Numero 5 GEECVSEN

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PVX-NG-1048-07-09 (E.CLO.09.07.02) Abril 2009 - 812105

Hemorragia cerebral

Isquemia cerebral N.째 5 ABRIL 2009



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sumario

N.° 5 • ABRIL 2009

COMITÉ EDITORIAL

2 Editorial

Jaime Masjuan Vallejo

4 Comunicaciones estelares de la International Stroke Conference (San Diego, febrero de 2009)

Coordinador del GEECV Hospital Ramón y Cajal. Madrid Juan Arenillas Lara Secretario del GEECV Servicio de Neurología Hospital Clínico de Valladolid Juan Carlos López Fernández Vocal del GEECV Servicio de Neurología Hospital Juan Negrín de Gran Canaria

Sergi Martínez Ramírez

9 ¿Qué pueden dar de sí los ensayos clínicos sobre enfermedad vascular cerebral en los próximos años? Jaime Masjuan Vallejo

13 Hemorragia cerebral > ¿Son útiles el factor VII y el control de la presión arterial para la prevención del crecimiento del hematoma en la hemorragia intracraneal aguda? Yolanda Silva Blas, Joaquín Serena Leal, María Jiménez Nieto

> Fisiopatología del edema cerebral en la hemorragia cerebral Pilar Delgado Martínez

Sergio Calleja Puerta Vocal del GEECV Servicio de Neurología Hospital Central de Asturias. Oviedo

21 Isquemia cerebral: trombólisis > Influencia del tratamiento previo con antiagregantes en el riesgo de hemorragia tras tratamiento trombolítico intravenoso en pacientes con isquemia cerebral aguda Yolanda Bravo Anguiano, Rosa Prieto Tedejo

EDITOR Joan Martí Fàbregas Servicio de Neurología Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona

> Fisiopatología y relevancia del edema cerebral en pacientes tratados con rt-PA intravenoso Manuel Rodríguez-Yáñez, Tomás Sobrino

27 Isquemia cerebral: prevención secundaria > Tratamiento antiagregante tras un infarto cerebral. ¿Cuál es el mejor régimen tras los estudios ESPRIT, FASTER y PRoFESS? Aida Lago Martín

30 Isquemia cerebral: ultrasonografía y pronóstico > Valor pronóstico del doppler transcraneal en la fase aguda del infarto cerebral Sergio Calleja Puerta

> Foramen oval permeable: relación causal o casual Joaquin Serena Leal, María Jiménez Nieto © 2007-2009, los autores © 2007-2009, LUZÁN 5, S. A. de Ediciones ISSN: 1888-072X Depósito legal: M.29327-2007 Diseño y producción: LUZÁN 5, S. A. de Ediciones Imprime: Egraf, S. A. Madrid El contenido de esta información refleja las conclusiones y los hallazgos propios de los autores, que no son necesariamente los de los editores, y se presenta como un servicio a la profesión médica. Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida ni transmitida en ninguna forma o medio alguno, electrónico o mecánico, incluyendo las grabaciones en cualquier sistema de recuperación de almacenaje de información, sin el permiso escrito del titular del copyright.

38 Isquemia cerebral: nuevos factores de riesgo > “El mal tiempo también es cerebro”: influencia de la meteorología como factor desencadenante del ictus Jordi Jiménez Conde

43 Isquemia cerebral: fisiopatología > Transformación hemorrágica tras infarto cerebral: fisiopatología y significado pronóstico Blanca Fuentes

46 Isquemia cerebral: rehabilitación > Nuevas perspectias en la rehabilitación motora de la extremidad superior de pacientes con secuelas de infarto cerebral Esther Duarte Oller


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editorial Pues sí. Yo diría que hay espacio para un nuevo número de la revista del Grupo de Enfermedades Vasculares Cerebrales de la Sociedad Española de Neurología. Resulta que la mayoría de nosotros creemos tener poco tiempo para asimilar la información que proporcionan las diferentes revistas de nuestra especialidad. Ya no pretendemos leer las revistas de otras áreas de conocimiento de la Medicina y nos centramos en las de Neurología, pero dentro de éstas nos contentamos con “estar al día” de las novedades que se refieren a la enfermedad cerebrovascular, y para ello nos “fiamos” de los que publican unas pocas revistas ante la imposibilidad de leerlas todas. Cada uno tiene sus métodos para intentar abarcar la mayor cantidad de información útil en el reducido espacio de tiempo. Ante este panorama de mismatch entre el tiempo necesario y el tiempo disponible, aún creo que hay espacio para este número, y lo digo por varios motivos: en primer lugar, su extensión es razonablemente abarcable; en segundo lugar, su formato como editorial permite a los autores cierta libertad adicional, lejos del encorsetamiento a que a menudo les obligan los editores de las revistas; en tercer lugar, muchas de las colaboraciones las realizan los autores del trabajo original que da lugar a la revisión, lo que ciertamente enriquece el comentario. En este nuevo número de la revista hemos seleccionado fundamentalmente trabajos que se publicaron en el segundo semestre de 2008. Evidentemente, se ha tendido a realzar los trabajos realizados por autores nacionales. No están todos los que son, ya que las limitaciones de extensión hacen imposible que la lista sea exhaustiva, aunque por otra parte esto es un motivo de orgullo, pues permite comprobar que los “neurólogos vasculares” españoles se encuentran especialmente activos y a un nivel suficiente para su aparición frecuente en las revistas de prestigio de la especialidad. En este número hemos querido empezar con un resumen de las comunicaciones que tuvieron lugar en la pasada Internacional Stroke Conference, celebrada en San Diego en febrero de 2009 y con una perspectiva de futuro sobre qué pueden dar de sí los ensayos clínicos en marcha. Afortunadamente, la hemorragia cerebral ha sido motivo de ensayos clínicos recientes, por lo que hemos incluido comentarios sobre el tratamiento con factor VII y la presión arterial, y también comentarios sobre interesantes estudios acerca de la fisiopatología, como la del edema cerebral que aparece en esta entidad. En relación con la trombólisis, hemos solicitado el comentario de autores sobre la influencia del pretratamiento con antiagregantes en el riesgo de hemorragia y en la fisiopatología y significado del edema cerebral en los pacientes que reciben este tratamiento. Los últimos meses han visto la publicación de diversos ensayos con antiagregantes en la fase aguda y en prevención secundaria de pacientes con ictus y su significado se analiza en una de las colaboraciones. En cuanto al pronóstico del ictus isquémico, se revisa la aportación de la ultrasonografía y las implicaciones del cortocircuito derecha-izquierda. Se analiza también la importancia de la meteorología como causante o desencadenante de ictus y la fisio-


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patología de la transformación hemorrágica del ictus isquémico. Finalmente, se aportan datos sobre el tratamiento rehabilitador, en el que también se han realizado ensayos clínicos recientes. El coordinador de este número de la revista quiere agradecer la confianza expresada por la Junta del Grupo al encargarle la edición del mismo, al patrocinador por hacerlo posible, a la editorial Luzán 5 por sus esfuerzos en tener todo a punto en el momento y forma adecuados y a los autores por la calidad de su trabajo y por ceñirse a los plazos previstos. Si conseguimos que el lector encuentre el texto útil y que el tiempo empleado en leerlo haya sido fructífero, habremos conseguido demostrar que sí, que hay espacio para esta revista.

Joan Martí Fàbregas

editorial

Fe de erratas En la revista Enfermedades Cerebrovasculares N. 4 Julio 2008, los autores del artículo “Manifestaciones vasculares de la enfermedad de Fabry” son: Maite Mendioroz Iriarte y Olga Maisterra Santos Unidad Neurovascular Hospital Vall d´Hebron. Barcelona


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Comunicaciones estelares de la International Stroke Conference

Comunicaciones estelares de la

International Stroke Conference (San Diego, febrero de 2009)

D

urante los pasados días 18, 19 y 20 de febrero tuvo lugar la edición anual de la International Stroke Conference, en el marco de la ciudad estadounidense de San Diego. Sin haber sido una de las grandes ocasiones, el congreso deparó, como nos tiene acostumbrados, un ingente despliegue humano y un enorme volumen de comunicaciones científicas. Se presentaron más de 500 pósters y cerca de 200 comunicaciones orales, algunas de ellas de notable interés. Asimismo, se realizaron puestas al día y debates en torno a temas tan controvertidos como las emergentes técnicas de recanalización intraarterial, contando con la participación de figuras de renombre mundial. A continuación se comentan, de forma sucinta, una selección de los trabajos que más interés suscitaron y que probablemente serán la semilla de presentes o futuras publicaciones de impacto. Aunque no podremos detenernos en ello, cabe también reseñar el espacio que se reservó al ictus pediátrico, muestra de la sensibilidad y esfuerzo que merece un terreno especialmente huérfano de conocimientos como este.

Isquemia cerebral Fisiopatología SERGI MARTÍNEZ RAMÍREZ Servicio de Neurología Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona

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Publicaciones recientes apuntan que el depósito de Aβ en la microcirculación cerebral podría contribuir a la disfunción endotelial del pequeño vaso, y esto ha sido apoyado por el hallazgo de correlaciones


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Comunicaciones estelares

entre el citado péptido e infartos lacunares y

los neuroblastos al alcanzar su destino. Otra

grado de leucoaraiosis. El grupo del hospital

comunicación, de J. S. Lee et al., estableció

Germans Trías i Pujol presentó los resultados

que la respuesta neurogénica es menor en

de un estudio prospectivo multicéntrico

animales cuya lesión isquémica afecta la

español, en el que se evaluaba la hipotética

región subventricular, subrayando así la impli-

utilidad de los niveles de Aβ plasmáticos

cación primordial de esta zona en la regene-

para diferenciar entre dos subtipos anato-

ración neuronal.

mopatológicos de enfermedad de pequeño vaso cerebral (microateromatosis y lipohialinosis), infiriendo a partir de patrones radiológicos concretos por resonancia magnética. Se constató una asociación independiente entre los niveles plasmáticos de la fracción Aβ 1-40 y la enfermedad de pequeño vaso cerebral (EPVC) por lipohialinosis o “difusa”, sugiriéndose que el péptido Aβ plasmático puede ser marcador de daño endotelial y un nuevo factor de riesgo para la EPVC. El estudio de las células progenitoras neurales constituye desde hace unos años una línea de investigación muy prolífica en enfermedad cerebrovascular, con resultados prometedores y probables implicaciones terapéuticas futuras. Así pues, en este apartado no podían faltar numerosas presentaciones de grupos consolidados, sobre todo en referencia a los aspectos más básicos. Kon Chu et al., demostraron la viabilidad de la extracción y expansión in vitro de un subtipo celular poco estudiado, las células progenitoras de pericito humanas. Después del trasplante de estas células a ratones sometidos a isquemia cerebral se detectó diferenciación a fenotipo neuronal y migración hacia la zona del infarto. Además, los ratones trasplantados mostraron un mejor pronóstico funcional. Rui Lan Zhang et al., realizaron un elegante trabajo con el fin de visualizar la migración de los neuroblastos en ratones sometidos a oclusión permanente de la ACM. Se documentó que los neuroblastos utilizan múltiples rutas migratorias desde la región subventricular

Genética En este apartado cabe hacer mención especial sobre las aportaciones de los participantes españoles. El equipo del laboratorio de investigación neurovascular del Hospital Vall d’Hebron, liderado por J. Montaner, presentó dos estudios de caso-control, uno orientado a la búsqueda de variantes de riesgo para ictus isquémico mediante el análisis de polimorfismos de un solo nucleótido (SNP) por técnicas de Genome-Wide Association (GWA), y el otro centrado en las variantes de expresión génica que pueden condicionar la transformación hemorrágica por rt-PA mediante el estudio del transcriptoma (tRNA) con microarrays. El primer estudio halló una fuerte asociación entre una variante de un canal de potasio (KCNK17) y un mayor riesgo de ictus, que se mantuvo tras el análisis multivariante y que se asoció específicamente con el subtipo cardioembólico tras la estratificación por etiología (OR = 1,55, IC 95%: 1,04-2,32, p = 0,031). El segundo estudio identificó la expresión diferencial de 13 genes en los casos de transformación hemorrágica por rt-PA, relacionados su mayoría con el metabolismo de la glucosa, la apoptosis y la actividad de la metaloproteasa-9.

