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Cántico a Fray Andresito POR MAGDALENA PALACIOS BIANCHI

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u nombre real: Andrés García Acosta. Se le conoce como “Fray Andresito” (1800-1853). Lo llaman en diminutivo, trasparentando que derramaba inocencia, que conservaba todas aquellas virtudes que admiramos de los niños. Andresito: un apodo y hombre pequeño, que pareciera haber pedido permiso para existir. Incluso hoy hay quienes lo confunden con el fraile peruano San Martín de Porres, el “santo de la escoba”; sin embargo, la historia de Fray Andresito El 10 de julio de 1839 tiene colores distintos, toma de la misma fuente de llegó al convento de la la Belleza, pero de manera única. Recoleta Franciscana de Su vida comenzó el día 10 de enero del año 1800 Santiago. La comunidad en la isla de Fuerteventura, perteneciente al archi- estaba compuesta por el piélago de las Islas Canarias, en España. Hijo de padre Guardián, que era Gabriel García y Agustina de Acosta, fue bautizado el único sacerdote, dos como Andrés Antonio María de los Dolores, niño seminaristas, un hermano de ojos oscuros, profundos y cabello moreno. Una lego y un donado. fisonomía que poco dejaba ver acerca de su tarea en este mundo. Su tierra era notablemente árida: la escasez de agua era un tema constante. Cuando Andrés estuvo en la edad de ayudar con las responsabilidades familiares, le encomendaron la misión de ser pastor de cabras. Y como si fuese una labor especialmente querida por Dios, él ocupaba los viajes buscando agua y pasto para sus animales, rezando y apacentando su ganado al son de cánticos a la Santísima Virgen. Cuando ya se apagaba el día, disfrutaba enseñando la doctrina católica a los niños de la isla. Su rutina era apacible. Había nacido ahí y eso le bastaba porque tenía a Dios. Era, como habría dicho Shakespeare, un rey de espacio infinito: Podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un espacio infinito. (Hamlet, William Shakespeare) HUMANITAS Nº 83 pp. 72 - 79

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Un hombre ínsula que estaba destinado a ser puente entre islas y continentes, entre pobres y ricos. Seguro podía hasta parecer un monarca prodigioso con su bastón para guiar cabras, palo especial de entre 2,5 a 4 metros que se usa en Fuerteventura hasta el día de hoy para sortear terrenos escarpados, poder escalar y así practicar lo que llaman “el salto del pastor”, brinco que por momentos parece hacer “volar” a sus usuarios. Murieron sus padres, se casaron hermanos y en la isla las cosas no andaban nada bien: había sequía, mucha hambre, poca comida y escasez de trabajo. La política migratoria promovida por las repúblicas de América y España seguramente motivó Cuando lo nombraron a Andrés a poner sus ojos en el nuevo continente. hermano limosnero, Partió de Fuerteventura a mediados de 1832 junto su día a día era este: se a uno de sus hermanos, Eugenio. El viaje en barco levantaba a las cuatro de la fue tortuoso: las tempestades y encontrones con mañana para ayudar en la marineros absolutamente embrutecidos fueron la primera misa; comulgaba tónica. Pese a los malos ratos, Andrés García llegó al diariamente y, luego, hacía puerto de Montevideo, Uruguay, el 11 de diciembre su oración de acción de de 1832 en la goleta Flor del Río. Por esos tiempos gracias. A las siete de había sido elegido primer presidente constitucional la mañana salía a pedir de la nueva república el general Fructuoso Rivera. limosna, recorriendo las Andrés ejerció como labrador y pasaba el tiempo en calles de Santiago por los casa de conocidos, según escribía en una carta del 15 pavimentos de gruesas de mayo de 1834. Existía en Montevideo cierta prepiedras de río. sencia franciscana a la que estaba habituado, pues en Fuerteventura también había tenido contacto con ellos. Aprendió ya a amar la pobreza y saberse necesitado, de la mano de los franciscanos, en su terruño, anticipándose al verso que escribiría el “donado García” (que era como firmaba sus cartas y versos) en Chile: Buen ejemplo nos ha dado/el que no cabe en el cielo que se ha humillado hasta el suelo/ de pastores celebrado.

Acercándose a esta orden fue como conoció en Montevideo al español Fr. Felipe Echenagussia OFM, quien se transformaría en su confesor, director espiritual y amigo. El que sería llamado “Fray Andresito” ingresó en 1836 al convento franciscano como laico, Hermano Donado, destinado por el Guardián Fr. Hipólito Soler a ejercer el oficio de recolector o limosnero.

