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3Jogr l. Olliuillrs Nalenri : 1 • ,
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ARECEME, lector benévolo, oirte exclamar lleno de asombro y clesconfianza:-Pero . . ¿Era poeta Pepito Clivillés Valencia? ¿Cómo no publicó sus versos? ¿Dónde está su obra poética?
Y a esa extrañeza, y a esas preguntas voy a dar cumplida satisfacción y respuesta.
JOSE ZOILO CLIVILLES VALENCIA fué poeta. Timido como las sensitivas, con esa noble humildad del que, sin hipocresías. oculta lo que sabe, escribfa sus versos, mb bien,para regocijo de su espíritu. que para el regalo ajeno. Y no se diga por esto que era egoísta: nó.
Culto, sin alardear de serlo. int€lligente, discreto, sencillo, su único defecto fué el ser demasiado bueno, exageradamente modesto.
Su padre don José Cliviílés Almirall, fundó en Arecibo la mercantil que con el nombre "El Globo" giró bajo su firma desde el año 1857 basta su fallecimiento, que su hijo Pepito, como se le llamara por todos, dirigió con igual laboriosidad y honradez durante lo" ai'los que le sobrevivió. Don José, el padre, casó con doña Carmen Valencia, de distin· g 1ida familia arecibeña y de ese m:itrimonio nacieron tres hijos, Angela, Manuel y José Zoilo, el biografiado.
El padre fué no tan solo una figura prestigiosa en el mundo de los negocios, si no que también en el seno de la comunidad arecibeña, habiendo sido Alcalde durante varios afil')S. Rico, sin ostentación. snpo emplear su dinero en d11r una sólida instrucción a sus hijos;laborioso, supo infiltrar en
�u alma el amor al trabajo que ennoblece y dignifica. Asf Pepito el hijo fué estudioso, instruido y tr.,bajador.
.Hechos sus estudios primarios en Arecibo bajola dirección de don Alejandro InflP�ta.Profesor de instrucción pública. y losdel B..chillerato en San Juan, marchó JOSE ZOILO CLIVlL�S VALEN91A a Norte América a seguir Ja carrera de PeritoMercantil. asl como a aprender idiomas. Inteligente, supo aprovechar e-1 tiempo y el dinero, adquiriendo una sólida y V1:1stacultura intelectual, regresando al lar nativo con su tituloalcanzado con brillantes notas y en posesión de laslenguas inglesa, francesa y aleman� que conocía a perfección, y nociones suficientes para le�r en ellas, del latin, griego y árabe.
Con disposiciones naturales, de sensible temperamento, con unainstrucción básica, se sintió poeta y escribió versns. Unn noche de espiritual ca,maradería., PEPE MACH[AVELOme lo dijo confidencialmente, exigiéndome por mi honor que guardara el secreto y muy especialmente para con Pepito Clivillés.
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Los 1ntimos de éste solamente lo sab!an. Después de esa revelación deseé conocer alguna poesfa delmodesto bardo, lo que conseguí en otra OCéisión del propio Machinvelo, que me recitó algunas estrofas de la quehoypublico b:ijo el titulo de "MISTERIO�." Fiel a mi palabra empeñada. jamás hablé de elloa perr-onaalguna. En muchas ocasiones en que nu11 reunióla política de partido, charlumosClivillés y yo de literaturl:I en general cornent:i.ndo alguna bella P<Je• sfa de nuestro común yexcelente amigo Dr. M. Marlfnez Rosselló. En esas amenas conversaciones tuve ocasión de conocer su gran preoaración literaria, so estética exquisita, sus conocimientos, en fin, en achaques literarios.
Muertos MACHIAVELO y CLIVILLES VALENCIA me sentí desligado de mi compromiso con el primero y comencélainquisitiva, la busca de poesias del último, de éste ignoradopoetaque alzo del sepulcro del ('llvido que a sf propio se labró en vicia, para que seaconocido y recordadopor supueblo. que tanto le amó y compadeció por su bonJad, dulzurae infelicidad....! • • *
JOSE ZOILO CLIVILLES VALENCIA figuró en la pol!tica del pHfs al lado de la cau�a de la libertad, siend" miembro de Comités politico� de la localidad, Presidente del Comité local del partido Unión de Puerto Rico durante al- gún tiempo, Concejal en varias ocasiones, sin que aceptara jamás cargo alguno retribuido. ConLribuyó siempre, ge11erosamente, al sostenimiento de sus idf'ales con suvoto y con su dinero. El electorado arecibeno le llevó en más de u, a ocasión a ocupar el honroso puesto de legi.lador municipal. En la Institución Francrnasónica, al igual que su fenecido padre, escaló altos grados y puestos honrosos.
Hizo el bien a manos llenas. Consoló al triste en su aflicción, mitigó el hambre y la desnudez de muchos: Pf ra todos tuvo siempre una sonrisa, una fraEe de tlfecto....Y, no obstante la grandeza de su alma y su carácter bondadoso, q:.ie le dabau r!erecho a ser feliz, no lo fué....;Fortuna, inteligencia, crédito comercial en el pais y en el exterior, sirviéronle de poco! !El amor de la familia, la paz del bogar consagrado por la ley, la dulce correspondencia de una comp�fiera tierna y educada no le sonrieron nunca! ¿Fab1lismo7...¿Prueba7....¿Dendas del espíritu contraidas En anteriores exi�tencias? ¡Misterio, sombras, que nos envuelven descle la cuna y que, como sudario, se extienden basta más allá del sepulcro!....
Nacido en 'Z7 de junio de 1866 y bautizado el 30 de diciembre del propio ano {folio 166 vto. del libro 20 de bauti�mos) falleció a consecnencia de "tuberculosis pulmonar" el 24 de setiembre de 1914.
Ahora, lector, conoceré.e y juzgaráq la labor poética de Pepito Clivillés Valencia. En las poeslas que a continu;,ción transcribo, encontrarás fluidez de pensamiento, gal�nura en la frsu�e. expresión correcta, inE-piraci6n, bellcs conceptos filosóficos vestidos con propiedad.
En La Muerte De Mi Padre
Solo el fingir tanto duelo sobre mi frente cafa algo oscuro como et velo que sombrea el clarocielo cuando de11parece el dfa.
Y hoy que, real, es la ficción, en mi dolor infinito, en mi profunda aflicción, se ahoga mi corazón bajo mole degranito.... iSi hambre de vidas tenla jauántasl dado no le habrfa por la vida que perdil lA quién, cielo,, fué posible tanto infortunio sufrir? tAyl en dolor tan horrible queda el ánimo sen11ible insentible de sentir!
Sólo Dios, Musa, podrfa, calmar la pena terrible que sin cesn me atrofia.... ¡Tengo rota el alma mla por la fibra más sensibl�!
Eitalló en mi sentimiento fuerte burac{rn de pesares.... jAyl dame en este momento t!I arpa de triste acanto, y llora conmigo a mare11....
Llora la ausencia eternal del que era, y ya no es el compatlero leal; el amigo sin igual que me amó sin interés.
Del que, al ir.;e, no se ha ido 11i a mi espirito está unido....
1Lloremos, Musa, los dos, a aquel anciano t1uerido que venero como a Dios!
¿Por qué, fiera, en este dla la Parca me hiere a,f?
Caro autor de mi existencia, dulce amigo y con11ejero, maestro de mi experiencia: Te quise mucho y te quiero en espiritu ien esencia!
Si el arcángel de] no sér cortó tu11 hilo!! vitales. tu espirito habrá de ver Que mi pena y mi querer serán ambos inmortales.
¿Cómo podré no llorar a quién adoraba tanto y tanto me supri amar?
¡Antes eecáraseel mar q1.1e las foeotes de mi llanto!
¡Oh! adorado padre mio: Tú no debiste morir! Tu muerte mató mi brfo y ha dejado en mi un vacío imposible de cubrir!
Si vivl con la ilusión, y alientos dióme la fe, hoy es tal mi condición, que pienso que en tu pante6n esasgalas enterré.
Ful de la vida en el mar nave que oéja11e guiar del piloto, y, de repente, ae mira sola march�r a merced de lacorriente.
Astro que perdido. nota la atracción del gran planeta: rama que a los vientos flota, y advierte de pronto rota la palma que la sujeta.
Solo aquellos quehan perdido tan estimarlo tesoro, los que tal pena han sufrido, esos solo han comprendido lo que vale lo que lloro.
¿En dónde hallaré otro amor que consuele mi dolor? Mi madre murió también.... !Cuánto aumenta su valor después de perdido el bien!
¿Y es cierto, padre, es nrdad que todo en tf ha concluido?
¿No es mentida realidad que el espfritu ha nacido para la inmortalidad?
¡Sil qne en medio de la pena que el humano pecho guarda, unR voz en torno suenR diciéndole al triPte: !"Aguarda!" y su duelo se refrena!
Misterio
Hay en los ci�loa un reloj gigante, hechura de la Suma Omnipotencia, que en su marcha veloz a cada instante, marca la hora final de una existencia.
Inmensa mar de lobregue:z ceflida, donde la nave de la ciencia encalla, por misteriosas ondas combatida, sin nunca ver de la verdad la playa.
Es de la muerte el mi�terioso arcano: El hombre lleno de ansiedad suprema, estudia siempre; pero estudia ton vano la solución del singular problema.
Y secreto ha de ser eternamente desconocido a la razón hum1:1no, su inaccasible valla del presente, au insuperable abismo del manana.
Que cuando ruás la cauqa el hombre busca, que en insondable oscuridad �e el'-conde, más el misterio la razón le ofu�ra, nada el misterio a la razón r�s:,onde.
Buscad el más allá: Probarse puede que sin cesar el ánima prosiga eterna metempsfcosiP, o quede ligada al suelo, y en el suelo siga.
La misma evoloci6n de la mAteria, descompuesta en materiat1 fecundantes, que al abonar la terrenal Rrteria, al sitio vá de d6 surgiera ántes.
¿Es el alma una chisp!l o un fluido, que el cuerpo anima y su función regula, o algún vapor que con la Bangre unido por las arterias su calor circula7
¿Qué forma afecta cuando el sér fallece y abandona la carne en que viviera? ¿Reencarna? ¿Pues por qué no reaparece con la recordación de lo que fuera?
Yo no creo que Dios haya encerrado el término vital en el minuto: Infinitoy Eterno, al alma ha dado lo infinito y eterno en atributo.
Más ¿quién puede sahr adónde vaya?
¿Transmigrará. tal ve.i. etern� mentP, de mundo a mundo. hai>ta Que hallado haya lo que buscó en la tierra vanamentt?
¿Será que vuelve a Dios. si justa ha sido, y otro m11ndC1 mPjor su Dios le ofrezca en premio a i-u virtud. rle dich·,s nido?.... ¿o será que en la tierra permanezca?....
No sé. Más vive siempre: ave enjaulada de la mAteria en la carnal guarida, al verse de su cárcel libertada, canta al amanecer de su otra vida.
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Del más allá dudo�o, la creencia, si fuera una ficción. es un consuelo:.... Pero no: no es ficción: la Providencia, tras del infierno ha cc,Jocado el cielo.
Y es un infierno el terrenal planeta donde el génio del mal blande su lanza y hiere el alma a esclavitud sujeta....
¿Qué fuera resistir sin laesperanz11 de ese mundo mejor que hallar procura lamente. en los flrcanos tan profundos, ilel Gran Legish1dor de la natura, del Egregio Arquitecto de los mundos?....
Si del ánima el sér se limitara al tiempo de su efímera envolvente, si la substancia inmaterial cesara de existir con el cuerpo juntamente, si después de éste mundo ya no hubiera, para el sér espiritual otra existencia, y el premio de los justos iaolo fuera una paz relativa de conciencia:
¿Qué valdrla ene cu•ode la vida dela sa na mo al el eje rcicio ?
¿Quéla virt ud s i q eda reducida fi q e repugnante vicio?
Pero, no puede ser: que algo mt? g rita de la onciencia en la región inle rna:
-"La draci6ndel alm es infinit1
"La id d es piritu es eterna
Yesegrito es l voz de la natura que mitg la duda que exaspera : ¡Escúcha\11. mortal Vivi rprocura h i d i m e e bien y espera espera
A Unos Ojos
Bajola cejaoscoros a queen suavecu rvahermose nftida fre te espaciosa , entre elpárpadod e ros la p taftas.Jmbrea en un rostr'l Pnrsan•~.J,-.,. cua 1 1 ,tl.,•u, ,¡_,·¡ "· ,unnr r1 ., c. J., , .. ,\J, •·t•s-lt • d· --•->- GJ,"' J, r l,,,..~ d .J .•• d. .,,,- ..Lur1l~, en un rostroencantado cualluminarisdeamo rayael límpidocrist1 de unos ojo,d lcol d h n<l t rna
05"~oue. crin 8<1• - rl" no h • ...,..,1.. J ,v• "'''"'1 u,-.., ., A l ....... \, - .1 n,,_ v,"t,..-a,.,, QL- r,v ur t,,1 _} ·la -i•u~on~,. UI ..,uJ .. f,,,,. Cv~11Arv • .. ,r
Ojosque. sinarlmirarlo noh,yquien losmi e un momento AJ verlos bayqueadorarlo quen haye el fi mamen l aq compararlo
N" '!!n el i,ra.--:~he 1111 ..,, •,e ·,.,. t! -,. • en _ .. ual ,b ;r ..'ll'•nrpr,,. .,:......::r''c,.t:,•• ,-• 1r,•n1n,. ob_·· .s. • ..,. ,..,.,.,
No en el arteimitació halh1réi sde su bellez en tan lindacreación porcele� einspiraci b ó l N turalez
Hi,.,. su nunil:11 -.9r1p•., 88 extr.-•lJv 1:"'I fT ¡p ,.-,, •t\<" Y C.v,1\.tul u 1\l •l~ .,,. ~, ba 1 • ,.,..,,,. ~t: -~ 1,._11-"' un .... E-1 ., 11 f-11r. .,, -•••w
Hizo su pup la oscur se extremó en embellecerlo y concluidasu hechur bajó lo mbr d l a á elpara encenderl iMiradine, sfl Miradmede ese modo, a c11yoinflujo se somete todo, y el alma. henchidade amoroso anhelo, arrebatada siéntese del lodo y conducidaen vuestralumbre alcielo. iCuán seductoressois! So la rizada pestaña al relucir vuestramirada el pensamiento de ilusiones pu�bla y simula la ténue llamarada del Aurora al romper entre laniebla!
Pero lumbre que enamora y deslumbra y extasfa: una lumbre que atesora más encantos que la Aurora y rayos el medio dia.
Hay algo en su irradiación como de eléctricaacción, que engendra amoroso afán; extrana combinac·ón de luz de cielo y volcán.
Rasgaidos ojosque inspiráis mi canto, orbes de luz donde el amor palpita, vuestrasmiradas apetezco tanto. que aunque roba mi calma vuestroencanto tengo sed de miraros infinita.
Y cuando vuestrospárpadoscayendo finjtsla puesta de radianteastro. o el �olenlos espacios escondiendo su rubio disco ennube de alabastro.
Ojosque todo avasallarlo pueden conla luz que en susniñas centellea, ojnsque al dta en luminar exceden, miradme aunquelos mios ciegos queden y esclava elalma de vosotros sea!
EN EL ALBUM DE LA SRTA. CONCHITA PEREZ AVILES.
Concha: Trigueña beldad en cuyosér, la virtud, la belleza, la bondad, la gracia y lajuventud están en rivalidad: Tipo del tipotomado de la humanaperfección. que nuncahubiera imitado elcincel privilegiado delgénio del .t>arthenón: Para tfla pluma mia quisiera vaciaraqu1 en 11oberb!a melodia, todo el mundodepoesla que late dentrcde mL
Sicon un arpa contara quesecunciasemi intento, tanto, tanto te cantara, que verso a verso llenara tulibro mi pensamiento:
Y no en sus bojas pusiera dejar lo que siento escrito. porque, Conehita, eso fuera encerrarel infinito en un espacio cualquiera.
Esos ojostentadores, lángoidos, fa,cinadores. que irradian bajo tu frente,.... ¡Unturbión de r�splandores, al verlos, ardemi mente.r se agita mi corazón, yun �entimiento in!ltantáneo, impulsala rotación del soldela inspiración por el orbe de mi cráneo. lEs cuestión tan enojosa ofrecerle cualquier co�a a quién se merece tuoto!....
Y anhelo, entónces, cantar, más illY! mi anhelo contiene el queen vano he de intentar quellegueel arpa a sonar camo quiero yo que suene.
Poreso vacilo, hermosa, al grabar aqui mi canto.
Porque no eres digna, infiero, de una estrofa, ni 11e dos� Mereces un libro entero escrito en versos de HOMERO o con la pluma de D[OS1
A Maria
Para cantarte, Maria, no pido versos a Apolo� gime a solas noche y dia a tu recuerdo tan sólo la rústica liramla.
Hoy con pecho alboroz!ldo quiero sus cuerdas t�mpliu, y ante tu imágen postr;;do como el sér que. srrodillado, reza a Dio• en el altar.
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Tud hechizos contemplando recibo la inspiración, cual Ai e«tuviera evocando el mitológico bando del Pindo y del Helicón.
Pues me encanta tu hermosura que al espiritu rPcrea 1 y que al formarla Natura la plagió de la figura de laVéous Citeráa.
Y al ver tu efigie, Marta, un algo en el alma sit>nto que explicarte oo podría: a veces es alegría, a veces es cruel tormento.
iSábelo! lsil ...Puroamor hoy a cantarte me impulsa: iEse fuego abrasador que inspira. siempre alcantor cuando la citara pubal iAh! Quisiera en éste instante fundir en frases mi idea, teniendo el arpa del Dante o la lira de diamente del autor de "La Odisea".
Canto bajo la influencia de ese noble sentimiento que es vida de mi existencia, y abrasa en su incandescenaia mi sangre y mi pensamiento.
De este amor que en mi cabeza 1>arece con fuego inscrito: de éste amor todo pur�za, que a juzgar por su grandeza no cabe en el infinito.
Amor cuyaexplicación fuera imposible, bien mio; él domina en mi razón; su vasallo es mi albedrio; su sólio mi corazón.
Todo en mi le pertenece; ciegoobedezco a su influjo y mis nervios estremece cuando a mi vista aparece el ángel que lo produjo.
Y doquier a verle alcanza PI ojo de mi deseo cual astro que rayos lanza, dorando con 11u chispeo el cielo de mi esperanza.
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Entónces, dulce, mi acento, en tu oido sonarfa como el 61timo lamento que el Ff!nix, en su agonta, lanza en el seno del viento.
Como tierna sonatina de Mozart o Mayerber: como la voz peregrina con que alegra 11:1 colina el ave 111 antanecer.
Entónces,si, te Explicara, ésta pasión sin igual: ésta pasión de ti avnra que a apagarla no bastara de los mared el caudal.
Más ¿qué importa que mi lira no gima cou blando son por ltt bella que la i11srira, ei el ritmo con que suspira lo vibra mi corazón7
Si, Maria: Por tf aliento, y eufro y vivo sin calma: Deidad que mi pensamiento dibuj1t a cada momento en el fondo de mi alma.
Sultana más que hechicera de negruzca cabellera, talle e11beltoy tez de espuma; lucero que reverbera dormido en lecho de bruma.
Yo te contemplo extasiado en la copia que me has dado de tu angelical figura, y, fingiéndote a mi lado, subo a un mundo de ventura....
Pero....!aparta, fdolomiol no quiero mirarte má!I: ¡que es tanto tu poderlo, que pienso que desvario cuando en mia manos estás....
Porque al magnético iman que hay para mi en tu mirada, esa mirada a que dan el mar, su tinta azulada, y su calor el volc!n; esa boca, donde impresa, dejó la gracia el Creador;
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