EL BAUTISMO DEL SEÑOR
(Mt 3,13-17) En aquel tiempo, fue Jesús de Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara. Pero Juan intentaba disuadirlo, diciéndole: «Soy yo el que necesito que tú me bautices, ¿y tú acudes a mí?». Jesús le contestó: «Déjalo ahora. Está bien que cumplamos así todo lo que Dios quiere». Entonces Juan se lo permitió. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz del cielo que decía: «Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto».
«Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto».
P. Miguel Carmen Hernadez, SSP
EL BAUTISMO DEL SEÑOR
Queridos hermanos, estamos
vida de Jesús, en él tenemos celebrando la fiesta del Bautis- la tarea de hacer crecer y mamo del Señor con la cual ce- durar nuestra fe en aquel que rramos el tiempo de Navidad se ha encarnado, que ha padey comenzamos el Tiempo Or- cido, que ha muerto y que ha dinario. La navidad sido para resucitado librándonos de la nosotros un tiempo de alegría muerte. Asimismo, el Tiempo y gozo, pues celebramos que Ordinario es el momento oporla Palabra de Dios se hizo car- tuno para que los cristianos ne y habitó entre nosotros (cf hagamos nuestra la siguiente Jn 1,14), El Hijo de Dios se máxima de la ascética: in ordiha hecho hombre, Dios mis- nariis, non ordinarius, es decir, mo ha querido hacerse uno de que en la vida diaria, en nuesnosotros y compartir nuestras tra vida ordinaria debemos vivir tristezas y alegrías, nuestra extraordinariamente, hacer las angustia y esperanza. Con la cosas ordinarias de manera exencarnación de su Hijo, Dios, traordinaria. nuestro Padre, se ha vinculado La Palabra de Dios, en este de manera definitiva a la histo- domingo nos dice fundamentalria humana y siempre estará a mente tres cosas: 1)Dios quienuestro lado, Jesús no sólo nos re que todos los hombre se salmostrará el camino hacia el Pa- ven; 2) Dios quiere salvar a los dre, sino que él mismo es el ca- hombres haciéndose un puemino, es él quien nos revela el blo; 3) Dios nos salva quitando rostro del Padre y nos muestra los pecados del mundo. cuánto nos ama. 1.- Dios quiere que todos los Ahora bien, una vez que ha hombres se salven. pasado el Tiempo de Navidad En la primera lectura nos encony que han pasado los festejos tramos con un texto de Isaías por la encarnación del Hijo de que nos habla de la actitud y Dios, y que volvemos al Tiempo proceder del siervo de Dios, a Ordinario, no quiere decir que quien el mismo Dios sostiene y nos sumerjamos en la rutina en quien ha puesto su espíritu, de “siempre lo mismo”, la ruti- este siervo fiel de Dios, promona de “lo ordinario”, sino todo lo verá el derecho y la justicia y contrario, pues que se le llame será también luz de las nacioOrdinario a este nuevo tiempo nes, abrirá los ojos de los cielitúrgico que comenzamos, no gos y sacará a los cautivos de quiere decir que tenga poca la prisión, es decir, anunciará importancia. El Tiempo Ordina- la salvación de Dios, una salrio es el tiempo en el que los vación que es para todos y en cristianos estamos llamados a especial para los más pobres, profundizar los misterios de la para los excluidos. Este siervo
de Dios del que nos habla Isaías podemos identificarlo con Jesús mismo, quien precisamente se ha hecho hombre para que todos los hombres se salven y a través de él lleguen al conocimiento de la verdad, para que a través de él los hombres tengan vida y vida en abundancia. Nuestra tarea como cristianos, como bautizados es testimoniar que Dios quiere la salvación de todos, con nuestra vida debemos hacer presente esta salvación de Dios, debemos promover la justicia y el derecho, debemos ser solidarios con los que menos tienen, con los más débiles pues en ellos Dios también actúa y salva. La segunda lectura tomada de los Hechos de los apóstoles, reafirma que la salvación querida por Dios es para todos, pues “está claro que Dios no hace distinciones; acepta al que lo teme y práctica la justicia, sea de la nación que sea”, sea de la condición que sea. 2) Dios quiere salvar a los hombres haciéndose un pueblo. Dios no quiere salvarnos aisladamente, sino como pueblo, en comunión. Por eso los cristianos tenemos la apremiante tarea de anunciar esta salvación, de salir de nosotros mismos, de nuestros egoísmos y comodidades para ir al encuentro del otro. Dios ha querido hacerse un pueblo, un nuevo pueblo pero nosotros tenemos la tarea de construirlo. Ahora bien, que Dios quiera salvarnos como pueblo no quiere decir que nos quiera salvar en masa, pues la masa es un todo indiferenciado, en donde los individuos pierden su identidad y pasan a ser uno más. Que Dios quiera salvarnos como pueblo, quiere decir que quiere salvarnos a cada uno de nosotros, pero todos juntos. 3) Dios nos salva quitando los pecados del mundo. Según el evangelio de Mateo que hemos leído hoy, la primera aparición en público de Jesús tiene lugar en el contexto del bautismo de Juan, quien se negaba a bautizar a Jesús, sin embargo Jesús con las palabras que dirige a Juan declara cuál es su misión, que consiste en llevar a su total cumplimiento la voluntad del Padre, y entonces Juan le permite bautizarse, una vez bautizado Jesús, los cielos se abren y Dios a través de su Espíritu en forma de paloma lo reconoce como su hijo predilecto y al mismo tiempo lo confirma en su misión, que como hemos dicho, es llevar a su total cumplimiento la voluntad de Dios ¿y cuál es esta voluntad?, que
todos los hombres se salven. Jesús es aquel que está en perfecta comunión con el Padre, y esta comunión es precisamente la que falta a los hombres, a los pecadores. Jesús al ponerse en medio de los hombre, de los pecadores y bautizarse toma parte en la necesidad de comunión con Dios de estos pecadores, pero no solo toma parte, sino que él el Hijo predilecto del Padre tiene el poder también de otorgarles, de otorgarnos la reconciliación con Dios, de perdonarnos los pecados y volver a la comunión con Dios, en definitiva de salvarnos. Preguntas: 1.- ¿El bautismo de Jesús y mi bautismo, que significan para mi? 2.- ¿Cómo vivo mis compromisos bautismales en orden a la justicia y el derecho? 3.- ¿Cómo se manifiesta en mi vida que Dios quiere que todos los hombres se salven? Oración: Padre nuestro, que en el bautismo de Jesús lo has proclamado tu Hijo predilecto, te rogamos que por él y bajo su santo nombre nos permitas cada día conformarnos más con él y que podamos decir junto con san Pablo: ya no soy yo quien vive es Cristo quien vive en mí. Amén. Novedad
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