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i!lumón lJ:i. <&arríu (Garría ' I

ESTE sugerente y exquisito poeta nació en Arecibo a 22 de diciembre de 1893. (casa número ó de la "Plazuela de la M{gdalena". hoy "Plazuela José A. Machiavelo.") Su señor padre, en aquella época laborioso comerciante, hoy agricultor. don Ramón García Lago, llegó muy jóven-casi niño-a esta ciudad colocado de dependiente en un comercio de provisiones. Paisano del gran político y orador hispano Montero Rios, al cabo de muchos años de estadia y trabajo, en nuestra convivencia. y poseedor de una regular fortuna, casó en uno de sus viajes al nativo suelo con su paisana-bella y culta jóven por cierto-dofl.a Consuelo Garcia Lago.

RAMON H. GARCIA GARCIA march6 con sus amantfsimos uadres para España a rafz de los tormentosos d1as de la guerra hispano americana, regresando en 1901 a Puerto Rico. En Arecibo hizo su ingreso en las escuelas públicas donde cursó hasta el sexto grado. Una de sus maestras lo fué l'l inteligente seflorita Manuela Palacios. En 1907 embarcó nuevamente para la Pentnsula ibérica en unión de la madre y una hermana menor. El padre quedó con los otros hijos varones. Francisco y Manuel, al frente de sus negocios y atendiendo a la educación de los mismos. El laureado vate aprendió las primeras letras y parte de la primaria instrucción en los planteles de enseftanza de Vill:1garcia, rica población que, con otras má!Ipequefl.a■, forma hoy la floreciente y poética ciudad de Arosa, tomando esta nombre de la :-isuefta rta as1 llamada. A. su retorno a E�p,ña en 1907 ingresó en el Colegio de San Agustín, incorporado �, Instituto de Pontevedra, graduándose de Bachiller en el 1915.

En 1918 se matriculó en la Facultad de Medicina de Santiago de Compostela, notable por lus muchos hombres de ciencia que ha dado a Espaft1 y a América; ciudad célebre eo l!i hi:otoria e11pai'\ola y en los anales de la Iglesia romana por contener en AU catedral el sepulcro guardador de loa d�spojos del apóstol Santiago, Patrón de España, la gloriosa y noble Madre Hi�t6rica. Algo delicado da salud, el necesario restablecimiento de ella le ha obligado a suspender más de una vez sus labort>s estudiantiles, temporalm�nte, lae que ha reanudado con notable aprovechamiento siempre, obteniendo premios y excelentes nutas. A éstas horas debe h>lber recibido el titulo Que le faculta para ejercer su noble y delicada proft>sión.-''Mi sistema nervioso-me dice en una de sus carii'\osas epi�tolas-es mi tendón de AquileA, y a poco que me extralimite en una liibor intelectual la neurósis me deprime hasta anularme. He hecho, pues, la carrera por et11pas.11

Hay que advertir oue el poeta es mode!lto hasta la exagPrac16n y que padece del mal o enfermedad e8pir1tual, si ee permite la frase, que han dado en llamar bohemia; esa di;lce tendencia del e�plritu privilegiado a sonar, a vivir la vida de manera distinta a como la viven los demb.

Nuestro compueblano, que en la casa solariega de sus padres y al calor materno-sabio mocielador de 11lo,a11 y cor11zones-ha vivido los ai'ios de la infancia y de 11 pubertad, es e�oanol de sentimiento�. mostrando e¡ipecial nredilección por G1licia, cuna de sus padres. ePgún Queda dicho; de Galicia cuyo origen celta canta, cuyas glorias enaltece y venera, sin dejar por ello de amar a su nativa tierra y aflorar su r-ecuerdo.

Ante11 de terminar Pl BacbillerAto comenzó a demostrar su vocación poétic-l. El ambiente érale propicio. Compo11tela ei un,.i. ciuriad reli�ioiu en extremo. Posee, 11demás dP la Catedral. irifinicfao de iglp,¡ia11, capillas y conventoi;. El dulce c11nto llano de )q liturgia romaM convida al misticismo. AQuellos Que no llCPotamos "º credo, pero que al tratarel asunto exoonemos sincera y honradamente nueiilra11 icl,,.1t11, sohre todo en mAteria¡i de artP, no podemo11 negar el influjo sobPrano qae en hs almas ejerce la mú�ica religiosa. E'!e influjo ha de ser doblemente má11 intenso en quienes vivPn allí y respiran aquel ambiente pletórico de fe sana y sencilla.

