LA TRANSFIGURACION DEL SEÑOR (Mt 17,1-9) En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él. Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía: «Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo». Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto. Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: «Levantaos, no temáis». Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos».
«Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo».
Cl. Luis Fernando Rojas Serrato, SSP
La Transfiguración del Señor Sal de tu casa
Para la gran mayoría de las
Los trabajos del Evangelio
En la Carta a Timoteo el apóspersonas es un interrogante tol Pablo exhorta y anima a su qué es lo que Dios quiere de joven discípulo Timoteo a que cada persona. Para Abrán el tome con firmeza los duros traSeñor dispuso que dejara lo bajos del Evangelio, tal como que le identificaba con su casa los ha asumido él, confianpaterna para que adquiriera do siempre en las fuerzas del una nueva identidad (Abrahán) Señor del Evangelio. Timoteo y en especial que fuera el pa- asume este reto con total entedre de una nación numerosa, reza y desafiante cumple lo que incluso como las estrellas del Pablo pone en sus manos. cielo y la arena de las playas. Por otro lado, el apóstol Pablo consigna algo muy imporDejar las seguridades con las que se está a gusto no sig- tante y que Timoteo debe tener nifica que la vayamos a pasar claro: que la humanidad entera mejor, pero sí hacer de nuestra está llamada a vivir una vida propia un vida un proyecto he- santa, sin excepción, pero que cho por nosotros mismo y no este llamado no es por méripor las bases de otros que ya to propio sino que esta gracia han construido lo suyo; como nos vendría desde antes de la todo hombre Abrahán temía Creación por disposición de fracasar; para su fortuna y rea- Dios en su Hijo Encarnado, es lización Yahvé estuvo siempre decir Jesucristo se hizo Evande su lado hasta el final, incluso gelio vivo para hacer que el hasta ver cumplidas todas las hombre se redima y alcance la plenitud desde su ser sin hacer promesas. cosas raras fuera de su condiEl sal de tu tierra y de la casa ción. de tu padre hacia el lugar que Hombres nuevos te mostraré es la consigna que prepara al hombre para poner- Fe, Crédito y esperanza fueron se en camino y más aún en que la motivación de Jesús para ir el salir de sí para ir a formar un hacia Jerusalén, el lugar donde pueblo bajo un nuevo nom- le crucificarían y en donde Rebre es la garantía de que Dios sucitaría glorioso y majestuosiempre está con la humanidad so. Pero antes de este hecho y por las pruebas que pase nun- el Evangelista Mateo nos dice ca se irá de su lado, muy bien que Jesús subió al monte Tabor lo dice el salmista cuando invo- donde sus vestiduras manifesca al Señor: Dichoso el pueblo taron un cambio extraordinario cuyo Dios es el Señor. es decir, resplandecían, se le
vio luego conversando con Moisés y Elías quienes le anunciaban lo que acontecería y por lo que tenía que pasar… Por eso decimos que el monte Tabor (o de la Transfiguración) es la garantía de Dios para la humanidad quien entregando su Hijo no se lo reservó sino que lo entregó para que en Él se cumpliera lo que estaba escrito de Él en la Escritura. Sufrirá pero saldrá victorioso.
NOVEDAD
Por consiguiente, la Transfiguración es una opción posible para todo creyente, es decir, hombre nuevo en una humanidad y mundo nuevos. Jesucristo es nuestro guía y compañero hacia el Padre, por eso se auto presenta como Camino, Verdad y Vida nadie mejor que Él para llevarnos hacia Dios. Nuestras vidas pueden también transfigurar la presencia de Dios en itinerario diario porque una respuesta agradecida a la llamada de Dios requiere fe, compromiso y fidelidad a su proyecto. Asimismo tomamos el ejemplo de Abrahán y marchamos en busca de la tierra y los cielos nuevos. Por consiguiente, la Tranfiguración es nada menos y nada más que la premisa mayor de nuestra gloria en el Reino de los cielos. NOVEDAD
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