La lengua como cultura el valor

Page 1

María
Cruz
González
Cárdenas
 Miembro
 de
 la
 Asociación
 de
 Traductores
 Intérpretes
 del
 Ecuador,
 ATIEC.
 Estudios
 en
 Ciencias
de
la
Educación
de
la
Universidad
Técnica
Particular
de
Loja,
Estudios
de
Sociología
 en
 
 la
 Université
 Paris
 VIII,
 Paris
 y
 de
 Sociología
 y
 Lingüística
 en
 la
 Universitá
 di
 Trento,
 Italia.
 
 
 LA
LENGUA
COMO
CULTURA:
EL
VALOR
DE
LA
LENGUA
PROPIA
COMO
BASE
PARA
EL
 APRENDIZAJE
DEL
RESTO
DE
IDIOMAS

 
 Desde
el
punto
de
vista
de
una
intérprete/traductora,
me
gustaría
tratar
el
tema
de
la
lengua
 vista
como
cultura
y,
por
tanto,
como
un
proceso
en
evolución
y
la
necesidad
de
interacción
de
 los
seres
humanos
con
el
mundo.
Pero,
dentro
de
esa
interacción,
la
necesidad
de
mantener
la
 identidad
cultural
–
y,
por
tanto,
el
habla
local
de
cada
pueblo
–
como
objetivo
per
se
y
como
 propósito
de
salvación
del
individuo
en
una
masa
humana
de
más
de
6
mil
millones
de
individuos
 en
nuestro
planeta.
Para
ello,
he
dividido
esta
charla
en
7
áreas:
 
 A. La
lengua
correcta
y
la
lengua
incorrecta
 B. Diversos
puntos
de
vista
 C. Definición
de
la
lengua
 D. Definición
de
cultura
 E. Nuestra
habla
dentro
de
la
globalización
 F. Defensa
del
español
 G. Defensa
a
ultranza
del
multilingüismo

 
 A. La
lengua
correcta
y
la
lengua
incorrecta,
entre
el
“deber
ser”
y
lo
que
“es”
 
 Debo
confesar
que
los
planteamientos
que
voy
a
presentar
a
lo
largo
de
estos
minutos,
 resultaron
ser
algo
diferentes
de
los
que
tenía
en
mente
cuando
formulé
la
propuesta
ante
la
 cordial
invitación
que
me
hiciera
el
Instituto
de
Investigación,
Desarrollo
y
Excelencia
Educativa,
 junto
con
la
Universidad
San
Francisco.


 
 Es
por
eso
que
debo
pedir
disculpas
de
antemano
si
detectaran
alguna
incoherencia.
Lo
que
yo
 había
planteado
en
un
inicio
era
una
especie
de
defensa
a
ultranza
de
nuestra
lengua,
el
español
 (o
castellano,
que
es
tema
de
otra
discusión)
dentro
del
mundo
globalizado.
Luego
de
algunas
 disquisiciones,
si
bien
de
ninguna
manera
he
abandonado
mi
posición
de
defensa
de
nuestra
 lengua,
la
duda
viene
por
cuál
lengua
o,
más
bien,
cuál
habla
quiero
defender.
 
 Luego
de
hacer
el
esquema
inicial
de
la
presentación,
comencé
a
revisar
antiguas
notas,
a
releer
 o
leer
por
primera
vez
a
expertos
en
lengua
española,
y
durante
ese
tiempo
me
saltó
a
la
mente
 varias
veces
la
pregunta
de:
“¿Es
válido,
es
útil,
defender
el
DEBE
SER
frente
a
lo
que
ES
en
la
 realidad?”
En
otras
palabras,
me
preguntaba
si
es
que
iba
a
repetir
lo
que
yo
había
escuchado
de
 estudiante
a
mis
profesores
y
ante
lo
que
tanto
me
rebelaba:
el
famoso
“Como
debe
de
ser”,
del
 que
habla
casi
a
diario
un
conocido
periodista
radiotelevisivo.
 
