cathedrae Moderatore Mr. Gijon. Initium possuit Anno Dni 1698, Die 20 Octobris. Auditores Michaele de Montalvo eiusdem Societatis. [Academia Colombiana de la Historia. Mss. de la Biblioteca Zaldúa]. 1698b Tractatus de Sacrosanto Triados mysterio P. R. P. Iosepho Mathia de Herrera Primariae Cathedrae Sapientissimum Magistrum die 19 Octobris Anno 1698. [Academia Colombiana de la Historia. Mss. de la Biblioteca Zaldúa]. JULIAN, Antonio. 1764a De Deo Homine. Tractatus Scholastico-Theologicus de perfectionibus Christi Domini et eius matris. P. R. A. P. Antonium Julian Soc. Jesu dign. vespertinae Cathe. Prof. Auditore B. D. Ildephonzo Sierra D. B. R. M. S. C. P. C. Anno Dni. 1764. [Biblioteca del Colegio del Rosario. Mss. 4/126]. 1764b De perfectionibus Christi. 1764. [Biblioteca del Rosario. Mss. 4/126]. 1765a De Deo uno et trino. 1765. [Biblioteca del Rosario. Mss. 4/126]. 1765b Tractatus Scholastico-Theologicus de Deo uno et trino. P. R. A. P. Antonium Julian Soc. Jes. vesp. Cathedr. Profesorem. Auditore B. Ildephonzo Sierra S. Barth. reg. Maj. et semin. Collegi purpurato collega in Vrsitate Xaveriana, die 20 Mensis octobris anno Dn. 1765. [Biblioteca de la Academia de la Historia. Colección Zaldúa]. 1769 Tractatus Theologico-Scholasticus de Auxiliis elaborat. a P. Antonio Jualian S. J. Anno 1769. [Archivio Vescovile. Ms. 53]. 1787 La Perla de América, Provincia de Santa Marta, reconocida, observada y expuesta en discursos históricos por Don Antonio Julián. Madrid, Antonio de Sancha, 1787. 1790a Dissertazione critico-espositiva sopra una parte del capitolo 3 della Epistola 2 di S. Pietro, che discopre aver GesuCristo visitato e predicato alle genti americane prima della sua ammirabile ascensione al cielo. Roma, 1790. 1790b Trasformazione Dell America ossia Trionfo Della S. Chiesa Sulla Rovina della Monarchia del Demonio in America Dopo La Conquista Fattane Da’ Monarchi Della Spagna: Con Riflessioni Apologetiche, e coll’ aggiunta di una Dissertazione Critico-Espositiva, nella quale spiegandosi le parole di S. Pietro Epi I. c. 3. Qui increduli fuerant in diebus Noe, cum fabricaretur Arca vv. 18, 19, 20. Dimostrasi con valide ragioni, essere


