3ras Jornadas de Patrimonio y Desarrollo - Parte 2

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3ras. Jornadas Latinoamericanas de Patrimonio y Desarrollo / Candela Murciego ... [et al.] ; compilado por Diana B. Maggi ; coordinación general de Pedro Delheye ; prólogo de Raúl Horacio Meda ... [et al.]. - 1a ed compendiada. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires: ICOMOS Argentina, 2016. Libro digital, Otros Archivo Digital: descarga y online ISBN 978-987-29432-4-0 1. Conservación del Patrimonio. 2. Patrimonio Cultural. 3. Patrimonio Arquitectónico. I. Murciego, Candela II. Maggi, Diana B., comp. III. Delheye, Pedro, coord. IV. Meda, Raúl Horacio, prolog. CDD 363.69

3ras. Jornadas Latinoamericanas de Patrimonio y Desarrollo Compilación: Diana Maggi Coordinación General: Pedro Delheye Autores/as Adam, Sandra / Aguilar, Graciela / Aldazábal, Ezequiel / Alonso, Marcela / Alonso, María de los Angeles / Amaya, Yesica / Amor, Mariela / Andrade, Gisel / Asencio Castro, Raquel / Aversa, Maria / Baldini, Marta / Ballester, María Alejandra / Barandiarán, Luciano / Barenboim, Cintia Ariana / Bello Gómez, Giovanni / Bellocchi, Ana Julia / Bertani, Guillermo / Birchner, Daniel / Blanco, Mónica / Bruzzo, Silvia / Cammarata, Emilce, / Carasatorre, María Cristina / Carisimo Otero, Adriana Leticia / Carrica, Florencia / Carrizo, Silvina / Castronovo, Raúl / Catera, Claudio / Charne , Uriel / Coletti, Renaldo / Comparato, Gabriel Joaquín / Consigliere, Aldana / Consigliere, Bárbara / Cornejo, Solana / D Agostino, Valeria A / Daniela Moreno, / De Betoalaza, Alberto / De Gregorio, Roberto / De Schant, Héctor / Delage, Roberto / Diulio, María de la Paz / Duarte, Marisa / Eilers, Gabriel Andrés / Escudero Lacroix , Mauro / Farías, Diana / Farias, Lourdes / Fernandez, Guillermina / Fernández, María Cristina / Ferrari, Enrique Juan / Ferreira, Sebastián / Ferreyra, Alba Cristina / Fortunato, Carlos / Fossatti, María Elena / Gala, Valeria / Galak, Lucas / Galimberti, Cecilia Inés / Galíndez, Fernando / Garcia Crispieri, Gonzalo / García Santa Cruz, M. Jimena / García Santa Cruz, Mauro G. / Gayetzky de Kuna, Graciela / Giménez , Miriam Celeste / Giménez Arce, Cintia Patricia / Gómez Macedo, Dolores / Gómez, Analía Fernanda / Gómez, Silvina / Gonzáez, Graciela Mariel / González, Mirta Elena / González, Roxana / Graffigna, María José / Guidugli, Susana / Irouleguy, Silvina / Iturria, Vanina / Iturria, Vanina / Karakachoff, Eduardo / Kohen, Claudia / Koyra, Marcelo / Kunkel, Astrid Sonia / Lapenta, Alicia / Lembo, Luciana / Logusso , Juan / López Pérez, Lluvier / Lorena Verónica Manzini Marchesi, / Lozano, Ana / Luque, Gregorio / Manzione, Graciela / Marcela Díaz, / Margaretic, Teresa / Mari, Laura / Marino, María Lujan / Mariñelarena, Patricia Inés / Mariño, María Patricia / Márquez, Gonzalo / Martín Olmedo, María José / Martínez, Natalia / Matas Musso, Josefina / Mayor, María / Millán , María Belén / Minder, Inés / Molinari, Gloria / Moliné, Aníbal Julio / Monfort, María Cristina / Morello, Andrea / Moretti , Graciela / Moscoso, Florencia Viviana / Murciego, Candela / Murillo Dasso, Dolores / Murillo Dasso, Florencia / Nacarate, Marcela / Nacif, Nora / Nieto, Patricia Lorena / Nora Ponce, / Novoa Farkas, Marianela / Odena, Susana / Oliva, Marta / Orrico, Uriel / Pace, Leonardo Rosa / Pacheco, Mara / Pagani, Valeria / Palavecino, Valeria / Paredes, Silvia Liliana / Parés, Susana, / Passi Pérez, Miriam / Patiño, Agustina / Pazos, Florencia / Pinassi, Andrés / Polliotto , Gabriela / Pussó, Daniel Antonio / Quiroga, Carolina / Quiroga, Mariana / Ramos, Aldo / Ramos, Horacio Damián / Rampello, Patricia / Ricci, Susana / Rivero, Angela Beatriz / Rodríguez, Cristian / Rodríguez, Micaela / Roig, Javier V. / Romanutti, Alejandro / Rosa, Susana / Rossi, Elizabet / Rucci, Ana Clara / Ruíz, Pablo / Sahores Avalís, Virginia / Sala, Carlos / Sánchez Negrette, Angela / Sánchez, Lorena Marina / Santibañez, Gabriela / Seba, José Ramón / Sebastián, José Luis / Sempé, María Carlota, / Senlle, M. Cristina / Sessa, Emilio / Soto, Diana Patricia / Sovinsky, Poly / Suárez, Patricia María / Tagarelli, Pedro / Taghón, Alejandra / Tomasi, Jorge / Tuler, Susana / Uriarte, Susana Lucinda / Valenzuela, Silvia / Valenzuela, Victoria María / Vargas Pérez, Jorge Marcelo / Vieytes, Lidia / Villafañe, Matías / Vitalone, Cristina E. / Wolf, Caroline Olivia / Woolfson, Olga / Wrobel, Claudia / Yuln, Melina / Zingoni, José María


PARTE 2



EDIFICIOS EN ALTURA DE LA CIUDAD DE LA PLATA ENTRE LOS AÑOS ’50 Y ’70

Autores: Cristina Carasatorre Susana Tuler Emilio Sessa Nora Ponce Valeria Pagani Vanina Iturría Florencia Pazos Luciana Lembo

LABORATORIO DE INVESTIGACIÓN EN TEORÍA Y PRÁCTICA DE LA ARQUITECTURA (LITPA.FAU.UNLP) Comisión de Investigaciones Científicas de la Pcia de Bs As (CIC) Dirección: calle 47 Nº162 Teléfono: 00542214236587 al 90. E-mail: cris.carasatorre@gmail.com


EDIFICIOS EN ALTURA DE LA CIUDAD DE LA PLATA ENTRE LOS AÑOS ’50 Y ’70. EJE TEMÁTICO 4: Patrimonio, innovación y nuevas tecnologías

RESUMEN El patrimonio en la ciudad de La Plata entre las décadas ’50 y ’70 del siglo pasado materializó una reelaboración crítica del Movimiento Moderno y sus vertientes vernáculas. En esa época, el cambio de paradigma, social y cultural, también recibió los aportes del estudio disciplinar con la creación de la Facultad de Arquitectura y la adopción de nuevas ideas y tecnologías. Se analizan elaboraciones proyectuales de edificios en altura emblemáticos, con el objeto de comprender el devenir teórico e histórico de referentes que dejaron su impronta en la ciudad, relacionando la producción local con movimientos nacionales e internacionales.

OBJETIVOS Comprender la dimensión histórica de treinta años de arquitectura que registran los sucesivos cambios y transformaciones en el campo de las ideas, el lenguaje, la tecnología y los nuevos usos del espacio construido. Interpretar los factores que incidieron en la renovación edilicia del tema de los edificios en altura en este período y su producción en las décadas venideras, a partir de la sanción y reglamentación de la Ley de Propiedad Horizontal Nº 13.512/48 (1948-49) que incidió en la proliferación de edificios en altura y la Ordenanza Nº 1949, que elevó la altura máxima permitida, pudiendo alcanzar casi cincuenta metros en las avenidas. Valorizar edificios de nuestra historia reciente insertos en el tejido urbano de nuestra ciudad, para proveer un material útil de referencia, estudio y reflexión sobre el cual se pueda ejercer una crítica hoy necesaria. Concientizar sobre la necesidad de preservar el valioso patrimonio moderno, enriqueciendo la identidad arquitectónica de la ciudad de La Plata, que a su vez funcione como una autocrítica de una práctica que fue perdiendo poder de decisión frente a evaluaciones excesivamente especulativas y cortoplacistas.

METODOLOGÍA Se hizo un relevamiento en base al conocimiento personal de la arquitectura de la ciudad, a las consultas con los arquitectos que intervinieron en la época y también a partir de la búsqueda de documentación en archivos y oficinas técnicas. La selección se ha hecho con una valoración amplia, recuperando aspectos valiosos de diversas tendencias con el criterio de rescatar exponentes de arquitectura representativos de de la época, dentro de la cual se incluyen los edificios en altura. Se relevaron alrededor de 120 obras de distintos programas arquitectónicos como aporte a la construcción de una Guía de Arquitectura de La Plata en estas décadas. La consideración adoptada para la selección del


material incluye obras de autores reconocidos y algunos escasamente conocidos, que trabajaron tanto en el ámbito público como privado además de aquellos cuyas obras ya han sido publicadas. De este registro, se seleccionaron casos correspondientes a Edificios en Altura públicos-institucionales y privados de vivienda colectiva.

DESARROLLO El período estudiado se encuentra dentro de la época en que a nivel internacional se produce un cambio de paradigma, social y cultural que se refleja en la arquitectura, con el abandono definitivo de las formas que respondían al eclecticismo, de las primeras décadas del siglo XX, -utilizadas en las casas de renta, la vivienda individual y los programas institucionales- para adoptar la modernidad y el uso de nuevas tecnologías. Como lo expresa Francisco Bullrich “En nuestro país, al abrirse la década del 50 una serie de hechos habían determinado la caducidad de los clásicos planteos de la arquitectura y el urbanismo modernos. Evidenciándose un desplazamiento de la atención hacia otros maestros fuera de LC, Gropius, Breuer, hacia Wright, Aalto y el empirismo nórdico”. (F. Bullrich 1963). Referentes de distintas corrientes internacionales son interpretadas a nivel nacional por el grupo Austral las que a su vez tuvieron influencia en las expresiones de la arquitectura de nuestra ciudad El paradigma americano. En el plano local de La Plata, esto se ve claramente en la década del 50, con edificios como el MOP o los de viviendas en altura en las que se incursiona en una clara racionalización de los elementos de la fachada, de los sistemas de cerramiento y del diseño estructural como parte de la imagen. Una mención especial merece la actuación de la empresa Baum y Kadishevich, que construyó durante las décadas del 50 y 60 gran parte de los edificios de la ciudad, con la participación de distintos proyectistas y con resultados dispares. En todos los casos los edificios que se desarrollaron en La Plata, encuentran la dificultad del loteo entre medianeras no pudiendo proponer en casi todos los casos una tipología morfológica que supere las limitaciones de la parcela. Esta producción refleja las diferentes soluciones técnicas y estéticas que se fueron sucediendo, destacándose en los cincuenta, exponentes como los de Diagonal 73 y 11 o el de 61 entre 7 y 8 de fachada uniforme. El movimiento del International Style hace desaparecer la tripartición en altura del esquema basamento, cuerpo y remate, - en mampostería- que se extiende hasta los 60 en el Río de la Plata, para adoptar el Courtin Wall. La tecnología internacional del edificio de vidrio o “botella” es la vanguardia a adoptar. Se instala de forma irreversible la vocación por “lo nuevo” referido a estéticas y tecnologías con apego al americanismo, dejando de lado la mirada hacia Europa, atravesada por la posguerra, que es abandonada como paradigma para los países emergentes como la Argentina. En las esferas oficiales se produce el abandono definitivo del monumentalismo seudo-clásico para adoptar lo moderno.


EEUU, impuesto por su status tecnológico y económico desplaza a una Europa que ya no es la que fue. Ligado a la industrialización, se refleja una arquitectura basada en la manifestación de la estructura, distinguiendo la función de sostén del cerramiento, con una estética de planos netos, uso del color y utilizando

pocos materiales. Son los lineamientos de un

nuevo arquitecto afín a una construcción

racionalizada, tecnificada y estándarizada, con adscripción a conceptos como “la forma sigue a la función” o “la naturaleza de los materiales”

que descartan definitivamente al ornamento. ( E. Gentile 2013)

Todo este discurso vinculado a una nueva “ideología arquitectónica” tiene como usina al establecimiento de la Escuela de Arquitectura en 1952, dependiente de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas de la UNLP De la que surgen profesionales ávidos de experimentar y proponer. Los cincuenta. Edificios Públicos Institucionales. En el caso de la producción de edificios en altura para resolver programas públicos institucionales, los cambios técnicos y estéticos se destacan en el, Ministerio de Obras Públicas de la Pcia de Buenos Aires realizado en 1951. El edificio del MOP, (Fig1 y 2) de evidente vinculación con la tipología de palacio de congresos, puesta en práctica para el Ministerio de Educación de Rio de Janeiro (1936-45) y para la Sede de Naciones Unidas (1947- 1952), - ambos proyectos concebidos por Le Corbusier y equipos locales - ocupa la totalidad de una manzana adoptando la situación de implantación centralizada a partir de un edificio exento rodeado de espacio libre. De fuerte componente geométrica, utiliza dos recursos para organizar las áreas funcionales requeridas. Por un lado una placa vertical que resuelve el programa repetitivo de las oficinas y por el otro, un volumen en planta baja que contiene el Auditorio. Este último se ubica por detrás de la caja de ascensores, definido por cinco pórticos y un acceso vinculado al Hall del edificio. Su resolución no logra la autonomía formal que ostentan sus antecesores, como tampoco articula escultóricamente el edificio con su entorno paisajístico. Una grilla regular de cuatro filas de columnas resuelve la estructura rectangular de la planta tipo, que se organiza a partir de una circulación central con dos hileras de oficinas en ambos frentes. Dentro de este esquema geométrico se da lugar en el nivel cero a una galería longitudinal que recorre la placa ubicando el ingreso en su punto central, manifestando a partir de esta adaptación su condición de planta libre. El cerramiento se materializa con un parasol metálico vertical uniforme en sus dos caras, interrumpiéndose frente a los ascensores sobre la fachada hacia calle 8, mientras que un Hall transparente resuelve el nivel peatonal. La implantación en una manzana libre da lugar a un gran espacio público pleno de uso con jardines sobre la avenida 7 que además de servirle de acceso al edificio propicia un lugar de contemplación necesario para comprender su contundente geometría frente al tejido compacto de la ciudad. Esta situación genera un hecho atípico que reinterpreta con un sentido moderno la idea de tejido-monumento característica de los edificios públicos de La Plata.


La vivienda en altura en la década del cincuenta En relación a los edificios de vivienda en altura, un exponente del momento es el de de 7 y 55, (Fig. 3) del Arq. Gomez Destrade realizado por la Empresa Baum y Kadishevich en 1958. Desvinculado del American Style y de la estética que imponía el edificio de vidrio, se ubica en esquina desplegando un basamento de dos niveles con comercios en planta baja y oficinas en el primer nivel, que articulado con una semi-torre de viviendas a través de una terraza de usos comunes, define este basamento y lo despega del cuerpo de viviendas. Las plantas tipo se organizan a partir de un núcleo central y tres caras libres con tres unidades por piso componiendo un prisma rectangular que optimiza al máximo las posibilidades del lote. Se destaca la utilización de un cerramiento homogéneo que resuelve con los mismos elementos la totalidad de las fachadas y acentúa la unidad morfológica de su arquitectura. En el caso del Edificio de Diag. 73 esq. 11 (Fig. 4) por la Empresa Baum y Kadisevich en 1957/59 se verifica la adopción del Courtin Wall como sistema de resolución unitaria de su fachada, definiendo con una geometría contundente su implantado en una pequeña manzana triangular, resultado de la intercepción de la diagonal con la trama ortogonal. La planta es el resultado de esta forma, y se presenta como una placa sobre la diagonal mientras se prolonga hacia atrás ajustándose a la triangulación del terreno a partir de una serie de muros paralelos que culminan en la caja de escaleras y habitaciones de servicios. La planta baja con el Hall y una serie de locales se vinculan únicamente con la diagonal 73. Existe un claro diseño estructural vinculado con lo visual: las columnas se separan de los muros y los cerramientos. La fachada de aventanamiento uniforme se resuelve con revestimiento veneciano, cortinas levadizas de chapa de aluminio orientables, Hall con paredes revestidas en madera y espejos querepresentan el repertorio estético de la época. Los sesenta. Rupturas y nuevas identidades Los sesenta se distancian del estilo internacional de la década anterior, inclinándose por los materiales despojados, donde el ladrillo tomó un fuerte protagonismo junto con el hormigón armado al estilo brutalista, generando una nueva identidad, al alejarse del paradigma tecnológico desarrollado anteriormente. La década del 60, rica en rupturas, cuestionamientos y contrastes, supo esgrimir una arquitectura auténtica, local y propositiva, que tuvo continuidad en la producción de viviendas individuales en los posteriores setenta, adoptando interpretaciones diferentes. En la década del 60 el edificio de 45 entre 6 y 7, proyectado por el Estudio Fornari-Negrin, o la solución en esquina con basamento y torre del arquitecto Gomez Destrade para 7 y 55 de finales de los cincuenta demuestran el uso de un lenguaje más local con la vuelta a los materiales tradicionales. Nuevos horizontes guían a la arquitectura local, que encuentra en Inglaterra un punto de inspiración para desarrollar proyectos más experimentales donde trama, sistema, cluster, neobrutalismo, son elementos del diseño puestos en práctica por los arquitectos de la ciudad en concordancia con el influjo a


nivel nacional. El repertorio dado por la prefabricación y la modulación constituyen un material de proyecto vinculado al rigor tecnológico al que se aspiraba. En este sentido, el edificio del INIFTA (UNLP) es un ejemplo de esta filiación británica en la que destacados profesionales emergentes de la Facultad de Arquitectura –intervenida en 1966- contribuyeron a construir. Los sesenta. Edificios Públicos Institucionales. Entre los edificios institucionales de esta década, el Edificio para resolver la Sede del IOMA, (Fig. 5) ubicado en 46 e/ 12 y 13. (Proyectista: sin datos. Dirección de Arquitectura MOP. Pcia de BS AS. 1966/70) correspondiente a la tipología de basamento y torre, adopta una planta tipo con el núcleo lateralizado apoyado en una de las medianeras liberando el cuerpo vidriado que contiene las áreas de público y oficinas. Esta clara distinción de funciones, se manifiesta en la fachada con el nombre de la institución en el núcleo, en una clara definición de áreas servidas y de servicios. La PB y el primer nivel forman el cuerpo del basamento que cubre el acceso elevado, generando una doble altura con el voladizo sobre la línea municipal y un balconeo interior sobre el nivel de atención al público. Del mismo período es el edificio IPS, (Fig. 6) ubicado en la calle 47 e/5 y 6, realizado por los arqts Cha, Schareschavski por la Dirección de Arquitectura MOP. Pcia de BS AS. 1968. En este caso, la planta tipo se compone de dos cuerpos de plantas de oficinas y un área central que contiene el núcleo de ascensores de público, un privado, sanitarios y un sector de despachos. La estructura se resuelve con un entrepiso sin vigas que otorga flexibilidad a las áreas funcionales. Lo más relevante del edificio lo aporta la situación de ingreso con un Hall de accesos en dos niveles componiendo un atrio con la escalera lateralizada - paralela a la línea municipal- y un zócalo a nivel peatonal que articula la escala del edificio con la de la calle. Los sesenta. Edificios en altura de vivienda colectiva. En relación a los edificios en altura destinados a la vivienda colectiva, dentro del ámbito privado, denotan una notable calidad dos exponentes del período que reinterpretan el uso de las técnicas constructivas tradicionales aportando un repertorio de nuevos lenguajes con el uso del ladrillo y las carpinterías a partir de una vuelta al edificio de muro-ventana. Resultan destacables el Edificio 45 e/ 6 y7 del Arq. Tulio fornari y Chel Negrín (Fig. 7) construido por la Empresa Baum y Kadishevich en 1960/61. Implantado en un amplio lote entre medianeras el edificio se retira de la línea municipal con un jardín que antecede a un Hall elevado en doble altura. Las plantas son cuadradas con una unidad por piso, de grandes dimensiones y calidades. Se accede por un núcleo central que organiza las áreas funcionales de la vivienda, que presentan variaciones de acuerdo al usuario. Las fachadas del frente y contrafrente son idénticas y manifiesta una alternancia dimensional de sus cerramientos en relación a las áreas de la vivienda, diferenciándose de esta manera, de las fachadas sistemáticas que usaron sus antecesores de los 50.


El otro ejemplo es el edificio de la calle 10 esq. 53 del arq. Carlos E. Lenci (FIg. 8) realizado en 1966. Este edificio, construido en 1966, se diferencia respecto a las tendencias arquitectónicas del momento dominadas por el curtain wall, y logra una anticipación a las indagaciones de las pieles como elemento de tratamiento climático y formal. Lo hace a partir de la independencia entre la estructura, el cerramiento y la piel, constituida por cortinas “barrio”, que se encuentra sobre la fachada. Implantado en un lote en esquina con vistas privilegiadas hacia el Teatro Argentino, el valor de este edificio, reside en haber aportado al tema de la vivienda en altura una condición propositiva capas de reformular la habitual resolución utilizada. A partir de una ocupación casi total del lote, logra organizar una planta tipo de tres unidades por piso, que presentan una clara disposición de servicios y núcleo vertical hacia la medianera y áreas de estar y dormitorios sobre la línea municipal. Utiliza como recurso innovador, la incorporación de un espacio intermedio entre la calle y el interior de las viviendas a partir de un cerramiento de cortinas tipo barrio separadas de la carpintería, generando una envolvente que amplía el carácter y la función de los balcones e introduce un elemento regulador de la luz y el clima, transformándolo en una suerte de “patio – galería” en altura, que recrea situaciones similares a las de una casa. Un desnivel definiendo las zonas de estar en las viviendas de dos dormitorios, amplía las estrategias que aportan calidad espacial a las unidades portadoras de un diseño particularizado. El volumen del edificio se define por un cuerpo único dado por un prisma rectangular recortado, que enfatiza su verticalidad. La esquina se resuelve articulando una cara corta hacia la calle 53 y otra de mayor longitud sobre calle 10, unificadas por el lenguaje homogéneo de la envolvente, que no denota las áreas funcionales de su interior. El carácter unitario de la fachada esta dado por un estudiado detalle del ensamble de sus componentes, donde cortina y tapa rollo adoptan la misma imagen.El tratamiento de la planta baja retirada de la línea municipal, establece una clara diferenciación entre el cuerpo de viviendas y el nivel peatonal, donde se ubican el Hall y un local comercial, ambos elevados medio nivel. La estructura toma presencia con una sucesión de columnas rectangulares que articulan el desarrollo del nivel vereda con una serie de vacíos y una escalera liviana de acceso al local que ponen de manifiesto la sensibilidad del autor para producir la transición entre el espacio público de la calle y el interior del edificio. Los setenta. Continuidades y el redescubrimiento de la historia. Estas corrientes iniciadas en los 60 se trasladan a la década siguiente (setenta), en un contexto socio político diferente con un clima de oclusión en las Universidades, que encuentran espacios de debate arquitectónico en los estudios de arquitectura y en la práctica de los concursos. El reencuentro con la historia y el valor de las preexistencias formarán parte de las nuevas discusiones en el plano de la disciplina. En relación al edificio en altura, la producción de la época prolonga las búsquedas anteriores.


Dentro de la simultaneidad de continuidades y nuevas teorías que se ponen en práctica en la arquitectura, destaca en este período el edificio ubicación en calle 48 entre calle 6 y av. 7 del arq. Daniel Almeida Curth (Fig. 9 y 10) del año 1970. El proyectista es uno de los arquitectos más reconocidos de la arquitectura platense correspondiente a la primera generación de profesionales de este ámbito, con una producción prolífica dentro y fuera de la ciudad. Su obra reinterpreta con carácter propio las corrientes del Movimiento Moderno y del wrightianismo, a partir de un estudiado manejo de los materiales que se evidencia en muchas de sus obras y forman parte de su impronta personal. Situado en el centro de la ciudad, en un entorno de gran movimiento, con la presencia de grandes edificios de la Universidad y sedes bancarias, este edificio residencial en altura ocupa un terreno entre medianeras utilizando el esquema de dos cuerpos de viviendas con patio de aire y luz entre ambos. Se destacan en su resolución la flexibilidad en la planta de las unidades y el lenguaje de su fachada. Las plantas tipo del cuerpo frentista, están concebidas con un criterio que admite variaciones en su armado, a partir de la ubicación central de los servicios. Con este recurso se logran integrar las áreas de estar o segregar un sector de acuerdo a las necesidades del usuario. En cuanto a la resolución de la fachada, se utilizaron materiales nobles, que le imprimen una estética definida por la plástica del hormigón y la forma de utilización de la madera, generando un contraste sensible entre lo frío y lo cálido, lo pétreo y lo orgánico. Este criterio se expresa a partir de un cerramiento de madera plegable de losa a losa, que le da un carácter único a todo el plano vertical con la presencia de la estructura que se manifiesta como un componente esencial de la fachada, constituyendo ambos, los elementos distintivos de esta obra. Los aciertos del proyecto se desdibujan en la planta baja que carece de la claridad que ostenta el cuerpo del edificio, con una respuesta un tanto confusa para resolver el doble acceso desde la calle a un comercio semi- enterrado con entrepiso y al Hall de ingreso.

CONCLUSIONES Las corrientes arquitectónicas de la ciudad de La Plata en el período se vieron vinculadas a corrientes internacionales que son interpretadas a nivel local por arquitectos emergentes de la Facultad de Arquitectura, transformándolas en expresiones de la arquitectura local. Hay una ampliación de conceptos de aquel primer funcionalismo de “la máquina de habitar”, en un sentido más práctico y cercanos a la realidad local, asumiendo las posibilidades que la tecnología disponible podía generar. Nuestra dependencia de las posturas exteriores sigue siendo manifiesta, pero han tenido aportes y reiterpretaciones propias de valor.

BIBLIOGRAFIA Carasatorre D’Argenio Grigioni, Pazo La Plata Arquitectura Moderna 1950/60/70. Ed. CAPBA I 2013 Bullrich,

Francisco.

Arquitectura

argentina

contemporánea.

Ed.

Nueva

Visión.

1969.


Longoni, R. Galcerani, V. Molteni, R. Perez, M., carranza, M.Fonseca I., Bottega C. La Escuela de Arquitectura de La Plata, 1952-1963. pagina web. Hector Tomás. Carlos Eduardo Lenci. Ed 47 AF 2014 Daniel Almeida Curth. Emoción y Significado en la Arquitectura. 2003. Ed. Kliczkowski Material Gráfico

Figura 1.

Figura 2

Figura 3

Figura 4


Figura 5

Figura 6

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Figura 8


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Figura 9

LISTADO DE FIGURAS. Figura 1 y 2. Edificio MOP Autor desconocido.1951. Figura 3. Edificio de viviendas. Arq Gomez Destrade.1958 Figura 4. Edificio de Viviendas. Empresa Baum y Kadisevich.1957/59 Figura 5. Edificio IOMA. Autor desconocido. 1966/70 Figura 6. Edificio IPS. arqts Cha, Schareschavski. 1968 Figura 7. Edificio de viviendas. Arq, Fornari y Negrin. 1960/61 Figura 8. Edificio de viviendas. Arq. Carlos Lenci. 1966 Figuras 9 y 10. Edificio de viviendas. Arq. Almeida Curth. 1970

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Figura 10


RELEVAMIENTO Y ANÁLISIS AMBIENTAL EDILICIO ASISTIDO POR INSTRUMENTAL.

Autores María de la Paz Diulio, Mauro Gabriel García Santa Cruz, María Jimena García Santa Cruz, Analía Fernanda Gómez.

LABORATORIO DE ARQUITECTURA Y HÁBITAT SUSTENTABLE. FACULTAD DE ARQUITECTURA Y URBANISMO. UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA (LAYHS – FAU - UNLP).

Dirección: Calle 47 n° 162 – 1900 – La Plata Teléfono: 4236587 interno 255 Email: layhs@fau.unlp.edu.ar mpdiulio@fau.unlp.edu.ar


RELEVAMIENTO Y ANÁLISIS AMBIENTAL ASISTIDO POR INSTRUMENTAL.EJE TEMÁTICO: Patrimonio cultural, innovación y nuevas tecnologías RESUMEN El Laboratorio de Arquitectura y Hábitat Sustentable desarrolla proyectos de investigación destinados a la aplicación de I+D sobre patrimonio cultural. Éstos están orientados a la conservación preventiva por medio de medidas de evaluación y acondicionamiento de espacios de guarda en Museos, Archivos y Bibliotecas. El objetivo de la investigación es determinar las estrategias para retardar el daño de los materiales por envejecimiento. Los métodos utilizados son el monitoreo ambiental de las variables responsables del daño químico, mecánico y biológico por medio de instrumental de precisión como sensores de temperatura y humedad relativa, radiación ultravioleta, y termografía, para luego aplicar medidas correctivas.

INTRODUCCIÓN El Laboratorio de Arquitectura y Hábitat Sustentable (LAyHS - FAU - UNLP) lleva a cabo proyectos de investigación aplicados al estudio de las condiciones ambientales para la conservación preventiva de los bienes culturales alojados en archivos, museos y bibliotecas. Este estudio se desarrolla a través de diferentes proyectos acreditados, entre los vigentes U/143 "Plan de contingencia ambiental para bibliotecas, archivos y museos ante el cambio climático" y Proyecto Acreditado U/006 "Desarrollo de un método de gestión ambiental edilicio y monitoreo continuo para la conservación preventiva en bibliotecas de la UNLP". Los casos de estudio que ilustran el procedimiento son instituciones con las que se han formalizado acuerdos mediante convenios y pertenecen a los museos, archivos y bibliotecas de la Universidad Nacional de La Plata, al Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad Católica Argentina de La Plata, y al Salón Blanco de la Cámara de Diputados de la Nación entre otros.

OBJETIVOS El material que se encuentra en archivos, bibliotecas y museos sufre un deterioro natural según la composición de los objetos, debido a su edad, la manipulación a la que están sometidos, además de las condiciones ambientales del ambiente de guarda. Con el objetivo de retardar este deterioro, muchos autores han estudiado en profundidad cuáles son las características ideales para cada ambiente y las variables que intervienen. Las instituciones que aspiran a certificar su desempeño ambiental tendrán


entonces la tarea de auto evaluarse y comparar el comportamiento de las salas con los parámetros de conservación predeterminados por la bibliografía. Para asistir en esta labor, el LAyHS ha desarrollado un plan de evaluación y asesoramiento para favorecer la conservación preventiva del material alojado en archivos, bibliotecas y museos por medio del estudio de las condiciones ambientales existentes en de los espacios de guarda y exposición.

METODOLOGÍA Para realizar este procedimiento se toman como referencias diferentes estrategias y métodos validados por la bibliografía que, en algunos casos, conforman nomas internacionales. Como primera medida se definen las variables a analizar. Thomson afirma que la preocupación debe orientarse en reducir al máximo los efectos de la luz, la humedad y la contaminación del aire. La luz da origen a cambios de color, debilitamiento de fibras y adhesivos, y aumento de la temperatura. Los fotones son la energía de activación para desencadenar estas reacciones que son instantáneas y acumulativas, y cuya componente ultravioleta del haz de luz es la más dañina de todas. Con respecto a la humedad, el autor afirma que en objetos de naturaleza orgánica produce cambios en su volumen y tamaño, y propicia que los mismos se conviertan en un sustrato ideal para el desarrollo microbiológico. La humedad está contenida en la mezcla de aire y la temperatura del mismo es determinante para conocer su potencialidad de daño. Por contaminación del aire, Thomson se refiere a partículas contaminantes suspendidas en el aire, que no tienen el peso suficiente para caer y pueden adherirse a los objetos expuestos. Por ello se utilizan vitrinas, bolsas de polietileno para almacenamiento y filtros de aire donde existe equipamiento de aire acondicionado (Thomson, 1998). Además prescribe rangos estrictos admisibles de temperatura y humedad relativa que, junto con mínimas oscilaciones, harían posible reducir el daño a los materiales alojados. Actualmente, esta célebre publicación no cuenta con el consenso de sus colegas: Kramer el al. (2015) afirman que los rangos no se fundamentan en verdaderas necesidades de la colección, sino en las posibilidades técnicas que brindaba el equipamiento en aquel entonces cuando el cambio climático no era una variable a considerar. Padfield et al. (2013; 2014) sostienen que la temperatura óptima interior debe acercarse al promedio anual de la localidad, ya que de esta manera se debe invertir menos energía en climatización, y no se ponen en riesgo las colecciones. Dario Camuffo (2014) analiza fundamentalmente dos variables que determinan el microclima de conservación, la temperatura y la humedad relativa. El efecto de la temperatura se representa en la dilatación de los objetos y en el daño producido por la fatiga de los materiales al repetirse los ciclos térmicos; en las corrientes convectivas que se generan en el interior de las salas; modifica la humedad relativa de una mezcla de aire; en el aceleramiento las reacciones químicas como por ejemplo oxidación, corrosión e hidrólisis; y finalmente determina la posibilidad de desarrollo biológico en las colecciones. La humedad del ambiente puede ser absorbida por


los objetos que indefectiblemente modifican su volumen y composición. La combinación de temperatura y humedad relativa puede estimular diversos mecanismos de degradación como el biodeterioro y las reacciones químicas comentadas anteriormente. En el presente trabajo se explica el procedimiento para calificar la aptitud de un ambiente de conservación basando el criterio en las variables temperatura, humedad relativa e iluminación. Si bien estas variables son plausibles de ser percibidas por la vista y el tacto, un análisis basado únicamente en los sentidos puede conducir a conclusiones erróneas, por esto sólo se considera admisible el dato proveniente de un instrumento con precesión normalizada. La norma italiana UNI 10829 sobre medición y análisis en ambientes de conservación (UNI, 1999) propone en el apartado 5 denominado “Relevamiento del espacio temporal de la temperatura y la humedad relativa del aire” un estudio en dos fases: la primera indica relevar la temperatura y la humedad relativa mediante instrumento portátil en cada nodo de una grilla virtual espacial de 5 m. de lado a una altura de 1,5m para tomar conocimiento de los valores locales de las variables. A partir de los datos obtenidos en esta primera fase se seleccionan los puntos de interés para la medición continua. El criterio para esta selección puede estar determinado por la ubicación de una pieza singular, o por las variaciones obtenidas: los puntos que muestran resultados similares en la fase 1 se unifican en un punto de medición continua para la fase 2. Las mediciones continuas tienen el objetivo de poner en evidencia las variaciones horarias, diarias o estacionales. Tales mediciones deben consistir en registros por intervalos de tiempo significativos de los valores de temperatura y humedad relativa del aire. Los intervalos a adoptar están ligados a los objetivos por los cuales se realiza el programa de medición: por un lado puede utilizarse para realizar un diagnóstico del comportamiento termohigrométrico general del local, u orientar posibles intervenciones en sistemas de acondicionamiento, en este caso el programa de medición debe ser realizado durante todo un año. En climas caracterizados por variaciones de las condiciones ambientales externas no particularmente rápidas, el programa de medición puede ser realizado en solo cuatro meses, cada uno elegido dentro del período central de cada estación, como es el caso de la ciudad de La Plata. Otro caso podría ser controlar la modificación de las variables ambientales en un período específico, para lo que la norma indica realizar la medición en el intervalo de tiempo que es objeto de estudio, y por un período de tiempo no menor a 15 días. Las mediciones de iluminación natural y artificial se realizan en el plano horizontal a una altura de 0,80 m. en los diferentes nodos de una grilla virtual de 1,00m de lado. En el caso con el que se ejemplifica este procedimiento se adopta una grilla de 1,50m. La medición se realiza de día, con luz exterior, y se repite luego de 15 minutos de encendida la iluminación artificial. El instrumental registra la Intensidad lumínica en lux, que se representan con la letra E. En el mismo procedimiento se registra la radiación ultravioleta (µWatts/Lumen) en cada punto de las salas.


Por último, es conveniente determinar fuentes de calor de origen desconocido que pueden interferir con el control higrotérmico del ambiente, como puede ser la radiación de artefactos lumínicos, a través de la envolvente o equipamiento mecánico en contacto con las salas. Se pueden detectar además sectores de humedad, pérdidas de agua. Su uso es difundido para análisis de la resistencia térmica de la envolvente (Flores Larsen & Hongn, 2012) así también como para estudios no destructivos en edificios patrimoniales (Grinzato, Bison, & Marinetti, 2002).

DESARROLLO Para completar el procedimiento, es importante contar con instrumental de calidad y precisión. A continuación se describen 3 de ellos: Elsec Environmental Monitor (Figura 1) para las mediciones instantáneas (fase 1); Datalogger Onset Hobo UX100 para monitoreo continuo de temperatura y humedad relativa; y Cámara termográfica Testo XX. El Elsec es un instrumento multipropósito portátil que se utiliza para medir con velocidad y precisión temperatura, humedad relativa, iluminación y radiación ultravioleta (UV) (Figura 2). La luz que incide a través de una ventana o fuente luminosa tiene una componente UV cuya proporción no cambia al alejarse de la fuente, esta unidad es µW/lumen y el total de UV incidente sobre el objeto puede medirse en mW/m2. La precisión es de 5% en el campo visible y 15% para la radiación UV. Para la temperatura ±0,5°C y para la HR ± 3.5% entre el 10% y 90%. Los dataloggers son instrumentos que miden, registran y almacenan información sobre temperatura y humedad relativa en un intervalo de tiempo seleccionado por el investigador. El tiempo máximo por el cual se puede prolongar la medición depende de la memoria disponible del dispositivo. El instrumento Onset Hobo utilizado (Figura 3) tiene un tiempo de respuesta de 1 minuto para HR y 6 minutos para T, una precisión de 0,35°C y 2,5% en el modelo U12-012. Luego de la medición se comparan los resultados obtenidos con los valores de referencia que dispone la institución según la determinación del conservador. En la Tabla 1 se muestran valores de referencia propuestos por la normativa italiana. La Figura 4 muestra la distribución de una muestra recogida por el datalogger en la sala de Colección Abierta de la Biblioteca Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (UNLP). El proceso de comparación entre valores obtenidos versus valores esperados ha sido desarrollada en otras publicaciones (Diulio, García Santa Cruz, & Gómez, 2015; Diulio & Gómez, 2014a, 2014b) y el análisis incluye esquemas como en la Figura 4 y la Figura 5. Tabla 1: Valores admisibles de las variables analizadas según Norma UNI 13059.

Tipo de material

T°C

HR%

Objetos artísticos de papel, cartapesta, papel de 18 a 22°C. 40 a 55. seda, tapices.

ΔTmax = 1,5°C

ΔHR%=6%

Emax

UVmax

50

75


Pintura en tela, pintura al óleo sobre tela, lienzo, 19 a 24°C. 40 a 55. ΔTmax = 1,5°C

témpera, aguada

manuscritos,

volúmenes

impresos, ΔTmax = 1,5°C

75

150

75

50

75

ΔHR%=6%

Documentos archivísticos en papel o pergamino, 13 a 18°C. 50 a 60. papiros

150

ΔHR%=6%

colecciones filatélicas. Encuadernaciones de libros con piel o pergamino

19 a 24°C. 45 a 55. ΔTmax = 1,5°C

ΔHR%=6%

Para analizar el análisis termográfico se utiliza la cámara Testo 870-1 que tiene una precisión teórica de ±2°C y ±2%. Todos los materiales emiten energía en forma de radiación, y el dispositivo mide la radiación emitida por los objetos que es proporcional a su temperatura. Es decir, la cámara no mide la temperatura, sino que su software la deduce basándose en la radiación emitida, siguiendo el modelo de la ley de Planck (Flores Larsen & Hongn, 2012). La Figura 6 y la Figura 7 muestran el caso del Museo Beato Angélico (UCALP) en el que se realizó una evaluación del efecto de las luminarias en la temperatura del ambiente. Durante el proceso se produce el hallazgo de una discontinuidad en la envolvente, que queda en evidencia en la imagen termográfica por su mayor conductividad térmica. Esta discontinuidad es producto de una abertura que originalmente se encontraba en una de las salas y que por cuestiones de disposición del espacio fue cegada.

CONCLUSIONES Para llevar a cabo un control medioambiental adecuado, los protocolos prescriben el uso de instrumental de medición que debe satisfacer prestaciones específicas. Las variables a medir son complejas y no son apreciables sensorialmente. Con el objetivo de explicar cómo se incorpora instrumental de precisión al trabajo de campo se presenta una serie de ejemplos en los que se utilizan dataloggers para monitoreo continuo, instrumental compacto para monitoreo puntual, y cámara termográfica para detectar discontinuidades térmicas en artefactos o envolvente. Un monitoreo confiable es necesario para realizar un asesoramiento pertinente respecto de la arquitectura de un ambiente de conservación. En este sentido la confiabilidad depende de una metodología adecuada y de instrumental de precisión. Para un museo, el reconocimiento de la variación en las condiciones medioambientales puede ser utilizado para la disposición interior de la colección, asociando las características propias de cada ambiente con los requerimientos del material alojado. De esta manera, la evaluación medioambiental se convierte en una nueva variable del diseño museológico. En el caso de las bibliotecas el material principal es el papel, aunque cuentan con otros soportes en menor cantidad, sin embargo el personal y los usuarios tienen una incidencia significativa. Dado que el confort humano admite variaciones higrotérmicas


en rangos más amplios que las colecciones, se recomienda la disposición de las zonas de guarda y conservación en los sectores con mayor inercia higrotérmica. Las conclusiones derivadas de un estudio de estas características puede guiar la estructura de un plan de adecuación en el que las prioridades estén dadas por las necesidades de la colección.

BIBLIOGRAFÍA Camuffo, D. (2014). Microclimate for cultural heritage: conservation, restoration, and maintenance of indoor and outdoor monuments (Second edition). Amsterdam ; Boston: Elsevier. Diulio, M. de la P., García Santa Cruz, M. G., & Gómez, A. (2015). Preventive conservation plan for library buildings in La Plata, Argentina. Energy Procedia, 78,1293-1298. Diulio, M. de la P., & Gómez, A. (2014a). Calidad termo higrométrica en bibliotecas: Evaluación respecto de los parámetros de admisibilidad. Revista Conceptos UMSA, 89(491). Diulio, M. de la P., & Gómez, A. (2014b). Propuesta metodológica de evaluación higrotérmica para la conservación preventiva del papel. Revista Hábitat Sustentable, 4, 34-45. Flores Larsen, S., & Hongn, M. (2012). Termografía infrarroja en la edificación: aplicaciones cualitativas. Avances en Energías Renovables y Medio Ambiente, 16, 08.25-08.32. Grinzato, E., Bison, P. G., & Marinetti, S. (2002). Monitoring of ancient buildings by the thermal method. Journal of Cultural Heritage, 3(1), 21-29. http://doi.org/10.1016/S1296-2074(02)01159-7 Kramer, R. P., Maas, M. P. E., Martens, M. H. J., van Schijndel, A. W. M., & Schellen, H. L. (2015). Energy conservation in museums using different setpoint strategies: A case study for a state-of-the-art museum

using

building

simulations.

Applied

Energy,

158,

446-458.

http://doi.org/10.1016/j.apenergy.2015.08.044 Padfield, T., Larsen, P. K., Ryhl-Svendsen, M., & Jensen, L. A. (2013). Conservation physics: Low energy museum

storage.

Recuperado

19

de

octubre

de

2015,

a

partir

de

http://www.conservationphysics.org/storage/low-energy-museum-storage.php Padfield, T., Ryhl-Svendsen, M., Larsen, P. K., Jakobsen, M., & Jensen, L. A. (2014). Conservation physics: Climate control in the archive of the Arnamagnaean Institute. Recuperado 8 de octubre de 2015, a partir de http://www.conservationphysics.org/arna/arnamagnaean-archive.php


Thomson, G. (1998). El Museo y su entorno. Tres Cantos (Madrid): Akal. UNI. (1999). 10829. Condizioni ambientali di conservazione, misurazione ed analisi. (Norma Italiana) (p. 20). Milano: Ente Nazionale di Unificazione.

MATERIAL GRÁFICO

Figura 1: ELSEC Environmental Monitor para Temperatura (°C), humedad relativa (%), iluminación (lux), radiación ultravioleta (µWatts/Lumen). Fotografía tomada por los autores en el Museo Beato Angélico, UCALP, 2014.

Figura 2: ELSEC Environmental Monitor para Temperatura (°C), humedad relativa (%), iluminación (lux), radiación ultravioleta (µWatts/Lumen). Fotografía tomada por los autores en el Museo de Ciencias Naturales, UNLP, 23/12/2014.


15%

600

10%

400

5%

200 0

0% 10 12 14 16 18 20 22 24 26 28 30

6%

1000

5%

800

4%

600

3%

400

2%

200

1%

0

0%

FRECUENCIA RELATIVA (%)

800

1200

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100

20%

FRECUENCIA

FRECUENCIA

1000

FRECUENCIA RELATIVA (%)

Figura 3: Datalogger Onset Hobo U12-012 ubicado para comenzar el monitoreo. Fotografía tomada por los autores en el Museo de Ciencias Naturales, UNLP, 23/12/2014.

TEMPERATURA (°C) DISTRIBUCIÓN NORMAL 2_3_COL AB FOND

HUMEDAD RELATIVA (%) DISTRIBUCIÓN NORMAL 2_3_COL AB FOND

Figura 4: histograma de frecuencias elaborados con información del datalogger. Caso Biblioteca Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Sala Colección Abierta UNLP. 2012. 16

2_1_DEPO 2 2_2_COL AB ENTRADA 2_3_COL AB FOND 2_0_EXTERIOR LÍMITE T LÍMITE HR

14 12

Δ T24 (°C)

10 8 6 4 2 0 0

5

10

15 (%) Δ HR24

20

25

30

Figura 5: esquema de variación diaria de T y HR. En línea de trazos los respectivos valores de variación máxima admisible. Elaborado por los autores a partir de información obtenida mediante dataloggers en Biblioteca Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Sala Colección Abierta, UNLP, 2012.


Figura 6: Cámara termográfica Testo para relevamiento gráfico de la temperatura. Fotografía tomada por los autores en el Museo Beato Angélico, UCALP, 2014.

Figura 7: La termografía muestra el efecto térmico de luces sobre la obra. Fotografía tomada por los autores en el Museo Fra Angélico, UCALP, 2014.


EL ESPACIO, MI ESPACIO/EL PATRIMONIO, MI PATRIMONIO…CUESTIONES IDENTITARIAS RENOVACIÓN URBANA Y PATRIMONIO

Autora: Dra Arq Graciela G de Kuna

Email: kunagraciela@gmail.com


EL ESPACIO, MI ESPACIO/EL PATRIMONIO, MI PATRIMONIO… CUESTIONES IDENTITARIAS RENOVACIÓN URBANA Y PATRIMONIO EJE 4: Patrimonio cultural, innovación y nuevas tecnologías Circulando por el tema ¿Puedo realmente reconocer mi espacio? ¿Con cuántos de mis sentidos conozco el lugar de mi pertenencia, en el que me siento protegido? Y de allí, del acto de conocimiento, puedo sencillamente pasar a su comprensión, es decir, ¿es directa la relación entre conocer algo, volver a verlo y re- conocerlo y desde allí, la compresión que obtengo de ese algo reconocido? Por cierto que no, que lleva tiempo y esfuerzo pasar de la necesaria e inicial actitud contemplativa a la acción y la identificación con aquello conocido y re-conocido y más aún de reconocerme en aquello reconocido. Hago la salvedad entre conocido y reconocido, ya que la segunda acción implica un acto, consciente o no pero sin dudas inteligente, de selección, contrastación y concordancia de rasgos característicos que hacen a la cosa conocida y posibilitan el segundo acto, de recuerdo. Y si es así, que con nuestro entorno de confort, es decir nuestro espacio conocido y reconocido mantenemos esa relación dual, ¿qué pasará con ese espacio más amplio, el de nuestra ciudad/provincia/región/nación, los de nuestra pertenencia histórica legitimada por herencia y memoria, conformante de nuestro espacio más amplio y entonces, desde allí, con el patrimonio social? Es más ¿qué pasaría si ese espacio archiconocido fuera reconfigurado de una manera descomunal? El origen etimológico de la palabra patrimonio conecta a la raíz latina “pater” -lat. Patrimonium-. En la acepción que nos interesa nos referimos al patrimonio del colectivo. Y con ello al conjunto de prácticas y expresiones materiales y simbólicas capaces de garantizar la apropiación y permanencia de un determinado grupo social en un espacio autodeterminado como propio. Es por ello que al patrimonio se lo asocia con apropiación espacial y ésta con identidad y afectividad. De allí que su apropiación social nos remita a la idea de internalizar en un registro la transformación que un grupo de personas ha realizado en un espacio hasta entonces natural, con el objeto de satisfacer las necesidades y sus posibilidades de permanencia y desarrollo en un tiempo determinado. Así podemos entender al patrimonio como un espacio de construcción en las comunas al que concurren distintas patrimonialidades locales, regionales, nacionales, etc. con intereses distintos, como también lo son sus percepciones, valoraciones y actitudes con respecto a sus diferentes bienes. La defensa de la diversidad cultural y el derecho a la identidad1, son en la actualidad internacionalmente aceptados como componentes básicos que ayudan a garantizar la integralidad del desarrollo humano. 1

http://portal.unesco.org/es/ev.php‐URL_ID=13179&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html


Funcionan en una relación espiralada de mutua influencia y construcción. De allí que el patrimonio, en un sentido amplio (tangible/intangible, material/inmaterial, cultural/natural) es, en ocasiones, uno de los principales recursos para el desarrollo de la identidad de los pueblos y resolver la dialéctica entre lo local y lo global2. Entonces, ¿qué sucede en nuestras ciudades con el patrimonio y la renovación urbana? ¿Cómo se atiende a la tensión/fricción producida por la necesaria y dinámica renovación urbana y el anclaje que solicita el tratamiento de sus bienes patrimoniales, protegidos o no? Para ello se contrastarán las posiciones adoptadas en algunas ciudades, enfrentadas a la misma situación como es la incorporación de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) a la dinámica urbana y el resultado visible de esas decisiones.

Entrando en tema Es que el sentido de pertenencia e identidad, el de conciencia regional, al igual que el ejercicio de la ciudadanía, se materializan a través de nuestros bienes en un territorio y por ello, bien tratados y visibilizados podrían ser recursos sociales para el desarrollo de nuestros pueblos. Ya que es en ese mismo espacio patrimonial donde se sobreponen múltiples tiempos transcurridos en capas sucesivas de refuerzos culturales, generando a su vez nuevas lealtades para con él y su entorno. Como sucede en la provincia de Misiones, territorio hincado en el centro de Sudamérica, vórtice de una rotación históricamente espiralada, recursivo de contenidos y continentes, ha recibido oleadas sucesivas de personas que lo han hecho su espacio de pertenencia conocido y reconocido, y han dejado su impronta que ahora es conformante de su patrimonio tangible e intangible, reconocido o no, conteniendo numerosos registros de aquello. Indígenas, Jesuitas, inmigrantes y otros, han recorrido el territorio haciéndolo parte de sus penurias y alegrías, que quedan como huellas imborrables en la memoria de su población.

El patrimonio y la toponimia son íntimos a la hora de ver cómo esos gérmenes de asentamientos

2

urbanos, los burgos, al alojar al burgués y enraizar para la construcción de la burguesía; o los castrum de donde derivará la palabra castrense y catastro, con que en la actualidad se nombra al inventario urbano, dejaron rastros también en la toponimia de algunos de ellos. Tal es el caso de Burg, Würsburg, Estrasburgo, Friburgo, Hamburgo, Chester, Manchester entre otras ciudades de Europa en general o Borghi, Burgos, Borghetto, Borgo dell Anime, Borgo di Villanova en Italia. O la provincia de Burgos, las ciudades de Castrogeris, Castrillón, Castro del Río, Castro Urdiales, Olula de Castro, Piedrahita del Castro, en España; Bourg, Bourges, Castres en Francia. También sería el origen de los apellidos Castro, Borges, Burgess, Borghi, Oldenburg, Borghese, Borgia, Bourgeois, Burgman. Y también el de Misiones, provincia de Argentina, que desde su toponimia alude al pasado jesuítico enunciando subsumidamente su característico mestizaje. Todos ellos construyeron una manera de ver su pasado en relación con su nombre y desde allí la impronta del patrimonio es un refuerzo identitario


Para que el desarrollo urbano se materialice su crecimiento de manera sostenida y consciente de su patrimonio, sus ciudades apelan sin duda a diversas estrategias en muchos casos basadas en su historia, pero entonces, ¿la toma de decisión desde qué lugar se da? El desarrollo territorial y urbano no puede dejarse en manos de los privados, ya que se debe priorizar siempre el bien común, y al hacerlo, tomamos las decisiones que afectarán a las mayorías con la plena certeza de haber obrado en función de mejorar la calidad de vida de esas poblaciones. Para tomar decisiones al respecto nada mejor que ver los aciertos y errores con que han llevado a cabo algunas ciudades en la necesaria renovación urbana, que desde siglos se viene realizando, dejando improntas que muchas veces devienen en especial interés del turista por conocerlas, entonces: ¿Cómo reaccionan las ciudades al enfrentarse a la preservación, conservación y/o desarrollo de sus bienes patrimoniales y su necesaria renovación? ¿Qué rol se le asigna al patrimonio en los encuentros, discusiones, contrastes de posturas frente a ese hecho? ¿Las nuevas formas inclusivas de tratamiento de la renovación de las ciudades tienen al patrimonio entre sus temas? El uso de las TIC, mejora las propuestas iniciales? En este escrito nos basaremos en las reconfiguraciones generadas por las TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) En este sentido, las nuevas configuraciones urbanas a partir de la nueva tecnología recién comienzan. La UNESCO, la sección de Naciones Unidas que salvaguarda el patrimonio mundial, alerta fuertemente acerca de la formidable reconfiguración esperada a partir de la influencia de las TIC (tecnologías de la información y comunicación), al mencionarlas ya en sus cartas de 1998 y de 2003. En la primera, cuando declara como primer objetivo “Producir políticas y estrategias pertinentes para fundamentar el desarrollo de los países sobre la base, entre otros factores, del conocirniento y del uso de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (NTIC).” 3 En 2003 Dice que “la organización espacial de la ciudad conectada incluirá una integración plena de las políticas de transporte y planificación de la ciudad. Se complementarán con el diseño urbano y el acceso más fácil a la información, lo que minimizará la necesidad de desplazamientos.”4 Así es como la mayoría de las grandes urbes mundiales están inmersas ya en un proceso de reconversión facilitado por los avances tecnológicos. Y con razón, ya que es la ciudad uno de los escenarios en donde de manera más dramática se pueden ver las luchas sociales, manifestadas entre otras, por las fricciones espaciales que ahora también alcanzan hacia lo tecnológico. Vivimos agresivamente rodeados de “ventanas electrónicas”, en nuestras ciudades, nuestras casas y en nuestro trabajo, las distintas tribus urbanas que habitualmente disputaban y friccionaban por espacios reales de poder, ahora además se vinculan y reconducen desde la virtualidad en una creciente espiral de irritación. 3

UNESCO. (1998). NUEVA CARTA DE ATENAS. Normas del Consejo Europeo de Urbanistas (C.E.U.) para la planificación de ciudades. P. 57 4 UNESCO. (2003). CONVENCIÓN PARA LA SALVAGUARDIA DEL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL. http://unesdoc.unesco.org/. Paris: UNESCO, p.14


En cierta medida, podríamos inferir que desde lo planteado por la UNESCO como realidad incipiente, pasando por el premonitorio Orwell5 siempre presente (con su impresionante Gran Hermano), esas “ventanas” forman ya parte de una realidad controladora. Podemos suponer que muchos turistas sensibles con la visita a sitios patrimoniales, han apelado en un 80% a Internet a fin de lograr un conocimiento previo de ellos, más aún, en los sitios se está trabajando sostenidamente con la realidad aumentada que linkea a partir de códigos QR (gráficos que

remiten a archivos online, por ejemplo este que adjunto a

continuación) La massmedia utiliza también las TIC, selecciona y muestra cierta realidad en una espiral recursiva de información excesiva, jaqueando la capacidad comprensiva de los individuos, sobrecargándolos de conocimientos vacíos que llegan a obnubilar su entendimiento. Exponiendo a la luz pública la intimidad profunda de manera obscena, replicada por miles de aparatos en las vidrieras; o de un gran ojo –millones de cámaras urbanas– observando absolutamente todo lo que acontece en nuestro espacio público y guardando esa información para cuando llegue la hora de ser utilizada, como el panóptico que Michel Foucault desarrolla a partir de la arquitectura carcelaria.6 Fig. 1 Ello se ve de manera exacerbada si relacionamos las TIC con el territorio, en donde la infraestructura se ve potenciada con ellas, como podemos ver en la fig. 2 de la Estación de Trenes en Londres, tablero electrónico con Ingresos y Egresos, con facilidad de mostrar las reprogramaciones Fig. 2 O en las últimas obras, que como monstruos prehistóricos nos asombran con sus escamas como la ampliación del Metro parisino en la siguiente fotografía: Fig. 3 En esta vemos el rediseño y reconfiguración de la estación múltiple, área central estaciones de metro Chatelêt y Les Halles del centro de París, 2016

CONCLUSIONES EN PROCESO Entonces, al formar parte de la búsqueda por lograr un territorio extraordinariamente eficiente en el reconocimiento y la conservación de sus bienes es como contribuimos a generar una ola de satisfacción entre las personas que han ayudado a lograr esos resultados y también a aquellas que viven en cercanía 5

Orwell, George (2009). 1984. Colección: Áncora y Delfín. Barcelona: Ediciones Destino, p. 27

6

FOUCAULT, M. (2002). Vigilar y castigar: nacimiento de la prisión. Buenos Aires: Siglo XXI Editores Argentina, p. 273


a ese patrimonio. Sin embargo, siendo ello necesario, no resulta suficiente, si se trabajara sin consenso para lograrlos, se podría incidir negativamente en esa generación de orgullo. Así, si los resultados se obtienen sin lograr el involucramiento de las personas o dañando el ambiente, es difícil pensar que eso pueda en realidad ser considerado como identitario y pueda efectivizarse arraigando un proceso cultural más amplio y, como consecuencia de ello, los activistas patrimoniales puedan comprometerse e implicarse intensamente en el proyecto del reconocimiento, del uso social del patrimonio y de su permanencia. En ese sentido al relacionar los bienes, la identidad, la historia compartida, la memoria y otros en una combinatoria de múltiples posibilidades, se establecen vínculos virtuosos que mejoran la mutua posición frente a nuestro espacio y sus bienes patrimoniales. A nuestra posibilidad de identificarlos como de nuestra pertenencia y por lo tanto conformantes de nuestra identidad cultural. Y el beneficio es exponencial, ya que al profundizar nuestras prácticas en relación con ellos ajustamos nuestra participación, trabajamos en pro de su visibilidad y la mejora de lo nuestro, en función del orgullo de la pertenencia, el refuerzo identitario de nuestros pueblos y la preservación, conservación y desarrollo de su patrimonio es entonces un nexo que establece otro eslabón para la unión a partir de un sentido de pertenencia común. El mantenimiento y consolidación de ese patrimonio requiere la participación activa de los vecinos integrantes de la comunidad, pero también de la percepción de la existencia de un beneficio mutuo y de una mejora de la calidad de vida de sus miembros. Por esta razón, la identificación de los bienes, su selección y puesta en valor sumados a la idoneidad de las actividades programadas en relación con los mismos son formas clave para su éxito y sostenibilidad. Así hemos procedido en la visibilización de algunos bienes patrimoniales de Misiones, interactuando en el esfuerzo mancomunado con la comunidad, para poner luz sobre algunos de ellos y consolidar así el proceso de su mantenimiento planteando un posible desarrollo al servicio de esa sociedad. Lo hicimos, en el convencimiento de que conocer sobre la historia del espacio donde vivimos es reconocernos como sujetos y desde esa identidad, poder participar con plena conciencia como modificadores de nuestra realidad y así saber al menos de manera provisional cómo pensar nuestra vida en relación con nuestro tiempo y lugar. Y eso ya es un comenzar a producir reacciones, tomar partido, comprometiéndonos en la resolución de los problemas del hábitat que compartimos a diario y nuestro patrimonio conformantes de nuestra identidad.

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Fig Nº1 Madrid 2016

Fig. 2 Estación de trenes Londres, 2011


Fig. 3 Ampliación Forum Les Halles, estación Châtelet - Les Halles del Metro de París 2016

Dra Arq Graciela G de Kuna Doctora (Universidad de Sevilla), Magíster (Universidad Nacional de Misiones) y Arquitecta (UBA), Profesora titular regular e investigadora-Universidad Nacional de Misiones, sedes Posadas y Oberá y Universidad Católica de Santa Fe - Posadas. Subdelegada regional NEA de ICOMOS Argentina. Asesora Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Bienes Históricos. Integrante Consejo Asesor Dirección Patrimonio de Misiones. Integrante CICOP. Par evaluador carreras de grado y posgrado CONEAU. Evaluadora de Programas de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo. Integrante del Comité Arbitral de revistas de Artículos Científicos, Comité Editorial Revista IHS Antiguos Jesuitas en Iberoamérica, entre otras.


PROYECTO DE CONSERVACIÓN Y REVITALIZACIÓN DEL EJE CÍVICO DE LA CIUDAD DE SAN JUAN. UNA PROPUESTA DE GESTIÓN DE PAISAJE HISTÓRICO URBANO

Autora: Mgter Arq María Cristina Monfort

UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN - UNSJ. FACULTAD DE ARQUITECTURA, URBANISMO Y DISEÑO, FAUD. INSTITUTO DE TEORÍA, HISTORIA, CRÍTICA DEL DISEÑO – IDIS. FAUD UNSJ - CAMPUS UNIVERSITARIO ISLAS MALVINAS CUIM. AV. IGNACIO DE LA ROZA Y MEGLIOLI. RIVADAVIA. SAN JUAN.

Teléfono: 0264 4232395/4233259. 0264 156 615158 Email: cristinamonfort@yahoo.com.ar


PROYECTO DE CONSERVACIÓN Y REVITALIZACIÓN DEL EJE CÍVICO DE LA CIUDAD DE SAN JUAN. UNA PROPUESTA DE GESTIÓN DE PAISAJE HISTÓRICO URBANO EJE TEMÁTICO: Patrimonio cultural, innovación y nuevas tecnologías RESUMEN Esta propuesta forma parte de la tesis de Maestría en Diseño Arquitectónico y Urbano presentada en la Universidad Nacional de Córdoba en 2015. El objeto de estudio es el Paisaje Histórico Urbano de un sector de la ciudad de San Juan, Argentina, denominado "Eje Cívico". Esta ciudad fue reconstruida luego del terremoto de 1944. El plan urbano de reconstrucción propuesto en 1948 por el arquitecto Pastor proyectó entre sus lineamientos el trazado de un Eje Cívico Institucional. Los edificios construidos en este tramo debieron respetar estrictas normas edilicias que seguían las pautas del Movimiento Moderno. En el año 2008 la Secretaría de Cultura de la Nación declara a dicho sector como "bien de interés histórico nacional”. Este sector, parte del Centro Histórico de la ciudad, presenta cierta degradación aunque posee un gran valor histórico arquitectónico y de identidad para la población. Para la conservación del Paisaje Histórico Urbano del Eje Cívico se ha planteado un plan de gestión que define pautas de intervención que ponen en valor la Arquitectura Moderna de sus componentes; para su revitalización se ha considerado de manera especial el tratamiento del espacio público, la refuncionalización de los edificios, de manera de incentivar la participación ciudadana y la inserción del sector en la actividad de la ciudad mediante uso de nuevas tecnologías digitales en Arte y Diseño.

PLANTEO DEL PROBLEMA Existe un patrimonio cultural común y diverso en cada una de nuestras ciudades amenazado por un proceso rápido e incontrolado que está transformando las zonas urbanas y sus entornos, lo cual puede deteriorar el patrimonio urbano, afectando las bases identitarias de cada sociedad. Por esta razón consideramos necesaria su defensa mediante la protección del patrimonio natural y cultural de cada región. A nivel mundial observamos una preocupación por la planificación urbana de las ciudades, otorgándose un especial énfasis a la preservación de los Paisajes Históricos Urbanos (de ahora en adelante PHU). En ese sentido, en el preámbulo de la Conferencia General 36 C/23 de UNESCO realizada en Paris en el año 2011, en su apartado sobre el Paisaje Histórico Urbano/ Paisaje Urbano Histórico, se recomienda alertar a las autoridades locales, nacionales y regionales, y ONG sobre la necesidad de la salvaguardia, conservación y gestión de conjuntos históricos urbanos y de su entorno geográfico más amplio.


El sector de estudio, el “Eje Cívico” de la ciudad de San Juan, corresponde al tramo declarado de interés histórico nacional por gestión de la CNMMyLH1, ubicado en la Av. José Ignacio de la Roza (denominada comúnmente, Avenida Central), ya que se trazó atravesando de Este a Oeste el centro del “casco fundacional” y “casco tradicional” (Fig. 1). Entre los considerandos para la declaración de “bien de interés histórico nacional” de este tramo, se contempló que allí fue el punto donde se comenzó a implementar el Plan de Regulación y Extensión para la ciudad de San Juan (Plan Pastor, 1948) de dicho sector (Fig 2), y que en el mismo se cumplieron en gran medida las prescripciones emanadas de dicho Plan Regulador (Fig 3). Varios edificios pertenecientes a esta área se encuentran en la actualidad frente a un importante deterioro por desuso y falta de conservación. Consecuentemente, el espacio público del lugar está afectado al no contar con el adecuado mantenimiento físico. Por este motivo no es usado por el ciudadano ni por el visitante. La revitalización de las áreas centrales de las ciudades es imprescindible, ya que por diversos procesos los cascos o centros históricos sufren la degradación de sus componentes materiales e inmateriales, aunque los mismos tengan un gran valor histórico y de identidad para la población. Como analiza Delgado Dopazo (2004:1) la revitalización está asociada al desarrollo local y sustentable. Por lo expuesto, en nuestro planteo del problema nos preguntamos: ¿Cuáles deben ser los modos e herramientas de gestión del PHU del patrimonio existente en el tramo declarado como bien de interés histórico nacional del “Eje Cívico” de la ciudad de San Juan para su conservación y revitalización a través de una intervención responsable?

OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN -Proponer una metodología de análisis de los PHU para su gestión, en base a la definición de UNESCO y la teoría relacional sistémica. -Analizar el conjunto histórico Eje Cívico en sus diferentes momentos históricos, para el estudio de su estado inicial y del estado actual. -Proponer la gestión del PHU del sector Eje Cívico declarado de interés histórico nacional. -Desarrollar los lineamientos generales y específicos de un Plan de Gestión del PHU del Eje Cívico.

ESTADO DE LA CUESTIÓN Existen numerosos estudios e investigaciones académicas, que incluyen el tramo de nuestro interés, pero no han tenido como objetivo la gestión del PHU. En nuestro trabajo definimos dicha gestión como las acciones para la conservación y revitalización del patrimonio urbano arquitectónico y de su espacio

Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos. Desde 2015 Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Bienes Históricos. 1


público, tendientes a la incentivación de su uso y apropiación por parte de los ciudadanos. Partimos de la definición de categoría patrimonial de PHU de UNESCO, la cual trasciende la definición de la categoría “centro o conjunto histórico” mediante la incorporación de la noción de “contexto urbano y su entorno geográfico”. A partir de allí, proponemos la consideración del PHU como un sistema relacional, para su uso instrumental, abordando esta temática con una metodología exploratoria. Para el abordaje del problema planteado partimos de los aportes efectuados por el arquitecto Hugo Peschiutta (2009) al debate sobre la preservación y recuperación del patrimonio urbano y ambiental en el marco de discusión sobre el futuro de las ciudades y el papel que debe jugar la herencia cultural en este proceso. Este autor analiza dos modelos de desarrollo urbano opuestos: “la ciudad compacta o de crecimiento sobre la ciudad construida” versus “la ciudad extendida”. El primero alude a un desarrollo urbano racional y con pretensiones de "sustentabilidad". Este modelo es al que adherimos en el presente trabajo, por las condiciones planteadas tendientes a garantizar la recuperación y preservación del bien. El segundo modelo es un patrón de desarrollo urbano que contribuye a la devastación del medio ambiente y al despilfarro de la ciudad existente. Este investigador también trata otro aspecto, que es el referido al papel que las identidades territoriales pueden desempeñar en la construcción de la ciudad del futuro: “En esta visión, el patrimonio ambiental, paisajístico y arquitectónico, no se concibe sólo como un conjunto de piezas de conservación y rehabilitación del patrimonio histórico y cultural del pasado con valor histórico y simbólico, sino como un conjunto de espacios y elementos territoriales y urbanos vigorosos y vivos que pueden aportar para la construcción de ciudades habitables”. (Peschiutta, 2009:4). Esta visión del conjunto patrimonial como organismo vivo funciona como eje orientador en la definición de los modos de intervención que se plantean en nuestra propuesta urbano-arquitectónica para el sector en estudio. En la definición de PHU de UNESCO/ 2011, observamos el enfoque amplio dado a la misma en dos aspectos: las nociones de “contexto urbano general” y “entorno geográfico”. En cuanto a la primera noción hace alusión a los edificios y la traza urbana, tanto histórica como contemporánea; sus infraestructuras, tanto superficiales como subterráneas; sus espacios abiertos y jardines, la configuración de los usos del suelo y su organización espacial; las percepciones y relaciones visuales; y todos los demás elementos de la estructura urbana. Incluye también los usos y valores sociales y culturales, los procesos económicos y las relaciones del patrimonio con la diversidad y la identidad. En cuanto a la noción de entorno geográfico, la misma se refiere a los rasgos del sitio, su topografía, geomorfología, hidrología y características naturales. Esta ampliación de la definición de PHU con la cual trabajamos, que trasciende la noción de “conjunto” o “centro histórico” para abarcar el contexto urbano general, implica necesariamente la inclusión del “espacio público” en toda consideración referente a la aplicación en la praxis del concepto de trabajo. El espacio público es el lugar donde cualquier persona tiene el derecho a circular, en oposición a los


espacios privados. Es por tanto aquel espacio de propiedad, dominio y uso por parte de la comunidad, caracterizado físicamente por su accesibilidad. En cuanto al uso, el espacio público urbano es el escenario de la interacción y producción social cotidiana en la ciudad. Es el soporte físico de las actividades cuyo fin es satisfacer las necesidades urbanas colectivas que trascienden los límites de los intereses individuales. (Persia & Monfort, 2012:2). En nuestro estudio, el espacio público no es considerado un objeto inerte, sino que es un elemento vivo, al cual se le debe dotar permanentemente de esa cualidad. Patrimonio cultural, innovación y nuevas tecnologías Es necesario tener en cuenta, por otra parte, que la mera conservación y restauración de los aspectos materiales de un PHU no asegura la revitalización del mismo. Está comprobado que las intervenciones que contemplan la innovación contemporánea en arte y en arquitectura, la inclusión de las nuevas tecnologías y de las expresiones artísticas multimediales, tales como la performance, mapping sobre fachada y fachada mediática, funcionando como máscaras efímeras de la arquitectura y del espacio público, actúan como atractores capaces de revitalizar un determinado PHU. Citamos como ejemplo de intervención la celebración del décimo aniversario de la declaración como Patrimonio de la Humanidad de la Casa Batlló en Barcelona, en el año 2012. Allí se realizó una performance y mapping titulado “El despertar de la Casa Batlló”. La obra es un combinado de luz, color y música proyectado sobre la fachada, en el cual está presente toda la simbología gaudiana. Conscientes de la necesidad de una mirada contemporánea para el estudio de la relaciones de la arquitectura en el espacio público de la ciudad de San Juan, en el Instituto de Teoría, Historia y Crítica del Diseño de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la UNSJ hemos abordado esta problemática en dos proyectos dirigidos por las arquitectas Inés Persia y Cristina Monfort, titulados respectivamente "Las producciones visuales y su relación con la Arquitectura. Las máscaras de la ciudad" (2008-2010) y “Arquitectura, Diseño y Arte. Relaciones en el Espacio Público Urbano de la Ciudad de San Juan” (2011- 2013). En el proyecto mencionado en primer lugar se definió la máscara como un recurso de estudio o intervención en dos sentidos, uno negativo: polución urbana, patología, contaminación visual y otro positivo: riqueza cultural que da vida a la ciudad, se puede asociar al arte público y la publicidad, la moda, entre otras. La conservación del patrimonio cultural puede ser fuente de creación de microempresas relacionadas a la promoción de las tradiciones culturales, artesanales, gastronómicas, artísticas, festivas y religiosas. Empieza a difundirse la idea según la cual los conjuntos históricos en Latinoamérica presentan múltiples ventajas que los convierten en receptores privilegiados de las industrias culturales, en particular las que nacen de las nuevas tecnologías del diseño, de la información y la comunicación (Rodriguez Alomá, 2013:26). Un caso europeo es el proyecto Medneta que busca potenciar el diálogo cultural entre países


con el objetivo de apoyar la creatividad en las artes, artesanía y diseño como un medio para la regeneración de las comunidades que habitan en las ciudades históricas en la cuenca mediterránea.

MARCO TEÓRICO Sobre los modos de intervención: Planificación urbana y territorial Sabaté (2008:10) dice que en el ejercicio de la planificación urbana y territorial en la actualidad se pone en crisis el modelo tradicional de la planificación monolítica basada en certezas, “…el territorio ya no es un dato previo, sino el resultado de permanentes procesos de transformación, un sistema complejo en continua evolución, con cambios difícilmente previsibles”. Este autor sostiene que la dinámica de estas transformaciones de nuestras ciudades y territorios demanda la consideración de escenarios diversos atendiendo a la combinación de factores como tiempo, espacio y estrategias. La complejidad planteada evidencia el carácter de la interdependencia de análisis, proyecto, diseño y gestión. Ello requiere a los urbanistas actualizar criterios de interpretación, métodos y estrategias de intervención, lo que demanda una renovación disciplinar desde el ejercicio profesional y reflexión universitaria. En nuestro caso de estudio se evidencia la necesidad de una intervención compleja usando una estrategia con una mirada integradora que involucre desde el análisis hasta la gestión sostenible en el tiempo del PHU. Tomamos de este autor también su apreciación sobre escenarios diversos, a efectos de considerar las transformaciones temporales que experimentan las ciudades y territorios, introduciendo ello como variable en nuestro procedimiento de diagnóstico. Sistemas urbano- arquitectónicos contemporáneos Montaner (2008:215) expresa en su libro “Sistemas arquitectónicos contemporáneos” que “…la aportación de la arquitectura contemporánea no ha consistido en objetos abstractos, sino en el esfuerzo por proyectar nuevos sistemas objetos; más que en los edificios, en las relaciones que se establecen entre ellos; más que en el espacio interior, en el espacio público, el vacío, la nada que el proyecto convierte en lugar urbano o en paisaje”. También sostiene que “las formas que surgen tras la crisis del deseo moderno de un objeto perfecto y autónomo nos hace tomar conciencia de que la arquitectura de principios del siglo XXI no será la de las formas definitivas y acabadas, la de los edificios convencionales como objetos únicos y singulares, sino la de las estrategias, los procesos, los mecanismos y las intervenciones para mejorar el contexto; en definitiva, la arquitectura de la diversidad de sistemas para adaptarse al entorno social y ambiental”. Montaner (2008:215). Dentro de esta mirada contemporánea de la arquitectura, Montaner define al sistema (Montaner, 2008:11) como un conjunto de elementos heterogéneos (materiales o no), de distinta escala, que están relacionados entre sí, con una organización interna que intenta estratégicamente adaptarse a la complejidad del contexto y que constituye un todo que no es explicable por la mera suma de las partes.


Nuestra consideración del PHU como sistema incorpora estas reflexiones al contemplar conjuntamente los elementos (a los cuales en nuestra propuesta denominamos componentes) y sus relaciones, situación que permite el planteo de un modo complejo para el estudio e intervención en el mismo. El PHU como sistema Si bien la idea de eje en nuestro caso de estudio remite a un conjunto histórico de edificios que comparten valores patrimoniales y cualidades morfológicas comunes, la consideración de PHU como sistema nos permite plantear una metodología de análisis que permite su observación de una manera integral, a los efectos de la proposición de acciones para su gestión. Decimos que este sistema está formado por componentes y por las relaciones que se establecen entre ellos. Cada componente posee aspectos materiales (físico-perceptuales) e inmateriales (valores históricos, patrimoniales y socio culturales). Los componentes, a su vez están integrados por elementos. Tanto para el análisis como para la preservación, es básica esta idea de sistema, ya que la alteración de uno de sus componentes, afecta en distinto grado al conjunto o totalidad. Los componentes primarios del sistema son únicos e irremplazables. A nuestro criterio, son los que deben ser recuperados y conservados de manera prioritaria, y bajo ningún aspecto deben ser alterados de modo permanente. Eventualmente pueden ser destacados o realzados de manera no invasiva (por ejemplo, la fachada, mediante iluminación o intervenciones artísticas efímeras). También, dentro de este sistema, el componente humano, con sus características socioculturales, preferencias e intereses, presenta un valor primario. Arquitectura del Movimiento Moderno en la ciudad de San Juan - El Eje Cívico Monumental La Arquitectura del Movimiento Moderno se ha constituido en un rasgo identitario que caracteriza a la ciudad de San Juan, y que surge como una resultante del proceso de reconstrucción de la misma luego de 1948. El Estado, desde los organismos públicos (Ministerio del Interior, Consejo de Reconstrucción de San Juan) promovió y se ocupó del trabajo de la reconstrucción. El Plan Pastor de 1948 planteó tanto el diseño de la avenida Paseo Central o “Eje Cívico”, y adyacencias, como el rediseño del casco urbano fundacional, según prescripciones edilicias que procuraron la armonía y unidad del conjunto considerando el condicionante sísmico local. Sobre la intervención en el espacio público “El espacio público no es solo un lugar reservado a la circulación en las poblaciones y áreas históricas, sino también un lugar desde el que se permite contemplar, descubrir y disfrutar la ciudad. Su diseño, acondicionamiento, incluido el mobiliario urbano, así como su gestión, deben proteger su carácter y belleza, al tiempo que promover su uso como lugar consagrado a las relaciones sociales. El equilibrio entre espacio público y entramados construidos compactos debe ser cuidadosamente analizado y controlado en caso de nuevas intervenciones o usos” (Principios de La Valeta para la salvaguardia y


gestión de las poblaciones y áreas históricas, Asamblea ICOMOS, 2011). En nuestro trabajo consideramos la importancia del espacio público como lugar vivencial. De allí la relevancia que se le da en este proyecto a la intervención en el mismo para la revitalización ya que como dice (Martorell, 1996:67) "Lo distintivo de una ciudad es la convivencia de la gente. Los ámbitos de convivencia son los espacios públicos, al aire libre o cerrados, que permiten las relaciones interpersonales, colectivas, de manera que los ciudadanos se puedan conocer y convivir". Por ello en nuestra propuesta se considera la oportunidad de sumar un sector convocante ampliando los sectores peatonales para un mejor uso por parte de los ciudadanos y visitantes. Trovato (2007) plantea la autonomía de la envolvente en la actualidad, configurándose como elemento independiente desde el punto de vista constructivo, figurativo y comunicativo, como resultante de un proceso lento que pasa por cambios tecnológicos y conceptuales. Con el aporte actual de las ciencias de la electrónica y la informática, mediante máscaras electrónicas, se va determinando la transición que la autora denomina del “muro” a la “hipersuperficie”. Emerge una nueva fisonomía de la envolvente, una situación innovadora en la Arquitectura del siglo XXI 2. Propuesta Plan de Gestión del Paisaje Histórico Urbano Para implementar los modos y herramientas de conservación y revitalización sostenible y responsable se plantea un plan de gestión del PHU que consta de dos aspectos fundamentales: proyecto urbano arquitectónico y un conjunto de acciones y programas de revitalización y sustentabilidad. Llamamos conservación a las acciones de diseño y construcción para mejoramiento del PHU, a partir de una actuación directa sobre sus componentes materiales, e indirecta sobre sus aspectos intangibles. Entendemos por revitalización del PHU a las acciones de dinamización en los aspectos socio- culturales que permitan habitar el sector, mediante la puesta en marcha de mecanismos y la aplicación de herramientas que pongan en funcionamiento programas municipales, provinciales y/o nacionales. Los ejes de la propuesta son la Puesta en valor de la Arquitectura Moderna, refuncionalización de actividades en edificios en desuso, diseño del espacio público mediante la idea fuerza de “El árbol y el agua”, el arte público y nuevas tecnologías, uso máscaras efímeras como recurso de la arquitectura contemporánea, el arte y las nuevas tecnologías. Propiciando los espacios de encuentro en el espacio público. Incorporación de puntos de información (centros de interpretación patrimonial e información turística) para el habitante y el visitante. El tramo en estudio que cuenta con la declaración patrimonial está formado por cuatro cuadras. Se propone la peatonalización de dos cuadras (que llamamos sector 2), donde se construyeron los primeros edificios del eje, para lograr un ambiente recreacional y cultural para los ciudadanos, creando un Centro de Diseño, Arte y Arquitectura, como refuncionalización de parte del edificio 9 de julio (actualmente en 2 Como ejemplo podemos citar la Torre Agbar , en Barcelona en año 2005, obra del estudio del arquitecto francés Jean Nouvel.


desuso). Un lugar convocante que permita expresiones de Diseño, Artes visuales, Música, Multimedios. Ubicación de soportes para exposición de arte y diseño en espacio público, en las recovas puntos de información patrimonial y turística. (Ver Fig. 4, 5, 6 y 7) En la otra parte del tramo estudiado al que denominamos sector 1, donde predomina el uso comercial, mantenemos el uso y proponemos en el edificio de Correos y Telecomunicaciones (en la parte del edificio en desuso), un Centro Regional y Provincial de Exposición, venta, realización eventos y certámenes de la producción local por ejemplo vinos y aceite; entre otros y artesanías. (Ver Fig 8)

CONCLUSIÓN Podemos probar el valor patrimonial del Paisaje Histórico Urbano del sector estudiado con la reunión de antecedentes, documentos y experiencias académicas de carácter internacional, nacional, local. Del diagnóstico del estado actual, sus potencialidades y debilidades (vulnerabilidad física y socio cultural), afirmamos que es necesario implementar un plan de gestión con acciones a corto, mediano y largo plazo. En el plan de gestión del PHU proponemos la conservación y revitalización en un diálogo entre lo “moderno y contemporáneo”, entre “cambio y permanencia” de la ciudad como organismo vivo, una intervención que contemple la complejidad de funciones, intereses, visiones de los ciudadanos. La “permanencia” en la conservación de la arquitectura moderna de estructura sólida, testimonio de la decisión de reconstruir la ciudad luego de 1944, y el “cambio” en los usos por parte de los ciudadanos del espacio público y los edificios existentes, con espacios para la utilización del recurso máscara, “luz, color, textura, movimiento” como una de las manifestaciones de la arquitectura y arte contemporáneos, “arte en el espacio público”, de carácter efímero y cambiante.

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MATERIAL GRÁFICO Fig1

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Fig 3

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Fig8

Fig. 1 Vista aérea Edificios Eje Cívico. Foto Archivo IDIS del año 1969 por la celebración de reconstrucción de la ciudad a los 25 años del terremoto. Fig. 2 Ubicación de los cascos fundacional y tradicional de la actual ciudad de San Juan. Y del tramo declarado “bien de interés histórico nacional” por la Secretaría de Cultura de la Nación (2008). Fig 3 Vista aérea de los Edificios del Eje Cívico. Respetando prescripción edilicia poseen una recova en la fachada norte. Dibujo digital Beninato y Polito 2015 para tesis MDAU UNC. Fig. 4 Vista aérea de la Propuesta: Peatonalización del sector 2. Valoración del agua y el árbol. Fig. 5 Vista nocturna de la propuesta de conservación y revitalización del PHU del sector. Fig. 6 Propuesta uso de las recovas. Espacio público, Diseño, Arte y uso de nuevas tecnologías. Fig. 7 Máscaras artísticas, mapping en edificios y prismas, apropiación del espacio público. Fig 8 Propuesta Centro de Exposición y Venta de Productos Regionales Uso de la galería norte, “recova”.


EL DESAFÍO DE LA INNOVACIÓN EN LOS MUSEOS EL PATRIMONIO INMATERIAL EN ESCENA

Autor: María Margaretic

ESCUELA NACIONAL DE MUSEOLOGÍA/ COMISIÓN NACIONAL DE MONUMENTOS Y DE LUGARES Y BIENES HISTÓRICOS Dirección: Av Escalada 2831 P 5ª Dto. H - CP 1439 - CABA Teléfono: 011-1540870340 Email: Maryjaar@yahoo.com.ar


EL DESAFÍO DE LA INNOVACIÓN EN LOS MUSEOS EL PATRIMONIO INMATERIAL EN ESCENA EJE TEMÁTICO: Patrimonio cultural, innovación y nuevas tecnologías El rol del museo de acuerdo a su origen, es ser guardián del Patrimonio Tangible. Por excelencia los objetos residen en el ámbito museístico y conforman las colecciones, pero hoy en día tal privilegio no existe y deben compartir el espacio con el Patrimonio Intangible, lo que en el pasado se nos presentaba como patrimonio popular, ligado a la cultura folk, que se traduce en la tradición oral; la danza, la música, la lengua, la cocina, las prácticas de ritos, celebraciones y saberes artesanales. Los museos en la actualidad son espacios de discusión y exponentes de problemáticas sociales que van más allá del objeto; en ellos el patrimonio intangible, es reinterpretado. Un recorrido en el tiempo En los últimos años se ha operado un cambio profundo en la relación de los museos con la sociedad, debido a que el concepto de Cultura se ha ampliado y ramificado en nuevas tendencias socios culturales. Los museos deben ser un instrumento de cambio, algunos están en este camino, pues han pasado de orientarse exclusivamente a la conservación, investigación y educación a conceder gran importancia a la comunicación, a la diversidad temática y/o cultural, a los derechos humanos, a la inclusión social como así también al proceso de globalización cultural. Esto trae aparejado en ciertas ocasiones la provocación, la desmaterialización del espacio y desacralización de la colección. Basándonos en una definición tradicional de museo “Las colecciones de museo representan la cultura material del pasado almacenada, en tanto que las exposiciones del museo son el principal medio a través del cual el pasado es presentado públicamente” (Susan M. Pearce, 1989, p.1) es decir el museo es por excelencia el depositario de la cultura material de una sociedad. Cuando se habla de exposiciones, las mismas se relacionan comúnmente con el patrimonio tangible (mueble e

inmueble) y por muchos años los “objetos” eran los referentes válidos de un guión

museológico basado en crónicas históricas; en la vida de un prócer, un académico o político; y en todo lo referido al arte. Y con ello trabajábamos los museólogos. Hoy, en cambio lo denominamos Patrimonio Cultural el cual está constituido por lo tangible o corpóreo e intangible o incorpóreo, agregándosele nuevas acepciones como patrimonio natural, viviente, arqueológico, subacuático, religioso, funerario, etc. Debemos realizar una aclaración, siempre que se piensa en patrimonio, se lo relaciona con el pasado y en general se tiene una visión histórica y legislativa del mismo. De hecho si partimos de la definición, proviene del latín Patrimonium: conjunto de bienes materiales que posee una persona adquiridos o heredados; a la vez se entiende por bien lo referido a riqueza o caudal. La corporeidad de los objetos dio nacimiento a las colecciones y estas conformaron a los primeros museos del mundo.


Colecciones, galerías, gabinete de curiosidades, museos nacionales, es un largo camino recorrido para llegar al concepto de museo, como reservorio de objetos y así se mantuvo por largos años, parte del siglo XVIII, todo el siglo XIX y primera mitad del siglo XX. Estamos hablando del museo tradicional elitista y sacralizado, sería en cierta manera (con algunas salvedades) los llamados actualmente Museos Contemplativos, que pueden visitarse pero la comunicación entre los objetos y el visitante está ausente, la selección de los mismos se hace por estética o nobleza y esta valoración se realiza unilateralmente prescindiendo de su significado cultural y contexto físico. A partir de la segunda guerra mundial se dan cambios sustanciales en el concepto social de los museos y ello se debe a que:  Comienzan a ser considerados instituciones públicas, accesibles, de disfrute y con un mensaje para la comunidad. El cambio es principalmente una respuesta a la demanda social, consecuencia de un más amplio acceso a la educación y por otro lado se comienza a dar una incipiente democratización cultural, que ve que los museos pertenecen a la sociedad y al prestigio cultural de una nación.  Hay un cambio de la política museística centrada en el objeto -adquisición, conservación, estudioa una política centrada en el público, que se traduce en la atención al montaje de exposiciones, adoptando criterios didácticos y no exclusivamente estéticos.  Va apareciendo un “nuevo público” nuevo por sus opiniones y por su procedencia, que es producto del desarrollo político,

económico (boom de posguerra) y social

de países europeos como

americanos. Debemos destacar principalmente el rol museístico que toma Estados Unidos. (Ma. Inmaculada Pastor Homs, 2004, p.30-31) El nuevo reagrupamiento mundial y el crecimiento económico traen aparejados

nuevas teorías

museológicas y nuevas concepciones sobre museos, haciendo su pico más alto a finales de los sesenta y por supuesto en los setenta, tanto para Europa como Latinoamérica. En Europa el centro cultural es Paris (Francia) donde se introduce el concepto de museo-centro, como el Pompidou y Miró, donde no solo se exponen obras sino que, se permite incorporar a la oferta, otras disciplinas (danza, música, teatro, cine), algo impensado para un museo tradicional. La gran ruptura la hace George H. Riviere al crear los Ecomuseos, más bien orientados a la defensa del medio ambiente y la ecología. Lo novedoso es que participa la comunidad en la elaboración del proyecto y se tienen en cuenta las necesidades del lugar, por lo tanto la exhibición responde al patrimonio cultural y natural de esa comunidad. Si realizamos un análisis objetivo los Ecomuseos produjeron crisis ideológica y señalaron el camino a seguir en la democratización museística, obteniendo:  El desplazamiento del objeto como icono  La incorporación de objetos cotidianos, rurales, comunales o sociales  Las primeras nociones de patrimonio colectivo y comunitario


 La incorporación del Patrimonio Natural  La incorporación de la Conservación “in situ”  El respeto y/o incorporación de los valores culturales de la comunidad  La relación de la cultura con el poder político. Por ley general los procesos siempre se “expanden” por lo tanto la coyuntura europea es parte también de Latinoamérica, donde se dio lugar a replanteos y críticas a la política cultural occidental imperante y con ello nuevas propuestas. Comenzaron los cuestionamientos al orden colonial, cuyo proyecto de museo contempló por muchos años lo estético, la preservación y la legitimación de los valores de la cultura clásica, para entrar en un proceso donde el museo se transforma en un instrumento de cambio social, donde los grupos son identificados y se implementa una valoración en lo nacional, regional y local, pero esto no quiere decir que se desligue de la ideología burguesa, aún así las concepciones museísticas tuvieron en cuenta:  La valoración arqueológica – etnográfica  El concepto de Nación. Importancia de los Museos Históricos  El concepto de Identidad. Conformación de pueblo –comunidad – etnia Todos estos conceptos confluyeron en el encuentro de la Mesa Redonda de Santiago de Chile de 1972, donde se instaura un nuevo orden en la historia de los museos americanos con impronta propia, tiene que ver directamente con la relación del museo y la comunidad, al decir que es una institución al servicio de la sociedad en el medio urbano como rural, además de fomentar el desarrollo científico y tecnológico, y promover la educación permanente. Las últimas décadas fueron determinantes en la incorporación de nuevas técnicas expositivas y nuevas maneras de comunicar a través de la tecnología (con los touch screen, los audiovisuales, el arte digital), teniendo en cuenta la pluralidad temática, la cultura multicultural y las ofertas de actividades culturales y educativas para un público cautivo y potencial. En este proceso, comienza a incorporase a lo que denominamos patrimonio inmaterial o intangible. A partir del año 2000 comienza a gestionarse actividades que contemplan las vivencias, la tradición oral, la danza, la cocina, la música, las lenguas, los ritos, los saberes y tesoros humanos vivientes que acompañan a las colecciones y por ende a las exhibiciones. Teniendo en cuenta este cambio sustancial en la actividad institucional de los museos, los mismos deben estar abiertos a múltiples representaciones, siendo conscientes de que ha de prestar suma atención a los problemas de representación, narración y memoria que se van planteando en cada una de sus exposiciones (Andreas Huyssen, 1995).


Lo inmaterial de lo material En las últimas décadas los museólogos, exponentes de la Nueva Museología, incorporamos novedosas herramientas museográficas, nuevos programas de didáctica, noción de estudio de público, apertura del museo hacia otras ramas para crear una conciencia socio - económica, antropológica y tecnológico. En la década del 90 vamos a presenciar un cambio de paradigma, del museo contemplativo e informativo pasamos al museo comunitario, escolar, vecinal, economuseo1 y más próximo a nuestros días el museo virtual, los centros de interpretación, la museografía de la ruptura2 el do it3, el concepto amplio y plural de cultura/patrimonio. Vamos desestructurando los conceptos museológicos, traspasados por la realidad que golpea las puertas del museo, para insertarlos en las problemáticas actuales. Ahora bien ¿hay colecciones que puedan representar esto? Si nos ubicamos dentro del concepto clásico de colección, la misma siempre se compone de objetos materiales, por ende debemos apelar a nuestro ingenio y audacia para representar la inmaterialidad de temas sociales -inclusión, diversidad, derechos humanos, genero-, políticos, étnicos, bélicos. Como vemos estos temas son difíciles de trabajar museísticamente, pero no imposibles, en este camino se encuentran el Museo Nacional Afroperuano del Congreso de la República en Lima, Perú, creado para rescatar y valorizar la cultura afro, labor muy bien cumplida bajo la dirección del Lic. Augusto F. Zavala Rojas; el Museo Memorial de la Resistencia Dominicana en Santo Domingo, cuya misión es denunciar las atrocidades de la Dictadura de Rafael L. Trujillo y a la vez homenajear a la mujer luchadora a través del programa “Ruta de las Mariposas” que recuerda el asesinato de las Hermanas Mirabal. Memoria histórica, diversidad y género son trabajados culturalmente día a día en museos creados para tal fin. Fig.1

Concepto referido al museo-empresa, muy promocionado en Canadá y Brasil. Esta tipología de museo responde a producciones artesanales de carácter familiar o de mediana producción, acompañados del museo (relacionado con la temática), de la biblioteca y del centro de compras. Estos cuatro elementos son imprescindibles en su conformación. 2 Moderna propuesta museográfica de Jacques Hainard (museógrafo suizo) el cual trabaja temas de etnografía, arte y cuestiones críticas sociales y políticas sin representación objetual. 3 Se basa en un modelo de exposición abierta, de los años 70 en Paris, planteada en constante construcción, que evoluciona de manera muy diversa según se interpreten las líneas básicas contenidas en las instrucciones de los artistas. Ninguna obra de arte se embala y se envía a una exposición sino que cada exposición empieza otra vez de nuevo en cada espacio descripto y especificado en las instrucciones propuestas por los artistas. 1


Museo Nacional Afroperuano del Congreso de la República de Perú

Fig. 2

Fig. 3

museo exponente de los principios de la inmaterialidad es el Museo de Ciencias de Caracas, Venezuela, el cual tiene la consigna de “poder cultural, poder popular” y su programa es de inclusión social, pues su actividad versa sobre agricultura, producción y alimentación de las comunidades.