Ast se explican en RAMON H. GARCIA GARCIA, aparte de sus naturales disposiciones y cull11ra básica, sa exqui'lito gusto, su técnica admirable del verco, lafluidez de sus penaamientos, la aristocracia de sus imágenes que tomando las formas de un modernismo Que comieuza a depurarse en el crisol de lo racioualmente lógico, se abroquela en el molde áureo del clasicismo.

Su bella poesfa "REXURREXlT". que signe a estas líneas, obtuva en retii<la lid el galardón de la Flor Natural, luuro que cit'ló a los veinte y siete año� de edad. La prensa española le prodigó elogios y aplau�os. E� esa admiriible composición unn leyenda de epopeya y de gloria, reTeladura del plectro vigoroao del poeta.

"DOMINÓ" es otra improvisación sencilla, de fuertes tonos de!'criptivos. Deja en el cerebro la visión exacta de la mesa de mármol del café santiagué�, donde fué escrita; de los cuatro jngadores de dominó u su alrededor sentados y de la botella del áureo y cálido cogñac: pone én el oído el rudo, casi brutal. golp�ar de las fichas de marfil: 111 voz aguardentosa de los jugacloreii, sus disputas, 11us comentario�, y representa en parabólica frase In visión triunfante del licor burlándose de los •encidos por él.

"PINCELADAS", "MILADY", ''LOQUE NO PUDO SER", "COSACOS", ''JUDITB", "AMOR QUE VINJSTR". ''MONJAS DF. SANTA CLARA". y "EL ESCUDO DE PUERTO RICO"-con cuya dedicatoria me honra inmerPcidnmente-son filigranas de nervio y entom1ci6n rltmica, rle un fino corte modnniste, de una honda Pspiriturilidad. T,)dnq esas poe�ias le acr�rlitun rle poeta vocacional. de armónicR lira y clelicado gnsto. Tal vez no sea aventurado preilecir qne enel f•,tnrn 1u•rá un afnrtumuJo esteta del verso y una gloria de Puerto Rico y de España.

"CORCEL MIO" es otra eentid:i poeRfa calcarla en unA páitina de la vida del ooet11, que en plena j11ventud comenzó � sofrir los zarpnzos del rlolor. GARCIAYGARCIA amab'l y t>ra corre�pnnrlido tiernamente. La Muerte-implacable ce\n!la de ln Dicha-agostó lll exi,,tencia en flor de la núhil ,nnada. El �oeta canta su amor, �u anj!'m-tiR, su agonh1, y su óe,;e�perar16n y duelo en ma.gnfficas estrofas, que impresionan y 11educen a la par.

111 En Jli:onnn º"Cflnlll'ltlo 11M R )Hl • G. O TICTTALAGO. F.llo R del)" a 11111•n t•. ii;tAn ,1,. n trP 1111!1\'hln" d I mf'm" 11nmhn, y de omhos 1111ellldnaflnro1u. El,, rrlurl ro llromhrP ,1 1 ¡,nev,,. Al (1119 tr"e lnmh1offn Pll11rr. f ¡¡ st P tu<lltl, l' '" C/1: RA ,rn ''lJII C R A'rO A ROJ GA:Ror . t,!l prirno •P 111 !011" 111 ,1 tomo utoi;-d ,¡ lle lstro L\·Ud .Arecluo. 1 '. A.I

Las poesfas de este dilecto hijo de las Musas muestran un fondo. en ocasiones, rayano en miflticismo, ves,ido con ropaje pagano, casi helénico. Sus amigos de España tienen en proyecto publicar un tomo de sus poesfas bajo el tlLulo de 'Iris" o el de ''Iniciación." El poema "Los signos del Zorliaco". que vió la luz pública en un diario de Madrid, Espa. ña, es un bello canto que el autor proyecta editar en folleto aparte.

Tiene inédita una novela, "El ara de la Muerte", especie de poema pastoril.

