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MPOSIBLEse hace de todo punto, alescritor, compendiar en las paginas de un libro de la indole del presente, los rasgos biogrflfü:os de un hombre de la talla intelectual y méríLOs <1e don CAYETA�O COLL Y TOSTE, �uando él solo bastaria para llenar las páginas de una obra extensa y ejemplarisima.

Decid talentos, virtud. laboriosidad, y tendréis encerrados 1-'n trilogia augusta. setenta y cinco añts de vida útil a su patria y n s11s conciud11danos. Decid luchas, perseverancia y triunfos. y quedará hecho el más justiciero elogio que hacerse podrfa de este arecibPflo, que 11(va más de cincuenta inviernos de labor fructifera en el estadio de la literatura regional. descol111ndo en el vasto cam1 o de les humanas activid,1des, ya en el noble ejercicio de IA profesión mé<lica, ora obteniendo lauros en renidos Certámenes poéticos hasta merecer el titulo de Maestro en (1CIY saber, bien alc1,1nzándnlos en torneos cif::ntfficos o dedicándflse aI fomento y ei:itadio de nueRtra historia hasta obtener el titulo de Historiador de Puertn Rico que. desde la irreparable pérdida de don Salvador Brau, ostenta con legitimo orgullo.

Los éxito� literarios del Dr. don CAYETANO COLL Y TOS'l'E no han quedado encerrados en nuei-tro medio ambiente. Su nombre ha cruzado el mar en alas de la fama, alcar¡z�ndo títulos honoríficos y enaltecedoreit lo propio en la vieja Europa como en la jóven América. E!-ta es su ma• yor gloria, ésta la mejor alabanza que de él puede hacerse.

En la vía que hoy lleva Au nombre. titulada en remota época "calle del Rosario" y más tarrle "de la Cruz" nació éste insigne ribereño el dia 30 de noviembre de 1860.'

Rijo leg!timo de den Francisco Coll y Bassá, catalán nacido en "La Bisbal", establecido en el comercio de telas en Arecibo el año 1840 y de doi\a Monserrate 1'0:,te, fallecidaen "Villa los Pioos" (SanLurce) rt-sidt-nCh• de don Cuyetano, a cuyo lado vivió siempre, alcanzundo una edad avanzada y llevando una vida ejemplar.

Don Francisco, dueño de una regular fortuna, hizo un viaje a Barcelona (España) en 1855. cuando la epiclemia del cólera morbo asiático asolaba a Europa y a las Antillas. La terrible phiga del Ganges le hizo su victima en Figueras (Barcelona) dejanc!o huérfanos de su arnpn1o y cariño a la Psposa que le vió partir lleno de vida e ili,siooes y que aohel,nte aguard.:1ba su regreso, y a lus tiernos hijos que no podían recordarle.

A la muerte del progenitor de sus dtas tenía don CAYETANO cinco ¡¡ño11.

Fué costumbre-que pE>rdura aún en nuestro pueblode muchas familias de oro�apia o de regular posición económica, enviar a sus n.iños u escuelitr1s de párvnfos, pa1rticula1·es, en las que por una módica retribución mensu11\, se les enseiiaba con las primeras letl·as a rezar, y más luego a escribir. comenzando por los palotes, a hacer númer1•s y leer cantidades. Preparados 1.1s1 los pequeñuelos en estas e1:<peeies de Kindergartens primitivas, pasaban de1,,pués. dü;ciplinados, orientados y llenos del santo respeto a Dios, a cursar la instrucción primaria element11\ en escuelas dirigidas por Profesores que se dividfan en Superiore11 y Elementales. quienes ganaban sus cátedrai: por rigurosa oposición, escuelas costec$das por el gobierno Municipal o por los padres de familiR que sostenfan, gustosos, Colegios paniculares, pagando por c1tda niflo tres o cuatro pesos mensuales.

En una rte aQUPllas modestai:i esouelitns qne dirigfa. doña Rosenrla Padilla-hermanariel inmortal ''Carihe",-hizo su iniciación en los misterios de MinervR, a los siete años, el que hoy, pnr qu ciencia y laborio�inad, constituye una de las gloriAS indiscutibles del nativo lar.

La Historia de la Instrucción Pública en Puerto Rico hasta 1898. bosquPj!!da, solamentP, entre otros, por nuestro compueblano en ,rna L\1€-moria laurearla que n�va ese miFmo título (1) no ha hecho justicia tndavfa a la labor de aquE>llos Prec11n-1ores de la ensef1'1nza qae, animAdos de un bondadoso espíritu educador, echaron sobre cimientos eólidos la ba- lll Bl!-,lurlu de, la J11etruccl611 Publlcn ha�ta 18l'o!. sed� nuestra cultura. que ya en 1626 con don Juan de Amézquila Quijano (1) Capitán de los Reales Ejércitos de España, se mostraba gallarda, mientras hacia pininos por levantarse en Norte América la "Nueva Ansterdam", actual populosa New York, como es sabido.

Doña Pilar Dominguez-conocida por "La Maestra PiJar"-dL•ña Hosenda Padilla, doña Natalia Sellés, dofla Petr0M Salg1do, doña Whillermina Miller, doña Alejandrina Pagán (sin titulo) y ltis estimadas señoritas COLON BONFIGLIO-hcrmanas del poeta J. V. Colón-son modelos ejemplare'! de aquellus almas abnegadas que consagrarrn sus vidas a tan noble apostolado. sin otro benefu::io que la satisfacción que produce el deber cumplido.

Arecibo tampoco ba. tenido un premio paraconservar el recuerdo de aquellas nobles sacerdotisasdel saber, como 110 lo ha teni,to tampoco para don Juan Massanet y Caldente.v. mallorquin; (2) para don Ulises Ginorio, fundador de un Colegio de 2a. En!-eflanza en nuestra ciudad. ni para oon Juan José Colón y don Luis A. Ginorio, meritfsimos Profesores, hijo,i de este pueblo. Tonos esos apóstoles, te dos esos nobles Cruu1dos de la instrucción duermen olvidados en sus tumbaE:. si11 que haya habido una mano pi�doea y agradecida que levante sus nombres del olvido par» alzarlos gloriosamente en los fronlispicif'S de nue�llas EscuelAs, con lo que darfan ejemolos de verdadero patrir t;smo y abrirfrn sender,1s disrno., de imitación entre los arh,ules esc"laes que formarán las generaciones del porvenir. ¡Tan solo ee ha salvarlo del naufragio de la indiferencia y efe la ingratitud el nombre del Pbro. Mariano Vidal (3) con el qne se pnstit-nyó el de la calle nominada 1rnteriorrnente "Carlos III.,,!

Don Juan Mass11net preparó al niño COLL Y TOSTE en los conocimientos de la Primera ens:enanza (1859) debiéndole n aq,,él la hermosa letra que posee, según confesión del propio don Cayetano.

En l�G3 ingresó en el C�IPgio de 211. F.nseñnnza que los PP. Jesuitas tenlnn e<>tablecido en la calle del Cristo de la Capital, en donde, cinco años después, (1868) se graduó de ltl El,.M,lndcrnnrr>lll,ln�� Am,'.z,,u,•1� Qnlxnnn. PM,·1,ned,t !fnror:t,.llo d" Am,1,,,111•111 F.11 la r,r,,vl111•la ,h• 0•1h11iTA:oo E.�Jl(li'lnlhli)' un lu11nrorlJlo• rdon,1mbrndo "Am,,d:..11, n Am,1,.,1 ..,, " tal Blo1,1rnfln lle 1lun &rnd11 Mnrlu

11 1.