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tutto ció accaduto nell’America. Opera Del Sacerdote Antonio Juilán per molti anni Missionario in quelle parti. In Roma, MDCCXC [1790]. 1994 Monarquía del diablo en la gentilidad del Nuevo Mundo Americano derribada y destruída por los Católicos Monarcas de España: Triunfos de la religión en los dominios conquistados con la fe, valor y armas de los españoles: con reflexiones para confundir a los anticatólicos mordaces émulos de la nación española benemérita de todas las naciones del orbe en conquista tan gloriosa. Historia interesante a la Religión y Monarquía. Compuesta por don Antonio Julián ex-Jesuita. Transcripción e introducción por Mario Germán Romero. Santafé de Bogotá, Instituto Caro y Cuervo, 1994. s/f Expositio singularis super caput XII Danielis in illa, praesertim verba: “usquequo fines horum mirabilium” usque ad finem capitis. (Mss.). [HERVÁS Y PANDURO. Biblioteca jesuítico-española, 310]. s/f Sistema Theologicum Scholastico Dogmatico de Dei Scientia et Providentia Jesuiticum. [Archivio Vescovile. Ms. 67]. s/f Tractatus theologicus de vera Christi Ecclesia. [Archivio Vescovile. Ms. 66]. LAZARRAGA, Gerónimo. 1609 Brevis Introductio in Logicam Arist., 1609, 35 h. [Seminario de Valladolid]. 1610 Commentarii in octo Libros Physicorum Arist., 1610, 192 h. [Seminario de Valladolid]. 1611 Commentarii in duos Libros de Generatione & Corruptione Arist., 1611, 120 h. [Seminario de Valladolid]. s/f Quaestiones in Vniversam Physicam, 190 h. [Seminario de Valladolid]. LEAL, Joaquín. 1767 De gratia sanctificante. [Biblioteca de la Universidad Javeriana en 1767]. 1768 Geniale antimodernum philosophicum antiquo Aristotelicum […] elaboratum a R. A. P. Joachimo Leal e S. I. Eugubii, 1768. [Archivio Vescovile. Mss. 15]. 1769a Pars prima Philosophiae. Logica rationalis. Meted. haud spernenda elaborata a R.P. Joachino Leal Soc. Jes. Et dicata Principi Militiae Caelestis Divo Machaeli Arch-Angelo. Eugubii, Anno Domini 1769. [Mss. En la Biblioteca del Colegio de Lovaina]. Es el mismo texto que reposa en el Archivo de Vescovile: Pars Prima Philosophiae Logica Rationalis metodo haud speranda elaborata A. R. A. P. Joachimo Leal S. J.


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Philosophiae Preofesore dignisimo. Eugubii, 1769. [Archivio Vescovile. Mss. 114]. 1769b Pars Tertia Philosophiae sive Psicología R. A. P. Joachimi Leal S. J. Eugubii, 1769. [Archivio Vescovile. Mss. 115]. 1770 Tertia pars Philosophiae sive Ontologia. Eugubii, 1770. [Archivio Vescovile. Mss. 113]. s/f Pars altera Philosophiae, seu Phisica universalis A. R. A. P. Joaqhimo Leal philosophiae Profesore dignísimo. Eugubii, 177º. [Archivio Vescovile. Mss. 129]. s/f Tractatus de Animastica a Joachimo Leal elaboratus. [Archivio Vescovile. Mss. 18]. LUGO, Francisco. 1638 Opvscvlvm de Sacramentis in Genere. Per Patrem Franciscum de Lugo Hispalensem, e Societate Iesu Theologiae professorem. 1638. Vallisoleti. Ex Typographia Antonij Vazquez a Sparça (4 hojas) 107 fols. (5 hojas). 1642 Decvrsvs praevivs ad Theologiam moralem: sive de principiis moralibvs actvvm hvmanorvm. Hoc este de Conscientia, et motv animi volvntario. Opus in Partes duas tributum. Auctore R. P. Francisco de Lvgo, Hispalensi, Societatis Iesv, Sacrae Theologiae professore. Anno [escudo con IHS] 1642. Cvm privilegio. Mantvae Carpetanoruvm. Typis Francisci Martinez. Impensis Petri Coello Bibliopolae. (4 hojas) 424 pags. (1 hoja). 1652 Tractatvs de septem Ecclesiae Sacramentis Praxim potius, quam speculationem attendens, et intendens. Per P. Franciscvm de Lvgo Hispalensem, è Societate Iesv Theol. ae professorem. Prodit nunc primum. Perillustri, ac Reuerendissimo Praesuli D. Don Thimotheo Podiano de persia Congregationis Olivetanae Abbati, Procuratori Vigeilantissimo, D. [escudo con IHS] Venetiis, apud Baba, MDCLII [1652]. Svperiorvm permissv et privilegio. (10 hojas) 772 pags. 1657 R. P. Francisci de Lvgo hispalensis e Societate Iesv, Theologiae Scholasticae in I p. D. Thomae: continens tres libros, I. De Deo. II. De Trinitate. III. De Angelis. Cvm indicibvs necessariis nvnc primvm in lvcem prodit. [escudo de editores] Lvgdvni, Sumpt. Haered. Petri Prost, Philippi Borde, et Laurentij Arnaud. MDCXLVII [1657]. Cvm privilegio Regis. (12 hojas) 1136 pags. (16 hojas).