Medidas generales en fase aguda

hasta el estriado lesionado y que los atrayen-

Un grupo de la Universidad de Virginia

tes principales serían moléculas provenientes

presentó los resultados del ensayo clínico

de los vasos sanguíneos, dada la disposición

GRASP (Glucose Regulation in Acute Stroke

fundamentalmente perivascular que adoptan

Patients). Este estudio piloto fue diseñado

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Comunicaciones estelares de la International Stroke Conference)

para evaluar la seguridad y factibilidad de la

pacientes seleccionados a partir de reso-

infusión de glucosa, potasio e insulina (GIK)

nancia magnética (RM). Es por ello que se

en pacientes con hiperglucemia (> 110 mg/dl)

trabaja en conseguir una mejor y más

en la fase aguda de la isquemia cerebral. En

homogénea definición por imagen del tejido

función de la glucemia basal y el pronóstico

cerebral potencialmente rescatable. A tenor

estimado, los pacientes fueron aleatorizados

de los trabajos comunicados en el congre-

a tres tipos de tratamiento: convencional, GIK

so, el coeficiente de difusión aparente

con márgenes amplios de glucemia (70-200

(ADC) es tal vez la secuencia de RM que

mg/dl) y GIK con control estricto (70-110

más potencial esté ganando en este terre-

mg/dl). A pesar de que el estudio estaba

no. A. Purushotham et al., presentaron dos

infrapotenciado para el análisis clínico, los

trabajos en la misma dirección, apuntando

pacientes con control estricto de glucemia

que el ADC permite definir de forma más

presentaron mejor pronóstico funcional a los

precisa la proporción de tejido en riesgo.

tres meses, y se postula que el brazo de tra-

Por un lado, un estudio concluyó que el

tamiento intensivo debe ser el elegido para

ADC logra identificar regiones de oligohe-

futuros ensayos clínicos.

mia benigna en el seno de alteraciones de

A la espera de resultados de grandes

la perfusión (PWI) que cumplen criterios de

estudios sobre el manejo de la hipertensión

penumbra isquémica. Por otro, el ADC per-

en fase aguda, P. M. Bath presentó un subestudio del ensayo PRoFESS, analizando la influencia del tratamiento con telmisartán en el pronóstico de los pacientes con infarto cerebral (inicio del tratamiento en las primeras 72 horas de evolución). No se observaron diferencias significativas entre telmisartán y placebo respecto a dependencia funcional, muerte o recurrencia a tres meses, aunque se argumentó que la presión arterial media de la muestra quizá no fuera lo suficientemente elevada para observar un efecto clínico en los pacientes tratados. J. G. Morris et al., presentaron un modesto pero interesante estudio retrospectivo para analizar la influencia del pretratamiento con IECA o ARA-II en la gravedad inicial del ictus isquémico. En los análisis multivariantes, el uso previo de estos fármacos, comparado con otros hipotensores, fue predictor de ictus leve (NIHSS < 7), con una OR 1,619 (IC 95% 1,259-2,081, p < 0,001).

Neuroimagen

6

mitió diferenciar, dentro de la lesión en difusión (DWI), aquellas regiones definitivamente lesionadas (core) de las que constituyen alteraciones reversibles de la DWI. Una secuencia de RM relativamente novedosa es el Difusión tensor imaging (DTI). El grupo del hospital Josep Trueta de Gerona, en colaboración con otros centros catalanes, presentó los resultados de un estudio en el que los valores de DTI a nivel del tracto corticoespinal se correlacionaban bien con el déficit motor de las extremidades en pacientes con lesión crónica del territorio de la ACM, lo que les lleva a postular que el DTI puede ser un futuro marcador subrogado en estudios de intervención.

Tratamiento antitrombótico y trombectomía En la presente edición de la Internacional Stroke Conference no se han comunicado avances relevantes en cuanto a nuevos fármacos trombolíticos o a la ampliación de

Muchas son las voces que actualmen-

indicaciones de los ya comercializados. En

te señalan la imprecisa definición de

referencia al uso de rt-PA endovenoso en

penumbra isquémica como clave en el fra-

su administración estándar, un grupo de la

caso de los estudios de trombólisis en

Universidad de Texas realizó una interesan-


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Comunicaciones estelares

te revisión del tratamiento trombolítico en

(punto de corte = 68 años), manteniéndose

pacientes diagnosticados a posteriori de

las diferencias estables tras dos años. Se

otras patologías diferentes a la isquemia

incidió de nuevo en que la ACS presenta

cerebral (stroke mimics). En consonancia

mayor tasa de reestenosis, pero que la tasa

con publicaciones y comunicaciones pre-

de eventos sintomáticos es similar entre

vias, incluida una de nuestro grupo en la

ambas técnicas al final del periodo.

pasada edición de la European Stroke Con-

Por otro lado, se presentaron los datos

ference, estos autores no observaron nin-

acreditativos de los intervencionistas parti-

guna complicación hemorrágica en su casu-

cipantes en el ensayo CREST (activo, reclu-

ística, y el pronóstico funcional al alta fue

tamiento finalizado), un control de calidad

excelente (rankin 0-1). Ello permite sumar

que se espera aporte credibilidad a sus

evidencias a favor del tratamiento trombolí-

resultados y luz a este mal resuelto debate

tico en pacientes que plantean dudas diag-

entre EC y ACS.

nósticas en fase aguda. Se está ensayando el uso de inhibidores de la glucoproteína IIb/IIIa en combinación con rt-PA endovenoso o intraarterial. De momento los resultados provienen de

Hemorragia intracerebral

estudios piloto, pero se ha comunicado una alta tasa de hemorragia intracraneal (HIC) y

Las comunicaciones de mayor interés

un peor pronóstico funcional en los pacien-

se centraron en el terreno del manejo de la

tes tratados con este régimen.

hipertensión en fase aguda y los nuevos

R. Nogueira presentó un subanálisis de

conceptos de neuroimagen.

los estudios MERCI y MultiMERCI, en el que destacaba la conocida importancia del grado de recanalización arterial sobre el

Tratamiento de la hipertensión en fase aguda

pronóstico del paciente, sin apenas influir el tiempo transcurrido para su consecución.

La presentación de los resultados finales del estudio piloto ATACH fue un momento

Tratamiento de la estenosis carotídea

esperado. A. Qureshi confirmó la seguridad y tolerabilidad de la infusión de nicardipino durante las primeras 24 horas de evolución

En 2006 se publicaron los datos preli-

de la HIC, en términos de bajas tasas de cre-

minares del estudio SPACE, que falló en

cimiento de hematoma (CH), deterioro neuro-

demostrar la no inferioridad de la angioplas-

lógico y mortalidad hospitalaria. Destacó un

tia carotídea con stent (ACS) respecto a la

mayor, aunque esperable, número de fraca-

endarterectomía (EC) en cuanto a la tasa de

sos para mantener en rango la presión arte-

complicaciones en los primeros 30 días. Si

rial (PA) en el grupo de tratamiento intensivo

bien ya se comunicó que, tras dos años de

(110-140 mmHg). Globalmente, estos resulta-

seguimiento, la tasa de eventos clínicos es

dos vienen a unirse a los obtenidos por el

similar entre ambas técnicas, los investiga-

estudio INTERACT y obligan a esclarecer si,

dores de este estudio presentaron un análi-

además de factible y segura, la reducción

sis de subgrupos en el que identificaron la

agresiva de la PA en fase aguda de la HIC es

edad como el único dato clínico que se

útil desde un punto de vista clínico.

relacionaba con las complicaciones peri-

En relación con estos resultados, y

procedimiento en la ACS, pero no en la EC

desde un punto de vista más fisiopatológi-

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Comunicaciones estelares de la International Stroke Conference

co, T. D. Bornes presentó un ingenioso y excelente estudio con TC de perfusión para evaluar si la reducción de PA afecta a la hemodinámica y/o al metabolismo del tejido cerebral que rodea la HIC. A pesar de que el concepto de isquemia perihematoma quedó ya en entredicho hace tiempo, el presente estudio vino a demostrar que las regiones circundantes al hematoma, inclu-

Aunque el estudio se realizó de forma retrospectiva, se incluyeron hasta 467 pacientes con HIC a los que se había practicado una angio-TC al ingreso y una TC simple de control dentro de las primeras 48 horas. Los autores identificaron algunos datos radiológicos en la angio-TC basal altamente relacionados con el CH y la mortalidad precoz: la presencia de spot sign de

so en pacientes tratados con hipotensores en fase aguda, no presentan más que un patrón de oligohemia, así como un discreto

volumen igual o superior a 0,05 ml, más de un punto de extravasación de contraste, al menos 1 spot de localización central, forma

descenso del metabolismo, estimado

irregular y una atenuación superior a 200 unidades Houndsfield (UH). Además, a partir del número de spot signs, el diámetro máxi-

mediante la fracción de extracción de oxígeno (OEF) y la tasa metabólica cerebral de oxígeno (CMR02).

Neuroimagen El spot sign fue objeto de relativa controversia en cuanto a su poder predictivo de CH. H. Hallevi et al., presentaron un estudio prospectivo en el que analizaron la presencia de extravasación de contraste (EC) y/o spot sign en 28 pacientes consecutivos con HIC de menos de cuatro horas de evolución. Si bien ambos parámetros fueron altamente predictivos de CH, la EC (fenómeno visible de forma más precoz tras la administración de contraste) alcanzó el 100% en cuanto a sensibilidad, especificidad y valores predictivos negativo y positivo. Además, la concordancia interobservador fue mayor para la EC que para el spot sign. Por otro lado, J. E. Delgado-Almandoz, perteneciente al grupo del Mass General (Boston), aportó un brillante estudio de caracterización sistemática del spot sign.

mo axial y la atenuación máxima construían un índice de alto valor pronóstico, siendo éste peor cuanto mayor era la puntuación.

Hemorragia subaracnoidea Se presentaron los resultados del estudio Hunt, un análisis prospectivo de los factores de riesgo para hemorragia subaracnoidea (HSA) en una amplia población joven noruega (n = 74.977). Se concluyó que el tabaquismo y la PA, tanto sistólica como diastólica, se asocian con un mayor riesgo de HSA, al contrario que el sobrepeso. Por último, hay que destacar que estudios piloto como el comunicado por J. G. S. Latorre et al., sugieren que el control agresivo de la hiperglucemia es también beneficioso en la HSA.

Bibliografía 1.

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International Stroke Conference Oral and Poster Presentations Stroke. Published online. 2009.


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Ensayos clínicos sobre enfermedad vascular cerebral

¿Qué pueden dar de sí los

ensayos clínicos sobre enfermedad vascular cerebral en los próximos años?

L

os avances científicos en Medicina vienen dados en una gran mayoría de las ocasiones por los resultados de ensayos clínicos (EC) multicéntricos, aleatorizados y doble ciego. Sin embargo, estos EC tienen un largo proceder desde que se diseñan, se aprueban, pueden llevarse a cabo y finalmente se comunican o se publican sus resultados. En patología cerebrovascular los resultados de algunos EC en los últimos años han traído bastantes penas y alguna que otra alegría. Sorprendieron los resultados negativos de algunos estudios como MATCH1, PRoFESS2, CHARISMA3, factor VII4 y SAINT5. Sin embargo, los resultados positivos del ECASS-36 o del estudio SPARCL7 calmaron nuestras penas. El objetivo de este trabajo es hacer un breve resumen de algunos de los EC actualmente en marcha en patología cerebrovascular (www.clinicaltrials.gov) (tabla I).

Fase aguda Estudio ictus (Citicoline in the Treatment of Acute Ischemic Stroke. An International Randomized Multicenter Placebo-Controlled Study). Hasta la fecha, todos los EC con neuroprotectores en la fase aguda de un infarto cerebral no han conseguido demostrar eficacia. La citicolina

JAIME MASJUAN VALLEJO Servicio de Neurología Hospital Ramón y Cajal. Madrid

es un fármaco seguro y ampliamente utilizado en nuestro país desde hace muchos años. Existe cierta evidencia científica que avala su posible eficacia como neuroprotector8. Se trata de un EC doble ciego aleatorizado, de citicolina a dosis de 1 g/12 h (los primeros tres días por vía intravenosa) durante seis semanas frente a placebo. Actualmente el estudio está desarrollándose en España, Portugal y Alemania. Los crite-

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¿Qué pueden dar de sí los ensayos clínicos sobre enfermedad vascular cerebral en los próximos años?

Tabla I. Resumen de ensayos clínicos en marcha Fase

Situación

Estudio Ictus

III

Reclutando

2011

Estudio IMS III

III

Reclutando

2011

Estudio DIAS III

III

Reclutando

2011

Estudio TNK-S2B

II

Reclutando

2013

Estudio PERFORM

III

Seguimiento

2010

Estudio TRA2ºP- TIMI 50

III

Reclutando

2010

Estudio CLOSE

III

Reclutando

2012

Nombre

rios de inclusión son infartos de la arteria cerebral media de menos de 24 horas de evolución, con un NIHSS mayor de siete y con al menos dos puntos en la escala motora. Recalcar el hecho interesante de poder

casos. Mucho más frecuente, y por ello frustrante, es la falta de eficacia del fármaco para conseguir la recanalización arterial. Por ello, este EC intenta demostrar si un

observar su efecto tanto en pacientes trata-

venosa a una dosis inferior a la habitual seguida de abordaje endovascular (se pueden emplear hasta tres opciones diferentes de intervencionismo) consigue mejores resultados que el tratamiento convencional

dos con y sin fibrinolisis intravenosa. El objetivo primario del estudio será probar su eficacia en la recuperación completa a los tres meses del ictus. Sus resultados estarán disponibles en el 2011. Estudio IMS III (Interventional Management of Stroke Trial: A Phase III, Randomized, Multi-Center, Open Label, 900 Subject Clinical Trial That Will Examine Whether a Combined Intravenous [IV] and Intra-Arterial [IA] Approach to Recanalization is Superior to Standard IV rt-PA [Activase®] Alone When Initiated Within Three Hours of Acute Ischemic Stroke Onset). El tratamiento trombolítico con rt-PA intravenoso está ya ampliamente difundido en las Unidades de Ictus españolas. A pesar de que todavía muchos neurólogos siguen viviendo con angustia su administración por el riesgo de transformación hemorrágica, sabemos que esto sólo ocurre en menos del 3% de los

10

Finalización prevista

abordaje secuencial con trombólisis intra-

con rt-PA intravenoso. Se van a incluir pacientes con un ictus moderado-grave (NIHSS > 10) dentro de las tres primeras horas. El estudio será abierto, con aleatorización de dos pacientes al tratamiento secuencial por cada uno que se tratará de modo convencional (actualmente en desarrollo en Estados Unidos). Estudio DIAS III (A Randomised, Double-Blind, Parallel-Group Placebo-Controlled Phase III Study to Evaluate the Efficacy and Safety of Desmoteplase in Subjects With Acute Ischemic Stroke). La estrecha ventana terapéutica del tratamiento con alteplasa hace que menos de un 10% del total de los ictus puedan tratarse en la mejor de las condiciones. El trombolítico desmoteplasa


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Ensayos clínicos sobre enfermedad vascular cerebral

ha demostrado tener una mayor especifici-

infarto agudo de miocardio o revasculariza-

dad por la fibrina y no ser neurotóxico. Este

ción coronaria). El reclutamiento se finalizó

EC, actualmente en marcha, pretende

hace un año, con más de 18.000 pacientes

demostrar la eficacia de la desmoteplasa

incluidos en todo el mundo y actualmente

frente a placebo en aquellos pacientes con

se está finalizando el periodo de segui-

un ictus que puntúen entre 4 y 24 en la

miento. Este EC, además, tiene varios

NIHSS cuando se administra en un bolo

subestudios encaminados a estudiar otros

durante dos minutos entre las tres y las

parámetros clínicos como la aparición de

nueve horas de iniciado el ictus.

demencia, parámetros farmacocinéticos y ultrasonográficos.