Fig. 4


Lo material e inmaterial proviene, en el campo espiritual de la cultura judío-cristiana –material referente a la tierra [lo de abajo] inmaterial referente al cielo [lo de arriba]– y en el campo terrenal el llamado hoy en día, Patrimonio Inmaterial, es lo que en el pasado se llamó patrimonio popular o tradicional, ligado a la cultura folk, a las prácticas sociales antiguas y sobre todo referido a la sociedad preindustrial (cultura agraria) que está en las antípodas de una sociedad moderna4. Nosotros estamos y hacemos la modernidad, donde todo se cuestiona, se elimina, se recicla, y lo que importa es lo que viene, suprimiéndose ese pasado artesanal y de costumbres en desuso. Por ende por un lado, vemos la decadencia y crisis de la cultura que desaparece, pero por otro lado, surge la necesidad de conservarla y aquí se da el resurgimiento del pasado y el compromiso de recuperar, rescatar al mismo como antecedente de nuestra historia actual. Memoria e idiosincrasia como Nación, hace al Patrimonio Cultural Inmaterial. La UNESCO –Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura- en su 32° Conferencia celebrada en París en el 2003, incorpora y legitima desde lo institucional al Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI en adelante), la convención es el primer instrumento multicultural garante del PCI, teniendo como marco la diversidad cultural (2001), la cultura popular y tradicional (1989), los derechos civiles y políticos (1966), los derechos económicos, sociales y culturales (1966) y los derechos humanos (1948). Este es el punto de la cuestión, no se está refiriendo al objeto, a las colecciones o a los museos sino a la vida misma, a las prácticas sociales, económicas, artísticas, políticas y distintos

saberes que se tramiten de generación en generación. De aquí parte la premisa para todas las actividades y rescates que se realicen con el PCI en salvaguarda del pasado para las generaciones futuras. Los museos del mundo, con sus programaciones y ofertas culturales no pudieron desoír este mandato. Los países de América adhirieron a estos conceptos, especialmente los programas de inclusión y diversidad cultural y en particular nuestro país, comenzó una nueva etapa en los museos y sus profesionales. A partir del 2003 se comienza a pensar y trabajar con el PCI, un expresión del mismo fue las III jornadas de Patrimonio Intangible “El espacio cultural de mitos,

Texto extraído de las clases del Curso de Patrimonio Inmaterial, Museos y Sociedad. Balances y perspectivas de futuro. Caecid, Perú, Lima, octubre, 2010 4


ritos, leyendas, celebraciones y devociones” convocado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, los museos se van adaptando a una nueva realidad que reinterpreta al pasado que no se presenta en un cuerpo material, y aquí van los desafíos, cuantos museos han modificado su Misión y Objetivos y se han impuesto una Visión de acuerdo a las exigencias de los tiempos actuales, como así actividades que pueden o no estar acompañadas con exposiciones temporales. Uno de los primeros en proponerse el cambio fue el Museo de Arte Popular “José Hernández” que a partir del 2000 posee el Programa de Patrimonialización de las artesanías y Promoción de los artesanos (PPAr) que apunta a jerarquizar las actividades de los artesanos como creadores culturales y a las artesanías como patrimonio cultural, algo impensado en la décadas anteriores.

Fig.5 La dimensión del patrimonio se nos proyecta con símbolos y saberes reinterpretados dentro de una comunidad y proyectados en políticas culturales, que establecerán contextos: sociales, turísticos, etnográficos o históricos. La cultura es visualizada como reproducción, y circulación de significados del orden local pero apropiados por el orden global para nuevamente producirlo y realizar el circuito económico/cultural. Dentro de este marco se debe mencionar al Museo Histórico Nacional del Cabildo y de la Revolución de Mayo que implementó un plan museológico creativo que tendió hacia nuevas experiencias, que hizo posible una nueva visión del museo y con ello atraer visitantes para presentarles a partir del 2003 hasta el 2009 las Vivencias Históricas Coloquiales. Al trabajar el PCI en las vivencias, se recuperó la historia poco

conocida

u

olvidada

del

Cabildo

español,

sumándosele a lo anterior la escasa colección patrimonial que posee. La inmaterialidad es la historia a contar teatralizada en las salas del museo. Por ello al decir


Vivencias hablamos de usos y costumbres vividas en otras épocas; Históricas el guión se ciñe a tiempos e historias reales, Coloquiales por ser interactivas y de dialogo con el público concurrente. No solo con la memoria y el pasado trabaja la inmaterialidad, sino también con la actitud crítica de lo que sucede hoy día. La modernidad nos hace ingresar en los conflictos de una sociedad, y uno de ellos es la expresión de la ciudadanía por carriles no institucionalizados, estamos hablando del patrimonio callejero, la expresión del pueblo en la calle, tomando como vehículo a las paredes y el medio los graffitis.5 La exposición Paredes, pintadas y protestas, trató este tema cotidiano, las pintadas realizadas en las paredes del siglo XVIII del Cabildo que a la vez es Monumento Histórico Nacional. El mensaje de la expo fue la gravedad del deterioro que producían en el patrimonio, sin censurarlas como medio de expresión popular y urbana. El diseño museográfico planteó la exhibición de un solo objeto - parte de la aguja del reloj vandalizado en los hechos de diciembre del 2001y testimonios fotográficos. El objeto icónico

fue la

recreación de graffitis y el lema que recorrió el espacio expositivo fue No todas las paredes son iguales, lo cual se acompañó con paneles para que el público visitante se exprese libremente y con ello se logre una conectividad con el tema tratado. Fig.7 Por otra parte el Cabildo y la ciudad tienen una historia en común, por lo cual al conmemorarse el Bicentenario de las Invasiones Británicas (1806- 1807) el museo ocupó las calles y la reseña histórica dio paso a la acción, recreando los actos bélicos de Defensa y Reconquista de la ciudad de Buenos Aires El escenario fue el mismo lugar de los hechos, el Casco Histórico de la Ciudad de Buenos Aires (Plaza de Mayo, Iglesias de Santo Domingo y San Francisco y calles aledañas del barrio de Montserrat), solo que 200 años después. Fue decisivo el rol que tuvo el museo en recuperar para nuestras generaciones la hazaña popular, plasmada en los libros escolares y la revista Billiken y hacerla en la acción patrimonio intangible de la ciudad.

La misma fue planteada por la Directora del Museo, Museóloga María Angélica Vernet y el diseño museográfico por la Lic. María T. Margaretic

5


Fig. 8

Reflexión sobre la inmaterialidad El PCI en primer lugar, es el motor de las últimas décadas de la valoración de temas que se presentan en el desarrollo del patrimonio y que la comunidad los tiene incorporados sin cuestionarse de por qué existen, son parte de su idiosincrasia. Y en segundo lugar ¿el PCI puede presentarse absolutamente incorpóreo? No podemos negar que las expresiones inmateriales promocionan y gestionan el reconocimiento de las prácticas y cultura de los grupos sociales; la reinterpretación de las manifestaciones culturales de lo local frente a todo lo nacional, ya aceptado como patrimonio e identidad de una comunidad. Una expresión de esto es la festividad indígena de Día de Muertos en México como Patrimonio Oral e Intangible de la humanidad, que en la actualidad se celebra y exporta a otros países. El Museo Isacc Fernández Blanco desde hace varios años exhibe dicha festividad, representado en un altar con calaveritas. La importancia de esto radica en que se patrimonializa y difunde la identidad de un grupo étnico, pero a la vez, a estas expresiones hay preservarlas frente al creciente número de presentaciones de carácter comercial e incluso normativo desde organismos gubernamentales que pueden afectar su contenido inmaterial, pues la validez de este reside en la recuperación de una práctica desde lo simbólico, que se hace visible corporeizándose para un público heterogéneo y masivo a través de flores, frutas, calaveras y altares, Al trabajar con la intangibilidad se trabaja también lo tangible, asimismo lo tangible solo se puede interpretar mediante lo intangible. Para finalizar el patrimonio inmaterial tiene su origen en la sociedad folk que con el correr del tiempo se traslado al medio urbano, lugar donde se ha convertido en una herramienta de construcción social y en consecuencia un capital social netamente simbólico. Este PCI se da en un espacio público que en el orden museístico se expresa en Museos del Holocausto, de la Memoria, del Humor, de la Voz, de la Caricatura, etc. Ahora bien el patrimonio inmaterial se construye a partir de la revalorización de la diversidad cultural, de gran importancia en las políticas de inclusión social (temática no frecuentemente abordada por los museos) pero no puede negarse que a partir que la UNESCO incorpora al mismo, este


ha ampliado su horizonte de valoración. Memoria y actualidad se entrelazan y los museos deben trabajar y programar sus actividades, donde el objeto icónico convive con lo intangible y hace que el Patrimonio Cultural avance y modifique sus conceptos de acuerdo a los cambios que se producen en la sociedad. BIBLIOGRAFÍA HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ, FRANCISCA (2006): Planteamientos teóricos de museología. España. Ediciones Trea S.L. LORENTE, JESÚS PEDRO - ALMAZÁN, DAVID (2009): Museología crítica y Arte contemporáneo (1°reimpresión). España. Prensas Universitarias de Zaragoza MASACHS, ROSER CALAF- MERILLAS, OLAIA FONTAL (2004): Comunicación educativa del patrimonio: referentes, modelos y ejemplos. España. Ediciones Trea S.L. MARONESE LETICIA (2006): “Acerca del Patrimonio Inmaterial” en Gestión Cultural. I Congreso Argentino de Cultura. Argentina. Impresor a+BA actitudBsAs LACARRIEU MÓNICA (2006): “Patrimonio Inmaterial y Diversidad” en Cultura, Diversidad y Ciudadanía. III Encuentro Internacional sobre Diversidad Cultural. Argentina. Impresor a+AB actitudBsAs GONZÁLEZ VIRGINIA F.- MARGARETIC, MARÍA (2009): “Comienzo de una nueva era. ¿De la Nueva Museología a la Museología de la Posmodernidad?” en XVIII Encuentro Anual del ICOFOM LAM. Santiago de Chile. http://www.icofom-lam.org/documentos_de_trabajo-2.htm. MARGARETIC, MARÍA (2012): “Los Museos Históricos y el Patrimonio Inmaterial. Un desafío a implementar” en Curso Patrimonio Inmaterial, Museos y Sociedad. Balances y perspectivas de futuro. Perú. Cesión de Derechos de Propiedad Intelectual en formato digital (e book) al Ministerio de Cultura de España. Material Grafico Fig. 1- Afiche de invitación a las actividades del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana Fig. 2- Sala de exposición permanente a través de la gráfica del Museo Afroperuano de la República de Lima, Perú. Foto D. Rossi 2010 Fig. 3- Prof. Lalo Izquierdo y el Cajón, instrumento musical afro, en el Museo Afroperuano de la República de Lima, Perú. Foto D. Rossi. 2010 Fig. 4- Afiche de invitación del Museo de Ciencias de Caracas, Venezuela Fig. 5- Afiche de invitación del Museo de Arte popular José Hernández, Buenos Aires, Argentina Fig. 6- Vivencias Históricas ColoquialesTres mujeres…tres épocas 1810-1910-2010 en el Museo Histórico Nacional del Cabildo y de la Revolución de Mayo. Foto s/datos. 2007


Â

Fig. 7- Expo Paredes, pintadas y protesta Foto D. Rossi. 2008 Fig. 8- RecreaciĂłn de combate entre tropas criollas patricias y tropas inglesas en Plaza de Mayo, Buenos Aires, Argentina. Foto s/datos 2007



“ENSEÑAR A TRAVÉS DE LA CIUDAD”: LA CIUDAD COMO CONTEXTO Y OBJETO DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE PARA NIÑOS PEQUEÑOS

Autores: Prof. Ballester María Alejandra Dra. D’Agostino, Valeria A.

NÚCLEO DE ESTUDIOS EDUCACIONALES Y SOCIALES, FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS, UNIVERSIDAD NACIONAL DEL CENTRO DE PROVINCIA DE BUENOS AIRES, TANDIL.

Dirección: Paraje Arroyo Seco S/N Teléfono: (0249) 4385750 Email: aballes@fch.unicen.edu.ar valedago@yahoo.com.ar


“ENSEÑAR A TRAVÉS DE LA CIUDAD”: LA CIUDAD COMO CONTEXTO Y OBJETO DE ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE PARA NIÑOS PEQUEÑOS EJE TEMÁTICO: Educación y patrimonio cultural RESUMEN: Nuestra presentación expone los resultados del proyecto de capacitación “Enseñar a través de la ciudad” que se dictó en el marco del proyecto Nuestra Escuela. Se llevó a cabo en la ciudad de Tandil y estuvo dirigido a directivos, docentes y estudiantes avanzados de Educación Inicial. En él nos propusimos abordar la temática de la ciudad como contexto-objeto de enseñanza, profundizando en el abordaje didáctico desde la perspectiva actual de las ciencias sociales en el nivel inicial, para avanzar en el análisis y diseño de proyectos didácticos que ofrezcan la oportunidad a nuestros niños y niñas de apropiarse de su espacio vital, de habitar su ciudad. INTRODUCCIÓN “Educar en lo común” ha sido y es uno de los principales propósitos del sistema educativo; en este sentido, para qué, qué y cómo hacerlo ha ido variando a lo largo de las décadas y hoy nos encontramos ante el desafío de democratizar cada vez más decididamente el conocimiento, asegurar el ejercicio de los derechos ciudadanos y también, el acceso a los espacios públicos. Es por ello que en la capacitación “Enseñar a través de la Ciudad” nos propusimos como meta principal profundizar sobre la noción de ciudad educadora y sus potencialidades educativas para comenzar a pensar la ciudad como objeto y contexto de enseñanza y aprendizaje. En este sentido es conveniente aclarar que cuando nos referimos a ciudad educadora estamos considerando su vinculación con la noción de ciudadanía y su relación con la totalidad de los espacios sociales: urbanos, rurales, rururbanos, organizaciones comunitarias, movimientos sociales, instituciones educativas, etc. Nuestra presentación busca exponer los resultados del Proyecto de Capacitación “Enseñar a través de la ciudad” que se dictó en el marco del Programa Nacional de Formación Permanente Nuestra Escuela. En él abordamos la temática de la ciudad desde dos líneas: en primer lugar, se profundizó el abordaje didáctico del ambiente desde la perspectiva actual de las ciencias sociales en el nivel inicial buscando promover un espacio de profundización teórica y reflexión sobre la ciudad como contexto - objeto de enseñanza. En segundo lugar, se avanzó en el análisis y diseño de proyectos didácticos que se sustentarón desde esta perspectiva y pusierón en tensión los conceptos abordados. En esta ponencia presentaremos una breve referencia de la propuesta de la capacitación, caracterizaremos la enseñanza del ambiente social en el nivel inicial, para luego desarrollar la noción de ciudad educadora para pensarla como objeto y contexto de aprendizaje. Finalmente, analizaremos si


estas perspectivas logran sintetizarse en proyectos didácticos para implementar en el nivel, los cuales se solicitaron como evaluación final del curso. EL PROYECTO El proyecto de capacitación “Enseñar a través de la ciudad” se llevó a cabo en la ciudad de Tandil en el año 2015 y estuvo dirigido a directivos, docentes y estudiantes avanzados de la carrera de Educación Inicial. Constó de nueve encuentros semanales de tres horas cada uno y una visita guiada. Vale mencionar que las profesionales que llevaron adelante esta capacitación, autoras de este trabajo, provenimos del campo educativo; Alejandra Ballester quien estuvo a cargo del mismo es Profesora de Educación Inicial, Valeria D’Agostino, que acompañó el desarrollo, es Profesora y Doctora en Historia. El trabajo adoptó la modalidad de ateneo, puesto que ésta se caracteriza por brindar un espacio colectivo y horizontal de construcción, reflexión y socialización de saberes en relación con las prácticas docentes. En este caso, además de la reflexión teórica, se hizo foco en el diseño y análisis de propuestas didácticas. Los propósitos centrales del ateneo fueron: -

Promover la actualización bibliográfica en torno al enfoque que aportan las ciencias sociales y la didáctica para el abordaje del ambiente social en el nivel inicial y en torno al eje temático seleccionado: “Enseñar a través de la ciudad”

-

Valorizar los espacios de reflexión sistemática entre pares como instancias necesarias para el mejoramiento de la calidad educativa y para el desarrollo profesional docente.

-

Arribar colectivamente a prácticas educativas superadoras, posibles de ser implementadas en las instituciones.

En cuanto a los contenidos que se abordaron haremos una breve referencia en función de lo que importa a esta presentación. Los dos grandes bloques fueron: -

Las ciencias sociales en el nivel inicial y su didáctica, sentidos de la enseñanza: qué, para qué y cómo enseñar ciencias sociales en el Nivel Inicial; el ambiente como categoría central de labor didáctica.

-

Enseñar a través de la ciudad: ciudad y ciudadanía infantil, ciudad educadora, estrategias para su enseñanza, memoria local, patrimonio, museos.

Teniendo presente los 6 años de puesta en marcha del Diseño Curricular para el Nivel Inicial de la Provincia de Buenos Aires consideramos necesario un espacio para propiciar los intercambios entre pares acerca de sus representaciones sobre la enseñanza y su relación con la propia biografía escolar, las dificultades cotidianas en la planificación, puesta en marcha y evaluación de los proyectos áulicos vinculados a este tema, así como sus ideas iniciales sobre “la ciudad”, lugares preferidos, lugares visitados con propósitos educativos, etc.


La indagación del ambiente social en el nivel inicial desde las perspectivas actuales En las propuestas de enseñanza en los jardines de infantes tradicionalmente se han abordado temáticas tales como la familia, el barrio, los servidores públicos, los oficios, entre otros, pero con propósitos que, podemos interpretar, responden a intereses políticos y pedagógicos homogeneizadores. El objetivo fundamental del Nivel desde su creación ha sido: “que los niños aprendan normas, pautas, rutinas y valores sociales” (Serulnicoff, 1998:10); dicha socialización se ha planteado como un proceso natural deseable y con pautas universalmente válidas. Desde esta perspectiva, el tratamiento de las temáticas antes mencionadas ha oficiado como medio de inculcación desde “una visión supuestamente neutra de las mismas que en realidad buscaba reproducir comportamientos, valores, estereotipos, etc. (…)” (Ferro & Varela, 2003:13). En los años 90, a partir de la sanción de la Ley Federal de Educación se produce una revisión de los propósitos del nivel y se enuncia como una de las grandes metas la formación de ciudadanos críticos comprometidos con su realidad social. Esto vino de la mano con una renovación curricular que implicó la incorporación de las disciplinas incluidas las Ciencias Sociales, como disciplinas teóricas de referencia para pensar el ambiente en tanto categoría central de labor didáctica en el nivel. Cabe aclarar que las últimas décadas se produjo un importante avance en el ámbito investigativo de las didácticas específicas y el sistema educativo en general y el Nivel Inicial en particular se han hecho eco de estos avances (Benejam, 2001; Prats, 2003; Ferro & Varela, 2003). Hoy en día es insoslayable la idea de que al plantear una situación didáctica es necesario tomar en consideración no sólo la naturaleza del proceso cognoscitivo del niño sino también la naturaleza del saber que se está intentando comunicar y la acción que ejerce el maestro para garantizar la comunicación de ese saber, para cumplir con la función social que le ha sido encomendada y que lo hace responsable del aprendizaje de sus alumnos. Todo esto orientado por una clara definición del para qué de la enseñanza o, dicho de otro modo, los sentidos que orientan dicha enseñanza. En la actualidad, la sanción de la Ley Nacional de Educación siguió profundizando la inclusión de diversas áreas de enseñanza en el Nivel Inicial. En el nivel inicial, las Ciencias Sociales aparecen integradas en un área de conocimiento en forma conjunta con las ciencias naturales. La noción de ambiente como entramado social y natural se propone como la categoría central de labor didáctica, esto se constituye en un objeto en sí mismo. La categoría de ambiente, caracterizada por diversos autores -Serulnicoff (1998), Grisovsky y Bernardi (2002), Varela y Ferro (2003), Kaufman, Serafini y Serulnicoff (2005) - es entendida como un complejo sistema de relaciones determinado por múltiples y diferentes variables. Como se trata de una construcción social y es resultado del trabajo y la intención de los hombres, resulta esencial reconocer que hay aspectos que cambian y otros que permanecen. Asimismo, la dinámica de las relaciones entre los diversos actores sociales no está exenta de conflictos pero también cabe la posibilidad que estos se superen a través del consenso. El ambiente se presenta como diverso, conformado por grupos sociales con diferentes


culturas, creencias, costumbres pero esta diversidad no debe ocultar la desigual ya que la distribución de bienes materiales y culturales no es la misma para todos. El propósito central del abordaje del ambiente en el Nivel Inicial es que los niños complejicen, amplíen, problematicen, enriquezcan y organicen sus conocimientos acerca del ambiente. Se propone mirar esta realidad para desnaturalizarla, para preguntarnos por ella, para describirla, es decir, “mirar la realidad con otros ojos, con los ojos de la indagación y la pregunta”. De esta forma, la enseñanza en el nivel la enseñanza se organiza desde las selección de contextos o recortes del ambiente, a partir de la formulación de interrogantes pertinentes y significativos que motoricen el trabajo de indagación, que enriquezcan y complejicen los conocimientos que los niños – y los docentes- ya tienen o permitan la construcción de nuevos saberes. La ciudad como contexto y texto de enseñanza La perspectiva de la ciudad como objeto y contexto de enseñanza a la que adherimos se ha desarrollado a partir de los trabajos realizados en el I Congreso de Ciudades Educadoras realizado en 1990 en Barcelona en el que se comenzó a reflexionar más sistemáticamente sobre estos temas y a partir del cual se avanzó hacia la formulación de un “modelo comprensivo de las diferentes dimensiones y niveles de esta idea, con el objeto de reconocer y sistematizar los muy amplios y difusos contenidos que se estaban atribuyendo a la expresión Ciudad Educadora” (Trilla Bernet, J., 2005). En esa oportunidad se elaboró la Carta de las Ciudades Educadoras en la se reconocen las innumerables posibilidades que una ciudad contiene para la formación integral de sus ciudadanos y en ella se expresa: “(...) La ciudad será educadora, cuando reconozca, ejercite y desarrolle, además de sus funciones tradicionales (económica, social, política, y de prestación de servicios) una función educadora. Cuando asuma la intencionalidad y responsabilidad cuyo objetivo sea la formación, promoción y desarrollo de todos sus habitantes. La ciudad será educadora si ofrece con generosidad todo su potencial, si se deja aprehender por todos sus habitantes y si se les enseña a hacerlo” (Carta de las Ciudades Educadoras, 2004). La autora argentina Silvia Alderoqui (2003) recupera este modelo que refiere a: Aprender la ciudad (la ciudad como un contenido), aprender en la ciudad (la ciudad como medio o contexto de aprendizaje) y aprender de la ciudad (la ciudad como un agente educativo). Aprender la ciudad plantea la problemática de cómo conocerla, dado que tanto niños como adultos, habitantes de la misma, tenemos dificultades para aprehenderla más allá de lo evidente, de la propia experiencia. En este sentido, es importante considerar que se necesitan categorías para entender, y sólo luego, los adultos podrán explicar a los más pequeños. Entre ellas, ejercitar el extrañamiento para desarraigarse de la percepciones más inmediatas, actualizarse en las problemáticas urbanas y en su historicidad entre otras (Alderoqui, 2003: 160 y ss.). Aprender en la ciudad se refiere a la ciudad en tanto contexto o medio; considerando que la ciudad no ha sido pensada para educar y que en ella conviven numerosas instituciones (clubes, museos, etc.) que se


dedican también a impartir conocimientos, el desafío es crear formas educativas de apropiación y aprendizaje. Finalmente, aprender de la ciudad supone comprender la ciudad como un transmisor denso, cambiante y diverso de informaciones y de cultura. Ello se vincula a la densidad y diversidad de experiencias y de encuentros posibles en la ciudad, es decir, de “experiencias urbanas” tales como la percepción de los lugares, la percepción directa de la historia, el descubrimiento de los límites y fronteras urbanos más allá de los cuales se pueden ver otras realidades, entre otras varias desarrolladas por la autora. Sin embargo, vivir en la ciudad no provoca de por sí conocimiento. Ese conocimiento ingenuo puede transformarse en enriquecedor si es acompañado de estímulos, reflexiones y sugerencias (Alderoqui, 2003: 164 y ss.). Uno de los propósitos centrales que dicha autora explicita es la necesidad de “articular, corresponsabilizar e integrar la oferta educativa de la ciudad en la institución escolar para que esta transmisión habilite oportunidades para que niños y niñas ejerzan plenamente su derecho al espacio público y construyan su sentido y experiencia del lugar” (Alderoqui, 2014:29). Como se puede inferir no se está pensando en un “conocer” como una mera toma de conciencia sino un “conocer” desde una mirada educativa más integral en donde se habilite a los alumnos variados modos de aprender cómo, en cada lugar, la experiencia humana es, fue y será posible. En este sentido es que nos propone adoptar la “mirada del extranjero”, de pensar a nuestros alumnos como viajeros pero en el territorio propio, el pasear cultivando el placer de la contemplación; una mirada que en la etapa escolar requiere de cierta tutela. Para ampliar esta idea sugiere modos de instruir la mirada y transmitir el patrimonio: enseñar a mirar los fragmentos, lo inusual; buscar evidencias históricas en imágenes patrimoniales, leer el pasado donde lo viejo perdura como ruina entre otras ideas que se resumen en facilitar variadas experiencias de conocimiento y disfrute. En consonancia con este marco se avanza hacia el uso de “metodologías interactivas acorde a la edad de los participantes que les permita experimentar, construir y narrar la realidad urbana para así poder comprender aspectos de la ciudad” (Alderoqui, 2014: 35) Para dar inicio al recorrido de esta parte del proyecto, una de las primeras actividades fue consultar a las docentes y estudiantes participantes acerca de sus lugares preferidos en la ciudad (todas residen en Tandil) referenciando las emociones y sensaciones que les provocaban dichos lugares. La gran mayoría hizo alusión a espacios verdes, naturales, tales como diferentes paseos en las sierras, el lago, las cascadas, el Centinela, la Movediza, el Calvario, el sendero de los Picapedreros, en los que rescataron la contemplación de la naturaleza y muchas veces, recuerdos de su infancia. Con una presencia menor aparecieron espacios netamente urbanos, como diferentes plazas, barrios y calles; sólo una persona se refirió a las construcciones del centro histórico. Es de interés mencionar que siendo Tandil una ciudad turística que ofrece a sus visitantes numerosas opciones de paseos y actividades al aire libre, la mayoría de los lugares mencionados antes se corresponden también con lugares frecuentados/”explotados” por el turismo; también, que varios de estos como el Centinela, la Movediza, el Calvario, el sendero de los Picapedreros poseen un fuerte valor histórico y cultural para la comunidad.


A continuación las docentes fueron interrogadas por los espacios de la ciudad que han visitado como parte de las actividades en los jardines; se mencionaron principalmente el centro histórico (la plaza y los edificios aledaños), el palacio municipal, la estación de ferrocarril y el barrio de la estación, algunos museos, especialmente el museo histórico, algunas calles y finalmente, lugares asociados a oficios (tales como panaderías, farmacias, cooperativas de dulces y la recientemente creada planta de recepción y clasificación de residuos reciclables Punto Limpio). En términos generales, y en función de estas primeras respuestas, podíamos ver cómo la experiencia educativa aparecía de alguna manera disociada de (o al menos no era lo central) el disfrute de la ciudad. Posteriormente avanzamos sobre la reflexión colectiva de las finalidades del abordaje de este objeto de enseñanza. En las docentes una de las preocupaciones centrales y un aspecto sobrevalorado es el “cómo” de la enseñanza, las estrategias a desarrollar, las actividades posibles, las modalidades didácticas en las que van a encuadrar su trabajo, entre otras. En este sentido coincidimos con Hernández y Pagès en que “(...) la metodología, el cómo enseñar, ha de formar parte de un proceso que se inicia con la concreción de las finalidades y de las intenciones educativas, prosigue con la selección y la secuencia de los contenidos y finaliza con la evaluación. Todas las partes de este proceso deberían tener la misma prioridad en la práctica docente (Pagès, 2012)” (Hernández y ots, 2016: el destacado es nuestro). Muchas veces la concentración en este aspecto más instrumental de las propuestas, solapa la necesaria reflexión y análisis de los otros. A partir de la lectura de algunos textos y su posterior debate surgieron ideas como: “la formación de un ciudadano empoderado de su ciudad”, “la necesidad de generar experiencias en las que aquellos grupos sociales históricamente excluidos de algunos espacios públicos comiencen a habitarlos”, “la construcción de la propia identidad y la pertenencia a su comunidad local” lo cual se asociaba a la necesidad de “conocer su ciudad y qué enseñar de ella”. Estas finalidades iniciales fueron enriqueciéndose a medida que avanzabamos en la conceptualización del objeto de enseñanza. En este marco se dieron a conocer y se propiciaron espacios de reflexión sobre la concepción de la ciudad educadora antes enunciada, el rol de la escuela, de los organismos gubernamentales y de la sociedad civil en función de ofrecer a la ciudadanía la posibilidad de apropiarse y habitar el espacio urbano desde una perspectiva inclusiva. Y se propició el abordaje de la ciudad en sus dimensiones territorial e histórica, buscando historizar y problematizar esta construcción social contradictoria y pluridimensional. En términos generales, en los diferentes autores analizados aparecía una noción de patrimonio cercana a la idea de legado que recibimos del pasado, lo que vivimos en el presente y lo que transmitimos a las generaciones futuras. Por ello nos resultó interesante poner en diálogo y tensión los diversos aportes realizados con una concepción más actual que revisa la anteriormente aceptada y que contempla una concepción más abarcativa (Alba, 2008). Desde esta perspectiva, el patrimonio cultural no sólo considera los testimonios y sitios materiales (monumentos, grupos de edificios y sitios que tienen valor histórico)


sino también elementos culturales intangibles. Y considera que para que un bien sea “patrimonial” o “patrimoniable” debe reunir ciertos criterios de creatividad, singularidad y excepcionalidad y ser asociado a tradiciones culturales vigentes. Pero además, debe ser legitimado/activado socialmente, es decir, por la significación social vinculada a la identidad. Este punto en particular nos resultó especialmente interesante y potente para pensar propuestas en las que lo central en torno a la enseñanza “sobre, de y en” la ciudad sean las propias vivencias, apropiaciones y significados que los ciudadanos, aún los más pequeños otorgan a este espacio. Algunos resultados parciales La realización de las propuestas motivó una serie de consultas e intercambios, tanto dentro como fuera del espacio del ateneo, acerca de materiales e informaciones varias, en las que predominó el deseo de “visitar” nuevos lugares o “revisitar” con otra mirada los ya frecuentados. Entre los lugares más elegidos predominaron dos: el centro histórico (la Plaza Independencia y el Palacio Municipal) abordados desde una mirada centrada en los usos sociales actuales y pasados; y lo que podríamos denominar como los lugares y los oficios, tales como el centro comercial de la calle Nueve de Julio y otros espacios “novedosos” como un cine y bibliotecas. Vale aclarar que en estos casos se privilegió también una mirada comparativa del pasado y el presente. Luego aparecieron dos temas recurrentes en los ejemplos que eran llevados a los encuentros como el de la piedra en Tandil, materializado en propuestas didácticas centradas en el recorrido y reconocimiento de algunas calles y avenidas que aún conservan el empedrado característico de comienzos de siglo. En estas propuestas se evidenció la búsqueda por reconocer testimonios de otra época y se lo asoció a la actividad que caracterizó el modo de vida de los picapedreros, la cual está siendo rescatada y valorizada actualmente por la comunidad y que se ve sintetizada en paseos como el Sendero de los Picapedreros. El otro tema recurrente fue el del ferrocarril. Las propuestas en este sentido avanzaron más allá de la clásica visita a la estación y el reconocimiento del medio de transporte y se concentraron en el barrio de la estación y en los usos actuales de las edificaciones haciendo hincapié en las diversas formas de apropiación del espacio en la actualidad (un centro cultural y una incubadora de arte que allí funcionan) Finalmente, otras propuestas se centraron en el reconocimiento de determinados barrios, el del propio jardín y barrios y plazas históricos de la ciudad, apuntando, nuevamente, al uso del espacio en la actualidad y al reconocimiento de vestigios de otras épocas. Como vemos, si bien las elaboraciones finales lograron poner en diálogo y tensión la bibliografía analizada, lo cual se vio reflejado en las finalidades propuestas y en las estrategias desarrolladas, mantuvieron, en términos generales, un repertorio de lugares “instalados” como “visitas educativas”. Ello pone de manifiesto la permanencia en la disociación entre los lugares preferidos y aquellos en los que se puede aprender o enseñar algo.


CONCLUSIONES La ciudad como contexto-objeto de enseñanza ha sido renovado en los últimos años fundamentalmente a partir de la noción de ciudad educadora y de sus potencialidades educativas. El Proyecto de Capacitación que dio lugar a esta ponencia buscó abordar esta perspectiva poniéndola en diálogo con la nueva currícula del nivel inicial de educación centrada en el ambiente social y natural. Desde nuestra perspectiva a cargo del curso podríamos mencionar, en primer lugar, la necesidad de profundizar la investigación en el área de la didáctica de las ciencias sociales en el nivel, lo cual se permitiría su materialización en propuestas renovadas y novedosas que permitan salir del lugar de socialización que tradicionalmente ha tenido el espacio. Pensando ya en el desarrollo del curso puntualmente, comprobamos que se pudieron contrastar ideas y proyectos desarrollados de la práctica diaria con perspectivas y propuestas renovadas, revisando y potenciando prácticas instaladas. La modalidad de trabajo permitió generar un espacio productivo de intercambio y socialización de experiencias, ideas, informaciones y materiales. Un dato que nos resultó interesante y que nos motivó a introducir y profundizar el abordaje de la noción de patrimonio fue la recurrencia en la aparición de ciertos lugares de la ciudad tradicionalmente frecuentados con finalidades educativas y la conciencia de la necesidad (a la vez que de los límites) de salir de los “lugares comunes” en su abordaje, tornándolos escasos de significaciones tanto para docentes como para niños. Si bien en los trabajos finales se evidenció la ampliación en la variedad de espacios y miradas sobre estos, no se logró plasmar en todos los casos la idea de “ciudad vivida” y de disfrute a la vez de conocimiento especialmente en el recorte y selección de lugares válidos de ser enseñados y aprendidos. BIBLIOGRAFÍA 

Alderoqui, S. (2014) “La ciudad como territorio de aprendizaje .Pedagogías viajeras y programa Ciudad – Escuela” en AAVV Educación Ambiental: enseñando cómo habitar el mundo. Revista Educacion Inicial: estudios y prácticas No 3 Buenos Aires. Editorial 12(ntes) OMEP

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Benejam, P. (2001), “Los contenidos de la Didáctica de las Ciencias Sociales en la formación del Profesorado”, en Arrondo, C y Bembo, S (comp.), La formación docente en el Profesorado en Historia, Rosario, Homo Sapiens.

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Trilla Bernet, J (2005) “La idea de ciudad educadora y Escuela “en IDEP Revista de Educación y Ciudad No 7 Bogota una gran escuela. Experiencias Nacionales e internacionales. Bogota. Editorial Nomos


IMPORTANCIA DEL ROL DE LA EDUCACIÓN EN LA VALORIZACIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL Autores: Roberto De Gregorio Anibal Moliné

INSTITUCIÓN: UNIVERSIDAD CATÓLICA DE SANTA FE FACULTAD DE ARQUITECTURA SEDE ROSARIO Dirección: Mendoza 4197, CP S2002PCS, Rosario (Santa Fe) Teléfono: +54 341 422 6330 Email: degregorio@arnet.com.ar

anibalmoline@yahoo.com.ar rosario@ucsf.edu.ar


IMPORTANCIA DEL ROL DE LA EDUCACIÓN EN LA VALORIZACIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL EJE TEMÁTICO 5: La educación y el patrimonio cultural RESUMEN Este trabajo plantea la importancia del conocimiento de las obras y lugares del patrimonio histórico de Rosario, como factor concurrente para la formación de los arquitectos. Asume que dicha valorización proviene del proceso de formación y evolución de la ciudad y del rol que en él ha tenido la inmigración. La problemática que se aborda como tema de investigación, “Fenómenos edilicios relacionados con claves derivadas de la dinámica urbana - Rosario 1900-1950” involucra como cuestión central el habitar, tratando de relevar aquellos aspectos que contribuyen a su identidad, focalizándose en aspectos específicos del saber arquitectónico y urbanístico transferibles como aprendizaje.

INTRODUCCIÓN El reconocimiento de la necesidad de valorizar el patrimonio cultural se ubica en un espacio preponderante en la construcción de la identidad de cada población. En su protagonismo, se apoya la generación de proyectos que favorecen el trabajo en los sectores públicos y se comunica asimismo hacia políticas que incluyen a los privados en vistas a un desarrollo sustentable colectivo. Por lo tanto la investigación sobre su identificación y apreciación -dado que no se valoriza aquello que no se conoce- tiende a formular caminos hacia la concreción de nuevos modelos de acción en la ciudad contemporánea, inclusiva e innovadora, donde se estimule el desarrollo colectivo. En consecuencia, el análisis de diversos enfoques centrados en el patrimonio tanto urbano como rural, cultural como natural, propende a favorecer la actuación de un nuevo instrumento. Su particular interpretación en cuanto al análisis del papel a representar, toma presencia significativa en los ámbitos académicos tendiendo a formar agentes válidos en el desarrollo de dicha misión. Dentro del campo disciplinar, se asume que los pueblos son quienes valorizan su propio patrimonio cultural. Cada conglomerado humano atribuye valor y privilegia momentos de su historia, destacando aquellos bienes que por su valor testimonial deben ser protegidos y conservados para la posteridad1. En los ámbitos universitarios interesa estimular el contacto de los alumnos con su acervo patrimonial, generando espacios de reflexión donde se investiga el protagonismo de esta temática tanto en el propio territorio urbano como del área donde se halla insertado. Es entonces en el campo de la educación donde se juega un papel de singular importancia respecto a la consideración del patrimonio cultural. 1 El movimiento general en ese sentido, se respalda en documentos, que ubican la acción específica dentro de parámetros pertinentes, y se publicitan mediante la difusión masiva de emprendimientos en tal sentido.


A partir de la formación de estos futuros agentes involucrados, se podrá estimular el disfrute de estos bienes, ya conocidos, y posibilitar su inclusión como herramientas de vinculación con otras actuaciones económicas orientadas al logro de desarrollos sustentables. En el caso de la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina, el primer interrogante es analizar de dónde proviene la valorización de su patrimonio colectivo. Al insistir en que cada pueblo conoce lo propio, puede escucharse la sintonía que augura el éxito anual de emprendimientos tales como la Feria de las Colectividades2 o la Semana del Patrimonio3. Por lo tanto, dentro de estas esferas, aparece como principal referente aquello que interesa a los rosarinos, en tanto pasado gestado por sus inmigrantes. En ellas, se celebra la diversidad de orígenes y además, se favorece el contacto directo con los espacios urbanos que generaron. Evolución de Rosario El contingente de inmigrantes arribó a la ciudad primordialmente a partir de la década de mil ochocientos setenta. La Constitución Nacional Argentina, favoreció su captación4. Cabe recordar que se les garantizaba libertad religiosa, como su asimilación plena a los derechos de los autóctonos que los recibían. Fue una buena carta de presentación legal, que no se materializó en obras de infraestructura (vivienda, trabajo) consecuentes para poder ubicarlos adecuadamente. Es decir que el pensamiento de Alberdi referente a aquello que “gobernar es poblar” no tuvo una respuesta acorde a ese objetivo en el espacio urbano que los cobijaría. Corresponde reflexionar sobre como era el lugar que encontraron al llegar. Pocas ciudades en el mundo pueden contar como Rosario su historia urbana documentada en fotografías. Prácticamente desde el mismo momento de su declaratoria de ciudad, en el transcurso de la segunda mitad del siglo XIX, varios fotógrafos se establecieron en la ciudad editando álbumes. Esta herramienta era de amplia aceptación para divulgar vistas por doquier5. A su vez, testimonios de viajeros corroboran lo que presentan las fotografías de aquel Rosario6. En aquellos tempos el espacio público de la plaza se presentaba como un punto de encuentro diferente del resto. Algo que preanunciaba el carácter urbano frente al “desierto” que comenzaba en las afueras de ese conglomerado. Habitado por valientes que enfrentaban el acoso de los aborígenes. 2 Organizada desde 1985, todos los años, por el Ente Turístico Rosario y la Asociación de Colectividades Extranjeras local, es la fiesta más popular de la ciudad y de su amplia región de influencia. 3 La Semana del Patrimonio es un programa de puertas abiertas, para que la ciudadanía conozca el patrimonio de la ciudad. Está organizada por la Comisión de Conservación del Patrimonio Urbano y Arquitectónico del Colegio de Arquitectos Distrito 2 Rosario, con la colaboración de CEDODAL Rosario y Rotary Club Rosario. 4 Más aún prohibía restringir, limitar o gravar con impuestos la entrada de extranjeros que arribaran con la intención de labrar la tierra, mejorar las industrias o introducir y enseñas las ciencias y las artes. Artículo 25. 5 El señor Alfeld, de origen alemán, 1866 dejó el registro de panoramas como el puerto, formado por la dársena y los muelles de Castellanos, la plaza 25 de mayo con su columna en memoria de la Constitución, levantada en 1855, el mercado y su plaza, el teatro de la Esperanza y lo significativo que una ciudad tan nueva tuviera ya bancos como el Mauá, o el de Londres y Río de la Plata. MIKIELIEVICH, Wladimir – El álbum de Alfeld- Revista de Historia de Rosario –Año VI – Nº 15-16 páginas 30 a 51 6 QUESADA Vicente G y MANSILLA, L.V: - Mis memorias, en El rosismo. La reorganización nacional - Tomo uno - Rosario Argentina - Vigil, 1974 - páginas 125 -272.


William Mac Cann7 llega al pago en décadas de la mitad del siglo XIX. Su relato contiene asimismo una imagen de la región circundante. Anuncia que será esta población el principal emporio del comercio tanto provincial como del interior del país sustentado en su ubicación geográfica favorable y la inmensa extensión de suelo fértil que la rodea. Vislumbra el auge si se llegara a construir el ferrocarril y destaca la receptividad de los lugareños respecto a los pocos extranjeros que allí habitaban en aquel entonces. Al comienzo del novecientos, Jules Huret8, pasaba revista a las principales inmigraciones que conformaron la identidad de ese entonces. Como tantas otras ciudades Rosario presenta diversas capas de memorias. A partir de aquel caserío, la laboriosidad de sus habitantes concretó el actual centro metropolitano. En los inicios, viviendas agrupadas alrededor de la plaza, único espacio público representativo, marcado por la actividad comercial desde el comienzo9. Allí con el correr del tiempo los inmigrantes que fueron llegando festejaron sus fechas patrias tales como los 14 de julio, los 20 de septiembre o el nacimiento del príncipe de Asturias10. La ciudad delineó sus primeros ensanches a principios de la década de mil ochocientos setenta. Se proyectó su división en cuatro zonas: una central delimitada por los boulevards actualmente designados como Pellegrini y Oroño, otra extramuros entre la primera y 27 de febrero y Avda. Francia, seguida por una tercera, suburbios, para el área que a continuación se internaba en la zona rural. La cuarta estaba delimitada como del bajo, formada por la limitación de la barranca sobre la orilla del río y las instalaciones portuarias. Todo sobre un damero que se extendía por toda la superficie a considerar. Por un lado puede apreciarse que el espacio público estaba delimitado por una terminología europea referida a murallas, situación que en esta urbanización pampeana, no fue necesaria. Aquella zona “más protegida” “encerrada en las murallas” sería el espacio llamado central, que si se corrobora con la planimetría que designa la ocupación real, era prácticamente toda la ciudad11.

7 ...con sus calles cruzadas en ángulo recto Las calles se cruzan en ángulo recto, hay aceras embaldosadas y faroles de alumbrado publico. Las casas son de azotea y de un solo piso. Solo dos casas de comercio al por mayor" Toda esta extensión de suelo fértil, podrías en poco tiempo, explotarse con provecho, con solo aumentar la población, asegurando la navegación del Paraná. MAC CANN, William - Viaje a caballo por las provincias argentinas - Colección dirigida por Pablo Costantini - Buenos Aires Argentina - Talleres Gráficos de Compañía Impresora Argentina S.A. - 1986 Páginas 20 8 HURET,Jules - “De Buenos Aires al Gran Chaco” y “Del Plata a la Cordillera de los Andes” –Sudamericana. Destacaba la original de la conquista española y luego, pocos años antes de su visita, el enorme contingente de italianos y otros europeos que llegaron a estas tierras atraídos por la esperanza del trabajo y el consiguiente progreso. Muchos de sus compañeros de travesía, algunos en su viaje hacia la esperanza y otros ya descendientes de las primeras oleadas. 9 Era por entonces un caserío de 300 habitantes, próximo a una capilla rural, y un puerto natural ubicado a la vera del Camino Real que permitía la circulación de productos locales, el ingreso de mercancías, viajeros y novedades del exterior. … en 1852 fue declarada ciudad, convirtiéndose en el principal puerto de ultramar de la Confederación argentina. 10 También por las tardes se escuchaba música y fue el lugar elegido para conmemorar mediante el primer monumento de la ciudad la jura de la Constitución Nacional. 11 Cabe señalar la designación especial al bajo. Es la ciudad de abajo que se contrasta con la ciudad de arriba. Un área portuaria, con ordenamiento casual, sin normas estrictas, prostibular, donde aunque existe la presencia de la aduana, el contrabando es moneda común


Sobre este esquema la ciudad se fue desarrollando. Hacia el cambio de siglo, la ciudad había sobrepasado los cien mil habitantes y cuadriplicó la cifra hacia 1926. Se siguió tomando a la plaza como el lugar de los acontecimientos populares12. Los boulevards tuvieron suerte diversa, el actualmente designado como Pellegrini sufrió el trazado de las vías ferroviarias del Oeste Santafecino, mientras que el Oroño se conformó como espacio destinado a mansiones. Su trayecto se prestigió hacia el novecientos con la apertura del Parque de la Independencia, caracterizando a este sector como dominio de la burguesía en ascenso. Dentro del área central, los edificios institucionales como la sede Municipal, o la Jefatura de Policía compitieron con la presencia de los edificios de renta y las sedes bancarias y de compañías de seguro. Una arteria comienza a tomar protagonismo: es Córdoba hacia el oeste. Luego impregna a las aledañas Santa Fe y San Lorenzo con sus cruces en escuadra. Es un área de pocas manzanas, donde se delimita la llamada “city rosarina”, escenario donde se produce el movimiento neurálgico de la ciudad. El proyecto de ordenamiento, extensión y embellecimiento de Rosario13, seguía los preceptos hausmanianos, donde el protagonismo de las avenidas en diagonal configuraba un sistema vial jerárquico que asumía la existencia de la vieja partición en lonjas14 haciendo coincidir con sus deslindes la apertura de nuevas arterias. Calle Córdoba, se constituía en un eje primordial de toda la ciudad. Patrimonio, identidad y enseñanza de la Historia El patrimonio ligado al reconocimiento de identidad, como proceso de conformación permanente, se va adaptando al acontecer de la vida. Ello implica hallar y entender un sentido de pertenencia compartida. Según lo expuesto, la realidad pluralista de Rosario y su heterogénea conformación, constituyen uno de sus rasgos de identidad. Por lo tanto, esta investigación aspira a privilegiarlo como objetivo, que impregna la capacidad de abarcar y representar este rasgo constitutivo. Se tenderá a lograr resultados de afirmación cultural que aglutinen múltiples identidades que contribuyan a superar diferencias, creando nuevas formas de encuentro y acción, concurrentes a la identidad comunitaria. El esfuerzo de sus ciudadanos la ubican en una posición de permanente lucha, siempre joven y valerosa, “obra única de la inmigración”15. Por consiguiente, asumen importancia las atribuciones del pasado sostenidas sobre impresiones ciudadanas referidas a diversos momentos históricos. Desde éstas, podrán producirse nuevas apreciaciones.

Artículos de Glück, Martin y Prieta (2010) Desafíos de la modernización Rosario 1890- 1930 Rosario UNR. 1911 Rosario de Santa Fe. Plan des dispositions progetées por l’embellissement, l’amelioration et le development futur de la ville. Joseph Bouvard, arquitecto francés; se aprovechó su actividad en el mismo sentido que en Buenos Aires, contratado por el intendente Alvear 14 Sistema de partición territorial que en forma perpendicular a la orilla del río dividía el espacio geográfico. 15 María Luisa Múgica (UNR) Los desafíos de la modernización. Rosario, 1890-1930 y Ciudad de Rosario. Asimismo corresponde reflexionar sobre aspectos intangibles de la entidad rosarina, tales como sus calificaciones como “Hija de su propio esfuerzo”, la “Barcelona argentina” o la “Chicago argentina”, que apuntaban a una ciudad que se había construido a sí misma. 12 13


Se apartaría de este modo a la pretensión de globalización16, donde se trata de incorporar grupos a esferas que no le son propias, derribando posibilidades de interacción17. Dentro del campo operatorio actual, el cuidado del manejo de lo virtual y el espacio cibernético, tienden a construir imágenes que aparentan ser reales, pero no lo son. El pasado puede reconstruirse mediante simulaciones de realidad, que representan con minuciosa exactitud aquello que pretende ser. Tal como sostiene Alberto Belluci18. La carga informática despliega con su infinita precisión una fascinación solo comparable al asombro suscitado por el manejo de la perspectiva en el siglo XV. El interrogante es hacia donde conducirá esta nueva manera de comprender la realidad, con sus insospechados ángulos de visión desde infinitos efectos marginales. Esta propuesta de investigación, se implementa en la Universidad Católica sede Rosario conjuntamente con el dictado de las cátedras de Historia de la Arquitectura, Introducción a la Teoría de la Arquitectura y el Urbanismo, y Seminario de introducción a la Investigación19. En ella, se trata de desarrollar un programa de exploración sobre la temática local, cuyos resultados puedan alimentar, dentro del mismo ámbito, nuevas reflexiones tanto en el dictado curricular como en futuras prácticas exploratorias. Dado el modo en que se entiende la historia de la arquitectura, se propone abordarlo desde un área más amplia, que exceda el ámbito de lo construido, proyectado o de las teorías sustentadas a lo largo del tiempo, abarcando otras estructuras conceptuales que lo prefiguran e interpretan. Es así, que la delimitación del objeto de estudio apunta a traspasar los límites disciplinares que permitan disponer de conceptos que enriquezcan la posibilidad de reflexión, abarcando impulsos que preceden e interpretan a la arquitectura y que permiten comprender los procesos de construcción del mundo20. Al abandonar la idea de insertarse irremediablemente en la mentada “globalización”, se orientaría hacia la posibilidad de apostar que la periferia, dentro del reconocimiento de su propia realidad, pueda alinearse siguiendo una nueva dinámica, e iría apuntando hacia el logro de una imagen de autoconfirmación. 17 Se evitaría de este modo cortes abruptos con los propios saberes y propias experiencias para tender a un desafiante individualismo competitivo que deja de lado aquellas modalidades de solidaridad y participación colectiva, tan entrañables dentro de la configuración de identidades propias. 18 “El pasado ya pasó, lo pasado resucita y lo lejano queda al alcance de la mano, mientras el prójimo desaparece. La virtualidad no sólo a anulado el tiempo y el espacio sino que ha reinventado la realidad…. con un solo toque de tecla, nos transporta a los dominios del mito ”BELLUCI Alberto – “El discreto encanto de lo atípico en nuestra arquitectura (y algunas consideraciones historiográficas previas)” – Temas de la academia – El sentido de la arquitectura – Academia nacional de Bellas Artes – República Argentina – 2002 - página 37 19 En el desarrollo de estos proyectos participan tanto estudiantes como docentes aunando esfuerzos para sobrellevar la falta de material bibliográfico disponible, y estudios suficientes sobre la producción disciplinar rosarina. Por lo tanto, se aspira a formar un cuerpo de consulta y a su vez insumos necesarios que intervengan en el proceso de formación de futuros arquitectos. Al mismo tiempo, la participación de alumnos en la tarea a desarrollar contribuirá a generar en ellos, una conciencia crítica frente a sus propias propuesta de diseño. En consecuencia se pretende construir una historia crítica, entendiendo a ésta como una experiencia atravesada por las múltiples miradas para que enriquezcan su comprensión y su ulterior explicación. 20 Al asumir que todo conocimiento no es sino interpretación, el objetivo siempre presente es el de hallar respuestas a las cuestiones de hoy. Asimismo, la metodología, en tanto herramienta adecuada para enfrentar el problema, se ha ido conformando cada vez más en un cuerpo con vida propia. Interpretar es de alguna manera hacerse cargo de presupuestos que cada sujeto aporta, si bien ellos son subjetivos, son posibles de explicar y discutir, por lo tanto no son arbitrarios. Habitamos no un territorio natural, sino un mundo, un lenguaje y una cultura, un espacio donde, Derrida vaticina, que solo tengo una lengua y no es la mía. Los hechos no hablan, se obstinan en un silencio del cual una interpretación siempre debe rescatarlos, espacio donde se “construyen verdades”. No se puede actuar sin otro que comprenda y por lo tanto se establece la necesidad de comunicación. En ese puente, no hay una experiencia del mundo que no implique un juego de lenguaje, y donde haya quien habla y quien escucha, donde se deberán respetar ciertas reglas. Al 16


Las Hipótesis de trabajo o preguntas de investigación formuladas en el proyecto que en la actualidad se desarrolla, surgen de los siguientes interrogantes: 1- ¿Cuál fue el rol de los edificios de renta dentro de la configuración del escenario del área central rosarina en las cuatro primeras décadas del siglo XX? 2- ¿Cuáles fueron las diferentes modalidades que desarrollaron sus ejercicios proyectuales? 3- ¿Cuáles fueron los procesos y cuáles los contenidos necesarios y suficientes para intervenir en cada uno de los casos dentro del proceso histórico bajo estudio? 4- ¿Cómo se amalgamaron alternativamente, según distintas etapas temporales, para representar la identificación de la ciudad? 5- ¿Cómo influyó en el proceso, la actividad de arquitectos locales, significativamente relacionados con el inicio de la enseñanza de la disciplina en la ciudad? Por lo tanto puede sintetizarse como hipótesis del proyecto en curso: Verificar el protagonismo de los edificios de renta como destacados artífices de cambio y representación de las variadas identidades urbanas en Rosario entre 1907 y 1948 La preocupación dominante, es buscar razones que concurran a detectar factores y cualidades que manifiesten los cambios en la identidad, y al mismo tiempo, de la confrontación de ambos problemas, es posible evaluar el protagonismo de cada uno dentro del proceso de modernización del hábitat, y también, la singularidad de sus objetivos.

OBJETIVOS Entre los objetivos21 destacamos a los siguientes: 1- Contribuir a la producción integral del hábitat, a la preservación del patrimonio y a fortalecer la enseñanza de la arquitectura y el diseño. 2- Avanzar en el estudio pormenorizado de la historia del hábitat rosarino. 3- Continuar con investigaciones anteriores (1880-1920), ya publicadas, que cubren la producción edilicia local, dentro del espacio en estudio, hasta el inicio del presente período de trabajo (1920-1950). 4- Analizar y valorar la incidencia de factores exógenos que hubieran intervenido dentro de dicha producción en la medida que correspondiere según la circunstancia y la magnitud de los estímulos registrados. 5- Abordar los objetos de estudio con un cierto grado de autonomía en cada proyecto a fin de evitar “contaminaciones dispersivas”

En referencia a los objetivos de acción proponemos: 1- Conformar un equipo interdisciplinario, formado en conjunto con los docentes de las cátedras de SIIAUP, ITAUP, Historia de la considerar los diferentes aportes y reflexiones que hacen a la cuestión del entendimiento de lo planteado, es posible dibujar una trama donde puede percibirse la formulación de otros caminos. De esta manera, se tiende hacia una construcción abierta, ampliamente conectable en todas direcciones, a donde cada integrante concurre con sus presupuestos, tanto de parte de los alumnos como de los docentes, condicionados por sus propias circunstancias, en diferentes grados de libertad. En definitiva, se asume que ya no se dispone sino de interpretaciones y ellas se incorporan en una relación complementaria, tanto en procesos de cotidianeidad de lo estudiado como de sus propios pasados, por lo que se trata de descubrir o ubicar en ellas, planteos del pasado entendidos desde nuestro presente. 21 Los objetivos particulares son: 1- Analizar y valorar la incidencia de cada uno de los protagonistas seleccionados dentro de la construcción del escenario urbano rosarino de aquel momento; 2- Diseñar la configuración de los diferentes tipos de edificios intervinientes, desarrollados en los múltiples modelos. 3- Determinar los posibles inicios de las observaciones registradas en las interpretaciones diseñadas. 4- Definir los procesos de cambio operados en la conformación de la identidad rosarina en los períodos clasificados.


Arquitectura y el Urbanismo, y Arquitectura, que abordará los procesos proyectuales registrados en esa acción, tomando sus referencias históricas, teóricas y de aprendizaje del proyecto; y 2Desarrollar debates entre los equipos de los dos proyectos a fin de regular mutuamente el avance del proceso y la pertinencia de los resultados. METODOLOGÍA El Marco Teórico es multidisciplinar, y la indagación se plantea metodológicamente como una investigación-acción y, en su enfoque, como mixta y secuencial, explorando datos cualitativos para identificar conceptos; organizándolos en categorías y construyendo -dentro de lo posible- instrumentos cuantitativos. Entre las principales cuestiones a ser abordadas señalamos a las siguientes: 1- Las teorías proyectuales referidas al desarrollo de los casos analizados; períodos (1907- 1925) y (1927-1948). 2- Las interpretaciones montadas acorde con los respectivos análisis de obras, detectados por caminos del pasado y dirigidos hacia diversas orientaciones. 3- Las relaciones con las apreciaciones de agentes directamente involucrados con el proceso, y las miradas críticas al mismo. 4- La concomitancia con otras líneas de desarrollos funcionales, dentro del área de estudio. 5- Las derivaciones del contacto con material fotográfico, testimonios de vida, anales documentales, etc.; es decir, fuentes directas e indirectas que desde diversos orígenes enriquecen el trato con los casos.

CONCLUSIONES A nuestro juicio, la enseñanza de la Historia de la Arquitectura aporta al arquitecto, la percepción de la dimensión histórica y la temporalidad de las operaciones culturales dentro del ámbito de la riqueza patrimonial. Implica el análisis del objeto arquitectónico y/o urbano desde sus condiciones de producción estableciendo su significación en cada época y sociedad. La propuesta pretende construir una historia crítica, entendiendo a ésta como una experiencia atravesada por las múltiples miradas con el fin de poder hacer más compleja su comprensión y su ulterior explicación. A fin de facilitar la relación de ideas22 y la promoción de una actitud crítica en los alumnos, se alienta el conocimiento de las obras del patrimonio histórico inmersas en sus condiciones contextuales. Dentro del recorrido temporal, se favorece el contacto con la labor de cada arquitecto quien en el acto mismo de proyectar, delimita ideas y objetivos. La interpretación de este hacer del proyecto, a partir de una lectura de lo aparentemente real de la obra misma, hace posible considerar al arquitecto como operador de un espacio plural-conceptual, y al alumno, como un posible interlocutor interpretativo.

22 Se entiende que una “idea” dentro de la Historia de la Arquitectura, es a la vez un recorte temporal, un método para entenderlo, un para qué y un cómo enseñarlo. No se concibe a ésta, simplemente como una historia general del arte en donde se deba señalar una sucesión estilística o una serie de obras privilegiadas.


Quedan así posicionadas las obras como camino favorito de contacto con el ámbito del patrimonio arquitectónico en particular y el de la cultura en general. Es decir, las elecciones proyectuales no parten de cero sino del espacio plural de la cultura, y es a ese espacio plural al que la acción proyectual transforma y modifica23. La apropiación de los bienes culturales como objeto de estudio posibilita el contacto directo con los mismos, y al mismo tiempo motiva una especial sensibilización en su apreciación. De ese modo fomenta en los alumnos la posibilidad de pensar e interpretar sus atributos, como así también, por haber establecido este especial contacto, conocerlos y valorizarlos, iniciando así el camino de su salvaguarda. Por lo tanto el binomio educación y patrimonio alienta iniciativas en las que la ciudadanía se apropia de su propio patrimonio vislumbrándose un horizonte de sustentabilidad en la gestión de los mismos. BIBLIOGRAFÍA BELLUCI Alberto – “El discreto encanto de lo atípico en nuestra arquitectura (y algunas consideraciones historiográficas previas)” – Temas de la academia – El sentido de la arquitectura – Academia nacional de Bellas Artes – República Argentina – 2002 - página 37 HURET,Jules - “De Buenos Aires al Gran Chaco” y “Del Plata a la Cordillera de los Andes” – Sudamericana. MAC CANN, William - Viaje a caballo por las provincias argentinas - Colección dirigida por Pablo Costantini - Buenos Aires Argentina - Talleres Gráficos de Compañía Impresora Argentina S.A. - 1986 Páginas 20. MIKIELIEVICH, Wladimir - El álbum de Alfeld- Revista de Historia de Rosario –Año VI – Nº 15-16 páginas 30 a 51. MÚGICA, María Luisa - (UNR) Los desafíos de la modernización. Rosario, 1890-1930 y Ciudad de Rosario. QUESADA Vicente G y MANSILLA, L.V: - Mis memorias, en El rosismo. La reorganización nacional Tomo uno - Rosario - Argentina - Vigil, 1974 - páginas 125 -272.

23 La operación cultural del arquitecto se concibe, entonces como una red de escritura, palimpsesto disciplinar que se funda en su interpretación de lo real, su tiempo, su mundo. Interpretación que intenta el mantenimiento o transformación de alguna ley disciplinar.


EDUCACIÓN Y PATRIMONIO CULTURAL EN EL ZOOLÓGICO DE BUENOS AIRES

Autores: María Cristina Fernández Marcela L. Díaz María Belén Millán

ÁREA RESTAURACIÓN / DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN AMBIENTAL Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires “Eduardo Ladislao Holmberg” Dirección: República de la India 2900, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina Email: mcfernandez@zoobuenosaies.com.ar mdiaz@zoobuenosaires.com.ar mbmillan@zoobuenosaires.com.ar


EDUCACIÓN Y PATRIMONIO CULTURAL EN EL ZOOLÓGICO DE BUENOS AIRES EJE TEMÁTICO: La educación y patrimonio cultural RESUMEN Concebido como un espacio que fusiona naturaleza y cultura, el Zoológico de Buenos Aires participa de la formación integral de ciudadanos en un trabajo con la comunidad y la escuela con la convicción de que conocer y valorar los bienes culturales y naturales promueve su cuidado y conservación. Como parte de su compromiso con la Ciudad, se realiza desde 2007 el Taller de iniciación a la valoración del Patrimonio. Así el Zoo genera experiencias que promueven la creatividad y el conocimiento en

un marco que propicia el desarrollo de nuevas capacidades, valora la naturaleza y nuestra cultura. INTRODUCCIÓN Como integrante del entorno urbano, el patrimonio cultural debe ser abordado junto con el medio ambiente en su cuidado y conservación desde una interpretación contextual, integrada y participativa, que conduzca a acciones asociadas donde cada vez adquiera mayor importancia la educación patrimonial. Concebido como un espacio que fusiona naturaleza y cultura, el Zoológico de Buenos Aires conserva un destacado lugar integrando una de las áreas verdes mas importantes de la ciudad. En este escenario, alineado con los objetivos educativos de todo zoológico moderno participa de la formación integral de niños/as, jóvenes y adultos, concretando un trabajo conjunto con la comunidad y la escuela con la convicción de que conocer y valorar los bienes culturales y naturales promueve su cuidado y conservación. El Zoo de Buenos Aires El Zoológico está ubicado en el barrio de Palermo, antiguamente un lugar de bañados que comenzó a urbanizarse principios del siglo XIX, cuando Juan M. de Rosas (1793-1877), Gobernador de Buenos Aires, adquirió algunas hectáreas. Construyó una imponente casa y creó alojamientos para los animales que solían regalarle (yaguaretés, guanacos, ñandúes y monos), instaló pajareras con aves argentinas, y organizó el personal dando origen al antecedente más remoto del Zoo. Estableció aquí su residencia presidencial hasta el derrocamiento en 1852. Veinte años más tarde, el presidente Domingo Sarmiento (1811-1888), promovió la creación del primer parque público del país en el predio que fuera residencia de Rosas. En 1874 se sancionó la ley que crea el Parque Tres de Febrero que contaba con una sección zoológica que separada y dio lugar a la creación del Jardín Zoológico de Buenos Aires el 30 de octubre de 1888. El cargo de director fue ocupado por el Dr. Eduardo Holmberg, médico, naturalista, profesor y literato (Del Pino, 1979:33).


El paisaje cultural se conformó esencialmente durante las gestiones de sus dos primeros directores: 1888 a 1904 - Dr. E. Holmberg (1852-1937) 1904 a 1924 -- Clemente Onelli (1864-1924). Ambos sentaron las bases científicas, educativas y culturales de la institución que otorgaron un sentido de existencia apoyado en la Educación y las Ciencias (Díaz&Fernández, 2013: 2). Sobre los zoológicos Los zoológicos no son solo una muestra taxonómica de fauna, presentan una diversidad de formas de vida en interacción con el ambiente (Collados 1997:1). Sus objetivos además del entretenimiento son la conservación, la investigación y la educación. Según la Estrategia Global para la Conservación en los Zoológicos (2005:11) se plantean tres objetivos básicos para estructurar los zoológicos modernos: 1apoyar la conservación de especies y ecosistemas en peligro, 2- ofrecer apoyo para aumentar el conocimiento científico que beneficie la conservación y 3- promover y aumentar la conciencia pública sobre la necesidad de conservar la naturaleza. Así, los zoológicos hoy consideran la investigación, la conservación y la educación como objetivos principales de sus tareas. La educación en los zoológicos La educación convierte la diversión en una experiencia enriquecedora (AA.VV. 2005:36). Los jardines y parques zoológicos y acuarios del siglo XXI están llamados a ser centros de educación y conservación de la biodiversidad. Deben ofrecer respuestas a la creciente demanda del conocimiento sobre los animales y la naturaleza y dar oportunidades educativas y material informativo. La educación en el Zoológico de Buenos Aires La Dirección de Educación Ambiental del Jardín Zoológico de de la Ciudad de Buenos Aires participa de la formación de niños/as, jóvenes y adultos y concreta un trabajo conjunto entre la comunidad, la escuela y el Zoológico. La sanción de la Ley Nacional de Educación (26206/06) incluye dentro de los contenidos escolares el conocimiento y el cuidado del medio ambiente y del patrimonio cultural. Enfatiza una de las funciones primordiales de esta institución y se vincula con las propuestas de educación no formal en la necesidad de formar sujetos activos protectores del patrimonio natural y cultural, esta temática necesita trascender el ámbito escolar. Los lineamientos planteados en la Ley General del Ambiente y en la Ley de Educación Ambiental y otros documentos, leyes y reglamentaciones nacionales y municipales vinculados se constituyen en estructura y marco de las actividades. El diseño de las propuestas está a cargo de un equipo interdisciplinario con el propósito de complementar en el marco de la educación no formal el trabajo que se lleva a cabo en la escuela de docentes y alumnos y brindar oportunidades de capacitación para docentes y para público interesado y oportunidades de recreación y esparcimiento combinados con actividades educativas en un contexto distinto al tradicional.


Los principales objetivos detallados en el Proyecto Educativo Institucional del Zoológico son: 

Participar y complementar la formación de agentes multiplicadores en pos de la conservación del entorno enfatizando el rol colectivo de la comunidad y el individual como ciudadanos y agentes de cambio.

Fortalecer el rol del Zoológico como referente local en educación para la conservación enmarcándose en los lineamientos institucionales y en diálogo permanente con el desarrollo social de la comunidad.

Consolidar y promover estrategias y prácticas educativas para todas las personas en diversos ámbitos educativos, contextos sociales y culturales mediante el vínculo directo con instituciones, organismos y entes públicos y privados, gubernamentales y no gubernamentales con objetivos coincidentes

Entre las acciones que se llevan adelante se encuentran el diseño y ejecución de proyectos para todos los niveles y modalidades del sistema educativo nacional, de la educación no formal y personas con discapacidad; para profesionales del área de la educación, la veterinaria, la biología, entre otras; también para jóvenes y adultos interesados en proyectos vinculados con el cuidado y la conservación del medio ambiente. La educación patrimonial El patrimonio cultural pasó de incluir elementos alejados de la cotidianeidad, como obras de arte, ruinas o monumentos, a contener casi todo lo que nos rodea: patrimonio arquitectónico, paisaje y territorio, producción material y patrimonio inmaterial. El conocimiento sobre el patrimonio cultural permite diferentes aproximaciones a la propia historia, las tradiciones, los modos de producción, la naturaleza y a la apropiación de elementos que configuran la identidad social (Prats, 1997: 35). Conocer el patrimonio cultural facilita y promueve su protección y conservación activa. En la Argentina, en 1940 se sancionó la Ley N 12665 que creó la Comisión Nacional de Museos y Monumentos y Lugares Históricos con la intención de proteger el patrimonio cultural. Esta idea fue ratificada en el artículo 41 de la Constitución Nacional en 1994 que sostiene que se proveerá ¨ la utilización racional de los recursos naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a la información y educación ambientales¨. En la ciudad de Buenos Aires, la Ley Nº 1227 ofrece el marco legal para la investigación, preservación, salvaguarda, protección, restauración, promoción, acrecentamiento y transmisión a las generaciones futuras del patrimonio cultural de la Ciudad. Vinculada con este marco legal, la Ley de Educación Nacional Nº 26206 en su artículo 11 incisos c y d señala que dentro de los fines y objetivos de la política educativa nacional se encuentran ¨brindar una formación ciudadana comprometida con los valores éticos (…) valoración y preservación del patrimonio natural y cultural […] fortalecer la identidad nacional, basada en el respeto a la diversidad cultural¨.


La utilización del patrimonio se convierte a través de la presencia tangible de los monumentos en un elemento básico de la educación y ésta en una herramienta imprescindible para promover una conservación activa. A través de la conexión con actividades culturales y económicas se aporta una nueva dimensión cultural, identitaria y económica a la ciudad y a su región. En todos los casos, el patrimonio de ser un conjunto de elementos de valor artístico, histórico, cultural, etc., variable que requiere protección pasa a convertirse en un factor dinamizante que potencia el desarrollo social y cultural de ciudades y territorios. Las medidas de protección, como la declaración de Monumento Histórico Nacional, cobran sentido si conducen a que un número cada vez mayor de ciudadanos pueda contemplar y disfrutar las obras que son herencia de la capacidad colectiva de un pueblo. Una de las mejores alternativas para su conservación y enriquecimiento será su adecuada difusión. Las acciones que extienden el acceso y conocimiento de los bienes culturales promueven su valoración y respeto comunitario. Las iniciativas deben ser planificadas tanto en ámbitos escolares, para conocimiento general de la comunidad, espacios estatales y privados, académicos y recreativos, funcionarios y ciudadanos. El patrimonio, como el medio ambiente, tiene la ventaja de conformar un escenario permanente de la educación formal y no formal (Candreva Formoso 2003: 41) donde la apropiación de conocimientos es fruto de un proceso que integra los individuos con su espacio y su historia. El Zoológico de Buenos Aires en la educación patrimonial Conocer nuestro patrimonio permite su valoración histórica y cultural y la sensibilización hacia su cuidado y conservación. Con este compromiso, desde 2003 se lleva adelante un Programa de Conservación y Restauración, convocando para ello a un equipo interdisciplinario de profesionales y técnicos del Zoológico y de las Direcciones de Casco Histórico (DGCH) y la Escuela Taller y de Patrimonio (DGPat) dependientes de la Subsecretaría de Patrimonio Cultural (SSP) del Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (Díaz, Fernández, Velázquez 2011).

OBJETIVOS DEL PROGRAMA: 

Conciliar las exigencias de la evolución y el desarrollo de actividades con la salvaguarda de los valores ambientales y culturales.

Promover acciones de concientización hacia el cuidado y la conservación de los bienes culturales.

Promover acciones que permitan a la comunidad un acercamiento al Zoológico desde una perspectiva cultural.

El programa se desarrolla en base a tareas asociadas que pueden ser agrupadas en tres ejes específicos de trabajo: Investigación – Técnica – Educativo e institucional


Dentro de este último eje se desarrollan todas las actividades vinculadas con el patrimonio cultural que a la vez integran el Proyecto Educativo Institucional del Zoo. La mejor garantía de conservación de los monumentos y de las obras de arte proviene del afecto y del respeto del pueblo. Este sentimiento puede ser favorecido por acciones institucionales que habitúen a la infancia y a la juventud a cuidar sus obras y abstenerse de cualquier acto que pueda estropear los monumentos, induciendo al entendimiento del significado y a interesarse en la protección de los testimonios de todas las civilizaciones (Carta de Atenas, 1931). Se propone en el Zoológico una complementariedad entre el desarrollo de contenidos propios de las Ciencias Naturales, con temáticas vinculadas a la historia, arte y patrimonio cultural. En este marco se presentan algunas de acciones que se vienen llevando a cabo en los últimos años: 

Inclusión de la temática en el programa de visitas escolares enmarcado en el currículum escolar en relación con cuestiones históricas y sociales que pudieran relacionarse. Se espera promover un acercamiento al patrimonio cultural a través del patrimonio del Zoológico.

El Zoo de Noche: es una visita dirigida al público en general que permite observar parte de la colección animal y vegetal del parque en la noche, junto con edificios y obras de arte especialmente iluminados. Se espera que los visitantes aprecien el Zoológico desde una dimensión histórica y cultural.

Visitas histórico culturales: en conjunto con el Ente de Turismo del Gobierno de la Ciudad, abiertas y gratuitas a la comunidad. En ellas el visitante descubre estilos e historia de los edificios, monumentos y obras de arte emplazados dentro del Zoológico.

¨Artesanos por un día¨: en conjunto con la Escuela Taller de la Dirección General de Casco Histórico del Ministerio de Cultura de la Ciudad. La jornada permite apreciar y valorar las tareas relacionadas con el cuidado del patrimonio.

Arquitectura universitaria: en 2013 el Zoológico firmó un convenio con la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires (FADU UBA), cuyo objeto es la ¨Colaboración y Cooperación Académica por parte de Facultad en aquellos temas relacionados con las incumbencias de Introducción a la Preservación y el Reciclaje.

Taller de iniciación a la valoración y conservación del patrimonio: Se trata de una actividad transversal a una propuesta educativa como es la Colonia de Vacaciones del Zoo. Se lleva a cabo durante el receso escolar, de verano e invierno, está dirigida a niños/as de 4 a 12 años. Tiene entre sus objetivos promover desde una temprana edad una aproximación al entorno y el respeto hacia la naturaleza. Los chicos y chicas que participan de la actividad, acceden a rincones del Zoo no accesibles al visitante, junto a educadores, cuidadores, biólogos, veterinario, técnicos y especialistas del Zoo. Descubren el importante rol que cumple la Institución en la conservación de los animales, sus ambientes naturales y nuestro patrimonio natural y cultural.


Se configura un tiempo para la convivencia, el descubrimiento, la aventura y el crecimiento individual y social. Dentro de esta actividad y como parte de su compromiso con la Ciudad se realiza desde 2007 el Taller de iniciación a la valoración y conservación del patrimonio: El taller es llevado a cabo por integrantes del área de Restauración acompañados por los coordinadores de cada grupo de chicos. Se propone un espacio para el aprendizaje, la valoración y reflexión sobre la importancia de la preservación de los legados culturales y su vinculación con los valores ambientales. Desde su incorporación en la actividad han participado de este taller un total de: 679 niños. Taller de iniciación a la valoración y conservación del patrimonio: Propuestas de actividades y contenidos Se realizan actividades para los diferentes rangos erarios, dividiendo los grupos según este criterio: Niños de 3/4 a 6 años (nivel inicial) Objetivos: Que los niños logren: Identificar y reconocer las obras de arte y arquitectura presentes en el parque a través de la asociación y rememoración de imágenes, desarrollando la observación y la memoria visual. Vincular las distintas arquitecturas, estructuras u objetos construidos con los animales alojados y las plantas. El Taller lleva adelante dos actividades. Actividad 1: Cuento breve, “Jacky la jirafa, de paseo por el Parque” La protagonista del cuento se pierde de paseo por el Zoo y debe encontrar su casa antes de que el Parque abra sus puertas. En su desorientado recorrido, le pide a los animales que viven en las casas vecinas, que la ayuden a encontrar el camino de regreso. El relato se acompaña con imágenes que ilustran los distintos edificios y lugares del Zoo. Actividad 2: Juego en equipos de cuatro o cinco integrantes. La consigna es ayudar a los animales a encontrar su casa. Cada equipo es asistido por un coordinador al que se le entregan una serie de cartas impresas con imágenes de edificios (recintos) y otras con animales. El equipo debe asociar cada animal con el edificio que corresponda. El que logre hacerlo correctamente en el menor tiempo será el ganador.

Niños de 7 a 12años (nivel primario) Objetivos:


Que los niños logren: Identificar las diferentes obras que existen en el Jardín, a través del reconocimiento y valoración del ambiente y las partes que lo integran. Vincularse con el concepto de Monumento Histórico “patrimonio cultural” y las acciones hacia su cuidado y conservación. Identificar los diferentes edificios a través de la vinculación con la especie animal que allí se aloja, incentivando la observación y la asociación. Actividad 1: Desarrollo de una clase activa, en la que a partir de la participación y motivación los niños puedan familiarizarse y comprender el significado de algunos conceptos vinculados con la temática como ambiente, monumento, patrimonio, historia, identidad, valorar, cuidar y conservar. Actividad 2: Modelado en arcilla Se les dará a elegir a los niños el modelo con el cual desean trabajar. Se entregarán fotografías de un edificio o parte de su ornamentación, el cual servirá como modelo para recrear en arcilla o modelar la especie que allí se aloja. La actividad de modelado será guiada por el docente del taller los coordinadores del grupo. Enmarcadas en los ejes puramente zoológicos sobre el cuidado y la conservación del medio ambiente, se insertan a través de la propuesta del Taller aspectos vinculados al patrimonio cultural y su cuidado. En particular, con los edificios y obras de arte del Zoológico. CONCLUSIÓN La introducción de los contenidos patrimoniales en la enseñanza hace que sea inevitable una continua actualización, una adecuada capacitación y nuevas ideas en la elaboración de materiales didácticos y de difusión (Muñoz Cosme, 2011: 11). Desde la Dirección de Educación del Zoológico se trabaja a fin de conseguir los objetivos propuestos teniendo en cuenta el papel que adquieren el patrimonio y el medio ambiente en relación. Participar en la formación de los ciudadanos en la valoración y respeto por el patrimonio enriquece culturalmente y constituye una herramienta de conservación consciente y activa. La sensibilización permite la iniciación del proceso de reconocimiento y apreciación donde es posible proponer a la comunidad instancias de reflexión sobre la importancia de conservar los legados, asegurar su disfrute y reafirmar nuestro compromiso con las futuras generaciones. El patrimonio cultural forma parte del patrimonio económico, intelectual y espiritual de una comunidad. Su protección y su difusión son esenciales en el desarrollo y progreso de los pueblos. (Declaración de Nara, 1994). Integrar el patrimonio a las distintas propuestas nos revela la potencialidad educativa de este espacio y su capacidad para constituirse en nexo entre la diversidad y pluralidad social y cultural que caracteriza el


entorno. Un ámbito donde aprehender parte de la historia de la ciudad y del país, ratificándolo como una institución emblemática a ser apreciada y valorada desde su perspectiva cultural.

BIBLIOGRAFÍA AA.VV (1931). Carta de Atenas Disponible en http://www.icomos.org/athens_charter.html. Visitado en agosto 2014. AA.VV. (2005). Construyendo un futuro para la fauna salvaje. Estrategia Mundial de los Zoos y Acuarios para la Conservación. Disponible en: http://www.alpza.com/docs/estrategia_mundial_2005_sp.pdf visitado en agosto 2014. AA.VV. (1976). Documento de Nara Disponible en http://www.icomos.org/athens_charter.html. Visitado en agosto 2014. AA.VV. (1940) “Ley N 12665 – Creación de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos” disponible en http://www.mecon.gov.ar/digesto/leyes/ley12665.htm. Visitado en agosto 2014. AA.VV.(2003) “Ley N 1227 – Ley Marco – Patrimonio Cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires” disponible en http://www.buenosaires.gov.ar/areas/cultura/cpphc/legislacion.php. Visitado en agosto 2014. AA.VV. (2006) “Ley N 26.206 – Ley de Educación Nacional disponible en http://www.me.gov.ar/doc_pdf/ley_de_educ_nac.pdf Visitado en agosto 2014. AA.VV. (2013). Proyecto Educativo Institucional del Zoológico. Buenos Aires. Material de uso interno JZBA. Collados Sariego, Gustavo (1997) El rol de los Zoológicos Contemporáneos, disponible en: www.zoolex.org/publication/collados/collados.pdf. Visitado en agosto 2014. Del Pino, Diego (1979) Historia del Jardín Zoológico Municipal. Serie Cuadernos de Buenos Aires. Buenos Aires. Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. Díaz, Marcela Liliana, Fernández, María Cristina (2012). ¨Jardín Zoológico de Buenos Aires. Fusión de arte y naturaleza¨ en Patrimonio argentino, 12. Clubes, estadios, hoteles y paseos. Buenos Aires. Argentina Publicación de ARQ , Diario de Arquitectura de Clarín. Díaz, Marcela Liliana, Fernández, María Cristina (2013). ¨Patrimonio y comunidad. El caso del Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires¨ en II Jornadas Latinoamericanas Patrimonio y Desarrollo ICOMOS Argentina – UCALP - Ciudad de La Plata. Buenos Aires. Argentina. Díaz, Marcela Liliana, Fernández, María Cristina, Velazquez, Stella Maris (2013). ¨El recorrido cultural del Jardín Zoológico en la difusión y la educación patrimonial¨. 1er Congreso Mercosur Patrimonio Siglo XX. Mar del Plata.


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Autoras María Cristina Fernández Arquitecta, Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, Universidad de Buenos Aires (UBA). Cursó la Carrera de especialización en Preservación, Conservación y Reciclaje de edificios de Valor Patrimonial, FADU (UBA). Integrante del equipo de Asesoría en Restauro para las Obras del Teatro Colón (20082010). Actual Jefe del Área de Restauración y Conservación del Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires (2005). mcfernadez@zoobuenosaires.com.ar Marcela Liliana Díaz Medica Veterinaria, Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad de Buenos Aires (UBA) y Licenciada y Profesora en Letras, Facultad de Filosofía y Letras (UBA). Carrera de Especialización en Gestión Cultural y Maestría en Gestión Cultural en curso Ffyl, UBA. Maestría en Protección del Patrimonio Edificado (CICOP-2005). Miembro de ICOMOS Argentina. Ex gerente Educación y Patrimonio Cultural Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires (2003-2010). Directora de Educación Ambiental, Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires. mdiaz@zoobuenosaires.com.ar María Belén Millán Licenciada en Ciencias de la Educación, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires (UBA). Diplomada en Gestión y Control de Política Pública Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Jefa de Educación Ambiental, Jardín Zoológico de la Ciudad de Buenos Aires. mbmillan@zoobuenosaires.com.ar


DE LA INVESTIGACIÓN A LA EXTENSIÓN: EVALUACIÓN Y CONCIENTIZACIÓN PATRIMONIAL EN LA ESCUELA PRIMARIA

Autores: María Elena Fossatti José Ramón Seba

FACULTAD DE ARQUITECTURA Y URBANISMO, UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NORDESTE

Email: mariaelf17@gmail.com; joseramonseba@arnet.com.ar


DE LA INVESTIGACIÓN A LA EXTENSIÓN: EVALUACIÓN Y CONCIENTIZACIÓN PATRIMONIAL EN LA ESCUELA PRIMARIA EJE TEMÁTICO: Educación y cultura RESUMEN: El trabajo aborda una experiencia de

extensión universitaria que trata de aportar al conocimiento

histórico, valoración y mejor uso del propio edificio que utiliza la comunidad educativa del nivel primario, seleccionando algunos casos que forman parte de una serie patrimonial de escala nacional, realizada por la acción de políticas estatales del Estado de Bienestar a mediados del siglo XX, a través del enfoque integral histórico y técnico-ambiental, que articula aportes de docencia e investigación.

OBJETIVOS Aportar al conocimiento y comprensión por parte de la comunidad educativa del nivel primario del propio edificio escolar que utiliza como un valioso patrimonio tangible e identitario, seleccionando casos que integran una serie patrimonial de escala nacional, realizada por la acción de políticas estatales y determinadas condiciones de producción a mediados del siglo XX, a través del enfoque histórico y técnico-ambiental, en el marco de la articulación docencia –investigación -extensión universitaria. Contribuir a mejorar su apropiación social, mantenimiento y forma de uso adecuado.

METODOLOGÍA En el marco del Proyecto de Extensión aprobado en la convocatoria de “La Universidad en el Medio 2015” por la Universidad Nacional del Nordeste, fueron seleccionados dos edificios escolares de establecimientos del nivel primario del total realizado a mediados del siglo XX en la ciudad de Resistencia, capital del Chaco, por el Primer Plan Quinquenal implementado durante el gobierno del primer peronismo. El universo actual de alumnos en ambas escuelas alcanza a 400 alumnos por turno. fig.1

fig.2

Estos edificios forman parte del vasto e inédito volumen de obra pública relativa a la arquitectura escolar, realizada junto a otras temáticas funcionales por el Estado Nacional a lo largo de la Argentina durante esa época en función de políticas sociales de mayor redistribución de beneficios. Los edificios fueron elaborados con un reducido número de modestos prototipos y se encuadran según nuestra perspectiva en la categoría Serie Patrimonial elaborada por la UNESCO en la década del ´80, que adjetivamos situada por los diferenciados efectos según el contexto y sus condiciones. En este sentido, por el grado de carencias en la periferia de Resistencia la instalación de estos modestos edificios impulsa el inicio de formación de barrios más que consolidar lo urbano como sucede sincrónicamente en áreas centrales de Argentina (Fossatti, 2013).


Sin embargo, existe desconocimiento en la comunidad en general y educativa en particular, de las específicas condiciones de las que resultaron estos edificios, cómo se relacionaron con lo urbano y social, cómo eran sus condiciones materiales y forma de uso educativo y también social de los espacios. Por otra parte, si bien es situación crónica e histórica en Argentina el regular mantenimiento estatal de los edificios, también falta mejorar la participación y compromiso de la comunidad educativa en el resguardo de sus condiciones materiales y su mejor uso. Para mejorar la apropiación social y buen uso de estos testimonios históricos, y una optimización de la acción estatal en el mantenimiento de estos valiosos recursos, se diseñaron variadas instancias articuladas destinadas al relevamiento físico y detección de problemas, y a sesiones participativas para la concientización y difusión de sus valores y las posibles acciones para su resguardo. Se programaron actividades dentro de las siguientes dimensiones: organizativa-introductoria, técnica, cultural y conclusiva. Hemos dirigido el proyecto de carácter interdisciplinar integrado por doce representantes de distintos claustros y Facultades: alumnos avanzados y docentes de áreas técnicas y sociales de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad del Nordeste, alumnos de la carrera de Ciencias de la Educación y de Historia de la Facultad de Humanidades de la misma Universidad y un alumno de la carrera de Ingeniería en Sistemas de Información de la Facultad Regional Resistencia de la Universidad Tecnológica Nacional., quienes se distribuyeron en equipos para el relevamiento, procesamiento del material y tareas de apoyo en las sesiones de comunicación. Por parte de la Institución, los directivos fueron interlocutores para el acuerdo de estrategias y la programación general y los docentes de grado para el desarrollo de actividades durante las sesiones participativas.

DESARROLLO Encuadre histórico El Chaco era Territorio Nacional cuando se construyeron los edificios y en 1951 se convierte en provincia. Los Territorios Nacionales fueron institucionalizados a fines del siglo XIX con dependencia exclusiva del Estado Nacional en todos los órdenes, que realizó en el Chaco en el curso de seis décadas hasta mediados del XX, una escasa obra pública y solo ocho edificios escolares proyectados para ese fin, pese a las numerosas escuelas creadas funcionando en forma precaria y ruinosa ( Fossatti: 2004). El equipamiento escolar realizado a mediados del XX durante el primer peronismo en su mayor parte por el Primer Plan Quinquenal, produce en aquella época por su cantidad y distribución un importante impacto e inflexión histórica en el Chaco en lo territorial y social, siendo en general el primer edificio público nuevo y adecuado que se realiza en innumerables pequeños poblados y lo rural, mientras en Resistencia constituye el primer avance concreto y tangible en lo suburbano de la obra pública estatal ( Fossatti:2013).


Se realizaron en terrenos de una hectárea la mayoría, con una sólida construcción y la organización simple de un amplio programa tanto para escuelas urbanas y suburbanas en el caso de Resistencia, en función de una mayor redistribución social de beneficios con anterioridad solo reservados para escasas escuelas del área central como la biblioteca, Talleres de manualidades para ambos sexos, duchas, patio cubierto-comedor, cocina, casa para el director, etc. Por sus cualidades materiales y distributivas, estos edificios escolares en general han permanecido invariables en lo físico y espacial durante décadas, sufriendo recién las mayores ampliaciones y remodelaciones a partir de la implementación de la Ley Federal de Educación a fines del siglo XX, que afectaron en varias su calidad ambiental, a lo que se añade las consecuencias de la falta de permanente mantenimiento.

Proceso y resultados del desarrollo del proyecto Se realizó primero el reconocimiento de las condiciones y problemas, con la distribución de grupos de trabajo para ejecutar diferenciadas tareas en sucesivas sesiones en ambas escuelas, dotados de sistemas de medición manual y automático. Luego se confeccionaron planos actualizados para la programación de acciones sobre una base concreta por parte de directivos y el Ministerio de Educación provincial. El informe de la evaluación integral se constituyó con dos apartados correspondientes al diagnóstico de problemas detectados, y a la propuesta de alternativas superadoras. Fueron considerados los conflictos manifiestos o latentes, y la forma de uso del edificio por el peculiar estilo institucional1 (Fernández, 2001), resultante de entrevistas al personal del establecimiento además de observaciones sistemáticas. Los problemas detectados se agruparon de acuerdo a las siguientes categorías de análisis: condiciones de uso, condiciones constructivas, condiciones de confort y condiciones de higiene y seguridad, tomando como referencia a los Criterios y Normativas Básicas para Arquitectura Escolar elaborados para nuevas construcciones por el Ministerio de Educación de la Nación en 1997 aún vigente categorías elevadas a los directivos y al Ministerio de Educación. En las condiciones de uso se tuvo en cuenta el grado de obstáculo para la tarea institucional de algunas modificaciones y la degradación innecesaria de la tipología original. En las condiciones constructivas, se analizó el grado de deterioro, inexistencia o inadecuación de los elementos, teniendo en cuenta las sucesivas intervenciones. En las condiciones de confort se identificaron los factores que disminuyeron sus cualidades iniciales y su posible reversión. En las condiciones de higiene y seguridad se analizó la vulnerabilidad frente a siniestros y accidentes, el grado de higiene y el nivel de satisfacción al acceso universal. 1

Estilo Institucional: aquello que Lidia Fernández define que identifica notoriamente a cada Institución e impregna lo que dice y lo que practica.


Los resultados demostraron la falta de adecuación actual frente a siniestros como principal problema, además de numerosos locales con uso inadecuado y acceso ocasional, y el deficiente nivel de iluminación por la institucionalización de prácticas inadecuadas de protección para confort térmico. En cuanto a las sesiones participativas de concientización y difusión patrimonial, fueron organizadas en el segundo semestre en ambas escuelas en tres ciclos sucesivos hasta culminar con los grados superiores. En ellas se trabajó sobre los aspectos emocionales y sensoriales del Patrimonio, destacando su valor simbólico e identitario como testimonio y reforzando la apropiación a partir del reconocimiento y relato de sus propias experiencias, con la distinción entre patrimonio personal y colectivo como el caso de la escuela, cultural y natural, material e inmaterial. Otro objetivo de las sesiones fue propiciar la contextualización del patrimonio escolar como obra pública de una política en un lugar y tiempo concreto y el reconocimiento de sus cualidades materiales y espaciales, los cambios físicos por cambios educativos, a través de su contacto y recorrido interno y externo, identificando huellas que antes ignoradas ahora se resignificaron. Con posterioridad, con la consigna cuidar para conservar se puso en conocimiento y contacto directo con algunos problemas detectados y la necesaria participación con modestas acciones personales y grupales para su solución, como la colaboración en la higiene y uso responsable del edificio y sus instalaciones sanitarias, especialmente; la plantación de árboles nativos para mejorar el confort, entre otras. Fue motivador para el primer ciclo colorear variadas imágenes alusivas que luego siguieron trabajando con su maestra. fig. 3 fig. 4 fig. 5 Finalmente, se realizó la entrega formal a los directivos y áreas encargadas de la infraestructura del Ministerio de Educación provincial, del plano actualizado, diagnóstico y propuesta de mejora.

CONCLUSIONES El trabajo de extensión ha significado una experiencia intensa y rica, más allá de lo inicialmente programado. Ha propiciado por una parte la concreta transferencia de resultados de nuestra investigación histórica, práctica en la docencia y profesión, a través de la aplicación de criterios técnicos y de diseño para optimizar su uso y resguardo. Por otra parte, ha exigido en las sucesivas sesiones una reelaboración de sus contenidos, una aproximación diferente, sencilla y más adecuada en lo conceptual y procedimental respecto a lo patrimonial y ambiental a las peculiaridades de los distintos ciclos y también a cada estilo Institucional, siendo en uno de los casos nuestra producción un insumo del periódico escolar elaborado en el año 2015 por el festejo del centenario del establecimiento.


