Psicopedagogía Educación en aulas compatibles con el cerebro 7/14/2010 La tendencia es lograr que las aulas sean más compatibles con el funcionamiento cerebral. Para ellos, hay varios ejes a tomar en cuenta en el momento de planificar, aplicar y evaluar una lección dentro del aula, y que forman parte esencial del aprendizaje significativo. Entre los elementos más importantes a considerar están la motivación, la atención y el movimiento.
Tome nota Poner en práctica estos tres ejes para un aprendizaje significativo depende del maestro. Hay que asumir el compromiso de siempre considerar al cerebro mientras se enseña. Este compromiso significa ser creativo y buscar recursos, no necesariamente costosos, para hacer una clase diferente, divertida y significativa. ¡Atrévase a ver los resultados positivos de la neurociencia en su aula!
Importancia de la motivación Este concepto abarca: interés, curiosidad, ganas, deseo, necesidad, entre otros. La motivación es la palanca que nos empuja a realizar cualquier actividad. Dentro del cerebro, la motivación se hace presente para fomentar que se atienda un estímulo, para que se almacene un nuevo aprendizaje, y para poder repetir lo aprendido en un futuro. Este neurotransmisor, secretado por el sistema nervioso central, está presente en el momento en que nos sentimos exitosos y tenemos placer al realizar alguna actividad. La dopamina permite que estemos más alertas a estímulos sensoriales a nuestros alrededor. En el aula, esto se relaciona con que, mientras más los alumnos se perciban como exitosos y tengan un sentimiento de satisfacción al realizar alguna actividad, más permanente será esa enseñanza. Un mito en el aula es que existen niños desmotivados. Sin embargo, toda persona siempre está motivada hacia algo; lamentablemente, en muchos casos, esa motivación no es hacia la actividad que se realiza. Como maestros es nuestra responsabilidad redirigir esa motivación, de tal forma que venga del individuo la necesidad de prestar atención al estímulo. Claudia Tobar clautobar@gmail.com
Ejes básicos de la enseñanza ¿Cómo fomentar la atención? La atención hacia un estímulo no es la misma en todos. Para unos, atender significa mirar al estímulo, para otros es escuchar concentradamente. Al reconocer y respetar esta variedad de formas de atender, podemos ser más tolerantes al enseñar. En las aulas hay diferentes estilos de atención. Así, un niño pone atención al estar de pie al momento de darle instrucciones sobre alguna actividad. Como maestros, el ver que no todos están sentados viéndonos durante nuestra explicación nos desconcentramos, pero ellos no necesariamente. Los maestros flexibles ayudan a los niños a atender de la manera que les sea más cómoda. El objetivo es aprender, y para hacerlo no hay un solo camino. Monitoreo del aprendizaje Hay varias maneras de percibir la información. Los sentidos son el puente para ingresar la información al cerebro. Si se hacen clases más sensoriales, el aprendizaje tendrá más probabilidad de retención. La inteligencia kinestésica es una de las formas. Estudios muestran los beneficios del movimiento al momento de aprender. En las aulas, es importante que los alumnos estén en constante movimiento, ya sea como transición de actividad o como actividad misma. Esto permite una mayor oxigenación cerebral que ayuda a un mejor funcionamiento. El aumento del ritmo cardíaco al ejercitar el cuerpo ayuda a la retención de nuevos conceptos antes, durante y después del proceso de aprendizaje. Con todo este antecedente, la sugerencia de ‘interrumpir’ 5 minutos la clase para bailar, saltar, correr, etc., puede significar una eficaz inversión para asegurar un aprendizaje significativo de los estudiantes. La atención en el aula es relativa. Algo que al inicio no llamó la atención, puede cautivar más tarde. ¿Cómo? Si se presenta al aprendizaje como necesidad, mediante recursos, oportunidades, experiencias y ambientes nuevos y diferentes.
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