Boletín 43, 19 de octubre de 2014

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CULTO DE ORACIÓN Y ESTUDIO Martes 21 de octubre, 19 hrs. Modera: Hna. Marena Ponce Llamamiento MIQUEAS 2.1-5 Oración de ofrecimiento Himnos: “Majestad” (235) “Lo que respira” (706) Momentos de oración Lectura bíblica SALMO 74 Tema:: EL OCASO DEL PROFETISMO Himno: “Ahora soy de Cristo” (281) Ofertorio Bendición pastoral EL OCASO DEL PROFETISMO ANTIGUO Louis Monloubou ieza capital en la vida de la nación P israelita, hasta el punto de que su impotencia (Jr 14.18), pero sobre todo su ausencia, provocan el desconcierto (1 Sm 3.1) Y suscitan el malestar, llega un día en que el profeta desaparece: “Ya no vemos estandartes nuestros, no nos queda ni un profeta” (Sal 74.9). Pero el profeta muerto se pone inmediatamente a gritar: “¡Viva el profeta!”. Ahora que el profeta ha desaparecido, todos lo echan de menos. El tercer Isaías siente la nostalgia de los tiempos en que Dios comunicaba a ciertos hombres “su santo Espíritu” (ls 63.11). Durante la sublevación de los macabeos, siguen recordando que la solución de los problemas insolubles sólo puede alcanzarse por medio de los profetas y se dejan sin tocar las cosas que requieren su consejo privilegiado. ¿Por qué ha desaparecido el profeta? Cabe proponer varias razones de este hecho. En primer lugar, pudiera ser que a los ojos del pueblo los profetas se hubieran convertido en símbolos del fracaso histórico

que tuvo la nación y la condujo casi a la muerte. ¿Acaso aquellos predicadores desventurados habían intentado hacerse creíbles alguna vez? Se puede dudar de ello, sobre todo cuando oímos a un Isaías lanzar aquellas frases famosas, las más paradójicas probablemente que contiene la Biblia (el Nuevo Testamento apreció tanto aquellos versículos que los repitió varias veces: Mc 4.12 y par.; Jn 12.40; Hch 28.26-27), en donde se dice que el fracaso del profeta -esos ojos que se cierran para no ver, esos oídos que se tapan para no oír, ese espíritu que se rebela para no convertirse- ese fracaso se integra en la finalidad misma de su predicación (ls 6, 8-13). Más allá de este fracaso, a través de él y gracias a él, es como se realizará la obra para la que en definitiva ha sido enviado el profeta. Es bien conocida la tenacidad imperturbable de Jeremías, así como es muy interesante la especie de desenvoltura provocativa con que Ezequiel se dirige (Ez 17.2; 37, 18) a un auditorio recalcitrante (Ez 12.9; 21.5.12; 24.19). Incluso hasta Ezequiel llega a pensar que no es esencial a su misión obtener que le escuchen sus oyentes; lo esencial afirma- es que la gente reconozca que “hay un profeta en medio de ellos” (2.5), que sepan que Dios desea mantener el diálogo con ellos. […] Un texto como Zacarías 1.11-12 dice toda la impaciencia de los que no ven realizarse las profecías. […] ______________________________________

PPRRÓ ÓXXIIM MAASS AACCTTIIVVIIDDAADDEESS 25 – REUNIÓN DE LA CMIRP 26 – CULTO UNIDO DE LA REFORMA MATAGALPA 1081, SAN P EDRO Z ACATENCO, DEL. GUSTAVO A. MADERO, 07360, MÉXICO, D.F., Tel.: 5752-3469, fax: 5586 6986, igl.ammi.shadday@gmail.com, www.igl-ammi-shadday.blogspot.com, www.facebook.com/AmmiShadday SECRETARIA DEL CONSISTORIO: D.I. Odavia Palomino L., Tel. 5517 0292, odaviap@gmail.com ATENCIÓN PASTORAL : Martes, 18.30 hrs. Visitas: Miércoles o jueves, 19:00 hrs. MINISTERIO PASTORAL: Pbro. Leopoldo Cervantes-Ortiz Tels. 5594 6238, (044 55) 5180 5146, lcervortiz@yahoo.com.mx

IGLESIA PRESBITERIANA

7 EN

CUANTO A USTEDES, HERMANOS, ESPEREN CON

paciencia la venida gloriosa del Señor. Como espera el labrador el fruto precioso de la tierra, aguardando pacientemente que lleguen las [lluvias] de otoño y primavera, 8 así ustedes tengan paciencia y buen ánimo, porque está próxima la venida gloriosa del Señor. 9 No se quejen, hermanos, unos de otros, para que no sean condenados; el juez ya está a las puertas. 10 Como ejemplo de sufrimiento y de paciencia, tienen a los profetas, que hablaron en nombre del Señor. 11 Consideramos dichosos a los que supieron mantenerse firmes. Más aún, ustedes tienen conocimiento de la firmeza de Job, y ya ven el feliz desenlace a que lo condujo el Señor; porque el Señor es compasivo y misericordioso.12 Pero, ante todo, hermanos, no juren ni por el cielo, ni por la tierra, ni con ningún otro juramento. Cuando digan “sí”, sea sí; y cuando digan “no”, sea no. De ese modo no incurrirán en condenación. 13 ¿Sufre alguno de ustedes? Que ore. ¿Está gozoso? Que alabe al Señor. 14 ¿Ha caído enfermo? Que mande llamar a los presbíteros de la Iglesia para que lo unjan con aceite en el nombre del Señor y hagan oración por él. 15 La oración hecha con fe sanará al enfermo; el Señor lo restablecerá y le serán perdonados los pecados que haya cometido. 16 Reconózcanse, pues, mutuamente sus pecados y oren unos por otros. Así sanarán, ya que es muy poderosa la oración perseverante del justo. 17 Ahí tienen a Elías, un ser humano como nosotros: oró fervientemente para que no lloviese, y durante tres años y seis meses no cayó una gota de agua sobre la tierra. 18 Luego volvió a orar, y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto.


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