Replicaremos la experiencia en otras instituciones de la misma serie en el Chaco, por su importante significación histórica, para optimizar su valor como recurso público, uso social y apropiación barrial. El trabajo ha sido seleccionado por Prensa de Rectorado de la UNNE para su difusión en múltiples formatos y sitios de prensa provincial durante setiembre de 2015. Pies de figuras fig.1. Escuela Primaria nº 319, Fossatti, Maria Elena,2015 fig.2. Escuela Primaria nº 54, Fossatti, Maria Elena, 2015 fig.3. Sesión expositiva participativa-Primer ciclo, Escuela Primaria nº 54. Seba, José 2015 fig.4.Sesión de recorrido. Segundo ciclo, Escuela Primaria nº 319, Seba, José,2015 fig. 5-nenitos coloreando imágenes alusivas temáticas. Fossatti, Maria Elena, 2015

figura 1


Â

figura 2

figura 3

figura 4


Â

figura 5


BIBLIOGRAFÍA ALTAMIRANO, Marcos Antonio; SBARDELLA , Cirilo Ramón; DELLAMEA DE PRIETO ,Alba Nidia ;Actualización : Omar QUIROGA. 1994. Historia del Chaco; 2da edición actualizada, Cosmos Editorial. FERNANDEZ, Lidia. 2001. El análisis de lo Institucional en la escuela. Notas teóricas. 1º reimpresión. Paidós. Bs. As. FOSSATTI, Maria Elena. 2004. La arquitectura escolar chaqueña en la planificación del desarrollo peronista en XXIV ° ENCUENTRO DE GEOHISTORIA REGIONAL, IIGHI – Conicet, Resistencia 9, 10 y 11 de septiembre de 2004 FOSSATTI, Maria Elena. 2013. Arquitectura escolar durante el primer peronismo como serie patrimonial situada. Primer Congreso del Mercosur. Patrimonio del siglo XX: Presente y futuro, UNMDP- CICOP ARGENTINA, UNMDP, Mar del Plata, Buenos Aires, CD-ROM. ISSN 2314-3746. 10 páginas FOSSATTI, Maria Elena; Seba, José. 2015. Arquitectura: Escuelas del Plan Quinquenal, un patrimonio a cuidar y valorar en: Entrevista de José Goretta ( Rectorado UNNE), Diario Chaco 28 a 30/09/2015.http://www.diariochaco.com/noticia/arquitectura-escuelas-del-plan-quinquenal-un-patrimoniocuidar-y-valorar Ministerio de Educación de la Nación.1997.Criterios y Normativas básicas de arquitectura escolar. PUIGGRÓS, Adriana (dirección), BERNETTI, Jorge Luis y PUIGGRÓS, Adriana (1993). Peronismo: Cultura política y Educación (1945 –1955); Editorial Galerna, Buenos Aires Qué es un Plan Quinquenal. 1952 Presidencia de la Nación, Subsecretaría de Informaciones, Buenos Aires,


INVESTIGACION COMPARADA SOBRE GESTIÓN, NORMATIVA Y MEDICIÓN DE RESULTADOS QUE SE APLICAN ACTUALMENTE EN EL CENTRO HISTÓRICO DE LA PAZ

Autores: Giovanni Bello Gómez Susana Guidugli Gonzalo A. Garcia Crispieri Josefina Matas Musso


INTRODUCCIÓN El presente trabajo de investigación pretende realizar una propuesta de Gestión para el Centro Histórico de las ciudades de La Paz, Tarija y Valparaíso mediante una lectura analítica comparativa que permita una interpretación de la realidad actual, sin olvidarnos de la historia de cada una de las ciudades y los factores intervinientes determinantes de su identidad, territorio y paisaje. Para ello, se realizaron trabajos de investigación sobre la historia social de La Paz y Tarija, estudios de insoslayable valor para esta propuesta realizados gracias a los aportes de la fundación “emegece”. A partir de estos trabajos es que, se realizan las lecturas analíticas de los dos Centros mencionados, llegando a conclusiones que nos llevan a descubrir un legado patrimonial de alto valor, en este momento en riesgo. Para ilustrar esta información es que, se realiza el mapa de ubicación de los principales edificios patrimoniales y sus respectivas fichas descriptivas. Este cuerpo documental constituye la parte II del proyecto. A esto se suman las partes III y IV que tratan sobre las normativas y una propuesta de sensibilización patrimonial respectivamente. La propuesta de sensibilización patrimonial es realizada por un equipo de investigación de estudiantes de la Carrera de Diseño Gráfico y Comunicación Visual de la Universidad Católica Boliviana, que abordan este proyecto desde la metodología del “Desing Thinking”. Varios son los profesionales que contribuyen a este logro, entre ellos la Dis. Carolina Muñoz Reyes y el Lic. Javier Montaño, quienes de forma desinteresada se incorporan a este plan. La Diseñadora Carolina Muñoz tiene un papel de suma importancia en la elaboración de la Marca “Somos Grandes”, realizada por el estudiante Kevin Vera como Proyecto de Grado, Max Jauregui, Tamia Sisa Ulcaumgo, Lola Prado Cox y Victoria Beltrán Someda son los “investigadores juniors” que diseñan los juegos de sensibilización patrimonial para niños, jóvenes y adultos. La parte V y final constituye el corolario de esta investigación con la propuesta de Gestión. Cabe destacar en todo este proceso el trabajo incansable de coordinación del Director de la fundación “emegece” Arq. Gonzalo A. García Crispieri, al cual le doy mi más profundo agradecimiento por creer en mí y en este proyecto. De la misma manera agradezco el apoyo del Dr. Jesús Muñoz Diez, Vicerrector Académico Nacional de la Universidad Católica Bolivana “San Pablo”, quien mediante la convocatoria a “Pequeños Proyectos” lo consideró un aporte importante a la investigación del tema Patrimonial en Bolivia.

Arq. Josefina Matas Musso Docente Universidad Católica Boliviana “San Pablo”


APUNTES PARA UNA LECTURA ANALÍTICA DE LA CIUDAD DE LA PAZ Giovanni Bello Gómez Susana Guidugli Gonzalo A. Garcia Crispieri

Fotografía: Rubén Pacheco Vargas


INDICE

1.

Arqueología del Valle de Chuquiago

2.

Minería Inca en Chuquiago y la Conquista

3.

Chuquiago y La Paz: la ciudad india y la ciudad española

4.

La imagen auto impuesta de la ciudad española

5.

La ciudad india se enfrenta a la ciudad española: Tupac Katari

6.

El Barroco Andino y la arquitectura monumental en La Paz colonial

7.

Repasando dos Hitos Históricos para entender La Paz: La Junta

Guerra Federal (1898) 8.

La modernización de la ciudad de La Paz

9.

La Paz “Ciudad Maravillosa”

10.

Bibliografía

11.

ANEXO: Entrevista a Juan Francisco Bedregal

Tuitiva (1809) y la


1. Arqueología del Valle de Chuquiago Cualquier historia de la ciudad de La Paz debe pensarse a través de múltiples enfoques extra históricos. Aunque La Paz, como tal es una ciudad que tradicionalmente se ha considerado fundada por los españoles en 1548, hay que señalar que el valle de Chuquiago, lugar donde se fundó la ciudad, es un espacio con una larga memoria histórica, esto hace que también debamos pensar a la ciudad de La Paz como un intrincado tejido no solo histórico sino social que, como señala Thierry Saignes “se ha convertido en el crisol humano y social del país”1. Para comenzar hay que decir que tradicionalmente los investigadores, arqueólogos e historiadores se han referido a la historia de la ciudad desde sus raíces arqueológicas sin definir vínculos reales entre los restos arqueológicos hallados en la ciudad y su historia colonial. Ese hecho es interesante porque la búsqueda de las raíces prehispánicas, y más aún, pre incaicas de la ciudad se dieron en el siglo XX como una forma particular de historización de la identidad india de la ciudad y de su filiación a culturas tan antiguas como la tihuanacota, lo que hizo que no se tratara de entender, hasta hoy, el verdadero significado de la arqueología paceña. El trabajo arqueológico relacionado a Tihuanacu se dio a mediados de siglo en un contexto muy particular en que el nacionalismo trataba de buscar la identidad nacional a través de expresiones indias del pasado remoto en las que los bolivianos pudiéramos sentirnos identificados. Dentro de esas tendencias encontramos la figura de Maks Portugal, que como nos indican Vincent Nicolás y Pablo Quisbert, fue uno de los más importantes promotores de la arqueología nacionalista de la época2. Maks Portugal fue quien, trató de llevar adelante los primeros trabajos arqueológicos en el área metropolitana de la ciudad y, a partir de los restos materiales que halló en sus investigaciones trató de relacionar al valle de Chuquiago con su pasado tihuanacota. El trabajo arqueológico en la ciudad de La Paz de Maks Portugal es interesante porque en el periodo justamente de la revolución nacionalista del MNR encontró un famoso sahumador del periodo expansivo tihuanacota (en la nomenclatura de Ponce), que fue la piedra de inicio de toda la arqueología urbana posterior. Ese descubrimiento se hizo en el, joven barrio de Miraflores, en la avenida Busch, en el momento en que se estaba construyendo. Con el tiempo, Portugal fue encontrando varios restos materiales en el territorio urbano, por ejemplo cerámica en Chuquiaguillo, topos en la zona de Santa Bárbara, y restos de chulpares en Guitarrani3. Así Portugal marca el comienzo de la arqueología de la ciudad de La Paz, que fue continuada por arqueólogos más jóvenes.

1

SAIGNES, Thierry. “De los ayllus a las parroquias de índice: Chuquiago y La Paz”. En KINGMAN, Eduardo (Comp.). Ciudades de los Andes. Visión histórica y contemporánea. Quito: CIUDAD-IFEA, 1992. Pg. 88 2 Portugal participó, por ejemplo, en 1953, en la primera Mesa Redonda de Arqueología Boliviana patrocinada por el gobierno de la Revolución junto a los arquitectos Mesa-Gisbert y Dick Ibarra Grasso, entre otros Cp. NICOLAS, Vincent y QUISBERT, Pablo. Pachakuti: el retorno de la nación. Sucre: PIEB, 2014 3 PORTUGAL, Maks. “Arqueología de La Paz”. En: Arqueología boliviana, Primera Mesa Redonda. La Paz: Ministerio de Cultura, 1957. Pgs. 350-351


A continuación se presenta un cuadro hecho por el arqueólogo José Huidobro Bellido –quien trabajó con Portugal en la década de los ochenta- en el que se pueden ver los distintos materiales arqueológicos encontrados durante los estudios arqueológicos realizados en el territorio de la ciudad de La Paz:

Fuente: HUIDOBRO, José. “Prehistoria de la ciudad de La Paz”. En: Boletín Chitikolla No. 28. La Paz: Centro de Formación e Investigación sobre las Culturas Indias, 1986. Pgs. 4-5

A este cuadro, elaborado en los años ochenta se pueden añadir algunos otros descubrimientos arqueológicos recientes como el de las arqueólogas Karina Aranda y Pilar Lima, en el territorio de Villa Salomé, barrio ubicado en el área Este de la ciudad. En este último caso se trata de “un complejo funerario de filiación Tiwanaku”4. Ahora bien, la mayoría de los arqueólogos, pero especialmente los historiadores que han comentado estos descubrimientos no han podido desarrollar un esquema que dé sentido a estos hallazgos. Es decir, que éstos, si bien muestran que el valle de Chuquiago estuvo poblado intermitentemente por lo menos desde el siglo II d.C., no nos pueden decir nada acerca de un poblamiento estable o nada parecido que tenga conexión directa con las formas como se habitó luego el valle, ya en el periodo incaico y a inicios de la conquista.

4

Ibídem, Pg. 350


2. Minería Inca en Chuquiago y la Conquista Sabemos que el inca que conquistó el Collao fue el inca Pachacutec Inca Yupanqui, noveno Inca, que gobernó el imperio incaico a comienzos del siglo XV. No tenemos información certera sobre cómo los incas se asentaron por primera vez en el valle de Chuquiago, lo que sí es definitivo es que el valle les sirvió como lecho minero y la minería, especialmente del oro, se practicó hasta el momento en el que llegaron los españoles. Nuevamente en el caso del asentamiento incaico tampoco sabemos a ciencia cierta sobre las características de su instalación en La Paz, donde no dejaron ningún tipo de monumento que atestigüe su paso por el valle, pero en las crónicas de los encomenderos españoles llegados al Collao después de la conquista de Cusco, se encuentra información de ese asentamiento: Por esos documento sabemos lo siguiente: “Las ricas minas de aquella provincia del Collao están mas alia de este lago [Titicaca] que se llaman Chuquiabo. Están las minas en la caja de un río a la mitad de la altura hechas a modo de cuevas a cuya boca entran a escarbar la tierra [...]. Las gentes que aquí sacan oro podran ser hasta quinientos entre hombres y mugeres y estos son de toda esta tierra de un cacique veinte y de otro cincuenta y de otro treinta y de otro mas o menos según que tienen y lo sacan para el señor principal y en ello tienen puesto tanto resguardo que de ningún modo pueden robarse cosa alguna de lo que sacan porque alrededor de las minas tienen puestas guardas para que ninguno de los que sacan oro puedan salir sin que lo vean [...]. Hay otras minas adelante de estas y otras hay esparcidas por toda la tierra a manera de pozos profundos como de la altura de un hombre [...]. Pero las más ricas y de donde se saca más oro son las primeras que no tienen el gravamen de lavar la tierra.”5 Es evidente que el asentamiento de los incas en el valle se dio, en primer lugar debido a su búsqueda de oro, pero, además, se dio a través de instituciones indígenas particulares como la del mitazgo. Por ello queremos detenernos un momento en esa institución para que se pueda entender a cabalidad la significación de la anterior cita. El mitazgo fue una institución incaica cuyo concepto es usado hasta el día de hoy en los Andes para la organización y administración del trabajo comunitario, se basa en el trabajo por turno. Ese trabajo por turno generalmente es administrado por el Estado –en este caso el Estado Inca- y sirve como forma de administración del tributo hecho por los súbditos al monarca. Si bien los conceptos de monarca y súbdito son términos europeos nos sirven para graficar esa relación entre quienes pertenecían al Estado Inca y su relación con el mismo Inca. Pues bien ese tributo constaba por lo tanto en que los ayllus, o núcleos de parentesco, mandaran a varones jóvenes a realizar trabajos para el Estado como forma de pago. Ese trabajo solo duraba un tiempo y luego los trabajadores podían volver a sus comunidades. Además el pago del tributo a través de la mita no era un pago por exacción, porque parte de lo que se ganaba era para beneficio de los propios ayllus. En general el trabajo mitayo podía servir para administrar mano de obra en la minería así como en los más diversos trabajos. Por lo tanto, lo que se percibe de la cita anteriormente transcrita es que el trabajo de minería que se hacía en el valle de Chuquiago era un trabajo destinado a tributar al Estado. Ese hecho es importante porque muestra, por un lado, la importancia de la minería del valle pero, por otro, explica la facilidad con que ese trabajo luego pasó a manos de los españoles, pues estos ya tenían a su disposición mano de obra organizada.

5 Sancho de la Hoz cit. en CRESPO, Alberto, BAPTISTA, Mariano y de MESA, José. La ciudad de La Paz. La Paz: Alcaldía Municipal, 1989. Pg. 360


Así, una vez que ocurrió el ingreso de los españoles al Tawantinsuyo, el encomendero Francisco Pizarro, quien encabezó la conquista de Cusco en 1532, comenzó a viajar por el territorio conquistado. En realidad, como señala, entre otros, Teresa Gisbert, Pizarro se internó al espacio del Collao solo “porque desde la llegada de [Diego] de Almagro, [el Collao] se hallaba sin colonizar”. Pizarro necesitaba controlar el espacio del Collao porque, al decir del cronista Pedro Cieza de León, era “la mayor comarca a mí ver de todo el Perú y la más poblada”6. Entonces comenzó su viaje por el interior del Collao, territorio que como mencionamos en la cita de Gisbert, ya había sido expedicionado por Diego de Almagro. En ese primer viaje de Pizarro es que cobra conocimiento del valle de Chuquiago, que entre otros lugares que prometían riqueza en ese nuevo territorio, era conocido porque “a un lado de este sitio hay unas minas antiguas de oro, que el tiempo que los españoles descubrieron esta tierra las hallaron pobladas y el Marqués Don Francisco Pizarro, primer descubridor y conquistador de este reino, las labró y benefició y sacó de ellas mucha cantidad de oro por sus mayordomos y criados”7. Las citas, transcritas arriba, corresponden a las crónicas de españoles que hicieron parte de las primeras expediciones de los colonizadores en tierras del Collasuyo (Diego Cabeza de Vaca y Sancho de la Hoz) y por lo tanto muestran la importancia que tuvo la locación de la ciudad, es decir el valle de Chuquiago, antes de que haya sido fundada por los españoles en 1548. Decimos esto porque, al igual que lo mencionado sobre la arqueología nacionalista de La Paz, es relevante señalar que la importancia de La Paz no solo se remonta al momento en el que se funda como ciudad de españoles, sino que como espacio geográfico fue reconocida por los conquistadores a su llegada al Collasuyo. Como dice Thierry Saignes, no solo su condición de lavadero de oro sino “su admirable situación geográfica (…) [que] se encuentra al cruce de tres zonas ecológicas sobrepuestas según el gradiente altitudinal: en las punas, pastos para los camélidos (lana y charque), cultivos de tubérculos y leguminosas; en el mismo valle y en los vecinos, maíz y en los yungas internos y externos, coca y frutos tropicales”8 hacen del valle de Chuquiago un lugar especial. También es considerable detenernos en los conceptos de “encomendero” y “encomienda”. Como se verá en seguida, la institución de la encomienda es muy importante respecto a la fundación de la ciudad española de La Paz. La encomienda fue la primera forma de administración de las tierras conquistadas por los españoles. Se trata básicamente de la tierra que el explorador hace suya y sobre la que tiene derecho, incluidas las riquezas naturales que contenga y la mano de obra que la sostenga. La corona española, en el momento de las primeras conquistas, no estaba en la capacidad de administrar estatalmente todas las tierras que los expedicionarios españoles iban penetrando. Por eso, en una primera época, los expedicionarios, devenidos en encomenderos, fueron los amos y señores del territorio descubierto, pero al mismo tiempo, debido a la fragilidad de su empresa de conquista, debían ser muy cuidadosos y prever políticamente los sucesos que pudieran poner en peligro lo que habían conquistado. Justamente esa debilidad de las primeras encomiendas fue la razón para que sucediese en los Andes uno de los primeros levantamientos contra el mismo Estado español. Diego de Almagro, quien conformó el grupo expedicionario de Pizarro en la conquista de Cusco, recibió como encomienda el territorio de la actual República de Chile, llamada Nueva Toledo, territorio inhóspito que no le satisfizo. Como dijimos, Almagro fue quien primero pasó, en su ruta hacia el sur, por los Andes Centrales (el Collasuyo) y fundó los primeros asentamientos españoles en este territorio, como el asentamiento de Paria, en territorio de lo que hoy es Oruro.

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Cieza de León cit. en BEDREGAL, Juan Francisco. Tras el oro de Chuquiabo. La Paz: Cima-Concejo Municipal de La Paz, Pg. 26 7 Diego Cabeza de Vaca cit. en ESCOBARI, Laura. Producción y comercio en el espacio sur andino s. XVII. La Paz: Embajada de España, 1985. Pg. 108 8 SAIGNES, Thierry. Op. Cit., Pg. 57


Almagro, debido a su descontento por la poca fertilidad de las tierras que le fueron encomendadas, se enfrentó a Pizarro, contra quien se levantó en armas creando un bando de españoles también expedicionarios. Esa primera guerra civil entre españoles acabó con la muerte de Almagro en 1538 y con la muerte del propio Pizarro en 1541, a manos del hijo de Almagro, conocido como Diego de Almagro “El Mozo”. Pero a su vez, debido a que la encomienda se había mostrado como una forma ineficaz de administración (ineficaz e inhumana para con los indios) la Corona Española promulga las que son conocidas como las “Leyes Nuevas” de 1542, que eliminaban los privilegios de los encomenderos. Por ese motivo el hermano de Francisco Pizarro, Gonzalo, se levantó en armas contra la Corona y fue vencido por el pacificador español Pedro de la Gasca en 1548. Como señala Juan Francisco Bedregal, ya algunos años antes de su muerte, en 1540 Francisco Pizarro pasó por el valle de Chuquiago fundando, según Bedregal, “Pueblo Nuevo” en el valle de Chuquiago, la que sería, según el mismo autor, la verdadera fundación de la ciudad española: “Cerca del Titicaca, o junto a los pueblos de Tiaguanaco, o de Guaqui. Pero se quedará fundada en el asiento y aposentos del valle de Chuquiago, que fue donde, en los años pasados se sacó gran cantidad de oro de mineros ricos que hay en este lugar. Los incas tuvieron por gran cosa a este Chuquiabo […]”9 Después de su estadía en el valle de Chuquiago, Pizarro pasó hacia el sur y mandó, en 1540, a algunos de sus tenientes a que se funde La Plata, hoy conocida como Sucre. Sobre esta “verdadera fundación” de la ciudad española de La Paz hay dos hechos importantes que señalar. En primer lugar, como dijimos, la historia de la guerra civil en torno a la encomienda es importante comprenderla para entender la fundación de la ciudad española de La Paz porque la historia oficial cuenta que ésta se fundó a orden del pacificador español Pedro de la Gasca en conmemoración al fin del levantamiento de Gonzalo Pizarro. Como vimos, el año de la derrota de Pizarro, 1548, es el mismo año de la fundación de La Paz. En realidad es muy posible que ya se haya fundado la ciudad ocho años antes, por parte de Pizarro (fundación que evidentemente podría ocultarse a propósito, por la oficialidad española contra la que se había levantado Pizarro). Como segundo hecho importante relacionado a la supuesta “verdadera fundación de la ciudad”, la visita de Pizarro a Chuquiago marcó la adjudicación para sí del trabajo mitayo que hasta ese entonces había sido para el Estado Incaico. Pizarro hizo intensivo el trabajo de explotación de la minería de oro en Chuquiago y agotó el mineral que bajaban por el valle en algunos años, hasta poco antes de la fundación de La Paz tal como se la conoce. Además, debemos dejar sentado que esta “primera fundación”, propuesta por Juan Francisco Bedregal, se extiende a que, en realidad, en la primera visita de Pizarro a Chuquiago, ya había en el valle una ciudad incaica y que esa ciudad habría sido el barrio que hasta hoy conocemos como Churubamba y que tiene como núcleo la plaza Alonso de Mendoza. Según Bedregal, la concepción de ciudad en el incario era muy distinta a como la concebían los españoles, y por lo tanto se podría decir que las ciudades incaicas en realidad funcionaban como monumentos simbólicos que hacían referencia al Estado incaico. Así, Bedregal señala que se puede decir que Churubamba era una construcción urbana incaica que trataba de emular la estructura de la ciudad del Cuzco, hecho comprobable hasta hoy, según el autor, dada la “constelación urbana” (la estructura urbana) de ese barrio. Pero no solo esta idea es polémica sino que Bedregal señala que en realidad esa “primera fundación” de la ciudad española, hecha por Pizarro, habría estado denominando a Churubamba. Así, esa región habría sido, consecuentemente, el escenario del primer establecimiento de la ciudad de los españoles en 1548. Esa discusión en realidad es más antigua, y como se puede percibir en los textos de José de Mesa sobre la fundación de La Paz, se trata de una polémica entre quienes piensan que la ciudad se fundó alrededor de la Plaza Murillo y quienes piensan que se la hizo en Churubamba. 9

BEDREGAL, Juan Francisco. Op. Cit., Pg. 26


Mesa, por ejemplo, es partidario de la primera tesis, y al respecto dice que la prueba es que el damero (la organización simétrica de las calles) en el actual “casco urbano” ha sido hecho a imagen y semejanza de las ordenanzas españolas. Además, remite a pruebas como el hecho de que la iglesia de La Merced, construida tempranamente cerca a 1586, está a una cuadra de la Plaza Murillo. Al respecto, Mesa recuerda que “los mercedarios tenían real provisión de edificar sus conventos en las ciudades americanas a no más de una cuadra de la plaza mayor”10, lo que demostraría el hecho de que la Plaza Murillo fue desde siempre la plaza central de la ciudad española de La Paz. Este debate, en todo caso, es importante porque tiene que ver – como vimos respecto a las teorías polémicas de Juan Francisco Bedregal- con la doble faceta de la ciudad de La Paz, su faceta española y su faceta india. Como señala Saignes, en primer lugar hay que decir que la supuesta fundación de la ciudad por motivos netamente prácticos como el clima, que hacía que sea “lugar más abrigado, junto a un rio pequeño de buena agua”11, y su ubicación “entre Cusco y Potosí”, es dudosa. En realidad Chuquiago era, como vimos, un lugar importante de trabajo minero y asentamiento indígena, y como señalan, entre otros, Laura Escobari y Juan Francisco Bedregal, La Paz no estaba a medio camino entre Cuzco y Potosí porque para llegar a ella había que desviarse del camino directo entre esas dos ciudades12. Por lo tanto, la importancia del asentamiento de mitimaes incaicos en el valle de Chuquiago no podría haber pasado desapercibida a la hora de tomar la decisión de fundar la ciudad española. En segundo lugar, es importante señalar que ya después de la fundación de 1548, paralelamente a la ciudad de La Paz se creó un espejo urbano muy grande que fueron las reducciones indias de Santiago de Chuquiago, San Pedro y la parroquia de San Sebastián - Churubamba, reducciones y parroquia indias que estaban al lado de la ciudad española y que son tanto o más importantes que la ciudad misma en cuanto a su población como a su influencia respecto a la otra ciudad con la que se relacionó de forma conflictiva durante toda la colonia.

3. Chuquiago y La Paz: la ciudad india y la ciudad española Según lo menciona Saignes, no podemos olvidar que los caciques que administraban el trabajo indio en la extracción de oro en la época de la primera visita de Pizarro eran dos: Quirquincho y Uturunco. Esos dos caciques probablemente administraban de forma diferenciada el trabajo de los mitayos que tributaban al Estado, en la parcialidad mayor, aymara parlante de Churubamba (donde hasta hoy se encuentra el tambo del cacique Quirquincho), y los mitayos, quechua parlantes, que explotaban oro en el lecho del rio. Saignes llega a conjeturar que probablemente el cacique Quirquincho haya administrado el trabajo de extracción dentro la tierra (trabajo relacionado a su simbolización aymara como armadillo) y Uturunco (nombre quechua de un felino andino parecido al puma), habría administrado el trabajo de extracción en el lecho de los ríos. En ese sentido, Saignes refiere que según la información que se tiene de los lugares de origen de los indios que luego fueron reducidos por los españoles en Santiago de Chuquiago, San Pedro y en Churubamba, es evidente que esas reducciones también respondían a divisiones de parcialidades andinas: la parcialidad “mayor” (Churubamba) habría estado integrada por población mitimae quechua parlante y la “menor” (Santiago y San Pedro, es decir Chuquiago como tal) habrían estado probablemente constituidas por mitimaes aymara parlantes, de los que, como señala Saignes “la identificación de la pertenencia étnica […] sigue totalmente enigmática”13. 10

CRESPO, Alberto, BAPTISTA, Mariano y de MESA, José. Op. Cit., Pg. 400 cit. en CRESPO, Alberto, BAPTISTA, Mariano y de MESA, José. Ibídem, Pg. 379 12 “Por su ubicación, la ciudad cuando menos no reúne uno de los motivos que La Gasca había tenido en cuenta al disponer la fundación, o sea el de servir como punto de enlace entre Cuzco y Charcas. Para los viajeros, comerciantes o no, entrar en La Paz significaba un desvío innecesario”, Alberto Crespo cit. en ESCOBARI, Laura. Op. Cit., 1985. Pg. 108 13 SAIGNES, Thierry. Op. Cit., Pg. 67 11


Al respecto, debemos señalar que la reducción es otra institución española importante para entender esta historia, porque, entre otras cosas, como también lo destaca Saignes, en la colonia en Sudamérica solo se dieron dos casos en que una ciudad española importante se fundó al lado de una reducción india, La Paz y la Ciudad de Los Reyes (la actual Lima), que fue fundada al lado de la reducción india de Santiago del Cercado. Las reducciones consistían en la concentración de indios que estaban diseminados en comunidades dispersas en un solo asentamiento y se instituyeron bajo el gobierno del virrey Francisco de Toledo, quien además de instituir la reducción, también instituyó para beneficio de la Corona española la mita y otras prácticas administrativas incaicas. De hecho Toledo participó del proceso de reducción de San Pedro y Santiago de Chuquiago en su paso por La Paz14. Así, estas reducciones pasaron a ser la parte india de La Paz, cuando, en realidad, la ciudad española de La Paz se “prestó” el territorio de Chuquiago para existir. Esa relación, nos dice Saignes, es muy compleja, porque, en primera instancia, durante los primeros años de la existencia de las reducciones, varias jurisdicciones se disputaron su administración. Y aunque las reducciones permanecieron autónomas de la ciudad española, ésta tenía la intención de expandirse sobre el territorio agrícola de las primeras. Si bien Toledo ofreció a los habitantes de las reducciones incluso la restitución de ciertas tierras que ya les habían sido arrebatadas, pronto la ciudad española se extendió y se adjudicó el espacio de vida de estas reducciones indias a las que, además, las quería incluir, en disputa con otros corregimientos (Sicasica, Pacajes, Omasuyos y Larecaja) como un simple barrio de indios. Pero la expansión de los dominio blancos sobre el territorio de las reducciones, con el fin de abarcar mayores terrenos de cultivo, fue compleja porque a mediados del siglo XVII, una vez que se impuso las reformas toledanas de forma estricta en los Andes, La Paz se convirtió en un refugio de población india yanacona y de fugados de la mita. La población yanacona era población india que no pertenecía a ningún ayllu y que se caracterizaba por ser mano de obra especializada. Ya en el siglo XVII, mucha población india vivía y habitaba la ciudad blanca cumpliendo el servicio doméstico de la ciudad. Por lo tanto, la división entre las dos ciudades se fue complejizando e incluyendo a la población india al mercado de tierras, como muestra Saignes. No solo los españoles empezaron a comprar o exaccionar tierra a los indios de las reducciones, sino que también los indios compraban tierras a los españoles, integrándose al mercado de tierras, es el caso del siguiente ejemplo, que data de 1598: “Guiomar Choquehuanca india soltera natural del pueblo de achacachi, residente en esta ciudad... doy en venta real... a don alonso de leon... dos suyos e pedacos de tierras de sembradura que tengo e poseo el rio avajo desta ciudad avajo del pueblo de san pedro que eran de los herederos de don diego carani cacique de dho pueblo de que tengo título de composición con Su Magestad... en 300 pesos corrientes (15.IX.1610, ALPRE, (0420)”15.

Hasta aquí tratamos de dar una visión general de lo que refiere a la fundación de la ciudad y los distintos problemas historiográficos que se dibujan al hablar de su relación con Chuquiago. Pero también queremos referirnos a las caracterizaciones típicas de la ciudad española. Para comenzar hay que decir que la ciudad española era muy reducida. A diferencia de los 500 habitantes indios de Chuquiago que refiere Diego Cabeza de Vaca, la población blanca, tal como refiere por ejemplo Vázquez de Espinoza en 1618, era apenas de 200

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Así lo señala Saignes: “Sabemos que ‘el pueblo de indios de San Pedro y Santiago de Chuquiabo’ fue edificado en 1573 y ciertamente fue visto por el virrey Toledo durante su estancia paceña el mismo año”. Ibídem, Pg. 66 15 Ibídem, Pg. 74


vecinos españoles16. A su vez, el espacio geográfico de la ciudad era reducidísimo. Las fronteras de la ciudad española eran la actual calle Bueno hacia el sur, la actual calle Catacora hacia el este, la actual calle Yanacocha hacia el norte y el rio Choqueyapu hacia el sur, limites, además, casi idénticos a los considerados actualmente para el “Casco Urbano Central”. Por otra parte, estaba la zona de San Sebastián - Churubamba, que estaba considerada, como ya se mencionó, parroquia de indios y las ya suscritas Santiago de Chuqueyapu, que estaba en la parte noroeste del rio Choqueyapu, San Pedro, que se extendía hacia el sur oeste de la actual ciudad y hacia la parte este de la ciudad estaban Santa Bárbara, Poto Poto y Pampahasi, entre otros. Todas estas zonas estaban pobladas (llamadas poblaciones “extramuro”) y a menudo las historias de la ciudad de La Paz solo se refieren a la ciudad española, siendo en realidad, como dijimos, la parte india más poblada y extensa. El rio Choqueyapu y los ríos circundantes hacia el sudeste y el norte (Apumalla y Mejahuira), que dividían a la ciudad española de las reducciones, la parroquia y los pueblos de indios estaban cruzados por varios puentes17:       

Puente Churubamba o Concebidas (Actual Plaza Pérez Velasco). Puente de las Recogidas Antiguas (Actual final de la calle Ayacucho). Puente de San Francisco (Actual final de la calle Jenaro Sanjinés). Puente de la Merced (Actual intersección de las calles Illimani y Bueno). Puente de la Riberilla (Actual intersección de las calles Mercado y Bueno). Puente de Coscochaca (Actual intersección de las calles Manco Capac e Illampu). Dos puentes sobre la actual calle Murillo. “Y alrededor de la ciudad, por lo menos durante los siglos XVI y XVII, estaba compuesto por muchas haciendas y espacios de cultivo, muchos de ellos propiedad de los españoles que, por un lado habitaban la ciudad desde su fundación y que fungieron como pequeños encomenderos, y, por el otro, nuevos vecinos que necesitaban extender sus tierras de cultivo y diversificar su producción. Por eso, algo que se resalta a menudo de la etapa posterior a la de la fundación de la ciudad española es la existencia del cultivo, en las haciendas, de vid, maíz, hortalizas y frutas18.

16 Vázquez de Espinoza cit. en CRESPO, Alberto, BAPTISTA, Mariano y de MESA, José. Op. Cit., Pg. 436 17 Ibídem, Pg. 423 18 Es interesante señalar que tanto Mesa (CRESPO, Alberto, BAPTISTA, Mariano y de MESA, José. Op. Cit., Pg. 382) como Escobari (ESCOBARI, Laura. “Entre Lima y Potosí, el comercio colonial en La Paz”. En: 450 Años de Historia de la Ciudad de La Paz (Fascículos

Grabado de Genaro Ibañez, recuperado por Juan Francisco en el que se puede ver uno de los puentes que unian Bedregal, a las dos ciudades antes del embovedado del rio Choqueyapu.


Saignes señala al respecto que en realidad la diversificación agrícola estaba sustentada en el hecho de que los nuevos habitantes buscaron, tempranamente, hacer frente a la anquilosada economía de los encomenderos, “los catorce firmantes, ‘vecinos encomenderos’, ya no constituyen la mayoría de los habitantes: otros se han lanzado en la puesta en valor del hinterland agrícola (estancias de ganadería arriba y chacras de viñas y huertas en los valles) y sobre todo, en el comercio interregional (coca, vino, maíz) que provea ingresos ingentes”19

4. La imagen auto impuesta de la ciudad española Lo cierto es que la ciudad empezó a forjar una imagen de sí misma. Junto a la producción agrícola pequeña de los alrededores, también tuvo una temprana vocación por sustentarse en la economía de la coca. De hecho, la descripción hecha, entre otros por Mesa, Saignes o Bedregal de la ciudad como “modo en virtud de que trascendiendo hacia el Antisuyo” el camino que la unía al Lago Titicaca “tiene dos determinaciones importantes hacia los yungas por el Takesi [camino incaico]”20 concreta la relación que tuvo la ciudad con los yungas donde se producía coca para el consumo indigenal de toda la región Colla. En general el trabajo hecho por los indios, tanto en la ciudad –los yanaconas en el servicio doméstico y artesanal- como en el cultivo de la coca era trabajo obligatorio para pagar tributo a la corona21. La Paz, fue un lugar de importante mercadeo de coca y otros productos. Como señala Laura Escobari, La Paz tenía una importante inclinación al comercio en general, y no en vano en las actas capitulares de la ciudad “solicitan a La Gasca a obligar a todos los viajeros, comerciantes o no, que se dirigieren a Potosí o a Los Reyes […] pasar por la ciudad”. Al respecto, La Paz tenía una importante red de tambos, construcciones de origen prehispánico usadas para descansar en los caminos de viaje y para acumular productos agrícolas destinados a la administración estatal y ya en el momento de la fundación de la ciudad existía en Chuquiago el tambo del cacique Quirquincho que era de uso incaico. Al igual que los tambos que definieron la identidad de la ciudad22, como mencionamos respecto a los yanaconas, la vocación temprana por la producción artesanal también tuvo un papel relevante en la construcción de su identidad. Sobre esto último, un ejemplo bastante gráfico es el de los obrajes, institución de producción de tela en la que queremos detenernos para mostrar el tipo de especialización productiva que tuvo la ciudad española en sus orígenes. En La Paz, el primer obraje fue el de Juan de Rivas construido en periódicos). La Paz: INDEAA-La Razón, 1998) se sorprenden de la rápida diversificación de la producción agrícola de los alrededores de la ciudad porque, como creemos, esta demostraría que La Paz desde sus primeros años de vida no fue mono productora. Como señala Saignes, esa diversificación se hizo, no como una iniciativa ingenua, sino como una respuesta a la economía encomendera y a través de la exacción sobre el territorio indígena. 19 SAIGNES, Thierry. Op. Cit., Pg. 65 20 BEDREGAL, Juan Francisco. Op. Cit., Pg. 35 21 Como señala Escobari, ya a fines del siglo XVIII hubieron, entre otras, revueltas indias en Zongo, en los yungas, por el abuso en la exacción que significaba la producción de coca para el pago de tributo Cp. ESCOBARI, Laura. Op. Cit., 1985. Pg. 108 22 Como un comentario marginal, hay que señalar que muchas de estas caracterizaciones de La Paz, como veremos rápidamente más adelante, permanecen aun hoy casi intactas en el imaginario de la ciudad. Por ejemplo el tambo siguió siendo durante el siglo XX un espacio importante del imaginario literario de La Paz y tanto Jaime Saenz, como René Bascopé, e incluso Victor Hugo Viscarra, en sus crónicas de la marginalidad urbana de fines de siglo, señalan en los tambos espacios liminales entre el mundo rural y el mundo de lo urbano.


1565. Contaba básicamente con un batán que funcionaba con tecnología hidráulica y que servía para el aplanado de los tejidos. Los obrajes fueron instituidos al principio de la colonia y su ordenamiento fue regulado por varias legislaciones, especialmente las del virrey Toledo, que establecieron entre otras muchas cosas, la forma en la que debían funcionar y el trato que se debía dar a los trabajadores. Cabe señalar que no todos los obrajes tenían mano de obra mitaya, pero los que no la tenían empleaban mano de obra perteneciente (al principio) a las encomiendas por lo que era bastante similar. Según Money la historia de los obrajes en La Paz se divide en dos: 

El florecimiento de la industria textil (hasta la expulsión de los Jesuitas y las rebeliones indígenas, 1767, 1781).

La supervivencia y crecimiento de los obrajes en Oruro y especialmente Cochabamba posteriores a 1767.

Pero el gran cambio sobrevino con los curas Jesuitas, quienes desarrollaron mecanismos (Qilqado) efectivos para la organización de la mano de obra e implementaron secuencias al proceso productivo, dividiendo las especializaciones en el trabajo del obraje. En el caso de la implementación de secuencias en el proceso productivo, los jesuitas introdujeron el teñido y el frisado. Esta vocación, como se ve por el trabajo manual y especializado, sumado, como dijimos, a la importante afluencia de yanaconas e indios especializados a la ciudad fueron los que le dieron a La Paz la fama, conservada en la actualidad, de ser una ciudad mestiza, eminentemente artesanal. Junto a su vocación artesanal, La Paz también tuvo desde una inclinación comercial ligada directamente a la primera. Es importante resaltar que al ser lugar de tránsito obligado, como señalamos anteriormente, La Paz desarrolló una importante actividad comercial porque a la vez que recibía muchos productos de Cuzco era un centro de distribución de la producción de los obrajes y de la producción indígena de coca. Escobari nos cuenta respecto a esta tradición comercial: “Fuera de la importación de productos de origen cuzqueño, la ciudad de La Paz importaba todo género de productos de Castilla que llegaban a través del Cuzco y de Arica, como ser telas de bramante, estameñas, lanillas de colores, rasos, terciopelos, brocatos, cotenses, cintas, telas de algodón, botones, cuchillos, dedales, sortijas y alfileres de Alemania, encajes e hilos de Flandes, cuchillos de Toledo, papel de Génova, medias de Bruselas, porcelana de Sevres”. (…) La comercialización de productos se hacía por medio de arrieros dueños de recua que tenían ‘piaras’ o recuas de ocho a nueve mulas o llamas arreadas por peones. Los mercaderes hacían las transacciones con los arrieros ante notario detallando perfectamente todos los productos que enviaban. Los mercaderes crearon redes importantes de comercio entre ciudades por medio de contratos llamados ‘de compañía’ (…) Los mercaderes más importantes tenían sus tiendas en la calle Comercio (…)23”

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ESCOBARI, Laura. Op. Cit., 1998. Pg. 2


5. La ciudad india se enfrenta a la ciudad española: Tupac Katari Como señala José de Mesa, todo este desarrollo, principalmente descrito para la ciudad de blancos (que como vimos estaba compenetrada profundamente con las reducciones de indios), llevó a que La Paz tuviera una “época de esplendor” hacia mediados del siglo XVIII. Pero un suceso importantísimo iría a desbaratar las estructuras de la sociedad colonial andina de la época, y especialmente la configuración de la ciudad de La Paz: el Cerco de 1781.

Célebre cuadro del Cerco de La Paz elaborado por el pintor Florentino Olivares. Custodiado en la casa museo de Pedro Domingo Murillo, éste es una copia del original, actualmente desaparecido, que fue pintada en el siglo XIX, varios años después del Cerco.

Este suceso es trascendental, especialmente en lo que se refiere a la dualidad expuesta por Saignes de la ciudad de La Paz y Chuquiago. Este cerco es el momento en el que la tensión, derivada de esa dualidad, explota y las características de la ciudad tal como se había ido desarrollando hasta aquella época son puestas a prueba. No nos compete hacer aquí una descripción detallada de lo que fue la rebelión de Tupac Katari en 1781, dado, entre otras cosas, a que su marco de acción es mucho más amplio que la ciudad de La Paz. Es importante señalar, junto con Sinclair Thompson que el Cerco de La Paz es una parte de una red de acontecimientos que ocurrieron a principios de la década de los ochenta del siglo XVIII como parte de la reacción a la crisis que estaba sufriendo la institución del cacicazgo andino y fundamentalmente a las reformas borbónicas emanadas desde Madrid. Las reformas borbónicas son políticas impuestas por la corona bajo la casa de los Borbones, apellido que asciende al trono de España de la mano de Felipe V dado que su tío, el rey Carlos II no tuvo descendencia. Las Reformas Borbónicas, entre otras cosas, instauraron un régimen de administración estatal racionalista el ilustrado, típico de la época y el ambiente intelectual de Francia.


Frente a estas políticas administrativas, que hacían más rigurosas las políticas administrativas coloniales frente a la laxitud que las había caracterizado, los indios en los Andes se sintieron afectados pues el llamado “pacto colonial” que tanto les había costado construir estaba siendo destruido. El levantamiento de Katari, en consonancia con el de Tupac Amaru de 1780 en el territorio del Cuzco (y un tiempo después del de Tomas Katari), responde a este clima de disensión con la corona española. Como ha mencionado a menudo Thompson, estas rebeliones no estaban enarbolando un proyecto independentista por parte de los indios sino que estaban inspiradas justamente en el respeto que los indios había adquirido por las formas como se relacionaron a las normas coloniales. Así, el Cerco a la ciudad de La Paz, como expresión máxima del alzamiento de Katari se dio también como una manifestación violenta contra los españoles a quienes los indios recriminaban el abuso que infringían y el irrespeto a los mismos tratos que habían suscrito con ellos. En ese sentido, la tensión existente entre las reducciones de indios y la ciudad de blancos quedó plasmada de forma sangrienta y violenta: por parte de las poblaciones indias de extramuro no se dio tregua a los ejércitos de la ciudad y, al mismo tiempo, en la ciudad también se hizo gala de la violencia para castigar a los indios sublevados. Una de las características de la rebelión de Katari, originario de la región de Ayo Ayo, fue su directa conexión con la rebelión de Tupac Amaru en el Perú. Pero aunque ambas, hayan estado relacionadas a las políticas borbónicas de administración estatal y mas allá de los reclamos coyunturales respecto al incremento de impuestos o la intensificación de la mita, el levantamiento de Amaru y Katari tuvieron la intención de restaurar el gobierno Inca. Amaru no perdió de vista la alianza con los criollos, pero la rebelión liderada por Katari tuvo un cariz más radical y en primera instancia trató de seguir los lineamientos de la rebelión de Amaru, a quien consideraba su legitimo líder –Katari se consideraba un virrey de Amaru-, rápidamente la rebelión en los Andes Centrales tuvo un carácter de total aniquilamiento de la población española. Los reclamos de los rebeldes estaban centrados en la figura de los corregidores así como en los administradores de los impuestos coloniales. Los corregidores eran administradores políticos coloniales de pueblos y ciudades que aparecieron en parte como consecuencia de la extinción de la encomienda en el siglo XVIII. Un factor característico de los corregidores, que es necesario resaltar, es que este puesto, como otros en el marco de la política barroca, a menudo se compraba. La compra de un puesto administrativo de este tipo obligaba pues al corregidor de turno a recuperar económicamente la inversión que había hecho para la obtención de su puesto, lo que los llevó durante todo el siglo XVII y XVIII a imponer entre los habitantes indios de sus corregimientos los llamados “repartimientos”, que consistían en obligar a los indios a consumir productos generados en el mismo corregimiento por lo que debían pagar al corregidor sumas importantes. Este, como otro tipo de abusos, fueron los que terminaron de dar a la rebelión de Katari el tono radical que tuvo. En la ciudad de La Paz, en el periodo del Cerco, habitaban varios corregidores, y pidiendo su cabeza fue que los rebeldes se acercaron a la ciudad en más de una ocasión durante ese proceso. Por ejemplo en Testimonios del cerco de La Paz María Eugenia Siles del Valle describe una de las visitas de Katari a la ciudad desde su base central en lo que actualmente es la ciudad del Alto: “Venia el caudillo con una comitiva de cuatrocientos a quinientos indios armados, algunos a caballo y en gran silencio, que se transformó después en tremenda gritería, salvas de escopeta, hondazos y agitar banderas. La indumentaria de Katari era como la que usaban los incas ‘El Tupac Katari, dice Diez de Medina, bajó con mascaroncillos dorados en cada rodilla, que llaman mascaipachas y un sol al pecho como acostumbraban los incas (ofrecen las paces mediante condiciones tan exageradas que le Comandante [Segurola] las supone inspiradas por la embriaguez’ (…) Las condiciones de paz que ponían los alzados


consistían nada menos en que se les entregara a los Corregidores (cuatro eran los que estaban en la ciudad), a los hacendados y a los aduaneros, así como las armas de fuego; además exigían el derrumbe de las trincheras y el reconocimiento de Tupac Amaru como rey”24. Como se ve, el carácter solemne de su visita y el adorno de su vestido muestran el reconocimiento de Katari con el incario y el levantamiento de Amaru, pero también, en las exigencias de los levantados se nota su extrema radicalidad. Como señala Sinclair Thompson, esta radicalidad y el cerco mismo de la ciudad, ocurrido durante 9 meses de 1781, se dio fundamentalmente porque los alzados tenían plena confianza en el movimiento surgido desde Cuzco: “La respuesta a la pregunta de Jan Szeminski sobre el antagonismo y la violencia en 1781 –¿por qué matar al español?- es que los indios mataron españoles –es decir mestizos y criollos tanto como europeos- porque la mayoría de ellos habían rehusado a unirse al Rey Inca y se habían situado políticamente en el bando opuesto”25. En ese sentido, el cerco y la violencia radical contra la población española (que cobró muchas muertes, por ejemplo, en el levantamiento en Sica Sica) no surgió como consecuencia de los problemas internos de las poblaciones en donde convivían los indios y los blancos (cosa que ocurría en la ciudad de La Paz) sino como parte de un proyecto político ambicioso. Así, la violencia del cerco a La Paz –en el que murieron, según Mesa, 10.000 españoles- estuvo enmarcada en el amplio proyecto de Tupac Amaru y de Katari. Pero más allá de eso, el bando de Katari no tuvo un carácter necesariamente antimonárquico pues tanto la monarquía como el catolicismo eran respetados. Se trataba de un proyecto político para eliminar el mal gobierno. En ese sentido, los problemas internos de poblaciones como La Paz fueron enfatizados por la lucha contra los q’aras26, lucha que en la ciudad tuvo un rostro muy particular. Como se puede sospechar, el espacio indio de las reducciones al lado de La Paz no fue del todo afectado, aunque por ejemplo, se refiere que los rebeldes saquearon la iglesia de San Pedro y la quemaron, junto a la iglesia de San Sebastián. Pero particularmente los poblados de extramuro como Poto Poto (el actual barrio de Miraflores), Pampahasi o Santiago de Chuquiago fueron bastiones fuertes de los indios levantados. Otro ejemplo que se encuentra en los diarios del cerco se refiere a la lucha que se dio entre las tropas de los indios levantados en Poto Poto, Santa Bárbara o Santiago de Chuquiago-San Francisco con los ejércitos españoles: “El 26 efectivamente se produce la expedición planeada por Segurola, la que tiene fatales resultados (…) ‘El comandante narra la derrota diciendo que 600 hombre de caballería e infantería, al mando de Manuel Franco, se dirigieron a Poto Poto al amanecer (…) Otra curiosa circunstancia en las anotaciones de aquel penoso día está en lo ocurrido en el otro sector de la ciudad, en los barrios de San Francisco y San Sebastián, donde atacaron también numerosos indios paralelamente al episodio de Poto Poto”.27 Como dijimos antes, el cerco de La Paz fue el hito que determinó definitivamente la inclusión de las ciudades indias como barrios de la ciudad y dejó una marca indeleble en la memoria de la ciudad española que se abrió a la ciudad de indios para controlarla mejor. Existen importantes testimonios históricos del cerco como el cuadro de Florentino Olivares en el que se ve con claridad justamente la división que se hizo de las dos ciudades durante el Cerco a través de un muro, que según Mesa siguió existiendo hasta la década de 1.790 en que fue reforzando, mostrando, que si bien se incluyó en la administración de la ciudad a los barrios de indios, la división entre el centro y la periferia siguió siendo muy marcada. 24 DEL VALLE SILES, María Eugenia. Testimonios del Cerco de La Paz-El campo contra la ciudad, 1781. La Paz: Última Hora, 1980. Pg. 87 25 Ibídem, Pg. 206 26 Q’ara es un término que se utilizó durante el levantamiento de Katari para referirse al bando de los enemigos. Cp. THOMSON, Sinclair. Cuando solo reinasen los indios. La Paz: Muela del diablo-Aruwiyiri, 2006 27 DEL VALLE SILES, María Eugenia. Op.Cit., Pg. 80


Ahora queremos adentrarnos a los procesos que iniciaron el periodo de lucha independentista en La Paz y a algunos procesos ya republicanos, todos comprensibles en diálogo con lo hasta ahora suscrito. Sin embargo antes de entrar en el tema, queremos hacer una pequeña descripción de los monumentos dejados por la colonia en la ciudad de La Paz, tanto en su parte española como indígena.

6. El Barroco Andino y la arquitectura monumental en La Paz colonial Según José Mesa, el barroco aparece en los Andes Centrales aproximadamente en la década de 1630. Este primer acceso del barroco se da en el marco del barroco europeo pero a partir de 1690 este estilo comenzará a mezclarse con otros estilos europeos (pre renacentista, mozárabe) pero fundamentalmente con la estética indígena. Las regiones donde aparece este “Barroco Mestizo” están comprendidas entre Arequipa y Puno, en el territorio peruano y en prácticamente todo el sector andino de nuestro país. Este estilo, particular de esta región, irá desapareciendo gradualmente a fines del siglo XVIII. Entre las características del Barroco Mestizo está su despreocupación por las plantas (elemento importante del barroco europeo que innovará con plantas circulares, etc.) y su énfasis en el horror vacui típico del barroco europeo, dejando de lado, de alguna forma, el interés barroco en el claroscuro. Así, este énfasis en el adorno será típico en las fachadas de las construcciones del barroco andino. Todo esto es importante, porque los monumentos coloniales más notables del periodo, de la ciudad de La Paz datan justamente del auge del Barroco Mestizo (el siglo XVIII) y responden a ese estilo. Para comenzar, hay que referirse a las iglesias pertenecientes a las antiguas reducciones de indios, San Pedro y San Sebastián. Lamentablemente, la iglesia de la segunda reducción fue quemada durante el cerco, por lo que la versión que conocemos es una bastante actual aunque, como señala Mesa, es interesante el planteamiento de las naves que mantienen algo del diseño original.

La iglesia de San Pedro es la que más nos interesa. Ésta también data del siglo XVIII y si bien muestra un amplio mestizaje -superposición de elementos dieciochescos como leones rampantes y estructura renacentista- muestra elementos típicos del barroco andino, especialmente su portada “que es lo más importante del monumento del barroco, cuando el estilo mestizo empezó a ceder al impulso del estilo rococó primero, y después al neoclásico”28. Otro ejemplo del Barroco Mestizo es la iglesia de “San Agustín” que data del siglo XVII. Fue proyectada por Francisco Jiménez de Sigüenza en 1609 quien hizo la iglesia de Copacabana y otros templos de la región del Collao. La iglesia de Santo Domingo no corresponde a su estilo, por lo que es posible que sólo la traza sea suya, correspondiendo la estructura del templo al siglo XVII. La portada es dieciochesca y data de 1760, pues todavía usa columnas salomónicas. Mesa la describe de esta forma:

28

MESA, José y GISBERT, Teresa. Monumentos de Bolivia. La Paz: Gisbert, 1978, Pg. 40


“En el segundo piso hay una ventana flanqueada por dos relieves representando grandes papagayos, éstos y algunas papayas muestran la típica decoración mestiza a base de flora y fauna tropical. Sobre los fustes se usan las tradicionales uvas y granadas. Encima de todo hay un Dios Padre, en bulto. En los ángulos de las cornisas se pueden ver mascarones de ascendencia prehispánica”29.

Antigua elevación del personal de Juan Francisco Bedregal

Pero la construcción más importante del barroco mestizo de la ciudad, es el de la iglesia “San Francisco”. El templo y convento (el segundo edificado por los franciscanos en Chuquiago) se encuentra en la frontera entre la ciudad española y la ciudad india y fue construido a mediados del siglo XVIII a partir de la donación hecha por el minero Diego de Baena. Este monumento tardó aproximadamente 44 años y fue estrenado por el obispo Campos en 1784, aunque la fachada no se había concluido todavía. Como dice Mesa, no se conoce el nombre de los arquitectos o maestros de obras, pero su estilo se relaciona con la iglesia de “Santiago de Pomata” a orillas del lago Titicaca. “Lo mejor del templo es la portada principal que tiene tres cuerpos y tres calles, toda de piedra tallada con decoración mestiza labrada a bisel. En el primer cuerpo está el vano en arco trilobulado y curiosos mascarones en las enjutas. Flanquean la puerta dos hornacinas y cuatro columnas salomónicas, que descansan sobre bases muy singulares cuya decoración principal son unos monstruos antropomorfos con cuernos de carnero y labios leporinos, es uno de los motivos preferidos del estilo mestizo. Lo podemos ver en Sica-Sica donde el rostro es completamente humano y en Pomata donde ostenta orejas de Puma. Un pedestal similar hay en la portada de una casa paceña donde combinan el labio leporino y las orejas de puma”30. De la misma época datan dos de las mejores muestras de la arquitectura civil del periodo colonial. Ambas están relacionadas también con el barroco mestizo, se trata de la Casa de los Condes de Arana y el Palacio de los Marqueses de Villaverde. En el primer caso, se trata del actual Museo Nacional de Arte, sobre la calle Comercio. Data del siglo XVIII, de 1775, y tiene una gran portada hacia la calle Socabaya que tiene tres cuerpos y pertenece, según Mesa “al último barroco con algunos toques de rococó”31. En el segundo caso, se trata del Museo Nacional de Etnografía. Según Mesa se lo puede fechar entre 1776 y 1790 y tiene relación con la iglesia de San Francisco: “La portada interior tiene un arco de medio punto con las enjutas y jambas decoradas. En ellas se ve el motivo de la trenza de la que penden flores y granadas. Las 29

Ibídem, Pg. 40 Ibídem, Pg. 41 31 Ibídem, Pg. 42 30


columnas corintias tienen fuste liso con una tarja. Dentro de la tarja un águila. Sobre las columnas hay dos mascarones similares en todo a los de la portada principal de San Francisco (…)”32. No profundizaremos más en estas edificaciones ya que en el segundo apartado se hace una descripción y análisis más profundo de la arquitectura del casco colonial.

7. Repasando dos Hitos Históricos para entender La Paz: La Junta Tuitiva (1809) y la Guerra Federal (1899) Ahora nos interesa caracterizar a la ciudad de La Paz brevemente en el contexto de dos de sus hitos históricos más importantes: el levantamiento de 1809 y la guerra federal de 1899. En realidad no existe una investigación que dé cuenta del estado físico de la ciudad en el marco de esos dos importantes momentos de su historia, por lo que trataremos de caracterizar a la ciudad respecto a la imagen de ella que se desprende de estos hechos y sus documentos y que forjan de algún modo la misma configuración de la ciudad. Para comenzar hay que decir que desde el periodo de mayor bonanza de la ciudad a fines de la colonia (fines del siglo XVIII), los imaginarios que surgieron de ella se fortalecieron y se mantuvieron prácticamente incólumes, hasta su momento de modernización a fines del siglo XIX con el liberalismo. Es decir que la idea de La Paz como una ciudad próspera, mestiza y nutrida por la producción y el comercio regional se mantuvo intacta y solo en el periodo “conservador”, es decir, a fines del siglo XIX se vio algo afectada por el asenso de la economía de la plata centrada en la ciudad de Sucre. De hecho una de las dimensiones más importantes del desarrollo de los imaginarios sobre La Paz se construyó en una relación negativa con Sucre. Es decir que frente al poder político de esa ciudad y su importancia como centro burocrático y aristocrático, La Paz también consolidó su imagen de ciudad tendiente a la modernización, abierta a la dinámica social (caracterizada por la relación entre la población blanca, la mestiza y la indígena) y su diversificación económica. El movimiento juntista de 1809 es, en ese sentido, un hito importante no solo para pensar el proceso independentista sino para pensar los imaginarios en torno a la ciudad de La Paz con relación a Sucre. Cabe aclarar que no es nuestra intención hacer una descripción historiográfica de los sucesos de julio de 1809 sino tratar de entender la imagen que se tenía de la ciudad de La Paz en ese marco. El movimiento juntista de 1809 fue un movimiento integrado por pensadores y caudillos paceños que durante un corto periodo nombró una Junta de los Derechos del Rey y del Pueblo que sin ser abiertamente antimonárquica fue sofocada por el poder español. Dicha Junta estableció como autoridades a estos caudillos que no provenían de la aristocracia, que solía tomar dichos puestos administrativos. Entre sus iniciativas, hubo algunas que eran contrarios a la política colonial y por eso suele considerarse a este movimiento un antecesor de las luchas independentistas. En años recientes se ha discutido mucho acerca del carácter antimonárquico y anticolonial del “grito independista” de 1809 encabezado por el ahora héroe cívico por antonomasia, Pedro Domingo Murillo. Al respecto hay que decir que los sucesos de 1809 surgieron en el contexto hispanoamericano de la invasión napoleónica a España. Por lo que el hecho mismo de la conformación de una junta como la famosa Junta “Tuitiva” de julio de 1809 está relacionado fundamentalmente con la generalización de asociaciones de ese 32

Ibídem, Pg. 42


tipo dadas en España y en el territorio de colonias y que tenía como intención restituir el poder al monarca español Fernando VII, destituido por José Bonaparte. A raíz de esto, se organizaron Juntas tanto en España como en varias ciudades americanas que afrontaron, entre otras cosas, discusiones coyunturales respecto a quién le correspondía gobernar una vez depuesto el rey. Es así que tanto la junta organizada en La Paz así como la experiencia de Sucre muestran que, al igual que en el caso de los levantamientos de Amaru y Katari, estaban estrechamente vinculadas con las críticas al mal gobierno y, en este caso, a la invasión francesa y no así con una postura abiertamente anti monárquica. Por otro lado, como ha demostrado, entre otros, José Luis Roca, en los idearios del grito de julio de 1809 en La Paz se percibía ya un tono muy cercano a cierto republicanismo que es innegable. Pero, en este caso, a diferencia de lo acaecido con Katari, el levantamiento fue propiciado por algunos mestizos hacendados y algunos españoles y por lo tanto no tenía el carácter radicalmente antiespañol que tuvo el levantamiento de Katari. Sin embargo, ambos comparten el espacio de la bonanza que signó a la imagen de La Paz a fines del siglo XVIII y que se ve tan bien retratado, como vimos, en su arquitectura. A decir de José Luis Roca, la diferencia entre el movimiento de Sucre y el de La Paz radica justamente en la economía de la segunda: “La versión paceña de la revolución de Charcas fue, ciertamente, mucho más radical. Pero ello no se debió a que los paceños pensaran distinto o que hubiesen tenido un pensamiento más avanzado que sus colegas de La Plata, sino simplemente, porque así lo permitió la realidad socio-económica de La Paz, diferente a la que prevalecía en la sede audiencial. La Plata extraía su poder del aparato burocrático colonial, pero su riqueza en recursos naturales era marginal y se expresaba en los mineros que allí residían (…) Las riquezas de La Paz eran ingentes. La intendencia poseía ingresos del almojarifazgo de sus aduanas, de las alcabalas de su activo comercio intervirreinal, del oro de Chicani y de Larecaja y de la coca de los Yungas. Sin esta, no se movían los indios mitayos que daban vida a las minas de Potosí y a las de todo el reino del Perú, ni funcionaban los yanaconas de las haciendas ni corrían los chasquis y postillones encargados del correo. Y por encima de todo estaba el tributo indigenal extraído de los antiguos señoríos aimaras como Pacajes, Pucarani y Omasuyos, cuya recaudación se había incrementado a partir de las reformas borbónicas.”33 Como decíamos, estas ideas sobre La Paz se mantuvieron inalteradas en las postrimerías de la colonia y fue igual en el proceso de transición a la República. Cabe transcribir la corta descripción que hace Joseph Pentland de la ciudad de La Paz a su paso por allí en 1826, inmediatamente posterior a la Independencia: “La Paz es la ciudad principal del departamento y actualmente la ciudad más populosa de Bolivia, alcanzando a 40.000 habitantes, de los cuales una gran proporción son cholos o de raza mixta (…) Como plaza comercial, mantiene el primer rango entre las ciudades de Bolivia. Su prosperidad ha continuado en aumento porque el comercio exterior de la República ha comenzado a pasar desde las playas del Pacífico. Mantiene un extenso comercio en coca, producto de sus provincias orientales, alcanzando una suma de 600.000 dólares o 120.000 libras 33 ROCA José Luis. 1809, La revolución de la en La Paz. La Paz: Plural, 1998. Pg. 157

Audiencia de Charcas en Chuquisaca y

Paseo del Prado, cuadro de 1900 del pintor cochabambino José García Mesa. Se puede ver el paseo del Prado, llamado anteriormente Alameda antes de ser plenamente modificado en 1913 por la construcción de la “Gran Avenida”. Fuente: LA RAZÓN, Arte Bolivia. La Paz: La Razón, 2009


esterlinas con los otros departamentos. Es de la venta de este articulo que los ricos propietarios de La Paz obtienen sus principales entradas”34

Después de aproximadamente tres cuartos de siglo de la independencia ocurriría uno de los cambios fundamentales para la ciudad de La Paz: su establecimiento como Sede de Gobierno. Este suceso ocurrió, como señalamos anteriormente, en un momento en el que justamente La Paz había dejado de tener el lugar económico privilegiado que había tenido hasta ese entonces, hacia fines del siglo XIX. De hecho el elemento económico, como se puede leer entre líneas en Zarate, el temible Willka de Ramiro Condarco, fue el que aceleró el proceso “revolucionario” que dará a La Paz la centralidad de la administración estatal y a los liberales el poder gubernamental. Como señala Condarco, esta “revolución” en realidad más que un enfrentamiento entre partidos (liberales versus conservadores) se dio como un enfrentamiento regional, porque como señalamos anteriormente, La Paz siempre construyó su identidad en contraposición a Sucre, a la que veía como económicamente retrograda y políticamente conservadora.

8. La modernización de la ciudad de La Paz A decir de los Mesa-Gisbert, durante casi todo el siglo XIX, antes del traslado de la sede, la arquitectura de La Paz, al igual que la economía, en contraste a la época de auge arquitectónico que vivió en el siglo XVIII, se colmó de “medianía” e imitación. Como señalan esos autores, muchos de los arquitectos de la época tendieron a la imitación del neoclasicismo europeo en las condiciones limitadas que tuvieron. Fue así que, particularmente en La Paz, una de las especialidades que marcan a la arquitectura de la primera parte del siglo XIX es la del fachadismo, en desmedro del pensamiento arquitectónico mas estructural. Basados en los medallones y los modelos reproducidos por las editoriales europeas, los arquitectos paceños durante este periodo tuvieron en las fachadas de las casas aristocráticas paceñas algunos de los limitados espacios de expresividad de las nuevas ideas arquitectónicas. Esos trabajos estuvieron fuertemente influenciados por la estética francesa y será solo a fines del siglo XIX que se tratará de generar una producción arquitectónica consistente en la ciudad. Los trabajos arquitectónicos más importantes del periodo, se encuentran en la ciudad de Sucre, que, gracias a la economía de la plata tuvo su momento de esplendor republicano en el siglo XIX. La arquitectura y el urbanismo de esta época dejaron importantes monumentos en esa ciudad como el antiguo Palacio de Gobierno y paseos, plazas como la Plaza Bolívar que aún hoy reluce su reproducción a escala de la Torre Eiffel y que muestra el elevado afrancesamiento de la arquitectura de la época. Pero, como decíamos, una vez mudada la sede de gobierno a la ciudad de La Paz esta volvió a ver consolidada la inquietud arquitectónica que en este caso fue retomada y heredada de lo que se hizo en Sucre anteriormente. Al respecto, es simbólica la mudanza de los hermanos italianos Camponovo, que primero trabajaron en Sucre donde diseñaron el palacio de gobierno, hoy la prefectura, y que ya después de la Guerra Federal, diseñaron una parte importante de las edificaciones oficiales de la nueva sede, como el nuevo palacio y la prefectura, además de dar el toque final para la construcción de la Catedral. Si bien la Guerra Federal no la llevaron adelante solamente los liberales (pues las proclamas se centraban mayormente en la federalidad, que era apoyada tanto por liberales como por conservadores), el traslado de la sede a La Paz significó para esa 34

PENTLAND, Joseph. Informe sobre Bolivia 1826. Potosí: Ed. Potosí, 1975. Pg. 45


ciudad el concebirse a sí misma nuevamente como el pivote del progreso de la república, tanto económico como ideológico. Datan pues del periodo posterior a la guerra federal las construcciones que finalmente modernizarán a la ciudad de La Paz y que le cambiaran la faz para siempre. Esa faz, que como habíamos visto hasta ahora, se centraba en su tradición colonial, en su dualidad con la ciudad de indios y en su carácter de ciudad mestiza ahora tratará de ingresar a Bolivia –de mano de la economía del estaño- a la modernidad y al cosmopolitismo. Los liberales, que tendían al neoclasicismo frente al neogótico emparentado a los conservadores, serán los instauradores de esta nueva concepción de la ciudad:

Imagen adosada al proyecto de la Gran Avenida de J. Mariaca Pando. Fuente: MESA, José (Coord.). Cien años de arquitectura paceña (1870-1970). La Paz: Colegio de Arquitectos, 1989.

“Grandes proyectos urbanos se propusieron y algunos se realizaron en la misma época [principios del siglo XX] en tanto que otros se hicieron posteriormente. En este campo se debe encomiar la extraordinaria labor de la Municipalidad de La Paz que guiada por un cuerpo eficaz de concejales y alcaldes muy posesionados en su tarea, realizan múltiples tareas de mejoramiento de infraestructura, como canalización de ríos, conducción adecuada de los mismos, mediante cursos amurallados, con sus respectivas caídas, puentes de diverso tipo a lo largo del curso del cauce del Choqueyapu, apertura de nuevos barrios y comunicación con los mismos como Sopocachi y posteriormente Miraflores, articulación del centro de la ciudad con las recién construidas líneas ferroviarias, mediantes estaciones ferrocarrileras, aduanas, calles y proyectos de avenidas muy bien diseñadas y ejecutadas.”35 El ingreso de nuevos materiales a la arquitectura como las estructuras metálicas (usadas por ejemplo en la construcción de la estación de ferrocarril La Paz-Guaqui, hoy Terminal de buses) o posteriormente el granito serán innovaciones que aunadas a algunas de las máximas obras del liberalismo, como la construcción de las dos grandes avenidas que unen al antiguo barrio de indios con la ciudad española, son los símbolos de este cambio. Con la construcción de la avenida Montes y la del actual Paseo del Prado sobre el rio Choqueyapu se convierte en central aquello que era la frontera entre la ciudad india y la española. En consonancia con las ciudades burguesas y modernas de la Europa decimonónica y particularmente con el urbanismo de Haussman, El Prado tratará de otorgarle a la ciudad un carácter más cosmopolita, pues se 35 MESA, José (Coord.). Cien años de arquitectura paceña (1870-1970). La Paz: Colegio de Arquitectos, 1989. Pg. 20


planteará como un paseo en el que el ciudadano puede “disfrutar de la ciudad”. Este paseo estará integrado al proyecto liberal de la “Gran Avenida de La Paz”, que fue diseñado por el arquitecto Julio Mariaca Pando a iniciativa del arquitecto oficial del municipio Emilio Villanueva. Esta gran avenida tenía, por un lado la intención de modernizar las arterias de la ciudad con fines prácticos, pero al mismo tiempo intentaba desplazar la antigua división de la ciudad. Sin embargo, ese espíritu de esparcimiento será pues, en consonancia con las otras ciudades modernas del mundo, el que defina las nuevas estructuras de la ciudad que volverán, una vez más, a dividirse, nominando para la región del sur la región de las nuevas aristocracias liberales mientras que al norte quedaba la zona de las antiguas aristocracias en decadencia y del artesanado-cholado: se creará, como ya vimos, el barrio de Sopocachi hacia el sur, en el que asentarán sus casas los grandes liberales y comerciantes de la ciudad y espacios urbanos como el Montículo (diseñado también por Mariaca), de inspiración también neoclasicista y europea, vendrán a ser nuevos modelos de urbanidad. Por otro lado, lugares que habían sido tradicionalmente parte de la antigua ciudad española como la Plaza Murillo, tendrán, ya para comienzos del siglo XX ese cariz de espacio de esparcimiento para el ciudadano cosmopolita. Eso se puede observar, por ejemplo en este texto extractado del libro producido por Bautista Saavedra, el último gran presidente del periodo liberal –aunque haya sido enemigo de ese partido-, en los festejos del primer centenario de la independencia: “El viajero que llega a La Paz casi siempre viene provisto de prejuicio e informaciones pintorescas, que forman la leyenda negra de la ciudad del Illimani. Pero pronto unos y otros se desvanecen frente a la sorpresa agradable de encontrar una ciudad legendariamente hospitalaria, donde el extranjero es acogido con espíritu fraterno y con la efusión ingenua y cordial de que hacen alarde los pueblos que aun no saben los arduos problemas de la vida endurecida por el struggle for life”. El gran mundo de esta ciudad representado por familias de abolengo en todos los órdenes de distinción, hace activa vida social que se alterna con bailes, recepciones, veladas literarias y paseos. La Plaza Murillo y la calle Comercio son muy frecuentados por las mañanas. La vida social de La Paz nada tiene que envidiar a la de otras ciudades más cultas de la América hispana, pues rodeada de elementos cosmopolitas inseparables de las poblaciones de extenso tráfico comercial. De esta suerte las costumbres de La Paz no son sino el trasunto de las demás capitales suramericanas. Los domingos, el sitio más frecuentado es el Parque Murillo donde se realizan conciertos musicales por la banda del ejército. Por las noches, las tertulias, el teatro y el cinematógrafo completan la vida social de La Paz.”36 Pero esta ciudad cosmopolita aún no se podrá pensar en diálogo con su “espejo indio”. Es más, este proceso de apertura al mundo cerrará, en cambio, a la antigua ciudad en una frontera más amplia pero aún infranqueable para la población india. No es casual que a la vez que los procesos políticos del siglo XIX hayan tendido a considerar a la población india como científicamente inferior también las nuevas concepciones urbanas hayan tendido a pensar en el indio como inadecuado para su establecimiento en la ciudad. Al respecto, Silvia Rivera denuncia cómo el liberalismo actualizó lo que esa autora ha llamado “horizonte colonial”: “Los cambios introducidos por el liberalismo económico y político van imponiéndose hacia fines del siglo XIX, y tienen diversos desenlaces regionales. La modernidad “civilizada” triunfa progresivamente sobre 36 ALARCON, Ricardo (Dir.). Bolivia en el Primer Centenario de su Independencia. Nueva York: The University Society, 1925. Pg. 357


la “incultura” y la “barbarie” cholo-indígena, pero estructura diversas vías de conciudadanización, todas ellas articuladas, aunque de distintas maneras, con el horizonte colonial de larga duración”37 Habrá que esperar que el proceso inmediatamente posterior al liberalismo, el del nacionalismo que surgirá en gobiernos como el de Hernando Siles a fines de la década de 1920, abra a la ciudad a pensarse en marcos más amplios e incluya a la población indígena en el proceso de crecimiento urbano. Esta población, que se fue asentando en el radio de la ciudad española, ira penetrando a lo largo de todo el siglo XX en la antigua ciudad española. A modo de última cita queremos transcribir un fragmento de Victor Hugo Villegas en su novela Chuño Palma de 1948, cuatro años antes de la revolución de 1952, en el que describe el derrotero seguido por los cholos de La Paz –representados por la chola Trini- desde el centro de la ciudad hacia la periferia: “Aquel girón de la ciudad donde la invasión de cemento sentaba reales, habría anchas arterias y superponía pisos ahí mismo donde [antes] rebotara la pelota de frontón y se clavara en tierra la taba de huesos (…) la Trini se alejó del centro con toda la gleba populachera que se iba al suburbio cediendo paso al alud progresista de La Paz. Al final de la calle Colón, allí donde punteaba el adosado pavimento –sin proseguir su avance porque de ser así debería ascender en atrevida incursión reservada para otros tiempos, el abrupto desnivel de colinas que ahí mismo morían- trasladose Trini sin la taba y la lota que solo menguados dineros salvaban de renta.”38 Si bien esta cita confirma este trayecto centrípeto y muestra, como vimos para el caso colonial, el establecimiento de la población chola –esa a la que se refiere Saignes o Pentland- desde el centro hacia la periferia, podemos señalar que también se ha dado, durante todo el siglo XX, un proceso opuesto de empoderamiento de lo indio y lo cholo del centro de la antigua ciudad española. Expresiones provenientes tradicionalmente del radio urbano como la entrada folclórica del Señor del Gran Poder o las Alasitas (feria que se llevaba adelante en la plaza de San Pedro), que se situaban en el margen indio del rio Choqueyapu hoy se han convertido en centrales de la ciudad en su conjunto.

9. La Paz, “Ciudad Maravilla” “La Paz, ciudad Maravilla es un reconocimiento a la cultura de generosidad y hospitalidad pero también a la topografía de La Paz”. Evo Morales Ayma Presidente del Estado Plirunacional de Bolivia

Luego de competir con 2.100 ciudades del planeta que se postularon desde el año 2012 para figurar entre las siete ciudades maravilla del mundo, en diciembre de 2014, La ciudad de La Paz, finalmente ingresó en esa lista convirtiéndose en la sexta ciudad más bella del orbe, antes de la ciudad filipina de Vigan, y después de la libanesa Beirut, Doha de Qatar, Durban de Sud Àfrica, La Habana de Cuba y Kuala Lumpur de Malasia. La calificación de Ciudad Maravillosa está más bien vinculada a las características únicas que tiene la ciudad. Es una ciudad enclavada en un valle, rodeada de montañas, donde la gente vive en las laderas a más de 3.600

37

RIVERA, Silvia. “La raíz: colonizadores y colonizados”. En: ALBÓ, Xavier y BARRIOS, Raúl (Coords.). Violencias encubiertas en Bolivia. La Paz: Cipca, 1993. Pg. 70 38 VILLEGAS, Victor Hugo. Chuño Palma, Novela de cholos. La Paz: Ed. Universo, 1948. Pg. 131


metros sobre el nivel del mar, que está además custodiada por nuestro nevados”, aclaró el entonces alcalde Municipal Luis Revilla La Paz y La Habana son las dos ciudades latinoamericanas que alcanzaron el galardón mundial. Las otras ciudades maravilla pertenecen a países árabes, africanos y asiáticos. La ciudad de La Paz, fue venciendo varias etapas en la selección que se iba reduciendo de 300 a 77 postulantes, luego 28 y 21 prefinalistas hasta quedar entre las catorce ciudades finalistas.

Fotografía: Rubén Pacheco Vargas

El New7Wonders of World, entidad que elige siete maravillas del mundo en distintos ámbitos (urbanos, naturales, arqueológicos) con fines de promociòn turística y conservación, anunció las siete ganadoras encabezadas por la ciudad de Beirut, Líbano, que hasta hace una década era una devastada zona de guerra. La sexta ciudad maravilla es La Paz. La elección se realizó mediante votación de ciudadanos en todo el mundo vía internet. El presidente de la organización New7Wonders, Bernard Weber, agradeció desde Dubai a quienes colaboraron y participaron en esta elección. “Me gustaría dar las gracias a todos los que han ayudado a promover la campaña de New7Wonders Cities desde su creación en 2011. Comenzamos con más de 1.200 candidatos de 220 países diferentes y aquí tienen siete que representan la diversidad global de la sociedad urbana“, dijo Weber.


Tras conocerse el resultado el entonces Alcalde de la ciudad de La Paz. Luis Revilla , declaró “el Municipio y el país tienen que aprovechar la nominación, pues ella podría ayudar a construer una política de Estado en materia de turismo para ayudar a promover a Bolivia a través de la ciudad maravilla”.

10. Bibliografía ALARCON, Ricardo (Dir.) 1925 Bolivia en el Primer Centenario de su Independencia. Nueva York: The University Society BEDREGAL, Juan Francisco 2013 Tras el oro de Chuquiabo. La Paz: Cima-Concejo Municipal de La Paz CONDARCO, Ramiro 1983 Zarate, el temible Willka. La Paz: Renovación CRESPO, Alberto, BAPTISTA, Mariano y DE MESA, José 1989 La ciudad de La Paz. La Paz: Alcaldía Municipal DEL VALLE SILES, María Eugenia 1980 Testimonios del Cerco de La Paz-El campo contra la ciudad, 1781. La Paz: Última Hora ESCOBARI, Laura 1985 Producción y comercio en el espacio sur andino s. XVII. La Paz: Embajada de España 1998 “Entre Lima y Potosí, el comercio colonial en La Paz”. En: 450 Años de Historia de la Ciudad de La Paz (Fascículos periódicos). La Paz: INDEAA-La Razón HUIDOBRO, José 1984 “Excavaciones en la ciudad de La Paz: evidencias arqueológicas en Pampajasi”. En: Revista Illapa, No. 2. La Paz: CIEA HUIDOBRO, José 1986 “Prehistoria de la ciudad de La Paz”. En: Boletín Chitikolla No. 28. La Paz: Centro de Formación e Investigación sobre las Culturas Indias MESA, José y GISBERT, Teresa 1978 Monumentos de Bolivia. La Paz: Gisbert MESA, José (Coord.) 1989 Cien años de arquitectura paceña (1870-1970). La Paz: Colegio de Arquitectos MONEY, Mary 1983 Los obrajes, el traje y el comercio de ropa en la Audiencia de Charcas. La Paz: Don Bosco NICOLAS, Vincent y QUISBERT, Pablo 2014 Pachakuti: el retorno de la nación. Sucre: PIEB PENTLAND, Joseph 1975 Informe sobre Bolivia 1826. Potosí: Ed. Potosí


PORTUGAL, Maks 1957 “Arqueología de La Paz”. En: Arqueología boliviana, Primera Mesa Redonda. La Paz: Ministerio de Cultura RIVERA, Silvia 1993 “La raíz: colonizadores y colonizados”. En: ALBÓ, Xavier y BARRIOS, Raúl (Coords.). Violencias encubiertas en Bolivia. La Paz: Cipca ROCA, José Luis 1998 1809, La revolución de la Audiencia de Charcas en Chuquisaca y en La Paz. La Paz: Plural SAIGNES, Thierry 1992 “De los ayllus a las parroquias de índice: Chuquiago y La Paz”. En KINGMAN, Eduardo (Comp.). Ciudades de los Andes. Visión histórica y contemporánea. Quito: CIUDAD-IFEA THOMPSON, Sinclair 2006 Cuando solo reinasen los indios. La Paz: Muela del diablo-Aruwiyiri VILLEGAS, Victor Hugo 1948 Chuño Palma, Novela de cholos. La Paz: Ed. Universo


11. ANEXO: Entrevista a Juan Francisco Bedregal Villanueva Juan Francisco Bedregal es nieto del arquitecto Emilio Villanueva y es, a su vez, un arquitecto que se ha dedicado durante las últimas décadas a investigar a profundidad la historia de la ciudad de La Paz. Partiendo, desde su anterior publicación: Arqueología de los imaginarios urbanos de la modernidad en la ciudad de La Paz, de las innovaciones urbanísticas de la ciudad en el siglo XX, Bedregal se ha adentrado en la historia colonial y prehispánica de la ciudad para dar cuenta de cómo la imagen de La Paz se fue construyendo a lo largo de su historia. Su último libro, Tras el oro de Chuquiabo, que hace parte de su investigación doctoral, es polémica en varias partes y particularmente sobre su carácter polémico es que consultamos a Juan Francisco, a quien le quedamos muy agradecidos: ¿Cuáles son las partes más polémicas de Tras el oro de Chuquiabo? Mi disputa es contra la idea de que la fundación de La Paz haya sido un hecho fortuito. En realidad yo creo que esa fundación fue parte de un suceso muy trascendente y tiene que ver con la Controversia de Valladolid. En esa discusión que hubo entre Bartolomé de las Casas y Gines de Sepúlveda sobre los indios, aunque se cree que quien ganó fue Bartolomé de las Casas, quien estaba a favor de ellos, yo creo que al final fue Sepúlveda. Si bien Carlos V concibió las Nuevas Leyes que le quitaban poder a los primeros conquistadores como Pizarro, posteriormente Felipe II les devolvió el carácter hereditario a las Encomiendas. Así, La Paz fue fundada en medio de esta discusión filosófica e intelectual y posiblemente los actores del hecho eran apenas conscientes de esa profundidad histórica, que ignoraban lo que hacían, eran apenas soldados que seguían ordenes, mandatos, ganaban o perdían batallas, y nosotros o hacemos carne de eso, o nos quedamos como los soldados creyendo que la fundación fue un hecho fortuito. Las Nuevas Leyes eran una búsqueda del apoyo indio, en la larga guerra civil, entre los conquistadores y la Corona española, que se consiguió medianamente, y produjo también la entrega del Cerro Rico, en 1545— como sostiene Tristán Platt— la fundación fue también símbolo político por parte de Carlos V, a Pedro de la Gasca -quien era dominico, al igual que de las Casas, y su discípulo- contra Gonzalo Pizarro por ser el primer levantado abiertamente contra la Corona. Guaman Poma de Ayala cuenta que los cuatro suyos dieron estas minas a la corona española mostrando el apoyo que le daban. Francisco Pizarro era un personaje muy peligroso para la corona aunque él no se levantó contra el rey, es que tenía a su cargo el territorio del imperio Inca, desde Quito hasta Tucumán, un territorio cuatro veces mayor que el del Sacro Imperio Germano-romano, sus dádivas eran el aliento para las guerras de Carlos V, y yo creo que no fueron los almagristas quienes mataron a Francisco Pizarro sino que fue la misma Corona en la figura de Blasco de Nuñez que habiendo sido enviado como juez para investigar la muere de Almagro, no llegó a Lima sino un año después, cuando Pizarro ya no existía, y podía asumir plenamente la ordenanza que decía, que en caso de que Pizarro muriera, él asumiría la gobernación de Lima. Y la fundación de La Paz, fue un acto emblemático, su nombre lo dice todo es la paz de la victoria del rey, sobre los alzados españoles.


En su libro desarrolla largamente la relación entre Pizarro y la ciudad de La Paz, ¿nos puede comentar sobre eso? Pizarro probablemente haya estado más de una vez en el Valle de Chuquiabo. Según últimos documentos encontrados por mí y por historiadores chilenos, antes del regreso de Almagro de Chile al Cusco, Pizarro ya consideraba la idea de usurparle ese territorio, y tenía autorización Real para ello, según Pedro Cieza de León fue honrado por Carlos V con el título de Marqués, por lo que le pidieron que disponga de 16000 hombres. Pero el titulo no tenía una indicación territorial, es decir que Pizarro debía determinar cuál iba ser el territorio de la jurisdicción, de ese marquesado. Al parecer Pizarro quería que el centro de ese territorio fuera Chuquiabo porque la mayoría de los territorios que se adjudicó para ese fin eran territorios alrededor de La Paz Guaqui, los Yungas, Laja, Tihuanacu, Machaca, Calamarca, Yanacachi y otros un repartimiento de casi 12 mil almas etc.

Pero ¿por qué Chuquiabo concretamente? En un viaje que hizo el expedicionario Sancho de La Hoz con otros hombres, entre los que no estaba Pizarro, este cronista hace la primera descripción del Valle de Chuquiago. Esa fuente, que ahora estamos publicando con el Fondo Editorial Municipal de la Alcaldía, y que no fue muy leída por los historiadores, muestra claramente la actividad minera y el gran movimiento que había en esta región antes de la llegada de los conquistadores. Por lo que se ve, en realidad Pizarro ya conocía de la cantidad de indios que había en cada región, por eso cuando empieza a conceder territorios a sus hermanos, las minas de Porco, Potosí, etc., aun antes de conocerlos él ya sabía cómo eran y cuánta gente había allí. Yo creo que Pizarro en realidad era poseedor de un Khipu Real y que toda esa información la tenía a mano, eso también le permitió conocer de la importancia del Valle de Chuquiago. Igual en Tras el oro de Chuquiabo usted polemiza con la idea de la fundación de la ciudad en el damero alrededor de la actual Plaza Murillo y las dos fundaciones, una en Laja y la otra en el actual emplazamiento de la ciudad… Yo creo que al respecto no hay mucho problema, porque la fundación en Laja y la de La Paz es una sola, pero hay muchos datos que demuestran que la fundación de La Paz se hizo en Churubamba, muchas de ellas fueron expuestas en el encuentro sobre la fundación de La Paz que organizamos el año pasado y cuyas memorias están prontas a salir. Quienes quieren pensar que la ciudad estaba totalmente dividida entre la ciudad de indios y de blancos se equivocan porque los españoles se asentaron sobre la ciudad india. Eso pasó a menudo en la colonia, por ejemplo en Tenochtitlan. Como muestra en un texto Laura Escobari, y como deja muy claro Thierry Saignes, habían terrenos de propiedad de indios nobles en la ciudad y fue muy común que en las ciudades coloniales convivieran indios y blancos. Hay quienes quieren probar que la ciudad se diseñó a partir de las ordenanzas del gobierno del rey Felipe II, pero esas ordenanzas fueron dictadas en años posteriores a la fundación. Es más, en 1553 se llama al alarife Diego Márquez, quien había hecho el trazado de la ciudad de Lima, para que “enderece” algunas calles de la ciudad, etc. Esas calles resultaban chuecas para los españoles porque respondían al trazado antiguo de Churubamba, trazado inca que persiste, más o menos intacto hasta el día de hoy. Además estaría el asunto de la iglesia de los franciscanos que había sido construida antes de la fundación…


Lo que se sabe por los documentos investigados, es que Pizarro ya manda a algunos indios desde Cuzco específicamente para el servicio en Chuquiago con los franciscanos. Y si bien en la Actas Capitulares no dicen todas las cosas, ni de manera clara, en una de ellas se escapa información a través de hechos cotidianos como que al sagrario de los franciscanos le faltaban velas, pero lo que oficialmente se sabe por esas mismas actas y esos mismos días, que apena se estaba construyendo la Iglesia Mayor.¿Cómo entonces es posible que a los franciscanos les faltaban velas? ¿ésto significa que ya había una o más iglesias y que estaban ya los franciscanos ahí?. Este pequeño hecho constata que ya existía una iglesia franciscana en el momento de la construcción de la ciudad. También hay datos de Saignes, de que muchos indios nobles estaban inscritos en las Parroquias de Santa bárbara y de San Francisco, porque los habían puesto en ellas Pizarro. Se reclama mucho por el “robo” de las Actas Capitulares del Cabildo de La Paz y por el hecho de que Inglaterra tenga en su poder esas actas, Alcides D’Orbigny se las llevó, le fueron regaladas, pero en realidad nadie lee la Actas Capitulares. Por ejemplo, sobre el asunto de las parroquias de indios, nadie se percató de que en las actas, desde el primer momento se habla de la iglesia Mayor en Churubamba con el nombre de San Pedro, esa advocación por Pedro de la Gasca, en el Cerco de La Paz, la iglesia fue quemada pero ya tenía el nombre de San Sebastián. La iglesia de San Pedro, antes era llamada de Santiago, que fue construida en el siglo XVIII, los nombres fueron cambiando. Hay mucha información en las Actas, pero ya nadie investiga el encuentro de estas dos culturas que hacen a nuestra identidad, el siglo XVI, todos son enamorados de Francisco de Toledo y de Charcas, es decir de la Colonia.

Finalmente nos interesa esa dualidad entre la ciudad india y la española que tan bien describe Thierry Saignes y que ya en tiempos modernos se centralizó a través de proyectos urbanísticos, fundamentalmente de la construcción de las avenidas El Prado - Mariscal Santa Cruz Si, Emilio Villanueva, que en ese tiempo –la década de 1910- fungía de arquitecto oficial edil fue quien llamó a un concurso para la creación de una gran avenida que junte en sus costados el margen izquierdo y derecho de la ciudad. El único que respondió al concurso fue el arquitecto Julio Mariaca Pando y su proyecto fue llevado adelante con importantes correcciones hechas por Villanueva. Al eliminar los puentes que tradicionalmente dividían la ciudad española, canalizar el río, la ciudad se amplió, las parroquias de indios y el pueblo de españoles se integraron, ese gran proyecto evidentemente tenía la intención de terminar con la división que había entre esas dos partes de la ciudad. Fue el proyecto de la modernidad, que hizo de La Paz, una verdadera urbe moderna, ya que se diseñaron los barrios de Sopocachi, Miraflores, Challapampa y Calacoto, y se instalaron los tranvías. Ahora es fácil decir nos gusta esta avenida para poner teleféricos, pero porque no hacen nuevas avenidas para ponerlos ahí, es como si Villanueva hubiera puesto los tranvías para pasear por la Plaza Murillo y el damero, éstos artefactos tranvías y trenes fueron los que abrieron el damero hacia nuevos horizontes, una de ellos iba hasta Obrajes, otro subía a La Portada, hasta el cementerio, el otro al Hospital de Clínicas en Miraflores, y otro hasta Sopocahi, eso ya no es dualidad, es expansión urbana, hoy ni el Gobierno de la ciudad, y menos el nacional saben hacia donde debe ir La Paz, los teleféricos quieren pasar por las rutas de los barrios residenciales, recalentando más aún el tráfico de rodados y de peatones, tal como podemos ver, por ejemplo con la plaza España, que ya no es para niños ni para ancianos, sino una zona de paso de peatones que vienen del Alto, con mucho comercio informal.


LECTURA ANALÍTICA DE LA CIUDAD DE LA PAZ: VALORES IDENTITARIOS, TERRITORIO Y PAISAJE Josefina Matas Musso

Fotografía: Rubén Pacheco Vargas


INDICE Introducción 1. Lectura analítica del Centro histórico de la ciudad de La Paz: estructura urbana, funciones y paisaje urbano. 2. Anexos 2.1. 2.2. 2.3. 2.4.

Arquitectura Religiosa Conclusión valorativa de la arquitectura religiosa Arquitectura Pública Conclusión valorativa de la arquitectura pública


INTRODUCCIÓN Los estudios arqueológicos son muy escasos para permitirnos realizar una lectura analítica de la primera fundación de la ciudad de La Paz, sin embargo, los recientes trabajos del Arq. Francisco Bedregal Villanueva dan a la luz una nueva lectura acerca de la fundación de la ciudad de La Paz, donde las órdenes religiosas, como franciscanos, mercedarios, agustinos y dominicos van a tener un papel determinante sobre todo en un inicio, a ello se suma la vocación de ciudad de “comercio y artesanal” con los tambos –edificios para la comercialización de productos- y los obrajes – institución de producción de tela–, que contribuyeron de manera decisiva al paisaje cultural inicial. Este complemento “de la traza desnuda a la ciudad edificada” fue distinta en los alrededores que, durante los siglos XVI y XVII estaba compuesto por muchas haciendas y espacios de cultivo, señales de una diversificación agrícola que muestra el hecho de que los nuevos habitantes buscaron hacer frente a la economía de los encomenderos. En cuanto a la ocupación del territorio, en este período de La Paz inicial existe la ya mencionada diferenciación entre zona de españoles y de indios marcada por los ríos: Choqueyapu y los circundantes hacia el sudeste y al norte el Apumalla y el Mejahuira, que dividen a la ciudad española de las reducciones, parroquias y pueblos de indios a los que se cruzaban por varios puentes.

Esquema (sin escala) de ubicación de los principales edificios en la ciudad de La Paz en la primera mitad del S. XVI hasta 1551. Elaboración: Josefina Matas en base a los estudios de Álvaro Cuadros. Dibujo de: Gisela Torrez


El proceso de consolidación de la ciudad española termina hacia fines del siglo XVII, sostiene el arq. Álvaro Cuadros que en esas fechas “el conjunto español presenta una superficie de ocupación de aproximadamente cuarenta y tres manzanas”39, mientras los barrios de indios van completando su estructura sobre todo con la arquitectura habitacional definida por las calles limitadas por la topografía. En este proceso se intenta que las manzanas tengan medidas regulares, pero adquieren diferente forma por “la irregular parcelación de la población agrícola”40.

Esquema (sin escala) de ubicación de los principales edificios en la ciudad de La Paz en la primera mitad hacia 1700 . Elaboración: Josefina Matas en base a los estudios de Álvaro Cuadros. Dibujo de: Gisela Torrez

39 40

Cuadros, Álvaro. La Paz, s/e. s/f, p.65. Ibidem.


Puentes de la ciudad de La Paz en el siglo XVII. Fuente: Gobierno Autónomo municipal de La Paz.

En la primera parte del S. XVIII es que la Iglesia realiza nuevas construcciones, ya que mantiene su política de habilitación de antiguas propiedades o adquisición de terrenos y construcción de edificios nuevos en la zona de españoles. Consecuente con la economía pujante en este momento, también se instalan otros tambos en la ciudad, alrededor de los cuales se desarrollan otros servicios como alojamientos, depósitos, mesones, establos, talleres artesanales, etc. Un hito de importancia crucial fue el cerco de Tupac Katari (ocurrido durante 9 meses de 1781), que determinó la inclusión de los barrios de indios a la ciudad desde el punto de vista administrativo, con la simple intención de controlarlos mejor. Sin embargo, desde el punto de vista de la ocupación del territorio todo sigue igual hasta que “la población española comienza a comprender su realidad urbana inmediata y por lo tanto a perder su carácter funcional excluyente”41. El Arq. Álvaro Cuadros realiza una interpretación del cuadro de Florentino Olivares que muestra el cerco de La Paz, en él “se puede describir las obras realizadas para defender la ciudad española (…). El cuadro describe así mismo el incendio de los pueblos de indios y el control del espacio periurbano por los aymaras”42.

Lienzo de Florentino Olivares, Fuente: www.2010historia.com/articulo14.pht ml, recuperado el 29 de mayo de 2015

Con la independencia llega la decisión de borrar el pasado colonial, considerando que la Iglesia había tomado partido a favor del gobierno colonial se decide expropiar varios edificios religiosos cambiándolos de función, procediéndose de igual manera con los edificios públicos del Estado colonial. En esta etapa mantiene el primer rango entre las ciudades de Bolivia como plaza comercial. El crecimiento urbano de La Paz pretende seguir un proceso similar a las ciudades europeas del S. XIX, con la decisión de comunicar el centro con Miraflores y Sopocachi, decisión que recién se concretará en el siglo XIX.

41 42

Ibíd., p.87 Ibíd, p.79.