 En
ese
entonces,
cuando
yo
estudiaba
en
el
colegio,
mis
profesores
de
Gramática,
que
era
la
 materia
que
recibíamos
en
lo
que
al
español
se
refería,
en
sus
aburridísimas
lecciones,
nos
 1


repetían
una
y
otra
vez
que
“vosotros”
era
el
pronombre
correcto
para
referirnos
a
nuestros
 compañeros
en
clase,
qué
cuándo
íbamos
a
aprender
a
hablar
bien
la
lengua
(sin
perjuicio,
claro,
 de
que
terminado
el
día,
nos
gritaran:
“¡ustedes
me
presentan
el
deber
mañana
a
la
8
o
tienen
 0!”).
Y
cada
vez
que
oía
y
oigo
en
el
habla
ecuatoriana
ese
“vosotros”
(con
perdón
de
los
 migrantes)
se
me
erizan
los
pelos.
Si
es
una
rebeldía
que
permanece
por
ahí
a
estas
alturas
o
un
 rechazo
a
“lo
que
debe
de
ser”,
es
materia
de
otro
tema,
pero
lo
cierto
es
que
cualquier
cosa
que
 sea
impuesta,
que
no
sea
auténtica,
no
tendrá
ninguna
permanencia
en
una
lengua.
Entre
otros
 ejemplos
similares
al
“vosotros”
puedo
citar
el
de
‘chubasco’
(que
infructuosamente
intentaron
 introducir
los
pronosticadores
del
clima
por
la
televisión
hace
unos
años)
o
últimamente,
el
 sonado
término
“compañero”
(también
con
el
perdón
de
alguna
compañera
o
compañero
que
 pudiera
estar
presente)
en
un
sentido
que
no
es
exactamente
colegas
de
aula
o
de
trabajo.

 
 También
gracias
a
la
televisión,
y
a
la
mexicana
en
especial,
a
muchos
serranos
nos
preguntan
en
 el
exterior
si
somos
mexicanos;
un
claro
ejemplo
cotidiano
es
una
joven
y
muy
buena
 presentadora
de
noticias
que
ha
tenido
gran
éxito
desde
su
incursión
en
los
noticieros
televisivos
 nacionales
desde
el
año
anterior.
De
hecho,
hacer
un
análisis
lingüístico
y
de
la
evolución
del
 habla
de
las
presentadoras
de
la
televisión
serrana,
así,
por
género
y
geografía,
sería
muy
 interesante.
Como
habrán
notado,
en
Quito,
ya
no
tenemos
wawas,
sino
nenes
o
bebés,
incluso
 he
oído
que
nacen
‘babies’;
ya
no
“rallamos
queso”
sino
que
todos
estamos
“rayados”;
nunca
 ‘lloramos’
sino
que
‘yoramos’;
ahora
las
guambras
no
andan
chirisiqui,
sino
que
son
“cool”;
ya
 casi
no
tenemos
‘frutillas’
sino
‘fresas’;
‘paltas’
y
no
aguacates;
gripa
y
no
gripe;
y,
de
hecho,
los
 jóvenes
ya
no
ven
la
televisión
sino
la
televisió“N”.

 
 Para
incluir
en
esta
lista,
además
de
las
influencias,
los
usos
definitivamente
incorrectos
de
la
 lengua,
parece
ser
que
de
esas
clases
de
Gramática
de
antaño
y
de
ahora,
el
gerundio
es
el
único
 tiempo
verbal
que
se
grabó
en
la
mente
de
periodistas
y
abogados.
No
tuve
que
esperar
mucho
 para
anotar
un
ejemplo
cuando
comencé
a
escuchar
un
noticiero:
“fue
diputado
por
primera
vez
 en
1997,
dando
inicio
a
una
meteórica
carrera
política”.
Otro
que
no
tardó
en
llegar
fue:
“Se
cayó
 una
casa
matando
a
tres
personas”.
Tal
vez
en
la
Constitución
de
Montecristi
se
olvidaron
de
 incluir
la
prohibición,
como
propuso
el
gobernador
del
Distrito
Federal
de
Brasil,
del
uso
del
 gerundio
a
los
empleados
públicos
pues,
dijo
él,
es
una
clara
muestra
de
ineficiencia.