Estudio TNK-S2B (Phase 2B Study of Tenecteplase [TNK] in Acute Ischemic Stro-

Estudio TRA 2°P-TIMI 50 (A Multi-

ke [TNK-S2B]). EC en marcha en EE.UU. De

center, Randomized, Double-Blind, Placebo-

un modo aleatorizado pretenden encontrar

Controlled Study to Evaluate the Safety and

la dosis ideal del trombolítico TNK y compa-

Efficacy of SCH 530348 in Addition to Stan-

rar su eficacia con el tratamiento conven-

dard of Care in Subjects With a History of

cional con alteplasa.

Atherosclerotic Disease: Thrombin Receptor Antagonist in Secondary Prevention of Atherothrombotic Ischemic Events [TRA

Prevención secundaria

2°P-TIMI 50]). SCH 530348 es un inhibidor competitivo de la trombina y potencialmen-

Estudio PERFORM (Prevention of

te produce una inhibición de la agregación

cerebrovascular and cardiovascular events

plaquetaria sin afectar a los tiempos de

of ischaemic origin with Terutroban in

coagulación, ofreciendo el posible beneficio

patients with a history of ischaemic stroke

de disminuir las complicaciones de la atero-

or transient ischaemic attack). El terutrobán

trombosis con menores complicaciones

es un antiagregante plaquetario que es un

hemorrágicas. Este EC pretende comprobar

antagonista del receptor del tromboxano.

la eficacia y seguridad del SCH 530348 al

Este receptor, además de en la membrana

añadirlo al tratamiento convencional con

plaquetaria, se encuentra en las células del

AAS o clopidogrel frente a placebo, en

músculo liso y también en las células endo-

pacientes con historia conocida de ateros-

teliales. Este fármaco permitiría, además de

clerosis a la hora de prevenir la aparición de

un efecto antiagregante plaquetario, una

ictus o infarto de miocardio. El objetivo pri-

menor expresión de moléculas de adhesión

mario del estudio es el tiempo de aparición

a nivel endotelial y por consiguiente un

de un evento vascular mayor (muerte vas-

efecto antiaterogénico al evitar la infiltra-

cular, ictus, infarto agudo de miocardio o

ción de monocitos y macrógagos en la

revascularización coronaria). El estudio está

pared vascular. Este EC es un estudio inter-

actualmente en marcha y pretende incluir

nacional, aleatorizado, doble-ciego, en dos

cerca de 20.000 pacientes. Los resultados

grupos paralelos de comparación de teru-

estarán disponibles en el 2011.

trobán 30 mg/d frente a AAS 100 mg/d durante tres años en pacientes que han

Estudio CLOSE (Closure of Patent

sufrido un AIT o ictus isquémico no car-

Foramen Ovale or Anticoagulants Versus

dioembólico. El objetivo principal del estu-

Antiplatelet Therapy to Prevent Stroke Recu-

dio es el tiempo de aparición de un evento

rrence). El papel del foramen oval permea-

vascular mayor (muerte vascular, ictus,

ble (FOP) en la etiología de los ictus de

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¿Qué pueden dar de sí los ensayos clínicos sobre enfermedad vascular cerebral en los próximos años?

origen indeterminado y, sobre todo, cuál es el mejor tratamiento para evitar recurrencias, sigue siendo un tema controvertido. El estudio español CODICIA9 ha demostrado recientemente cómo el FOP con shunt masivo se asocia a un índice de recurrencias muy bajo (3,4%) y que no es un factor de riesgo independiente para ictus recurrente. Sin embargo, los dispositivos intracardia-

cos para el cierre del mismo siguen colocándose en muchos centros. Este estudio pretende comparar la eficacia de la anticoagulación oral o el cierre percutáneo del FOP frente al tratamiento convencional con AAS. Se pretende incluir a 900 pacientes con un tiempo de seguimiento de entre tres y cinco años. El objetivo primario será el índice de recurrencias.

Bibliografía 1.

12

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Hemorragia cerebral

factor VII y el control de la presión arterial para la prevención del crecimiento del hematoma en la hemorragia intracerebral aguda? ¿Son útiles el

E YOLANDA SILVA BLAS, JOAQUÍN SERENA LEAL, MARÍA JIMÉNEZ NIETO Servicio de Neurología Hospital Universitario Dr. Josep Trueta Gerona

l crecimiento de la hemorragia cerebral se ha asociado a deterioro neurológico de los pacientes durante la fase aguda y es un factor independiente de mortalidad y peor evolución funcional a los tres meses1-4. Por este motivo, en los últimos años, los esfuerzos terapéuticos se han centrado en conseguir detener dicho crecimiento, básicamente mediante dos estrategias: la administración de factor VIIa recombinante y el manejo intensivo de la presión arterial.

Factor VIIa El factor VIIa actúa localmente en zonas de daño tisular y alteración de la pared vascular mediante su unión al factor tisular, lo que genera pequeñas cantidades de trombina que, a su vez, producen la activación plaquetaria. A dosis farmacológicas, el factor VIIa recombinante (rFVIIa) potencia la generación de la trombina en la superficie de las plaquetas activadas, y así se induce la formación de un trombo estable en el lugar de la lesión vascular, por lo que se consigue la aceleración de la coagulación. Su uso está aprobado en el tratamiento de las complicaciones hemorrágicas en pacientes hemofílicos. La administración de factor VIIa recombinante en pacientes con hemorragia cerebral, dentro de las primeras cuatro horas de evolución, demostró una reducción significativa del crecimiento del hematoma en un estudio aleatorizado, doble ciego, comparado con placebo 5. Los pacientes fueron aleatorizados para recibir una dosis única de rFVIIa a dosis de 40 µg/kg, 80 µg/kg o 160 µg/kg, o bien placebo. Se observó una reducción relativa del 52% del crecimiento del hematoma en los pacien-

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¿Son útiles el factor VII y el control de la presión arterial para la prevención del crecimiento del hematoma en la hemorragia intracerebral aguda?

tes tratados con rFVIIa, así como un claro efecto dosis-dependiente. También se observó una reducción significativa del volumen total de la lesión (hematoma + hemorragia intraventricular + edema). Estas diferencias se asociaron a una reducción significativa en la mortalidad y una mejor evolución funcional a los tres meses en los pacientes tratados con rFVIIa, pero también a un porcentaje

del ensayo fase III, confería mayores posibilidades de éxito al tratamiento hemostático. En relación con la edad, se constató que por debajo de 80 años los pacientes tratados con rFVIIa presentaban mejor pronóstico funcional. Sin embargo, ni el volumen del hematoma ni el de la HIV, por separado, parecían influir en la eficacia del rFVIIa, así como tampoco la exclusión de los pacientes

Tras estos resultados, se crearon gran-

con hemorragia infratentorial. Posteriormente analizaron la eficacia del tratamiento al combinar estas variables entre sí. De este

des expectativas sobre la efectividad del tra-

modo identificaron un subgrupo de pacien-

tamiento hemostático en la hemorragia cere-

tes que se beneficiarían más de la terapia

bral. Sin embargo, en un ensayo fase III reali-

con rFVIIa (tabla I), aunque de forma aislada

zado posteriormente en el que se compara-

ninguno de estos criterios sería suficiente.

ligeramente mayor de eventos tromboembólicos graves (7% vs. 2%).

ron dosis de rFVIIa de 20 µg/kg y 80 µg/kg frente a placebo, la reducción significativa del crecimiento del hematoma observada en el

Tabla I. Subpoblación diana tributaria a recibir tratamiento con rFVIIa

grupo que recibió la dosis superior no se asoció a una mejor evolución clínica de los

Administración del tratamiento < 150 minutos

pacientes6. Como posibles causas de estos

Edad < 70 años

resultados se consideraron la inclusión de

Volumen HIV < 5 ml

pacientes de edad avanzada y un mayor por-

Volumen HIC < 60 ml

centaje de pacientes con hemorragia intraventricular en la exploración basal en el

HIV: hemorragia intraventricular HIC: hemorragia intracerebral

grupo tratado con rFVIIa. Después de este fracaso, los autores del estudio han publicado recientemente un trabajo en el que exploraban la posibilidad de identificar una subpoblación de pacientes con hemorragia cerebral que pudieran beneficiarse del tratamiento con rFVIIa 7. Compararon la dosis de 80 µg/kg respecto a placebo, por el mayor efecto hemostático de esta dosis. Posteriormente examinaron cómo determinados límites en el tiempo

Dadas las limitaciones de los análisis post hoc, sería necesario comprobar en un ensayo clínico si el rFVIIa es eficaz en sujetos más jóvenes, limitando la ventana terapéutica y probablemente seleccionando aquellos pacientes con más riesgo de presentar crecimiento del hematoma, mediante, quizá, la demostración de extravasación de contraste en las pruebas de neuroimagen.

hasta el tratamiento, edad y volumen del hematoma y de la hemorragia intraventricular (HIV) influían en la respuesta terapéutica del rFVIIa, así como la exclusión de pacientes con valores bajos en la escala de Glasgow o hemorragia infratentorial. Así, observaron que un acortamiento de la ventana terapéutica a los 150 minutos del inicio de los síntomas, en lugar de las cuatro horas

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Manejo intensivo de la presión arterial Actualmente, el manejo de la presión arterial en pacientes con hemorragia cerebral se basa en una serie de recomendacio-


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Hemorragia cerebral

nes consensuadas a partir de la opinión de expertos, sin evidencia procedente de ensayos clínicos que definan cuándo debe iniciarse o cuán agresivo debe ser dicho tratamiento8. La ausencia de estudios randomizados contrasta con el hecho de que hasta el 90% de los pacientes con hemorragia intracerebral (HIC) presentan cifras elevadas de presión arterial y que también la

lución para recibir tratamiento intensivo de la TA y conseguir cifras de TA sistólica (TAS) de 140 mmHg, o bien seguir el manejo habitual de la TA según las guías, para conseguir cifras de TAS de 180 mmHg. En el grupo tratado de forma intensiva la reducción de la TA hasta el objetivo marcado se tenía que conseguir dentro de la primera hora postaleatorización y mantenerlo durante los siete

hipertensión arterial se ha implicado en algunos estudios retrospectivos con el crecimiento posterior del hematoma, aunque también es cierto que en otros trabajos

días siguientes. El grupo de tratamiento intensivo presentó una reducción significativa del crecimiento del hematoma a las 24 horas y no se observó un incremento en la

prospectivos no se ha podido demostrar esta asociación9-11. Por otro lado, la posibili-

tasa de complicaciones neurológicas (tabla II). Sin embargo, estos resultados no tuvie-

dad de que una reducción brusca y precoz de la presión arterial pudiera producir isquemia en las áreas hipoperfundidas alredededor del hematoma, y el hecho de que los pacientes con hipertensión arterial crónica tienen la curva de autorregulación desplazada hacia la derecha y son más vulnerables a la hipotensión, son, probablemente, las causas del manejo conservador de la presión arterial en la fase aguda de la HIC12. Sin embargo, los resultados del estudio INTERACT demuestran la seguridad y eficacia de la reducción agresiva de la presión arterial (TA) en pacientes con HIC13. En este ensayo clínico se aleatorizaron 404 pacientes con HIC de menos de seis horas de evo-

ron impacto sobre la evolución clínica de los pacientes en cuanto a morbimortalidad, que fue similar en ambos grupos (tabla III). En otro estudio (ATACH) cuyos resultados han sido parcialmente presentados, se observaron resultados similares al INTERACT. En este ensayo se utilizó nicardipino como fármaco hipotensor y los pacientes fueron aleatorizados en tres brazos con diferentes objetivos de TAS: un primer brazo en el que la TAS se redujo hasta cifras entre 200 y 170 mmHg, un segundo brazo en el que la TAS se redujo hasta 170-140 mmHg en pacientes que habían sido tratados satisfactoriamente en el primer grupo, y un tercero en el que

Tabla II. Resultados INTERACT: variables radiológicas Tratamiento conservador (n = 172)

Intensivo (n = 174)

p

Hematoma Media volumen basal (ml) Media volumen 24 h Incremento (%) Media Incremento absoluto (ml) Media (IC 95%) Crecimiento relevante*

12,7 (11,6) 15,4 (14,7)

14,2 (14,5) 15,2 (17,5)

36,3%

13,7%

0,04

2,7 (1,4-4) 23%

0,9 (–0,9-2,7) 15%

0,12 0,05

*Incremento en el volumen del hematoma > 33% o > 12,5 ml a las 24 horas

15


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¿Son útiles el factor VII y el control de la presión arterial para la prevención del crecimiento del hematoma en la hemorragia intracerebral aguda?

