POR JOSÉ RUBÉN ARANGO
LAS DIEZ FALACIAS DE LA NAVIDAD Para abordar el tema de la navidad, he dividido el estudio en diez subtemas prácticos y concretos que nos permitan recoger un panorama objetivo y detallado, a fin de asumir una postura personal y racional como creyentes que siguen la verdad. Estos subtemas serán: 1. 2. 3. 4. 5.
Jesús no nació en diciembre (2 partes) Errores del pesebre Origen del árbol de navidad Aguinaldos y regalos El espíritu navideño
6. Los villancicos 7. La novena de aguinaldos 8. Los reyes magos 9. Santa Claus o Papá Noel 10. El Niño Dios 1. JESÚS NO NACIÓ EN DICIEMBRE
Argumento 1: contexto bíblico Para calcular el mes debemos tener en cuenta factores internos que son de tipo cultual y de observancia judía y factores externos que tienen que ver con el tiempo atmosférico y las costumbres. Ambos se pueden constatar y rastrear por la Escritura. Factores internos: 1. El sacerdote Zacarías, padre de Juan el Bautista y esposo de Elizabet de la línea aaronita, estaba cumpliendo su oficio, conforme a la ley sacerdotal. Era de la clase de Abías (Lucas 1:5-9) Era justo, temeroso e irreprensible en el cumplimiento de la Palabra (v.6)
Obedecía fielmente la ley y costumbres sacerdotales (v.7-8) Ofrecía el incienso en el santuario (v.9) Era normal las teofanías y la comunicación con los ángeles, como formas de hablar Dios al hombre en el Antiguo Testamento (Hebreos 1:1-2).
Como era de la clase de Abías, que era la octava clase en entrar a la casa de Dios (de 24 en total, correspondientes a las casas de Eleazar e Itamar, hijos de Aarón), le correspondía entrar en la segunda quincena del cuarto mes del calendario religioso judío (1 Crónicas 24:1-19). Ahora bien, si el primer mes era Nisán o Abib (Éxodo 12:2, 23:15; Ester 3:7), y entraban la primera y segunda clase al santuario a cumplir su ministerio, cada uno durante quince días, luego en el cuarto, Tamuz (junio-julio), entraron la séptima y octava clase, cada uno durante quince días, según la distribución davídica, en consonancia con la ley mosaica, a cumplir sus funciones. Allí Zacarías recibió una visión acerca del nacimiento del mensajero y profeta Juan, primo de Jesús, como puede leerse en el evangelio escrito por Lucas, un texto histórico, fruto de una minuciosa investigación y recopilación de diversas fuentes, en el marco de un proceso guiado por inspiración divina (Lucas 1:1-4). Esto para que se cumpliese las profecías acerca del heraldo del Señor (Malaquías 4:5-6; Mateo 17:10-13; Isaías 40:1-9, Mateo 3:1-8, 11:7-15). Según el historiador Flavio Josefo, en su libro Antigüedades de los judíos, señala que cada uno de estos turnos de servicio duraban una semana y que después de seis meses cada sacerdote repetía su turno sirviendo en total dos veces al año. Así, a Zacarías le correspondía su servicio entre el 27 de Iyar y el 6 de Siván (1 al 8 de junio), en plena primavera. Pero luego de esta semana, Zacarías debió quedarse a ministrar por siete días más porque era obligación de todos los sacerdotes prestar servicio conjunto en las grandes fiestas religiosas (Pentecostés en este caso). Al finalizar su servicio retornó a su casa, a unos 45 kilómetros al sur de Jerusalén, en las montañas de Judea, donde estuvo encerrado durante cinco meses (Lucas 1:23-25). Su mujer quedó embarazada al volver a su hogar y esto debió ocurrir a finales de junio o comienzos de julio, Si sumamos nueve meses, Juan debió nacer en la segunda quincena de marzo o primera quincena de abril (Abib o Nisán).