Después de aproximadamente tres cuartos de siglo de la independencia ocurriría uno de los cambios fundamentales para la ciudad de La Paz: su establecimiento como Sede de Gobierno. Este suceso ocurrió, en un momento en el que justamente La Paz había dejado de tener el lugar económico privilegiado que había tenido hasta ese entonces. De hecho ese elemento, como se puede leer entre líneas en Zarate, el temible Willka de Ramiro Condarco, fue el que aceleró el proceso “revolucionario” que le dará la centralidad de la administración estatal y a los liberales el poder gubernamental. Como señala Condarco, esta “revolución” en realidad más que un enfrentamiento entre partidos (liberales versus conservadores) se dio como un enfrentamiento regional, porque como señalamos anteriormente, La Paz siempre construyó su identidad también en contraposición a Sucre, a la que veía como retrograda y monarquista (se aborda con mayor profundidad en la primera parte de este trabajo de investigación). La adquisición de esta “capitalidad es la que definitivamente rompe el cerco autoimpuesto que mantenía la ciudad prácticamente dentro de los límites físicos definidos hacía más de un siglo atrás”43. De esta manera incorpora elementos similares a las ciudades liberales europeas como la construcción de las dos grande avenidas: Montes y Alameda (actual Paseo del Prado), con el diseño de la platabanda ajardinada que pretende dar a la ciudad un carácter cosmopolita. De la misma manera el concepto de ciudad jardín se vuelca hacia barrios como el de Sopocachi, en el que asentarán sus casas los grandes liberales y comerciantes de la época y donde aparecen elementos verdes a nivel urbano como “El montículo”. Así llegamos a inicios del siglo XX, donde nos encontramos con área consolidadas como el Centro, San Sebastián, San Pedro y Santa Bárbara, comenta el arq. Álvaro Cuadros que “en el Centro, comienza un crecimiento irregular en su parte Norte, (…) mientras San Sebastián y San Francisco lo han detenido (…). Lo contrario sucede en San Pedro donde es notable un amplio crecimiento con alta densidad”.44 Continuamos en este proceso hasta que ”desde mediados de la década de los setenta, La Paz vive un proceso caracterizado por las tensiones creadas por la rápida urbanización no regulada en las Pendientes y el Alto y por la localización de las principales inversiones públicas y privadas en el Centro y Sur”45 de la ciudad. Llegando a la situación actual en la que la estructura funcional de La Paz muestra una gran debilidad con alta concentración de actividades en el Centro, déficit de equipamiento para funciones que el Centro no puede albergar y un progresivo deterioro de la imagen urbana provocada por la destrucción del patrimonio histórico, tipologías edilicias indiferenciadas y en general una morfología urbana si expresión. Al decir del Arq. Alvaro Cuadros “Sin embargo, la actual situación presenta algunas ventajas como un Centro vital y de referencia identitaria, una red social solidaria y no violenta y una demanda de infraestructura básica casi cubierta”46.

1. Lectura analítica del Centro histórico de la ciudad de La Paz: estructura urbana, funciones y paisaje urbano Los valores identitarios del Centro Histórico de la ciudad de La Paz pueden ser analizados tomando en cuenta la estructura urbana que, según el arq. Alberto Nicolini en general “ha persistido como elemento estable de la

43

Ibíd, p. 138 Ibíd, p. 122 45 Ibíd, p. 203 46 Ibid, p. 253 44


ciudad”47, las funciones y el paisaje urbano. En nuestro caso el valor de identidad está dado en su singular implante inicial donde conviven ciudad de españoles y de indios sin mezclarse en una situación de continuidad, rota recién en el período de capitalización de la metrópoli.

Plano de la ciudad de La Paz

Casco Urbano Central CUC

Plano de la ciudad y del Casco Urbano Central. Fuente: Vera Angulo, Ivana, Proyecto de Grado Remodelación de un estructura urbana el trazado en damero Esta particular inmueble patrimonial en donde la inicial para la zona de españoles y un trazado de “plato roto” ciudad de La Paz, La Paz, para la zona de indios se va consolidando a través Univalle: 2015

de los siglos. Las funciones urbanas iniciales y las instaladas en el momento inmediato posterior al

47 Nicolini, Alberto, Teoría histórica de la ciudad Argentina e Hispanoamericana, Mar del Plata: Maestría en Gestión e Intervención en el Patrimonio Arquitectónico, Universidad Nacional de Mar del Plata, 1998, p.2.


trazado se mantuvieron localizadas con mayor persistencia, tal el caso de La Catedral, La Merced y Santo Domingo para el caso de los españoles y San Francisco y San Sebastián para la zona de indios, por dar algunos ejemplos. Sin embargo, ocurrieron mudanzas o transformaciones parciales o totales de la función inicial del edificio, tal el caso del convento de Santo Domingo que pasó a ser ocupado por el Ejército y posteriormente a ser sede en su claustro del Colegio Ayacucho. El paisaje urbano muestra una gran inestabilidad en todo el proceso de consolidación del Centro; tuvo etapas estables – sobre todo en la época fundacional- y tuvo etapas fugaces, sufriendo transformaciones permanentes al renovarse edificios completos o mudando sólo las fachadas al ritmo de los cambios estilísticos, mientras se modificaban o sustituían los elementos de equipamiento urbano de las plazas y de las calles. En todo este proceso es la estructura urbana insólita de La Paz, la que le da su “aliento más sostenido”, citando a Fernand Braudel “es la capa de la historia lenta que la totalidad de la historia puede (hacer repensar toda la historia) como a partir de una infraestructura”.48

Mapa de conjuntos patrimoniales y áreas de interés urbano y arquitectónico Fuente: LUSU en Vera Angulo, Ivana, Proyecto de Grado Remodelación de un inmueble patrimonial en la ciudad de La Paz, La Paz, Univalle: 2015

48 Braudel, Fernand, Histoire el Sciences Sociales: la longue dureé. En Annales. Economies, Societés, Civilisations, Paris: Armand Colin, 1949, p.726-753.


A modo de anexo se colocarán referencias de los edificios patrimoniales religiosos y civiles más importantes del Centro Histórico de la ciudad.

2. Anexos 2.1. Arquitectura religiosa

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Iglesia Compañía de Jesús Es de estilo neogótico, construido por el jesuita Eulalio Morales en el siglo XVIII. Consta de una fachada cortada por dos torres o agujas truncas, planta de tres naves y capillas laterales.

Ubicación: Calle Pichincha entre Sucre e Indaburo.

CARACTERÍSTICAS Época: Siglo XVIII Año de inauguración: 1893. Valoración: Patrimonio Histórico Cultural.


Iglesia Santo Domingo Su fachada pertenece al estilo barroco mestizo, labrada en piedra en 1760. Tiene columnas salomónicas decoradas con racimos de uva. En el cuerpo superior existe una ventana con papagayos y papayas, elementos típicos del barroco mestizo. La planta de la iglesia tiene tres módulos de estilo neoclásico y una capilla privada con artesonado de tipo mudéjar.

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Ubicación: Calle Yanacocha esquina Ingavi.

CARACTERÍSTICAS Época: XVII Año de inauguración: 1760 Valoración: Patrimonio Histórico Cultural. Iglesia El Carmen El convento fue fundado en 1718. Fue un antiguo monasterio carmelita. En éste se venera a Nuestra Señora del Carmen, patrona de la ciudad de La Paz. Su fachada data del siglo XVIII. Tiene una nave única con cañón corrido, presbítero con falsa bóveda de nervadura y una portada de piedra caliza.

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Ubicación: Calle Colón esquina Ballivián.

CARACTERÍSTICAS Época: Siglo XVII Año de inauguración: 1776. Valoración: Patrimonio Histórico Cultural. Iglesia La Merced La fachada es sencilla, la planta es de tres naves separadas por pilastras. Sobre el crucero se levanta una cúpula de tambor construida en 1832 por Manuel Sanahuja, con pequeñas ventanas que iluminan el altar. El púlpito el de 1690 y está trabajado en detalle mostrando figuras y franjas.

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Ubicación: Calle Colón esquina Comercio.

CARACTERÍSTICAS Época: Siglo XVII Año de inauguración: 1609 Valoración: Patrimonio Histórico Cultural.


Iglesia San Juan de Dios Obra arquitectónica del siglo XVIII, posterior al Renacimiento, con una nave de cañón principal, cúpula en el centro y bóveda vaída. La portada principal tiene arco trilobulado en columnas salomónicas. El friso interior con decoraciones de follajes, ventanas con columnas entorchadas adosadas y remate.

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Ubicación: Calle Loayza esquina Camacho.

CARACTERÍSTICAS Época: Siglo XVIII Año de inauguración: 1758. Valoración: Patrimonio Histórico Cultural. Iglesia San Agustín El templo de San Agustín consta de tres naves divididas por columnas macizas de piedra, con contra fuentes externos. El encaje que se conserva por debajo del coro, tiene reminiscencias árabes y las crucerías pertenecen al estilo gótico. Son interesantes las falsas crucerías del crucero y el presbiterio colocadas artificialmente sobre las bóvedas y el alfarje ortogonal que cubre el coro.

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Ubicación: Calle Mercado entre Ayacucho y Colón.

CARACTERÍSTICAS Época: Siglo XVII Año de inauguración: 1668. Valoración: Patrimonio Histórico Cultural.


Iglesia Nuestra Señora de La Paz Fue construida en 1836, es de estilo neoclásico con reminiscencias barrocas. Obra del arquitecto Manuel Sanahuja. La fachada está dividida en dos cuerpos, en el interior hay cinco portadas grabadas en bronce. En el costado izquierdo existe una capilla donde se guardan los restos del Mariscal Andrés de Santa Cruz y Calahumana.

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Ubicación: Calle Comercio esquina Socabaya (plaza Murillo).

CARACTERÍSTICAS Época: Siglo XVII. Año de inauguración: 1605. Valoración: Patrimonio Histórico Cultural.

OTRAS IGLESIAS CERCANAS AL CENTRO HISTÓRICO DE LA CIUDAD Iglesia San Francisco Fue construida con piedra labrada y concluido a mediados del siglo XVIII, la fachada corresponde al estilo barroco. El interior también es de estilo barroco, tiene una planta de tres naves separadas por una bóveda de cañón y cúpula de media naranja, con cuatro ventanas en el crucero. La construcción duró más de 40 años. La iglesia también cuenta con una pinacoteca que presenta una valiosa colección de obras artísticas renacentistas, manieristas, barrocas, mestizas y neoclásicas. Fuente: https://www.google.com.bo/webhp?source=search_app&g ws_rd=cr,ssl&ei=wClmVZqHdiAygSpiYA4#q=iglesias+la+paz+bolivia, recuperado el 20 de mayo de 2015


Ubicación: Mariscal Santa Cruz esquina Sagarnaga.

CARACTERÍSTICAS Época: Siglo XVIII. Año de inauguración: 1784. Valoración: Patrimonio Histórico Cultural. Iglesia San Sebastián Ha tenido varias reconstrucciones, quedando muy poco de su construcción original. Su fachada es de estilo mestizo, la entrada principal es de estilo renacentista, esculpida en piedra y ornamentada con flora americana. El altar principal es neoclásico y tiene un gran claustro.

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Ubicación: Calle Bozo (Plaza Alonso de Mendoza).

CARACTERÍSTICAS Época: Siglo XVI Año de inauguración: 1538 Valoración: Patrimonio Histórico Cultural. Iglesia La Recoleta Su apariencia exterior tiene composición jesuítica y consta de tres portadas. La iglesia fue construida en 1894 y consagrada en 1896. Sus torres, empero, fueron incluidas después, cubiertas con largas agujas de piedra con pequeños huecos cruciforme: es una de las pocas expresiones del estilo neogótico.

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Ubicación: Av. América esquina Pando (zona el Rosario).

CARACTERÍSTICAS Época: Siglo XVIII Año de inauguración: 1894. Valoración: Patrimonio Histórico Cultural.

Iglesia de San Pedro Obra construida en 1790, después del cerco de Tupac Katari. Considera como iglesia de indios, es de topología alargada en su nave con aditamentos posteriores del siglo XVIII. La portada principal tiene elementos neobarrocos regionales hasta convertirse en ecléctico. En su base y sus columnas tiene leones, conchas y en el piso están labrados los nombres de los párrocos.

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Ubicación: Calle Colombia esquina 20 de octubre (plaza Sucre).

CARACTERÍSTICAS Época: Siglo XVI. Año de inauguración: 1549. Valoración: Patrimonio Histórico Cultural.

3. Conclusión valorativa de la arquitectura religiosa La arquitectura religiosa en la ciudad de La Paz tuvo un papel de fundamental importancia en la conformación del tejido urbano, desde la época de la colonia hasta el s. XVIII, e inclusive hasta inicios del XIX –con la construcción de la nueva Catedral-. Por lo tanto podemos afirmar que, los principales “mojones” los constituyeron los edificios religiosos. En la actualidad muchos de estos edificios cambiaron de función y otros se encuentran en alto grado de deterioro, esto refleja la necesidad de replantear el proceso de gestión de estos inmuebles patrimoniales, en su mayoría catalogados con valoración A, con el objeto de brindar un buen servicio a la población en general.


2.5.

Arquitectura Pública

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MAPA DE UBICACION DE LA ARQUITECTURA PÚBLICA

Casa de Pedro Domingo Murillo Es una construcción nueva terminada en 1952, en su interior existen pinturas y muebles coloniales. La exhibición más valiosa son los kerus (recipientes incaicos usados para beber que se producían hasta principios de la colonia). Están hechos de madera con incrustaciones que muestran motivos incaicos. Fuente: https://www.google.com.bo/webhp?source=search_app& gws_rd=cr,ssl&ei=wClmVZqHdiAygSpiYA4#q=centro+historico+casas+de+la+paz+b olivia, recuperado el 15 de mayo de 2015

CARACTERÍSTICAS

Ubicación: Calle Jaen. Año de construcción: 1952


Colegio San Calixto La capilla fue redecorada alrededor de 1940. La mampostería de yeso es del artista catalán Miguel Noguéy los vitrales son del artista Federico Geuer. La iglesia fue construida entre 1888 y 1893 por Eulalio Morales cuando la casa se convirtió en colegio.

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CARACTERÍSTICAS

Ubicación: Calle Indaburo Año de Construcción: 1888

Pérez

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Teatro Municipal Alberto Saavedra Es el principal teatro de la ciudad de La Paz y escenario para la presentación de recitales y conciertos musicales, obras teatrales, ballet y opera, entre otros espectáculos culturales. Siendo el teatro más antiguo de Sud América, su interior aún conserva el diseño original, salvo algunos cambios realizados en 1861 sufrió. La fachada original era sencilla, estaba dividida en tres calles, resaltando en el edificio el decorado con platabandas y entablamento. Durante el siglo XIX se modificó la fachada mostrando dos pilastras dóricas a los costados de la portada y sobre ellas en un frontón el escudo de La Paz. Patrimonio Histórico Cultural.

CARACTERÍSTICAS

Ubicación: Calle Genaro Sanjinés Año de Inauguración: 1845


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Museo de Etnografía y Folklore El Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Musef) es uno de los principales centros de difusión de la etnografía de Bolivia. El museo posee un patrimonio compuesto por 27.571 piezas, entre reliquias prehispánicas, coloniales y contemporáneas, máscaras, cerámica, tejidos, plumas y numismática del territorio boliviano. La muestra de la etnología del país se concentra en el museo, donde además se llevaron a cabo diferentes eventos de importancia nacional.

CARACTERÍSTICAS

Ubicación: esquina de las calles Ingavi y Genaro Sanjinés Año de fundación: 1925

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Palacio Legislativo Sede del Congreso Nacional. Su construcción pertenece a cánones del clasismo. Está compuesto de dos salones principales que ocupan la Cámara de Senadores y Diputados. La biblioteca está cubierta con una gran cúpula de cristal. El hall de acceso tiene una escalera principal de mármol blanco de tipo imperial. La fachada está dividida por tres puertas, con estilo corintio. Por encima se encuentra una cúpula resaltada, recubierta por una lentejuela de bronce, con un reloj en el frontón. Patrimonio Histórico Cultural.

CARACTERÍSTICAS

Ubicación: Calle Bolivar, Plaza Murillo. Año de Inauguración: 1905


Palacio de Gobierno Fue construido en estilo neoclásico, también es denominado el palacio quemado, Actualmente la fachada muestra una planta de zócalo trabajada en piedra. En las plantas superiores se destacan balcones abiertos ornamentados con frontones tipo voluta y triangulares. El ingreso principal y el frontón con el escudo nacional. Patrimonio Histórico Cultural.

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CARACTERÍSTICAS

Ubicación: Calle Comercio, Plaza Murillo. Año de Construcción: Siglo XVIII

Museo Nacional de Arte Es una de las más importantes instituciones museísticas y culturales de Bolivia. Levantada con ladrillo, cal y canto, enmarca en su interior un patio rectangular rodeado por la armoniosa arquería en sus tres plantas y una monumental portada interior de piedra labrada con inclusión de frutas de papaya en los cuernos de la abundancia que flanquean las columnas laterales. Destaca la gran portada de ingreso. Fuente: https://www.google.com.bo/webhp?source=search_app&g ws_rd=cr,ssl&ei=wClmVZqHdiAygSpiYA4#q=centro+historico+casas+de+la+paz+boli via, recuperado el 15 de mayo de 2015

CARACTERÍSTICAS

Ubicación: Calle Comercio y Socabaya Año de Creación: 1960.


Vice Presidencia del Estado Originalmente este edificio fue el banco central, construido por el destacado Emilio Villanueva. Se caracteriza por la simetría, su proporcionalidad y su elegancia. La entrada principal localizada en esquina, Está blanqueada por cuatro columnas de orden jónico hechas de granito. Una cúpula de cobre remata en una pequeña relieve y una cornisa superior que enmarca y corona el conjunto. Desde 1997 funciona como la Vicepresidencia del Estado. Fuente: https://www.google.com.bo/webhp?source=search_app& gws_rd=cr,ssl&ei=wClmVZqHdiAygSpiYA4#q=centro+historico+casas+de+la+paz+b olivia, recuperado el 15 de mayo de 2015

CARACTERÍSTICAS

Ubicación: Esquina Ayacucho y Mercado. Año de Construcción: Siglo XVIII

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Palacio Consistorial Edificio diseñado por el arquitecto Emilio Villanueva en 1925, inspirado en la arquitectura consistorial flamenca del renacimiento, presenta una planta casi cuadrada en tres niveles, con un atrio convertido en plaza, que lleva el mismo nombre del arquitecto. La fachada frontal muestra tres cuerpos estos poseen grupos de ventanales con balcones que en área central aparecen soportados por ornamentos denominados ménsulas con balaustres. En su interior destacan balcones con fina elegancia.

CARACTERÍSTICAS Ubicación: Calle Mercado Año de creación: Siglo XVIII.


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Banco de Crédito Es estilo académico francés, diseñada por el arquitecto Sotomayor. Presenta un ingreso principal en esquina donde resaltan las siglas "SIB" que representan a Simón Iturre Patiño. Su fachada es rodeada por columnas con capiteles en orden compuesto. El monumento suprime el característico patio central y lo sustituye por un salón central con pisos de granito pulido, además de bloques de vidrio sobre una estructura metálica que iluminan un atractivo interior con lamentación en yeso. Patrimonio Histórico Cultural.

CARACTERÍSTICAS Ubicación: Calle Juan de la Riva. Año de Construcción: 1913

Palacio de Justicia Es uno de los edificios públicos más importantes del país y sede del poder judicial. Se caracteriza por tener una arquitectura simétrica, posee una amplia escalera central flanqueada por pedestales con estatuas importadas desde Italia. La fachada presenta un pórtico toscano con paredes de líneas continuas. Las cubiertas son mansardas en plancha metálica. Patrimonio Histórico Cultural. CARACTERÍSTICAS Ubicación: Calle Potosi. Año de Construcción: 1912


“ACCIONES EDUCATIVAS PARA LA VALORACIÓN DEL LEGADO CULTURAL DE LA CIUDAD DE CORRIENTES”

Autores: Gestora Sociocultural. Marisa Duarte Museóloga. Prof. Roxana González

DIRECCIÓN GENERAL DE CULTURA MUNICIPALIDAD DE LA CIUDAD DE CORRIENTES – PROVINCIA DE CORRIENTES.

Dirección: Calle Pellegrini N° 542 Teléfono: + 54 3794 474714 + 54 3794 776887 + 54 3794 983484 Email: marisald22@ gmail.com roxigonzalez3@gmail.com


ACCIONES EDUCATIVAS, PARA LA VALORACIÓN DEL LEGADO CULTURAL DE LA CIUDAD DE CORRIENTES EJE TEMÁTICO Nº 5: La Educación Y El Patrimonio Cultural RESUMEN: El trabajo “Acciones Educativas para la valoración del legado cultural de la ciudad de corrientes” pretende recuperar los espacios formativos a través de aprendizajes y contenidos de diferentes campos del conocimiento, relacionando sus espacios disciplinares como son: la transmisión de valores que aporta la educación, los procesos identitarios que conducen al Patrimonio y la manera de cómo se capta el mensaje, interpreta y asimila la comunicación de dichos contenidos. El estar capacitados en el conocimiento de nuestra cultura y nuestra historia a través de los paisajes de la ciudad nos brindara además de conocimiento herramientas y valores para cuidar nuestro patrimonio. Es por ello fundamental que la sociedad en la que vivimos, aprenda a conocer y valorar la herencia que como grupo hemos recibido y que denominamos Patrimonio Cultural.

OBJETIVO GENERAL - Fortalecer y establecer vínculos entre el pasado, presente y futuro, revalorizando las formas de vida y manifestaciones de una sociedad que pretende reflejar su identidad cultural a través de la cultura. Adoptando y generando nuevas alternativas encaminadas a sensibilizar a la comunidad.

Objetivo Especifico - Reconocer los elementos que forman parte del acervo cultural de los museos y centros culturales que son patrimonio de todos los correntinos. - Transmitir cuidar y valorar el patrimonio desarrollando una nueva actitud frente a nuestro legado cultural. - Estimular al docente de nivel medio por medio de la capacitación en dichos espacios identitarios. - Reflexionar acerca de la importancia de una identidad cultural en una comunidad, que da sentido y finalidad a la vida de una sociedad. - Revalorar y salvaguardar diferentes expresiones tanto artísticas como socio-culturales. - Fomentar, estimular y conocer las herramientas metodológicas adecuadas para la identificación, relevamiento y registro del patrimonio a nivel local.


METODOLOGÍA Desde un micro perspectiva de desarrollo social que ha sido enfocada a la transformación de valores patrimoniales, se trabajó en la cultura desde sus dos dimensiones: material tangible e intangible, ambas dimensiones imprescindibles ya que no podemos pensar en una sin la otra. Para ello se realizó una gestión de salvaguarda del patrimonio artístico municipal de la ciudad de Corrientes, la cual pretende proteger, restaurar y hasta incluso recuperar este preciado bien que fuera oportunamente donado por destacados artistas tanto a nivel local, nacional como internacional. Desde esta visión se decidió sistematizar la información que permita involucrar el compromiso de esta gestión con su patrimonio en custodia, para la memoria cultural transmisible a las futuras generaciones y la necesidad de expresar el espíritu humano en sus diferentes formas. Las herramientas utilizadas fueron: relevamiento de las obras a través de un fondo documental, que consistió en un trabajo de investigación, registro técnico de obras de arte, esculturas, monumentos y murales en la ciudad capital de Corrientes. El registro técnico elaborado se basó en la identificación del bien, imágenes fotográficas, clasificación, ordenación, descripción y fichaje. Resultados obtenidos: La clasificación sistemática del bien patrimonial en cuestión, nos permite recategorizar la cultura material de una ciudad, el conocimiento y la transmisión de sus valores. Incluso el compromiso adquirido que nos permite adquirir nuevas obras de bien patrimonial desde su expresión artística, y que trasciende en el entorno que lo rodea. Además permite articular con otras áreas del municipio el trabajo realizado, transmitiendo su contenido y aportando nuevos recursos que favorezcan las políticas culturales. Su incorporación en talleres de aprendizaje de acceso libre y gratuito para colegios, empleados estatales y público interesado en dicha temática. Asimismo, la necesidad de trabajar con la secuencia pedagógica y relacionarlo con el patrimonio cultural y natural de la Provincia. Surge de años de observación en las escuelas, la misma consistió en relevamientos fotográficos, encuestas a directivos, docentes y alumnos. Y de llevar un registro del comportamiento y la predisposición de los alumnos durante las horas de clase, el modo de asimilar los temas pedagógicos. Resultados Obtenidos: gracias al arduo trabajo de años observación, encuestas y análisis de la situación escolar. Nos permitimos, trabajar con talleres en los colegios secundarios relacionando la secuencia pedagógica con el Patrimonio Cultural y natural de la Provincia.


DESARROLLO Ahora bien, actualmente está asentado el concepto que los docentes deben impartir una enseñanza para el mundo del trabajo, el mundo de la tecnología, de la informática, y por ello, deben tener una formación y capacitación permanente, para hacer frente a los nuevos retos. Para lograr satisfactoriamente las metas debemos como propone Terigi “diversificar las propuestas educativas”, modificando el formato de la currícula escolar, aplicando “formatos no escolares”. O sea, como explica Terigi: “hacernos cargo del cambio cultural que estamos protagonizando y que quizás va a una velocidad mucho mayor de la que se podía imaginar a mediados del siglo XX”. En la misma línea las Resoluciones del CFE proponen: Resolución CFE Nº 93/10.Anexos 9 - Por lo dicho todas las escuelas secundarias del país se abocarán a la tarea de construir progresivamente propuestas escolares que sostengan la presencia de los siguientes rasgos organizativos: -Resignificar el vínculo de la escuela con el contexto, entendiendo al mismo v como ámbito educativo. El escenario extraescolar y sus dinámicas sociales y culturales posibilitan miradas diferentes, alternativas y necesarias en la propuesta escolar. Habilitan otras situaciones para pensar y aprender, otras prácticas de enseñanza, posibilitan la participación de otros actores que enseñan desde su experiencia y práctica laboral. Le otorgan legitimidad y relevancia social al trabajo educativo: Ley de Educación Nacional 26.206 Código de Ética del ICOM para los Museos: 3. Los museos poseen testimonios esenciales para crear y profundizar conocimientos. (Pág6) y 6. Los museos trabajan en estrecha cooperación con las comunidades de las que provienen las colecciones, así como con las comunidades a las que prestan servicios. (Pág9) CAPÍTULO IV. EDUCACIÓN SECUNDARIA. ARTÍCULO 30. a) Brindar una formación ética que permita a los/as estudiantes desempeñarse como sujetos conscientes de sus derechos y obligaciones, que practican el pluralismo, la cooperación y la solidaridad, que respetan los derechos humanos, rechazan todo tipo de discriminación, se preparan para el ejercicio de la ciudadanía democrática y preservan el patrimonio natural y cultural. b) Formar sujetos responsables, que sean capaces de utilizar el conocimiento como herramienta para comprender y transformar constructivamente su entorno social, económico, ambiental y cultural, y de situarse como participantes activos/as en un mundo en permanente cambio.


CONCLUSIONES En suma, esta concepción de vivenciar los recursos que ofrece el Patrimonio cultural en sus diferentes manifestaciones, nos permite involucrarnos en una sociedad más responsable, progresista, diversificada en valores que pertenecen a toda sociedad. Es por ello que debemos considerar, abandonar la pedagogía tradicional, hay que innovar para captar la atención e incentivar al joven y a la comunidad a aprender, siempre reflexionando sobre nuestro rol de docentes, gestores culturales, museólogos. Se puede afirmar que en la educación de nuestro tiempo hay muchos obstáculos que sortear por un lado tenemos “los desafíos y las contradicciones de intentar paliar parte de la miseria social que atraviesa a la condición de los estudiantes” y por otro, a nivel de los procesos pedagógicos. Sin embargo, los encargados de transmitir la cultura, debemos estar preparados para superar esa difícil empresa y desarrollar nuevos enfoques de ese modo se facilitará el aprendizaje. BIBLIOGRAFÍA Morín, Edgar Morín. Articulación de Saberes. ¿Qué saberes enseñar en las escuelas? EUS Ediciones USAL. 1998. Editorial Santillana. Francia, 1999. Graziano, Nora. Información, saber y conocimiento: algunas precisiones y distinciones necesarias para el campo pedagógico. Culler, Carlos. “El malestar de la ciudadanía”. Pág. 177 a 197. Editorial Stella. La Crujía, 2007. Kaplan, C, (2006) “La inclusión como posibilidad”. MEN- OEI. http://porlainclusionmercosur.educ.ar/documentos/modulo3mail.pdf Terigi, Flavia. “Las cronologías de aprendizaje: un concepto para pensar las trayectorias escolares” Función Educativa. Manual de Museos Venezuela. http://www.nuevamuseologia.com.ar/images/sampledata/pdfs/Funcioneducativa.pdf UNESCO http://unesdoc.unesco.org/images/0018/001878/187828s.pdf Código de Ética del ICOM para los Museos GONZÁLEZ, Graciela M. “Patrimonio de Corrientes: nuestro patrimonio arquitectónico”. VII Congreso de Historia de Corrientes. Junta de historia de la Provincia de Corrientes. Año 2007. GONZÁLEZ, Graciela M. “Educación y Patrimonio”. Para la valoración del patrimonio histórico cultural en la provincia de Corrientes. Ediciones MOGLIA. Año 2008.


MATERIAL GRÁFICO Fig.1

Fig.3

Fig.2

Fig.4


Â

Fig. 5

Fig.7

Fig. 6


Patrimonio artístico de la ciudad de corrientes: paseo muralístico del parque Camba Cuá Fig. 9

Fig.10

Fig. 8


Primera Exposición de la Pinacoteca Municipal Fig.11

Taller de Educación, Patrimonio, Turismo y Medios de Difusión Fig.12


Fig. 1 - Visita con los alumnos de escuelas secundarias al Museo de Artesanías Tradicionales y Folklóricas. Fig.2 - Actividad: Elementos del Siglo XIX que reconozco en el Museo Histórico “Tte. Gobernador de Melo y Alpoín”. Fig.3 - Actividad: Explorando el Museo de Artesanías. Trabajo articulado del área de Lengua con TICs. Fig.4 - Taller de Educación y Patrimonio en Colegio Secundario. Actividad: “en grupos armar una lista del patrimonio tangible e intangible de mi ciudad”. Fig.5 - Recorrido por los circuitos Históricos – Religioso de la ciudad. Fig.6 - Taller de Educación y Patrimonio Escuela Secundaria para Adultos. Fig.7 - Visita al Museo de Bellas Artes “Juan Ramón Vidal”. Fig.8 - Patrimonio artístico de la ciudad de corrientes: paseo muralístico del parque Camba Cua. Fig.9 - Patrimonio artístico de la ciudad de corrientes: paseo muralístico del parque Camba Cuá. Fig.10 - Vista aérea del Parque Camba Cua. Fig. 11 - Primera exposición de la Pinacoteca Municipal. Fig.12 - Taller de educación, Patrimonio, Turismo y Medios de Difusión. Autor: Página de Facebook. Ciudad de Corrientes Turismo, Cultura y Deportes. https://www.facebook.com/ciudaddecorrientes.turismo/?fref=photo


“SISTEMATIZACIÓN DE CONCEPTOS SOBRE EPISTEMOLOGÍA DEL TURISMO PATRIMONIAL DE LAS MISIONES JESUÍTICAS DE LA PROVINCIA DE MISIONES”

Autora: Lic. en Turismo Astrid Sonia Kunkel

UNIVERSIDAD NACIONAL DE MISIONES- FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES. Dirección: Calle Tucumán Nº 1946 Teléfono: 3764679397 Correo: astrid.kunkel5@gmail.com


“SISTEMATIZACIÓN DE CONCEPTOS SOBRE EPISTEMOLOGÍA DEL PATRIMONIO TURÍSTICO DE LAS MISIONES JESUÍTICAS DE LA PROVINCIA DE MISIONES” Eje temático N° 5 La Educación y el Patrimonio Cultural. RESUMEN El trabajo responde a la visión educativa y patrimonial (en relación con la evangelización de los jesuitas hacia los guaraníes y los vestigios arquitectónicos en pie) presente en los pueblos que integran las Misiones Jesuíticas de la provincia de Misiones, tanto las de la margen del Rio Uruguay como las del Paraná. Asimismo, el informe pretende sistematizar los principales conceptos epistemológicos relacionados con el patrimonio turístico de dichas misiones. Además el tema se encuadra en un trabajo de investigación denominado Re.Sa.Ma.Ja VII: Patrimonio, Inclusión y Desarrollo. Hacia una Epistemología del Turismo Patrimonial desde la Región de las Misiones Jesuíticas Guaraníes (Rivero B. y Gayetzky G. 2015: 3)

OBJETIVOS General 

Sistematizar conceptos epistemológicos del patrimonio turístico de las Misiones Jesuíticas de la provincia de Misiones.

Específicos 

Recopilar información histórica, arqueológica, geográfica y turística del área de estudio.

Documentar los principales conceptos epistemológicos del turismo patrimonial de las Misiones Jesuíticas de la provincia de Misiones.

Fomentar la concientización sobre la conservación del patrimonio cultural y natural que representa la identidad de los pueblos jesuíticos de la provincia de Misiones.

METODOLOGÍA En primer lugar, se realizará un fichaje bibliográfico de los principales conceptos sobre epistemología del turismo patrimonial del área de estudio, luego se procederá a una etapa de análisis del estado del arte hallado acerca del tema de referencia. Un paso siguiente se enfocará en la fase de diagnóstico sobre la información recopilada. Una vez recopilados los principales conceptos epistemológicos de turismo patrimonial de las Misiones Jesuíticas de la provincia de Misiones se sistematizarán y documentarán. Finalmente se llevarán a cabo jornadas de concientización con las comunidades locales sobre la conservación del patrimonio cultural y natural que forma parte de la identidad de los pueblos de las Misiones Jesuíticas de la provincia.


DESARROLLO El presente informe responde a una serie de trabajos1 realizados por un grupo de investigadores de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones, a saber: Re.Sa.Ma.Ja.V- Patrimonio, Historia y Turismo: Plan Estratégico Situacional (PES) del Territorio de las Misiones del Uruguay. (Disp. / Res.); 16-H/ 282 (el cual se desarrolló entre los años 2010 y 2011); Itinerarios turísticos sostenibles en las Misiones Jesuíticas guaraníes del río Uruguay. Argentina 2012/13. 16H356 (que tuvo curso entre los años 2012 y 2013) y en la actualidad la presentación de un proyecto que aguarda evaluación denominado RE.SA.MA.JA. VII: Patrimonio Inclusión y Desarrollo. Hacia una Epistemología del Turismo Patrimonial desde la Región de las Misiones Jesuíticas Guaraníes (a desarrollarse entre los años 2015 y 2017). Miguel A. Vigliocco sostiene que “los guaraníes provenían del Amazonas desde donde se desplazaron en tiempos antiquísimos, y tanto por su lengua como por estudios arqueológicos pertenecen al grupo étnico tupí- guaraní”. Además, asegura que estos grupos étnicos mantenían una gran rivalidad que se manifestó incluso en la época de misiones jesuíticas. (Vagliocco, 2007: 2) Según Vigliocco en América se previeron tres tipos de asentamientos de aborígenes: el pueblo de indígenas, la encomienda y la reducción. El pueblo de aborígenes proponía la agrupación de forma independiente en pueblos y ciudades organizadas en torno a las costumbres autóctonas. La encomienda por su parte, proponía una forma temporal de relación de dependencia de los aborígenes con su “colonizador”. Finalmente, la reducción establecía un tipo de asentamiento urbano-rural seguro formado por indígenas con un gobierno de tipo "civil" a cargo de los mismos aborígenes y el gobierno “religioso” a cargo de un encomendado misionero. En palabras textuales del autor “tanto la encomienda como la reducción fueron los más difundidos, precisamente por la falta de comunidades urbanas preexistentes en esta parte del continente. Particularmente la reducción reviste importancia desde el punto de vista de la organización territorial” (Vagliocco, 2007: 4) Graciela María Viñuelas en Misiones Jesuíticas de guaraníes (Argentina, Paraguay, Brasil) sostiene que “entre las muchas acciones emprendidas por la Compañía de Jesús en América, la experiencia de las misiones de guaraníes es algo destacable. Lo que los padres y hermanos jesuitas llevaron a cabo en lo que se ha llamado “el Paraguay” puede aparecer tanto con signos positivos, como negativos”. Viñueles sostiene que la planificación física de las reducciones jesuíticas fue acompañada de los aspectos sociales, culturales, políticos y económicos todo en un marco religioso que incluía no solo la cosmovisión europea sino también la visión del mundo de los guaraníes, tanto en la relación con la naturaleza como con lo sobrenatural. (Viñuelas, 2007: 108)

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Los trabajos realizados llevan más de una década, específicamente desde el año 2001.


En Las Misiones Jesuíticas de guaraníes como experiencia de Evangelización Susana Colazo sostiene que: los guaraníes fueron los actores capitales de un particular momento de la historia colonial, en una región estratégica de Sudamérica (…) es claro que la documentación más rica y abundante que ha tratado al indio guaraní de los tiempos etnográficos, corresponde al periodo que transcurre entre el siglo XVI y XVII. Sin embargo, esas fuentes son bastante parciales porque el enfoque se ha hecho desde el punto de vista del hombre blanco, ya sea el colonizador, ya sea el sacerdote (Colazo, 1987: 8) Cecilia Bákula en Tres definiciones en torno al Patrimonio Cultural afirma que el patrimonio puede entenderse desde el punto de vista particular (los bienes que heredamos de nuestros padres por derecho propio) o en un sentido más amplio referido a una ciudad o nación donde involucra tanto a los bienes materiales como los espirituales que en ella se encuentran y que en su conjunto “tipifican, diferencian e individualizan a ese grupo humano” (Bákula, 2000: 167) Además, sintetiza que “el Patrimonio Cultural son aquellos bienes que son la expresión o el testimonio de la creación humana y de la evolución de la naturaleza, que tienen especial relevancia y a través de las cuales se identifica a la cultural nacional” (Bákula, 2000: 167) Miguel Angel Toitiño V. sostiene que las ciudades históricas son las creaciones más radiantes de la cultura universal, que a su vez conservan un valioso y diversificado patrimonio cultural cuyo “uso turístico” requiere de nuevos planteos. Dice el autor “son conjuntos donde la imbricación de variables arquitectónicas, culturales, sociales, ambientales, turísticas y simbólicas, les da una especial singularidad” (Toitiño V.: 27). En este sentido, los vestigios de varias de las Misiones Jesuíticas de Guaraníes no solo los pueblos ubicados en Argentina, sino también los de Paraguay y Brasil son verdaderas “ciudades históricas” como asegura Toitiño V. Como se expuso anteriormente, las reducciones estaban organizadas con gobiernos civiles y religiosos en comunidades urbano-rurales donde convivían armoniosamente jesuitas y guaraníes. Toitiño V. afirma que el turismo es generador de procesos de revalorización de recursos locales (en este caso podrían considerarse las reducciones jesuíticas como recursos regionales tanto de Argentina, como también de Brasil y Paraguay) que por alguna razón podrían estar subutilizadas o peor aún en estados de deterioro avanzado. El autor sostiene que “propicia la aparición de oferta cultural diversificada, utilizada tanto por los turistas como por los residentes” (Toitiño V.: 29). Del mismo modo en que es importante para el turismo revalorizar los recursos patrimoniales existentes, también lo es para las comunidades locales, ya que promueve la conservación del patrimonio y genera oportunidades laborales que se replican hacia todos los sectores (gastronomía, alojamiento, etcétera). Marie Tenier manifiesta que “la época contemporánea se caracteriza por lo que podemos llamar patrimonialización generalizada. Casi todo hoy es susceptible de ser declarado objeto de salvaguardia o de preservación” (Tenier: 179). Actualmente se entiende al patrimonio desde un sentido amplio, donde se


considera como tal a manifestaciones culturales materiales (arquitectura en las reducciones jesuíticas) como inmateriables (religiosidad en las reducciones jesuíticas). En relación a esto Ballart Hernández en Gestión del Patrimonio Cultural diferencia la visión sobre el patrimonio cultural que se tenía en el pasado de la que se considera tiene en el presente, sostiene que “si la visión tradicional del patrimonio cultural consideraba fundamentalmente los bienes artísticos y monumentales heredados del pasado, como las obras del arte escultórico y pictórico o las grandes obras arquitectónicas, ahora hay una conciencia cada vez mayor de que este patrimonio comprende también las manifestaciones culturales intangibles, como son las tradiciones orales, la música, las festividades y las lenguas” (Ballart Hernández e I Tresserras. 2007: 149) Beatriz Rivero en Planificación Turística asegura que la gestión turística sostenible plantea garantizar la biodiversidad, la unicidad cultural, experiencias turísticas de calidad y en consecuencia esto deviene en mayor satisfacción y fidelidad de los clientes, asegurando además los fundamentos de competitividad en el mercado. (Rivero B. s/d: 47) Según la Guía Metodológica para Proyectos y Productos de Turismo Cultural Sustentable del gobierno de Chile “el turismo patrimonial aporta beneficios a la comunidad anfitriona y motiva el cuidado de sus bienes culturales y las tradiciones vivas mediante un compromiso entre la ciudadanía, los empresarios turísticos y las entidades públicas relacionadas” (Gobierno de Chile, 2015: 13)

CONCLUSIONES Entendido el patrimonio en su sentido más abarcador, es importante convertirnos en potenciales agentes patrimoniales que lleven adelante diferentes acciones tendientes a conservar y preservar el legado cultural tanto material como inmaterial presente en las Misiones Jesuíticas de Guaraníes de la provincia de Misiones y la región (Brasil y Paraguay), reconociendo también el uso social de los bienes culturales. Es importante que el patrimonio promueva la inclusión de las comunidades locales, las cuales se sentirán que pertenecen a un determinado lugar que acerva bienes culturales (arquitectura, costumbres, música, arte) que lo identifican como grupo social. En este sentido las Misiones Jesuíticas de Guaraníes de Misiones forman parte de ese patrimonio que representa una época muy particular de la historia de la provincia y por tanto genera en las comunidades que lo atesoran un profundo sentido de pertenencia, aunque muchas veces no se manifieste directamente. Para ello resulta importante realizar jornadas de concientización con las comunidades locales para contribuir a la conservación y difusión del patrimonio que nos rodea.


BIBLIOGRAFÍA Libros:  BÁKULA, C. (2000) Tres definiciones en torno al Patrimonio en Turismo y Patrimonio. Lima, Perú. Talleres Gráficos de FIMART S.A.C.  BALLART HERNANDEZ, J. y I TRESSERRAS J. J. (2007) Gestión del Patrimonio Cultural. España. Book Print Digital.  RIVERO, B. (s/d). Planificación Turística. Posadas, Misiones. Editorial Universitaria.  TENIER, M. (2000) En torno al debate sobre la noción de Patrimonio en Turismo y Patrimonio. Lima, Perú. Talleres Gráficos de FIMART S.A.C.  TOTIÑO V. M. A. (2000) Turismo y Ciudades Históricas: retos y oportunidades en Turismo y Patrimonio. Lima, Perú. Talleres Gráficos de FIMART S.A.C. Proyectos: 

Re.Sa.Ma.Ja.V- Patrimonio, Historia y Turismo: Plan Estratégico Situacional (PES) del Territorio de las Misiones del Uruguay. (Disp. / Res.); 16-H/ 282

Itinerarios turísticos sostenibles en las Misiones Jesuíticas guaraníes del río Uruguay. Argentina 2012/13. 16H356 (que tuvo curso entre los años 2012 y 2013)

 RE.SA.MA.JA. VII: Patrimonio Inclusión y Desarrollo. Hacia una Epistemología del Turismo Patrimonial desde la Región de las Misiones Jesuíticas Guaraníes (a desarrollarse entre los años 2015 y 2017). Documentos electrónicos: 

VIÑUELAS, G. M. en Misiones Jesuíticas de guaraníes (Argentina, Paraguay, Brasil) 108. Recuperado de: http://www.scielo.org.co/pdf/apun/v20n1/v20n1a07.pdf.

COLAZO, S. en Teología: Las Misiones Jesuíticas de Guaraníes como Experiencia de 129.

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VIGLIOCCO, M. A. en El Planeamiento en las Misiones Jesuíticas Guaraníes. (2,4). Recuperado de:

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GOBIERNO DE CHILE Consejo General de las Artes y la Cultura en Guía Metodológica para Proyectos

y

Productos

de

Turismo

Cultural

Sustentable

(13).

Recuperado

http://www.cultura.gob.cl/wp-content/uploads/2015/01/guia-metodologica-turismo-cultural.pdf

en:


MATERIAL GRÁFICO Fig. 1

Fig. 2


Fig. 3

Lista de figuras 

Fig.

1:

San

Ignacio

Miní

en

la

provincia

de

Misiones.

Recuperado

en:

https://www.google.com.ar/search?q=san+ignacio+ruinas&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0 ahUKEwi1jsPR7OrLAhWGhJAKHeXiCzgQ_AUIBygB#tbm=isch&q=san+ignacio+mini+ruinas&im grc=L4xkIUdXVJlZYM%3A Fecha: 31/04/2016. 

Fig. 2: Ruinas de Loreto tapadas por la selva en la provincia de Misiones. Recuperado en: http://universes-in-universe.org/esp/art_destinations/argentina/misiones/loreto.

Fecha:

31/04/2016 

Fig. 3: Mapa de localización de ambas Misiones Jesuíticas. Recuperado en: http://universes-inuniverse.org/esp/art_destinations/argentina/misiones/loreto Fecha: 31/04/2016.


EDUCANDO PARA SALVAGUARDAR LA IDENTIDAD EN LA RUTA DEL AZÚCAR. EL CASO DE MONTEROS

Autores: Arq. Javier V. Roig1 Mg. Arq. M. Florencia Murillo Dasso2 Dra. Arq. Ana I. Lozano3 M. Dolores Murillo Dasso4

1°, 2° Y 3° DOCENTES E INVESTIGADORES DEL INSTITUTO DE HISTORIA Y PATRIMONIO DE LA FACULTAD DE ARQUITECTURA Y URBANISMO Y 4° DOCENTE E INVESTIGADORA DE LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS. UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUCUMÁN.

Dirección: Avenida Néstor Kirchner 1800, San Miguel de Tucumán; Tucumán – Argentina. Teléfono: 0381 4107529. Email: jvroig08@gmail.com flormurillodasso@hotmail.com ana_isabel_lozano@hotmail.com mdmd78@hotmail.com,


EDUCANDO PARA SALVAGUARDAR LA IDENTIDAD EN LA RUTA DEL AZÚCAR. EL CASO DE MONTEROS EJE TEMÁTICO: La educación y el patrimonio cultural RESUMEN La consolidación y desarrollo de pueblos dedicados a la industrialización de la caña de azúcar en la provincia de Tucumán, generó la denominada “Ruta del Azúcar”, localizada junto al área natural de las Yungas, en ellas se conjugan el patrimonio cultural y el natural. En este contexto se destaca la ciudad de Monteros, que en sus inmediaciones aglutina bienes de gran valor patrimonial, los que, a partir de las acciones propuestas por este proyecto, serán objeto de estudio para su apropiación y conservación por parte de los docentes y alumnos de la Escuela José F. Moreno de Monteros.

OBJETIVOS El proyecto “Identidad en la Ruta del Azúcar” fue seleccionado en la convocatoria 2015 del Voluntariado de la Secretaría de Políticas Universitarias y está previsto que se lleve a cabo a partir de mediados del 2016. El objetivo general del mismo es desarrollar en el área de Monteros los aspectos teóricos y prácticos del patrimonio edificado y ambiental, y elaborar una propuesta de enseñanza con el fin de comunicar y difundir los valores del patrimonio construido y natural, para propiciar su apropiación por parte de la sociedad. En este contexto, los objetivos específicos son: 1. Concientizar y formar voluntarios universitarios en la conservación patrimonial para que sean capaces de reconocer, valorar y difundir el patrimonio de Monteros fortaleciendo la identidad local. 2. Concientizar y formar a los docentes de la Escuela primaria Escuela José Federico Moreno de Monteros en la conservación patrimonial para que sean capaces de reconocer, valorar y difundir el patrimonio de Monteros fortaleciendo su identidad. 3. Fomentar y propiciar la enseñanza del patrimonio urbano, arquitectónico, cultural y natural a los alumnos de la Escuela José Federico Moreno, promoviendo su conocimiento, valoración y difusión, fortaleciendo así identidad. 4. Favorecer la construcción de herramientas para lograr una representatividad igualitaria de los valores patrimoniales reconocidos que propicien la divulgación del patrimonio a la comunidad.


METODOLOGIA Los destinatarios directos del proyecto son los alumnos de 3°, 4° y 5° grado y el personal docente de la escuela de nivel primario José Federico Moreno de Monteros. Indirectamente se beneficiará a toda la comunidad de Monteros pues el proyecto apunta a formar y difundir tema de los valores patrimoniales como herramienta para reforzar la identidad local. El proyecto tendrá una duración de un año lectivo y, si bien está organizado por este equipo de trabajo, también participarán docentes y alumnos de la Facultad de Ciencias Naturales y de la carrera de Trabajo Social. En este marco están previstas las siguientes actividades según los grupos involucrados: Introducción al papel del voluntariado universitario en relación con la problemática patrimonial local y capacitación teórica en la temática a los voluntarios universitarios. Se desarrollarán charlas y talleres con los voluntarios universitarios para exponer los principales conceptos de Patrimonio: tipos, su dimensión social y su identificación. El rol del Patrimonio como fundamento de la Identidad local y regional. Reconocimiento visual y relevamiento –fotográfico y métrico- del patrimonio urbano-arquitectónico y natural, por parte de los voluntarios de arquitectura y ciencias naturales. Se llevarán a cabo recorridos y visitas a lugares patrimoniales, arquitectónicos y naturales, como estrategia de aprendizaje, observación y reconocimiento; realizando un relevamiento fotográfico de los bienes patrimoniales. Para esto se adquirirán y utilizarán como base las planchas catastrales para el registro y medición de dichos bienes. Indagación y caracterización del patrimonio cultural por parte de los voluntarios de trabajo social. Con este fin se recopilar datos cualitativos a través de entrevistas, encuestas y cuestionarios a la sociedad monteriza en general, para el posterior procesamiento de los mismos. A partir de datos cualitativos obtenidos se formularán esquemas e informes que den idea de las necesidades de la comunidad respecto a la identidad y reconocimiento del patrimonio propio. Capacitación a los docentes de la escuela primaria José Federico Moreno en la temática patrimonial a través de charlas y talleres acerca de los conceptos de: Patrimonio, sus tipos, su dimensión social y su identificación y sobre la identidad local y regional. Se realizará una encuesta de las concepciones previas sobre los conceptos a trabajar y una exposición al finalizar los talleres con las reflexiones elaboradas respecto a la temática. Reconocimiento y valoración del patrimonio de Monteros por parte de los docentes de la escuela primaria José Federico Moreno para su inclusión en los contenidos curriculares jurisdiccionales. Para lo cual se harán: Talleres para la elaboración y discusión grupal de la inserción del tema patrimonial en los contenidos curriculares actuales. Exposición de trabajos acerca del reconocimiento y valoración del patrimonio cultural y natural de Monteros y una puesta en común de las conclusiones elaboradas.


Diseño de las estrategias y actividades didácticas en los procesos de enseñanza aprendizaje en 3°, 4° y 5° grados con los docentes de la escuela primaria José Federico Moreno. En Talleres se expondrán y discutirán diferentes estrategias educativas, actividades y recursos para la enseñanza y aprendizaje del patrimonio hacia los niños. Introducción a la temática patrimonial y su relación con la identidad local para los alumnos del nivel primario (3º, 4º y 5º grados) de la escuela José Federico Moreno. Se realizarán charlas sobre conceptos de patrimonio. Se llevará a cabo la actividad: “Recorriendo nuestra escuela” para identificar y reconocer los elementos arquitectónicos y de funcionalidad de la escuela. Se apoyará esta actividad con guías para el recorrido y un cuestionario que permite volcar la experiencia realizada. Exposición de los alumnos acerca de las percepciones sentidas. También se realizará el taller: “Museo en el aula” con la socialización en el aula del significado e importancia del objeto elegido por cada alumno. Formulación y desarrollo de actividades que favorezcan el contacto, la apreciación y la valoración de los bienes y lugares que representen valores patrimoniales monterizos con los alumnos de 3°, 4° y 5° grado. Se efectuarán salidas del equipo del voluntariado y docentes y alumnos de la escuela a lugares patrimoniales, urbanos, arquitectónicos y naturales (Reserva Natural “La Florida”) con material didáctico: plano y guía de análisis que permitirán responder a ciertas preguntas disparadoras para que los alumnos observen, comprendan y valoraren el bien. Realización de talleres de reflexión y conclusiones donde se sintetice, analice y debata los conocimientos adquiridos con los alumnos y docentes de la escuela primaria José Federico Moreno. La experiencia realizada a través de material visual (gráfico, en soporte tecnológico, etcétera) para establecer conclusiones que permitan aclarar y afianzar los conceptos fundamentales de la temática. Por último, se diseñará material de difusión de la experiencia y del patrimonio natural, cultural, urbano y arquitectónico re descubierto para darlo a conocer. Se elaborarán folletos de difusión del patrimonio a partir de las fichas elaboradas sobre los bienes patrimoniales naturales y urbanos-arquitectónicos representativos de la identidad local. Los voluntarios de arquitectura actuarán como orientadores en la confección de posters y banners con la experiencia surgida del voluntariado.

DESARROLLO La industria azucarera ha caracterizado a Tucumán por más de dos siglos y ha pautado el desarrollo económico y social de la provincia. El cultivo de caña y su manufactura han sido el disparador de la industrialización de grandes superficies del territorio provincial generando el surgimiento y consolidación de poblados como resultado de los requerimientos sociales originados por las necesidades laborales. Esta serie de pueblos definen en su totalidad la denominada “Ruta del Azúcar” que se localiza junto al área de las


Yungas presentando ciertas características y valores comunes en los que se conjugan el patrimonio cultural y el natural. En este contexto se destaca Monteros que reúne en sus inmediaciones bienes diversos de valor patrimonial como las áreas cañeras en relación al Ingenio Nuñorco -actualmente en producción-, la Reserva de La Florida y las ruinas fundacionales de la ciudad de Ibatín. El conocimiento y valoración de estos recursos patrimoniales en profundidad hacen necesarias acciones que promuevan su conservación y apropiación por parte de la comunidad local, convirtiéndose de esta manera la sociedad en actor principal de su salvaguarda. Para ello se requiere realizar un trabajo intenso de difusión. Teniendo en cuenta lo antes mencionado, desde este proyecto de Voluntariado Universitario pretendemos promover en el nivel primario, incorporar a través del reconocimiento de edificios y lugares representativos que originen pertenencia, motivos para su protección. De esta manera, se generará conciencia de los valores del patrimonio y la trascendencia de su protección ya que estos bienes pertenecen e identifican histórica y culturalmente a la localidad. La problemática que el proyecto busca atender es consolidar la identidad de los habitantes de los pueblos relacionados con la industria azucarera a partir de una experiencia con los alumnos y docentes de nivel primario de la Escuela José Federico Moreno. El trabajo apunta a la enseñanza de la identificación, el reconocimiento y la valoración de los diferentes bienes materiales e inmateriales pertenecientes al patrimonio cultural y natural de la ciudad de Monteros con el objeto de promover su apreciación y apropiación por parte de la comunidad educativa y de este modo hacerlos extensivos al resto de la sociedad. Asimismo, se plantean actividades complementarias con el Municipio que propicien el acceso, la divulgación y la futura protección de los recursos patrimoniales locales con el propósito de fortalecer la identidad local. La iniciativa se concibe como un aporte interdisciplinario entre docentes y alumnos universitarios de carreras complementarias como arquitectura, biología y trabajo social que permita el abordaje conjunto de los distintos tipos patrimoniales culturales y naturales presentes en la localidad. La relación con organismos de gobierno pretende garantizar la transferencia de la temática patrimonial abordada hacia la comunidad en general.

Diagnóstico de la situación Los pueblos que conforman la estructura territorial urbana de la provincia de Tucumán se definieron y consolidaron en el siglo XIX como consecuencia del auge de la industria azucarera. Delineados por el Departamento Topográfico provincial trataron de emular el equipamiento urbano de la metrópolis provincial. En ese sentido no solo se desarrollaron la arquitectura administrativa, la religiosa, la del transporte, la educativa, la hospitalaria y principalmente la industrial con los ingenios, sino también la arquitectura doméstica de acompañamiento, todas ellas le dieron identidad a estas poblaciones transformándose con el tiempo en la parte fundamental de su patrimonio material. Asimismo, estos asentamientos humanos


estuvieron muy relacionados con su contexto natural pues se ubicaron en la región del pedemonte tucumano, Biósfera de las Yungas, terreno apto para el cultivo de la materia prima utilizada para la fabricación del azúcar. Monteros no es un caso aparte de esta caracterización. Dentro del proceso de consolidación territorial, este pueblo, hoy ciudad, fue el que inició su afianzamiento urbanístico con mayor antigüedad entre las villas y pueblos de la provincia. Su evolución urbana estuvo ligada a las actividades del ingenio Nuñorco. La crisis azucarera que afectó a la provincia a mediados del siglo XX impactó no solo en la conformación territorial, sino también en su configuración urbana. Sumado a esto la globalización de la arquitectura a nivel mundial comenzó a atentar contra el patrimonio urbano-arquitectónico existente hasta esos tiempos. En ese marco, la falta de una adecuada política de conservación y preservación del patrimonio está llevando a la descaracterización de ese poblado histórico. Por esos motivos, el equipo del proyecto consideró fundamental rescatar los valores culturales y naturales de dicha ciudad conjuntamente a los docentes y alumnos de la Escuela José Federico Moreno de Monteros, promoviendo la participación directa de los ciudadanos de Monteros, procurando que tomen conciencia de la importancia de la conservación y defensa del patrimonio construido como parte fundamental de la historia de su ciudad, es decir, de su propia historia. Así, el patrimonio como valor social consideramos se construye a partir de la “apropiación” cultural. El mismo genera la posibilidad de reconocerse a sí mismo, de identificación y sentido de pertenencia. “La identidad del grupo humano se va construyendo al tiempo que se va calificando el propio entorno, tanto por las transformaciones históricas que él experimenta como por la mirada que determina su imagen en nosotros. Esa mirada es a su vez cambiante, porque nuestra propia identidad se va construyendo día a día. Se genera así una situación doblemente dinámica: la del entorno sometido al devenir histórico y la de nuestra propia vida asimismo inmersa en la historia” como dice Marina Waisman (1994, p. 14).

El rol del Estado en la educación del patrimonio En nuestro país, en el campo educativo, a pesar de ponderar la diversidad y la interculturalidad, no se le otorga un lugar significativo al aprendizaje y enseñanza del patrimonio cultural. De esta manera, la temática sobre la valoración del patrimonio, se plantea de manera superficial, careciendo de un contenido claro que promueva, en los niños y jóvenes, un interés por las raíces históricas que nos representan. Básicamente, en los contenidos hay una concepción del patrimonio como un conjunto de bienes culturales heredados del pasado1, esta teoría no coincide con las actuales que conciben al patrimonio en su dimensión

1 Costa, M. E. (2006). El rol del sistema de educación formal argentino en la construcción social del patrimonio cultural. En AAVV, La dimensión social del patrimonio. Buenos Aires: Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio. Pág. 532.


social, y al patrimonio construido y natural como una unidad. Consideramos que la incorporación de esta temática a un grupo de estudiantes de los grados 3°, 4° y 5° grado, nos llevaría a dar un paso adelante en la reflexión acerca de la identidad local. Por otra parte, con la escolaridad, el Estado tiene el alcance social necesario para informar, analizar y lograr una conciencia del patrimonio construido propio de cada comunidad. Esta transferencia permitirá su valoración y el conocimiento e internalización de su identidad. La escuela es el canal indispensable para que nuestros niños y jóvenes se formen en un medio donde se inculque el sentido de pertenencia y se reafirme la identidad. De esta manera, estaremos formando individuos responsables e implicados con los testigos materiales de nuestra historia, lo que permitirá la conservación con convicción de nuestro patrimonio. Por otra parte, estos sujetos podrán transmitir sus conocimientos, sus ideales respecto al patrimonio a su entorno inmediato y así se formarán cadenas de nuevos agentes comprometidos con la sociedad. Si consideramos que el Estado a través de la educación formal, tiene como meta lograr la cohesión simbólica y la “reproducción social”, se constituye en uno de los principales actores para la valoración del patrimonio cultural, siendo un agente significativo en este tema, en la medida en que posee los recursos materiales y simbólicos para imponer ciertas identificaciones, aspecto fundamental a tener en cuenta al proponer la educación del patrimonio. Por esto, proponemos que la educación acerca del patrimonio, y desde el patrimonio, sea reflexionada como punto de partida para la construcción común de alumnos y docentes de ideas significativas, vinculadas a su experiencia cotidiana en contextos sociales determinados en las diferentes obras de arquitectura con valor patrimonial, como su escuela, las primeras viviendas el pueblo, su plaza principal, la iglesia matriz, la biblioteca, etcétera. Esta propuesta de educación permite acceder a la participación en la construcción de identidades y plantear medidas para el abordaje de la diversidad cultural en el aula desde una perspectiva que tenga en cuenta los aportes del interculturalismo. Esto permitirá, por otra parte, valorar los aportes propios de cada uno y enfatizar el carácter relacional superando la concepción lineal de transmisión de valores globales. De esta forma, la educación patrimonial constituye la herramienta de aprendizaje cultural que consiente que la persona haga una lectura del mundo que lo rodea, llevándolo a comprender el universo sociocultural y la trayectoria histórico-temporal en que está inserto. Tomando los modelos que dan cuenta de los tipos de relaciones entre la educación y el patrimonio de Fontal Merillas, consideramos apropiado utilizar con este fin el modelo simbólico-social, el cual se basa en el reconocimiento de los procesos de simbolización, en la construcción social identitaria en relación con el patrimonio, en un proceso cultural dinámico. Los bienes patrimoniales son considerados como medios transmisores y portadores de determinados significados y valores culturales. Este modelo relaciona el patrimonio con el contexto social y atiende a las diversas


apropiaciones, usos y funciones como referentes patrimoniales. La forma en que se construye y se comunica el patrimonio cultural en las escuelas debe tener en cuenta su dimensión social y cotidiana como así también su vinculación con la memoria colectiva. Es así que, consideramos indispensable la formación y capacitación docente que comprenda conocimientos teóricos actualizados en esta área interdisciplinaria. Además, que brinde las herramientas metodológicas adecuadas para la enseñanza-aprendizaje del patrimonio cultural.

CONCLUSIONES Pensar la incorporación de este contenido de manera formal en los Diseños Curriculares es un desafío que nos propusimos y el cual sabemos que no es fácil. A lo largo del desarrollo del presente trabajo surgieron preguntas como: ¿para qué formar en la identidad? ¿trabajamos el patrimonio como se debe? Los edificios de valor patrimonial de la ciudad ¿son una parte importante en la vida de los sujetos que cotidianamente conviven con ellos? Todos estos cuestionamientos, y más, intentamos respondernos a lo largo de su construcción. Sabemos que quedan otros por contestar, y otros más que surgirán a partir de ellos, y eso es parte de la reflexión profunda que implica el trabajo de esta temática. Poder entender que el patrimonio forma parte de nosotros, que son una marca que queda registrada en nuestra memoria, como ciudadanos partícipes de instituciones que reflejan la vida de un pueblo, y de un contexto que influye directamente sobre ellas, será un largo camino por recorrer, por profundizar y por hacerlo parte de nuestra escuela primaria. Construir los saberes desde la propia experiencia sabemos que lleva a una mejor incorporación de los mimos, a una valoración diferente y a una enseñanza en el terreno que enriquece a todos los actores educativos. La propuesta incluye también espacios de discusión acerca del patrimonio que lleve a pensar otras cuestiones relacionadas con su entorno, con imaginarios sociales y con significaciones que se le otorga a partir de su vivencia cotidiana. Enseñarlos será un desafío, pero no dudamos se puede lograr, solo desde una perspectiva científica, con la organización de sus contenidos, con estrategias metodológicas adecuadas y formando alumnos conscientes y educados en la valoración y defensa de lo que nos identifica como ciudadanos comprometidos. Este trabajo es una propuesta interdisciplinaria que aspira formar sujetos capaces de reflexionar, cuestionar, conocer, pensar y repensar lo que se aprende a partir de lo que se vive. Esto permitirá formar sujetos responsables y transmisores de convicciones para la preservación de nuestros testigos materiales. El docente jugará aquí un papel fundamental como conductor en el camino y como mediador entre el conocimiento y la experiencia.


BIBLIOGRAFÍA AAVV. (2006). NAP (Núcleo de Aprendizajes prioritarios). Diseños curriculares jurisdiccionales. Tucumán: Ministerio de Educación de Tucumán. AAVV. (2006). NAP (Núcleo de Aprendizajes prioritarios). Serie Cuadernos para el aula. Ciencias Sociales 1, Primer Ciclo EGB/Nivel Primario. Ministerio de Educación de la Nación. Buenos Aires: Pinter SA. AAVV. (2010). Entre Directores de escuela primaria, Cuadernillos 4° y 6° (primera y segunda parte). Buenos Aires: Ministerio de Educación de la Nación. Alderoqui, S. (Comp.). (2006). Museo y escuela: socios para educar. Buenos Aires: Paidós. Costa, M. E. (2006). El rol del sistema de educación formal argentino en la construcción social del patrimonio cultural. (531-541). En AAVV, La dimensión social del patrimonio. Buenos Aires: Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio. David J. (1997). Juegos creativos para la vida moderna. Buenos Aires: Editorial Lumen Humanitas. Donini, A. (2006). Patrimonio, identidad y globalización. En AAVV, La dimensión social del patrimonio, Buenos. Aires: Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio. González Varas, I. (2006). Conservación de bienes culturales. Teoría, historia, principios y normas. Manuales Arte Cátedra. Madrid: Ediciones Cátedra. Hernández Llosas, M. I. (2006). Diversidad Cultural, Patrimonio e Identidad en Argentina. En AAVV, La dimensión social del patrimonio, Buenos Aires: Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio. Malizia, S. & García Moritán, M. & Brown, A. (2014). Bitácora: La Ruta del Azúcar. 200 años promoviendo el desarrollo regional. Salta: Ediciones del Subtrópico. Moronese L. (Comp) (2006). Patrimonio cultural y diversidad creativa en el sistema educativo. Buenos Aires: Comisión para la preservación del patrimonio histórico de la ciudad de Buenos Aires. Ministerio de Cultura. Murillo Dasso, M. F. (2006). La arquitectura escolar centenaria de San Miguel de Tucumán. Su valor social y patrimonial. (620-632). En AAVV, La dimensión social del patrimonio. Buenos Aires: Centro Internacional para la Conservación del patrimonio. Nicolini, A. R. (1987). El Patrimonio Arquitectónico de los argentinos. Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero. Buenos Aires: Sociedad Central de Arquitectos. Instituto Argentino de Investigaciones en Historia de la Arquitectura y el Urbanismo. Tabakman, S. (coord.). (2011). Objetos guardados, objetos mostrados. La visita escolar al museo. Buenos Aires: Editorial Biblos.. Waisman, M. (1994). La arquitectura descentrada. Córdoba: Escala.


LA CONCIENTIZACIÓN PATRIMONIAL COMO ESTRATEGIA DE REHABILITACIÓN Y DESARROLLO LOCAL EN EL MARCO DEL VOLUNTARIADO Y LA PRÁCTICA DE EXTENSIÓN UNIVERSITARIA. EXPERIENCIA EN LA VILLA OBRERA DE TAFÍ VIEJO EN TUCUMÁN Ejes temáticos: La educación y el patrimonio cultural - El patrimonio como estrategia para el desarrollo social y sustentable

Mg. Arq Daniela Moreno1 Arq. Javier Vicente Roig2 Arq. Juan Salvador Logusso3

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Arquitecta. Magister en Historia de la Arquitectura y el Urbanismo Latinoamericanos. Directora y Profesora del Instituto de Historia y Patrimonio. Co-directora Maestría en Historia de la Arquitectura y del Urbanismo Latinoamericano. Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Universidad Nacional de Tucumán. Directora de Proyectos de Investigación del CIUNT, SECTyP y la SPU en temas referidos al patrimonio industrial. 2

Arquitecto. Se desempeña como Profesor Adjunto con dedicación full time en la cátedra de Historia de la Arquitectura II de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Tucumán. Forma parte del equipo de investigadores de Instituto de Historia y Patrimonio desarrollando en la actualidad temas referidos a la arquitectura y el patrimonio industrial y agroindustrial.

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Arquitecto. Se desempeña como Jefe de Trabajos Prácticos en la cátedra de Historia de la Arquitectura II de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Tucumán. Forma parte del equipo de investigadores del Instituto de Historia y Patrimonio desarrollando en la actualidad temas referidos al hábitat obrero vinculado a áreas industriales. 1


RESUMEN El presente trabajo presenta la experiencia desarrollada a partir de la confluencia de los estudios teóricos e investigaciones sobre Historia Urbana y Patrimonio Industrial de la Villa Obrera de los Talleres Ferroviarios de Tafí Viejo (Tucumán), en la línea de Proyectos de Investigación llevados a cabo por un equipo de Investigadores del Instituto de Historia y Patrimonio de la FAU/UNT, con acciones de aprendizaje-servicio en el mencionado territorio organizadas en voluntariados y prácticas de extensión universitaria entre estudiantes y docentes. Se buscó generar trabajos que puedan resultar una bisagra entre adultos y jóvenes del barrio siendo clave el rol de la escuela como ámbito de estudio a fin de intercambiar experiencias de capacitación-concientización posibilitando rescatar las historias que atraviesan sus propias familias explorando e indagando sobre las vivencias de sus parientes directos. Desde el punto de vista del diagnóstico urbano, los trabajos de campo y las encuestas de opinión, permitieron un avance en la definición de pautas y lineamientos tanto para la rehabilitación del patrimonio urbano arquitectónico del barrio, como para su incorporación a circuitos regionales de turismo cultural que contribuyan a mejorar la calidad de vida de sus habitantes, al fortalecimiento comunitario y al desarrollo sostenible. Es actualmente indiscutible la importancia de la gestión participativa en la puesta en valor social del patrimonio cultural. La misma población beneficiaria debe ser quien reclame la preservación de sus bienes, haciendo suya la problemática. En este sentido los procesos de concientización ciudadana sobre los valores del patrimonio a rescatar son un paso previo imprescindible a las acciones de recuperación. I. INTRODUCCIÓN El abordaje de las problemáticas urbano-arquitectónicas de la Villa Obrera de los Talleres Ferroviarios de Tafí Viejo (Tucumán) tiene como antecedentes, por un lado, los estudios de Historia Urbana y Patrimonio Industrial generados a partir de Proyectos de Investigación desarrollados por nuestro equipo de Docentes e Investigadores del Instituto de Historia y Patrimonio de la FAU/UNT y, por otro, a las acciones desarrolladas en el marco del Voluntariado Universitario Patrimonio y Desarrollo Local convocatoria 2013, que propuso como meta principal: contribuir a la valoración, conservación y rehabilitación del patrimonio urbano-arquitectónico de la Villa Obrera de los Talleres Ferroviarios de Tafí Viejo para el fortalecimiento de la identidad regional y el desarrollo local, objetivo al que se busca dar continuidad, ampliando su enfoque 2


desde una mirada de mayor interdisciplinariedad. Por otra parte, y con el principal fin de trabajar en forma más eficiente con la comunidad en el proceso de puesta en valor de su propio patrimonio, se entablaron contactos con la Escuela Secundaria Alejandro Heredia, institución educativa referente en la Villa Obrera. Dicho establecimiento, a partir de las acciones efectuadas durante el desarrollo del Voluntariado 2013, ha decidido fortalecer el sentido de identidad y pertenencia de los alumnos de esta comunidad a través de un Proyecto Institucional destinado a concientizar acerca del patrimonio cultural del barrio como así también a rescatar la historia que atraviesa a las familias de los alumnos en cuanto a ex ferroviarios y a la posibilidad de encontrar estrategias de desarrollo local mediante la formación de una organización que se ocuparía de turismo cultural. II. ACERCA DEL PROGRAMA DE VOLUNTARIADO UNIVERSITARIO Y SU ARTICULACIÓN CON LOS ESTUDIOS DE GRADO DE LA CARRERA DE ARQUITECTURA EN LA FAU/UNT El Programa de Voluntariado Universitario dependiente de la Dirección Nacional de Desarrollo Universitario y Voluntariado del Ministerio de Educación de la Nación Argentina tiene como objetivo general profundizar la función social de la Universidad, integrando el conocimiento generado en las aulas con las problemáticas más urgentes del país. Así, se busca fomentar que las actividades realizadas por los estudiantes y docentes estén orientadas a trabajar junto a la comunidad. Se propone generar un diálogo real entre la Universidad y el Pueblo, con la participación de escuelas, organizaciones sociales y la comunidad en general junto a los estudiantes universitarios y docentes, con el fin de trabajar colectivamente en la planificación y logro de objetivos comunes. Todos los proyectos de voluntariado universitario deben tender al desarrollo local y fortalecimiento comunitario, demostrando una significativa vinculación con la formación de los estudiantes. Los ejes temáticos que el Programa abarca son los siguientes: ● Inclusión Educativa ● Cultura, Historia e Identidad Nacional y Latinoamericana ● Política y Juventud ● Trabajo y Empleo ● Acceso a la Justicia 3


● Medios Audiovisuales y Democracia ● Ambiente e Inclusión Social ● Promoción de la Salud Para el caso de la Villa Obrera y en relación a la temática Patrimonial, el eje “Cultura, Historia e Identidad Nacional y Latinoamericana” resultó el marco propicio para el encuadre del proyecto por el que fue otorgada la presente financiación. Al mismo tiempo, se consideró oportuno la articulación disciplinar dentro del plan de estudio de la carrera de Arquitectura de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Tucumán como una Práctica Profesional Asistida (PPA) de Modalidad Práctica de Extensión de modo que pudiera ser acreditado como una asignatura del ciclo superior de la carrera para los alumnos inscriptos. III. LOS ESTUDIOS TEÓRICOS Y LA HISTORIA URBANA COMO PUNTO DE PARTIDA:

CONFORMACION Y EVOLUCIÓN URBANA DE LA VILLA OBRERA (1905-2013) Los estudios precedentes del equipo de investigación sobre los Talleres Ferroviarios de Tafí Viejo han posibilitado una importante recopilación de material planimétrico del conjunto de la Villa Obrera y que sirvieron como base para los trabajo de campo. Asimismo, como paso previo y fundamental en cualquier trabajo de preservación, se pudo trazar la historia urbana de este poblado buscando conocer los antecedentes que le dieron origen como así su evolución en el tiempo. III. 1. La industria ferroviaria y la necesidad de un hábitat próximo En vista de la importancia y el movimiento que adquiría la línea del Ferrocarril Central Norte, el gobierno de la Nación consideró conveniente construir sus propios talleres. Con este fin, el 12 de marzo de 1902, se inició la construcción de los Talleres Centrales del Ferrocarril del Estado en la zona de Tafí Viejo, a pocos kilómetros hacia el norte de la ciudad de San Miguel de Tucumán. Debido a la poca comodidad que ofrecía la Villa de General Mitre (posteriormente denominada Tafí Viejo) para los obreros y personal de los talleres ferroviarios que con gran pujanza estaban construyéndose en sus proximidades, en 1905, la administración del Ferrocarril Central Norte – una de las pocas líneas ferroviarias pertenecientes al Estado Nacional- compró 15 hectáreas de terreno hacia el este de los talleres, destinadas a la construcción de casas para obreros. Crónicas periodísticas de la época anunciaban la formalización de la compra señalando que el 4


destino del inmueble serviría para alojamiento de los trabajadores de la fábrica cuyas viviendas se alquilaría a bajos costos y que “la construcción empezará en breve y estará terminada junto con los talleres”4. En 1907, a solicitud del gobierno de la Nación, se inició la construcción de “La Villa Obrera”, pueblo destinado a los empleados y obreros que prestaban servicio en los rieles, talleres de ferrocarriles del Estado, suministro, tráfico, tracción y vía y obra con residencia en Tafí Viejo. La urbanización del poblado se consolidó de manera paulatina y su evolución estuvo vinculada estrechamente a la marcha del crecimiento de la industria ferroviaria. III. 2. Lenta consolidación y un proyecto que no se realizó Si bien la planta industrial había quedado acondicionada para su funcionamiento en 19125, la urbanización del poblado se materializaba de manera paulatina6. Ha principios de la década de 1930 sólo se había realizado la construcción de una serie de viviendas que no solucionaban el déficit habitacional de los trabajadores. Se habían habilitado ciertos edificios emblemáticos como la Escuela (1909) y el Mercado (1913) pero se carecía de red de agua potable, infraestructura y otras comodidades. El diario La Gaceta, en su edición del 24 de julio de 1930, publica un petitorio por parte de los ferroviarios dirigido al entonces Presidente Hipólito Irigoyen solicitando la construcción de Casas Baratas en Tafí Viejo donde se pone en evidencia la falta de vivienda en la ciudad, el alto precio de los alquileres que se cobran y el riesgo que corre el trabajador ante enfermedades como el paludismo, la tuberculosis y la malaria debido a la precaria y poco saludable oferta habitacional. Durante este período, podemos destacar la propuesta de “Pueblo Modelo” realizada por el arquitecto Jorge Sabaté7 en su labor como planificador de ferrocarriles del Estado (1928-1930) quien expande la pequeña villa existente en un conjunto de aproximadamente 17 hectáreas con una fuerte mirada a las demandas sociales, evidenciando a su vez, una notoria adhesión a

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Diario El Orden, 02/01/1905.

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Daniela Moreno, Javier Roig y Florencia Murillo Dasso, “Morfogénesis, desarrollo e impacto regional de los Talleres del FCCN en Tafí Viejo”. En: Actas de las VII Jornadas La Generación del Centenario y su proyección en el Noroeste Argentino (1900-1950). Tucumán: Centro Cultural Rougés, 2007, pp. 216 a 226. 6

El diario El Orden en su edición del 06/10/1913 señala que “con la celeridad que era de esperarse, sigue construyéndose el pueblo obrero, que constará de no menos de 400 casas y varios conventillos, escuela, farmacia, consultorios médicos, etc. 7

Jorge Sabaté (1897-1991) fue un arquitecto e intendente de la Ciudad de Buenos Aires (1952-1954) durante la primera parte de la segunda presidencia de Juan Domingo Perón. Veáse Mónica Ferrari “La Arquitectura Ferroviaria de Jorge Sabaté. Nuevos Aspectos en el diseño”. En Jorge Sabaté. Arquitectura para la justicia social. Centro de Documentación de Arte y Arquitectura Latinoamericana. (CEDODAL) Buenos Aires. 2009, pp. 57 a 68. 5


corrientes urbanas del momento con la introducción del trazado y paisaje urbano típico del suburbio jardín. Finalmente, la crisis económica mundial y el golpe militar que derrocó al gobierno nacional impidieron la materialización de esta idea de vanguardia que nunca se continuó como tal. (Serie de Imágenes Nº 2). III. 3. Configuración urbana, crecimiento y reglamentación Como proceso simultáneo a la realización de las ampliaciones y transformaciones operativas más sustanciales de la historia de los talleres, en la Villa Obrera se ejecutaron importantes obras de infraestructura sanitaria y de desagües en el año 1938. Un plano del 29 de agosto de ese año, elaborado por E.G. Marsilli, dibujante de la Oficina Técnica del Departamento de Ingenieros Principales Mecánicos de los Talleres de Tafí Viejo, muestra el proyecto del moderno sistema de red cloacal con sus cámaras y pozos negros domiciliarios que desembocan en un terreno que contiene la planta de tratamiento de excretas con las cámaras sépticas y pozos a escala de todo el poblado. Existen fotos de archivos8 que muestran el proceso de ejecución de los trabajos y donde aparecen farolas de alumbrado público eléctrico. (Serie de Imágenes Nº 3) Asimismo, la planimetría hace ver claramente la configuración de la trama urbana compuesta por una simple geometría de calles de tipo canal que encierran manzanas de diversas formas y tamaños. La vital importancia de la relación con los talleres queda plasmada por la presencia de una calle, a modo de eje este-oeste, la calle Liniers (actual Costello), que se inicia en el portón de acceso al sector fabril y llega como mediana de la Plaza Stephenson, dejándola como un nodo en el centro del paralelogramo que conforma la totalidad del loteo. En esta documentación también se hace explícito el modo de ocupación del suelo definiendo dos sectores claramente diferenciados: el sector residencial y el de los equipamientos comunitarios. Por otra parte, desde el punto de vista legal y administrativo, durante esta época se aprueba el Reglamento del Pueblo Obrero de Tafí Viejo donde se asienta el plantel de los inmuebles que lo conformaban, se especifica quiénes debían ser sus ocupantes, se enumeran los edificios destinados a establecimientos públicos y aquellos que estaban en manos de particulares, se establecen los montos de alquiler de acuerdo al tipo de casa, las normas de convivencia y se

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Archivo de la Asociación de Amigos del Museo de los Talleres del FF.CC. de Tafí Viejo 6


anexa un modelo de contrato de locación de las viviendas que debía establecerse entre el Jefe de Talleres y el inquilino, que sólo debía ser empleado u obrero del ferrocarril.9 La Villa Obrera de este modo, en el lapso de 1938 a 1943, tuvo un importante desarrollo ya que poseía infraestructura de avanzada, racional y eficientemente planificada, más significativa, inclusive, que la existente en la misma ciudad de Tafí Viejo, otrora Villa Mitre. En los inicios de la década del 40 se encontraba equipada con: un edificio para la Institución Cooperativa del Personal del Ferrocarril, una Oficina de Correos, la comisaría de Policía, la Escuela Nacional Nº 40 con su campo de deportes, una Biblioteca, el edificio del Biógrafo y Mercado, al que posteriormente se le anexó un dispensario con vivienda para el médico, un terreno reservado para el comedor obrero (hoy ocupado por la capilla Nuestra Sra. del Valle, su salón parroquial y la actual comisaría), un vivero de plantas de jardín, un parque infantil cedido a la municipalidad10, el campo deportivo del Club Atlético Talleres y el inmueble de la flamante Escuela de Artes y Oficios que en 1949 se transformó por decreto del Poder Ejecutivo Nacional en Escuela Industrial de la Nación, ciclo superior con Orientación Ferroviaria, desde donde después de siete años de estudios teórico-prácticos, los alumnos egresaban con el título nacional de “Técnico Ferrocarrilero”.11 Características del sector residencial Con respecto al sector de las viviendas, cuyos Planos Tipo están fechados con anterioridad a los que muestran los amanzanamientos y lotes del conjunto urbano completo, podemos distinguir tres variantes: 32 casas resueltas en forma de L sobre la línea municipal sin retiros en lotes de esquina, 76 casas apareadas por la medianera en común de dos lotes contiguos a modo semiexento y 5 casas que ocupan la totalidad de un lote entre medianeras que poseen 3 patios internos. Los primeros dos casos resuelven un programa de vivienda unifamiliar, siendo las del

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Ministerio de Obras Públicas FF.CC. del Estado. “Reglamento del Pueblo Obrero de Tafí Viejo y Contrato de Locación”. Aprobado en Expediente 4148/12938, Resolución C.A. 43/107 del 13/08/931 y con las modificaciones aprobadas por resolución R.N. 189/409 del 13/10/931; C.A. 45/297 del 19/2/932; C.A.48/94 del 21/10/933; C.A. 55/18 del 17/4/35; C.A. 60/227 del 30/10/936 y C.A. 61/93 del 30/1/1937, mismo exped. Buenos Aires. Talleres Gráficos de los Ferrocarriles del Estado 1939. 10

Existe un plano del 8/9/1943 Nº 12886 titulado “Planimetría de Pueblo Obrero con indicación de los terrenos propiedad de los Ferrocarriles del Estado” donde especifica otros elementos del equipamiento comunitario que no están expresados en el plano de E.G. Marsilli de 1938 como el terreno reservado para el Comedor Obrero, un vivero de plantas de jardín y un parque infantil cedido en forma precaria a la municipalidad

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“Morfogénesis, desarrollo e impacto regional de los Talleres del FCCN en Tafí Viejo” Op. Cit. pág. 221 7


tipo L de mayor superficie y de mayor costo de alquiler12 presumiblemente destinadas a los empleados de mayor rango y antigüedad, mientras que la tercer tipología resuelve un programa de vivienda colectiva, constituyen verdaderos conventillos que albergaban a los empleados solteros y/o novatos con menor jerarquía en los talleres. Al analizar las plantas de los Planos Tipo de las casas se observa que las de forma en L presentan dos habitaciones en el frente separados por un zaguán de acceso, desde el que se accede a estos locales, destinados a estar, comedor o posible dormitorio, ubicándose sobre el lado mayor de la L un cuarto más, seguido por la cocina y un baño. En el interior del terreno los lados de la casa están rodeados de una estrecha galería que articula los locales ofreciendo una circulación a cubierto. Las casas apareadas, por su parte, cuentan con sólo dos cuartos, conectados internamente, y cocina y baño a los que se accede también por la galería que flanquea el lado mayor de la casa. El tipo colectivo consta de una circulación central que enlaza tres patios comunes que sectorizan tres grupos de locales: el primero y el tercero, rodeando al primer y al tercer patio con cuatro dormitorios, baño, cocina y pileta de lavar común y el grupo de cuartos alrededor del segundo patio con habitaciones de mayores dimensiones seguramente aptas para hospedar mayor número de camas, dos baños, dos cocinas y pileta de lavar común. La fotografía y la planimetría de archivo permite aproximarnos al paisaje urbano de la época donde tanto en la arquitectura residencial como en la comunitaria predomina un lenguaje sencillo de fachadas sin revestimiento con bloques de cemento a la vista, remates con molduras rectas donde se evidencia su filiación neoclásica tardía con galerías de chapas y crestería de madera que mixturan con la tradición funcional de los ferrocarriles ingleses. (Serie de Imágenes Nº 4 y 5) Es interesante verificar que el lote de la vivienda de la familia Gelsi que figura en los planos históricos como pre-existente a la creación de la villa aún pervive en el tejido como una anomalía con sus características arquitectónicas particulares que armonizan con el conjunto modesto que heredamos hasta nuestros días. III. 4. Un barrio Obrero en una ciudad Industrial A fines de los años 40, en el marco del proceso de nacionalización de todo el sistema de trenes de la Argentina durante la primera presidencia de Juan D. Perón, en los Talleres Ferroviarios 12

Ministerio de Obras Públicas FF.CC. del Estado. “Reglamento del Pueblo Obrero de Tafí Viejo y Contrato de Locación”. Op. Cit. en el Art 3º pág.1. Se establece un pago de alquiler para las Casas tipo “B” a razón de $ 21,00 m/n por mes, para las Casas tipo”C” $28,00 m/n por mes y para las Casas tipo “D” de $7,00 m/n por mes. 8


llegaron a trabajar más de 5000 operarios lo que provocó una gran explosión demográfica para toda la ciudad de Tafí Viejo que se transformó en una pujante ciudad industrial. La Villa Obrera se equilibra a otros barrios suburbanos florecientes y su crecimiento se estanca debido a la preferencia de asentarse en las nuevas zonas de la ciudad por parte del personal jerárquico y de una consolidada clase media trabajadora que accedía al crédito para adquirir viviendas propias. La vida cultural floreció y se enriqueció gracias al aporte de las diferentes colectividades de inmigrantes que llegaron para dedicarse al trabajo ferroviario, al comercio y a la agricultura. Se instalaron en la zona colonos italianos, españoles, árabes, polacos, checoslovacos y belgas transformando a la villa y a la ciudad en un verdadero crisol de razas que dejaría su impronta en diferentes asociaciones y entidades culturales y de beneficencia en donde desarrollaron su labor. III. 5. El impacto de la regresión Ferroviaria A partir de los convulsionados hechos políticos y económicos que se sucedieron a partir del golpe militar de 1955, comienza a nivel nacional un período de regresión del sistema ferroviario en función de priorizar el desarrollo de la industria automotriz con el levantamiento de vías para suplantarse por carreteras. Esto impactó de lleno en los talleres ferroviarios que emprendieron una reducción de costos acompañada con una creciente desregulación de su estructura administrativa. A mediados de la década del sesenta, una decisión de la administración de Ferrocarriles Argentinos marca un hito en la historia de la Villa Obrera cuando decide poner a la venta las viviendas y los terrenos vacantes mediante remate público, fue entonces cuando la intervención militar a cargo del gobierno provincial será la encargada de mediar a fin de escriturar a título propio de los entonces ocupantes. Este proceso de transferencia se llevó a cabo mediante operatorias discontinuas que en el tiempo se tornaron muy complejas y burocráticas. Esto trajo como consecuencia la aparición de un mercado informal de ventas, ocupaciones indiscriminadas de terrenos, el descontrol y posterior derogación de las reglamentaciones urbanas por parte de la administración ferroviaria. Un caso a destacar fue el destino que tuvieron las viviendas colectivas, cuyas escrituraciones a titulo de los moradores nunca pudo realizarse lo que generó usurpaciones ilegales, descuido de sus espacios comunes y hacinamiento. También el espacio público sufrió alteraciones, como el que se preveía para plaza Stephenson, lo que trajo aparejado la transformación, en forma

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definitiva, del trazado urbano original reemplazando el uso de suelo por un desequilibrado y anárquico patrón de ocupación. Fue así que la decadencia de los Talleres Ferroviarios, la paulatina desinversión en obras de infraestructura urbana en el poblado, la coyuntura político-económica, el envejecimiento del tejido social originario y la lucha por la supervivencia económica de los actuales habitantes, colocaron a la Villa en una situación periférica presentando elevados índices de vulnerabilidad social en la actualidad. IV. PROBLEMÁTICA COMUNITARIA ATENDIDA El Proyecto buscó promover el desarrollo de conciencia histórica, pertenencia e identidad barrial entre los habitantes de la Villa Obrera de los Talleres Ferroviarios de Tafí Viejo, como herramienta fundamental para la gestión de estrategias de rehabilitación y puesta en valor del patrimonio urbano arquitectónico actualmente en peligro, con el fin de contribuir al desarrollo local de la comunidad. En este camino se plantearon instancias de participación entre estudiantes y docentes de la Carrera de Arquitectura de las áreas de Historia y Teoría. Este enfoque permite el cumplimiento de las metas a partir de requerimientos y/o necesidades detectadas junto con autoridades municipales, trabajadores y residentes vinculados directamente al territorio de los históricos Talleres y su área de influencia. En un colectivo que articula Facultad, comunidad y diversas organizaciones. Prácticas donde lo disciplinar adquiere una perspectiva social, orientada a sectores de la comunidad en condición de vulnerabilidad, escaso acceso a servicios y dificultades en su desarrollo e inclusión social. Asimismo incorporar a los alumnos de la escuela secundaria Alejandro Heredia, institución educativa referente en la Villa Obrera, a fin de articular objetivos del voluntariado con su Proyecto Institucional Escolar 2015 resultó sumamente satisfactorio. En este sentido el campo disciplinar de los participantes propició actividades articuladas con el proyecto institucional escolar. Acciones que no sólo apuntaron a involucrar a los alumnos de la escuela y sus docentes, sino desde la escuela misma abarcar a la comunidad toda. En este sentido, la difusión y la didáctica se encontraron, sin dudas, íntimamente vinculadas. V. OBJETIVOS PROPUESTOS

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El proyecto planteó como objetivo principal el de promover el desarrollo de conciencia histórica, pertenencia e identidad barrial entre los habitantes de la Villa Obrera de los Talleres Ferroviarios de Tafí Viejo, como herramienta fundamental para la gestión de estrategias de rehabilitación y puesta en valor del patrimonio urbano arquitectónico, actualmente en peligro, con el fin de contribuir al desarrollo local de la comunidad. De manera específica, durante el avance del mismo, se identificaron los valores patrimoniales del conjunto referidos a sus dimensiones urbano-arquitectónicas, ambientales y socio-culturales como así también se elaboró un programa de requerimientos funcionales, ambientales, sociales y técnico-constructivos. También se propusieron lineamientos para elaboración de normativas para la preservación urbana y rehabilitación de la Villa Obrera de Tafí Viejo que contemplen la definición de Áreas de Protección Histórica. VI. METODOLOGÍA Y PLAN DE TRABAJO Se llevaron a cabo diferentes instancias y modalidades de trabajo ya sea en gabinete y aulas con docentes y estudiantes como así también trabajos de campo con el fin de levantar datos cuantitativos y cualitativos. Asimismo, una serie de Jornadas y/o talleres promovieron el intercambio con la comunidad residente del barrio y con organismos gubernamentales y no gubernamentales involucrados directamente con la problemática del proyecto. ETAPA 1. Aproximación y Relevamiento cuantitativo y cualitativo -Reconocimiento y Análisis Urbano-territorial. -Reconocimiento y Análisis Arquitectónico. -Relevamiento Planimétrico y Fotográfico. -Relevamiento Testimonial-Habitacional con Encuestas de Opinión y entrevistas a los habitantes e Informantes calificados -Reconocimiento y Análisis Habitacional y/o del Equipamiento Comunitario. -Exposiciones de Avance. ETAPA 2. ANALISIS/SISTEMATIZACIÓN/DIAGNOSTICO -Análisis en escalas urbanas Inventariado y Sistematización de la Información. -Definición de estrategias y/o requerimientos para acciones propositivas. (Serie de Imágenes Nº 6 y 7) 11


ETAPA 3. PROPUESTA Y DIFUSIÓN (en ejecución) -Presentación y Difusión de Propuesta y Resultados. -Transferencia al Municipio

VII. ACTIVIDADES REALIZADAS Y PROYECTADAS: Campañas de Difusión Barrial Diseño y Producción de Afiches, Panfletos informativos difundidos en el barrio y reproducidos por redes sociales a fin de convocar a vecinos e invitar a otros jóvenes a la participación en los talleres de la escuela. Folletos “¿Quiénes Somos?” y por medio de Red Social Facebook: Fan Page “La Villa Obrera Cuenta Su Historia”. Aproximación y Planificación En gabinete y aulas entre docentes y estudiantes universitarios de las carreras de Arquitecto de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Presentación de Objetivos, Etapas y Actividades. Abordajes teóricos sobre el tema. Conocimiento e interacción entre los participantes para definición de grupos de trabajo en la escuela Alejandro Heredia y en el Barrio. Talleres en la Escuela La campaña de difusión barrial del proyecto posibilitó despertar el interés de la comunidad educativa de la Escuela Secundaria Alejandro Heredia que se encuentra emplazada en el corazón de la Villa Obrera. Se realizó una conferencia sobre la Evolución Urbana del Barrio y su historia. Estas actividades pudieron articularse con la feria de Ciencias del establecimiento donde junto los alumnos de 1ero y 3er año se desarrolló un taller de maquetas para recrear en miniatura las antiguas escuelas Nº40 y de Artes y Oficios junto con las casas vecinas de la villa obrera en el año 1949 trabajando en conjunto con las profesoras de Historia y Tecnología En la actualidad continúan trabajos de aprendizaje-servicio entre voluntarios universitarios con los alumnos de la escuela para articulación con su Proyecto Institucional Escolar 2015-2016. Realización de Talleres de intercambio y capacitación para creación de Organización de Turismo Cultural y Polo Audiovisual Juvenil. (Estudios-Recorridos-Visitas Culturales y Manejo de equipamiento técnico). Encuentros con la Comunidad Profundización del Relevamiento Testimonial a partir de encuestas de Opinión y entrevistas a los habitantes e Informantes calificados. 12


Análisis y Sistematización Trabajo de procesamiento de los registros testimoniales mediante la organización de la información recopilada. Clasificación en Historias de Vida/Testimonios/Documentos para generación de una base de datos gráfica y audiovisual. Trabajo en aulas entre equipo de estudiantes y docentes de arquitectura de las áreas historia y con definición de pautas y lineamientos tanto para la rehabilitación del patrimonio urbanoarquitectónico del barrio, como para su incorporación a circuitos regionales de turismo cultural que contribuyan a mejorar la calidad de vida de sus habitantes, al fortalecimiento comunitario y al desarrollo local.

