Mes de noviembre de 2011 Descansá en Jesús Un día, un papá encontró a su hijito completamente tenso intentando levantar sobre su cabeza una barra con un par de pesas de dos kilogramos…una hazaña ambiciosa para un niño pequeño. Solo la había separado unos centímetros del suelo, pero su mirada mostraba que estaba decidido a hacerlo y su cara estaba roja por el esfuerzo. Entonces, el papá se ofreció para ayudarlo y, juntos, lograron levantar el peso hacia el techo. El levantamiento de pesas que era tan difícil para el niño, lo fue mucho menos para el papá. Cuando la vida parece una sucesión de catástrofes, el Señor está cerca. Cuando un ser querido se enferma seriamente, un dolor nos aqueja o tenemos una discusión acalorada, su mirada está puesta sobre nosotros. A veces, varias situaciones problemáticas pueden suceder en un mismo día. Pero Él puede ser como el padre de esta pequeña historia. Por eso, Jesús dijo en una oportunidad: “Vengan a mi todos ustedes que están cansados y agobiados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar” (Mateo 11: 28). Él ofrece descanso, con ternura y compasión. En Él encontramos palabras de cariño y promesas de cuidado y compañía. A veces estamos agobiados no solo por lo que hemos hecho sino por lo que nos queda por hacer. Ese “vengan a mí…” se dirige especialmente a los cansados y agobiados, a los que no saben qué hacer con el peso de sus problemas, a los que no encuentran sabor a la existencia porque tienen demasiadas preocupaciones. El agobio es como un peso interior producido también por fracasos, injusticias, falsedades que
se
acumulan. En Jesús encontramos renovación, paz y fortaleza. Para esto es necesario estar unidos a Él para darle sentido a nuestros dolores y preocupaciones. También es importante que lo veamos cargando la cruz sin lamentos y quejas, entregando su vida para nuestra salvación. Y así podemos sentir que nuestras propias heridas se unen a las suyas en medio de los dolores y problemas que la vida nos depara. Se trata de dejarse tomar por Él para que este encuentro con Jesús traiga alivio y una visión nueva a nuestra vida. ¿Estás agotado por los incesantes problemas? ¿Te sentís aplastado por el estrés y las preocupaciones? Jesús es la solución verdadera. Acercarnos al Señor en oración nos permite echar sobre Él nuestras cargas para que nos sostenga (Salmo 55:22). Pedile hoy en oración que te ayude con todas tus cosas. Al ayudarte a llevar la carga, puede darte el descanso que tu alma necesita y prepararte mejor para lo que tengas que hacer. Nunca te olvides que la oración es el lugar donde las cargas cambian de hombro. Pastor Hugo N. Santos