Tabla III. Resultados INTERACT: evolución clínica Tratamiento conservador (n = 201) Morbimortalidad Mortalidad Dependencia DNP* EAG** EAs+ Hipotensión grave++

49% 13% 36% 15% 21% 30% 2%

Intensivo (n = 2033)

p

48% 10% 37% 15% 21% 27% 1%

0,81 0,51 0,98 0,94 0,96 0,4 --

*Deterioro neurológico precoz. **Eventos adversos graves. +Número total de eventos adversos graves. ++Hipotensión sintomática que requirió intervención activa (fluidos intravenosos, inotropos o ambos)

e l o b j e t i v o f u e re duc ir la TA S hasta 140-110 mmHg en aquellos pacientes correctamente tratados en el segundo grupo. Se concluyó que el descenso agresivo de la TA era seguro, sin observarse un incremento significativo de eventos adversos pero sin presentar diferencias en la evolución clínica de los pacientes14.

En conclusión, el tratamiento intensivo de la presión arterial en la fase aguda de la hemorragia cerebral parece seguro y eficaz en la reducción del crecimiento del hematoma, aunque sin que esto signifique una mejor evolución clínica para los pacientes, por el momento, y en espera de los resultados de los ensayos INTERACT2 y ATACH2.

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Hemorragia cerebral

Fisiopatología del

edema cerebral en la hemorragia cerebral

L

a hemorragia intracerebral (HIC) supone entre el 8% y el 15% de todos los ictus, y a pesar de los avances diagnósticos y terapéuticos en el campo de la patología cerebrovascular, el pronóstico de la HIC, hoy en día, continúa siendo malo, con una alta tasa de mortalidad y morbilidad. Así, se estima que entre un 35% y un 50% de los pacientes han fallecido al final del primer mes de la HIC, sobre todo durante los dos primeros días y sólo aproximadamente un 20% de los pacientes consiguen ser independientes a los seis meses del evento1. Pese al pronóstico infausto asociado a la HIC, no existe en la actualidad un tratamiento efectivo para esta enfermedad y aunque hasta la fecha se han identificado diversas dianas terapéuticas, los resultados de los ensayos clínicos no han demostrado un beneficio neto respecto al tratamiento médico conservador que pueda ser aplicable a la mayor parte de pacientes con HIC2-4. Aunque antiguamente se consideraba la HIC como un proceso monofásico en el que la mayor parte del daño se producía por el efecto de masa inicial sobre el parénquima encefálico, desde hace años se conoce que el sangrado inicial persiste durante las siguientes horas-días, condicionando un crecimiento del hematoma. Además, el tejido que rodea al hematoma sufre las consecuencias de una lesión cerebral secundaria que puede observarse en las secuencias de TC cerebral en forma de anillo hipodenso, también denominado “edema perihematoma”. Ambos fenómenos se han asociado con el deterioro neurológico de los pacientes. Desde el punto de vista molecular, existen una serie de procesos

PILAR DELGADO MARTÍNEZ

que se desencadenan tras la HIC y que están en la base de la aparición

Servicio de Neurología Laboratorio de Investigación Neurovascular Institut de Recerca Vall d´Hebron. Barcelona

del edema perihematoma. Entre ellos, en las fases precoces tiene un papel muy importante la activación de la cascada de la coagulación, con

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Fisiopatología del edema cerebral en la hemorragia cerebral

la producción de trombina y otros productos

miento nervioso que se localiza en la superfi-

intermedios que serán responsables de

cie celular. El receptor Fas se ha visto implica-

fenómenos posteriores (inflamación, altera-

do en el inicio del programa apoptótico en

ción de la permeabilidad de la barrera

una gran variedad de enfermedades, como la

hematoencefálica, activación del sistema

esclerosis múltiple, el traumatismo craneal o

del complemento, producción de metalo-

el daño cerebral por hipoxia-isquemia7,8. Las

proteasas,

etc.)5.

membrana celular son susceptibles de entrar

estudios se han centrado en la muerte celu-

en la cascada apoptótica cuando el Fas ligan-

lar secundaria a la hemorragia intracerebral.

do (o Fas-L) se une a ellas.

Los procesos de muerte celular pueden pro-

Tanto el receptor Fas como el Fas-L

ducirse por necrosis o apoptosis. La necro-

existen en forma soluble y en forma unida a

sis ocurre en el sistema nervioso, en áreas

la membrana. Las formas solubles y, en con-

gravemente afectadas por un colapso bio-

creto el Fas soluble (s-Fas), regulan la muer-

químico, y conduce a la liberación de radica-

te celular inhibiendo la unión entre Fas y su

les libres y excitotoxinas (glutamato, calcio,

ligando en la superficie celular, por lo que se

citocinas citotóxicas...). Estos eventos se

cree que pueden tener propiedades antia-

siguen de la ruptura de las membranas

poptóticas9.

nucleares y citoplasmáticas y de la degrada-

La mayoría de los estudios encamina-

ción del ADN (ácido desoxirribonucleico) por

dos a conocer los mecanismos de muerte

cortes enzimáticos producidos al azar en la

celular en la hemorragia cerebral se han

molécula. Dados los mecanismos que parti-

realizado en modelos experimentales o en

cipan y la rapidez con que se produce dicho

muestras postquirúrgicas o necrópsicas. En

proceso, la muerte celular por necrosis es

dichos estudios, la presencia de muerte

muy difícil de prevenir y/o tratar.

celular por apoptosis se ha visto tanto en el

Por el contrario, la apoptosis o muerte celular programada, en el sistema nervioso,

18

células que expresan el receptor Fas en su

Además, en los últimos años, muchos

seno de la HIC como en el tejido circundante (región perihematoma).

ocurre tanto en patologías crónicas como

En un estudio recientemente publicado

agudas. En el caso de las agudas, ocurre en

por nuestro grupo se evaluó el papel del sis-

áreas que no están muy gravemente afecta-

tema Fas-Fas ligando tras la hemorragia cere-

das. Por ejemplo, en la isquemia cerebral

bral en el hombre. Para ello, se estudiaron

encontramos células necróticas en el core de

78 pacientes afectos de una hemorragia

la lesión, donde la hipoxia es más importante,

cerebral de menos de 24 horas de evolución

y la apoptosis ocurre en la penumbra isquémi-

desde el inicio de los síntomas. En dichos

ca, donde el grado de hipoxia tisular es

pacientes se determinaron los niveles de Fas

menor6. Los procesos de apoptosis requieren

soluble en plasma en el momento basal y en

de la activación de un programa de muerte

21 de ellos se repitieron las determinaciones

celular que concluyen con la activación de la

de forma seriada a las 24 horas, 48 horas,

caspasa-3, el daño al ADN y la muerte celular.

séptimo día y al tercer mes. Los niveles de

Esta activación se produce mediante un siste-

Fas soluble eran significativamente más

ma en cascada que puede ser regulado por

bajos de forma basal respecto a los controles

señales extracelulares y uno de estos siste-

sanos y al resto de determinaciones seriadas

mas es el sistema del receptor de muerte Fas.

(fig. 1) y se relacionaban de forma inversa con

El receptor Fas (también denominado “CD95”

el crecimiento del edema perihematoma

o “Apo-1”), es un miembro de la superfamilia

durante el seguimiento. Se analizó también la

del factor de necrosis tumoral/factor de creci-

presencia del receptor Fas y de su ligando


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Hemorragia cerebral

Fig. 1. Diagramas de cajas de los niveles de Fas soluble en pacientes y controles sanos *p < 0,05.

(Fas-L) mediante técnicas de Western Blot en muestras de tejido cerebral de seis pacientes que habían fallecido por una HIC y en dos controles. Las regiones estudiadas se localizaron en la región perihematoma, en una zona remota del mismo hemisferio y en una zona del hemisferio contralateral. Así, lo que

observamos fue que el contenido de Fas-L fue superior en la región del perihematoma y que no existía expresión de receptor Fas en los controles. No existieron diferencias significativas en la expresión del receptor en las distintas muestras del tejido cerebral de los casos (fig. 2).

Fig. 2. Medias y SEM de Fas-L y Fas receptor en cada área estudiada; “pH” indica área perihematoma, “I” indica área en el hemisferio ipsilateral y “C” indica área en el hemisferio contralateral *p < 0,05.

19


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Fisiopatología del edema cerebral en la hemorragia cerebral

Los resultados de este estudio sugieren la existencia de mecanismos de apoptosis mediada por el sistema Fas en la región del perihematoma. La importancia de estos resultados reside en que recientemente se ha mostrado beneficiosa la inhibición del sistema Fas en modelos experimentales en otras enfermedades del sistema nervioso. Como ejem-

plos, la administración subaracnoidea de Fas soluble en un modelo de daño espinal mostró un aumento en la supervivencia neuronal y oligodendroglial10. La inhibición del Fas-L también ha resultado beneficiosa en modelos de isquemia cerebral11. Por lo tanto, nuestros resultados abrirían la puerta a aplicaciones terapéuticas del Fas soluble en la hemorragia intracerebral.

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Isquemia cerebral: trombólisis

Influencia del tratamiento previo con

antiagregantes en el riesgo de hemorragia tras tratamiento trombolítico intravenoso en pacientes con isquemia cerebral aguda

E

l tratamiento trombolítico con rt-PA es el único aprobado para su uso en la fase aguda de la isquemia cerebral aguda1. A pesar de que han pasado más de diez años desde su aprobación, su uso sigue estando limitado por el miedo a una hemorragia intracraneal sintomática (HICS). La frecuencia de esta complicación varía en los diferentes ensayos clínicos desde un 6,4% hasta un 19,5%, siendo en el registro SITS-MOST de un 1,7%2. Hay que tener en cuenta que se han utilizado diferentes definiciones de HICS, siendo actualmente la más aceptada el desarrollo de HIC del tipo parenquimatoso (PH) dentro de las primeras 36 horas tras el tratamiento y asociada a un incremento en la puntuación NIHSS de 4 puntos o más. Hay muchos trabajos que han estudiado los posibles predictores de HIC tras trombólisis endovenosa con rt-Pa y se ha demostrado asociación con factores clínicos (gravedad del ictus, edad, hiperglucemia y diabetes), radiológicos (signos precoces de infarto) y bioquímicos (factores implicados en la coagulación)3-9.

YOLANDA BRAVO ANGUIANO Servicio de Neurología. Unidad de Ictus Hospital General Yagüe. Burgos

Revisión de la literatura El uso de antiagregantes plaquetarios (AG) en pacientes con pato-

ROSA PRIETO TEDEJO

logía cerebrovascular aguda es muy frecuente dada la comorbilidad

Servicio de Neurología Hospital General Yagüe. Burgos

vascular, llegando hasta un tercio de los pacientes10. Debido a su acción sobre la función plaquetaria, sería esperable que puedan favore-

21


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Influencia del tratamiento previo con antiagregantes en el riesgo de hemorragia tras tratamiento trombolítico intravenoso en pacientes con isquemia cerebral aguda

cer el desarrollo de una transformación

Existen algunos trabajos recientes que

hemorrágica, sin que ello esté suficiente-

estudian específicamente la influencia del

mente aclarado. Se ha demostrado que el

tratamiento AG. En el estudio de Schmulling

uso de aspirina en la prevención de eventos

et al., no se encontró asociación entre el

vasculares incrementa ligeramente el ries-

uso de aspirina previo a la trombólisis y la

go de hemorragia cerebral, pero éste se ve

HIC. Se analizó el efecto de la aspirina pre-

compensado por los beneficios 11-15 . Por

via a la trombólisis en 300 pacientes conse-

otro lado, varios estudios sobre isquemia

cutivos, la mayoría de los cuales recibieron

cerebral aguda muestran un beneficio del

además heparina a dosis bajas y terapéuti-

uso previo de aspirina en la gravedad del

cas. El porcentaje de HIC fue de un 20%,

ictus16 y menos recurrencias después de su

siendo un 8,7% de ellas tipo PH y sintomáti-

administración en la primeras horas, todo

cas en un 4,3%. No encontraron diferencias

ello sin un incremento significativo de las

entre los grupos pretratados con aspirina y

hemorragias cerebrales 17,18 . Un estudio

los que no. La única variable asociada a la

reciente analiza los predictores de hemo-

HICS fue la puntuación NIHSS inicial23.