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MALDONADO, Antonio. 1669 Morale opus De Peccatis Per Rm. Pm. Magistrum Antonium Maldo. Publicum Moralis Cathedrae Moderatorem in hac Xava Accadª Soc. Iesu. Incipit die 19 octo Anno Dn. 1669. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 95]. s/f De actibus humanis. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 95]. s/f De Divinis auxiliis. [En el Proemio del fol. del Opus theologicum de dina prouidentia […] se hace alusión al Tratado de Divinis auxiliis]. s/f Tractatio theologica De peccatis. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 95]. s/f Tractatus de divina praedestinatione et reprobatione per R. P. Antonium Maldonado Soc. Jesu. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 95 y 46]. MARTÍNEZ DE RIPALDA, Juan. 1704 De usu et abusu Doctrinae Divi Thomae, pro Xaveriana Academia Collegii Santaefedensis in Novo Regno Granatensi, etc. Aucthore P. Joanne Martinez de Ripalda Navarro ex Urbe Olitensi, in eadem Academia Theologiae Professore, postea ejusdem Academiae et Collegii Rectore; nunc misso Procuratore ad utram Curiam Pontificiam et Regiam Matritensem. Prima Pars. Philosophica. Leodii, apud Guilielmum Henricum Streel, suae Serenissimae Celsitudinis Typographum, MDCCIV [1704], fol. 6 ff., p. 244 et 346. Secunda Pars. Theologica, p. 259. s/f Tractatus de Smo. Mysterio de Eucharistia per R. P. Joannem de Ripalda Soc. Jesu. [Biblioteca del colegio colonial de Caracas]. MEAURIO, Ignacio. 1705 Tractationes physicae Ignativs Meavrio Societatis Jesv dignissimum phyae Magistrum auditore D. B.(artholomeo) Josepho Victorino de Luna; Initium dedi die 10 Octobris 1705. [Biblioteca Nacional de Colombia, Mss. 151]. MIMBELA, Mateo. 1693 Physices Tractatus P. R. P. Matheum Mimbela Societatis Iesv dignissimum philosophicae Cathedrae Praeceptorem Huius Xaverianae Accademiae Civitatis Sanctae Fidensis. Die vigessima Mensis Octobris. Anno a


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Nativite (sic) 1693. Ioanne de Herrera Auditore. [Biblioteca de la Academia Colombiana de la Historia. Mss. 149]. 1699 Tractatus de Essentia et Attributis Dei P. R. P. Matheum Mimbela Vespertinae Cathedrae Moderatorem dignissimum. Initium dedit die 19 mensis octobris. Anno 1699. [Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia. Biblioteca Zaldúa]. [In Tractatum de Divina Essentia et attributis Authore P. Matheo Mimbela]. s/f Brevis tractatus de caelo et astris. [Biblioteca de la Academia de la Historia. Ms. 149]. MOLINA, José. 1737 Tractatus Scholasticus et theologicus de Divina Providentia et Praedestinatione. P. R. P. Iosephum de Molina Cathedrae primariae dignissimum Praeceptorem. Auditore D. Mtro. D. Jospeho Gregorio Dias Quixano D. B. R. (Divi bart. Realis) Maioris, initium dedit die 21 octobris anni Dni. 1737. [Ms. de la Academia de la Historia, de la Biblioteca Francisco Javier Zaldúa]. s/f Disputationes in 7 Arist. Physicorum libros per R. P. Josephum de Molina Soc. Jesu. [Biblioteca del colegio colonial de Caracas]. s/f Tractatus Theologicus Scholasticus de Diuina Scientia P. R. A. P. Iosephum de Molina Dignissimum Primariae Cathedrae Professorem. [Biblioteca Nacional de Bogotá. Ms. 65]. MONCADA, Antonio Ramón. 1640 Tractatus de Dei visione a R. P. Antonio Ramon Societatis Jesu Theologiae meritissimo Professore. Initium dedit Die 19 Octobris Anno Domini 1640 in Gregoriana quitensi Academia. [Miguel SÁNCHEZ ASTUDILLO. Textos de catedráticos jesuitas en Quito colonial, 99]. 1661 Tractatus de Vsu et abusu Scientiae Mediae. P. R. P. M. Antonium Ramon de Moncada primario Theologicae facultatis publico Professore. Initiavit die 19 octobris anno Domini 1661. [Miguel SÁNCHEZ ASTUDILLO. Textos de catedráticos jesuitas en Quito colonial, 99]. PAGÉS, José. 1748 Trac. Theolo/co Schol. de perfecbus, Christi Dni. P. R. A. P. Josephum Pages Soc. Jes. D. Vespertinae chae. Profesore Audit B. Didaco de Balza cll. Collega. Anno Dni. 1748. [Biblioteca del Dr. Rafael Martínez Briceño].