Gráfico 1 (con las fechas extensivas, atendiendo a parámetros de mediatez)
Al sexto mes, el ángel Gabriel anunció a María que ella concebiría y daría a luz un hijo que sería llamado Jesús, conforme a lo dicho por los profetas. Además, le comunicó que su prima Elizabet estaba esperando un hijo y tenía seis meses de embarazo. Este episodio narrado por el apóstol Mateo, ocurrió entre la segunda quincena de diciembre y la primera de enero (mes de Tebet, pleno inicio de invierno). El tiempo natural y normal de gestación son nueve meses y 10 días (280 días o 40 semanas). Y en el caso de Elizabet y de María fueron embarazos normales y partos vaginales normales, sin ningún contratiempo, en el tiempo natural, aunque con características sobrenaturales: Zacarías y Elizabet eran de edad avanzada y María concibió por obra del Espíritu Santo, sin intervención de varón (Lucas 1:57 y 2:7). De este modo, Juan nació en Nisán, conforme al calendario judío religioso, y Jesús seis meses después, en Tisri o Tishrei (segunda quincena de septiembre o primera quincena de octubre). Aunque con mayor probabilidad la primera quincena de octubre, durante la Fiesta de las cabañas o de los Tabernáculos, en otoño, por los factores del censo y del peregrinaje en ese tiempo, pues las posadas, hostales o mesones estaban ocupados; es decir, había bastante afluencia de personas. Con esto se desmiente la leyenda del nacimiento de Jesús en diciembre, pues, por un lado, un embarazo no dura doce o quince meses y de otra parte, es imposible acomodar una tradición sacerdotal que tenía estricto cumplimiento, conforme a la ley (véase Gráfico 1). Además, los eventos del censo, la fiesta de las cabañas y los pastores no podrían ocurrir en pleno invierno, el cual comienza con el solsticio de invierno o hiernal, el 21 y 22 de diciembre, que hace que el día sea más corto y la noche más larga en el hemisferio boreal o norte.
GRÁFICO 2
Factores externos: 1. En el tiempo cercano al parto, en el último trimestre de embarazo, el emperador Augusto César promulgó un censo (empadronamiento) en el lugar de origen. Como José era de la línea davídica y María era su mujer (Mateo 1:1-17; Lucas 3:23-38), eso implicaba un desplazamiento desde Nazaret (en Galilea) hasta Belén (aldea en Judea, a 777 msnm). Unos 115 kilómetros de distancia, en una ruta sinuosa y complicada por zona montañosa, evitando el paso por Samaria, a lomo de asno o a pie, en un tiempo promedio de cinco a diez días, que en las condiciones de embarazo de María podría incrementarse el tiempo de desplazamiento un par de días más. De esta manera se cumplía la profecía de Miqueas 5:1-2; cf. Mateo 2:1-6; Juan 7:42; Lucas 2:1-8. Por tanto, este viaje no pudo hacerse en invierno, tiempo frío y lluvioso, con bajas temperaturas en el hemisferio norte el invierno comienza el 21 de diciembre (cf. Esdras 10:9,13; Cantares 2:11). 2. El relato de Lucas dice: “Había pastores en la misma región, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño” (2:8). Los estudios de las costumbres de las tierras bíblicas muestran que los pastores trashumantes en Palestina traían sus rebaños a las dehesas próximas a la aldea de Belén para el pastoreo, siempre antes del 15 de octubre. Luego, este episodio debió ocurrir al final del verano o al comienzo del otoño, cuando las noches aún son frescas y los vientos son suaves. 3. Existe una larga tradición, basada en las costumbres de la época y la historia bíblica, que se inclinan, aunque sin una observancia escritural estricta, por el mes de septiembre como fecha del nacimiento de Jesús. Ahora, la información de las Sagradas Escrituras nos arroja como tiempo máximo la primera quincena de octubre, en el periodo de la fiesta de los Tabernáculos. Así queda descartado el mito del 24 de diciembre al examinar el argumento del contexto bíblico. 4. La iglesia primitiva jamás celebró el nacimiento de Jesús. 5. El pensamiento judío comprendía el valor de la muerte por encima del día del nacimiento (Eclesiastés 7:1)