rragia precoz en pacientes con isquemia

Uyttenboogaart et al., publicaron los

cerebral aguda y no encuentra asociación

resultados de un estudio sobre la seguri-

entre la toma previa de AG y el riesgo de

dad del tratamiento AG previo a trombóli-

hemorragia cerebral sintomática o no, ni

sis dentro de las tres primeras horas y en

con el pronóstico a largo

22

plazo19.

una ventana hasta las cuatro horas y

El efecto previo de los AG en pacien-

media. Se estudiaron 301 pacientes, de los

tes que reciben trombólisis no está aclara-

que un 29,6% estaban tomando AG. Se

do y en la literatura se han publicado

produjo una HICS en un 6% de los pacien-

resultados dispares. En los ensayos NINDS

tes, un 13,5% del grupo de los antiagrega-

y ECASS I no se encontró asociación entre

dos frente a un 2,8% de los no antiagrega-

el tratamiento AG previo y la HICS tras

dos (p = 0,003). Tras regresión logística, el

rt-PA1,3. En el ensayo ECASS II se observó

antecedente AG junto con la puntuación

una interacción entre el rt-PA y la toma de

NIHSS basal y la glucemia al ingreso fueron

aspirina previa, incrementando el riesgo

predictores independientes de HICS. Debe

de HIC tipo PH; un 18,9% de los pacientes

tenerse en cuenta que el grupo en trata-

tratados con aspirina tuvieron una HIC,

miento AG era de mayor edad y que se

comparado con un 6,2% de los que no la

administró trombolítico también en una

habían tomado4.

ventana mayor de tres horas. Se encontró

Fuera de ensayos clínicos hay

además que el antecedente de toma pre-

muchos trabajos que han estudiado los

via de AG se asociaba también a un mejor

predictores de hemorragia en el tratamien-

pronóstico funcional a los tres meses

to trombolítico endovenoso y han analiza-

medido como puntuación 0-2 en la escala

do también el antecedente de tratamiento

de Rankin. Los autores mantienen la hipó-

AG. Tanne et al., encontraron asociación

tesis de que esto podría deberse al efecto

entre el uso previo de antiagregantes dis-

del AG previniendo la reoclusión tras la

tintos de aspirina y el desarrollo de HICS,

recanalización24.

pero esta asociación desaparecía al anali-

Un estudio multicéntrico español

zar de forma conjunta factores clínicos,

analizó los datos de 605 pacientes trata-

radiológicos y de laboratorio7. Otros auto-

dos con rt-PA endovenoso, de los que un

res no han encontrado asociación con el

22,6% estaban previamente tratados con

uso de antiagregantes previos8,20-22.

AG, la mayoría con aspirina. Se observó


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Isquemia cerebral: trombólisis

una tasa de cualquier tipo de hemorragia intracraneal en un 19,7% de los pacientes, sin diferencias entre ambos grupos. También se encontró una mayor frecuencia de hemorragia sintomática tipo PH en el grupo en tratamiento AG, pero la diferencia no fue estadísticamente significativa (6,6% vs. 3,6%). Tras regresión logística sólo el valor del TTPa basal se demostró

ne de suficientes datos sobre este tema. Aunque en la actualidad el uso de antitrombóticos en las primeras 24 horas tras la trombólisis endovenosa no está permitido, se están realizando ensayos clínicos con AG en combinación con rt-PA cuyos resultados podrían aclarar su potencial beneficio (http://www.strokecenter.org/trials/).

como factor predictivo independiente 25. En el análisis del registro SITS-MOST, publicado recientemente con datos de 6.483 pacientes, el antecedente de tratamiento

Conclusiones

con AG no se asoció a HICS, aunque sí a mayor mortalidad y dependencia a los tres meses26. Otro aspecto que se debe tener en cuenta es la capacidad de los AG para evitar la reoclusión arterial tras la recanalización, lo que sí se ha demostrado en estudios sobre el infarto agudo de miocardio 26-28. Esta complicación puede ocurrir hasta en un tercio de los pacientes con isquemia cerebral aguda y se asocia a deterioro neurológico29, pero no se dispo-

Basándonos en los datos de los que disponemos, el tratamiento previo con AG no debe suponer una contraindicación para la administración de tratamiento trombolítico. No está suficientemente demostrado que aumenten el riesgo de una HICS ni que se asocien a un peor pronóstico funcional. Son necesarios estudios con un mayor número de pacientes y en los que se tengan en cuenta las dosis y los diferentes AG utilizados.

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Isquemia cerebral: trombólisis

Fisiopatología y relevancia del edema cerebral en pacientes tratados con rt-PA intravenoso

E MANUEL RODRÍGUEZ-YÁÑEZ, TOMÁS SOBRINO Servicio de Neurología Hospital Clínico Universitario Santiago de Compostela. La Coruña

l tratamiento trombolítico con rt-PA intravenoso en el ictus isquémico ha resultado eficaz y ha conseguido una recanalización parcial o completa en más del 50% de los casos. Sin embargo, la reperfusión cerebral precoz no garantiza una buena respuesta clínica, y hasta en un tercio de los pacientes en los que se produce recanalización no existe mejoría clínica o se produce un deterioro neurológico1. Dentro de las causas que se han postulado como responsables del deterioro neurológico se incluyen la reoclusión del vaso, la formación de edema o la transformación hemorrágica2. Una de las razones de este efecto deletéreo de la administración del rt-PA está asociada a la neurotoxicidad del fármaco sobre la unión neurovascular. En modelos animales el rt-PA produce una disrupción de la barrera hematoencefálica (BHE), siendo responsable de la formación de edema y favoreciendo el desarrollo de hemorragias3. A pesar de los avances que se han producido en el manejo de la fase aguda del ictus, el desarrollo de edema sigue siendo una complicación importante y constituye la causa más frecuente de mortalidad en los pacientes con infartos extensos4. La formación de edema cerebral que se produce tras el ictus isquémico se debe a una serie de procesos que afectan a la microvasculatura cerebral y provocan la disrupción de la BHE y la alteración del tono vascular. En los pacientes tratados con rt-PA en los que se produce recanalización se liberan grandes cantidades de radicales libres de oxígeno, como el peróxido de hidrógeno, radicales hidroxilo y anión superóxido como resultado de la reperfusión que se produce tras la isquemia5. Los radicales libres de oxígeno alteran la respuesta vascular al CO2, con lo que estimulan la liberación de sustancias vasodilatadores dependientes del endotelio e incrementan la agregación plaquetaria y la permeabilidad de la BHE6. La disrupción de la BHE produce una extravasación de albúmina y otras

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Fisiopatología y relevancia del edema cerebral en pacientes tratados con rt-PA intravenoso

moléculas de alto peso molecular que conducirán a la formación de edema. Además de estos efectos sobre la BHE, el anión superóxido reacciona con el óxido nítrico formando el radical peroxinitrito, que ocasiona un daño tisular retardado y desencadena mecanismos inflamatorios y de apoptosis. La generación de radicales libres produce un incremento del calcio intracelular que activa diversos genes proinflamatorios. Como resultado se produce un aumento de citocinas inflamatorias que estimulan la expresión de moléculas de adhesión celular. Estas moléculas interac-

formación de edema8. Recientemente se ha demostrado que de los pacientes tratados con rt-PA, los que presentan cifras más elevadas de ET-1, MMP-9 y fibronectina celular antes de la administración del fármaco, desarrollan con más frecuencia edema cerebral maligno9. En los modelos de regresión logística solamente los niveles elevados de ET-1 se asociaron al desarrollo de edema cerebral, encontrándose que cifras por encima de 5,5 fmol/ml incrementan en 187 veces el riesgo de edema cerebral maligno y predicen el desarrollo de edema cerebral grave con

cionan con los neutrófilos y facilitan su migración a través de la pared vascular. Las

una sensibilidad del 95% y una especificidad del 94%. La ET-1, por tanto, parece ser un

moléculas inflamatorias inducen la liberación

marcador de gran utilidad que nos puede

de metaloproteasas de matriz (MMP), que producen una disrupción del endotelio y favorecen el desarrollo de edema7. El riesgo de edema y transformación hemorrágica es mayor cuando se administra rt-PA, ya que se ha demostrado que incrementa la liberación de MMP-93. Otra molécula que es liberada en la fase aguda del ictus y es responsable del incremento en la permeabilidad de la BHE es la endotelina-1 (ET-1). En modelos de isquemia cerebral se produce una liberación de ET-1 que es responsable del acúmulo de agua y la

ayudar a predecir el riesgo de desarrollo de edema maligno en los pacientes tratados con trombólisis intravenosa. El tratamiento trombolítico en el ictus isquémico agudo es eficaz, pero no está exento de complicaciones, por lo que es importante realizar una correcta selección de los pacientes. Los marcadores moleculares pueden ser una herramienta eficaz para identificar a los pacientes que presentan más riesgo de desarrollar edema cerebral, que puede verse agravado por la administración del tratamiento trombolítico.

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Isquemia cerebral: prevención secundaria

Tratamiento antiagregante tras un infarto cerebral. ¿Cuál es el mejor régimen tras los estudios ESPRIT, FASTER y PRoFESS?

E AIDA LAGO MARTÍN Servicio de Neurología Unidad de Ictus Hospital Universitario La Fe Valencia

l ictus isquémico es una enfermedad heterogénea cuyo principal tratamiento es el de los factores de riesgo que lo provocan; la recurrencia es alta y está bien establecido el papel de los antiplaquetarios en la prevención secundaria. Si atendemos a los resultados crudos de la literatura, parece claro que tanto el clopidogrel 1 como la asociación aspirina (AAS)dipiridamol2 son superiores a la aspirina sola en la prevención secundaria del ictus isquémico no cardioembólico. También parece claro, tras el estudio MATCH3, reforzado por el CHARISMA4, que en la prevención secundaria del ictus isquémico no tiene cabida la asociación de AAS y clopidogrel, por aumentar el riesgo hemorrágico. Sin embargo, al analizar los datos con mayor profundidad, observamos que los resultados del ESPS 2, que mostró la superioridad de AAS-dipiridamol frente a AAS solo y de dipiridamol frente a placebo, tuvieron detractores, tanto por la cantidad de AAS empleado, nunca ensayado en los pacientes con ictus, como por la revisión Cochrane5, que no encontró beneficio en el dipiridamol como antiagregante aislado. Posteriormente se puso en marcha el estudio ESPRIT6, con resultados que favorecían claramente la asociación de AAS y dipiridamol. Este estudio nació originariamente con tres brazos, anticoagulación oral, AAS solo o AAS-dipiridamol. Por tanto, aunque aleatorizado, fue un estudio abierto, no doble ciego, con los sesgos que, a pesar del rigor de los ensayistas, este hecho puede comportar. Un metaanálisis indirecto7 aportó mejores resultados en los pacientes con ictus isquémico con la asociación AAS-dipiridamol que con clopidogrel. Tras estas premisas se diseñó un ambicioso estudio, factorial 2 x 2, el estudio ProFESS8, para comparar directamente clopidogrel y AAS-dipiridamol, así como un

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Tratamiento antiagregante tras un infarto cerebral. ¿Cuál es el mejor régimen tras los estudios ESPRIT, FASTER y PRoFESS?

ARA-2, el telmisartán, en un ensayo aleatorizado, doble ciego, donde se siguieron durante 2,5 años más de 20.000 pacientes con ictus isquémico. Partieron de la base de que la asociación de dipiridamol y AAS era superior al clopidogrel, por tanto eligieron un diseño estadístico de no inferioridad, que no consiguieron demostrar. Sus conclusiones fueron que, aunque el ensayo no

1.000 pacientes en cada brazo, de raza negra, aleatorizado y doble ciego, tratados con ticlopidina o aspirina, con mejor resultado en el brazo de la aspirina ha sido citado únicamente 72 veces hasta enero de 2009, mientras que el ESPRIT, con poco número más de pacientes en cada brazo y no doble ciego, publicado tres años después, ha sido citado 200 veces?

cumplió el margen predefinido de no inferioridad, las tasas de recurrencia fueron similares en las dos ramas de tratamiento.

