ACTIVIDADES
Boletín mensual de la PRIMERA IGLESIA METODISTA DE MORÓN
DOMINGOS – 19:00 hs. CULTO DE ADORACIÓN Y PROCLAMACIÓN
Campamento de juveniles (13 a 17 años) Del 03 al 06 de febrero.
Nro. 18 – Febrero de 2011
Campamento de niños (6 a 12 años) Del 08 al 10 de febrero
CUMPLEAÑOS DEL MES En febrero, cumple un año más caminando con el Señor: 2 – Eduardo Villalba FE DE ERRATAS: el 3 de enero cumplió años Natalia Ochoa y el 15 de enero cumplió años Olga Villalba. Nos disculpamos por la omisión. Les dedicamos: “Sabemos que cuando él (Jesucristo) se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es.” 1 Juan 3.2 (Si su cumpleaños fue omitido, por favor notifíquelo para su rectificación.)
PRIMERA IGLESIA METODISTA DE MORÓN Barbosa 249 – (1708) Morón Correo-e: iglesiametodistamoron@yahoo.com.ar www.iglesiametodistamoron.blogspot.com
CARTA PASTORAL
Y al séptimo día descansó
Pastor
LO QUE PASÓ - I
Campamento de jóvenes
¿En quién descansamos de nuestras cargas? En el Dios Creador, en aquel que fue, que es y que será. Aquellos y aquellas que somos parte de su creación, necesitamos de un tiempo de reposo, para luego poder continuar con nuestra tarea cotidiana. El camino que iniciamos hace ya mucho tiempo nos pide a gritos que hagamos una pausa para tomar aliento, nuevas fuerzas, tal como las águilas, para así poder remontar el vuelo. Cobrar nuevas energías nos permite reforzar nuestros sueños y proyectos, poder ser paciente con el otro, y escucharle en su necesidad. Un descanso significa hacer un alto en la huella, mirar el horizonte allá lejos, pero posible de llegar.
El pasaje de la carta de Pedro (2 Pedro 3.18) fue el tema del campamento al que nos acercamos recurriendo a lo que Juan Wesley llama "los medios de gracia". La oración, el estudio de la Biblia y la Santa Cena son estos recursos que el Señor nos ha dado para que nos faciliten la comunión con Dios y con los hermanos y hermanas de nuestra Iglesia. Unos sesenta jóvenes de la Región Buenos Aires (cuarta) compartimos el fin de semana del 29 y 30 de enero en la Ciudad de Chacabuco reflexionando y utilizando esos medios por los cuales el Señor nos ayuda para vivir el proceso a la vida plena que quiere para todas y todos. Fue también un momento adecuado para recibir el llamado del Señor a encontrarnos con él y llevar adelante el ministerio que nos ofrece y para el que nos ha dado los dones. De nuestra congregación participaron, Benjamín, Nahuel, Marcos y Martín. Acompañaron el campamento los pastores Marco Ochoa, Claudio Pose y Daniel Favaro.
Nos permite recordar al salmista decir: “En lugares de delicados pastos, me hará descansar…” (Salmo 23.2). Confiamos en el Buen Pastor, que nos permite hacer este alto en nuestro andar; confiamos en él que no hará de nuestra vida un ocio permanente sino una vida de servicio. Pero para ello necesitamos del reparo de nuestras fuerzas. El Señor conoce nuestras debilidades y fortalezas; él es quien propone que luego de haber hecho la pausa, reiniciemos nuestro camino cotidiano, nuestros trabajos, estudios, servicios. Y al retornar de nuestro descanso, posiblemente nos encontremos con aquel hermano o aquella hermana que está cansado o cansada de caminar, y podremos poner nuestra mano, el hombro, la espalda y permitiremos que pueda también llegar a buen puerto. Porque, como el querido himno nos dice: “En Jesucristo, puerto de paz… hallan las almas dulce solaz.” Que así sea. Amén. Marco Ochoa Jara
CUENTO
Yo atrapé mi felicidad (Conclusión) Así fue que el día de la boda mi mariposa estaba distraída. Yo e daba cuenta que pensaba que la iba a abandonar. En un determinado momento se acercó y dijo: - Tú no me dejarás nunca, ¿verdad? - ¿Dejarte? Por favor, ¡ni pensarlo! Haremos nuestro viaje de bodas y al regreso estaremos más juntas todavía. - Bueno –me contestó-, ten en cuenta que muchas parejas se olvidan de alimentarme y yo soy tan frágil; me debilito. Además, no me visitan, no me buscan y me dicen llenos de ira: “Yo nunca fui feliz”. Así, con esas palabras desagradables me despiden; no recuerdan que prometieron amarse toda la vida. A veces, estoy poco tiempo en algunos hogares, pero no es mía la culpa. Todo continuó en orden. Mi esposo y yo cuidábamos a Felicidad con el mismo celo. Es tan nuestra que por ningún tesoro del mundo dejaríamos de amarla. Un día, Felicidad tuvo vergüenza de venir a mi encuentro. Yo la llamaba y ella no respondía. Pensé: ¿Qué le ocurriría, ahora que tanto la necesitaba? Volví a insistir y, de pronto, sentí su inconfundible aleteo. Muy despacito me preguntó: - ¿Qué te pasó ayer? ¿Por qué lloraste? - Ah –le respondí-, cosas de la vida. - ¿Ves? Ya dejé de servirte –murmuró. - No digas eso. La vida tiene estas cosas. Un ser muy querido se fue a hacer un viaje sin regreso. Por eso lloré. Pero, ya ves, hoy quiero contarte y pedirte que me ayudes.