•�J Wn�II hln,rrnn11 de Ion HAllON ,1.�IUN.

Bachiller en Artes, con brillantes calificaciones y numerosos premios.

Con un mundo de ilusiones yesperanzas en la mente y en el corazón, sin acRbar de sanear la herencia paterna que la prematura muerte del autor de sus dias dejara a merced de acreedores, abogados, tutores y consejeros, colocóse el jóven Bachiller en la FarmaciaJe don Félix �- Alfonzo, como otros muchos, en calidad de meritorio. Seis meses de trabajo improbo, sin más diversiones que las que le proporcionaba su inmenso afán de estudiar y saber en la lectura de buenos libro�. como él dice, bregando con pomadas y menjurjes dañó toda su ropa de dril, pasó en dicho establecimiento capitalino.

Convencido de que alli no estaba su porvenir, regresó a Areclbo sin consultar a sus famihares, aprovechando un viaje de la goleta costAnera "Petl'a", que salfa de S1rn Juan para nuestro puerto. Trai. unos d1as de espera, halló colocación en la ' Farmacia Ledesma",donde ganó su primera peseta. Con el gracejo que es peculiar en Don Cayetano. cuenta éste en el número correspondiente a )C1s meses de marzo-abril de 1925 del "B@letin HistóricodePuerto Rico". que viene tesoneramente y a sus expensas publicando hace ya trece años. ese episodio de su vida, relato que copiarla de buen grado si no fuera tan extenso. (1)

"Era yo-dice don CAYETANO COLL Y TOSTE en una cart;Jt al Ledo. donSergio Cuevas Zequeira. publicada en ''El Territorio"-periódico politico que vió la luz pública en San Juan, allá por el año 1899 bajo la dirección de don Carlos Casanova-refiriéndose a sus primeros afies:

"De diez a catorce años aprendt a trom7J1mr con un negro que habí11 en casa llamado GuaM. que era mi coleador: luejl'o aprendf a nadar con el célebre VICTOR ROJAS; despedfa un caballo a escape corno el mejorjork,y; y con tres o cuatro muchllchosde la piel del diablo y de mi talla, cogfamos cualquier bote del Guaje de Arecibo y nos ibamos a correr la vela a alta mar o a comer raramtlo de las evaporadoras de la hacienda "La Vega" (colonia boy de la ''Cen• tral Cambalache"): estaba hecho un bandido y mi madre me daba unas palizas terribles. Rabia perdido la esperan- za de sacar algo útil ele mí y determinó meterme en el Colegio de los Jesuita11."

111 LI\ F11rrnnctn em rl"'otednrl rh1ll.cd(I. l'f()llrnell. con 'lllf�n entró lgunlmentl',fo m•rlt.,,-to E'I ruturn1rnleno.lloiranrlon 1:mnr,r <'011 11rimll tl•l(!� re11t>>1 men11\rnlrs. Ptrnmellle \'enrtll'i1•te�tnblel'lmlP�tf)o Ledeama )'i1atenumen· t6aCUUl'l!UIU ('eS<tSel hnberdelÍO\'eDllnohlller.

Sll11eado en parte el caudal reDicto al fallecimiento de su padre y con el dinero econumizado de sus haberes de dependiente rle Farmacia, embarcóse para Esp1:1ñ11 en setiembre de 1870. Llegado que hubo a Barcelona, la piedad filial llevóle al sepulcro de su progenitor, sobre el cual depositó, nablados de lágrimas los ojos, una c0rona de siemprevivas.

Matricolóae en la Facultad de Medicina, por enseñanza libre, en catorce áSÍgnaturas. Aprovtchando los mest-s de invierno y de verano, esto es, e�tudiando, sin descanso, los doce meses del año, sin vacaciones, logró graduarse con brillantes notas de Doctor en Medicina en febrero de 1874. En Barcelona escTibió sus primeros versos: la poetifa ''Mi Ilusión"; pero aún no es tiempo de hbblar de su labor poética.

El seis de diciembre de dicho 1874 contrajo matrimonio en la ciudad de Jos Condes con la distinguida seflorita doña

AdelaCuchi Arnau, bija también de acaudaladafamilia arecibefia, con residencia entónces en Barcelona. de cuyo enlace hubo varios hijos, y entre ellos los varones don José. don Cayet�oo, don Víctor y don Francisco, los tres primeros de nombre en la repúblicade las Letras.

En febrero de 1876 llegó al lar nativo con su jóven esposa y su título de Médico. Una semana perdió en la capital en espera de que el gobernador Sanz. Capitán Gener11I célebre en la historia polftica de Puerto Rico por sus des.manes y atropellos a la libertad. pusiera el Visto Bueno al titulo, reQuisito entónces indispensable para el ejercicio de la profesión.

Llegó a Arecibo sin el "Cúmplase"del pretor de la colonia. hijo de la reacción borbónica. Presentóse al Alcalde don Fernando Fernández-luPgo Marqués de "Las Claras"-hechura política de su tio el "Marqués de La Esperanzaº y del referido gobernante. El Alcalde manifestóle al incipiente médico que no podrfa ejercer su benéfico apostolado en Arecibo Ein llenar ántes ao11el requisito.-"Es la Ley-profirió-y hay que camplirla."

Ese mismo día-me rAfería el doctor, años más tardevino a busc11rme don Pablo Alúm, emplearlo en aquella fecha y más luego socio de la mercantil ''Roses y Compaílfa", con objeto de que visitara a su jefe don Antonio Roses (fundador con u hermano don Miguel de la rica y acreditada casa comercht.l dichc1) que se hallaba enfermo padeciendo de un fuerte ataque de neurálgia en la lengua. Mi cu11ado-sigue hablando el Dr.-don Luis de fü110, Ledo. en Derecho. me aconseh1ba que no fuese, temiendo fuera una mala jugada politica que se tratara de hacerme. dad() que se sabia que mi titulo necesitaba la firma del Capilán General. La teor1a de que no podía trab11jar, teniendo h<'cha y aprobada mi carrera, me sublevaba. y gufado, además, por el legitimo deseo de probar mi su6ciencia, al'f como deseoso de jugarle una trast¡¡da al Alr.alde, fui a visitar al rico enfermo. S,1fría. en efecto. de una neurálgia lingual. dolencia q11e se le repro�i 1cía todas las semanas v que, ni el doctor Won Bretton. ni los doctores Padilla y Reverón. los tres de nombradía y f14ma, habian podido curar. Examinrido el paciente y formulado el diagn6stko,llevéme conmigo lll propio Alóm a la botira de mi amigo Manuel Pérez Freytes al objeto de que este prepara�e la medicir,a, pero sin autorizar la receta, para no comprometerme. El bueno y le11l amigo no pusl) rótulo al frasco que contenia el medicamento. Rompí la receta. Ahora. dijimos. que busque el truculento Alcalde Fernández. Pi quiere, el cuerpo del delito.

En Arecibo vivió querido y ;idmirAdo por sus iniciativas e inteli.1,renc-ia. ejerciendo Ta plaza de Médico Titular. contrihu-.·endo al progreso en t"dos los 6rdenes de su pueblo. fomentamfo la cultura arecibefla., dando a su puAblo nobles y levantados ejPmplos de virtun conyngal. de amor al estudio, de devoción al sentimiento uatrio. (")

Miembro importante de la Institución Francmasónica. trab�ió decidiciamPnte en favo1· del proyerto de erección d,:i) HoQpital Municipal. elaborarlo en Tos talleres de la Lo¡rla Tanamá núm. 2 y cristalizado lue.l!,'o en una realidRd JrlO• riosf!, que ha vPnido sirviPndo de albergue a la ancianidad desamparada, de consuelo al humano dolor.