Montaje de Exposición Pública Está previsto el Montaje de Exposición Pública con Paneles y videos que muestren las pautas y lineamientos a modo de propuestas urbano-arquitectónicas para solucionar problemáticas barriales que contemplen estrategias de desarrollo local. Presentación de Equipos de "Guías Culturales Barriales" y Organización de Servicios de Turismo Cultural. VIII. CONCLUSIONES: Las tareas ejecutadas hasta el día de la fecha han permitido enunciar las fortalezas y debilidades que se presentan para la valoración, conservación y rehabilitación del patrimonio urbanoarquitectónico de la Villa Obrera de los Talleres Ferroviarios de Tafí Viejo, conjugando aspectos materiales e inmateriales. La mayoría de las familias residentes se distinguen por el hecho de poseer entre sus miembros algún trabajador ferroviario de los antiguos talleres o ser descendientes directos de ellos, sin embargo, las historias de vida y testimonios acerca del patrimonio derivado de la cultura ferroviaria se presentan desarticulados y con riesgo de quedar en el olvido producto del envejecimiento y desaparición del tejido social originario. La estrategia de trabajo que pudo resultar bisagra entre adultos y jóvenes intercambiando experiencias de capacitación-concientización entre los alumnos secundarios de la escuela del barrio ha posibilitado rescatar las historias que atraviesan sus propias familias explorando e indagando sobre las vivencias de sus parientes directos. Desde el punto de vista del patrimonio material el casco antiguo de la Villa Obrera construido y urbanizado por Ferrocarriles Argentinos, casi en su totalidad, cuenta con elementos fundamentales para su puesta en valor, concentrándose la mayor cantidad de edificios originales, en buen estado de conservación en torno a dos ejes Principales: +Eje Norte- Sur 13


(Calle Profesor Marino) +Eje Este-Oeste (Calle O. Costello) Por lo tanto, se considera que los trabajos a realizarse deberán concentrarse sobre esta zona, haciendo hincapié en que los valores del sitio y su arquitectura, son un recurso fundamental que debe ser promovido para el beneficio de la comunidad local en particular y de la sociedad en general. Asimismo se debiera proponer espacios y/o ámbitos de uso comunitario a fin de recuperar la organización vecinal, siguiendo esta línea los antiguos edificios comunitarios que hoy se encuentran en desuso o muy deteriorados presentan un valioso potencial para su puesta en valor. La reciente adquisición de equipamiento para generación de un Centro de Actividad Juvenil (CAJ) en la escuela Alejandro Heredia para la creación Polos Audiovisuales Juveniles coloca a esta escuela como ámbito propicio para que, en forma conjunta con el equipo del voluntariado, se produzcan audiovisuales que permitan presentar y exponer públicamente los bienes así como interpretarlos o explicarlos. La idea es trabajar en la producción y realización audiovisual como una herramienta pedagógica de articulación entre las distintas disciplinas, para que en forma conjunta cumplan con su rol extensionista. En este camino se plantean en lo inmediato instancias de participación interdisciplinar con estudiantes y docentes de la Carrera de Arquitectura de las áreas Historia y Diseño y estudiantes avanzados de la Licenciatura en Cinematografía. Este enfoque ampliado permite relacionar dos disciplinas que enriquecen y complementan la formación curricular de los participantes y al mismo tiempo posibilitan el cumplimiento de las metas a partir de requerimientos y/o necesidades detectadas junto con autoridades municipales, trabajadores y residentes vinculados directamente al territorio de los históricos Talleres y su área de influencia. Los roles que asuman los voluntarios de arquitectura y de licenciatura en Cinematografía se complementarán de acuerdo a sus destrezas para contribuir a profundizar las potencialidades patrimoniales. IX. METAS A ALCANZAR EN LO QUE RESTA DEL PROYECTO:

1. Recopilación testimonial e historias de vida, registro documental y audiovisual.

Producciones Audiovisuales desde el Aula que abarquen contenidos vinculados al patrimonio tangible e intangible de la Villa Obrera de Tafí Viejo. 2.

Montaje de Exposición Pública de pautas y lineamientos a modo de propuestas urbano-arquitectónicas para solucionar problemáticas barriales que contemplen estrategias de desarrollo local. 14


3. Formación de Equipos de "Guías Culturales Barriales" 5 Difusión y Transferencia Formación de Equipos de "Guías Culturales Barriales" 4. Difusión y Transferencia.

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ANEXO DE IMÁGENES

Serie de Imágenes Nº1 - El Conjunto de los Talleres de Tafí Viejo (Tucumán) constituye un ejemplo paradigmático, a escala latinoamericana, del patrimonio industrial ferroviario. Constituye un sistema configurado desde sus orígenes por iniciativa estatal que abarcaba la fábrica con su villa obrera.


Serie de Imágenes Nº2 -Pueblo Obrero Modelo de Jorge Sabaté "Colección Jorge Sabaté" Sección Archivo Documental Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas "Mario J. Buschiazzo"FADU UB, publicada en Mónica Ferrari “La Arquitectura Ferroviaria de Jorge Sabaté. Nuevos Aspectos en el diseño”. En Jorge Sabaté. Arquitectura para la justicia social. Centro de Documentación de Arte y Arquitectura Latinoamericana. (CEDODAL) Buenos Aires. 2009, pp. 57 a 68.

Serie de Imágenes Nº 3 – Reglamento del Pueblo Obrero de Tafí Viejo y Contrato de Locación de las Viviendas. Imágenes de Archivo que muestran la construcción del sistema de cloacas y el alumbrado público del pobado hacia fines de la década del 30

Serie de Imágenes Nº 4 y 5 – El sector residencial y sus tipologías. 32 viviendas unifamiliares en esquina. 72 viviendas unifamiliares de a pares con medianera en común y 5 vivendas colectivas.


Serie de Imágenes Nº 6 y 7 – Herramientas para establecimiento de diagnóstico urbano y arquitectónico para conservación y rehabilitación. El Caso de los Conventillos de la Villa Obrera. Fichas. Procesamiento de encuestas y talleres junto a la comunidad.


BIBLIOGRAFÍA - Actas de las VII Jornadas La Generación del Centenario y su proyección en el Noroeste Argentino (1900-1950). 2007 .Tucumán: Centro Cultural Rougés. - Becerro, Antonio Pedro: Tafí Viejo 100 años de Historia. 1999 Municipalidad de Tafí Viejo, Fu.Ca.DIS. y S.A.D.E. Seccional Tucumán. - Liernur, Jorge y F. Aliata: Diccionario de Arquitectura en la Argentina. 2004. Clarín Arquitectura. Bs. As. - Lupano, María Marta. La Gran Familia Industrial. Espacio urbano, prácticas sociales e ideología (1870-1945). 2009. Buenos Aires, Santiago Arcos Editor. -Tartarini, Jorge: “Patrimonio Industrial latinoamericano. La arquitectura de los ferrocarriles” en Seminario Internacional El patrimonio de la industria, la infraestructura de servicios y transporte. 2003. Municipalidad de Rosario. Rosario. -Graciela Viñuales y Otros. Patrimonio Industrial en Iberoamérica.: Vº Coloquio Latinoamericano Sobre Rescate y Preservación del Patrimonio Industrial. 2009. Centro de Documentación de Arte y Arquitectura Latinoamericana. (CEDODAL) Buenos Aires. -A.A.V.V. Jorge Sabaté. Arquitectura para la justicia social. 2009 Centro de Documentación de Arte y Arquitectura Latinoamericana. (CEDODAL) Buenos Aires. -Sitio oficial del Ministerio de Educación de la Nación http://portales.educacion.gov.ar/spu/voluntariado-universitario/

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EL CAMINO ESCOLAR SEGURO

Autor: Lucas Galak

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INTRODUCCIÓN En nuestras ciudades, los niños han perdido la oportunidad de experimentar y descubrir su ciudad, proceso que normalmente se inicia en el trayecto cotidiano a la escuela. Los problemas de accidentes de tránsito, de infraestructura deficiente para el peatón, así como el creciente vandalismo -muchas veces, sobredimensionado por la televisión- producen un temor creciente que da como resultado la reticencia de los padres para dejar ir a sus hijos solos a la escuela. Es por ello que se hace necesario cambiar la forma de diseñar y gestionar el espacio público para que éste se adapte a las necesidades de los peatones (especialmente, para niños, ancianos y personas con discapacidad); cambios que, sin duda alguna, repercutirían en toda la ciudadanía. Es importante implicar a los niños y a los jóvenes en un rol mucho más protagónico, que los involucre como los “autores” de su propia ciudad. La intención es generar un sentimiento de pertenencia (topofilia), de responsabilidad y de ciudadanía. Una de las iniciativas que más se ajusta a este propósito es el Camino escolar seguro. Se trata de adecuar una red de itinerarios urbanos que converjan en el centro escolar, de tal forma que se asegure una alta seguridad y confortabilidad para los peatones y, especialmente, para los niños y niñas en edad escolar.

Itinerarios seguros para escolares Se trata de una vía de circulación preferente, escogida entre los recorridos más utilizados por los alumnos, donde se garantiza una alta seguridad y confortabilidad para lo peatones y ciclistas. Los principales objetivos de la iniciativa son la consecución de un modelo de movilidad sostenible y el logro de una mayor seguridad en las calles de nuestros pueblos y ciudades. Es decir, por un lado, pretende apostar por los modos de transporte no motorizados –a pie y en bicicleta- para recuperar el carácter cívico de las calles como lugares no solo de paso, sino también de encuentro y de esparcimiento; por otro lado, se hace necesario reducir la accidentalidad en el espacio público y, sobre todo, conseguir aumentar la confianza de los adultos respecto de la seguridad de las calles. Uno puede preguntarse por qué tomar a los niños como el punto de partida para la transformación de las calles y del espacio público en general. En primer lugar, porque los niños y las niñas entre 0 y 14 años constituyen aproximadamente el 30% del conjunto de la población; pero, sobre todo, porque las actuaciones que se encaminen a mejorar la movilidad de los menores, son en términos prácticos mejoras de las que disfrutarán todos los ciudadanos y, especialmente, las personas con problemas de movilidad.

El niño peatón Nuestros pueblos y ciudades están diseñados por personas adultas y físicamente en buenas condiciones que, aunque inconscientemente, lo hacen pensando en personas que tienen estas mismas condiciones. Ejemplo de esto es la presencia excesiva de barreras arquitectónicas en el espacio público, que 2


imposibilitan los desplazamientos de las personas con movilidad reducida; otro ejemplo es el mobiliario urbano, que obstaculiza la vista de las personas de baja estatura, especialmente los niños. Es necesario, por ello, mirar el entorno con ojos de niño para poder modificarlo a la medida y de acuerdo con las necesidades de este colectivo, asegurando así que las mejoras repercutan en toda la ciudadanía. Los peatones más pequeños, los niños, se diferencian de los peatones adultos en un aspecto bastante significativo. Para ellos, desplazarse no significa solo ir de un lugar a otro, lo que les importa no es llegar cuanto antes al destino deseado; todo lo contrario, para los niños, los desplazamientos constituyen un momento de exploración del entorno y significan una fuente de conocimiento de la realidad que los rodea, así como la posibilidad de jugar, correr, saltar, etc. Pero, esta forma de disfrutar del espacio público solo es posible, en gran medida, si no tienen que supeditarse a las necesidades y a los deseos de los adultos que los acompañan. A parte de lo que significa para los niños ir por la calle, también debe tenerse en cuenta sus características físicas y antropométricas. Las principales que deben destacarse son las siguientes: Por un lado, las características específicas de los niños les impiden percibir el peligro de la misma forma que los adultos, porque: 

Su campo visual es más angosto (70º, mientras que el de los adultos es de 180º). (ver Figura 1)

A causa de su baja estatura, hay muchos obstáculos que les obstruyen la vista o les esconden de la vista de los automovilistas (hay que tener en cuenta que, muy a menudo, los niños confunden “ver” con “ser vistos”).

Tardan de 3 a 4 segundos en darse cuenta de si un auto se detiene o continúa en movimiento.

Confunden altura del objeto con alejamiento, con lo cual un auto pequeño muy próximo les parece tan alejado como un camión que esté más lejos.

No determinan con precisión la procedencia exacta de los sonidos.

Figura 1: Campo visual de un adulto y campo visual de un niño 3


Por otro lado, en la circulación, el comportamiento de los niños es poco previsible en la medida en que a veces están muy atentos y vigilantes, y otras veces se distraen y son impulsivos (por ejemplo, antes de los 12 años, un niño puede cruzar fácilmente la calle sin mirar aun habiéndole enseñado a no hacerlo y a caminar por las veredas). Un último aspecto a tratar respecto del comportamiento de los niños en la calle tiene que ver con el juego y el esparcimiento. La acción de jugar es esencialmente necesaria en el desarrollo emotivo, psicomotor y psicosocial de los niños. Pero, cada vez más, los niños ya no pueden jugar en la calle sin la presencia de adultos que velen por su seguridad. El predominio que se ha otorgado a los automóviles en nuestros pueblos y ciudades es la principal causa de este fenómeno. El espacio público se ha convertido en un lugar peligroso, sin prácticamente espacios donde jugar, y los espacios seguros se han convertido, con más frecuencia, en una especie de islas-reductos cada vez más escasas y alejadas entre sí.

La implantación del Camino escolar seguro El Camino escolar seguro se elabora mediante un proceso de participación ciudadana en el que intervienen los niños y las niñas que van a la escuela; intervienen también los centros escolares y su profesorado, las familias, las administraciones públicas con competencias en el tema, los establecimientos y las asociaciones del entorno, y un equipo de técnicos consultores que realizan un detallado diagnóstico de la situación y proponen las medidas adecuadas para la implementación del Camino escolar. Desde el punto de vista técnico, la implementación del Camino escolar seguro se basa en la propuesta y ejecución de distintas medidas de mejora tanto en los accesos inmediatos al centro educativo como en el resto del itinerario. Esta diferenciación de espacios es necesaria fundamentalmente porque si bien las calles situadas alrededor del colegio presentan flujos significativos de niños y acompañantes, es en los accesos a los colegios donde estos se concentran en un tiempo y espacio reducidos.

Inventario de la situación de partida Para poder implementar medidas de mejora, es necesario realizar un análisis de la situación en la que se encuentran los accesos al colegio y las calles por las que los alumnos acceden a él. En primer lugar, se centrará la atención en los elementos a tener en cuenta en un radio amplio alrededor del centro educativo, con el fin de proponer los itinerarios que se convertirán en los canalizadores de los flujos de 4


niños y acompañantes. Después, se pasará a analizar los aspectos a considerar en relación con los accesos a los colegios. En la mayoría de experiencias llevadas a cabo, la elección de los itinerarios que deben mejorarse se hace a partir del trabajo en las aulas entre niños y educadores, así como a partir de encuestas que el colegio manda a las diferentes familias. Con este trabajo impulsado desde el centro, se pretende conocer los itinerarios mayoritarios seguidos por los niños, conocer los medios de transporte que usan para llegar y regresar del colegio, detectar los principales puntos críticos de estos itinerarios, identificar las posibles soluciones propuestas tanto por los alumnos como por las familias para resolver los conflictos detectados y, finalmente, conocer la disposición de las familias para dejar que sus hijos vayan solos al colegio si mejoraran las condiciones de seguridad. Además de los datos obtenidos con este trabajo, los técnicos también necesitarán información sobre los siguientes aspectos: Datos referentes al tránsito motorizado y a la calzada, tales como intensidades de tránsito de las calles de acceso al colegio, sentido de circulación de éstas, ordenación y regulación de los cruces, oferta de estacionamiento, estacionamiento ilegal, señalización viaria, etc. Datos referentes a los peatones y a las veredas, tales como intensidad de los flujos de peatones en las horas de entrada y salida del colegio, ancho de las veredas, localización de los pasos para peatones, existencia de arbolado y mobiliario urbano, existencia y estado del alumbrado público, visibilidad de la calzada desde la vereda y viceversa, existencia de actividades que ocupen las veredas, etc. Otros datos a considerar, tales como la presencia de nodos de atracción (mercados, centros de salud, oficinas, etc.) que generen una elevada movilidad, presencia de transporte público y localización de los paraderos, existencia y situación de zonas de juego y equipamientos socioculturales cercanos, niveles de accidentalidad de la zona, etc. A partir de todos estos elementos, se definirán los itinerarios a mejorar en seguridad y confortabilidad, que serán variables en función de la dispersión o concentración del alumnado de cada centro.

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Propuestas de mejora Una vez analizados los distintos aspectos a considerar, tanto en los itinerarios hacia el colegio como en su entorno inmediato, la atención se centrará en las posibles mejoras que se puedan llevar a cabo. Dichas mejoras tendrán en cuenta, fundamentalmente, los siguientes aspectos: Atrio. En el caso en el que delante del centro escolar no exista un espacio suficientemente amplio para permitir que la espera de los padres se produzca sin aglomeraciones y sin interrumpir el paso de otros peatones, deberá construirse un sobreancho en la vereda para crear un atrio. Es aconsejable proteger los atrios con una baranda para evitar que los niños crucen la pista por este medio, que, por lo general, no es un buen punto para ubicar un cruce peatonal. (Ver Figura 2) Mejora de las veredas. Considerando que el ancho mínimo libre de paso recomendado para la acera es de 1,50 m., ésta deberá ensancharse en caso de no llegar a esta medida mínima y retirar todos los obstáculos que dificulten o impidan el paso. También deberá prestarse atención al estado de las veredas, reformándolas si fuera preciso.

Figura 2: Ejemplo de sobreancho en la vereda para crear el atrio

Moderación de la velocidad. En términos generales, es aconsejable pacificar el tránsito a lo largo de todos los itinerarios y, especialmente, en las zonas de acceso al colegio, mediante el tratamiento del itinerario como zona 30, prioridad invertida o calle peatonal.

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Aumento de la seguridad en los cruces. Los espacios de intersección entre los peatones y los vehículos a motor suelen ser los más conflictivos. Por ello, es necesario prestar una especial atención a los cruces existentes en todos los itinerarios, especialmente los más cercanos a los accesos a los centros. Para cada caso, deberá proponerse la solución más idónea: la creación de una intersección sobreelevada, de un paso de peatones sobreelevado, la semaforización del cruce, etc. (Ver Figuras 3 y 4)

Figura 3: Ejemplo de intersección sobreelevada

Figura 4: Ejemplo de paso de peatones sobreelevado

Accesibilidad. Para asegurar que un Camino escolar seguro sea practicable para todos los niños y niñas es imprescindible que los itinerarios sean totalmente accesibles. En este sentido, las veredas deberán tener un ancho mínimo para que puedan cruzarse dos personas al mismo tiempo sin necesidad de que una de ellas baje de la vereda; los cruces deberán tener un rebaje para facilitar el cambio de nivel; deberán eliminarse todos los obstáculos que dificulten o impidan el desplazamiento, etc.

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Señalización. En todos los itinerarios, especialmente en las calles aledañas al colegio, deberá existir suficiente señalización, que informe a los conductores de la presencia de niños. Si fuera posible, deberá implementarse una señalización específica de Camino escolar seguro. Calidad del paisaje urbano. Es necesario que el itinerario escolar sea atractivo y de gran calidad urbana. A partir del diseño de la vía, debe transmitirse a los conductores la especificidad del tramo que están recorriendo. Se trata de indicarles la entrada a una zona de circulación distinta de las demás, a través del diseño específico de la vía. Otras consideraciones. Además de los aspectos mencionados hasta ahora, para que la implantación del camino escolar tenga éxito deberán tenerse en cuenta otros aspectos que también requieren de nuestra atención: la iluminación de las calles, la presencia de mobiliario urbano, los paraderos de transporte público, los semáforos, la señalización de las obras, la presencia policial, la presencia de voluntariado o el mantenimiento del propio Camino.

Resultados de la implementación del camino escolar Las ciudades donde se ha implementado este sistema de seguridad han tenido resultados significativos: incremento de la seguridad, disminución de los accidentes que involucran a los niños y, especialmente, aumento de la autonomía de los niños y las niñas en sus desplazamientos al colegio.

Figura 5: Ejemplo de remodelación de un acceso escolar (antes y después)

Actividades pedagógicas: Educación para la movilidad sostenible y segura Durante la segunda mitad del siglo XX se ha producido una generalización del uso del vehículo privado entre la población. La utilización del vehículo privado se ha extendido rápidamente en nuestra sociedad para los desplazamientos cotidianos, tales como ir de casa a trabajo, ir a comprar e incluso ir a la escuela. Este hecho ha comportado que el actual modelo de movilidad de nuestra sociedad presente graves consecuencias para el medio ambiente, para la salud humana y para nuestra calidad de vida. 8


Ejemplos de estos impactos lo representan el elevado consumo energético, los elevados niveles de contaminación, una importante ocupación funcional del espacio público, un crecimiento de los problemas de salud derivados de las emisiones contaminantes, un incremento del coste individual y colectivo de la movilidad. Con el objetivo de fomentar pautas de movilidad más sostenibles y, por lo tanto, menos nocivas para el medio ambiente y para nuestra calidad de vida hace falta, entre otras iniciativas, trabajar con la población escolar con el fin de conscientizarla de la necesidad de realizar un cambio profundo con respecto al modelo de movilidad existente. Es necesario que los alumnos aprendan a valorar las graves deficiencias que genera el modelo de movilidad actual. Al mismo tiempo, es importante que mediante el trabajo y la reflexión conjunta conozcan y asuman pautas de movilidad más sostenibles, generando entre el alumnado la necesidad de un cambio de modelo social de movilidad implicándolos y haciéndolos partícipes del cambio en cuanto miembros de la sociedad actual y, especialmente, de la del futuro.

Acciones a desarrollar: objetivos, contenidos y procedimientos OBJETIVOS Las sesiones de educación para la movilidad sostenible y segura pretenden lograr los siguientes objetivos: Entender qué es la movilidad; aprender que hay diferentes maneras de desplazarse, algunas más ecológicas y otras con graves consecuencias sociales y para el medio ambiente. Conceptos de movilidad y movilidad sostenible. Aprender a diferenciar los diversos modelos de movilidad existentes; reflexionar sobre el modelo de movilidad existente en nuestra sociedad (basado en el vehículo privado), sus causas y sus consecuencias. Crear un espíritu crítico respecto al modelo de movilidad actual y facilitar las herramientas para exigir un modelo más sostenible. Vincular el concepto de movilidad sostenible al proyecto de Camino escolar seguro que se está llevando a cabo en el entorno del centro educativo.

Contenidos Específicamente, se trabajarán los siguientes contenidos: -Conceptos de movilidad y movilidad sostenible -Consecuencias del modelo de movilidad actual: contaminación atmosférica, ruido, distancia/tiempo de desplazamiento, ocupación del espacio público y coste económico -Alternativas sostenibles de movilidad: a pie, bicicleta, autobús, metro, tranvía, tren, compartir coche, etc. 9


PROYECTOS REALIZADOS AÑO 2010-2011 -Estudio de Identificación e implementación de los Caminos Escolares de las Escuelas Primarias Nº10 D.E. 5, Nº20 D.E. 18, Nº3 D.E.7 y de la Escuela Inicial Nº10 D.E.5. Ministerio de Educación. Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina -Estudio de Identificación e implementación del Camino Escolar de la Escuela Centenario de Rafaela Municipalidad de Rafaela. Rafaela, Argentina. -Estudio de Identificación e implementación del Camino Escolar de la Escuela Sant Joan de Ribera. Distrito de Sant Martí. Barcelona, España. -Estudio de Identificación e implementación de los Caminos Escolares de los CEIPs Fluvià, Grèvol y La Llacuna Distrito de Sant Martí. Barcelona, España. -Estudio de Identificación e implementación de los Caminos Escolares del barrio del Raval Sud. Distrito de Ciutat Vella. Barcelona, España. -Estudio de Identificación e implementación del Camino Escolar de la Escola Lys. Distrito de Sarrià-Sant Gervasi. Barcelona, España. -Estudio de Identificación e implementación del Camino Escolar de las escuelas de Palau SolitàPlegamans -Ayuntamiento de Palau Solità-Plegamans. Catalunya, España -Estudio de Identificación e implementación de los Caminos Escolares de las escuelas Saint Paul’s, Ausiàs March y Joan Boscà Distrito de Les Corts. Barcelona, España. AÑO 2009 -Estudio de Identificación e implementación de los Caminos Escolares del barrio de la Bordeta. Distrito de Sants-Montjuïc. Barcelona, España. -Estudio de Identificación e implementación de los Caminos Escolares de los CEIPs Jaume I y NII de Pràctiques. Distrito de Sants-Montjuïc. Barcelona, España.

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-Promoción y visualización de los Caminos Escolares del Lycée Français de Barcelona y el Colegio Sagrados Corazones. Distrito de Sarrià-Sant Gervasi. Barcelona, España -Elaboración del Libro Blanco de la movilidad y la accesibilidad de los entornos escolares. Distrito de Sarrià-Sant Gervasi. Barcelona, España -Promoción y visualización de itinerarios escolares de los centros educativos situados en el Sector “Monterols” (Balmes- Ronda Gral. Mitre – Via Augusta). Distrito de Sarrià-Sant Gervasi. Barcelona, España. AÑO 2008 -Estudio de Identificación e implementación de Caminos Escolares en el municipio de Canet de Mar. Ayuntamiento de Canet de Mar. Cataluña, España. -Plan de Movilidad del entorno de los centros educativos. Sector Via Augusta-Balmes-Ronda General Mitre (Sector “Monterols”). Distrito de Sarrià-Sant Gervasi. Barcelona, España -Estudio de Identificación e implementación de los Caminos Escolares del Lycée Français de Barcelona y del Colegio Sagrados Corazones. Distrito de Sarrià-Sant Gervasi. Barcelona, España -Estudio de Identificación e implementación de los Caminos Escolares de las Escuelas Infantiles Nº4 D.E. 13 y Nº5 D.E. 19 y del Escuela Primaria Tte. Benjamín Matienzo. Ministerio de Educación. Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina AÑO 2007 -Estudio de Accesibilidad de los Caminos Escolares de la Escuela Bergantí y el IES Maremar. Ayuntamiento del Masnou. Cataluña, España. -Estudio de Identificación e implementación del Camino Escolar del CEIP Pere Vila. Distrito de Ciutat Vella. Barcelona, España -Estudio de Identificación e implementación de los Caminos Escolares de 12 Centros Educativos del barrio del Poblenou. Distrito de Sant Martí. Barcelona, España -Estudio de Identificación e implementación de los Caminos Escolares de los CEIPs Aragai, Arjau, Cossetània i Canigó. Ayuntamiento de Vilanova i la Geltrú. Cataluña, España 11


AÑO 2006 -Estudio e identificación del Camino Escolar en el CEIP Prosperitat. ProNouBarris. Distrito de Nou Barris. Barcelona, España -Estudio de prioridades para la identificación de Caminos Escolares en el barrio de Porta, Nou Barris. ProNouBarris. Distrito de Nou Barris. Barcelona, España

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CREANDO EL PRIMER MUSEO ESCOLAR DE CAÑUELAS

Autores: Laura A. Mari José Luis, Sebastián Bárbara, Consigliere Aldana, Consigliere Micaela, Rodríguez Valeria, Gala

UNIVERSIDAD NACIONAL DE QUILMES Dirección: Roque Sáenz Peña 352, CP. 1876. Bernal, Buenos Aires, Argentina Teléfono: 0054-11-4365-7100 interno 5936 Emails: lmari@unq.edu.ar, barbaraconsigliere@hotmail.com aldanaconsigliere@hotmail.com r.micaelac@gmail.com vgala@unq.edu.ar


CREANDO EL PRIMER MUSEO ESCOLAR DE CAÑUELAS EJE TEMÁTICO 5: La educación y el patrimonio cultural. RESUMEN Desde nuestro proyecto de Extensión Universitaria “Gestión del Patrimonio”, trabajamos desde hace dos años junto con la Escuela Normal Superior José Manuel Estrada de Cañuelas, Buenos Aires, en la creación del primer museo escolar de dicha comunidad. La extensión, implica un proceso de comunicación, que amplía la integración entre universidad y sociedad. En base a esto y a las actividades realizadas, observamos la importancia de la Extensión para acercar la temática del patrimonio sobretodo en su conservación y protección, en ámbitos educativos. Así, el museo será una herramienta de transposición didáctica y un medio para comunicar el significado del patrimonio.

OBJETIVOS El objetivo principal de este trabajo es “la creación del primer museo escolar de Cañuelas para salvaguardar el patrimonio tangible e intangible de la primera escuela normal y que el mismo funcione como una herramienta de transposición didáctica sobre esos contenidos”. Siendo los objetivos específicos los siguientes: 

Capacitación a través de la estrategia formador de formadores para los docentes de los diferentes niveles educativos del establecimiento.

Salvaguarda y catalogo de los documentos históricos de la escuela.

Puesta en valor de los bienes materiales tangibles muebles, los cuales conformarán la colección del museo.

Recuperación y conservación de la memoria oral de actores sociales vinculados con la historia de la escuela.

METODOLOGÍA Seguimos, los lineamientos expuestos por la arqueología del paisaje, ya que desde un punto de vista sociológico, el paisaje es el medio y el producto de los procesos sociales, por lo tanto, el espacio, es una construcción social. Para la arqueología del paisaje y según Criado Boado (1996), el paisaje se entiende "como el producto sociocultural creado por la objetivación, sobre el medio y en términos espaciales, de prácticas sociales tanto de carácter material como imaginario" (Criado Boado, 1996, p.17). La arqueología del paisaje es el estudio de los procesos y formas de culturización del espacio a través del tiempo, con lo cual se analizan tres dimensiones: 1) El espacio en cuanto entorno físico. 2) El espacio en cuanto entorno social.


3) El espacio en cuanto entorno simbólico. De este modo, los principios de la arqueología del paisaje, aportan una base eficaz para desarrollar planteamientos teóricos y metodológicos para intervenir en el patrimonio y solventar las problemáticas asociadas al mismo dado que estos tienen un carácter espacial. En suma, la arqueología del paisaje no sólo es una línea de trabajo, sino que es una perspectiva estratégica para desarrollar un modelo de gestión patrimonial viable ya que permite plantear y articular todas las fases de valoración y revalorización del patrimonio, a través de lo que en arqueología se conoce como cadena interpretativa que consta de las siguientes etapas: A) Recuperación; B) Valorización; C) Evaluación; D) Revalorización; E) Mercantilización y F) Sistematización. En conjunción con este marco teórico, utilizamos los principios de la interpretación del patrimonio como medio para transmitir el significado del mismo. Siguiendo a Tilden (2006), tomamos sus seis principios básicos los cuales había formulado en 1977, pero que aún son aplicados, estos son: 1.

La interpretación debe relacionar los objetos de divulgación con algo que se encuentre en la

experiencia y personalidad de aquellos a quienes va dirigida. 2.

La información en sí misma no es interpretación. La interpretación es una forma de comunicación

basada en la información, pero además debe tratar con significados, interrelaciones e interrogantes sobre ciertas cuestiones o materias. 3.

La interpretación es un arte. Debe hacer uso de todos los sentidos para construir conceptos y

conseguir reacciones en los individuos. 4.

La interpretación es provocación, debe despertar curiosidad, resaltando lo que en apariencia es

insignificante. 5.

La interpretación, debe ser una presentación del todo y no de partes aisladas, los temas

presentados deben estar interrelacionados dentro de un marco conceptual común. 6.

La interpretación para niños no es una dilución de la interpretación para adultos. Debe tener en

cuenta las características particulares de cada tipo de público: niños/adultos, intereses, niveles de profundidad, etc. Otros autores como Pastor Alfonso (2003) y Fernández y Guzmán Ramos (2002), si bien trabajan en aspectos relacionados con la gestión del patrimonio y la actividad turística, se focalizan en la administración estratégica y en los procesos de educación tanto formal como no formal. De este modo, rescatamos está concepción de incorporar la temática patrimonial en las políticas de educación formal y no formal. Por último, utilizamos un enfoque teórico metodológico microanalítico, el cual implica: 1.

Un enfoque microhistórico, en el sentido de “historia local”, para conocer aspectos tales como la

evolución de la Institución, su cronología, etc. 2.

Una aproximación antropológica – histórica para delinear un marco interpretativo que alcance

aspectos materiales y simbólicos.


El hecho de trabajar con los actores sociales de esta comunidad escolar, conlleva la aplicación de una metodología de trabajo antropológica desde una postura observador – participante, lo cual implica, la combinación de observación en la escuela de las prácticas sociales con diferentes grados de participación del propio encuestador en las mismas, para procurar acceder al conocimiento de: -las prácticas de los actores. -los supuestos culturales que orientan las mismas. -las normas y procedimientos, formales y no formales.

DESARROLLO La presente ponencia pretende exponer el análisis de caso del Proyecto de Extensión Universitaria “Gestión del Patrimonio” en sus esfuerzos por colaborar en la creación y puesta en marcha del primer museo escolar de Cañuelas, Provincia de Buenos Aires. Si bien este proyecto es reciente, ya hemos dictado un primer taller sobre conservación de documentos y también hemos comenzado con la grabación de las entrevistas para la salvaguarda de la memoria oral. En cuanto a las entrevistas, primero fueron realizadas entrevistas personales a la ex-directora de la unidad académica María Elena Mazzoleni, a la vicedirectora Cristina Sarrailh, y a la docente, María Alejandra Fidalgo. Las mismas, tuvieron como objetivo conocer la perspectiva de cada una de estas personas en relación a “la Estrada”, no sólo como ámbito de aprendizaje sino también como el lugar al cual le brindaron tanta dedicación y años de trabajo y que tanto significa para toda la comunidad. En una segunda visita, las entrevistas fueron filmadas para contar además con material visual que pueda ser editado e incorporado a las grabaciones realizadas en la visita anterior. Con este fin, fueron entrevistadas dos mujeres de gran importancia para la historia de la escuela: Nelia Curone, miembro fundador de la escuela y madre de la ex-directora, María Elena Mazzoleni; y a María Lidia Torti, profesora del nivel secundario, ex alumna, escritora e hija de una de las fundadoras de la Estrada. Las preguntas elaboradas en las entrevistas fueron dirigidas a conocer sus experiencias como alumnas y docentes en la escuela, revelando qué es lo que sienten y qué representa para ellas la institución. Consideramos que el material recabado hasta la fecha nos permitirá confeccionar un documento oral y visual muy significativo que podrá ser incluido en el museo, creando así un espacio destinado al recuerdo y a la reflexión de la importancia y el valor que posee la escuela no sólo para docentes y alumnos, sino que para toda la comunidad de Cañuelas. En cuanto al taller sobre conservación de documentos participaron del mismo un grupo mixto de docentes y alumnos del nivel terciario, quienes luego de aprehender las técnicas básicas de limpieza de documentos históricos sobre soporte papel sin químicos, conformaron un grupo de trabajo autónomo para ir procesando en nuestra ausencia todo el material posible, dado que al ser una institución educativa tan amplia este tipo de recurso es el más abundante. Es importante aclarar, que en la institución todos los documentos estaban guardados en folios y cajas plásticas, los cuales son una de las principales causas


de degradación de documentos. Realizar los talleres y lograr formar un gran equipo de trabajo local hizo posible que los documentos fueran salvaguardados. Sin embargo, estos talleres no sólo afectaron a la correcta conservación de los documentos sino que fueron una experiencia de vida para los participantes, por haberles brindado la posibilidad de adquirir nuevos conocimientos, pero principalmente por haberse generado un espacio que lograra una conexión más fuerte entre los miembros del equipo y les permitiera identificarse aún más con su escuela. Estas son algunas de las palabras que nos escribió la profesora Mariela Salé quien guió al equipo de limpieza de documentos: “Mis chicos-no-tan-chicos capitalizaron todo y pudieron verse en medio de la tarea con otros ojos, los mismos con los que observaron que, en los años que habían compartido, pocas veces habían intercambiado sus tiempos de trabajo con otros fuera del sub-grupo de pertenencia, de amistad, como ahora tenían la oportunidad de intercambio…En el silencio obligado entre los libros pudieron escuchar sus propias voces y conectarse con sueños, proyectos, inseguridades… voces que, en el trajín diario no alcanzaban a percibir. Se replantearon, el ¿para-qué?, de estar transitando la formación docente, descubriendo que no deseaban estar en otro camino, ni con otros rumbos. Encontraron capacidades que no podían reconocer frente a otros desafíos, afrontaron debilidades que no emergían en otros ámbitos, se fortalecieron, se liberaron, se construyeron. Bajo la etiqueta de “libro de artista” vi cajas con recuerdos centenarios de familia, acompañados de documentos con apellidos y nombres irrepetibles, foráneos, junto a genealogías impresas directamente de la web, porque hubo quienes tomaron la idea de identidad e historia y salieron a buscar las propias. Vi libros con hojas y recortes que simulaban periódicos, porque sus autores se habían deslumbrado con las diferentes formas de expresión a través del tiempo. Pude comparar la vida de la unidad académica con la de otras instituciones, de otros pagos, porque quienes no habían crecido en cañuelas, necesitaron buscar la historia de sus anteriores escuelas y traerlas también ellos, a esta que hacía, a veces, de su nuevo hogar. (Salé, MS2015) A su vez, se desarrollaron talleres y campañas de concientización sobre la temática del patrimonio, donde se entregaron folletos informativos y postales lúdicas bajo la temática del patrimonio y la importancia de su conservación, lo que permitió que el proyecto lograra instalar la estrategia de formador de formadores, transformándose en un agente multiplicador en la concientización y en la valorización como un bien no renovable y al que es necesario conservar. En septiembre de 2015 y con motivo de la celebración de los sesenta años de la Institución, se realizó en uno de los salones de “la Estrada” la primera muestra de los bienes y documentación recabados, elementos que formarán parte del museo en un futuro próximo. El evento duró toda una semana donde se desarrollaron diversos tipos de actividades todas enfocadas en la recuperación de la memoria y la identidad a estas actividades acudieron docentes, alumnos, personalidades destacadas de la historia de la Institución, miembros del consejo escolar de Cañuelas, miembros del gobierno de Cañuelas y nuestro equipo del PEU “Gestión del Patrimonio”.


Es importante aclarar, que el museo, funcionará en el edificio original donde abrió sus puertas por primera vez la Escuela Normal Superior Juan Manuel Estrada, o mejor conocida dentro de esta comunidad educativa como “La Estrada”, en 1955. Este edificio además, es en sí mismo una estructura histórica ya que data de 1896. La escuela tiene otra particularidad ya que en realidad conforma una Unidad Académica, es decir que en su interior se educan alumnos desde el jardín de infantes hasta el nivel terciario. Con esta estructura de formación, el museo sería además una herramienta de educación para cada uno de estos niveles. Como mencionáramos anteriormente, para la implementación del museo, en su espacio definitivo, se realizará un registro oral basado en entrevistas, que formarán parte del patrimonio a exhibir; se recabará material gráfico que será analizado en cuanto a su preservación y relevancia para su posterior exhibición en el espacio asignado; y se desarrollará la capacitación del personal de la Escuela en relación a la gestión y mantenimiento de espacios museográficos. Será igualmente relevante el uso de estrategias interpretativas en cartelería y señalización, con el fin de convertir el museo en un espacio dinámico, entretenido y atractivo para toda la comunidad. El desarrollo de un museo significa la creación de un espacio destinado al resguardo y revalorización de la identidad, preservando el pasado a través de la gestión del patrimonio cultural. Las actividades planificadas que tenemos planificadas para este año entre los directivos de la escuela y nuestro equipo son las siguientes: a) Taller sobre conservación de documentos históricos en soporte papel y de bienes tangibles muebles con especial énfasis en la limpieza, rotulación, inventario, especificaciones sobre exposición y guardado de los mismos en depósito y condiciones ambientales de sala y depósito (controles de iluminación, temperatura y humedad). Los participantes serán evaluados con la realización de prácticas. b) Taller de Interpretación del patrimonio, estará dirigido especialmente a los alumnos que conformarán de manera voluntaria el Club de Amigos del Museo. Los mismos, actuarán a manera de guías para lo cual el taller les brindará las herramientas conceptuales para el manejo de visitantes, circulación dentro de la sala y uso del discurso interpretativo para comunicar el significado del patrimonio exhibido. Los participantes serán evaluados con la elaboración de ejercicios prácticos. c) Control del inventario, manipulación y almacenaje correcto de los bienes materiales, disposición de los mismos en los estantes y/o armarios, elaboración de stock de disponibilidad (piezas o documentos listos para ser exhibidos) y de stock de no disponibilidad (piezas o documentos que aún no están puestos en valor para ser exhibidos) y por último control de temperatura y humedad con el uso de un termohigrómetro. d) Realización de banners interpretativos que serán realizados con los contenidos elaborados por todos los alumnos y docentes de la institución. e) Realización del material multimedia, videos interpretativos y didácticos con las entrevistas realizadas, este material salvaguardará la memoria oral de la escuela.


f) Uso del espacio museográfico, controles ambientales de la sala, ubicación de la cartelería y del espacio para proyectar el material multimedia y características en cuanto a la protección de los bienes expuestos (cintas de seguridad, vitrinas fijas y pedestales de exposición). Es menester aclarar, que la gran mayoría de estas actividades se llevarán a cabo gracias a que ganamos la convocatoria 2015 de Voluntariado Universitario de la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación. Consideramos, que la extensión, implica un proceso de comunicación, que amplía la integración entre universidad y sociedad, estableciendo un proceso interactivo donde el conocimiento se construye en contacto permanente con su medio.

CONCLUSIONES Como planteáramos anteriormente, este trabajo esta en sus inicios por lo cual, más que conclusiones preferimos cerrar esta presentación con nuestro diagnóstico y nuestras metas. Se han obtenido varios resultados a lo largo de los años en que el equipo de trabajo del proyecto de Extensión “Gestión del Patrimonio” ha colaborado en la consecución del objetivo final: la creación del primer museo escolar de la comunidad de Cañuelas. Se han realizado talleres sobre conservación de documentos históricos en la Escuela Normal Superior Juan Manuel Estrada, los mismos fueron tomados por docentes del nivel terciario de arte y alumnos de los distintos profesorados y también se han realizado entrevistas y filmaciones para la salvaguarda de la memoria oral de la institución. Consideramos además, que con la puesta en valor que la institución está realizando sobre el edificio y con las actividades previstas en conjunto entre los miembros de la escuela y nuestro nuevo equipo del voluntariado y del proyecto de Extensión “Gestión del Patrimonio”, la creación del museo será plausible y fomentará la recuperación del patrimonio y la revalorización de la identidad de esta comunidad educativa, como así también se transformará en una herramienta de transposición didáctica sobre estas temáticas involucrando a todos los niveles educativos presentes en esta Unidad Académica. Realizar este emprendimiento cultural, dará continuidad histórica a esta escuela y este es el deseo principal que nos fuera manifestado por la Sra. Nelia Curone (miembro fundador), durante una de las entrevistas realizadas. Por otra parte, la formulación del presente proyecto, pretende tener un efecto en lo social, a través de la revalorización de los bienes culturales como parte de su historia y de su entorno actual, sin los cuales, se llevaría a una pérdida irreversible de parte de su identidad como comunidad. También en lo ambiental, ya que la creación de este museo implica revalorar el entorno y conservar el paisaje como un constructo social. En lo educativo, ya que a través de los talleres, cursos y muestras, se espera poder involucrar a este sector como agentes multiplicadores en la concientización y en la valorización del patrimonio como un bien no renovable y al que es necesario conservar. Y en lo político y económico, ya que fomentar el uso y conservación sustentable de bienes patrimoniales, es una estrategia de posicionamiento positiva para una localidad.


Queremos finalizar con estas palabras de Fernández y Guzmán Ramos (2002): “Que el eslogan sea de lo nuestro y por lo nuestro, para nosotros y con nosotros, para otros y pensando en otros (las generaciones pasadas y futuras)… y por todos.” (Fernández y Guzmán Ramos, 2002:18).

BIBLIOGRAFÍA Barros, C. (1999). Hacia un nuevo paradigma historiográfico. Protohistoria.(3) 43-57. Criado Boado, F. (1996). La Arqueología del Paisaje como programa de gestión integral del Patrimonio Arqueológico. Boletín del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. IV(14) 15-19. Fernández, G. y Gúzman Ramos, A. (2002). Turismo, patrimonio cultural y desarrollo sustentable. Caminhos de Geografía. Revista on line. Programa de los Pós – Graduação em Geografía. Instituto de Geografía UFU. Oct. 3 (7). Gallego, J. A. (1993). La Nueva Historia como reto. New History, Nouvelle Historie: Hacia una nueva historia. Dirigida por José Andrés Gallego. ACTAS, Madrid. Gortázar, I. O. (1993). La Nueva Historia, una estructura de larga duración. New History, Nouvelle Historie: Hacia una nueva historia. Dirigida por José Andrés Gallego. ACTAS, Madrid. Tilden, F. (2006). La interpretación de nuestro patrimonio. Sevilla, España Asociación para la Interpretación del Patrimonio. Revel, J. (1995). Microanálisis y construcción de lo social. Anuario IEHS. (10). Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Tandil. Argentina.


Síntesis CV autores Laura Andrea Mari: licenciada en Ciencias Antropológicas con orientación en Arqueología de la UBA. Ha trabajado en investigación en el Programa de Estudios Prehistóricos del CONICET y en el Centro de Arqueología Urbana del Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas “Mario J. Buschiazzo” de la UBA. Ha colaborado en el Proyecto Plano del Potencial Arqueológico de la ciudad de Buenos Aires, bajo la dirección del Dr. Daniel Schávelzon. Tiene varios trabajos de investigación publicados incluida su tesis. Actualmente es maestranda de la Maestría en Ambiente y Desarrollo de la Universidad Virtual de Quilmes, es docente de la Universidad Nacional de Quilmes, dirige el Proyecto de Extensión Universitaria “Gestión del Patrimonio” y el Voluntariado Universitario SPU “Gestión del Patrimonio”, integra el Proyecto de Investigación “La Dirección y Gestión en Establecimientos MiPyMEs de Alojamiento”, que se encuentra integrado al Observatorio en Sistemas de Gestión Organizacional. Es directora del Instituto de Patrimonio y Arqueología de la Fundación Turismo para Todos. José Luis Sebastián: es licenciado en Administración Hotelera de la Universidad Nacional de Quilmes y tiene un posgrado en Turismo rural de la Universidad de Buenos Aires, es doctorando en Administración de la Universidad Nacional de Rosario. Actualmente es el director del Observatorio en Sistemas de Gestión Organizacional y el director del Proyecto de Investigación “La Dirección y Gestión en Establecimientos MiPyMEs de Alojamiento”, también es integrante del Proyecto de Extensión Universitaria “Gestión del Patrimonio”. Es docente de la Universidad Nacional de Quilmes y tiene varios trabajos de investigación publicados. Aldana Consigliere: licenciada en Administración Hotelera de la Universidad Nacional de Quilmes. Fue becaria del Departamento de Sociales de la Universidad Nacional de Quilmes con la beca de formación en docencia y extensión y ha sido becaria en investigación inicial. Ha asistido a numerosos eventos científicos y realizado publicaciones académicas. Actualmente es co – directora del Proyecto de Extensión Universitaria “Gestión del Patrimonio” y del Voluntariado Universitario SPU “Gestión del Patrimonio”, también es integrante del Proyecto de Investigación “La Dirección y Gestión en Establecimientos MiPyMEs de Alojamiento”, que se encuentra integrado al Observatorio en Sistemas de Gestión Organizacional. También es docente tutora de la Universidad Virtual de Quilmes. Bárbara Consigliere: licenciada en Administración Hotelera de la Universidad Nacional de Quilmes. Fue becaria del Departamento de Sociales de la Universidad Nacional de


Quilmes con la beca de formación en docencia y extensión. Actualmente es integrante del Proyecto de Extensión Universitaria “Gestión del Patrimonio” y del Voluntariado Universitario SPU “Gestión del Patrimonio”, también es integrante del Proyecto de Investigación “La Dirección y Gestión en Establecimientos MiPyMEs de Alojamiento”, que se encuentra integrado al Observatorio en Sistemas de Gestión Organizacional, dentro del cual fue becaria con la beca de Iniciación a la Investigación. Micaela Rodriguez: : licenciada en Administración Hotelera de la Universidad Nacional de Quilmes. Fue becaria de la Secretaria de Extensión Universitaria de la Universidad Nacional de Quilmes. Ha ganado el premio a mejor promedio del Banco Santander Rio. Actualmente es integrante del Proyecto de Extensión Universitaria “Gestión del Patrimonio” y del Voluntariado Universitario SPU “Gestión del Patrimonio”, también es integrante del Proyecto de Investigación “La Dirección y Gestión en Establecimientos MiPyMEs de Alojamiento”, que se encuentra integrado al Observatorio en Sistemas de Gestión Organizacional, dentro del cual es becaria con la beca de Iniciación a la Investigación. Valeria Gala: licenciada en Administración Hotelera de la Universidad Nacional de Quilmes. Fue becaria del Departamento de Sociales de la Universidad Nacional de Quilmes con la beca de formación en docencia y extensión. Ha asistido a numerosos eventos científicos y realizado publicaciones académicas. Actualmente es integrante del Proyecto de Extensión Universitaria “Gestión del Patrimonio” y del Voluntariado Universitario SPU “Gestión del Patrimonio”, también es integrante del Proyecto de Investigación “La Dirección y Gestión en Establecimientos MiPyMEs de Alojamiento”, que se encuentra integrado al Observatorio en Sistemas de Gestión Organizacional. Es maestranda de la Maestría en Turismo, en proceso de redacción de tesis. Es docente de la Universidad Nacional de Quilmes.


GESTIONAR PARA MOSTRAR Y CONTAR: LA EDUCACIÓN PATRIMONIAL EN EL ÁMBITO DEL TURISMO.

Autores: Andrés Pinassi José María Zingoni

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SUR – CONSEJO NACIONAL DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS Y TÉCNICAS (CONICET). UNIVERSIDAD NACIONAL DEL SUR. Dirección: Departamento de Geografía y Turismo (Universidad Nacional del Sur), San Juan y 12 de Octubre, 4to. Piso. Bahía Blanca (8000). Pcia. Bs. As. Teléfono: (0291) 4595144 Email: andres.pinassi@uns.edu.ar josemzingoni@yahoo.com.ar


GESTIONAR PARA MOSTRAR Y CONTAR: LA EDUCACIÓN PATRIMONIAL EN EL ÁMBITO DEL TURISMO. EJE TEMÁTICO: La educación y el patrimonio cultural. RESUMEN La educación patrimonial se presenta como un campo de enseñanza relevante en el ámbito de las carreras de turismo, dado que esta práctica social necesita de recursos territoriales para su configuración como atractivos. El fin que persigue la ponencia consiste en: analizar la educación patrimonial teniendo como caso de estudio la materia: “Gestión del Patrimonio Urbano”, dictada para la carrera de Licenciatura en Turismo de la Universidad Nacional del Sur (Bahía Blanca). Es así que se presentan las distintas actividades en la esfera de la educación formal y no formal, tendientes a que los alumnos se concienticen acerca del cuidado patrimonial y adquieran las herramientas necesarias para gestionar de manera responsable el patrimonio.

OBJETIVOS La presente ponencia, tiene como objetivos generales: 

Analizar la educación patrimonial como campo disciplinar en el ámbito de la enseñanza del turismo, teniendo como caso de estudio la cátedra de “Gestión del Patrimonio Urbano”, dictada para la carrera de Licenciatura en Turismo de la Universidad Nacional del Sur.

Difundir la metodología de trabajo desarrollada en la materia, con el fin de aportar nuevas experiencias que enriquezcan el campo educativo.

METODOLOGÍA De acuerdo a lo planteado por García (2009), la educación patrimonial se configura […] como un proceso pedagógico centrado en las percepciones, conocimientos y valores que subyacen en una sociedad. De esta manera, el bien patrimonial se convierte en un recurso para el aprendizaje, capaz de conectar al ciudadano con su diversidad cultural y su entorno social. Para ello es necesario trabajar con los valores culturales locales más próximos a las personas, para luego proyectar los valores universales. (p.274)

En el ámbito del turismo, la enseñanza del patrimonio cultural cobra relevancia, dada la incumbencia del título, que conduce a los futuros profesionales a la gestión turística y recreativa de los recursos culturales, a fin de ser destinados a un consumo de ocio. De acuerdo a los modelos educativos establecidos por Fontal y Marín (2011), la cátedra de “Gestión del Patrimonio Urbano”, se basa en un modelo de educación patrimonial centrado en el contenido y en el contexto, es decir que se llevan a cabo estrategias educativas basadas no sólo en la estructuración de temáticas afines a la esfera patrimonial, sino que las mismas son relacionadas con problemáticas y


estudios de caso en la escala local, ya sea a través de los trabajos prácticos, de investigación o a partir de las clases teóricas vinculadas con casos concretos de la realidad urbana. La ponencia se estructura en cuatro apartados que se correlacionan con las diferentes estrategias adoptadas en la materia, que contribuyen a generar conciencia patrimonial, no sólo en el aula, sino también a través de actividades de extensión e investigación en las que tiene injerencia directa. Estos apartados son: 1) Desarrollo de contenidos del programa de estudios, agrupados por temáticas, vinculadas a la gestión del patrimonio cultural y su relación con el turismo como práctica social. 2) Publicaciones de trabajos académicos, por parte de docentes y alumnos, en el ámbito de la cátedra. 3) Organización de acontecimientos programados, con exposición de trabajos llevados a cabo en la materia. 4) Realización de proyectos de investigación con participación de colaboradores interesados (cursantes y ex alumnos).

DESARROLLO: ANÁLISIS DEL ESTUDIO DE CASO La cátedra de “Gestión del Patrimonio Urbano” (Código 3724), forma parte de plan de materias de la carrera de Licenciatura en Turismo de la Universidad Nacional del Sur.1 La misma pertenece al cuarto año y, a su vez, funciona como materia optativa para las carreras de: Licenciatura en Historia y Arquitectura. Antes de analizar las estrategias y contenidos abordados, se debe precisar que en el ámbito de la carrera de turismo, además de la descrita en el presente trabajo, se dicta otra cátedra durante el primer año, vinculada de forma directa a la temática patrimonial. Ésta, denominada: “Preservación del Patrimonio Social, Natural, Cultural y Turístico”, brinda al alumno las herramientas básicas relativas a los aspectos teóricos y operativos de los recursos culturales y naturales, por lo que los mismos arriban al cuarto año con una nivelación de contenidos que profundizarán durante el cursado.

Análisis del programa de estudios El programa de la materia se estructura en tres módulos que tienen como objetivo general: 

Concientizar acerca de la significación de las ciudades y su arquitectura, a través de pautas conceptuales y herramientas metodológicas que permitan el reconocimiento del patrimonio arquitectónico urbano, la calificación de sus valores y la gestión de potenciales estrategias y acciones para su defensa.

Y como objetivos específicos: 1Ésta se encuentra a cargo del Arq. (Mg.) José María Zingoni, como profesor responsable, y del Lic. (Mg.) Andrés Pinassi, como asistente de docencia.


Conceptualizar al patrimonio cultural en general y al arquitectónico en particular.

Introducir al alumno en la evolución de las características espaciales de las ciudades, a través de periodos notables de su existencia, identificando aquellas obras que por su significado son relevantes como patrimoniales.

Presentar un enfoque actualizado de la gestión del patrimonio arquitectónico urbano, en el contexto de las actuales políticas públicas, que permita una visualización amplia y a la vez instrumental.

Brindar al alumno las herramientas necesarias para la gestión del patrimonio arquitectónico.

Para arribar a los fines propuestos se propone una configuración en tres módulos, por temáticas afines y escala de análisis, en donde en cada uno de ellos se abordan contenidos vinculados a la ciudad, el urbanismo, al patrimonio cultural (con principal incidencia en aquel de carácter arquitectónico urbano), a su gestión y el vínculo con la actividad turística, como promotora de impactos (positivos y negativos) en la cultura y sociedad local y en los propios bienes culturales. El Módulo A, denominado: “Ciudad y patrimonio”, sienta las bases conceptuales de la materia, abordando la noción de ciudad y su complejidad de análisis; y la evolución y concepto actual del patrimonio cultural y construido. En el Cuadro 1, se presentan de forma analítica las temáticas abordadas. Unidad Unidad I Unidad II

Contenido Criterios para la definición del Patrimonio Urbano. Pueblos y ciudades; evolución del urbanismo en Latinoamérica. Evolución del término “Patrimonio”, conceptos; ética y estética de la protección patrimonial. El lenguaje de la arquitectura. La función indelegable del arte. Los principales tratadistas. Semiología de la arquitectura.

Cuadro 1: Módulo A. Ciudad y Patrimonio. Conceptualización. Fuente: cátedra Gestión del Patrimonio Urbano (2016).

El Módulo B, llamado: “Una aproximación al patrimonio urbano: desde los monumentos de la humanidad al patrimonio local”, propone, a través de tres unidades, un recorrido sintético a lo largo de la historia de la arquitectura, extendiéndose desde el mundo antiguo hasta nuestros días (Cuadro 2). Para su abordaje no sólo se propone el estudio y tratamiento de las principales obras que funcionan como exponente a nivel internacional, sino que se realiza un minucioso tratamiento de aquellas desarrolladas en la escala local. Unidad Unidad III Unidad IV Unidad V

Contenido Revisiones generales en torno al mundo antiguo, medieval y al clasicismo europeo. El patrimonio arquitectónico en América Latina pre-colombina y colonial; enfoques de la conquista y el proceso de formación de los espacios urbanos. Las ciudades patrimonio de la Humanidad: Cartagena de Indias, Quito, San Salvador de Bahía y La Habana. Principales períodos artístico – arquitectónicos en Argentina y su enfoque


Unidad

Contenido centralizado en Bahía Blanca y la región: post-colonial, Academicismo, Revolución Industrial, Modernismos, Art – Decó, Movimiento Moderno, Post – Moderno, Contemporáneo. Movimientos singularistas o personalistas.

Cuadro 2: Módulo B. Una aproximación al patrimonio urbano: desde los monumentos de la humanidad al patrimonio local. Fuente: cátedra Gestión del Patrimonio Urbano (2016).

Por último, el Modulo C: “Gestión del patrimonio arquitectónico urbano”, propone un acercamiento al concepto de gestión y su aplicación a la esfera patrimonial; al tratamiento y desarrollo de las acciones de gestión; y al vínculo con la actividad turística (Cuadro 3). Para su abordaje, se estableció una agrupación temática de acuerdo a la clasificación de acciones de gestión propuestas por Querol (2010): conocer, planificar, controlar y difundir. Si bien existen otros autores (Hernández, 20022) que proponen disímiles categorías de análisis, se considera que las establecidas por la citada autora resultan más claras a los fines propuestos (Pinassi, 2014). Con relación a la acción: conocer, se presentan aquellos instrumentos vinculados a la investigación histórica y al inventariado y catalogación de obras; asociado a planificar, se establecen las diferentes tipologías de planificación con las herramientas asociadas a la misma; el control, se aborda a partir del marco legal y organismos clave vinculantes; y la acción difundir, contempla los mecanismos a través de los cuales se divulga e interpreta el patrimonio cultural. Por último, se presenta una unidad en la que se analiza el vínculo entre la gestión patrimonial y el turismo, como práctica promotora no sólo de beneficios en los recursos, sino también como potencial amenaza de la identidad cultural. Unidad Unidad VI

Unidad VII

Unidad VIII

Contenido Gestión, gestión del patrimonio cultural y gestión del patrimonio arquitectónico urbano. Conceptualización, clasificaciones y acciones. Diferencia gestión patrimonialintervención patrimonial. Acción conocer: A) Identificación de obras de valor patrimonial. Criterios de valoración; el interés histórico, el interés artístico, el interés paisajístico. B) La investigación histórica como sustento de la preservación. La búsqueda de información; Los archivos y las fuentes. Documentación gráfica, fotográfica y planimétrica. Los archivos orales, entrevistas. C) Catalogación de bienes patrimoniales: Inventario. Definición de áreas y épocas. Criterios de identificación y construcción de fichas. Criterios de valoración y ponderación. Acciones planificar y controlar: A) La legislación como marco adecuado para la preservación. Los organismos internacionales, nacionales, provinciales y municipales. Los centros de investigación y las organizaciones no gubernamentales. El marco constitucional nacional y provincial. Las normas municipales. B) La gestión de la recuperación del patrimonio. El contexto de la administración pública en Latinoamérica; globalización y crisis, planificación tradicional y contemporánea. El concepto de desarrollo sustentable. Descentralización del Estado. Características de las organizaciones. C) La participación en la planificación y gestión de la

2Hernández (2002), en lugar de acciones, hace referencia a la existencia de estrategias de gestión del patrimonio, incluyendo en las mismas a la: planificación, organización, comunicación, control y evaluación de las acciones de puesta en valor patrimonial.


Unidad

Unidad XIX

Unidad X

Contenido preservación. Fundamentos. Concepto de actor social. Identificación de actores. Proceso de negociación. D) Gerenciamiento administrativo; formulación de planes, programas y proyectos. Gerencia pública, gestión estratégica, cultura corporativa, mercadeo interno, gerencia del servicio. Acción difundir: La concientización como acción duradera para la preservación. Diferencias de actitudes. Educación formal y no formal. Difusión y marketing. Interpretación. Turismo y Patrimonio. Distintos enfoques en la relación entre la actividad turística y la protección, uso y disfrute del patrimonio. Crítica al concepto de patrimonio turístico. La capacidad de carga como limitación del uso de un bien patrimonial. Turismo cultural y patrimonial. Atractividad turística del patrimonio (visiones tradicionales vs. contemporáneas). Criterios de calidad aplicados al patrimonio. Relaciones en torno al trinomio: turismo, patrimonio y territorio.

Cuadro 3: Módulo C. Gestión del patrimonio arquitectónico urbano. Fuente: cátedra Gestión del Patrimonio Urbano (2016).

Los contenidos estipulados en el programa son dados a partir de clases teóricas, con un marco conceptual afín y la presentación de estudios de casos. Asimismo, se llevan a cabo una serie de trabajos prácticos, vinculados a cuestiones operativas de la gestión del patrimonio, como por ejemplo: el diseño y confección de fichas de relevamiento y catálogos patrimoniales, elaboración de proyectos de ordenanza tendientes a la declaratoria patrimonial de una obra y la configuración de señalética interpretativa. Respecto a los mecanismos de evaluación del alumno, la cátedra contempla la realización de un parcial integral y la entrega y exposición de un trabajo de investigación, relativo a una problemática del patrimonio cultural local o de la región. En este contexto, los alumnos pueden identificar en un caso concreto los contenidos impartidos a lo largo del cursado.

Los textos de cátedra: un desafío en curso El desarrollo de publicaciones en el contexto de la cátedra, surge con el objetivo de generar un corpus teórico y práctico, de experiencias vinculantes, centralizado en una serie de libros editados por los responsables de la materia. En este contexto, en el año 2014, bajo la editorial de la Universidad Nacional del Sur: Ediuns, se editó el volumen I de la serie: “Gestión del Patrimonio Urbano: textos de cátedra” (Fig. 1), del cual participaron diferentes autores de gran trayectoria en el área del patrimonio cultural en general y del construido en particular, aportando con sus contribuciones: Ramón Gutiérrez, Graciela Viñuales y Alejandro Novacovsky. La selección de las temáticas, se dio a partir de los contenidos del programa de estudios de la materia.3 Por otra parte, los libros funcionan como medio de difusión de algunos de los trabajos de investigación llevados a cabo por los alumnos durante el cursado de la materia y que son expuestos en las jornadas de 3Actualmente, se encuentra en edición el volumen II, del cual forman parte: Felicidad París Benito, Ana María Bóscolo, Adriana Collado, entre otros referentes de la disciplina.


patrimonio organizadas por la cátedra, de las cuales se hará referencia más adelante. Es decir, que además de funcionar como apuntes de consulta para complementar los contenidos dados en las clases, constituyen un documento valioso para diferentes investigaciones que se desarrollen en el contexto del patrimonio local y regional y que requieran de fuentes de información que brinden datos concretos de distintas obras.

Fig. 1. “Gestión del Patrimonio Urbano: textos de cátedra” (Volumen I). Fuente: Zingoni y Pinassi (2014).

Las Jornadas de Patrimonio Urbano como estrategia de difusión Como parte del trabajo de extensión y concientización patrimonial que presenta la cátedra, en el año 2013 se comenzaron a desarrollar las “Jornadas de Gestión del Patrimonio Urbano”. La necesidad de crear un espacio de intercambio y difusión de aquellos trabajos de investigación realizados por los alumnos durante el cursado de materia, es uno de los principales fundamentos de su desarrollo. Entendiendo que la preservación de los componentes patrimoniales de una sociedad, contribuye a la protección y defensa de la identidad colectiva de la misma, se pretende que las jornadas funcionen como un lugar de debate, donde se coloquen en el centro de la palestra temáticas vinculadas a la gestión del patrimonio arquitectónico local y regional. En este contexto, el objetivo general que se persigue es: contribuir a la difusión del patrimonio urbano en el ámbito de Bahía Blanca y la zona, a partir de la generación de un espacio de discusión y trasferencia de conocimientos. Se debe destacar, que la organización y realización del evento se lleva a cabo por un comité conformado por los propios alumnos y


dirigido por los profesores, que es el encargado, a través de diferentes comisiones, de llevar a cabo la planificación y gestión de la jornada. Hasta el momento, se han desarrollado dos (Fig. 2), contando con una importante asistencia no sólo de alumnos de la carrera, sino también de docentes (universitarios y de nivel medio) y público en general. Como resultado de las mismas, los resúmenes de las investigaciones presentadas son publicados en los “Textos de Cátedra”, como fuente de consulta.

Fig. 2. “Jornadas de Gestión del Patrimonio Urbano”. Fuente: registro propio (2013 y 2014).

La investigación como complemento del aula Como otra de las estrategias complementarias que surgieron asociadas a la cátedra, se puede mencionar el PGI (Proyecto de Grupos de Investigación): “Turismo y patrimonio: la Ruta Nacional Nº 33 como producto turístico cultural en la Sexta Sección Electoral de la Provincia de Buenos Aires” (código: 24/ZG10), financiado por la Secretaría General de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional del Sur. El mismo, enmarcado en el ámbito del Departamento de Geografía y Turismo, contribuye a: 

Difundir el patrimonio cultural del área bajo estudio.

Concientizar a la población local acerca de la importancia del cuidado del patrimonio.

Identificar los componentes patrimoniales del corredor analizado.

Definir de un espacio turístico recreativo con base en los recursos culturales de la región.

En este contexto, además de los profesores de la materia y otros investigadores de la esfera universitaria, contempla la incorporación de alumnos en curso y ex alumnos, interesados en profundizar sus conocimientos acerca del patrimonio cultural y su gestión. Asimismo, se han adicionado tesistas que trabajan con temáticas relacionadas con el área de estudio. En este contexto, además de las jornadas, se


genera otro espacio de participación, tendiente a generar un interés por el cuidado y salvaguarda del patrimonio cultural.

CONCLUSIONES La educación patrimonial se configura como un conjunto de estrategias pedagógicas desarrolladas con el fin de nutrir a los alumnos de contenidos, tendientes a generar una conciencia acerca de la relevancia de preservar el patrimonio como parte de la identidad territorial. Las acciones, en el ámbito de la educación formal y no formal, llevadas a cabo por la cátedra de “Gestión del Patrimonio Urbano” (UNS), contribuyen en tal sentido. En este contexto, se imparten diferentes contenidos asociados al patrimonio cultural, principalmente aquel de carácter arquitectónico y urbano, que tienen como objetivo: otorgar las herramientas necesarias para que los futuros profesionales en turismo puedan gestionar el patrimonio del territorio en el que llevan a cabo su actividad. El interés manifestado por parte de los estudiantes, ya sea en determinadas temáticas durante las clases, o la importante participación que han tenido en las jornadas desarrolladas, da cuenta del logro de las estrategias adoptadas. Sin embargo, se pueden mencionar algunas actividades, no concretadas aun por parte de la cátedra, que funcionan como desafíos a cumplir en un futuro no muy lejano. En primer lugar, se pueden mencionar las salidas de campo, como pilar fundamental en la aprehensión de contenidos. Los museos locales y obras arquitectónicas en restauración constituyen lugares con potencial de visita. Por otra parte, el desarrollo de proyectos de extensión universitaria con temáticas afines al patrimonio y su vínculo con el turismo y la recreación como usos sociales, que posibilite la participación de los alumnos, configura otra acción relevante en la esfera de la educación no formal vinculada a la materia. De esta manera, el llevar a cabo estrategias de aprendizaje en el ámbito no sólo del aula, sino también en el campo del territorio local y regional, conduce a una implicación de los alumnos y a un mayor compromiso no sólo con el cuidado de los bienes patrimoniales, sino también con el resguardo de su propia identidad cultural.

BIBLIOGRAFÍA Fontal Merillas, O. y Marín Cepeda, S. (2011). Enfoques y modelos de educación patrimonial en programas significativos de la OEPE. En Educación Artística Revista de Investigación, nº 2, pp. 91-96. García Valecillo, Z. (2009). ¿Cómo acercar los bienes patrimoniales a los ciudadanos? Educación Patrimonial un campo emergente en la gestión del patrimonio cultural. En Pasos: Revista de Turismo y Patrimonio Cultural, Vol. 7, nº 2, pp. 271-280. Hernández Hernández, F. (2002). El patrimonio cultural: la memoria recuperada. Asturias: Trea.


Pinassi, A. (2014). Gestión del patrimonio cultural: aproximación conceptual y definición de acciones. En Zingoni, J. y Pinassi, A. (Comp.). Gestión del patrimonio urbano. Textos de cátedra (Vol. I). Bahía Blanca: Ediuns. Pp. 135-148. Querol, M. (2010). Manual de gestión del patrimonio cultural. Madrid: Akal. Zingoni, J. y Pinassi, A. (Comp.) (2014). Gestión del patrimonio urbano. Textos de cátedra (Vol. I). Bahía Blanca: Ediuns.


EDUCACIÓN, JÓVENES Y PATRIMONIO: EL CASO DEL PROYECTO HUELLAS

Autores: María Luján Marino María Silvina Irouléguy

Domicilio: R. Saenz Peña 51 – Benito Juárez Teléfono: 02292 453076 / 02281 405291 Email: irouleguys@yahoo.com.ar


EDUCACIÓN, JÓVENES Y PATRIMONIO: EL CASO DEL PROYECTO HUELLAS EJE TEMÁTICO: Educación y Patrimonio Palabras clave: EDUCACIÓN – PATRIMONIO – JÓVENES – COMUNIDAD – RURALIDAD

La siguiente comunicación presentará el PROYECTO HUELLAS, como iniciativa de trabajo patrimonial desde la escuela. Fue una propuesta que se llevó a cabo desde la Dirección Provincial de Educación Secundaria entre los años 2009 - 2013 con escuelas de contextos rurales continentales y de islas. Su principal contenido era la indagación y discusión de las identidades culturales, atendiendo a la diversidad de los sujetos que componen nuestra provincia, y las necesidades manifiestas de las comunidades en esta área. Entre otras cosas, propició el inventario de bienes patrimoniales y la creación de bibliotecas, museos y centros culturales en los ámbitos rurales de la provincia.

INTRODUCCIÓN Hace un tiempo, cuando empezábamos a diseñar HUELLAS, leímos un artículo de Ricardo Santillán Güemes que definitivamente marcó nuestro accionar. Él planteaba que la relación entre los sectores EDUCACIÓN y CULTURA es “problemática cuando no directamente conflictiva”. Y subrayaba algunos motivos como generadores de esta situación:  “La existencia de intereses político - económicos concretos que, conscientemente, deciden no promover el encuentro ni tampoco la reflexión sobre la posibilidad de que el mismo se produzca.  La naturalización del vínculo, el considerarlo tan obvio que “ya está, y listo”. Esto significa que “de eso no se habla” y que no hay nada que explicitar ni que pensar lo que trae como consecuencia la “política del avestruz”, el esconder la cabeza para no ver y seguir estando, como dicen los criollos, “cada carancho en su rancho”.  El desconocimiento, cuando no el menosprecio, por parte de los agentes de ambos sectores de una concepción amplia y socio – antropológica de cultura que, (…), facilitaría el encuentro”. ¿Sería esto así? Coincidimos en que la educación es un emergente de la cultura; que surge como construcción de una comunidad en un contexto socio-histórico determinado. Ahora bien, ¿qué dice la educación bonaerense sobre cultura? ¿Qué dice sobre Patrimonio? La ley provincial de educación 13688, señala, entre sus fines: “d. Establecer una formación ciudadana comprometida con los valores éticos y democráticos de participación, libertad, solidaridad, resolución pacífica de conflictos, respeto a los derechos humanos, responsabilidad, veracidad, honestidad, valoración y preservación del patrimonio natural y cultural que habilite a todas las personas para el desempeño social y laboral y la continuidad de estudios entre todos los niveles y modalidades. e. Fortalecer la identidad provincial como parte de la identidad nacional, basada en el conocimiento de la historia, la cultura, las tradiciones argentinas y de las culturas de los Pueblos Originarios, en el respeto a las particularidades locales, abierta a los valores universales y a la integración regional y latinoamericana.” Es decir, vincula la formación ciudadana con valores entre los que suscribe la preservación del patrimonio natural y cultural, y, por otro lado, enuncia que busca promover la identidad provincial basada en el


conocimiento de la cultura. Quizás sería oportuno analizar con minucia ambos artículos y, sin dudas, tendríamos material para el debate prolongado: ¿debiéramos hablar de identidad o de identidades? ¿la cultura provincial es una y única? ¿Cuál es -y quién lo determina- el patrimonio a conservar? ¿Los bienes patrimoniales son siempre los mismos o la dinámica comunitaria modifica las valoraciones? En fin, avanzar en estas cuestiones nos alejaría de la propuesta inicial, pero sin dudas sería riquísimo profundizar en estos conceptos que dan marco a toda la educación bonaerense. Para enfocarnos en el tema de la comunicación, nos remitiremos brevemente a la educación secundaria, ya que HUELLAS surgió y se desarrolló en ese nivel. El tema del patrimonio aparece en el primer objetivo que marca la ley para el nivel: “Garantizar la producción y adquisición de conocimientos propiciando la continuación de los estudios y asegurando la inclusión, permanencia y continuidad de los alumnos en el sistema educativo público mediante una propuesta de enseñanza específica, universal y obligatoria para todas las Modalidades y orientaciones, en todos los ámbitos de desarrollo, que promueva el conocimiento y la articulación con el patrimonio cultural, científico, de desarrollo e innovación productiva de la provincia, el país y el mundo”. A pesar de esta enunciación, el Diseño Curricular del nivel secundario provincial prácticamente no habla explícitamente de patrimonio. La materia “Construcción de la Ciudadanía”, del ciclo básico, sí enuncia entre sus fundamentos (y prácticamente replica el objetivo, con leves pero no menos importantes cambios) que una de las funciones esenciales de la educación secundaria es asegurar la inclusión, permanencia y continuidad de los alumnos en el sistema educativo “mediante una propuesta de enseñanza específica, universal y obligatoria, que a

la vez promueva la reflexión y comprensión del derecho de acceso al patrimonio cultural de la Provincia, el país y el mundo”. Y reconoce que el “recorte de saberes y conocimientos realizados en este Diseño Curricular como síntesis cultural, (…), se encuentra a su vez en tensión. Tensión entre la obligación, como generación adulta, de elegir la herencia cultural que será obligatoria a través de la escuela, y el reconocimiento de la diversidad de grupos culturales a los cuales realiza el legado. Esta tensión puede expresarse como una tensión entre la igualdad de acceso al patrimonio cultural de la humanidad y el respeto a la heterogeneidad de sujetos y grupos sociales y culturales y, a su vez, como tensión intergeneracional”. En tanto que en los ciclos orientados, que incluyen materias sobre cultura como: “Comunicación, cultura y sociedad” (CO Cs Sociales) y “Comunicación y culturas del consumo”, “Observatorio de comunicación, cultura y sociedad” y “Comunicación y transformaciones socioculturales en el siglo XXI” (CO Comunicación); y “Arte”, en todas las orientaciones, la palabra “patrimonio” no figura. ¿Quizás por la asociación que une ese concepto a la cultura de elite? Quizás… Sin embargo, y a pesar de la omisión expresa de determinados términos, la política educativa en el nivel subrayaba la prioridad de formar sujetos comprometidos con la comunidad, participativos y conscientes de su rol ciudadano, es decir, aún sin decirlo (insistimos) las propuestas de la Dirección tendían a una democracia

cultural participativa- De esta convicción nace HUELLAS.


LA OBRA DEL INGENIERO JUAN MARREINS: SU APORTE AL PATRIMONIO EDILICIO DE LA PLATA

Autores: Mgr. Arq. Cristina Vitalone Arqs. María Aversa Marianela Novoa Farkas Roberto Delage.

UNIVERSIDAD O INSTITUCIÓN DE PERTENENCIA: PROGRAMA DE PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA URBANA Y TERRITORIAL- LEMIT-CIC (Laboratorio de Entrenamiento Multidisciplinario para la Investigación Tecnológica – Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires).

Dirección: Avenida 52 (entre 120 y 122), La Plata. Buenos Aires. Argentina Teléfono: 0221 483 1141 Email: direccion@lemit.com.ar


LA OBRA DEL INGENIERO JUAN MARREINS: SU APORTE AL PATRIMONIO EDILICIO DE LA PLATA EJE TEMÁTICO: La educación y el patrimonio cultural RESUMEN: Es conocida la participación de un importante número de profesionales de la ingeniería y de sus diferentes especialidades, arquitectos, agrimensores e inclusive maestros mayores de obras que, en las cinco primeras décadas de construcción de la planificada y fundada “ex novo” ciudad de La Plata en 1882, destacaron por su actuación en los organismos técnicos de los estados provincial y municipal y en la producción de obras privadas. Sin embargo en esta última producción la historiografía de la ingeniería y la arquitectura poco reconoce a algunos de aquellos profesionales que, junto a protagonistas como los ingenieros Julio Barrios y Juan Urrutia, proyectaron, dirigieron y ejecutaron obras contribuyendo así también a la formación de la imagen urbana fundacional de la ciudad, nacida capital de la provincia de Buenos Aires. La finalidad de salvar parte de esas veladuras planteó la necesidad de profundizar los estudios y crear nuevos conocimientos sobre la vida y obra de un número significativo de ingenieros civiles cuyo ejercicio de la profesión en el ámbito privado se desarrolló, con mayor o menor grado de intensidad, principalmente en el sector del casco urbano comprendido entre avenidas 1,7, 44 y 60, entre las últimas décadas del siglo XIX y tres primeras del XX. Entre ellos destacó el Ingeniero Juan Marreins, en cuya vida y obra profundizamos durante el desarrollo del proyecto de investigación titulado “Ingenieros y Obras Privadas, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata”, inscripto en el Programa “Planificación y Gestión Estratégica Urbana y Territorial”, bajo la dirección de la Mgr. Arq. Cristina Vitalone con sede en el Laboratorio de Entrenamiento Multidisciplinario para la Investigación Tecnológica (LEMIT-CIC). Su quehacer nos acerca a las tipologías y corrientes estilísticas más utilizadas por los profesionales de la ingeniería y la arquitectura en la producción de edificios para viviendas y equipamientos sociales y culturales durante la última década del siglo XIX y primeras del XX. Pero por sobre todo esta ponencia nos interna en el conocimiento de su vida y en los referentes de su obra aún existente, algunos de ellos pasibles de ser considerados patrimonio edilicio de la ciudad de La Plata. Palabras clave: La Plata, Imagen urbana fundacional, producción de obras privadas. Entre las últimas dos décadas del siglo XIX y tres primeras del XX, numerosas obras de ingeniería y arquitectura contribuyeron a la formación de la imagen fundacional de la ciudad de La Plata, caracterizada como “eminentemente urbana y ordenada”, por De Paula (1984) por ejemplo, o en sintonía con las


aspiraciones de sus fundadores que, expresadas desde las primeras reglamentaciones, garantizaban la unidad de escala y armonía de lenguajes formales, cuidando que los edificios tuvieran “la misma altura en cada cuadra, y las cornisas en un mismo nivel” y “un orden uniforme de arquitectura” (MLP-DM, 1882). Gazaneo (et al, 1983), bien sintetiza ese ideario cuando señala que, en ese proceso de formación de la imagen urbana fundacional, “la arquitectura monumental de instituciones pronunciaba, en voz alta, un discurso netamente ecléctico, en tanto las viviendas repetían frases de ese discurso, pero en forma mesurada. La diversidad estaba controlada por los catálogos historicistas, y así se obtenía la unidad del lenguaje urbano. La continuidad era casi una ley” si bien el paisaje urbano del casco fundacional reconoce dos períodos clave de formación El primero, entre 1882 año de fundación de la ciudad, de intensiva construcción de la edilicia pública y privada, y 1890 cuando la crisis socio-económica se reflejó “en los revoques cuarteados y sin enjalbegar de los frentes, en las baldosas fugitivas de las aceras, en el desmayado operar de tiendas y almacenes”; en el resentimiento del comercio y, en general, en la despoblación y el éxodo de todos los que al principio contribuyeron a los primeros pasos de la ciudad y con ellos, en el alejamiento del “lujo y la animación social junto a las familias de altos funcionarios, agiotistas y políticos”. En ese contexto la falta de iniciativas para el desarrollo de la industria y las grandes obras públicas y la inacción de los gobiernos “de tránsito, como alguien los ha calificado, sin otro norte que el provecho personal”, fueron causas más que suficientes para que el valor de la tierra disminuyera (Vitalone, 2015). El segundo período se inició a mediados de la década de 1900, cuando la ciudad comenzó, lentamente, a dar muestras de cierta reactivación en el sector de la construcción, destacándose la materialización de proyectos de petites hotels, diferentes tipologías de casas de patio, residencias palaciegas y de renta, en una primera década del siglo XX en la que pareció haberse alcanzado la imagen urbana más cercana a la prevista por los fundadores de la ciudad. Hasta 1932, la unidad de escala y la armonía de lenguajes formales se establecían, además, por las formas de ocupación de las parcelas, generalmente, entre medianeras; muros de fachadas sobre línea municipal; selección de un repertorio de tipos arquitectónicos y soluciones tecnológicas de escasas variantes y en buena parte común al manejado por ingenieros, arquitectos, maestros mayores, constructores y artesanos. En ese lapso temporal, la aparición de nuevos materiales como el hierro, el cemento y el hormigón armado permitirían el cambio de escala y de tipologías edilicias, progresivamente, basadas en la eficacia funcional y en una concepción austera y racional de la estética. Bajo todas esas ópticas, la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata en las tres primeras décadas del siglo XX, fue beneficiaria de la construcción de importantes bienes privados según proyectos y/o bajo la


dirección de ingenieros y arquitectos formados y especializados tanto en facultades y escuelas de universidades extranjeras, como provinciales y nacionales argentinas. Las obras de Ceferino Corti (1863-1928), Emilio Corti (1869-1944), Juan Urrutia (1891-1962) o Antonio Vilar (1888-1966) que, a la vez, reconocen la labor conjunta con otros ingenieros y arquitectos y con constructores de importante trayectoria en la considerada etapa de consolidación de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata: Francisco, Atilio y Ernesto Giacobbe, Juan Brughetti, Juan Campos, Felipe Borroni, Pedro Gualdoni, Santos Farroni y Santos dal Prá, por ejemplo (Vitalone et.al., 2015a). El quehacer de unos y otros, nos acerca a las tipologías y corrientes estilísticas más utilizadas en la producción de edificios para viviendas y equipamientos sociales y culturales durante las primeras décadas del XX. Pero también a la necesidad de profundizar en la vida y obra de aquéllos, otros, muy poco reconocidos o simplemente desconocidos para las historias de una u otra disciplinas, con la finalidad de rescatar del olvido las obras que, aún pervivientes, coparticiparon de la construcción de una imagen ponderada por la unidad de escala y armonía de lenguajes formales en las primeras tres décadas del siglo XX. El Ingeniero Juan Marreis fue uno de ellos.

El Ingeniero Juan Marreins (1878-¿?), en La Plata:

Fig. 1: Foto y firma del Ingeniero Juan Marreins, (Vitalone et. al., 2015ª) Juan Marreins, nació en Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos, el 10 de junio 1878. Así consta en su certificado de bautismo realizado en la ciudad de Fray Bentos el 30 de marzo de 1879 y también en el Registro Nacional de las Personas de la República Argentina (Documentación de Archivo Privado). Realizó sus primeros estudios en el Colegio Militar de la Nación del que egresó el 29 de diciembre de 1896 como Alférez (actual subteniente) de Artillería. Obtuvo el título de ingeniero civil en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Buenos Aires el 11 de octubre de 1905 y, dos días más


tarde, solicitó ser reconocido como ingeniero militar para desempeñar cargos inherentes a ese título con el grado, por entonces, de teniente primero de artillería (BO-RA, 1905). El 30 de junio de 1911 el Ministerio de Obras Públicas de la provincia de Buenos Aires, a través del Departamento de Ingenieros, lo acreditó para ejercer la profesión de ingeniero civil en todo su territorio (MOP-AHG, 1882-1932: foja 81). Juan Marreins, fue socio del prestigioso Estudio de Ingeniería de Domingo Pronsato y Juan Mactaggart con sede en la ciudad de Bahía Blanca, y en su seno realizó en 1907 el proyecto de trazado, la mensura y división de la localidad de Villa “Santa Catalina” que, perteneciente al Partido de Puán, fue renombrada “17 de Agosto” en 1944. Firmó, asimismo, los planos y memorias del anteproyecto de trazado para el pueblo “Villalonga”, partido de Patagones, cuya fundación en 1928 promovió Doña Francisca Urquijo de Sexe en terrenos de su propiedad (MOP-AHG, 1907-1928). En 1912, fijó su domicilio profesional y familiar en el Nº 862 del edificio de renta de avenida diagonal 80 esquina 47 de la ciudad de La Plata, para desarrollar sus actividades con mayor intensidad entre 1921 y 1927. De la producción de obras en ese período encontramos 20 planos de proyectos a construir, ampliar o refaccionar en el sector del casco urbano comprendido entre avenidas 1, 7, 44 y 60, y otros varios fuera de él. Su firma en el “registro de patentes y constructores” del municipio de La Plata, aparece recién en 1920 no obstante en diciembre de 1913 ya había presentado para su aprobación el plano de proyecto de una vivienda de su propiedad que, terminada de construir en 1914 en calle 41 Nº 430 (demolida), figuró como su domicilio particular en el Anuario y Guía de La Plata de 1920. Como lo ilustráramos en “Ingenieros y Obras Privadas, en la construcción de la imagen urbana fundacional de la ciudad de La Plata (1882-1932)”, la producción de obra del ingeniero Juan Marreins no escapó a la adopción de alguna de las tipologías edilicias más representativas de esa época. Se concentró mayoritariamente en la producción de casas de patios y, muy particularmente, en sus subtipos, incluyendo la denominada casa chorizo, la “casa del gringo”, o más específicamente la casa contra medianera de una galería, desarrollada en terrenos estrechos y alargados, que se corresponde con la mayoría de las plantas de viviendas familiares construidas entre 1882 y 1920 (Vitalone et al. 1982).

Fig. 2: Casa Demarchi (1921). Avenida 44 entre 2 y 3, (Vitalone et. al., 2015ª)


Interesa rescatar, asimismo, su intervención en el año 1921 en la Vieja Capilla San Roque, que incluyó la ampliación y diseño de la ornamentación de la fachada de un galpón perteneciente en origen a Samuel Saraví Hardoy, titular de una firma de corredores y agente de fincas e inmuebles.

Fig. 3: Vieja Capilla San Roque (1921). Calle 40 entre 6 y 7, (Vitalone et. al., 2015ª)

Un año más tarde proyectó. en un lote con frentes a dos calles, una vivienda en planta baja y otra en planta alta para miembros de la familia de Juan Lalucat, conformando un importante edificio que, a manera de petit hotel, las organizaba a partir de halles distribuidores a espacios públicos y privados en su frente principal (donde destaca una “gran loggia” que aún podemos observar) y de servicios en dirección al otro frente.


Fig. 4: Casas Lalucat (1922). Avenida Diagonal 74-calle 47 entre 10 y 11, (Vitalone et. al., 2015ª) Tampoco quedaron fuera de su repertorio tipológico los importantes edificios destinados a locales comerciales o grandes tiendas como la José Hozbor en una esquina privilegiada frente a la Estación de Ferrocarril. El edificio está resuelto en dos plantas con un importante local comercial a nivel vereda y vivienda en el piano nóbile perteneciente al dueño de la firma. Profusamente ornamentada en su fachada destacan los altorrelieves con los nombres de su dueño y de la firma comercial “La Siria” en el remate de esquina.


EDUCANDO PARA CONSERVAR Autores: 1) Mg. Arq. Dolores Gómez Macedo 2) Mg. Arq. Daniel Birchner 1) Miembro adherente CICOP Argentina 2) Socio ICOMOS Argentina, Miembro Forum UNESCO, Miembro adherente CICOP Argentina

Direcciones: 1) Av. Roca (S) 385 – Dpto. 8 A – Ciudad Capital – Santiago del Estero. 2) Brasil N°155 - Rafaela – Santa Fé.

Teléfonos: 1) 0351 - 153233330 2) 03492 - 15666640

Emails: 1) arq.gomezmacedo@gmail.com 2) dbarq@yahoo.com


EJE TEMATICO: La educación y el patrimonio cultural RESUMEN Partiendo de la idea, de definir el patrimonio como una continua construcción social, se hace imprescindible considerar un protagonista fundamental: la sociedad, quien a través de los ciudadanos y de las instituciones, asume el compromiso de la defensa y conservación de su patrimonio cultural; según los diferentes grados de valoración del mismo. El proceso de definición del repertorio patrimonial, dependerá de las relaciones que la sociedad establezca con su patrimonio, donde la educación será una de las herramientas que colabore para asumirlo como propio, evitando la indiferencia desmedida, impidiendo la pérdida de elementos significativos, limitando la renovación justificada sólo en el progreso, etc.

OBJETIVOS Objetivo general: Reconocer la importancia de educar sobre patrimonio cultural, como herramienta indispensable en el proceso de conservación.

Objetivos específicos: Definir modos de aproximación, conocimiento y reconocimiento del patrimonio cultural. Establecer actividades para formar y educar sobre patrimonio, tanto a los ciudadanos como a las instituciones u organismos públicos. Proponer actividades educativas orientadas a la valoración social del patrimonio cultural; según el tipo de público al qué está dirigido. Reflexionar sobre la pérdida de parte de nuestra riqueza patrimonial y generar acciones para motivar el interés por rescatar y dignificar el patrimonio.

METODOLOGÍA La educación patrimonial, en general debe abarcar tres ámbitos: la escuela, el museo y los medios de comunicación, cada uno con sus propias estrategias, pero todos con el objetivo en común de la enseñanza-aprendizaje en torno al patrimonio cultural y los valores que le son inherentes, para garantizar la preservación. En particular en el ámbito escolar, se hace necesario implementar una normativa para la capacitación de los maestros/profesores e incluir la temática patrimonial en las currículas en forma progresiva y cualitativa.


Se deben establecer, mejorar y renovar las estrategias museográficas para hacerlas útiles a la educación de sus visitantes. El público, sobre todo el más joven, debe conocer el patrimonio a través de una experiencia didáctica, motivadora y en algunos casos hasta lúdica. En cuanto a los medios de difusión, nuevas tecnologías, redes sociales, etc.; se debe impulsar la formación de los comunicadores en general, para educar sobre el patrimonio desde un enfoque más ameno y atractivo, que promuevan la protección y disfrute del mismo. En todos ellos, la voluntad política y los recursos económicos serán los factores determinantes en el proceso de valoración social del patrimonio cultural; donde la participación ciudadana, en sus diferentes relaciones con el patrimonio, garantizará su puesta en valor y permanencia.

DESARROLLO Breve descripción de la situación actual de desconocimiento y desvalorización del patrimonio. ”Creo que podríamos decir sin temor a equivocarnos que, pese a que hoy en día existe un consenso generalizado en cuanto a la idea de que el patrimonio es una construcción social, no siempre se extraen de tal concepción las conclusiones pertinentes. Que el patrimonio sea una construcción social quiere decir, en primer lugar, que no existe en la naturaleza, que no es algo dado, ni siquiera un fenómeno social universal, ya que no se produce en todas las sociedades humanas ni en todos los períodos históricos; también significa, correlativamente, que es un artificio, ideado por alguien (o en el decurso de algún proceso colectivo), en algún lugar y momento, para unos determinados fines, e implica, finalmente que es o puede ser históricamente cambiante, de acuerdo con nuevos criterios o intereses que determinen nuevos fines en nuevas circunstancias.” Llorenç Prats Así, la construcción social, entendida también como construcción cultural junto con ese proceso de ideación y creación; definen al patrimonio en forma conjunta. Ambos actúan y conviven, son dos tensiones a veces complementarias y otras antagónicas… y según cómo se vinculen, el patrimonio cultural, tendrá vigencia o perderá sus valores más esenciales. En esta relación surge una nueva protagonista: la sociedad, quien a través de los ciudadanos y de las instituciones, asume el compromiso de la defensa y conservación de su patrimonio cultural; según los diferentes grados de valoración del mismo. Si la sociedad se muestra impasible, con una errada idea de progreso, sin una visión general de la importancia de proteger, sin criterios serios de conservación, actúa con intereses infundados, buscando


sólo rentabilidades, vulnerando las normas, o por ignorancia y desconocimiento, etc.; el patrimonio sufre su deterioro. El proceso de definición del repertorio patrimonial dependerá de la aquiescencia o de la negativa de la sociedad, de los referentes o valores escogidos, de la importancia que se les otorgue, de su interrelación y contexto, de la leyes o normas que se respeten o vulneren, etc. Pero será siempre fundamental la instancia de conocer el Patrimonio, ya que no se puede valorar aquello que no se conoce, estableciéndose una relación o vínculo, que será diferente según se trate del conservador o de la sociedad en general. Cabe destacar, lo que afirma Antoni González Moreno-Navarro en su libro La restauración objetiva: "No se trata en ningún caso de plantear el proceso de restauración con carácter asambleario ni de dotarlo de un barniz de mal entendida "democracia". Hay muchos aspectos del proceso que por su carácter técnico, científico, incluso creativo, corresponde su criterio únicamente a los profesionales, y éstos lo han de asumir así plenamente. Pero en los relacionados con los objetivos genéricos de la actuación sí está justificada o es inexcusable la participación de la colectividad." (1999, p.99) La progresiva situación de deterioro del patrimonio, que se manifiesta en numerosas ciudades de nuestro país, es la resultante de la falta de una acción conjunta y organizada de la sociedad, del gobierno y sus autoridades, del sistema educativo, de los profesionales, de los recursos económicos o de las carencias presupuestarias, de los medios de comunicación, de los propietarios, de los usuarios, etc. La gestión del patrimonio, en la actualidad está en manos de profesionales de muy distinta condición o formación, quienes trabajan en organismos diferentes, a veces con diferentes objetivos y con modos de acción distintos. Todos ellos se expresan en tres grandes ámbitos: - el ámbito de la administración pública (organismos gubernamentales nacionales, provinciales y municipales) - el ámbito académico y profesional (universidades, instituciones académicas y organizaciones profesionales) - el ámbito de la iniciativa privada (profesionales independientes en libre ejercicio de su profesión) Muchas veces hay falta de coordinación y hasta desconexión entre unos y otros, lo que implica trabajar en detrimento del patrimonio. En este marco, debemos asumir el compromiso de la necesidad de su protección y conservación, difundir su existencia, y facilitar la comprensión y apreciación de sus significados de un modo accesible y más igualitario, donde la educación será la pieza clave para llevarlo a cabo. Nuestro país posee una vasta y prestigiosa historia en cuanto al desarrollo de la educación en general, que permitió el surgimiento de importantes generaciones de historiadores, ensayistas, escritores, políticos y ciudadanos. El desafío es recuperar ese pilar fundamental, que nos permitió formar y consolidar el


patrimonio que hoy tenemos, en pos de preservar la identidad nacional y de transmitirla a las futuras generaciones.