Te prometo, Felicidad, que mientras yo viva tú vivirás conmigo. Mi hogar es tuyo; mi esposo es nuestro; mi hijo ya te conoce. Felicidad me escucha. Repentinamente me manifiesta: - Eres tú la que en realidad me conoce… Te diré: porque cuando lloras, me recuerdas y no me dejas morir. Siempre tienes algo nuevo para ser feliz. La sonrisa de tu esposo te hace feliz. El apretón de manos de tus amigos te hace feliz. ¡Hasta trabajar te da felicidad! Ahora eres feliz porque tu hijo ya es casi un jovencito y te lleva fuerte del brazo. En fin, tú continuamente me llamas; con poco eres feliz. Tras una breve pausa, prosiguió: - Cuando algo no anda bien, tampoco me culpas. Quiero hacerte una pregunta. ¿Cómo se llama el Arquitecto que diseñó el jardín? - Dios –le respondí-. Él fue quien me indicó los alimentos para darte; el que me dijo que nunca apagara el espíritu de la fe, que siempre creyera en la felicidad. Los ojitos de mi Felicidad brillaban más todavía. El jardín está hermoso. A veces veo bañarse a Felicidad en la fuente que aún conserva el agua muy clara… y a Cupido divirtiéndose con su arco y su flecha. ¡Juegan igual que dos niños inocentes! Felicidad está encantada de que yo la haya atrapado, de vivir en un jardín donde hay flores de paz, de esperanza y de amor. Yo tengo la obligación de cultivar esas flores. Pronto habrá una fiesta en mi casa. Felicidad cumple quince años. Se imaginan ustedes que la invitada de honor será ella y que estará vestida de color rosa, con zapatos de terciopelo, y bailaremos el vals de las quinceañeras… Al tomarme mi esposo en sus brazos, tratará de no apretar muy fuerte para no ahogar nuestra Felicidad, porque también él quiere tenerla siempre con nosotros. Bueno; así con esta alegría de vivir, porque conozco algunos misterios de la vida, los invito a que cada uno de ustedes atrape su propia Felicidad. No olviden buscar al gran Arquitecto. No tienen más que llamar a este número: Fe. Mercedes Godoy de Manzanelli
PENSAMIENTOS EN VOZ ALTA
Dios a imagen del hombre En el número anterior reflexionábamos sobre el ser humano como imagen de Dios. Me parece que la relación entre los conceptos “Dios”, “ser humano” e “imagen” también puede leerse en un sentido inverso. El acontecimiento histórico de la encarnación del Dios Hijo puede aportarnos otro lugar de mirada, a modo de reverso de moneda. Los cristianos proclamamos a un Jesucristo verdadero Dios y verdadero hombre. El envío del Hijo por parte del Padre presupone su preexistencia eterna con Dios: Gálatas 4.4; Romanos 8.3,32; 2 Corintios 8.9; Filipenses 2.6-8. Resultan muy significativas las expresiones que señalan a Jesucristo como el reflejo visible de Dios: “El es la imagen del Dios invisible…” (Colosenses 1.15); “…Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Corintios 4.4). O la misma afirmación de Jesús al responder a Felipe: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14.8,9). ¿Qué vieron en Jesús sus contemporáneos? Es obvio que, en primer lugar, vieron un hombre concreto. Pero también percibieron pronto un hombre diferente de los demás. Su apariencia, sus gestos, sus acciones, sus reacciones eran básicamente humanas pero eso no era todo. Su humanidad dejaba trascender otra cosa. Cristo era la imagen pura del Dios eterno. Y esto también puede decirse invirtiendo los términos y sin alterar el misterio: ese Dios eterno tomó forma humana en Jesús. Por eso podemos afirmar que Dios se hizo a imagen del hombre. De este modo, aquella imagen y semejanza trastocada tanto tiempo atrás por la caída, fue restaurada plenamente en un ser humano de doble naturaleza. Ya que hombres y mujeres jamás hubiéramos podido recuperar esa imagen inicial por nuestros propios medios, Dios tuvo la condescendencia de hacerlo en sí mismo a través de la persona de su Hijo. Cristo como imagen de Dios es aquel que también es hombre y vino a este mundo para ser la primicia de muchos hermanos y hermanas a quienes haría restaurar y participar también de esta imagen: Romanos 8.29; 1 Corintios 15.49; 2 Corintios 3.18. Nuestra vida en la tierra, como hijos e hijas de Dios, se relaciona con el proceso de modelación y adecuación de la imagen de Dios en nuestras vidas. ¿Estamos permitiendo que el Señor modele su imagen en nosotros? ¿Traducen nuestras vidas la imagen de nuestro Creador en términos humanos e inteligibles para los demás? Pensando en un Dios eterno que toma nuestra imagen, y reconociendo que su obra está aún inconclusa y en continuo proceso, ¿le representa adecuadamente ante los demás, en especial frente a los niños a quienes enseñamos? Anhelemos y propongámonos parecernos cada día más a Cristo, la imagen visible del Dios invisible.
Ricardo Fantini
LO QUE PASÓ - II
El viernes 14 de enero, un grupo de hermanos de nuestra comunidad, presidido por nuestro pastor, visitó el hogar de Leonor Annoni. Por su estado de salud nuestra hermana no ha podido compartir durante un tiempo de la Cena del Señor, razón por la cual se tomó la iniciativa de llevar esta celebración a su hogar. En dicho contexto, este medio de gracia adquirió una connotación sumamente significativa.
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AGUA FRESCA PARA TU VIDA “La lectura devocional de la Biblia nos da un alimento espiritual insustituible para enfrentar el discipulado y la misión.” http://devocionalesaguafresca.blogspot.com El devocional online de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina