Mes de abril de 2013
El mensaje de la cruz es la fuerza de Dios Hoy recordamos el día más terrible de la historia. Una confabulación entre poderosos del primer siglo, que no excluían representantes de la religión, se llevó puesto, con calumnias y acusaciones, al Creador mismo en pro de hacer callar el mensaje del nuevo mundo que Él anunciaba. Varios de los que se consideraban sus amigos lo abandonaron en el momento que más los necesitaba.
Las escenas de la cruz son de una crueldad, injusticia, odio, maldad y locura inusitada en la que muchos trabajaron para la muerte de Jesús. Y en el centro de la escena, aquel que era la luz, la vida, el amor, el perdón, el amigo, la salvación, muriendo como un delincuente.
Si necesitábamos tener un cuadro de hasta donde puede llegar la ceguera espiritual y psicológica, la ambición, la tergiversación de los valores y las cosas, allí lo tenemos. Frente a lo sucedido, se cayeron las ilusiones, los sueños, las esperanzas de algunos de los que lo seguían. Será tal vez por todo esto que los evangelistas guardan un respetuoso silencio de lo sucedido el sábado de aquella semana.
Pero los hechos no terminan allí porque el mensaje de la cruz es una historia de muerte de alguien que amó hasta el fin, como le gustaba decir al Evangelista Juan, pero también de resurrección de aquel que venció por el poder de Dios a la muerte misma. Por eso, el domingo estamos de cumpleaños. Celebramos el nacimiento de un mundo nuevo. Ese es el día y el tiempo nuevo, por excelencia, creado por Dios.
Por eso decimos las iglesias cristianas de Belgrano, en esta tarde, que el mensaje de la cruz es la fuerza de Dios. Y lo hacemos no porque creamos que esto es, simplemente, recordar una historia o repetir una doctrina. Sino porque creemos que el Evangelio está ocurriendo, hoy. Que la fuerza de Dios que levantó a Jesús de entre los muertos está vigente como ayer. Y que allí donde parece ser que la vida se cerró, que ya no hay caminos para transitar, que un duelo nos ha hecho experimentar que nada tiene sentido, que un fracaso nos hizo sentir sin fuerza y desvalorizados, que los recuerdos dolorosos nos acosan, el poder que emana del mensaje de la cruz nos habla de que se ha abierto un tiempo nuevo en el cual es posible lograr una nueva fuerza e inspiración por la acción transformadora de Dios.
Mensaje del Pastor Hugo Santos en la Peregrinación de las Iglesias Cristianas de Belgrano, el Viernes Santo, en la esquina de Sucre y Ciudad de la Paz.