"Por el hilo se descubre el ovillo", dice un popular proverbio. El hilo sutil de las composicionea que hoy reproduzco, es de oro fino de buena ley.

Rex Urrex1t

Canto a Esp1sñapremiado conla FlorNaturalen los Juegos Floralea. ct>lebradoa en Taruel, Espeñ11, por la Sociecl11d Económicade Amigosdel Pala, año 1920.

España tú eres la madre, tú eres la patria, tú eres el sacro recuerdo, tú eres la firme esperanza.

Tú e.res Sagunto, tú eres Sagu11to y Numancia, tú eres la enseña del sfrnbolo eterno, tú eres la enseña cristiana, de la media luna morisca triunfando en Las Navas; tú eres de la Rt!conqui<1ta la inmensa epopeya que fuertesvarones de temple de acero alcanzaran, torneo de siete centurias de cuyos laureles supieron Fernando e Isabel en Granada; tú eres Guzmán en Jarifa, Cortés en Otnmba, tú eres el Gran Capit§.n; tú eres el loco sublime sublimes virtudes sembrando eo la Mancha; tú eres Bailén, Gravelinas, Lepaoto y Simancas; tú ere.e Daoiz y Velarde, Churruca y Gravina, Oquendo r Moneada, tú eres las naves briosas de Roger de Lauria, las predestinadas galeras de don Juan de Auijtria, y eres el noble pendón de Castilla Que, invicto, triunfal pasearan por tierras de Flandes los tercios glorioso� del Duque de Alba. iSolar de las épicas geetas, tus lauros la Historia consagra! Y aún habla a los siglosla obra del génio, del alto prestigio QUe en Breda lograron tus lanzas, ¡Solar de heroina11, solar de Heroinae y Santas, tuvi..te a Agustina la heróica, tuviste la egregia Doctora de Avilal

A todas laa causas sagradas titanes prestaste, tuviste más héroes que Esparta, y más adalides de excelsas creencias que viera en el Circo la Roma imperial y pagana. Tú eres emblema de fé y heroismo, tú eres la Cruz y la Espada!

Tú eres la madre, tú eres la patria, tú sola ltú una! girones de patria no baatan. Tú eres la madre de Veinte naci'>nes Que fueron tus bijas y no tus esclavas, que para cantar libertades tuvieron tu habla, y para triunf11r de tf misma tuvieron el bélico ardor de tu raza.

Tú eres el sacro recuerdo, tú eres la firme esperanza, que aooran las cumbres el vuelo potente y viril de tus alas, y el sol que jaruás se ponla en tus vastos dominios ya anuncia la pronta alborada.

Tú eres promesa segura de nuevas empresas, d� nuevas empresas gigantes y magnaA, que en ti oaloit:rndo está el gérmen de los inmortales, que llevan el ''Fiat" fecundo latiendo en la entrafta, y presto del Cid el sepulcro abriráse al conjuro del cetro que tiene en sus manos augustas un nieto de Sao Luis de [Francia.

Con todas la:t notas de a(!ue!losvibrante11 clarines heraldos que dieron señal de tu fama, con todas las notas de todus los coros q_ue al mundo cantaron la estirpe viril de t.us armas, con todos los sones de aquellas campanas que 1.. apoteó�is rimaron de los paladines de todtts tus rudas batallas, con todo el rumnr de los mares en donde perdura la e:-tela que, rumbo a la gloria, dejaron irupresa en las aguas, 1os raudo<1 mtvios de tus Argonautas, con t.odo el murmullo del viento que tus estandartes besara, con todas las notas, con todos los sones, con todas las voces, Espafla, tan solo una voz formárase que diga a tu espíritu ungido de prístina sávin: -Ya suena la hora de tu resurrexit!Levántatte y anda!

DOMINO (1)

Bebfan de cuatro en cuatro, jugaban de dos en dot1. (Rudoll golpes de las fichas, son guerrero de tambor.)

Para vencenie luchaban y el único que venció fué el cogñac, que al derribarlos, pLldo decir: idominó!

Compostela nov. 17 de 1923.

Pinceladas

Un manteo raldo de estudiante troyano, leve bruma peinada por un rayo de sol, una grave armonfa de canto gregoriano. y el Libro de los Libros en noble facistol.

