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Asociación Médica
Entre la ciencia y la quiromancia
El examen de orina es el método de diagnóstico más importante con el que cuenta el médico de la Edad Media. Lo que dio paso a convertir el famoso vasito, en símbolo de identificación diagnóstica.
Según la doctrina hipocrática, la orina es producto de una cocción del cuerpo que hace aparecer la materia patógena, y es una de las formas de defensa del cuerpo para mantenerse saludable con ayuda de los riñones a través de la vejiga, también menciona que la calidad de la orina no depende de los riñones, sino del estado de la sangre, de la mezcla de la comida y del buen funcionamiento de los riñones, uno de los criterios tomados en cuenta, fueron la densidad, el color y las partículas o sedimento de la orina.
El médico bizantino Johannes Actuarius escribe lo siguiente: “Vemos que cada parte en la extensión de la orina designa aquella parte del cuerpo en la que se produce la actividad defectuosa” he aquí cuando el examen de la orina se compara con la quiromancia o lectura de las líneas de la mano.
Durante el siglo XIX, el médico alemán Cristoph Wilheim Von, tomó como referencia científica al decir que la orina es el elemento más importante del diagnóstico para averiguar la constitución de la sangre y los procesos químicos corporales, pero en otros tiempos la orina se popularizo como remedio contra todas las enfermedades posibles de imaginar, se recomendaba, para detener las hemorragias nasales con solo frotarla en la nariz y, para la fiebre cuartana (fiebre palúdica, que entra cada cuatro días), en ese caso era necesario beberla para mejorar, método muy practicado en la orinoterapia, parte de la medicina tradicional.
Avances médicos
Durante los últimos tres años, el COVID-19 fue el protagonista principal, alteración que atrajo los reflectores mundiales dejando de lado importantes avances que aquejan la salud de la humanidad.
Los esfuerzos por restaurar las enfermedades que someten la salud del ser humano son muchas y muy variadas, algunas de ellas, tienen que ser tratadas con métodos bastante agresivos, es por eso que médicos, investigadores y patólogos, entre otros, durante la reciente pandemia no quitaron el dedo del renglón y siguieron investigando para encontrar mejores tratamientos, menos agresivos y más efectivos, incluso en el 2020 un médico español estuvo a punto de ganar un premio Nobel, hubo grandes avances para erradicar la hepatitis C. Fue el año de innovación en el campo de los trasplantes, anemias y nuevos tratamientos contra el cáncer de mama y otras terapias oncológicas, así como del desarrollo de un modelo de vacuna que previene y reduce eficientemente las lesiones cerebrales en aquellos casos en los que el Alzheimer ya se ha manifestado. Además de otros tantos avances médicos que tal vez parecen menos importantes, sin embargo para quienes se dedican a restaurar la salud, cualquier alteración o mal funcionamiento del cuerpo es de suma importancia, nada carece de valor, por tanto, nada dejan para después.