Argumento 2: Contexto histórico 1. En el Imperio Romano existía una larga tradición politeísta que fue unificando el dios supremo de mayor culto y los dioses simples, y que variaba con cada Emperador por diversas razones, pero fundamentalmente por estrategias políticas para acercar las culturas al Imperio y lograr su dominio. Para el siglo I de la era cristiana, era predominante el culto a Mitra (Persia), Helios (Grecia), Horus y Osiris (Egipto) y Frey (Nórdico), la mayoría de ellos en la estación invernal, entre diciembre y enero. Muchos señalan que se atribuía su nacimiento el 24 o 25 de diciembre, pero para ser justos, esa hipótesis se desvanece en muchos de los dioses solares y otras deidades por las variantes de calendario principalmente. Sin embargo, sí es verdad que existía una tendencia predominante a celebrar en el solsticio de invierno un culto a dioses solares durante la expansión del Imperio Romano. 2. El verdadero puente para instaurar la natividad de Jesús el 25 de diciembre, lo constituye las fiestas de las Brumales (de bruma, días más corto) y las Saturnales (desde el 212 a.C.). La primera era una fiesta de solsticio de invierno instituida por Rómulo en honor a Baco o Dionisio (dios del vino), Saturno o Cronos (dios de la agricultura y la cosecha) y Ops o Deméter (diosa de la fertilidad), celebrada por los romanos, entre el 24 de noviembre y el 17 de diciembre. Las Saturnales, fiesta romana en honor a Saturno, se celebraba con diversiones escandalosas, sacrificios o hecatombes, banquetes, dádivas y la manumisión o libertad de esclavos que recibían excelentes prebendas, a la luz de antorchas, para recordar en fin de un periodo oscuro y el nacimiento de un tiempo de luz, entre el 17 y el 23 de diciembre. La mayoría de los estudiosos de ciencias sociales e investigadores coinciden en que estas festividades son el origen de la fiesta de la navidad cristiana, a través de un proceso de cristinianización de tradiciones paganas. 3. El Festival al Sol invicto (deus sol invictus), invencible o inconquistable es el cierre de las festividades y se conmemoraba el 25 de diciembre.
HITOS IMPORTANTES EN LA FIJACIÓN DEL 25 DE DICIEMBRE Persona
Referencia cultual
Otras notas
Mitra, dios solar persa (en la religión esotérica romana)
Forma parte del culto romano, desde el 62 a.C.
Heliogábalo (Vario Avito Bassiano)
El-gabal, dios solar sirio
Institucionalizado su culto, 218-222
Lucio Domicio Aureliano
Fortaleció el culto del dios Sol
“un dios, un imperio”, 270-275
Flavio Valerio Aurelio Constantino (I o el Grande)
Cristianizó el culto al sol invictus (“Cristo el verdadero Sol Invicto”; cf. Mal 4:2)
Declaró el dies solis (hoy domingo o día del Señor) como día de reposo, el 7 de marzo del 321, en el Códice Justiniano.
Julio I, papa
Fijó para la Iglesia de Oriente la solemnidad de Navidad el 25 de diciembre, en vez del 6 de enero
Porque, en el calendario juliano, el solsticio de invierno ocurría en ese día, siendo este acontecimiento festejado por muchos pueblos del Hemisferio Norte como un nuevo renacer del ciclo de la vida (año 350)
Flavio Claudio Juliano, el apóstata
Helios, único dios del imperio
Culto al dios sol como religión oficial, 361-363
Liberio, papa
Decreto en 364
El 25 de diciembre sería la fecha del nacimiento de Jesús
Flavio Teodosio (I)
Prohibió la adoración pública de los dioses romanos (panteón).