Además, tenemos que recordar que en nuestro país no está comercializada la asociación de aspirina y dipiridamol; sólo se

Además, en este estudio llama la atención

pueden combinar los dos fármacos de forma independiente, sabiendo que el dipiri-

la alta tasa de abandonos prematuros, 29,1% en el brazo de AAS + dipiridamol y 22,6% en el de clopidogrel. Al elegir entre distintos antiplaquetarios para el tratamiento tras el ictus isquémico no cardioembólico valoramos las comparaciones estadísticas de los distintos ensayos clínicos, teniendo muy en cuenta el rigor y la bondad de dichos ensayos. Aunque el clopidogrel tenga un efecto discretamente mejor que el AAS, si recordamos el estudio CAPRIE1, no llegó a ser significativo en el grupo de pacientes con ictus. En el estudio ProFESS8 compararon directamente AAS-dipiridamol y clopidogrel, pero no lograron demostrar la premisa establecida por ellos mismos de no inferioridad. ¿No ganará tras estos ensayos de nuevo la aspirina, como aventuran Kent y Thaler9? Por otro lado, y más allá de los metaanálisis “clásicos”, han surgido las comparaciones entre fármacos que nunca han sido estudiados directamente entre ellos 7. La posibilidad de estudiar de forma virtual fármacos sin comparación directa entre sí y los diseños factoriales 2 x 2 para optimizar recursos hacen cada vez más difícil la interpretación de los ensayos para el lector, sin una más que buena base estadística. También sabemos que, salvo excepciones, los ensayos “negativos” tienen menor repercusión. ¿Por qué un ensayo serio, publicado en JAMA en 200310, con más de

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damol que existe en el mercado no es de liberación lenta. Recordemos también que en España está comercializado el triflusal, un antiplaquetario que ha demostrado una eficacia similar a la aspirina pero con menor riesgo hemorrágico11. Por último, y a pesar de que no se concluyó el estudio FASTER12, que administraba en fase aguda del ictus isquémico aspirina y clopidogrel con dosis de carga o placebo además de simvastatina o placebo por la dificultad en la recolección de pacientes, podemos intuir que, muy probablemente, la asociación de AAS y clopidogrel sea eficaz en la fase aguda del ictus isquémico y que, como O’ Donnell et al.13 declaran, es perentorio un ensayo con la doble asociación quizá los tres primeros meses tras el ictus agudo. Como conclusión: en el momento actual, y a la espera de antiagregantes más eficaces, tanto la aspirina como el clopidogrel como el triflusal y como la asociación AAS dipiridamol son efectivos para la prevención secundaria del ictus isquémico no cardioembólico. La elección de un fármaco u otro dependerá del peculio, de las particularidades de cada paciente y de la disponibilidad de los fármacos en cada país. Muy probablemente la asociación aspirina-clopidogrel tenga cabida en la fase aguda del ictus isquémico.


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Isquemia cerebral: prevención secundaria

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Isquemia cerebral: ultrasonografía y pronóstico

Valor pronóstico del

doppler transcraneal en la fase aguda del infarto cerebral

A

lo largo de los últimos 25 años el doppler transcraneal (DTC) ha conseguido hacerse un hueco en el arsenal diagnóstico del neurólogo vascular, convirtiéndose en un auténtico “estetoscopio del cerebro” y en una extensión de la exploración neurológica. Al tratarse del único método diagnóstico no invasivo capaz de evaluar el flujo sanguíneo cerebral en tiempo real, añade una preciosa información fisiológica a la imagen estructural. La posibilidad, sugerida por varios estudios, de que la exposición del coágulo a los ultrasonidos potencie la acción fibrinolítica del tPA, incrementando significativamente la tasa de recanalizaciones1, ha abierto esperanzadoras perspectivas y ha avivado aún más el interés por esta técnica. Sin embargo, su destacado papel como herramienta diagnóstica y sus posibilidades terapéuticas no deben oscurecer un tercer aspecto, habitualmente menos resaltado: la información proporcionada por el DTC es capaz de predecir, de modo muy preciso, el pronóstico del ictus. En un reciente metaanálisis publicado por Stolz et al.2 se analizan

SERGIO CALLEJA PUERTA Servicio de Neurología Hospital Universitario Central de Asturias

30

los resultados de 25 estudios, con una cohorte total de 1.813 pacientes, que han evaluado la capacidad pronóstica del estudio ultrasonográfico precoz en pacientes con tratamiento trombolítico intravenoso, intraarterial y en pacientes no fibrinolisados. Los endpoints explorados incluyen parámetros tales como mortalidad, mejoría clínica, pronóstico funcional y recanalización vascular, obteniéndose datos tan robustos como los siguientes:


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Isquemia cerebral: ultrasonografía y pronóstico

• Comparado con un vaso permeable, la oclusión del tronco de la ACM entraña una odds ratio (OR) para mortalidad de 6,15 y la oclusión de una rama de la ACM de 2,13. • La oclusión de una rama de la ACM acarrea una mayor probabilidad de mejoría clínica que la oclusión del tronco principal, con una OR de 8,64. • Una oclusión de la ACM en el momento inicial entraña un peor pronóstico que una ACM permeable, con una OR de 1,94, y este riesgo es mucho mayor en oclusiones del tronco de ACM (OR 16,43) que en oclusiones de rama (OR 1,93). • La recanalización arterial en las primeras seis horas conlleva una probabilidad significativamente mayor de independencia funcional a los tres meses, con una OR de 6,07. Analizados en detalle, se trata de resultados biológicamente plausibles y esperables, cuya importancia reside en la confirmación del DTC como excelente auxiliar del análisis clínico que permitiría la categorización de los pacientes en función de su evolución esperable. El DTC fue introducido en la práctica clínica en el año 19823 y, desde el principio, diversos grupos de investigadores centraron su atención en sus posibilidades como técnica auxiliar en el estudio de la patología cerebrovascular aguda4, estableciendo su rentabilidad diagnóstica en comparación con los estudios angiográficos5,6 y aventurando sus posibilidades pronósticas7. Sería, sin embargo, el cambio de era impulsado por la aprobación del tratamiento trombolítico el que situaría al DTC en una posición de privilegio para evaluar los fenómenos hemodinámicos acontecidos en la fase aguda del ictus isquémico. Los años siguientes se establecieron protocolos diagnósticos8 y criterios de interpretación bien

contrastados9, a la par que las posibilidades terapéuticas en el ictus agudo se ampliaban con las técnicas intervencionistas farmacológicas y mecánicas. Este último hecho hizo, si cabe, más relevante la información en tiempo real aportada por la ultrasonografía, ya que su papel pronóstico no se limitaría en lo sucesivo a marcar un destino indefectible, sino que permitiría identificar a los pacientes ideales para el intervencionismo y modificar así la historia natural de su enfermedad. El trabajo de Stozl et al., más que ahondar en la fiabilidad del DTC con respecto a otras técnicas, enfatiza una vez más la importancia del conocimiento del estado vascular en el ictus agudo. La posibilidad de llevar a cabo una monitorización en tiempo real del estado de la arteria durante la infusión del fibrinolítico es de incalculable valor para auxiliar al clínico en la toma de decisiones, sobre todo cuando se está planteando un tratamiento intraarterial, minimizando así la necesidad de realizar arteriografías diagnósticas. Y, en cualquier caso, la identificación precoz de los pacientes con mayor riesgo potencial de deterioro o de recurrencia isquémica permite implementar las medidas de tratamiento médico o profilaxis secundaria más agresivas. Como es bien sabido, la principal limitación del DTC es la ausencia de ventana acústica, limitación que puede ser paliada en parte mediante el uso de agentes de contraste. En estas condiciones, en más del 90% de los pacientes con ictus agudo se puede obtener una señal suficiente. Siendo este hecho indudable, no debe olvidarse que otros estudios vasculares, como la RM con secuencias angiográficas, tienen con frecuencia dificultades para ser realizados en la fase aguda del ictus debido a contraindicaciones, artefactos de movimiento o al estado clínico de los pacientes, cuyos parámetros vitales no pueden ser adecuadamente monitorizados durante el estudio.

31


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Valor pronóstico del doppler transcraneal en la fase aguda del infarto cerebral

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Isquemia cerebral: ultrasonografía y pronóstico

Foramen oval permeable: relación causal o casual

E

l foramen oval permeable (FOP) es un hallazgo común y generalmente inocuo, presente en un 25% de autopsias de estudios poblacionales sin patología cardiovascular y en un 40-50% de estudios ETE o DTC en pacientes jóvenes (< 55 años) que han sufrido un ictus criptogénico (IC)1-3. Esto sugiere que la embolia paradójica podría ser la causa del IC. Debido a ello, algunos profesionales recomiendan la oclusión del FOP en estos pacientes, especialmente si son jóvenes. Sin embargo, el beneficio de la oclusión percutánea del FOP en pacientes con IC no ha sido demostrada, continúa siendo controvertida y discutida. En primer lugar, en un paciente con un IC y un FOP no está claro si el FOP está relacionado causalmente con el ictus o es un hallazgo incidental dada su elevada prevalencia en la población general. En segundo lugar, el riesgo de recurrencia es relativamente bajo en pacientes con IC y FOP, y oscila según los diversos estudios entre el 0% y el 12% anual con una media del 2% en el metaanálisis de los mismos4. Mientras que el riesgo de recurrencia parece ser más elevado en algunos pacientes con determinadas características como la presencia de ASA, en otros sin dichas características resulta ser inferior. Actualmente no son bien conocidos qué hallazgos son marcadores de IC asociado al FOP ni cómo dichos marcadores predicen el riesgo de recurrencia5. De hecho, los estudios publicados son contradictorios en sus resultados y en relación con la identificación de predictores causales de IC y de recurrencia. Los resultados de dichos estudios están limitados por el extremada-

JOAQUIN SERENA LEAL, MARÍA JIMÉNEZ NIETO Servicio de Neurología Unidad de Ictus Hospital Universitario Dr. Josep Trueta Institut d´Investigació Biomèdica Gerona

mente bajo poder estadístico relacionado con el análisis de factores predictores de recurrencia. Por otro lado, muchos de los estudios publicados no han sido adecuadamente controlados por otros mecanismos de ictus. Si tenemos en cuenta el bajo riesgo de recurrencia anual (2% global), la existencia en muchos pacientes de otros factores de riesgo de ictus

33


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Foramen oval permeable: relación causal o casual

(edad, hipertensión, diabetes) que pueden poner en duda si la recurrencia es debida al FOP o a dichos factores y el hecho de que la oclusión percutánea del FOP se asocia con un riesgo nada despreciable de complicaciones (1,5%), parece lógico obviar este procedimiento hasta que seamos capaces de identificar grupos de riesgo elevado con un IC asociado causalmente al FOP. En esta línea, el estudio CODICIA, prospectivo, resultado de la inclusión de casi 500 pacientes con la colaboración de diversos centros de nuestro país, no sólo detecta una baja tasa de recurrencia, sino que muestra que el IC asociado a FOP tiene un comportamiento menos severo que el IC sin FOP o asociado a factores de riesgo vascular clásicos (menor volumen de infarto y discapacidad funcional)6.

FOP e IC: riesgo o coincidencia Es sorprendente lo escasos que son los estudios diseñados para intentar aclarar la relación causal entre IC y FOP. Aunque en

un paciente concreto es imposible determinar con cierto gado de certeza la relación causal FOP-IC, es posible calcular el riesgo relativo asociado al mismo conociendo el riesgo de asociar un FOP en el IC, en ictus no criptogénico y en controles sanos. Si la prevalencia de FOP en población sana es de un 25%, la prevalencia en IC es de un 40% (OR = 2) y la proporción de pacientes con FOP e IC en los que el FOP estaría asociado causalmente es del 50%, el FOP será incidental en el otro 50% (fig. 1)7. Estas cifras pueden resultar llamativas para algunos clínicos, que presumen que la existencia de un FOP en el IC tiene una relación causal. De hecho, muchos estudios habitualmente realizados con ETE encuentran una relación causal IC-FOP más estrecha debido a la baja prevalencia de FOP en el grupo control (inferior al 25% detectado en estudios autópsicos o en estudios con DTC), mientras que la prevalencia de FOP en el grupo de IC tiende a ser mayor del 40%. La heterogeneidad en los resultados entre estudios no es sorprendente si consideramos que existen numerosos factores que pueden afectar al grado de asociación entre IC y FOP, y por tanto a la probabilidad

Figura 1. IC y FOP asumiendo que el 40% de los IC y el 25% de la población general presentan un FOP.

34


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Isquemia cerebral: ultrasonografía y pronóstico

de que la detección de un FOP en el con-

FOP-IC sea incidental en vez de causal (por

texto de un IC sea realmente causal. La pro-

ejemplo en un paciente joven que se

babilidad de asociación causal disminuye

encuentre en el rango superior en este

en pacientes con otros factores de riesgo

grupo de edad y/o si presenta factores clá-

vascular y especialmente con la edad,

sicos de riesgo vascular –hipertensión, disli-

como puede apreciarse en el metaanálisis

pemia, DM, tabaquismo– y/o si no presentan rasgos morfológicos/fisiológicos de bajo

de estudios caso-control4.

riesgo en el FOP).