La instancia del conocimiento y la valoración Para poder resguardar un bien cultural, es necesario identificarlo como tal. Por lo tanto, si identificar significa reconocer si una entidad es lo mismo que se presume que es, para poder reconocer es imprescindible previamente conocer. Partiendo de lo antes enunciado, entonces, primero se debe conocer para poder reconocer, y ahora sí, de esta manera se puede llegar a identificar lo que se cree que una cosa es. El identificar el bien cultural antes de realizar cualquier otra acción, es indispensable para luego poder valorar. Si como primera medida no se ha reconocido el objeto que intento valorar, es imposible poder llegar a establecer una correcta valoración del mismo. Para llegar a concretar la defensa del Patrimonio, realmente es indispensable efectuar un juicio valorativo, dado que si no se reconocen los valores, con mucha dificultad se podrá identificar que y como conservar el objeto de interés. La misma, otorga un respaldo para poder concretar futuras acciones referidas a la conservación del patrimonio. La valoración debe ser realizada con la máxima tenacidad, rigor y firmeza posible, ya que ésta actuará como soporte de cualquier reglamentación o política que se aplique al patrimonio cultural. La valoración es un especial reconocimiento que se hace de la obra con la intención de precisar cuales son sus valores. Es imposible valorar aquello que no se conoce. Para poder seleccionar las obras a registrar, el criterio de valor adquiere un rol protagónico. Los bienes patrimoniales se pueden reconocer, se preservan, se conservan o se restauran porque en cierta forma “valen” por lo que son. El valor, concepto que se le otorga a la estima que se tiene de una cosa, por algún reconocimiento que se le atribuye, por su propia perfección o por la útil que puede llegar a ser. Cuando valoramos el patrimonio cultural, se debe establecer para cada caso en particular y según corresponda al Hombre, no solamente como individuo, sino también como futuro eventual usuario y en conjunto, como comunidad; a la Naturaleza, ya que es una visión del hombre y existen diferentes visiones de la misma; a la Cultura , como producto de la necesaria relación hombre-naturaleza, unidas con la ciudad, la arquitectura y el patrimonio construido, necesitan de la cultura para su cabal comprensión y dimensionamiento; a la Identidad, buscando su expresión y reflejo en el elemento a preservar, el hombre materializa parte de su identidad a través de la ciudad y de la arquitectura. Horacio Gnemmi en su libro Puntos de Vista sobre la conservación del patrimonio arquitectónico y urbano nombra tres clasificaciones referidas a la valoración. La primera de manera general toma como referencia a Scheler donde éste propone la siguiente clasificación: 

útiles


vitales

lógicos

estéticos

éticos

religiosos

El segundo aplicada a los monumentos históricos y artísticos en general, donde Alois Riegl considera a: 

los valores monumentales y su evolución histórica

los valores rememorativos en relación con el culto a los monumentos:

-

el valor de la antigüedad

-

el valor histórico

-

el valor rememorativo

los valores de contemporaneidad en relación con el culto a los monumentos:

-

el valor instrumental

-

el valor artístico

-

el valor de novedad

-

el valor artístico relativo

Por último y referida específicamente a la arquitectura y donde José Villagrán García propone: 

valores útiles

valores factológicos

valores estéticos

valores sociales

Dentro de las clasificaciones enunciadas existen coincidencias entre algunas de ellas y faltan otras más actuales como ser los valores ambientales y los valores simbólicos. Pero las dos significaciones más importantes que nunca hay que olvidar y siempre deben estar presente en cualquier clasificación que se adopte deben ser la histórica y la estética; ellas abarcan todos los valores que se reconocieron hasta el momento. Una obra puede ser valiosa por razones extrínsecas a ella misma, objetivamente considerada. Puede tratarse de un hito histórico, significativo especialmente por lo que representa en el pasado de una determinada comunidad, por el evento histórico que en ese sitio se desarrolló o por el personaje que la habitó. Este VALOR HISTÓRICO puede darse conjuntamente con la circunstancia de que la obra en cuestión sea artística o arquitectónicamente de escasa relevancia. Una obra también puede valorársela por ser testimonio de algún aspecto del pasado cultural de una comunidad. Puede ser representativa del modo en que se habitaba tiempo atrás, o de las técnicas con que se resolvían las construcciones, o de los lugares del trabajo, o de la artesanía disponible, o de lo que principalmente podríamos llamarle un VALOR TESTIMONIAL ; sin duda estos ejemplos también estarán


frecuentemente vinculadas con valores históricos, como partes de esa historia más doméstica e íntima en la que se reconocen los grupos y familias en su propia tradición. Son los múltiples ejemplos arquitectónicos que aún existen en nuestras ciudades, a veces perdidos o ignorados, que generalmente claman por escapar de la picota demoledora. Puede en cambio ocurrir que el reconocimiento de una obra se deba primordialmente por su VALOR ARTÍSTICO, ya sea por sus cualidades plásticas, urbanísticas, arquitectónicas, escultóricas, o de otro género, que la constituyan en un hito apreciable, o su despliegue intrínseco, que mueve a la contemplación y ponderación. Cualquier obra del pasado, tiene en general y de alguna manera participación en varios de los valores que se han mencionado y sin duda lo tienen las obras que podemos denominar Monumentos o Sitios Patrimoniales, en la medida que le estemos reconociendo valores culturales memorables. Para que un objeto, un edificio individual, un sector o conjunto urbano ostente valor patrimonial deberá ser considerado de interés histórico-cultural por la comunidad. Este valor patrimonial se fundamentará: - por ser Monumento Nacional, Provincial o Local. - por tener reconocimiento por parte de la comunidad. - por tener VALOR: Histórico: todo bien cultural posee un valor histórico por ser testigo de los acontecimientos de una época y sitio determinado. De autenticidad: el valor de autenticidad corresponde a la expresión formal que caracteriza una época teniendo en cuenta el contexto el modo de vida y cultura de la región. Asociativo y testimonial: este valor debe ser evaluado con base en los acontecimientos importantes sucedidos en un inmueble o sector, que marcan una época ejemplo (por ej la casa la independencia). Arquitectónico: cuando el inmueble manifiesta con claridad el carácter con que fue concebido, correspondiendo la forma con la función y teniendo en cuenta que el repertorio formal, espacialidad, materiales, formas constructivas no hayan sido alterados hasta el punto de desvirtuar su significado y lectura. Tecnológico: se manifiesta en los sistemas constructivos o ejemplos representativos o avances tecnológicos de una época determinada. De antigüedad: es el valor que con el paso de los años y las circunstancias adquieren los inmuebles o sectores antiguos. Urbano: es el valor contenido en el marco físico (traza urbana, loteo, volumetría, escala) y en el marco socio cultural (usos, habitantes, tradiciones y costumbres). El principal motivo de la puesta en valor de un edificio cualquiera radica en la verificación de que constituye un símbolo con carga histórica y presencia formal en la ciudad, refrescando con su sola presencia la memoria de un período concreto de su evolución.


La necesidad de educar sobre patrimonio Roser Calaf en Miradas al patrimonio, sostiene que: “En un mundo que avanza hacia la globalización y en el que falta tiempo para adaptarse a los cambios, el estudio del patrimonio urbano puede permitir a los estudiantes, situarse, localmente, en su espacio vital (en un paisaje urbano cargado de significados), y proporcionarles una identidad que les será necesaria para poder sobrevivir en el proceso de mundialización. La finalidad de introducir esta temática en la escuela es que los alumnos sepan analizar entornos patrimoniales (culturales, históricos-artísticos), leer sus significados, aumentar su curiosidad, potenciar el interés por entender y valorar mejor cualquier ciudad, y sensibilizarles para que sean respetuosos con los bienes del patrimonio.” (2006, p.274) En cada ciudad está presente la dialéctica entre lo existente y lo nuevo, entre conservación y renovación, en un proceso de transformación constante que responderá a los modos de vivir, de pensar, de habitar y de valorar de la sociedad. ¿Somos lo que valoramos?, es un interrogante que nos lleva indefectiblemente a pensar en cómo es la ciudad en que habitamos, ya que ella es un gran espejo que nos delata, nos muestra día a día cuales son nuestras necesidades y preferencias, nuestros límites y libertades y por ende nuestro grado de compromiso con el patrimonio en el transcurso del tiempo. Si en la etapa formativa de los ciudadanos, se implementan acciones concretas para estimular actitudes y conductas de respeto y aprecio por aquellos bienes que integran el patrimonio local, se estará garantizando en parte la vida y trascendencia del mismo. En Principios de La Valeta para la salvaguardia y gestión de las poblaciones y áreas urbanas históricas, adoptado por la XVII Asamblea General de ICOMOS en noviembre de 2011, figura entre las recomendaciones: "La planificación en las zonas urbanas históricas debe ser un proceso participativo en el que se impliquen todas las partes interesadas. Con el objeto de asegurar la participación y la implicación de los habitantes, debe implementarse un programa de información general para los habitantes, comenzando por aquellos que estén en edad escolar. Debe favorecerse la acción de las asociaciones de defensa del patrimonio y activarse las medidas financieras destinadas a facilitar la conservación y restauración del medio construido. La comprensión mutua, fundada en la sensibilización pública y en la búsqueda de objetivos comunes entre habitantes y profesionales, es la base del éxito de la conservación, revitalización y desarrollo de las poblaciones históricas. Las tecnologías de la información permiten una comunicación directa e inmediata. Esto facilita la participación activa y responsable de los grupos locales. Debe promoverse el interés de las autoridades por la salvaguardia de las poblaciones y áreas urbanas históricas, de forma que establezcan medidas financieras adecuadas para alcanzar planes de promoción y gestión."


Se hace necesario definir los diferentes ámbitos de acción, donde uno de ellos, será por supuesto la escuela. En ella, el reto educativo será incentivar en los alumnos, el afán por conocer su patrimonio, valorarlo, hablar de él, visitarlo, recorrerlo y en esas experiencias generar un sentido de pertenencia… Enseñando qué es el patrimonio, su importancia como herencia colectiva de nuestra identidad, la necesidad de protegerlo y conservarlo, etc. En la sociedad implementar actividades de difusión pública, a través de los medios audiovisuales, internet, dirigidos a institutos, asociaciones vecinales, centros culturales, etc. Organizar recorridos guiados, que más que visitas turísticas, fomenten el interés por conocer lo propio, lo local, nuestra historia, como una forma de aprehender la ciudad. Desde los organismos públicos, organizar talleres de formación e información sobre patrimonio, dirigidos al personal que trabaja en museos, sitios arqueológicos, monumentos históricos, centros culturales, historiadores de arte, docentes de primaria y secundaria, etc. que posibiliten a los que participen tener una visión general sobre los principios básicos de patrimonio y conservación y aprender metodologías posibles para el diseño de actividades educativas, dinámicas y lúdicas dirigidas a distintos tipos de público. En todos los casos, lo que prima es la idea de dar a conocer el patrimonio existente, reconocer en él sus valores tangibles e intangibles y evitar la pérdida o deterioro de tantos testimonios de nuestra cultura, al incorporar conceptos como fragilidad, perdurabilidad y pertenencia. Lamentablemente existen en nuestro país diferentes testimonios o ejemplos donde el patrimonio ha sufrido el abandono y la indiferencia, en ciudades tales como Santiago del Estero; la cual es la más antigua, (fundada en 1553) y que en algunos casos no pudo o no supo cuidar y preservar sus construcciones más significativas. Podemos citar la "casa de Los Taboada", construida por Augusto y Nicolás Cánepa, para Gaspar Taboada, miembro de una de las familias más representativas de la historia política, social y militar de la ciudad.; que fue declarada Lugar Histórico (Decreto N°2643, año1980) por la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos. De la cual hoy sólo quedan ruinas. Fig.1, Fig.2. En el interior de la provincia podemos citar la casa del gobernador santiagueño Absalón Rojas en la localidad de Antajé (Pueblo Histórico) Fig.3, Fig.4, la casa del escritor y poeta Homero Manzi en Añatuya (Lugar Histórico-Ley N°25.058, 1998), la capilla Nuestra Señora del Rosario del siglo XVI, en la localidad de Sotelo (Monumento Histórico Provincial, 2012), que forma parte del antiguo camino real, etc. En algunos casos, se trata de situaciones irreversibles… y reflejan el desconocimiento, el desinterés y la falta de compromiso de no sólo los organismos responsables de su conservación sino también de los ciudadanos a veces mudos testigos de su patrimonio.


CONCLUSIONES El vínculo existente entre los ciudadanos y las instituciones u organismos dedicados a la conservación del patrimonio es muy reciente, aún está en una etapa de conocimiento mutuo, de definir roles y responsabilidades, en una tensión permanente de los límites de acción y participación de cada uno. Entre ambos está el patrimonio, el cual está amenazado no sólo por el inevitable paso del tiempo sino también por los cambios que se producen en la vida contemporánea, tanto en el ámbito social, económico como cultural. La tendencia mundial lleva a la globalización y por ello se hace imprescindible y de vital importancia conservar nuestra identidad dentro de esa diversidad cultural. El incorporar el patrimonio en el ámbito educativo, va a posibilitar a los estudiantes y ciudadanos, valorar y respetar el patrimonio, ya sea natural, cultural, lingüístico, artístico, histórico y social, comprometiéndose con su protección y conservación, motivando el afecto y consolidando la identidad local y colectiva. La acción debe ser conjunta, como bien dice Horacio Gnemmi "educar y concientizar permanentemente, ya que el solo esfuerzo de especialistas por sí de poco vale en un contexto que no recepta tales actitudes". (1997, p.97) El proceso de difundir y educar en el patrimonio, se da de forma directa a través de distintas instituciones (museos, archivos, centros culturales, etc), de agentes culturales públicos o privados o de modo indirecto mediante programas de formación y divulgación en medios de comunicación social o como medio de formación cultural o turística. Tanto en una como en otra, el proceso de gestión educativa tiene como eje de trabajo al ciudadano quien, según el grado de compromiso pasará a ser testigo y custodio de su patrimonio. Cabe destacar cómo, en esta búsqueda por fortalecer la identidad cultural, existen también iniciativas particulares, de ciudadanos que valorando y reconociendo lo propio y mediante acciones concretas, colaboran en la divulgación y cuidado del patrimonio. Así podemos referirnos a la Estancia de San Isidro (1835), ubicada a 50Km de la ciudad de Santiago del Estero, que perteneció al Gral. Antonino Taboada, quien participó en las luchas armadas en pos de la organización nacional (1830-1860). La misma fue restaurada por sus actuales propietarios y en ella hoy funciona una Casa Museo, que recibe no sólo a turistas, sino principalmente a contingentes de alumnos de diferentes escuelas del interior de la provincia, permitiéndoles conocer parte de la historia santiagueña, incluso recorrer el espacio rural, identificando las especies autóctonas, etc.; es decir logrando que los niños en plena etapa de formación, puedan conocer y valorar el patrimonio santiagueño en sus diferentes dimensiones. Sabemos, que el patrimonio es frágil y vulnerable, a veces tiene una larga historia…otras está en gestación, pero en ambos lo que debe primar es su protección y salvaguarda, desde la convicción profunda de que es un testimonio de otro tiempo, único e irrepetible.


BIBLIOGRAFÍA 

Calaf, Roser, Fontal, Olaia, (coords.), Miradas al patrimonio, Gijón, Ediciones Trea, 2006.

Gonzalez Moreno-Navarro, Antoni, La restauración objetiva, Barcelona, EDIM, 1999.

Prats, Llorenç, Antropología y Patrimonio, Barcelona, Editorial Ariel, 2004.

 Gnemmi, Horacio, Puntos de vista sobre la conservación del patrimonio arquitectónico y urbano, Córdoba, Ediciones Eudecor, 1997.

i i. Material gráfico

Fig.1.Fig.2. Casa Los Taboada, calle Buenos Aires 136, Capital, Santiago del Estero.

Fig.3. Fig.4. Casa Absalón Rojas, Antajé, Santiago del Estero


Fig.5. Fig.6. Grandes Almacenes Ripamonti, Rafaela, Santa Fe (Origenes y antes de intervenciรณn)

Fig.7. Fig.8. Grandes Almacenes Ripamonti, Rafaela, Santa Fe (Estado actual, Desidia- Ruinas)



LA PARTICIPACIÓN, UN CONCEPTO CLAVE EN EL DISEÑO DE INDICADORES DE SUSTENTABILIDAD TURÍSTICA PARA LA CONSERVACIÓN Y PROTECCIÓN DEL PATRIMONIO1

Autora: Elisabet Rossi

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS, UNLP Email: elisabetrossi@gmail.com

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El presente trabajo corresponde a la Tesis de la Maestría en Desarrollo Turístico Sustentable: “Indicadores territoriales de sustentabilidad socio‐ambiental aplicados al turismo. Implementación de una metodología participativa para el diseño de indicadores territoriales de sustentabilidad socio‐ambiental aplicados a la actividad turística con la comunidad que habita en la Reserva de Biosfera “Parque Costero del Sur”, ubicado en el partido de Punta Indio, Provincia de Buenos Aires”. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Universidad Nacional de Mar del Plata. Autor: Lic. Elisabet Rossi. Director: Mg. Rodolfo Bertoncello Aprobada el 16/12/2015.


LA PARTICIPACIÓN, UN CONCEPTO CLAVE EN EL DISEÑO DE INDICADORES DE SUSTENTABILIDAD TURÍSTICA PARA LA CONSERVACIÓN Y PROTECCIÓN DEL PATRIMONIO2 EJE TEMÁTICO: Turismo sustentable y patrimonio cultural RESUMEN El presente trabajo plantea una propuesta de metodología participativa para el diseño de indicadores de sustentabilidad socio-ambiental aplicados al turismo con la comunidad de Punta del Indio, Prov. de Buenos Aires. Dicha propuesta se fundamenta en la participación y la capacitación posibilitando la autogestión de un desarrollo local democrático, participativo y sustentable, cuyos protagonistas son los emprendedores turísticos locales. Dichos actores habitan en la Reserva de Biosfera “Parque Costero del Sur”. Implementar una metodología participativa, permitiría "aterrizar" el concepto de sustentabilidad, favoreciendo su internalización en el cotidiano de las personas y democratizando la manera en que se toman las decisiones.

OBJETIVOS Contribuir a implementar la sustentabilidad socio-ambiental del turismo a escala local, a través del diseño de indicadores que permitan conocer el grado de dicha implementación, al tiempo que estén basados en una propuesta metodológica que garantice la efectiva participación de la población local. Contribuir a que la sustentabilidad turística, represente un proceso democrático que promueva un modelo de desarrollo local, sustentado en el ejercicio de la participación y la capacitación de los actores locales.

METODOLOGÍA Para abordar el problema de investigación, se implementó una metodología descriptiva que permitió profundizar el estado de la cuestión de los conceptos involucrados, definiendo de manera precisa el marco conceptual, que orientó el análisis de la indagación empírica. Asimismo, dicha metodología tuvo un carácter 2

El presente trabajo corresponde a la Tesis de la Maestría en Desarrollo Turístico Sustentable: “Indicadores territoriales de sustentabilidad socio‐ambiental aplicados al turismo. Implementación de una metodología participativa para el diseño de indicadores territoriales de sustentabilidad socio‐ambiental aplicados a la actividad turística con la comunidad que habita en la Reserva de Biosfera “Parque Costero del Sur”, ubicado en el partido de Punta Indio, Provincia de Buenos Aires”. Facultad de Ciencias Económicas y Sociales. Universidad Nacional de Mar del Plata. Autor: Lic. Elisabet Rossi. Director: Mg. Rodolfo Bertoncello Aprobada el 16/12/2015.


exploratorio tanto en el análisis conceptual como en el análisis empírico. Dado que no hay antecedentes basados en la evaluación de la sustentabilidad turística a partir de procesos democráticos y de autogestión, que garanticen el diseño colectivo de indicadores territoriales de sustentabilidad socio-ambiental. Si bien, en parte, dichos procesos son implementados en sistemas productivos, para la planificación de fincas desde la agroecología, en el turismo no se tiene conocimiento de su implementación. El recorte espacial se ajustó al destino turístico de Punta del Indio, considerando los parajes o caseríos rurales más próximos al él, así como otras localidades del partido y la región. El recorte temporal, es sobre la actualidad, aunque cabe aclarar que el período de desarrollo de las actividades para la implementación de la metodología fue entre 2008 y 2014. Al mismo tiempo, se incluyeron referencias a hechos del pasado, relevantes para la comprensión e interpretación de la situación actual. El cumplimiento de los objetivos propuestos, requirió el desarrollo de actividades agrupadas en cinco fases fundamentales: Fase 1, Formulación del marco conceptual, que consistió en la búsqueda y recopilación bibliográfica, que da cuenta del estado en cuestión sobre los conceptos que fundamentan los temas claves del trabajo, con las diferentes perspectivas analíticas cuya utilización sustenta el análisis del objeto de estudio Fase 2, Caracterización del área de estudio, a través de la recopilación de información de fuentes primarias y secundarias del partido de Punta Indio en general y en particular de la Localidad de Punta del Indio, que constituyó el área en estudio de la investigación. Dicha información fue organizada desde las dimensiones de la sustentabilidad conformando el diagnóstico situacional. A través de la descripción del área se identificaron los atractivos y servicios turísticos y se reconocieron las potencialidades, así como las problemáticas que generó y genera la vinculación entre el turismo y el PCS. Fase 3, Implementación de la PMP para la evaluación de la sustentabilidad turística en Punta del Indio. Ella se desarrolló mediante una serie de pasos, llevados a cabo con los emprendedores turísticos y pobladores, que incluyeron la construcción del concepto de sustentabilidad, los objetivos para alcanzarla a partir de la detección de los puntos críticos, la definición de los indicadores, y su ponderación y la representación gráfica para su interpretación. Fase 4, Interpretación y análisis de los resultados, realizada mediante la lectura de los registros representados gráficamente en sus dos momentos, al inicio y al finalizar el proceso del diseño. Se identificaron y analizaron los cambios ocurridos y se plantearon las ventajas y desventajas del procedimiento implementado. Formulación de las conclusiones.


DESARROLLO Introducción A fines de la década de 1980 y principios de la década de 1990 se difundió la idea del desarrollo sustentable del turismo. La cual surge y se desarrolla en medio de un gran debate, donde la cuestión ambiental cobró gran importancia. Fueron múltiples los factores que contribuyeron a que el concepto de sustentabilidad fuera incorporado a la actividad turística. Durante estas últimas décadas, tanto los organismos internacionales, como las entidades públicas y privadas, han manifestado un interés creciente en realizar esfuerzos por diseñar mecanismos o herramientas útiles para evaluar la sustentabilidad del desarrollo en los países, y en particular la sustentabilidad del desarrollo turístico, ello derivado de los consensos internacionales que han destacado la relevancia del tema. En 1987, se inicia la formulación de los fundamentos del turismo sustentable, basados en los principios del Informe Brundtland, también conocido como “Nuestro Futuro Común”, según el cual el desarrollo sustentable es el que debe atender las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para atender las necesidades de ellas. En este contexto, la sustentabilidad es considerada el escenario ideal que una población pretende alcanzar, por estar íntimamente ligada a la calidad de vida y a la interrelación armónica de las dimensiones económicas, sociales, ambientales, culturales e institucionales o políticas del desarrollo. Estas y otras precisiones, no obstante necesarias, no contribuyen sustancialmente a traducir la sustentabilidad en una herramienta práctica para influir en la toma de decisiones. A partir de la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro (1992), con la conformación del Comité de Desarrollo Sustentable de las Naciones Unidas (UNCSD), se plantea la necesidad de cuantificar las distintas problemáticas implicadas en el desarrollo sustentable, a los efectos de poder monitorear y evaluar los eventuales progresos en materia de calidad ambiental y desarrollo. Dando respuesta a este planteo se inician una serie de experiencias significativas de construcción de indicadores de sustentabilidad, tales como el Índice de Desarrollo Humano, el Índice de Bienestar Económico Sustentable, la Huella Ecológica y el Espacio Ambiental, entre otros. La Organización Mundial del Turismo (OMT) hizo suyos los principios y aspiraciones del desarrollo sustentable, realizando acciones orientadas a que ellos fuesen asumidos también en el turismo, instalando el tema del “turismo sustentable” y emitiendo sucesivas recomendaciones y documentos que orientaran esta aspiración. También se abordó la cuestión de cómo observar o medir los avances en dirección a la sustentabilidad, planteando en distintos documentos que los indicadores son instrumentos que proporcionan información adecuada para la toma de decisiones y que conducen a la mejora de la gestión y la planificación del turismo.


En este contexto, la OMT avanzó en el diseño de una metodología para establecer indicadores de turismo sostenible, publicado en la Guía práctica para el desarrollo y uso de indicadores de turismo sostenible (OMT 1998). Estos indicadores, si bien fueron y son adoptados universalmente, no reflejan la heterogeneidad propia de cada territorio ni responden a las problemáticas y necesidades de las comunidades locales. Dado que no son adecuados ni suficientes para la escala local, en la medida en que no permiten considerar las especificidades ni habilitan la participación de los actores locales. Siendo esta última, el ejercicio clave para promover un modelo de desarrollo local, que garantice un proceso democrático y sustentable. Dichas afirmaciones conformaron las hipótesis de este trabajo de investigación. Entonces, evaluar la sustentabilidad del desarrollo turístico en el nivel local, dada la multi-dimensión y complejidad del concepto, requiere innovar los procesos metodológicos utilizados para el diseño de los indicadores (Sarandón, 2002). A partir de lo expresado, se decidió abordar en esta investigación, el desafío de contribuir a la formulación e implementación de una metodología participativa que permita que los indicadores puedan ser construidos localmente, favoreciendo de ese modo la internalización de la sustentabilidad en el cotidiano de las personas que habitan un determinado lugar. Implementar una metodología participativa, permitiría "aterrizar" el concepto de sustentabilidad, democratizando la manera en que se toman las decisiones. En este sentido, se tomó en consideración lo planteado por R. Guimarães (1998, pág. 3): “…los indicadores tienen por objetivo principal el contribuir para advertir la existencia de riesgos o tendencias negativas para el desarrollo de la comunidad, determinar problemas concretos que la aquejan, especificar metas consensuadas democráticamente para superarlos, diseñar un futuro posible y formular políticas públicas que instrumenten los cambios requeridos en comportamientos y conductas”. El trabajo de investigación se abocó, entonces, en formular una propuesta de una metodología participativa (PMP) para el diseño de indicadores de sustentabilidad socio-ambiental aplicados a la actividad turística con la comunidad de Punta del Indio. Dicha propuesta, basada en la participación y la capacitación posibilitaría también la autogestión de un desarrollo local democrático, participativo y sustentable, cuyos protagonistas son los actores locales. Dicha comunidad habita en el Parque Costero del Sur, ubicado en la Provincia de Buenos Aires de Argentina, declarado Reserva de Biosfera por la UNESCO. El diseño e implementación de estos indicadores permitirá la incorporación de actitudes y comportamientos por parte de los pobladores, considerados en los lineamientos de la conservación del área en cuestión, que se desarrollaron en la instancia empírica del trabajo de investigación, lo que puede constituirse en un aporte relevante de este trabajo.


El sustento teórico del trabajo, se inició con el abordaje de los aspectos más relevantes del desarrollo local, rescatando sus principios y dimensiones tomando a distintos autores como referentes en el tema, donde a través de un “diálogo conceptual” se dió cuenta del devenir del desarrollo local y sus diferentes perspectivas. Luego, se realizó el análisis de los planteamientos sobre la sustentabilidad y el desarrollo sustentable a partir de diferentes enfoques conceptuales, donde quedó manifiesto que el desarrollo local, “de abajo hacia arriba”, y la sustentabilidad son piezas claves a la hora de hablar de un verdadero modelo de desarrollo. Para lo cual, fue preciso aclarar de qué se habla cuando se hace referencia a la sustentabilidad ya que es un término incorporado en todas las estructuras discursivas, ya sean políticas, de organizaciones sociales, sindicales e inclusive académicas, como una fórmula mágica que conduce al mejoramiento de la calidad de vida. Sin embargo, esto ha conducido a la banalización del concepto, pues se recurre insistentemente a la sustentabilidad, pero no se la define de manera precisa, sino como un concepto de una ambigüedad que sirve para significar casi cualquier cosa que se desee. En este sentido, Bauman (1999) habla de la opacidad que van adquiriendo las palabras a medida que su generalización las convierte de términos con poder explicativo en cánones. El concepto de sustentabilidad, si bien desde el discurso se proclama desde la complejidad, desde la práctica se simplifica centrando su preocupación en la esfera ecológica, entendida como la parte “verde” del planteamiento, omitiendo, fundamentalmente, las dimensiones social, cultural y política, transformando su accionar y trascendencia. La sustentabilidad se reduce, así, a un “maquillaje verde”, con definiciones muy vagas y confusas. En este contexto resultó inevitable abordar el tema de la complejidad y sus perspectivas, para luego comprender la complejidad del fenómeno turístico y la sustentabilidad del mismo, con los aportes de diferentes autores referentes en el tema, desde sus respectivas posturas sobre las especificidades del turismo y sus implicancias en el territorio. Luego se analizaron las propuestas de los diferentes indicadores, realizando un recorrido a partir de los indicadores ambientales, los indicadores de sustentabilidad, con sus diferentes enfoques, visualizando las desventajas de su construcción desde una macro-escala, que como se planteó en párrafos anteriores, no reflejan la heterogeneidad y problemáticas del territorio, para luego analizar los indicadores de sustentabilidad turística y así arribar a los indicadores territoriales de sustentabilidad socio-ambiental aplicados al turismo. Con esto queda explícito que, para evaluar el concepto de sustentabilidad en el territorio, es preciso el desarrollo de procesos democráticos, con la participación activa de los actores locales y la capacitación, que den cuenta de las especificidades territoriales y de las problemáticas y necesidades propias de la comunidad. Y así definir herramientas de gestión que permitan visualizar la sustentabilidad del desarrollo local y la organización de los actores locales para incidir en la manera en que se tomen decisiones. En este sentido, se consideró que el diseño de indicadores territoriales de sustentabilidad turística puede ser, una herramienta


que viabilice la autogestión de un desarrollo local democrático, participativo y sustentable en un territorio determinado. A continuación del marco teórico, se presentó una descripción general del Partido de Punta Indio y se abordó la localidad de Punta del Indio en relación al desarrollo turístico y su vinculación con el Parque Costero del Sur, con sus características biofísicas y los procesos socio-culturales que allí se desarrollan, poniendo énfasis en las prácticas turísticas. Así como también, se analizaron las potencialidades y problemáticas, que pudiera generar la actividad turística. Luego y retomando algunos conceptos planteados, se intentó responder a los interrogantes, ¿por qué y para qué construir indicadores territoriales de sustentabilidad socio-ambiental en este caso concreto? Iniciándose de este modo, la presentación del desarrollo de una PMP, que se llevó a cabo en la investigación. Los siguientes interrogantes condujeron el recorrido de esta etapa de la investigación: ¿Por qué implementar una metodología participativa en la construcción de indicadores? ¿Cuáles son sus ventajas? ¿Cómo se implementará en el territorio? ¿Qué herramientas metodológicas se utilizarán? y por último ¿Los resultados son acordes con los objetivos propuestos? A partir de lo plateado, la presente propuesta fue un trabajo de investigación aplicada, por lo cual la misma, se llevó a cabo mediante la práctica en un contexto determinado, la localidad de Punta del Indio, donde, de manera simultánea, se fueron diseñando los indicadores y la metodología en general. La elección de dicha localidad, es porque en ella, al igual que en otros destinos, se viene desarrollando un turismo de tipo “alternativo” vinculado fuertemente a los atributos naturales y culturales del Parque, que trajo consecuentemente problemáticas ambientales, que pueden atentar a futuro, sobre el desarrollo de la misma actividad turística y de las metas de conservación del Parque. En este sentido, y por las razones expresadas en párrafos anteriores, se propuso, el diseño participativo de indicadores territoriales de sustentabilidad socioambiental, como instrumentos autogestión, para medir la distancia a que se encuentra una población de la sustentabilidad, con sus avances y retrocesos ocasionados por la actividad. De esta manera, se espera que se generen cambios de hábitos y de comportamientos, que mitiguen futuras acciones o remedien los impactos ocasionados.

Concepto clave del desarrollo: la participación Lo local es uno de los conceptos claves del desarrollo. De igual modo, lo es la participación, el territorio, la capacitación, los actores locales, la identidad local y la lógica territorial, de los cuales, a continuación, se hará una breve fundamentación sobre la participación, como concepto clave del proceso realizado. En el trabajo de investigación, se asume que el territorio se construye socialmente, a partir de las dinámicas específicas de la práctica turística, donde los actores sociales lo transforman material y simbólicamente. En


este sentido, la producción de territorio se vuelve una forma específica de ejercer poder, que transforma tanto al territorio como a la práctica turística (Bertoncello, 2002) En esta misma perspectiva, Manzanal (2007) plantea que es un espacio “definido y delimitado por y a partir de las relaciones de poder”. En tanto la participación de la sociedad en la gestión del desarrollo, es un concepto que aparece en los distintos enfoques teóricos y experiencias concretas, como condición fundamental para el éxito de este tipo de procesos. Esto supone, integrar tanto a las organizaciones intermedias, las de “apoyo” (ONG, Fundaciones, Institutos, etc.) y las de “base” (Juntas vecinales, Centros comunitarios, etc.) desde la formulación y planificación de programas y estrategias hasta la evaluación de los resultados alcanzados. Según Arqueros y Manzanal (2004, pág. 2-27) Las diversas y variadas formas de participación de la población local, reclamando y expresando sus demandas sociales y económicas en forma organizada, articulándose con otras organizaciones, son una condición necesaria para la generación, promoción y sostenimiento de un modelo de desarrollo territorial, regional o rural alternativo- eficiente, productivo, distributivo, sostenible y transparente. De este modo, las autoras, plantean que el motor del desarrollo local está en la promoción de la participación y de la organización de la población respectiva, desde donde se re-construye “dialécticamente” la relación entre el sistema político y la sociedad. La participación ciudadana, en los procesos de desarrollo local, según las autoras, debe ir adquiriendo gradualmente mayores niveles de intensidad, hacia una presencia activa que se traduce en la fijación de prioridades, formulación de objetivos, definición de proyectos y control de la acción gubernamental Algunas de las ventajas que aporta esta participación son3: el crecimiento de la responsabilidad social de la población y su involucramiento en los problemas comunes; un mayor impacto, eficiencia y transparencia de las acciones; la posibilidad de contemplar los intereses de distintos sectores de la comunidad en las políticas y estrategias que se elaboran; la creación de espacios de intercambios e interrelaciones sociales que fortalecen la construcción de sujetos sociales autónomos; facilita un reconocimiento coherente de las necesidades locales vinculadas a aspectos culturales, sociales, productivos, históricos y de conservación en la realidad local y fortalece las redes de comunicación entre los diferentes actores sociales locales, generando así un ambiente de confianza

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Información obtenida del proceso realizado en el Proyecto de extensión universitaria en el 2011 en la localidad de Punta del Indio.


La participación y el diseño de indicadores A partir de lo planteado, el desafío para un gobierno local y su comunidad en particular, es precisamente el de garantizar procesos transparentes, informados y participativos para el debate y la toma de decisiones para la formulación de políticas turísticas de desarrollo, que proyecten un norte para la comunidad. A partir de esta mirada hacia el futuro, fue necesario establecer prioridades y criterios que fundamenten la selección de una alternativa que satisfaga determinadas necesidades de actores específicos, y no otras. En este contexto surge la necesidad de operativizar el concepto de sustentabilidad, o sea transformar un concepto abstracto en un término operativo. Pero, además, se puso en evidencia la necesidad de incorporar la participación ciudadana en los procesos de desarrollo local, democratizando la manera en que toman las decisiones, contemplando los intereses y necesidades de la comunidad local en las políticas y estrategias que se generen. Con respecto a concretizar el concepto de sustentabilidad, y como ya se ha indicado, se debe aclarar que este desafío no es sencillo, ya que es un término con amplia aceptación debido a su ambigüedad. Todos están de acuerdo en alcanzarla, en teoría, pero nadie sabe bien de que se trata (Sarandón, 2002). Una de las razones, es la dificultad de traducir los aspectos filosóficos e ideológicos de la sustentabilidad en la capacidad de tomar decisiones al respecto. Por otro lado, la característica multidimensional (ecológica, cultural, temporal, social, económica y productiva) y compleja de la sustentabilidad, requiere de un abordaje holístico y sistémico (Gallopin, 2003). Desde esta perspectiva, su evaluación se ve dificultada por el enfoque disciplinario o reduccionista predominante en el ámbito científico-académico y profesional. Evaluar la sustentabilidad del desarrollo turístico requiere, entonces, nuevos procesos metodológicos utilizables para el diseño de los indicadores. Para lo cual en este trabajo se propuso la implementación de una PMP, que permitió que los indicadores fueran construidos localmente, favoreciendo de este modo la internalización de la sustentabilidad. Esta PMP se formuló, a partir de la heterogeneidad propia del territorio y respondió, de esta manera, a las problemáticas y necesidades de las comunidades locales del caso abordado. Para el diseño de estos indicadores se consideró el desarrollo de una serie de pasos que hicieron al proceso de evaluación de la sustentabilidad: definir los alcances de la sustentabilidad; definir la escala espacial y temporal; identificar los puntos críticos; priorizar los puntos críticos; formular los objetivos; definir los indicadores; establecer una valoración y medición de los indicadores seleccionados; representar gráficamente los indicadores para su mejor interpretación.


CONCLUSION Evaluar la sustentabilidad del desarrollo turístico en ámbitos locales, entonces, requirió innovar los procesos metodológicos utilizados para el diseño de los indicadores. Teniendo como premisa que su importancia radicó en que, sectorial o integralmente, fueron formulados en un contexto único e irrepetible a nivel social, administrativo y territorial. Para lo cual, en este trabajo de investigación, se implementó una metodología participativa que permitió que los indicadores sean diseñados localmente, favoreciendo de este modo la internalización del desarrollo sustentable en el cotidiano de las personas que habitan en PCS y en particular aquellos que están involucrados en la gestión de la actividad turística. Por otro lado, la evidencia empírica permitió demostrar que el diseño de los indicadores, elaborados mediante el proceso de evaluación utilizado, son fáciles de obtener y respondieron a una necesidad planteada por los emprendedores turísticos –gestores de este proceso- y a la heterogeneidad de un territorio determinado. Por lo tanto, no pueden ser extrapolables a otros destinos turísticos, dado que el contexto social, cultural, ambiental y económico es único e irrepetible. Pero, lo que sí se puede replicar, es la metodología implementada para el diseño de los mismos, algo que se considera un aporte importante para los procesos de desarrollo locales. La participación cumplió un rol preponderante, fue un proceso de reflexión permanente y colectiva sobre actitudes y comportamientos de la ciudadanía respecto al manejo socio-ambiental de los recursos y el patrimonio. Esto permitió comprender la relación que establece la comunidad con su entorno, con la identificación de los conflictos y potencialidades que de ella se desprenden. Este sector de la comunidad, demostró poseer un conocimiento del lugar que habita, que se concretó en las manifestaciones espaciales de interrelaciones con el medio. Estas últimas, fueron integradas al proceso de conocimiento colectivo favoreciendo las relaciones entre los emprendedores, que fortalecieron la cohesión social y sentido de pertenencia sobre el territorio, respondiendo a la lógica territorial como emergente del desarrollo local. Por otro lado, los espacios de capacitación fortalecieron la autogestión de los emprendimientos turísticos y a su vez, posibilitaron mediar el proceso de organizar el espacio turístico, de manera sustentable, mediante las propuestas surgidas en los talleres y la implementación de prácticas sustentables. Como aclara Boisier (2005), no es la región en sí misma, la sustentable, sino la forma de intervención en ella, que posibilita su concreción.

BIBLIOGRAFIA -Arocena, José. (1995, p. 19-55). “El desarrollo local, un desafío contemporáneo”. Nueva Sociedad-CLAEH, Caracas. -Arocena, José. (2001). “Transformaciones globales, Instituciones y políticas de desarrollo local”. Revista


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HACIA INTERVENCIONES PATRIMONIALES SUSTENTABLES: EL TALLER DE ARQUITECTURA COMO OPORTUNIDAD DIDACTICA

Autoras: Quiroga, Carolina Quiroga, Mariana

FADU/UBA - FAU/UB. ICOMOS

Dirección: Av. San Martín 1540. 2A CABA Teléfono: 15-3-525-2635

Email: arq.carolinaquiroga@gmail.com marianapquiroga@gmail.com


HACIA INTERVENCIONES PATRIMONIALES SUSTENTABLES: EL TALLER DE ARQUITECTURA COMO OPORTUNIDAD DIDACTICA EJE TEMÁTICO: La Educación y el Patrimonio Cultural

RESUMEN Abordar los desafíos y potencialidades emergentes de asumir al patrimonio cultural como una dimensión indivisible de la formación arquitectónica promueve un ejercicio disciplinar comprometido y sensible que entiende la identidad y la tradición como el soporte de un desarrollo equitativo y sustentable del medio. Esta presentación aspira a compartir la experiencia desarrollada en el Taller de Arquitectura -FADU, Universidad de Buenos Aires- entendiendo al taller como un laboratorio de experimentación para construir desde el hoy espacios de sutura y de interacción entre los valores del pasado y las perspectivas futuras. Aprendiendo a operar con la herencia en un contexto de complejidad Las formas de apreciar e intervenir lo heredado, y por consiguiente el andamiaje conceptual y metodológico que sustenta la formación vinculada a las cuestiones del patrimonio, han variado en función de las relaciones que las diferentes sociedades han establecido con su medio y que actualmente se redefinen a la luz de nuestro tiempo actual. Como señaló Marina Waisman (1994): El concepto de patrimonio es un concepto cultural, y por ende de carácter histórico; inmerso en el transcurrir del tiempo, queda sujeto a las mutaciones que este transcurrir implica. Es menester revisar una y otra vez su significado a medida que el curso de la historia así lo exige... [...] aceptando el actual concepto de cultura, que abarca la totalidad de la producción de un grupo humano, se desacraliza la idea de monumento como único representante de la cultura, y se orienta la conservación del pasado hacia un servicio más real a la comunidad y con un mayor grado de flexibilidad. (Waisman, 1994). El siglo 20 y 21 definitivamente significan una expansión del concepto de patrimonio. Se supera la valoración del monumento aislado u objetos de características arquitectónicas y artísticas excepcionales para introducir el valor de sus contextos y ponderar aquellas obras modestas que con el tiempo han adquirido un significado cultural. (Carta de Venecia, 1964) Asimismo, se extiende el concebir como patrimonio solamente hechos físicos y tangibles para incluir aquellos usos, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas que conforman el patrimonio cultural inmaterial de una comunidad. (Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, UNESCO 2003). Ampliar la valoración objetual de la herencia conllevó una creciente atención sobre el medio y como consecuencia la necesidad de conceptualizar la relación del hombre y su lugar, que también fue evolucionando con el transcurrir del tiempo. Surgen toda una serie de nuevas nociones como lugares monumentales (Carta de Venecia, 1964), zonas ambientales (Normas de Quito, 1967), conjunto histórico (Conferencia de París, UNESCO 1992), centro histórico (Carta del Restauro, 1972), ciudad histórica,


conjunto urbano histórico o pueblo tradicional, (Declaración de Ámsterdam, ICOMOS, 1975) conjunto histórico o tradicional (Reunión de Nairobi, UNESCO 1976) ciudad histórica y barrios históricos (Carta de Washington, ICOMOS, 1987), paisaje urbano histórico (Memorandum de Viena, UNESCO, 2005). En 2008 queda formalizada la categoría patrimonial de Itinerario Cultural que pone de manifiesto tanto la importancia exponencial del entorno hasta abordar la escala territorial como una evolución de las ideas respecto a la visión del patrimonio (Carta de Itinerarios Culturales, ICOMOS, 2008). La migración de apreciar la ciudad desde su historia y su arquitectura icónica para comprenderla como un organismo más complejo y multidimensional se encuentra asociada a la concepción de nuevas ideas como ciudad informacional (Castells), ciudad global (Sassen), ciudad en red (Mitchels), metápolis (Ascher) ciudad sobreexpuesta (Virilio), ciudad policéntrica (Chung, Koolhaas), entre otras. La ciudad existente es extraordinariamente compleja: el período breve coexiste con el de larga duración; la heterotopía y la ausencia de 'lugares' no excluyen la necesidad de centralidad; la alienación y el desapego del nuevo flaneur metropolitano se enlazan con la búsqueda de sentido y de identidad; al deterioro y al abandono de territorios enteros se contrapone la infraestructuración futurista de algunas áreas..." (Pavia, 2004) La sociedad y el cuidado, adecuación y transformación de su medio hoy se inscriben en este entorno de complejidad caracterizado por procesos cada vez más acelerados y cambiantes. El efecto del avance tecnológico, la diversificación de los sistemas de comunicación, el cambio del régimen demográfico crecimiento poblacional, flexibilización de las estructuras sociales- asociado con un incremento en los procesos de movilidad y migración, son algunos de estos factores. Estos procesos constituyen un tema patrimonial clave. Por una parte, son una vía para promover el desarrollo y formular proyectos innovadores y creativos para poner en valor los sitios y edificios. Por otro lado, pueden atentar contra la calidad del hábitat si no son orientados con una planificación, gestión y acciones de rehabilitación adecuadas. Estos nuevos escenarios requieren agudizar el debate sobre el patrimonio cultural y los modos habituales de conceptualizarlo y estudiarlo. Repensar el patrimonio exige deshacer la red de conceptos en que se halla envuelto. Usualmente suele asociárselo con términos- identidad, tradición, historia, monumentosque delimitan un territorio restringido a los especialistas en el pasado y a estrategias preservacionistas. Sin embargo, es necesario empezar a vincular el patrimonio con otras redes conceptuales: desarrollo urbano, turismo, economía, comunicación masiva. Algunos de estos términos, que podrían entenderse como adversarios, forman parte del marco de las relaciones sociales, culturales y productivas que hoy lo condicionan. (Canclini, 1999) Del mismo modo, promueven en el campo de la didáctica proyectual la necesidad de actualizar enfoques e instrumentos para interpretar y explorar soluciones, donde el patrimonio construido cumple un rol vital. La misma esencia de puesta en valor conlleva una idea de sustentabilidad siendo que los activos


patrimoniales constituyen un recurso no renovable y que no puede ser regenerado físicamente, solo mantenido, transformado o perdido. Con el mismo sentido, el proyecto requiere abordar la noción de sustentabilidad, no como una variable más a considerar, sino como una actitud y un modo de aproximarse a los aspectos conceptuales, operacionales y materiales del diseño. (Prudon, 2011). "El futuro de la humanidad depende de la planificación y la gestión eficaces de los recursos, por lo que la conservación se ha convertido en una estrategia de conciliación sostenible del crecimiento urbano y la calidad de vida.” (Recomendación sobre el paisaje urbano histórico, UNESCO, 2011). Propuestas que integren y mantengan a largo plazo los valores socio-culturales, la eficiencia energética, la recuperación de sistemas tradicionales, el reuso de materiales, el mantenimiento eficiente, son algunos de los desafíos contemporáneos que alcanzan al rediseño del hábitat y su enseñanza. El Patrimonio como contenido estratégico en el Taller de Arquitectura Operar con la preexistencia ha pasado de ser exclusivamente un campo reservado a los especialistas a formar parte de la práctica habitual de arquitectos con una formación tradicional. Siendo que "El ejercicio de la arquitectura consiste en la prestación de servicios profesionales relativos a la planificación urbana y el diseño, la construcción, la ampliación, la conservación, la restauración o la alteración de un edificio o de un grupo de edificios" (Carta de Beijing, UIA, 1999) las cuestiones de lo heredado se vuelven relevantes como contenido pedagógico para "entender la sustentabilidad, el contexto social y el sentido de lugar en el diseño de edificios y transformar la concepción arquitectónica profesional para que sus métodos creativos sean parte de un continuo y armonioso proceso cultural. " (Carta para la formación en arquitectura. UNESCO, UIA 2011) La arquitectura no es un tema, es una actividad adquirida a través de la reflexión en la acción o el aprender haciendo en la educación y en la práctica. En el diseño, ninguna rama del conocimiento es autónoma y cada proyecto genera su propia necesidad única de información, resultado de la investigación y la experimentación, generada por la idea, por la teoría. (Cunningham, 2013) La actividad del diseño, asumida desde esta dimensión transdisciplinaria, puede estrechar la brecha entre el saber y el hacer, y en particular respecto a la conservación entre lo antiguo y lo nuevo. (Franco, 2008)


1. El Taller de Arquitectura como Laboratorio. Ensayos urbanos. Taller de Arquitectura 1 Cátedra Arq. Eduardo Scagliotti, Adjunta: Arq. Mariana Quiroga. FADU. UBA

Pensar arquitectura y conservación de un modo integral e integrado al taller de arquitectura propone un sentido más amplio, completo y complejo de abordar el diseño arquitectónico. Fomentar la capacidad de observación, investigación y análisis, el énfasis en la materialidad, alentar una visión interdisciplinaria y el sentido de que la historia forma parte del presente, son algunas de las ventajas que surgen de introducir la conservación como parte del entrenamiento proyectual. Asimismo, la intervención en sitios y edificios existentes requiere conocimientos y habilidades propias del trabajo en el taller: la integración de problemáticas de diversa índole, la coherencia entre concepto y operación, el manejo espacial y formal, la preocupación tectónica y la comprensión del edificio como organismo, entre otros. Estos cruces colaboran en diversos aspectos del proyecto: -ubano-territorial: el siglo pasado ha significado profundas transformaciones del entorno que impulsan una creciente atención en las cuestiones en las problemáticas del habitar, el desarrollo globalizado y la sustentabilidad. Desde la conservación, un aporte teórico y metodológico son los recientes documentos doctrinarios que examinan cómo estos conceptos se extienden a los paisajes con significación cultural y su aplicación a las zonas urbanizadas antiguas o contemporáneas. -medioambiental: las cuestiones de la estabilidad ecológica y el cuidado del medioambiente han adquirido relevancia en la educación arquitectónica. Esto promueve un mayor interés en la rehabilitación dado que mejora la calidad del hábitat a partir de aprovechar los activos físicos y reducir la huella ecológica, el déficit energético y el impacto ambiental que implicarían nuevas construcciones.


-humanístico: en la nueva conciencia sobre los derechos humanos que se extiende a las diversas áreas del conocimiento, la conservación representa un instrumento que garantiza la accesibilidad, la equidad y la justicia inter-generacional en tanto recupera la herencia cultural para las futuras generaciones. -conceptual: todos los aspectos de la vida actual experimentan el impacto de los nuevos paradigmas tecnológicos, informativos y comunicacionales, donde la conservación colabora en la reflexión de cómo estos factores influyen en el sentido del tiempo, la historia y la identidad cultural en un mundo globalizado. -operacional: la argumentación teórica y operacional del diseño arquitectónico es uno de los temas relevantes de su formación. Cuando se piensa el proyecto en términos de una preexistencia urbana o edilicia naturalmente se estimula la capacidad de investigar y fundamentar las decisiones de diseño. -tecnológico: las estrategias de eficiencia energética e innovación material recuperan y/o reinterpretan en muchas ocasiones criterios de los sistemas constructivos tradicionales, para lo cual el estudio de las arquitecturas del pasado se vuelve un factor clave. Desde esta perspectiva, uno de los dispositivos didácticos del taller que permite conocer y valorar el patrimonio cultural lo constituye la experiencia vivencial. Visitar aéreas de hechos urbanos o rurales a través itinerarios y viajes de estudio, concebidos en el marco de una actividad planificada que organice conceptualmente las diferentes fases de dicha experiencia, se convierte en un instrumento de gran potencial en términos de valoración patrimonial. Un tema relevante es que introduce el conocimiento de la ciudad como una situación integral y evolutiva donde cada momento de su historia define el carácter actual, desde lo más antiguo hasta lo reciente siendo edificios paradigmáticos o modestos. Asimismo, la naturaleza dinámica de este tipo de experiencias promueve en los estudiantes la comprensión del patrimonio cultural inmaterial como parte indivisible de la identidad de un lugar. Este trabajo de campo, está asociado y desencadena otros recursos didácticos: -Actividades de registro: realizadas en el lugar -fotografías, croquis- con consignas específicas que permitan descubrir ciertos aspectos del área de estudio como base para la reflexión colectiva. -Experiencias de sensibilización: donde se trabaja la ciudad como metáfora y hecho proveedor y evocador de sentido a través de objetos de referencia -collages, maquetas, videos, instalaciones- donde el alumno plasma sus percepciones, explorando el aspecto significativo como disparadores de ideas factibles de integrar al proceso creativo del pensar arquitectura.


-Ejercitaciones de análisis y evaluación: avanzan hacia otros niveles de comprensión de las problemáticas urbano-patrimoniales como la construcción de documentos colectivos - maquetas, mapeos, planimetrías ahonda en el reconocimiento de las características funcionales, morfológicas y espaciales: geometría, densidad, escalas, tejido, tipologías, materialidad. Comprender el contexto de actuación forma parte misma del acto y proceso de diseño, donde sus valores y conflictos se traducen en datos proyectuales: Las ciudades son sistemas complejos. Pero son sistemas incompletos. En esta incompletitud se encuentra la posibilidad de hacer -hacer lo urbano, lo político, lo cívico, La ciudad no es lo único que tiene estas características, pero estas características son una parte necesaria del ADN y las problemáticas urbanas. Cada ciudad es diferente como lo es cada disciplina que la estudia. Y sin embargo, cualquier aproximación a lo urbano, tendrá que lidiar con estas características clave: incompletitud, complejidad y la posibilidad de hacer. (Sassen, 2013) Esta posibilidad de hacer comprende diferentes escalas y complejidades. Las situaciones de vacancias urbanas uno de los niveles de acción sobre el patrimonio: completamiento del tejido urbano o incorporación de nuevas piezas en áreas verdes. Acerca de las operaciones de diseño, estas ausencias son un campo para evaluar grados de interacción formal, espacial y material con la preexistencia, que potencien recíprocamente sus argumentos simbólicos y estéticos.

2. Proyecto contemporáneo y preexistencia. Operaciones de pequeña escala. Taller de Arquitectura 1 Cátedra Arq. Eduardo Scagliotti, Adjunta: Arq. Mariana Quiroga. FADU. UBA

A escala urbana, las nuevas dinámicas de cambio programático, morfológico y espacial introducen otras exigencias de uso, conectividad y densidad. En muchas ocasiones estos procesos son conflictivos: tanto áreas vacantes y bordes sin resolución como densificación descontrolada, falta de espacios públicos e infraestructura, sitios y edificios desafectados porque la función que albergaban ha desaparecido, quedó obsoleta o fue relocalizada. En estos contextos, las acciones de rehabilitación urbana activan la vida


social, mejoran el ambiente e impulsan el desarrollo económico a través de la adaptación y reuso de zonas desafectadas.

3. Territorio y paisaje como espacio de experimentación proyectual. Estrategias de intervención en Tandil. Taller de Arquitectura 3 Cátedra Arq. Eduardo Scagliotti, Adjunta: Arq. Carolina Quiroga. FADU. UBA

Con respecto a la intervención a escala edificio -remodelación, refuncionalización, extensión-, los nuevos hábitos en las actividades humanas introducen otras exigencias de tecnología y confort. Con las especificidades de cada programa, en general los criterios habitacionales contemporáneos demandan diversidad, pluralidad y capacidad de transformación funcional y espacial. Así, para articular lo existente y lo nuevo se requieren operaciones de diseño que viabilicen múltiples adaptaciones y mutaciones y una continua adecuación tecnológica. "El patrimonio arquitectónico sobrevivirá sólo sí es apreciado por el público y particularmente por las nuevas generaciones. Por lo tanto, los programas educativos, en todos los niveles, deberán privilegiar el tema" (Declaración de Ámsterdam, 1975). Construir redes, enhebrar conocimientos y experiencias que aborden la temática patrimonial desde la investigación, la práctica y la formación del proyecto constituyen un valioso instrumento para pensar un futuro sustentable y equitativo.


Referencias Cunningham, A. (2013). Notes on Education and Research around Architecture. DOCOMOMO Journal N. 49 For an architect's training, pp. Franco, G. (2008). Technology of Architecture towards Conservation. Teaching Conservation /Restoration of the Architectural Heritage. Goals, Contents and Methods. Faculty of Architecture, University of Genoa, pp. García Canclini, N. (1999). Los usos sociales del patrimonio. En E. Aguilar Criado (ed.) Patrimonio Etnológico. Nuevas Perspectivas de estudio, (pp, 16-33). Consejería de Cultura, Junta de Andalucía Pavia, R. (2004). El Miedo al crecimiento urbano. En A. Ramos (ed), Lo Urbano en 20 autores contemporáneos (pp.105-116). Barcelona: UPC ETSAB Prudon, T. (2011) Modern Movement and Sustainability Ayer, Hoy y en el futuro. DOCOMOMO Journal N.44 Modern and Sustainable. Sassen, S, (2013). Does the city have speach. Public Culture, Volume 25, Number 2, Essay, Waisman, Marina. El patrimonio en el tiempo. Revista Summa+ N.5. Buenos Aires, 1994

Documentos Internacionales Carta de Venecia. Carta Internacional sobre la Conservación y la Restauración de los Monumentos y los Sitios. Segundo Congreso de Arquitectos y Técnicos de Monumentos Históricos. Venecia, Mayo 25 al 31 de 1964. Carta para la formación en arquitectura. UNESCO UIA, Tokyo 2011 Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial. UNESCO. Paris, Octubre 17 de 2003. Declaración de Ámsterdam. Consejo de Europa. Amsterdam, Octubre 21 al 25 de 1975 Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural. UNESCO. Noviembre 2 de 2001 Declaración sobre Ciudades y Otros Asentamientos Humanos en el Nuevo Milenio, ONU. Agosto 16 de 2001 Memorandum de Viena. “Patrimonio Mundial y Arquitectura Contemporánea. Gestionando el Paisaje Urbano Histórico” Comité de Patrimonio Mundial de UNESCO. Viena, Mayo 12 al 14 de mayo de 2005 Normas de Quito. Informe final de la Reunión sobre Conservación y Utilización de Monumentos y Lugares de Interés Histórico y Artístico. Quito, 1967 Recomendación sobre el paisaje urbano histórico, con inclusión de un glosario de definiciones. UNESCO, Noviembre 10 de 2011 de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), Noviembre 10 de 2011

Imágenes 1. El Taller de Arquitectura como Laboratorio. Ensayos urbanos. Taller de Arquitectura 1 Cátedra Arq. Eduardo Scagliotti, Adjunta: Arq. Mariana Quiroga. FADU. UBA 2. Proyecto contemporáneo y preexistencia. Operaciones de pequeña escala. Taller de Arquitectura 1 Cátedra Arq. Eduardo Scagliotti, Adjunta: Arq. Mariana Quiroga. FADU. UBA 3. Territorio y paisaje como espacio de experimentación proyectual. Estrategias de intervención en Tandil. Taller de Arquitectura 3 Cátedra Arq. Eduardo Scagliotti, Adjunta: Arq. Carolina Quiroga. FADU. UBA


Carolina Quiroga Arquitecta y Especialista en Preservación, Conservación y Reuso del Patrimonio (FADU-UBA). Adjunta del Taller de Arquitectura (FADU.UBA). Docente e investigadora en temas vinculados a la conservación del patrimonio. (FADU-UBA, FAU-UB). Autora de diversas publicaciones y profesora invitada a nivel local e internacional. Miembro de ICOMOS y Miembro de DOCOMOMO. Socia del estudio Quiroga- Van Zuijlen y asesora de la fundación Rotterdam Woont en Holanda desde 2009.

Mariana Quiroga Arquitecta (FADU-UBA). Adjunta del Taller de Arquitectura e investigadora en temas vinculados a la conservación del patrimonio. (FADU-UBA). Integrante del equipo de proyecto del Área de Patrimonio Edilicio del Ministerio de Cultura de la Nación donde lleva adelante proyectos de intervención en edificios significativos del Patrimonio Nacional como el Cabildo de la Nación Argentina, el Museo Casa de Ricardo Rojas, el Palacio Nacional de las Artes Palais de Glace, el Museo Nacional de Bellas Artes, entre otros.


CENTRO DE INTERPRETACIÓN DEL INGENIERO FRANCISCO SALAMONE EN LA CIUDAD DE AZUL: REVALORIZACION DE ARQUITECTURA, EDUCACION Y PATRIMONIO

Autores: Adam, Sandra G. Carrasquero, Silvia I. Eilers, Gabriel A. Fortunato, Carlos Mayor, María C. Uriarte, Susana L.

MUSEO ETNOGRÁFICO Y ARCHIVO HISTÓRICO ENRIQUE SQUIRRU ADAM, Sandra Gabriela

Dirección: Alfredo Prat N° 273, Azul, CP 7300. Teléfono: (02281) 425001/15554361. Email: adamsandra66@gmail.com CARRASQUERO, Silvia Irene

Dirección: Museo de La Plata, Paseo del Bosque, La Plata, CP 1931.Teléfono: (0221) 4225648 Email: silviacarrasquero@yahoo.com.ar EILERS, Gabriel Andrés

Dirección: General Leyria N° 1295, Azul, CP 7300.Teléfono: (02281) 434354/15400271 Email: gabeilers@gmail.com FORTUNATO, Carlos

Dirección: Bartolomé J. Ronco (ex Alvear) Nº 654, esquina San Martín. Teléfono: (02281) 434811 Email: museoetnografico@ceal.com.ar MAYOR, María Cecilia

Dirección: Bartolomé J. Ronco (ex Alvear) Nº 654, esquina San Martín. Teléfono: (02281) 434811 Email: celestemayor@gmail.com. URIARTE, Susana L.

Dirección: Avda. Carlos Pellegrini 1481 Azul. Teléfono: (02281) 433570/ (02281) 15418621 Email: surlouge@gmail.com


CENTRO DE INTERPRETACIÓN DEL INGENIERO FRANCISCO SALAMONE EN LA CIUDAD DE AZUL: REVALORIZACION DE ARQUITECTURA, EDUCACION Y PATRIMONIO EJE TEMÁTICO: Turismo sustentable y patrimonio cultural. RESUMEN Francisco Salamone, uno de los mayores exponentes del monumentalismo, futurismo y art déco, construyó más de 60 grandes obras en pocos años fomentando así el crecimiento de algunas pequeñas ciudades y pueblos del interior de la provincia de Buenos Aires. En 2011, la provincia puso en marcha un proyecto para construir tres Centros de Interpretación de su obra, en las localidades de Azul, Tornquist y Laprida, donde se encuentran algunas de sus obras significativas con el objetivo de reivindicar su obra y poner en valor el patrimonio histórico provincial. En 2014, el equipo de investigación del Museo Etnográfico y Archivo Histórico “Enrique Squirru” de Azul fue convocado por la Municipalidad de Azul para realizar la investigación y montaje de la muestra permanente del Centro de Interpretación del Ingeniero Arquitecto Salamone. El resultado de la investigación se plasmó en diversas estructuras/paneles y la información seleccionada fue adecuada para los visitantes interesados en la obra de Salamone con la que pueden interpretar sus resultados arquitectónicos.

INTRODUCCIÓN Con la idea de fomentar el crecimiento de algunas pequeñas ciudades y pueblos del interior de la provincia, Salamone llegó a construir más de 60 grandes obras. Se trata de uno de los mayores exponentes del monumentalismo, el futurismo y el art déco argentinos, y por esto en la provincia de Buenos Aires se puso en marcha un proyecto para construir tres Centros de Interpretación de su obra, en las localidades de Azul, Tornquist y Laprida, donde se encuentran algunas de sus obras más importantes. El Ministerio de Infraestructura a través de la Dirección de Proyectos Especiales de la Provincia de Buenos Aires comenzó en julio de 2011 la construcción de tres centros de interpretación. En 2014, el equipo de investigación del Museo Etnográfico y Archivo Histórico “Enrique Squirru” de Azul fue convocado por la Dirección de Gestión Pública y Participación Ciudadana de la Municipalidad de Azul para realizar la investigación y montaje de la muestra permanente del Centro de Interpretación del Ingeniero Arquitecto Francisco Salamone. Fue un gran desafío que se concretó con la diagramación de la muestra dentro del espacio construido por la provincia para tal fin. El resultado de la investigación se plasmó en diversas estructuras/paneles y la información seleccionada fue adecuada para la difusión ideándose una serie de diseños que identifican al Centro de Interpretación (folletería, montaje y vidriado de estructura), seleccionando material fotográfico de nuestro Archivo Histórico que ilustró el montaje.


La labor efectuada, establece un hito en la forma de difusión de la cultura local y regional, siendo este espacio el único en la ciudad donde los visitantes interesados en la obra del majestuoso Salamone disponen de la información necesaria para interpretar sus resultados arquitectónicos.

OBJETIVOS El objetivo principal es la presentación del primer Centro de Interpretación dedicado a Salamone, donde se presentan los elementos básicos para reconocer e interpretar su obra para un público general y especializado.

UN CENTRO DE INTERPRETACIÓN PARA LA OBRA DE SALAMONE EN AZUL La Dirección de Proyectos Especiales de la Provincia comenzó en julio de 2011 la construcción de tres centros de interpretación. Según los responsables del programa, esa decisión respondió a "la ausencia de reconocimiento de una de las marcas paradigmáticas representativas de la provincia. A la necesidad de generar espacios de comunicación y reconocimiento"1 de las obras del arquitecto construidas en 16 municipios. Se trata de espacios culturales donde se interpretará el arte de la transmisión de los significados, los mensajes de las obras de este autor paradigmático, único en su tipo a nivel nacional e internacional. En connivencia con los vaivenes de la política actual, el Centro de Interpretación de la Obra de Salamone en la ciudad de Azul, tuvo dos inauguraciones. Así es que el 19 de marzo de 2012, el ministro de Infraestructura provincial Alejandro Arlía, el secretario de Turismo Ignacio Crotto y el intendente municipal José Inza inauguraron la “obra”, pero no así su contenido porque este no existía. Inaugurado, el centro permaneció abierto pero sin contenido, y le ofrecía a los visitantes una exigua y antigua muestra fotográfica de alguna de las obras de Salamone en la provincia. Durante el primer trimestre del año 2014, la Dirección de Gestión Pública y Participación Ciudadana de la municipalidad solicitó al equipo de investigación del Museo y Archivo “Enrique Squirru” asesoramiento para montar una muestra permanente sobre la vida y obra de Salamone. Luego de un arduo trabajo de investigación, el 19 de setiembre del mismo año, se inauguró la muestra en cuestión.

INVESTIGACIÓN Y MONTAJE DE LA MUESTRA Se conformó un equipo de trabajo interdisciplinario, constituido por arquitecto, historiador, genealogista, antropólogo y diseñadores gráficos para que todos los aspectos de su vida y obra queden plasmados en el Centro de Interpretación (Fig. 1). La concreción de la muestra se realizó en siete lineamientos, y la información seleccionada fue adecuada tanto para público general como especializado. Los ejes temáticos fueron los siguientes: Biografía 1

http://tiempoargentino.com/nota/53402.


Comentada; Contexto Internacional; Contexto Nacional, Provincial y Local; Estilo e Influencia; Obras en la Provincia; Arquitectura en el partido de Azul; y Salamone como Arquitecto Integral. El guión, el diseño y las imágenes fueron seleccionados y consensuados por el equipo.

Figura 1. Centro de Interpretación de la obra de Salamone. Fotos tomadas por el equipo del Museo Etnográfico Enrique Squirru.


Biografía Comentada Nació en Leonforte, Región Catanea, Prov. de Enna, Sicilia el 5 de junio de 1897. Cuando tenía 14 años (Fig. 3) llegó a la Argentina acompañando a su padre que era constructor. Salamone inició sus estudios en la Plata y los finalizó en Córdoba donde se recibió de arquitecto e ingeniero en su Universidad. En esa provincia hizo sus primeros trabajos como profesional e incursionó, aunque sin éxito, en política como candidato a senador por el radicalismo. Al radicarse en Buenos Aires, Salamone conoció a un político, Manuel Fresco, un caudillo nacionalista que en 1936 llegó a la gobernación de la provincia de Buenos Aires de la mano del presidente José Félix Uriburu y el fraude. Fresco le encargó a Salamone un plan de infraestructura en una veintena de municipios. “Las obras deben estar inspiradas en el lema: “Dios, Patria y Hogar”, le dijo Fresco.2 Salamone hizo su propia interpretación del lema y proyectó una serie de obras monumentales de gran impacto visual para transmitir una imagen de fortaleza y eficiencia. Balcarce fue la primera ciudad intervenida por Salamone: el palacio municipal, el matadero, la plaza central, la Escuela Normal y el portal del cementerio tienen su sello. En sus obras el arquitecto usó hormigón llamado entonces “piedra líquida” con revoques lisos y blancos. También diseñó los interiores con pisos de granito y azulejos en las paredes y diseñó los herrajes, muebles e iluminación para cada sitio. El plan de obras siguió en Laprida, Coronel Pringles, Rauch, Alberti, Alem, Tornquist, Alsina, Pellegrini, Tres Lomas, Salliqueló, Azul, Gonzales Chaves y Guaminí, entre otros distritos. Corría el año 1937 y el estudio de Salamone trabajaba contrarreloj para proyectar cada uno de los gigantes de hormigón. A pesar de la premura, el arquitecto no repitió sus diseños. Cada obra tuvo su sello distintivo, pero con un mismo espíritu. Las municipalidades se convirtieron en sólidas moles, símbolos del poder estatal e incorporaba a estos edificios una elevada torre que coronaba con un reloj, (marcando el tiempo cívico en contraposición con el religioso) como hoy puede verse en los municipios de Carhué, Guaminí y Laprida. Salamone construyó enormes portales de acceso a los cementerios, interpretados como una intención clara de separar la ciudad de los vivos de la morada de los muertos. Cristos y ángeles gigantescos que conforman monumentales pórticos y custodian sus entradas. Los mataderos de Salamone simbolizaron el orgullo por la nueva industria cárnica que exportaba a gran escala. Las entradas tenían altas torres en forma de cuchillas y las salas fueron azulejadas para cumplir con las nuevas normas sanitarias. El arquitecto del “monumentalismo criollo” también dejó su sello en las plazas de Balcarce, Pringles y Azul, donde construyó fuentes de fuerte impacto visual, luminarias con múltiples detalles, bancos con figuras geométricas y hasta zigzagueantes baldosas que generaban un efecto de movimiento al caminar sobre ellas. 2

http://elsitioindicado.blogspot.com.ar/2015/02/las‐obras‐de‐salamone.html


A fines de 1938 el proyecto Fresco-Salamone tropezó con problemas económicos y políticos que ocasionaron la demora de las obras en algunas comunas. Salamone decidió seguir trabajando para el gobierno de Tucumán, con una empresa de pavimentación que había montado su hermano. Fue acusado injustamente de irregularidades en un proceso de licitación y decidió autoexiliarse en Montevideo. Esta acusación fue desestimada y decidió regresar a Buenos Aires donde compró una residencia y comenzó una nueva empresa constructora con la que levantó un par de sobrios edificios en la Capital. Diabético y con problemas cardíacos, murió en agosto de 1959.

Contexto Internacional La terrible experiencia de la guerra de trincheras puso fin al largo siglo XIX, el del avance y consolidación de la sociedad burguesa signada por fuertes convicciones sobre el poder de la razón para avanzar hacia un futuro promisorio. Al concluir la Gran Guerra, el mundo era distinto, la crisis del imperio zarista había hecho posible que los bolcheviques tomaran el gobierno de Rusia y el socialismo, que comenzó con la guerra civil (1918-1921) y que derivó en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). El espacio capitalista fue hondamente impactado por la crisis de los años treinta y el avance hacia una economía global se truncó. Las diferentes consecuencias de la guerra en los países capitalistas, combinadas con sus distintas trayectorias históricas, derivaron en la configuración de diferentes espacios políticos. En el marco de las incertidumbres y las angustias gestadas en los campos de batalla y en relación con la crisis del capitalismo, emergió y se afianzó una nueva derecha: el fascismo que gobernó solo en Italia y Alemania, pero con una extendida repercusión y fuerte gravitación en Europa del Este. Desde fines de los años veinte, el régimen soviético, bajo la conducción despótica de Stalin, se volcó decididamente a favor de la industrialización acelerada y la colectivización forzosa. Después de un período cargado de ambigüedades, los tres principales regímenes: las democracias capitalistas, los nazifascistas y el socialismo soviético; se alinearon en dos campos enfrentados en la Segunda Guerra Mundial: el fascista, con la constitución del Eje (Alemania, Italia y Japón) y el antifascista, en el que se unieron las democracias y el comunismo. El mundo colonial siguió sujeto a la dominación de las principales metrópolis capitalistas que triunfaron en la Primera Guerra Mundial. Algunas de ellas, especialmente Gran Bretaña y Francia, anexaron nuevos territorios: las colonias arrebatadas a Alemania y los territorios de Medio Oriente tomados del desaparecido Imperio otomano. Pero además, la crisis económica de 1929 resquebrajó, en algunas colonias, las fuertes ataduras que las ligaban a los intereses metropolitanos y, especialmente en los mayores países de América Latina, dio lugar al crecimiento de las actividades industriales.


Contextos nacional, provincial y local Entre 1916 y 1930 se sucedieron tres gobiernos radicales, el último de ellos interrumpido por un golpe de estado. Durante esos años, uno de los conflictos políticos más relevantes se libró entre los grupos conservadores, alejados del control del estado debido a la aplicación de la Ley Sáenz Peña, y el radicalismo conducido por Hipólito Yrigoyen. La etapa culminó con el golpe militar del 6 de setiembre de 1930 que derrocó a Yrigoyen e impuso al general José F. Uriburu como presidente, iniciando el período de la restauración conservadora. Poco después del golpe de estado de 1930, quedó claro que el radicalismo, a pesar de haber sido desplazado del gobierno, contaba aún con apoyo popular. Su retorno a la lucha electoral en 1935 supuso nuevas complicaciones para el oficialismo, una alianza inestable y heterogénea articulada por el general Agustín P. Justo, que recurrió al fraude masivo para controlar la sucesión. En numerosas ocasiones, los mismos dirigentes que apelaban a ese mecanismo sostenían su apego a los principios constitucionales y a las leyes vigentes. Mientras tanto, crecía la importancia del ejército al momento de definir situaciones políticas. En un cuadro conmocionado por la Segunda Guerra Mundial, el periodo se cerró en 1943 con un nuevo golpe militar, que derrocó al presidente Castillo e impuso al general Arturo Rawson, que fue reemplazado por el general Pedro Ramírez. Una de las respuestas al impacto de la crisis fue el cambio de papel del Estado que comienza a intervenir en la economía, regulándola y promoviendo la industrialización sustitutiva de importaciones. Para combatir la recesión el gobierno encaró un ambicioso programa de obras públicas, tanto de grandes edificios para la administración pública como de la infraestructura necesaria para la transformación, transporte y comercialización de la producción agropecuaria (mataderos, frigoríficos, rutas, elevadores de granos, etc.). En la provincia de Buenos Aires, en febrero de 1936, luego de unas elecciones en las que el fraude alcanzó su expresión más evidente, Manuel Fresco se hizo cargo del gobierno bonaerense. Era uno de los dirigentes de la derecha política, decidido a evitar el retorno de los radicales. A pesar del fraude y de la violencia logró ser reconocido por su capacidad de gobernante y líder político en los primeros años de gobierno. La ideología del gobierno bonaerense era antiliberal, le asignaba un papel protagónico al Estado y formuló un programa social que incluía la construcción de casas económicas para obreros, la reglamentación de los conflictos laborales, mejoras en las condiciones de trabajo, nivel salarial de los obreros y trabajadores rurales, atención de la infancia, delincuencia, salud, colonización agrícola, educación que capacitará para trabajar, colonias de vacaciones, etc. Buscaba el disciplinamiento social exaltando el nacionalismo y la religión católica. Finalmente la provincia de Buenos Aires fue intervenida en 1940 y Fresco fue destituido por fraude (Cattaruzza, A. 2009). En Azul, en los primeros años del siglo XX, se destacó en la política el médico conservador Ángel Pintos, intendente y comisionado municipal en varias ocasiones. Intervención provincial mediante, los radicales


ocuparon el gobierno de Azul durante apenas cuatro años (1917-1921), para luego dar paso a más de dos décadas de gobiernos conservadores donde sobresaldría como figura sucesora del doctor Pintos, el abogado José Agustín Carús (Fuentes L. s. f.).

Estilo e Influencia de su obra Con la obra pública se creaba una nueva imagen de la institución estatal, vinculada a la modernidad y el progreso, y a la creciente intervención del Estado en la configuración del territorio; era una consecuencia de la actividad a la vez que un símbolo de su programa institucional. En la mayor parte de las construcciones se ve la capacidad simbólica y expresiva de la arquitectura moderna por parte del Estado. Su lenguaje de formas geométricas, techos planos, muros desnudos y blancos, desplegaba un discurso que hablaba de progreso y de una transformación productiva basada en la técnica. Por otra parte, se trataba de un lenguaje fuertemente asociado a lo urbano, cuya incorporación al paisaje del campo o de las pequeñas localidades del interior rescataría de su atraso a sus habitantes. Campo y ciudad dejarían de ser antagonistas, para que el primero se transformara en una suerte de prolongación de la segunda. Existieron variantes en cuanto a elecciones formales y a modelos de referencia. Así, la modernidad que proponía la arquitectura de los planes de Fresco era más audaz que el austero racionalismo de los planes mendocinos o el elegante modernismo de las escuelas cordobesas. Los edificios construidos en el interior de la provincia de Buenos Aires pueden ser juzgados, a primera vista como extravagantes, pero en realidad muestran una búsqueda de expresividad político-cultural de la arquitectura que fue propia de buena parte de la producción estatal de la década. La monumentalidad modernista de las obras promovidas por Fresco se proyectaba como una representación elocuente de modernidad y progreso. Cargada por un fuerte programa simbólico, esta arquitectura parecía apelar a todos los recursos para ser visible, construyendo hitos urbanos o territoriales que señalaran los nuevos programas económicos, sociales o culturales que encarnaron. La extrañeza con respecto a su paisaje circundante, en lo que atañe a la forma, colores o dimensiones, era deliberada, porque constituía la imagen de un cambio que contenía una promesa de futuro. Esta arquitectura se erigía al mismo tiempo como instrumento y símbolo de cambio. La sólida alianza entre arquitectura moderna y Estado fue central para la difusión de las formas y estéticas modernistas en la sociedad. Y ambos fueron los hechos característicos de los años treinta, aunque el eclecticismo siguió vigente en los proyectos de obras de las reparticiones estatales. Dentro de este marco ubicamos la obra de Salamone, cuya originalidad no se ajusta a un estilo preexistente. Se destaca por su verticalidad, simetría, escala monumental y por el carácter macizo, apabullante de los volúmenes, formando muchas veces elementos autónomos y plenos de significado. Es indudable la influencia de ciertas formas propias del Art Déco con sus dos líneas estilísticas estéticas: el


Zigzag y el Streamline, cuyos ascendentes provienen del Constructivismo, Cubismo, Futurismo, del propio Art Nouveau y del estilo racionalista de la escuela Bauhaus. Otro hito fueron los progresivos descubrimientos arqueológicos en el Antiguo Egipto que marcaron su impronta en ciertas líneas duras y la solidez de las formas del art déco, afín a su monumentalidad. Otras influencias fueron el neofuturismo italiano, la arquitectura totalitaria como el expresionismo alemán, el monumentalismo, el futurismo industrial y las creaciones vanguardistas de los Países Bajos, Austria, Checoslovaquia y Dinamarca en las primeras décadas del siglo XX; que buscaban nuevas formas para suscitar la emoción que se trasladaba a la arquitectura. Su estilo tuvo amplias similitudes con lo que hoy podríamos llamar premodernismo, explorando el uso de nuevos materiales: masas, morteros y “piedra líquida” tal como se lo llamaba al hormigón en esa época (Ballent, A. y Gorelik, A. (2011).

Obras en la Provincia Salamone, con su genio, creatividad y contemporaneidad, cambió el paisaje bonaerense en concordancia con los sucesos del momento. Nuevos materiales, nuevos usos, nuevos diseños, nuevas formas de propiación del ambiente. Construyó edificios que impresionan con su presencia, seguros, firmes, monumentales. Lo simbólico se apoya en su formalidad y se aprecia en municipios y delegaciones que proponen una imagen para la provincia y sus ciudades, otras veces es el binomio estructura-forma, cuchillas en el caso de los mataderos, otras es una obra símbolo, como en los cementerios. Todos arman un espectáculo escénico urbano.

Arquitecto Integral Otros aspectos que se consideraron para el montaje del Centro de Interpretación, fue desarrollar una serie de diseños gráficos que lo identifican, entre ellos: vinilo de corte en las paredes y aberturas vidriadas, material de difusión (folletería, postales, señaladores, etc.), firma de Salamone e identidad del Centro de Interpretación en material corpóreo que ilustran las paredes de los dos ambientes principales y señalética. De igual forma, se delineó una serie de audiovisuales y programación de software (soporte móvil/tableta) con información disponible para los visitantes.

COMENTARIOS FINALES La labor efectuada, establece un hito en la forma de difusión de la cultura local y regional, siendo este espacio el único en la ciudad donde los visitantes interesados en la obra del majestuoso Salamone disponen de la información necesaria para interpretar sus resultados arquitectónicos. La tarea de montar una exposición permanente fuera de nuestro ámbito museístico, fue un gran desafío de trabajo de nuestro equipo, con otros profesionales y especialistas. Los buenos resultados acompañan al continuo interés generado a la comunidad de índole nacional e internacional en la obra de Salamone, con la excelencia de aportar elementos a los visitantes para que interpreten la obra.


BIBLIOGRAFÍA Ballent, A. y Gorelik, A. (2011). País Urbano o País Rural: la modernización territorial y su crisis. En Cattaruzza, A. La nueva Historia Argentina. Tomo VII. Buenos Aires, Editorial Sudamericana. Cattaruzza, A. (2009). Historia de la Argentina 1916-1955. Buenos Aires, Editorial Siglo XXI. Fuentes, L. (s. f.). Conservadores y Radicales en el “Interior” Bonaerense (1910-1943). Centro de Estudios de Historia Política. IEHS-UNICEN, UNSM. En http://historiapolitica.com/datos/biblioteca/jornadas/fuentes.pdf. Fecha de consulta: 20 de marzo de 2016 ADAM, Sandra G.

(1);

CARRASQUERO, Silvia I.

(2);

EILERS, Gabriel A.

(3);

FORTUNATO, Carlos

(4);

MAYOR, María C. (5); URIARTE, Susana L. (6) (1) Encargada

de Archivo del Museo Etnográfico y Archivo Histórico Enrique Squirru, UNICEN y UNLP.

(2)

UNLP, Integrante/Investigador Museo Etnográfico y Archivo Histórico Enrique Squirru.

(3)

Director del Museo Etnográfico y Archivo Histórico Enrique Squirru.

(4)

Integrante/Investigador Museo Etnográfico y Archivo Histórico Enrique Squirru.

(5)

Integrante/Investigador Museo Etnográfico y Archivo Histórico Enrique Squirru, UNICEN, I. S. F. D. y T.

N° 156. (6)

Integrante/Investigador Museo Etnográfico y Archivo Histórico Enrique Squirru.


DOS MONUMENTOS FUNERARIOS CON VITRALES MONOCROMOS, UNA SINGULAR MANIFESTACION ARTISTICA

Autores: ADAM, Sandra Gabriela CARRASQUERO, Silvia Irene EILERS, Gabriel Andrés

ADAM, Sandra Gabriela

Dirección: Alfredo Prat N° 273, Azul, CP 7300. Telefono: 02281 425001/15554361. Email: adamsandra66@gmail.com CARRASQUERO, Silvia Irene

Dirección: Museo de La Plata, Paseo del Bosque, La Plata, CP 1931.Teléfono: 0221 4225648 Email: silviacarrasquero@yahoo.com.ar EILERS, Gabriel Andrés

Dirección: General Leyria N° 1295, Azul, CP 7300.Teléfono: 02281 434354/15400271 Email: gabeilers@gmail.com


DOS MONUMENTOS FUNERARIOS CON VITRALES MONOCROMOS, UNA SINGULAR MANIFESTACION ARTISTICA EJE TEMÁTICO: Turismo sustentable y patrimonio cultural. RESUMEN En la necrópolis de Azul (provincia de Buenos Aires) se observan dos fastuosas bóvedas diseñadas por el arquitecto Blas Dhers (UBA), pensadas en estilo art déco, en las cuales las vidrieras son monocromas en tonos de gris (grisaille), cuya iconografía particular se cree que puede contener iconología de filiación masónica. En el trabajo se indaga acerca de la significación de los elementos que se identifican en estos monumentos, obteniendo resultados en los cuales se reconocen una significación dual en los elementos que conforman la composición y una posible filiación masónica de los propietarios de estas unidades arquitectónicas.

OBJETIVOS Identificar o dar a conocer las particularidades de la obra arquitectónica del Arq. Blas Dhers en el Cementerio Único de Azul provincia de Buenos Aires, resaltando su estilo y la singularidad de sus vitrales.

INTRODUCCIÓN Las sepulturas han revestido diversas formas o modalidades, según el contexto social e histórico de la región que se lo ubique, variadas influencias de las pautas estéticas a través de los elementos y/o materiales muchas veces vinculados a diferentes creencias, cultos o filiaciones. Estas pautas se identifican como una forma constante del arte que es el estilo donde se expresa el artista comprometido con el sentir de un grupo pero, con una forma propia determinada y ordenada en un patrón estético que indica el espacio y el tiempo. Este trabajo forma parte de una prospección exhaustiva que actualmente se realiza en el Cementerio Municipal Único de la ciudad de Azul, provincia de Buenos Aires, el cual, dada la imponencia monumental y artística que reviste su arquitectura, es reconocido a nivel nacional. En el marco de este relevamiento, se analizaron las bóvedas realizadas por el arquitecto azuleño Blas Dhers, en las cuales se destacan de forma singular sus vitrales con ciertas particularidades que los hacen únicos en su estilo. Estas unidades arquitectónicas presentan descripciones estilísticas – que con sus interpretaciones iconológicas – ayudan a diagnosticar los rasgos del arte funerario local, resultando interesante poner estas obras arquitectónicas en valor y describirlas, como forma de indagar los motivos que llevaron al artista para ejecutar un proyecto tan bello como original.


METODOLOGÍA Se realizó una exhaustiva investigación o heurística de los antecedentes en la materia, los cuales ayudaron a profundizar sobre la temática de los vitrales sacros, unidades funerarias, estilo art déco y materiales de construcción entre otros. Asimismo, se analizaron las unidades arquitectónicas funerarias enfatizando el estudio sobre las vidrieras, en busca de una respuesta simbólica a través de la interpretación iconográfica y de la elección particular de los colores seleccionados por el artista. Se relevó un total de 19 bovedas del arquitecto Blas Dhers, las cuales se ubicaron espacialmente en el plano de la necrópolis, identificando secciones, fecha de construcción y ancestría de los apellidos de las familias propietarias. También se utlizaron diversos catálogos de vidriería artística, con el fin de contrastar y/o comparar estilos y diseños de las dos unidades seleccionadas para el presente trabajo. La fotografía fue otro de los métodos utlizados, con el fin de identificar estilos arquitectónicos, reconocer materiales de contrucción y rocas ornamentales internas y externas, como también diferentes ornamentos funerarios.

DESARROLLO Génesis y tradición de los vitrales Los vitrales, son una composición elaborada con vidrios de color, esmaltados o blancos, cortados de distinta manera para formar diferentes motivos ornamentales ensamblados y unidos entre sí por perfiles de plomo o cobre. Hace más de 3000 años los egipcios habían descubierto que, sometiendo a altas temperaturas una mezcla de arena, producían un vidrio opaco con el que fabricaban esmalte cerámico. También datos provenientes del Nínive del siglo VII a.C. hacen referencia a esta mágica sustancia. Los primeros vitrales artísticos conservados datan del período carolingio. Se trata de un rostro de Cristo del siglo IX, procedente de la iglesia abacial de Wissembourg, en la región de Alsacia, Francia. Es la imagen más antigua conservada intacta en una vidriera (Musée de l'Oeuvre Notre-Dame de Estrasbourgo, Francia). Estos restos tienen una gran semejanza estilística y pueden considerarse las primeras muestras de vitral occidental. La pieza presenta los rasgos perfilados con grisalla, característicos del incipiente estilo románico. Con el estilo románico durante los siglos XI- XII y parte del XIII, Francia fue una de las regiones europeas que desempeñó un papel protagónico. En Francia los vitrales más importantes de este estilo, se encuentran emplazados en las zonas de Le Mans y Poitiers. En Alemania los vitrales más antiguos preservados son los de la catedral de Augsburgo. En Inglaterra la catedral de York alberga la vidriera más antigua de ese país, y se remonta al siglo XII; mientras que en España no quedan restos de vitrales de época románica. El estilo gótico nace en el siglo XII, cuando se reconstruye St. Denis (París), haciendo posible el desarrollo del arte del vitrail. En las iglesias representan escenas religiosas las cuales sirven para adoctrinar al pueblo en la fe cristiana, el mismo alcanza su esplendor con su doble función: la práctica (tapar aberturas dejando pasar la luz) y la didáctica (enseñar a los fieles, que eran en general


analfabetos, las narraciones del Antiguo y Nuevo Testamento). Como los sacerdotes y sus fieles realizaban sus actividades de día, los vitrales se apreciaban nítidos con la luz que llegaba desde el exterior (Medina del Río y Casinello, 2013). Cuando comienza el siglo XVI con las revoluciones protestantes en el norte de Europa, que provocó migraciones, vidrieros flamencos y alemanes emigraron a Inglaterra. Las figuras ocupan todo el espacio como un gran cuadro. En el siglo XIX se redescubre la belleza del vidrio en sí y la belleza del vitral en las obras del gótico. Esta reaparición la debemos buscar en el siglo anterior cuando se realizan nuevos estudios de la Antigüedad y de la Edad Media, surgiendo el neogótico. Augustus W. Pugin (1812-1852) es uno de los más prestigiosos arquitectos del neogótico: su primera iglesia, en Saint Mary (Derby), coincide con la ascensión de la reina Victoria al trono en 1837. Con la era victoriana surgen nuevos talleres de vitrales en Inglaterra. Se usa el término de art nouveau como significado más amplio incluyendo a los movimientos de vanguardia análogos: todos estos movimientos incorporan en la arquitectura el uso del vitral renovado. En este sentido, en España nos encontramos con el modernismo catalán y las obras arquitectónicas de Luis Domenech de Montaner, Josep Puig Cadafach y Antoni Gaudi que incorporan el vitral (Polo García, 1987). En Estados Unidos, Luis Confort Tyffany revoluciona el vitral incorporando el vidrio favrile, un vidrio opalino, con vetas, que permite que el vitral sea en ambas caras, visto de día y de noche e incluso con luz artificial, lo cual no sucedía con los vitrales anteriores que solo podían verse en una sola dirección y además incorpora un nuevo método de soldar los vidrios entre sí, lo que permite el vitral tridimensional. El siglo XX abre un nuevo abanico de posibilidades con la incorporación de nuevos materiales y técnicas en el arte del vitral abriendo un horizonte increíble para este arte (Nieto Alcaide, 1998).

Los casos estudiados en Azul El arte de los vitrales religiosos, desde el paleocristianismo, tiene un dominio sobre las demás técnicas de pintura a las que impone sus estatutos, los colores vivos y saturados con formas delimitadas y precisas que son modelos de este tipo de estética y donde la policromía es una de las características que lo identifican.En la necrópolis local, encontramos dos bóvedas que no cumplen con el estándar común, fueron diseñadas por el arquitecto Blas Dhers (Rocca, A. 2014. p. 267-288), junto a su socio arquitecto Garbarini, quienes en la primera mitad del siglo XX han plasmado en Azul – tanto en el casco urbano como en la necrópolis – reconocidas e imponentes obras de un exquisito estilo ecléctico francés. Las bóvedas a las que se hace referencia pertenecen una a la familia Lafontaine-Dhers y la otra a la familia Aztiria-Astorga; presentan cuatro vidrieras, con diferente ubicación, pero con características similares, como la monocromía en blanco, gris y negro. Se cree que la selección del blanco y negro se corresponde con la forma de exponer la dualidad y diálogo entre opuestos, como ocurre en la simbología masónica; mientras que el color gris es una fusión de alegrías y penas, del bien y del mal, es el centro de todo ya


que se encuentra entre la transición entre el blanco y el negro, y es producto de la mezcla de ambos. El gris simboliza neutralidad, indecisión y ausencia de energía, expresándose tristeza, duda y melancolía. El blanco, es el de mayor sensibilidad frente a la luz. Es la suma o síntesis de todos los colores, y el símbolo de lo absoluto, de la unidad y de la inocencia, significa paz o rendición. Mezclado con cualquier color reduce su croma y cambia sus potencias psíquicas, la del blanco es siempre positiva y afirmativa. Los cuerpos blancos nos dan la idea de pureza y modestia. El blanco crea una impresión luminosa de vacío, positivo infinito. Mientras que el color negro simboliza al error, el mal, el misterio y en ocasiones simboliza algo impuro y maligno. Es la muerte, es la ausencia del color. Esta elección puede referir a la mencionada técnica de grisalle que se utilizó en el siglo IX del que ya hemos hecho referencia. Si bien es una técnica muy antigua, fue puesta de moda por diversos escultores en el siglo XIV para bocetos o dibujos preparatorios, con esta técnica conseguían dar la impresión de relieve mediante un claroscuro, generalmente gris o amarillo oscuro, el más cercano posible al color de la piedra. Su utilización será una de las características de la pintura nórdica: en el dorso de los retablos se solía representar una Anunciación en grisalle. Bóveda de la familia Lafontaine Dhers: Esta unidad tiene un sobrio estilo ecléctico en el cual prima el art déco, con la original aplicación de volúmenes geométricos y la aridez de las formas puras aplicadas a gruesos muros, remates terminados escalonadamente y un portal de hierro muy pesado y sólido (Fig. 1). La forma integral de esta bóveda, recubierta en granito gris oscuro sin pulir,al igual que el resto de las prospectadas por el mismo autor, nos remite a la fisonomía de una gran urna funeraria.


Figura 1. Bóveda Lafontaine Dhers. Autor de las fotografías Lic. Sandra Adam. El panel posterior presenta en forma centrado un gran vitral de importantes dimensiones, que solo puede apreciarse en el interior del recinto central. En este último encontramos un diseño iconográfico con un rostro adusto de una figura antropomorfa (Fig. 1) que apoya en sus labios de manera vertical el dedo índice de la mano derecha que no surge en su totalidad a modo de “apelación de silencio”. Esta figura se encuentra encerrada en un hexágono al que circunda una guarda conformada por 42 triángulos isósceles, que se disponen en forma lineal, siete por cada lado de la figura geométrica. Los lados, en disposición vertical del hexágono apoyan en la guarda rectangular que enmarca la totalidad del vitral, mientras que los espacios que surgen entre esta y los lados inclinados, son resueltos con cuatro arcos uno por lado, que se divide asimétricamente por curvas de diferentes tamaños de las que surgen líneas rectas a modo de radios. En cada ángulo donde nacen los arcos, se esboza en forma esquemática un compás abierto a 90º, que parece el responsable de las líneas curvas sucesivas que tienen el vértice del compás como centro (Gadea Saguier, C. 2001). En el interior del recinto u oratorio observamos una notable asimetría lateral, pues del lado derecho se destaca una importante vidriera en forma de tríptico conformado por vitrales monócromos que se contrasta con una pared ciega que la enfrenta, en el exterior se invierte el sentido ornamental puesto que en el lateral izquierdo se desarrolla una gran escena bíblica referida a la muerte, en broncería artística (Fig.2).

Figura 2. Trípticos bóveda Lafontaine-Dhers. Autor de la fotografías Lic. Sandra Adam.