Institucionalizó el cristianismo niceno (catolicismo) como religión oficial del Imperio, mediante Edicto de Tesalónica, 27 de febrero del 380 El dies solis pasó a ser dies dominicus, 3 de noviembre del 383
Juan Crisóstomo
Fecha el nacimiento de Jesús
Impulsó a la comunidad a unir la celebración del nacimiento de Cristo con el del 25 de diciembre, 386
Francisco de Asís
Materializa el pesebre
En Italia, 1223
Al respecto de este contexto histórico, que refuerza su origen pagano en el escenario de una construcción creciente sincretista, me parece prudente soportar este argumento con lo que señala una de las Enciclopedias Católicas en versión electrónica1: «La Navidad no figuraba entre las primeras fiestas de la Iglesia. San Ireneo y Tertuliano la omiten en su lista de fiestas; Orígenes, teniendo en cuenta quizá la deshonrosa Natalitia imperial, afirma (Hom. VIII sobre el Lev. en Migne, P.G., XII, 495) que, en la Sagrada Escritura sólo los pecadores, nunca los santos, celebraban la fecha de su nacimiento; Arnobio (VII, 32 en P.L., V, 1264) incluso ridiculiza el "cumpleaños" de los dioses». Origen de la fecha: «Los Evangelios no proporcionan ayuda alguna acerca de la fecha del nacimiento de Cristo; muchos datos contradictorios se basan en su información. Parece imposible que el censo se haya realizado en invierno, pues toda una población no pudo haberse puesto en camino. Además, las autoridades difieren acerca de si los pastores podían o debían dejar sus rebaños a la intemperie durante las noches de la estación lluviosa» […] «Sin embargo, la muy conocida fiesta solar del Natalis Invicti, celebrada el 25 de diciembre, tiene un derecho fundado en la responsabilidad de nuestra fiesta de diciembre. Para la historia del culto solar, su posición en el Imperio romano, y su sincretismo con el mitraísmo, se ha recopilado la evidencia para la fiesta, la cual alcanzó su clímax de popularidad bajo Aureliano en el año 274. Filippo del Torre, en 1700, fue el primero en ver su importancia; como se ha dicho, estaba señalada sin adición en el Calendario de Filócalo. Nos sería imposible aquí incluso esbozar la historia del simbolismo y lenguaje solar según aplicados a Dios, al Mesías y a Cristo en las obras canónicas, patrísticas, o devocionales cristianas o judías (…) Los primeros acercamientos de los nacimientos de Cristo y del sol aparecen en los escritos de San Cipriano de Cartago,“¡Oh, qué maravillosamente actuó la Providencia, que en el día en el que nació el Sol. Cristo debía nacer". En el siglo IV, Crisóstomo, en su obra "del Solst. Et Æquin". (II, pág., 118, ed. 1588), dice: “Pero, Nuestro Señor, también, nace en el mes de diciembre… en la octava antes de las calendas de enero [25 diciembre]…, pero ellos lo llaman el "Nacimiento del Invencible". ¿Quién hay que sea tan invencible como Nuestro Señor? O, si ellos dicen que es el día del nacimiento del Sol, Él es el Sol de Justicia”. Ya Tertuliano (Apol., 16; cf. Ad. Nat., I, 13; Orígenes. c. Cels., VIII, 67, etc.) tuvieron que afirmar que Sol no era el Dios de los cristianos; Agustín (Tract. XXXIV, in Joan. En P. L., XXXV, 1652) denuncia la identificación herética entre Cristo y Sol. El Papa San León I Magno (Serm. XXXVII in nat. dom., VII, 4; XXII, II, 6 en P. L., LIV, 218 y 198) reprocha duramente los remanentes del culto solar: los cristianos, en el mismo umbral de la basílica de los Apóstoles, se voltean para adorar al sol naciente. El culto solar ha legado rasgos en el culto popular 1
http://ec.aciprensa.com/wiki/Navidad#.Un2XBSeYyZQ / apartes del artículo “Navidad”
moderno en Armenia, en donde los cristianos se habían conformado temporal y externamente al culto al sol material (Cumont, op. cit., pág. 356) […] El presente escritor se inclina a pensar que, ya sea que esta fiesta se originara en Oriente u Occidente, y a pesar de que la abundancia de festivales de invierno análogos podrían indefinidamente haber ayudado a la selección del mes de diciembre, el mismo instinto que colocó el Natalis Invicti en el solsticio de invierno habría bastado, aparte de la adaptación deliberada o de curiosos cálculos, para fijar en ese mismo día la fiesta cristiana».