 
 Pero
si
hablamos
de
la
evolución
de
la
lengua
en
nuestro
territorio,
tendríamos
que,
por
lo
 menos,
regresar
al
quechua
inca,
que
acá
se
convirtió
en
quichua,
revisar
la
nueva
lengua
nativa
 que
se
extendió
por
todo
el
territorio
que
ahora
es
el
Ecuador
y
eliminó
todas
las
vocales
 abiertas
(a,
e
o)
de
la
lengua
del
conquistador
inca,
y
luego
analizar
la
influencia
del
quichua
en
el
 español
y
la
cultura
ecuatoriana,
pero
el
tiempo
nos
faltaría
para
un
análisis
más
profundo.
 
 Lo
que
sí
es
muy
actual,
es
que
el
mundo
globalizado
está
regido
por
lo
que
yo
llamo
la
 “Generación
Nickelodeon”.
Esa
generación,
y
sus
padres,
entre
los
que
estoy
yo,
dominados
 totalmente
por
los
derechos
de
los
“niños”
(aunque
estos
ya
sean
mayores
de
edad)
aquí,
en
 París,
en
San
José
o,
ahora,
en
Shangai,
es
la
que
apuntala
a

marcas
como
Gap,
Nike,
Oldnavy,
 McDonalds,
etc,
es
decir,
a
la
globalización.
Y
para
afianzar
ese
proceso
a
través
del
globo,
fue
 indispensable
universalizar
la
lengua,
hacer
que
todos
sepan
de
qué
están
hablando
los
 promotores
de
esa
globalización.
Pero
mi
punto
aquí
es
el
idioma,
el
español
y,
más
 específicamente,
el
habla
ecuatoriana,
dentro
de
la
globalización.

2


Con
todos
estos
antecedentes,
¿se
puede
dictaminar
que
hay
una
lengua
española
correcta
y
 otra
incorrecta?
Eso
es
lo
que
subrayaba
a
diario
un
profesor
español
que
tuve
en
la
Universidad
 de
Bolonia,
cuando
ninguneaba
a
cualquier
otro
castellano
que
no
fuera
el
que
se
habla
dentro
 de
las
fronteras
de
España,
aun
a
pesar,
o
tal
vez
debido
a
mis
protestas
y
berrinches
con
los
que
 defendía,
en
ese
entonces
inútilmente,
el
español
no
español
(es
decir,
latinoamericano).
Eso
fue
 antes
de
que
escritores
y
lingüistas
latinoamericanos,
en
el
I
Congreso
Internacional
de
la
Lengua
 Española
que
tuvo
lugar
en
Zacatecas,
México,
en
1997,
plantearan
la
urgencia
de
que
la
Real
 Academia
de
la
Lengua
Española
incluyera
las
hablas
latinoamericanas.
 
 Es
innegable
que
la
lengua
está
siempre
en
evolución:
aparecen
nuevas
palabras,
nuevos
verbos,
 se
vuelven
a
usar
otros
que
se
pensaban
arcaicos,
etc.,
más
aún
con
medios
de
comunicación
 masiva.
Y
eso,
al
fin,
lo
reconoció
la
Real
Academia
de
la
Lengua
Española
(RAE)
al
incluir
en
su
 diccionario
lo
que
ellos
denominan
“americanismos”.
Claro
que
al
marqués
de
Villena
y
duque
de
 Escalona,
Juan
Manuel
Fernández
Pacheco,
quien,
en
1713,
tuvo
la
iniciativa
de
crear
la
Real
 Academia
de
la
Lengua
con
el
propósito
de
«fijar
las
voces
y
vocablos
de
la
lengua
castellana
en
 su
mayor
propiedad,
elegancia
y
pureza»,
se
le
pararían
los
pelos
si
abriera
la
página
web
de
la
 RAE
y
encontrara
esos
americanismos
(que
es,
imagino,
lo
que
le
sucedió
a
mi
profesor
en
 Bolonia).