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1752 Tractatus Theologico-Scholasticus de Iustificatione impiorum ac de Iustorum meritis. P. R. A. P. Iosephum Pajes digniss. vespert. cath. Professorem die 20 octobris anno Dni 1752. [Biblioteca General de la Universidad de Antioquia. Signatura 132]. 1754 1) Tractatus Theologico Scholastico De Deo hone [homine] siue de Dino [Divino] Vbo [Verbo] incarnato. P.R.A.P. Josephum Pages Vespertinae Cathedrae Dignimum moderatorem. Auditore. D. Dre. D. Vicentio Gonzalez hujus Coll Colle [collega] Purpur. Anno Domini 1754. 2) Disputatio Vnica de Castitudine Inmaculatae Conceptionis Veatissimae Virginis Mariae. [Biblioteca General de la Universidad de Antioquia. Sign. 161]. PAVA, Diego de la. 1764 Disputatio potissima de Paradysi natura. Anno 1764. [Biblioteca Nacional de Bogotá]. RANGEL, Lucas. s/f Tractatus aliquot theologiae in schola dictatus a P. Ludovico Rangel. [Archivo inédito Uriarte-Lecina]. RICO, Juan Bautista. s/f Controversia de Inefabile divinae Incarnationis mysterio prologus P. R. P. magistrum Ioannem Batistam de Rico Societatis Jes. Sacrae theologiae professorem. [Biblioteca de los Padres Dominicos. Bogotá]. s/f Tractatus de divina Voluntate A quaestione decima nona Vsque ad quaestionem bigesimam primam Per Reuerendissimum Patrem Magistrum Joanem Batista de Rico Societatis Jesu Sacrae theologiae professorem. [Biblioteca de los Padres Dominicos. Bogotá]. ROJAS, José. 1659a Tract. de Decretis. P. R. P. M. Petrum de Rojas. Initiavit Die 20 Octobris anno Dni. 1659. [Miguel SÁNCHEZ ASTUDILLO. Textos de catedráticos jesuitas en Quito colonial. 118]. 1659b Tractatus de Peccatis per R. P. M. Petrum de Rojas. 1659. [Biblioteca Nacional de Quito]. 1720 Casus matrimonialis resolvitur. [Archivo Histórico Nacional, Mss. 1720: Civiles/ Demandas/ Casamientos Dispensas/ Ma/trimoniales/ Presentaciones/ Beneficios/].