La iconología del vitral central (Fig. 1) la centramos en el uso del hexágono como médula del diseño. Es conocido que la simbología Masónica se apoya en el uso de la geometría. Según Halevi (2003), los primeros usos del hexagrama se limitaron a la “Kabbalah práctica” esto es, la magia judía, probablemente alrededor del siglo VI a. C. Las leyendas conectan este símbolo con el “Sello de Salomón” que según la tradición es el anillo mágico usado por el Rey Salomón para controlar demonios y espíritus. Aunque el anillo original tenía inscrito el Tetragrammaton, el sagrado nombre de Dios de cuatro letras. A la estrella inscripta en estos anillos se llamó generalmente el “Sello de Salomón.” La leyenda del maravilloso sello anular que Salomón recibió del cielo, es común al judaísmo, al cristianismo y al Islam. Esto lo relacionamos con el vitral en cuestión por ser el dedo anular el que se destaca y se muestra de una forma sigular. El Sello de Salomón, que tiene su base en el suelo y cuyo ápice llega al cielo, simboliza la armonía de los elementos opuestos al igual que los colores que se esgrimen; su significado es a un tiempo múltiple y pluricultural, y quizá indique trascendencia o eternidad, refleja el orden cósmico, los cielos, el movimiento de las estrellas en sus esferas propias, el flujo perpetuo que se establece entre el cielo y la tierra, entre los elementos aire y fuego. También se puede observar al hexágono en el interior de la estrella, otro símbolo senario al que los geómetras concedieron importancia especial, por la perfección que implica el hecho de ser el único polígono regular cuyo lado mide exactamente igual que el radio del círculo que lo circunda y aun podemos ver en el interior del hexágono al cubo, otro símbolo fundamental de la Masonería relacionado con el senario por el hecho de tener seis caras. El cubo nace del cuadrado, que llevado a la tridimensionalidad o a la geometría euclidiana, adquiere forma cúbica. La primera potencia es la unidad; la segunda, el cuadrado; la tercera, el cubo. Del cubo son visibles a la vez únicamente tres de sus seis caras; las otras tres se mantienen ocultas. He ahí otro símbolo del equilibrio entre lo inmanifestado y la manifestación, lo invisible y lo visible; quizá en esto se encuentre el silencio o el secreto que esconde la figura que nos atañe. Mientras al paraíso terrestre se lo figura en forma circular o esférica, a la Jerusalem Celeste se la representa como un cubo, pues son “iguales su longitud, su latitud y su altura”. 1 Pendientes en el friso superior e inferior, casi en las esquinas del cuadro observamos cuatro Borlas que nos recuerdan las “Cuatro Virtudes Cardinales”: Templanza, Justicia, Fortaleza, Prudencia. Mientras que en el inferior lo centra la clepsidra alada. Mausoleo familia Aztiria-Astorga: El otro mausoleo (Fig. 3), revestido en granito gris oscuro sin pulir, pertenece a la familia Aztiria y sobre la puerta de acceso se puede leer “Homenaje a Antonia Aztiria de Astorga”. Diseñada por Blas Dhers, muestra un elegante estilo art decó, en el recinto central y a los lados de un suntuoso altar revestido por no menos de cinco tipos diferentes de exquisitos mármoles italianos (bianco brecciatto, bianco venato, etc), encontramos en los muros laterales grandes vitrales o vidrieras monocromos con diseños muy complejos y diferentes en cada paño. 1

Apocalipsis, XXI, 16).


Figura 3. Bóveda Aztiria-Astorga. Autor de las fotografías Sr. Gabriel Eilers. En el de la derecha centra el diseño una cruz aparentemente latina, formada por dos segmentos de diversa medida que se intersectan en un ángulo recto, donde el segmento menor está a una proporción de tres cuartos con respecto al más largo. Tiene como particularidades geométricas al igual que el vitral que describimos con antelación: en la unión de los dos fragmentos que forman la cruz encontramos la diagramación de un cuadrado que en el centro se destaca otro de menor tamaño y ubicado con el apoyo sobre uno de sus ángulos, de esta manera se reitera la figura geométrica que utilizaban en el diseño ya descripto, dejando un espacio hacia el fondo en el que se completa con ocho triángulos, y con el juego de las tonalidades grises aparece una cruz isomorfa en forma inclinada. Es de destacar que todo el recorrido de la cruz es con figuras geométricas triangulares o letra delta (Chevalier, J. y Gheerbrant A. 2010) del alfabeto griego que para la masonería representa el Delta Luminoso (G. L. O. L. y A., 2013 ), que era venerado por los pitagóricos en la forma de la Tetraktys, la cual tiene también una forma triangular y era considerada como el símbolo de la Mónada y del Universo al


mismo tiempo, pues esa forma triangular está constituida por diez puntos dispuestos a cuatro niveles: 1, 2, 3, 4, cuya suma da efectivamente diez. Esos cuatro niveles están indicando la idea del Cuaternario, del número cuatro y no deja de ser interesante observar que en el alfabeto griego la letra delta ocupa el cuarto lugar. Esos diez puntos o diez números, que repetimos constituyen la suma de los cuatro primeros dígitos, son el símbolo de la Manifestación Universal, del discurso cósmico en el despliegue indefinido de todas sus posibilidades. El mismo simbolismo está sugerido, bajo una forma geométrica distinta, por el círculo y la cruz inscripta en su interior, es decir por el símbolo universal de la rueda, siendo esa cruz la expresión misma del cuaternario, que es el que hace posible conectar el centro a la circunferencia, y por tanto la Unidad a la multiplicidad, y viceversa. En realidad la Tetraktys reúne, como el delta masónico o la rueda, los símbolos geométricos y numéricos que mejor explican el acto misterioso de la creación, y más allá de ella enseña a concebir en nuestro interior la idea misma de la Unidad o Gran Arquitecto, que no solo va dirigida a la mente racional, sino sobre todo a despertar la "intuición intelectual" que reside en el corazón y que es la que verdaderamente nos conduce en el camino del Conocimiento. De ahí que para la Masonería sea tan importante el Delta Luminoso como representación simbólica del Gran Arquitecto. El diseño del pedestal de la cruz, consta de tres escalones representando las tres virtudes masónicas teologales: Fe, Esperanza y Caridad. La Fe en nuestras potencialidades, la Esperanza en nuestro perfeccionamiento moral, la Caridad con nuestros semejantes. También demuestra con sus infinitos escalones que cuando llegamos al final de una etapa, el siguiente es el comienzo de un nivel superior. El humo de un inciensario redondo con los mismos símbolos envuelve la cruz y de fondo se observan círculos concéntricos y radios asimétricos que nacen de los diferentes círculos. Este tipo de fondo se hace presente en los tres vitrales tratados. El último vitral a describir es el que se encuentra ubicado hacia la izquierda del recinto. En él se observan una columna trunca y el libro sagrado, la Piedra Bruta se despojará de sus asperezas y cuando esta piedra se encuentre pulida, podrá hacer uso del compás que justamente es la figura que dibuja la que se presenta de fondo. En forma especular observamos la iconografía del friso superior del vitral con dos borlas y en forma central -lo que sería el zócalo del vitral- se ve la clepsidra alada que para la masonería significa que el espacio y el tiempo son conceptos elaborados por la mente humana y lo único que existe es la eternidad.

CONCLUSIONES Las obras del arquitecto Blas Dhers, conforman un importante bagaje patrimonial, no solo por el gran número relevado, sino por la incorporación del estilo art decó en la necrópolis local, diez años antes que irrumpiera en la misma la fabulosa obra del Arq Ing. Francisco Salamone. La originalidad de las vidrieras proyectadas por Dhers, ya sea por su diseño repartido y de color, encierran una dualidad en la significación, ya sea en sus colores como en la iconografía uno para el


común de la gente y otro que solo lo interpretan los iniciados en alguna logia o sociedad hermética que serán los que pueden reconocer en ellos la verdadera interpretación simbólica de los elementos composicionales. Se considera importante poner en valor este tipo de obras como fragmento importante del patrimonio funerario azuleño, el mismo revela proyectos originales, gustos particulares, creencias y pertenencia intrínsecas de una sociedad en particular.

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TURISMO Y PATRIMONIO MUNDIAL CONSERVACIÓN Y USO: UN EQUILIBRIO NECESARIO

Autores: Gabriel J. Comparato Uriel Charne

FILIACIÓN INSTITUCIONAL: INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN TURISMO – FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS – UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA Dirección: Calle 6 núm. 777, oficina 329, La Plata. Teléfono: 0221 4236769 Int. 154 Email: gabrielcomparato@gmail.com; uriel@charne.com.ar


TURISMO Y PATRIMONIO MUNDIAL CONSERVACIÓN Y USO: UN EQUILIBRIO NECESARIO EJE TEMÁTICO: Turismo sustentable y patrimonio cultural RESUMEN La presente propuesta tiene como objetivo central abordar la relación entre turismo y desarrollo haciendo hincapié en el concepto patrimonio mundial. En este sentido, el presente no perseguirá realizar un análisis convencional sino que intentará desentrañar las múltiples consecuencias que puede conllevar el uso turístico del patrimonio, considerando tanto los impactos positivos como los negativos. A partir de dichos aportes se pretende identificar una serie de consideraciones generales a los efectos de promover planes de gestión que concilien la relación entre uso y conservación bajo criterios sustentables.

OBJETIVOS Objetivo general ●

Analizar las múltiples consecuencias que surgen a partir del uso turístico de los Sitios de Patrimonio Mundial en Argentina

Objetivos específicos ●

Desarrollar el concepto de gestión patrimonial sustentable

Identificar los impactos positivos y negativos que se generan sobre un sitio luego de su inscripción a la Lista de Patrimonio Mundial.

Analizar los conflictos que surgen entre el uso turístico del patrimonio y la intención de una correcta conservación de los mismos

Proponer una serie de lineamientos de gestión generales con criterios de sustentabilidad para los sitios inscritos a la Lista de Patrimonio Mundial.

METODOLOGÍA La presente propuesta plantea como metodología de trabajo un abordaje cualitativo en el que se combine de dos grandes formas de trabajo, un sentido deductivo y otro inductivo. Es decir a los efectos de analizar la multiplicidad de efectos que conlleva el uso turístico de bienes inscriptos en la Lista de Patrimonio Mundial ante la UNESCO, por un lado se trabajará en la conformación de un marco teórico a partir de la recolección y análisis de la bibliografía existente sobre el tema.


Finalmente, el trabajo incluirá un aporte propositivo identificando una serie de consideraciones generales a los efectos de promover planes de gestión que concilien la relación entre uso y conservación bajo criterios de sustentabilidad sociocultural, económico y ambiental.

DESARROLLO Lejos de tratarse de una categoría estática, la noción del patrimonio se fue ampliando a lo largo de la historia, incluyendo no sólo expresiones del pasado sino también al patrimonio “vivo”, cómo son las prácticas y tradiciones que han pasado de generación a generación. Esta evolución o crecimiento puede verse reflejado en el escenario internacional a partir de la Carta de Venecia a mediados del siglo XX (1964) donde se consagra la ampliación conceptual del patrimonio y se resalta la idea de que el monumento ya no sólo refiere a las grandes creaciones sino también a “obras modestas que han adquirido, con el tiempo, un significado cultural”. Tal es así que autores como Conti (2013:3) señalan una noción del patrimonio que implica, en la actualidad, un sistema complejo de componentes naturales y culturales, materiales e inmateriales. Ello nos lleva a plantear que la idea del patrimonio ya no se limita a las pirámides de Egipto, sino que es amplia y diversa incluyendo desde testimonios materiales tal como un bien industrial, la acción del hombre en la naturaleza bajo la categoría paisajes culturales, las interacciones del hombre a lo largo de la historia como un itinerario cultural, la acción de la naturaleza manifiesta

en

una

formación

fisiográfica

o

incluso

una

comida

o

danza

típica.

El punto es que el patrimonio, en tanto construcción social, no constituye necesariamente una síntesis simbólica de un acervo cultural o natural heredado. Si bien está estrechamente relacionado con la idea de pater (padre), las nuevas conceptualizaciones vinculadas a la temática hacen hincapié al carácter selectivo e inventivo del patrimonio (Prats, 1997) en tanto su capacidad de generar discursos. De ahí que cobre relevancia la idea de patrimonialización como proceso de tipo voluntario que implica la incorporación de valores socialmente construidos, contenido en un espacio tiempo de una sociedad particular (Bustos Cara, 2004). En una suerte de síntesis de las nuevas interpelaciones, Troncoso y Almirón (2005:4) definen al patrimonio como “una representación simbólica de una versión de la cultura y la identidad, producto de un proceso social de selección definido por valores, demandas e intereses contemporáneos, que es llevado a cabo por actores concretos, con intereses concretos y con poder suficiente para lograrlo”. Lo anterior da pie, incluso, para incorporar al debate los bienes que tienen el máximo grado de reconocimiento institucional en el escenario internacional. Se trata de testimonios naturales y/o culturales inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial ante la UNESCO. En este sentido, a partir de la “Convención sobre la protección del patrimonio mundial cultural y natural”, adoptada por UNESCO en 1972, los Estados Miembros reconocen el principio de soberanía de los países pero, al mismo tiempo, expresan el interés colectivo de la comunidad internacional por cooperar en la protección y valorización del patrimonio, en especial sobre aquel que presenta cualidades excepcionales, a fin de garantizar medidas de identificación, protección, conservación y presentación adecuadas. De ahí que si


se hace eco de los bienes que manifiesta un valor universal excepcional (VUE), las directrices prácticas para la aplicación de dicha convención (UNESCO, 2008: 11) consideran que existen referentes patrimoniales (tangibles o intangibles, culturales o naturales) que poseen características únicas. En efecto, no sólo manifiestan valores o atributos inestimables o irremplazables sino que, al mismo tiempo, dichos atributos son importantes para una nación y para toda la humanidad. En otras palabras, el análisis de su importancia adquiere una dimensión mayor que la que establece una frontera física política, e implica una valoración que trasciende el lugar donde está emplazado y al mismo tiempo es importante para el presente y el futuro de toda la humanidad. En virtud de lo anterior, uno de los puntos que ha generado más discusión y controversias en la literatura es en lo que concierne al equilibrio entre el uso y conservación de ese patrimonio. Es en ese debate donde se incorpora, también, la actividad turística. Si bien es cierto que presenta diversas potencialidades y oportunidades también conlleva múltiples riesgos y amenazas para la salvaguarda del patrimonio. Prats (2003) para referirse a la relación turismo y patrimonio expresa una ecuación en la que a partir del interrogante “patrimonio + turismo = ¿desarrollo?”. Sostiene, en efecto, que el turismo y patrimonio se necesitan pero aclara que también es una situación conflictiva en donde la razón patrimonial y la razón turística despiertan tensiones. Se podría agregar, que entre los condicionantes que pueden aparecer para que esta relación se dé de una forma armoniosa se destaca la planificación y los principios del desarrollo sostenible. Ruiz Lanuza y Pulido Fernández (2015) en un trabajo titulado “El impacto del turismo en los Sitios Patrimonio de la Humanidad” identifican y sistematizan la evidencia disponible en las publicaciones científicas internacionales acerca de la incidencia del turismo en los sitios inscritos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En este sentido, señalan al menos dos puntos a tener en cuenta. Por una parte, sostienen que hubo un crecimiento cuantitativo muy importante en lo que refiere a la producción bibliográfica referida al tema desde el año 2010 a la fecha y por otra, pese a existir numerosa bibliografía de distintos lugares del mundo que aborda tanto los impactos positivos como los negativos, la mayor parte de las publicaciones sobre esta cuestión plantean como el mejor camino de solución la gobernanza y la necesidad de generar indicadores. En un intento de síntesis de los sitios inscritos en la Lista de Patrimonio de la Humanidad ante la UNESCO, se observa lo siguiente:


Fig. I: Sitios inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial (UNESCO)

Fuente: elaboración propia en base a UNESCO (2016), consultado: 29/2/16.

Si el foco se centra en la búsqueda del equilibrio entre el uso y conservación del patrimonio, es pertinente señalar que el desarrollo de la actividad turística trae aparejado una serie de impactos positivos y negativos en los subsistemas sociales, culturales, ambientales, económicos y políticos. Claro está que dichos impactos no se dan siempre de la misma forma sino que dependen de varios factores, como puede ser si se trata de un destino emergente o consolidado, las características socioterritoriales de la comunidad, el volumen de visitas que reciba, si trata de un bien natural o cultural, características de su orden jurídico, entre otras variables. En otras palabras, esos factores o variables harán variable el tipo y magnitud de impacto que se puede dar. Los bienes Patrimonio de la Humanidad no están ajenos a esta situación sino que, por el contrario, si bien aún no existen estudios exhaustivos al respecto, se entiende que el solo hecho que un sitio sea inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial conlleva a una mayor llegada de visitantes. Ello se convierte, como tal, en una ventaja comparativa para el destino, en tanto que los gestores ven en la llegada de turistas la posibilidad de incrementar los ingresos. Es así que esta actividad generalmente pasa a ser una de las principales fuentes de financiación y sustento para lograr la conservación y protección de los recursos naturales y culturales. Claro que el factor económico es sólo una de las tantas variables que se precisan para lograr un desarrollo sustentable y sostenido en el


tiempo, ya que por sí solo no es suficiente para lograr un desarrollo integral y participativo. En este sentido, para lograr trazar un camino donde los beneficios involucren a todas las partes, se considera oportuno que en las diferentes etapas de la gestión haya involucramiento de la comunidad local, del ámbito público, del ámbito privado y de los organismos internacionales, según el caso. Un concepto que se debe tener en claro es que los impactos son causados por un complejo conjunto de factores socioambientales y pautas de desarrollo donde intervienen varios agentes y diferentes grupos de poder. Entonces el problema principal no es la cantidad de llegadas sino las presiones que se ejercen sobre la comunidad local en cuanto a sus prácticas culturales y una posible alteración identitaria. De allí surge, por ejemplo, el concepto de gentrificación, es decir un proceso que involucra el desplazamiento de los sectores vulnerables de un territorio determinado producto del aumento del valor de la tierra y las presiones inmobiliarias y económicas que giran en torno al patrimonio. Respecto a los impactos sobre bienes naturales, Arthur Pedersen (2005) afirma que “la resistencia y la resiliencia son los dos principales factores del impacto. La resistencia es la capacidad de absorber el uso sin sufrir una perturbación; la resiliencia es la capacidad de retornar al estado inicial después de haber sufrido una perturbación”. A partir de esta apreciación notamos que dependiendo las características del bien será el tipo de impacto que el mismo puede recibir y sus consecuentes acciones para aminorar y mitigar los daños o perjuicios. Puesto en términos prácticos, si se tomara un sendero dentro de un área protegida, se puede percibir que los mayores impactos negativos se dan con las primeras llegadas de turistas por el uso y compactación de los suelos, pero el uso adicional tendrá un efecto marginal menor en el área. Por otra parte, si bien es cierto que el poder político juega un rol clave desde el punto de vista de la gestión, es necesario comprender que para un manejo sustentable, resulta necesaria la participación de todos los sectores intervinientes. A modo de ejemplo, los operadores y las cadenas de hoteles pueden participar en la gestión del sitio mediante contribuciones financieras o incluso concientizando a los turistas sobre prácticas de turismo sustentable. De la misma forma y a rasgos generales, como menciona Arthur Pedersen (2005) “el turismo puede promover los valores culturales al apoyar la artesanía local o generar actividades económicas alternativas”. Ahora bien, no es suficiente mencionar los impactos positivos y negativos, sino que es preciso establecer ciertas recomendaciones para comprender cuál es el camino a seguir para alcanzar un correcto desarrollo de la actividad turística, poniendo el foco en la mitigación de los impactos negativos. En este sentido, a continuación se proponen algunas líneas de acción posibles en función de las dimensiones que conforman la sustentabilidad, tomando como ejemplo un impacto positivo y otro negativo para cada una de ellas:


Fig. II Matriz de impactos y lineamientos estratégicos de gestión.



Del análisis de la matriz anterior se puede concluir que es preciso reconocer la multdimensionalidad que conlleva el uso turístico del patrimonio para de esta manera definir lineamientos estratégicos de gestión. De esta forma, se concluye que se debe trabajar articuladamente y sostenidamente en tres grandes áreas transversales: 

Políticas de reinversión de los recursos obtenidos por la actividad turística con criterios de asignación en función de las necesidades y expectativas de las comunidades locales.

Políticas de formación y capacitación, en distintos rubros y con distintos alcances, tendientes a la sensibilización de beneficios y riesgos que conlleva la actividad para el patrimonio.

Generación de mecanismos e instancias de participación y articulación entre referentes y actores de la comunidad local con el objeto de fortalecer el capital social y un desarrollo inclusivo.

CONCLUSIONES Tal como se trabajó a lo largo del texto, el uso turístico del patrimonio puede conllevar múltiples consecuencias a los subsistemas sociales, culturales, políticos, ambientales y económicos dentro de un territorio determinado. En este sentido, se consideró prioritario incorporar el concepto de gestión patrimonial sustentable, en tanto que involucra y aborda el manejo patrimonial desde un punto de vista integral y multidimensional, buscando el equilibrio entre uso y conservación del patrimonio y, además, la mejora en la calidad de vida de las comunidades locales. Es decir, por un lado potenciar y fortalecer los impactos positivos y, por otro, mitigar lo negativos asegurando la conservación, protección y salvaguarda del patrimonio. Para ello, en función del análisis de sitios argentinos inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial, en el presente artículo se decidió incluir lineamientos estratégicos para el desarrollo de herramientas para una gestión integral. Ello implica identificar una serie de estrategias posibles, involucrando al conjunto de actores, y en especial a la comunidad local y al turista.

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MATERIAL GRÁFICO Fig. I: Sitios inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial (UNESCO). Fuente: elaboración propia en base a UNESCO (2016), Consultado: 29/2/16. Fig. II Matriz de impactos y lineamientos estratégicos de gestión. Fuente: elaboración propia.


PATRIMONIO CULTURAL Y TERRITORIO EN LA ARAUCANÍA (CHILE): UN VIAJE ENTRE LO ETÉREO Y LO MATERIAL

Autor: Cristian Rodriguez

HABITAT STUDIES INSTITUTE, AUTONOMOUS UNIVERSITY OF CHILE

Dirección: Avenida Alemania 01090, 4780000 Temuco, Chile Email: cristian.rodriguez@uautonoma.cl


PATRIMONIO CULTURAL Y TERRITORIO EN LA ARAUCANÍA (CHILE): UN VIAJE ENTRE LO ETÉREO Y LO MATERIAL EJE TEMÁTICO: Turismo sustentable y patrimonio cultural RESUMEN En las últimas décadas el espacio cultural se ha tornado cada vez más heterogéneo, complejo y cambiante. La Araucanía, ubicada al sur de Chile, es uno de los territorios que posee mayor diversidad cultural fruto de la reciprocidad generada tras siglos de convivencia en un crisol de tradiciones que han fortalecido nuestra historia. Proceso que otorgó un sello distintivo, lo que se puede apreciar en diferentes manifestaciones, muchas de las cuales encuentran su máxima expresión a través de la arquitectura, la que materializa una compleja realidad cargada de ritos, emocionalidad y tradiciones tanto europeas, chilenas o mapuche que conviven fundiéndose en un paisaje multiétnico. Así, desde las primeras manifestaciones funerarias pre-hispánicas mapuches, pasando por antiguas estaciones, barrios históricos, olvidadas haciendas y peculiares cementerios constituyen dichos escenarios, siendo estos últimos los más ricos, capaces de sintetizar las relaciones entre sociedades diversas que logran unirse alcanzando un sincretismo cultural que debiera ser entendido como el sello de la Araucanía. De este modo, el Turismo Cultural se puede convertir en el primer paso para tomar mayor conciencia en relación con la importancia de lo que somos y lo que tenemos, para ello, es esencial la necesidad de recuperar nuestra memoria. Finalmente, a través del desarrollo del Turismo Cultural, se puede re - descubrir nuestras heterogéneas raíces, educar respecto al patrimonio cultural, reconocer la vinculación del hombre con el territorio por medio de rutas patrimoniales y relevar el estrecho vínculo entre lo etéreo y lo material en este lugar del mundo.

Palabras Clave: Patrimonio, Araucanía, Turismo, Identidad


CULTURAL AND HERITAGE TERRITORY IN ARAUCANÍA (CHILE) : A TRIP BETWEEN THE ETHEREAL AND THE MATERIAL

ABSTRACT: In recent decades the cultural space has become increasingly diverse, complex and changing. Araucanía in the south of Chile, is one of the areas that has most culturally diverse fruit of reciprocity generated after centuries of coexistence in a crucible of traditions that have strengthened our history. Process that awarded a hallmark, which can be seen in various manifestations, many of which find their highest expression through architecture, embodying a complex reality full of rituals, both emotionality and european traditions, chilean and mapuche live in a multiethnic melting landscape. So, from the earliest pre-hispanic burial mapuche demonstrations, through old stations, historic neighborhoods, estates and peculiar forgotten cemeteries constitute such scenarios, the latter being the richest, able to synthesize the relationships. Between different societies that make reaching join a syncretism culture that should be treated as the seal of the Araucanía. So, cultural tourism can become the first step in enhancing awareness regarding the importance of what we are and what we have, so it is essential the need to recover our memory. Finally, through the development of cultural tourism, you can re-discover our heterogeneous roots, educating for cultural heritage, recognizing the link between man and the territory through heritage routes and relieve the close link between the ethereal and the material this part of the world.

Key words: Heritage, Araucania, Tourism, Identity

INTRODUCCIÓN Chile, es un país ubicado en el extremo sur del mundo, en la percepción geográfica occidental medieval podríamos señalar casi en la periferia de la civilización, de hecho fue uno de los últimos territorios en ser conquistado por los españoles. Así, surgió nuestra historia, escrita con la visión del conquistador que buscaba reducir al aborigen y abrir un crisol de modernidad, ese ha sido nuestro constante devenir, siglos tras siglos de sincretismo cultural que ha marcado unos de los territorios más encantadores de nuestro


país: La Araucanía. En la presente investigación se exponen los antecedentes históricos del poblamiento inicial y su evolución a lo largo del tiempo, en búsqueda de comprender el sincretismo cultural, resultado de un proceso complejo y extenso en el territorio de la Araucanía. Además se entrega una descripción general de la relevancia del marco geográfico territorial en la construcción del paisaje cultural y valor del territorio. Esta información antes señalada permite visualizar la importancia de preservar y generar acciones para la puesta en valor de este legado ancestral por parte de la ciudadanía e identificar el rol del Estado en esta materia, en un país con poco desarrollo turístico en materia cultural, a pesar de contar con territorios tremendamente significativos en su diversidad cultural.

Devenir histórico y sincretismo cultural En Chile, antes de la conquista española, los mapuches ocupaban un amplio territorio que abarcaba de Norte a Sur, desde el Valle del Aconcagua hasta la isla Grande de Chiloé, y de Oeste a Este, desde el Océano Pacífico hasta la Patagonia Argentina. “Los mapuches […] poseían un territorio muy poblado […] estaban organizados socialmente en agrupaciones, cada una de las cuales estaba situada principalmente, en los bordes de los ríos”. (Bengoa 2003). Al llegar el español al territorio de la Araucanía, encontró condiciones económicas bien desarrolladas, con predominio de la agricultura y la ganadería. Los indígenas “vivían en comunidades esparcidas y libremente confederadas que funcionaban en un nivel de cacicazgos incipientes”. (Dillehay, 1990), los que determinaban su organización social y política, definida por estructuras jerárquicas delimitadas por el control de la tierra, el que se lograba a través de las relaciones de parentesco establecidas por los matrimonios y la poligamia, lo que articulaba una estructura organizativa de linajes patrilineales que permitía ampliar nexos políticos entre familiares, linajes y localidades así emparentadas. En esta estructura, el que ostenta el mayor poder dentro de cada comunidad es el lonko1, quien hereditariamente es el que dominaba un territorio y a su población. Existiendo de este modo varios con sus respetivos núcleos de poder, lo que impedía alcanzar una organización de gobierno centralizado. Por otro lado, la religiosidad del pueblo mapuche ha sido estructurada a través de complejas formas de Lonko: jefe correspondiente a cada grupo de familias (lof). Antiguamente se reunían los lonkos para elegir al toqui, jefe militar que coordinaba las acciones de todas las comunidades.

1


comprensión del mundo, al configurar variados simbolismos, los que conforman un conjunto de creencias y rituales sagrados, que están presentes en la mayoría de los momentos de la vida cotidiana y del lenguaje de este pueblo. “Posiblemente en Chile sean pocos los grupos o sectores que manifiestan con tanta claridad como los mapuche, que su identidad, su ser se liga hasta confundirse con lo sagrado” (Forester, 1995).

Imagen 1 Ceremonia de celebración de entrega de terrenos por parte de la Conadi, comunidad Cano Antinao, Collipulli.

Este conjunto de creencias se personifica en la machi2, quien goza del poder y respeto de la comunidad por el contacto que tiene con los dioses, los cuales forman parte de una estructura mayor de comprensión del mundo relacionada con el cosmos y la naturaleza, “congregando a la sociedad en una sola expresión de moralidad religiosa” (Dillehay ,1990), que involucra tanto a los vivos como a los muertos. De esta manera, la cosmovisión mapuche es un conjunto de ideologías utilizada por este pueblo para interpretar la vida y comprender diferentes hechos de la cotidianidad. “La cosmovisión es el todo. Es la armonía. Es el equilibrio. Es el hombre, naturaleza y lo que ocurre”. (Mires 1992). Así, esta forma de comprender el mundo ha generado a través del tiempo que este pueblo fuera 2

Machi: autoridad religiosa mapuche, cuya función principal es dirigir los ceremoniales de curación denominados machitún.


construyendo un carácter propio en cuanto a la forma de ver y comprender su entorno, traduciéndose en cada aspecto de la vida diaria y, por sobre todo, en los aspectos ceremoniales. De este modo, la cosmovisión está integrada a un contexto cultural y social mayor, reflejando el medio ambiente físico e intelectual en el cual ha vivido, representando una estructura simbólica dual y simétrica basada en parejas de oposición. Diseñando diferentes concepciones del mundo interrelacionadas entre sí. La primera de ellas tiene que ver con una concepción vertical y jerarquizada del cosmos, por medio de una superposición de siete plataformas cósmicas, las que agrupadas representan el cielo (en la parte superior), la tierra (una instancia intermedia) y el infierno (en la parte inferior). Asimismo se desarrollaron las relaciones entre los mapuche a la llegada de los españoles, quienes encontraron una sociedad articulada en base a formas de parentesco que les permitía el dominio del territorio y de las redes económicas. Esto determinó en el momento de la Independencia, en el año 1810, gozaba de un escenario jurídico particular como consecuencia de los parlamentos realizados por los mapuches con las autoridades españolas. Estos reconocían la Frontera3 territorial en el río Bío Bío, logrando mantenerse como un territorio autónomo habitado por el pueblo mapuche, el cual poseía un espacio muy poblado y estaba organizado socialmente viviendo en agrupaciones, cada una de las cuales estaba situada principalmente en los bordes de los ríos (Bengoa, 2003, p. 101). Dicha autonomía establecía, como plantea el historiador Jorge Pinto, que existiera un Estado incrustado en otro, lo cual le representaba al Estado un obstáculo para el desarrollo y fortalecimiento de la naciente República chilena, convirtiéndose en un peligro inclusive para la integridad nacional. Chile comenzaba a configurar las primeras estrategias para alcanzar la consolidación de un Estado nacional, objetivo que a todas luces era entorpecido por las condiciones propias que caracterizaban a la Araucanía, la que se desarrollaba todavía como en los tiempos coloniales, con autonomía y determinada por las relaciones fronterizas entre huincas y mapuche. (Rodríguez y Saavedra, 2007) Ya a mediados del siglo XIX, la producción salitrera del norte y cerealera del Valle Central, dieron sus frutos haciendo crecer las arcas fiscales más de lo presupuestado, por lo que el nivel de exportaciones comenzó a ser tan alto que pronto debieron explorar nuevos territorios para mantener este excelente

3

La “Frontera” establece el límite del imperio español y es el muro donde termina la República; separa el territorio mapuche del territorio chileno.


crecimiento, haciéndose inevitable que comenzaran a centrar la mirada en la Araucanía, territorio virgen, jamás explotado y poseedor de un vasto territorio tremendamente fértil, excelente para el desarrollo de la actividad agrícola. Sumado a lo anterior, con la promulgación de la Constitución de 1833 se actualizó la necesidad de ocupar íntegramente el territorio de la República, especialmente en las zonas consideradas “desiertos demográficos”, entre las que se encontraban la Araucanía. Por ello, el Estado de Chile acelera un proceso de penetración en la Frontera, con la finalidad de anexar definitivamente el territorio mapuche a la jurisdicción nacional. Similar a lo sucedido en otros países latinoamericanos, se inició un debate en torno a qué hacer en relación con los terrenos “baldíos”, debate que nació en Argentina, cruzó la frontera y se instaló en nuestro país como un discurso ocupacional que iba a finalizar con la anexión definitiva de la Araucanía. Entre estos teóricos se encuentran los argentinos Domingo Faustino Sarmiento y Juan Bautista Alberdi, y los chilenos Marcial González, Benjamín Vicuña Mackenna, Vicente Pérez Rosales y Joaquín Villarino, entre otros. Comprendida la importancia de los territorios de la Araucanía, se crean estrategias para penetrar en ellos, siendo el único impedimento, hasta ese momento, la población mapuche que allí habitaba. La actitud el Estado siempre fue pausada y muy analítica frente a la ocupación, ya que era conocido lo difícil de doblegar a la etnia mapuche. No obstante, a mediados del siglo XIX, una crisis económica precipitó la decisión del Estado de definir su territorio, guiado fuertemente por un espíritu expansionista. Este proceso de integración llevó consigo un cambio en la antigua dinámica del habitar en la Araucanía, cuyo resultado fue dramático para los mapuches.


Imagen 2 Casa Glazer, comuna de Ercilla. Vivienda de colonos suizos.

Se configuró así un discurso de ocupación de marcado anti-indigenismo, lo que legitimó la acción del Estado, proyectando a la opinión pública la idea de un mapuche de barbaridad incorregible, que ultrajaba al país y entorpecía su desarrollo, llegando a la convicción de que en la Araucanía había “indios malos en tierras buenas” (Pinto, 2002, p. 15). La anexión definitiva se materializa a través de una ocupación militar que consideró la instalación de fuertes de poniente a oriente y de norte a sur siguiendo el cauce de los principales ríos y asegurando de esta manera fajas de contención de los ataques mapuche y espacios para el cultivo. Culminando el año 1882 con la ocupación de la antigua ciudad de Villarrica. Esta acción militar tenía por finalidad construir una de las principales transformaciones a nivel territorial, el horizonte geográfico se limitaba a un instalar horizonte espiritual, el de la cristiandad. De esta manera, en el discurso colectivo, en particular de la elite se fue construyendo un “orbis modernus”, este concepto reemplazó aquel horizonte geográfico espiritual por un perspectiva de modernidad y progreso, cuyo espacio de acción debía proyectarse mucho más allá de los limites políticos, a partir de ese momento se convirtieron en limites morales bajo los cuales se construía el nuevo mundo y al que no escapará la realidad al sur del Bío Bío, en especial la Araucanía. Así, la discusión política transitó a fines del siglo XIX, por surcos separados, por un lado el progreso que se comenzaba a instalar en los campos de la Argentina y Chile con toda su maquinaria que gorgoteaba la


segunda revolución industrial, y por el otro, una vida moralizadora cuyo fin era la transformación del bárbaro en civilizado y de esta manera hacerse cargo de aquellos espacios que brindaba generosamente el progreso a través de la agricultura. La nacionalidad se convertía con creciente fuerza en un factor fatal que determinaba el destino. La consolidación de las fronteras exteriores avanza, históricamente análogo con la transformación interior de los derechos políticos de afiliación, ahora orientados hacia la integración total. Una vez incorporada la Araucanía, es declarada en 1883 “Tierra de colonización”, iniciándose así la segunda parte del plan que consideró la llegada de inmigrantes europeos de todas las nacionalidades. Esto propició la concentración demográfica en los nacientes núcleos urbanos fundados bajo el alero de los fuertes de la Línea del Malleco y posteriormente en las Líneas del Traiguén y del Cautín, permitiendo desarrollar un proceso de urbanización más seguro y estable. Se unen los conceptos de “industrialización” y “progreso” en la Araucanía, bajo el alero del capitalismo. Fusión que da vida a la definición “utopía agraria”: explotar la tierra con ciudadanos más desarrollados con el fin de ser un modelo para otros menos avanzados, esa en definitiva era la misión para la que estaba destinada la Araucanía.

Imagen 3 Casa principal hacienda Quichamahuida, comuna de Traiguèn.


Para el Estado, la llegada de inmigrantes no era un hecho fortuito. Muy por el contrario, la admiración que históricamente ha sentido la elite chilena hacia los cánones europeos pesó a la hora de declarar esta tierra para la colonización, soñando de alguna manera alcanzar una especie de blanqueamiento racial y así eliminar aquel rasgo indígena que pudiera dejar el mapuche en un Chile mestizo para aquel entonces repudiado. Es decir, las nuevas ciudades levantadas a fines del siglo XIX, replicaron el principio español del damero, una ciudad extremadamente ordenada, en que las vías de relación eran lineales y con trazados claramente definidos que lo consintió la cuadricula, independiente de las condiciones geográficas en que estuviera inserta. La construcción de un fuerte independiente y contiguo a la ciudad, en vez de levantar murallas a su alrededor parece ser una táctica defensiva, y que por su rapidez y efectividad fue adoptada en las primeras fundaciones como La Imperial, Osorno y Villarrica durante la Colonia. Así, la región cuya pertenencia ancestral fue del pueblo mapuche con toda su carga simbólica fue dando paso a miles de ocupantes de distintas nacionalidades como parte de un proceso de colonización agrícola impulsado desde el Estado, cuya definición está trazada en la cantidad de hectáreas asignadas a cada propietario y en el modo como se va agregando parte de estos terrenos a la dinámica de la economía regional, vinculada principalmente al cultivo del trigo. Este hecho dejó su huella en una naciente arquitectura espontánea, de inexplorados colores, habitada por extraños rostros y múltiples lenguas que, en su relación, fueron consolidando un desarrollo económico sin igual, cuyo eje principal fue ser manifestación de una realidad mucho más amplia que afectó a nuestro continente transformando este territorio a fines del siglo XIX. Esta manera de ocupación, indudablemente, se vio reflejada en una arquitectura heterogénea propia de los habitantes que colonizaron. Tal es el caso de la arquitectura rural de los colonos suizos, alemanes, franceses e italianos, quienes plasmaron en sus construcciones parte de los valores estéticos de su tierra natal. Brota una infinidad de expresiones y estilos que recorren cada uno de los más diminutos espacios de la imaginación del hombre moderno para instalarse de manera potente como único agente de dominio del paisaje rural de la Araucanía.


Paralelamente, el paisaje de la Araucanía se transforma, las tierras son sembradas de trigo, el que con fuerza se abrió paso en los mercados extranjeros, propiciando la creación de espacios que acogieron esta vasta producción naciendo molinos y bodegas, las que se fueron llenando de aquel dorado grano que iluminó el progreso de esta región durante un importante lapso de tiempo. (Rodríguez y Saavedra, 2007). Nace así, una infraestructura que se constituye en nexo entre la actividad agrícola y los mercados externos, surgiendo haciendas, estaciones, molinos, además de casas rurales cuyo fin es albergar los sueños de los colonos, quienes debieron improvisar un primitivo habitar plasmado en la imagen de un galpón que reúne en un primer nivel los animales y el forraje, y en el segundo piso la casa habitación, dando cuenta del contexto social de la época, que requería solo seguridad (Rodríguez, 2002). La elite política en menos de la mitad de un siglo había cambiado al esquivo pueblo aborigen por sumisos colonos extranjeros, su visión del desarrollo comenzaba a tomar forma, en particular en transformación y control del territorio, con ello el paisaje ya era un legado, se comenzaba a construir de la mano del progreso. En el otro extremo de esta sociedad económica estaba la hacienda, réplica de su homóloga de la zona central de Chile, con una casa patronal ejecutada con un cuerpo central y rodeado de un corredor perimetral que la vinculaba con las actividades exteriores. Enormes edificios de una característica única, esbeltos, puros y austeros fueron convirtiéndose en símbolo de un presente glorioso a la luz de la naciente modernidad que se instalaba en los campos de la Araucanía. Allí, además de los trazos propios del clima, estas expresiones cargaron con aspiraciones y sueños de una sociedad que se levantaba como una referencia certera de los cambios iniciados por los intelectuales de la primera mitad del siglo XIX. Sin duda, la construcción del territorio de la Araucanía es el resultado de la interacción de múltiples factores políticos, sociales, religiosos y económicos que han dejado un testimonio que hoy se manifiesta como el legado necesario para comprender aquella aventura de poblar extensos territorios y reducir a poblaciones indígenas. Esto nos permite acercarnos a la comprensión de la diversidad, recogiendo una estrecha relación entre sujeto y naturaleza. De esta manera, a la cosmovisión mapuche, tremendamente simbólica, se sumó más tarde la presencia hispánica en el proceso urbano y posteriormente llegan desde Europa, suizos, alemanes, franceses, italianos, españoles, ingleses entre otros, quienes van a intercambiar sus tradiciones, sus valores y anhelos con los habitantes de estas tierras. Nuestra cultura


adquiere formas diversas de relaciones a través del tiempo y el espacio, como consecuencia de ello nuestra historia.

Marco geográfico territorial: el valor del paisaje En lo referente al paisaje la Araucanía forma parte de los Bosques Templados. Ecosistema clasificado de esta manera debido a que se encuentran fuera de las regiones climáticas tropicales, y están sujetos a bajas temperaturas invernales, que muchas veces son limitantes para el crecimiento arbóreo. Los bosques templados del mundo se encuentran ubicados en latitudes superiores a 30° en ambos hemisferios (Armesto et al., 1996). La flora de los bosques templados de Sudamérica presenta una particularidad, que se traduce en que un 83% de los géneros endémicos están representados por una sola especie. Estos resultados revelan una alta biodiversidad, debido, por una parte, a la alta proporción de grupos taxonómicos que son exclusivos del bosque de Sudamérica, y a que las especies del bosque templado representan una amplia variedad de géneros, genéticamente disímiles (Armesto et al., 1992). El aislamiento biogeográfico y la presencia de una biota única en fauna y flora hacen de estos ecosistemas zonas de interés especial de conservación (Rodríguez et al., 2008). Por todo ello, los

bosques templados australes de Chile son considerados como una zona de alta

prioridad o “hotspot” para la conservación de la biodiversidad, según señala Myers et al. (2000), y es en este paisaje en donde se emplaza la Araucanía. En relación a la historia, las características biogeográficas ya señala de los Bosques Templados favorecieron la introducción y propagación de flora y fauna que sustentaron al modelo agroganadero hispano-mediterráneo. Los efectos de este fenómeno generaron alteraciones ecológicas, especialmente en los territorios habitados por aborígenes carentes de actividades productivas intensivas, como fue el caso de la Araucanía (Torrejón y Cisternas, 2002). El éxito de esta incipiente agricultura se debió fundamentalmente a que los mapuches aprovecharon las favorables características del paisaje araucano. De acuerdo a Bengoa (1991).


Imagen 4 Ceremonia de celebración Año nuevo mapuche Wetripantu, en la comuna de Victoria.

A medida que los indígenas aumentaron su capacidad agropecuaria, fueron intensificando la presión de uso del territorio; sembrando y sometiendo al pastoreo áreas anteriormente prístinas o con poca intervención (Torrejón y Cisternas, 2002).Junto con ello hubo un largo proceso de introducción de especies forestales exóticas que modificaron y fragmentaron el paisaje del territorio. Pese a ello aún se mantiene flora nativa como Canelo y Araucaria, que son parte de la cultura e historia del pueblo originario de la Araucanía y que son necesarias de relevar y valorar como un patrimonio e identidad local.

Patrimonio y ciudadanía: legado ancestral. Hoy en día, reconocemos de forma universal que existen bienes especialmente apreciados que son resultados de una herencia colectiva que ahora se convierte en un recurso escaso y altamente valorado en las comunidades locales. De la misma manera, que reconocemos un patrimonio común natural e irrenunciable, reconocemos también un patrimonio común de carácter cultural, el cual es necesario relevar y propender a su inserción de modo de dinamizar las economías locales, el cual está generando una demanda creciente por parte de la comunidad. De tal modo, que hablar de patrimonio, también debemos considerar a la cultura de la interacción resultante de la sociedad con su entorno ambiental y territorial, en donde se incluye el conocimiento, las


aptitudes y hábitos adquiridos por el ser humano a través del tiempo. En consecuencia, nuestro patrimonio cultural se “constituye, en una porción del territorio transformado, incluyendo la resultante del devenir histórico, formas de organización social y relaciones entre los diversos sectores de la sociedad. Sin embargo, tal aproximación al concepto de patrimonio debe reconocer las variables de cambio y variación cultural presentes en cada territorio, periodo histórico, componente humano, ya que cada sociedad rescata el pasado a partir de su propia visión de su historia, las cuales son evidentes en la región de la Araucanía, realizando una selección de ciertos bienes y testimonios que se identifican con el patrimonio pueblo o nación. Una de las principales dificultades que se enfrenta a la hora de decidir cómo interactuar con el paisaje cultural circundante y asignarle valor, es la resultante de la ecuación patrimonio-ciudadanía. Surge aquí de inmediato una serie de interrogantes para lo cual a veces no hay respuestas claras. Más que preservar un bien patrimonial, nuestra energía se debe orientar a dar respuesta a las siguientes interrogantes: ¿Por qué se debería recordar algo en un lugar determinado? ¿Por qué la memoria necesita de lugares visibles? ¿Quién puede y/o quién debe recordar qué y dónde? ¿De qué manera puede funcionar un lugar como espacio de la memoria, si la mayoría de los que lo visitan no han vivido los acontecimientos allí recordados? Surgen muchas reflexiones sobre el grado de valor que pueda tener un inmueble, lugar o territorio, pero por sobre esas preguntas, surgen otras más amplias aún: ¿Que realizamos día a día para cuidar este escaso recurso?, y ¿Finalmente, para que fin concreto y a la vez sustancial debemos cuidar el patrimonio?


Imagen 5 Sepultura lafkenche en el cementerio de Ranco, comuna de Saavedra.

Sin duda estas interrogantes son una oportunidad para reflexionar igualmente sobre cómo podemos prolongar la vida útil de este recurso escaso y no renovable. Constituye este ejercicio un pilar fundamental para el fortalecimiento de la identidad y el desarrollo de cada una de las localidades rurales y urbanas. Esta situación ha generado diversas instancias sociales e institucionales para el cuidado y la promoción de la identidad local, surgiendo agrupaciones culturales, museos locales y comunitarios, junto a la labor de los gobiernos comunales. En este ámbito de acción es posible visualizar una dinámica de gestión y desarrollo bastante desigual, en especial de aquellas localidades más pequeñas y rurales que presentan un amplio patrimonio inmaterial expresado en tradiciones, ritos, costumbres, sistemas de creencias y fiestas religiosas. Otro aspecto importante de relevar está representado en los procesos de participación ciudadana, que cada día propugnan por ser más efectivos y por sobre todo, representativos y fidedignos, con el objetivo de generar una mayor sentido de pertenencia de la comunidad con las propuestas de intervención sobre manejo de su patrimonio cultural. La valoración del patrimonio pasa por tener una mirada sensible que


apunte a actuar y comprender “desde lo local” la intervención del espacio de interacción.

Territorios y casos emblemáticos. En nuestra región se han desarrollado innumerables procesos que han conducido a hitos históricos y productos culturales, que pueden ser manejados como un “activo cultural” a partir de la variable patrimonial. Uno de los casos emblemáticos lo constituye el territorio de montes y valles extendidos al oriente de la cordillera de Nahuelbuta, comunas de Los Sauces, Lumaco, Purén, Angol, Traiguén y Lautaro. Allí existió una activa explotación agrícola que se tradujo en que la zona fuera conocida tradicionalmente durante la primera mitad del siglo XX como el “Granero de Chile”. En este definido espacio geográfico y cultural perfectamente se puede implementar el producto “Ruta del Trigo”, un circuito que recorra distintas localidades, principalmente rurales, conociendo los campos, molinos, haciendas y casas que se levantaron a inicios y mediados del siglo XX gracias al comercio del trigo.

Imagen 6 Trabajadores durante periodo de cosecha en Fundo Los Carrizos.

De igual manera, la reconocida presencia religiosa en la Frontera, especialmente franciscanos y capuchinos, han dejado un legado de vinculación con el medio rural que se puede apreciar a través de diversos ejemplos de arquitectura, tanto en la provincia de Malleco como Cautín. Esta impronta también la


recogen las expresiones funerarias, resultado del sincretismo religioso derivado del contacto con la cultura y cosmovisión mapuche y presente en diversos cementerios pehuenches, mapuches y lafkenches, generando así en La Araucanía una posible “Ruta de la religiosidad”.

Imagen 7 Humedal isla Catrileo, sector de Butarincon, comuna de Purén.

Sin ir más lejos, en el territorio comunal de Purén, Lumaco y los Sauces, que conforman un triángulo geográfico, se pueden apreciar múltiples testimonios arqueológicos y etnográficos de una emergente y aún desconocida complejidad social y cultural del pueblo mapuche, manifestaciones ceremoniales y rituales que aún perduran en la memoria y uso actual de machis y kimches locales, cuya máxima expresión lo constituyen las canchas ceremoniales “guillatuwe” y principalmente la estructura arquitectónica denominada en mapudungun arcaico “Kuel4”. Tal realidad le asigna valor agregado a un territorio ancestral cargado de identidad, al punto que ya se habla del “Valle Sagrado del Kuel”, nombre 4

Los Kuel del valle de Purén-Lumaco son montículos o túmulos artificiales de tierra con plataforma asociada, y alturas variables entre 1m a

7m y diámetro en su base de 2m a 60m, de forma cónica o elíptica. Fueron construidos sucesivamente en el tiempo por capas de tierra y arcillas, sin piedras y cada uno de ellos posee un nombre local conocido sólo por la machi. En todo el valle

se localizan varios complejos de

Kuel, emplazados principalmente sobre las colinas que bajan del norte y del sur hacia el valle del río Purén y Lumaco, estando presentes en un número total aproximado de 300, algunos de los cuales han sido intervenidos y/o destruidos, desaparecidos casi completamente por desconocerse su valor patrimonial. Los que aún perviven y son reconocibles por su forme asociada a un paisaje monumental y ambiental relevante son alrededor de 40 distribuidos por todos el valle.


actualmente asignado a este territorio por sus propios habitantes mapuche. En suma, los kuel constituyen uno de los elementos visuales más relevantes que integran el paisaje cultural del valle Lumaco-Purén. También cobran especial relevancia en la región de la Araucanía, caracterizada por la presencia del pueblo mapuche y su relación con el territorio, relevando los matices en el sector cordillerano con los pehuenches, en la costa con los lafquenches y en la depresión intermedia con los mapuches. Dichos matices tienen su mayor expresión en el patrimonio inmaterial que se expresa en lo simbólico, en particular en sus expresiones funerarias. A ello se suma, el rol urbano de Purén en la colonización suiza, a lo que se suma en la localidad de Capitán Pastene, con la inmigración italiana a través de arquitectura y patrimonio gastronómico, iniciativa que buscan preservar los distintos inmuebles ejecutados en madera hechos por colonos italianos. Un caso emblemático lo constituye, la presencia del viaducto del Malleco, en la comuna de Collipulli, para muchos turistas que viajan al sur del país, se ha convertido en la puerta de entrada a esta zona del país. A pesar de su enorme valor y simbolismo, ha estado ajeno a la inversión sectorial. Hace un par de años se realizó la mejora de su infraestructura, sin que la comunidad o el gobierno local pudieran participar de dicha intervención. Igualmente, el municipio ha buscado generar un parque que permita su contemplación y puesta en valor, sin embargo dicha iniciativa ha tropezado con las exigencias del Ministerio de Desarrollo Social.

A lo anterior se añade, que este monumento escapa a la tutela

municipal, es de propiedad de la Empresa de Ferrocarriles del Estado, se encuentra fuera del radio urbano y está protegido por la ley 17.288. Estos son solo algunos casos del patrimonio existente en las comunas del sur de Chile y que sin duda se han realizado acciones asimétricas en su cuidado y que pueden dotar de enorme valor a cada uno de los territorios donde se encuentran.

El Estado y su relación con el patrimonio. Desde hace una década el Estado de Chile ha impulsado una política tendiente a la conservación del patrimonio cultural, esto se ha traducido en que nuestro país cuente hoy con áreas declaradas Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco. De igual modo, ha entregado una institucionalidad en esta materia, canalizada a través de los distintos ministerios, en particular con la creación del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y hoy en proyecto el futuro ministerio de Cultura y Patrimonio.


De forma paralela, la sociedad civil ha comprendido la importancia de conservar su identidad, logrando organizar, promover y exigir mayores recursos enfocados a tal finalidad, acción transversal desde acciones concretas de conservación hasta lograr instalar el tema como una preocupación que involucra la gestión local. Los movimientos sociales señalan como identidad de los sujetos un sentido de lo innato, un sujeto que viene al mundo dotado de cierta esencia y propiedades inamovibles donde el sentido de la vida es luchar por su preservación. Por cierto, este espacio vital se contrapone a la globalización, presentando una sociedad más cohesionada en torno a preservar su identidad como valor cultural fundamental, donde la ciudad o centros urbanos y localidades rurales ofrecen distintos espacios donde actuar, dado que cuentan con un patrimonio cultural que cruza los distintos estratos sociales, diverso en su expresión, pero a la vez disperso en su localización; inserto en comunas rurales que requieren con urgencia políticas de Estado que avancen en conjunto con acciones comunitarias para su conservación, gestionadas desde sus lugares y entornos territoriales de origen.

Imagen 8 Casa Fundo Los Carrizos, comuna de Chol Chol.

A ello se suma, el precario damero histórico de estas localidades, deteriorado progresivamente por factores antrópicos, el paso del tiempo o por omisión en su atención y cuidado, generando aumento progresivo de la pérdida de arraigo y con ello la identidad local de sus habitantes.


Con todo, asistimos en diversas comunidades humanas a una impaciencia creciente por generar acciones para la puesta en valor de su patrimonio cultural y/o ambiental, aunque no del todo exitosas. Adicionalmente, se problematiza sobre la incidencia de una legislación demasiado rígida que impide realizar mejoras a los bienes inmuebles patrimoniales. Más allá de los aspectos técnicos y legales, es evidente la necesidad actual de repensar las diversas modalidades de instalación de esta preocupación urgente y abocarnos a la búsqueda de vías más inclusivas y didácticas para lograr ser parte de la memoria de una comunidad. En nuestro país, existe cada vez una mayor conciencia sobre la necesidad de valorizar nuestra cultura; desde el Estado ha sido una constante impulsada a través de la creación del Consejo de las Artes y la Cultura, reflejada en innumerables manifestaciones. De éstas, las que han cobrado mayor relevancia en el último tiempo son aquellas relacionadas con el patrimonio. Recogiendo esta necesidad, el Estado impulsó un convenio con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para la Puesta en Valor del Patrimonio en el país, acción que sin duda dio importantes resultados en la conservación de valiosos bienes inmuebles, aplicando un criterio conservacionista que apuntaba a fortalecer la impronta que otorgaban estas edificaciones a cada una de las localidades donde se emplazan, pero lamentablemente, descuidando el rol que pudiera asumir la sociedad civil para fortalecer la valoración de la identidad local de su territorio. Ello es particularmente latente en el caso de la zona centro sur de Chile5. Si en el plano individual la noción de patrimonio como herencia aparece como idea y concepto relativamente claro, en el plano colectivo no lo es tanto, contemplado desde nuestra perspectiva de sociedad inserta en un proyecto de modernización inconcluso. En este contexto, nuestra sociedad ha venido elaborando su propia versión del patrimonio colectivo, que conjuga bienes culturales y naturaleza. La herencia cultural o legado cultural, se considera un “activo” útil para la sociedad, en sus distintos modos de organización (comunidad local, regional o nacional), que sirve a distintos propósitos, sean éstos buenos o malos, y donde el derecho de las generaciones que reciben este “activo” es disfrutarlo plenamente en el plano de sus valores, preservarlo y así traspasarlo de la mejor forma posible a las siguientes generaciones.

Informe del Programa Puesta en Valor del Patrimonio. Ministerio del Interior y Seguridad Publica. Subsecretaria de Desarrollo Regional y Administrativo. Enero – Agosto 2013. Presentación Inversiones Públicas en Patrimonio como Aporte al Turismo Cultural. Fidel Angulo. Primer Seminario Nacional de Turismo Cultural “Chile: destino turístico Cultural”. Abril 2014.

5


Sobre esta noción básica de “activo” cultural, uno de los sectores y acción transversales de la sociedad que ha recepcionado de mejor forma el patrimonio, lo constituye el sector “turismo”, que ha representado un crecimiento económico en muchos países de la región en la actualidad, generando un activo intercambio comercial entre distintos destinos turísticos, lo que viene a repercutir directa e indirectamente en los grupos locales, activando el desarrollo de pequeñas empresas familiares (PYME) en diversos territorios y culturas locales. Ambas vertientes desembocan en la noción de “turismo cultural”, unidad conceptual que busca el desarrollo sostenible de las distintas manifestaciones culturales con el fin de impulsar la explotación y manejo económico de sus singularidades6. En este ámbito, surge en el último tiempo diversas propuestas colocando un énfasis especial en la variable patrimonial, reconociendo así, la existencia de un amplio abanico de expresiones del patrimonio cultural tangible en nuestro país, localizados territorialmente en diferentes comunas de las más diversas dimensiones, emplazamientos que reconocidos su potencial y gestionado su puesta en valor, pueden ser agrupados como factor relacionador e impulsor del desarrollo sostenible. Para lo anterior, el primer paso consiste en realizar una labor desde el Estado; iniciar acciones para detectar, registrar y educar respecto de la necesidad de preservar el patrimonio cultural, al tiempo que elaborar políticas y lineamientos de acción y aplicar y desarrollar programas y proyectos para la investigación, gestión, cuidado, protección, conservación y puesta en valor del patrimonio cultural. Por otro lado, el gobierno comunal local deberá propender al manejo y explotación regulada de dicho patrimonio con el objeto de generar fuentes concretas de ingresos para los habitantes locales, guardianes y herederos del patrimonio cultural que se emplaza en su territorio. Para el cumplimiento de esta misión necesariamente deberá contar con apoyo de instancias privadas en sus más diversos ámbitos, desde la industria, pasando por las empresas familiares hasta las juntas de vecinos. Como se ha visto, la necesidad de conocer quiénes somos es el primer paso para iniciar el camino hacia el desarrollo del turismo cultural, recuperar nuestra memoria, educar respecto del patrimonio mediante el reconocimiento de la vinculación del hombre con su territorio generados por diversas Rutas Patrimoniales. Es lógico que si la comunidad obtiene beneficios económicos, propenderá a preservar su patrimonio, con lo que se fortalecerá la identidad local, tan ambivalente en tiempos de globalización. Tal como lo señala García Canclini, “pensar en lo global desde lo local”, es la única actitud en que pueden convivir estas dos 6

Rodríguez Domínguez, Cristian. “Turismo cultural: la variable patrimonial”. Tesina para optar al Diplomado en Gestión Cultural. Marzo 2006.


fuerzas que interactúan sobre la identidad local. Al mismo tiempo, dicha protección debe permitir principalmente el acceso de la comunidad local a usufructuar del conocimiento de su patrimonio en el proceso de apropiación identitaria, única garantía de su respeto, cuidado y protección por parte de las generaciones futuras, ya que a fin de cuentas el patrimonio por definición les identifica y pertenece como legado de su propia historia cultural y social. En este sentido juega un rol fundamental el gobierno local en la intermediación sobre el real sentido de proteger el patrimonio de un determinado territorio. Real sentido, que debe tener un sustento de catalogación, valoración y gestión, la cual debe necesariamente impulsar iniciativas, fruto del vínculo público-privado. Por un lado, el gobierno local, dispone de un equipo técnico que realice un diagnóstico y gestione, por el otro la comunidad apoya y valida dicho proceso.

CONCLUSIÓN Al recorrer la Araucanía, se lee y se huele en el espacio surgido de la necesaria interacción entre los distintos componentes humanos en un devenir histórico que no ha estado exento de hechos trágicos. A su vez, se pueden determinar que los elementos permanentes del espacio territorial -entiéndase planicies, volcanes, ríos y lagos-, sumados a la transición climática de su geografía y las intervenciones del hombre mediante el proceso de ocupación múltiple -económico, social y religioso- han contribuido al desarrollo del sentido colectivo y al fortalecimiento de su identidad. La investigación permite concluir que se cimentó un territorio a fines del siglo XIX, basado en la común unión entre técnica y paisaje, cuyos ejes fueron religiosidad, cosmovisión indígena y la naciente modernidad, cuya consecuencia final es un paisaje cultural diverso, marcado por la presencia de singulares expresiones que recogen valores, anhelos y arrojo del hombre por construir el ansiada progreso en tierras mapuches. Para ello, la participación de la comunidad local es clave a la hora del desarrollo de programas de revalorización, cuidado y protección del patrimonio cultural, en todas sus expresiones, tanto el natural, arquitectónico, arqueológico y memorístico de la histórica oral, asegurando y garantizando su adecuada protección en el marco de la correspondiente legislación, bajo la tutela del estado y las autoridades regionales y comunales, para lo cual deben reconocer los distintos ejes territoriales presentes que ilustran


de manera clara lo que somos, y del cual el Turismo Cultural cobra especial relevancia debido al contenido diverso escrito por cada componente humano en un territorio marcado por la geografía. El concurso de las autoridades locales y el marco municipal local, constituye un ámbito de acción irremplazable en la búsqueda y construcción de puentes entre la ciudadanía y el patrimonio cultural, en particular en la región de la Araucanía, territorio donde cobra especial relevancia la travesía entre lo eterio y lo material.Finalmente es posible concluir que nuestro patrimonio es el resultado final de una bisagra multicultural que se constituye en un articulador de valores y expresiones de una lenta procesión hacia un sincretismo iniciado de nuestro origen, la conquista española, la colonización desde mediados del siglo XIX se ve doblegada por los fundamentos de un progreso en una tierra ignota y bárbara.

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LA CONSTRUCCIÓN DEL PATRIMONIO LOCAL COMO FORMA DE INTERVENCIÓN PARA DESCOTIDIANIZAR EL TERRITORIO

Autores: Gómez Silvina Rossi Elisabet Rampello Patricia Márquez Gonzalo Molinari Gloria

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS, UNLP. Dirección: Calle 6 N°777-B1900 TEN, La Plata. Buenos Aires. Teléfono: +54-221-4236769 Email: silvinab.gomez@yahoo.com.ar elisabetrossi@gmail.com prampello@hotmail.com cosmegjm@yahoo.com.ar gloriaemolinari@gmail.com


LA CONSTRUCCIÓN DEL PATRIMONIO LOCAL COMO FORMA DE INTERVENCIÓN PARA DESCOTIDIANIZAR EL TERRITORIO EJE TEMÁTICO: Turismo sustentable y patrimonio cultural

RESUMEN El presente trabajo pretende interpelar los conceptos de territorio, ambiente, patrimonio y turismo a partir de la experiencia de Extensión Universitaria, territorial e interdisciplinaria, llevada adelante entre los años 2012 y 2015 en zona comprendida por Melchor Romero (Colonia Urquiza) y Abasto. El territorio, cuya característica principal es ser una zona productiva, se define como zona rur-urbana, y es el eje estructurador de las relaciones sociales y culturales locales. No puede pensarse como un continuo homogéneo, sino como una zona de distintas experiencias productivas, con poblaciones asentadas en diferentes momentos históricos, con particularidades culturales y sociales, y en una relación desigual como zona periférica de la Ciudad de La Plata. La invitación a pensar el patrimonio local evidencia las tensiones sociales y culturales entre las poblaciones asentadas en la zona, así como la naturalización del ambiente y de su utilización para fines productivos, al mismo tiempo que obliga a cuestionarse sobre su relación con el Patrimonio institucionalizado de La Plata. Abordar el territorio productivo desde la perspectiva del patrimonio conlleva entonces al ejercicio de desnaturalizar y visibilizar las relaciones entre distintos sectores sociales y culturales y sus prácticas, y promueve cuestionar y repreguntarse acerca de dichas relaciones.

OBJETIVO Repensar el patrimonio local, sus tensiones sociales y culturales, manifiestas entre las poblaciones asentadas en la zona, así como la naturalización del ambiente y de su utilización para fines productivos.

DESARROLLO El presente trabajo es el resultado de un abordaje territorial de extensión universitaria, realizado desde el año 2012. El área de intervención comprende las localidades de Melchor Romero y Abasto como parte del cinturón florícola y hortícola del Gran La Plata, con una población mayoritariamente inmigrante de diversas nacionalidades: italiana, portuguesa, japonesa, boliviana y paraguaya, conformada por nativos y descendientes. Dichas migraciones ocurrieron en diferentes momentos históricos de la Argentina que se plasma en una gran diferenciación social entre las comunidades asentadas en la zona. Los grupos con más tiempo de residencia en el lugar han logrado una mejor inserción social y movilidad socio-económica ascendente, que los inmigrantes recientes aún no han logrado.


La inmersión en diferentes ámbitos del territorio conlleva un aprendizaje sobre las lógicas de los distintos actores sociales, sus intereses y el contexto en el cual se dan. La complejidad del territorio está dada por la imposibilidad de apartar variables de situaciones sociales, para poder comprender mejor sólo algunos aspectos de las mismas. La pertenencia a grupos, los intereses, los juicios y prejuicios y muchas otras variables actúan en un mismo tiempo y espacio. El dialogo con ese “sujeto-otredad”, la interpelación, la escucha, la construcción conjunta conllevan un replanteo de los marcos conceptuales de referencia. Trabajar el patrimonio de forma horizontal y colectiva, implica dar la palabra a esos otros, pero ¿Qué pasa cuando los otros no reconocen que son productores de su propio patrimonio local?

Caracterización del área Abasto está ubicada a 15 km al suroeste del centro de la ciudad de La Plata, localidad cabecera del partido homónimo. Es una zona productiva y culturalmente muy interesante. La planta urbana de Abasto se encuentra enmarcada en gran parte entre las vías del Ferrocarril, hoy en total abandono y la avenida 520 que comunica con la ciudad de La Plata. Posee un centro con casas de principio de siglo, que está rodeado por una zona de quintas muy tradicionales. Es un pueblo que sigue conservando al día de hoy, los viejos almacenes de ramos generales, algunos de las cuales fueron refuncionalizadas en pizzerías y bares. Es de suma importancia la presencia del Matadero fundado en el año 1876, que fue "abastecedor" de hacienda para la ciudad de La Plata y dio el nombre a la localidad de Abasto llamada también San Ponciano. En la actualidad el Matadero Municipal y el Frigorífico son una importante fuente de trabajo de los pobladores locales. Melchor Romero, al igual que Abasto se ubica en las cercanías de la ciudad de La Plata. En esta localidad se encuentra la Colonia Justo José de Urquiza, conocida comúnmente cono Colonia Urquiza, en la que se asientan diferentes comunidades migrantes, relacionadas a la producción florícola y hortícola. Colonia Urquiza es una zona de quintas, con una reducida área comercial y de servicios, que no cuenta con áreas públicas de recreación. Ambas localidades, como parte del cordón productivo de La Plata, poseen un importante desarrollo de cultivo intensivo mediante la técnica de invernáculos y cultivos de una gran diversidad de hortalizas, aportando al país el 60% de la producción de flores de corte, se cultivan más del 90% de alcauciles, el 80% de apio del país y es el centro de la producción del tradicional tomate platense.

Asimismo, el área, cuenta con 2 Parques Industriales que alojan alrededor de 30

emprendimientos fabriles y emplean más de 500 personas. Ringuelet define a esta área como espacio rururbano, “que entrelaza características que lo diferencian de lo urbano, así como de lo propiamente rural; un espacio que no es homogéneo ni continuo, que se configura como propio, con una identidad particular”. (Ringuelet, 1991: Waisman, 2008). En él se define el entramado de relaciones sociales centrado en un juego de agrupamientos, alianzas y luchas entre


sectores sociales que interactúan y cuyos intereses constituyen una variedad de significantes que abarcan múltiples lógicas de construcción de identidad y uso del espacio. Durante la primera parte del siglo XX la zona se caracterizó con un perfil de productores centrados en la pequeña y mediana propiedad, y una alta proporción de mano de obra familiar en carácter de aparcería. Esta figura legal, que desde el año 2003 incorpora la antigua figura de mediero, prevé la relación contractual entre el propietario de la tierra y aquel que la trabajará, con el objeto de repartirse los frutos de la misma. La relación de reparto es variable, el propietario suele aportar la tierra, el capital inicial y gran parte de la tecnología mecánica, y el mediero o arrendatario aporta el trabajo, generalmente en forma de trabajo familiar, con la eventual contratación de alguna forma de colaboración (Ringuelet, 2012). Por otro lado, las nuevas condiciones que exigía la producción a partir de la década de 1990 determino un profundo cambio en las escalas y modos de producción (Ringuelet, 2012) La crisis de 2001 provoca el endeudamiento de gran parte de los propietarios de la tierra, con cambios en las formas de producción y sus relaciones sociales. La mayoría de los propietarios descendientes de migrantes ultramarinos mantiene la propiedad de sus tierras con arrendamientos o medierías y su actividad principal pasa a ser la comercialización, ya sea en gran escala o minorista. En este sector es importante la presencia de los migrantes latinoamericanos, principalmente bolivianos, representando un 35% de la mano de obra de la zona (Censo Hortiflorícola, 2005) En términos generales, en una zona donde la aparcería/mediería implica un uso intensivo de la agricultura familiar, la tecnología del invernáculo complejiza la organización del trabajo con respecto a la producción a campo abierto. Se alargan los períodos de cosecha, siembras más tempranas e intensidad en el uso de la tierra, con las consecuentes necesidades de tareas de riego así como el acceso a nuevas formas de fertilización. Dicha tecnología ha generado una serie de problemáticas ambientales aun invisibilizadas por la población local, como el uso intensivo de agroquímicos, el residuo del material plástico de los propios invernáculos en desuso y la impermeabilización de suelos que ocasionan áreas inundables en épocas de lluvias, sin prever su aprovechamiento para riego.(Garcia, 2011)

Aspectos socioculturales En el plano sociocultural el área se consolidó como zona de asentamiento de población migrante desde la Fundación de la Ciudad. Los creadores de La Plata, como señala Garat, “no sólo ubicaron las dependencias gubernamentales, la catedral y los espacios para el arte y la cultura, también pensaron en dónde debían situarse quienes proveyeran de verduras frescas, frutas y leche a los futuros habitantes. Así nace, junto con la ciudad, la producción hortícola local…” (Garat, 2002). En un comienzo las tierras fueron ocupadas por inmigrantes de origen holandés e inglés, que presionados por la política de nacionalización de grandes latifundios, decidieron venderlas a sus arrendatarios. A su vez, como parte de la política de colonización, el Consejo Agrario Nacional, impulsó la


llegada de grupos de inmigrantes europeos, en su mayoría italianos con fines de instalación y desempeño de la actividad agrícola. (Cafiero y Cerono, en Bovcon, 2005). Del mismo modo, inmigrantes portugueses, arribaron a la zona de La Plata en las primeras décadas del Siglo pasado, dedicándose principalmente a la horticultura, floricultura y la fabricación de ladrillos. A partir de los años 60, inmigrantes japoneses comenzaron a llegar a la zona mediante un acuerdo de colonización entre los gobiernos de ambos países. Los recién llegados eran técnicos agropecuarios nipones formados en Estados Unidos, que se establecieron conjuntamente con sus familias. Dichos técnicos constituyeron una elite con conocimientos agropecuarios específicos, por los cuales fueron seleccionados para emigrar del Japón. Asimismo, llegaron migrantes contratados por medio del Acuerdo de Migración realizado entre los gobiernos argentinos y japonés en 1963. Estos migrantes sin conocimientos agropecuarios específicos trabajaron como peones y/o medieros. Por otro lado, el asentamiento nipón en la zona se fue completando por la migración libre, por la llamada de familiares y vecinos, a través de las redes informales de parentesco y de paisanaje, que arribaban desde Japón y desde otros países latinoamericanos como Brasil, Bolivia y República Dominicana (Gómez y Onaha 2007). La apropiación territorial y simbólica de la zona por parte de la colectividad japonesa es notoria. Este grupo étnico, dedicado exclusivamente a la actividad florícola, mantiene relaciones de asociatividad y cooperación entre sus miembros que expresan un alto grado de reciprosidad interna y diferenciación respecto de los otros grupos de inmigrantes. En la misma década del 60’, comenzaron a afluir a las quintas locales trabajadores provenientes de las provincias del norte del país, principalmente santiagueños, seguidos por salteños y jujeños, que fueron contratados por los primeros inmigrantes y sus descendientes, ahora devenidos en propietarios. En los últimos años han llegado inmigrantes de la comunidad boliviana acompañados de todo el núcleo familiar. La población boliviana comienza desempeñándose como peones en las explotaciones florícolas u hortícolas, para luego trabajar en condición de medieros. Algunos de ello, al aprender el oficio logran arrendar tierra y dedicarse a la actividad de manera independiente. Estos signos de movilidad socioeconómica ascendente no se traducen directamente en bienestar comunitario, y encuentra múltiples dificultades en la organización de grupos. En su gran mayoría, las comunidades boliviana y paraguaya (arribada en los años 90) mantienen fuertes redes sociales informales de parentesco y paisanaje, y algunas organizaciones de cooperación vinculadas al mundo productivo y en particular a la actividad hortícola. En este sentido, Ringuelet plantea, que la socialización se ve dificultada por la dispersión de los asentamientos y las posibilidades de encuentro con el otro, por la falta de espacios públicos. Asimismo es patente la diferenciación social entre los sectores medios, propietarios de las tierras, cuyas residencias


suelen ser casas parquizadas, y los peones y medieros residentes en precarias casas de madera al interior de las quintas. (Ringuelet, 2000) Los inmigrantes bolivianos han ocupado espacios principalmente en el sector hortícola, con una presencia menor en el sector florícola, reemplazando incluso a los viejos productores de origen italiano, español, portugués y japonés. Como diversos autores han señalado, la creciente participación de la comunidad boliviana en el sector hortícola es parte de lo que Benencia (2006) ha denominado “bolivianización de la horticultura”. Asimismo esta comunidad ha sufrido un proceso socioeconómico ascendente, denominado por el mismo autor “Escalera Boliviana”, por medio del cual, los migrantes bolivianos, a través de estrategias económicas vinculadas al trabajo rural, han logrado insertarse exitosamente en el sector hortícola, pasando de ser peones a ser medieros, arrendatarios, e incluso algunos de ellos, propietarios y comercializadores . Los ámbitos de socialización en esta zona del periurbano platense son diferentes para los distintos grupos que se han mencionado. Aquellos residentes en la localidad de Abasto, más arraigados, (en general no dedicados a actividades productivas) suelen reunirse en distintos ámbitos sociales: Club Abastense, Cooperativa Telefónica, Cancha de Bochas, entre otros. La población que reside en quintas, como se mencionó antes, es heterogénea. Quienes residen en la zona hace más tiempo, por ejemplo los miembros de las colectividades italiana, portuguesa y japonesa, que en ocasiones no trabajan directamente la tierra, o si lo hacen cuentan con mano de obra contratada a tal fin, forman parte de distintos ámbitos sociales, algunos propios de sus grupos, y otros de carácter más amplio, como la Cooperativa Telefónica de Abasto, la Cooperativa de Floricultores, o Reuniones de Seguridad de la zona. Los miembros de los grupos bolivianos y paraguayos, dedicados al trabajo hortícola/florícola tienen menos tiempo de recreación, contando muchas veces sólo con un franco las tardes de los sábados o las de los domingos, lo que dificulta establecer ámbitos de encuentro, reunión y organización. Aun así participan de algunos ámbitos sociales como son las iglesias, cooperativas productivas y reuniones de sus grupos étnicos. El patrimonio local entre definiciones El territorio descripto es el depositario de un conjunto de significados y sentidos, que los distingue y diferencia de otros territorios. Es la expresión del patrimonio, del paisaje cultural, del espacio de solidaridad, del legado de la historia y lugar habitado por la memoria y la experiencia de las comunidades, es decir, es entendido como espacio construido por los grupos sociales a través del tiempo” (Rodríguez, 2010) Entendiendo al patrimonio como resultado de una “construcción social”, en cuya configuración participan diferentes actores sociales, con el objetivo de satisfacer intereses específicos. Esta postura iría en el


sentido de que el valor cultural o patrimonial de cada bien es asignado de acuerdo a su contexto político, institucional e ideológico particular, y no es algo contenido a priori. Desde esta óptica García Canclini, entiende al patrimonio como capital cultural, o sea “un proceso social que como el capital, se acumula, se renueva, produce rendimientos y es apropiado en forma desigual por diversos sectores”. En este contexto el patrimonio es un proceso dinámico que supone la selección, transformación de determinados elementos y su reconversión a partir de la creación de nuevos valores, por parte de diferentes grupos que están en tensión de intereses. En el concepto de patrimonio primó durante mucho tiempo la preponderancia de lo material representado por las grandes obras arquitectónicas, históricas y artísticas cuya finalidad fue exaltar los valores de un pasado común que contribuyeran a formar una idea de nación por parte del poder político y económico. “elementos elegidos por el Estado como parte de la implementación practica de visiones nostálgicas del pasado….símbolos de exaltación y celebración de una supuesta unidad política de la nación”. (Arantes, 1997: 277) Este es el que se denomina patrimonio institucionalizado. Como señala Manuel Delgado: “El patrimonio que se pretende cristalizado o cristalizable, que se muestra como Patrimonio con mayúsculas, el único posible, por parte de la administración, o por parte de entidades privadas, es un patrimonio que funciona en base a una unificación o homogeneización, y por tanto es una máquina de rasar, de mostrar lo que se obtiene como patrimonio como lo único posible. Ese es el patrimonio que se gestiona.” (Delgado, 2006: 54). En contraposición a este patrimonio institucionalizado, está el patrimonio colectivo, el patrimonio no reconocido como tal, y por ende no gestionado, no rememorado. Lacarrieu advierte que lo popular, tiende a ser pensado como lo folk, como la antípoda de lo moderno, lo intelectual y lo racional, y por ello como opuesto también al progreso. Estas manifestaciones culturales no han sido valoradas en el proyecto nacional, en tanto representaban aquello que debía suprimirse y superarse en el camino hacia la modernidad. Lacarrieu, citando a Zubieta, dice: “Lo popular es la historia de lo excluido: de los que no tienen patrimonio o no logran que ese patrimonio sea reconocido y conservado…”(Zubieta, 2004:39, citado en Lacarrieu, 2006). Y los excluidos o carentes de patrimonio han sido colocados históricamente en las “aldeas de los nativos”, en los espacios del “buen salvaje”, imposibilitados de reconocimiento y legitimación de su cultura.” (Lacarrieu, 2006: 1) Entonces, como concepto de patrimonio puede entenderse una cantidad de prácticas y discursos de las poblaciones locales que no necesariamente son aquellas institucionalizadas por los poderes políticos o sociales hegemónicos: las prácticas productivas locales, fiestas y tradiciones, las formas de hacer que tienen especial significancia para quienes las utilizan. Todo ello puede constituirse en patrimonio, si los pobladores le reconocen un valor en su esquema cultural. Llegar al reconocimiento y valoración de los propios esquemas culturales conlleva dificultades en poblaciones o áreas subalternas


En el caso del periurbano platense, tal como se mencionó previamente, este fue pensado como zona periférica y de abastecimiento del casco urbano de la ciudad, entendida como un área de servicios, para las necesidades del “centro”. Ramiro Segura en varios artículos sobre la configuración social de la ciudad y sus conflictos, señala cómo La Plata es vivida y pensada en términos de centro y periferia, no sólo por el Municipio, sino también por los vecinos, que residiendo fuera o dentro del casco urbano reconocen los límites de ese como los de la ciudad de “La Plata”. Dice Segura: “En efecto, los relatos obtenidos en múltiples situaciones durante el trabajo de campo nos permitieron identificar un “eje metafórico” (Silva 2000) que “opone el adentro y el afuera”, oposición que remite a la diferencia entre el asfalto y el barro, la ciudad y el barrio, el centro y el barrio.” (Segura, R, 2009:90). Esta construcción diferenciada de lo que compone la ciudad forma parte de las representaciones identitarias que desde diferentes espacios pugnan por reconocimiento. Por un lado una visión oficial que reconoce, valoriza y reproduce una representación de la ciudad con claras fronteras territoriales y culturales, en relación con un designio de ciudad como proyecto intelectual, visible en los itinerarios construidos por el municipio, pero también en lo que distintos actores no oficiales consideran que es digno de ser mostrado y relatado, y qué no. A su vez, las distintas localidades y barrios de la zona del periurbano platense configuran relaciones desiguales entre ellas constituyendo nuevos centros y periferias subordinados a la ciudad de La Plata y entre si. Estas relaciones se visualizan en distintas prácticas cotidianas que los pobladores llevan adelante: la realización de trámites admnistrativos, la elección de la escuela de los hijos, el establecimiento de nuevos emprendimientos comerciales, los ámbitos de socialización. Muchas de estas acciones. Esta lógica de relaciones centro periferia, es atravesada por otras lógicas vinculadas a cuestiones históricas y étnicas. En Abasto se diferencia a la población de acuerdo al arraigo en la historia de la localidad, el tiempo de residencia, la movilidad socioeconómica ascendente. Abasto es localidad, no campo. Se considera abástense a quienes residen en el ejido urbano fundacional, quienes se dedican a la actividad comercial y provisión de servicios. Colonia Urquiza, en cambio, se define a partir de las actividades agrícolas de producción de flores y hortalizas y servicios ligados a estas producciones. La población es en su mayoría inmigrante, establecida en diferentes momentos históricos, siendo este último un diferenciador social. Tal es el caso de los grupos más arraigados, como los japoneses, portugueses e italianos. Los japoneses han logrado la institucionalización hacia adentro de algunos elementos culturales que son exhibidos como diacríticos de identidad de la zona. Las casas grandes, parquizadas con una estética particular, los supermercados que venden artículos nipones, emprendimientos de servicios como el Recreo Campo Libre Mizujo, que emula un pequeño jardín japonés, la Asociación Japonesa La Plata, que realiza actividades sociales y deportivas para la colectividad, la escuela La Plata Nihongo Gakko y el festejo del Bon Odori, al que


acuden más de 10 mil personas cada año, son muestras de esta identidad etnica y del patrimonio social y cultural hegemónico en esta zona en particular. Los grupos étnicos de llegada más reciente, no comparten estos espacios de socialización. Sus identidades étnico nacionales y el patrimonio asociado a ellas no se visualiza en espacios públicos de los barrios de la periferia, aunque en la zona del centro, organizan algunas actividades propias, como la Fiesta de la Virgen de Copacabana y participan de actividades convocadas por el municipio. En las nuevas generaciones de estos grupos, el discurso del crisol de razas se hace cuerpo, convirtiendo a los jóvenes en reproductores de discursos y prácticas que los obligan primeramente a posicionarse como miembros de la sociedad receptora, valorando los símbolos que los incluyen en la misma, en detrimento de una valoración de su herencia cultural de origen. De esta manera La adscripción nacional argentina reviste una fortaleza insoslayable que parece eliminar la posibilidad de reconocer las propias raíces, las historias familiares, migratorias, e incluso las habilidades de hablar otras lenguas, como son el aymara, el quechua o el guaraní. De este modo no sólo no llegan a valorar de modo positivo sus herencias culturales, sino que éstas son negadas, en favor de una identidad sin marcaciones diferenciales. Estas difereciaciones socio-étnicas traen aparejadas dificultades a la hora de abordar el trabajo patrimonial local en la zona del periurbano.

CONCLUSIÓN Preguntas tales como ¿Quiénes son productores del patrimonio? o ¿Cuál es el patrimonio local? no son necesariamente vinculadas a las poblaciones asentadas en el área, sino que se responden desde la perspectiva histórica y desde los discursos de los grupos hegémonicos, atendiendo a las lógicas antes descriptas: centro-periferia y antigüedad-legitimidad del asentamiento. Asimismo, el patrimonio, aún concebido desde esta perspectiva moderna, histórica y hegémonica, supone una relación de origen con las altas culturas europeas. Esta concepción del patrimonio, fricciona con el ejercicio de pensarlo en relación a la producción de la tierra, a quienes la trabajan, a sus prácticas, tan distantes de lo que se considera “digno” de ser conservado. Pensar el día a día de las personas, desnaturalizar las actividades productivas, ponerlas en valor y sumarles valor agregado, implican descotidianizar el territorio y volver a preguntarse ¿De dónde sale el patrimonio? ¿Quién lo construye? y finalmente repreguntase ¿Por qué estas acciones diarias, que implican tanto esfuerzo y son tan representativas de lo local, alejado y periférico, no podrían ser patrimonio? Finalmente, consideramos que la valoración, y constante re-construcción de los elementos culturales específicos de cada una de las comunidades migrantes de la zona es de especial relevancia en una sociedad que respeta las pluralidades, y que entiende que existen diferentes modos de arribar a


soluciones desde lógicas culturales distintas. Por otro lado, la valoración de las especificidades culturales de estos grupos, ayudará a sus miembros a valorar sus diferencias como positivas, y en el caso de los jóvenes sustentar una autoestima basada en la construcción de sus identidades mixtas reconociendo las herencias culturales de sus familias y conjugándolas con las adquiridas en la sociedad local. Consideramos que es imprescindible descotidianeizar el territorio mediante la visibilización y valoración del patrimonio local y la desnaturalización de las problemáticas ambientales1, sobre todo con aquellas comunidades que menos posibilidades tienen de pensarse como constructoras de patrimonio.

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RECUPERACIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL. ¿PUESTA EN VALOR O ENAJENACIÓN?

Autores: MINDER, Inés Anita - FHyCS-UNaM CAMMARATA, Emilce Beatriz - FHyCS-UNaM FARIAS, Diana - FHyCS-UNaM PAREDES, Silvia Liliana - FHyCS-UNaM ALONSO, María de los Ángeles - FHyCS-UNaM GONZALEZ, Mirta Elena - FHyCS-UNaM RAMOS, Horacio Damián - FHyCS-UNaM SOTO, Diana Patricia - FHyCS-UNaM FARIAS, Diana - FHyCS-UNaM WROBEL, Claudia - FHyCS-UNaM CARISIMO OTERO, Adriana Leticia - FHyCS-UNaM

FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES UNIVERSIDAD NACIONAL DE MISIONES Dirección: Tucumán 1632– Posadas (3300) Misiones Teléfono: +54- 376 – 4438865 - + 54-3764-4601500 Email: emilce.cammarata@gmail.com minder.anita@gmail.com


RECUPERACIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL. ¿PUESTA EN VALOR O ENAJENACIÓN? EJE TEMÁTICO: Turismo sustentable y patrimonio cultural RESUMEN La presentación se enmarca en el Proyecto de Investigación: “El territorio y la ciudad en proceso de cambios en el contexto transfronterizo de Posadas-Encarnación. Espacio-lugar con historia y construcción social de la memoria, formas e imágenes que sustentan la recuperación del patrimonio” y, tiene por objeto dar lugar a la transferencia de resultados parciales del trabajo que se viene desarrollando desde el mes de marzo de 2015. En este caso en particular, la misma hace específica referencia a los avances vinculados al Barrio “Bajada Vieja” de la ciudad de Posadas, Misiones, Argentina.

Acerca de los objetivos, metodología y ejes de trabajo A modo de síntesis cabe decir que los grandes cambios territoriales, de configuración urbana, ocurrieron durante las últimas décadas como producto de la implantación del Proyecto Binacional Yacyretá. La recuperación y remodelación de la costa y el centro, aún desencadenan cambios profundos en el patrón de asentamiento de las ciudades. La producción del espacio devino más que nunca en un proceso dinámico y de luchas que hizo de las ciudades un epicentro geográfico estratégico para el proceso de acumulación. La elección de este antiguo barrio responde a la necesidad de contribuir con la búsqueda de respuestas a los reclamos públicos de sus residentes, quienes se han organizado para intentar frenar, distintas iniciativas privadas y oficiales, que proyectan, disponer de “bienes” que hacen a la identidad del mismo. Si bien la problemática se viene gestando desde finales de los ’90, cuando se comienzan las vastas transformaciones a las que dio lugar la construcción de la Avenida Costanera, que llevase a la desarticulación del espacio consagrado como propio desde el uso cotidiano que se le proporcionaba, es entre fines de 2014 y principios de 2015 que el malestar social alcanza su punto más álgido cuando inicialmente, se puso a la venta la “Casona”, uno de los inmuebles más significativos de su historia, situación ésta que, lleva a plantear desde el Estado, la expropiación del mismo, a partir de un proyecto de Ley que aún espera su tratamiento.1 Entre las distintas justificaciones esgrimidas para validar tal decisión, se cuenta la de refuncionalizar la propiedad para incorporarla al circuito turístico-recreativo de la ciudad. En ambos casos, los vecinos temen perder el control patrimonial del barrio.

1 Proyecto de Ley Diputada Noelia Leyría, Expte. 1434-D-2015, Cámara de Representantes, Pcia de Misiones


Por ello, el abordaje de esta situación particular propone como categorías centrales: territorio, lugar, memoria, patrimonio y turismo. Se pretende que estas categorías se constituyan en herramientas analíticas para comprender los problemas sociales. En este proceso, la historia se constituye en un instrumento fundamental para comprender y dar sentido a las prácticas sociales que ocurren al interior del espacio-lugar-territorio. Por cuanto los objetivos que dan razón a la Investigación son:  Identificar los grupos emergentes y sus intereses alrededor del valor patrimonial de los sitios en estudio.  Reconstruir contextualmente desde el relevamiento técnico y el testimonio de los agentes identificados, los elementos constituyentes del patrimonio y la memoria social.  Generar condiciones de participación para la revalorización del patrimonio cultural. En este sentido, el rol que cabe al equipo de investigación es el de actuar de facilitador para la concertación de intereses entre el Estado Local (Municipalidad de la Ciudad de Posadas) y la comunidad (Vecinos del Barrio Bajada Vieja). Para ello, se entendió apropiado que la estrategia teórico-metodológica involucre desde el estudio de fuentes documentales hasta la observación participante en determinados grupos sociales de recuperación de sitios y o mantenimiento de la memoria. Entrevistas abiertas a informantes claves, encuestas y trabajo participativo de los vecinos en talleres, entre otros, se transforman en un canal apto para propiciar el ambiente requerido. De los ejes de trabajo propuestos en la Investigación corresponden a la situación de referencia, los siguientes: 1. El surgimiento y conformación de los grupos. Se toma como punto de partida los momentos críticos de las transformaciones -desaparición del casco histórico de la ciudad- y o situaciones de expropiación de sitios y edificios con la consecuente pérdida patrimonial, y otras modificaciones sustanciales en cuanto al uso y a las prácticas en el espacio. 2. El conocimiento y la comprensión de los procesos de construcción de la memoria social en determinados conjuntos sociales -orientados hacia la conservación del patrimonio histórico y el mantenimiento de la memoria- frente a los cambios socio-territoriales. Ello lleva a entender a la comunidad local como portadora del contenido simbólico que dota de valor a la configuración de los lugares admitiendo entonces, su capacidad para organizarse e involucrarse desde las marcas identitarias reconocidas como propias.

Contextualización histórica del Barrio De la calle pedregosa que bajaba al río, puerto natural donde atracaban las canoas y posterior emplazamiento del puerto, surgió el nombre del barrio Bajada Vieja, uno de los más antiguos de la ciudad. Espacio vinculado al río, la frontera y el intercambio comercial con Paraguay, tuvo su primer asentamiento en el periodo


jesuítico, cuando Roque González de Santa Cruz fundó la reducción de “Nuestra Señora de la Anunciación de Itapúa”, que luego se trasladó a la vecina orilla del Paraguay. Durante la guerra de la Triple Alianza, fue el lugar de paso de las tropas, y cuando terminó el conflicto bélico, el precario puerto se siguió utilizando para el intercambio comercial (especialmente de frutas y verduras) con Paraguay. A partir de 1900 y durante el “período extractivo” de explotación de madera de la selva y yerbales naturales en el alto Paraná, fue el centro desde el que se organizaba y desarrollaba la actividad. Peones jornaleros, venían de diferentes lugares en busca de trabajo, los que eran “conchabados”2 y llevados al Alto Paraná. En el lugar además de las viviendas de los pobladores se radicaron depósitos de yerba, almacenes de ramos generales, pensiones, casas de citas y prostíbulos (popularmente denominados “quilombos”), y que generaba un constante e importante movimiento en la zona. Casas de madera., adobe y paja en un principio, que fueron reemplazadas paulatinamente por ladrillo y cemento, que son las que aún perduran. Posteriormente concentró el movimiento comercial fronterizo donde las “Paseras” o “Villenas”3 cobraron protagonismo, ofrecían sus productos en las calles y veredas, por lo que en el año 1962 se construyó el “Mercado Modelo La Placita” con aproximadamente 250 locales comerciales. Vale destacar que muchas paseras (como también “lavanderas” de ropa), construyeron sus viviendas en la zona. Durante muchos años no fue considerado un barrio prestigioso, pero a partir de la reconfiguración urbana de Posadas, como consecuencia del río embalsado por la represa de Yacyretá y la construcción de la costanera, pasó a ser un barrio residencial. Se mantienen en pie varias construcciones, algunas con significativas reformas, que testimonian parte del pasado de la Bajada Vieja, incluidas en el “Registro del Patrimonio Cultural de la Ciudad de Posadas”, como la “Vieja casona”, de dos plantas y ladrillo visto construida en 1923, para vivienda familiar y comercio, pero que tuvo diferentes usos: panadería, imprenta y periódico y bar; el edificio de Silvio Leguía construido para vivienda de los “Mensúes”, donde luego funcionó una escuela y posteriormente la secretaría de extensión de la UNaM y actualmente vivienda; el edificio construido por la familia Arias, donde actualmente funciona una escuela, el actual restaurante “Bajada Vieja”, que fuera un depósito de yerba, por citar los más importantes. También hay espacios construidos para rememorar la historia, como la plazoleta del menú, con un monumento alegórico inspirado en la época e inspirado en la figura de Ramón Ayala4, elaborada por el artista

Contratación temporal y al margen de la ley. Se los conocía como “Mensúes” (de mensual) “Paseras”, mujeres que cruzan mercadería de un lado a otro en “contrabando de hormiga”, (por eso también se las denominaba las “Hormigueras”); generalmente eran de “Villa Encarnación”, de ahí lo de “Villenas” 4 Cantautor, escritor y poeta misionero, es uno de los máximos representantes de la música del litoral. Creador del ritmo “Gualambao” en compás de 12/8, con la idea de darle un estilo propio y único a la provincia que Misiones que carecía de un ritmo. Muchas de sus obras relatan precisamente la dureza de la vida en el monte y los yerbales naturales en el período extractivo. “Posadeña linda”, canción oficial de la ciudad de Posadas, refiere a la Bajada Vieja 2 3


plástico Hugo Viera hace más de veinte años y reconstruida en 2009, ya que había sido destruida por vandalismos. Con referencia a estudios y trabajos que remiten a la Bajada Vieja, hay antecedentes que tratan el tema, pero son fragmentarios y se encuentran dispersos, la mayoría se enfoca en lo histórico y costumbrista, pero ninguno contiene un relevamiento técnico completo de los aspectos físicos actuales del lugar, ni de recuperación de relatos sobre costumbres, aventuras y leyendas de los vecinos más antiguos, que den cuenta del patrimonio y la memoria social. Entre los antecedentes más importantes que incluyeron el tratamiento particular del barrio Bajada Vieja podemos citar el “Plan Urbis” (1957),”Plan Posadas” (en los 70), y finalmente en el año 2011 el PEP 2022 (Plan Estratégico Posadas 2022). Desde el área patrimonial en el año 1996 se realizó un breve diagnóstico de los elementos arquitectónicos del barrio en las “Jornadas de Trabajo sobre Sitios Patrimoniales en Posadas”, organizadas por el ICOMOS (Argentina, coordinadas por el Arq. Carlos Moreno, la Arq. Mary González y la Arqueóloga Ruth Poujade). Recién en el año 2011 por Ordenanza 2917 se declaró al barrio “Sitio de interés histórico al barrio “Bajada Vieja”. Un relevamiento de los archivos periodístico de los últimos 30 años da cuenta que se reiteran alusiones referidas al estado de abandono del barrio, sus principales edificios y monumentos y reclamos de los vecinos, que se alternan con noticias sobre iniciativas de intervención, pero que quedan reducidos a peñas, concursos y actividades aisladas. La calle que baja al río (Fleming), ha sido incluida en los circuitos y recorridos turísticos de la ciudad, como una breve muestra del barrio y ha sido fuente de inspiración de pinturas, poesías y canciones de artistas como el cantautor Ramón Ayala, el novelista Areu Crespo, el pintor Zigmunt Kowalski, por citar algunos. Al momento los resultados para recuperar, conservar y poner en valor la riqueza patrimonial tangible del lugar han tenido escaso resultado, y los aspectos que refieren a la cultura inmaterial, se mantienen en la memoria de los pobladores más antiguos y sus descendientes.