111 Reoo1:ld4en ()1 m,\rm<>I c1e u11 oRMde/11,ntl115r<l1l<1Com1,011lel11.sea-dnoo­ tnde"1"urodü Vigo". d1111ul11llll8re1.11vdu1:eIJU! elllUtOl'd.ll 11\,ro.

Una vírgen del dólmen en sacro desvarío, un claustro, y en el cluutro la llama de un rosal, un �ueño de Cariátides que esponjxrán su brio bajo la espur:la de oro que fatigó el Grial....

Un slmbo!o pagano sobre el sagrado plinto, y una ojiva l}Ue tiene cnmo clave una flor, evocan la memoria del César Carlos Quinto que ántes fué peregrino que fuera Emperador.

Pastoral amatista que cuajó sus vislumbres al mirarse en la estrella del Purtal de Belén, urna que lascenizas guarda encendida en lumbres t.,aj0 la:1 rubias palmas que hubo e!' Jerusalén....

C:,mpo�tela, Tebaida que presientes el vuelo de 111 paloma intactc1 de toda Anunciación: del corazón hiciste como un mnute Carmelo que atalaya el milagro de la Resurrecciór..

El Libro de los Libros ahriráse en la hoja que canta la victoria del pueblo de !.ar11el, y en h1 Cruz de tus Cruces, un rlfa rle alba roj3, pondrála Raza Celta la gloria de un laurel.

Julio oe 1924.

LO QUE NO PUDO SER..... .

Fué en el jardín de las toronjas de oro, b:ijo el encanlo dela luz lunar, v ..ra un sui:urrci de lejano coro la brisa entre las frondas al pasar.

En la noche una estrPlla florecfa sofiando con el nuevo amanPcer, y era el verbo de !lmor Epifanh\ del ensueño Que torna a renacer.

De pronto me miraste....me miraste.... tan pálicla, tan pálida y tan triste como un alma-sagrario de pesar-....

-;.Qué tienes?-A mi Indo te acercaste, y en un hondo suspiro respondiete: - IT�ngo un &nsia infinita de llorar!-

Ii

Y en silencio....en silencio, sin mi1·arnos,. cautivos del dolor de la a1111iedud. ea la angu11tia mortal de tanto amarnos al amparo de tanta soledad, el delirio de oo dulce desvario, y trémulo, en IR loca tentación, bajo el ala del mismo escalofrin palpitante un amor de perdición.

Era un ausurro de lej11no coro.... Nos 11epar6 tan sólo un pensamiento que nuestro miedo no logró vencer....

y en 1tl jardfn de las toronjas de oro,. lo que pudo haber sido un sacramento, fuimos cobardea......¡y no pudo ser!

Lo aue no pudo ser. acaso, un dta de tristE>aa recóndita. será; Rerá el verbo de amor melancolia del ensuefto que nanea volverá.

Lo que no pudo ser, un dfa, acaso, ae soledad cruenta, podrá ser, miéntras llora una estrell11 en el ocaso las auroras que ya no podrá ver.

Pero, entónces, misérrimos cautivos, tendremo,; en las almas, ya dPAiettas, perdida, para siempre, Ta ilusión; muchas bertdas de- doloreti vivoi,; much'ls recuerdos de esperanzas muertas. y muerto para amar el corazón.

Mi Lady

Bajo los altos tilos. por el jardin sombrfu,. os lid visto, en la noche, triKtemente vagar: teníais en los ojos el hondo desvarlo del que muriendo vive, y muere por amar.

Era grave el silencio; misterio �oberano, en el rosal sangrient,,. en la brisa gentil;.

Ofelia os conducfa-llevándoos de la manonimbada por la luna de lo:1 cielos de abril.

No prosigáisla senrfa de los campos desiertos, ofrectd a los mios los labios entreabiertos, donde pleg-ó sus alas la oración; no pidáis a la Muerte lo que la Vida os niega, l\Iilady, yoº" espero: el que camina llega.... iYo tengo para vos un corazón!

(Villagarcfa 1925)

Cosacos

Para Lttia G. G Rebor,do, ariat6cratadel corazón.

Ya llegan las ecos. los bélieos eones, las notas airadas: las nota11 airadas. rimando elegías vibrante clarín: la lívida luz del ocaso reflejan las torres, dorad11s: las torres doradas. las C\ipulas áureas del áureo Kremlin.