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1738 Tractatus Scholasticus de proemialibus Theologiae Et disputationibus gratiae actualis P. R. P. Iosephum de Roxas Velasco et Camacho dignissimum Sacrae Theologiae primariae Chatedrae Magistrum Studiorumque Praefectum in Universitate Xaveriana Sanctae Fidei. Auditore D. Mtro. Iosepho Gregorio Dias de Quixano. Initium 21 octobris anni Domini 1738. Finem Possuit die 23 Julii anni Domini 1739. [Biblioteca Nacional de Bogotá. Ms. 86]. s/f Pater Iosephus Roxas de (Gratia) auxiliante. [Ms. de la Academia de la Historia]. s/f Tractatus de Praedestinatione Santorum et inpiorum Reprobatione. Per R. P. Magistrum Petrum de Rojas. [Miguel SÁNCHEZ ASTUDILLO. Textos de catedráticos jesuitas en Quito colonial. 120]. s/f Tractatus de Scientia Dei In Communi P. R. P. M. Petrum de Rojas in hac Quitensi Vrsitate Theologi Chatedr Professore. [Miguel SÁNCHEZ ASTUDILLO. Textos de catedráticos jesuitas en Quito colonial. 100]. ROMEO, Juan José. 1721 Disputationes de Sacramento Eucharistiae. P. R. P. Ioannem Romeo Societatis Iesu dignissimum Moralis Cathedrae Magistrum. Auditore D. M. D. Martinum de Meaurio. Initium dedit 20 Mensis Octobris. Anno Domini 1721. [Biblioteca Nacional. Mss. 93]. s/f Tractatus de Sacramento Poenitentiae. R. P. P. Joannem Romeum Soc. Jesu Moralis Cathedrae Magistrum. [Biblioteca Nacional de Quito]. ROMERO, Juan Manuel. 1699 Tractatus de Peccatis a R. P. Ioanne Emmanuele Romero Societatis Iessu Dignissimo Moralis Cathedrae Magistro. Anno Dni. 1699. Proemium. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 82]. TEJADA, Juan Andrés. 1722 De merito. Per Patrem Andream de Texada. Auditore D. M. D. Philipo de Galvis y Gomez del Rincón die 20 anno Dni 1722. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 99]. 172(?) Ellucidationes de Gratia actuali et habituali. P. R. P. Ioannem Andream de Texada Societatis Jesu, dignissimum primariae cathedrae Magistrum. Auditore D. M. D. Martino de Meaurio. Initium dedit die 20 Mensis Octobris. Anno Domini 172(?). [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 93].


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TERREROS, Diego. s/f Tractatus theologicus scholasticus de divina Scientia per R. P. Didacum Therreros Soc. Jesu. [En la biblioteca del colegio colonial de Caracas]. TIRADO, Lorenzo, dice: 1763 Tractatus Theologico-moralis de Iustitia et Iure Auctore P. Laurentio Tirado. Anno Dni. 1763. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 247]. 1764a “Prolegomena in Sacram Scripturam R. R. P. Laurentium Tirado dignissimum Sacrae Scripturae expositorem. Fin de este tratado del año 1764 […] [Biblioteca Nacional de Bogotá]. 1764b Prolegomena in Sacram Scripturam R. R. P. Laurentium Tirado dignissimum Sacrae Scripturae expositorem. Fin de este tratado del año 1764 […]. [Biblioteca Nacional de Colombia]. s/f Ad illa verba: Et exultavit Spiritus meus in Deo Salutari meo. Lucae 1, v. 47. Dissert. 1ª An in Beatissima Virgine extinctus in prima sanctificatione fuerit fomes peccati? [Prolegomena in Sacram Scripturam, desde el folio 32r al 43v]. s/f Commentarii in 1um et 2um caput Geneseos. [Prolegomena in Sacram Scripturam]. s/f Commentarii litterales in Threnos seu Lamentationes Hyeramiae Prophetae. P. R. P. Laurentium Tirado dignissimum Sacrae Scripturae expositorem. [Archivo inédito Uriarte-Lecina]. TORRE, Bartolomé de la. s/f De Voluntate Dei. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 64]. s/f Tractatvs theologicvs de scientia Dei. Authore reverendissimo Patre Batholomeo Latorre Sculpsit. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 64]. TORRES, Jaime. s/f De re theologica tractatus varii. [Archivo inédito Uriarte-Lecina]. s/f Totius Jesuitico-Aristotelicae Logicae sive Philosophiae rationalis compendium. [Archivo inédito Uriarte-Lecina].