Rubo una lucha encarnizada entre los que pretendian, celosos. reconstrufr la antig-na Ermita de la Monserrate y los autores rle levantar un templo R la Caridad pública. Moviél'onse influencias en ambos sentidos; In prensa loca) clam.:iha un dfa y otro día con elncuenteq aTtfculos y ra?.onamientoa por la edificación del Hospital. El Asilo donde se t"1 RJ �\'u11rntnl1>nrl\tennmhñillMim Tlt11lnr. nr,rohnndo fllnho nomhrnmf,-.nto,-.tGnhlt>rnnGt>ut•rlll"" 111«111O\'t11hr(• olf' 111'7�. <'•m ('t1n\i'ter lnrerlriv. M,l,¡!11,•¡;o,,i1111•>\'h11nbre ulle! 1•NJ'li0utloseledesilrnódello!U�11meiHe. daba albergue a los pobres desheredados de la fortuna. enfermo.; dei alm·t y del cuerpo, era una casona antiqutsima de ma,teras. pintada de cal. y techo de tejas de b11rro; las camas de los e11fern10:1 eran miserables petatf-S de palma o c::imastro... de madera; el local era antihigiénico, en extremo con1rario a lcH1 fiMs en que se utilizab.., y �e levantuba en el miNmo sitio y s ,lar en que hoy se alza la Escuela Católica, ("CPrro de la Monserrate.")

La vi..ja Ermita, era es cierto. una reliquia histórica, propia más bien para lilllseo que para la celebración del culto. Detrás de ella erguf11n sus copas eohiest.11s lc.s Pinos del cementerio derruido, árboles 11imbó•itofl. Pero el Hospital t>ra una necesidad indiscut1!,Je. Y la obra se empezó con una misérrima suma de dinero. Una JuntR de Damas auxiliada por otra d� Cabnlleros, es decir, vari&s nlm&s de buena volunt1:1d, echnron f'.Obrt> �ui. hombros la pesada csrg&, que alivianaba el pt'n!'amienlo de que l011 dolcre!I y lágrimRs de IR indigencia b&llarlan conauelo en 1J.quella obra, bija de la Filantropia.

Don CAYETANO COLL Y TOSTE fué nombrado Vocal Director :le las obras, y Pn cumplimiento de sus deberes !le le veta a torla<1 hora!! dirigiendo. in!lpeccionando. los trabajoq y disponiendn el acomorlo de materialE-s Era una verdadera obra de romanos. Sin recur!los econ6mi<'OR se nbrieron l:is z11nja11 pura cimientoF, dei:pués de demolida la antigua CMa del SPflor. y ele destrufdos Joq re�tos de los viejos y 11bandonado11 panteonP" y nich<'s. LQs hoP!'ClS humRnos de Jo" 11epoltado11 PO la ÍO!IR común se condujer"n, por c11rretarla11 al n11Pvo cementnio civil. (Aq11ell1111 zonjHs "º" sirvieron II los chicos ne mi tiempo pera nue�tro11 juegos infRntile!I, ai1i como t»mbié11 la11 rumas de l011 nombradoq pinos.) El doctor COl.L Y TOSTE hRbfa encargado a mi abuelo materno que cuidRqe a la vez de materialPA y trabajos. A diario Rt> les vela a amboA 11entados sobre cajone" de m'lclPra o Robre los montones de r.i"dras crne se iban utilizanrlo en IR cimenti1ci6n, en amigable plática sobre el edificio que daba ya sei\ales de vida.

Y no 11010prestaba don CAYETANO eu generoso concurso material a :a11 olm111. Su clarR inteligencia fué también puesta en ejercicio y contribución en fJtvor del majl'no orno6�ito. escrihiendo 1110 obrita "CRONICAS DE ARECIRO". cuyo producto !le destinc'í DM el autor a los fondos del Hospital en constl'ucción. (1891)

En la edificación del Hospital Municipal babfa puesto PU emµeño-rayano en tenacidad siempre que don CAYE'l'AN() lo quiso.-Asf, ya ausente de Arecibo, venia periód1c,11nente a ver las obra� y acompañó dt?sde Sao Juan a las Siervas de María cuando é,tas, en noviembre de dicho año, vinieron a bacera� cargo del generoso Asilo. ¡Recuerdo que foé un dta de lluvia torrencial! Tenia yo cerca ele quince

1➔ños y por la amistad de mi abuelo con el Dr. COLLY TOST� y las aiutoridades locales me encontré con él presente en aquel acto.

Era don CAYETANO un garrido mozo, de elevada estatura, carnes proporciouadas, moreno, de luenga barba negra bien peinada y loc1ent.e, de mirada de águila, frente despejarla, de fácil palabra y conversacjóo agradable, prendas éi-tas últimas que conserva no obstante sus setenta y cinco afios.

La familia COLL tiene su casa solariega en el Ampurdán, en Catalofl_a. Es de ascendencia nuble. de aquella nobleza de Escudo de Armas que ostenta un castilIn entre do� monte11, en cuya torre se alza una bandera roja; de la falda de los dos montes salen do::1 riachuelos QU� serpetean oor el valle. Elapellido COLL en catelán significa "cuello", "garganta", lo que explica el simbolismo del escudo.

En 1891 marchó el ilustre compueblano para la Capital de Puerto Rico. "La llUlipicacia y la injusticia, -me escribfa una vez-sacáronme de nue�tro pneblo". JYo no be coniioirarlo nunca, ni i-iquiera Quise formar parte ::le la Tor,·e del Viejo," (1) Se le pidió por un significado peninsular -socio de una casa de comercio-que renunciara su plaza de Médico Titular para colocar a un pariPnte de la espo�a de aquél. El cargo desempeñado cnn sariencia y exactitud por P"nRcio de 18 afíos fué renunciado. Tenía, además, don CAYETANO por resolver el problema de la educación de sus dos hijos mayores. T0do, puee, contribuyó a su partida y ausencia rlel pueblo natal, que nunca ha olvidado, y al nue, hRsta hace poco tiemoo. visitó peri6riicamente. Y en Santurce, rico y aristocrático poblado dP la Capital, compró una casa a la Que nuFo el nomhre de "Villa Los Pinos", flemhrando en 1011 judine!I del frPnte uno de aquellos pinos del cementerio viejo a quienee él cantara, pinos que fueron nuestra pesadilla de muchachos, en cuyo ramaje se enredaban nuestras chirinoas y volantines de papel..... Y alli vive afln, con su amantísima esposa, gozando o sufriendo con los triunfos y dolores de sus hijos, rodeado de nietos, flstudiando siempre, siempre trabajando, escribiendo sus cartas personalmente con su letra menuda. e-Jara y elegante, ejer. ciendo su austero y noble cargo de HistoriRdor de la Patria. Cuando en 30 de octubre último (1925) fui a visitarle-mi primera visita a "Villa Los Pinos"-le hallé con una plegadera en la mano, al'reglando las cubiertas de un montón ne ej,,.mplare_s del tercer tomo de sus "LEYENDAS PUERTORRIQUENAS."

El traslado a San Juan abrió nuevos horizontes a laEl actividades intelectuales del médico y del publicista y poeta. Trabajó de la profesión con pingües resultados. Ganó dfoero qoe aumentó más su caudal económico.

Poco tiempo después de haberse domiciliado en la CRpital fué nombrado, con otros politicos más, Director del Partido Fusioni:lta, que también se llamó Sagastino a causa del pacto celeb�ado con el partido liberal espai\ol, que, años más tarde (1897) concedió la Aatonomfa a Puerto Rico, de cuyos beneficios no pudogozar el pals por coBsecuencia de la guerrR de España con Estados Unidos, a raíz de la im• plantación de aquella.

