1
SI DOY RIENDA SUELTA A MI QUEJA
y a la amargura que llevo dentro, es porque estoy cansado de la vida. 2 Por eso le he dicho a Dios: “Dios mío, no seas injusto conmigo; ¡dime qué mal he cometido! 3 Tú eres mi creador, y no está bien que me maltrates ni que permitas que los malvados hagan planes contra mí. 4 ú no ves las cosas como nosotros las vemos, 5 ni vives los pocos años que nos toca vivir; 6 ¿por qué, entonces, quieres saber qué pecados he cometido? 7 ¡Tú sabes que no soy culpable, y yo bien sé que no es posible que me libre de tu poder! 8 Tú, con tus propias manos, me fuiste dando forma, 9 como quien hace una olla de barro, como quien derrama crema para hacer queso; 10 ¿por qué quieres quitarme la vida y hacerme volver al polvo? 11 Tú recubriste mis huesos con carne y con piel; 12 tú me diste vida y me trataste con bondad; ¡siempre cuidaste de mí! 13 Pero ahora me doy cuenta de algo que no me dijiste: 14 ¡que me estarías vigilando para ver si yo pecaba, pues no perdonarías mi pecado! 15 Pero, inocente o culpable, estoy en un gran problema y no puedo mirarte a los ojos. ¡Estoy muy avergonzado y me muero de tristeza! ________________________________________________________________________________________________________________________________________________