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En la orden franciscana existen los “Donados”, que sin profesar ni hacer votos, son laicos libres de permanecer en la casa común. Se ocupan de menesteres humildes, visten el hábito y siguen las prácticas regulares de la comunidad: como los rezos en común y la obediencia a los superiores. Pese a ejercer de manera positiva su trabajo en Montevideo, Andrés fue expulsado por el Guardián del convento. Bajo este panorama, tuvo que ganarse el pan como obrero de la construcción y, luego, como vendedor de objetos de piedad. Su vocación le hizo pedir su reingreso al mismo Guardián que lo había echado. Tuvo éxito, pero Dios le preparaba nuevo destino. En diciembre de 1838, cuando Andrés era portero y Muchas veces recibió limosnero del convento, el Gobierno de Fructuoso insultos y burlas. Andrés Rivera declaró extinguida la Orden y decretó que regresaba al convento a la dicho convento de San Francisco pasara a ser sede puesta del sol y en la noche de una futura universidad. Fue así como Andrés rezaba con la comunidad, volvió un tiempo a sus ocupaciones de obrero y fabricaba remedios caseros, vendedor, hasta que su confesor, Fr. Felipe, le con- ungüentos confeccionados tó que, en Chile, se había restablecido la antigua por él mismo y elaboraba Recoleta de San Francisco, y lo invitó a dirigirse a escapularios, los que se ella, lo que Andrés aceptó acompañado de su padre pueden ver hoy en el espiritual. El 10 de julio de 1839 llegaron al convento Museo de la Recoleta de la Recoleta Franciscana de Santiago. La comuni- Franciscana. dad estaba compuesta por el Padre Guardián, que era el único sacerdote, dos seminaristas, un hermano lego y un donado. Andrés fue destinado a la cocina: lavar los platos y barrer; labores que aseguran desempeñaba con humildad, dedicación y alegría. Luego, cuando lo nombraron hermano limosnero, su día a día era este: se levantaba a las cuatro de la mañana para ayudar en la primera misa; comulgaba diariamente y, luego, hacía su oración de acción de gracias. A las siete de la mañana salía a pedir limosna, recorriendo las calles de Santiago por los pavimentos de gruesas piedras de río. Rogaba limosnas para el convento a casas por el camino, las pedía también en sufragio de las Ánimas del Purgatorio, para la propagación de la Fe y la devoción a Nuestra Señora de la Cabeza, advocación que se puede admirar todavía hoy en la Recoleta Franciscana. Su actitud para con todos era paciente, afable y modesta. Era cosa común verlo dando consejos.

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Muchas veces recibió insultos y burlas. Andrés regresaba al convento a la puesta del sol y en la noche rezaba con la comunidad, fabricaba remedios caseros, ungüentos confeccionados por él mismo y elaboraba escapularios, los que se pueden ver hoy en el Museo de la Recoleta Franciscana. Todos los días esperaba una buena acogida y así llenar de alguna manera su hucha y canasto de limosnero. Muchas veces logró su objetivo, pero otras solo recibió maltrato. Habiéndose hecho fama y conocido en el ambiente santiaguino, lo comenzaron a estimar ricos y pobres. Entre sus amigos estuvieron la familia del magnate de Entre sus amigos la época Francisco Ignacio Ossa, propietario de una estuvieron la familia de las minas más poderosas de Chile en aquellos del magnate de la época años, Chañarcillo. Se dice que el hermano donado Francisco Ignacio Ossa, sanó a este personaje de una grave enfermedad. Hapropietario de una de las bría dejado tres días sus sandalias bajo la cama de su minas más grandes de amigo y caminó descalzo esas jornadas por Santiago Chile en aquellos años, haciendo su habitual rutina. Al cabo de los tres días Chañarcillo. Se dice que fue a ver al Sr. Ossa y se encontró con la alegría de el hermano donado sanó verlo recuperado. Destaca también su amistad con la a este personaje de una familia del presidente Manuel Bulnes, especialmente grave enfermedad. con su esposa Enriqueta Pinto. Vista (actual) de la iglesia Recoleta Franciscana construida con las limosnas recogidas por el venerable Fray Andresito.

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En su tarea de Hermano Donado lo impulsó siempre su devoción por Santa Filomena, de quien fue apasionado promotor en Chile; incluso tomó el nombre de Filomeno. En 1850 pagó al arquitecto Fermín Vivaceta la cantidad de 448 pesos y 4 reales por la construcción del Altar a Sta. Filomena. Encargó a Europa ornamentos para la Iglesia y mandó a hacer a Francia hermosas vestimentas religiosas para la santa bordadas a mano con incrustaciones de piedras preciosas, confeccionadas en raso, además de un par de pesados y valiosos candelabros con la imagen de Filomena grabada en ellos. Los fondos que recolectó Fray Andresito fueron además claves para construir la iglesia actual de la Recoleta Franciscana. Junto a su labor iba esparciendo consejos, ayuda y caridad entre los más desposeídos del antiguo barrio La Chimba, hoy Recoleta, dejando una profunda huella. Era un hombre de acción: en 1850 fundó, junto a Fray Francisco Pacheco, la primera asociación obrera: “Hermandad del Sagrado Corazón”. Rezaban habitualmente el Via Crucis, decían oraciones y finalizaban con una reflexión del Hermano Donado. Dentro de la Hermandad se ayudaban en todas sus necesidades espirituales y materiales. Pasados unos años, la Hermandad poseía en Santiago 17 capillas, escuelas y diversos talleres, con 4.000 socios y 3.000 socias; posteriormente se extendió a Maipú, Rancagua y Valparaíso. Se podría decir que en este sentido fue un antecedente de San Alberto