Heraldoi! de muerte soberl,ios tremolan siniestra bandera: siniestra bandera, que finge en sus vuelos estela triunfal, que tiene. bordada con hiloR de sangre, una calavera: una calavera sobre el puro armiño de uo manto Imperial.

¿Y ahora? De un trono habéis hecho un cadalso ¡fatal ba­

Se ha muerto Minerva violada en los brazos de Marte; la Vida-sin vida-más grande que el crimen ¿en dónde, [por siempre enterráis7

Envuelta en sudario de roto11 trofeos, inerte reposa: Ni el más hondo abi11mo podrta servirle de foqa; jno hay tierra en la Tierra, que cubra el canáver de lo que [vo1.1otros matáis!

Marzo 1925.

e o Re EL MIº······

Alma mfa: Prisionero de las sombras, muere el día, prisionero de las sombras de la luz crepuscular; y. armoniosas y lejanasJ las campanas, piden rezos ea un lento voltear.

Vida mia: Esta noche ci;ando trémulos palpiten los lolceros como flores de los místicoi; i:Pnderos en laR manos luminosfts clE-l St-nor, vendré a verte junto al huerto-santuario de tu esplritu ben­ ébria el alma de infinito, que el amor de los amores es mi amor,

Lentamente, corcel mio, lentamente...... que tu paso en el silencio sea silente, que ni el más remoto eco bablP de ti, corcel mío, más dei;pacio....másde::pacio.... que los vientosy el espacio sean freno de tu ardiente frenesí.

No aligeres, que, tal vez, asi 110 alteres �ste ritmo de Quimeras que acompaso con tu afldar, el abismo nos acecha a cada iastiinte...... Lentamente......lentamente. caminante...... tengo miedo de morirme sin llegar.

Cuando Jlegne, cnrcel mfo, qué emociones! ¡qné 11ecretas sensaciones -.,jvirél

Mis acentos serán dulces, implor·antes como un ruego, y abrasttdas de mis ajos en el fuego, sus pupilas de fulgores cegaré.

Le h�blaré con voz suave como un trémolo de ave. como un canto susnrrante de oración: en el sP.110 misterioso da la noche !'Olitaria, mis palabras serán manRaR como un vuelo de plegaria, de plegaria que rezase el corazón.

Será un hálito la brisa entre las fronrla11; habrá cálidos 11romac: de s:z1thares en las onclaP, en las ondas de los vientos -perfumados como un tálamo nup- y, entre rosas de blancura inmaculada, por los rayos <le la luna ilumimvia, será ella la más blanca-rosa 1.>lanca-del rosal.

Beberé la gloria virgen de su aliento en un gozo qui:: parezca sufrimiento del delirio en que mis ánsias vibrarán, y, del vértigu de amores en loR giros, a su11 labios iráu todos mis suspiros y a mis labios hechos be�os tornarán.

Todo el cielo es una estrella...... y yo en ella; todo el mundo es paraiso......y yo en el: joh! mi ensueño de venturas peregrinas! iOhl mi senda florecida, sin espinas! Más despacio....más despacio, mi corcel.

Y ya trémulos palpitan en la noche los luceros, como flores de los misticos l'enderos en las mano� lumino!las del Senor. Voy a verte junto alhuerco-santuario de tu espfritu bendito ébria el alma de infinito, ;que el amoc de los am,,res e:' mi amor!

Y, de pronto, por loa aires cruza un ave mensajera de lo que hace el signo da la muerte y �e pierde en el confin......

¡Oh! la seña de desgracias agorera!

¡Oh! la virgen que me espera tembt,,rosa en el jardín1

Corre, corre, corcel mio, te ÍURtiga mi ardoroso desvarlo bajo el palio del encanto sideral: corcel mfo, corre, vuela...... mi afan llev11s por espuela y los vientos y PI espacio por petral.

No detengan tu carrera la llanura ni las cumbres Que tu casco poderoso de las piedras del elimino e�ranqoe

¡El momento es un ttolor de eternidad! El abismo eRtá en mi alma, sobre flscuas de martirio e11tá mi calma, y ee abogan mis entrwlas de ansiedad.