 
 Lo
que
el
marqués
no
se
imaginó
es
que
cuando
Isabela
y
Fernando
le
dieron
el
visto
bueno
a
 Colón
para
viajar
a
tierras
que
resultaron
ser
las
que
pisamos
hoy,
la
cosa
se
les
comenzó
a
ir
de
 las
manos,
antes
siquiera
de
que
se
creara
la
RAE.
La
razón,
que
es
y
no
es
simple,
es
que
las
 lenguas
provienen
de
una
geografía,
una
cultura,
que
trataré
de
definir
más
adelante.

 
 B.
Diversos
puntos
de
vista
 
 En
1997,
se
celebró
el
I
Congreso
de
la
Lengua
Española,
en
Zacatecas,
México;
exactamente
505
 años
después
de
que
Colón
nos
descubriera
para
salvación
del
Imperio
Español.
Tarde,
pero
llegó
 el
momento
en
que
España
atendió
a
los
pedidos
de
sus
antiguas
colonias
de
tomar
en
cuenta
 nuestras
hablas.

Como
muchos
de
ustedes
sabrán,
en
ese
Congreso,
el
autor
de
Cien
Años
de
 Soledad
declaró
que
se
debía
simplificar
a
la
ortografía
en
español,
hacerla
menos
complicada.
Si
 bien
los
premios
y
la
fama
de
García
Márquez
le
permiten
decir
lo
que
se
le
cruce
por
la
cabeza,
 la
gran
mayoría
de
escritores
y
lingüistas,
muchos
de
los
cuales
amigos
suyos,

objetaron
de
 plano
la
propuesta,
entre
ellos
Octavio
Paz,
Bioy
Casares,
María
Ester
Vásquez,
Juan
Goytisolo
e
 incluso
un
portugués,
como
José
Saramago.
Entre
los
fundamentos
de
aquellos
que
la
refutaron
 estaban
hechos
tan
razonables
como
que
el
habla
evoluciona
sola,
no
por
reglas;
que
eso
 significaría
borrar
los
rastros
etimológicos
de
las
palabras;
que
en
vez
de
facilitar
la
lectura
se
 estaría
obligando
al
lector
a
leer
dos
veces
para
comprender
bien
un
texto,
y
otros
similares.
Me
 gustó
la
comparación
de
Mempo
Giardinelli
que
dijo
que
“jubilar
la
ortografía
sería
tan
absurdo
 como
jubilar
a
la
matemática
porque
ahora
todo
el
mundo
suma
o
multiplica
con
calculadoras
de
 cuatro
dólares”.
Al
parecer,
el
único
fundamento
de
los
poquísimos
que
apoyaron
la
tesis,
se
 basó
en
la
simplificación
de
la
enseñanza/aprendizaje
de
la
lengua
española
pero,
claro,
sin
 ninguna
explicación
de
cómo
se
lo
haría.

 
 Si
queremos
ser
honestos
y
cumplir
con
el
objetivo
de
abogar
por
el
español,
es
imperativo
 reconocer:

3


La
enseñanza
de
la
ortografía
como
la
conocemos
hasta
hoy
no
es
de
lo
más
gratificante
 y,
en
general,
no
es
exactamente
amor
lo
que
se
profesan
profesores
y
alumnos
de
la
 materia;
 
 Si
bien
el
lema
de
“todo
tiempo
pasado
fue
mejor”
no
demuestra
sino
la
edad
del
 locutor,
la
ortografía
en
textos
impresos,
ya
sean
deberes
de
alumnos,
libros
de
imprenta
 o
periódicos,
no
dejaba
tanto
que
desear
en
tiempos
pasados;
 
 La
ortografía
del
alumno
promedio
de
un
colegio
secundario
privado
nos
hace,
después
 de
secarnos
las
lágrimas
por
ese
tiempo
pasado,
reflexionar
acerca
de
que
algo
anda
mal
 en
la
educación;