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TRÍAS, Francisco Javier. 1754 Physica. 1754. [Actualmente esta obra se halla registrada con la sigla 140.T.821 p., en la Colección Patrimonio Documental del Sistema de Bibliotecas de la Universidad de Antioquia, Consta de 252 folios]. 1755a P. Franciscus Xaverius Trias de Anima et Generatione. Consta de dos partes: la primera corresponde al Tratado De Anima et Generatione. Concluye: Haec Animastica finita fuit a me D. B. D. Bernardo Vizentio Gonzales 1755, fols. 51; la segunda comienza en el fol. 52r con este título: Liber Phisiolog. (cus) de Ortu et Interitu. Termina en el fol. 63. Anno Domini nostri 1755, die 30 mensis junij. [Biblioteca de la Universidad de Antioquia. Sign. 167]. 1755b P. Trias in Metaphisicam Anno. 1755. Comprende tres partes: la primera De Metaphisicis Quaestionibus, en el fol. 79v: “Finem dedimus huic operi die 25 mensis Januarij anno Domini 1755”. fols. 1-80; la segunda Liber I, De Essentia et Existentia speciebus et perfectionibus animae, termina: “se acauo el dia 10 de Maio del año 1755”. fols. 1-58; la tercera “Lib. Physiologicus. De Ortu et Interitu. Oi dia 30 de junio se acabo, anno Domini 1755”. fols. 1-13. s/f Metaphysica Aristotélica. [Biblioteca Nacional, encuadernada en el mismo volumen de la Physica Specialis et Curiosa y catalogada con el registro RM-97]. s/f Phisica Specialis et Curiosa. [Biblioteca Nacional. RM. 97]. URBINA, José. 1647 Disputationes In octo Libros Physicorum Artis Stagyritae. A. R. P. Iosepho de Vrbina Soc. Ies. In Xaueriana Academia Phis. Profess. Die 19 Octob. Ann 1647. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 53]. VALLS, José Ignacio. 1752 Tractatus Theologico Moralis De Conscientia Authe R. P. Josepho Vals Soc. Jesu. Audito. D. Mro. Dno. Petro Maldonado D. B. R. M [Divi Bart. Reg. May.] Seminario Colleg Purpurato Collega. Anno Domini 1752. [Biblioteca del Instituto Caro y Cuervo de Yerbabuena]. VARILLAS, Juan Antonio. 1697 Tractatus de Conscientia A. R. P. A. P. Ioanne Antonio Varillas Soc. Iesu. Moralis Cathedrae profesore. Proemium. 1697. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 82].


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1698 Tractatus perutilis de actibus humanis a R. P. Mro. Ioanne Antonio Varillas Moralis Cathedrae dignissimo Proemium. 1698. [Biblioteca Nacional de Colombia. Mss. 82]. VERGARA, Fernando. s/f Cuestiones canónicas. s/f Resoluciones morales o explicación de los contratos en común y en particular. VINANS, Simón. 1737 Controversia de Deo Trino et Uno P. R. P. Simonem Vinans Dignissimum Cathedrae Sacrae Scripturae Magistrum. Auditores D. Mtro. D. Josepho Quizano D. B. Collegii Collega. Initium dedit die 23 octobris anni Dni. 1737. [Academia de la Historia. Biblioteca Zaldúa]. YARZA, José. 1762-1763 Dissertationes de Physico auditu. 1762-1763. 1763 Disertationes Scholastico-empiricae in Generalem Aristotelis Physicam iuxta utriusque Doctoris Angelici et Eximii mentem elaboratae [“figura como primera parte del Tractatus Philosophicus anónimo. Pero fue dictado en el segundo semestre de 1763 como consta a f. 27v.”]. 1764a Metaphysica. 1764. [Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 258]. 1764b Tractatus Theologico-Moralis de Censuris ecclesiasticis P. R. A. P. Josephum de Yarza dign. moralis. cathedrae Prof. Auditore B. D. Ildephonso Sierra Ann. Dni, 1764. [Biblioteca Nacional de Bogotá. Mss. 258].