Vi

Ya llegamos, corcel mío, y la vfrgen está yerta...... e�tá pálida, e!<tá muerta.

iEn el pecho le clavaron un puñal!

Y, de púrpura tefl.idas Pllr la sangre de la amada, ya la, rosa� no son blanca� de blancura inmaculada, y e3 la virgen la más blanca-rosa blanca-del rosal.

Y mis venas se desangran por su herida, de su vida y de mi vida una sola hiciera Dio'.l.

De una sola puñalada nos hirieron, al partir un corazón los dos parLieron que eran uno juno solo! los radiantes corazones de los dos. tOhl mi ensueflO ya p!>rdido de venturas peregrinas!

¡Oh! mi senda que cubrieron las e11pina11!

Todo el munrlo es un de!>ierto y yo en el. Llevaráqme, corcel mio. donde quiera11, iSi supieras mi tormento....si 1<upinas!

¡Corcel mio....corcel mto....mi corcel!

Judith I

Es hebreo tu nombre. y tu perfil rJe hPbrea tiene un sereno encantode vfrgen ne L1rael; nromaron tu senda los lirios de Judea, y por amar a Cristo fuiste cautiva en El.

En tns manos la rneca de cri�taI del en!l>ueno hiló RRcro11 vellones del Cordero Pascual, y sofhba la hostia. desde el trigo tr1g11et'io, con iJer la eucaristía de tu hora nupc111I.

Tuvieron: el Citlvario, luceros de tu llanto; y rosas, en tus labio11, los psalmos -ie David; por ungirte de gracia del Esplritu Santo, sangró su sangre m1stica la evangélica vid.

Ii

..

Una noche en Bethulia, por la Páscua Florida, me enamoró tu encanto de vtrgen de J..rael, y abraii�me la brasa de tu boca encendida de crueles delirios en el beso cruel, yo quiero unR novia que teng:i por alma girones del alma de Nuestra Señora.

Yo ansfo el mi!Rgro de tus beatitudes la gracia fecunda rle ardientes \·irtudes que anuncien latidos de vida en la au:-ora y unjan la virgen que el duelo me ensalma;

La luz del lucero, perínme del lirio, el astro divino. la mfstica flor, dialogan perdidoiil Pn 1:1omhras brumasde de angU!!tias de celos y penas de amor.

Gentil sacro lirio Que, al claro de luna, esoeras la msrno del ángel GahriPI, errante lucern que senda de gloria prendido en eI cielo lassena en él.

Sacro Lirio

Como a un sol de milagro, riesde sentónce et aniJío, en mis lahios se mueren muchos be11os de frfo, y se tienden mis brazos ¡siempre abiertos tn cruz!

Te perdl cuando estaba más alegre la senda, cuando t()da mi vida pitabapal en ofrenda, y era el fuego en mis Vllaas una llama sin ......luz iOh! campanas-a vuelo-de la Resurrección! iOb! el divino pecado! Tú eras bella y ro triste, todo el foego en mis ve11as era llama sin luz; en la cruz de mi• brazo-+ crucificüda fui-tti:>, y, al redimir tu cuerpo se condenó mi cruz.

Tus pupilas azules fueron gotas de cielo, sobre la herida biert.aa de m1 desolación: iM9 at'lrmenta el recuerdo de tu boca encendidal jOhl aleluya, aleluya de la Páscua Florida!

¡Oh! campanas de gloria, palpitantes je vuelo!

1bn a la stnag0ga la orante vanacara y eran llenos de luna los naranjos en fü>r.

Fué junto a la cisterna de la Samaritana, yo era un peregrino con hambre y sed de amor.

AMOR QUE VINISTE..... .

Amor que viniste llorando de pena, amor que de angustia gimiendo viniste, te di el santuario del alma serena y el alma serena tornó�eme triste.

Lejana misterio trata tu vuelo, del corazón hice tu cálida cuna, y fui:1te de la entraña rocío del cielo, aroma de rosas y rayo de luna.

Ahnra, en los cantos de tu Epifanfa, clamores del ángel de la rebeldia, plañendo sus cuitas, mi espfritu advierte....

Amor, que por triste no habia temido, amor, mejor fuera, violandoto nido hacer de la cuna tu lecho de muerte.