En pol1tica prestó importantes servicios a la patria, desempet\ando con eficiencia y honradez los siguientes cargos públicos:

Gobernador Regional de Puerto Rico; Sub Secretario de Agricultura. Indu�tria y Comercio; Delegado a la Cámara Popular en el periodoautonómico: Secretario de Hacienda; (ll Secretario Civil del Gobi�rao Militar norteamericano en los días difíciles de la invasión; Comisfonado del Interior; Representante a la Cámara Insular por el Partido Republi- lt) Dire "EllTerrl!Qrll'I",e,ilul<'in clt11,1a 1\nteg, "OOLL Y TOSTE.HnQl,Jtenl<loelelevn1locanro ,le !'ecretarln f'tvll 1111! Genernl nu,·ls... le unnnolumQ1!l 1:nmnmlldlcl'Ionnn,.,tuflo. 11<>rsuUbr<i1"FIP\lrj) nmnrlllll"-·-<.:omQ l)Olllloo. '\leudounodelos 8els Dlre,•torestll'l nn11i,tn r�i\ll'nden1fempo,;rtela dom!• naoi<íne!lpnnoln llnmr,Gnbernn1nrJte111nnnl. ,le�thus•enrinII Alcaldes que l'Om110ntenlmnni pueblo. <'omoR�cn>tnr ndi' JfacJerida,<'Ot:le.udo un Tesoro 1mm11uP.stndesetentr• y"eisaPntovo• en m•,nu•lsde brnncc >· nna moneclft11 dA nrn•!olnmhln1111. l'hnjn sulllrr<wl(,11 te,·11oterse P"B E!neirntlu cui,tnl. pna:\rrllole atodoel mundo:y ni entregarlo ªI nue\'o 'l\,sorero darlo un soumotedeSllli.000,flQ Yl,!11!.o.sin ntr"oellarun eno contrlhnyente Como ll111ldn- 1lt'lr ile In D1rnt11c1,1nPro,,tnclol.hnp:uro,loat.(')clos lrs\lm11fe:1dos de u suprimidaOornoracióa,y cet, t>uando o tl)dos losacreedores". cano en la Legislatura de 1900 a 1002; Superintente del Colegio de Beneficencia (de niños,) miembro de la Junta Central del partido Unión de Puerto Rico, y otros más.

Es-sin dar ruido y sin echar las campanas de la notoriedad y propias alaba11zas al vuelo-uno deloe hembres de cimentado prestigfo ante elgobiernode Norte América.

En el campo profesional prestó sus servicios como primer Director del Hospital de la Monserrate, de Arecibo, llamado después Hospital Municipal, y comomédico for@nse dela Re,11 Audiencia de Puerto Rico y Académico de número de la Academia de Medfoina de Puerto Rico.

La literatnra castellana ha tenido siempre en el Dr. COLL Y TOSTE un exquisito y eonstante cultivador. Cultiva la prosa galana y castiza con la misma maestría con que manejael verso. La Historia fuéel más poderoso núcleo de atrc1cción desu cerebro po-tente y de sus aficiones literarias.

Aparte su cargo de Historiador de Puerto Rico. es Presidente de la Sociedad de la Historia, Socio o Miembro Correspoo1iente de la Real Academia Española de In Historia, de Ja Academia Nacionalde la Historia de Cuba. y de la de Venetuela, Vice Director de la Academia Ai,tillana de la Lengua.. Ha sidoPresidentedel Ateneo de Puerto Rico y Presidente de nuestra Sociedad de Escritores y Artistas. De su paso por esas AQociaciones dejó como recuerdo <'uatro íascí::ulos impresos con el tttnlo de "Plnmas Amigas", que el autor de esta obra conserva encuadernados con hondo afecto y veneración.

Entre los honores alcanzados por el ilustre compueblano figuran el haber sido bonrAdo con el trtulo de Comendador de la Real Orden Americana de Isabel la Católica. por el ({obierno de España, y cnn elde Caballero de la Orden Venezolana rie Bolivar, de Venezuela. Es además miembro de importantes Asociaciones Literarias de El Salvador y Nicaragua, si mal no recuerdo.

En prosa tiene publicadas las siguientes obras:

Crónicas de Arecibo.

Colón en Puerto Rico, laureada.

Prehistoria de Puerto Rico. La Instrucción Pública en Puerto Rico basta 1898. Laureada.

El tratamiento de la Fiebre Amarilla. Repertorio Histórico de Puerto Rico. ResefiR del estado social, económico y polftico de la Isla de Puerto Rico al tomar posesión de ella los Estados Unidos. Leyendas Puertorriquefia11, tres tomos.

El cuento semanal, panfleto de cortas p&ginasen80, Boletfn Histórico de Puerto Rico 12 tomos en cuadernos de 64 páginas, tamafio 16, cada uno, cuadernos que se publican cttda dos meses.

R�copiló y ordenó los trabajos premiados en el Certamen organizado para celebrar el Cuarto Centenario de la C ,lonizaci6n Cristiana de Puerto Rico, en cuyo Certamen fué igualmente galardonado por una leyenda titulada "Guanina", alcanzando otros lauroB más.

Trabajador incansable. en la prensa diaria del pafs ee leen -.uM articules sobre historia regional, constestaciones a consulta'i que de diferented puebl0� de la isla se le hacen a diario sobre fundaciones de pueblos. estublecimientos de Asociaciones y otras similares. Y en las revistas literariu, propi>imente dichas. se encuentran a menudo poesfas suyis. llenas <Jp vigor y lozanfa, mostrando asi que la nieve de los años no ha pndido apagar el fuego de su alma de poeta, ocurriéndole lo que a los gnrndes volcanes QUP miéntras la lava hierve en la entraña preparándose para salir por el cráter, la nieve cubre la cima....

Sus conferencias sobre Rectificaciones Hist6ricAs han llena1o de luz las páginaq de nuestra historia regional, Palvando lag-unas, corrigiendo errores, l'eñalando nuevos hechos, publicando numerosos documentos deFconocido� p2ra la actual generaci6n y aún para algunas de las anteriores.

En la actualidad prepara el cuarto tomo de sus Leyendas Puntorriqueñas, obra de texto en la clase de Literatura (segundo año) dP las Altas E!lcuelas de la isla. De ese modo, el autor, sabia y discretamente va escribiendo la historia del pais, vestida en la form11 por el ropaje de la ficción, pero conservando el fondo histórico. Es una manera de libraral lector poco adicto a esa ciencia o materia, del aburrimiento o �ansancio que podrfa causarle la monotonia de la

Historia cuando elautorse ciñe a referir, sin comentarlos, en estilo sencillo Jos hechos.

La obra culturalrealizadapor el ilustre hijo de Arecibo noha sidoapreciadapor Puerto Rico, pasando casiinadvP-rtida para su propiopueblo. Laenvidia-m6nstruo multiforme-que siempre tuvo unzarpazo paraelescritor, un dardo paraelpoeta, una diatribaparael intelectual, ha seguido decercaen muchas ocasiones a este arecibe:i'\o singular. tratando de herirleenla sombra, de morderleenlaespalda. Perolapiel de diablo del chico estudiantil trocólaenacerada malla el ciudadano y los dardos embotaron siempre enla cotaaugustadela Probidad y de la Sabiduría, encarnadas en don Cayetaoo.