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ASB

Archivo del Colegio Mayor de San Bartolomé. Bogotá

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Bogotá. Archivo de la Provincia Colombiana de la Compañía de Jesús (APC) Libro Quinto de la Iglesia y Sacristia del Colegio de la Compañia de Jesus de Sancta Fe, hecho por orden del muy reverendo Padre Pedro Calderon Provincial de ella en esta Provincia del Nuevo Reyno. Año de 1701. Bogotá. Archivo del Colegio Mayor de San Bartolomé (ASB) Libro de la Universidad y Academia, fundada en el Colegio de la sagrada Religion del dulce nombre de Iesus desta ciudad de Sanctafe; en que se escriven y assientan los examenes que se hazen a los estudiantes en ella y sus aprovaciones y grados que se dan en las sciencias y facultades de Artes y sagrada Theologia, en conformidad de las Bulas y breves Apostolicos y Cedulas Reales concedidas a la dicha Religion y sus Colegios. Siendo Secretario della Alonso Rodriguez Vernal, por título de los superiores de la dicha Religion, el qual mando hacer e hizo este libro. Libro de gasto ordinario y extraordinario deste Collegio de San Bartolomé. Libro de la Universidad y Academia. Bogotá. Archivo Nacional de Colombia (ANB) Asuntos Eclesiásticos, t. 3, Caciques e indios, t. 12, Censos Boyacá, t. 1, Censos Cundinamarca, t. 8, Colegios, 1, 3, 6, Conventos, t. 75, Curas y obispos, 8, 9, 14, 19, 20, 28, 36, 43, 51, Empleados Públicos. Miscelánea, t. 27, Gobierno, t. 1, 2, Impuestos varios. Cartas, t. 13, Médicos y abogados, t. 13, Milicia y Marina, t. 128, 135, 137, Miscelánea, t. 54, 56, 62, 63, 68, 80, 89, 90, 130,


Sigl as, archivos y bibliografía

425

NOTARÍA PRIMERA, t. 91, 97, NOTARÍA SEGUNDA, t. 90, 91 (1702-1703), 92, 98 (1709), 112 (1747-1748), 115 (1751-1752), 140 (1726), 175, NOTARÍA TERCERA, t. 148 (1721), 151, 158, 160 (1728), 160 (1729), 160 (1730), 160 (1734), 169 (1733), 182, Real Audiencia, t. 13, Real Audiencia. Cundinamarca, 15, Reales Cédulas, 5, 9, 23, Temporalidades, 5, 7, 11, 12, 13, 16, 17, 22, 23, Testamentarís Boyacá, 9, Tierras Bolívar, t. 11, Virreyes, t. 19. Bogotá. Biblioteca Nacional de Colombia Mss. 4, 8, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 37, 41, 46, 51, 57, 65, 84, 86, 93, 95, 99, 105, 136, 153, 255, 257, Libros raros y curiosos. Mss. 17, 130. Bogotá. Biblioteca del Colegio del Rosario Mss. 4/126. Caracas. Archivo Universidad Católica Andrés Bello (AUCAB) Libro de Consultas. Gubbio. Archivio Vescovile (Italia) Registro dei Morti. Catt., n.º 27, Mss. 15, 53, 66, 67, 18, 114, 115, 129, Ordinazioni, b.27/13.


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L a F a c u l t a d d e Te o l o g Ă­ a de la Universidad Javeriana (1612-1773) Se terminĂł de imprimir en el mes de diciembre de 2017, en los talleres de Javegraf, BogotĂĄ, D.C., Colombia. Compuesto con tipos Stone serif y Stone sans serif e impreso en propalibros de 75g.


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