Yo
soy
traductora
e
intérprete,
y
el
área
legal
es
una
de
mis
especialidades.
La
gran
mayoría
de
 veces
que
me
han
solicitado
traducir
una
ley
(o
un
proyecto
de
ingeniería,
unas
instrucciones
de
 algún
aparato
o
lo
que
fuera)
ha
venido
a
mi
mente
la
pregunta:
¿El
estudio
de
la
lengua
se
hizo
 solo
 para
 lingüistas,
 escritores
 y
 traductores?
 ¿No
 es
 indispensable
 que
 abogados,
 médicos,
 ingenieros,
 profesores
 estudiaran
 también
 la
 lengua
 para
 poder
 comunicar
 correctamente
 sus
 objetivos
e
intenciones?

 
 C. ¿QUÉ
ES
LA
LENGUA?
 
 Pero
pasemos
a
una
definición
de
lo
que
es
una
lengua.
Antes
de
nada,
creo
indispensable
citar
 al
padre
de
los
lingüistas
que
mencioné
en
un
inicio,
a
Ferdinand
de
Saussure,
que
definió
tres
 áreas
de
la
comunicación:
 
 Lenguaje:
Capacidad
de
establecer
comunicación
mediante
signos
orales
o
escritos.
Presenta
 distintas
manifestaciones
en
las
diversas
comunidades
humanas.
Entre
estas
expresiones
están
 lo
que
conocemos
como
idioma.
 
 Lengua:
Sistema
de
signos
que
forma
todo
un
código
que
los
hablantes
de
este
código
aprenden
 de
memoria
y
es
esencial
para
la
comunicación
entre
los
miembros
de
una
comunidad,
como
la
 lengua
española,
la
lengua
francesa,
inglesa,
kichwa,
guaraní,
etc.

 
 Habla:
Es
la
implementación
de
las
lenguas
dentro
de
espacios
y
tiempos
concretos.
Según
los
 académicos
que
interpretaron
al
suizo
Ferdinand
de
Saussure,
el
creador
de
esta
teoría
en
la
que
 nos
basamos
hasta
hoy,
“es
un
acto
singular
por
el
que
el
individuo
cifra
un
mensaje,
elige
el
 código,
los
signos
y
las
reglas
(a
través
de
la
emisión
de
sonidos
o
la
escritura)
para
comunicarse.

 
 La
 lengua
 materna,
 lengua
 nativa
 o
 primera
 lengua,
 es
 el
 primer
 idioma
 que
 aprende
 una
 persona
y,
por
lo
tanto,
la
que
se
conoce
mejor
respecto
a
otras
lenguas
que
el
individuo
pudiera
 conocer
más
adelante.
También
se
trata
de
una
lengua
adquirida
de
forma
natural,
a
través
de
la
 mera
 interacción
 con
 el
 entorno
 inmediato.
 Según
 el
 conocido
 lingüista
 estadounidense
 Noam
 Chomsky,
la
lengua
materna
puede
aprenderse
hasta
los
12
años.
Una
vez
superada
esta
edad,
 las
habilidades
lingüísticas
del
hablante
son
distintas
y
toda
lengua
aprendida
después
pasará
a
 ser
considerada
una
segunda
lengua.

 
 Sabemos
 que
 todo
 individuo
 social
 aprende
 una
 lengua
 y
 que
 se
 la
 puede
 aprender
 también
 únicamente
 a
 través
 del
 entorno,
 sin
 necesidad
 de
 estudiarla.
 Pero,
 ya
 que
 estamos
 en
 un
 4


recinto
académico,
dejemos
la
investigación
antropológica
de
lado,
y
ciñámonos
al
estudio
de
la
 lengua
 dentro
 de
 una
 cultura.
 Si
 bien,
 como
 dije
 antes,
 la
 lengua
 es
 un
 proceso
 en
 evolución
 debido
a
la
interacción
de
los
seres
humanos
con
el
mundo,
a
los
procesos
políticos,
culturales
y
 sociales
 del
 planeta,
 es
 también,
 y
 por
 sobre
 todo,
 el
 espejo
 de
 la
 cultura
 a
 la
 que
 pertenece.
 Pasemos,
entonces
a
tratar
de
definir
 