Allápor elafio 1912 los vecinos del Histórico "Cerrode la Mooserrate" entablaronunaacción civil contra la Iglesia Romana, oponiéndosea la tramitación de un expediente posesorio que el sacerdote señorAgustln Rexach, Vicario de aquella, presentaraante la Honorable Corte del Distrito de ArPcibo, alegando que eran dueños de lossola.res enque enclavaban s11s respectivas cas11s, ubicadas en dicho sitio. DonCAYETANO COLL Y TOSTE en so obrita ''CRONICAS DE ARECIBO". citada, refiere cómo y de qué manera se fandó la Ermita, expresando el derecho de los vecinos a establecer en tal paraje sus casas sinlimitación alguna, libremente, sinpagarcánon o merced. En este sentido sele pidió anaopinión anuestro Historiador y croni ta. Al contestar éste. entre otrascosRs, corrobo-rantes de lo contenido en dichaobra. manifestóque un tal Márcos González babia sido Mayordomo de la Ermitade Monserrate.

El prenombrado señor Rexacb con una ligereza impropia de loshombresde s11 ministerio, negó las afirmaciones del Dr. COLL Y TOSTE y en bojassueltasque saHan de la sacristfa de le Iglesia Parroquial y bajo sa firma. acusó públicamente ne mentiroso al insigne arecibeflo. Más hábil don CAYETANO y con In Clllma en él característica, fuése al Obispado y mostró al Obispo católico unas Actas de nuestro Ayuntsimientode Joq 11ños 1818 y 1819 en lascualesconstab11 que Márcos González en su cargo de Mayordomo de la Ermita, b,biase dirigidoa la Corporación Municipal solicitando se impusiera uncánon o tributo a los vecinosdel "Cerro"por el uso delossolare!'. El Obispohizo que dos sacerdotes sacasen copias deaquellas Actas y last-nvió al VicarioRexach. Este. porsn parte, tetatarudo comoun aragonés, no quiso rendirl'e a la evidencianipasarpor elpuen- te hahili"imo que el Dr. COLL Y TOSTE le tendjera, y si�uió publicando otras •'Hojas voluntes" en las que decía que el Dr. sekab!a Cllf.do de un 'ttido, asf como también que con documento:1 civiles nada se probaba, pues la lg!ePia solo a•·eµtaba documentos eclesiásticos en materia de discusión. En este terreno el Dr. con toda la razón nad1t podia probsr. Entónces intervine yo publicando una boja suelta. algo extdnsa. por la que me bacfa solidario de lo afümado por mi cornpueblano respecto a que Márcoe González habfa sido Mavordomo de la Ermita de Monserrate, 1:1fi1:1diendo aue el sacerdote senor Rexach faltaba abiertamente a la verdad y retándole a una di!\cusión histórico-eclesiástica. Di.as después. en otra "Hojita Volante". quiso el sacerdote tcmarme el pelo; pero no aceptó la discusiónpropuesta. Volvi a emplazarle dándole todo el tiempo que quisiera para contestarme. Viendo que se cumplia un año y el asunto no tenia traz:is de re"olverse por el silencio del sefior Rexach. dt a la publicidad un documento autorizado y ePcrito de su puf'io y letra por el Ledo. don José Domingoez, Vicario Que fué de Arecibo por más de cuarenta af'ios, E:n papel sellado de la época, en el que h1tcP constar de modo solemne, no solo que Marcos González fué Mayordomo de la Ermibl, si que también qae éQtR se edi/ic6 m terreno baldío y fabricó con limosnas de los vecinos y de otr0s de la isla. (1) La prueba era concluyente. aplastante, y el eetlor Rexach no quiso '901ver a la carga.

Don CAYETANO qaemantenía y aún mantiene viva correspondencia conmigo. Pn J1quella épc,ca. deciame en una carta. RI ver como lits iras del ministro de Dios descargaban sobre nosotros:-''Notema usterl nada. amigo mfo: los rayos cayeron siempre en las cumbres y nunca en los batataJes.''

Dije en an oárrafo anterior que el Dr. COLL Y TOSTE recopiló y ordenó los trabeios concurrentes RI Certafl"en or¡ranizado en celebración del C1111rto Centenario de h1 Colonización Cristiana de Puerto Rico, y;me :quedé corto en la expresión.

Averiguado que don Juan Ponce de León desembarcó en son de conquista en nuestra isla, Pl dfa 12 de agosto de 11) Tl'n,rl\ 11 In ,11�11"slcMn lit' r,uiene11 de11een l'XnmlnnrloA PI d0<-om¡,nto nrhrln11I v h1s"IJ,-j111 Volantes·•lmnre'l"8, riue clNulnrcu profusnmeute por lu clutlod >' 1,us C)UDJoos,

1508, nuestro Historiador dirigió con fecha 15 de enero de 1908 la siguiente Cllrta al Presidente de la Cámara de Delegados, ilustre poeta y politico don José de Diego:

''Sefior:

El doce de agosto del presente año se cumplen cuatro siglos de haber pisado tierra borinqueña. por priniera vez. el Capitán del Hiaii1-y, don i-uan Ponce de León como explorador, conquistador y primer poulsdor de Puerto Rico. En ninguno de nuestros libros de Historia Regional se registra tan memorable fechN. Ni ltiigo Aba<l, ni su comentarista ilustre don José Julián Acosta, ni don Pedro Tomás de C6rdov11, en sus extens11s Memorias, ni don Salvador Brau en sus bellísimos trnbajos históricos, ni don Eduardo Neumann ea la biograña de Juan Ponce, ni en los libros de en�eñanza de nuestraA escuelas. ni en los antiguos documentos oficiales de la Isla, se anota este día, inmortal para nosotros

"Con mis rebuscas en las documentaciones del Arcbivo de Iadia:i he tenido la suert-e de este feliz hallazgo histórico.

"El desembarco de Juan Ponce de León el 12 de agosto de 1508, en tierras del cacique Ar,iie11ba?'ltL, representa en esta Isla la iniciación de nuestra actual socieaE.d bi;jo la cultnra europea, y esa cultura europea vino a las Indias Occidentales. en aquella remnt11 épncR. envuelta Pn los plieR"ues riel pendón de Castilla; teniendo la gloria de traerla a nuestra querida ínsula uno de aquellos atrevidos campeones, que ,rnpieron clnvar la cruz del Redentor en las puertas de la Mezquita de Granada".

''No todos Iris pueblos tienen la dicha de poder conmemorar las grandes fecha!' de su entrada en la Civilizació� Cristi:ina: y pudiendo nosotros en la actualidad fijar con precisión la nuestra. creo y entiendo. que seria un acto de justicia histórico y también verdRrlero de patriotismo, acordar que t:\I rlía se conmemore en P11erto Rico. en su Cuarto Centenario; procurnndo mediantE> un Reto público trasrendenta.1. celebrar el 12 de :igosto de 1908, como aniversario glorioso de nuestra actual cultura puertorriquei'la."

"Y siE>ndo la Cámara de DeleJrados la genuina represent·ición del pueblo puertorriqueno, a ella tengo la honra de rlirigirme, por conducto de su digno Presidente, para que le dé. si guata. cuerpo y vitalidad a est11 idea.

..De Vtl. respetuosamente, Cayetirno Coll y Toste Académico Correspondiente de la Historia." Por el senlido de lo transcrito verá el lector que me quedé corto en mis apreciaciones ¡ji tratar el punto en cuestión.