Monjas De Santa Clara I

En la altura recortan sus !!Íluetas los cipreses de todas las alturas; y, al cobijar sus propil\s sombras quietas, .parece que cobijan sepulturas.

Hay como una promesa de loceroe sobre la noche azul de los jardines; y, en llamarla a beatiiicos aenderos, dulces campaaas tocan a maitines.

En las flautaci del órgano 11u�nira el candor de una mfsticit alborada; y UM novicia. en éxtasis, delira del Celestial Esposo enamorada.

Monjas de Santa Clar11, del silente monasterio aromado de azahares, Rulamitas del psalmo má'l ardiente del divino Cantar de los Cantarl!s, yo os he visto en la hora de la ofrenda, baj'l la sombra triPte de] Madero, miéntras se de"hojaba en vuPstra senda esa flor de Pasión qae es el Cordero.

Y os vi tamhién trocar en fre�cas rosas. sobre la fr�nte au)Custa, las espinas, y fuf:;t�i,. JMra el Mártir pu1d1sas como lo fueron sacras golondrinas.

En las naves sombrhts os he visto con la sangrede vue�tro:1 corazones curar el manso corazón de Crit1to, y ungir, luego, la herida de oraciones.

Y era un gozo del alma vuestro duelo, ofrendando al Set\or hondos mllrLirios, en tanto. en rn.1stra carne, era el flagelo un milagroso fl lrecer de liriutt.

Habfa una promesa de luceros sobre la noche azul de loe jardines, y, en llamad:,. a los místicos tlenderos tocaban las ci.mpanas a maitines.

Fué en la hora solemne de la ofrenda; bajo la sombra tri'ite del Mndero, miéntras se deshojaba en vue�tra senda esa flor de Pasión, que ea el Cordero.

Monjas de Santa Clara, del convento ctel jFJrdln de atahares florecido. tengo en el corazón el sufrimiento de andar buscando lo que no be perdido.

Me muero por la11 manos piadosa11, con piedad de sagraJas golondrinas, que pongan el Rlivio de sus rosqs en el dolor de tod1:111 mis espinas.

Lo que ya, fué-y lo que aún no ha sido, todo eüá palpitando en mi torme11to: son. a veces, las penas que he vivido y, a veces, son las penas que presiento.

Corazones, PAiomas todas ciega11, como la mía en loco afán cauLiva� , Paloma, corazón, que nunca llegas a la fuente sellada de aguas vivas:

Paloma de las cumbreCl no logradas, en el vu,.lo que, en ,ano. ballar procura, en el remanso claustr111 ne las •'Moradas,. en el desvelo de la "Noche obscura".

Monjas de Santa Clara. del i;ilente monasterio aromado de RZahart>B, Sulamitas del p almo má..ardiente del divino Cant11r de los Cantar�s.

Q3 doy mi relicario de tormento, cáliz de sangre de mi sacrificio, por un rayo de luz de Sacramento y un aroma de res&! de cilicio.

Tomad mi corazón. mi relicuio, que. abrasado en 13 llama de 11mor viva, arderá en la penumbra rlel santuario con humildad de lámpara votiva.

O inmoladlo en el ara, sobre el lino pascu:tl de lod altares; i Monjas de Santa Clara del convento aromado de azahares!

El Escudo De Puerto Rico

Para el po�tn JOSE LIMON DE ARCE. (l,wdita)

Venimosde ona estirpe de nobles ptdadines: Da la E¡;p11ña que forja torneos de h1d1tlgula, De la raza que li�es cultivó en sus j 1rdines, Y los próceres yelm;:is a sus siene� ceñla.

Al viento deheroísmo. la fusta de sus crine11, Nuestro11 rudo-1 corceles sacudieron. un dht: Y en 1-t Imoerial Toledo, 'º" antiguos clarines, De;de siglos, abonan nuestra 11obt-ranfa.

Que la testa enarbole 11u rebelde cimera; Tenemos en la sangre, sangre de Comunero: ¡Oh! la ge:1ta de Bravo, Maldonado y P1tdilla!

Y asi, en el simbolismo. que es mfstica venera, Pongamos una<1 garral'l donde bala el Cordero, ¡Que no engendra corderos el león de Castilla!

Compostela 1926.

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