 
 
 
 D.
¿QUÉ
ES
LA
CULTURA?
 La
 palabra
 cultura
 proviene
 del
 término
 en
 latín
 y
 se
 lo
 relacionó,
 sobre
 todo,
 con
 “cultivar”.
 Luego
 de
 diversas
 connotaciones
 ligadas
 a
 la agricultura, en el siglo XX, el término "cultura" emergió como el concepto central de la antropología, que abarcaba todos los fenómenos humanos que no eran el mero resultado de la genética. A partir de la Segunda Guerra Mundial, el término cobró importancia, entre otros, en disciplinas como la sociología, estudios culturales, estudios de psicología y manejo organizacional. En la noción sociológica cultura es el
concepto
abstracto
que
describe
procesos
de
desarrollo
 intelectual,
 espiritual
 y
 estéticos del acontecer humano. Según varios autores de la concepción sociológica, la cultura se define como "el progreso intelectual y social del hombre en general, de las colectividades, de la humanidad". Ahora
pasemos
a
la
definición
de
aculturación
que
encontré
en
Wikipedia:
“Proceso
que
implica
 la
 recepción
 y
 asimilación
 de
 elementos
 culturales
 de
 un
 grupo
 humano
 por
 parte
 de
 otro.
 La
 colonización
suele
ser
la
causa
externa
de
aculturación
más
común”.
Ahora,
en
nuestro
caso
el
 de
muchos
otros
países,
podríamos
agregar
los
procesos
de
migración.

 
 Si
revisamos
la
historia,
vemos
que
la
humanidad
y,
de
ahí,
su
riqueza,
está
llena
de
aculturación
 en
muchas
maneras.
Hititas,
fenicios,
tártaros,
romanos,
mongoles,
incas,
británicos,
españoles
y
 tantos
otros,
colonizaron
y
“aculturaron”
a
pueblos
por
medio
de
invasiones
pedestres,
a
caballo,
 en
 naves
 marinas,
 aéreas
 y,
 ahora,
 por
 medios
 de
 comunicación
 masiva
 en
 donde
 el
 Internet
 juega
un
papel
preponderante.

 
 Pero,
 con
 cultura,
 aculturación
 y
 la
 nueva
 cultura,
 la
 relación
 entre
 lengua
 e
 identidad
 es
 tan
 estrecha
 que
 no
 ha
 podido
 pasar
 inadvertida
 a
 los
 modernos
 teóricos
 de
 la
 Sociolingüística.
 Le
 Page
 y
 Tabouret‐Keller,
 por
 ejemplo,
 proponen
 un
 “modelo
 de
 proyección”
 que
 define
 la
 conducta
lingüística
individual
como
una
serie
de
acciones
por
las
cuales
la
gente
revela
tanto
su
 identidad
personal
como
la
búsqueda
de
una
posición
dentro
de
un
grupo
social.
 
 El
hablante,
mediante
los
usos
lingüísticos,
invita
a
sus
interlocutores
a
compartir
su
proyección
 del
 mundo
 y
 sus
 actitudes
 hacia
 él,
 a
 la
 vez
 que
 se
 muestra
 dispuesto
 a
 modificarlas
 por
 influencia
de
las
personas
con
las
que
habla.
 
 E.
CON
ESTOS
ANTECEDENTES,
NUESTRA
HABLA
ECUATORIANA
DENTRO
DE
LA
 GLOBALIZACIÓN

5


Alguna
vez,
recuerdo
que
el
Internet
estaba
recién
llegado
al
país,
trabajé
como
traductora
fija
 para
una
agencia
de
viajes.
De
todo
lo
que
traduje
en
esos
años,
además
de
los
precios
de
los
 viajes,
me
llamó
la
atención
un
lema
publicitario
de
un
hotel
en
Chile
manifiestamente
dirigido
al
 público
consumidor
nórdico.
No
recuerdo
los
términos
exactos,
pero
el
mensaje
era
que
el
hotel
 era
tan
maravilloso,
que
el
huésped
se
sentiría
como
si
no
hubiera
salido
de
su
casa.
A
mí,
como
 a
muchos,
me
encanta
viajar,
pero
viajar
para
conocer
otra
“cultura”.
Si
voy
a
viajar
para
estar
 como
en
mi
casa,
me
ahorro
la
plata.