El Sr de Diego acogió la carta con sin igual entusiasmo; la Cámara 00111br6 una Comisión compuesta de su referido Pre:1ident" y ne los Represeobntes don Luis Muñoz Rivera y don Manuel Zeno Gandta ante11 menci('t111do, cuya comi!'ión informó favorablemente acordando la Cámara so• licitar del gobernador de Puerto Rico sefior Regís H. Post, declarase dfa de fiesta oficial el 12 de 11gosto ue aquél año. Nombró nicho gobernante. ademáqdeacceder a loE-olicitado, 110a Comisión Honoraria y otra Ejecutiva para que acordasen los festejos qne debieran llevarse a cabo en celebración de tan fausto hecho.

El Comité Ejecutivo se reunió en el Casino Espa.í'iol de la CapitAI y acordó: celebrar festejos desde el día 9 al 12, ambos inclusives de agosto; declaró Gran Dfa Cfvico este último y que en él se haría el traslado de los restos de don Juan Ponce de León de JA ig!Psia de San José (antigua de Santo Tomás de Aquino) a la lgleRia Catedral, celebración de >1ctos rP!lgio�os y procesión c-fvico-bistórica. Igualmente acordó crear una MedRll;i conmemorativa del Cuarto Centenrtrio de la ColonizRci6n Cristi1rna de Puerto Rico. fundiendo ejemplareq de ella en oro, plata y bronce; dándolos en premio a los trabajoq que se presentasen a un Concurso organizado por el Ateneo de Pnerto Rico, a quien. por mediac-ión de su ent6nces merití,imo Pre�inente don F,.rdinand R. Cestero, se dirigió con otra carta el activo don Cayetano.

El i1iguiPnte párrafo del rliscnrso 11rononciarlo por el PreqirlontP del AtPnPn de PuPrt,, 'Rico la noche rlel8 de agollto, al dar IPctura dt!l Laurlo del Jurado Calificador de los trabajos dt3l Concurso, dice mb, muehn máR de cuAntonnestro ardPntfaimo deseo pudiera decir en homenaje de nuestro compneblano:

"DebPm'.lR principalmente el brillirnte éxito de estefestival. 011P ha de formar época en la Hil'toria dPl PoPblo de Puerto Rico, a nuestro ilustre compatriota, notable historia• dor indico, eBcritor calltizo y poeta gallardo, doctor don Cayeu1no Coll y Toste, miembro correspondiente de la Academia de la Historia, infatigable investigador, qaecomo nuestro!! sabios doctor Sthal, Brau, doctor Rafael del Valle, Padre Nazario, Sama, Neumamn y otros miembros intelectuale:1 de la vena aurffera da la Hi:1toria, ha descollado an ese ramo importantlsimo p�ra lavida de este pueblo. El doctor COLL Y TUSTE. con una perseverancia digna de t.oda loa, ceo un te,6n espartano y un propósito firme, recr.b6 de nuestro Gobierno el apoyo decididoa su levantada idea, y e11e apoyo fué concedido noblemente por nuei:tra Cámara de Delegados, secundada por el Gobernador, pues ast los gobiernos eabio11 prestan su concurso valioso a todo levantado penAamiento de civilizRción y cultura. E11ta fiesta, pue11, tan hermosa y tan hPIIR, la debe Puerto Rico a su ilustre hijo, el doctor COLL Y TOSTE. y a él principalmente debemo':I tributu nuestros aplausos."

En e!le Certámeo alcanzó don CAYETANO los premios siguientes:

Merlalla. de Oro por su BIOGRAFlA DE JUAN PONCE DE LEON;

Medalla de Oro. Biografías de Puertorriquenos fallecidos; l\1E'datla dl:l Oro por suestadio sobre Bibliograffa Puertorriqut-fia.

Medalla de Oro por su Leyenda puertorriquefta "Guanina", en prosa.

Medalla de Oro por su Colección Prehistórica.

Merlalla de Oro por su Colección :Je Libro• editado! en Puerto Rico.

Medalla :ie Oro por su Colección de manuscritos referentes a Paerto Rico.

Poeta de elevados vuPlos. conceptuoso, de la escuela de los cláqico,, por el fonrlo filosófico de sos poesfas podrfa muy hien decirse de él QUP Martfnez de la Rosa y Campoamor foeroo 11us émulos. Ha producido mocho en verso: pero so obra poética no está recorllada en libro alsruno. Su númeo f'lp p1et'l hs Aido festejado en Españ11 y en las renúblic11s ,le Centro y Sud América, reproduciendo la prensa literaria de aquellos lejanos países algunas de sus bellas producciones poéticas.

A1i •R más lllrdt, la Curporarufo Munir1pal t11 se1,6,1 d,fecha 27 de marzu de lY/tJ......

Sus poesías "El lncendfo" y "La Ola" que reproduzco tienen tal viveza de acción y colorido, Que más bien que ficciones del pensamiento parecen copi11 exacta de la realidad. De igual manera las titt1ladas "La Molienda11 y "Cruz::indo la cordillera". teniendo ésta un sabor sutil de égloga. "Los Pinos del Cemeuter10" tienen una inmensa prodigalidad de sentimiento.

Má� de la mitad de sus poesfas que ha escrito está11 sin publi.:ar. Proyecta editarlas bajo el sugeQtivo titulo de •·�u torrede Sílex" en trestomos, a saber: De mi Patria.De mi Hogar. -De mi culto a lo Bello.

En el Certámen del Cuarto Centenario de la Colonización Cristiana, obtuvo también una Medalla de Bronce por su poe:1fa leyenda "Las medallas de Víctor Rojas", cou el lema Misterios in.sondables. (1908)

En el certámen organizado por la Sociedad Económica de Amigos del Pafs obtuvo un premio por sru poesía titulada "Una página de gloria" (mayo de 1892)

"El Mártir de Atenas" y "Hácia la Lu.z" premiádales ambas con Pensamiento de Oro por el Casino de Maya.guez, mes de mayo de 1895.

''GENESIS" comoosici6n de fondo hiAtórico. premiada por el Ateneo de Puerto Rico con el titulo de Socio de Mérito, ano 1902.

Ast ha transcurridoy transcurre la vida de este varón ejemplar, que a la vez que di6 al !!uelo que le vió nacer sus energías, actividades y talentos. di6lt! también cuatro hijos con propia personalidad, v111ioiioA profeQionale11, tres de los cuales (José, Cayetano y Victor) han descollado en el campo de las Letras y de la polftica.

La "ALLIANCE SCI�NTIFIQUE !UNIVERSELLE", Sociedad de hombres de Ciencia, Letras y Bellas ArtPs, le de�ignó en unión de sos cnlep;a3 doctores ZENO GANDIA y STAHL de don Salvador Brsiu, entónces Historiador de Puerto Rico, don Manuel F.-roández Juncos y don José G. Torras, para constituir el Comité correspondiente en nue1tro pafe.

Doshombres de génio eaotivaron mi atención de nifio y mi ad,niración de hombre: Don Manuel Pérez Freytes, Ledo • en Farmacia, hombre de ciencia, laureado en concursos fuera de Puerto Rico, y don Cayetano COLL Y TOSTE. El primero, que falleció prematuramente, figurará en mi otro libro "E.icritores Arecibeñes", si el tiempo y la vida me alcanzan para ello.

Como tributo a los méritos inmensos del segundo, en 25 de diciembre de 1913 presenté al entónces Concejo Municipal de nuestra ciudad, el siguiente escrito:

Al Honorable Concejo Municipal De Arecibo

"La confianza que. como elector, puseen vc;sotros al depositar en favor vue�tro mi voto en las urnas comiciHles, sirve de alientos a las pretensiones que hC'y me impulsan a ocupar la atención de vosotros, asf como también me sirve de estimulo el conocimiento que tengo de vue�tros entusiasmos para todo aquello que signifique amor al pueblo de que formamos parte."