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Hurtado, pero Fray Andresito se involucraba no tanto con la indigencia, que fue el caso del jesuita chileno, sino más bien con el obrero que ganaba un sueldo que no le alcanzaba para vivir y le imposibilitaba llevar a cabo un proyecto familiar. Además, visitaba frecuentemente la cárcel de Santiago y el hospital. Llevaba medicinas, preparadas por él mismo, a los enfermos en sus casas y visitaba a los moribundos. Muchos solicitaban su intercesión en la oración por necesidades de diversa índole. Los domingos repartía pan y frutas a los pobres. Por la tarde invitaba a la gente al cementerio para rezar el Via Crucis o el rosario por las Ánimas. Falleció el 14 de enero La expresión “Alabado sea Dios” lo identificó de 1853 a las ocho de la mañana. Sus restos fueron siempre, incluso cuando enfermó grave. Los priexpuestos en el coro del meros días de enero de 1853, Fr. Andrés fue a casa Convento, donde fue del Dr. Vicente Padin llevando, de regalo, un bastón visitado por una multitud que solía usar, argumentando que ya no lo necede todas las condiciones sitaría más. También visitó a su amigo Francisco sociales. La sangría que le Ignacio Ossa, solicitándole mandar decir misas fue practicada durante su por su alma. El hermano enfermero del convento pulmonía fue guardada y se percató de la gravedad de su estado de salud y dicha sangre no coaguló. le procuró medicinas. Cuando los médicos lo visiActualmente se guarda en taron solo pudieron constatar que “la enfermedad la Recoleta Franciscana. era de muerte”. El Dr. Fontecilla le diagnosticó una pulmonía y, en su presencia, se le practicó una sangría como un medio para aliviar la fiebre. El día 12, Andrés pidió a Fr. Pacheco, que lo acompañaba, que no se preocupara y fuera a descansar porque el viernes moriría. El jueves 13

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los médicos aconsejaron sacramentarlo y así se hizo. Andrés solicitó al Guardián un hábito para cubrir su cadáver y una sepultura, lo que le fue otorgado, y luego emitió la profesión solemne. A las 21 hrs., Andrés le dijo a Fr. Pacheco: “Moriré mañana a las ocho”. Y así fue: falleció el 14 de enero de 1853 a las ocho de la mañana. Sus restos fueron expuestos en el coro del Convento, donde fue visitado por una multitud de todas las condiciones sociales. La sangría que le fue practicada durante su pulmonía fue guardada y dicha sangre no coaguló. Actualmente se guarda en la Recoleta Franciscana. Tal fue la fama de santidad Tal fue la fama de santidad con la que vivió con la que vivió y murió y murió Fray Andresito que en 1893 se inició la Fray Andresito que en causa de canonización. El 8 de julio del presente 1893 se inició la causa año, el Santo Padre Francisco ha autorizado a la de canonización. El 8 Congregación de las Causas de los Santos para de julio del presente promulgar el decreto que aprueba las virtudes año, el Santo Padre heroicas de Fray Andresito, con lo que pasa a ser Francisco ha autorizado llamado “Venerable”. Esto significa que el Papa a la Congregación de reconoce en sus virtudes un modo de vivir el las Causas de los Santos Evangelio de manera extraordinaria. Fray Manuel para promulgar el Alvarado, vicepostulador de la causa, asevera que decreto que aprueba las ahora están en la espera de un milagro para poder virtudes heroicas de Fray presentar a Roma. Es importante dar a conocer Andresito, con lo que pasa la vida y obra del que profesó como lego, por lo a ser llamado “Venerable”. que se está llevando a cabo la preproducción de un largometraje de animación destinado a toda la familia a cargo del productor chileno Mario Gutiérrez. Por mientras la comunidad franciscana invita a rezar por la pronta canonización de Fray Andresito y a encomendarse en las necesidades. Y el mismo Venerable deja como deseo a Chile en uno de sus versos: Que haya un gobierno feliz, / que no se encienda la zaña, que todos teman a Dios:/ pidamos por nuestras almas, y guardemos las virtudes/ de la fe y de la esperanza y la caridad también/ que es la que todo lo allana.

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