 
 Pero
traje
a
colación
este
recuerdo
porque
me
pareció
un
buen
ejemplo
del
sentido
que
se
le
ha
 dado
a
la
globalización.
Un
proceso
que
debe
ser,
y
de
hecho
es,
enormemente
enriquecedor,
no
 puede,
no
debe,
asumir
la
tarea
de
borrar
velozmente
siglos
de
historia
de
culturas,
tal
vez
 menos
internacionales,
menos
globalizadas,
pero
culturas
que
“son”,
que
“existen”
y
provienen
 de
siglos
atrás..
Es
decir,
si
yo
voy
a
Chile,
incluso
si
voy
para
una
reunión
de
una
noche
en
el
 mismo
hotel
en
donde
me
voy
a
alojar,
quisiera,
al
menos,
oír
el
habla
chilena
y
probar
unos
 buenos
mariscos
de
aguas
frías
que
no
encuentro
acá.
¿No
les
parecería
ideal
que
cada
Sheraton,
 Hilton,
Radisson
en
los
diferentes
países
nos
mostrasen
la
cultura
local
y
no
lugar
donde,
una
vez
 adentro,
no
podemos
reconocer
el
punto
del
planeta
en
donde
está
ubicado?
¿No
ayudaría
a
 culturizar
un
poco
más
al
viajero
ejecutivo?
 
 Obviamente,
no
es
de
los
promotores
innegables
de
la
globalización,
de
las
trasnacionales,
de
 donde
va
a
salir
la
defensa
de
nuestra
lengua.
Sería
contradictorio.
De
donde
debe
salir
es
de
los
 dueños
del
habla.
En
este
caso,
desde
los
centros
académicos,
universidades,
colegios,
escuelas,
 periodistas,
escritores,
traductores
que,
de
una
forma
u
otra,
directa
o
indirectamente,
 impartimos
la
enseñanza
de
la
lengua
española.
Para
eso,
tenemos
que
amar
al
español,
al
 español
ecuatoriano,
que
es
una
rica
mezcla
de
culturas;
ser
conscientes
de
todo
el
proceso
 histórico
que
nos
llevó
a
hablar
como
hablamos.
No
resulta
difícil
reconocer
al
habla
chilena,
 peruana,
argentina,
cubano.
Debo
ser
sincera
y
decir
que
me
apena
mucho
que
nunca
me
hayan
 reconocido
como
ecuatoriana
en
ningún
país
latinoamericano.
Es
por
eso
que
definitivamente
no
 comparto
la
posición
de
instituciones
educativas
nacionales
que,
por
ser
bilingües,
hacen
de
lado
 al
español
y
reducen
su
enseñanza
a
una
porción
mínima
de
tiempo.
No
me
malentiendan,
en
mi
 opinión,
el
monolingüismo
en
la
juventud,
hoy
por
hoy,
solo
puede
explicarse
por
las
brechas
 socioeconómicas,
ya
que
hablar
más
de
una
lengua
parecería
esencial
para
sobrevivir
en
este
 mundo.
No
comprendo,
por
otro
lado,
cómo
hay
funcionarios
internacionales
que
viajan
a
otro
 país
por
su
trabajo
y,
luego
del
período
de
estancia
en
tal
o
cual
país
con
una
lengua
extraña
a
la
 suya,
ese
funcionario
y
su
familia
regresan
sin
un
conocimiento
de
la
misma.
No
puedo
 imaginarme
perder
tan
preciosa
oportunidad
de
adquirir
otra
lengua
(y,
por
lo
tanto,
aprender
 de
su
cultura
de
manera
más
profunda).
 