"Ha sido hasta la fecha presente, y con muy ra.ras exc�pciones, norma de conducta de los pueblos, aguardar que el lnrlice :le la muerte sefiale los merecimientos de aquellas personas dignas de loa por sos eFfuerzos en la obra augusta del progreso humano, nara entónces hacerles la justicia que merecieron en vida. Es innPgable que la Envidia tendió Riempre su vnelo sobre aquellai1 per1.1onas que por sus trabajos en el sentir expuesto, se hicieron acreedoras al premio de sus afanes."

"De ahf que hoy me permita molestaros para nediros que acordéiq sustituir el nombre actual de la "Plazuela de Ja Mon<1errate", de esta ciudad, por el de "AVENIDA COLL Y TOSTE."

"No be de haceros IR historia d@ los tftulos merales, sociale11 e intelectualee ooe honran al digno :arecibefio doctor don Cayetano Coll y ToRte, Presidente ::Jel Ateneo de Puerto Ric,,, Académico de la Resil Academia de la Historia, en España, dP. otras Asnciaciones Literarias Presidente, e Historiador de Puerto Rico, por reciente nombramiento del gobierno de la hla: pero sf he de recordaros en apoyo de mi 11olicitud, qne la gloria conqui<1tada por éste digno hijo de Areciho en los campos glorioPos delhumRno tHtber, iie reflP.ja sobre el conglomPrado social que a él sirvió de oona, ésto es, sobre su pueb1o."

"Nuestro esclarecido paisano marcha al ocaso de la vida. Contribuid vosotros, honorables señores del Concejo, a la realizaci6o de esta obra que a vuestra consideración someto. para 11ue ella sea meneaj�ra para el cantor de oaestras glorias arecibeiías del premio, �¡ no de la gratitud, a 11ue por sus merecimientos se ha hecho digno, sirviendo asi, también, de estlmalo y de ejemplo para la juventud que ee levanta ávida de eiencia y Libertad." • • •

Aún aguardo la respuesta debidaa misolicitud......

,

Años más tarde, la Corporación Municipal en sesión de fech'l 27 ele marzo de 1919 (documento número 42 del legajo 715) acordó cambiar el nombre de la calle de "La Cruz" por el de '·Doctor COLL Y TOSTE". ParS\lela ésta via a la de ''Francí�co Gonz'¾lo Mario, parteo ambas del extremo Este de 1-t "Plaza M.uñoz Rivera,"prolongándose hasta Ia•·Plazuela de la Libertad", frente al hermoso "Paseo Victorr Rojas", asi llamado en memoria de áquel noble lobo de mar, que. salvando infinidad de viiaR �n lacha con lasolas enbravecidas del mar norteño, burlandolaavizora hambre de lo3 mónstruos del ocer:ino, murió victima de la envidia de los hombres y de su justiciaciega y acomodaticia .....! iDel héroe a. quien el propio Dr. COLL Y TOSTE dedicara un poema cn,, motivo de nno de sus actos intrépidos. titulado "El naufragio de ''El Adriano"! (1)

Inju'ltO fuera si no hiciese constar que a la amabilidad y saber dt?l ilm1tre comoueblano, debo, en parte. la preparación de este libro. El me ha suministrado composiciones poéticas. fotografías y datos de algunos delos bardos que aq□í figuran, contestando a mi!j consultas,demostranjo vivo interés, alentáodome cada dia en mi penosa tarea.

Para terminar, copiaré unas palabras del excelente amigo cuyos rasgos biográficos dejo apuntados. para que otra pluma de má!I vuelo!! y gallardfa que la mía haga el trabajo en relación con los merecimientos, virtudes e inteligencia del eximio compueblano:

"El puesto público que hoy tengo no lo debo a Da casualidad, sino a la constancia; que en la rueda de la fortuna trepan los hombres de dos modos: unos impulsados por la misma rueda y otros, por el lado opuesto y contra el movimiento de eUa; yo prefiero el esfuerzo propio y no el de la rueda: que la humanidad hay que tomarla tal como es y no como nosotros quisiéramos que fuera; que hay una asignatura que no se enseña en los Colegios ni en las Universidades, que eN la Mundología y se aprende en la frase homo ho• mini lupus en el libro de los Proverbios de la Biblia, en el Kempis y en las máximas de Franklin. Con éstas cositas, la verdad y la honradez por escudo, y ajustándome al fiel cumplimiento del deber es que yo voy sobrellevando éste pic1&ro mundo." (El Territorio edición citada.) (•)

U) EstepoamaOgum1•no unn luminnen RfotrrnMllde.To�G Vlctf,rBofoe ei, lllcitadopanfleto"Cr611koslle Areclbo". El hnbcr d11do ¡1refereuula n In• MO<olll!I ln.urenrlns fnotros 1mbnit1b"º vera!lrleiD,¡ctPr,aslt•flml'tnmbl(.n 10 exten;;odelmismo,me Impiden r.-pl'(l<,luclrlouqul,1:omoruer,,n mle debeoe.

Mi Ilusion

Hay una voz searetn, un dulce canto, que el otma solo rBcogido enti1mtuJ, un sentimúinto -rnisterio�o 1J sa1Lto q1te dsl barro 4-l espfritu du-p,rsnde ......Espronceda.

¿Quién eres, dí, fantasma misterioso, hada invisible a la mirada ansiosa, que siempre acudes a arrullar mi euefto, que vienes siempre a visitarme a solas, y un ósculo en mi frente depositas murmurando palabras cadenciosas, dulces al corazón, al alma dulces. cual del salterio las divinas notas, por la mano de un ángel arrancadas en medio de la noche silenciosa?

¿Eres error no más de los sentidos, con el ¡:iueño quimérico seforjan, o el ángel de mi guarda que invisible miéntras duermo tranquilo me custodia?

Jamás te vi, que tus villitas guardas, nocturna aparición, para esas horas en que reposa el hombre, y en que envuelta edtá naturaleza entre las sombras.

Mas radiante de gloria te figuro, juzgo perlas los dientes de tu boca y alas pongo de un ángel en ti;s hombros para hacerte más bella y vaporosa. iOhl si verte lograra iSi en mis brazos estrecharte pudiera! Si en mi loca ansiedad despertase cuando vienes a halagarme jovial y juguetona!

(•) En la linea primera del párrafo cuarto, 'J)ágina 1!l8. aparecen, por error, las voces "'Erayo-. El párrafo debe comenzar ad: Dice don CAYETANO COLL Y TOSTE, etc.

El tinte de coral doy a tus labios, doy a tu cuerpo celestiales formas, finjo azule:i tus ojos e imagino sedosa y Iina tu melena hlooda.

Con el acento aquelque es voz del alma entónces te diría �in zozobras: Por ti, bella ilusión, dPjé la patria en busca del saber y de la gloria, y lágrimas sangrientas de recuerdo vierte mj corazón a todas horas.

(Barcelona, Espafia)

A Mi Caballo

Corre, corre, corcel!....Agil; valiente. que ya el sol nos oculta sus reflejos; la melena sacudes impaciente y aún estamos de m1 hogar muy léjosl

La polvareda que tu pie levanta te provoca violentos resoplidos, y el ruiseflor, que en el ramaje canta, suspende sus armónicos sonidos.

La tórtoll\ detiene el sua·,e arrullo y veloz elreptil se precipita; tú yergues la cabeza con orgullo y en la carrertl tu furorse excita.

Empapado en sudor, del ancho pecho arrojas espumoso torbellino, y agitando las crines, con despecho fuego lanzan tus ojos al camino.