La misma asociación observamos en los pocos estudios prospectivos que analizan el riesgo de recurrencia (CODICIA 6 , PICSS2 y PFO/ASA3). La presencia de FOP es

Factores predictores de recurrencia

más probable en pacientes jóvenes con IC (mayor cuanto más jóvenes, incluso en el grupo de menos de 55 años) que no pre-

Pocos estudios han intentado identifi-

sentan hipertensión arterial, diabetes, disli-

car de forma prospectiva los factores de

pemia o tabaquismo. El estudio CODICIA y

riesgo de recurrencia de ictus en pacientes

el PICSS muestran adicionalmente que la

con IC y FOP (tabla I). El más extenso, el

presencia de un FOP se asocia positivamen-

estudio francés PFO/ASA, que incluía 581

te con menor gravedad del ictus.

pacientes con IC, 267 con FOP, concluía que

En definitiva, mientras que la probabili-

en pacientes con FOP aislado no existía un

dad de que la presencia de un FOP esté

incremento de riesgo de recurrencia, mien-

causalmente relacionada con un IC es ele-

tras que la asociación FOP/ASA, indepen-

vada entre pacientes bien seleccionados de

dientemente del tamaño del FOP, multipli-

menos de 55 años, otros pacientes, incluso

caba por cuatro el riesgo de recurrencia (el

en este mismo grupo de edad, presentan

15,2% frente al 4,2%); sin embargo estos

una elevada probabilidad de que la relación

resultados tienen una potencia mínima al

Tabla I. Riesgo anual de recurrencia en pacientes con IC con y sin FOP. Estudios prospectivos n (%)

FOP + FOP -

De Castro et al., 2000 60 (46,3) La Sapienza Study Subgrupo FOP de bajo riesgo Subgrupo FOP de alto riesgo

3,7

Mass JL, 2001 (French PFO/ASA Study) PFO+ASA subgroup

581 (37)

1,5

Homma S, 2003 (PICSS-Cryptogenic patients)

265 (39)

CODICIA Study (Spanish multicentre study)

OR (IC 95%)

Seguimiento Tratamiento OR (meses) (IC 95%) AAS Sintrom®

4,5

0,74 (0,30-1,81)

31 (4-58)

No evaluado

---

1,8

0,90 (0,46-1,82)

37,8 (9,7)

1,6

---

---

7,15 6,4

2,98 (1,17-7,58) 1,14 (0,60-2,17)

9

4,8

0,52 (0,16-1,67)

3,2

0,87 (0,39-1,93)

1,4 4,2

3,8

486 (41,2) 2,5

3,2

0,87 (0,39-1,93)

24

24,3 (13,7) 3,5

35


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Foramen oval permeable: relación causal o casual

basarse en tan sólo 51 pacientes con esta

encuentra una tasa de recurrencia idéntica

anomalía y 6 recurrencias. En este estudio

con un tratamiento u otro (tabla I)6.

la edad avanzada se asociaba con un incre-

Tanto el tratamiento médico como la

mento de riesgo. Ni el estudio PICSS ni el

oclusión percutánea del FOP conllevan ries-

CODICIA han confirmado el resultado princi-

gos específicos. El tratamiento antitrombó-

pal del estudio francés. No había diferencias

tico indefinido se asocia con un incremento

significativas en el riesgo de recurrencia

del riesgo de complicaciones gástricas y

entre pacientes con FOP aislado y pacien-

hemorrágicas. La oclusión del FOP se aso-

tes con FOP/ASA. El estudio CODICIA no

cia con las complicaciones específicas de la

encontró diferencias significativas en recu-

colocación del sistema de oclusión, como la

rrencias entre shunt masivo y no masivo. En

fractura de los elementos que lo constitu-

el caso del estudio PICSS, no sólo no exis-

yen, la embolización del sistema o la forma-

tieron diferencias, sino que se detectó una

ción de trombos. Complicaciones mayores

tendencia a mayor riesgo de recurrencia en

debidas a la implantación de los sistemas

pacientes con FOP de pequeño tamaño en

de oclusión incluyen muerte, hemorragias

comparación con FOP de mayor tamaño

graves, taponamiento cardiaco y embolis-

(aunque sin significación estadística, el ries-

mo pulmonar fatal, que se presentan en un

go a dos años en pacientes sin FOP, con

1,5% de los pacientes tratados8. Otras com-

FOP pequeño y grande, fue 15,4%, 18,5% y

plicaciones menos graves, como la rotura

9,5%; p = 0,1).

del sistema, la formación de trombos o la fibrilación auricular, son aun más frecuentes. Por tanto, es evidente que la selección meticulosa del paciente es crítica, dado que

Tratamiento de pacientes con FOP

el riesgo del tratamiento puede superar los beneficios potenciales del mismo.

Aún no se ha establecido el tratamiento más adecuado en prevención secundaria en pacientes con FOP. Entre las opciones

36

Recomendaciones

utilizadas, con una enorme variabilidad

La incertidumbre actual es absoluta, lo

entre centros y países, se encuentran el

que lleva a la enorme variación en la actitud

tratamiento médico (antiagregantes o anti-

terapéutica y a la falta de consenso entre pro-

coagulantes) y la oclusión percutánea del

fesionales, desde la consideración del FOP

FOP. El único ensayo clínico randomizado

como un epifenómeno hasta la indicación sis-

ha sido el PICSS 2 , que no fue diseñado

temática de oclusión percutánea del FOP.

específicamente para evaluar tratamiento y

En el caso de la Academia Americana

recurrencia en FOP sino que constituyó un

de Neurología, destaca la ausencia de reco-

subestudio del ensayo clínico WARSS que

mendaciones en sus guías de tratamiento

comparaba warfarina con AAS en ictus no

en ictus en pacientes con FOP y ASA

cardioembólicos. El estudio PICSS no

(2004)5. De hecho, la única recomendación

encontró diferencias significativas entre

con un nivel de evidencia tipo A es que el

ambos brazos de tratamiento. Junto al

riesgo de recurrencia en pacientes con IC y

estudio PICSS, el estudio CODICIA es el

FOP es el mismo que el de pacientes con IC.

único que aporta información en relación

Esta afirmación no significa que no exista un

con la eficacia terapéutica, en este caso

riesgo asociado al FOP ni que la oclusión del

entre anticoagulantes y antiagregación, y

FOP no pueda ser eficaz en prevención


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Isquemia cerebral: ultrasonografía y pronóstico

secundaria. En relación con el tratamiento que se debe seguir, las guías constatan que no existe evidencia suficiente que determine la superioridad de AAS o anticoagulación en prevención secundaria (nivel de evidencia U), aunque el riesgo de complicaciones hemorrágicas es mayor con anticoagulantes (nivel de evidencia C). La evidencia en relación con el tratamiento quirúrgico o la oclu-

sencia de determinados marcadores de riesgo de recurrencia afectarían la probabilidad de recurrencia en un paciente concreto, haciendo que el riesgo de recurrencia (moderado, en general, en pacientes jóvenes) sea especialmente bajo en pacientes sin dichos factores de riesgo (tamaño, diámetro, subtipo de ictus, etc.). El mercado potencial de la oclusión

sión percutánea del FOP es igualmente insuficiente (nivel de evidencia U)5.

percutánea es considerable, estimándose en 2.000 millones de dólares en Estados Unidos. Mientras que la oclusión percutá-

Todas las guías insisten en la necesidad de caracterizar la historia natural de pacientes con FOP y dirigir la investigación a la detección de aquellos marcadores funcionales o anatómicos que identificarían grupos de especial riesgo. La heterogeneidad en el riesgo de recurrencia en pacientes concretos dificulta la indicación homogénea de un tratamiento determinado. En primer lugar, dado que el descubrimiento de un FOP en el contexto de un IC puede ser incidental y no causal, la oclusión del mismo no estaría disminuyendo el riesgo de recurrencia (incluso lo podría estar aumentando debido a las complicaciones asociadas a la implantación del sistema de oclusión). En segundo lugar, incluso en pacientes en los que el ictus esté relacionado con la presencia del FOP, la pre-

nea podría ser beneficiosa en prevención secundaria en subgrupos de alto riesgo, pacientes con bajo riesgo o sin riesgo asociado a la presencia de FOP se beneficiarían de un estudio etiológico más extenso en busca de otras causas potenciales de ictus, evitando el coste y comorbilidad de tratamientos más agresivos. Para decidir cuál es la mejor opción terapéutica es vital conocer la historia natural del paciente con FOP, especialmente de aquellos que han sufrido un primer ictus isquémico. Hasta ahora, el conocimiento de esta evolución natural es muy escaso, incluyendo si el riesgo de recurrencia se modifica por determinadas terapias como la oclusión percutánea del FOP.

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Isquemia cerebral: nuevos factores de riesgo

“El mal tiempo también es cerebro”: influencia de

meteorología como factor desencadenante del ictus la

E

l ictus es un evento con una alta incidencia1,2 y una elevada mortalidad y morbilidad3. Conocer los momentos, las épocas de mayor incidencia, así como las circunstancias o desencadenantes que determinan cuándo ocurrirá un ictus pueden ayudar a entender este proceso y a diseñar estrategias para combatirlo. La incidencia del ictus presenta diferentes perfiles, que varían según la hora del día4,5, el día de la semana6,7 y según la estación del año. La mayoría de estudios coinciden en encontrar una mayor incidencia en invierno y menor en verano7-9. Las condiciones meteorológicas pueden ejercer a su vez un papel significativo en esta variación diaria y estacional. Diversos autores apoyan esta asociación10,11, sin embargo existen pocos estudios y escaso acuerdo en la forma en que influye. Se ha sugerido un aumento en la incidencia de ictus isquémicos con las bajas temperaturas12,14, con humedad baja14, con aumentos de humedad15 y con presiones atmosféricas medias13. Las hemorragias se han descrito asociadas a días fríos con presiones atmosféricas altas10 o con temperaturas moderadas13. También hay autores que sostienen que no existe ninguna relación entre ictus y meteorología16. El objetivo de este estudio fue analizar el posible efecto de las condiciones meteorológicas diarias sobre la incidencia diaria y estacional de los subtipos de ictus. Para ello se recogieron los datos de 1.286 ictus atendidos consecutivamente durante tres años (2001-2003) del área de referencia del Hospital del Mar, clasificándolos en hemorragias (HIC) (n = 243) y en ictus isquémicos (II) (n = 1043). Estos últimos se

JORDI JIMÉNEZ CONDE Grup d’ Investigació Cerebrovascular Servicio de Neurología Institut Municipal d’Investigació Mèdica Hospital del Mar. Barcelona

38

dividieron en ictus no lacunares (INL) (n = 732) e ictus lacunares (IL) (n = 311). Se registraron posteriormente los datos meteorológicos diarios recogidos en el “Observatori Fabra” de Barcelona para este periodo: presión atmosférica, humedad relativa, temperaturas máxima, mínima y media y la variación de estos datos respecto al día previo.


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Al correlacionar la incidencia diaria de ictus con los datos meteorológicos para los días correspondientes se halla que el número de ictus en global se asociaba muy débilmente con la presión atmosférica, pero que la asociación se hacía más marcada con la variación de presión atmosférica respecto al día previo. Analizando por subtipos se observa que los INL se presentaban con mayor frecuencia los días en que la presión atmosférica bajaba respecto al día previo, mientras que las hemorragias lo hacían cuando esta presión subía (tabla I) (fig. 1). Esta asociación explicaba también que los días más fríos hubiese más ictus isquémicos (tal y como aparecía en el análisis univariado), dado que al introducir ambas variables en el análisis multivariado desaparecía el efecto de la temperatura y se mantenía el de la variación de presión (tabla II). Por otro lado, se encontró que en las estaciones de invierno y otoño había más

ictus en global. Pero, nuevamente, esta asociación fue explicada en el modelo ajustado a través de la variación de presión atmosférica respecto al día previo. Así, la mayor inestabilidad climatológica durante estas estaciones (con más subidas y bajadas de presión atmosférica entre uno y otro día) era la que provocaba el aumento de isquémicos INL y gran parte de las hemorragias (tabla III). La forma en que las variaciones de presión actúa desencadenando un ictus no se conoce. Sin embargo se ha descrito también un aumento de infartos de miocardio con descensos de presión atmosférica17, lo que sugiere un posible mecanismo común subyacente. Las variaciones de presión atmosférica podrían influir en la pared de los vasos, así como en la función de su endotelio a través de procesos inflamatorios endógenos. Se ha descrito una variación estacional en los niveles de proteína C reactiva y de fibrinógeno, con un pico en invierno respec-

Tabla I. Análisis univariado. Correlación Rho of Spearman entre la incidencia diaria de los subtipos de ictus y las variables meteorológicas

Presión atmosférica (PA) (hPa) Variaciones de PA (hPa)* Bajadas de PA* Subidas de PA* Humedad (%) Variación de humedad* (%) Temperatura máxima (Tmáx) (oC) Variación de Tmáx (oC)* Temperatura minima (Tmín) (oC) Variación de Tmín (oC)* Temperatura media (Tme) (oC) Variación de Tme (oC)*

IT (1286)

HIC (243)

II (1043)

INL (732)

– 0,072** 0,127*** 0,162*** 0,130*** – 0,017 – 0,004 – 0,101*** 0,065 – 0,112*** – 0,004 – 0,109*** 0,043

– 0,004 0,065** – 0,066 0,105*** – 0,034 – 0,015 – 0,033 0,017 – 0,037 0,001 – 0,035 0,012

– 0,069** 0,107*** – 0,157*** 0,072 0,025 0,008 – 0,144*** 0,035 – 0,150*** – 0,016 – 0,151*** 0,023

– 0,085*** 0,113*** – 0,169*** 0,076** 0,023 0,006 – 0,135*** 0,049 – 0,149*** 0,000 – 0,145*** 0,034

IL (311) – 0,004 – 0,003 – 0,003 – 0,014 0,013 0,017 – 0,043 – 0,008 – 0,036 – 0,039 – 0,041 – 0,013

IT: ictus totales; II: ictus isquémicos; INL: ictus no lacunares; HIC: hemorragias intracraneales; IL: ictus lacunares; PA: presión atmosférica. *: Variación respecto al día previo. **: p < 0,05. ***: p < 0,01.