 El
cuidado
de
la
lengua
materna
también
resulta
indispensable.
Obviamente,
y
aquí
está
el
 trabajo
que
tenemos
por
delante,
toda
esta
defensa
del
habla
nacional
(de
la
serrana,
que
es
a
la
 que
me
estoy
refiriendo)
tiene
que
estar
basada
un
ciertas
reglas
universales
que,
hasta
el
 momento,
las
decide
la
Real
Academia
de
la
Lengua
Española,
asesorada,
eso
sí,
por
las
 academias
nacionales
de
cada
país.
 
 Las
diferentes
hablas,
como
las
definió
Ferdinand
de
Saussure,
existen
como
tales
y,
como
les
 decía
al
inicio,
a
mi
modo
de
ver,
constituyen
una
especie
de
salvación
del
individuo
en
una
masa
 humana
de
más
de
6
mil
millones
en
nuestro
planeta.
 
 6


El
multilingüismo,
desde
mi
punto
de
vista,
debería
partir
del
valor
de
la
lengua
propia
como
 reflejo
de
una
cultura
y
base
de
un
mejor
aprendizaje
del
resto
de
idiomas.
En
otras
palabras,
 para
pasar
a
la
maravillosa
experiencia
de
abrirnos
a
otra
cultura
ajena
a
la
nuestra,
sin
dejarnos
 engullir
por
ella,
hay
que
tener
una
identidad
firme.
 
 F.
La
defensa
a
ultranza
del
derecho
de
todos
al
multilingüismo

 
 Hace
 poco,
 un
 colega
 traductor
 francés
 que
 vive
 en
 el
 Ecuador
 desde
 hace
 años,
 nos
 contó
 en
 una
 de
 las
 redes
 de
 traductores
 que
 tenemos
 en
 el
 país,
 una
 experiencia
 lindísima
 que
 había
 vivido
 recién
 llegadito
 al
 Ecuador.
 Por
 no
 recuerdo
 qué
 vínculos
 locales,
 terminó
 en
 la
 celebración
a
una
Virgen
en
un
colegio
religioso
femenino
en
Riobamba.
Entre
discurso
y
rezo,
 las
 estudiantes
 habían
 preparado
 una
 coreografía,
 dirigida
 por
 una
 de
 las
 monjitas.
 Con
 el
 auditorio
ya
en
silencio,
mi
colega
incluido,
había
comenzado
la
música,
el
baile
y
el
canto
con
 todo
 entusiasmo
 de
 las
 artistas,
 profesoras
 y
 del
 público
 por
 igual.
 La
 canción
 escogida
 para
 la
 coreografía
fue,
espero
que
todos
la
hayan
escuchado
y
la
conozcan:
Voulez
vous
coucher
avec
 moi?
 
 Espero
que
hasta
el
día
de
hoy
las
inocentes
monjitas
riobambeñas
no
se
hayan
enterado
de
lo
 que
enseñaron
a
bailar
a
sus
alumnas.

 
 Pero
es
por
eso
que
quiero
terminar
esta
charla
con
el
derecho
de
todo
niño
a
aprender
por
lo
 menos
 una
 lengua
 extranjera,
 pero
 de
 aprenderla
 bien,
 al
 igual
 que
 su
 propia
 lengua
 y
 que
 no
 sean
hablantes
de
“medias
lenguas”,
como
las
denomina
Francisco
Moreno
Fernández.
 
 Pero
este
es
un
tema
que
dejo
para
mis
colegas
especialistas
en
la
enseñanza
de
las
diferentes
 lenguas.

 
 Recuerden:
el
español
es
un
idioma
loable,
lo
hable
quien
lo
hable.
 
 
 *** Bibliografía: Grijelmo
Alex,
Defensa
apasionada
del
idioma
español,
 Moreno
Fernández
Francisco,
Director
Instituto
Cervantes
de
Chicago,
Congreso
de
la
Lengua
 Española
en
Rosario,
 http://www.rae.es/rae.html
 http://lapenalinguistica.blogspot.com/2008/07/discriminar.html www.wikipedia.org http://definicion.de.com http://www.filosofia.com.mx/index.php?/forolibre/archivos/filosofia_de_la_cul tura1/

7


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.