El capital del conocimiento científico al servicio del saber popular. Una mirada compartida. A partir de aquí, en virtud de la extensión requerida, proponemos la lectura de los datos obtenidos en campo, desde las marcas teóricas puestas en tensión para permitir una aproximación a la complejidad de la realidad descripta. Aunque resultan insuficientes los datos sobre los que se dará cuenta –restan actividades vinculadas a la reconstrucción de la memoria popular del lugar, las encuestas en el resto del barrio y zona de influencia y; la realización de los talleres- es posible adelantar algunas consideraciones que se desprenden de lo ya concluido como tarea de campo. Cabe acotar al respecto, que en función de lo programado, las expectativas del equipo se vieron superadas al


encontrarse con la receptividad plena de los vecinos que, en clara actitud de confianza se abrieron a mostrar elementos patrimoniales del lugar, prácticamente desconocidos, los que serán mencionados sin identificación para resguardo de la fuente que confiara el acceso a los mismos. Sobre la actual calle Fleming –a la que algunos vecinos buscan bautizar como “Bajada Vieja”, por ser el primer acceso al río Paraná y en consecuencia contener gran parte de la historia del barrio- se realizaron encuestas por responsables de vivienda, con la idea de determinar el vínculo de los habitantes con la propiedad, antigüedad en el barrio, conocimiento de los motivos de la movilización intramuros y opinión acerca de los bienes que consideran viables de ser puestos en valor. Debe aclararse que tomando el trazado antiguo y el núcleo donde se agrupa el eje convocante, se está hablando de aproximadamente 300 mts., cuestión que arroja poco más de una treintena de vecinos, sobre lo que se concretaron veintinueve (29) encuestas. Sobre el total de encuestas realizadas, el 80% es propietaria y reside en el lugar mientras que el 20% restante, se divide entre inquilinos, mayoritariamente, y personas a cargo del cuidado de la propiedad por expresa voluntad del poseedor legal para evitar-según lo expresado por la mayoría- “la intrusión”. De acuerdo al relato proporcionado por los vecinos, ese 20% correspondería a “Nuevos Propietarios” que toman distintas alternativas para garantizar la posesión del espacio. Del 80% que constituyen los propietarios-residentes, se destaca que el 56% posee una antigüedad en el barrio de 30 años a más. Lo cual indica el nivel de conocimiento existente entre los mismos - entre ellos se refieren por apodos, indican con exactitud las viviendas sin dar referencia de número o calles laterales y ofrecen los horarios para encontrarlos con precisión- en tanto, parecen distanciarse, quizás inconcientemente, de los demás cuando al ser consultados para que colaboren a favorecer el encuentro para la encuesta, se refieren con expresiones que son más despectivas que de desconocimiento, como: “lo he visto algunas veces pero nunca hable”; “no te sabría decir, es nuevo acá”; o lo más reiterado, “para qué vas a preguntarle del barrio sino sabe nada”. De alguna forma esto comienza a revelar la problemática que se desata alrededor de la tenencia de la tierra en aquellos territorios donde, ya sea por el cambio de actividad y/o la reconversión o refuncionalización del espacio como consecuencia del nuevo planeamiento urbano, se produce una fuerte e inusitada especulación del suelo. Puede decirse que el territorio se reconfigura. El tejido urbano es atravesado por procesos de integración que permiten la coexistencia de una pluralidad de elementos de identificación entre los agentes que interactúan a su interior para luego, ser atravesado por procesos de desintegración que desestabilizan la estructura preexistente como camino hacia la alteridad. En este sentido, no debe perderse de vista que toda la zona aledaña a “Bajada Vieja”, fue desmembrada por


los efectos del proceso que implicó la relocalización de los afectados por las obras relacionadas a la represa, sufriendo el propio barrio el efecto dominó en lo que respecta a la sobrevaluación inmobiliaria de los terrenos cercanos y, el consecuente aumento impositivo. Lo dicho condujo a un movimiento migratorio interno no deseado, dentro de la propia ciudad. Algunos autores denominan este desplazamiento como gentrificación y otros como desterritorialización., pero el énfasis esta puesto en los impactos que devienen de la nueva configuración que arroja el cambio. La compulsión del desplazamiento lleva consigo el desarraigo y con ello, la pérdida de referencia identitaria. El territorio no es una invención etérea. Es un producto de las relaciones humanas que lo atraviesan y sobre él se constituyen. Por tanto, es histórico. Se trata de: …la representación del espacio empírico construido de forma voluntaria por las sociedades humanas y constituye, el principal marco de las prácticas sociales que dan lugar a los diversos espacios físicos, identificados también como espacio geográfico. En lo esencial, se trata de un espacio político construido por prácticas políticas (…) Por cuanto, como ya se ha señalado, expresa el resultado espacial de un legado histórico. Así los territorios exhiben distintos niveles de fragilidad e inestabilidad como diversas posibilidades e intensidades de reacción. (Cammarata, E.; 2012, p.3) Ahora bien, lo señalado da cuentas de una ruptura en la propia escala de valoración de los agentes sociales que entran en pugna por el territorio. De esta manera, tanto la revisión histórica de las fuentes documentales como el testimonio de los vecinos más antiguos, permiten determinar que todos los lotes lindantes con el borde costero, no sólo vieron elevada su cotización catastral sino, fundamentalmente, su significatividad respecto del incremento del capital social de sus poseedores. Así, este espacio que antes era concebido como hostil por los sectores socioeconómicos más favorecidos y, del cual intentaban alejarse, se convierte en un bien apreciado como símbolo de clase. Por su parte, los residentes quedaron atrapados en un proceso de recolonización que los fragmentó y dejó expuestos a la multiplicidad de impactos derivados de la transformación requerida para una nueva configuración espacial. La matriz de asentamiento tradicional se quebró y con ella, sobrevino la incertidumbre, provocando en los vecinos un sentimiento de extrañamiento al no lograr reconocer, muchos de los elementos constitutivos de su identidad. Se conviene que, el refugio de las prácticas socioculturales del grupo, representativas y estables a lo largo del tiempo, cargado de connotación histórica y simbólica, constituyen un “lugar”. Espacio donde confluyen los sentidos de quienes se reconocen en él y a través de él. Augé en Margullis (1994), las amenazas percibidas por los vecinos, se derraman hacia este espacio de significación colectiva que, hoy por hoy, paradójicamente, ha quedado articulado funcionalmente -por la proximidad que registra- con la propia Costanera.


Hasta aquí, podría inferirse que para los vecinos de “Bajada Vieja”, la Costanera se constituye en un elemento absolutamente ajeno a ellos, a partir del cual se ha propiciado el desmantelamiento del contexto de identificación. Esto último, nos pone –mirando desde los residentes del barrio- frente a un “no lugar”, al que Marc Augé define como: “Un espacio que no puede definirse ni como espacio de identidad, ni como relacional, ni como histórico”. (Augé, M; in Margullis, M; 1994:16) Varios relatos de los vecinos –sobre todo de los de más edad, algunos superan ampliamente los 50 años de residencia en el barrio, tal es el caso de Doña Pomposa- producidos en el marco de entrevistas y de observación participante (en la celebración del tradicional “Karaí Octubre” y elaboración del Yopará que todos los años se realiza y comparte entre los vecinos en la plazoleta del Mensú)5, se notan cargados de nostalgia por el tren; por el puerto; por el acceso al río o; por los amigos que ya no ven hace tiempo. Son cuestiones que manifiestan espontáneamente, ávidos de llevar a una permanente comparación entre el “antes” y el “ahora”, dejan percibir el grado de vulnerabilidad al que quedaron expuestos y hasta dan la sensación de estar agobiados o superados por la realidad. En ese mismo contexto, se recomponen rápidamente cuando, de manera cómplice, se abren a compartir con el equipo, un conjunto de recuerdos que atesoran en la intimidad de sus hogares. De esta experiencia, emerge un bagaje riquísimo de bienes que ofrecen testimonio de la historia vinculada al período que tiene, al mensú de protagonista, en los albores del siglo XX. Casas que en su interior mantienen las aberturas originales con los números de habitación y cartelería que, indicarían haber funcionado como pensión o burdel de la época, a lo que se suman distintas antigüedades que fueron pasando de generación en generación, que fueron -en algunos casos- tímidamente exhibidos al momento de tomar contacto directo con sus poseedores. Corresponde detenerse aquí para señalar que, expresamente los propietarios manifestaron que, hasta el momento, estos bienes son invisibles, exclusivamente conocen de su existencia, sus núcleos familiares o de amistad muy cercana. Son conscientes del valor patrimonial que poseen esos elementos y la intención no es especular a partir de los mismos ni actuar con mezquindad para que otros no accedan, pero consideran que las condiciones no están dadas como para garantizar que no les sea arrebatado; que terminen de perder el control de su barrio y hasta de sus propiedades; o que, simplemente, se dé a estos bienes un uso incorrecto

De acuerdo a la tradición el 1° día del décimo mes del año, visita los hogares un mítico personaje conocido como "Karaí Octubre" (Señor Octubre). Se consideraba uno de los meses más difíciles del año, porque estaban finalizando los productos cosechados el año anterior y la nueva producción aún no se podía utilizar. El “Karaí” es un ser capaz de llevar bonanza a quienes comparten comida en abundancia o sentencia a un año de “mala suerte” a los que falte el alimento. Para “espantar al Karaí”, se elabora en forma comunitaria y se comparte el “Yopará” (Jopará en guaraní), una comida en base a locro, porotos, diversos tipos de verduras, carne y mandioca.

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desde la perspectiva histórico-cultural. Se entiende que, juzgar este proceder como correcto o incorrecto, solo contribuye a simplificar las dimensiones del problema en miras a disimularlo. Eludir el conflicto existente no soluciona nada, por el contrario agudiza la tensión y aleja la posibilidad de puntos de encuentro. Este “patrimonio oculto” como se ha decidido denominarlo en la investigación, es parte de la estrategia que se han dado para sobrevivir a los sucesivos embates que vienen soportando. Tampoco puede desconocerse la existencia de tendencias culturales que, mezcladas con la saliva de las industrias del mercado, tienden a banalizar el patrimonio para transformarlo en un producto más de las masas que se vuelcan a un consumo a-critico (Ballart, J,; 1997), entre las que se encuentran las actividades propias del “uso del tiempo libre” como el turismo y la recreación. Por cuanto, el temor a que “su” historia como barrio sea reemplazada por un tendal de objetos descontextualizados de los procesos que les dieron origen (Becerra de Meneses, U.; 1996), es absolutamente legítimo. Para finalizar con los datos arrojados por la encuesta preliminar, al ser consultados los vecinos acerca del conocimiento que poseen sobre los motivos que han llevado a que el barrio se encuentre movilizado y la opinión que les merece esta reacción?, el 60% de los encuestados manifiesta, además de conocimiento, adherir totalmente a las acciones vecinales como único camino de contar con un reaseguro que les permita mantener “lo suyo” y casi un 25% conoce la problemática pero no emite opinión. Al momento de preguntar sobre qué bienes patrimoniales debiesen preservarse, algunos mencionan puntualmente “la Casona”; otros “la Casona” y “el Monumento al Mensú” pero se destaca con más de un 70% el número de propietarios que afirman que “todo el barrio” (Casona, paseo y Monumento al Mensú, árboles, calles, almacén, mirador, casas, salón de fiestas e identidad del barrio). Si bien, ya se adelantó, que las iniciativas vecinales no han arrojado mayores resultados como para modificar la situación de hecho, quienes residen de manera permanente en el barrio se encuentran informados sobre lo que está ocurriendo y entienden que la movilización contribuye en la conservación del patrimonio. Del mismo modo, se remarca a partir de un amplio margen de respuestas obtenidas, que la significatividad que asignan al patrimonio no responde a objetos aislados sino al conjunto de bienes, materiales e inmateriales, surgido de los procesos de interacción que dieron contenido al “lugar” en el que se reconocen como parte.

A modo de cierre… Los agentes que pertenecen al tramado urbano poseen la capacidad de ser generadores de prácticas con alto compromiso social propias de los grupos que han desarrollado fuertes marcas identitarias que emergen al momento de requerir dar respuesta a las necesidades intrínsecas de los mismos. Se trata de prácticas solidarias, anónimas y desinteresadas que actúan de fuerza constitutiva y proveedoras de sentido y que ante


la presencia de alguna amenaza, concurren defensivamente. Es importante comprender que cuando se pretende introducir cambios inconsultos, alterando las formas jurídicas, técnicas y simbólicas existes en los “lugares”, éstas son invasivas del conjunto social y por ende, resistidas. La participación activa no se exclama, se fomenta y se practica. En “Bajada Vieja”, los vecinos han dado muestras de pretender ser escuchados y tenido en cuenta para opinar sobre lo que les pertenece. Del mismo modo, están abiertos a participar en la puesta en valor el patrimonio pero también han sido testigos de cómo en nombre del “progreso” se desintegró y desarticuló todo lo que los rodeaba.

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CULTURA: PATRIMONIO Y DESARROLLO SOSTENIBLE.

Autora: Miriam Celeste Gimenez.

UNIVERSIDAD NACIONAL DE MAR DEL PLATA. FACULTAD DE ARQUITECTURA URBANISMO Y DISEร O. AAGeCU, prosecretaria de la Asociaciรณn Argentina de Gestores Culturales Universitarios. Comisiรณn de Turismo Cultural Grupo de organizaciรณn de eventos culturales rurales Direcciรณn: Posadas 1905, Mar del Plata. Telefono: 0223489-4693 Email: miriamcgimenez@gmail.com

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CULTURA: PATRIMONIO Y DESARROLLO SOSTENIBLE. EJE TEMÁTICO: Turismo sustentable y patrimonio cultural. RESUMEN El territorio, dice Restrepo, en Aproximación Cultural al concepto de Territorio, Revista Perspectiva Geográfica; que a pesar que la globalización trata de uniformarlo todo, logra permanecer lo propio, hasta reforzado. Ha llegado a la conclusión de que lejos de ganar uniformidad las gentes y los lugares, se diferencian cada vez mas. Considera que en el mundo hay muchos mundos y que la diversidad enriquece a la humanidad, facilitando la aparición de nuevas culturas. Es interesante este concepto, porque en la valorización de lo particular, y en la construcción cultural comunitaria aparece el patrimonio identitário, y puede ser utilizado, o no, para el desarrollo sostenible, que traiga aparejado el estado de bienestar social. Objetivos: en este ponencia trataré de elaborar el hilo conductor de la evolución de la terminología “cultura y patrimonio” para comprender las tensiones con el turismo. Metodología: investigación científica, cualitativa y cuantitativa Desarrollo: presentación en power point, el día de la ponencia, con soporte de papel. Conclusiones: el objetivo es instaurar el debate, sobre estas cuestiones: comprender de que hablamos cuando hablamos de cultura y patrimonio; que está instaurado en el imaginario popular ; y como podríamos pensar un proyecto viable de turismo que traiga aparejado el desarrollo sostenible y sustentable del territorio.

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Cultura: ¿Cómo llegamos al concepto contemporáneo de cultura? ¿Como se relaciona con el posicionamiento en el imaginario popular este concepto?. El término cultura proviene del latin “cultus”, que significa cuidado del campo o del ganado. Fue Ciceron el que usa este término “cultura” por primera vez como término teórico en la obra: “Disputas tusculanas del orador y filósofo Marco” Tulio Cicerón1. (45 años ANE2) En el siglo XIII, el término, cultura se empleaba comúnmente, para designar un territorio geográfico sembrado, y tres siglos más tarde había cambiado su sentido de estado de una cosa, al de la acción (Cuche, 1999: 10). 1 Ana Kristova. Dirección Científica de la Cultura. Editora Política, La Habana 1984 p. 3-5. 2 ANE: antes de nuestra era.

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Por la mitad del siglo XVI, el término adquiere una connotación metafórica, como el cultivo de cualquier facultad, ya que se comienza a plantear los conceptos de Cicerón. El siglo XVIII, el concepto del término como “cultivo del espíritu”, va imponiéndose en campos académicos. Se convierte nuevamente en un concepto que designa un estado, aunque en esta ocasión es el estado de la mente humana, y no el estado de los espacios geográficos. . La clásica oposición entre cultura y naturaleza también tiene sus raíces en el siglo XVIII. Para muchos de los pensadores de la época, la cultura es un fenómeno distintivo de los seres humanos, que los coloca en una posición diferente a la del resto de animales. La cultura en la colonialidad, en la modernidad, es concebida desde un eurocentrismo muy marcado, fue considerada como el conjunto de los conocimientos y saberes acumulados por la humanidad a lo largo de sus milenios de historia, pero esa “humanidad” era eurocéntrica, dejando fuera de la historia, otras experiencias históricas, otras culturas, las de la periferia. La cultura está vista en esa época, ( modernismo, colonialismo) como unidireccional, cualquiera sea su punto de partida, el punto de llegada era ser “igual a Europa Centro-Nordica”. Fue el fundamento para la clasificación de las gentes, dice Ánibal Quijano en, Colonialidad del Poder y Clasificasión Social, (2000, P 364), y de esa forma legitimar la política expansionista de dominación. Hago esta mención, porque es a partir de estos conceptos en que se forma el imaginario popular de las relaciones de poder, y quedan impregnados hasta nuestros días. El colonialismo no solo fue una estructura piramidal, sino que se necesitó del consentimiento y convencimiento de los educandos, la sociedad tenía un orden dado y cerrado. Se colorean los territorios geográficos, negro para Asia, indio y negro para América, amarillo para Asia y blanco para Europa, se resumió en “blancos” y de “color”. Siendo el blanco, la jerarquía máxima. Aparece la clasificación del trabajo: asalariado para Europa y no-salariado para las colonias. De genero: el hombre blanco, católico europeo, se consideraba superior a las mujeres y los niños, pero las mujeres europeas blancas y católicas tenía derecho a casarse, no así las negras o indias. Para Marx las clases sociales no son estructuras, sino relaciones de poder. Canclini, habla de una apropiación desigual de los bienes económicos y culturales o simbólicos, por parte de los grupos subalternos, como resultado de una elaboración propia de un una forma de vida, como el detonante de la configuración de dos culturas, una la “hegemónica”, y la otra “popular o subalterna”. A las sociedades donde la colonización implicó la destrucción de la estructura social, les fueron negados sus saberes intelectuales y sus medios de expresión, considerándolos “gentes rurales e iletradas” . Se fue imponiendo la hegemonía del modo eurocéntrico de percepción y de producción de conocimiento. Si bien el colonialismo es mas antiguo que la colonialidad, esta mostró ser mas profunda y duradera porque es una construcción cultural que se impuso en el imaginario popular.

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¿Seguimos pensando la cultura desde el eurocentrismo? Nos encontramos en 2016, y sigue existiendo esa forma piramidal del conocimiento que nos formó en la colonialidad. Desde la administración pública se sigue dando jerarquía a quienes tienen formación artística e intelectual en la cultura, y no a quienes puedan fomentar la construcción identitária de las culturas, a quienes puedan gestionar manifestaciones culturales populares. En las radios se escuchan programas llamados: El Mostrador Cultural (96.5, Radio Residencias) ; Desparramando Cultura a Cuatro Manos( 98.5 Radio Brisas); Cultura Musical, (Radio Amadeus 104.9), donde se sigue pensando en una cultura “alta o hegemónica”, que llegue a los oyentes como si fueran vasos vacíos, que hay que llenar, desconociendo la propia cultura local. Sigue operando un poder social que marca diferencias étnicas/ racistas, donde la supremacía está en el tono de la piel y los rasgos fenotípicos. Las luchas de genero se acentúan hoy, como emergentes sociales de una problemática de discriminación y violencia tensionando sobre las jerarquías de hace 400 años.

Patrimonio.

P A T R I M O N I O

La palabra patrimonio viene del latín patri (‘padre’) y monium (‘recibido’), que significa «lo recibido por línea paterna». Es en este punto donde la cultura y el patrimonio se entrecruzan y producen las tensiones. Pero primero definiremos al patrimonio y sus categorías. Las categorías son: Patrimonio Natural, Patrimonio Cultural tangible, e inmaterial y Patrimonio Mixto. La Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural, que aprobara la Conferencia General de la UNESCO el 16 de noviembre de 1972, define al patrimonio y se han convertido en uno de los instrumentos legales internacionales más visibles y eficaces que tienen las

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comunidades para el rescate, conservación y salvaguardia del patrimonio mundial. Esta Convención ha sido ratificada hasta ahora por 191 Estados Parte y su aplicación contempla la designación de sitios por su valor cultural, natural y mixto. Figura nº 1 CASA DEL PUENTE.

El patrimonio cultural puede estar constituido por aquellos monumentos, conjuntos o lugares con valor universal desde el punto de vista de la historia, el arte o la ciencia. En las últimas décadas se ha promovido la identificación de nuevas categorías patrimoniales que involucran monumentos, conjuntos y lugares como: los paisajes culturales, los itinerarios culturales, el patrimonio moderno y el patrimonio industrial. Figura nº 2. Latinoamérica.

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El patrimonio inmaterial, según la UNESCO, es tradicional, contemporáneo, y viviente a un mismo tiempo, porque no solo incluye tradiciones heredadas, sino también usos rurales y urbanos, contemporáneos de diversos grupos culturales. Es integrador y representativo. El patrimonio cultural inmaterial no se presta a preguntas sobre la pertenencia de un determinado uso a una cultura, sino que contribuye a la cohesión social fomentando un sentimiento de identidad y responsabilidad que ayuda a los individuos a sentirse miembros de una o varias comunidades y de la sociedad en general. Figura nº3 Sierra de la Ventana

En cuanto al patrimonio natural, está representado por los monumentos naturales constituidos por formaciones físicas biológicas o por grupos de estas formaciones, que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista estético o científico. También las formaciones geológicas y fisiográficas, los lugares naturales y las zonas estrictamente delimitadas que constituyen el hábitat de especies de flora y fauna amenazadas, que tengan un valor universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia, de la conservación, o de la belleza natural.

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Figura nº4. Parque Iguazú

El patrimonio mixto, es el natural con intervención del hombre, como ejemplo podemos citar el Parque Iguazú, el Cerro de la Gloria o el Monte Calvario en Tandil, trabajos realizados por el paisajista Thays.

¿Patrimonio y desarrollo? En el bagaje heredado de la colonialidad-modernidad la cultura y el patrimonio no fueron pensados como

herramientas de desarrollo y aporte contra la pobreza, si,

como acumulación y

posicionamiento jerárquico. La cultura y su consecuencia, el patrimonio cultural, pueden plantearse como una territorialidad socialmente construida. Por lo tanto pueden ser pensados como motores de desarrollo, dice Marina Taiman, en Territorios y Cultura. ( PRAHC/UMSS. P 56), pero con un enfoque de desarrollo comunitario, transdisciplinario integral e inclusivo. Esta perspectiva implica pensar en la de-colonialidad, dejando de lado los conceptos unidireccionales de cultura y el posicionamiento verticalista estatal al administrar cultura. En los últimos tiempos el debate sobre la cultura, que dejó de ser estática, se encuentra en una constante ebullición, debido al ritmo cambiante que sufren las sociedades latinoamericanas. Los gestores deben actuar en realidades cada vez mas complejas, y con escenarios muy cambiantes. Se plantea un patrimonio vivo, y una cultura como constructo de territorialidades. Estos procesos requieren de una nueva mentalidad y otro método en la de toma de decisiones. Donde la cultura deje de ser sacralizada y el patrimonio muerto. Poniendo la cultura en agenda, repensar las políticas culturales, poner en valor la diversidad, y el binomio turismo –desarrollo y cultura- patrimonio, como estrategias para el desarrollo.

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FORTALECIMIENTO TURÍSTICO COMUNITARIO EN GENERAL BELGRANO, PROV. DE BUENOS AIRES1

Autores: Molinari Gloria (FCE, UNLP) gloriaemolinari@gmail.com Rossi Elisabet (FCE, UNLP) elisabetrossi@gmail.com Gómez Silvina (FCE, UNLP) silvinab.gomez@yahoo.com.ar Rampello Patricia(FCE, UNLP) prampello@hotmail.com Márquez Gonzalo (FCNyM, UNLP) cosmegjm@yahoo.com.ar

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS, UNLP.

Dirección: Calle 6 N°777-B1900 TEN, La Plata. Buenos Aires. Teléfono: +54-221-4236769

El presente trabajo surge del proyecto de extensión universitaria: “Fortalecimiento turístico comunitario en General Belgrano. Revalorización del patrimonio local a través de la participación, la capacitación y la autogestión de los pobladores de Gral. Belgrano, provincia de Buenos Aires”. Convocatoria 2015 de la UNLP, acreditado y financiado.

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FORTALECIMIENTO TURÍSTICO COMUNITARIO EN GENERAL BELGRANO, PROV. DE BUENOS AIRES EJE TEMÁTICO: Turismo sustentable y patrimonio cultural RESUMEN La ciudad de General Belgrano pertenece a la cuenca deprimida del rio Salado y cuenta con la presencia de aguas termales. El interés turístico recreativo de las mismas contempla su integración al proyecto turístico global de la localidad, de modo de alcanzar un desarrollo armónico y sustentable. El presente Proyecto propone, entonces, realizar un acompañamiento a la comunidad local, para concretar una valoración turística del patrimonio cultural, histórico y productivo que posibilite ampliar la oferta turística de la ciudad. En este sentido, se plantea fortalecer los emprendimiento existentes y generar nuevos mediante la capacitación, la participación y autogestión.

OBJETIVOS Generar procesos de fortalecimiento comunitario tendiente a revalorizar el Patrimonio Cultural, Productivo y Turístico con el fin de promover nuevos modelos de desarrollo local en la Ciudad de General Belgrano. Para cumplimentar dicho objetivo, se pretende, fortalecer los emprendimientos implementadas por la comunidad favoreciendo el desarrollo local, por medio de cursos de capacitación que promuevan la participación y autogestión de los pobladores. Involucrar a los distintos sectores y actores de la comunidad en el proceso de revalorización del patrimonio cultural, ambiental y productivo. Fomentar vínculos entre emprendedores nuevos y existentes en pos de generar una red que potencie al sector productivo y turístico. Evaluar el grado de desarrollo de los emprendimientos actuales

METODOLOGÍA La metodología se basa en la implementación de talleres con diferentes sectores de la comunidad implicada en el proyecto de manera participativa, promoviendo el dialogo de saberes. En una 1° etapa, se realizaron reuniones de planificación y formación con el equipo de trabajo, a fin de dinamizar el posterior trabajo en territorio. En una 2°etapa, se desarrolla el trabajo en territorio:en este marco se llevó a cabo un encuentro con diferentes sectores y actores públicos y privados, donde se recibieron propuestas y acciones para las siguientes convocatorios, del mismo modo se delinearon los encuentros sobre aspectos culturales, productivos y ambientales con referentes de las instituciones. En esta instancia, también, se desarrollarán capacitaciones en emprendedorismo para jóvenes y adultos, enriquecidas con charlas de profesionales en diferentes temáticas para tal fin, así como, capacitaciones sobre patrimonio cultural y ambiental dirigida a los miembros de instituciones locales, emprendedores turísticos y público en general en pos de unavaloración turística. De manera paralela, se llevarán a cabo


reuniones de articulación en mesas de trabajo, las cuales están pensadas con la integración de todos los sectores y actores públicos y privados, con el fin de fortalecer la red de trabajo productiva. Del mismo modo se organizan talleres con los docentes de las diferentes instituciones educativas del municipio. En una 3° etapa se propone la realización de una actividad de cierre con los actores implicados en el Proyecto, con el fin de socializar los resultados obtenidos. También se realizará un análisis sobre el desarrollo del proyecto, teniendo en cuenta los diferentes aspectos abordados (cultural, ambiental y productivo). Por otro lado se evaluará el proceso realizado, las dificultadas halladas y se reflexionará acerca de las posibles estrategias de superación de las mismas. Los talleres de capacitación mencionados, se realizarán de manera itinerante tanto en espacios públicos (museos, plazas, centros culturales) como privados (asociaciones, cabañas, posadas, restaurantes, cooperativas) fortaleciendo los vínculos entre los participantes generando el reconocimiento y apropiación del patrimonio belgranenseCabe aclarar que al momento de la presentación, el presente trabajo se encuentra en la 2°etapa de ejecución.

DESARROLLO Introducción La ciudad de General Belgrano pertenece a la cuenca deprimida del rio Salado y cuenta con la presencia de aguas termales. El interés turístico recreativo de las mismas generó que las autoridades Municipales conjuntamente con empresarios de la zona, en los años 2011 y 2012, llevaran adelante el Plan de Competitividad Barranca Norte, en el cual, se planteaba promocionar a Gral. Belgrano como un destino turístico-termal El complejo hidrotermal es un emprendimiento público-privado de capitales belgranenses que funciona actualmente sobre la RP29, en la entrada de la localidad. En sus inicios dicho emprendimiento contemplaba su integración al proyecto turístico global de la localidad, de modo de alcanzar un desarrollo armónico y sustentable. En función de lo expresado el presente Proyecto propone realizar un acompañamiento a la comunidad local, para concretar una valoración turística del patrimonio cultural, histórico y productivo que posibilite ampliar la oferta turística de la ciudad. Se propone fortalecer los emprendimiento existentes y generar nuevos mediante la capacitación, la participación y autogestión. Con la creación de la estación Salado del ferrocarril del Sud, el 19 de mayo de 1871, se deja oficialmente inaugurado el tramo Constitución - Salado, y a su vez se fue congregando en sus alrededores un núcleo poblacional, que dio origen al pueblo, que también se denominó "Salado", por ubicarse rodeando al rio, a 30 km. de la actual localidad. Para el año 1882, se registraron una gran cantidad de familias, que en su mayoría, eran de origen italianas y españolas, algunos eran artesanos, otros comerciantesy trabajadores rurales. El 21 de Julio de 1887 es fundado el pueblo y el 1º de Agosto de 1891 fue creado el Partido, con el nombre de General Belgrano, incluyendo al pueblo del Salado, que fue declarado cabecera del distrito y


pasó a llamarse de la misma manera. Su nombre recuerda al General Manuel Belgrano, uno de los precursores de la independencia y creador de la Bandera Nacional. En la actualidad, General Belgrano cuenta con 15.394 habitantes (INDEC, 2010), con un incremento del 14% frente a los 13.516 habitantes en el 2001. Cuenta con el Museo Histórico Municipal “Alfredo Enrique Múlgura”, de activa participación social, y dos museos más nuevos: el Museo Ferroviario “Rieles Del Salado” y el “Museo de las Estancias”, este último ubicado en la Reserva Forestal “Bosque Encantado”, situada a 14km del centro de la ciudad, sobre la RP41. Asimismo existen organizaciones económicas como la Cámara de Emprendedores de General Belgrano, Camebel, que desde 2011 nuclea a emprendedores de la zona, que participan de ferias artesanales locales y regionales. Los destinatarios del presente Proyecto, será la población de General Belgrano vinculados y con deseos de vincularse a las temáticas patrimoniales y turísticas. Se comprende a trabajadores relacionados al sector turístico, a agentes institucionales públicos y privados, emprendedores de la zona, estudiantes terciarios y universitarios y docentes de todos los niveles educativos.

Localización geográfica General Belgrano, es la ciudad cabecera del partido homónimo. Se halla al centro este de la provincia de Buenos Aires, limita con los partidos de Monte (al norte), Chascomús (al este), Pila (sudeste), Las Flores (al sudoeste), Roque Pérez (al noreste). La atraviesan las rutas provinciales n° 41 y n° 29. A través de ésta última se accede a la Capital Federal que se encuentra a 162 Km de distancia, y a la ciudad de La Plata distante a 110 Km. Su margen brinda amplias posibilidades como la práctica de pesca deportiva, paseos en canoas o kayak. Aquí se localizan dos balnearios: "Viejo" y "Nuevo". El "Viejo" se extiende desde la pasarela hasta el "Arroyito". El "Nuevo", de 5 ha, posee un natatorio olímpico, y otro destinado a los niños, canchas de básquet, fútbol, vóley, confiterías, consultorio médico y área de asadores. Entre ambos sectores se encuentra el Camping Municipal forestado con ejemplares y especies de vieja data (sauce, palmera, eucalipto, álamo, pino), con áreas de estacionamiento, asadores, proveeduría, restaurante, vestuarios, administración, energía eléctrica, servicio de vigilancia, cuadrilla de limpieza. En tanto el sector de pescadores, es comunicado por el camino compactado que une la Compuerta Nº 2 y el puente sobre la RP 29, llamado "Paso de la Baguala". Las posibilidades de navegación del río son con botes o canoas.Desde 2012, se emplaza un parque hidrotermal denominado “Termas del Salado” que cuenta con aguas de alta mineralización, con alto porcentaje de sodio, calcio y sulfatos, y una temperatura en boca de pozo de 41ºC. Dicho complejo es un emprendimiento público-privado de capitales belgranenses.

Fundamentación El presente proyecto se fundamenta en la democratización del desarrollo, dónde se dirime el ejercicio de la participación, de la capacitación y de la organización social, que posibilita el camino hacia la


autogestión del desarrollo, empezando por el local (Manzanal, 2002). Se propone un desarrollo local, en el que prime el ámbito de “los lugares” y la relación “cara a cara” entre los pobladores, en especial de aquellos que están involucrados en las áreas temáticas del patrimonio, el turismo y la producción. La dimensión local se constituye en un lugar privilegiado de articulación entre la racionalidad propia de los procesos de desarrollo y las identidades locales necesarias para dinamizar esos procesos. Desde esta concepción, dicha articulación, implica un proceso de reconocimiento de las comunidades y de sus particulares costumbre, creencias, tradiciones, historias y formas de trabajo que conllevan a una convivencia basada en el respeto mutuo. Con esta forma de desarrollo se promueven procesos de reconocimiento y activación patrimonial que permitan una ampliación de la oferta turística de General Belgrano en la que más pobladores puedan participar activamente en distintas instancias de dichos procesos y a través de diversas propuestas. De este modo, los espacios participativos de capacitación posibilitarán la construcción de nuevos proyectos comunitarios y emprendimientos productivos. La identificación y definición posterior de líneas de acción que permitan tanto al Municipio, como a los empresarios privados, a los pequeños productores y emprendedores, generar conciencia colectiva acerca de la importancia de trabajar en forma conjunta.

CONCLUSIONES El ejercicio de la participación, la capacitación y la organización social, posibilitará el camino hacia la autogestión del desarrollo local que le otorgará sostenibilidad al proyecto. El proceso participativo, de la comunidad local en su construcción le otorgara identidad y pertenencia al resultado del mismo, contribuyendo de esta manera a las dimensiones de la sustentabilidad. Dado que el desarrollo del trabajo en territorio se encuentra en la 2°etapa de su ejecución, se espera alcanzar a la finalización del presente:la participación de emprendedores, vecinos, productores y otros en los espacios programados(reuniones, eventos, cursos); el desarrollo de nuevos emprendimientos autogestionados a partir de los espacios de capacitaciones implementados en las diferentes instituciones; la creación de un Banco Social de Proyectos que se integre a los que ya estén funcionando, fomentando la asociatividad y complementariedad de los distintos rubros; la participación en capacitaciones y talleres sobre temas de Identidad, Historia Local, Patrimonio y Turismo, por parte de distintos actores sociales, una sostenida articulación de los espacios comunitarios, tales como museos, escuelas, reservas, etc., para la puesta en valor del patrimonio local y su relación con el turismo; la elaboración de Registros sobre el Patrimonio local cultural, ambiental y productivo para su valoración turística; la participación de emprendedores en reuniones para el intercambio y articulación de proyectos, el fortalecimiento de la Red de Emprendedores; la conformación de una Mesa Sectorial, el registro sobre el funcionamiento de los emprendimientos en su ciclo de vida y el diseño y construcción de una marca que los identifique.


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PLANIFICACIÓN TURISTICA PARTICIPATIVA LOCAL: INCLUSIÓN Y ACTIVACIÓN PATRIMONIAL EN LOS PUEBLOS JESUÍTICOS DE MISIONES1

Autores: Angela Beatriz Rivero Graciela de Kuna Alba Cristina Ferreyra

UNIVERSIDAD NACIONAL DE MISIONES. FHYCS. Dirección: Tucumán 1632. Posadas. Misiones. Teléfono: 54 376 465157 54 376 4 731666 Email: bearivero.b@gmail.com

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Rivero, Angela Beatriz, Gayetzky, Graciela Cecilia, Ferreyra Alba Cristina, Stazcuk, Pablo Rubén, Vrubel, Natalia, Ocampo Amanda Eva, Murciego Candela, Núñez Mariela. Proyecto 16 H 427. Patrimonio, inclusión y desarrollo. Hacia una epistemología del turismo patrimonial desde la región de las Misiones jesuíticas guaraníes. Secretaría de investigación y Posgrado. FHyCS. UNaM


PLANIFICACIÓN TURISTICA PARTICIPATIVA LOCAL: INCLUSIÓN Y ACTIVACIÓN PATRIMONIAL EN LOS PUEBLOS JESUÍTICOS DE MISIONES EJE TEMÁTICO: Turismo sustentable y patrimonio cultural RESUMEN La planificación turística es una herramienta potente a la hora de intervenir en la adecuación de las ciudades al uso turístico. Las ciudades patrimoniales históricas presentan un desafío adicional frente a ciudades contemporáneas o modernas. Exponemos en este trabajo los aportes del equipo de investigación sobre la planificación participativa local en los pueblos jesuíticos de Misiones. En consonancia con la Declaración sobre la ciencia y el uso del saber científico, adoptada por la Conferencia mundial sobre la ciencia en 1999 en Budapest, Hungría, nuestro enfoque articula el uso del conocimiento con el uso social a través de la activación patrimonial.

INTRODUCCIÓN Presentamos aquí uno de los aspectos que trabajamos en la investigación focalizada en las misiones jesuíticas de guaraníes que sostenemos desde hace más de una década a través de aproximaciones sucesivas en cuanto a la escala, la modalidad de estudio e intervención y las dimensiones epistemológicas. En sus inicios denominamos al proyecto Recuperación de Santos Mártires del Japón (Re.Sa.Ma.Ja)2 . Los objetivos oportunamente planteados se referían a: analizar, comprender y explicar la situación del contacto guaraní - europeo en Santos Mártires del Japón en el marco del sistema jesuítico – guaraní; contribuir a la recuperación del área serrana uruguayense donde está emplazado el bien; promover la incorporación del Conjunto al Circuito Histórico Cultural y Turístico de las Misiones Jesuíticas de la región y abrir una discusión con referencia al uso social que se daría al monumento. Sobre la base de los objetivos iniciales y a partir de la problemática vislumbrada en relación con los remanentes jesuítico-guaraníes del sitio, incursionamos en las áreas de Historia, Arqueología Histórica, Arquitectura, Turismo y Comunicación Social. Acorde a lo planteado por cada una de estas áreas, desde ese punto de partida la pregunta sobre el uso social del patrimonio atravesó la investigación y en los subsiguientes proyectos hemos incrementado la dimensión participativa local en el intento de fortalecer la concepción del patrimonio como resultado de la construcción social.

DESARROLLO Si bien la escala de intervención y estudio en un principio fue reducida en cuanto a lo más concreto porque partiendo del trabajo interdisciplinario de 2001 que tenía como eje la recuperación del área de 2

Re.Sa.Ma.Ja. Recuperación de Santos Mártires del Japón (sistema jesuítico guaraní) Misiones, Argentina. Cod. 16H114. SecInyP. FHyCS. UNaM. 2001/02.


TURISMO RURAL COMUNITARIO EN LA QUEBRADA DEL TORO – SALTA Rescatando saberes populares

Autores: Mgt. Arq. Gabriela Polliotto Ing. Fernando Galíndez

UNIVERSIDAD CATÓLICA DE SALTA Dirección: Bº Parque Gral. Belgrano – 5º Etapa – Mza. 5 – Casa 13 – Salta (capital) Teléfono: 0387-4254747 Email: gabrielapolliotto@gmail.com ingfernandogalindez@gmail.com


TURISMO RURAL COMUNITARIO EN LA QUEBRADA DEL TORO – SALTA Rescatando saberes populares EJE TEMÁTICO: Turismo sustentable y patrimonio cultural RESUMEN: Entre las bellezas paisajísticas de la provincia de Salta se encuentra la denominada Quebrada del Toro, donde convergen paisaje y cultura, ya que sobre las serranías del oriente de la quebrada se encuentra un importante tramo del camino del inca, con escaso deterioro antrópico. Este es el contexto en el cual se desarrolla el proyecto de turismo rural comunitario, impulsado por la Asociación Emprendedores de los Cerros, en el que participó la Facultad de Arquitectura de la UCASAL aportando proyectos de mejora de las condiciones de habitabilidad de las viviendas de los pobladores rurales incluidos en el programa.

INTRODUCCIÓN: “Ocurre con las ciudades como con los sueños: todo lo imaginable puede ser soñado pero hasta el sueño más inesperado es un acertijo que esconde un deseo o su inversa, un miedo. Las ciudades, como los sueños, están construídas de deseos y de miedos aunque el hilo de su discurso sea secreto, sus reglas absurdas, sus perspectivas engañosas y toda cosa esconda otra” Italo Calvino (Las Ciudades Invisibles)

La Quebrada del Toro forma parte de un sistema de cañones que drena la cara oriental de la Puna, corriendo entre altas montañas, con ríos interiores torrenciales y de gran poder erosivo, que generalmente dan nombre a la quebrada que los contiene: Escoipe, Calchaquí, Grande, Toro, entre otros. (fig. 1) No se sabe con certeza el origen del topónimo pero se piensa que es una palabra indígena que hace referencia al barro. En verano se puede apreciar el color marrón oscuro de sus aguas torrenciales y se puede respirar el olor a arcilla húmeda.

Fig. 1: Quebrada del Toro


En este ámbito geográfico y en el marco de un programa provincial de turismo rural comunitario, la Asociación Turu Yaco (Asociación Emprendedores de los Cerros) que nuclea a 30 familias de la Quebrada del Toro dedicadas a la producción agrícola, ganadera y artesanal, se incorpora a la actividad turística orientada a un visitante respetuoso y responsable, interesado en conocer y compartir la vida en el cerro, proponiendo circuitos cortos de senderismo, visita a sitios arqueológicos, participación en actividades rurales cotidianas: cosecha, pastoreo, ordeñe, elaboración de quesos y comidas típicas, entre otras. Muchos de estos emprendedores son asimismo beneficiarios de microcréditos, y reciben capacitaciones, asesoramiento y acompañamiento institucional, con el objetivo fundamental de promover un turismo ético y responsable, como verdadera oportunidad para el desarrollo humano. El turismo comunitario cobra cada vez más fuerza en Salta. Los turistas comparten con los pobladores su forma de vida, entorno y costumbres aportando un doble beneficio: fomentar el desarrollo económico de las comunidades rurales que participan y preservar su cultura, ya que este tipo de turismo es gestionado por las propias comunidades participantes. Paisaje y cultura se conjugan y superponen en esta experiencia, porque más allá de la percepción estética, el paisaje es un documento histórico, un hecho cultural, la plasmación de los pueblos en sus territorios, por lo que su conservación no es sino una cuestión de respeto propio. (E. Martínez de Pisón, 2009). Se parte de la premisa que el turismo puede contribuir de manera significativa al desarrollo comunitario. El turismo es un motor fundamental del desarrollo económico por su importante contribución al PBI, al empleo y a las exportaciones. En el caso del turismo comunitario puede además contribuir al desarrollo social (ya que el emprendimiento es gestionado por las propias comunidades) y al respeto del ambiente en el que se desarrolla (preservación de recursos naturales y culturales) completando de esta manera el círculo virtuoso del desarrollo sustentable: desarrollo económico, preservación ecológica, equidad social. En la actualidad, el turismo aparece como una de las opciones más viables y sustentables para reducir el nivel de pobreza de las áreas más deprimidas. Los beneficios de un turismo a favor del desarrollo comunitario no se reducen al ámbito económico exclusivamente, sino que tiene otras dimensiones de igual o mayor importancia: enriquecimiento cultural, oportunidad de encuentro humano, favorecimiento del respeto mutuo y la tolerancia, promoción de la colaboración entre las entidades públicas y privadas, potenciación del tejido social y asociativo, mejora de las condiciones sociales de la comunidad, oportunidad laboral, entre otras. A partir de estos objetivos y teniendo en cuenta que las viviendas de los pobladores incluidos en el programa de turismo comunitario no reunían las condiciones mínimas de habitabilidad exigidas por el organismo provincial, la Asociación solicita la colaboración de la Universidad, para la tarea de relevamiento de las viviendas y espacios comunitarios y los proyectos de ampliación, readecuación y/o mejora de las condiciones de habitabilidad de los mismos. Estos proyectos pretenden fundamentalmente rescatar el uso de materiales y tecnologías apropiadas, aprovechar recursos disponibles en el sitio,


reducir los impactos ambientales utilizando energías renovables, entre otros; todo esto con la participación de la comunidad local. No se trata de hacer algo “para” la comunidad sino “con” la comunidad. Uno de los graves problemas a que se enfrentan los sectores poblacionales de menores recursos es el de un hábitat poco saludable, altamente impactante sobre el ambiente y tecnológicamente inadecuado e insustentable. Esto es consecuencia entre otras cosas, de la falta de oportunidades de acceso de estos sectores no solo a materiales y tecnologías apropiadas sino al asesoramiento y/o capacitación de profesionales idóneos que les permita, quizás con recursos escasos pero soluciones técnicamente apropiadas, mejorar las condiciones de dicho hábitat. Porque como dice el Arq. Rodolfo Livingston. “es preferible tener ideas y no recursos”, que tener recursos y no ideas. Ese fue entonces el desafío de docentes y alumnos de la cátedra de Materiales y Técnicas Regionales de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Católica de Salta.

OBJETIVOS: •

Identificar los saberes y organizaciones de cada lugar y grupo, a través de la lectura de los patrones de producción de su hábitat, a fin de brindar soluciones apropiadas.

Valorar el intercambio y diálogo de saberes y la construcción colectiva del conocimiento

Rescatar conocimientos propios de la comunidad en relación a la construcción de su hábitat (materiales y tecnologías apropiadas), incorporando aportes tecnológicos para la mejora de las condiciones de habitabilidad.

Entender el trabajo y específicamente el proyecto, como una herramienta de transformación de la realidad

Metas: •

Contribuir a la mejora del hábitat popular a través de intervenciones concretas sobre la vivienda, el entorno inmediato, los espacios públicos

Promover la participación de los beneficiarios en los diagnósticos y las soluciones a las problemáticas relacionadas a su hábitat

METODOLOGÍA: A fin de cumplir con los objetivos planteados se propuso trabajar con la siguiente metodología: •

Diagnóstico participativo de las necesidades de las familias beneficiarias, en relación a la vivienda y el entorno inmediato, teniendo en cuenta las exigencias relacionadas al programa de turismo comunitario en el que participan

Entrevistas personales con las familias a fin de detectar problemáticas particulares relacionadas al hábitat


Relevamiento de las viviendas involucradas en el programa (19) y de sus necesidades de adecuación y/o ampliación para cumplir con las exigencias del programa

Asistencia a la población en temas relacionados con el hábitat, aportando conocimiento, información, orientación, que contribuya al mejoramiento de las situaciones críticas en relación a la vivienda y el entorno inmediato, considerando que se trata de construcciones realizadas con materiales y tecnologías vernáculas (adobe y piedra, fundamentalmente)

Elaboración de propuestas específicas para contribuir a la solución de dichas problemáticas, con participación de los alumnos en las mismas. Estas propuestas no solo incluyen proyectos individuales para las viviendas, sino también propuestas comunitarias.

Exposición y reflexión sobre las propuestas elaboradas con participación activa de los propios beneficiarios

Ajuste de las propuestas a partir de la reflexión y el consenso, con la participación activa de las familias beneficiarias

Talleres y jornadas de respuestas colectivas en formato de talleres comunitarios centrados en las problemáticas principales: materiales regionales y su mantenimiento, técnicas constructivas y servicios básicos

Capacitación en técnicas de construcción básica a fin de brindar las herramientas necesarias para autogestionar mejoras del hábitat

Monitoreo permanente, a fin de detectar posibles desviaciones y poder corregirlas

DESARROLLO: A partir de los objetivos y metas planteados en el presente proyecto se llevaron a cabo las actividades arriba mencionadas logrando los siguientes resultados: •

Se relavaron las 19 viviendas integrantes del programa de Turismo comunitario, previamente identificadas por la Asociación Emprendedores de los Cerros (fig. 2, 3 y 4)


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•

Fig. 2: Relevamiento de viviendas


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Fig. 3: Borradores de relevamiento de viviendas y necesidades

Fig. 4: Plano de relevamiento de una de las viviendas


Se elaboraron los planos de relevamiento de las mismas, incluyendo las reformas y ampliaciones, en aquellos casos que así lo requerían por exigencias del programa (fig.5)

Fig. 5: Plano de ampliación centro comunitario Santa Rosa de Tastil


Se pusieron a consideración de los beneficiarios a fin de hacer los ajustes necesarios

Asimismo se elaboró una guía de autoconstrucción, la cual fue entregada a cada uno de los beneficiarios del programa

Se participó de talleres de puesta en común de la experiencia, tanto en la Quebrada del Toro como en la ciudad de Salta (fig. 6).

Fig. 6: Talleres comunitarios •

Asimismo se realizaron asesoramientos en relación a patologías estructurales y constructivas de los espacios comunitarios (fig. 7)


Fig. 7: Asesoramientos sobre espacios comunitarios •

Los planos elaborados permitieron a los beneficiarios acceder a micro créditos del gobierno para la ampliación, refacción y/o mejora de sus viviendas.

CONCLUSIONES: En función de las actividades llevadas a cabo y los resultados obtenidos de las mismas es posible concluir que se cumplió con los objetivos y metas planteados en el proyecto. En cuanto a los impactos generados por el proyecto podemos decir que hacia el interior de la Universidad se generaron insumos que podrán ser capitalizados por diferentes cátedras de la Facultad de Arquitectura: Ambiente y Arquitectura, Materiales y Técnicas Regionales (debido a que las viviendas intervenidas fueron en su totalidad de adobe), entre otras. Por su parte, hacia afuera de la Universidad permitió consolidar vínculos con organizaciones civiles sin fines de lucro, como así también con autoridades de organismos gubernamentales provinciales y municipales. El principal impacto hacia afuera de la Universidad tiene que ver con la presencia de la institución académica en el medio y fundamentalmente con su involucramiento frente a los problemas de la comunidad, poniendo de manifiesto actividades de responsabilidad social universitaria, las que se suman a las de docencia, investigación y extensión, implícitas en el programa propuesto. Asimismo se ha logrado acercar los conocimientos técnicos de la Universidad a sectores vulnerables de la población, brindando la oportunidad de contribuir a la solución de problemáticas concretas del medio, a fin de hacer más inclusivas las ciudades y brindar igualdad de oportunidades en el acceso al asesoramiento profesional, a todos los sectores de la población. Es importante mencionar que la experiencia resulta de fácil replicabilidad, pudiendo trasladarse a cualquier sector carenciado de la ciudad, donde las necesidades y prioridades detectadas en los diagnósticos, así lo justifiquen.


Complementariamente fomenta un acercamiento de los jóvenes estudiantes a realidades diferentes de las propias, posibilitando generar lazos de solidaridad y colaboración con los más necesitados, valores que la Universidad y en particular las Universidades Católicas deben fomentar. Los productos entregados a los beneficiarios, como resultado de un proceso de construcción colectiva del conocimiento, permitieron a los mismos acceder a las fuentes de financiamiento para la construcción. Finalmente es posible concluir que el turismo respetuoso del ambiente y la cultura es capaz de generar desarrollo comunitario, que las alianzas y la conformación de redes entre el sector público, el privado, el académico y los saberes populares pueden acercarnos, sin lugar a dudas, a soluciones más apropiadas y que el respeto de las tradiciones populares no sólo son un derecho de sus habitantes sino que son un deber de la comunidad en general. Es el aprendizaje colectivo del territorio el que constituye el ADN de la sustentabilidad, que se inicia con la negación del yo y empieza a ser posible cuando somos capaces de encontrar el nosotros, porque “nadie se libera en soledad”

BIBLIOGRAFÍA: •

Calvino, Italo (1984). Las ciudades invisibles. Ed. Minotauro. Buenos Aires

Edwards, Brian (2004) Guía básica de la sostenibilidad. Ed. Gustavo Gili. Barcelona

Freire, Paulo (2007). Pedagogía de la tolerancia. Ed. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires

Kliksberg, Bernardo (2012). Emprendedores sociales. Ed. Temas. Buenos Aires

Livingston, Rodolfo (2002). Arquitectos de familia. El método. Ed. Nobuko. Buenos Aires

Martínez de Pisón, Eduardo (2009). Miradas sobre el paisaje. Colección Paisaje y Teoría. Ed. Biblioteca Nueva. Madrid

Minke, Gernot (2005) Manual de construcción en tierra. Editorial Fin de Siglo. Uruguay

Nogué, Joan. Ed. (2007)). La construcción social del paisaje. Colección Paisaje y Teoría. Ed. Biblioteca Nueva. Madrid

Pesci, Rubén (2007). Proyectar la sustentabilidad. Ed. CEPA. La Plata

Pesci, Rubén (1999). La ciudad de la urbanidad. Ed. Fundación CEPA. Argentina

Sen, Amartya - Kliksberg, Bernardo (2011). Primero la gente. Ed. Temas. Buenos Aires

Van Lengen, Johan (2011). Manual del arquitecto descalzo. Editorial Pax. Mexico.

Varios (2002). La tierra cruda en la construcción del hábitat. Memorias del 1º Seminario – Exposición Consorcio Terra Cono Sur. Tucumán

Yunus, Muhammad (2008). Un mundo sin pobreza. Ed. Paidós. España


APORTES PARA LA ACTIVACIÓN TURÍSTICA SUSTENTABLE DE BIENES PATRIMONIALES

Autores: Lic. Virginia Sahores Avalís Lic. Florencia Viviana Moscoso

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN TURISMO – FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS – UNLP. Dirección: Calle 6 nº777, La Plata, Buenos Aires, Argentina. Teléfono: 0221-4236769 – Int 154. Email: virginia.sahores@gmail.com moscoso.florencia@gmail.com


APORTES PARA LA ACTIVACIÓN TURÍSTICA SUSTENTABLE DE BIENES PATRIMONIALES EJE TEMÁTICO: Turismo sustentable y Patrimonio Cultural

RESUMEN La relación entre los conceptos de turismo sustentable y patrimonio cultural puede resultar beneficiosa en la medida que haya un equilibrio entre conservación, uso y las miradas de cada uno de los grupos de interés involucrados. Partiendo de esta premisa se intentará esbozar una metodología de activación turística sustentable donde se tendrán en cuenta tres (3) etapas; primeramente la participación, apropiación y rescate simbólico por la comunidad portadora, luego una indagación sobre los alcances representativos del bien en la sociedad en que se enmarca, incluyendo el encuadre histórico y sus alcances socioculturales, para posteriormente delinear las bases de dicha activación.

OBJETIVOS El artículo tiene por objetivos: 

Relacionar los conceptos de Patrimonio cultural, activación patrimonial y turismo sustentable

Proponer una metodología de activación turística sustentable de elementos del patrimonio cultural

Esbozar una posible implementación de la metodología propuesta.

METODOLOGÍA De modo de encarar el presente artículo, se propuso la utilización de la metodología cualitativa centrada en la revisión bibliográfica. Asimismo se identificaron aspectos relacionados con los conceptos de patrimonio cultural, turismo sustentable y activación patrimonial a partir de la técnica de análisis de contenido y análisis comparativo. Finalmente se utilizó información recabada oportunamente en los proyectos de investigación vinculados a la temática que ha desarrollado el Instituto de Investigaciones en Turismo de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNLP.

INTRODUCCIÓN Cada sociedad produce una serie de elementos que son el reflejo de ella misma, el patrimonio. Este puede ser fruto de procesos tanto económicos como políticos o culturales que sientan sus bases en las decisiones de determinados grupos, pero su representación simbólica no se obtiene hasta que no son tomados de forma autónoma por la comunidad. Es indispensable el diálogo, la creación de espacios de intercambio y la participación de la comunidad y de los sectores público, privado y otras organizaciones, para la construcción de una gestión compartida, ya que esos espacios que se desean patrimonializar son los espacios donde se desarrollan muchas de sus actividades cotidianas (Cammarata, 2006).


Un canal para transmitir un legado es sin dudas la preservación del patrimonio, este transmite la historia, las raíces de una cultura. Responder ante la necesidad de preservación de dichos patrimonios impulsa el arraigo de los valores tanto sociales como culturales y asegura la perpetuidad, no sólo de los patrimonios, sino también de la memoria y la identidad de un pueblo (Cuadernos de la Memoria 4, 2011 pp.15). Teniendo en cuenta el razonamiento de Bertoncello quien expone que, la naturaleza y la cultura, distribuidas en el territorio, son tomadas como materia prima susceptible de una activación para el turismo (Bertoncello, 2006), existe un aspecto primordial a tener en cuenta, y es la relación entre los objetivos e intereses de los organismos públicos, el sector privado y la comunidad al momento de realizar la activación turística. Cabe destacar que es significativo tener en cuenta las necesidades de la sociedad receptora y no sólo el enriquecimiento de los poderes estatales y el beneficio del visitante. Como plantea Prats (2003) la relación entre patrimonio y turismo puede resultar benéfica en la medida que respondan a todos los grupos de interés involucrados. Muchas veces estos proyectos responden a necesidades de las administraciones públicas y dejan de lado el beneficio o la participación de la comunidad implicada. En relación con lo anterior, el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) en su carta sobre patrimonio y turismo cultural, describe al turismo como una fuerza positiva para la conservación de la naturaleza y la cultura, reconociendo la capacidad de captar los aspectos económicos del patrimonio y aprovecharlos para su conservación, obteniendo de esa manera los fondos necesarios para su mantenimiento, educando tanto al visitante como a la comunidad local e influyendo en sus políticas. Se pueden obtener resultados positivos a partir del conocimiento de los deseos y expectativas de los visitantes y teniendo en cuenta las aspiraciones de las llamadas comunidades anfitrionas o locales (ICOMOS, 1999). Hoy en día la activación patrimonial da presencia y otorga la capacidad de transformar atributos naturales o culturales en atractivos turísticos frente a la competencia con nuevos destinos, teniendo en cuenta las nuevas tipologías de turismo, turismo alternativo, turismo cultural, etc. (Almiron, Troncoso, Bertoncello, 2006). Respecto de lo expresado anteriormente, se acuerda que el turismo, como actividad social y cultural, colabora con la sostenibilidad en el tiempo de lugares simbólicos a partir de la incorporación de los mismos a distintos productos y experiencias turísticas. No implica necesariamente la implantación física de dicho símbolo, sino el reconocimiento e internacionalización del elemento patrimonial por parte de la comunidad local y la transmisión al visitante de la importancia del mismo. Teniendo en cuenta la importancia que representan los símbolos patrimoniales para la identidad de una nación, se plantea la activación patrimonial de dichos elementos y su desarrollo turístico bajo los conceptos de responsabilidad social y sustentabilidad. El turismo y en particular el turismo cultural pueden contribuir a las metas del desarrollo a través del vínculo entre la sustentabilidad ambiental y la sustentabilidad cultural, ambas articuladas por las políticas públicas. Se presenta entonces una relación


de concordancia entre la patrimonialización y el uso turístico responsable que refuerza la conciencia en el visitante y el sentido de pertenencia en la comunidad local. Se intenta analizar una posible metodología para la activación turística de casos patrimoniales con una alta connotación simbólica y donde las coyunturas políticas y sociales son significativamente sensibles. Es en este sentido que se debe comenzar por un trabajo de rescate simbólico en la comunidad portadora de aquel símbolo, una definición de aquello que se crea pertinente conocer en profundidad. Una indagación sobre los alcances representativos de la situación conflictiva en la sociedad en que se enmarca, incluyendo el encuadre histórico y sus alcances socioculturales, para recién posteriormente, y en conjunto con la comunidad directamente involucrada, delinear las bases de la activación turística mediante cursos de acción concretos.

ACTIVACIÓN TURÍSTICA SUSTENTABLE DEL PATRIMONIO Activación patrimonial: el rol de las comunidades locales. Prats desarrolla la idea de un triángulo, cuyos lados son la historia, la naturaleza y la genialidad, a los cuales define como “extra-culturales, esenciales y por tanto, inmutables”. Estos vértices del triángulo surgen principalmente del romanticismo ya que las formas de reconocimiento o valoración de lo que hoy se conoce como patrimonio cultural, en otras épocas o en otras culturas era completamente distinto. El romanticismo poseía la capacidad de generar una legitimación extra-cultural y con criterios de universalidad (Prats 1998). El origen de estos límites es justificado por el autor como una legitimación de referentes simbólicos a partir de fuentes de autoridad. Su característica principal es la atemporalidad, no se encuentran supeditados al orden social y sus leyes. La naturaleza, salvaje; la historia, lo pasado, que los románticos rememoran e incluso procuran imitar; la genialidad, la inspiración creativa, reivindicación de la imaginación sobre la imitación y lo académico de la ilustración, hombres que trascienden las leyes, los límites culturales que buscan la homogeneización. Dentro de los límites de ese triángulo al que llama “pool virtual” se encuentran todos los elementos “potencialmente patrimonializables”, a mayor cercanía a los límites del pool los elementos se vuelven más inestables. Para concebirse definitivamente como patrimonios deben ser “activados”. Se debe distinguir en este aspecto entre la obsolescencia, escasez o nobleza de un elemento y su carácter histórico o representativo. Que un elemento tenga las primeras tres características no lo convierte en potencial patrimonio, sino que debe poseer las segundas. Se debe escoger un referente del pool y exponerlo de una u otro forma (ya sea en museos, como monumento, etc.) dando “sacralidad” al mismo. Dependerá, del referente seleccionado, la significación que presente, la importancia relativa y su interrelación con el conjunto y el contexto. Como especifica el autor, ninguna activación es neutral o inocente. Los límites del pool pueden ser permeables y lo son más


aún cuando nos acercamos a las paredes del triángulo. Su determinación dependerá de las instituciones involucradas, del poder legitimado y sobre todo de la sociedad, mediante el consenso. La correlación existente entre intereses, ideas y valores y situaciones históricas, permite entender la activación como una estrategia política. Las activaciones son realizadas por personas concretas, individuos al servicio de aquellos valores, ideas e interés y con el propósito de establecerlas a través de lo que el autor llama un “sujeto colectivo”, que puede adherir u oponerse en grados variables según cada individuo que lo compone. Existen tres sujetos colectivos que pueden plantear (no así llevar a cabo) la activación patrimonial. En un primer lugar los poderes constituidos legalmente, es decir el poder político (gobiernos locales, regionales o nacionales), en un segundo lugar los poderes no constituidos legalmente, la oposición, a título de política informal y por último la sociedad civil, definidos por el autor como agentes sociales diversos con soporte de poder. Los procesos por los cuales se lleva a cabo la activación patrimonial dependen fundamentalmente del poder político pero que al mismo tiempo debe darse una negociación entre este y los demás sujetos colectivos mencionados en el párrafo anterior (Prats, 2005 – Almirón, Troncoso, Bertoncello, 2006). El autor plantea 2 niveles principales de negociación. El primero de ellos relacionado con la puesta en valor en sí misma, dado que ciertos elementos poseen una previa visibilización y reconocimiento por parte de la sociedad, en respuesta a diferentes procesos identitarios, que detentan consenso previo. La percepción presenta una gran importancia a la hora de definir elementos susceptibles de adquirir una activación patrimonial. Esto exige al poder político la conservación de dicho elemento y al mismo tiempo le otorga la seguridad de una actuación consensuada. En un segundo plano de negociación se sientan a la mesa del debate el poder político y la sociedad. El tema principal es la puesta en valor de elementos patrimoniales y el objetivo es obtener el mayor consenso por parte de la sociedad para de esa manera legitimar el discurso latente de dicha activación y estar acorde a la realidad percibida por la sociedad. En principio, los elementos son activados por explicaciones ideológicas de la identidad, entendida esta última como construcción social y que da distintas interpretaciones. La autenticidad de estos referentes está dada por lo que se denomina Metonimias, es decir, reliquias de un pasado personificado en ellas (Prats 2005). En definitiva, el actor principal de estas activaciones será, en todos los niveles de negociación, lo que se ha dado en llamar la comunidad local, aquella que prats denomina un sujeto colectivo. A partir de la interpretación del valor que el elemento patrimonial posee para dicha sociedad y del reclamo, directo o indirecto, a los poderes políticos para su reconocimiento, es que debería llevarse a cabo, en torno al desarrollo del Prats, la activación patrimonial.


Activación turística Bertoncello (2006) define al turismo como un proceso social, donde el territorio es re-definido a partir la valoración que le confieren los distintos actores. Por otro lado destaca que el patrimonio turístico de una comunidad no constituye un atractivo per se, sino que dicha atractividad es conferida a partir de la valorización y activación por parte del visitante. En otras palabras los atractivos turísticos no son atributos absolutos de un lugar sino que se construyen en gran medida en términos relacionales con la sociedad de origen de los turistas, a través de su imaginario, percepciones y concepciones. De esta manera entendemos a la activación turística y atractividad como una variable socialmente construida. De igual manera que en el proceso de activación patrimonial interviene una lógica política, sucede algo similar en la activación turística; lo que se incluye en la lista de recursos turísticos e incluso de productos turísticos constituye un “discurso” de un momento y territorio dado (Conti et al, 2013). Sin embargo, en muchas ocasiones, prima el discurso o imaginario turístico por sobre el de la comunidad local, generando así un distorsión del significado y valorización de un determinado patrimonio. Es por eso que se considera necesario aunar ambas visiones y activaciones (de la comunidad local y la turística) con el fin de desarrollar un turismo sustentable que reporte beneficios a la comunidad anfitriona, desde la revalorización de su patrimonio, y al mismo tiempo el turista pueda disfrutar y valorizar los atractivos turísticos definidos por dicho patrimonio local. (Velazco Gonzales 2009, pp. 244-245, Figueiredo, Nóbrega, Bahía, Piani 2012, pp.369, Prats 2003, pp. 136, Toselli, 2003).

Sustentabilidad, clave en la gestión del patrimonio turístico ICOMOS postula que a partir del reconocimiento y promoción del turismo nacional e internacional como motor del intercambio cultural se pueden gestionar oportunidades responsables para la comunidad receptora, siendo el turismo una posibilidad comprensión y percepción inmediata de la cultura y el patrimonio del lugar (ICOMOS, 1999). Teniendo en cuenta lo anterior, la activación turística del patrimonio debe constituirse bajo el postulado del desarrollo sustentable, donde se garantiza un equilibrio entre las dimensiones sociales, ambientales, económicas y políticas. De igual manera se busca la conjunción de cada una de las lógicas de los actores involucrados en la práctica y fenómeno turístico, permitiendo así una visión más compleja y abarcativa que tiene en cuenta intereses particulares y comunes para la gestión. Uno de los principios del desarrollo sustentable plantea que la diversidad cultural forma parte de las riquezas tanto de las personas como individuos, así como de las sociedades. La promoción, mantenimiento y protección de esta diversidad son requisitos ineludibles para el desarrollo, todo ello en beneficio de las generaciones actuales y futuras (UNESCO, 2005). Por su parte, la OMT define al turismo sustentable

como aquel que “tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras,


económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas” (AÑO: PÁGINA). Cabe destacar que tanto una visión cortoplacista del turismo así como centrada en el crecimiento económico puede llevar a una ineficaz gestión del patrimonio así como a una pérdida o distorsión identitaria en función de concebir la apropiación turística por sobre la de la comunidad local. Como respuesta a los planteamientos sobre la gestión, conservación y protección sustentable del patrimonio turístico el Comité de Patrimonio Mundial adopta en el año 2012 el Programa de Patrimonio Mundial y Turismo Sustentable (WH+ ST). Dicho programa consiste en una serie de herramientas que permite a los distintos grupos de interés, de sitios de patrimonio mundial, obtener información estratégica a partir de distintos criterios para la toma de decisiones. Para el desarrollo de esta herramienta, la UNESCO ha tomado como antecedente la lista de criterios de sustentabilidad definidos por la Global Sustainable Tourism Council (GSTC). Esta herramienta permite a los gestores y cada uno de los actores vinculados al turismo tener en cuenta distintos aspectos a la hora de la gestión, protección y conservación del patrimonio turístico. Podríamos concluir entonces en que el turismo sustentable se basa en una concepción a largo plazo de los bienes que conforman el patrimonio y la identidad de una cultura, proponiendo la participación tanto de las administraciones públicas como sector académico y privado y la comunidad local para el desarrollo de destinos con atractivos identitarios y el respeto del visitante hacia esas expresiones de la cultura anfitriona. Por otra parte, es indispensable que la comunidad anfitriona reconozca la singularidad de sus símbolos, los respete, participe de su preservación y colabore a ella, para de esa manera generar conciencia en el visitante.

CONCLUSIONES Se puede concluir en que el turismo y el patrimonio cultural pueden presentar una relación beneficiosa, como expresa Tresserras (2003) el punto está en hallar una armonía entre conservación y uso. A partir de ello es que se cree posible la activación de los elementos identitarios de una nación mediante lo siguiente: a) la participación de la comunidad es su apropiación y significación; b) el tratamiento de ellos por parte de los organismos involucrados en su reconocimiento y conservación y c) el impulso de las administraciones públicas. Por su parte el turismo colabora a partir de la promoción de los espacios desde una perspectiva de concientización, su divulgación y comprensión e impulsando la reflexión. El turismo como actividad social y cultural, mediante una realización responsable y consciente de la actividad, colabora en la conservación en el tiempo de dichos espacios mediante la apertura de estos a visitas y a diversas interpretaciones.


BIBLIOGRAFÍA Almirón, A., Bertoncello, R., Troncoso, C.A. (2006). Turismo, Patrimonio y Territorio. Una discusión de sus relaciones a partir de casos de Argentina. Estudios y Perspectivas en Turismo. Vol. 15 pp. 101-124. Universidad de Buenos Aires. Buenos Aires, Argentina. Bertoncello, R. (2006). Turismo, territorio y sociedad. El 'mapa turístico de la Argentina'. CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, San Pablo, Brasil. Cammarata, E.B. (2006). El turismo como práctica social y su papel en la apropiación y consolidación del territorio. En publicación: América Latina: cidade, campo e turismo. Amalia Inés Geraiges de Lemos, Mónica Arroyo, María Laura Silveira. CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, San Pablo. Conti, A. L., Charne, U., Moscoso, F. V., & Comparato, G. (2013). El papel del patrimonio en la diversificación de la oferta turística. X Jornadas de Sociología de la UBA. 20 años de pensar y repensar la sociología Nuevos desafíos académicos, científicos y políticos para el siglo XXI. Universidad de Buenos Aires. Cuadernos de la Memoria. 1. Leyes. Principales Instrumentos Legales sobre Derechos Humanos y Memoria. (2009). 2°ed pp.108. Instituto Espacio para la Memoria. Buenos Aires, Argentina Cuadernos de la Memoria. 4. Patrimonio. Centros Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio y Sitios de Memoria. (2011). 2°ed. Instituto Espacio para la Memoria. Buenos Aires, Argentina García Canclini, N. (1999). Los usos sociales del Patrimonio Cultural. Cuadernos de Patrimonio Etnológico. Nuevas perspectivas de estudio. Consejería de Cultura. Junta de Andalucía pp. 16-33. En Aguilar Criado, E. (1999). ICOMOS. (1976). CARTA SOBRE TURISMO CULTURAL, adoptada por ICOMOS en Noviembre de 1976. http://www.icomos.org/tourism/tourism_charter.html ICOMOS. (1999). CARTA INTERNACIONAL SOBRE TURISMO CULTURAL. La Gestión del Turismo en los sitios con Patrimonio Significativo. 12ª Asamblea General. México


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MECHITA PUEBLO HISTÓRICO FERROVIARIO SU RESIGNIFICACIÓN HISTÓRICA. ACCIONES CULTURALES.

Autores: Graciela Manzione. Alejandra Taghón. Melina Yuln. Silvina Carrizo

UNIVERSIDAD NACIONAL DEL NOROESTE DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES (UNNOBA) Dirección: Roque Sáenz Peña 456. Junín. Bs. As. Argentina Teléfono: 02342-423186 / 02342-242024 Email: gracielamanzione@gmail.com alejandrataghon@hotmail.com melinayuln@yahoo.com.ar silvinacarrizo@conicet.gov.ar


PARTICIPACIÓN COMUNITARIA Y PROTECCIÓN MUNICIPAL EN LA RECUPERACIÓN DEL PATRIMONIO PRODUCTIVO. EL COMPLEJO FERROVIARIO DE MECHITA (BRAGADO, PROVINCIA DE BUENOS AIRES) EJE 6. Turismo Sustentable Y Patrimonio Cultural RESUMEN El pueblo de Mechita (Bragado, Buenos Aires) se originó con la construcción, entre 1906-1908, de un complejo ferroviario y un conjunto de viviendas pertenecientes al ex-Ferrocarril Oeste. Hacia finales de la década del setenta la actividad ferroviaria decayó y parte de la población emigró, iniciándose un proceso de desterritorialización que se aceleró durante los años noventa. Pero la comunidad buscó recuperar la actividad local mediante la puesta en valor de sus edificios ferroviarios, impulsando proyectos turísticos y culturales. La intención de este trabajo es destacar la participación comunitaria en proyectos de recuperación patrimonial y el rol municipal en su protección. Palabras Clave: patrimonio ferroviario – participación comunitaria – protección municipal

OBJETIVOS El propósito de esta ponencia es mostrar, a partir del caso del complejo ferroviario de Mechita, la participación comunitaria en proyectos de recuperación de conjuntos productivos y el rol del municipio en la protección patrimonial.

METODOLOGÍA La tarea se enmarca en un proyecto de investigación con sede en la Universidad Nacional del Noroeste de la provincia de Buenos Aires (UNNOBA)1, junto a la Municipalidad de Bragado mediante el trabajo denominado Catálogo de Bienes Culturales. El sondeo sobre el caso presentado se origina a partir del estudio del patrimonio arquitectónico de Mechita y el análisis de la legislación aplicada a su protección. Las visitas para estudios de campo en la localidad llevaron a un tratamiento más profundo de la transformación que se gestaba mediante la concreción de actividades culturales con el fin de recuperar, no sólo espacios físicos en desuso pertenecientes al ferrocarril, sino también raíces identitarias del pueblo. Se realizó un relevamiento de datos históricos, arquitectónicos y fotográficos de los bienes, tanto in situ como en documentos de archivo. También se recurrió a la historia oral como complemento de los valores sociales.

1 Proyecto SIB 2015: “Patrimonio y territorio en el noroeste de la provincia de Buenos Aires: un siglo de transformaciones arquitectónicas e ingenieriles (1850-1950)”, Centro de Estudios sobre Territorio, Energía y Ambiente (TEAM, UNNOBA).


DESARROLLO El pueblo de Mechita (Bragado, Buenos Aires) se originó a principios del siglo XX con la construcción de un complejo ferroviario y un conjunto de viviendas pertenecientes al ex-Ferrocarril Oeste. Hacia finales de la década del setenta la actividad ferroviaria decayó y parte de la población emigró, iniciándose un proceso de desterritorialización que se aceleró durante los años noventa. Pero la comunidad buscó recuperar la actividad local mediante la puesta en valor de sus edificios ferroviarios, impulsando proyectos turísticos y culturales, con el apoyo de un marco legal aportado por el municipio2. Este apartado se desarrollará en tres partes: la primera está dedicada a la historia de Mechita y su vínculo con la actividad ferroviaria nacional. La segunda parte está dedicada a detallar los sitios que componen el complejo ferroviario y han recibido protección patrimonial. En la tercera parte, se presentan los edificios que han sido re-funcionalizados por proyectos que articulan turismo y arte y las actividades culturales resultantes.

1. El ferrocarril en Mechita La localidad de Mechita se ubica en el noroeste de la provincia de Buenos Aires. Está situada sobre la Ruta Nacional Nº 5 y la línea ferroviaria que une la Estación Once con la provincia de La Pampa, a 10 km de la ciudad de Bragado y a 17 km de la ciudad de Alberti. El pueblo se origina en 1906, con la construcción de talleres ferroviarios, depósito de locomotoras y playa de maniobras para la línea Sarmiento del Ferrocarril Oeste. La locación surgió por una discrepancia entre la empresa Buenos Aires Western Railway Limited, de capitales ingleses, y los dueños de los terrenos donde se ubicarían los talleres en la ciudad de Bragado. Al no llegar a un acuerdo comercial entre ambos, el Presidente de la Nación, Manuel Quintana, ofreció donar terrenos de su propiedad pertenecientes a la Estancia Los Manantiales para destinarlos a tal fin. En 1908 se terminaron de construir los talleres, el depósito de locomotoras más una colonia de viviendas para personal ferroviario, lo que originó un núcleo poblacional. En 1910 se inauguró la "Estación Mechita"3 y se construye un edificio para la educación primaria, que continúa sus funciones en la actualidad. Si bien Mechita estaba situada en tierras aptas para la actividad agrícola ganadera, su economía se concentró casi exclusivamente en los talleres ferroviarios. El pueblo creció con la inmigración de ingleses, italianos, españoles y la migración interna. En los primeros años del siglo XX surgió una intensa vida social y se crearon clubes e instituciones. Durante la década de 1950 la población llegó a unos cinco mil

Su estímulo fue apoyado por la Organización No Gubernamental de Promoción y Desarrollo “RESPONDE”(Recuperación Social de Poblados Nacionales que desaparecen). Ordenanza Nº 3236/05. Ratifica el convenio entre el Municipio de Bragado y “RESPONDE” sobre Programa de Tutoría en la localidad de Mechita, Cuartel III del Partido de Bragado. Ordenanza Nº 3351/06. Ratifica el Convenio suscripto el 3 de enero de 2006, entre el Sr. Intendente del Partido de Bragado, Ing. Orlando Alberto Costa y la Asociación Civil “RESPONDE” sobre programas de Tutorías en las localidades de Mechita y Comodoro Py 3 Nombre que recibe en agradecimiento al Dr. Manuel Quintana y que correspondiera a su nieta. Por su parte, la zona en donde se ubicó la oficina de Control de Tráfico, recibió el nombre de Mecha por la esposa de Quintana. 2


habitantes. Las 118 viviendas de estilo inglés construidas inicialmente fueron rebasadas ampliamente. Circulaban entre seis y siete trenes diarios de pasajeros hacia y desde la Capital Federal y varios trenes diarios a la ciudad de Bragado para transportar operarios. A finales de los años setenta la política nacional privilegió el desarrollo vial y tendió al abandono y desmantelamiento del ferrocarril, entonces la actividad económica de Mechita se restringió. Comenzó un proceso de desterritorialización que se aceleró durante los años noventa, en el marco de la privatización de los ferrocarriles. La actividad en los talleres se redujo a la mínima expresión y esto golpeó fuertemente la economía del pueblo. El impacto fue muy negativo: en el año 2000 sólo 11 de las viviendas de la colonia eran ocupadas por operarios ferroviarios. En la actualidad viven en Mechita unos 1.800 habitantes4. Si bien los talleres aún trabajan, sólo unas 40 personas están empleadas allí. Por la estación sólamente pasan dos trenes diarios de pasajeros, uno en cada sentido del recorrido. Aun así, la comunidad buscó recuperarse a través de la puesta en valor de sus edificios ferroviarios. La movilización ciudadana impulsó a la municipalidad a legislar la protección del patrimonio. A partir del 2006 se impulsaron proyectos turísticos culturales como museos, festivales y un reciente film documental. Actualmente, rescatando su historia y con un valioso patrimonio cultural y arquitectónico, la localidad de Mechita ofrece variadas atracciones turísticas, culturales y sociales. El conjunto edilicio ferroviario de la localidad está protegido legalmente por declaratorias -municipales y provinciales-para su puesta en valor y la conservación de su identidad5. Fig. 1

2. Sitios patrimoniales del complejo ferroviario: A continuación se detallan los sitios que componen el complejo ferroviario y han recibido protección patrimonial. 

Playón Ferroviario Mecha:

El corpus edilicio es un gran edificio de arquitectura industrial inglesa, con ladrillos a la vista y techo con estructura metálica tipo shed. Se ingresa al predio desde Av. Quintana por el sector administrativo que consta de tres edificios en buen estado. Detrás, en el playón ubicado en el lado sur del trazado ferroviario, se ubican los talleres para la reparación de los vehículos. Los vehículos ingresan por un ramal desviado de la red principal, por grandes arcadas de arco rebajado y pilares. En el interior, las instalaciones son

Datos del Censo 2010. 1415, Ordenanza Nº 3196/04. Declara de interés cultural la Torre de hierro donde se asentó el primer tanque de agua de la localidad de Mechita, ubicada en el predio del actual depósito de locomotoras. Decreto Nº 741.Ordenanza Nº 3256/05. Declara Sitio Histórico Cultural a la Villa ferroviaria “La Colonia” de la localidad de Mechita, Cuartel III del Partido de Bragado. Ordenanza Nº 3307 / 05 Declara Pueblo Histórico a la localidad de Mechita Cuartel III, del Partido de Bragado. Ley 13607. (2006) La Honorable Legislatura de la Provincia de Buenos Aires declara Sitio de Interés Histórico Territorial, incorporado al Patrimonio Cultural de la Provincia de Buenos Aires, a todo el Conjunto Ferroviario ubicado en el predio del ex Ferrocarril Sarmiento, actual depósito de locomotoras de la localidad de Mechita, partido de Bragado, que incluye los talleres del ex ferrocarril Sarmiento, el barro de viviendas, la torre de hierro donde se instaló el primer tanque de agua, edificios y construcciones complementarias anexas al ferrocarril. 4

5Decreto


adecuadas para la reparación de vagones y locomotoras, contando con fosas, grúas, herrería y carpintería. La iluminación proviene de ventanas corridas, con carpintería de hierro y vidrios repartidos. Hacia el oeste, aproximadamente a dos kilómetros de los talleres, se encuentra un importante edificio que perteneció al control de tráfico Mecha. Allí se distribuía el movimiento de los trenes hacia diferentes ramales. Este inmueble consta de dos pisos, con planta en forma de L. La planta alta se encuentra en estado de abandono y la planta baja está habitada desde hace once años por una familia autorizada por el municipio. Mantiene el estilo inglés, con ladrillos a la vista y techo a dos aguas de chapa. La carpintería de buena calidad, fue hurtada por vándalos en la década del 90. En el extremo este del dominio está la Estación de carga y pasajeros, distrito de Alberti, de tamaño reducido, en correspondencia con el diseño de todas la edificaciones de la línea Sarmiento. Fig. 2. Fig.3. fig. 4. 

Material ferroviario móvil:

Actualmente, en el sector de los talleres y depósito, se encuentran aparcados locomotoras y vagones de diferentes épocas ferroviarias. Entre ellos, la más antigua es la locomotora a Vapor Clase 15B 1567, perteneciente a Ferro Club Chivilcoy; una locomotora General Electric U18C 8131, que sirvió en la década de 1970 en la línea Belgrano Sur; el coche a motor Materfer 001, denominado CM001; y vagones Buriasco, que fueron productos nacionales. Fig. 5 

Torre de hierro:

Para cubrir la demanda de agua en los talleres y la colonia ferroviaria, se instaló en el sector de la SubUsina, una torre de estructura metálica remachada, de 18 metros de altura, con un tanque con capacidad para un millón de litros, rodeado en su base por una plataforma que funcionaba como balcón; y un tanque más pequeño de reserva. Cuando se realizó el tendido de la red pública de agua corriente en la localidad, el tanque quedó en desuso y fue deteriorándose con el tiempo. Por razones de seguridad se desmontó el tanque y solo quedó la torre. Por su relevancia constructiva y visual, ésta fue protegida por ordenanza municipal en 20046. Fig. 6. Fig. 7. 

La Colonia:

La empresa ferroviaria Buenos Aires Western Railway Limited construyó para sus empleados 118 viviendas distribuidas en un barrio de nueve sectores, divididos por estrechos pasajes. Las viviendas de mayores dimensiones y jerarquía se ubicaron sobre la calle principal (hoy Av. Dr. Manuel Quintana); son con elevados techos a dos aguas y una sólida construcción, le dan una impronta característica a esta colonia. Contaban con dos, tres y hasta cuatro habitaciones, jardín al frente y patio trasero, compartiendo la medianera lateral formando una simetría rebatida. Hacia las vías, las casas de los operarios eran bajas, sencillas y pequeñas, compartían la medianera trasera, contando solamente con un patio delantero. Todas presentan una tipología y un estilo general de impronta británica. Fig. 8. Fig. 9.  Escuela de Educación Primaria:

6 Decreto 1415, Ordenanza Nº 3196/04. Declara de interés cultural la Torre de hierro donde se asentó el primer tanque de agua de la localidad de Mechita, ubicada en el predio del actual depósito de locomotoras.


En 1910, la empresa ferroviaria edificó un inmueble de grandes dimensiones para que los hijos de los empleados pudieran acceder a la educación primaria. Está ubicado en una esquina sobre la Avenida Quintana, frente al predio ferroviario, a unas 10 cuadras de la colonia. Los muros son de ladrillos a la vista, sin ornamentación, tal como es el estilo industrial de todas sus construcciones. La ochava contiene la entrada principal de dos hojas de madera; las aberturas se suceden a lo largo de la fachada en grupos de cuatro unidades correspondientes a cada aula. En la actualidad se conserva en perfecto estado, sin haber sufrido más intervención que la colocación de rejas en los vanos. Fig. 19. 

Club Social y Deportivo Mechita:

Este edificio se ubica entre la colonia y las dependencias de la Sub-Usina. Presenta dos cuerpos de grandes dimensiones, construido totalmente con chapas, estructura de hierro, carpintería de madera y con techo a dos aguas. El. Desde el año 2014, un grupo de vecinos intenta recuperarlo para restituirle su función original. Fig. 11. Fig. 12.

3. Proyectos artísticos y culturales A continuación se presentan los edificios que han sido re-funcionalizados por proyectos que articulan turismo y arte y se mencionan las principales actividades culturales que han resultado de la recuperación del patrimonio local. 

Museo Ferroviario:

Se creó con motivo del aniversario de los 100 años de Mechita, con el objetivo de revalorizar y rescatar el patrimonio histórico ferroviario que dio origen al nacimiento del pueblo. Fue realizado por gestión del Gobierno Municipal, el cual logró que la empresa concesionaria cediera en comodato las dependencias ferroviarias pertenecientes a la Sub-Usina, que contienen tres edificios instalados en un mismo sector del predio del playón. El relato y la curaduría fue realizado por la museóloga Marcela Coñequir y los objetos que lo constituyen fueron recuperados del lugar y donados por los vecinos del pueblo. Consta de cuatro salas, ubicadas en cada inmueble. Sala A: “La historia del Ferrocarril del Oeste”, “Mechita: origen y progreso”, “Del vapor al diesel”. Sala B: “Comunidad Mechitense y trabajo ferroviario”. Sala C: Material de uso ferroviario. Sala D: Caldera Zerolit. Fig. 13. 

Museo de Artes Visuales:

En 2006, con motivo del centenario de la localidad de Mechita, el escultor Hernán Dompe aceptó realizar una obra totémica con piezas ferroviarias, elegidas por el propio artista, dentro del contexto del enclave ferroviario ligado a la historia del pueblo. Otros artistas visuales también realizaron trabajos in situ, inspirados en distintos aspectos del pueblo, y de esta manera fue surgiendo una colección de obras de arte. Con el apoyo de las autoridades municipales de Bragado, se construyó un espacio inicial para albergar y exhibir las primeras obras plásticas. Mas tarde, la Fundación Los Grobos, la empresa Knauf y Peisa, la Cooperativa de Teléfonos y el Instituto Secundario Mechita, se unieron al proyecto logrando


la ampliación del espacio que finalmente sería el Museo de Artes Visuales (MAV). El mentor de este proyecto es el artista plástico Juan Doffo7, oriundo de Mechita y reconocido internacionalmente, quien posee un fuerte vínculo con su lugar de procedencia, expresado a través de su obra. En 2010 se inauguró el MAV, proyecto que permite mostrar en el ámbito cultural bonaerense la obra de consagrados artistas de las artes visuales nacionales8. Fig. 14. Fig. 15. 

Museo privado Recreo Don José:

En el año 2005, cuando se inició el proyecto de dar al pueblo una impronta turística, César Giommi armó el Recreo Don José, en homenaje a su padre, donde se exhiben piezas ferroviarias y obras escultóricas de su autoría. Este artista, oriundo de Mechita, fue empleado ferroviario hasta los años noventa y heredó el oficio de herrero de su tatarabuelo. Estudió dibujo y pintura, y trasladó ese aprendizaje al diseño de sus esculturas, que construye de forma autodidacta. El sitio fue declarado de interés cultural-patrimonial y turístico del partido de Bragado. En 2015 Giommi realizó una reconstrucción del frente de una locomotora, que fue emplazada en el acceso a Mechita, sobre la ruta nacional Nº 5.9 Fig. 16. 

Festival La Ferviente:

La Ferviente es un grupo de artistas que provienen de múltiples ámbitos, estableciendo un vínculo particular con la producción autogestiva interdisciplinaria. Se organizaron a fines de 2012, consolidando una forma de trabajo colectivo donde los roles son rotativos. Cuentan con el apoyo de ACIADIP (Asociación de Coreógrafos, Intérpretes y Afines de la Danza Independiente Platense). Este grupo realizó un viaje a Mechita para la grabación de un video y desde entonces decidieron comprometerse con el proyecto turístico cultural del pueblo. El primer Festival Ferviente de Mechita se realizó en diciembre de 2013, como un espacio de construcción cultural e integración social para la localidad. El propósito final es reconstruir la sala de cine del Club Social. En enero de 2014 se realizaron actividades de recuperación, comprometiendo a todo el pueblo en la restauración del edificio del club, con jornadas de limpieza profunda y acciones de intervención en los techos y paredes del inmueble10. En 2015 convocaron niños y adultos a realizar múltiples actividades: talleres, música, teatro, fotografía. Las acciones aún no han logrado rescatar el viejo cine pero se pretende continuar con la propuesta, apoyados por los mechitenses. Fig. 17. 

Film Documental “Mechita, entre el cielo y la tierra”:

Mariano Gerbino es un director de cine de origen bragadense, que -de adulto- visitó nuevamente Mechita y encuentró un pueblo transformado y reconstruido desde otro lugar. Así comienzó la idea de registrar en

7 Juan Doffo, 25/07/1948. Su currículo incluye múltiples exposiciones colectivas e individuales, en el país y en el exterior. Obras de su autoría se encuentran en varios museos de mundo. 8 En 2011 la legislatura bonaerense declaró de Interés Cultural Provincial al Museo de Artes Visuales (Ley 14320). 9 Ordenanza Nº 3419/06. Declara de Interés Cultural-Patrimonial y turístico del Partido de Bragado, al emprendimiento privado “Recreo Don José”. 10 La Ferviente, Volumen 2 (2014), se presenta así: “Queremos despertar la energía de nuestros abuelos que le dieron vida al Club, y lograr que vuelva a ser de todos, porque el Club Social debe ser eso, UN LUGAR DE TODOS, y para esto es necesario que participemos y re habitemos los lugares públicos.”


un documental el modo en que una población pequeña, pero inquieta, logra renacer a través de su identidad ferroviaria y la expresión artística. La película ensambla imágenes del Archivo General de la Nación, relatando la evolución y destrucción del sistema ferroviario junto a las imágenes actuales. Los artistas Juan Doffo y César Giommi participan activamente en el film11. Fig. 18.

CONCLUSIÓN El corpus edilicio ferroviario de la localidad de Mechita conforma un significativo legado histórico y patrimonial, no solo por su valor arquitectónico, sino también por el componente simbólico y cultural para la región del noroeste de la provincia de Buenos Aires. En la sociedad mechitense es destacable el accionar colectivo que contribuyó al resguardo del sitio en el cual viven, como parte vital de su existencia, rescatando su identidad esencial. El municipio ha sabido acompañar este accionar con declaratorias acordes para la tutela y resguardo de los bienes. Este ejemplo de participación comunitaria y gestión municipal, demuestra un vínculo fructífero entre patrimonio, turismo y desarrollo local.

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En la página web Escribiendocine se lee: “Mariano Gerbino construye un documental donde no solo lo atractivo es la historia sino la forma elegida para plasmarla en pantalla.” Mechita, entre el cielo y la tierra” se diferencia en el trabajo de las imágenes como si fueran texturas, superponiendo material en Súper 8 tomado en diferentes épocas con otros formatos. Cada plano está trabajado como si se tratase de un cuadro, juega con el color y el blanco negro, lo opaco y la saturación. Y todo lo convierte en bellas imágenes.”

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MATERIAL GRÁFICO

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1- Tanque de agua. 2- C olonia Ferroviaria. 3- Playón de m aniobras, talleres y oficinas adm inistrativas. 4- Estación de carga y pasajeros.

5- C ontrol Mecha 6- Escuela Nº 39, Santiago del Estero y Jardín Nº 906. 7- C lub Social y Deportivo Mechita 8- Museo Ferroviario Mechita. 9- Museo de Artes Visuales.

Fig. 1

Fig. 2.

Fig. 4

Fig. 3.

. Fig. 5


Fig. 6

Fig. 8

Fig. 10

Fig. 7

Fig. 9

Fig. 11

Fig. 12

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Fig. 15


Fig. 16

Fig. 1. Plano de la localidad de Mechita con referencias de sus instalaciones protegidas. Fig. 2. Talleres ferroviarios. Fig. 3. Oficias y dependencias ferroviarias. Fig. 4. Interior de los talleres. Fig. 5. Material ferroviario móvil. Fig. 6. Torre de hierro. Fig. 7. La colonia (Fuente: Google Imágenes) Fig. 8. Escuela Nº 36, Santiago del Estero. Fig. 9. Club Social y Deportivo Mechita Fig. 10. Club Social y Deportivo Mechita. Fig. 11. Museo Ferroviario. Fig. 12. MAV. Fig. 13. Interior del MAV. Fig. 14. Recreo Don José. Fig. 15. Festival Ferviente. Fig. 16. Filme “Mechita entre el cielo y la tierra”. Fig. 17. Cartelera de la película. Autora: Graciela Manzione

Fig. 17


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