Aspir9ndo la brisa de la tarde alzas la frente, la1:1 narices hinchas, tascas el freno que en los belfos arde y fogoso y colérico relinchas.

Diestro y veloz, recorres hoy la senda marchando entre pantanos presuroso, pronto a saltar, mas dócil a la rienda evitas el sendero peligroso.

El bosque, la montañay la espesura atrás quedaron, y t� casco avanza.... apenas se divisa la llanura que aparece confusa en lontananza!

¡Lallanura! Al confin del occidente se ve con elcrepúsculola vega, y surcando sus tierras, cual serpiente, argénteo rio, que próvido la riega.

Con tu mirada de águila lo abarcas y reconoces que al bogar caminas; alegre entónces la cerviz enarcas y las orejas hácia el llano inclinas.

Doblas el paso, to correr aumentas y el remo apenas en el suelo toca: con el placer tus brtos acrecientas y blanca espuma arrojas por 111 boca.

Cruel en mis ánsias,clavo en tus hijares el acicate despiadado y fiero; an�to llegar a mis queridos lares y te quisiera corredor ligero.

Ya del sol las postreras luminarias perdiéronse en el cóncavo palacio; la torcaz ya levantasus plegarias y las flores aroman el espacio.

Laa Rieblae de lanoche nos circundan y aún estamos de mi hogar muy léjos! Vuela corcel, el horizont0 inundan unas luces de pálidos reflejos.

Fatigado en tu marcha 1oetenida respiras con violencia inusitada: noble bridón. primero das la vida que entregarte rendido en la jornada.

Las mústias luces son del caserio que cabe el Tanamá. tranquilo posa; )a esbelta villa de palmar sombrfo q11e arrullada del mar muelle reposa.

Ali[ intranquilos mi retorno esperan séres que me idolatran y yo adoro; tu'3 mit>mbros perezosos me exasperan .... ¡oh! por piedad, tu ligereza imploro.

Pi"ador de gallardo continente abrevia ese arenisco maldecido; levanta altiva la arrogante frentP. y pronto llegaré a mi dulce nido. (1)

La Ola

Nace inquieta, vacilante, ee ensancha, se ahueca, crece, una serpiente parece Que se enrosca palpitante.

Riza su azulada cumbre, perlas arroja en su huella, y el [ris derrama en ella tornasolada su lumbre.

Con arrogancia camina sobre el liquido elemeoto; empujada por el viento todo a su paeo se inclina.

Cada vez lllás se levanta, se hincha, se enseñorea, gallarda se balancea y pomposa se agiganta.

Más, al chocar en la roca se enrosca, furiosa rufo. y, con estruendoso empuje, nubes de espuma provoca.

1878

Espuma, que el viento lanza hácia la arena inclemente, donde muere indiferente tanta altivez y pujanza.

Tal vive la Vanidad ee nutre de adulación, ltl Esta oomJlQs1ol<)n hasidocorregido.últlmnmente 11orol autor y revienta en confusión al chocar con la verdad.

Y aonq11e la ayuda el engano y viste de oro pulido, en las playas del olvido se muere de desengañ,,. 1889

El Incendio

Reina un silencio fúnebre. La noche tiende tranquilo sus brumosos velos. la1Hacienda está dormida. Los guardianes tamliéo repose buscan por los huecos.

La mano infame que venganza anAfa, fluctúa en sombras: se dPcide, y presto aplicando al bagazo la vil tea, rápido brota el resplandor siniestro.

-''JFuegol"-grita la guardia sorprendida, al \·er surgir, en medio del inienio, por entre las provistas bagaceras, de súbito, la llama del incendio.

Tras ese horrible grito, la cam;>ana, con su estridente y clamoroso acento, auxilio pide- sin cesar, turbando del mayordomo el reposado sueño.

Cual reguero de p6lvora imflamada, corren las llamas, y de trecho en trecho, se propaga el incendio, formidable, conoleadaR de color sangriento.

Flamean las techumbres encendidas, salta el endeble combustible ardiendo, y vuelan por los air�s rojos átomos dibujando brillantes arabescos.

Lits refulgentei, chispas a raudales, en confusotropel cruzan loR cielos; dorada lluvia en el volc§.o arroja, torbellino de luz que lanza el fuego.

Al poder del flamigero coloso, se extremece la Hacienda en sus cimientos,

\IRcilan dE:I trapiche las pilastras, en áscuas ruje el roto pavimento.

Se desploman fos altos arquitrabes, se desquician los sólidosmaderos. y al crugido del seto que se quiebra responde el infernal chisporroteo.

Creyérase que el fuego de la hornalla, por siempreentre barrotes prisionero, se subleva colérico. potente, y estalla con horribles centelleos.

Al fulgor de la inmensa luminaria, vése tefiidode escarlata el cielo; y el campo de esmeralda, rodeando aquel terrible y funeral brasero.

Invaden elpoblado y la llanura tenebrosas columnas de humo denso, que marchan, empujadas por la brisa, como u11 enjambre de fantaamas negros.

Y, en medio de la hoguera, @e destaca la ennegrecida chimenea: quimérico atalaya, gigante solitario, combatido por fúrias del averno.

Las llamas se revuelven en su torno el pedregoso muro caraomiendo: se retuercen, se enroscan. se entrelazan, gimen y luchan con feroz denuedo.

Semejan cruel manada de dragonee rojizos, jadeantes y frenéticos, asaltando de un ctclope las fraguas, que, altivo, los contempla con desprecio.

La atm6sfera candente reverbera, el estupor penetra por loe miembros; y, en las tinieblas, multitud humana bulle y gira impotente contra el fuego.

Se divisan los rostros caldeados y loslabio'i i,legadoR y sedientos; y las negras siluebls ambulantes al triste coraz6n infunden miedo.

AJ fragor de la llama que chispea ,e une del bronce el repicarinquieto; y a los gritos de mando de 101 jefes, la ruidosa faena del bombero.

Y los pobres ilotas, infelices, -ayer eijctavizados, huy libertosel'J v�z de aootemplar cual ,e derrumba la fábricaamasada con ans huesos, e imphidos mirarel foco ardiente donde el oro y su sangre van envueltos: olvidando del l�tigo el ultraje, olvidando la t1afla del negrero, ¡allt están, generosos y valiente,, luchando con las llamas cuerpo a cuerpo! ¡Sarcasmo horrible, incomprensible enigma, tal vez de Dio• providencial secreto!

Y cuando el fuego.cual cansado mónstruo, aplacaba PU ardor y sus reflejos. y e!!combrosy ruinas humeantes lanzaban los relámpagos postreros; rai1gando de la noche la negrura, entre nimbos de nácares espléndidos, apareció la luna por Oriente -globo de luz que asciende al firmameoto.-

Parecfa la nupila centelleante de algún ser mi11terioso y gigantesco. mirando compasivoel triste sitio cubierto de despojos ceniciento,,

Ante el grato reflejo de la luna, que Bentfa infiltrar11e en mi cereb10, -rayo de amor, en onda, luminosas acariciando al dolorido pecho,- las amarillas y rojizas llamas furiosas y enro11cada11 oor al suelo, mostraban a mi loca fantasfa turba infernal de espfritue negreros.

Los silfos de la noche, en gran falanje. ant� el a@tro sinluz, s6bito huyeron. y el terral con sus alas lovisiblee, aventó las cenizaa del iocenüio.

Tendió la muerte el fúnebre sudario, sobre el 11olar del abra11ado ingenio......

!Solo quedan allf tristes vestigios: montón informe de pedru!ICOB negro■!

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