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Fig. 1. Gráfico del efecto suavizado de la variación de presión atmosférica (AP variation) sobre la incidencia de los subtipos de ictus (smooth effect) (A: ictus global; B: ictus no lacunares; C: hemorragias intracraneales; D: ictus lacunares).

to al verano18,19. Sería muy útil un estudio que analizase las variaciones diarias de diferentes marcadores inflamatorios en función de las condiciones meteorológicas. Por otro

40

lado, se ha sugerido también que los fragmentos de protrombina, así como el complejo trombina-antitrombina, están activados en condiciones hipobáricas20,21, siendo


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Isquemia cerebral: nuevos factores de riesgo

Tabla II. Regresión logística para la incidencia diaria de ictus no lacunares y hemorragias intracraneales Incidencia de ictus no lacunares (INL) OR

IC 95%

2,177* 0,970 0,998

Bajadas de PA Temperatura media Humedad

Inferior

Superior

1,337 0,934 0,983

3,544 1,008 1,014

Incidencia de hemorragias intracraneales (HIC) OR

Subidas de PA Temperatura media Humedad

IC 95%

1,907* 0,985 0,995

Inferior

Superior

1,018 0,951 0,979

3,573 1,021 1,011

PA: presión atmosférica * p < 0,05

Tabla III. Media estacional de la incidencia diaria de ictus en global y de subtipos de ictus, y modelo multivariado log-linear de Poison IT

INL

HIC

IL

(1,280)

(0,728)

(0,242)

(0,309)

1,374 1,535 1,179 1,117

0,797 0,869 0,709 0,589

0,224 0,353 0,222 0,199

0,354 0,313 0,247 0,329

< 0,001

< 0,001

0,002

0,744

Anual* Otoño* Invierno* Primavera* Verano* Estacionalidad (p)

MODELO LOG-LINEAR DE POISSON***

Estacionalidad **Variaciones PA **Bajadas de PA **Subidas de PA Temperatura

IL

HIC

INL

IT RR

p

RR

p

RR

p

RR

p

1,032 0,956 1,018 0,992

0,299 0,003 0,002 0,218 0,253

1,033 0,940 1,005 0,983

0,625 0,024 0,001 0,786 0,058

1,039 0,973 1,073 1,030

0,005 0,124 0,431 0,027 0,051

1,029 0,989 1,004 0,987

0,155 0,209 0,727 0,889 0,322

IT: ictus totaless; INL: ictus no lacunares; HIC: hemorragias intracraneales; IL: ictus lacunares; PA: presión atmosférica *: media de casos/día **: variaciones de PA, bajadas de PA, y subidas de PA, se han incluido de forma separada en el análisis multivariado. ***: variable de ajuste temporal incluida en el análisis.

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8 malos tiempos

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“El mal tiempo también es cerebro”: influencia de la meteorología como factor desencadenante del ictus

ésta otra posible vía que participe en este fenómeno. En conclusión, el presente estudio describe cómo el tiempo meteorológico puede influir en la incidencia del ictus, contribuyendo a explicar algunas discordan-

cias en resultados de estudios previos. Es posible que exista un mecanismo subyacente, compartido con otras patologías que varían su incidencia o recurrencia según el tiempo, y que debería ser tratado en estudios futuros.

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Isquemia cerebral: fisiopatología

Transformación hemorrágica tras infarto cerebral: fisiopatología y significado pronóstico

U BLANCA FUENTES Servicio de Neurología Unidad de Ictus Hospital Universitario La Paz Madrid

na de las complicaciones más temidas del infarto cerebral es la transformación hemorrágica aunque su papel en el pronóstico de los pacientes es discutido, ya que aunque unos autores señalan que sólo la transformación hemorrágica sintomática se asocia a peor evolución1, otros apuntan a que es la cuantía de la misma lo que determina el pronóstico de los pacientes2. En los últimos años, con el desarrollo del tratamiento fibrinolítico en el infarto cerebral agudo, ha crecido el interés por conocer mejor tanto la fisiopatología de la transformación hemorrágica como los factores predictores de la misma. La alteración temprana de la barrera hematoencefálica que tiene lugar en el infarto cerebral junto con el efecto inflamatorio secundario a la llegada de componentes plasmáticos al tejido cerebral sería el principal mecanismo fisiopatológico del desarrollo de la transformación hemorrágica3-4. En este sentido, se han publicado diversos trabajos orientados a la búsqueda de posibles marcadores de laboratorio como la proteína S1005, la metaloproteinasa-96,7, o la fibronectina celular7, etc., que traducen disfunción de la barrera hematoencefálica, pero ninguno de ellos es útil en la actualidad para realizar una aproximación pronóstica del posible desarrollo de transformación hemorrágica, bien porque no han sido validados o porque el tiempo necesario para su procesado en laboratorio no permite su aplicación en la toma de decisión de tratamiento fibrinolítico3. Por otra parte, también se han identificado signos radiológicos, tanto en TC craneal como en secuencias de difusión de resonancia magnética, que podrían estar asociados a una mayor frecuencia de transformación hemorrágica en pacientes tratados con tratamiento fibrinolítico3.

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Transformación hemorrágica tras infarto cerebral: fisiopatología y significado pronóstico

Una revisión sistemática publicada en el año 2004 y que incluyó estudios observacionales y ensayos clínicos mostró una frecuencia general de transformación hemorrágica en pacientes sin tratamiento fibrinolítico o antitrombótico del 8,5%, aunque sólo en el 1,5% fue transformación hemorrágica sintomática o hematoma parenquimatoso. En los pacientes tratados con fármacos trombolíticos o antitrombóticos la frecuencia fue mayor. Aunque existía heterogeniedad en las definiciones de transformación hemorrágica y en el análisis de factores de riesgo, esta revisión encontró una mayor asociación de transformación hemorrágica con las siguientes variables: infartos de gran tamaño con efecto de masa, hipodensidad precoz en la TC y la edad superior a 70 años, aunque sin relación con hipertensión arterial o con el origen cardioembólico8. Aunque actualmente la mayoría de los estudios se centran en la búsqueda de factores predictores de transformación hemorrágica en pacientes tratados con trombólisis, el artículo recientemente publicado por Paciaroni et al., analiza de forma específica la frecuencia de transformación hemorrágica precoz del infarto cerebral, los posibles factores predictores y su impacto en la evolución clínica en una amplia serie de pacientes consecutivos tratados o no con trombólisis9. Se trata de un estudio prospectivo y multicéntrico con inclusión de 1.125 pacientes consecutivos. La frecuencia de transformación hemorrágica observada fue del 8,7% (5,5% infartos hemorrágicos y 3,2% hematomas parenquimatosos), aunque sólo el desarrollo de hematoma parenquimatoso se asoció de

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forma independiente a muerte o dependencia a los tres meses. Así, en el grupo con este tipo de transformación hemorrágica, la frecuencia de muerte o dependencia fue superior al 90%, lo que contrasta con el 38% de los pacientes sin transformación hemorrágica. Los factores que estuvieron asociados a un mayor riesgo de hematoma parenquimatoso fueron el mayor tamaño del infarto, el origen cardioembólico o de otras causas (no aterotrombótico ni lacunar), la hiperglucemia en admisión y el tratamiento trombolítico. A diferencia de otros estudios, no observaron una asociación significativa entre transformación hemorrágica y presión arterial elevada, aunque el grupo de pacientes con hematoma parenquimatoso presentó valores de presión arterial sistólica mayores que los que no tuvieron ningún tipo de transformación hemorrágica. En conclusión, la transformación hemorrágica del infarto cerebral es una complicación que aparece en aproximadamente el 9% de los pacientes con infarto cerebral y que tiene una importante repercusión en el pronóstico de los pacientes cuando se produce en forma de hematoma parenquimatoso. Aunque las investigaciones actuales están orientadas a la búsqueda de datos de laboratorio que pudiesen ser utilizados como “biomarcadores” en la predicción de transformación hemorrágica, en el momento actual sólo disponemos de factores clínicos como el tamaño del infarto, el origen cardioembólico, la presencia de hiperglucemia en admisión y la administración de tratamiento trombolítico que podrían predecir el desarrollo de esta complicación.


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Isquemia cerebral: fisiopatología

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Isquemia cerebral: rehabilitación

Nuevas perspectivas en la

rehabilitación

motora de la extremidad superior de pacientes con secuelas de infarto cerebral

L

os déficit de la extremidad superior (ES) son secuelas muy frecuentes después del ictus y están presentes en la fase aguda en el 87% de los supervivientes. La parálisis, la espasticidad, las apraxias, los trastornos sensitivos y la negligencia, entre otros, son fenómenos frecuentes en el síndrome de neurona motora superior. Su presencia puede limitar la actividad y la participación, así como provocar dolor y afectar la calidad de vida del paciente1. En condiciones de normalidad, la complejidad funcional de la ES es notable. La mano no sólo es un instrumento de prensión, sino que también tiene una función sensorial (por ejemplo reconocimiento de objetos) y emocional, ya que es un medio de expresión gestual que permite comunicar sentimientos y necesidades. Tras sufrir un ictus no siempre es posible la recuperación de todas las funciones perdidas, siendo la funcionalidad de la ES uno de los retos más difíciles del programa rehabilitador. Dentro del equipo multidisciplinar de rehabilitación (RHB), el fisioterapeuta y el terapeuta ocupacional son los profesionales imprescindibles que tratan las alteraciones de la función motora y favorecen la conservación o adquisición de la máxima autonomía o independencia del paciente en el entorno. Entre los objetivos de la RHB destacan la reeducación en las actividades de la vida diaria (AVD) básicas (alimentación, higiene, vestido, baño...) y las AVD instrumentales (teléfono, ordenador, timbre...), así como la adaptación de ayudas técnicas y adaptaciones personales y del entorno2.

ESTHER DUARTE OLLER Servicio de Medicina Física y Rehabilitación Hospital del Mar i l´Esperanza, IMAS Barcelona

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Entre los principios generales de la RHB del ictus destacan la precocidad y la intensidad adecuada del tratamiento. El aprendizaje y la práctica repetida favorecen la recuperación neuronal y la reorganización cortical. Estos mecanismos de aprendizaje motor están operati-


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Isquemia cerebral: rehabilitación

vos durante la fase de recuperación espon-

ES sana4. La restricción del brazo puede con-

tánea e interaccionan con la RHB. A las téc-

seguirse tanto con un vendaje inmovilizador

nicas más clásicas de RHB se han añadido

tipo charpa o cabestrillo como mediante un

en los últimos años nuevas y prometedoras

mitón o guante que impida el uso de la ES

intervenciones que pretenden optimizar los

sana. Se recomienda la aplicación sólo unas

mecanismos de aprendizaje motor. Cabe

horas al día y la indicación simultánea de

destacar el aprendizaje motor orientado a

terapia de la extremidad afecta orientada a

tareas, la estimulación neuromuscular, las

tareas.

técnicas interactivas, la robótica y la reali-

En noviembre de 2006, Steven L. Wolf

dad virtual. Todas ellas permiten abordar el

publica los resultados del ensayo clínico

tratamiento de la ES con la intensidad ade-

randomizado EXCITE (Extremity Constraint

cuada y con la participación activa del

Induced Therapy Evaluation)5. Se trata de

paciente3.

un estudio multicéntrico realizado en siete centros académicos americanos, con 222 pacientes entre los tres y los nueve meses

Terapia de restricción del lado sano

tras sufrir un ictus. Los pacientes fueron divididos aleatoriamente en dos grupos: el grupo control realizó el tratamiento rehabilitador habitual, mientras que el grupo de

La terapia de restricción del lado sano

intervención siguió un programa de dos

(TRLS) como técnica de RHB de la ES en el

semanas de TRLS mediante la inmoviliza-

ictus merece especial atención dada la cali-

ción de la ES sana con una manopla duran-

dad de la evidencia científica sobre su efica-

te el 90% del tiempo de vigilia, junto con

cia. Experiencias iniciales en supervivientes a

un programa de entrenamiento orientado

un ictus de más de un año de evolución habí-

a tareas durante un máximo de seis horas

an demostrado la eficacia de un programa de

al día (fig. 1). El grupo de intervención mos-

reeducación intensiva orientada a tareas

tró una mejoría estadísticamente significa-

junto con la restricción del movimiento de la

tiva y clínicamente relevante de la función

Fig. 1. Steven L Wolf supervisa el tratamiento mediante restricción del lado sano y entrenamiento orientado a tareas de la extremidad superior parética.

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Nuevas perspectivas en la rehabilitación motora de la extremidad superior de pacientes con secuelas de infarto cerebral

motora de la ES parética. Esta mejoría fue observada dos semanas después de la intervención y persistió un año después, sin que tuviera relación con la edad, el sexo o el grado inicial de paresia. La velocidad requerida para realizar diferentes tareas de fuerza medida de la ES fue menor en el grupo de intervención (52% de reducción en el Wolf Motor Function Test,

uso y la calidad del movimiento del brazo (Motor Activity Log) y la percepción del paciente de la dificultad funcional de la mano (disminución de 19,5 en la Stroke Impact Scale hand domain, vs. 10.1 en el grupo control, diferencias entre grupo 9,42 (IC 95%, 0,27-18,57; p = 0,05)). Posteriormente los mismos autores comprueban la persistencia de esta mejoría

vs. 26% en el grupo control, p < 0,001; diferencias entre grupo 34% (IC 95%, 1251%, p < 0,001)). También se observaron

dos años después de la intervención, lo que confirma la persistencia a largo plazo del beneficio de la TRLS en la reeducación de la

diferencias significativas en la cantidad de

función motora de la ES tras el ictus6.

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PVX-NG-1048-07-09 (E.CLO.09.07.02) Abril 2009 - 812105

Hemorragia cerebral

Isquemia cerebral N.째 5 ABRIL 2009


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